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Tiempo Histórico

Los hechos históricos nunca suceden en el vacío, siempre están situados en un tiempo
(cuándo) y un espacio (dónde). A estas coordenadas podríamos añadir una tercera: los
protagonistas o sujetos del hecho (quiénes). Si tratáramos de representar esto en un
esquema podría verse así:

El significado del tiempo en historia es uno de los temas más interesantes de la


disciplina, un problema teórico que ha preocupado a historiadores y filósofos: ¿cómo
perciben el tiempo las distintas sociedades? ¿Pasa rápido o lento, es continuo o se
interrumpe? ¿Cómo es representado? ¿De manera lineal y progresiva o de manera
circular y cíclica? ¿Qué implicaciones tienen cada una de esas representaciones?
Veamos algunos ejemplos sobre esto.

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Ahora bien, el tratamiento que se da al tiempo en el estudio de la historia conjuga dos


formas complementarias: eltiempo cronológico y el tiempo histórico. El primero se
refiere a la medición del tiempo secuencial, es decir, al transcurrir de un momento a
otro: días, meses, años, décadas, siglos, milenios. Esta forma de medición del tiempo
nos permite ubicar los hechos históricos en una fecha precisa (por ejemplo: 13 de agosto
de 1521, caída de México Tenochtitlan).

El tiempo histórico, en cambio, implica distintas nociones y conceptos que sirven para
ubicar y explicar tanto los procesos históricos como el movimiento general de la
historia. Veamos algunos de ellos:

La periodización es una forma de encuadrar los temas que se estudian en un límite de


tiempo específico. Ésta suele expresarse en términos de edades, eras, fases, periodos,
sexenios, etcétera. Algunos ejemplos serían: la Edad Media; la era de la informática; la
primera fase del movimiento obrero en Inglaterra; el periodo de entreguerras o el
sexenio cardenista (periodo presidencial de Lázaro Cárdenas del Río.

Las relaciones temporales se refieren a las conexiones que pueden establecerse entre
dos o más fenómenos históricos (causa-consecuencia-causa); a los procesos de
transformación de una sociedad (cambio); a aquello que permanece a lo largo del
tiempo (continuidad); y a la confluencia y coexistencia de diversos sucesos o procesos
históricos en un mismo tiempo (simultaneidad)

La duración ayuda a establecer la naturaleza y alcance de los procesos y cambios


históricos. La corta duración se refiere a acontecimientos muy puntuales que, a la larga
son observados como parte fundamental de un cambio o ruptura histórica (las mujeres
mexicanas obtienen el derecho constitucional de votar y ser votadas en 1953); la media
duración es el tiempo de una coyuntura, cuyo desarrollo puede medirse en décadas (el
reconocimiento del sufragio femenino en el mundo a inicios del siglo XX); y la larga
duraciónque corresponde a aquellas estructuras sociales que se mantienen por cientos y
cientos de años y que cambian muy lentamente (la condición de desigualdad social de
las mujeres y la lucha por el reconocimiento de sus derechos políticos.
Corta duración

Mujer mexicana votando en 1953

Media duración

Movimiento sufragista en Inglaterra principios del siglo XX

Larga duración

“Vindicación de los Derechos de la Mujer” escrito en 1792 por Mary Wollstonecraft


Espacio Histórico

Los hechos históricos nunca suceden en el vacío, siempre están situados en un


tiempo (cuándo) y un espacio (dónde). A estas coordenadas podríamos añadir
una tercera: los protagonistas o sujetos del hecho (quiénes). Si tratáramos de
representar esto en un esquema podría verse así:

El espacio histórico es la segunda de las tres coordenadas que nos ayudan a


ubicar los hechos históricos. Este concepto también tiene múltiples
significados, todos ellos relevantes al estudio del pasado.

Revisa el fichero para conocer algunas interpretaciones del espacio histórico.

En primer lugar se entiende por espacio histórico a aquellas regiones


particulares, ámbitos geográficos, lugares, países, continentes, etcétera, en
dónde se desarrollan las actividades humanas. Su estudio es fundamental
en las ciencias sociales pues el espacio influye de manera importante en las
actividades cotidianas de los hombres.

