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CAPÍTULO III LA SOCIEDAD EN COMANDITA

La ley chilena contempla dos clases de sociedades en comandita: la simple y la


comandita por acciones (art. 471 del C. de C.). Ambas, sin embargo, coinciden en un
elemento común que las caracteriza y distingue precisamente de las restantes sociedades
personalistas, pues sus socios no detentan una misma calidad ni se rigen por un mismo
estatuto jurídico. En la comandita, en efecto, existen dos clases de socios: los
comanditarios, "que prometen llevar a la caja social un determinado aporte" (art. 470
del C. de C.) y que por regla general se obligan "solamente hasta concurrencia de sus
aportes" (art. 2061 inc. 2º del C.C.); y los gestores o comanditados, que siguen el
estatuto jurídico del socio colectivo y que se obligan "a administrar exclusivamente la
sociedad por sí o sus delegados y en su nombre particular" (art. 470 del C. de C.).

La sociedad en comandita simple se encuentra regulada en el párrafo 10º, del Título


VII del Libro II del C. de C., y se le aplican supletoriamente las normas de la sociedad
colectiva (art. 474 del C. de C.), lo que precisamente ha llevado a una parte de la
doctrina a considerarla como un subtipo de la colectiva 391. La comandita por acciones,
a su vez, está regulada en el Párrafo 11º del mismo Título y Libro y a ella se le aplican,
supletoriamente las normas de la comandita simple (art. 491 del C. de C.). Es
precisamente esta estructura de remisiones supletorias lo que justifica que la comandita
simple esté regulada a continuación de las colectivas, y que las comanditas por acciones
lo estén inmediatamente después de l as simples, cuestión que por lo demás es común a
la mayoría de las codificaciones comparadas.

1. SOCIEDAD EN COMANDITA SIMPLE

La comandita simple tiene un origen medieval y es un derivado, concretamente, de la


figura de la commenda o accomanda del derecho marítimo, consistente en la asociación
de un comerciante o tractator que actuaba en nombre propio, y un capitalista o
commendator , que le proporcionaba dinero o mercancías para poder emprender un
negocio. No era propiamente una sociedad ya que carecía de un capital o fondo propio,
toda vez que la persona que entregaba esos bienes o dinero continuaba siendo su
propietaria.

Como explica Galgano 392, la función económica de la encomienda se remonta a los


albores del capitalismo, donde la riqueza radicaba en las clases aristocráticas o en el
clero. Para la primera, sin embargo, resultaba altamente deshonroso dedicarse a los
menesteres del comercio, mientras que al segundo le estaba prohibido comerciar. Por
ello, el contrato de encomienda les permitía a unos y otros utilizar sus riquezas en
actividades comerciales y a través de comerciantes, sin necesidad de verse directamente
involucrados en la actividad. Se trataba, en síntesis, de una especie de arrendamiento de
obra o un préstamo con participación en las ganancias, similar a la figura de la
asociación de cuentas en participación, que conserva hasta hoy la esencia de la antigua
commenda (del latín commendare, lo que puede traducirse como "encomienda"). La
sociedad en comandita, en cambio, sólo ha conservado el nombre de su ancestro.

En este esquema, la sociedad en comandita aparece cuando la asociación entre las


personas que participan en el contrato, comerciantes o no (a diferencia de la colectiva
comercial) se da a conocer a terceros bajo la forma de una tercera persona jurídica —
una sociedad—, encontrándose aquí precisamente la raíz directa y la justificación de
este tipo societario. Se evitaba así, en efecto, que los aportes del socio capitalista
quedaran expuestos a la acción de los acreedores personales del comerciante-gestor,
pues tales bienes no entraban ya al patrimonio del comerciante, sino que quedaban al
amparo del mismo estatuto jurídico de la sociedad colectiva, con patrimonio autónomo.
Es precisamente lo que señala el art. 472 del C. de C., en cuanto a que " La comandita
simple se forma por la reunión de un fondo suministrado en su totalidad por uno o más
socios comanditarios, o por éstos y los socios gestores a la vez". En cambio, cuando
esta existencia de colaboración no es conocida por los terceros se produce la "sociedad
oculta", que es la asociación de participación en cuentas. También se relaciona la
génesis de la sociedad en comandita con la colectiva, de la cual sería una fórmula
evolutiva, a la que se llega por la necesidad de ofrecer a los socios de segunda
generación — v. gr. los herederos de los colectivos— una posición de riesgo limitado.

1.1. Formalidades

En lo que concierne a su constitución, modificación y disolución, y tal como ocurre


con la colectiva y la SRL, la comandita simple puede acogerse tanto al régimen general
como al sistema simplificado de la Ley Nº 20.659.

En cuanto al primero, el art. 474 del C. de C. señala que la comandita simple se


constituye "como la sociedad colectiva" , por lo que nos remitimos a lo dicho en la
Segunda Parte, Capítulo I. El nombre de los socios comanditarios, con todo, no debe
figurar en el extracto de que habla el artículo 354 del C. de C., lo que encuentra su
justificación en la prohibición de incluir el nombre del mismo socio en la razón social,
según se verá más adelante (art. 475 del C. de C.). Con todo, la ley no señala cuál es la
sanción que debe aplicarse para el caso que se infrinja la prohibición del art. 475, recién
mencionado. Desde luego, y tratándose de la infracción de una norma imperativa, la
sanción debe ser necesariamente la nulidad absoluta del contrato de sociedad. No parece
pertinente aplicar analógicamente las sancio nes establecidas en los artículos 477 y 485
( vid. infra, 1.4), pues éstas, si bien se refieren a situaciones similares, están establecidas
para esos caso s en particular y deben aplicarse, por ende, con un criterio restrictivo 393.

Tratándose del sistema simplificado, el art. 2º Nº 7 de la Ley Nº 20.659 contempla


expresamente a la comandita simple de giro comercial —no civil en este caso— entre
aquellas personas jurídicas que pueden acogerse a este mecanismo.

1.2. Los socios

La comandita simple, cercana como se dijo a la colectiva, se distingue no obstante de


esta última por el estatuto jurídico diferenciado aplicable a los socios. Bajo esta
estructura, se pretende satisfacer básicamente dos intereses en juego, esto es, el de los
socios gestores, consistente en obtener un capital para negocio, sin tener que compartir
la gestión social con el capitalista; y precisamente el del capitalista o comanditario, que
persigue participar en los beneficios de una empresa sin las complicaciones de la
gestión personal ni los peligros de la responsabilidad ilimitada 394.

