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Técnicas proyectivas gráficas.

Pautas generales de interpretación.

La presente ficha de estudio se propone acercar al alumno a la tarea que debe


realizar el psicólogo evaluador a la hora de abordar el material gráfico obtenido
durante la administración de un proceso psicodiagnóstico.

A tal fin, se ha revisado bibliografía pertinente (ver detalle), la cual sugerimos


consultar para ampliar y profundizar sobre lo aquí expuesto. También forman
parte de este trabajo los aportes brindados por la práctica profesional y
docente, presentándose a modo de ejemplo y con fines estrictamente
didácticos, amplia casuística perteneciente a estos ámbitos.

Para comenzar, diremos que la interpretación de las técnicas proyectivas


gráficas se realiza por una sumatoria de factores, que en la práctica real no
conservan un orden establecido, sumatorio, sino que se realiza por medio de
un abordaje integral. A los fines didácticos presentamos esta organización,
como forma de acercar al alumno a la experiencia en dicha tarea.

Tal como refiere la Lic. T. Veccia en “Diagnóstico de la personalidad: desarrollos


actuales y estrategias combinadas”, el análisis comienza con una
aproximación general en cuanto a la adecuación o no del sujeto a la situación
de entrevista y a la tarea propuesta. Para esto, es sumamente importante y
necesario realizar una buena observación y registro de todas las circunstancias
que se generen durante las administraciones.

En cuanto al material producido por el sujeto examinado, el primer


acercamiento consistirá en la Impresión gestáltica, para lo cual debemos
observar el gráfico en su totalidad, prestando atención al registro
contratransferencial que nos causa y aquellas cuestiones que despierten
nuestra atención (Veccia, op. Cit, pg. 48)

En un segundo momento del análisis, nos detendremos en una visión más


detallada de la producción gráfica, observando y analizando las Pautas
Formales (Wolff) o Rasgos expresivos (Hammer) y las Pautas de Contenido.

Cabe aclarar que presentaremos una sistematización de pautas tanto formales


como de contenido, en donde expondremos distintas modalidades de
tratamiento que puede darse a las mismas, ejemplificándolas, pero aclarando
que son los patrones que con mayor frecuencia se repiten y sobre los que mas
acuerdo ha habido a lo largo de investigaciones históricas y actuales, el estudio
de casuística de diferentes ámbitos donde se desarrollan evaluaciones y
experiencia propia del equipo de cátedra, que se han definido determinadas
significaciones psicológicas para cada uno de ellos. Para ampliar sobre las
investigaciones que llevaron a estas sistematizaciones remitimos al lector a
consultar la bibliografía citada.
No debe entenderse el análisis de pautas en un sentido presencia- ausencia,
con su consecuente significación psicológica. De un solo indicador no podemos
hallar ninguna significación. Como ya dijimos, consideramos que es un paso
necesario en el primer acercamiento al abordaje de la interpretación de gráficos
la realización de este primer análisis, en vistas a lograr un reconocimiento de
variables que, si bien infinitas, presentan también ciertas representaciones
generales. Recordemos que en las técnicas proyectivas se presentan estímulos
ambiguos, de diferente grado de estructuración, que provocan respuestas
teñidas de la subjetividad particular del sujeto, ya que se organizan a partir de
factores intrapsíquicos.

Pedir que dibuje una casa, un árbol o una persona constituye una consigna
ambigua. No se le aclara que tipo de casa, árbol o persona debe representar.
La respuesta surge del interior del sujeto y es en relación a esto que dará un
tratamiento especial a su dibujo (tanto en lo referido al “como” dibuja como al
“que” dibuja). Si bien se trata de conceptos familiares a todos, son poco
específicos por lo cual es posible responder a ellos proyectando aspectos
propios. El sujeto deberá realizar una elección, y esta elección tendrá que ver
con aquello que para él tenga mayor significado emocional.

Este primer paso implica un reconocimiento del tratamiento dado a los


indicadores gráficos, a partir de los cuales podremos trazar inferencias sobre
modalidades propias de la personalidad del sujeto, que iremos enriqueciendo a
partir del paso siguiente de interpretación, constituido por la integración de
estos datos, tanto en el análisis intratest como intertest, por medio del método
de recurrencias y convergencias(Veccia, Op.Cit, pg. 53). También Hammer
aclara en Test Proyectivos Gráficos (pg. 43) que “en la práctica, la confirmación
de las especulaciones interpretativas hechas sobre la base de un dibujo deben
buscarse no solo en la confrontación de otros dibujos sino en las conclusiones
de la batería proyectiva completa, en la historia del caso, en la impresión clínica
obtenida durante la entrevista con el paciente y en cualquier otra información”.

También podemos citar a R. Frank, quien en Gráficos en niños (pg. 5) dice que
“la existencia de normas y criterios específicos de interpretación para los
distintos dibujos que configuran una batería gráfica, no invalidan la necesidad
de lograr las asociaciones verbales necesarias que contextuarán la
simbolización única y personal del niño en función de su problemática,
momento vital e historia particular.”

Las pautas formales (según la denominación de Wolff) o Rasgos expresivos


(según Hammer), “se definen como la sistematización del aspecto gráfico a
partir del cual pueden recrearse los movimientos y las características de
personalidaddel sujeto independientemente del tipo de dibujo que se trate”
(Veccia, Op cit, pg. 49). El análisis formal se relaciona con los aspectos más
estables de la personalidad y constituyen la parte mas estructural del dibujo: es
el “como” dibuja.

Un trabajo pionero en el área fue realizado por Wolff, luego de 20 años de


trabajo de investigación. Otra autora que trabajó en el tema es P. Elkish (cuya
sistematización puede ser consultada en Veccia Op. Cit. Pg. 50 y siguientes).
Muchos autores y profesionales dan mayor importancia a las pautas formales
que a las de contenido ya que son mas fácilmente aislables y clasificables.

