Del 1 Al 8

COMUNIDAD CRISTIANA INTERNACIONAL
“DIOS PROVEE”
MODULO 6
EL ESPIRITU
SANTO EN MI
CESAR CASTELLANO
CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

“DIOS PROVEE”
CONTENIDO
1. SUMERGIDO EN SU ESPIRITU
2. PREPARANDONOS PARA RECIBIR AL ESPIRITU SANTO
3. CONOCIENDO AL ESPIRITU SANTO
3. EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO (PARTE I)
4. EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO (PARTE II)
5. EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO (PARTE III)
6. INTRODUCCION A LOS DONDES DEL ESPIRITU SANTO
7. DONES DE REVELACION
8. DONES PODER
10. DONES DE INSPIRACION

“DIOS PROVEE”
INTRODUCCIÓN
CAPACITACION
DESTINO
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda Ia verdad; porque no

hablará por su propia cuenta, sirio que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir” (Juan 16:13).
A los pocos días de iniciada mi vida cristiana, esta fue mi ferviente oración: “Señor Jesús,
dame la convicción de que estoy en el lugar correcto, por esto, te pido una señal. Quiero
verte y sentir que pones Tus manos sobre mi cabeza y me unges”. Aunque me encontraba
en una pequeña capilla, quería tener la plena certeza de que estaba acercándome más y
más a Dios, pues no deseaba exponerme a lo contrario. Aún no había terminado Ia oración,
cuando sentí detrás de mí Ia presencia de una persona; me volví en el espíritu para ver quién
era y quedé pasmado al contemplar aquella grandiosa visión. Yo sabía que era el Señor
Jesús, lo veía vistiendo con una túnica blanca; mi gran deseo era mirar Su rostro, mis ojos
subieron lentamente y cuando por fin pude contemplarlo Ia belleza que emanaba de Él era
indescriptible, sentí impura mi mirada y tuve que desviarla. Me desplome en el piso sin
aliento. Luego, Él se inclinó y puso su mano sobre mi cabeza, y fue cuando sentí una
sensación de paz y un profundo deseo de adorarle. Al abrir mis ojos las palabras que
brotaban de mis labios eran en un idioma que no podía entender, cada átomo de mi ser
glorificaba Su nombre. Me parecía increíble que el Dios Creador del universo se hubiera
dignado a vivir dentro de mi corazón. Al levantarme de mis rodillas, inundado por una
sensación de compasión, quería abrazar a todo el mundo y decirles que lo que yo estaba
experimentando también ellos podrían tenerlo.
Conocer al Espíritu de Dios es no sólo el mayor privilegio que alguien pueda tener en esta
vida, sino también Ia más grandiosa experiencia que jamás pueda ocurrirle. EI Señor
Jesucristo dijo que era necesario que Él se fuera de este mundo para dar lugar al Espíritu
Santo (Juan 16:7), dando a entender que Su misión ya se había cumplido aquí y, por lo tal,
Ia próxima etapa debería culminar a través de nosotros. Para lograrlo, necesitaríamos Ia
ayuda del Espíritu. Aunque Jesús, en cuanto hombre, estuvo limitado por un cuerpo
humano, el Espíritu Santo no tiene ninguna limitación, pues Él puede estar en todas partes
al mismo tiempo.
El salmista lo expresó de esta manera:
“A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos,

allí estás tú; y si en el Seo! hiciere mí estrado, he aquí; allí tú estás. Si tomare las alas del
alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
“DIOS PROVEE”
Si dijere:
Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun Ia noche resplandecerá alrededor de mi. Aun
las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las
tinieblas que la luz” (Salmo 139:7-12)
Estaba claro para el autor que nadie puede huir del Espíritu de Dios, ni escapar de Su
presencia Sólo sabremos lo Poderoso y bello que es tener Su Espíritu en nosotros cuando le
permitamos tomar el Control total de nuestra vida. Llegar a una intimidad con Él es algo que
se da solo cuando hay un desprendimiento pleno de uno mismo, cuando podemos
renunciar a nuestros propios intereses y someternos a los deseo divinos Cuando nuestros
sueños se Unen a los de Él y nuestras
metas Son las mismas metas de Dios, entonces Podemos decir que hemos entrado a tener
una dependencia total de Él y todo lo que hagamos será para Su gloria.
El Espíritu es el Único que Conoce lo más íntimo de Dios, es el Único puente que une lo
humano Con lo divino; sólo Él nos Puede ayudar a que Ia gloria de Dios sea derramada en
la tierra. Es mi oración que mientras estudia acerca de lo Persona del Espíritu Santo,
Pueda Conocerle Como su amigo, Consejero, guía y ayudador, como aquel que le imparte
el Poder divino para ser Su testigo en Jerusalén, toda Judea, Samaria y hasta los Confines
de la tierra.
César Castellanos.

“DIOS PROVEE”
SUMERGIDOS EN
SU ESPÍRITU
Referencia Bíblica
“Yo a Ia verdad os bautizo en agua

para arrepentimiento; pero el que
viene tras mí, cuyo calzado yo no soy
digno de llevar, es más poderoso que
yo: él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego” (Mateo 3:11).
1
LECCION
“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1. Reclamar Ia promesa del bautismo en el Espíritu.
2. Comprender que un ministerio de poder sólo se alcanza con Ia unción del Espíritu
Santo.
3. Aprender a tratar a ias personas como tratamos al Espíritu Santo.
INTRODUCCIÓN
Es interesante que en Ia antigüedad, antes de que Jesucristo viniera a este mundo, el

Espíritu Santo se manifestaba de manera esporádica en medio del pueblo. Él escogía a
ciertas personas para desatar Su poder de una manera especial a través de ellas.
Tenemos el ejemplo de Moisés, la manera como Dios lo escogió, lo formó y luego lo usó en
la misión que Él de antemano había predeterminado para su vida; o Ia unción que Dios le
dio a Josué, quien a través del don de Ia fe logró detener al sol y a Ia luna para que Ia batalla
que estaba luchando no fuese interrumpida.
Tenemos el caso de Elías, quien llegó a ser un tremendo profeta de Dios e hizo descender
fuego del cielo, para que la nación de Israel se volviera de su apostasía; o el caso de los tres
amigos de Daniel, quienes no tuvieron temor del rey de Babilonia, y prefirieron el horno de
fuego antes que doblar su rodilla ante un ídolo y milagrosamente Dios los libró del fuego;
Sansón, siendo lleno del Espíritu Santo, uso una quijada de burro para acabar con un ejercito de
mil soldado.
Sin embargo, Dios tenia algo aun mayor preparado para Su iglesia en este tiempo, A través
del profeta Joel, Dios prometió que el privilegio de ser ungido por el Espíritu Santo, que
apenas un puñado de hombres tuvo, sería dado a todos Sus hijos:
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos
y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y
también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré
prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo” (Joel 2:28-30).

“DIOS PROVEE”
1.- EL ESPÍRITU SANTO EN EL MINISTERIO DE JESUS
Cuando el Señor Jesús empezó Su ministerio a la edad de los treinta años, lo hizo bajando a
las aguas del bautismo, y al salir, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que
descendía como paloma, y venía sobre Él.
“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia” (Mateo 3:17).
Todo el ministerio de Jesús estuvo marcado por Ia participación activa del Espíritu Santo. Al
empezar Su ministerio, el Señor Jesús dijo:
“El Espíritu del Señor está sobre mi por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable
del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en Ia
sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante
de vosotros. Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras
de gracia que salían de su boca” (Lucas 4:18—22).
Todo el ministerio que Jesús desarrollo lo hizo en el poder del Espíritu Santo. Jesús dijo:
“Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios,
ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros”
(Lucas 11:20).
‘“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios,

ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios”
(Lucas 11:20).
Antes de partir de este mundo; el Señor Jesús pronunció sobre aquel madero sus últimas
palabras. “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). Una vez terminada Su misión, Jesús
le devolvió el Espíritu al Padre.
Jesús, previo a su ascensión al cielo, instruyó a Sus discípulos a que no se movieran de

Jerusalén hasta que fueran investidos con poder de lo alto. Y aquellos ciento veinte
discípulos permanecieron por diez días orando, y reclamando Ia promesa divina hasta que
vino el día del Pentecostés.
Cuando el Espíritu Santo llega a nuestras vidas inmediatamente hay una transformación,
viene una unción de poder. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos” (Hechos 1;8a).

