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Pedir que dibuje una casa, un árbol o una persona constituye una consigna
ambigua. No se le aclara que tipo de casa, árbol o persona debe representar.
La respuesta surge del interior del sujeto y es en relación a esto que dará un
tratamiento especial a su dibujo (tanto en lo referido al “como” dibuja como al
“que” dibuja). Si bien se trata de conceptos familiares a todos, son poco
específicos por lo cual es posible responder a ellos proyectando aspectos
propios. El sujeto deberá realizar una elección, y esta elección tendrá que ver
con aquello que para él tenga mayor significado emocional.
También podemos citar a R. Frank, quien en Gráficos en niños (pg. 5) dice que
“la existencia de normas y criterios específicos de interpretación para los
distintos dibujos que configuran una batería gráfica, no invalidan la necesidad
de lograr las asociaciones verbales necesarias que contextuarán la
simbolización única y personal del niño en función de su problemática,
momento vital e historia particular.”
Cada una de las pautas propuestas presenta una amplia gama de diferencias
individuales en su tratamiento. Por ejemplo: en relación al tamaño podemos
encontrar dibujos grandes, chicos o minúsculos.
En el caso de los niños debemos tener en cuenta que tienden a hacer dibujos
grandes y fuertes, revelando de esta forma lo que anhelan para sí mismos.
Un dibujo grande (GRAFICO 1), que tiende hacia los bordes de la hoja, es
característico de personas con altos grados de confianza en sí mismos, con un
autoconcepto elevado. Denota narcisismo, vitalidad y energía. Puede
observarse en personas que necesitan mostrarse ante los demás para ser
reconocidos y tenidos en cuenta. A su vez, este tratamiento puede deberse a
fantasías sobrecompensatorias debido a la frustración que provoca no poder
lograr esto.
Una persona con un adecuado trato social, con orden en sus conductas
cotidianas y relaciones interpersonales no va a apoyar su dibujo en ninguno de
los márgenes de la hoja. En los casos en que el concepto graficado se apoya
sobre el borde inferior de la hoja (GRAFICO 8), podemos inferir que se trata de
individuos con una gran necesidad de sostén externo y temor a la acción
independiente por profundos sentimientos de inseguridad.
Consideraremos para analizar esta pauta los ejes horizontal y vertical de la
hoja, así como el uso que se hace de los espacios en blanco.
El dibujo también puede recubrir las tres zonas (GRAFICO 13), o combinar las
zonas media y superior, o media e inferior. En el primer caso estimamos la
presencia de buenos recursos que producen equilibrio emotivo. El
emplazamiento en zonas media y superior refiere predominio intelectual e
imaginativo, y la media e inferior deseo de apego a la realidad, con temor a
perder contacto con la misma por exceso de emotividad.
Las cabezas grandes, en relación al resto del dibujo (GRAFICO 36), refieren a
deseos de poder, vanidad, narcisismo, introspección, autoexigencia (altas
aspiraciones intelectuales) o dificultades de aprendizaje. También puede
representar la existencia de síntomas somáticos relacionados con el área.
El dibujo de figuras con barba o bigotes (GRAFICO 75) puede relacionarse con
dificultades o inadecuación sexual, implicando una búsqueda compensatoria de
virilidad.
Los brazos ocultos reflejan dificultades en el contacto con los otros o evasión,
sentimientos de culpa relacionados con actividades manipulatorias. La
asimetría entre los brazos izquierdo y derecho se debe a impulsividad y pobre
coordinación. Cuando los brazos son cortos en proporción al resto del dibujo,
inferimos dificultades para conectarse con el mundo , con tendencia al
retraimiento, timidez y falta de agresión . El dibujo de brazos fuertes y largos
son expresión de ambición y contención, de inclusión agresiva en el ambiente.
Su ausencia implica el abandono del mundo objetal y retracción de la libido.
Cuando los brazos están pegados al cuerpo (GRAFICO 40) representan
dificultades para conectarse, tratándose de individuos retraídos, con excesivo
control de los impulsos y falta de adaptación. En el otro extremo, cuando los
brazos se encuentran muy alejados del cuerpo (GRAFICO 41), se infiere
incapacidad para la acción, inutilidad y dependencia. Si este alejamiento se
corresponde con brazos largos (GRAFICO 42) y extendidos fuera del cuerpo,
representa agresión dirigida al exterior.
