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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación superior

Universidad Bicentenaria de Aragua

Nucleó CREATEC Paraíso, Caracas

7º Trimestre de Psicología

Cátedra: Psicopatología

Profesor: Jesús Gamaliel Rodríguez

Cronología de la psicopatología
(Teorías, enfoques clasificación)

Alumno: Ray González

CI: 15.160.129
Caracas, Junio del 2019

Introducción

El ser humano desde tiempos muy remotos ha buscado la forma de explicar la


conducta tratando de diferenciar lo normal de lo anormal, por ello es menester presentar este
trabajo en base al origen de lo que muchos científicos e investigadores han denominado
psicopatología, siendo esta última una palabra entendida como aquello no considerado normal
según sea durante el contexto histórico en el que dicha palabra ha sido empleada; los
fenómenos a que hacen referencia los diversos investigadores podría decirse que están
condicionados por el contexto en los que se desarrollaron sin perder la esencia de forma
unísona de la explicación de estas conductas quienes con sus estudios han manifestado que
ellas se atribuyen a la magia o lo sobrenatural o desde un punto de vista organicista aun hasta
nuestros tiempos.
Desarrollo

Historia

Al principio de la humanidad se nos ha dado algunos vestigios no muy claros por


supuesto de psicopatología como lo es el hecho de hallazgos importante que datan de la era
paleolítica, de los cuales se puede apreciar modificación intracraneales que nos indican o bien
en esa época existía un tipo de actividad mágico religiosas con la convicciones de dejar salir
el mal o simples ritos funerarios para permitir la libertad del muerto en su transición al otro
mundo, lo cierto es que sea uno u otro no queda duda del interés desde los más primitivo en el
funcionamiento del cerebro el cuerpo y aún más la mente

Culturas preclásicas

En esta etapa se observa la individualización de las alteraciones de la conducta en la


medida de que se separan del resto de las enfermedades es así como la cultura judaica del
entonces definía la locura con un tipo de situación mental distinta a las enfermedades por sus
características anómalas hechos estos descritos en papiros de Ebers (1500 a.d)

Obviamente este tipo de trastornos eran atribuibles a pensamientos mágicos que para
determinarlos eran sometidos a juicio de una especie de sacerdote que sería considerado algo
así como un psicólogo mago de la época, empleado técnicas de ritos y exorcismos, muchas
veces tratando de paliar la situación del enfermo con brebajes naturales, curas de sueño
inducido ante los templos de sus dioses.

Para ellos la distorsión mental que sufría el enfermo esta íntimamente estrechada con
Yahvé, que muchas veces era atribuida a la falta de fe o castigo divino es así como la religión
entra a jugar un papel preponderante en el estudio de lo que ellos consideraban anormal.
Es así como diversas culturas se sumergen en tesis que describen que los males del
hombre en este los mentales eran atribuidos a los demonios como el caso del hinduismo
quienes describían que la locura era producto de seres denominados los siete demonios o la
cultura china que sostuvo que la enfermedad mental se debía a la ruptura entre el equilibrio
cósmico entre el las fuerzas que rigen la conducta humana expresando con esto que dicho
equilibrio era roto por no respetar a los antepasados y por lo cual era necesario su invocación
para volver a la normalidad

Antigüedad grecorromana

Se podría decir que gracias al estudio de figuras como Hipócrates, Celio Aureliano y
por qué no Alejandro de Trayes, quienes con sus conversaciones y dialécticas abordan el
análisis de la enfermedad mental al menos de forma intuitiva atribuyendo al alma la causa de
todos los males que aquejaban al hombre, aun bajo el cuestionamiento del propio Hipócrates
de que los dioses eran los causantes de los males mentales sosteniendo el origen natural de
estas y por lo cual se debía de buscar las causas naturales que llevaron a la producción de
estas asi como de igual forma el posible tratamiento ejerciendo así gran influencia en nuestro
mundo sobre la conducta anormal y la enfermedad mental .