“DIOS PROVEE”
2. EL ESPÍRITU SANTO EN LOS CREYENTES
El tiempo del que hablaba el profeta Joel comenzó prácticamente en el aposento alto, y son
los días que vivimos en la actualidad, tiempos en que Ia unción profética es de manera
especial sobre cada persona. Lo importante es perseverar hasta evidenciar la presencia
plena del Espíritu en nuestras vidas: los jóvenes viendo visiones y los ancianos soñando
sueños. Esta es Ia unción de Dios para nuestro tiempo, unción de visiones, de sueños, de
visualizar lo que se anhela, una unción para dominar el campo espiritual y lanzarnos a
conquistarlo. Es una unción que equivale al bautismo en el Espíritu Santo y que también es
derramada sobre los siervos de Dios.
Aunque muchos no están sirviendo, han recibido el toque del Espíritu, pero Ia unción más
fuerte ha de estar sobre aquellos que se comprometen poderosamente en el servicio al
Señor.
LA SENSIBILIDAD DEL ESPÍRITU SANTO
Piense en un hogar donde el hombre se determina ignorar a la mujer, ¿cómo se sentirá ella?
Pasan los días, las semanas, los meses y los años y el hombre ni Ia determina, Ia ignora, ¿qué
es más importante para él?. Posiblemente un objeto, un mueble, un vehículo, cualquier
cosa material que su propia esposa. ¿Qué hará Ia mujer?, simplemente dirá: “Aquí yo soy
un cero a la izquierda, nada tengo que hacer me levanto y me voy”, y efectivamente
desaparece.
Recuerde que el Espíritu Santo es muy sensible y que si es ignorado. No va a hacer ninguna
recriminación, simplemente se levantará y se irá de aquel lugar o de aquella vida.
Recuerdo que haces años el Señor, me dio una palabra y me dijo: “Trata a tu esposa como
trata al Espíritu Santo”, esto me sacudió tanto que dije: “ No puedo ignorar al Espíritu Santo,
no puedo ignorar a mi esposa, no puedo hablarle fuerte al Espíritu Santo, no puedo hablarle
fuerte a mi esposa tampoco.
3. BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO
“El os bautizará en el Espíritu Santo y fuego”

(Mateo 3:1 lb).
El Bautismo significa inmersión, o sepultamiento y cada uno de Sus hijos debemos pasar
por Ia experiencia de Ia inmersión en el Espíritu Santo.
En la entrevista que el Señor Jesús tuvo con Nicodemo, respondió a las inquietudes de este
doctor en la ley diciéndole: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5); y luego añadió: “EI viento sopla de
“DIOS PROVEE”
donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo
aquel que es nacido del Espiritu” (Juan 3:8).
Vemos que el bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia única. Jesús dijo que el
bautismo en agua es el primer paso, pero que Ia inmersión en el Espíritu es el próximo paso
que debe dar todo creyente: “EI que no naciere del agua y del Espíritu” (Juan 3:5). Cuando
bajamos a las aguas del bautismo, sepultamos nuestra vieja naturaleza, y al salir del agua
renace una naturaleza nueva.
San Pablo, manifestó:

“Los que hemos sido bautizados, de Cristo estamos revestido” (Gálata 3:27)
Jesucristo es quien bautiza en el Espíritu Santo Mediante el bautismo en el Espíritu, nos

sumergimos en Ia presencia del Espíritu de Dios, el cual inunda nuestro ser dando vida a
nuestro espíritu. Cuando Juan dice “el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de
llevar es mucho más poderoso que yo, y Él los bautizará en el Espíritu Santo y fuego”,
(Mateo 3:11b) queda entendido que el que bautiza en el Espíritu Santo es Jesucristo, ningún
otro, solo Él otorga esta experiencia o esta unción.
Por otra parte, podemos notar que quien comisionó a Juan para bautizar en agua fue
directamente Dios, y Ia señal que le dio fue que sobre aquella persona en Ia cual viera que
descendía el Espíritu Santo y que permaneciera sobre Ei, éste es el que bautizaría en el
Espíritu Santo y fuego. “Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél
me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que
bautiza con el Espíritu Santo” (Juan 1:33)
El bautismo nos hace parte del cuerpo de Cristo “Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio
a beber de un mismo Espíritu” (1 Corintios 12:13).
De acuerdo con esto, el bautismo en el Espiritu nos une al cuerpo de Cristo; no importa Ia
raza, ni Ia posición social, ni los credos que hemos practicado, todos entramos a ser de
uno solo, del Señor Jesucristo, mediante la llenura del Espíritu Santo.
Cuando le creemos a Dios, nos volvemos a Él con todo nuestro corazón y dejamos que la
experiencia de su Espíritu Santo nos sumerja, nos gobierne y nos dirija, experimentamos lo
que es el bautismo en el Espíritu de Dios adquiriendo Ia mente de Cristo y nuestra lengua
es controlada por el Espíritu, nuestros oídos son santificados por Él y nuestros pasos son
guiados por su misma presencia. Cuando damos este paso en fe, se presenta una
transformación total de nuestras vidas y, como testimonio, sentiremos ríos de agua viva
fluyendo dentro de nuestro ser.

“DIOS PROVEE”
MI EXPERIENCIA PERSONAL
El día que entregué mi vida a Jesús recibí un bautismo en fuego y tuve convicción de pecado,
lo oculto salió a flote y experimenté Ia transformación total de mi vida, el nuevo nacimiento,
pero no había recibido el bautismo del Espíritu con Ia evidencia de hablar en lenguas. Al día
siguiente confirmé, al sentir repulsión por los vicios que antes me atraían, que había
conocido Ia verdad y ésta me había hecho libre, porque el Espíritu de Dios había dado
convicción de pecado; pero su llenura no estaba, Ia inmersión en su presencia aún hacía
falta. En Ia pequeña Iglesia donde me congregaba, al inicio de mi vida cristiana, escuché a
la pastora enseña sobre la manera como el Espíritu Santo había venido sobre los ciento
veinte discípulos y como resultado todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron en otras
lenguas. Al escuchar esto, empecé a anhelar en mi corazón que Dios hiciera lo mismo
conmigo. Una noche mientras estaba orando en el altar de aquella iglesia, Ia duda empezó
a recorrer los pasillos de mis pensamientos con Ia meta de sacarme de aquel lugar. En ese
mismo instante un pensamiento completamente diferente se arraigó dentro de mí: “La
mejor manera de saberlo es si Él se revela a mi vida”. Y le dije: “Señor Jesús quiero verte y
quiero que pongas tus manos sobre mí cabeza y me unjas”; no alcancé a terminar Ia oración,
y Sentí detrás de mí Ia presencia de una persona, e inmediatamente me volteé en el espíritu
a ver quién era, y empecé a mirar de abajo hacia arriba, una persona vestida de blanco y
anhelaba verle su rostro así que mi mirada subía muy lentamente.
Cuando llegué al rostro, ¡qué agradable impacto!, era el rostro más bello que jamás hubiese
visto, era tal Ia belleza y pureza de su rostro, que de esta salían como rayos de luz tan
resplandecientes como lo es el sol en su plenitud. Lo alcancé a mirar por fracción de
segundos y no soporté tanta belleza, porque nuestra mirada es muy impura para poder ver
Ia gloria de Dios. Yo caí al piso sin fuerzas, no tenía aliento. En ese momento vi cómo el
Señor se inclinó y puso sus dos manos sobre mi cabeza, tal como se lo había pedido. En ese
momento me Sentí transportado, como si estuviera en otro mundo. Me sentía en la gloria
celestial, como si estuviera caminando por calles de oro, mi cuerpo acá en Ia tierra empezó
a sudar y empecé a hablar en un idioma diferente y luego en otro y en otro. Hablé como en
siete lenguas diferentes cuando volví de esa experiencia me levántate dichoso y quería
abrazar a todo el mundo, yo los abrazaba y les decía: “Dios estaba dentro de mi”
Quería que los demás vivieran y experimentaran lo mismo que yo estaba sintiendo. Me. Fui
corriendo a mi casa. Ese mismo día me di cuenta que lo que había sido glorioso para mí,
sonaba a locura para mis hermanos. Aquel día pude entender que había tenido un
encuentro personal con el mismo que se presentó en el Aposento Alto, donde los ciento
veinte discípulos de Jesús habían perseverado por diez días en oración, reclamando Ia
promesa del Espíritu Santo hasta que Él vino como un viento recio que estremeció Ia casa y
todos los presentes fueron llenos del Espíritu y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.

