Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Tarapoto – Perú
Abril del 2019
Dedicatoria
2
Índice
3
Introducción
Hay dos sub sistemas. En el del corto plazo, el tipo de cambio esperado difiere del tipo
de cambio observado y el banco central esteriliza los resultados del sector externo. En el
del equilibrio estacionario, el sector externo está en 2 equilibrio, el tipo de cambio
esperado es igual al tipo de cambio efectivo y no hay intervención esterilizada.
4
Política económica
Hasta no hace mucho tiempo, las cuestiones relacionadas con el ámbito exterior de la
economía tenían un carácter residual, y en cualquier caso ocupaban un segundo plano.
Este desinterés era perfectamente constatable tanto desde el punto de vista práctico como
académico. Por un lado, el bajo grado de interdependencia económica entre los diferentes
países suponía que la política económica nacional fuese bastante, aunque no totalmente,
independiente y que se modulase atendiendo básicamente al comportamiento de las
variables internas. Por otro lado, como puede comprobarse revisando cualquier manual
de política macroeconómica, a la problemática económica exterior apenas se le dedicaba
un capítulo postrero, a efectos de ampliar el clásico modelo IS-LM con la obtención de la
curva BP. (J. A. SCHUMPETER ,1883)
Pero a partir de la década de los ochenta del pasado siglo, esta visión cambia radicalmente.
El equilibrio de las cuentas exteriores no es solamente un dato básico y el resultado de las
relaciones existentes entre las principales variables macroeconómicas internas, sino que
también, dada la globalización y la interdependencia económicas, el sector exterior se
configura en la actualidad como el núcleo donde se concentran las potencialidades y las
restricciones de cualquier economía nacional, además de ser el cordón umbilical que le
une con el resto de economías, como ha quedado de manifiesto en la gestación y
transmisión internacional la actual crisis económica.(Recuadro 1)
De esta manera, a través del sector exterior de un país se lleva a cabo la ampliación de su horizonte
económico mediante las relaciones comerciales y financieras con otros países, lo cual tiene una
influencia decisiva sobre múltiples variables y cuestiones económicas: el consumo, la inversión,
el ahorro, el empleo, la asignación de recursos, los precios, etc. Pero, sin la menor duda, las
5
relaciones económicas exteriores imponen también unas claras e insalvables restricciones a las
políticas económicas nacionales. Varios ejemplos lo demuestran: la efectividad y la combinación
de las principales políticas económicas instrumentales (fiscal y monetaria) depende de si el
régimen de tipos de cambio es fijo o flexible; la libertad de los movimientos de capital tiene unos
efectos determinantes sobre los tipos de interés, el ahorro, la inversión y la estructura financiera
de los déficit público y exterior; la pertenencia a una unión aduanera o a una unión económica
limita la utilización de determinados instrumentos de política económica (los aranceles); el hecho
de que un país forme parte de una unión monetaria impone unos límites muy claros a la política
económica nacional, además de requerir la convergencia de las principales variables económicas
(inflación, tipos de interés, déficit público, etc.).
Como puede observarse, nos hallamos pues ante un tema complejo por sus numerosas
ramificaciones e implicaciones, pero no es menos cierto que también constituye un campo
apasionante, ya que, desde el punto de vista académico, en él confluye todo el arsenal instrumental
de la política macroeconómica, y desde la óptica práctica, se aprecian en toda su dimensión las
potencialidades y debilidades económicas de cualquier país.
6
comerciales. De esta forma, la economía mundial, y sobre todo las economías de
la OCDE, caminan hacia una economía de servicios. Es previsible que en el futuro
se produzca un notable incremento de los intercambios comerciales de servicios,
desplazándose las ventajas competitivas de los mercados industriales a los de
servicios; dando lugar a una nueva economía donde los bienes más preciados son
la información y el conocimiento.
- Desconexión entre la economía real y la economía financiera. Este fenómeno se
refleja en dos hechos. Por un lado, la desconexión geográfica entre las decisiones
de producción y el empleo; esta separación, unida a la creciente sustitución de
trabajo por capital, ha provocado una caída de los costes laborales unitarios en
muchos países y un aumento de la productividad del factor trabajo. Por otro lado,
la notable diferencia entre el volumen de los flujos de capital y el de los flujos de
bienes y servicios, lo que ha creado no pocos desajustes en la economía
internacional y ha dotado de una alta inestabilidad a los mercados financieros y a
los tipos de cambio.
- Internacionalización de los mercados y mayor interdependencia económica. En
los últimos años se ha intensificado el proceso de mundialización de los mercados,
tanto de bienes y servicios como de activos financieros.
