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7º Trimestre de Psicología
Cátedra: Psicopatología
Cronología de la psicopatología
(Teorías, enfoques clasificación)
CI: 15.160.129
Caracas, Junio del 2019
Introducción
Historia
Culturas preclásicas
Obviamente este tipo de trastornos eran atribuibles a pensamientos mágicos que para
determinarlos eran sometidos a juicio de una especie de sacerdote que sería considerado algo
así como un psicólogo mago de la época, empleado técnicas de ritos y exorcismos, muchas
veces tratando de paliar la situación del enfermo con brebajes naturales, curas de sueño
inducido ante los templos de sus dioses.
Para ellos la distorsión mental que sufría el enfermo esta íntimamente estrechada con
Yahvé, que muchas veces era atribuida a la falta de fe o castigo divino es así como la religión
entra a jugar un papel preponderante en el estudio de lo que ellos consideraban anormal.
Es así como diversas culturas se sumergen en tesis que describen que los males del
hombre en este los mentales eran atribuidos a los demonios como el caso del hinduismo
quienes describían que la locura era producto de seres denominados los siete demonios o la
cultura china que sostuvo que la enfermedad mental se debía a la ruptura entre el equilibrio
cósmico entre el las fuerzas que rigen la conducta humana expresando con esto que dicho
equilibrio era roto por no respetar a los antepasados y por lo cual era necesario su invocación
para volver a la normalidad
Antigüedad grecorromana
Se podría decir que gracias al estudio de figuras como Hipócrates, Celio Aureliano y
por qué no Alejandro de Trayes, quienes con sus conversaciones y dialécticas abordan el
análisis de la enfermedad mental al menos de forma intuitiva atribuyendo al alma la causa de
todos los males que aquejaban al hombre, aun bajo el cuestionamiento del propio Hipócrates
de que los dioses eran los causantes de los males mentales sosteniendo el origen natural de
estas y por lo cual se debía de buscar las causas naturales que llevaron a la producción de
estas asi como de igual forma el posible tratamiento ejerciendo así gran influencia en nuestro
mundo sobre la conducta anormal y la enfermedad mental .
Por el grado de complejidad que adopto esta teoría muchas escuelas surgieron
(Dogmática, Empírica, Neumática, Eclética), las cuales ponían en práctica las ideas
expresadas por Hipócrates, esta teoría da luces para entender que el cerebro es el órgano
donde reside la actividad intelectual que su mal función causa los trastornos mentales
quedando establecido para la época cuatro categorías (Manía, Melancolía, Frenitis y Letargia)
más adelante tendríamos la paranoia, la histeria las psicosis trastornos que gracias a estas
escuelas son atribuidas al cerebro.
Aunque tal precisión de Aurelio nos asoma la presencia de trastornos, las ideas de
Hipócrates estaban sobre valoradas, por lo que su reconocimiento no sería por la concepción
científica de la enfermedad sino por el haber roto con la tradición mágica que imperaba,
planteando la cuestión más somatogénesis estableciendo con ello las bases para el
pensamiento científico.
Edad Media
Por ello hasta mediados del siglo XIII la posición de la iglesia fue de que el loco era
una víctima del diablo y por tanto tenían que espiar sus culpas, por lo que eran llevados a
conventos a fin de realizar prácticas tales como exorcismos, procesiones, bajo el principio de
la caridad; en vista de que tales actividades en muchos de los casos no funcionaba la iglesia
recrudeció su punto de vista con relación a los locos afirmando que si era un mal del demonio
debía tratarse como tal, pasando a constituirse aquellos enfermos en reos susceptibles de ser
torturados y ajusticiados para restablecer el orden alterado ante Dios, en la creencia muchas
veces que tales castigos no era contra ellos sino contra el diablo que residía en el enfermo.
Ya para el siglo XIV apareció una nueva modalidad denominada locura colectiva lo
que declino en el encierro de enfermos según la costumbre habitual de la región, esto debido a
la demostración conductual del enfermo catalogando enfermos pacíficos y enfermos agresivos
el primero era confinado al cuidado de sus familiares el segundo era recluido en una cárcel.
Entrando en el siglo XII y XIII instituciones laicas piadosas subvencionaron lugares
denominados asilos y hospitales para indigentes siendo el hospital Santa María de Belén en
Londres en 1247, conocido como el primer hospital mental de Europa, los árabes para aquel
entonces retomaron lo escritos de la teoría hipocrática traduciendo al mundo islámico su
contenido y dando un mejor trato a los enajenados mentales, aunque sin separarse de la
expresión demonológica, pero con médicos que practicaban la medicina hipocrática.
Al comienzo del siglo XVIII el método científico se estaba afianzando tocando temas
como la libertad y dignidad del ciudadano y los derechos humanos surgiendo el cambio a una
observación más detalla de los trastornos mentales el cambio de la situación médico legal de
los enfermos, la reclusión en sitios acordes para ellos y la reclasificación de los trastornos,
pero aun así faltaba mucho por hacer por cuanto si en la edad media el ara vez se encerraba al
insano en el XV se veía atrapado en la red de un circulo de mendigos, huérfanos y marginados
confinados a instituciones que muchas veces no contaban con la capacidad para albergarlos,
ya que el estado también refirió a ansíanos prostitutas, sarnosos epilépticos, por ende se tuvo
que reclasificar y designar un lugar para cada grupo.