Consideramos que la riqueza del aporte de las técnicas gráficas lo constituye la


consideración de la relación entre las pautas formales y de contenido, y de
éstas en la integración con los datos del resto de la batería. Si bien en un
primer momento estas se analizan por separado, existe una relación dinámica
entre ellas que será importante considerar a la hora de esbozar nuestras
inferencias.

Tomaremos en este caso la sistematización que propone E. Hammer,


considerando el estudio de: tamaño, movimiento, emplazamiento, trazo,
presión, secuencia, detalles, simetría, sombreado y borrado.

Cada una de las pautas propuestas presenta una amplia gama de diferencias
individuales en su tratamiento. Por ejemplo: en relación al tamaño podemos
encontrar dibujos grandes, chicos o minúsculos.

Cuando hablamos de tratamientos específicos dado a cada una de las pautas


nos referimos a que “el énfasis expresivo en los dibujos transmite distintos
matices de significado”.

Comenzaremos entonces por analizar el indicador tamaño.

Cuando nos referimos al TAMAÑO de un dibujo, consideramos el espacio


relativo que ocupa el mismo en la hoja. Una superficie grande será la de aquel
dibujo que ocupe más de las 2/3 partes de la hoja, y una superficie pequeña,
aquella que tenga menos de 10 cm.

En el caso de los niños debemos tener en cuenta que tienden a hacer dibujos
grandes y fuertes, revelando de esta forma lo que anhelan para sí mismos.

El tratamiento que el sujeto haga del tamaño nos estará hablando de su


autoestima y autoexpansividad. Como variables podemos encontrar:

Un dibujo grande (GRAFICO 1), que tiende hacia los bordes de la hoja, es
característico de personas con altos grados de confianza en sí mismos, con un
autoconcepto elevado. Denota narcisismo, vitalidad y energía. Puede
observarse en personas que necesitan mostrarse ante los demás para ser
reconocidos y tenidos en cuenta. A su vez, este tratamiento puede deberse a
fantasías sobrecompensatorias debido a la frustración que provoca no poder
lograr esto.

Cuando se trata de figuras muy grandes (GRAFICO 2), que en ocasiones


pueden ocupar dos hojas, o bien no alcanzar la ofrecida para la graficación
quedando el concepto incompleto, se ha estimado la presencia de altos montos
de agresividad y tendencia a la descarga motora, por inadecuados límites a la
conducta, inmadurez e impulsividad. Cuando la figura se ve interrumpida por el
borde de la hoja, es importante tener en cuenta cual es la parte que se omite.
Los dibujos pequeños (GRAFICO 3) denotan falta de confianza en sí mismos,
bajo autoconcepto, sentimientos de inadecuación y dependencia, con
consecuentes conductas de retraimiento.

Este indicador puede asociarse a un buen control impulsivo, en sujetos cautos


y prudentes, con alta capacidad para tolerar las frustraciones. En estos casos
predomina un tipo de pensamiento analítico, la observación y la objetividad.

En caso de dibujos muy pequeños, minúsculos (GRAFICO 4), se han


relacionado con sentimientos de inferioridad, insignificancia y
autodesvalorización, con conductas de gran inhibición.

En el caso de tratarse de figuras humanas, la relación tamaño del dibujo y


espacio disponible se vincula con la relación dinámica del sujeto con el
ambiente, expresando la forma particular que este tiene de responder a las
presiones ambientales.

La pauta formal de MOVIMIENTO aparece ocasionalmente, más habitualmente


en niños. Implica la expresión de movimiento del concepto graficado
(GRAFICO 5). En los casos en los que aparece, se asocia a actividad, iniciativa
y capacidad de empatía. Dentro de los tratamientos que pueden observarse de
esta pauta, podemos resaltar aquellos dibujos que sugieren una gran actividad
como propios de personas inquietas, hiperactivas, encontrando en el otro
extremo gráficos de una excesiva rigidez, habitualmente en aquellos casos en
los que existe un rígido control sobre conflictos graves y profundos.

Podemos referirnos en este punto, en el caso de figuras humanas, a la postura


en las que se grafican. Pueden aparecer personas sentadas o acostadas lo
cual refiere un bajo nivel energético y falta de impulso hacia la actividad por
agotamiento emocional. También puede asociarse a personas tranquilas y
diplomáticas, poco pasionales. También se ha observado en personas con
alguna incapacidad física, lo cual habla de la aceptación de la limitación real.

En caso de las figuras inclinadas (en más de 15°) lo asociamos a falta de


equilibrio, inestabilidad (GRAFICO 78).

El EMPLAZAMIENTO se refiere al lugar de la hoja elegido para dibujar.


Recordemos que se considera a la hoja como espacio psicológico (razón por la
cual el tamaño debe ser siempre el mismo para los test gráficos, en vistas a
realizar consideraciones sobre el tamaño y el emplazamiento de los diferentes
dibujos que conforman la batería).

Una persona con un adecuado trato social, con orden en sus conductas
cotidianas y relaciones interpersonales no va a apoyar su dibujo en ninguno de
los márgenes de la hoja. En los casos en que el concepto graficado se apoya
sobre el borde inferior de la hoja (GRAFICO 8), podemos inferir que se trata de
individuos con una gran necesidad de sostén externo y temor a la acción
independiente por profundos sentimientos de inseguridad.
Consideraremos para analizar esta pauta los ejes horizontal y vertical de la
hoja, así como el uso que se hace de los espacios en blanco.

Comenzaremos por las consideraciones sobre el eje vertical. El dibujo puede


asentarse en la zona superior, media o inferior de la hoja. Cuanto más arriba
del punto medio de la hoja se encuentre el punto medio del dibujo, es más
probable que se trate de individuos que sienten que realizan grandes esfuerzos
para lograr sus metas, vivenciadas como inalcanzables. En estos casos existe
un gran actividad mental, con gran desarrollo de la fantasía, siendo individuos
idealistas e imaginativos. Cuando este emplazamiento se combina con falta de
la línea de base del dibujo (quedando el mismo como suspendido en el aire)
denotan inseguridad. (GRAFICO 6)

Cuando el dibujo se emplaza en la zona media de la hoja, podemos estimar un


predominio de lo cotidiano y equilibrio entre tendencias de introversión y
extroversión en el sujeto. Se observa en individuos con buen control sobre sí
mismos, objetivos y reflexivos.

