Вы находитесь на странице: 1из 3

No tengas miedo de envejecer

Catholic.net

Dicen que los treintas son los nuevos veintes, refiriéndose a que la gente no
envejece igual que hace setenta años. Para comprobarlo, basta con darle un
vistazo a las películas de la época de oro del cine mexicano para entenderlo
claramente: los actores y actrices que comenzaron la historia del séptimo arte en
nuestro país, se caracterizaban como adultos maduros en plena juventud, para
aparentar ser personas de cincuenta o sesenta años, que, en esos tiempos, ya se
consideraban respetables ancianos. Y qué decir de los jóvenes: con su forma de
vestir y expresarse, representarían cincuenta años actuales contra los veinte que
en realidad tenían. Cómo han cambiado las cosas.

Además, ocurre algo muy gracioso con las mujeres: creemos que si nos dicen:
“señora”, tenemos que brincar ofendidas, porque relacionamos el término con la
edad, como si calificaran nuestro estado civil o peor, nuestro aspecto, el cual es
impecable en nuestros treintas y cuarentas o más. Bueno, es todo un espectáculo
observar las reacciones de las aludidas cuando oyen la temida palabra, sin
embargo, llama la atención que nos resistimos a aceptar el paso del tiempo, como
si fuese una maldición, y no hay nada más lejano a la realidad.

Por ello no es extraño observar los gimnasios llenos de personas adultas


intentando mantenerse en forma o haciéndose infinidad de tratamientos para
alisar las arrugas y quitar las canas, algunos más extremos hasta recurren a las
cirugías, además se visten casi igual que sus hijos. Y no es un comportamiento
exclusivo de las mujeres, infinidad de hombres entran en la misma dinámica.

En fin, que no hay límites para la imaginación, si el presupuesto lo permite, para


intentar desesperadamente detener el tiempo. ¡Ah! Y ya hasta tiene nombre, le
llaman “midorexia”.

Y no digo que esté mal tratar de verse bien, es muy bueno para la salud hacer
ejercicio, además, conservar un estilo de vida juvenil mantiene la autoestima alta,
sólo comento que es un fenómeno curioso que nos está tocando vivir y que es
cada vez más frecuente en todos los ambientes y niveles de nuestro México.

página 1 / 3
No tengas miedo de envejecer
Catholic.net

Quizá tenga que ver con el aumento de esperanza de vida, lo cual me alegra
mucho, porque, según el INEGI, en 1930, las personas vivían en promedio 34 años.
Para 2018, el promedio era de 76 años. Sin embargo, estos índices son menores a
los del resto de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE), donde el promedio es de 81 años. Las causas de
este descenso fueron recogidas en el boletín 848 de la UAM, aportadas por la Dra.
Carmen Zúñiga Trejo, investigadora de la Unidad Iztapalapa de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) y son la desigualdad en el ingreso, la falta de
acceso a los servicios de vivienda y salud y al mal funcionamiento de las
instituciones públicas.

En el mismo boletín, la investigadora añade que los mexicanos presentan graves


problemáticas en materia de violencia y salud, derivadas de las condiciones de
inequidad social, disminuyendo de manera significativa la calidad de vida por el
clima de inseguridad y el incremento de enfermedades características de la
pobreza como obesidad, diabetes, cáncer y enfermedades isquémicas (Falta de
suministro de sangre en alguna parte del cuerpo). (UAM, 2018).

Estas cifras nos deben alertar respecto a la realidad de nuestro país, donde existen
personas que apenas tienen dinero para subsistir, lo que debería motivarnos a ser
más solidarios, apoyando en lo que podamos a las instituciones y grupos que se
dedican a ayudarlos.

Pero regresando al tema que motivó esta reflexión, envejecer es parte del proceso
natural de la vida humana. Nacemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y,
finalmente, morimos. Dice el salmo 89 que si uno vive 70 años y el más robusto
hasta 80, la mayor parte son fatiga inútil porque pasan aprisa y vuelan. (Sal
89,10). Y es verdad, todos recordamos nuestra infancia, adolescencia y juventud
como si hubiera sido ayer, porque hubo acontecimientos que marcaron cada
época.

Además, al menos en mi caso, no me gustaría repetir ninguna etapa, me siento


muy bien con quien soy actualmente, creo que he llegado hasta aquí porque Dios
lo ha querido, así que para mí, cada día que amanezco, representa una nueva
oportunidad para hacer algo bueno con mi vida. Y creo también que es importante
aprender a desprenderse de objetos y hasta de personas, porque, inevitablemente,
nos separaremos de ellos en algún punto del camino.

Por eso, no le tengamos miedo a envejecer, vivamos plenamente, disfrutando de


nuestra familia y amigos, dando valor a lo que verdaderamente lo merece y
compartiendo lo que tenemos porque, al final de la jornada, por todo eso habrá
valido la pena haber venido a este mundo.

¡Que tengan una excelente semana!

Referencias

página 2 / 3
No tengas miedo de envejecer
Catholic.net

UAM. (3 de diciembre de 2018). Boletines UAM. Recuperado el 8 de Septiembre de


2019, de Boletines UAM:
http://www.comunicacionsocial.uam.mx/boletinesuam/848-18.html

página 3 / 3

Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)

Вам также может понравиться