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Presentación
Desde sus inicios las escuelas participan en la producción de los cuerpos sexuados. En ellas circulan
prácticas más o menos explícitas que los condicionan: la formación en filas separadas en varones y
Las leyes son instrumentos que expresan la voluntad soberana sobre lo que está prohibido, lo que
está permitido y/o lo que es una obligación. En tal sentido, esta normativa, de alcance nacional,
adscribe a las normas vigentes en nuestro país que prohíben la
la discriminación hacia las diversas
experiencias sociales y sexuales.
En relación a la temática que aquí se aborda, la Ley Nacional 26.150 guarda sintonía con la Ley
Nacional 25.584, que sanciona la discriminación de alumnas embarazadas y alumnas madres. A
su vez, forma parte de un conjunto de leyes que enfatizan la voluntad del Estado de ampliar
derechos a mujeres, niños, niñas y adolescentes.
Además, las leyes obligan a realizar determinadas acciones: así, por ejemplo, esta normativa
establece la responsabilidad
nsabilidad del Estado Nacional y de los Estados Provinciales en garantizar la ESI
en todos los niveles y modalidades del sistema educativo de gestión pública y privada, según las
orientaciones del Programa Nacional de ESI y sus adaptaciones provinciales. Y también se enlaza
con la Ley Nacional 25.273, que establece un régimen de inasistencias justificadas para alumnas
embarazadas.
Por último, las regulaciones normativas, además de obligar a realizar determinadas acciones, y
prohibir otras, brindan una orientación general para saber desde qué lugar debemos actuar. De
este modo, la Ley 26.150 establece como enfoque el de la Educación Sexual Integral,
Integral “que articula
aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos
éticos”” (Art. 1). Por tanto, reconoce una
forma de entender la sexualidad como un entramado complejo que implica mirarla no ya desde una
sola dimensión, sino desde un conjunto
onjunto de dimensiones.
De este modo, la ESI presenta un marco mucho más amplio, que replantea los modos de entender
la prevención, el cuidado del propio cuerpo y del cuerpo de los otros, sin rechazar las dimensiones
biológicas y médicas, pero sin reduci
reducirse
rse tampoco a ellas. El cuerpo, la afectividad, los deseos y
temores se constituyen en aspectos fundamentales para que haya una ESI que también hable de
felicidad, de plenitud, y no solo de enfermedades y peligros.
En tal sentido, la concepción de integral
integralidad
idad nos remite, entre otras cosas, a que no alcanza con
transmitir información pertinente y actualizada sobre sexualidad (que es un derecho y un insumo
La ESI se erige sobre algunos ejes que constituyen los pilares de su enfoque:
● el enfoque de derechos,
● el enfoque de género,
● el respeto por la diversidad, la valoración de la afectividad, y
● el cuidado del cuerpo.
Enfoque de derechos
Enfoque de género
Este enfoque es sin duda uno de los que más aportes ha brindado a la construcción del abordaje
integral. Constituye una propuesta inspirada en las demandas de los organismos de derechos
humanos, los movimientos de mujeres y socio-sexuales
socio (llamados también
én LGTTBIQ: lesbianas,
gays, travestis, transexuales, bisexuales, intersexuales y queer).
Este enfoque busca develar la trama de relaciones sociales en las que se encuentran inmersos los
cuerpos humanos, y visibilizar que el uso, el disfrute y el cuidado del
del mismo (las prácticas en las que
lo comprometemos) están fuertemente condicionados por el sector socioeconómico y educativo de
pertenencia, las costumbres y valores del grupo social que la integran, y particularmente, por las
relaciones de género.
Presta especial atención al trabajo que podemos realizar en la escuela para desnaturalizar lo que
hacemos cotidianamente, particularmente aquellas acciones que promueven las inequidades entre
los sexos-géneros
géneros y la vulneración de derechos. Por ejemplo, cua
cuando
ndo decimos que las niñas deben
realizar juegos “suaves”, con poco contacto físico, porque son “delicadas” y “frágiles”, mientras los
varones no deberían participar de ellos, porque son más bien brutos y que eso es “natural”,
estamos reproduciendo un orden de género injusto y desigual. A su vez, aludimos a la naturaleza
para justificar diferencias sexo-genéricas
genéricas que lejos de ser naturales se vinculan a un proceso de
socialización diferencial. En este caso insistentemente se generan prácticas —sutiles e
invisibilizadas— que estimulan la suavidad en las niñas y la fuerza física en los varones, que luego
son leídas como atributos naturales.