El emplazamiento en la zona inferior de la hoja (GRAFICOS 7,8,9) se relaciona


con apego a lo concreto, firme y sólido, a la realidad; con probables
sentimientos de inseguridad e inadaptación que producen depresión
(GRAFICOS 10,11,12)

El dibujo también puede recubrir las tres zonas (GRAFICO 13), o combinar las
zonas media y superior, o media e inferior. En el primer caso estimamos la
presencia de buenos recursos que producen equilibrio emotivo. El
emplazamiento en zonas media y superior refiere predominio intelectual e
imaginativo, y la media e inferior deseo de apego a la realidad, con temor a
perder contacto con la misma por exceso de emotividad.

Comparando las distintas posibilidades en cuanto al eje horizontal, dividiremos


la hoja para el análisis en zonas derecha, izquierda y central.

Si el dibujo se emplaza en la zona derecha de la hoja, será representativo de


individuos con comportamiento estable y controlado, capaces de postergar la
satisfacción de sus necesidades, con preferencia por las satisfacciones
intelectuales a las emocionales, con gran capacidad de adaptación social e
interés por los otros y los hechos futuros.

Si el dibujo recubre la zona central, el interés predominante es por el presente y


la realidad inmediata.

En la zona izquierda emplazan sus dibujos individuos con bajo control


impulsivo, por lo cual deben satisfacer inmediatamente necesidades e
impulsos. Puede relacionarse con conductas regresivas, preferencia por el
pasado y poca sociabilidad y adaptación.

Relacionando ambos ejes mencionaremos dos posibilidades habituales que


son el emplazamiento en el rincón superior izquierdo (GRAFICO 14) e inferior
derecho. El primero es habitual en niños o en individuos regresivos y
dependientes, y el segundo nos anoticia de sentimientos de resignación y
decepción.

Por último nos referiremos a la economía espacial, siendo las posibilidades el


abarcar todo el espacio disponible, quedando muy pocos espacios en blanco
(GRAFICO 15), lo cual nos habla de expansión y falta de límites, o bien la
presencia de grandes espacios en blanco, asociado a control impulsivo,
constricción y cautela.

Pasaremos ahora a estudiar el TRAZO de los dibujos, teniendo en cuenta la


dirección y tipo de los mismos.

Para considerar la dirección de los trazos es importante haber realizado una


buena observación durante la graficación. Puede haber preferencia por la
dirección vertical u horizontal de los trazos. En el primer caso, se relaciona con
determinación e hiperactividad, y en el segundo, con debilidad y predominio de
la fantasía. Cuando los trazos se dirigen del papel hacia el examinado
(GRAFICO 69), se infieren características de encierro en sí mismo, introversión
y ansiedad. Otra dirección posible es desde el examinado hacia la parte
superior del papel, lo cual puede ser índice de extroversión o agresividad. En el
eje horizontal, los trazos que predominantemente se dirigen de derecha a
izquierda se vinculan con introversión y retraimiento. Aquellos que van de
izquierda a derecha, implican tendencias extrovertidas, hacia la estimulación
social y la necesidad de apoyo. Cuando la dirección es firme y decidida, se
trata de individuos seguros y perseverantes con respecto a tareas dirigidas a
metas. Si la dirección es indeterminada, se relacionará con indefinición,
inseguridad, individuos sin opiniones propias.

En cuanto al tipo de trazos, un trazo ancho denota energía y vitalidad. El trazo


fino es característico de personas con una alta sensibilidad. Cuando se
presenta alternado, con líneas fluidas y controladas, provocando una sensación
de relieve y profundidad, inferimos un buen desarrollo general, buena captación
y respuesta a los estímulos del medio, observación y originalidad.

Los trazos pueden ser largos (control de la conducta), cortos (impulsividad),


abocetados (generalmente cortos también, índice de ansiedad e inseguridad
cuando hacen aparecer al dibujo como poco integrado o borroneado), rectos
(autoafirmación, agresión. Si son ininterrumpidos denotan rapidez y desición ) o
curvas (dependencia, emotividad, sentido estético. Cuando son interrumpidas
hablan de lentitud e indecisión). En individuos agresivos pueden observarse
trazos dentados y angulosos. Hay predominio de ángulos agudos en individuos
hiperemotivos, con excesiva reacción emocional. Los trazos quebrados o
fragmentados, esbozados o reforzados revelan ansiedad e inseguridad, que
puede provocar vacilaciones en la conducta por falta de decisión y temor ante
nuevas situaciones. Cuando se observa este tipo de trazo por zonas, determina
una zona de conflicto. Las líneas temblorosas se asocian a cuadros orgánicos.
(GRAFICO 16: largos y curvos, GRAFICO 17: abocetados, GRAFICO 18:
rectos, GRAFICO 19 Y 20: fragmentados, GRAFICO 21, 22, 23: reforzados,
GRAFICO 24: tembloroso).
La PRESION es la fuerza de apoyo que la mano imprime al lápiz y se relaciona
con el nivel energético del individuo. Puede ser fuerte, débil, inestable, normal o
muy fuerte (cuando marca un surco en el papel). La presión normal se observa
en individuos con confianza en sí mismos, con buen control de impulsos,
vitales, con iniciativa, decisión, energía y constancia.

La presión débil (GRAFICO 26) implica falta de energía, restricción, represión y


falta de decisión e iniciativa. Sentimientos de insignificancia. Si es realizada con
velocidad y simplificación representa rapidez mental, originalidad y agilidad.

Cuando la presión es inestable, la energía del sujeto es fluctuante, adaptable a


las situaciones que se le presentan y a sus propias necesidades.

