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El
Mediador: rol y funciones
Capítulo 1 .- El contexto de la
mediación
OBJETIVO
ofía de la mediación.
- "No puede ser verdad este mapa, el Sur está en el Norte, y no puede
ser".
Ahora la otra cuestión. ¿Es correcto el mapa "al revés"? Pues podría ser
totalmente correcto, porque una persona desde el espacio no distinguiría
entre el sur y el norte. También este asunto es una convención
internacional, una manera de normalizar la visión del mundo. En la
antigüedad el Este estaba dispuesto donde ahora tenemos el Norte, de
ahí el término orientarse, dirigirse hacia nuestro norte.
Conclusión
Pues bien, éstas son las realidades con las que debemos trabajar. Para
terminar con este apartado del contexto de la mediación, el mediador
piensa en la siguiente metáfora. La mediación no es como un juego de
cartas, como un póker, donde los que están en el tapete de juego,
buscan mediante técnicas de engaño obtener el mejor resultado,
ocultando debidamente sus cartas y sus intenciones. Al contrario, la
mediación es como un gran puzzle donde, si se realiza entre varios,
todos los participantes deben poner en la mesa de juego todas las fichas.
Cuantas más piezas se guarden las partes y no quieran poner en el
tapete, la mediación carecerá más de sentido y no se podrá realizar en
toda su grandeza. Sin embargo, cuando todos ponen el juego entero, el
puzzle podrá tardar en ser conseguido, pero al final podremos obtener un
resultado satisfactorio.
decir, que la exposición de una historia no suponga condicionante en la exposición de las historias
que se expongan a continuación. Esto es especialmente delicado cuando las sesiones son
conjuntas, y a la narración de una parte le suele suceder, no ya la exposición de la otra parte, sino
la réplica a lo dicho por la que intervino en primer lugar. El mediador tiene que llevar especial
cuidado para que no se produzca esta colonización de las narrativas.
3 Se recomienda realizar el siguiente ejercicio: extraer posibles conclusiones al dar como válido el
segundo mapa. Ejemplos: 1º.-para mí como europeo resulta que ahora mi continente casi me
resulta difícil de localizar. 2º.- Países que no sabía donde estaban ahora son los primeros que se
localizan, etc.
4 Es el modelo circular narrativo de Sara Cobb (descrito por Marinés Suares en 1996) que lleva a
las últimas consecuencias lo expuesto, creando para y por las partes una historia alternativa con la
que poder trabajar, ni más o menos verdadera que la que traen las partes. Sólo distinta y sobre
todo útil para estas personas.
OBJETIVOS
De esta forma algunos autores1 en 1994, nos dicen que "en tiempos
turbulentos es mejor pensar en términos de manejar los conflictos que de
resolverlos, es un cambio de paradigma". De ahí que se hable de la
gestión adecuada de conflictos, haciendo referencia a lo adecuado de un
sistema u otro teniendo en cuenta las características de cada situación
conflictiva.
Figura 2.2: Cuestiones que nos planteamos sobre los sistemas de resolución de conflictos.
En la mediación son las mismas partes las que trabajan su situación, las
que deciden qué hacer y qué no hacer. Deciden ellas. El mediador no
actúa como un juez, no decide por las partes, todo lo contrario, ayuda a
que las mismas decidan por ellas mismas, ofreciendo la posibilidad de
que las partes el suficiente empowerment para que gestionen ellas
mismas la situación.
¿De qué hablan las partes? En el proceso judicial, las personas hablan
del pasado, de lo que les piden otras personas, como puedan ser los
abogados, fiscales. En términos de mediación, se dice que hablan de las
posiciones, hablan del pasado. En la gestión cooperativa de conflictos las
partes se encuentran en un contexto donde se les va a preguntar por sus
intereses, por sus necesidades, en definitiva por su futuro. No se olvida el
pasado, pero se trabaja con él. Se puede decir muy esquemáticamente,
mediante el siguiente gráfico y de la siguiente manera:
Aclaremos estos tres términos: antepasado-pasado-futuro. En un
conflicto las personas traen una historia que se compone de un pasado
en el que relatan las cuestiones o los temas negativos que han surgido
en su visión del conflicto. A veces el mediador detecta, sobre todo en
conflictos de relación, que hubo una historia pasada, anterior al conflicto,
en que esa relación era incluso hasta positiva. Es lo que llamamos
antepasado, y entonces se rescata para saltar, en la medida de lo
posible, por encima del pasado y trabajar sobre el futuro, donde el paso
de posiciones a intereses se hace posible, y se puede construir bien una
historia alternativa, etc.