Un determinado ambiente ecológico incide en la manera como se


aprovechan los recursos naturales para la supervivencia de los seres
humanos que habitan en él y, por tanto, incide en la organización
económica, política, cultural y social de la comunidad. Por ejemplo, las
sociedades que se establecieron en la Antigüedad en torno al mar
Mediterráneo aprovecharon las ventajas que este mar les ofrecía para la
navegación (por estar prácticamente encerrado por tierras continentales
este mar se halla protegido de fuertes vientos y oleajes, lo que favorece la
navegación). Estas sociedades pudieron expandirse a lo largo de las costas
del sur de Europa, norte de África y parte de Asia, fundar colonias,
conquistar pueblos y territorios, así como establecer intercambios
comerciales y culturales.

Haz clic en la imagen para observar el video acerca del


Mediterráneo:

Por otra parte, el espacio histórico se refiere también a aquellos espacios


cotidianos habitados por los hombres, pues éstos también sufren cambios
con el paso del tiempo. La casa en que vivimos, el barrio o colonia, la
ciudad o el campo, los trayectos de un lugar a otro, las formas de hablar de
cada lugar, se van transformando día a día sin que nos demos cuenta y, sin
embargo, sus modificaciones tienen un impacto en las actividades que
realizamos cotidianamente. Los nuevos trazados urbanos, la aparición de
nuevas formas de transporte, actividades económicas, objetos de uso
doméstico y modas imperantes, entre otras, cambian los espacios y el modo
como interactuamos con ellos.

¿Te has preguntado alguna vez cómo era la casa y el barrio en que
naciste, y cómo es ahora?

En segundo lugar, el espacio histórico suele ser representado figurativa y


mentalmente para ser comprendido y estudiado. En ese sentido, los mapas,
croquis, planisferios, pinturas, etcétera, por un lado nos permiten ubicarnos
en el espacio en que se producen los hechos y procesos históricos, al mismo
tiempo que reflejan la concepción espacial que las distintas sociedades
elaboran sobre su entorno e incluso sobre el mundo.

Veamos algunos ejemplos sobre esto último. Observa la distribución


geográfica de los continentes, la orientación y el tamaño de las regiones
representadas, y los elementos simbólicos que acompañan los mapas. Para
apoyar tu análisis te presentamos una breve descripción de cada mapa.
co con el fin de mejorar el saneamiento urbano a través de la colecta de basura. Muestra la
ospitales, hospicios, columnas, pequeñas plazas, arcos y otros lugares

Mapamundi
Este mapa, creado por Giovanni Leardo en el siglo XV, se considera el mejor
ejemplo de un mapamundi medieval en el hemisferio occidental. El mapa
representa partes del mundo que conocían los europeos a finales de la Edad
Media (Europa, Asia y África) y, como en muchos mapas murales de esta
época, se muestra Jerusalén al centro y el este hacia la parte superior

Mapa del todo el mundo
Este mapa de principios del siglo XVI de Martin Waldseemuller (1470-1521)
contiene una de las primeras apariciones del nombre "América". El mapa es
generalmente conocido como el "Mapa del Almirante", porque en un momento
se creyó que había sido el trabajo de Cristóbal Colón, a menudo denominado
como "el Almirante". Waldseemuller fue un erudito y cartógrafo alemán que
propuso que el Nuevo Mundo se llamara "América". Este mapa se hizo en algún
momento después de 1507

Una representación moderna y bastante
precisa de América (o la cuarta parte del
mundo)
En 1554, Diego Gutiérrez fue nombrado cosmógrafo principal del rey de España
en la Casa de la Contratación. La corona encargó a la Casa la elaboración de un
mapa a gran escala del hemisferio occidental, a menudo llamado la «cuarta
parte del mundo». La finalidad del mapa era reafirmar las demandas españolas
de los territorios del nuevo mundo contra las demandas de sus rivales, Portugal
y Francia. España reclamaba todas las tierras al sur del trópico de Cáncer, que
se muestra de manera destacada. El mapa fue grabado por el famoso grabador
amberino, Hieronymus Cock, que añadió numerosas florituras artísticas,
incluyendo los escudos de armas de los tres poderes rivales, un ondulado río
Amazonas que serpentea por la zona septentrional de América del Sur, sirenas
y monstruos marinos míticos, y un elefante, un rinoceronte y un león en la
costa occidental de África