“DIOS PROVEE”
CONCLUSION
Podemos decir que Ia ¡iglesia del Señor nació en un pequeño lugar llamado Aposento Alto,
no con multitudes, sino con las 120 personas allí reunidas, y lo más importante es que el
Espíritu Santo estuvo presente. Más adelante, Ia iglesia se extendería al pueblo gentil y el
Espíritu vendría sobre aquellos creyentes que no pertenecían al pueblo de Israel.
CUESTIONARIO
SUMERGIDOS EN SU ESPÍRITU
1. ¿Cuál es Ia principal diferencia entre el rol del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento y en Ia
actualidad?
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2. ¿Cuál fue el papel del Espíritu Santo en el ministerio de Jesús?

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3. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en su ministerio?

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4. ¿Qué persona puede bautizar en el Espíritu Santo?

“DIOS PROVEE”
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5. ¿Por qué es importante ser bautizado en el Espíritu?

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6. Describa su experiencia de bautismo en el Espíritu Santo.
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7. ¿Es el bautismo en el Espíritu Santo exclusivo de algún puñado de creyentes o es para todos?
Justifique bíblicamente.
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“DIOS PROVEE”
PREPARÁNDONOS
PARA RECIBIR AL
ESPÍRITU SANTO
Referencia Bíblica
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre

vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hechos 1 :8).
2
LECCION
“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1. Reconocer nuestra necesidad del Espíritu Santo a diario.
2. Permitir que el Espíritu Santo controle nuestra lengua.
3. Afirmar que Ia experiencia del bautismo en el Espíritu Santo tiene su fundamento en las Sagradas
Escrituras,
INTRODUCCIÓN
El mismo Señor les había dicho con anterioridad a los discípulos:

“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en Ia ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis in vestidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49).
Y también:
“Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:22).
Para el Señor Jesús era muy importante que cada uno de Sus seguidores aprendiera a caminar en el
Espíritu de Dios. Él, siendo el mismo Dios encarnado, necesitó la presencia del Espíritu Santo para
poder desarrollar exitosamente Ia misión que el Padre le había confiado.
La ausencia del Espiritu Santo en la vida de un creyente equivale a tener un cuerpo sin
espíritu. El Espiritu de Dios debe ser todo para el cristiano.
Cuando Dios creo a la primera pareja, lo primero que hizo fue soplar aliento de vida, El tiempo que
Jesús estuvo caminando con los discípulo, fue para ellos un tiempo de formación de su carácter,
adquirieron el conocimiento acerca de Dios, pero necesitaban el Espiritu Santo, razón por Ia cual
después de Ia resurrección, el Señor soplo sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo”.
Éste fue un soplo de vida, un soplo de cambio con el cual el Señor estaba anticipándose a lo que iba
a venir. Si Jesús, aun siendo Dios, necesito al Espiritu Santo para caminar en este mundo, cuánto
más nosotros.

“DIOS PROVEE”
1.- LA IMPORTANCIA DE AECIBIR AL ESPIRITU SANTO
Aunque Felipe ya habla predicado el evangelio y la gente había creído, se requería un acto
aun mayor que fue el de Ia imposición de manos para que las personas recibieran el
bautismo en el Espíritu Santo y así fue como comisionaron a Pedro para que fuera con Juan
y les ministrara la llenura del Espíritu Santo (Hechos 8:5-15).
Cuando Pablo visitó Ia ciudad de Éfeso, encontró algunos seguidores de Juan el Bautista y
les preguntó: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? (Hechos 19:2), pero ni siquiera
sabían que existía el Espíritu Santo. Esto es una muestra de que el espíritu que predomino
en los creyentes de Éfeso está presente en Ia actualidad; es decir, algunos llevan una vida
cristiana siguiendo el bautismo de Juan el Bautista, y ni siquiera saben si existe el Espíritu
Santo; han aceptado vivir en completa ignorancia acerca de quién es Ia persona del Espíritu
de Dios.
Un creyente sin la ayuda del Espíritu Santo difícilmente podrá desarrollar todo el potencial
que Dios tiene para él. Hay creyentes que se han destacado en sus dotes de oratoria, en sus
conocimientos, en su capacidad, pero si dejaran al Espíritu Santo trabajar juntamente con
ellos, el potencial que desarrollarían sería incalculable.
Pablo tuvo que enfatizarles a aquellos creyentes Ia importancia del bautismo en el Espíritu
Santo a través de Ia persona de Jesucristo. Fue cuando pasaron nuevamente por el
bautismo en agua, luego Pablo les impuso las manos y vino sobre ellos el Espíritu de Dios y
pudieron hablar en otras lenguas y profetizar (Hechos 19:1-6). Esto es para todos los
creyentes y debemos estar preparados; la vida cristiana es exitosa por Ia presencia del
Espíritu de Dios en ella.
2. REQUISITOS FUNDAMENTALES PARA RECIBIR LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO.
a.- Limpieza de corazón:
El Señor dijo:
“Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres,
y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en
odres nuevos se ha de echar” (Marcos 2:22).
El vino representa la fresca y enérgica presencia del Espíritu Santo que anhela verterse en
vidas completamente regeneradas. Los odres viejos representan a aquellas personas que
experimentaron Ia presencia del Espíritu en sus vidas por algún tiempo, pero que, por
diversas circunstancias perdieron Ia comunión con Dios. El odre nuevo es la vida
regenerada, transformada por el Padre, una vida que lleva Ia ley divina y ha sido escrita en
el corazón por el mismo dedo del Espíritu Santo.