Para la temática que estamos abordando en el curso, ¿cuáles serán los efectos de un discurso que
refuerza una feminidad pasiva sexualmente, que tiene como destino la maternidad, y una
masculinidad que se consolida en tanto proveedora, potente y protectora? Volveremos en otras
clases sobre estos aspectos.
El enfoque de género constituye una lente crítica para ver y analizar desde una mirada histórico
cultural las relaciones sociales, los prejuicios y estereotipos en relación con aquello que se
considera exclusivamente
usivamente masculino o exclusivamente femenino. Por eso se lo plantea como una
base, un pilar de la ESI, en tanto estimula la capacidad de construir conocimiento crítico y pone en
relación las experiencias sexuales con lo social.
La ESI se sustenta en la enseñanza del respeto por todas las formas de identidad, su reconocimiento
y valoración, y más específicamente, en la diversidad sexual. En relación a los EMPA, nos invita a
reflexionar sobre el lugar que tienen las diversas experi
experiencias
encias adolescentes en las instituciones
escolares.
Ciertas imágenes como las de muñecas rotas, las infancias y adolescencias perdidas, suelen
utilizarse insistentemente para ilustrar estos procesos. Como un recurso diferente, eufemístico o
que va en el mismo
smo sentido, estas experiencias a veces se presentan como lo exótico.
Estas imágenes consolidan una mirada que presenta a los EMPA como desvíos,, como situaciones
“anormales”, como el reverso o la contracara de “una” adolescencia que se propone como un
proceso
ceso normal, universal y natural.
La valoración de la afectividad
La ESI considera a la afectividad como un eje que debe ser tenido en cuenta tanto en la interacción
cotidiana como en las propuestas educativas. La escuela debe ser un espacio para el
reconocimiento del mundo emocional, para la expresión y la comunicación. Nos estamos
stamos refiriendo
a la posibilidad de darle un espacio a la expresión y al análisis de las emociones y los sentimientos
de todas las personas involucradas en el hecho educativo: alumnas, alumnos, familias y docentes.
Se trata de valorar la afectividad como una dimensión emocional de las experiencias que vivimos,
de estimular reflexiones, de analizar críticamente la dimensión social de las emociones y no
tratarlas como situaciones individuales, naturales e inevitables. Así, por ejemplo, para el caso de los
EMPA
MPA podemos poner en tensión la noción insistente del amor romántico en los textos literarios y
películas: aquel que propone una feminidad pasiva que espera ser rescatada y después tutelada por
un varón que la cobijará y decidirá lo mejor para ella. Otro eejemplo
jemplo podría ser interrogarse sobre la
noción del amor incondicional de las mujeres, especialmente hacia sus hijas y/o hijos.
Promoción de la salud
Desde el enfoque de la ESI, se entiende a la promoción de la salud como aquello que las sociedades
generan a través de las condiciones biológicas, sociales, económicas, culturales, psicológicas,
históricas, éticas y espirituales, y que, así juntas, influyen en la posibilidad de estar más sano o más
enfermo, en lo que llamamos el proceso (y no “estado”) de salud
salud-enfermedad-cuidado.
cuidado.
En consecuencia, la promoción de la salud implica más que la prevención de los riesgos. Promover
salud requiere movilizar los recursos individuales y comunitarios (como la capacidad de organizarse
para buscar soluciones o de demandarlas a quien corresponda, de sentirse y reconocerse como
ciudadano que tiene algo para decir, participar, reclamar, aportar, etc.), para mejorar las
Atender a lo complejo del hecho educativo en relación a la ESI implica reconocer la particularidad
de la escuela. Se trata de una política educativa específica y obligatoria para la escuela, que
conlleva obligaciones para las y los profesionales de la educ
educación,
ación, con preparación para la tarea
pedagógica. No se trata de suplantar a las familias ni a las instituciones de salud, sino de asumir el
lugar de responsabilidad que tiene la escuela desde su especificidad como institución del campo
cultural. En este sentido,
ntido, la ESI es una oportunidad para fortalecer la atención hacia las
particularidades y las diferentes experiencias y trayectorias de niñas, niños y adolescentes; de hacer
que las instituciones, a través de las y los docentes, tutores/as, preceptores/as, coordinadores/as,
autoridades y personal administrativo, atiendan a la necesidad de afrontar el desafío de la inclusión
como un mandato ético y político.
