Reporte de lectura Núm. 1. 30/08/2019 Yohualli E.

Rosas Pineda
Kant, I. Belleza libre y belleza adherente.
Dentro del texto, Kant procura explicar su tesis inicial “El juicio de gusto, mediante
el cual un objeto es declarado bello, bajo la condición de un concepto determinado,
no es puro”.
Comienza separando la belleza libre, producto del impulso de la sensación
inmediata que causa la contemplación de un objeto sin diseccionar sus partes, de
la belleza adherente, conjunto de cualidades que conforman un concepto (con
finalidad) por el cual un objeto es bello.
El juicio de gusto (union del gusto con la razón) nace como la conjunción de
conceptos que determinan a un objeto de observación como bello. Ya que éste
termina siendo declarado bello por dicho conjunto (la satisfacción de lo diverso), no
puede ser belleza libre (belleza pura).

Schiller, F. El estado estético del hombre.

En el estado estético del hombre, Schiller plantea dos aspectos fundamentales.
El primero de ellos es que la belleza enlaza y suprime dos estados opuestos. Para
esto debemos, en primer término, comprender indudablemente la oposición de
estos estados, llámese materia – forma, pasión – acción, sentir – pensar (estos dos
estados son completamente opuestos). En segundo término, entender que, para
que algo pueda ser bello, deben de mezclarse con pureza e integridad estos
estados, de tal manera que se supriman ambos para dar paso a un tercero.
Todo esto porque la belleza exige ser comprendida por la inclusión de ambas partes:
"en el disfrute de la verdadera belleza somos dueños de nuestras potencias activas
y pasivas". Ergo, podremos tomar con juego y seriedad, reposo y movimiento,
pensamiento absoluto e instintivo, una obra de arte; con ecuanimidad y libertad, al
mismo tiempo que vigor y fuerza.
El segundo aspecto es el temple que debemos considerar para una obra de arte.
Nos habla sobre la perfección del estilo, el cual rompe las barreras de la disciplina
misma e inclusive de su naturaleza principal.
Me llama la atención la visión de que “la forma aniquila la materia”: comprendiendo
que el contenido es nada, mientras que la forma lo es todo en una obra
verdaderamente bella.

Análisis final.
Me parece importante mencionar el fondo bidimensional que plantean ambos
autores para dar atención a la apreciación de la belleza. Esta ambivalencia de la
belleza donde el gusto y la razón, en el caso de Kant, y la conversión de dos estados
opuestos como la sensación y la comprensión diseccionada a un tercero, en el
discurso de Schiller.
Los dos dejan claro en su postura que la observancia, o el análisis, de un objeto
bello bajo una sóla de estas dos perspectivas nos lleva a limitaciones importantes
en la apreciación del mismo objeto (sobre todo cuando se habla de un objeto
artístico).
¿Oido absoluto o relativo?, ¿comprensión formal o apreciación atmosférica?,
¿comprensión armónica o intuición musical natural? Todas ellas completamente
indispensables para dimensionar la belleza de las grandes obras musicales, por dar
un ejemplo “tropicalizado”
Qué es la estética?
Qué preguntas hace la estética?