- Consolidación y avance de los procesos de integración económica. El ejemplo
más característico es el de la Unión Europea, que ha pasado de ser una simple
Unión Aduanera y Mercado Común a poder constituirse en una Unión Económica
y Monetaria, con una moneda y un mercado únicos, lo que lleva consigo una
obligada y necesaria convergencia de las políticas económicas nacionales dentro
de una zona de estabilidad cambiaria.
El resultado final de la combinación de todos estos eventos ha sido una creciente y elevada
internacionalización de la actividad económica, con lo cual los problemas económicos
trascienden el reducido marco de las fronteras nacionales y se modifica la instrumentación
de la política económica.
7
En una economía abierta son cuatro los factores que establecen una serie de restricciones
a la política macroeconómica:
8
2. Que en un mundo como el actual, de una alta movilidad internacional del capital,
la política económica autónoma es inviable. Por consiguiente, dado que una
política económica autónoma es inalcanzable, todos los países deberían estar
interesados en una política coordinada para asegurarse de que sus políticas
macroeconómicas y de tipos de cambio no funcionen cruzadas y, por
consiguiente, dificulten la consecución del equilibrio externo.
Hasta no hace mucho tiempo ambas situaciones se analizaban por separado, ignorando
las evidentes interrelaciones existentes. Como ya hemos señalado, la situación del sector
exterior está íntimamente ligada al funcionamiento interno de la economía en
consonancia con lo ocurrido en el resto de países. Esta simbiosis entre los ámbitos interno
y externo de cualquier economía queda plenamente constatada a través del significado
macroeconómico del saldo exterior.
9
Siendo:
Y = Renta nacional.
C = Consumo privado.
I = Inversión privada.
G = Gasto público total.
X = Exportaciones de bienes y servicios.
M = Importaciones de bienes y servicios.
Si consideramos que:
C + I + G = Absorción de los residentes (A)
entonces:
Y = A + X – M (2)
Por lo tanto:
Y – A = X – M (3)
Y + R – T = C + I + (T – G) + (X + R – M) (4)
en donde:
Y + R – T = Renta disponible de los residentes.
T – G = Saldo presupuestario.
X + R – M = Saldo por cuenta corriente.
Dado que por definición el ahorro se puede considerar como:
S=Y+R–T–C
La expresión (4) podemos expresarla de la siguiente forma:
10
La identidad anterior nos permite calibrar el significado macroeconómico del saldo por
cuenta corriente. Un déficit significaría que el ahorro nacional y/o los ingresos fiscales
no son suficientes para financiar la inversión y/o el gasto público. En tanto que un
superávit nos está manifestando que el ahorro interno y/o los ingresos públicos han sido
suficientes para cubrir la inversión y/o los gastos del sector público.
Siguiendo esta línea argumental, es evidente que pueden barajarse varios factores
causantes de un desequilibrio externo. Dichos factores pueden ser clasificados como
exteriores o interiores. Los factores causantes del desequilibrio pueden ser exteriores, en
el sentido que los países no son responsables de ellos o son incapaces de neutralizarlos.
El principal factor externo que puede incidir negativamente sobre la balanza por cuenta
corriente es el deterioro de la relación real de intercambio, debido a la incidencia de
shocks de oferta adversos, como ocurrió durante la década de los setenta como
consecuencia de las drásticas subidas del precio de los productos energéticos. En este
caso, el deterioro de la relación real de intercambio pone de relieve una pérdida notable
de competitividad, conjuntamente con un empobrecimiento del país en términos relativos.
El resultado final de todo este proceso es un grave desequilibrio en la balanza de pagos,
debido a un factor exógeno a la economía.
Pero cualquier economía puede verse afectada también por desequilibrios externos
derivados de causas internas. La experiencia más reciente permite distinguir claramente
dos factores internos que pueden originar y/o intensificar un desequilibrio en la balanza
de pagos:
• El segundo factor interno que puede estar asociado con el déficit por cuenta corriente es
el déficit público. Para ello se parte de la conocida identidad contable de que el saldo de
la balanza por cuenta corriente es igual a la diferencia entre ahorro e inversión nacional,
11
esto es, entre renta nacional y gasto. La relación entre déficit público y déficit corriente
—relación denominada como déficit gemelo— es bastante compleja, pero, en líneas
generales, cabe decir que, dependiendo de la vía que se elija para financiar el déficit
público, pueden desencadenarse efectos negativos sobre el sector exterior, ya que la
financiación del desequilibrio presupuestario incidirá en la tasa de inflación, los tipos de
interés, la instrumentación de la política monetaria, etc.; todo lo cual afectará a los niveles
de competitividad, el tipo de cambio, los movimientos de capital..., y en definitiva, a la
situación de la balanza de pagos.