“DIOS PROVEE”
El Espíritu de Dios sólo puede ser derramado en vasos limpios, mentes renovadas,
corazones regenerados y deseosos de la presencia divina.
El Apóstol dijo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
Al aceptar a Cristo en nuestro corazón, el Señor muda totalmente nuestra vieja naturaleza
y nos da una nueva conforme a Su imagen y semejanza. Es como el hombre que compra un
terreno con una Casa bastante vieja, que para le es útil, y tiene que derribarla para construir
una nueva de acuerdo con lo que desea. Dios nunca construye las paredes de Su Iglesia con
los ladrillos del diablo, el Señor tiene que destruir las obras que el adversario edificó por
años en cada vida, para luego edificar en nosotros con los ladrillos de Ia verdad, Ia justicia y
el amor, y así cumplir fielmente Su propósito en esta tierra.
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarlos,
niños idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán
el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados,
ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espiritu de nuestro Dios”
(1 Corintios 69—1 1).
El Apóstol da una lista de las personas que son descalificadas para heredar el reino de Dios,
pero culmina diciendo y “esto erais algunos”, es decir, muchos éramos parte de esa lista,
pero hemos sido lavados, santificados y justificados.
Se requieren estos tres pasos para alcanzar una vida de santidad y que opere en el nombre
del Señor Jesús por el Espíritu de nuestro Dios.
Debemos pedir que Ia Sangre de Cristo nos lave y nos limpie de toda maldad si aspiramos
ser vasos transparentes que han de ser llenos del Espíritu Santo.
No nos debe dar temor pedirle al Padre Ia plenitud de Su Espíritu; algunas personas creen
que si oran pidiendo el Espíritu Santo les puede, venir otro espíritu. Si pedimos
específicamente el Espíritu de Dios dará exactamente Su Espíritu, porque Él es un Padre
bueno en todo sentido. Cuando entendemos que el Espíritu Santo es la esencia misma de
Ia vida, que Él es el único que conoce los pensamientos íntimos de Dios, que es Ia
inteligencia divina que mantiene en orden cada cosa en este vasto universo, y que, como
Dios es más alto que los cielos, más profundo que los abismos, mas ancho que los océanos,
pero que puede hacerse a Ia vez tan pequeño para caber en nuestros corazones, no nos
queda otra alternativa que aceptar Su presencia dentro de nosotros.
Al igual que en Ia fiesta del Pentecostés, el Espíritu de Dios quiere nuestras vidas, pues
cuando Él entra en alguien que le do su vida, se hace sentir, y de una manera

“DIOS PROVEE”
extraordinaria lengua permitiéndole expresar un lenguaje que jamás había o. mediante el

cual expresa las maravillas de Dios.
b.- Creer:
Todo en la vida cristiana es por fé.
Cuando pedimos el bautismo del Espíritu Santo, ya en fe debemos aceptar que lo tenemos
y empezar en esa misma fe a hablarle al Señor en nuevas lenguas. Estuve orando por una
mujer que llevaba 25 años de cristiana y ya otros habían intercedido para que recibiera el
bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas, pero nunca había
podido hacerlo. Después de reprender el espíritu de temor le dije que, en un acto de fe,
pusiera de su parte y que el Señor haría el resto. Esta mujer pensaba que se podía hablar en otras
lenguas porque el Espiritu venia y le enredaba Ia lengua, por eso, nunca lo había logrado. Cuando
me escucho decir que se trataba de lo más sencillo de este mundo, que lo único que se requiere es
creer, Ia mujer actuó en fe y esa tarde vivió una experiencia maravillosa que Ia mantuvo por horas
adorando al Señor en un lenguaje que ella no conocía.
“Porque de la abundancia del corazón habla Ia boca” (Mateo 12:34b).
Si una persona está llena de Dios, lo expresará con sus palabras. Si está llena de amargura,
de odio, o venganza, también con sus palabras lo va a expresar, porque a través de Ia boca
se hace vidente lo que hay en el corazón.
C.- No prestar nuestro cuerpo al pecado.
“Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros
a Dios como instrumentos de justicia” (Romanos 6:13).
“Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado,
llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los
hombres, que están hechos a
La semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos
míos, esto no debe ser así, ¿Acaso alguna fuente echa por una misma agua dulce y
amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o Ia vid higos? Así
también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce” (Santiago 3:8—12).

“DIOS PROVEE”
Santiago dice que el que doma Ia lengua puede domar todo el cuerpo, y si dejamos que el
Espíritu Santo dome nuestra lengua en el momento del bautismo, el mismo Espíritu va a
controlar nuestros impulsos, nuestros pensamientos, deseos y todo lo que somos.
“porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”
(2 Corintios 3:17).
EI Apóstol Pablo compara Ia libertad del creyente con Ia llenura del Espiritu Santo.
d.- Voluntad de recibirlo.
El Espíritu Santo es todo un caballero; EI jamás entrará en una vida a Ia fuerza, siempre lo
hace cuando Ia persona voluntariamente le rinde todo su ser.
Hay denominaciones que han rechazado al Espíritu Santo y el Señor no ha presionado para
que lo dejen entrar porque por Su caballerosidad, Él siempre respeta el libre albedrío que
Dios ha dado.
Pero cuando voluntariamente rendimos nuestro ser Él controla.
El es el único quo puede domar La lengua, razón por la cual en el bautismo del Espíritu
Santo, toma Ia lengua y Ia usa a través de nosotros pronunciando otros idiomas, lenguas
diferentes.
3. LA SEGURIDAD DE LA PROMESA
“En él también vosotros, habiendo oído Ia palabra de verdad, el evangelio de vuestra

salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de Ia promesa, que
es Las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza
de su gloria” (Efesios 1:73—14).
Pablo nos recuerda que hemos sido sellados con el Espíritu Santo de Ia promesa, es decir,
aceptar a Cristo implica un paso de fe, pero recibir al Espíritu Santo es recibir e! sello de Ia
promesa que nos garantiza como hijos de Dios. Son las arras que Dios nos entrega como
evidencia de que somos redimidos por Ia sangre de Jesús para Ia alabanza de Su gloria.
Las arras también se relacionan específicamente con Ia vida matrimonial. En los tiempos
bíblicos, cuando una pareja quería comprometerse en matrimonio, el hombre daba a su
prometida diez monedas como arras que garantizaban Ia seriedad de dicho compromiso; el
día de Ia boda, Ia mujer debía traer las monedas, y si le faltaba una de ellas, el compromiso
se rompía. Esto justifica
Ia vivencia de Ia mujer que perdió un dracma, encendió Ia lámpara, barrió Ia casa y buscó
con diligencia hasta encontrarla, y luego reunió a sus amigas y vecinas y les compartió su
experiencia (Lucas 15:8-10).
“DIOS PROVEE”
Dios nos da su Espiritu como las arras de nuestra herencia y las diez monedas significan la
plenitud del Espiritu en nuestras vidas, una pequeña indiscreción de nuestra parte puede
hacer que el Espiritu se apague y Ia relación con Dios se deteriore, por esta razón cada
creyente debe:
 Encender Ia lámpara de Ia Palabra para que escudriñe aún lo oculto de su corazón.

