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Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 1985, 4 (2), 261-272.

Las vacunas y la vacunación antirrábica


de los animales domésticos y salvajes
en Europa*
J. BLANCOU**

Resumen : Los objetivos buscados son siempre, con prioridad, el proteger al


hombre de la rabia por la vacunación bien sea de la especie vectora (el zorro
en la mayoría de las especies), bien sea las especies relacionadas (los animales
domésticos), o bien sea el mismo hombre. Segundamente, esta vacunación tiene
por fin reducir las pérdidas financieras o evitar la creación de une ciclo secun­
dario entre los animales domésticos.
Las vacunas a virus vivos (Flury, ERA, Vnukovo) o de virulencia residual
« tipo Fermi » tienen tendencia a abandonarse en favor de las vacunas de virus
inactivados (menos peligrosos), en particular aquellos adicionados de adyuvante
de la inmunidad.
El control de estas vacunas se asegura bien sea sobre el producto terminado,
o bien sobre la especie elegida por titulación serológica. En el primer caso, las
pruebas son más fáciles de estandarizar (sobre ratones) cuando se trata de vacu­
nas de virus inactivado. Un valor antigénico mínimo (1 Unidad Internacional
por dosis) calculada a partir de una preparación de referencia de la Farmaco­
pea Europea, se exige con motivo de los desplazamientos internacionales de
animales.
Estas vacunas se utilizan en los animales domésticos con la finalidad de pro­
teger bien sea las zonas todavía indemnes, bien sea a los individuos más expues­
tos, o bien las especies más peligrosas para el hombre, por medidas obligato­
rias o incitativas.
En el zorro, los ensayos de vacunación por vía oral están en curso en esta­
blecimientos sanitarios en varios países europeos y, sobre el terreno, en RFA,
Suiza y URSS.
Los resultados juzgados según la tasa de animales vacunados, de las sero-
conversiones observadas o de la incidencia de la rabia son muy buenos entre
los animales domésticos (sobre todo bovinos y perros) y esperanzadores en los
zorros.

PALABRAS CLAVE : Animales domésticos - Animales salvajes - Bovinos -


Caballo - Control de calidad - Gato - Perro - Vacunas
- Vacunación - Virus rábico - Zorro.

* Traducción del informe presentado con motivo de la Reunión de concertación sobre la profilaxis
de la rabia en Europa (Estrasburgo, 3-4 de Enero de 1985).
** Director del Centre National d'Études sur la Rage et la Pathologie des Animaux Sauvages, Domaine
de Pixérécourt, B . P . N° 9, 54220 Malzéville, France.
- 262 —

INTRODUCIÓN

La finalidad de este informe es examinar la situación actual de los países euro-


peos donde existe la rabia del zorro, en lo que concierne a los objetivos de la vacuna-
ción de sus animales domésticos y salvajes, las vacunas más utilizadas, los controles
que ellas sufren, su aplicación práctica, los resultados de esta aplicación y las con-
clusiones generales concernientes a la profilaxis médica de la rabia.

LOS OBJETIVOS

El primer objetivo de la vacunación de los animales, sean éstos domésticos o sal-


vajes, es el de proteger al hombre de la rabia. Este objetivo puede alcanzarse en tres
niveles 1, 2 y 3 del ciclo representado en la Figura 1. Según el nivel considerado la
eficacia de la vacunación y su costo difieren :
• Nivel 1 : Vacunación del zorro, cuya eficacia teórica es máxima ya que se trata
de una medida ofensiva cuyo éxito debe economizar las intervenciones 2 y 3, de
costo bastante elevado intermedio entre 2 y 3.
• Nivel 2 : Vacunación de los animales domésticos, de eficacia importante en tanto
es una medida defensiva, puesto que ella puede economizar las intervenciones 3
y hacerla la menos costosa.
• Nivel 3 : Vacunación del hombre antes (pero sobre t o d o después) de la contami-
nación, medida defensiva pura, la más costosa de las tres intervenciones. No debería
ser considerada más que como un mal menor y significa la ineficacia de los servi-
cios de sanidad animal.
Los otros objetivos son de importancia menor y diferente según las especies ani-
males, las condiciones de su crianza, su n ú m e r o , etc. Ellos t r a t a n de proteger los
animales para evitar las pérdidas financieras (en el caso del ganado) y las pérdidas
afectivas (en el caso de los animales de compañía).
U n objetivo podría ser igualmente el evitar que se cree u n ciclo secundario de
rabia en el seno de una especie doméstica contaminada, pero este logro aparece como
muy improbable teniendo en cuenta nuestros actuales conocimientos sobre el virus
rábico vulpino (5, 8).