A) Socio gestor

Tiene básicamente los mismos derechos y obligaciones del socio colectivo,


responsable por lo mismo de las obligaciones sociales de forma indefinida y solidaria
(art. 483 del C. de C.). En este sentido, el art. 489 del C.C. identifica incluso al socio
gestor con el socio colectivo.

En las sociedades en comanditas, el socio gestor —como cualquier otro socio— está
obligado a efectuar un aporte a la sociedad, que en este caso será su trabajo o industria
y, más concretamente, la administración y gerencia de la sociedad. Por lo mismo, y a
diferencia de lo que ocurre con las relaciones jurídicas derivadas de una relación
laboral, la retribución por ese trabajo del socio gestor no está garantizada, pues, por el
contrario, dependerá del resultado de su gestión y de las utilidades que ella le genere a
la sociedad, por lo que no existe aquí un contrato de trabajo entre la sociedad y el
gestor, ni entre éste y los comanditarios. Como señala Fernández, además, tampoco
puede sostenerse que existe ajenidad, en la medida que se produciría una transferencia
de los frutos desde el socio gestor hacia la sociedad como empresa, como algo ajeno a la
mecánica del contrato de trabajo, "pues si bien es cierto que los resultados de su trabajo
ingresan en el patrimonio de la sociedad en comandita, la participación en las ganancias
sociales por el socio gestor no es una remuneración garantizada, sino que tiene como
causa el propio contrato de sociedad" 395.

Por lo anterior, nos parece que el trabajo o industria del socio gestor no puede ser
considerado como elemento de una relación laboral, pues constituye precisamente su
aportación al fondo. Habrá contrato de trabajo, en fin, "cuando existe un intercambio de
servicios personales por remuneración sin importar si a través de los mismos se
obtienen o no utilidades para el empleador. Si alguna duda queda sobre la inexistencia
del trabajo dependiente del socio gestor, ella queda disipada con la circunstancia que no
concurre la subordinación jurídica propia del contrato de trabajo, toda vez que [los
gestores] son quienes administran a la sociedad en comandita, representándola en los
negocios sociales" 396. La jurisprudencia administrativa, tanto de la Superintendencia de
Seguridad Social 397como de la Dirección del Trabajo 398, han rechazado la existencia
del contrato de trabajo cuando los servicios del socio son prestados en el marco del
contrato de sociedad pues constituyen, precisamente, su aporte al fondo social.

Distinto es el caso del socio comanditario, pues, al igual que los socios capitalistas en
las sociedades colectivas, parece perfectamente posible que exista un contrato de trabajo
entre aquél y la sociedad, no obstante su calidad de tal socio. Así lo ha señalado la
jurisprudencia:

"2. Que, conforme lo dispone el artículo 2053 inc. 2º del Código Civil, la sociedad
forma una persona jurídica, distinta de los socios individualmente considerados, por
lo que cabe desestimar la alegación precedentemente aludida, teniendo además en
consideración que el argumento ahí planteado tiene por objeto permitir en un caso
dado, determinar si entre dos o más personas existe un contrato de trabajo o una
sociedad, para lo cual se atiende, entre otros factores, precisamente a la existencia o
no de un vínculo de dependencia entre ellas; ese criterio no es aplicable a situaciones
como la de autos, en que la controversia se suscita entre un socio y una sociedad de
la cual forma parte.

De este modo, es perfectamente posible que quien detenta la calidad de miembro de


alguna sociedad y como consecuencia de ello está afecto a los derechos y
obligaciones emanados del pacto social, a su vez puede ser contratado por esa
persona jurídica en calidad de trabajador de la misma, a fin de que lleve a cabo
labores diferentes de aquellas a las cuales se encuentra obligado en su calidad de soc
io y por las cuales perciba un ingreso aparte" 399.

B) Socio comanditario

No responde por las obligaciones sociales, salvo en los casos que analizaremos a
continuación. Así lo señala el art. 480 del C. de C., que si bien se remite al art. 456 del
C. de C., hoy derogado, le aplica al socio comanditario el mismo estatuto de
responsabilidad limitada del accionista de una sociedad anónima.

Como contrapartida a esta limitación de responsabilidad, el socio comanditario es por


esencia un socio capitalista y, como tal, no puede intervenir en la administración de la
sociedad. Puede, no obstante, participar en las reuniones o asambleas de socios, pero
con derecho a voz (arts. 484 y 481 del C. de C., respectivamente).

Nada se dice sobre la posibilidad de que este socio sea liquidador de la sociedad
disuelta, lo que nos parece perfectamente posible. Como se explicó al tratar sobre la
función del liquidador de la sociedad colectiva, éste no actúa como administrador de la
sociedad, de manera que el comanditario no sólo podrá participar en la designación de
dicho liquidador, si fuere el caso, sino que además podrá serlo personalmente.

El comanditario tampoco puede permitir que su nombre figure en la razón social (art.
475 del C. de C.).

1.3. Razón social

Se refiere a ella el art. 476 inc. 1º del C. de C., según el cual "La sociedad en
comandita es regida bajo una razón social, que debe comprender necesariamente el
nombre del socio gestor si fuere uno solo, o el nombre de uno o más de los gestores si
fueren muchos". El nombre de un socio comanditario —agrega el inc. 2º— "no puede
ser incluido en la razón social", pues de lo contrario la responsabilidad de ese socio será
la misma que la del gestor, según se verá a continuación.

1.4. Administración y responsabilidad de los socios

Como se dijo antes, en las sociedades en comandita la responsabilidad de los socios


por las obligaciones sociales alcanza sólo a los socios gestores, uno o más, mientras que
los comanditarios tienen una responsabilidad limitada únicamente al monto de sus
aportes, que en todo caso —y por lo mismo— no podrán consistir en su capacidad,
crédito o industria personal (art. 478 del C. de C.). A diferencia de la SRL, con todo,
estos últimos socios no pueden intervenir en la administración de la sociedad (art. 484
del C. de C.) ni pueden permitir o tolerar que su nombre figure en la razón social (art.
476 inc. 2º y art. 477 del C. de C.), circunstancia que se traduce en una total pérdida de
control por parte de dichos socios y, por ende, en un factor que explica precisamente,
junto con la libertad que existe actualmente para constituir sociedades anónimas y
sociedades por acciones, el uso poco frecuente de este tipo societario en la práctica de
los negocios.

