Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
179
7 Un mundo oscuro: el suelo y su problemática
El elevado uso de pesticidas: como las plagas agrícolas actúan específicamente sobre una
especie determinada de cultivo, por ejemplo, si un terreno está totalmente cubierto por un mo-
nocultivo de maíz, las plagas del maíz se multiplican en gran cantidad y causan graves daños.
Esta situación obliga a usar importantes cantidades de pesticidas, es decir, sustancias biocidas
orientadas a eliminar plagas, que son organismos considerados indeseables. Se los clasifica
según el tipo de organismo que eliminan. Así, los insecticidas matan insectos, los herbicidas a
las hierbas, los fungicidas a los hongos, etc.
El problema es que muchas de esas plagas han desarrollado resistencia a ellos y se genera un cír-
culo vicioso, conocido como la “ronda del pesticida”, pues se deben aplicar cantidades cada vez
mayores para obtener los mismos resultados.
Otro problema es que los pesticidas pueden ser dañinos para los organismos benéficos del suelo
(lombrices, arañas, insectos), para las abejas encargadas de la polinización de muchos cultivos o
para las aves insectívoras encargadas de eliminar algún insecto que comience a reproducirse sin
control natural.
Actividades
Pueblos fumigados
En extensas regiones del país se han denunciado numerosos casos de enfermedad y
muerte de personas que vivían en las cercanías de campos fumigados con pesticidas. Como
resultado de la presión ciudadana se produjeron varios fallos judiciales y se dictaron or-
denanzas municipales donde se prohíbe la fumigación a menos de determinada cantidad
de metros de centros poblados. Esa distancia es muy variable (apenas 100 metros y hasta
1500 metros). En cambio existen pueblos y ciudades que no cuentan con ningún resguardo.
1 Investiguen cuáles son los problemas de salud detectados en los “pueblos fumigados”
y denunciados por vecinos, organizaciones sociales y médicos.
Les recomendamos los siguientes sitios:
Red universitaria de ambiente y salud: http://www.reduas.com.ar
Paren de fumigar Córdoba: http://parendefumigar.blogspot.com.ar
2 Averigüen en su localidad, si existe algún tipo de normativa al respecto, cuál es la dis-
tienen derecho a obtener esta información amparados por la Ley Nacional N° 25.831
(Régimen de Libre Acceso a la Información Pública Ambiental) que garantiza el derecho
de acceso a la información ambiental que se encuentre en poder del Estado, tanto en el
ámbito nacional como provincial, municipal y de la Ciudad de Buenos Aires.
3 Si es posible, traten de hacer una encuesta entre los vecinos que viven en zonas periur-
banas para ver si la normativa, si es que la hubiera, se cumple.
En caso de no existir una normativa al respecto, podrían elaborar una carta dirigida al
Municipio exponiendo los riesgos sanitarios y ambientales que implica no contar con ella.
180
CAPÍTULO 7
El glifosato es el herbicida de mayor uso mundial y se utiliza en más de 750 productos diferentes
para aplicaciones agrícolas, forestales, urbanas y hogareñas. Es el herbicida creado por la firma
Monsanto para ser empleado en la soja transgénica y en nuestro país su uso ha tenido un incre-
mento muy importante (ver figura 7.8). Este aumento se explica no solo por la creciente cantidad
de hectáreas sembradas, sino también por la aparición de malezas resistentes que hace necesario
aplicar más herbicidas para eliminarlas. A lo largo de los años se fueron acumulando evidencias
científicas de universidades de diversos países, incluido el nuestro, de que este herbicida no era lo
inocuo que pretendía la empresa.
7
Figura 7.8. El consumo del herbicida glifosato, utilizado para rociar los cultivos de soja transgénica y otros, ha crecido de forma
espectacular en la Argentina. (Fuente: Red universitaria de ambiente y salud http://www.reduas.com.ar/category/glifosato)
El glifosato fue categorizado en el “Grupo 2A” (segundo en una escala de 1 a 5 que utiliza la OMS):
“Probablemente cancerígeno para los seres humanos”. El informe dice que “causó daño del ADN y
en los cromosomas en las células humanas” y detalla que se detectó glifosato en agua, alimentos,
y en sangre y orina de humanos.
El uso de fertilizantes sintéticos: estas sustancias obtenidas a partir de recursos naturales no
renovables (petróleo y minerales) son otros de los insumos esenciales de la agricultura industrial.
En la figura 7.9 a) se ve cómo ha habido un sostenido crecimiento de su consumo.
181
7 Un mundo oscuro: el suelo y su problemática
Evolución del uso mundial de fertilizante (1960-2004) Evolución mundial de granos por tonelada de fertilizante
aplicado (1960-2004)
160
35
140
30
120
25
100
20
80
15
60
10
40
5
20
0 0
1960 1970 1980 1990 2000 2010 1960 1970 1980 1990 2000 2010
Figura 7.9. a) A la izquierda: evolución del uso mundial de fertilizantes (1960-2004); b) A la derecha: evolución mundial de granos
por tonelada de fertilizante aplicado (1960-2004). Datos recopilados por el Earth Policy Institute a partir de IFA y WorldWatch
182
CAPÍTULO 7
erosión. Sin embargo, los rastrojos (desechos) que quedan luego de la cosecha también permi-
ten la proliferación de más malezas y, en la práctica, el agricultor agrega más pesticidas para
controlarlas.