Nota importante : En lo que se refiere a la rabia vulpina europea la finalidad de u n a


vacunación de los animales domésticos (nivel 2) es, por supuesto, la de proteger el
máximo de los animales expuestos, ya que la eficacia de esta medida es proporcional
a la tasa o nivel de vacunación. Pero no es preciso alcanzar el nivel del 80 % de los
sujetos vacunados (« ley de Charles Nicolle ») ya que la vacunación de las especies
domésticas, no puede, de todas maneras, detener el ciclo de la rabia del zorro, espe-
cie vectora, única responsable de la permanencia de la enfermedad.

LAS VACUNAS : FABRICACIÓN, PROPIEDADES


Entre las muy numerosas vacunas de la rabia que h a n sido propuestas desde P a s -
teur, no subsisten actualmente en E u r o p a más que dos tipos de vacunas (1) :
Las vacunas a virus « vivos » bien sea modificados (Flury-ERA-Vnukovo) o sea
parcialmente inactivados (tipo Fermi) y las vacunas a virus inactivados.
— 263

Nivel 1 : Vacunación de zorros


por v í a - o r a l ( c o s t o : 5 a
30 ecu* por zorro)

CICLO DE LA
RABIA SELVATICA
(VULPINA)
EN EUROPA

Nivel 2 : Vacunación de los


animales domésticos
(costo :2 a 10 ecu por animal)

Nivel 3 : Vacunación del


hombre (costo : 20 a 30 ecu
antes de la contaminación ;
50 a 100 despues la
contaminación)

* European Currency Unit = 6,85 FF


= 0,57 £ S
= 0,73 $ US

Fig. 1
Niveles posibles y costos de la vacunación antirrábica en Europa (1985)
— 264 —

L A S V A C U N A S A VIRUS « VIVO »

Las vacunas a virus modificado « Flury ».


La cepa aislada en 1939 del cerebro de Miss Flury, c o n t a m i n a d a por un p e r r o ,
había sido a d a p t a d a al huevo embrionado y propuesta como virus-vacuna después
de 50 o 130 pases bajo el n o m b r e de Flury Low o High Egg Passage ( L E P o H E P ) .
Esta vacuna es utilizada actualmente en E u r o p a después de su replicación sea en ovo,
o sea sobre cultivo celular. Algunos accidentes mortales (p.e. entre los gatos o los
animales inmunodeficientes), han hecho restringir su uso o incluso prohibirlo (Flury
L E P ) , pero es todavía utilizada (Italia, Suiza...) por el hecho de su bajo coste de
producción y de la buena inmunidad que confiere si está correctamente fabricada
y controlada.

Las vacunas a virus modificado « ERA » o « Vnukovo ».


L a cepa inicial de donde derivan las vacunas « E R A » o « Vnukovo » fue ais-
lada inicialmente en A l a b a m a (de donde su n o m b r e de Street Alabama Dufferin =
SAD) y ha sufrido muchas series de pasajes sobre ratones o células.
Es actualmente utilizada después del cultivo sobre células de riñon de hamster,
perro, bovino o cerdo. Los laboratorios canadienses Connaught la denominaron E R A
(Eva Gaynor, Rokitniki y Abelseth) y los laboratorios rusos « Vnukovo 32 » (del
n o m b r e del aeropuerto ruso y de la temperatura óptima de replicación del clon selec-
cionado p a r a su crecimiento a 32 °C).
Las vacunas a virus parcialmente inactivados.
Estas vacunas llamadas « de tipo Fermi » están constituidas por suspensiones par-
cialmente inactivadas por el fenol de un virus fijado (derivado de la cepa Pasteur).
2
Contienen todavía hasta 10 DL50 cerebral/ratones.
Características generales de las vacunas a virus « vivo ».
Su inocuidad depende de la estabilidad genética de la cepa, pero también de sus
condiciones de empleo (dosis de vacuna, y edad, sexo o estado inmunitario del indi-
viduo vacunado...) en lo que concierne a las vacunas Flury, E R A o V n u k o v o , y del
grado de inactivación del virus fijo y en lo que concierne a las vacunas de « tipo
Fermi ».
Su eficacia varía según la naturaleza, la integridad antigénica y el nivel de repli-
cación de la cepa in vivo (importancia del título del virus inoculado). L a inmunidad
conferida puede alcanzar 2 a 3 años en buenas condiciones.
Este tipo de vacunas están generalmente liofilizado y n o asociado con otros antí-
genos, ni adicionado de adyuvantes. Se inyecta a la misma dosis cualesquiera que
sea la especie animal.