Esta prohibición de intervenir en la administración, al igual que la de incluir el


nombre del comanditario en la razón social, se explica por la limitación de
responsabilidad del socio comanditario, factor que podría inducirle a realizar
operaciones excesivamente riesgosas en desmedro del interés social. A ello se suma la
necesidad d e proteger también el interés de los terceros de buena fe, evitando que éstos
puedan creer ilimitadamente responsable al socio que contrata en nombre de la sociedad
400
.

Asimismo, según Uría 401la prohibición debe interpretarse en un sentido amplio, esto
es, como comprensiva de los actos de gestión interna y los de representación o gestión
social externa, de manera que el comanditario no puede aprobar ni desaprobar las
operaciones sociales, ni realizar acto alguno en nombre de la sociedad. Coincidimos sin
embargo con Ponsa Gil 402, quien sostiene que la prohibición debe limitarse a realizar
tareas relacionadas con la vida externa de la sociedad y no a cargos internos, como
cajero, tenedor de libros, jefe de personal, de talleres, escribientes, etc., pues allí no cabe
engaño al público. Asimismo, y como apunta Girón 403, dicho impedimento no alcanza a
lo que se podría denominar como el "ámbito constitucional" o estructural de la sociedad
—v. gr. fusiones, escisiones, transformación, nombramiento y remoción de factores
mercantiles, etc.—, pues en tales casos el socio comanditario tiene pleno derecho a
participar como cotitular del negocio común, mirado como una relación jurídica unitaria
para todos sus miembros.

Sin perjuicio de lo anterior, cualquier acto de administración del socio comanditario


se traduce en que éste pierde la condición de tal, respondiendo solidariamente con los
gestores por las obligaciones sociales, " sean anteriores o posteriores a la
contravención" (art. 485 del C. de C.). Similar es la sanción para el caso en que el
comanditario permita o tolere la inserción de su nombre en la razón social, en cuyo caso
responderá de la misma forma en que lo hacen los gestores (art. 477 del C. de C.). Con
todo, el art. 486 del C.C. le reserva en estos casos al socio comanditario, que hubiere
pagado determinadas obligaciones de la sociedad, el derecho a "exigir de los socios
gestores la restitución de la cantidad excedente a la de su aporte". Por contrapartida,
los gestores no podrán reclamarle al comanditario "indemnización alguna por el mero
hecho de la contravención".

1.5. Cesibilidad de los derechos sociales

Otra diferencia que presenta la comandita simple, respecto de la colectiva comercial,


es que en la primera el socio capitalista se encuentra facultado para ceder libremente su
participa ción a terceros, sin necesidad de autorización o consentimiento previo de los
restantes socios. Sin embargo, el art. 482 del C. de C. aclara que esa cesión de derechos
no incluye "la facultad de examinar los libros y papeles de la sociedad, mientras ésta
no haya dado punto a sus operaciones" , pues para ello sí que se requerirá del señalado
consentimiento y de la consiguiente reforma estatutaria.

2. SOCIEDAD EN COMANDITA POR ACCIONES


La sociedad en comandita por acciones —CPA— fue desconocida para el C. de C.
francés de 1807404 y apareció en ese país sólo a partir de una ley de 17 de julio de 1856,
reformada por la de 24 de julio de 1867, para permitir la reunión de grandes y pequeños
capitales sin las trabas que implicaba la constitución de una sociedad anónima, sujetas
aún al régimen de concesión estatal previa. Fue precisamente esta legislación la que el
codificador Ocampo tomó como modelo, según queda de manifiesto en la historia del
establecimiento del C. de C. chileno de 1865405 .

No se trata, por ende, de una sociedad de capital como sostiene alguna doctrina 406,
sino de un subtipo intermedio entre la comandita simple y la sociedad anónima; o como
dice Ripert 407, es "una forma bastarda que sólo se explica históricamente", pues para los
comanditarios la sociedad es de capitales, mientras que los gestores siguen el régimen
de los socios colectivos.

Por una parte, en efecto, se mantiene la estructura básica de la comandita simple en


dos aspectos principales, esto es: (a) la existencia de dos tipos de socios, los gestores
(llamados a asumir de forma exclusiva la administración societaria) y los comanditarios
(que sólo aportan capital y que responden limitadamente); y (b) la imposibilidad de
remover libremente a los administradores, lo que apunta precisamente a dar mayor
estabilidad a la administración. Por otro lado, sin embargo, la finalidad económica antes
mencionada le imprime a la comandita por acciones claros rasgos capitalistas, lo que se
hace especialmente notorio en la conformación de su capital. Al tenor del art. 473 del C.
de C., en efecto, éste está conformado por acciones que además son esencialmente
negociables (art. 495 del C. de C.), las que durante la vigencia de la sociedad pueden ser
adquiridas incluso por los socios gestores, al no existir prohibición alguna en tal sentido.
Sobre esto volveremos al tratar sobre los aportes.

2.1. Legislación aplicable

Como se adelantó supra, la sociedad comandita por acciones se encuentra regulada en


el párrafo 11º, del Título VII, del Libro II del Código de Comercio, artículos 491 a 506.
Según el artículo 491 del mismo Código, además, las reglas del párrafo 10º del mismo
Libro y Título, sobre comanditas simples, son aplicables subsidiariamente. Según el art.
474 del señalado Código, a su vez, también le son aplicables las normas de la sociedad
colectiva comercial. Por último, y por aplicación del art. 2º del Código de Comercio, a
falta de disposiciones especiales deberá aplicarse el Código Civil.

2.2. Constitución

La comandita por acciones admite también un régimen general y un sistema


simplificado de constitución, modificación y disolución.