Ahora bien, no todos los desequilibrios exteriores son de la misma naturaleza, por lo
que según la misma requerirán diferentes actuaciones correctoras. Podemos distinguir
dos tipos de desequilibrios exteriores:
• Coyuntural. Tiene una duración temporal determinada y está ocasionado por factores
cíclicos y/o esporádicos. Normalmente, este tipo de desajuste es financiado en vez de
corregido.
• Estructural. Su naturaleza es crónica y tiende a persistir a lo largo del tiempo, dado que
su origen se encuentra en factores de tipo estructural inherentes al funcionamiento de la
economía. Por su propia índole, este tipo de desequilibrio, antes o después, ha de ser
corregido, puesto que su financiación, caso de ser posible, sería muy costosa para un país.
12
permanente y creciente, tampoco es conveniente, pues tendría lugar una revaluación
excesiva del tipo de cambio, lo que acabaría también perjudicando a la balanza comercial.
Teniendo en cuenta estas coordenadas básicas, cabe plantearse la siguiente cuestión:
¿Cómo operan las políticas monetaria y fiscal cuando el tipo de cambio es fijo? Para
ilustrar este tema podemos barajar diferentes escenarios: existencia o no de rigidez de
precios internos; presencia o ausencia de movimientos de capital a nivel internacional. La
actual configuración de la economía internacional nos lleva a elegir como escenario más
adecuado el que supone una alta o perfecta movilidad internacional del factor capital. En
cualquier caso, el contexto teórico será el modelo IS-LM de una economía abierta.
13
El restablecimiento del equilibrio en la economía, la vuelta al punto E, requerirá por parte
del Banco Central, si es que con anterioridad las salidas de capital no han contrarrestado
la expansión monetaria, una reducción de la cantidad de dinero hasta que la economía
retorne al punto E, donde se logra, entre otros, el equilibrio externo.
Supongamos ahora que las autoridades económicas del país deciden incrementar el gasto
público (Grafico 2). Esta acción desplaza la curva IS hacia la derecha y en sentido
ascendente, por lo que en el punto E' se habrán incrementado, con respecto al situación
inicial E, tanto el tipo de interés como la renta, y al estar situado dicho punto por encima
de la línea BP, la Balanza de pagos registraría un superávit.
14
Pero, puesto que nos encontramos en una economía abierta donde el capital es
perfectamente móvil, se produciría una presión al alza sobre el tipo de cambio que
conducirá a una entrada de capitales. Dado que el tipo de cambio es fijo y, por ende, la
cantidad de dinero es endógena (el Banco Central ha de cubrir la demanda de la moneda
nacional y de divisas que se produzca al tipo de cambio fijo), la economía encontrará un
nuevo punto de equilibrio en E'', al desplazarse la curva LM hacia la derecha.
En resumen, de acuerdo con los supuestos del modelo, cuando el tipo de cambio es fijo y
el capital se mueve sin trabas, la política fiscal es muy eficaz para incrementar el nivel de
producción, puesto que al ser el tipo de cambio fijo y la cantidad de dinero endógena,
dicho incremento se obtiene sin incurrir en un desequilibrio exterior, puesto que al
producirse una acomodación monetaria no varía ni el tipo de interés ni el tipo de cambio.
c) El sector exterior es muy sensible a las diferencias entre el tipo de interés nacional y el
mundial; lo que en un contexto de alta movilidad internacional del capital implica que:
15
• Los puntos situados por encima de la línea corresponden a un superávit de la Balanza
de pagos y los situados por debajo a un déficit.
• Si el tipo de interés nacional fuera más bajo que el mundial, se producirían grandes
flujos de salida de capital que eliminarían cualquier superávit por cuenta corriente.
• Si fuera más alto que el del resto del mundo, los flujos de entrada de capital eliminarían
cualquier déficit por cuenta corriente.
b) La política fiscal y los tipos de cambio flexibles Si partimos del supuesto de una
política fiscal expansiva (incremento del gasto público), la curva IS se desplazará hacia
16
la derecha, situándonos en el punto E' con valores más altos de i e Y (Grafico 4). Al igual
que apuntamos antes, el tipo de interés nacional (i) no puede superar el mundial (i). Por
consiguiente, en esta situación se producirían unas entradas de capital que provocarían
una apreciación del tipo de cambio, una pérdida de competitividad y un desplazamiento
en dirección opuesta de la curva IS' hasta su posición inicial. Estamos, pues, ante un caso
más en el que el deterioro de la balanza comercial contrarresta en su totalidad el efecto
expansivo inicial de la política fiscal. Así pues, bajo un sistema de tipos de cambio
flexibles, la política fiscal es ineficaz, puesto que su efecto expansivo es contrarrestado
por el desequilibrio que origina en el sector exterior, al expandirse las importaciones y
contraerse las exportaciones.