Una representación moderna del mundo,
hecha por Philippus Eckebrecht
Mapa fechado en 1630 y elaborado por el alemán Philippus Eckebrecht. El mapa
se creó originalmente a instancias del astrónomo Johannes Kepler (1571-1630)
para reflejar su nuevo cálculo de longitud y latitud sobre la base de la
observación planetaria. El diseño del mapa, enmarcado por el águila de dos
cabezas del Sacro Imperio Romano, refleja la manera en que la ciencia del siglo
XVII se utilizaba con fines políticos. El foco del hemisferio central es Europa,
que se ubica sobre el cuerpo del águila, mientras que las alas del águila
abarcan todo el globo terráqueo. El simbolismo imperial se utilizó en los mapas
de la época de los Habsburgo y fue una alusión a las guerras en el oeste con
Francia y en el este con el Imperio otomano

Mapa del Mundo
Este mapa latino del mundo de finales del siglo XVIII, está basado en un mapa
del cartógrafo francés Guillaume de l'Isle (1675-1726). En la época de
publicación de este mapa estaban por explorarse la costa oeste de América del
Norte, el Ártico y la costa oriental de Australia, que se conocía como Nueva
Holanda. El mapa utiliza tinturas de color y bordes para señalar las divisiones
entre los continentes, como demuestran las marcadas fronteras entre Europa,
Asia y África. Además de representar el territorio, el mapa muestra los viajes
de exploración a través de los océanos Pacífico e Índico

Pueblos de muchas naciones
Este mapa japonés, publicado a comienzos del siglo XIX, muestra un
archipiélago enorme que representa a Japón en el centro del mundo. Se
inscriben en recuadros las imágenes y descripciones de pueblos extranjeros, la
distancia de Japón a estas tierras y los distintos climas. Los lugares
mencionados incluyen el «País de los pigmeos», el «País de las mujeres» y el
«País de las personas negras». Abajo a la derecha, se informa que América está
poblada de «personas que son más altas que en nuestro país, blancas y
hermosas… entre más al sur, más grandes son las personas; en el extremo sur
de Sudamérica se encuentra el Chiika-koku(país de las personas altas)»

Mapa del mar
La Carta marina del historiador y geógrafo sueco Olaus Magnus es una de las
primeras representaciones cartográficas precisas de la península escandinava.
Elaborada en Roma en 1539, contiene detalles que faltan en muchos
otros mapas de la región. Está ilustrado con animales y seres mitológicos

Bélgica como un león
En los siglos XVI y XVII, los mapas de los Países Bajos se dibujaban, con
frecuencia, con la forma de un león, conocido por su denominación latina,Leo
Belgicus. El león "belga" solía incluir las 17 provincias conocidas como Holanda
o los Países Bajos, a pesar de que las siete provincias del norte se separaron en
1581 para formar la República Holandesa. Como símbolos de patriotismo
holandés, estos mapas a menudo aparecían en las pinturas holandesas del siglo
XVII, colgando de las paredes en tabernas o residencias privadas. El fabricante
de este mapa fue Jodocus Hondius (1563-1612), un cartógrafo y grabador
flamenco que tuvo una empresa que producía globos terráqueos y los primeros
grandes mapas del mundo. El mapa está orientado con el oeste en la parte
superior. El norte está sobre el lado derecho, la ciudad de Bruselas está en el
hombro izquierdo del león y Ámsterdam cerca de la cresta de la espalda, por
encima de su pie izquierdo

Códice Totomixtlahuaca
Este documento pictográfico indígena es un mapa de la época colonial, del área
cultural Mixteca, Tlapaneca y Nahua, en el actual estado de Guerrero, México.
Se refiere, principalmente, al asentamiento denominado Totomixtlahuaca. Se
afirma que este documento fue escrito en 1584. Se trata de un mapa colonial
indígena que hace abundante uso de las convenciones pictóricas de
Mesoamérica e incluye numerosos textos escritos en náhuatl. El mapa describe
una zona geográfica, enmarcada por diversas ciudades identificadas y
atravesada por dos ríos. Se mencionan diferentes individuos, probablemente
nobles propietarios de tierras. Los dibujos de plantas o animales no son
elementos decorativos: su propósito es describir las características de la tierra
o de las parcelas agrícolas, o son en sí mismos los nombres glíficos de las
personas y lugares. Las cruces se utilizan para designar a las iglesias. Los
nombres de lugares, como Santo Domingo, están en español. El texto principal
se refiere a la reunión del tlatoani, o señor de Xochitonalan, y varios otros
señores en Totomixtlahuacan, para aclarar la propiedad de la tierra en esta
localidad