En cuanto al régimen general, esta sociedad se rige —como ya se dijo— por las
normas de la comandita simple, en lo que no estén en contradicción con las
contempladas en el Libro II, Título VII, párrafo 11º. En consecuencia, se aplican aquí
las mismas normas ya vistas y las siguientes reglas particulares y copulativas, referidas
concretamente al capital:

a) La sociedad quedará definitivamente constituida " una vez suscrito todo el capital "
(art. 493 inc. 1º del C. de C.).
b) Cada accionista debe pagar "al menos la cuarta parte del importe de sus acciones"
, lo que deberá ser certificado por el gerente de la sociedad mediante escritura pública
(art. 493 inc. 2º del C. de C.). Esta regla, como es evidente, constituye una notoria
diferencia respecto de la sociedad colectiva y la comandita simple, pues, según ya se
explicó, en éstas basta con que el aporte sea estipulado en la escritura pública de
constitución, sin necesidad de su pago o entero parcial inmediato como en este caso.

c) Los aportes no dinerarios deberán sea avaluados y el importe resultante tendrá que
ser aprobado además por la asamblea general; "y mientras no haya prestado su
aprobación en una reunión ulterior, la sociedad no quedará definitivamente
constituida". Lo mismo se aplicará cuando en el estatuto social se estipulare a favor de
un socio alguna ventaja particular (art. 496 inc. 1º del C. de C.).

De lo señalado se desprende que, a diferencia de lo que ocurre con la sociedad


colectiva y la comandita simple, en el caso de la CPA la constitución no se verifica
mediante la suscripción de la escritura respectiva por todos los socios. Por el contrario,
y como observa Varela, "en la sociedad en comandita por acciones, que se forma por
etapas, como ya se advirtió, a la escritura constitutiva sólo comparecen los socios
gestores y no comparecen los socios accionistas o comanditarios. Es esta una solución
que aparentemente sorprende, pero sobre cuya realidad no cabe dudar porque la impone
expresamente el artículo 473 del Código de Comercio a cuyo tenor el capital de la
sociedad en comandita por acciones es suministrado "por socios cuyo nombre no figura
en la escritura social (...). Ahora bien, esto admitido, el acto de fundación de una
sociedad en comandita por acciones, otorgado por el único socio gestor que va a
participar en ella, no cumple todavía las exigencias del esquema contractual y por tanto
no es sino que un negocio en formación que se encuentra en su primer momento. A él
sigue la etapa de vocación de los capitalistas a quienes se invita a suscribir acciones.
Solamente cuando éstos han acudido al llamado y se encuentra totalmente suscrito el
capital y pagada la cuarta parte al meno s del valor de cada acción, el socio o los socios
fundadores y gestores completarán el acto mediante la declaración prevista por el
artículo 493 del Código de Comercio" 408.

En cuanto al régimen simplificado, el art. 2º Nº 8 de la Ley Nº 20.659 contempla


expresamente a la comandita por acciones de giro comercial, por lo que sus normas —
que se analizarán en la Tercera Parte— le son plenamente aplicables.

2.3. Aportes según la naturaleza de los socios

En conformidad al art. 473 del C. de C., " La comandita por acciones se constituye
por la reunión de un capital dividido en acciones o cupones de acción y suministrado
por socios cuyo nombre no figura en la escritura social".

Esta norma, tomada del derecho francés, plantea de entrada un problema de difícil
solución, pues según su texto expreso el capital de la comandita por acciones está
conformado por acciones suscritas y pagadas por socios cuyo nombre no puede figurar
en la escritura social . O sea, a diferencia del sistema español, en donde todos los socios
— incluidos los gestores— deben ser accionistas (art. 151 derogado del C. de C.
español, actual art. 1.4 de la Ley de Sociedades de Capital 409), para el Código chileno el
gestor no podría aportar capital (o al menos no en el acto constitutivo), pues es de la
esencia de este subtipo societario que su nombre figure precisamente en la escritura
social y, más concretamente, en la razón social (art. 476, aplicable según el art. 491). Si
es así: ¿Qué aporta entonces el socio gestor, al constituirse la sociedad? ¿Será acaso su
industria? Y si es esta última, ¿tiene que valorarse ex art. 496? Y por último, ¿cómo se
reparten los dividendos en el caso del gestor?

Pues bien, para responder estas preguntas resulta indispensable volver sobre el origen
histórico de la regulación chilena y concretamente del art. 473 del C. de C., tomado
como se dijo de la leg islación francesa ya mencionada. Por lo mismo, y como señala
también Ripert410 , en este modelo el socio comanditado debe aportar necesariamente su
industria , lo que por lo demás ocurre con frecuencia (dentro de la escasez de
sociedades de este tipo, claro está). Ese aporte de trabajo o industria, como sucede
también en las colectivas y comanditas simples como ya se dijo, no entra en el capital
social y se remunera mediante una parte de los beneficios o dividendos, que se fija en el
estatuto, la que a nuestro juicio debe ser determinada en los términos y con los quórums
que señala el art. 496 del C. de C., de manera que mientras ello no ocurra "la sociedad
no quedará definitivamente constituida" 411.

Sin perjuicio de lo anterior, y como se dijo antes, nada impide que durante la vigencia
de la sociedad el comanditado o gestor pueda adquirir también acciones emitidas por la
sociedad, adquiriendo así la calidad sobrevenida de accionista y, por ende, "los mismos
derechos que los demás accionistas, pudiendo votar en la asamblea general"412 .

En síntesis, en la CPA existen dos tipos de socios, dos modalidades de aportes y dos
clases de capital: el que aportan los comanditarios, libremente cedible como se dijo; y el
que aportan los gestores, que tratándose del trabajo o industria sólo puede cederse con el
consentimiento de los restantes socios gestores —si los hay—, y con el acuerdo
favorable de la mayoría de socios comanditarios que fije el estatuto.

2.4. Administración

El régimen de administración de la comandita por acciones es, acaso, una de las


principales ventajas que podrían observarse aun en relación con la sociedad anónima,
pues a diferencia de esta última, aquélla permite mantener cierta estabilidad en los
cargos de administración. No ocurre lo mismo respecto de la Sociedad por Acciones,
que a nuestro juicio terminará por desplazar por completo a la CPA.