A él se debe la teoría de hipocrática de los humores la cual sostenía su base en la


existencia de cuatro tipos de humares (sangre, flema, bilis amarilla, bilis negra) fluidos estos
que forman parte de la vida humana, que en equilibrio con las cualidades (caliente, frio, seco
y húmedo), por tanto la ruptura del equilibrio humoral y la curación provendrían del camino
hemostático del restablecimiento.

Por el grado de complejidad que adopto esta teoría muchas escuelas surgieron
(Dogmática, Empírica, Neumática, Eclética), las cuales ponían en práctica las ideas
expresadas por Hipócrates, esta teoría da luces para entender que el cerebro es el órgano
donde reside la actividad intelectual que su mal función causa los trastornos mentales
quedando establecido para la época cuatro categorías (Manía, Melancolía, Frenitis y Letargia)
más adelante tendríamos la paranoia, la histeria las psicosis trastornos que gracias a estas
escuelas son atribuidas al cerebro.

Me gustaría citar un extracto del mismo Celio Aureliano (siglo v.d.C)

“quienes están afectados por la melancolía, en verdad declarada, están llenos de


ansiedad y malestar, además de demostrar tristeza acompañada de mutismo y de odio a los
que lo rodean. Luego, unas veces, el enfermo desea morir, otras vivir y sospecha que se
traman maquinaciones. Al mismo tiempo llora si motivo, pronuncia palabras
incomprensibles, carentes de sentido y luego vuelve a la hilaridad”.

Aunque tal precisión de Aurelio nos asoma la presencia de trastornos, las ideas de
Hipócrates estaban sobre valoradas, por lo que su reconocimiento no sería por la concepción
científica de la enfermedad sino por el haber roto con la tradición mágica que imperaba,
planteando la cuestión más somatogénesis estableciendo con ello las bases para el
pensamiento científico.

Otro autor de la época seria Galeano quien sistematizo la teoría de Hipócrates


haciendo grandes aportes a la psicopatología aunque su interés no fue sobre los trastornos de
la conducta, añadió la ampliación de la teoría de los temperamentos planteando que la
combinación de estos daría como resultado la personalidad del hombre, gracias a la fuerte
influencia del cristianismo en la época romana se retoma la concepción mágico religiosa de la
enfermedad quedando la teoría Hipocrática relegada para dar paso a la edad media.

Edad Media

Considerado como el periodo más oscuro de la humanidad, debido a que era un


mundo rodeado de miseria y la necesidad donde el contraste de la enfermedad y la salud eran
más pronunciados, se mantenía el temor de la fragilidad de la existencia física como a Dios y
la concepción cristiana de que podría aparecer y acabar con todo en cualquier momento, el
contexto en el cual se desarrollaban estas ideas daban a que hombre la sumisión a la
temporalidad existencial diluyendo lo sagrado y lo profano en una sola amalgama teniendo a
Dios como centro de ese cosmos.

En líneas generales la religión cristiana adopto una posición de religiosidad de la


enfermedad mental atribuyéndose en muchos casos la explicación del fenómeno de la locura
pero desde el punto de vista místico, aseverando que ella era producto del castigo divino,
cargando al hombre de un fuerte sentimiento de culpa, aun mas configurando que si tales
males no eran del cuerpo eran del alma y por ende la máxima autoridad sobre ello era los
representantes de Dios en la tierra (la Iglesia).

Para los cristianos la importancia radicaba no en la resolución del problema del


hombre sino determinar si dichas conductas estaban al servicio de Dios o de Satán por cuanto
ambas fuerzas actuaban sobre el alma, tema central de la cristiandad, aun cuando en la
clandestinidad se mantenían vivas las ideas hipocráticas.