La hija, que aunque con 15 años conoce bien sus derechos, acude a
denunciar los hechos a las autoridades. Se activa, por tanto, el
dispositivo de protección al menor y como resultado tenemos a la madre
y a la hija en un juicio.
Es fácil imaginar los efectos que pueda tener tanto en la madre como en
la hija la sentencia que dictó el juez en este caso concreto. Naturalmente
no se está haciendo aquí una apología de que el sistema judicial no sirve
para la resolución de disputas. Lo que se ofrece en mediación es una
alternativa, una opción más. Es novedoso que, por ejemplo, algunos
autores hablen ya de la mediación como un sistema adecuado de
resolución o gestión de conflictos. El término adecuado6 según García
Villaluenga, L, (2007) no hace referencia al sistema mejor, sino a que
cada conflicto tiene que dirimirse en el foro más adecuado según las
características de cada situación en concreto.
"Me comprometo a que cuando llegue a las seis de la tarde del cole,
después de tomarme mi sandwich, me pondré a hacer mis deberes del
colegio, para que mi madre, a eso de las 19:30, me pregunte la lección o
por los deberes hechos..."
1 Obsérvese cómo el propio lenguaje moldea nuestro pensamiento. La palabra que utilizamos para
definir que dos personas están inmersas en una situación es la de "implicadas", lo que conlleva
una connotación eminentemente procesal. En mediación hay que reformular continuamente. A la
implicación los mediadores la llaman participación.
2 El careo es una forma de obtener por parte del juez información contradictoria que puedan tener
las partes, siempre fomentando lo adversarial, intentando que uno u otro caigan en contradicción
con sus declaraciones anteriores.
3 El epígrafe se mueve en la dirección de igualar proceso judicial a cualquier proceso contencioso o
encontremos.
5 Artículo 153 del código penal español: 1. El que por cualquier medio o procedimiento causare a
otro menoscabo psíquico o una lesión no definidos como delito en este Código, o golpeare o
maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer
que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o
persona especialmente vulnerable que conviva con el autor, será castigado con la pena de
prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficios de la comunidad de treinta y uno
a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un
año y un día a tres años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del
menor o incapaz, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o
acogimiento hasta cinco años. 2. Si la víctima del delito previsto en el apartado anterior fuere
alguna de las personas a que se refiere el artículo 173.2, exceptuadas las personas contempladas
en el apartado anterior de este artículo, el autor será castigado con la pena de prisión de tres
meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en
todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a tres años, así
como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación
para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento de seis meses a tres
años.
6 Tal y como hace referencia la autora: García Villaluenga, Leticia. 2007. "Mediación en conflictos
Voluntariedad
Imparcialidad
Neutralidad
Son muchos los conceptos que se están empleando para definir el papel
del mediador ante la neutralidad: se ofrecen términos como
equidistancia, multi-imparcialidad, neutralidad técnica, deneutralidad
como nos dice Sara Cobb, multiparcialidad. Todos ellos parecen hacer
referencia a que como la neutralidad total es imposible hay que buscar
un término que sea más ajustado a la realidad.
Esto nos conduce a tenernos que preguntar qué posición ocupa, con
relación a las partes, la persona mediadora.
Para algunos autores el mediador debe estar por debajo de las personas
con las que actúa, adquiriendo un papel secundario, no siendo directivo y
totalmente neutral. Para otros como Calcaterra (2002), que plantea
un modelo estratégico de mediación, el mediador se sitúa por encima
de las partes, ofreciendo una guía, un asesoramiento, tomando un papel
preponderante en todo el proceso. Para otros se debe situar en una
posición de equidistancia, pero al mismo nivel que las partes, siendo uno
más que actúa con ellos y que por otra parte está de lleno metido en el
proceso.
Confidencialidad
Profesionalidad
Hemos visto que todos estos principios son de vital importancia. Además
de expresarlos en las sesiones informativas y durante la mediación, a
veces se promueve que queden debidamente interiorizados por parte de
las personas que participan en las sesiones de mediación a través de un
contrato inicial que comprometa a todos con su respeto. Por este motivo,
se propone a continuación un modelo de acuerdo de inicio de mediación
donde, como se puede comprobar, a parte de recoger los principios
básicos, se añade una cláusula3 de revisión:
Primero.- La voluntariedad
Las partes aquí firmantes tienen plena libertad para, en cualquier
momento que así lo manifiesten, dar por terminado el proceso de
mediación. La mera declaración oral de cualquiera de las partes de la
voluntad de finalizar los procesos dará lugar a su terminación automática,
dejando el mediador la debida constancia, con el deber de comunicarlo a
la otra parte en el plazo más breve dentro de lo posible.