Los socios colectivos o gestores, en efecto, no pueden ser removidos por los
accionistas o socios comanditarios, ni siquiera por unanimidad, mientras que en la
sociedad anónima los directores pueden ser cambiados en cualquier momento por la
Junta de Accionistas. Asimismo, y como apunta Brunetti 413, esta estabilidad
administrativa que ofrece la comandita por acciones permite aprovechar también el
crédito personal de los administradores, para sumarlo a la utilización del crédito real
derivado de la mayor dimensión de la aportación capitalista.

Esta administración, en efecto, se encomienda a socios colectivos que la ley llama


gestores , los que responderán personalmente de las deudas sociales tal como lo hacen
en la comandita simple. En cuanto a las modalidades organizativas de la administración,
el C. de C. es especialmente parco, por lo que rigen en esta parte las normas de la
comandita simple y, por extensión, las de la colectiva 414.
Por último, una parte de la doctrina comparada ha considerado inadmisible que el
gestor de una CPA sea a su vez una sociedad anónima o una sociedad de
responsabilidad limitada. Según Gay de Montellá 415, aceptar esta posibilidad implicaría
una "mistificación del carácter jurídico de la parte de capital colectivo de una
comanditaria de naturaleza física y personal inconfundible, como lo demuestra la
obligatoriedad de los nombres de las personas físicas colectivas en la razón social". En
el derecho chileno, sin embargo, esta afirmación no resulta correcta:

a) Primero, porque no existe norma alguna que limite en este sentido el giro de una
SA o de una SRL.

b) Luego, porque no se observa tampoco en estos casos una forma de eludir la


responsabilidad indefinida y solidaria d e los gestores, a que se refiere el art. 483 del C.
de C., ya que ambas sociedades —SA y SRL— responderán también con todos sus
bienes y en forma solidaria por las obligaciones sociales.

2.5. Estatuto jurídico


aplicable al socio comanditario

Se han planteado dudas en cuanto a la posibilidad de aplicar a los socios


comanditarios el mismo estatuto de los accionistas de una S.A., considerando que es en
este entorno precisamente en donde la CPA manifiesta con mayor énfasis su vertiente
capitalista.

Para aclarar este punto, resulta de interés citar una sentencia de la Corte Suprema en
donde, sin llegar a pronunciarse sobre el punto en particular, se hace una completa
relación de la doctrina nacional que se ha pronunciado sobre el mismo.

Esa doctrina, con algunos matices menores, descarta por completo la posibilidad de
aplicar aquí la normativa de la S.A., conclusión que compartimos plenamente dada la
naturaleza especial de la CPA y la normativa que la rige, ya mencionada:

" SEXTO : Que tal no es un punto pacífico en la doctrina nacional donde se discrepa si
se aplica supletoriamente al socio comanditario de la sociedad en comandita por
acciones el estatuto jurídico contenido en la Ley Nº 18.046, sobre sociedades
anónimas. En efecto, Juan Esteban Puga V., en su obra 'La sociedad anónima y otras
sociedades por acciones en el derecho chileno y comparado', Ed. Jurídica de Chile,
1ª Ed., 2011, pág. 742, señala: 'Así, respecto de estas sociedades en nada se aplican
las normas de la Ley de Sociedades Anónimas', en lo que concuerdan, aunque con
menor énfasis, otros autores nacionales como Carlos Alberto Villegas ('Tratado de la
Sociedades', Ed. Jurídica de Chile, 1ª Ed., 1996, pág. 253), Luis Morand Valdivieso
('Sociedades', Ed. Jurídica de Chile, 1ª Ed., 1994, pág. 58), Ángel Fernández
Villamayor, ('El régimen legal de la sociedad anónima en Chile', Ed. Jurídica de
Chile, 2ª Ed., 1977, pág. 13) y Ricardo Sandoval López ('Derecho Comercial,
sociedades de personas y de capital', Ed. Jurídica de Chile, 7ª Ed., 1977, tomo I,
volumen 2, pág. 83), quienes sí coinciden que la sociedad en comandita es un tipo
intermedio de sociedad entre las colectivas y las anónimas. En igual sentido se
pronuncia Julio Olavarría Ávila, cuando señala que 'Estas sociedades constituyen
una transición entre las sociedades de personas y de capitales participando de las
características de amba s '. ( ' Manual de Derecho Comercia l ', Ed. Jurídica de
Chile, pág. 110).

Por su parte, refiriéndose a las diferencias que presenta la sociedad en comandita


simple con la sociedad en comandita por acciones, el reputado autor nacional Álvaro
Puelma Accorsi señala, en un artículo publicado en la Revista de Derecho y
Jurisprudencia, 'que el capital de los comanditarios está dividido en acciones que
pueden cederse libremente sin necesidad de reforma del pacto social ni del
consentimiento de los demás socios', y citando a Ripert y Ascarelli aclara 'que para
los comanditarios la sociedad es de capitales y los comanditarios o gestores se
encuentran en la situación de socios colectivos. Así también lo establece el artículo
489 del Código de Comercio', concluye (RDJ, T. LVIII, primera parte, pág. 90). (En
igual sentido, véase Álvaro Puelma Accorsi, 'Sociedades', Ed. Jurídica de Chile, 1ª
Ed., 1996, tomo I, pág. 207)"416 .

2.6. Órganos sociales

Dos son principalmente los órganos que la ley contempla para esta sociedad,
encargados básicamente del gobierno de la sociedad y de la fiscalización de su
administración, reservada como se dijo a los gestores. Se trata, en concreto, de la
Asamblea General de Accionistas y de la Junta de Vigilancia.

2.6.1. Asamblea General de Accionistas

Nuevamente, la ley es muy parca en cuanto a la regulación y funcionamiento de la


Asamblea, limitándose apenas a mencionarla en el art. 496. La omisión genera un
problema adicional, por cuanto no resultan aplicables en este caso las normas de la
comandita simple ni, por ende, las de la colectiva. Por lo anterior, los socios fundadores
deberán tener especial cuidado en regular con el mayor detalle el funcionamiento de
esta Asamblea, cuya función y atribuciones se extenderán además a todo aquello que no
sea propio de la administración que le corresponde a los gestores, ni de la fiscalización
reservada a la Junta de Vigilancia. Como función especial, le corresponde designar a los
apoderados que representarán en juicio a los accionistas que sostuvieren colectivamente
un juicio contra los gerentes o los miembros de la Junta de Vigilancia (art. 506 del C. de
C.).

