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nueva España
Introducción a la
ciencia histórica
Alumno: Zambrano Carrasco
Jonathan Adriel.
1C
El Virreinato de Nueva España fue una entidad
territorial integrante del Imperio español, establecida en gran
parte de América del Norte por la Monarquía
Hispánica durante la colonización española de América, entre
los siglos XVI y XIX. Se originó tras la caída de México-
Tenochtitlan, evento principal de la conquista, la que
propiamente no concluyó sino hasta mucho después, pues
su territorio siguió creciendo hacia el norte.
Se creó oficialmente el 8 de marzo de 1535. Su
primer virrey fue Antonio de Mendoza y Pacheco, y la capital
del virreinato fue la Ciudad de México, establecida sobre la
antigua Tenochtitlan.
Abarcó una superficie enorme que comprendió
los territorios de España en América del Norte, América
Central, Asia y Oceanía.
Incluyó lo que actualmente es México, más los actuales
estados de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo
México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Florida y partes
de Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma y Luisiana,
por parte de los actuales Estados Unidos; así como la parte
suroeste de la Columbia Británica del actual Canadá; más
la Capitanía General de Guatemala(que incluía los actuales
países de Guatemala, el estado de Chiapas, Belice, Costa
Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua); más la Capitanía
General de Cuba (actuales Cuba, República
Dominicana, Puerto Rico, Trinidad y Tobago y Guadalupe);
así como, finalmente, la Capitanía General de Filipinas,
(comprendiendo las Filipinas, las islas Carolinas y las islas
Marianas, en el océano Pacífico, en Asia y Oceanía).
Desde 1626 hasta 1642 los españoles se establecieron en el
norte de la isla de Taiwán (llamada por
los portugueses Formosa ("Hermosa" en castellano).2
En
el siglo XVI, los españoles al mando de Hernán Cortés
conquistaron a los mexicas y se hicieron de sus propiedades.
La labor misionera de la Iglesia Católica se inició con el arribo
de las órdenes mendicantes: franciscanos, dominicos y
agustinos, quienes evangelizaron partiendo de Anáhuac hacia
fuera las localidades más pobladas y creando nuevas en
donde eran dispersas. En el transcurso de la segunda década
de tal siglo, Cristóbal de Olid, Pedro de Alvarado y Nuño
Beltrán de Guzmán se apoderaron de gran parte del territorio
mexicano, salvo el norte del país, donde las
tribus chichimecas perduraron hasta principios del siglo XVII,
cuando fueron casi exterminadas. En ese mismo siglo, la
labor de los frailes llegados a Nueva España permitió
extender los núcleos poblacionales a Nuevo León, donde se
fundaron Cerralvo, Cadereyta y Sabinas Hidalgo.14
En ese mismo período, la labor de los franciscanos hizo
posible la fundación de Paso del Norte, en 1682. Carlos de
Sigüenza y Góngora, intelectual y geógrafo mexicano, se
dedicó a tareas de cartografía en las Nuevas Filipinas (Tejas)
y en el puerto de Panzacola, donde se edificó el fuerte de San
Carlos para defender la localidad de ataques piratas.15
La Compañía de Jesús sustituyó paulatinamente la labor de
los franciscanos, pero la amplió en el aspecto cultural y
educativo. Eusebio Francisco Kino fue un misionero nacido
en Trento, Italia, y llegado a la Nueva España alrededor
de 1680. Sus misiones se difundieron por Sonora y Arizona,
pero su mayor obra fue haber fundado Magdalena de Kino,
en el norte del territorio sonorense. Su trabajo de fundación y
conocimiento geográfico quedó resumido en la obra del
también jesuita Francisco Javier Alegre, Los apostólicos
afanes, dedicada al PapaBenedicto XIV, y que fue publicada
en Roma en 1749.16
La labor de Kino inspiró a otros jesuitas para continuar la obra
de fundación, ya entrado el siglo XVIII, con la fundación
de San Antonio de Béjar y la bahía del Espíritu Santo, ambas
en Texas. Pero en 1767, Carlos III expulsó a los jesuitas de
sus dominios por atentar contra las doctrinas de la Iglesia y
del rey, y sus antiguas misiones pasaron a ser de
los dominicos, quienes las extendieron
hasta Paraguay y Ecuador. Junípero Serra, natural de
las Islas Baleares, fundó en Alta California las misiones
de San Diego de Alcalá, San Carlos Borromeo de
Carmelo, San Gabriel Arcángel, San Luis Obispo de
Tolosa, San Francisco de Asís y San Juan Capistrano, entre
otras. El italiano Peri recibió mandato de Pío VI para
evangelizar las tierras de Chihuahua, donde fundó
en 1798 la misión de San Luis Rey. La labor de
evangelización y población no se detuvo hasta 1830, cuando
el Virreinato no existía y ya habían logrado su independencia
muchos de los países que lo integraban.17