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ANÁLISIS DE LAS GUERRAS NAPOLEONICAS DESDE LA TEORÍA DE

CLAUSEWITZ

La dinámica de las guerras napoleónicas dio forma a la evolución de la guerra en su

naturaleza, conducción y a la forma de tomar decisiones para emplear el poder militar. La

tesis de Clausewitz, “el fin de la guerra era cumplir los fines de las políticas”, describe las

guerras napoleónicas: los fines de las guerras napoleónicas estaban reservados para la

determinación de la política del Imperio Francés. Napoleón inicio la guerra en Europa en

nombre de la Revolución que contaba con el furor del pueblo movilizado.

Esta guerra se conformo de acuerdo a las condiciones políticas, económicas y sociales del

momento. Napoleón transformo tanto la naturaleza de la guerra como la forma de conducir

la guerra. Con él, las guerras se convirtieron en guerras entre naciones, con grandes

ejércitos, surgió el concepto de “nación en armas”, se iniciaron las maniobras estratégicas,

formaciones lineares y no lineares etc (De Vergara, 2011).

El ejercito francés surgió del nacionalismo cívico de los franceses quienes formaron un

ejercito popular de masas con el fin de defender sus libertades, a su vez, con este ejercito se

iniciaron los ataques en columna y mejoras en la artillería. Al empezar a dirigir Napoleón la

guerra, esta cambio para siempre en el ámbito estratégico (De Vergara, 2011).

La presencia de Napoleón en el escenario político francés y el apoyo militar que da al

Directorio, fijan e institucionalizan la Revolución. Napoleón en 1799 con la Constitución

del año VIII crea un régimen constitucional controlado desde el ejecutivo, con tres
cónsules, de los cuales Napoleón es el primero y ejerce el poder en Francia. La

Constitución se modifica dos veces, en 1802 se nombre a Napoleón cónsul vitalicio y en

1804 se transforma el Consulado en Imperio Hereditario, esto favorece el personalismo

napoleónico y lo consagra emperador

Las campañas militares que adelanta Napoleón permiten la conformación de regímenes

representativos constitucionales; el apoyo a las clases populares mediante la igualdad ante

la ley y la liberación de la servidumbre; y una transformación de la economía del continente

europeo al cerrar los puertos de Inglaterra a través del bloqueo continental

Al hacer una descripción de la forma de las guerras napoleónicas se observa que su

naturaleza era ofensiva, de aniquilamiento total, de nacionalismos. La formula era

maniobras estratégicas, envolvimientos y el ejercito en masa. Por su parte, la finalidad era

expandir el Imperio francés y propagar sus ideas (De Vergara, 2011).

El éxito de la nueva forma de hacer la guerra de Napoleón se debió a varios factores: la

guerra tenia objetivos claros; los medios eran ilimitados, contaba con apoyo popular; el

ejercito esta conformado por ciudadanos en los que prima el nacionalismo; Napoleón era el

líder del pueblo en armas; desarrolla una estrategia basada en el emplazamiento de baterías

artilleras con las que crea una superioridad de fuego previa a los asaltos; hace ataques

directos, desarrolla una logística efectiva en las tierras conquistadas, hay control

centralizado y operaciones descentralizadas y se desarrolla el concepto de maniobra en

batalla.
De igual forma, los objetivos políticos de Napoleón se definían en derrotar el sistema

monárquico en Europa y consolidar un nuevo orden en Europa, para esto tenía que exportar

la revolución a toda Europa; derrotar a Inglaterra mediante el progreso de las seis

coaliciones y tratados de paz y así instaurar el sistema de gobierno denominado “la

República”.

La estrategia napoleónica se basa en tres líneas de actuación para la guerra mediante las

cuales se explican sus actuaciones anteriores y sus campañas napoleónicas: Primero,

Napoleón busca la continuidad de Europa con lo que buscaba que Francia fuera un imperio

heredero de los antiguos imperios, para lograr este objetivo inicia la Campaña contra el

Imperio Austro-Húngaro en 1805, allí se destacan las victorias de ULM y Austerlitz,

seguidas de la Paz de Presburgo en 1805. En 1809, inicia la segunda campaña donde logra

la Paz de Wagram con la que logra el despojo total de Austria-Hungría (Samaniego, 2009).

