Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
“Estoy impresionado por lo transitorias que son estas estructuras”, explica Paul
Scowen, de la Universidad Estatal de Arizona, en Tempe. “Se están esfumando
activamente delante de nuestros propios ojos. La fantasmal bruma azulada que rodea
los bordes densos de los pilares es material que se calienta y se evapora hacia el
espacio. Hemos capturado estos pilares en un momento muy singular y de corta
duración en su evolución”. Scowen y el astrónomo Jeff Hester, quienes anteriormente
pertenecieron a la Universidad Estatal de Arizona (Arizona State University, en idioma
inglés), lideraron las observaciones originales de la Nebulosa del Águila que llevó a
cabo el telescopio Hubble.
Las imágenes originales de 1995 fueron tomadas en luz visible. La nueva imagen
incluye también luz del infrarrojo cercano. La vista infrarroja hace que los pilares
parezcan espeluznantes y tenues siluetas que contrastan con un fondo de
innumerables estrellas. Eso se debe a que la luz infrarroja penetra en gran parte del
gas y del polvo, con excepción de las regiones más densas de los pilares. Las estrellas
recién nacidas se pueden ver escondidas dentro de los pilares.
La imagen infrarroja muestra que los extremos de los pilares son densos nudos de
polvo y gas. Hacen sombra al gas que se encuentra debajo de ellos, manteniéndolo así
frío y creando las estructuras largas, con forma de columna. El material ubicado entre
los pilares hace mucho tiempo fue evaporado por la radiación ionizante que proviene
del cúmulo central de estrellas situado por encima de los pilares.
Cuando Scowen y Hester utilizaron el telescopio Hubble con el fin de llevar a cabo las
observaciones iniciales de la Nebulosa del Águila, en el año 1995, los astrónomos
habían visto las estructuras parecidas a pilares en imágenes tomadas desde la Tierra,
pero no en detalle. Ellos sabían que los procesos físicos no son exclusivos de la
Nebulosa del Águila ya que el nacimiento de las estrellas se lleva a cabo en todo el
universo. Pero, a una distancia de solamente 6.500 años luz, M16 es el ejemplo más
dramático y más cercano; algo de lo que el equipo pronto se percató.
Mientras Scowen juntaba las fotografías del Águila provistas por el telescopio Hubble,
quedó asombrado por lo que vio. “Llamé a Jeff Hester por teléfono y le dije: 'Tiene que
venir a ver esto ahora’”, recordó Scowen. “Pusimos las fotografías sobre la mesa y no
podíamos contener la emoción con todo el increíble detalle que estábamos viendo por
primera vez”.
Las primeras características que llamaron la atención al equipo en 1995 fueron las
serpentinas de gas que aparentemente se alejaban flotando de las columnas. Los
astrónomos habían debatido previamente cuál sería el efecto de las estrellas masivas
cercanas sobre el gas circundante en las “guarderías estelares”. “Hay solamente una
cosa que puede iluminar un vecindario como este: las estrellas masivas que emanan
suficiente potencia en luz ultravioleta como para ionizar las nubes de gas y hacerlas
brillar”, señaló Scowen. “Las regiones nebulosas de formación estelar como M16 son
los carteles de neón interestelar que dicen: 'Acabamos de hacer un montón de estrellas
masivas aquí'. Esta fue la primera vez que obtuvimos evidencia observacional directa
de que estábamos viendo realmente el proceso de erosión, no sólo la radiación sino la
remoción mecánica en capas del gas de las columnas”.
La NASA está explorando nuestro sistema solar y más allá de él con el fin de entender
el universo y nuestro lugar dentro de él. Buscamos descubrir los secretos de nuestro
universo, sus orígenes y su evolución, y queremos buscar vida entre las estrellas. El
anuncio de hoy comparte el descubrimiento de nuestro siempre cambiante cosmos y
nos lleva a estar más cerca de descubrir si estamos solos en el universo.