INTRODUCCIÓN

Es dable pensar que la gestión de calidad provoca en las diferentes empresas y

organizaciones un gasto desmesurado, que se debe realizar con el propósito de
garantizar que los productos o servicios no sean defectuosos y que finalmente
cumplan con los requisitos básicos. Sin embargo, una adecuada implementación de
un sistema de calidad es mucho más que eso, pues ofrece un valor real y muchos
beneficios para la organización, como, por ejemplo, reducir el desperdicio, mejorar
el control de procesos, aumentar la cuota de mercado, generar costos más bajos,
facilitar el entrenamiento, satisfacer las experiencias de los clientes y elevar la moral
de quienes conforman la empresa.
Es importante destacar que los sistemas de gestión de calidad proporcionan una
estructura para hacer las cosas de manera adecuada, eficiente y efectiva. Apoyan
a las estrategias a corto y largo plazo para lograr que la empresa funcione sin
problemas, desde luego sin importar el tamaño de estas.
CONCLUSIONES

Hoy en día, todas las empresas, cualquiera que sea la prestación de servicios o
venta de productos, se ve enfrentada a las exigencias de un mercado cada vez más
amplio y competitivo, lo que las incentiva a realizar un seguimiento permanente de
sus procesos. No basta solo con producir, hay que analizar, revisar y mejorar, a
estos procesos de mejora se les conoce como sistemas de gestión de calidad, que
no son otra cosa, que un conjunto de medidas que se toman al interior de una
organización para aumentar la calidad de los productos o servicios.
Un sistema de gestión de calidad busca proporcionar la mejora continua con el
propósito de incrementar la satisfacción del “cliente” y otros actores que pudieran
tener interés; una organización, cualquiera que sea su fin último, que adopte este
sistema, generará confianza en la capacidad de sus procesos y en la calidad de sus
“productos”.
La implementación de un sistema de gestión de calidad en las instituciones
educativas ha permitido generar cambios organizacionales, involucrar tanto al nivel
directivo como a los funcionarios en el cumplimiento de los objetivos institucionales,
desarrollando y perfeccionando el trabajo en equipo, la participación activa en el
desarrollo de la metodología para el cumplimiento de requisitos, lo que a su vez
genera un mayor desarrollo, lo que conlleva la satisfacción de las necesidades y/o
requerimiento de los clientes o usuarios.
Con la masificación de las prácticas de gestión de calidad derivada de la
globalización de los mercados, los cambios políticos, y el vertiginoso avance de las
comunicaciones, con la llegada del tercer milenio, sumado a la evolución de las
teorías de organización que ha dado paso a nuevos conceptos, se hace patente la
necesidad de replantear y reformar la educación a nivel global para enfrentar una
nueva economía que tiende a basarse principalmente en el servicio.
Hoy en día, un aspecto importante en el ámbito de la educación, es el que dice
relación con la calidad y la gestión. Desde esta premisa, diversos organismos
educativos, han tomado como punto de referencia diferentes modelos de calidad
surgidos a nivel internacional creados en un principio para las empresas,
retomándolos, adaptándolos o modificándolos, con la finalidad de integrar estas
propuestas en su ámbito de acción. Por otra parte, en el área de la educación, los
factores que se han señalado como determinantes de la calidad son afectados por
condiciones, como la globalización las políticas educativas, aparición de nuevas
tecnologías, por condiciones socio económicas, y por las propias condiciones
internas de las organizaciones. Por consiguiente, para hacer realidad los principios
de calidad, no basta con señalar cómo llegar a ellos, si no que se requiere de un
proceso o conjunto de procesos de gestión que conduzcan a las instituciones al
logro de los objetivos trazados, lo que implica además una cultura organizacional
que propicie el desarrollo de las personas, la promoción de valores y el cumplimiento
de la misión y visión institucional.