En los casos de presión fuerte (GRAFICO 27), las significaciones posibles


están referidas a fuerte energía, asertividad, franqueza y hostilidad frente al
mundo. En individuos con alta evolución determina personalidad tipo líder,
conductor de grupos, creativos. En individuos con poca evolución refieren
agresividad y poco respeto por los otros. Asociada a pesadez de las líneas,
debemos considerar la posibilidad de organicidad o la presencia de fuertes
tensiones externas. Las líneas fuertes y empastadas (con poco apoyo sobre la
hoja, sin dejar relieve) son índice de sensualidad y capacidad para disfrutar,
creatividad.

Cuando la presión es muy fuerte se infiere descontrol sobre la energía y altos


montos de agresividad.

En el estudio de la SECUENCIA observaremos el orden en que se sucede la


graficación de los detalles del dibujo. Nuevamente hacemos hincapié en la
observación y registro por parte del entrevistador, ya que con la sola
visualización del producto final no pueden realizarse estimaciones al respecto.
“Si examinamos muestras del proceso gráfico mientras este se está llevando a
cabo, podemos estudiar los rasgos estructurales del conflicto y la defensa
como si se proyectasen en cámara lenta” (Hammer, op.cit.). Es importante
prestar atención tanto a la secuencia de un dibujo, como a la comparación
entre dos dibujos diferentes (donde el sujeto se halle más o menos implicado
concientemente), sus similitudes y diferencias. La secuencia desviada indica
perturbaciones en el proceso de pensamiento.

Continuamos por los DETALLES . Los mismos pueden ser excesivos


(GRAFICO 28) o escasos, adecuados (GRAFICO 29) o inadecuados
(GRAFICO 30). Los casos donde se presentan detalles excesivos, son
característicos de sujetos con rasgos obsesivo- compulsivos, donde el mundo
externo es vivido como incierto y peligroso. Puede dar sensación de rigidez. Se
trata de individuos prolijos, prudentes y controlados. La escasez de detalles
reproduce sensaciones de vacío y depresión por reducción energética y
aislamiento emocional. Cuando los detalles son adecuados al concepto
graficado, inferimos una buena capacidad de observación y de análisis, así
como buen contacto con la realidad, que es enriquecida por la fantasía. Los
detalles inadecuados refieren tendencia al retraimiento y dificultades en el
contacto con la realidad. En los casos en los que los detalles son demasiado
perfectos y minuciosos, se expresa el esfuerzo por mantenerse integrado
contra la amenaza de desorganización inminente (yo débil), implicando rigidez
defensiva y adaptabilidad limitada. Solo pueden actuar por la imposición del
deber y con cautela y perfeccionismo. No hay espontaneidad ni autoafirmación.

La SIMETRÍA acentuada denota rigidez, represión e intelectualización


exagerada. Control emocional excesivo, característico de obsesivo-
compulsivos o depresivos.

Las fallas en la simetría (GRAFICO 25) se relacionan con la inadecuación de


los sentimientos de seguridad en la vida emocional. En los casos en los que
estas fallas ocurren en algún detalle en particular , hay que realizar las
consideraciones pertinentes de acuerdo al detalle de que se trate.

El SOMBREADO se refiere a las superficies del dibujo cubiertas de tintes más


oscuros, dibujos cubiertos de puntos o líneas numerosas o próximas, que
puede tener dos sentidos: si generan la idea de profundidad y/o relieve
(GRAFICOS 66 Y 73) , podemos inferir actividad, expansión y vitalidad en el
individuo. Pero si transforman al dibujo en sucio o tachado (GRAFICO 74), de
acuerdo a las zonas donde aparezca (GRAFICO 75), se relaciona con altos
montos de ansiedad en relación al área sombreada (por ejemplo: cara,
descontento con uno mismo; manos/ brazos, angustia relacionada con alguna
actividad donde éstos se encuentren involucrados; cuellos, esfuerzo por
controlar los impulsos; etc.). Si en cambio es generalizado, implica tensión.

Y por último, el BORRAR en forma excesiva refiere incertidumbre, indecisión,


autoinsatisfacción. Las áreas borradas se estimarán como zonas de conflicto.
Las tachaduras o repaso de líneas implica montos de ansiedad elevados,
dificultades para planificar la tarea y bajo nivel de tolerancia a la frustración.

En cuanto a las pautas de contenido, estudian los fenómenos más


específicos concernientes a los aspectos psicodinámicos de cada sujeto. Las
mismas se refieren al “que” dibuja el sujeto, o sea, la particular forma de dar
respuesta a la consigna. En este punto será importante reconocer los detalles
generales del gráfico, los que enfatiza o resalta, los que omite, y el particular
tratamiento que se le de a cada uno de ellos. Por ejemplo, en el dibujo de una
persona, la expresión de la cara, las extremidades, vestimenta, etc.; en el de la
casa, los detalles de la casa: puertas, techo, ventanas, etc; en el árbol: las
ramas, copa, tronco, etc.

Comenzaremos refiriéndonos al dibujo de la PERSONA. Se considera que el


dibujo está completo cuando tiene cabeza, tronco, brazos y piernas. Si alguna
de estas partes fundamentales que hacen al concepto está ausente, hablamos
de un dibujo incompleto. Puede admitirse como completo el caso en el que
faltan las manos o los pies (lo cual tendrá su particular significación).

A través del dibujo de la persona logramos captar la imagen de si mismo del


sujeto, su autoconcepto y esquema corporal. La figura humana puede motivar
la representación de un autorretrato, del Ideal del yo o de una persona
significativa (GRAFICO 76).

Cuando como respuesta a la consigna obtenemos el dibujo de palotes


(GRAFICO 77) o representaciones abstractas (GRAFICO 31) los consideramos
signos de evasión, característicos de individuos inseguros que dudan de sí
mismos. También pueden aparecer payasos, caricaturas, figuras ridículas
(GRAFICOS 12, 32, 33) las cuales expresan autodesdén y hostilidad. La
omisión del cuerpo (GRAFICO 34) aparece en casos de retraso mental o
madurativo, organicidad o perturbación emocional y aguda ansiedad por el
cuerpo.

