Вы находитесь на странице: 1из 2

BIZANCIO

Constantinopla se encontraba en un punto estratégico entre el Mar Negro y el Mar Mármara.


Rodeada de mar, era paso obligado de todos los comerciantes que viajaban por mar o tierra
entre Asia y Europa. Hasta el siglo XII fue una de las ciudades más pobladas del mundo
debido a su gran actividad económica y cultural.

Desde la caída del Imperio Romano de Occidente, los gobernantes bizantinos añoraban los
tiempos en el que se dominaba todo el Mar Mediterráneo, uno de ellos fue el emperador
Justiniano que llegó al trono en el año 527, su principal idea era recuperar los territorios
perdidos, ejerciendo la autoridad política y militar en todo el mundo cristiano.

La etapa de Justiniano fue la de mayor apogeo, pues en el momento de ascensión al trono, el


imperio Bizantino incluía la Península Balcánica, Asia Menor, Siria, Palestina y Egipto. Para
conseguir unificar todos los reinos cristianos se propuso restablecer las fronteras y una vez
asegurada la frontera que estaba siendo amenazada por el expansionismo del Imperio Persa
(saldada en la Batalla de Dara en el año 350) dedicó todo su empeño en conquistar lo que
había sido el Imperio de Occidente.

Con la ayuda de los generales Belisario y Narsés, Justiniano se apoderó de los territorios
vándalos del norte de África, Córcega, Cerdeña y Baleares. Después anexionaron Dalmacia,
hasta que en el año 536 consiguieron entrar en Roma. Pero este sueño tenía un coste, tanto
que dejaron las arcas del Estado debilitadas, cayendo en una profunda crisis económica que
tardarían en superar, la forma en la que Justiniano decidió salir de esta fue cobrando fuertes
impuestos a los ciudadanos, lo que estuvo a punto de costarle el exilio.

Por otro lado, un brote de Peste en el año 534 agravó aún más la situación económica del
imperio, hasta la muerte de Justiniano en el año 565, acabando así uno de los periodos más
importantes del Imperio Bizantino.
ROMANICO

El Románico es un estilo artístico que se desarrolló en gran parte de Europa durante los
siglos XI y XIII. Este estilo artístico es el más representativo del mundo feudal. Dentro del
arte románico, la arquitectura ocupó un lugar fundamental. Las demás artes, como la
escultura o la pintura, se utilizaron esencialmente para decorar o completar los edificios
arquitectónicos. En la arquitectura románica se distinguen tres edificios importantes: iglesias,
monasterios y castillos. Las iglesias románicas solían situarse en el medio rural, porque allí
era donde vivía la mayoría de la población. Eran edificios sencillos la mayoría de las veces,
de aspecto macizo, porque tenían gruesos muros y pocas ventanas. El resultado de esto es
que el interior de las iglesias era oscuro, lo que creaba un ambiente de inquietud y temor entre
los fieles que acudían a las ceremonias religiosas, la mayor parte de las veces humildes
campesinos. Los monasterios eran los edificios donde vivían las comunidades de monjes y
monjas. Eran algunos de ellos verdaderos centros económicos y culturales, pues poseían
extensas propiedades con muchas tierras de cultivo y campesinos a su cargo, además de
poseer bibliotecas y escritorios donde los monjes escribían los manuscritos. Los castillos eran
las viviendas de los señores feudales y fortalezas defensivas. Los edificios románicos tenían
entre sus elementos característicos cuatro, fundamentalmente: - La planta de cruz latina (en
las iglesias) - El arco de medio punto - La bóveda de cañón - El contrafuerte. Aparece en las
fachadas y capiteles de iglesias y monasterios, fundamentalmente. Aunque el tema suele ser
religioso (Jesucristo sentado y bendiciendo o escenas de la Biblia), también hay esculturas y
relieves de animales y seres monstruosos. Las figuras son rígidas, con falta de expresión y en
posición frontal (de frente). En la pintura las figuras carecen de volumen y se encuentran
colocadas de forma paralela y frontal. Los colores son puros (sin mezclar) y planos, se dibuja
con trazo grueso, con contornos negros, cuyo interior se rellena de color. Solían realizarse en
las paredes (frescos) y techos de las iglesias. También se dibujaban miniaturas para ilustrar
los libros. Los temas de las pinturas son de carácter religioso y didáctico. Uno de los temas
más característicos del Románico es el Pantocrátor que representa a Cristo sentado, con una
mano bendiciendo y con la otra sosteniendo las escrituras sagradas.

Вам также может понравиться