El dibujo de PIERNAS Y PIES representan el sostén y base del sujeto. Son los
órganos que posibilitan el desplazamiento y la direccionalidad. Dibujados en
primer lugar y con más atención que el resto son expresión de desaliento y
depresión. El dibujo de personas sin pies es expresión de desaliento,
abatimiento, tristeza, resignación, falta de confianza en sí mismo, inseguridad.
Cuando estos aparecen pero son muy pequeños en relación al resto del dibujo,
expresan inseguridad para mantenerse en pie, para alcanzar metas. En los
casos en que se observan pies descalzos (GRAFICO 45), se asocian deseos
de mantenerse infantil. En cuanto a las piernas, si estas son largas (GRAFICO
46) refieren deseos de independencia, si son rellenas y gruesas se asocian con
sentimientos de inmovilidad, y si son dibujadas muy abiertas, expresan
agresividad (GRAFICO 37).
Cuando se grafica una casa- techo (GRAFICO 48), inferimos una existencia
fantaseada, producto de sujetos retraídos en la fantasía.
Las puertas representarán las relaciones con el mundo externo, las formas de
contacto que el sujeto mantiene con el ambiente (graficos 50 y 51).
La casa también puede presentarse con una perspectiva lejana, lo cual habla
de sentimientos de inaccesibilidad, aislamiento, incomodidad en la casa o con
el grupo de convivencia e incapacidad para enfrentar las situaciones que allí se
generen.
El árbol estilo cerradura (GRAFICO 57), donde tronco y copa son dibujados por
una sola línea contínua, expresa oposicionismo y negativismo. El árbol
disociado (GRAFICO 58), conformado por dos árboles unidimensionales,
donde las líneas laterales del tronco no se conectan y forman ramas con
estructura independiente, refieren ruptura en la personalidad.
Koch habla de la línea de desarrollo del árbol, desde las raíces hasta la copa,
equiparándolo al desarrollo psíquico del sujeto. La parte inferior corresponde a
las experiencias más tempranas y las más actuales se relacionan con la parte
superior. Sobre esto concepción, Buck agrega que cuanto más abajo
encontremos cicatrices o agujeros en el tronco, más tempranas han sido las
experiencias traumatizantes (Hammer, op.cit.).
En cuanto a las RAMAS, representan los recursos que el individuo cree poseer
para operar en la realidad y obtener satisfacciones del medio. Los árboles sin
ramas (GRAFICO 59) aparecen en individuos aislados, con poco trato con
otros e incapaces de disfrutar de relaciones interpersonales. Las ramas altas y
angostas, que se dirigen hacia arriba (GRAFICO 60) son propias de individuos
que temen buscar satisfacciones en el ambiente y se refugian más de lo
necesario en la fantasía para obtener gratificaciones, desarrollando conductas
introvertidas. Las ramas dibujadas como lanzas (GRAFICO 61) o garrotes, con
punta afiladas o pinches, denotan altos montos de agresión e impulsos hostiles
intensos. Las ramas cortadas o rotas (GRAFICO 62) refieren traumas
emocionales, sentimientos de inutilidad, inadaptación y pasividad. Cuando se
extienden lateralmente hacia fuera, al ambiente y hacia arriba, implica equilibrio
mantenido. Si se disparan para afuera de la hoja (GRAFICOS 63 Y 64),
inferimos inmersión en la fantasía. Las ramas unidimensionales (GRAFICO 65),
inadecuadamente ligadas a un tronco también unidimensional, segmentado,
sugiere organicidad, sentimientos de impotencia, falta de fuerza del yo y pobre
integración de recursos para buscar satisfacciones. La flexibilidad en la
graficación nos lleva a inferir habilidad para obtener satisfacciones del
ambiente (si el tamaño de las amas tiene relación con el tronco). Las ramas
bidimensionales abiertas (GRAFICO 65) en el extremo aparecen en casos de
escaso control sobre la expresión de los impulsos.