L A S V A C U N A S A VIRUS I N A C T I V A D O

Este tipo de vacunas h a d a d o lugar a u n a producción m u y diversificada que la


de las precedentes. C o m p r e n d e a u n n ú m e r o m u c h o más importante de cepas vacu-
nales, así como a diferentes soportes, in vivo o in vitro, de la replicación viral, puesto
que no estando impuesta la atenuación del poder patógeno de la cepa por la especie
« elegida », las cepas o substratos pueden variar de un laboratorio a o t r o .
— 265 —

No obstante es posible distingir dos grandes grupos entre estas vacunas.


Las vacunas cuyo virus es replicado in vivo.
Ellos se utilizan todavía por el hecho de su relativa facilidad de producción del
virus. Este último puede obtenerse por inoculación de animales adultos (no recomen-
dado) pero especialmente de animales jóvenes o recién nacidos : los ratones son los
más utilizados ya que permiten obtener recogidas de título viral 10 a 100 veces supe-
rior al obtenido sobre el animal adulto, y vacunas desprovistas del factor sensibili-
zante « neuro-alergeno ».
Las vacunas cuyo virus es replicado in vitro.
Este tipo de vacunas difiere según el substrato de replicación del virus o de la
cepa utilizada :
— Células de riñón de hamster (de línea continua o diploide) lo más corriente-
mente, pero también fibroblastos de pollo, células de riñon de perro, de cerdo, etc.
— Cepas : la mayoría derivan de la « cepa Pasteur » aislada en 1882 de un bovino
mordido por un perro y que h a sufrido, después, series de pasajes muy variados sobre
diversas especies animales o células, y redenominada Challenge Virus Standard (CVS) ;
Pitman-Moore (PM) ; Pasteur virus 11° pase (PV 11)-; Kissling, etc. Pero algunos
utilizan la cepa Flury (y su clon H E P 675) o V n u k o v o .
Características generales de la vacunas a virus inactivado.
— Su inocuidad es prácticamente total si son fabricadas correctamente, es decir
que no puede existir con este tipo de p r o d u c t o , la « rabia vacunal ». N o obstante,
la realidad de la inactivación debe verificarse mediante pruebas fiables y sensibles.
Los accidentes de sensibilización (hipersensibilidad de tipo retardado o anafilaxia)
son igualmente raros cuando las inyecciones vacunales son poco numerosas y
espaciadas.
— Su eficacia (nivel y duración de la inmunidad conferida) depende sobre t o d o
del equipo antigénico de la cepa, de las condiciones de replicación del virus, del agente
de inactivación y del valor antigénico final, que no debe ser inferior a las n o r m a s
requisitas a nivel nacional y / o internacional (véase infra).
La duración de la inmunidad conferida puede, como p a r a las vacunas no inacti-
vadas, alcanzar los dos o tres años en buenas condiciones. La vacuna puede ser liofi-
lizada (estable al menos 18 meses) o líquida (estable al menos 12 meses). Los adyu-
vantes de la inmunidad (p.e. hidróxido de aluminio) se añaden corrientemente a estas
vacunas, sobre t o d o a las obtenidas sobre cultivo celular : esta adición a u m e n t a el
nivel y la duración de la respuesta h u m o r a l p a r a la especie elegida.
La asociación a otros antígenos es cada vez más frecuente para el perro (leptospi-
rosis, enfermedades de Carré y Rubarth), el gato (panleucopenia) o los bovinos (fie-
bre aftosa).