2.6.2. La Junta de Vigilancia

La comandita por acciones no tiene más control que el que se ejerce a través de la
denominada "Junta de Vigilancia", compuesta por sus propios accionistas —al menos
tres— y nombrada por la Asamblea General "inmediatamente después de la
constitución definitiva de la sociedad y antes de toda operación social". La primera
junta "será nombrada por un año y las demás por cinco" (art. 498 del C. de C.).

Según el art. 499 del Código, las atribuciones de la Junta consisten básicamente en las
siguientes:

a) Examinar si la sociedad ha sido legalmente constituida, para lo cual deberá tener en


cuenta las normas especiales sobre suscripción y pago del porcentaje mínimo de las
acciones suscritas por cada accionista, y las reglas de valoración de aportes no
dinerarios ya analizadas.

b) Revisar la integridad y veracidad de la contabilidad que debe preparar la


administración, y presentar al fin de cada año a la asamblea general una memoria acerca
de los inventarios y de las proposiciones que haga el gerente para la distribución de
dividendos.

Tal como ocurre con la Asamblea General, la escasez de regulación en esta parte hace
aconsejable que los socios incluyan en los estatutos sociales la forma en que debe
funcionar esta Junta, con especial énfasis en la forma en que deben adoptarse sus
acuerdos.

2.7. Modelo de estatuto social

Considerando todo lo expuesto hasta aquí, creemos de utilidad ofrecer a continuación


un modelo de escritura pública de constitución de una CPA, cuyas estipulaciones
servirán igualmente para dicho efecto según el régimen simplificado.

"CONSTITUCIÓN SOCIEDAD COMANDITA POR ACCIONES

En ..., a .... de .... de ..., ante mí, ..., Abogado, Notario Público, titular de la ... Notaría
de ..., con domicilio en ..., comparecen: [...], sociedad del giro de su denominación,
debidamente representada según se acreditará, por don ..., [Nacionalidad], [Estado
Civil], [Profesión], cédula de identidad número [....], ambos domiciliados en ...,
comuna de ..., Región Metropolitana; Don ..., [Nacionalidad], [Estado Civil],
[Profesión], cédula de identidad número [....], domiciliado en ..., comuna de ...,
Región Metropolitana; don ..., [Nacionalidad], [Estado Civil], [Profesión], cédula de
identidad número [...], domiciliado en ..., comuna de ..., Región Metropolitana; los
comparecientes personas naturales mayores de edad, quienes han acreditado su
identidad con las cédulas antes citadas y exponen:

Primero: Que vienen en constituir una sociedad comandita por acciones, que se regirá
por este estatuto, por las disposiciones contenidas en el Código de Comercio y sus
modificaciones posteriores, y por las disposiciones del Código Civil que le fueren
aplicables, y cuya razón social será ...

Segundo: Los estatutos sociales de ... son los siguientes:

ESTATUTOS

TÍTULO I
Nombre, domicilio, objeto y duración

ARTÍCULO PRIMERO: Se constituye una sociedad comandita por acciones que


girará bajo la razón social de "[...] Comandita Por Acciones", pudiendo usar la
abreviación de "[...] C.P.A." cuyo domicilio legal será la ciudad de..., comuna de...,
sin perjuicio de que pueda abrir agencias o sucursales en otros puntos del país o del
extranjero.
ARTÍCULO SEGUNDO: El objeto de la sociedad será ...

ARTÍCULO TERCERO: La duración de la sociedad será de ... años a contar de esta


fecha, el que se prorrogará automáticamente por períodos iguales y sucesivos de ...
años cada uno, a menos que uno cualquiera de sus socios decida poner término a la
sociedad y así lo declare por escritura pública, de la cual deberá tomarse nota al
margen de la inscripción de la sociedad en el Registro de Comercio respectivo, con
una anticipación de a lo menos 6 meses al vencimiento del período original o al de
cualquiera de sus prórrogas.

TÍTULO II
Capital y acciones

ARTÍCULO CUARTO: El capital de la sociedad será la cantidad de..., dividido en


...acciones nominativas de igual valor y sin valor nominal que se suscriben y enteran
en la forma que se indica:

a) ..., suscribe en este acto ...acciones, a un precio de $...por cada acción, las que paga
en este acto, al contado y en dinero efectivo, habiendo ingresado $... en arcas sociales,
declarando la sociedad haber recibído dicha cantidad en dinero efectivo, a su entera
satisfacción.

b) ..., suscribe en este acto ...acciones, a un precio de $... por cada acción, las que
paga íntegramente en este acto, al contado y en dinero efectivo, habiendo ingresado
$... en arcas sociales, declarando la sociedad haber recibido dicha cantidad en dinero
efectivo, a su entera satisfacción.

c) ...suscribe en este acto ...acciones, a un precio de $... por cada acción, las que paga
íntegramente en este acto, al contado y en dinero efectivo, habiendo ingresado $...en
arcas sociales, declarando la sociedad haber recibído dicha cantidad en dinero
efectivo, a su entera satisfacción.

De conformidad con lo anterior, el capital social de $...ha quedado íntegramente


suscrito y pagado en su totalidad en este acto.

TÍTULO III
Administración de la Sociedad

ARTÍCULO QUINTO: La sociedad será dirigida y administrada por el socio gestor


[...].

ARTÍCULO SEXTO: El socio gestor [...] representará a la sociedad judicial y


extrajudicialmente, con amplias facultades, pudiendo delegar parte de ellas en los
gerentes, subgerentes o abogados de la sociedad y para objetos especialmente
determinados, en otras personas.

Por lo tanto, [...], en su calidad de socio gestor, tendrá las más amplias facultades de
administración y disposición de bienes, y entre ellas las que se indican a continuación
por vía meramente enunciativa y no taxativa y las ejercerá anteponiendo la razón
social a su firma; así podrá: (...)
TÍTULO IV
Fiscalización de la Administración

ARTÍCULO NOVENO: La Sociedad tendrá una Junta de Vigilancia compuesta de al


menos tres accionistas, elegidos por la Asamblea General Ordinaria de Accionistas.
La Junta deberá ser nombrada por la Asamblea General inmediatamente después de la
constitución de la sociedad y antes de toda operación social.

Sin embargo, mientras la sociedad tenga menos de tres socios comanditarios, la Junta
de Vigilancia estará compuesta por los socios comanditarios existentes.