Algunos autores determinan como relevante la ORIENTACIÓN que adquiere la


persona graficada: hacia la derecha (margen derecho, de perfil) se relaciona
con comportamiento positivo, avance hacia el futuro, necesidad de crecer ;
mientras que la orientación hacia la izquierda (GRAFICO 35) es relevada como
propia de personas direccionadas hacia el pasado, que mantienen conflictos
sin resolver, a quienes algo del pasado les pesa y detiene su evolución, implica
la necesidad de una búsqueda interior. Si la persona está orientada hacia el
frente se infiere que se trata de individuos dispuestos a enfrentar el mundo. El
gráfico de una persona con orientación dubitativa implica ambivalencia, falta de
decisión (en estos casos es importante observar el lado hacia donde se ubica
la cabeza, lo mental, hacia donde el cuerpo, lo emocional, y hacia donde las
piernas, que son las que determinan la acción). Para hacer consideraciones
sobre la ubicación de perfil, debemos tener en cuenta si es hacia la derecha o a
la izquierda para realizar inferencias. Es propio de personas que no van de
frente, que necesitan buscar refugio, evasión.

Las personas de espaldas implican deseos de no ser controlado socialmente,


de pasar inadvertido, propio de sujetos con afectos e intenciones ocultas, que
se apartan del medio, oposicionistas, introvertidos.

Comenzando por el estudio detallado de las partes que conforman el gráfico,


realizaremos el análisis de los tratamientos posibles que puede darse a la
CABEZA . La cabeza es, por lo general, lo primero que se dibuja (en relación a
la secuencia de graficación). Es el centro de la función intelectual, de la
imaginación y representa el concepto del yo.

En los casos en que se dibuja solamente la cabeza (GRAFICO 34), estamos en


presencia de una fuerte disociación mente- cuerpo, el sujeto se defiende con el
pensamiento.

Las cabezas grandes, en relación al resto del dibujo (GRAFICO 36), refieren a
deseos de poder, vanidad, narcisismo, introspección, autoexigencia (altas
aspiraciones intelectuales) o dificultades de aprendizaje. También puede
representar la existencia de síntomas somáticos relacionados con el área.

Relacionándolo con la claridad del dibujo en general, cuando la zona de la


cabeza es poco clara (a diferencia del resto del dibujo) refleja timidez; cuando
la cabeza está claramente dibujado y el resto del cuerpo no, se infiere que el
individuo acude a la fantasía como recurso compensatorio ante sentimientos de
inferioridad o vergüenza en relación a partes o funciones de su cuerpo (este
tratamiento explicado para la cabeza puede equipararse con otras partes del
cuerpo que se grafiquen de igual manera, por ejemplo en dibujos claros en
general, la aparición de extremidades inferiores poco claras, o el tronco, etc.).
La cabeza dibujada pequeña en relación a las proporciones del dibujo
(GRAFICO 25), refleja inadecuación intelectual.

En relación al PELO, podremos hacer inferencias sobre la vitalidad, capacidad


de seducción y aserción del sujeto. Cuando se le da mucha importancia al
dibujo del pelo, generalmente se trata de individuos narcisistas. Dibujado en
forma de casquete (GRAFICO 37), aparece en sujetos con marcada tendencia
al aislamiento. Puede aparecer también dibujado como rayos, erizado, en punta
o reforzado. Estos indicadores representan agresividad. El dibujo de cabello
eléctrico (GRAFICO 34) aparece en casos de confusión, y la ausencia de pelo
o el dibujarlo con forma de cuernos (GRAFICO 38), son índices de patología.

El CUELLO representa el vínculo entre lo intelectual y lo afectivo. La presencia


de cuello en la figura humana refiere a un buen control intelectual de los
impulsos y de la acción. Los cuellos largos (GRAFICO 33) aparecen en casos
donde se observa exacerbación del control por la dificultad para dirigir los
impulsos instintivos y predominio del mecanismo de disociación. La ausencia
de cuello (GRAFICOS 25 Y 36) representa la falla en el control intelectual de
los impulsos con tendencia a la acción.

El tratamiento dado al TRONCO de la persona dibujada tiene dos


significaciones. La parte superior, a la afectividad y emoción; la inferior , a la
sexualidad.

Los troncos dibujados con forma cuadrada (GRAFICO 74) , hablan de


primitivismo y debilidad del sujeto. Los troncos estrechos (GRAFICO 25)
aparecen en sujetos disconformes con su propio cuerpo. El dibujo de palotes,
como ya dijimos, es un signo de evasión, falta de compromiso, infantilismo y el
deseo de no darse a conocer. La omisión del tronco representa la necesidad de
reprimir o negar impulsos corporales.

Dentro de lo que es el dibujo del tronco, debemos prestar atención a como se


dibujan los hombros y la cintura. Los hombros grandes y marcados representan
una fachada de seguridad, sobrecompensación por sentimientos de
inseguridad o inadaptación. Aparecen en sujetos con carácter dominante y
autoritario. La cintura representa el límite entre lo sexual y lo emocional.
Cuando aparecen dibujados cinturones o adornos, se asocia al intento de
controlar lo instintivo, y alto poder de seducción. Si la cintura es estrecha, habla
de restricción forzada de impulsos. La musculatura remarcada (GRAFICO 2)
se observa en individuos narcisistas.

La aparición de caderas y nalgas redondeadas, tronco redondeado y estrecho


en la cintura refiere a rasgos de feminización de la figura.
La CARA de la persona dibujada, será referente de estados emocionales,
formas de contacto social y modalidad de las emociones implicadas en el
contacto con los otros, y el concepto del yo. Tendremos en cuenta la particular
forma que se de a ojos, boca, nariz, orejas y rasgos en general (GRAFICO 73).
Las caras sin rasgos dibujados refieren desconocimiento de sí mismo,
problemas de identidad.

En cuanto a los ojos, la omisión de los mismos revela aislamiento social,


tendencia a negar los problemas y escapar refugiándose en la fantasía. Los
ojos vacíos (GRAFICO 39) se han observado en individuos inmaduros
emocionalmente, dependientes y con sentimientos de vaciedad. Los ojos muy
marcados o reforzados son característicos de sujetos con rasgos paranoides y
agresivos. Los ojos bizcos (GRAFICO 74), rebeldía y hostilidad hacia los
demás. Los ojos como puntos son índice de retraimiento e inseguridad, los ojos
en V, de agresión. Los ojos cerrados son índice de menor grado de patología
que los ojos sin pupila. El dibujo de pestañas implica seducción y feminidad.