Por ello hasta mediados del siglo XIII la posición de la iglesia fue de que el loco era
una víctima del diablo y por tanto tenían que espiar sus culpas, por lo que eran llevados a
conventos a fin de realizar prácticas tales como exorcismos, procesiones, bajo el principio de
la caridad; en vista de que tales actividades en muchos de los casos no funcionaba la iglesia
recrudeció su punto de vista con relación a los locos afirmando que si era un mal del demonio
debía tratarse como tal, pasando a constituirse aquellos enfermos en reos susceptibles de ser
torturados y ajusticiados para restablecer el orden alterado ante Dios, en la creencia muchas
veces que tales castigos no era contra ellos sino contra el diablo que residía en el enfermo.

Ya para el siglo XIV apareció una nueva modalidad denominada locura colectiva lo
que declino en el encierro de enfermos según la costumbre habitual de la región, esto debido a
la demostración conductual del enfermo catalogando enfermos pacíficos y enfermos agresivos
el primero era confinado al cuidado de sus familiares el segundo era recluido en una cárcel.
Entrando en el siglo XII y XIII instituciones laicas piadosas subvencionaron lugares
denominados asilos y hospitales para indigentes siendo el hospital Santa María de Belén en
Londres en 1247, conocido como el primer hospital mental de Europa, los árabes para aquel
entonces retomaron lo escritos de la teoría hipocrática traduciendo al mundo islámico su
contenido y dando un mejor trato a los enajenados mentales, aunque sin separarse de la
expresión demonológica, pero con médicos que practicaban la medicina hipocrática.

Siglo XV –XIII demonología y la posteridad.

En él año de 1486 gracias al malleus maleficarum la caza de bruja alcanza su


máxima expresión, por la que la inquisición ve necesario la identificación y diferenciación de
auténticos fenómenos de brujería de la insana locura, para ello se afianzo en el conocimiento
médico, pasando estos enfermos a la categoría de trastornos mentales, para la inquisición eran
muy molesta esta situación a l momento de aplicar las penas, debido a tal complejidad y a un
tema de sumisión ante Dios y el deber ser comenzaron los cuestionamientos del deber ser y
por ello recurrieron a tantas comprobaciones.

En el siglo XVI época del renacimiento se afianza aún más el cuestionamiento de la


visión demonológica a través de Juan Luis Vives, al plantear el encierro de los enfermos con
fines terapéuticos, así como la intervención médica en los casos de señalamientos de herejía,
sus estudios aportaron grandes luces sobre las enfermedades mentales.

Al comienzo del siglo XVIII el método científico se estaba afianzando tocando temas
como la libertad y dignidad del ciudadano y los derechos humanos surgiendo el cambio a una
observación más detalla de los trastornos mentales el cambio de la situación médico legal de
los enfermos, la reclusión en sitios acordes para ellos y la reclasificación de los trastornos,
pero aun así faltaba mucho por hacer por cuanto si en la edad media el ara vez se encerraba al
insano en el XV se veía atrapado en la red de un circulo de mendigos, huérfanos y marginados
confinados a instituciones que muchas veces no contaban con la capacidad para albergarlos,
ya que el estado también refirió a ansíanos prostitutas, sarnosos epilépticos, por ende se tuvo
que reclasificar y designar un lugar para cada grupo.

Pero nuevamente son los enfermos mentales los que no corren con gran suerte por
cuanto fueron a para a prisiones en las cuales no recibían ayuda médica lo que conllevaba a
que su vida fuese sensiblemente más baja que la media, tal situación hizo levantar las voce en
favor, por toda Europa lo que da comienzo a la.

Primera gran reforma siglo XVIII y mitad del siglo XIX

Dos hechos trascendentales marcan el comienzo de este periodo una reforma


asistencial y el abandono del pensamiento hipocrático trasformado en estudio científico
adoptado por algunas escuelas, el tratamiento moral adoptado por algunos países en contra
posición de absolutismo monárquico, con una mentalidad más liberal planteando temas como
derechos del hombre, para ello se realizó una campaña de sensibilización de los más ilustres
de Europa, mostrándoles las condiciones inhumanas que reinaban en los asilos, siendo Pinel
quien sistematizo estas ideas y sentimientos en su obra, como director de un asilo propone
aplicar allí los principios antes expuesto.