De acuerdo con los criterios definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para fines
principalmente estadísticos se toma la edad cronológica como parámetro para definir los EMPA.
Así, en este grupo se incluye a aquellos embarazos, maternidades y paternidades que se presentan
antes de los 20 años de edad, mientras que el límite inferior es menos claro. Las comparaciones
internacionales casi siempre se limitan al grupo de 15 a 19 años y se refieren solo a la fecundidad.
Es decir, refieren a los casos
sos de mujeres de esas edades que han tenido una hija o hijo vivo. Esta
clasificación deja afuera a las maternidades que se presentan en edades inferiores, una parte del
fenómeno que, a pesar de no ser cuantitativamente importante en la Argentina, sí lo ees por
motivos de orden social y de salud. Por todo esto, si el criterio fuera la edad, existe un acuerdo
generalizado para incluir en la categoría EMPA a aquellos que se dan entre los 10 y los 19/ 20 años
de edad.
Sin embargo, el análisis global del país no da cuenta de la desigualdad entre las provincias, ya que el
porcentaje de la fecundidad adolescente para 2011 superó al promedio nacional en 6 de 24
R: Yo sé que lo hice con él, que no me cuidé. Pero no pensé que iba a llegar
el momento en que yo iba a estar embarazada. Siempre le decía a todas mis
hermanas: “yo no voy a tener hijos, yo no quiero saber nada de hijos”. El
error lo cometí yo en no cuidarme.
cuidarme. En las relaciones que tuve con él nunca
me cuidaba.
Raquel. 15 años de edad, vivía con su madre y asistía a la escuela al
momento de su primer embarazo.
Los pasajes de los testimonios exponen parte de lo que venimos trabajando. El acceso a la
información, la experiencia y el saber sobre el propio cuerpo, la toma de decisiones autónomas, las
desigualdades y violencias de género, las posibilidades diferenciales de continuar o no un
embarazo, exponen parte de los condicionantes de los EMPA. A su vez, estos exponen los desafíos
para las políticas públicas.
Como señala UNICEF (2013), Argentina dispone de un marco legislativo y programático favorable
para garantizar el derecho de las y los adolescentes a acceder al sistema de salud en forma
autónoma, sin obligación de acompañamiento de un adulto y en el marco del respeto de la
confidencialidad (Ley 26.061 y Ley 25.673). También cuenta con instrumentos que promueven el
derecho a la educación en las y los adolescentes durante el embarazo, maternidad, paternidad y
lactancia (Leyes 25.808 y 25.273). La implementación del programa de Educación Sexual Integral en
las escuelas (Ley 26.150) también se orienta a garantizar esos derechos.
Así,í, desde el campo de la educación y de la salud, se cuenta con dispositivos que pueden potenciar
el abordaje de estas situaciones en la búsqueda por restituir y promover los derechos sexuales y
reproductivos de los y las adolescentes.
Los propósitos de la ESI brindan algunas orientaciones para comenzar a pensar el abordaje de los
EMPA en las escuelas desde la perspectiva que brinda este marco normativo. Así, entre algunos de
sus propósitos vinculados a esta temática podemos destacar:
• Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada niño, niña o
adolescente desarrolle plenamente su subjetividad, reconociendo sus derechos y responsabilidades
y respetando y reconociendo los derechos y responsabilidades de las otr
otras
as personas.
La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia
• Expresar, reflexionar y valorar las emociones y los sentimientos presentes en las relaciones
humanas en relación con la sexualidad, reconociendo, respetando y haciendo respetar los derechos
humanos.
• Propiciar el conocimiento del cuerpo humano,
hum brindando información básica sobre la dimensión
anatómica y fisiológica de la sexualidad pertinente para cada edad y grupo escolar.