Segundo, Napoleón busca la unidad europea para lo cual debe destruir a Inglaterra al que

considera un imperio “extraeuropeo”, para lograr dicho objetivo inicia el bloqueo

continental, mediante los Decretos de Berlín de 1806 y Milán de 1807 se cierran los puertos

a Inglaterra. Las campañas militares española y portuguesa explican la lucha contra

Inglaterra (Samaniego, 2009).

Tercero, Napoleón busca la dualidad entre el Oriente y el Occidente europeos, es decir,

entre el Imperio Ruso y el francés, el objetivo es hacer una diferenciación histórica y

geográfica e unirse contra Inglaterra. Considera que Europa no forma una unidad sino una

dualidad y que debe existir otro imperio con el que se debe distribuir el mando de los
hombres. Para lograrlo se inician las campañas contra Prusia y Rusia y se llega a la Paz de

Tilsist en 1807 (Samaniego, 2009).

Napoleón durante un poco más de una década, adquirió el control de casi todo el occidente

y parte central de Europa mediante conquistas o alianzas y solo fue tras su derrota en la

Batalla de las Naciones cerca de Leipzig en octubre de 1813 que se vio obligado a abdicar

unos meses más tarde. Regresó a Francia en lo que es conocido como los Cien Días y fue

finalmente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, fue

exiliado a la isla de Santa Elena y allí falleció (Karam, 2011).

Los efectos políticos de las guerras napoleónicas se resumen en: se importaron idealismos

de la revolución francesa tales como democracia, procesos justos en los tribunales,

abolición de los derechos privilegiados etc., a muchos países de Europa; se instaura el

Nacionalismo en Europa con lo que el mapa de Europa fue redibujado basándose en la

cultura, el origen y la ideología de las personas y no en según las normas de la aristocracia;

Gran Bretaña se convirtió en la potencia hegemónica de Europa y de todo el mundo para

ese entonces; la guerra de la Península Ibérica destruyo a España con lo que para 1825 la

antigua América española se había convertido en Repúblicas independientes o era ahora

parte de Estados Unidos o Gran Bretaña (Karam, 2011).

En cuanto al contexto militar, con Napoleón se conoce lo que es una “nación en guerra” y

las guerras napoleónicas tuvieron un impacto fuerte en el contexto militar y en la forma de

hacer la guerra. Desarrollo la práctica de la movilidad para enfrentar la desventaja

numérica, reorganizo el rol de la artillería de combate a partir de lo cual creo unidades de


artillería móviles e independientes, estandarizo los calibres de los cañones para asegurar

una mayor facilidad en los suministros y la compatibilidad entre las piezas de artillería

(Karam, 2011).

La teoría de Clausewitz es la que mejor explica e interpreta la nueva forma de guerra que

surgió con las guerras napoleónicas. Escribió el libro “De la guerra” y su tesis principal es

que el conflicto es inherente a la naturaleza humana y que “la guerra es la continuación de

la política por otros medios”. Consideraba que la guerra era demasiado compleja e

impredecible; su objetivo era probar la naturaleza fundamental de la guerra y su lugar

dentro de la actividad humana. De forma tal, de su concepto inicial de guerra se deduce

que: el principio fundamental de la guerra es la destrucción de las fuerzas enemigas; dicha

destrucción de fuerzas regularmente solo puede ocurrir mediante la luchas; solo los

enfrentamientos mayores, que involucren a todas las fuerzas, llevaran a los mayores éxitos;

y los éxitos más grande se logran cuando todos los enfrentamiento se unen en una sola

batalla (De Vergara, 2011).

Posteriormente, él, en las notas de su libro, escribe que su teoría sobre la guerra es errónea

ya que no se ajustaba a la realidad puesto que la guerra era más que enfrentamientos y no

siempre se requería la completa destrucción del enemigo. Así, de su segunda teoría de la

guerra surge su concepción sobre “la naturaleza dual de la guerra” (De Vergara, 2011).

Clausewitz distinguía entre "política objetiva", es decir, el conjunto de variables sociales,

políticas, institucionales, y decía que "la guerra solo es una parte del tráfico político, no es
algo autónomo…”; y política subjetiva, es decir, interés y objetivos propuestos por el

gobernante, los fines de la guerra (Elía, 2007).

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