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Bachillerato a distancia Zacatecas

Dialogica y argumentación
Actividad 3. Reconocer la importancia del principio de
cooperación en la vida cotidiana
Unidad: 1
Alumno: Eder Isaac Castillo Silva
Para que tengas una idea más amplia de cómo funciona el principio de
cooperación en tu vida cotidiana, revisa atentamente las cuatro máximas
propuestas por Grice.

Reflexiona cómo y en qué situaciones las aplicas; después:

1. Describe cuatro situaciones donde hagas uso de ellas.


2. Describe cuatro situaciones donde transgredas las máximas para lograr un
fin comunicativo específico.

Cuatro situaciones donde hagas uso de ellas.

 Cantidad
Cuando vas a comprar a la tienda 2 cajas leche, 1 paquete galletas y 5 bolsas de
dulces
Llegas alas casa y te preguntan ¿Que compraste?
Y respondes: Dos cajas de leche

 Calidad
Por ejemplo si hay un accidente
Llegan y preguntan si hay muertos
Respondes: 5 personas
 Relación o Relevancia
Mi mama y mi papa están trabajando en la oficina
Mama: préstame el lapicero
Papa: el rojo o el azul
 Manera
María y Flor estudian biología en la universidad
María: Flor que tal tu experimento con los peces
Flor: La mayoría de los peces exhibieron mortalidad extrema en respuesta a la
metodología experimental.

Cuatro situaciones donde transgredas las máximas para lograr un fin


comunicativo específico.

A: ¿Quieres…? quieres que… te devuelva el favor?


B: No ha sido ningún favor.
A formula una pregunta total a B, que tendría que haber respondido con “sí” o “no”.
Al no hacerlo ha violado la máxima de cantidad, porque da una información extra,
y la de pertinencia, porque el comentario no era relevante. Además, B no contesta
ni siquiera indirectamente a la pregunta, sino al término “favor” utilizado por A,
recurriendo a una implicatura para darle a entender que la acción llevada a cabo
no la considera como tal.

A: Oye, esta noche te quedas en Barcelona, ¿no?


B: Pues no había pensado… Casi seguro me vuelvo en el último puente aéreo.
A: Tía, por favor, quédate y ven a vernos tocar.
En este caso, B, para no violar la máxima de calidad porque no sabe dar una
respuesta concreta a lo que se le pregunta, viola otras máximas: la de manera,
porque no proporciona una respuesta clara y concisa, y la de cantidad, porque
ofrece más información de la que se le ha solicitado. Por otro lado, la intervención
de A no es una pregunta por definición, sino una afirmación resultado de una
suposición suya (da por hecho que B se va a quedar en Barcelona); B desea que
A no se vaya, lo cual quedará reforzado en la súplica final.

A: Si me quedo esta noche, ¿me harás un favor?


B: Pide por esa boquita.
A la pregunta total de A, B no contesta de manera adecuada (es decir, con “sí/no”)
y viola la máxima de manera porque no es claro con su respuesta. En realidad,
con “Pide por esa boquita” está dando a entender que la contestación a la petición
de A es afirmativa, pero no lo dice en ningún momento.

A: Huy, mira, están embarcando. Oye, ¿qué número de asiento tienes? […]
B: 4 A. Ventanilla.
A: 25 C. Pasillo… […] Vaya, qué pena.
En este caso, en primer lugar, la máxima que se viola es la de manera, puesto que
A, que pretende sentarse al lado de B, en lugar de formular una pregunta clara y
directa, muestra interés por el número de asiento de B. En segundo lugar, A, sin
que B se lo haya preguntado, le da la información del número de su asiento,
violando así la máxima de cantidad, puesto que hace su contribución más
informativa de lo requerido, aporta datos que no le han sido solicitados. Y, en
tercer lugar, A viola la máxima de la pertinencia añadiendo «Vaya, qué pena», una
aportación irrelevante para la conversación, pero gracias a la cual B llega a
comprender el propósito inicial de A.

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