NOTA
En el curso de los últimos años, importantes progresos se h a n realizado en lo
concerniente a las vacunas fabricadas en E u r o p a :
• Los progresos técnicos generales realizados en el terreno de los cultivos celula-
res (fermentadores de gran capacidad, « micro-portadores », automatización, etc.)
— 266 —

han posibilitado en particular la obtención de excelentes rendimientos, cuantitativos


y cualitativos. Estos rendimientos han autorizado y permitido la producción de vacu-
nas de valor antigénico elevado, próximo a 3 a 5 U I / d o s i s .
• La concentración y la semipurificación del antígeno viral (por ultrafiltración
o ultracentrifugación zonal) ha permitido reducir las tasas de nitrógeno proteico no
viral, inútil, por tanto de incrementar el del antígeno viral específico y de titularlo
con precisión.
No obstante hasta ahora, a pesar del grado de purificación alcanzado, ninguna
vacuna fabricada industrialmente no utiliza la glicoproteina viral aislada, o las « sub-
unidades » antigénicas químicamente definidas, aunque la perspectiva abierta por
el empleo de los « inmunosomas » (p.e. liposomas preformados, representando la
estructura antigénica original) sea muy prometedora. La posibilidad que abre la inge-
niería genética, de hacer producir esta glicoproteína p r o g r a m a n d o p a r a ello a otros
microorganismos (p.e. : el virus de la vacuna) es igualmente u n a de las vías de inves-
tigación europea cuyas consecuencias fundamentales y aplicadas podrían ser muy
importantes en los años próximos (13).
• El conocimiento de los determinantes antigénicos del virus se ha beneficiado
del reciente descubrimiento de los anticuerpos monoclonales que permiten ahora reco-
nocer las cepas entre ellas gracias a su marcador de nucleocápside y de dar a cada
una de ellas una carta de identidad extremadamente útil p a r a todos los laboratorios
productores de vacunas de la rabia (9). En Europa, parece claro que las vacunas actual-
mente utilizadas (en su mayor parte derivadas de la cepa aislada por L. Pasteur),
protegen perfectamente contra el virus salvaje de la actual enzootia de rabia vulpina.
• La adición de adyuvante de la inmunidad p a r a las vacunas destinadas a los
herbívoros, y después a los carnívoros, ha constituido ciertamente un decisivo pro-
greso en E u r o p a en el curso de los últimos años. Es gracias a estas vacunas « adyu-
vadas » como ha sido posible, en la mayoría de los países europeos, el recomendar
(incluso imponer) el a b a n d o n o de las vacunas a virus « vivos » (o de virulencia resi-
dual) en beneficio de modernas vacunas perfectamente inofensivas.

EL CONTROL DE LAS VACUNAS

E L C O N T R O L SOBRE E L P R O D U C T O A C A B A D O
Este control se efectúa de forma muy diferente según que se trate de una vacuna
a virus inactivado o no (6).
Las vacunas a virus inactivados son sometidas a dos controles :
Su inocuidad se verifica por inyección intracerebral del ratón e intramuscular a
dos animales al menos de la especie a la cual está destinada la vacuna.
Su eficacia ha sido mucho tiempo evaluada por la prueba de Habel. Consistía
en probar dos ratones vacunados o n o , con dosis crecientes de virus y a cuantificar
la separación de la dosis letal 50 % existente entre uno y otro grupo : esta separación
debería ser como mínimo de 1 a 1 000. Esta prueba está en vías de a b a n d o n o por
el hecho de su imprecisión para las vacunas de valor « medio » y de las dificultades
de su estandarización a nivel europeo.
Es la prueba de los National Institutes of Health (NIH) la que ha remplazado
en general al test de Habel. Consiste en probar, con u n a misma dosis de virus, los
— 267 -

ratones que hayan recibido 2 inyecciones intraperitoneales de diversas diluciones de