Segundo.- La buena fe
Tercero.- La confidencialidad
Por otra parte, deberíamos poder diferenciar, entre el conflicto actual (el
desacuerdo ante la necesidad de tomar ciertas decisiones, que sugiere la
necesidad de una intervención) y la relación conflictiva (el estilo
negociado de interacción que evoluciona hacia una fase diferente).
Carácter personalísimo
Es muy importante destacar que aquí el término ajeno hay que verlo
desde un punto de vista estricto, entendiéndose por tal toda persona que
no firme al acuerdo de iniciación de la mediación. De esta forma,
quedarán fuera del proceso terceras personas que en otros ámbitos
tendría sentido que acompañaran a las partes. En la mediación no deben
formar parte en las sesiones.
reflexivo trabaja con los mediadores para intentar buscar técnicas, procedimientos que puedan
ayudar a la buena consecución de la mediación.
3 Se ha utilizado la palabra cláusula a propósito. Estamos, naturalmente ante un contrato privado,
pero en la medida de lo posible se procura que el lenguaje sea en cierto modo diferente al léxico
jurídico; primero por hacer la distinción del foro en el que nos encontramos, ya que se van a utilizar
métodos distintos a los que culturalmente estamos acostumbrados. En segundo lugar para hacerlo
comprensible y asequible a todo el mundo. Y en tercer lugar, se debe utilizar el lenguaje de las
personas que participan en ese acuerdo. Por lo tanto en vez de cláusula podemos denominarla
compromiso de revisión.
4 Muchas veces son derivadas por otras instancias, llegando al mediador con la conciencia o
pensamiento de que no tienen por qué negociar o intentar gestionar la situación con la persona que
ellos consideran culpable de sus males.
5 El término dispuestos se prefiere utilizar en el sentido de preparados, caracteriza mejor lo que se
Un matrimonio (hombre y mujer) se está separando. Tienen una hija de nada más que año y
medio. Llevan tres años casados. Él decide separarse e irse a vivir con otra persona. La
cuestión principal, que actuaría de agenda oculta, es que el marido se va a vivir con una pareja
del mismo sexo. Quiere mantener un contacto muy amplio con su hija, una custodia compartida.
Ella está de acuerdo con la separación pero lo que no quiere ni pensar es que su hija se vaya a
vivir con dos hombres. No entiende la homosexualidad. Al principio de la mediación parecía que
ella no admitía dicha homosexualidad.
Una gran parte del trabajo de los mediadores se centró en que ella
hablase de lo que sentía sobre esa cuestión, en vez de centrar el
problema exclusivamente en la homosexualidad del marido. El trabajo
sobre el contexto que hicieron los mediadores permitió que ella dijera que
lo que de verdad le angustiaba era no entender cómo explicar la
situación a su familia, tan clásica y conservadora. Ella mismo no entendía
la homosexualidad. No era un problema de valores sino una situación de
no comprensión, y a la vez de necesidad de obtener respuestas a unas
preguntas que la angustiaban. Cuando ella se inundó emocionalmente y
reconoció cuál era el interés y la necesidad que tenía se pudo avanzar
enormemente en la mediación. Cuestión que ella misma logró decir.
- Explicar las metas y los propósitos del proceso de gestión del conflicto
Haremos por último, para terminar con este epígrafe de la formación, una
referencia a la formación de origen de los mediadores. Se trata de un
tema muy debatido en los Congresos y Ponencias de mediación.
Estamos ante una disciplina relativamente muy nueva, donde el campo
de aplicación en muchos países es todavía muy limitado, y por tanto, la
oferta profesional es reducida en comparación con otras disciplinas.
Esto lleva a que las personas que se forman en medición tienen ya una
formación de origen y sobre todo una profesión de origen: trabajadores
sociales, educadores sociales, psicólogos, abogados, etc. Cada uno, y
con referencia a su campo de actuación, podría defender su formación
como necesaria para la mediación. Por ejemplo, para ser mediador
familiar hay que ser abogado, entender de guardas y custodias, saber
perfectamente las leyes de cada lugar donde va a realizar la mediación,
redactar un convenio regulador, etc. Pero también son muchos los que
reconocen haber prescindido de su profesión de base para convertirse
en mediadores.
Los encuentros privados (caucus) con cada una de las partes están
especialmente indicados en este tipo de situaciones. Sirven para
tranquilizar y refrigerar las emociones. En general se recomienda que
duren poco tiempo y que éste sea similar para las dos partes.
- Por último, es posible evitar comentarios de una parte hacia la otra que
puedan producir daños irreparables en el proceso. Pero a veces son
inevitables. Entonces se puede desviar el efecto en forma de clasificación
o racionalización que ayude a la parte atacada a interpretar el
comentario, provocando que el primero suavice su afirmación, que el
segundo no contraataque y que ambos queden en una situación legítima.