 Barre o limpiar cada aspecto o situación que identifique como estorbo en su vida
cristiana.
 Buscar con diligencia que el Espíritu Santo llene cada vacío que tenga en su vida.
 Testificar a otros con gozo, acerca de lo que Cristo ha hecho en su vida.
Podemos tener Ia seguridad de que el Señor cumplirá Ia promesa de darnos el Espíritu Santo
a cada uno de nosotros.
“ Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar
de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” (Lucas 11:11—13).
Dios es un padre amoroso y Él quiere una relación intima con cada de sus hijos; ni aun el
padre mas bondadoso que exista en el mundo, puede compararse en bondad con el Padre
Dios.
La analogía que hace el Señor es: si un padre malo da lo mejor a sus hijos, ¿pueden ustedes
imaginarse Ia actitud de aquél que es el ser más bondadoso del universo con Sus hijos que
en forma perseverante le piden Ia llenura del Espíritu? Lo dará sin demora alguna. Quizá
alguien diga: pero lo que más necesito ahora es dinero para quedar libre de mis deudas,
¿no sería mejor que me diera este tipo de ayuda?.
Permítame decirle que tanto el dinero como los bienes de este mundo se acaban, pero el
Espíritu Santo permanece para siempre. No por el hecho de que alguien duerma en una
cama de oro, tiene garantizado un sueño placentero: tampoco el hecho de vivir en una casa
hermosa garantiza Ia felicidad; ni aún asistir a una hermosa iglesia con sana doctrina,
significa que Ia persona lleve una vida santa; de igual manera, si alguien habla del Espíritu
Santo no es señal de que lo conozca como debe ser. Se requiere tener una experiencia
personal con Él.
Lo mejor que Dios tiene para darnos es Su Espíritu Santo, y si alguien lo menosprecia, está
teniendo en Poco Ia bondad del Señor; pero si una persona quiere agradar verdaderamente
al Padre, debe implorar diligentemente que Dios lo llene de Su Espíritu. No se quede con Ia
actitud conformista de creer que el Espíritu Santo fue dado solo a los apóstoles, por el
“DIOS PROVEE”
contrario, tenga Ia certeza que el Espíritu de Dios está más cerca de usted que el aire que
respira.
Para alguno, el bautismo del Espíritu Santo es la culminación de una búsqueda incansable,
Pero en realidad el bautismo en el Espíritu es solamente Ia puerta de entrada a un camino
lleno de experiencias ricas e incomparables.
Considerar el bautismo en el Espíritu Santo un hecho fundamental todo creyente, ha

tendido a causar controversia entre distintas corrientes del cristianismo. No obstante, esta
es una experiencia real justificada en las Sagradas Escrituras, como algo bautismo en agua.
Cuando Pablo estuvo predicando en Éfeso, y les preguntó a aquellos creyentes del relato de
Hechos 19 si habían recibido el Espiritu Santo, les dio a entender que una cosa es el
bautismo en agua, y otra recibir la llenura del Espíritu Santo.
CONCLUSION
Al aceptar a Cristo en el corazón como Señor y Salvador, el Espíritu Santo entra a morar en
nuestro ser, dándonos el gozo de Ia conversión y produciendo una total renovación de vida
a través de frutos espirituales que pasan a ser parte del carácter del individuo. Al ser
regenerado, un individuo es nacido del Espiritu, lo que es diferente a ser “bautizado en el
Espíritu”. Al nacer del Espíritu se recibe vida. Mientras que al ser “bautizado en el Espíritu”
se recibe poder, un poder que se evidencia a través de los dones espirituales paro el
desarrollo ministerial en Ia iglesia. En Ia época de Pablo notamos, por la respuesta a Ia
pregunta formulada a los discípulos, que ellos ni siquiera habían oído hablar del Espíritu
Santo y por tanto no podían opinar acerca de El. En Ia actualidad se vive un caso parecido
con aquellos que han escuchado acerca del Espíritu Santo, pero jamás lo han sentido
fluyendo en sus Corazones, es decir, la llenura no se ha presentado n ellos,
CUESTIONARIO
CLASE 2 MODULO 6
PREPARANDONOS PARA RECIBIR AL ESPIRITU SANTO

1. ¿Por qué es importante recibir el bautismo en el Espíritu Santo?
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“DIOS PROVEE”
2. ¿Qué significa tener un corazón limpio?

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3. ¿Por qué la fe es un requisito para recibir al Espíritu Santo?
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4. ¿Qué significa no prestar el cuerpo al pecado y por qué no debemos hacerlo?
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5. ¿Qué quiere decir que el Espíritu Santo sea un caballero?
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6. Escriba dos razones por las cuales podemos confiar en que recibiremos el Espíritu
Santo.
a________________________________________________________________________
b________________________________________________________________________
7. ¿Cuál es la diferencia en nacer del Espíritu y ser bautizado en el Espiritu?.

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“DIOS PROVEE”
CONOCIENDO AL
ESPÍRITU SANTO
Referencia Bíblica
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os

guiará a toda Ia verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere,
y os hará saber las cosas que habrán de venir”
(Juan 16:13).
.
3
LECCION

“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1. Conocer en profundidad al Espiritu Santo.
2. Establecer una amistad con el Espíritu Santo.
3. Determinarse a la conquista, pues el Espiritu de Dios ya nos la dio,
INTRODUCCIÓN
Juan, al desarrollar su ministerio que consistía en el bautismo de arrepentimiento, les dijo

a quienes se le acercaban:
“Yo a Ia verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo
calzado yo no soy digno de llevar es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego” (Mateo 3:11).
Aunque estos breves planteamientos nos muestran que existe una clara diferencia entre
ser bautizados en agua y ser bautizados en el Espíritu Santo, consideramos que, para mayor
claridad conceptual y antes de profundizar en detalles sobre este tipo de bautismo,
debemos conocer mejor al Espíritu Santo, saber quién es exactamente esta persona de Ia
Trinidad.
Conocer al Espiritu de Dios, es descubrir la verdadera vida, es disfrutar del genuino gozo, es
recuperar la inocencia, es entrar en el verdadero Amor, es caminar sobre el poderoso
fundamento de Ia fe, también es ir de Ia mano de Ia esperanza, es entrar en el sueño de
Dios para nosotros, es encontrar el propósito de Dios para nuestras vida.
Jesucristo dijo a Sus discípulos:
“Pero yo os digo Ia verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el

Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré” (Juan 16.7).
Con esto estaba dando a entender que Su misión ya había sido cumplida en este mundo, Ia
otra parte de la misión debería ser desarrollada a través de nosotros, y para que Ia podamos
llevar a cabo de una manera eficaz, necesitamos tener el completo respaldo del Espíritu de
Dios en nuestras vidas,

“DIOS PROVEE”
1.- LA MAJESTUOSIDAD DEL ESPIRITU SANTO
“A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huirá de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí
estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y
habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra y sí dijere:
Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí Aun
las tinieblas no encubren de ti, y Ia noche resplandece como el día: lo mismo te son las
tinieblas que Ia luz” (Salmo 139: 7-12).
Para el salmista era muy claro que nadie puede huir del Espíritu de Dios, ni escapar de su
presencia. Cuando el rey Salomón dedicó a Dios el templo que había construido, dijo:
“Pero ¿es verdad que Dios morará sobre Ia tierra? He aquí que los cielos,
los cielos de los cielos, no te pueden contener;
¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?” (1 Reyes 8:27).
Salomón pudo ver Ia grandeza de Dios y entendió que Ia tierra no era suficiente para
Sostener Su presencia.
El Señor, a través del profeta Isaías, dijo:
“Jehová dijo así’ El cielo es mi trono, y Ia tierra estrado de mis pies; ¿dónde está Ia casa que
me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y
así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de
espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:1—2).
Pablo en su discurso que tuvo en atenas dijo:

“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor deli cielo y de Ia
tierra, no habita en templo por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres,
como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas
también han dicho: Porque linaje suyo somos” (Hechos 17:24-25,28).
Siendo Dios tan majestuoso, grande y poderoso, aceptó hacer del corazón del creyente su
propia morada, y prefirió habitar dentro de nosotros que vivir en un hermoso y lujoso
santuario.
Jesús dijo:
“EI que cree en m como dice Ia Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo
del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu
Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado” (Juan 7:38—39).
Sólo sabremos lo grandioso que es tener al Espíritu de Dios cuando le hayamos permitido
que Él tome el control total de nuestras vidas.
“DIOS PROVEE”