Pero nuevamente son los enfermos mentales los que no corren con gran suerte por
cuanto fueron a para a prisiones en las cuales no recibían ayuda médica lo que conllevaba a
que su vida fuese sensiblemente más baja que la media, tal situación hizo levantar las voce en
favor, por toda Europa lo que da comienzo a la.
Para ello debía cambiar las condiciones del hospital, al desechar viejas prácticas lo
que le proporciono un éxito inmediato, logrando reinsertar a muchos de aquellos enfermos a
sus vidas anteriores de este modelo lo siguieron en 1792 W Tuke, quien abrió un hospital con
un trato moral y social, también tenemos a Hitch en 1841 hizo lo propio e incorporo al
hospital personal especializado para trabajar con estos enfermos, al otro lado del atlántico
Benjamin Rush escribía el primer tratado de psicopatología teniendo como premisa el
tratamiento moral, aunque al pasar el tiempo fue decayendo este método por cuanto el error
que Pinel cometió fue el de sustituir un Dios por otro, ya que si bien le arrebató el enfermo a
la religión, lo confino a la idealización de un medico a quien el enfermo vería en los
siguientes como su salvado.
De esto Pinel reorganizo todo bajo la observación clínica daño cinco formas de
trastorno mental melancolía, manía sin desilusión, manía con desilusión demencia e idiocia,
es así como surge una escuela que se plantea la descripción y clasificación de los trastornos
mentales, a través de una metodología de clínico descriptiva, siendo uno de sus máximos
exponentes Esquirol dotándola de un contenido clínico observacional, siendo trasmitido a
diversos psiquiatras del siglo XIX y XX.
Por sus parte la hipótesis psicologista de Jean Martin Charcot director del hospital en
Paris quien hace el mayor aporte a través de estudios sobre la histeria y el hipnotismo, tensos
a Pierre Janet quien también estuvo interesado en la histeria llegando a la conclusión que sus
pacientes tenían un nexo causal en la conducta y un trauma almacenado en el inconsciente,
Nos recuerda que los problemas psicológicos pueden tener causas biológicas
dignas de evaluación y estudio.
Nos recuerda que los problemas psicológicos pueden tener causas biológicas
dignas de evaluación y estudio.
El trastorno mental es una enfermedad y por eso tiene etiología o causa de tipo
orgánico. Pero muchos trastornos psicológicos no obedecen a causas orgánicas.
Nuestros días
DSM-I
DSM-III
DSM-IV
Aun así aún quedaban muchas deficiencias que pulir. El DSM-IV nace con la
intención de proporcionar una base empírica más sólida abreviando los criterios diagnósticos
y con una mayor claridad del lenguaje. Para publicar este nuevo manual, los grupos de trabajo
que investigaban trastornos específicos se reunieron para realizar un proceso de tres etapas
que implicaba más pruebas de confiabilidad y validez de diagnósticos. Este proceso incluyó
revisiones profundas de investigaciones publicadas, análisis exhaustivos de los datos de
investigación y ensayos de campo en los que se entrevistaron a miles de personas con
trastornos psicológicos diagnosticados.
DSM-5
Esta clasificación recibió aprobación general y fue acogida por varios países y
numerosas ciudades. Su primera aplicación fue en América del Norte y ya en 1898 la
Asociación Estadounidense de Salud Pública, recomendó que los registros civiles de Canadá,
México y Estados Unidos, adoptaran la Clasificación de Bertillón y sugirió además su
revisión cada 10 años.
En agosto de 1900 se dispuso la primer revisión y así es que nace lo que entonces se
llamó fue llamado CIE 1. En ese momento se tomó la determinación de que se revisaría cada
10 años, esto se llevó a cabo hasta 1979, cuando es publicado el CIE 9.
A partir del año 1995 se ha ido implementado en forma gradual en el resto del
mundo. En la Conferencia Internacional para el CIE 10 auspiciada por la OMS llevada a cabo
en 1989 se tomó la determinación de definir un mecanismo de actualizaciones que permitiera
incorporar cambios entre las diferentes revisiones.
Desde su inicio la CIE ha sido utilizada por los países para la elaboración de
estadísticas de mortalidad, dada la relevancia que tiene este indicador para evaluar la situación
de salud. La muerte es un evento importante y único, con menos problemas de registro que la
morbilidad y a menudo es más preciso el conocimiento derivado de su estudio.
Por ello originalmente la CIE fue usada para elaborar estadísticas de mortalidad; sin
embargo, los sistemas de atención a la salud tienen necesidad de contar con estadísticas de las
causas que motivan la atención en los distintos niveles de atención, como por ejemplo:
puestos o centros de salud y hospitales, que no necesariamente ocasionan la muerte.
Conclusión
Betta Juan, (1981) Manual de Psiquiatría, Buenos Aires, Ed. Centro Editor Argentino