En cuanto al tratamiento de la boca, esta puede aparecer como línea recta


(tendencia verbal sádico- agresiva), como línea cóncava (pasividad y
complacencia) o como línea convexa (amargura). El dibujo de bocas abiertas o
rotas habla de dificultad en lograr introyecciones adecuadas y dependencia.
Los labios muy marcados refieren a dependencia oral. Los dientes (GRAFICO
37) y las cejas muy marcadas son índices de agresividad.

La nariz puede representar un estereotipo social o funcionar como símbolo


fálico. Cuando está muy marcada es indicador de virilidad. Si es ganchuda,
ancha o abierta, el sujeto expresa desprecio o rechazo. Su omisión se da en
casos de conductas tímidas y retraídas, con ausencia de agresividad
manifiesta. Se trata de sujetos con escasos intereses sociales, con
sentimientos de inmovilidad e incapacidad para progresar.

Las orejas no son detalles habituales. Cuando aparecen muy remarcadas


puede deberse a organicidad o a una marcada preocupación por las críticas y
opiniones de los otros.

El mentón de la persona también es un estereotipo social relacionado con la


fuerza y la determinación, propio de caracteres enérgicos. Cuando se
encuentra agrandado o remarcado, habla de fuerte impulso y tendencias
agresivas. Cuando es exagerado, representa sentimientos compensatorios por
debilidad e indecisión.

El dibujo de figuras con barba o bigotes (GRAFICO 75) puede relacionarse con
dificultades o inadecuación sexual, implicando una búsqueda compensatoria de
virilidad.

La aparición del dibujo de los genitales es un signo de patología, angustia por


el cuerpo y pobre control de los impulsos.

Continuamos con el estudio del dibujo de las extremidades del cuerpo,


comenzando por los BRAZOS Y MANOS. Los mismos son los instrumentos
para operar en la realidad, la parte del cuerpo humano que establece
contactos, que hacen cosas. Representan los recursos del yo para
instrumentalizar las necesidades internas en relación con los elementos del
mundo externo.

Los brazos ocultos reflejan dificultades en el contacto con los otros o evasión,
sentimientos de culpa relacionados con actividades manipulatorias. La
asimetría entre los brazos izquierdo y derecho se debe a impulsividad y pobre
coordinación. Cuando los brazos son cortos en proporción al resto del dibujo,
inferimos dificultades para conectarse con el mundo , con tendencia al
retraimiento, timidez y falta de agresión . El dibujo de brazos fuertes y largos
son expresión de ambición y contención, de inclusión agresiva en el ambiente.
Su ausencia implica el abandono del mundo objetal y retracción de la libido.
Cuando los brazos están pegados al cuerpo (GRAFICO 40) representan
dificultades para conectarse, tratándose de individuos retraídos, con excesivo
control de los impulsos y falta de adaptación. En el otro extremo, cuando los
brazos se encuentran muy alejados del cuerpo (GRAFICO 41), se infiere
incapacidad para la acción, inutilidad y dependencia. Si este alejamiento se
corresponde con brazos largos (GRAFICO 42) y extendidos fuera del cuerpo,
representa agresión dirigida al exterior.

El dibujo de manos y dedos indican la capacidad de tomar al mundo, de


orientarse en él. Implican la manipulación y el contacto con los objetos. De
acuerdo a como se dibujen pueden ser índices de agresividad: dedos largos, o
reforzados, puños cerrados (GRAFICO 43), dedos tipo garra, dedos como
líneas rectas (GRAFICO 44). La ausencia de estos detalles implica represión
insuficiente de los impulsos y retracción (GRAFICO 12). Las manos ocultas
indican evasión, las enguantadas (GRAFICO 5) son indicador de control y
disimulo. Los dedos unidos como manoplas refieren torpeza y falta de sutileza.
Los dedos dibujados como garras refieren también posesividad y egocentrismo.
La omisión de los dedos nos hacen inferir incapacidad para la acción, inutilidad
y dependencia. El dibujo muy detallado de dedos, uñas, articulaciones aparece
en individuos con rasgos compulsivos, dependientes, indecisos, con
dificultades en relación al concepto corporal.

El dibujo de PIERNAS Y PIES representan el sostén y base del sujeto. Son los
órganos que posibilitan el desplazamiento y la direccionalidad. Dibujados en
primer lugar y con más atención que el resto son expresión de desaliento y
depresión. El dibujo de personas sin pies es expresión de desaliento,
abatimiento, tristeza, resignación, falta de confianza en sí mismo, inseguridad.
Cuando estos aparecen pero son muy pequeños en relación al resto del dibujo,
expresan inseguridad para mantenerse en pie, para alcanzar metas. En los
casos en que se observan pies descalzos (GRAFICO 45), se asocian deseos
de mantenerse infantil. En cuanto a las piernas, si estas son largas (GRAFICO
46) refieren deseos de independencia, si son rellenas y gruesas se asocian con
sentimientos de inmovilidad, y si son dibujadas muy abiertas, expresan
agresividad (GRAFICO 37).