“DIOS PROVEE”
2. EL ESPÍRITU SANTO ES UNA PERSONA.
Cuando Pedro testificó en casa de Cornelio acerca de 18 obra de Jesús, destacó en sus
comentarios a las personas de Ia Trinidad, diciendo:
“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”
(Hechos 10:38).
Vemos aquí el proceso de Ia unción entre las tres personas:
 EI Padre (Dios que unge).
 EI Hijo (sobre quien recae Ia unción).
 EI Espíritu Santo (el instrumento de Ia Unción).
La unción equivale a experimentar Ia presencia divina en forma permanente, y esto se
hace posible a través de Ia persona del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es una persona tan real como el Señor Jesucristo. Cuando Jesús resucitó
de entre los muertos dijo:
“Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y Ved,’ porque un espíritu no
tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo” (Lucas 24:39).
La gente de su época puro palpar a Jesús, Mas tarde el mismo dijo que se iba, pero que no
dejaría solos a Sus discípulos, pues enviaría al Consolador, o sea, al Espíritu Santo. Jesús
tenía plena confianza que el Espíritu Santo habría de representarlo fielmente su condición
como una persona integrante de Ia Trinidad. Sin embargo, se trata de una persona a Ia que
el mundo no ve ni le puede recibir porque el Espíritu Santo es dado sólo a aquellos que a
Jesús como su Señor y Salvador. El mundo judío conoció el ministerio de Dios Padre; cuando
Jesús vino al mundo, la gente fue impactada por el ministerio de Dios Hijo; y Ia iglesia ha
sido ricamente bendecida con la venida del Espíritu Santo, un ministerio que se inició con
Ia maravillosa experiencia del día de Pentecostés.
Cuando llego el día de pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del
cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda Ia a donde
estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose
sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espiritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espiritu les daba que hablasen” (Hechos 2:1-4).
3. EL ESPÍRITU SANTO GLORIFICARA A JESÚS
“El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre
es mío; por eso dije que (EL ESPÍRITU SANTO) tomará de lo mío, y os lo hará
saber” (Juan 16:14-15, énfasis del autor).
El Espíritu Santo es el único administrador de las riqueza divinas.

“DIOS PROVEE”
El Padre y el Hijo comparten Ia totalidad de la riqueza infinita, pero quien Ia revela e

interpreta es el Espíritu Santo. Toda la riqueza de Dios es administrada por el Espíritu Santo.
Una familia acudió a mí para que orara por su hijo, un joven de 15 años de edad con un
problema en sus riñones, a quienes los médicos no le dieron ninguna esperanza para su
enfermedad. Dije a los padres: “cualquier fabricante de autos toma Ia precaución de hacer
repuestos de cada una de las piezas del mismo para cuando alguna de éstas falle. De igual
manera, Dios ya tiene los riñones que este joven necesita”. Cuando les compartí esto, vi que
un rayo de esperanza iluminó los rostros de todos. Lo único que ellos tenían que hacer era
relacionarse con el Espíritu Santo, quien es el administrador de los recursos divinos.
Usted puede conquistar lo que anhele si tiene una buena amistad con el Espíritu Santo.
Para entender mejor este concepto, debemos saber que Dios tiene todo lo que el hombre
pueda necesitar, y que cualquier persona que anhele ser enriquecida con esas bendiciones,
debe cultivar una relación íntima con el Espíritu Santo.
 Si tenemos una amistad estrecha con el Espíritu, lograremos tener acceso a los
tesoros divinos, y Él se encargará de que los disfrutemos.
 La fe en Jesucristo, nos da derecho legal a sus riquezas, pero la comunión con el
Espiritu es la que nos permite disfrutarlas.
 Cuando glorificamos a Jesús con nuestro acto, el Espiritu se goza y acrecienta su
poder en nosotros entregándonos las bendiciones de su gracia.
4. EL ESPÍRITU SANTO ES IRREMPLAZABLE
Sin Él, la iglesia sería un ente sin vida, y no tendría rumbo definido.
El Espiritu Santo es tan importante que Jesús espero para dar inicio a su misterio hasta
cuando el Espíritu Santo descendió del cielo y sobre Su vida, Razón por la cual Juan dijo:
En Él estaba Ia vida, y Ia vida era Ia luz de los hombres” (Juan 1:4).
Pablo entendió que el Espíritu Santo en nosotros es el que nos da la fuerza para hacer Ia
obra del ministerio.
“Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como unos de vuestros propios poetas
también han dicho: Porque linaje suyo somos” (Hechos 17:28).
5. EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO GUIA

“DIOS PROVEE”
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda Ia verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir” (Juan 16:73).
Hoy en día gracias a los GPS Las personas pueden llegar al lugar que deseen, aunque nunca
hayan ido. Lo mismo podremos decir como creyentes: que con la ayuda del Espíritu Santo
podremos solamente llegar al propósito divino, sino que también podremos llegar a nuestro
destino celestial.
Jesús dijo a Sus discípulos:
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador
para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y
estará en vosotros” (Juan 14:15-17).
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os

enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26).
“Y de igual manera el Espiritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espiritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).
6. EL ESPÍRITU SANTO NOS HACE NACER DE NUEVO
Únicamente por medio del Espíritu Santo llegamos a ser considerados hijos de Dios; es Su
obra en nuestra vida Ia que nos permite nacer de nuevo.
La biblia registra el principio del nuevo nacimiento a través de las inquietudes de

Nicodemo, quien al conocer el ministerio de Jesús, le dijo asombrado:
“Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas
señales que tú haces, si no está Dios con él” (Juan 3:2).
Jesús respondió diciéndole:
“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios” (Juan 3:3).
El pasaje anterior, el Señor expone claramente Ia diferencia e nacer de padres humanos y

nacer del Espíritu. Nicodemo, sin 9der en principio el mensaje, consideró que el Señor se
refería remota posibilidad de volver al vientre de la madre, a lo que Jesús respondió
precisando Ia gran diferencia:
“DIOS PROVEE”
“.. El que no naciere de agua y del Espiritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es
nacido de Ia carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, Espiritu es” (Juan 3:5-6).
7. EL ESPÍRITU SANTO NOS REVELA LOS SECRETOS DIVINOS
Pablo nos muestra cómo el Espíritu Santo es quien torna lo oculto de Dios y lo revela a
mente humana; cosas que nunca podríamos llegar a comprender sin Su revelación divina.
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón
de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que
está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espiritu de Dios. Y nosotros
no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que
sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1 Corintios 2:9-12).
El Espíritu Santo fue quien reveló a lo largo de todas las Escrituras, lo velado de Dios y Su
sabiduría a cada uno de Sus siervos. Cuando el rey Nabucodonosor mandó a matar a todos
los sabios de Babilonia porque no pudieron interpretarle un sueño, Daniel y sus tres amigos
oraron específicamente a Dios para que les revelara el asunto:
“Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al
Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos,
porque suyos son el poder y Ia Sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes; y
pone reyes: da la sabiduría a los sabios, y Ia ciencia a los entendidos. El revela a lo profundo
y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz” (Daniel 2:19-22).
Antes de la experiencia de Daniel, ya Moisés había escrito que:
“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros
y para nuestros hijos para siempre..” (Deuteronomio 29:29).