Para ello debía cambiar las condiciones del hospital, al desechar viejas prácticas lo
que le proporciono un éxito inmediato, logrando reinsertar a muchos de aquellos enfermos a
sus vidas anteriores de este modelo lo siguieron en 1792 W Tuke, quien abrió un hospital con
un trato moral y social, también tenemos a Hitch en 1841 hizo lo propio e incorporo al
hospital personal especializado para trabajar con estos enfermos, al otro lado del atlántico
Benjamin Rush escribía el primer tratado de psicopatología teniendo como premisa el
tratamiento moral, aunque al pasar el tiempo fue decayendo este método por cuanto el error
que Pinel cometió fue el de sustituir un Dios por otro, ya que si bien le arrebató el enfermo a
la religión, lo confino a la idealización de un medico a quien el enfermo vería en los
siguientes como su salvado.
De esto Pinel reorganizo todo bajo la observación clínica daño cinco formas de
trastorno mental melancolía, manía sin desilusión, manía con desilusión demencia e idiocia,
es así como surge una escuela que se plantea la descripción y clasificación de los trastornos
mentales, a través de una metodología de clínico descriptiva, siendo uno de sus máximos
exponentes Esquirol dotándola de un contenido clínico observacional, siendo trasmitido a
diversos psiquiatras del siglo XIX y XX.

Finales del siglo XIX mitad del siglo XX

En esta etapa a diferencia de las anteriores y con el cumulo de conocimientos, las


líneas de la psicopatología van dirigidas a las teorías explicativas de hipótesis heredando de la
teoría hipocrática, las connotaciones bilogistas enlazadas con el contexto médico, así como las
hipótesis psicológistas, desplazando esta ultima su área de influencia de la cultura francesa a
la cultura germánica, sobre la hipótesis biologista tenemos a el psiquiatra alemán Griesenger
quien sostendría que era posible demostrar la relación de los trastornos patológicos y las
lesiones anatómicas localizadas en zonas concretas del sistema nervioso central, en base a que
en Europa se realizaban diversas investigaciones de neuroanatomía sobre la Brocca y
Wernick.

Por sus parte la hipótesis psicologista de Jean Martin Charcot director del hospital en
Paris quien hace el mayor aporte a través de estudios sobre la histeria y el hipnotismo, tensos
a Pierre Janet quien también estuvo interesado en la histeria llegando a la conclusión que sus
pacientes tenían un nexo causal en la conducta y un trauma almacenado en el inconsciente,

Dentro de la llamada Edad Contemporánea, surge el Psicoanálisis, siendo su máximo


creador, defensor, investigador Sigmund Freud, en su obra colocó las bases para la fundación
de la psicología en la que la normalidad y la patología se concebían como un continuum,
abriendo así el camino para una actitud más comprensiva hacia cualquier alteración
emocional. Además de Freud se encuentra otros autores en la rama psicoanalítica, entre ellos:
Adler, Jung, Rank, Horney, Fromm, Kelin y Lacan.

La perspectiva biológica asume como principio fundamental que el trastorno mental es


una enfermedad. Así, las alteraciones psicopatológicas se producen porque existen
anormalidades biológicas subyacentes. El tratamiento deberá corregir esas anormalidades
orgánicas.

En psicopatología siempre se ha considerado a Hipócrates como el predecesor del


enfoque médico en una extrapolación del modelo kraepeliniano. Una variedad de
circunstancias se dieron cita en el siglo XIX que realzaron el estatus del modelo biológico,
como la difusión de la teoría de Kraepelin. En el siglo XX, el modelo biomédico mantiene su
influencia y se consolida a partir de los 50, cuando se comienzan a sintetizar y utilizar
distintas clases de drogas psicotrópicas que mostraron su eficacia en distintos trastornos
mentales.