La Primera Junta será nombrada por un año y las demás por cinco.

ARTÍCULO DÉCIMO: La Junta de Vigilancia elegirá de su seno un Presidente, que


también lo será de las Asambleas de Accionistas.

ARTÍCULO DECIMOPRIMERO: Las reuniones de la Junta de Vigilancia se


constituirán con la mayoría absoluta del número de miembros establecidos en los
estatutos y los acuerdos se adoptarán por la mayoría absoluta de los miembros
asistentes a la reunión. En caso de empate decidirá el miembro que presida la reunión.

ARTÍCULO DECIMOSEGUNDO: La Asamblea Ordinaria de Accionistas deberá


designar anualmente dos inspectores de cuentas titulares y dos suplentes con el objeto
de examinar la contabilidad, inventario, balance y otros estados financieros de la
Sociedad, y con la obligación de informar por escrito a la próxima Asamblea
Ordinaria de Accionistas sobre el cumplimiento de su mandato.

TÍTULO V
Asambleas de Accionistas

ARTÍCULO DECIMOTERCERO: Los accionistas se reunirán en Asambleas,


Ordinarias y Extraordinarias.

Las primeras se celebrarán una vez al año, dentro del primer cuatrimestre siguiente a
la fecha del balance de la Sociedad y su objeto será decidir respecto de las materias
propias de su conocimiento, sin que sea necesario señalarlas en la respectiva citación.

Las segundas podrán celebrarse en cualquier tiempo, cuando así lo exijan las
necesidades sociales, para decidir respecto de cualquiera materia que la Ley o los
estatutos entreguen al conocimiento de las Asambleas de Accionistas y siempre que
tales materias se señalen en la citación correspondiente.

Cuando una Asamblea Extraordinaria deba pronunciarse sobre materias propias de


una Asamblea Ordinaria, su funcionamiento y acuerdos se sujetarán, en lo pertinente,
a los quórum aplicables a esta última clase de Asambleas.

ARTÍCULO DECIMOCUARTO: Son materias de la Asamblea Ordinaria:

1) El examen de la situación de la Sociedad y de los informes de los inspectores de


cuentas y la aprobación o rechazo de la memoria, del balance, de los estados
financieros y de la memoria acerca de los inventarios y de las proposiciones que haga
el gerente para la distribución de dividendos presentadas por la Junta de Vigilancia;

2) La distribución de las utilidades de cada ejercicio y en especial, el reparto de


dividendos;

3) La elección o revocación de los miembros de la Junta de Vigilancia, de los


liquidadores y de los fiscalizadores de la administración; y

4) En general, cualquiera materia de interés social que no sea propia de una Asamblea
Extraordinaria.

ARTÍCULO DECIMOQUINTO: Son materias de Asamblea Extraordinaria:

1) La disolución de la sociedad;

2) La transformación, fusión o división de la Sociedad y la reforma de sus estatutos;

3) La emisión de bonos o debentures, convertibles o no en acciones;

4) La enajenación del activo fijo y pasivo de la Sociedad, o del total de su activo;

5) El otorgamiento de garantías reales o personales para caucionar obligaciones de


terceros, excepto si éstos fueren sociedades filiales, en cuyo caso la aprobación de la
sociedad gestora será suficiente, y

6) Las demás materias que por ley o por los estatutos correspondan a su conocimiento
o a la competencia de las Asambleas de Accionistas.

Las materias referidas en los números 1), 2), 3) y 4) sólo podrá acordarse en
Asamblea celebrada ante Notario, quien deberá certificar que el Acta es expresión fiel
de lo ocurrido y acordado en la reunión.

ARTÍCULO DECIMOSEXTO: Las Asambleas serán convocadas por la sociedad


gestora y tendrá derecho a convocarla también, la Junta de Vigilancia de la Sociedad.

La sociedad gestora deberá convocar:

1) A Asamblea Ordinaria, a efectuarse dentro del cuatrimestre siguiente a la fecha del


balance, con el fin de conocer de todos los asuntos de su competencia;

2) A Asamblea Extraordinaria siempre que, a su juicio, los intereses de la Sociedad lo


justifiquen;

3) A Asamblea Ordinaria o Extraordinaria, según sea el caso cuando así lo soliciten


accionistas que representen, a lo menos, el 55% de las acciones emitidas, expresando
en la solicitud los asuntos a tratar en la Asamblea.

ARTÍCULO DECIMOSÉPTIMO: Solamente podrán participar en las Asambleas de


Accionistas y ejercer sus derechos de voz y voto, los titulares de acciones inscritas en
el Registro de Accionistas con cinco días de anticipación a aquél en que haya de
celebrarse la respectiva Asamblea.

Los Gerentes que no sean accionistas, podrán participar en las Asambleas Generales
con derecho a voz.

ARTÍCULO DECIMOCTAVO: Podrán celebrarse válidamente aquellas Asambleas a


las que concurran la totalidad de las acciones emitidas con derecho a voto, aun
cuando no hubieren cumplido las formalidades requeridas para su citación.

ARTÍCULO DECIMONOVENO: Los accionistas tendrán derecho a un voto por cada


acción que posean o representen pudiendo acumularlos o distribuirlos en las
votaciones como lo estimen conveniente.

Los accionistas podrán hacerse representar en las Asambleas por medio de otra
persona, aunque ésta no sea accionista. La representación deberá conferirse por
escrito, por el total de las acciones de las cuales el mandante sea titular a la fecha
señalada en el artículo anteprecedente.

ARTÍCULO VIGÉSIMO: En las elecciones que se efectúen en las Asambleas, los


accionistas podrán acumular sus votos en favor de una sola persona o distribuirlos en
la forma que estimen conveniente, y se proclamarán elegidos a los que en una misma
y única votación resulten con mayor número de votos, hasta completar el número de
cargos por proveer. Lo dispuesto en los incisos precedentes no obsta a que, por
acuerdo unánime de los accionistas presentes con derecho a voto, se omita la votación
y se proceda a elegir por aclamación.