También se ha visto que reduce la permeabilidad de los suelos, lo que sumado a la deforestación
explicaría algunas inundaciones ocurridas en el interior de nuestro país.
La destrucción de la biodiversidad: la agricultura industrializada ha avanzado sobre los ecosis-
temas naturales, como las selvas tropicales, que en los últimos años han perdido 150 millones
de hectáreas por esta razón. En Argentina más del 90% de las tierras incorporadas son bosques,
sobre todo de las provincias del Noreste. Entre 1998 y 2006 se deforestaron 2.295.567 hectáreas,
según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Muchas son destinadas a la soja o al ganado que ha sido desplazado por este cultivo a zonas
7
marginales.
183
7 Un mundo oscuro: el suelo y su problemática
cada vez menor, lo que lógicamente encarece los alimentos. En la Argentina se han ido reduciendo
la cantidad de tambos, explotaciones avícolas, de porcinos, de frutales, etc.
Simultáneamente, los monocultivos de exportación desplazan los modos de producción tradicio-
nales de muchos pueblos y se están eclipsando muchas culturas y formas de vida.
Esta situación genera una pérdida de soberanía alimentaria que es el derecho de los pueblos a
definir sus estrategias sustentables para producir, distribuir y consumir alimentos como manera
de garantizar su acceso a la alimentación y el respeto por sus culturas.
184
CAPÍTULO 7
La cría de ganado bovino tiene además otro inconveniente, pues emite metano, que refuerza el
cambio climático y es uno de los responsables del arrasamiento de los bosques tropicales para
obtener nuevas tierras de pasturas.
Sin embargo, la tendencia es a consumir cada vez mayor cantidad de carne pues en los últimos
60 años esta se sextuplicó.
La pérdida de biodiversidad de nuestros cultivos se ha acelerado: actualmente utilizamos
menos del 0,1% de las especies potencialmente cultivables y el 70% de nuestra dieta está basa-
da únicamente en ocho especies cosechadas con el trigo, el maíz y el arroz a la cabeza. Con los
animales ha sucedido algo similar, pues nos hemos centrado en criar cerdos y vacas, algunas
aves de corral, ovinos y caprinos. Ya nos hemos referido a los riesgos que implica la pérdida de
biodiversidad frente a cambios climáticos, pestes, etc.
7
La calidad nutricional de los alimentos está en declive: los vegetales que consumimos hoy son
considerablemente inferiores en proteínas, calcio, vitaminas, hierro y otros nutrientes esenciales
que los que se consumían cincuenta años atrás. Una de las explicaciones es que los desarrolladores
de semillas se han dedicado a seleccionar nuevas variedades de plantas que crecen más rápido
pero absorben menos nutrientes de la tierra. La otra explicación apuntaría a la sobreexplotación
de los suelos, que los deja sin minerales y otras sustancias nutritivas.
Los alimentos cada vez contienen más restos de sustancias peligrosas: diversos estudios
demuestran cómo los pesticidas que rociamos en campos y huertos llegan al plato. A veces si-
multáneamente consumimos pesticidas de distintos alimentos y, aunque cada alimento tenga
cantidades inferiores a los máximos que permite la legislación, los efectos que puede producir
esta mezcla no son tenidos en cuenta por la normativa.
Los antibióticos empleados en el ganado, las aves de corral y otros animales son un motivo de
preocupación adicional. Como cada vez es mayor la tendencia a criarlos en condiciones de haci-
namiento, la aparición de una bacteria patógena puede propagarse mucho más fácilmente que
cuando crecen a campo abierto, y producir una verdadera catástrofe. Por eso los antibióticos se
utilizan ahora mucho más que antaño y la posibilidad de que se desarrollen bacterias resistentes
a ellos se ha incrementado.
Para completar el cóctel de sustancias químicas, están las hormonas que se administra al ganado
vacuno para que crezca más rápidamente y a las vacas lecheras para que produzcan más leche.
Afortunadamente en Argentina está prohibido su uso, pero es una práctica común en países
como Estados Unidos donde el 80% del ganado bovino es inyectado. Un comité científico de la
Unión Europea (conocido por sus siglas como SCVPH) informó que existe la posibilidad de que
los residuos de las seis hormonas usadas en la producción de carne puedan alterar el equilibrio
hormonal en los seres humanos y originar problemas crónicos de salud.
Como vemos el sistema alimentario industrial no solo perjudica al entorno sino también a nuestra
salud. Además de los restos de sustancias dañinas que puedan contener, los alimentos son menos
nutritivos, con exceso de materia grasa, sal y azúcares refinados. No es casualidad que haya millones
de personas que sufren hambre y, simultáneamente, 1.300 millones de personas sean diagnosticadas
como obesos o con sobrepeso.
185