Se presupone que la alteración del cerebro es la causa primaria de la conducta


anormal o de la anormalidad mental. Los trastornos mentales estarían relacionados con las
alteraciones celulares del cerebro. Las alteraciones pueden ser anatómicas (el tamaño o la
forma de regiones cerebrales puede ser anormal) o bioquímicas (alteración de elementos
bioquímicos por exceso o defecto). A su vez, esas alteraciones pueden ser consecuencia de
factores genéticos, metabólicos, infecciosos, alérgicos, tumorales, cardiovasculares,
traumáticos.

A partir de los años 60 se intensificó el interés por aplicar el modelo sistémico de


enfermedad a la conducta anormal. La concepción sistémica se vio reforzada por el
descubrimiento de sustancias neurotransmisoras y fármacos psicoactivos, considerándose
desde entonces que algunas formas de conducta anormal podían deberse a desequilibrios del
SN. Actualmente existe abundante evidencia empírica de que las sustancias bioquímicas
intervienen en muchos trastornos del comportamiento.

Virtudes del modelo biológico:

 Nos recuerda que los problemas psicológicos pueden tener causas biológicas
dignas de evaluación y estudio.

 Gracias al descubrimiento de técnicas biomédicas, la investigación sobre los


aspectos neurofisiológicos de la conducta anormal progresa rápidamente.

 Los tratamientos biológicos han proporcionado significativas aportaciones en


el tratamiento de distintos trastornos mentales.

Virtudes del modelo biológico:

 Nos recuerda que los problemas psicológicos pueden tener causas biológicas
dignas de evaluación y estudio.

 Gracias al descubrimiento de técnicas biomédicas, la investigación sobre los


aspectos neurofisiológicos de la conducta anormal progresa rápidamente.

 Los tratamientos biológicos han proporcionado significativas aportaciones en


el tratamiento de distintos trastornos mentales.

Problemas y limitaciones del modelo biológico:

 El reduccionismo. Nuestra vida mental es una interacción de factores


biológicos y no biológicos(psicológicos, sociales, culturales). Es más relevante explicar esa
interacción para conseguir una comprensión más integrada y holista bajo el paradigma del
modelo biopsicosocial tomando a la persona como totalidad.

 Validez explicativa de sus teorías. A menudo son incompletas y poco


concluyentes. Muchos estudios se realizan con animales que aparentemente presentan
síntomas de depresión, ansiedad o algún otro comportamiento anormal inducido mediante
drogas. Los investigadores tendrán dificultad para generalizar la validez de sus conclusiones a
la conducta humana. Igualmente, los estudios genealógicos y genéticos están abiertos a
sucesivas interpretaciones en función de los avances de la neurociencia.
La aceptación rígida de los postulados acarrea diversos problemas:

 Tiende a considerar al individuo o enfermo mental como un ser pasivo, por no


ser el agente responsable del inicio y posterior curación del trastorno. El médico es el activo.

 El trastorno mental es una enfermedad y por eso tiene etiología o causa de tipo
orgánico. Pero muchos trastornos psicológicos no obedecen a causas orgánicas.

 El establecimiento de diagnósticos en base a la existencia de una serie de


síntomas (criterios de diagnóstico) a veces es contraproducente.

A principios de los 60, el modelo conductual se perfila como nuevo paradigma de la


Psicología clínica.

Dos factores primarios determinaron su surgimiento:

1. La madurez alcanzada por la psicología del aprendizaje.

2. La insatisfacción con el estatus científico y modus operandi del modelo


médico.

La evolución histórica de la perspectiva conductual ha dado lugar a distintas


orientaciones o submodelos, la Gestalt el humanismo y las demás que han surgido con el afán
de bien sea complementar las investigaciones o continuará el desarrollo de las mismas; Para
culminar se destaca la coyuntura de la normalidad o anormalidad de las relaciones
psicosociales del enfermo mental, la cual no depende de la naturaleza de la psicosis que
padece, sino de la posición psíquica que adopta ante la sociedad, a consecuencia de la
multitud de factores que intervienen.
La base del modelo conductual se encuentra en el desarrollo y aplicación de los
principios del aprendizaje llevado a cabo en EEUU: Watson: Condicionamiento de respuestas
emocionales; Thorndike: Conductas instrumentales, Variables intermedias motivacionales.
Pero los antecedentes más remotos se remontan a los autores soviéticos: Sechenov, Paulov,
Bechterev. Su influencia se plasmó a través de la influencia de Watson en 2 conceptos
fundamentales: uno metodológico, el objetivismo, y otro teórico, el condicionamiento.