Por último abordaremos la pauta de contenido de la VESTIMENTA. La mismo


representa el aspecto social y normativo, de adaptación a las normas
(GRAFICO 73). Al aparecer figuras desnudas (GRAFICO 47), se expresa
rebelión contra las normas sociales, narcisismo corporal o conflictos sexuales.
Cuando la vestimenta es cuidada en sus detalles hablamos de narcisismo
social, en individuos infantiles y egocéntricos. Observando los detalles de la
vestimenta, la aparición de botones se ha observado en sujetos con
personalidad dependiente infantil. Si corresponden a la línea media del cuerpo,
suelen relacionarse con preocupaciones somáticas. Si corresponden a puños u
otras zonas poco visibles, así como la aparición de cordones, arrugas en la
ropa, etc. se relaciona con la presencia de rasgos obsesivo- compulsivos. En
estos casos es importante realizar consideraciones sobre el detalle elegido
para marcar la compulsividad (y relacionarla con el resto del material). La
aparición de bolsillos en el pecho (GRAFICO 75) refiere a privaciones en el
área afectiva, en individuos infantiles y dependientes. El dibujo de corbatas
exageradas representa símbolo fálico, cuando son grandes y dibujadas con
cuidado en cuerpos pequeños revelan sentimientos de inferioridad. Otros tipo
de accesorios, como ser armas, palos, etc. expresan sentimientos de debilidad
e insignificancia; accesorios como aros o collares, preocupación exhibicionista;
cigarrillos, pipas, bastones, se asocian a búsqueda de virilidad.

Por medio del dibujo de la CASA, abordaremos el estudio de las relaciones


familiares (pasado, presente y futuro deseado) y el sí mismo.

El TECHO de la casa representa la parte ideacional, lo intelectual, el área de la


fantasía. Se equipara a vida mental y el tamaño del techo revelará el grado en
que el sujeto dedica su tiempo a la fantasía y que recurre a ella en busca de
satisfacciones.

Los techos excesivamente grandes, que sobresalen de los contornos de la


casa (GRAFICO 7), pertenecen a sujetos con acentuada inmersión en la
fantasía y apartados del contacto interpersonal manifiesto.

Cuando se grafica una casa- techo (GRAFICO 48), inferimos una existencia
fantaseada, producto de sujetos retraídos en la fantasía.

Las casas- fachada (GRAFICO 49) hablan de poca capacidad de ensoñación y


fantasía, con predominio del pensamiento concreto.

Cuando en el dibujo de la casa, solo el techo se encuentra reforzado o


sombreado, con tejas (GRAFICO 50), inferimos fuertes defensas ante la
amenaza de perder el control sobre las fantasías (lo cual es generador de
ansiedad y temor).

Luego pasaremos a observar las PAREDES de la casa. Las mismas


representan los límites yo no-yo, y se relacionan con el grado de fortaleza del
yo y de la personalidad. También pueden realizarse inferencias sobre el
funcionamiento del examen de realidad.
Las paredes débiles o reforzadas refieren temor al derrumbe por débil control
yoico (el refuerzo implica defensas compensatorias ante esto). Cuando las
mismas son transparentes, permitiendo ver el interior de la casa, podemos
inferir deterioro en el criterio de realidad (aclaramos que este tratamiento es
común en niños)

En cuanto a las aberturas de la casa, consideraremos PUERTAS Y


VENTANAS.

Las puertas representarán las relaciones con el mundo externo, las formas de
contacto que el sujeto mantiene con el ambiente (graficos 50 y 51).

Las puertas pequeñas (GRAFICO 7), tomándolas en relación a la casa en


general y al tamaño de las ventanas, implica reticencia a establecer contacto
con el ambiente, alejamiento del intercambio interpersonal e inhibición de la
capacidad para las relaciones sociales, presentando conductas de timidez y
temor ante las mismas.

Cuando la puerta se emplaza por encima de la línea de base de la casa


(GRAFICO 52), inferimos que el sujeto posee una personalidad inaccesible y
apartada, manteniendo contactos con el ambiente dentro de sus propios
términos.

Las puertas muy grandes implican excesiva dependencia de los demás.


Cuando están abiertas expresan necesidad de contacto emocional, que espera
recibir de afuera, o vulnerabilidad extrema y falta de adecuación de las
defensas yoicas si la casa está vacía. Las cerraduras acentuadas, tanto en
puertas como en ventanas, se relacionan a temor a daños que puedan venir
desde el exterior .

Las ventanas representan un medio secundario de interacción con el ambiente.

Cuando son graficadas desnudas (GRAFICO 53), sin cortinas ni sombreadas,


hablan de descortesía, trato directo y falta de tacto en las relaciones
interpersonales. Al estar parcialmente abiertas refieren interacciones
controladas y buen manejo en las relaciones con el ambiente. Si por el
contrario están cerradas, con persianas o cortinas (GRAFICO 54), se infiere
reticencia a interactuar con los otros, necesidad de apartarse.

Otro indicador a considerar es la presencia de chimenea de la que sale humo.


Si este es denso (GRAFICO 55) , inferimos tensión interna en el individuo por
conflictos en la situación hogareña. Si el mismo está desviado hacia un lado,
como si soplara el viento, es índice de presiones ambientales.

En relación a los detalles accesorios al concepto graficado (plantas, objetos,


personas, etc.), si los mismos son abundantes (GRAFICO 72), refieren falta de
seguridad. Los cercos (GRAFICO 28) aparecen cuando hay rígidos manejos
defensivos. En el caso de graficarse senderos (GRAFICO 17), si el mismo es
proporcionado y conduce a la puerta, inferiremos que el individuo ejerce cierto
control y tacto en sus relaciones. Senderos largos e irregulares son propios de
individuos que en sus relaciones sociales en un principio se mantienen
distantes, son lentos y cautelosos, pero que pueden establecer vínculos
emocionales. Cuando se grafica como línea recta hacia la puerta, ancha desde
el observador y angostándose hacia la puerta, implica un intento por disimular a
través de relaciones superficiales una necesidad básica de aislamiento.

En cuanto a la perspectiva, si la casa es vista de arriba (visión de ojo de pájaro


para Buck- GRAFICO 56), hay rechazo de la situación hogareña en la que el
sujeto se encuentra y sobre los valores que allí se tienen. Implica sentimientos
de superioridad y rebelión contra los valores tradicionales. Si es vista de abajo
(visión de ojo de gusano según Buck), refiere sentimientos de rechazo e
inferioridad en la situación familiar, sentimientos de desvalorización,
inadecuación y baja autoestima.

La casa también puede presentarse con una perspectiva lejana, lo cual habla
de sentimientos de inaccesibilidad, aislamiento, incomodidad en la casa o con
el grupo de convivencia e incapacidad para enfrentar las situaciones que allí se
generen.