17
En el (Grafico 5) puede observarse que las anteriores condiciones hacen que la línea BP
sea prácticamente horizontal: cualquier punto situado por debajo de la curva BP nos
refleja una situación de déficit exterior, los situados por encima indican un estado
excedentario de la Balanza de pagos. Consiguientemente, toda situación a la izquierda de
la línea Y es de desempleo, mientras que a la derecha sería de sobreempleo.
El punto E será el único donde se lograría conjuntamente los equilibrios interno y externo
de la economía. Podemos analizar los problemas de política económica a través de las
situaciones que reflejan los cuatro cuadrantes de la mencionada figura. La cuestión clave
es cómo utilizar las políticas monetaria y fiscal para alcanzar los equilibrios interno y
externo.
En las zonas II y IV es teóricamente factible alcanzar una solución, dado que la aplicación
de una política monetaria contractiva resolvería el problema en la zona II y otra de signo
expansivo lo lograría en la zona IV.
18
Los problemas se presentan cuando la economía se encuentra en las zonas I y III. Una
política económica apropiada para alcanzar los equilibrios interno y externo en la primera
tiene que alcanzar un nivel de empleo más elevado para conseguir el equilibrio interno y
tipos de interés más elevados y/o un nivel de renta más bajo para conseguir el equilibrio
externo, y viceversa en la zona III. En las zonas I y III se plantean pues dos claros dilemas
de política económica, porque la situación interna de la economía sugiere que la renta
debería aumentar (disminuir) y el estado de la Balanza de pagos apunta que debería
disminuir (aumentar). Sin embargo, teóricamente existe una vía para resolver los dilemas.
Puede utilizarse una política fiscal expansiva para llegar al pleno empleo y una política
monetaria contractiva, en forma de tipos de interés más
Por consiguiente, si los tipos de cambio son fijos y hay movilidad del capital, las
políticas fiscal y monetaria utilizadas de forma coordinada permitirían alcanzar los
equilibrios interno y externo.
19
pleno empleo Yf. En una economía abierta, debemos agregar el sector externo, que
incluye la Balanza Comercial o exportaciones netas y la Balanza de Capital o Financiera.
Las exportaciones netas, al ser parte del gasto agregado, están incorporadas en la IS. Sin
embargo, las entradas y salidas de compromisos de pago o activos financieros
internacionales, se registran en la cuenta de capital, la misma que da lugar a una nueva
curva, la BB. Sabemos que, en economía abierta, los fenómenos monetarios dependen del
sistema cambiario que siga el país: tipo de cambio fijo o flexible. Bajo tipo de cambio
fijo, la variable que se ajusta en forma permanente y definitiva ante un desequilibrio en
el mercado de dinero, son las reservas internacionales. Bajo tipo de cambio flexible, la
variable de ajuste es el tipo de cambio. Con tipo de cambio fijo, un aumento en la oferta
monetaria, presiona al alza sobre el nivel de precios internos, que alienta importaciones y
desalienta exportaciones, haciendo que perdamos competitividad frente a nuestros socios
comerciales. Esto se traduce en una pérdida permanente y definitiva de reservas
internacionales, que se constituyen así en la variable de ajuste, es decir en el fenómeno
monetario.
Debido a las distintas políticas tributarias y monetarias seguidas en cada país, la tasa de
interés aun con ajuste por riesgo, no necesariamente es igual en todos los países, lo que
incentiva a los inversionistas al arbitraje internacional para aumentar sus beneficios.
La moraleja es, que como la política monetaria y fiscal afecta a la LM y a la IS, afectan a
la tasa de interés, y por consiguiente a la cuenta de capital de la Balanza de Pagos.
Asumiendo una tasa dada de interés internacional im, si la tasa de interés nacional in es
mayor, alentará la entrada de capital y viceversa.
Donde:
21
Un aumento en el ingreso nacional Yn empeora la Balanza Comercial, mientras que un
aumento en el Ingreso en el exterior la mejora.
Una subida en la tasa de interés nacional (in), con respecto a la tasa de interés mundial
(im), atrae capital extranjero, con lo que mejora la cuenta de capital y el saldo de la
Balanza de Pagos.
Conclusión
Bibliografía
22