Las primeras formulaciones sobre la teoría conductual de la conducta anormal se


establecen en los 60 con Wolpe, Eysenck y Jones. Estos autores se centran principalmente en
la explicación de la conducta neurótica, que consiste en hábitos desadaptativos adquiridos
mediante procesos de aprendizaje.

Las fuentes de la psicología cognitiva son más dispersas que la de la psicología


conductual. Además de la Teoría del PI como antecedente reciente, hay que considerar otras
como la Psicología de la Gestalt. Sus planteamientos influyeron decisivamente no sólo en la
percepción de los objetos en el mundo físico, sino en la percepción de los objetos sociales.
Psicólogos sociales como Lewin, Heider y Festinger enfatizaban la importancia de la
percepción consciente y de su evaluación. Aludían a conceptos mentalistas como ninguno de
estos conceptos posee una correspondencia unívoca con el comportamiento observable, pero
son conceptos hipotéticos que explican ese comportamiento.

Otra disciplina importante es la psicología de la personalidad, especialmente la


derivada de los planteamientos de G.A. Kelly sobre los sistemas de constructos personales
con los que las personas categorizamos el mundo, interpretamos los eventos y elaboramos
predicciones. A partir de aquí es posible la consideración de los rasgos de la personalidad
como categorías cognitivas.

También es importante el tratamiento que desde la psicología cognitiva se ha dado al


campo de las emociones y los afectos, especialmente por autores como Weiner y Lazarus. Las
teorías cognitivas sobre la emoción parten del supuesto de que todo estímulo o situación debe
ser primero identificado, reconocido y clasificado antes de que pueda ser evaluado y de que
active la respuesta emocional. En consecuencia, la cognición es una condición previa a la
emoción. Ahora bien, la realización de una tarea que no evoca emoción, será cualitativamente
distinta de la que hará si provoca algún significado emocional previamente almacenado en la
memoria. Estos planteamientos han tenido muchas críticas, pues convierte a las emociones en
un proceso de conocimiento secundario a otros como la atención, percepción o memoria.

Los objetos de estudio de la Psicopatología social son: desordenes sociales


directamente determinados por la enfermedad psíquica que padece el sujeto. A la
psicopatología social se ve interesada por los efectos sociales de la conducta psicopática, que
entraña el problema de reeducación y readaptabilidad social de las personalidades
psíquicamente anormales. La dificultad que tiene el sujeto para la adaptación social. Ciertos
síntomas psíquicos condicionan la adaptabilidad social del sujeto, de manera especial el
autismo y el negativismo. Los trastornos en la asociación de ideas, las representaciones
mentales delirantes, las alucinaciones, son también síntomas psíquicos patológicos que
perturban las relaciones interpersonales del psicótico, por ultimo tenemos la influencia de los
trastornos psicopatológicos en la utilidad social del propio enfermo.

Nuestros días

Los trastornos mentales resultan ser meras disfunciones comportamentales de causa


psicológica, los investigadores decidieron agrupar este conjunto de trastornos dando paso al
nacimiento de lo que hoy conocemos como DMS en sus varios capítulos así como el CIE 10
el primero contiene las clasificaciones de los trastornos mentales y proporcionan las
descripciones diagnósticas, con el fin de que puedan ser investigadas por las ciencias de la
salud; el segundo determina la codificación y clasificación de las enfermedades de sus signos,
síntomas y hallazgos anormales.