vacuna a valorar. L a eficacia de u n a vacuna es cuantificada por su dilución final
todavía protectora a 50 % , que tiene la ventaja de poder ser expresada en unidades
internacionales gracias al empleo simultáneo de u n a preparación de referencia inter­
nacional o de su sub-escalón. P o r esto es p o r lo que el test de la F a r m a c o p e a E u r o ­
pea utiliza el mismo principio, pero con u n a sola inyección de vacuna (ver después).
P a r a estas dos últimas pruebas, el valor antigénico mínimo requerido por la O M S
es de 0,3 U I / d o s i s . P a r a los transportes internacionales de animales es de 1 U I / d o s i s
como mínimo (OMS-OIE).
Las vacunas a virus « vivos » Flury, ERA o Vnukovo están sometidas también
a dos controles específicos :
Su inocuidad puede verificarse por inoculación muscular en por lo menos 20
cobayos y 2 animales de la especie más receptiva a la cual está destinada la vacuna.
Su eficacia determinando el título del virus vacunal, que se verifica por la inocu­
lación muscular en, al menos, 10 cobayos de los que el 70 % deben resistir a la prueba
virulenta mientras que el 80 % de los testigos mueren.
Las vacunas de virulencia residual están sometidas a u n a simple titulación de viru­
2
lencia (que no debe exceder de 10 DL50 / i c / r a t ó n ) y eventualmente a las pruebas
de eficacia sobre los animales de laboratorio o especies elegidas.

EL CONTROL SOBRE EL A N I M A L DE LA ESPECIE E L E G I D A

E n el animal la inmunidad post-vacunal puede apreciarse de forma directa o


indirecta.
El control directo consiste en c o m p a r a r la resistencia de los sujetos vacunados
con la de los individuos testigos, no vacunados, frente a u n a prueba de contamina­
ción experimental o natural. La p r u e b a por contaminación experimental es la única
técnica que permite juzgar, con t o d a certeza, sobre el valor y la duración de la inmu­
nidad conferida por u n a vacuna antirrábica. La prueba por contaminación natural
está b a s a d a en el estudio detallado del n ú m e r o de casos de rabia en zona de enzootia
donde los animales están, o n o , sometidos a la vacunación y permite lo más corrien­
temente obtener conclusiones estadísticamente significativas.
El control indirecto tiene la ventaja de ser más simple y menos costoso, por lo
que se aplica más corrientemente y en u n a mayor escala. Puede realizarse mediante
el estudio del suero de los animales vacunados (inmunidad humoral) o por la de las
reacciones de la inmunidad de mediación celular.
— El estudio de la inmunidad humoral consiste en titular las gammaglobulinas-
anticuerpos del suero, bien sea según sus propiedades neutralizantes, bien sea según
otras diversas propiedades. Las propiedades neutralizantes se evalúan bien sea por
inoculación a los ratones (« seroneutralización sobre ratones », m é t o d o actual de
referencia) o bien por inoculación a los cultivos celulares sensibles (« reducción del
número de placas » o « extinción rápida de los focos fluorescentes »). Estas propie­
dades están muy bien correlacionadas, en la mayoría de los casos, con la resistencia
de los animales a la p r u e b a virulenta. P u e d e n expresarse en unidades internacionales
gracias a la titulación simultánea de u n suero de referencia de la O M S . Las otras
propiedades se valoran por técnicas apropiadas tales c o m o la fijación de complc-
— 268 —

m e n t o , la hemoaglutinación pasiva, la contra inmuno-electroforésis, la titulación


inmuno-enzimática, etc.
— El estudio de la inmunidad celular, cuyos resultados deberían haber lógica­
mente completar estos de la inmunidad humoral, no dan todavía tantas satisfaccio­
nes ya que aparecen mal correlacionados a la resistencia a la prueba.