Culhuacán, México
Este mapa de Culhuacán, en la actual Delegación de Iztapalapa, ciudad de
México, pertenece a la colección Relaciones Geográficas. Las Relaciones
Geográficas datan de los años de 1578 a 1586, y son respuestas a
cuestionarios que inició la corona española en 1577, en los que solicitaba
información acerca de los territorios ocupados por españoles en las Américas.
Los cuestionarios abarcaban temas tales como demografía, administración
política, idiomas que se hablaban, terreno físico y vegetación. Muchos de los
cuestionarios están acompañados por mapas e imágenes. Ambos transmiten
información sobre temas como la economía colonial y la propagación de la
religión europea en Nueva España. Este mapa, con fecha de 17 de enero de
1580, tiene glosas en español

Mapa de la ciudad de México
De fecha 1720, este mapa fue elaborado por el Gobierno de la Ciudad de
México con el fin de mejorar el saneamiento urbano a través de la colecta de
basura. Muestra la parte central de la ciudad, en detalle, incluyendo nombres
de calles, plazas, hospitales, hospicios, columnas, pequeñas plazas, arcos y
otros lugares

Mapamundi
Este mapa, creado por Giovanni Leardo en el siglo XV, se considera el mejor
ejemplo de un mapamundi medieval en el hemisferio occidental. El mapa
representa partes del mundo que conocían los europeos a finales de la Edad
Media (Europa, Asia y África) y, como en muchos mapas murales de esta
época, se muestra Jerusalén al centro y el este hacia la parte superior
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Como puede deducirse de los mapas anteriores, la representación del


espacio está íntimamente ligada a la época que se produjo, pero también
está relacionada con concepciones políticas. Para comprender mejor esto te
presentamos un pequeño fragmento del libro El Imperio, escrito en 1993
por el reconocido periodista y corresponsal de guerra Ryszard
Kapuscinski:

“En el mundo se imprimen dos mapas del globo terreste. Uno es el


distribuido por The National Geographic (EEUU), y en él, en medio, en el
lugar central, se ve al continente americano rodeado por dos oceános: el
Atlántico y el Pacífico. La antigua Unión Soviética aparece cortada en dos y
colocada discretamente en los extremos del mapa para que no asuste con
su inmensidad a los niños americanos. Es del todo diferente el mapa que
imprime el Instituto Geográfico de Moscú. En él, en medio, en el lugar
central, está situada la antigua Unión Soviética, que aparece tan enorme
que nos aplasta con su grandeza, y América está cortada en dos y colocada
discretamente en los extremos del mapa, para que el niño ruso no pensara
para sí: ¡Santo Cielo! ¡Qué grande es América! De esta manera, dos mapas
forman, desde hace generaciones, dos visiones diferentes del mundo.”

Kapuscinski, R. (2007). El Imperio. Barcelona: Anagrama. 179.

Ejemplos similares de las proyecciones que menciona Kapuscinski:

Los Estados Unidos como centro del mundo

La Unión Soviética como centro del mundo


Caricatura del mundo bipolar

Del texto anterior podemos concluir que la representación del espacio suele
estar asociada con los procesos histórico-políticos. Durante
aproximadamente cincuenta años, Estados Unidos de América y la ex Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas estuvieron en conflicto (a ese periodo
se le conoce como Guerra Fría). Por ello, el planisferio que cada uno
utilizaba, más que correcto o incorrecto, buscaba mostrar la centralidad y la
extensión de sus propios territorios. Dicho de otro modo, la manera como
se representaba el espacio era otra forma como se expresaba la guerra
entre estos dos países.

Por último, es necesario comprender que las interpretaciones históricas


construyen espacios asociados con los procesos de cambio y de continuidad,
tanto en lo que se refiere a los aspectos culturales, como a los económicos,
políticos y sociales.