DSM-I

El padre de la clasificación de los trastornos mentales fue Kraepelin que en su


manual de Psiquiatría consigue en 1899 elaborar un sistema para construir grupos de
pacientes con sintomatología homogénea que constituían un síndrome. Unos 50 años después
publican el DMS-I con unos criterios demasiado vagos y con baja confiabilidad.
DSM-II

El DSM-II nace 15 años después. Supuso la novedad de aplicar el modelo médico a


los síndromes mentales haciendo clúster sintomáticos. Se generaron muchas discusiones en
torno a la terminología de la esquizofrenia y parecía que nadie estaba satisfecho. Así que un
año después de su publicación, comenzó su revisión.

DSM-III

El DSM-III nace en 1980 con el objetivo de establecer criterios diagnósticos con


base empírica. Se produjo una evolución generalizada donde se reemplazó el modelo
psicoanalítico con base teórica de la enfermedad por el modelo descriptivo basado en la
evidencia. Con este cambio, la “neurosis” pasa a denominarse “trastorno de ansiedad”. Se
consigue eliminar la homosexualidad como criterio diagnóstico. Este diagnóstico había sido
incluida por la APA como una categoría de enfermedad mental en 1952, basándose en teorías
sin evidencia científica que proponían una conexión entre la homosexualidad y desajustes
psicológicos, y la idea de que ésta era necesariamente el síntoma de una enfermedad mental.

DSM-IV

Aun así aún quedaban muchas deficiencias que pulir. El DSM-IV nace con la
intención de proporcionar una base empírica más sólida abreviando los criterios diagnósticos
y con una mayor claridad del lenguaje. Para publicar este nuevo manual, los grupos de trabajo
que investigaban trastornos específicos se reunieron para realizar un proceso de tres etapas
que implicaba más pruebas de confiabilidad y validez de diagnósticos. Este proceso incluyó
revisiones profundas de investigaciones publicadas, análisis exhaustivos de los datos de
investigación y ensayos de campo en los que se entrevistaron a miles de personas con
trastornos psicológicos diagnosticados.

DSM-5

En 2013, lanzan el DSM-5, la versión más criticada por la comunidad de psiquiatras


y psicólogos. A raíz de esta publicación, el NIMH (national institute of mental health EE.UU.)
anunció que dejaría de utilizar el DSM y por tanto dejaría de investigar para futuras versiones
del manual. El director del NIMH afirmó que tomaban esta decisión debido a que
la clasificación del DSM carece de validez a nivel mundial y que los pacientes con trastornos
mentales se merecen algo mejor que los criterios brindados por el DSM.

En la actualidad se utiliza la Clasificación Internacional de Enfermedades décima


revisión (CIE-10), para clasificar enfermedades y problemas relaciónados y, en este sentido,
tomar decisiones administrativas y epidemiológicas a partir de los datos diligenciados por los
profesionales de salud, en 117 países de todo el mundo en registros clínicos y certificados de
defunción.

El Listado CIE-10 tiene su origen en la «Lista de causas de muerte», cuya primera


edición editó el Instituto Internacional de Estadística en 1893.

Esta clasificación recibió aprobación general y fue acogida por varios países y
numerosas ciudades. Su primera aplicación fue en América del Norte y ya en 1898 la
Asociación Estadounidense de Salud Pública, recomendó que los registros civiles de Canadá,
México y Estados Unidos, adoptaran la Clasificación de Bertillón y sugirió además su
revisión cada 10 años.

En agosto de 1900 se dispuso la primer revisión y así es que nace lo que entonces se
llamó fue llamado CIE 1. En ese momento se tomó la determinación de que se revisaría cada
10 años, esto se llevó a cabo hasta 1979, cuando es publicado el CIE 9.

A partir del año 1995 se ha ido implementado en forma gradual en el resto del
mundo. En la Conferencia Internacional para el CIE 10 auspiciada por la OMS llevada a cabo
en 1989 se tomó la determinación de definir un mecanismo de actualizaciones que permitiera
incorporar cambios entre las diferentes revisiones.