NOTA
Muchos progresos se han obtenido recientemente o investigado en E u r o p a con­
cernientes al control de las vacunas a virus inactivados.
— Así, los nuevos tests de control de actividad entre las cuales está la medida
de los anticuerpos de los ratones vacunados (correlacionado a su resistencia a la
prueba) o el de la « unión a los anticuerpos » (antibody binding test) o el de la prueba
« inmunoenzimática (ELISA) » o el de la inmunodifusión radial simple, que tienen
todas las ventajas de ser realizables in vitro, han sido considerados como muy bien
correlacionados a la prueba in vivo, al menos p a r a las vacunas de cultivos celulares.
El test de la Farmacopea Europea n o empleando más que u n a inyección de las
diluciones de vacuna en lugar de las dos, parece que permite obtener mejores resul­
tados puesto que discrimina mejor las vacunas de valor antigénico « medio » de lo
que lo haría el test de los N I H . La preparación internacional de referencia que per­
mite determinar el título en unidades internacionales de las vacunas a virus inactiva­
dos que no se distribuía anteriormente más que en cantidad reducida (lo que favore­
cía la creación de numerosos subpatrones) está actualmente disponible en cantidad
importante bajo la forma de un subpatrón denominado « Preparación europea de
referencia ».
• P o r otra parte, u n a prueba simplificada que no emplea más que u n a dilución
de vacuna, permite obtener un resultado cualitativo, es decir determinar si una vacuna
debe sufrir o n o , una prueba completa, por u n a técnica de screening más simple y
menos costosa (2).
• Finalmente, un test periférico está en estudio en colaboración entre los labora­
torios europeos y americanos, que probarían los ratones con u n virus salvaje inocu­
lado por vía muscular (8).

LA UTILIZACIÓN DE LAS VACUNAS

En los animales domésticos.


U n a vez resuelto el problema de elección de las vacunas y la obtención de u n a
cantidad suficiente de estas vacunas, quedaría por resolver el de su aplicación más
lógica (especies animales, número de individuos) y la más eficaz (relación calidad/pre­
cio) en el interés de cada país europeo. Es a este nivel cuando la reglamentación nacio­
nal juega un papel fundamental : esto es, de su elaboración, después de su acepta­
ción y aplicación por los usuarios que dependerá la realización de los objetivos fija­
dos en la primera parte de este informe. Las diversas reglamentaciones europeas se
han inspirado en dos principios diferentes : la vacunación obligatoria y / o la vacuna­
ción incitativa.
En ambos casos (pero sobre todo en el segundo) la tasa de vacunación realmente
— 269 —

practicada depende a m e n u d o y en última instancia, de la buena voluntad de los pro-


pietarios de los animales. Esta buena voluntad varía, p o r experiencia, según la gra-
vedad de la situación epidemiológica local, según el nivel de incitación (o de repre-
sión), según el interés económico de u n a vacunación y según la convicción de la infor-
mación del público, etc. U n a reglamentación eficaz conduce generalmente, por orden
de prioridad a :
• Proteger las zonas indemnes, de u n a contaminación a partir de zonas contami-
nadas (vacunación de los animales en tránsito).
• Proteger las especies más peligrosas para el hombre (carnívoros domésticos y
bovinos).
• Proteger a los individuos más expuestos o de gran valor económico (bovinos,
caballos o individuos reproductores de todas las especies).
Y ella utiliza los medios incitativos (o represivos) siguientes, de eficacia variable
según los países :
• Las tasas o multas por n o declaración o vacunación de los animales.
• La eutanasia de los animales no vacunados cuando están contaminados.
• Las medidas de restricción de los movimientos de los animales no vacunados.
En las mejores condiciones de aplicación de estas medidas reglamentarias, h a per-
mitido obtener niveles de vacunación que se aproximan al 80% de la población animal.
N o obstante, son corrientemente los sujetos más expuestos los que se benefician
de los cuidados menos atentos (p.e. : perros de guardia, gatos de granja, g a n a d o
en crianza extensiva) y pagan pues el tributo más pesado a la rabia. « El seguro de
la rabia » (en el caso del ganado) h a podido así hacer competencia a la vacunación,
aunque ella tienda a no ser más rentable más que cuando la tasa de rabia se incrementa.

En los animales salvajes.

La vacunación por vía oral de los animales salvajes contra la rabia no alcanza
actualmente más que al zorro rojo europeo. Las experiencias realizadas desde hace
doce años en estaciones sanitarias (Francia, Suiza, República Federal de Alemania
y después en Bélgica e Italia) h a n demostrado que solamente las vacunas de virus
vivos se mostraban eficaces cuando eran administradas en cebo, y a condición de
7
presentar u n título mínimo de 10 unidades infecciosas/ml. La inocuidad de las vacu-
nas depende de las cepas de virus de entre las que se utilizan más las cepas E R A ( =
SAD) estandar, o S A D seleccionada en presencia de anticuerpos monoclonales anti-
glicoproteína ( = « S A D B19 ») (3, 4).