El perfil absoluto (solo se ve el costado de la casa) es observable en sujetos


distantes, oposicionistas e inaccesibles desde el punto de vista interpersonal.

El dibujo del ÁRBOL representa la imagen más inconsciente de sí mismo y de


las relaciones con el ambiente.

El árbol estilo cerradura (GRAFICO 57), donde tronco y copa son dibujados por
una sola línea contínua, expresa oposicionismo y negativismo. El árbol
disociado (GRAFICO 58), conformado por dos árboles unidimensionales,
donde las líneas laterales del tronco no se conectan y forman ramas con
estructura independiente, refieren ruptura en la personalidad.

Koch habla de la línea de desarrollo del árbol, desde las raíces hasta la copa,
equiparándolo al desarrollo psíquico del sujeto. La parte inferior corresponde a
las experiencias más tempranas y las más actuales se relacionan con la parte
superior. Sobre esto concepción, Buck agrega que cuanto más abajo
encontremos cicatrices o agujeros en el tronco, más tempranas han sido las
experiencias traumatizantes (Hammer, op.cit.).

El especial tratamiento dado a la COPA del árbol nos llevará a hacer


inferencias sobre el área de la fantasía e ideación del sujeto, de acuerdo al
tamaño que se le adjudique, los sombreados, etc. al igual que en el tratamiento
de la cabeza en la persona y del techo en la casa. Las hojas dibujadas como
espinas son índices de agresión.

En cuanto a las RAMAS, representan los recursos que el individuo cree poseer
para operar en la realidad y obtener satisfacciones del medio. Los árboles sin
ramas (GRAFICO 59) aparecen en individuos aislados, con poco trato con
otros e incapaces de disfrutar de relaciones interpersonales. Las ramas altas y
angostas, que se dirigen hacia arriba (GRAFICO 60) son propias de individuos
que temen buscar satisfacciones en el ambiente y se refugian más de lo
necesario en la fantasía para obtener gratificaciones, desarrollando conductas
introvertidas. Las ramas dibujadas como lanzas (GRAFICO 61) o garrotes, con
punta afiladas o pinches, denotan altos montos de agresión e impulsos hostiles
intensos. Las ramas cortadas o rotas (GRAFICO 62) refieren traumas
emocionales, sentimientos de inutilidad, inadaptación y pasividad. Cuando se
extienden lateralmente hacia fuera, al ambiente y hacia arriba, implica equilibrio
mantenido. Si se disparan para afuera de la hoja (GRAFICOS 63 Y 64),
inferimos inmersión en la fantasía. Las ramas unidimensionales (GRAFICO 65),
inadecuadamente ligadas a un tronco también unidimensional, segmentado,
sugiere organicidad, sentimientos de impotencia, falta de fuerza del yo y pobre
integración de recursos para buscar satisfacciones. La flexibilidad en la
graficación nos lleva a inferir habilidad para obtener satisfacciones del
ambiente (si el tamaño de las amas tiene relación con el tronco). Las ramas
bidimensionales abiertas (GRAFICO 65) en el extremo aparecen en casos de
escaso control sobre la expresión de los impulsos.

Considerando las proporciones, cuando observamos ramas grandes e


importantes en un tronco pequeño, pensaremos en una exagerada
preocupación por la búsqueda de satisfacciones. Si son pequeñas en un tronco
grande, denotan frustraciones por la incapacidad de satisfacer necesidades
básicas.

Ramas secundarias, que nacen de otras principales implica tendencias


masoquistas, autopunitivas. Los extremos de las ramas envueltos en círculos,
como nubes (GRAFICO 60), es un tratamiento propio de sujetos inpunitivos, en
los que la agresión no se descarga externa ni internamente a causa de gran
inhibición.

El TRONCO del árbol representa el yo y su fortaleza, como así también los


límites entre el sí mismo y el mundo externo.

La presencia de cicatrices o agujeros (GRAFICOS 11, 67), tal como dijimos


anteriormente, habla de traumas emocionales. Troncos dibujados con forma
punteaguda (GRAFICO 66) denotan alta agresión. Si es reforzado (GRAFICO
68), implica la necesidad de mantener la integridad de su personalidad
(defensa compensatoria). También puede aparecer débilmente dibujado (solo el
tronco- GRAFICO 19), lo cual denota ansiedad por temor a perder el control por
problemas de identidad.

Las RAÍCES representan el contacto con la realidad. La exageración


(GRAFICO 69) habla de una preocupación excesiva por temor a perder el
contacto con la misma, al igual que cuando se dibujan como si fueran garras
(GRAFICO 70). Si aparecen como transparentes, viéndose a través de la tierra
(GRAFICOS 19 Y 71), son índice de deterioro del criterio de realidad.

La presencia de frutos y flores llevan a consideraciones sobre aspectos


evolutivos del individuo, procreación, nivel de rendimiento y seducción.
A partir del trabajo de reconocimiento de indicadores gráficos propuesto por la
ficha, avanzamos en el primer paso para el análisis de test gráficos. Tal como lo
planteamos al inicio, es necesario realizar la integración de los datos obtenidos
a partir de las entrevistas y otras técnicas aplicadas, integrándolos mediante el
método de recurrencias y convergencias.
Bibliografía:

 Hammer, E.: “Test Proyectivos Gráficos”. Paidós (1969)

 Buck, J.- Warren, W. : “Manual y guía de interpretación de la técnica de


dibujo proyectivo del H.T.P.”. Ed. Manual Moderno (1995)

 Veccia, T. y colab. : “Diagnóstico de la personalidad: Desarrollos


actuales y estrategias combinadas”. Lugar Editorial (2002)

 Querol, S. - Chaves Paz, M. : “Adaptación y aplicación del test de


Persona bajo la lluvia”. JVE (1996)

 Koppitz, E. : “El dibujo de la figura humana”. Ed. Guadalupe (1974)

 Frank de Verthelyi, R.: “Gráficos en niños”. Dpto. de Publicaciones.

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