OBJETIVO
El primer paso para que la mediación ocurra es que las partes se sientan
implicadas en el inicio del proceso en el que la cooperación y la voluntad
de resolver amistosamente los conflictos son los ejes principales y donde
no cabe, por tanto, el engaño ni las falsas intenciones. Conseguir definir
este espacio no siempre es fácil, sobre todo cuando las partes han
desarrollado un funcionamiento previo de carácter contencioso.
Esta fase puede llevar algún tiempo, por lo que hay que ir despacio, o
mejor dicho, con la debida paciencia por parte del mediador. Sobre todo,
tiene que saber adaptar la velocidad del proceso no a su ritmo, sino al
ritmo que traen las partes. Si se produce una disfunción entre el ritmo
que marca el mediador y el que necesitan las partes, las fases de la
mediación se retrotraen y hay que deshacer el camino andado y volver
sobre las mismas cuestiones.
Dependiendo del sistema sobre el que trabajemos esta fase será más o
menos larga en el tiempo y ardua para el mediador. Depende de
variables como el nivel de escalada del conflicto, las emociones que
muestren las partes, personas implicadas, el nivel de aceptación de la
mediación como método alternativo de gestión de conflictos en el sistema
en que estemos operando, etc.
- Recogida de datos.
- Balanceo de la comunicación.
4.4.1 Negociación
OBJETIVO
Ahora bien, ¿Cómo lo hacen? Este modelo aplica unas técnicas muy
útiles para la negociación. En primer lugar deja, como se ha dicho antes,
que las partes expongan y que fluyan las emociones. Para la escuela las
historias que traen las partes son un caos y es en la mediación donde se
debe empezar a poner orden. Este concepto diferencia en el plano
teórico, que tendrá en la praxis su consecuencia, de otros modelos como
se verá más adelante. Aquí cada persona llega con un desorden ante
una situación, y es el mediador quien les ayuda a reestablecer el orden
perdido.
Las personas que exponen sus historias, lo hacen desde las posiciones.
Harvard intenta pasar de las posiciones a los intereses, teniendo en
cuenta las necesidades de cada uno. Hay que profundizar un poco en
este tema al ser la esencia del modelo harvariano.
Este diálogo tan pequeño nos puede dar una gran muestra de lo que el
modelo de Harvard nos propone. Como podemos comprobar, es una
conversación basada en las posiciones, que antes han quedado
definidas como la parte que muestran las personas, lo que quieren, lo
que manifiestan ante una situación dada. En una situación de conflicto se
acostumbra a manifestar o a comunicarse a base de posiciones.
- Así no se puede concentrar y las notas están yendo este curso bastante
peor.
Es decir, con las preguntas para qué y por qué, sacamos a las personas
de las posiciones para adentrarlas en los intereses. Allí se puede
comprobar la riqueza de situaciones a que estos dan lugar, y sobre todo,
se puede trabajar intereses que en un principio se presumen o
vislumbran como incompatibles y que, con su debido tratamiento, se
muestran a las partes no excluyentes, dando como resultado juego de
suma no cero.
Hay que decir ante todo que este modelo no fija el acuerdo como meta a
conseguir en una mediación, sino como una posibilidad, por cierto nada
despreciable, pero que de forma alguna debe condicionar el éxito o
fracaso de una mediación.
¿Qué ocurrió para que el modelo transformativo viera este proceso como
un éxito? Pues cosas muy sencillas, como por ejemplo que las dos
partes en la mediación (por un lado padres sordos e hija oyente, y por
otro lado los cargos de la comunidad de propietarios), se conocieran un
poco más. Fue, según ellos mismos, la primera vez que se sentaban a
conversar sobre sus diferencias y formas de entender la realidad. Fue la
semilla que se sembró y que posteriormente trabajarían ellos mismos
para que se produjera un cambio en sus relaciones.
Este modelo está descrito por Marinés Suares. Según esta autora, los
elementos esenciales son:
- Reconstrucción de la relación.
- Co-construcción de la solución.
Ahora bien, Calcaterra da a la figura del mediador un papel que no dan
los modelos expuestos y le incluye en el sistema mismo de las partes,
dándole un protagonismo y un papel directivo en el proceso. El autor
atribuye al mediador funciones que otras escuelas le vedan y que se
podrían esquematizar de la siguiente manera:
Hay autores que indican que cada conflicto puede tener un tratamiento
Harvard, transformativo, etc, y los hay que piensan que, dependiendo de
la situación en que nos encontremos, la posición ante los modelos
moldea al mediador.
Bibliografía
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