ARTÍCULO VIGÉSIMO PRIMERO: Las Asambleas de Accionistas se constituirán


con la asistencia de personas que representen la mayoría absoluta de las acciones
emitidas con derecho a voto. Si a la primera citación no se reuniera la mayoría, se
hará una segunda citación y la Asamblea podrá constituirse con el número de
acciones que esté representado, cualquiera que éste sea.

ARTÍCULO VIGÉSIMO SEGUNDO: Las Asambleas serán presididas por el


Presidente de la Junta de Vigilancia, y hará de Secretario el Gerente de la Sociedad.
En caso de faltar el Presidente y/o el gerente, éstos serán reemplazados por aquella
persona que designe la propia Asamblea y los acuerdos se adoptarán por mayoría
absoluta de las acciones presentes o representadas con derecho a voto, con excepción
de aquellos casos en que la ley o estos estatutos requieren de mayorías especiales.

ARTÍCULO VIGÉSIMO TERCERO: Los acuerdos de la Asamblea Extraordinaria de


Accionistas que impliquen reforma a los estatutos sociales, deberán ser adoptados por
la mayoría absoluta de las acciones emitidas con derecho a voto.

Requerirán del voto conforme de las dos terceras partes de las acciones emitidas con
derecho a voto, los acuerdos relativos a las siguientes materias:

1) La transformación de la Sociedad, la división de la misma y la fusión con otra


sociedad;
2) La modificación del plazo de duración de la Sociedad;

3) La disolución anticipada de la Sociedad;

4) El cambio de domicilio social;

5) La disminución del capital social;

6) La aprobación de aportes y estimación de bienes no consistentes en dinero;

7) La modificación de las facultades reservadas a la Asamblea de Accionistas o de las


limitaciones a las atribuciones de la socia gestora;

8) La enajenación del activo y pasivo de la Sociedad, o del total de su activo, y

9) La forma de distribuir los beneficios sociales.

Las reformas de estatutos que tengan por objeto la creación, modificación o supresión
de preferencias, deberán ser aprobadas con el voto conforme de las dos terceras partes
de las acciones de la serie o series afectadas.

TÍTULO VI
Balance y Distribución de Utilidades

ARTÍCULO VIGÉSIMO CUARTO: La sociedad confeccionará anualmente su


balance general al 31 de diciembre de cada año.

ARTÍCULO VIGÉSIMO QUINTO: El destino de las utilidades será determinado


anualmente por la Asamblea de Accionistas.

Por simple mayoría de las acciones presentes en la Asamblea de Accionistas, podrá


acordarse repartir menos del 30% de las utilidades, o no repartir y dar otro destino a
las utilidades del ejercicio.

La sociedad gestora podrá, bajo su responsabilidad personal, distribuir dividendos


provisorios durante el ejercicio, con cargo a las utilidades del mismo, siempre que no
hubieren pérdidas acumuladas.

ARTÍCULO VIGÉSIMO SEXTO: La parte de las utilidades que no sea destinada por
la Asamblea a dividendos pagaderos durante el ejercicio, podrá en cualquier tiempo
ser capitalizada, previa reforma de estatutos, por medio de la emisión de acciones
liberadas o del aumento del valor de las acciones, o ser destinada al pago de
dividendos eventuales en ejercicios futuros.

Las acciones liberadas que se emitan, se distribuirán entre los accionistas a prorrata de
las acciones inscritas en el registro respectivo el quinto día hábil anterior a la fecha
del reparto.

ARTÍCULO VIGÉSIMO SÉPTIMO: En el silencio de estos estatutos se aplicarán las


normas legales y reglamentarias que rijan a las sociedades anónimas cerradas.
TÍTU LO VII
Disolución y Liquidación de la Sociedad

ARTÍCULO VIGÉSIMO OCTAVO: La sociedad se disolverá en los siguientes casos:

a) Por reunirse todas las acciones en manos de una sola persona.

b) Por acuerdo de la Asamblea General Extraordinaria de Accionistas.

c) Por sentencia judicial ejecutoriada.

d) Por las demás causales contempladas en la ley.

ARTÍCULO VIGÉSIMO NOVENO: Disuelta la sociedad se procederá a su


liquidación por una Comisión Liquidadora elegida por la Asamblea de Accionistas.

ARTÍCULO TRIGÉSIMO: Toda duda, conflicto, dificultad o controversia que se


suscite entre las partes de este contrato con ocasión del mismo, serán resueltas por un
árbitro arbitrador.

Este árbitro arbitrador procederá en forma breve y sumaria y resolverá en carácter de


única instancia.

Para servir este cargo las partes designan desde ya a... para el caso de su negativa o
imposibilidad, para asumir el cargo o continuar desempeñándolo, por cualquier causa
que fuere, designan en su reemplazo y con igual calidad, competencia y atribuciones,
a don ...

En el evento que ninguno de los dos árbitros arbitradores designados pudiere asumir
el cargo o continuar ejerciéndolo, las contiendas serán igualmente resueltas por un
árbitro arbitrador, pero éste será designado por ambas partes de común acuerdo o por
la justicia en subsidio, en cuyo caso deberá reunir los siguientes requisitos: ...

Los árbitros podrán asumir el cargo y desempeñar sus funciones, tantas veces cuantas
fueren requeridos al efecto por las partes.

El arbitraje tendrá siempre lugar en la ciudad de ....

Las partes fijan domicilio convencional en la ciudad y comuna de ... y se someten


expresamente a la competencia y jurisdicción del Tribunal Arbitral designado en esta
cláusula, para todos los efectos legales que pudieran emanar del presente instrumento.

TÍTULO VIII
Artículos Transitorios

ARTÍCULO PRIMERO TRANSITORIO: La sociedad gestora queda facultada desde


ya para fijar las fechas de las emisiones, emitir las acciones, tomar todos los acuerdos
relativos a la emisión y entregar títulos, entendiéndose facultada para todos los actos
relativos a dicho fin.
ARTÍCULO SEGUNDO TRANSITORIO: Los comparecientes designan como
inspectores de cuentas titulares a ...y a ..., y como inspectores de cuentas suplentes,
respectivamente, a ... y a ..., quienes deberán fiscalizar el primer ejercicio social.

ARTÍCULO TERCERO TRANSITORIO: Se faculta al portador de un extracto


autorizado de esta escritura para requerir las publicaciones, anotaciones, inscripciones
o subinscripciones que procedan, donde correspondan".

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