A u n q u e potencialmente patógeno p a r a ciertas especies n o elegidas (p.e. : los roe-


dores), estas vacunas no h a n con llevado la « rabia de laboratoría » transmisible en
serie. Los ensayos sobre el terreno h a n sido autorizados en 1978 en Suiza (12) y en
1982 en R F A (10) y en U R S S (7). Su desarrollo se h a seguido con atención por la
Organización Mundial de la Salud y la C E E , con vistas a u n a decisión sobre la opor-
tunidad de u n a eventual extensión a otros países europeos.
C o m o p a r a los animales domésticos, el fin de estas vacunaciones es el de reducir
la incidencia de la rabia más arriba del h o m b r e , eventualmente el acabar con el reser-
vorio. de virus salvaje.
— 270 —

LOS RESULTADOS

E N LOS A N I M A L E S D O M É S T I C O S
Los resultados de una vacunación cualesquiera que sea la especie animal concer-
nida, pueden juzgarse según varios criterios complementarios :
• Las tasas o niveles de animales vacunados ( = número de individuos presenta-
dos a la vacunación/población total censada).
• Las tasas y niveles de seroconversión entre la población animal ( = número de
seroconversiónes/muestra representativa de la población).
• La incidencia de la rabia entre una población estudiada c o m p a r a d a con la exis-
tente en una población testigo ad hoc.

Nota importante : El criterio de la no progresión del frente de la rabia o de la n o


extensión de la enfermedad entre los animales vivientes en la región estudiada no
es utilizable entre las especies domésticas. En efecto se sabe que ellas reexcretan el
virus vulpino a niveles o títulos muy poco propicios p a r a la creación de focos secun-
darios de rabia, aunque ellos esten o no vacunados. Los resultados generalmente obte-
nidos para cada una de las especies animales, son los siguientes, cuando la reglamen-
tación nacional prevé la vacunación de esta especie :
En los bovinos.
Las tasas de individuos vacunados depende del interés de los propietarios a vacu-
nar o no (presión epidémica, ayuda financiera del Estado, condiciones de crianza,
etc.) pero puede muy fácilmente aproximarse al 100% en buenas condiciones, en cier-
tas regiones europeas.
Las tasas de seroconversiones están igualmente próximas al 100% de los bovinos
vacunados si ellos han recibido una buena vacuna, y sobre todo después de la pri-
mera revacunación anual. No es, en general, más que después de esta revacunación
cuando se tiene la certeza de que todos los animales están protegidos, estando la mayo-
ría de las rupturas de la inmunidad descritas entre los individuos primo-vacunados
(demasiado jóvenes o que tenían todavía anticuerpos maternos). El empleo de cier-
tas vacunas con virus inactivado adicionado de hidróxido de aluminio permite garan-
tizar una tasa media superior a 1 UI de anticuerpos antirrábicos/ml de suero y una
protección del 100% durante los tres años que siguen la primera revacunación.
La incidencia de la rabia comparada entre zonas vacunadas o no puede apreciarse
según el Cuadro I, realizado en Francia* (11).

En los perros.
Las tasas de sujetos vacunados depende mucho de la motivación y de la informa-
ción de los propietarios, desgraciadamente a menudo mejor es en el medio u r b a n o
(población poco amenazada) que en el medio rural (población en peligro). Esta tasa
de vacunación sobrepasa muy difícilmente el 8 0 % de la población.
Las tasas de seroconversiones de los individuos vacunados puede estar próxima
al 9 5 % después de la primo-vacunación y del 100% después de la primera revacuna-
ción anual, única garantía de la inmunidad sólida. C o m o p a r a los bovinos, y con

* Publicado con la amable autorización de P. Précausta y J.P. Soulebot (Rhône-Mérieux IFFA).