• Promover hábitos de cuidado del cuerpo y promoción de la salud en general, y de la salud sexual
y reproductiva en particular,
ticular, de acuerdo con la franja etaria de los educandos.
• Propiciar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo por todas las formas
de discriminación. (Fuente: Lineamientos Curriculares de la ESI)
La ESI estipula una perspectiva multidimensional de las sexualidades. Para el desarrollo de las líneas
de acción en las escuelas propone también la necesidad de un trabajo que recorra distintos niveles
para su abordaje. Así, identifica cinco puertas posibles de entrada.. Estas puertas de entrada nos
orientan al momento de pensar/diseñar estrategias de abordaje de los EMPA en las escuelas.
Veamos algunas posibilidades:
- Dimensión personal/experiencial
Implica un trabajo sobre las propias percepciones, sentidos, prejuicio
prejuicios.
s. Para el caso que aquí
abordamos, será necesario trabajar sobre las propias impresiones y miradas en torno a los EMPA
para, a partir de allí, dar un salto conceptual que permita asumir nuestra responsabilidad en la
efectivización de los derechos de las y los alumnos.
- Dimensión institucional
La escuela, institución que acompaña el proceso de desarrollo afectivo
afectivo-sexual
sexual de las y los
adolescentes, tiene la responsabilidad de hacer de la ESI su tarea dentro del marco normativo
nacional, que establece propósitos
tos y contenidos claros. La ESI estipula tres dimensiones
fundamentales desde las cuales se pueden pensar estrategias o líneas de trabajo/acción: el
desarrollo curricular, la organización de la vida institucional cotidiana, y los episodios que irrumpen
en la vida escolar.
- Dimensión referida al vínculo entre escuela
escuela- familias-comunidad
Partiendo de una concepción social y política de los EMPA se hace imprescindible la convergencia
de los diferentes actores a fin de consolidar abordajes y estrategias integr
integrales,
ales, interdisciplinarias e
A lo largo de la clase hemos comenzado a aproximarnos a una perspectiva en torno a los EMPA, y
nos adentramos en el marco de la ESI en tanto mirada para su abordaje en las escuelas. Los ejes y
fundamentos de la ESI, así como sus propósitos y puertas de ent
entrada
rada nos brindan dimensiones
desde donde comenzar a plantear posibles líneas de trabajo en nuestras instituciones. A lo largo de
las próximas clases iremos desplegando contenidos y propuestas a partir de las cuales esbozar
abordajes institucionales y áulicos
os que tiendan a efectivizar los derechos sexuales y reproductivos
de todas y todos los que transitan por las escuelas, así como el derecho a la educación,
especialmente de quienes atraviesan situaciones de EMPA.
Actividades
Material de lectura
Bibliografía de referencia
● Fainsod, P. (2011). Experiencias sociales y escolares de las adolescentes madres que viven
en contextos de marginalización urbana. En Fainsod, P., Tesis de Doctorado en Educación
por la Facultad de Filosofía y Letras-UBA.
Letras
● Fernández, A. (2005). Adolescenci
Adolescencias
as y embarazos: hacia la ciudadanía de las niñas. En:
Buenos Aires, UBA FEIM (s/f) EMBARAZO Y MATERNIDAD ADOLESCENTE.
● Gogna, M. y col. (2008). Reproductive Health Matters. Temas de salud
lud reproductiva.
Sexualidad,
exualidad, derechos humanos y salud sexual
sexual, número
mero 6, Págs. 74 a 86.
86
http://www.diassere.org.pe/RHM6.pdf
● Morgade, G. (2011). Toda educación es sexual
sexual.. Buenos Aires: La Crujía. Cap. I
● Romero, M., Abalos, E., Ramos, S. (2010). La situación de la mortalidad materna en
Argentina y el Objetivo de Desarrollo del Milenio. Observatorio de salud sexual y
reproductiva, número 1.
Créditos
Autor/es:
es: Programa Nacional de Educación Sexual Integral
Programa Nacional de Educación Sexual Integral (2019). Clase Nro. 1: La perspectiva y fundamentos
de la ESI, aportes para el abordaje de los EMPA en las escuelas. La ESI en la escuela: Embarazos,
maternidades y paternidades en la adolescencia. Buenos Aires:
Aires: Ministerio de Educación de la
Nación.
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