“DIOS PROVEE”
CONCLUSION
EI Padre y el Hijo comparten las riquezas infinitas de Su gracia, pero a nosotros nos son
dadas a conocer claramente por el Espíritu Santo. Como administrador autorizado de esas
bendiciones, de esas riquezas y todos los secretos divinos, el Espíritu Santo las imparte a
aquellos que por la fe, nos hemos rendido a Jesús y al mismo Espíritu.
Lamentablemente, Ia iglesia no ha permanecido en el equilibrio espiritual que caracterizó a

los primeros cristianos y algunos se han dedicado a cultivar apasionadamente sólo Ia
doctrina aminorando Ia importancia del Espíritu Santo, esto es similar a tener un carro
lujoso pero sin motor.
Cuando falta Ia guía reveladora del Espíritu Santo, aunque los líderes de Ia iglesia consideren
que Ia obra está marchando, no ocurre así realmente, se produce un estancamiento. Un
gran ejemplo de esto lo encontramos cuando el pueblo de Israel caminó en el desierto:
cuando la nube, que representaba al Espíritu Santo, marchaba, el pueblo se levantaba y
también marchaba; pero cuando Ia nube se detenía, el pueblo también se detenía.
Al conocerlo como Persona, como el que glorifica a Jesús, el que nos ayuda a nacer de
nuevo, nos guía y nos revela los secretos divinos, comprendemos por qué el Espíritu Santo
es importante para nuestra vida. Entendemos que EI es el único representante de Dios en
Ia tierra, ya que es Dios mismo viviendo en nosotros.
CUESTIONARIO
CLASE 3 MODULO 6
CONOCIENDO AL ESPÍRITU SANTO

1. ¿Escriba una cita bíblica diferente a las que aparecen en este capitulo en donde se
ilustre:
a.- La grandeza del Espíritu Santo________________________________________
b.- La deidad del Espíritu Santo________________________________________
c.- Que el Espíritu Santo es una persona________________________________________
d.- Que el Espíritu Santo es irremplazable________________________________________

“DIOS PROVEE”
2. ¿Qué secreto divino le ha sido revelado por el Espíritu Santo?

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_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
3. ¿Cómo puede saber una persona si ha nacido de nuevo?

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_________________________________________________________________________
4. ¿Escriba tres cosas que usted puede hacer para conocer mejor al Espíritu Santo y
comprométase de hacerlas de ahora en adelante ?
a________________________________________________________________________
b________________________________________________________________________
c_____________________________________________________________________
5. ¿Qué quiere decir que el Espíritu Santo sea un caballero?

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_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
6. De un ejemplo de como su vida ha sido cambiada por el Espíritu Santo.

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_______________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
“DIOS PROVEE”
EL FRUTO DEL
ESPÍRITU
SANTO
Referencia Bíblica
“Mas el fruto del Espiritu es amor, gozo,

paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley, ”
(Gálata 5:22-23).
.
4
LECCION

“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1.- Comprender que fuimos llamados a dar fruto con todas las áreas de nuestra vida.
2.- Perseverar en nuestra relación con el Espíritu Santo.
3.- Comprender que el amor, el gozo y Ia paz no dependen de las circunstancias ni de las
personas.
4.- Aprender a diferenciar el placer y Ia felicidad del gozo.
INTRODUCCIÓN
La Palabra nos enseña que hay un solo fruto del Espíritu Santo, que se manifiesta en cada
vida de nueve maneras diferentes.
“Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta,
y cuál a treinta por uno” (Mateo 13:8).
La semilla que cayó en buena tierra dio fruto, cien por un grano, sesenta por un grano y
treinta por un grano. El Señor habla de tres maneras como las personas pueden fructificar
y nos enseña que quien cosecha cien por un grano supera a los otros dos unidos, pues entre
los otros sólo alcanzan a llegar a noventa por cada dos granos.
El Señor estaba hablando a sus discípulos, a quienes Él mismo llamó, escogió y preparo para
que dieran fruto, ya que esa es su perfecta voluntad. La cantidad de fruto que demos
depende del Entusiasmo que nosotros tengamos; ese entusiasmo es el que determina Ia
diferencia en todo, El Apóstol Pablo escribió a Timoteo que el “labrador, para participar de
los frutos, debe trabajar primero” (2 Timoteo 2:6). Es importante que cada hijo de Dios
pueda crear atmósfera donde el Espíritu Santo tome Ia plenitud del control propia vida.
El Señor habló a Ia primera pareja de cinco aspectos:

Fructificar, Multiplicar, llenar Ia tierra; sojuzgarla o administrarla, y señorear o ejercer
autoridad (Génesis 1:28), entendiendo que Ia clave es el 3ro: fructificar, del cual dependen
los otros cuatro. Sabiendo que nosotros somos buena tierra, debemos permitir que el
Espíritu Santo plante esas semillas de vida dentro de nosotros y. si somos diligentes en Ia
manera en que cuidamos esas semillas, daremos mucho fruto.

“DIOS PROVEE”
1.- PREPARANDONOS PARA FRUCTIFICAR AL CIEN POR UNO
“Mas Ia que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y
recto retienen Ia palabra oída, y dan fruto con perseverancia” (Lucas 8:15).
Para describir a quienes son buena tierra, el Señor usó tres características: tienen un
corazón bueno y recto, retienen Ia palabra oída y dan fruto con perseverancia.
 TENER UN CORAZÓN BUENO Y RECTO:

Continuamente Ia Biblia habla de algunos problemas que se centran en el corazón:
corazón dividido (Oseas 10:2), corazón mentiroso (Isaías 59:13), doblez de corazón
(Salmos 12:2), corazón que duda (Lucas 24:38), corazón temeroso (Deuteronomio
28:35).Pero el Señor habló también del corazón correcto, como David, que tenía un
corazón conforme al corazón de Dios. Si tenemos ese corazón correcto, el Espíritu
Santo plantará semillas que se verán reflejadas en nuestro carácter.
 RETENER IA PALABRA OÍDA:

¿Qué enseñó el Apóstol Santiago?, él dijo: “Pero sed hacedores de Ia palabra, y no
tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor
de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera
en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego
o/vida cómo era” (Santiago 1 .22-24). Tenemos que mirar atentamente la palabra
de Dios, porque el éxito depende del tiempo en que nosotros tengamos contacto
con ella, para que durante el día, en nuestra actividad cotidiana guardemos y
apliquemos lo que hemos aprendido.
 DAR FRUTO CON PERSEVERANCIA:

Pienso que de las cosas que más requieren perseverancia es el lograr mantener una
buena relación con el Espíritu de Dios, ¿cuántas veces las personas son tentadas a
abandonar la carrera, diciendo yo ya no sirvo para esto”? Sólo por falta de haber
tenido una buena relación con el Espíritu Santo. Recordemos que “El labrador para
participar de los frutos,
Debe trabajar primero” (2 Timoteo 2:6).
Analicemos individualmente cada una de las formas en que se manifiesta el fruto
del Espíritu Santo.
2. AMOR
En su primera carta a los Corintios, el Apóstol Pablo hace una completa exposición
del significado y Ia posición que ha de ocupar esta forma de fruto en Ia vida del
creyente, indicando su preeminencia.

“DIOS PROVEE”
“Y ahora permanecen Ia fe, Ia esperanza y el amor, estos tres pero el mayor de

ellos es el amor” (1 Corintios 13:13).
Nada somos sin el amor. Durante el desarrollo de su ministerio en Ia tierra, Jesús se

caracterizó por andar en la calle mostrando compasión por los perdidos, manifestando
amor puro dondequiera que iba, y para Él, éste fue el principal distintivo de aquellos que
habrían de considerarse Sus seguidores; por ello dijo:
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:34-35).
Prácticamente, este mandamiento reemplaza a los otros. La iglesia de Cristo, aquella que
se considera como tal, ha de caracterizarse por el amor entre unos y otros y por el amor
hacia los perdidos; se trata de un mandamiento y por tanto no puede considerarse algo
opcional. Tenemos que cumplir con él; de lo contrario estaríamos actuando en
desobediencia a Ia Palabra de Dios. Sólo por tener el amor como una característica de
nuestra vida cristiana y ponerlo en práctica, asumimos el derecho de ser llamados discípulos
de Cristo.
Según Pablo, el cumplimiento de Ia ley es el amor, por esto dice:

