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Evidencia 2:
Seguimiento a la gestión del talento humano
Asesor comercial: Atención al cliente interno y externo. El buen asesor debe ver las cosas de forma
positiva, para poder transmitir esa actitud al posible comprador, debe tener una buena capacidad de
escucha al momento de encontrarse con posibles clientes que tengan pesimismo por el servicio que se
le esté brindando, ser perseverante en los procesos cuando para que de esta manera se realice de la
mejor forma posible, es decir, mejorando continuamente todos los procesos del trabajo, el supervisor
debe ejercer liderazgo con la suficiente confianza y convicción para lograr la credibilidad y la
colaboración de su personal.
Se escogió una característica actitudinal de cada función en los tres cargos distintos, destacando dentro
de ellas los pormenores a futuro que se pueden evidenciar sobre la misma; podemos encontrarnos
desde desánimos, mala práctica, poco sentido de pertenencia hacia la función encomendada,
desconocimiento en sí de la razón de ser de la empresa, comunicación poco asertiva, inexperiencia, todo
esto converge a que no se evidencie un buen ambiente laboral y por ende el recurso humano sea poco
confiable para evidenciar los resultados a mediano o largo plazo otorgados en la empresa; se deben
considerar los cambios apropiados para ello, lo que permitirá seguir promoviendo relaciones laborales y
humanas armoniosas en beneficio de las personas y el buen ambiente de trabajo.
Comportamientos específicos que pueden ayudar o crear dificultad para alcanzar los
objetivos de este seguimiento.
Supervisor: desconocimiento de sus funciones a realizar y habilidades para direccionar el personal que
este a su cargo. Asesor comercial: Negligencia para atender e impaciencia cuando orienta a un cliente y
este no capta muy bien sobre la información adquirida.
Operario de producción: No llevar los procesos establecidos desde el principio en su área, no hacerlo de
una manera estipulada saltándose los conductos regulares empleados para ello y que no se verán
reflejados como debe ser.
Para lograr sortear precisamente todo estas situaciones que se pudiesen presentar en la empresa, se
debe saber direccionar, trabajar en equipos de alto rendimiento y autodirigidos, permitiendo el valor en
proyectos compartidos y el generar sinergias de modo continuo. Se debe asumir la capacidad de
influencia y desarrollo propio y de los demás, así habrá un líder que será respetado por los demás y que
trabajara desde los demás para obtener talento en la empresa. Se debe trabajar con la intuición, la
ilusión, el optimismo, la comprensión, y sobre todo desde el equilibrio emocional siendo esto la garantía
de un profesional de alto rendimiento.
Por último, se debe tener en cuenta y crear el carácter motivador y movilizador de la organización. En él
tiene cabida el mercado externo tanto como al interno y precisa que se trabaje desde los motivos más
que desde las instrucciones. La orientación continúa al aprendizaje, desde la humildad y respeto es lo
que permite que personas y organizaciones aprendan continuamente y puedan actualizar su
conocimiento y talento.