A OMS se hizo cargo de la misma en 1948, en la sexta edición, la primera en incluir


también causas de morbilidad. A la fecha, la lista en vigor es la décima, y la OMS sigue
trabajando en ella.

Es la décima versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades y otros


problemas de salud y determina los códigos utilizados para clasificar las enfermedades y una
amplia variedad de signos, síntomas, hallazgos anormales, denuncias, circunstancias sociales
y causas externas de daños y/o enfermedad.

Las recomendaciones tomadas refuerzan el proceso de actualización del CIE 10 y


hace innecesario crear una base para un CIE 11.

Hay varios Centros colaboradores en el Continente Americano, en idioma inglés, el


Centro Colaborador se encuentra en el Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los
Estados Unidos (NCHS), y en lengua española es el Centro Venezolano para Clasificación de
Enfermedades (CEVECE) y en idioma portugués está en la Universidad de Sao Paulo
(CBCD).

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) como representación de la OMS


para América, desempeña el papel de enlace entre los países.

Desde su inicio la CIE ha sido utilizada por los países para la elaboración de
estadísticas de mortalidad, dada la relevancia que tiene este indicador para evaluar la situación
de salud. La muerte es un evento importante y único, con menos problemas de registro que la
morbilidad y a menudo es más preciso el conocimiento derivado de su estudio.

Por ello originalmente la CIE fue usada para elaborar estadísticas de mortalidad; sin
embargo, los sistemas de atención a la salud tienen necesidad de contar con estadísticas de las
causas que motivan la atención en los distintos niveles de atención, como por ejemplo:
puestos o centros de salud y hospitales, que no necesariamente ocasionan la muerte.

La preocupación de responder a esta necesidad data desde el inicio de la CIE, sin


embargo, es a partir de la 6ª Revisión que la clasificación fue enriquecida con un mayor
número de términos diagnósticos y utilizados también para producir estadísticas de
morbilidad.

En la actualidad y con el avance de la tecnología, es posible contar con información


sobre las enfermedades y motivos de atención, así como de las causas de defunción con una
gran oportunidad, lo que aumenta su importancia y uso en todos los niveles de atención a la
salud. El procesamiento de códigos es mucho más rápido que el de palabras, por lo cual se
acorta el tiempo para efectuar operaciones con ellos y generar cuadros estadísticos.
La CIE es uno de los sistemas universales que permite la producción de estadísticas
sobre mortalidad y morbilidad que son comparables en el tiempo entre unidades o regiones de
un mismo país y entre distintos países. Cuenta con procedimientos, reglas y notas para asignar
los códigos a los diagnósticos anotados en los registros y para seleccionar aquellos que serán
procesados para la producción de estadísticas de morbilidad y mortalidad en especial, las
basadas en una sola causa.

Conclusión

En lo expuesto, es claro que la psicopatología de nuestro tiempo es producto, en


sentido colectivo, de las fuerzas históricas sociales, Por supuesto han quedado una multitud de
aspectos psicopatológicos sin enunciar, y los enunciados han sido sólo mencionados sin
desarrollarlos tal como debiera hacerse –por ejemplo, en un libro completo y más amplio
donde se expondrían aspectos mayores y sin duda necesarios para tal objetivo. Pero el sentido
de este trabajo ha sido mostrar los cambios en nuestro presente, donde la psicopatología es
una expresión de los cada vez más rápidos cambios que se producen en todos los terrenos
(social, político, económico, tecnológico e indudablemente subjetivo). Por ello, la
psicopatología es tomada como eje de la actual dinámica, y exponente de algunos de sus
resultados. Y así como se intenta hacer con nuestra realidad concreta, puede y debe hacerse
con todas las realidades del presente y del futuro.
Bibliografía

Capponi Ricardo. (1987) Psicopatología y semiología psiquiátrica, Santiago de Chile ed.


Moderno

Betta Juan, (1981) Manual de Psiquiatría, Buenos Aires, Ed. Centro Editor Argentino

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