Por ejemplo, los historiadores suelen usar una serie de categorías y


conceptos para referirse a ciertas áreas culturales, es decir espacios donde se
desarrollaron sociedades que compartieron ciertos elementos culturales y de
desarrollo económico: tal es el caso de:

1. Los conceptos de Mesoamérica, Aridoamérica y región Andina, por


mencionar algunas de las categorías que se aplican al continente
americano, particularmente en el periodo precolombino.
2. Los conceptos de Oriente-Occidente y Norte-Sur, si bien se refieren a
puntos cardinales y de referencia con respecto a un determinado lugar de
partida, suelen estar cargados de significados históricos y políticos, al
menos en lo que se refiere a las relaciones geopolíticas y de dominación
entre los países.

Como señala el historiador Henri Lefebvre:


“el espacio es un producto histórico en el sentido clásico del
término […] el espacio ha sido conformado o moldeado a
través de elementos históricos y naturales, pero éste ha sido
un proceso político.”

Sujeto Histórico
Los hechos históricos nunca suceden en el vacío, siempre están situados en un
tiempo (cuándo) y un espacio (dónde). A estas coordenadas podríamos añadir
una tercera: los protagonistas o sujetos del hecho (quiénes). Si tratáramos de
representar esto en un esquema podría verse así:

El sujeto histórico es la tercera coordenada de la historia. Es una coordenada


muy importante pues no hay historia que no haya sido protagonizada por seres
humanos y que no haya influido en ellos. En este sentido la noción de sujeto
histórico define dos aspectos diferentes, pero complementarios, de la relación
que los seres humanos tienen con la historia.

1. En primer lugar, por “sujeto histórico” se entiende a los


protagonistas de la historia, al quién o al quiénes hacen la historia.
En principio, podríamos decir que la historia la hacen todos los seres
humanos en su acontecer cotidiano. Sin embargo, también debemos
considerar que existe una dimensión teórica e interpretativa en el
modo como se concibe al “sujeto histórico”. Así, la respuesta que se
da a la pregunta sobre quién o quiénes hacen la historia suele variar
dependiendo del proceso histórico que se estudie, así como del punto
de vista que adopta cada historiador.

Manifestación de Antonio Berni

Por ejemplo, desde una perspectiva tradicional, como la


del positivismo, la historia la hacen las grandes personalidades
(líderes, héroes, caudillos, reyes, etcétera), o bien las minorías
“selectas”, aquellas que se consideran con capacidades especiales
para influir en la marcha de los acontecimientos.

Esta visión tradicional, centrada en los individuos y en las élites,


contrasta con la del materialismo histórico y otras corrientes
historiográficas influidas por el pensamiento marxista (como
la Escuela de los Annales). Éstas incorporan a los protagonistas
colectivos de la historia, considerando que son los grupos sociales y
el “pueblo” en su totalidad quienes, en su quehacer cotidiano, su
trabajo y su participación en los distintos aspectos de la vida social,
hacen la historia. Asimismo, dichas perspectivas también llegan a
contemplar a las instituciones, como la Iglesia y el Estado, dentro de
la categoría de “sujetos históricos”.

2. En segundo lugar, la noción de sujeto histórico se refiere a quienes


reciben la historia. En ese sentido, todos somos sujetos históricos
porque la historia incide en las sociedades del presente y, por ser
miembros de esas sociedades, la historia nos determina de muchas
maneras: heredamos problemas que vienen del pasado, formas de
pensamiento, desarrollos científicos y tecnológicos, rasgos culturales,
tradiciones y costumbres, así como formas de organización política,
económica y social que definen nuestra identidad y nuestra vida en
comunidad.

Actuamos y vivimos en la historia porque somos depositarios del


pasado, pero también hacemos historiaporque somos agentes activos
de nuestro tiempo e incidimos en nuestro entorno.
Piensa un momento: ¿Qué cosas haces hoy que pudieran tener un
impacto positivo en el futuro? Y ¿Un impacto negativo? Nuestros
actos, por más pequeños que sean, pueden influir en las siguientes
generaciones. Si tomamos conciencia de ello y asumimos nuestra
responsabilidad como sujetos históricos, estaríamos contribuyendo a
la construcción de un mejor futuro.

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