— 271 —

CUADRO I
Incidencia de la rabia comparada entre áreas vacunadas o no

Estado Región A Región B


de los Número de Número de Número de Número de
animales bovinos casos de rabia bovinos casos de rabia

No vacunados 6 900 30 2 320 8


(4,3%) (3,4%)

Primo-vacunados 2 300 Ningún caso 228 000 3


contra la rabia (0,13 %)

Habiendo recibido al Sin datos 30 377 Ningún


menos una revacunación caso

el mismo tipo de vacuna, la tasa media superior a 1 U I / m l puede mantenerse durante


3 años después de la primera revacunación y los animales resisten por tanto todos
a una prueba (por u n virus vulpino) mortal p a r a más del 7 0 % de los perros n o
vacunados.
La incidencia de la rabia no es comparable, en la práctica, según las zonas ya
que se ignora cual es la proporción real de los sujetos « en peligro » vacunados o
no. P o r el contrario, u n a indicación excelente puede darse por la tasa de eficacia
de las revacunaciones después de la contaminación : según u n estudio publicado en
Francia (8) se ha demostrado que esta tasa alcanzaba 3 497/3 500 perros vacunados.
En los gatos.
El valor de los tres criterios expuestos precedentemente p a r a los bovinos y los
perros, está muy mal conocido en el caso de los gatos, por el hecho de las dificulta-
des de censado de su población (raramente declarada o identificada), de las tomas
de sangre en esta especie y de la evaluación del riesgo rábico individual.
Los únicos datos establecidos sólidamente, lo h a n sido pués en estación experi-
mental : estos indican que el gato en buenas condiciones de mantenimiento se vacuna
tan bien como el perro, pero mal c u a n d o ellos están en mal estado sanitario (salvo
con las vacunas adicionadas de adyuvantes). Indican también, estos datos, que el
gato es muy resistente (pero menos que el perro) al virus rábico vulpino, y que los
gatos muertos por rabia a pesar de la vacunación n o reexcretan generalmente el virus
que los ha c o n t a m i n a d o .
En las otras especies.
Los estudios en las otras especies (corderos y cabras, esencialmente), son todavía
insuficientes para apreciar los resultados de la vacunación. P e r o , a priori, todo indica
el interés de vacunar los rebaños ovinos más expuestos (las contaminaciones de esta
especie afectan corrientemente a u n gran n ú m e r o de sujetos en el mismo rebaño) y
los caballos de alto valor que están en pastoreo.

E N LOS A N I M A L E S S A L V A J E S
En los tres países que han practicado los ensayos sobre el terreno (RFA, Suiza
y URSS) los criterios de apreciación de los resultados de la vacunación por vía oral
— 272 —

de los zorros contra la rabia son los mismos que los obtenidos para los animales
domésticos.
La tasa de sujetos vacunados ha podido apreciarse por el m a r c a d o de los cebos
(conteniendo la vacuna) por la tetraciclina : esta tasa puede, en buenas condiciones,
aproximarse al 80% de los zorros que habitan en la zona en la que h a n sido distribui-
2
dos 15 a 20 c e b o s / k m .
La tasa de seroconversiones, un poco inferior a la precedente, puede, en las mis-
mas condiciones, aproximarse al 6 0 % de los animales en la zona vacunada.
La incidencia de la rabia comparada en zona vacunada y zona testigo hay que
ponerla en tela de juicio, por el hecho de las fluctuaciones estacionales y / o pluria-
nuales de la epizootia vulpina. Con un retroceso suficiente (Suiza : 1978-1981), parece
no obstante incontestable que la incidencia de la enfermedad es reducida, incluso
suprimida, en zona correctamente y regularmente vacunada dos veces por a ñ o .

CONCLUSIONES GENERALES

La profilaxis médica de la rabia se aplica de forma muy variable en E u r o p a , tanto


en lo concerniente a la calidad de las vacunas como de las tasas de vacunación de
las diferentes especies animales.
En las especies domésticas todos los países europeos practican la vacunación pre-
ventiva de algunas especies animales, bien sea regularmente bien sea p a r a proteger
su territorio indemne.
Los resultados de esta vacunación no tienen influencia demostrada p a r a evitar
la creación de los focos secundarios de rabia pero, contrariamente, tienen el interés
demostrado de :
— reducir la incidencia de la rabia en el seno de cada u n a de las especies
vacunadas ;
— reducir por consecuencia el número de tratamientos del hombre después de
la contaminación.
En las especies salvajes solamente tres países (República Federal de Alemania,
Suiza y URSS) han intentado, en gran escala el vacunar los zorros con los primeros
resultados estimulantes (ningún accidente, reducción de la incidencia y la extensión
de la rabia vulpina).

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BIBLIOGRAFÍA
(véase pág. 246)

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