“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha
cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio,
no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. EI amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de Ia ley
es el amor” (Romanos 13:8-10).
Más adelante, en Gálatas 5:6, el Apóstol Pablo nos da a entender que lo único importante
en Ia vida cristiana es Ia fe que obra por el amor.
Los que puede distinguir a un ministerio productivo de uno improductivo es el amor, ya que
en esta manifestación del fruto del Espiritu se encierra el propósito de Dios en beneficio de
Ia humanidad. Pablo dice que cuando un ministerio no marcha de acuerdo con este
objetivo, entonces termina en palabras vacías y en perdida de tiempo.
Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, de buena

conciencia, y fe no fingida. Algunos desviándose de esto, se perdieron en vana palabrería”
(1 Timoteo 1:5-6).
Al referirse al amor, el idioma griego utiliza cuatro palabras distintas:

 Eros (amor sexual)
 Estogue (afecto familiar)
 Philia (amor entre amigo)
“DIOS PROVEE”
 Ágape (amor puro y duradero. El amor manifestado por Dios y originado en Dios.)
El amor ágape surge en el creyente a partir de semilla de Ia Palabra de Dios que ha sido
depositada en el corazón y le ha llevado a un ‘o nacimiento.
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es
nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”
(1 Juan 4:7-8).
Al nacer de nuevo, cada persona se convierte en una vasija para que el Espíritu Santo lo
llene con su fruto en la forma de amor.
“.. Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos fue dado” (Romanos 5:5b).
Para que el fruto del amor llegue a Ia vida del creyente, se requiero la intervención de la
voluntad, es decir, se supera Ia esfera de lo emocional tomando Ia decisión de que este
fruto del Espíritu se convierta en realidad, y Ia mejor forma de comprobar que es un hecho
en nuestra vida es demostrándolo a los demás, disponiéndonos a favor de ellos. Jesús dijo:
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene
mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:12-13).
3. GOZO
Respecto a esta manifestación del fruto del Espíritu, el Nuevo diccionario Bíblico Ilustrado,
dice: “Gozo es lo que el hombre anhela, y lo que busca; lo encuentra cuando encuentra a
Dios, y solamente entonces. Retiene este gozo en Ia proporción en que crece en el
conocimiento de Dios. Dios es el autor del verdadero gozo, como de toda buena dádiva”.
Es decir, que Dios es la única fuente de gozo y éste viene por su voluntad como fruto de una
relación directa, personal y continua de cada Individuo con Él.
El verdadero gozo lo experimenta el hombre cuando, arrepentido, vuelve sus ojos y su

corazón a Dios, y es entonces cuando el Espíritu Santo le permite a esa persona arrepentida
reconocer lo que es vivir en el reino de Dios:
“Porque el reino de Dios no es comida ni bebida,

sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17).
La verdadera naturaleza del gozo, como fruto del Espíritu, se comprende cuando analizamos
lo concerniente a Ia personalidad humana.
En su primera carta a los Tesalonicenses, el Apóstol Pablo da a conocer tres esferas distintas
de Ia personalidad:

“DIOS PROVEE”
“... y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida
de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23b).
Por lo general, el hombre está buscando Ia satisfacción plena en vida y, en esta búsqueda,
Ia tendencia es considerar al placer, felicidad y el gozo como Ia misma cosa; sin embargo,
existe una satisfacción específica para cada área que integra al ser.
Para el cuerpo la satisfacción recibe el nombre de placer; para el alma, Ia satisfacción se

identifica como felicidad; pero para el del hombre, Ia satisfacción es lo que se denomina
gozo.
La diferencia que existe entre Ia felicidad y el gozo, que son los que más tienden a
confundirse, consiste en que Ia felicidad depende de las circunstancias, en tanto que el gozo
no. El gozo depende de algo que nunca cambia, que permanece de Ia misma manera por
encima de cualquier situación por más difícil o apremiante que esta sea. Al ser Dios un ser
que nunca cambia, Ia fuente de gozo, entonces se concluye que tampoco el gozo necesita
cambiar.
El placer y Ia felicidad están condicionados al cuerpo y al alma, pero el gozo, siendo un

fruto del Espíritu Santo, está directamente relacionado con el área espiritual del hombre.
La Biblia nos habla
de momentos en que Ia gente recibía Ia Palabra de Dios, superando las circunstancias y
adversidades, guiados por el gozo del Espíritu Santo: “Y vosotros vinisteis a ser imitadores
de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del
Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 1:6).
El gozo, como fruto del Espíritu, es lo que le permite a todo creyente mantenerse firme en
medio de Ia presión de las circunstancias.
Varios personajes bíblicos y sus experiencias nos inspiran para comprobarlo. El salmista
David, por ejemplo, pasaba por un tiempo de tribulación e incertidumbre cuando dijo:
“Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabare con arpa; oh Dios,
Dios mío” (Salmos 43:4)
Para David, Ia solución a sus problemas y Ia paz que necesitaba Espíritu sólo podía alcanzarla
entrando en el altar de Dios para alabarle, Podemos permanecer en gozo aunque todo en derredor
nuestro parezca oscuro, en Ia medida en que nuestro espíritu esté conectado con el Espíritu Santo.
El profeta Habacuc se encontraba en una situación similar a Ia de David. Las provisiones

materiales habían escaseado y las oportunidades eran remotas, cuando dijo:
“Aunque Ia higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del
olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de Ia majada, y no
“DIOS PROVEE”
haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de
mi salvación” (Habacuc 3:17-18).
David dijo: “Entraré al altar de Dios”; y Habacuc dijo: “Me gozaré en el Dios de mi salvación”.
Ambos tomaron Ia decisión e inclinaron su voluntad para superar las circunstancias
permitiendo que el gozo estuviera con ellos.
El fruto del Espíritu Santo, manifestado en Ia forma del gozo permanente, es otro de los
distintivos del creyente y de todo ministerio creciente.
A pesar de las circunstancias, toda persona bautizada en el Espiritu, puede experimentar un

gozo continuo en su espíritu como dice el Apóstol Pablo:
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que Ia
tribulación produce paciencia; y Ia paciencia, prueba; y Ia prueba, esperanza; y Ia esperanza
no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:3-5).
Todos nosotros podemos permanecer llenos de gozo, pero para ello se hace necesario que
estemos llenos del Espíritu Santo y, de igual manera, una persona que diga encontrarse en
Ia plenitud del Espíritu, debe confirmarlo a quienes le rodean a través del gozo.
4. PAZ
La paz puede definirse como ausencia de conflicto si se analiza el término en forma muy
general; sin embargo, Ia verdadera paz es aquella que se obtiene a partir de Ia
reconciliación. Cuando ha habido conflicto entre dos personas, entre dos naciones o entre
dos bandos, sólo cuando los dos dialogan, pactan y se reconcilian, podemos hablar de que
todo ha vuelto al orden, que hay evidencia de paz.
Cuando el demonio tentó a la primera pareja, se inicio un conflicto universal por el pecado
un conflicto entre Dios y el hombre concretándose en la separación; prácticamente el
hombre quedó en guerra con Dios, se acabó la armonía. La reconciliación surgió, entonces,
como una necesidad para que el hombre se reencontrara en su Creador y esta necesidad
fue satisfecha con Ia muerte de Jesús en Ia Cruz del Calvario; sólo este medio hace posible
la reconciliación y por consiguiente, Ia paz. Jesús dijo:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como

el mundo Ia da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

“DIOS PROVEE”
A Isaías, hablando de Jesucristo, dijo:
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre y por su haga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5).
Claramente notamos que Jesús recibió heridas por causa de Ia paz de la humanidad. Fue
Jesús quien pagó por nuestras faltas a fin de reconciliación con el Padre fuera posible. El
sacrificio de Cristo en la cruz en pos de Ia paz, de Ia reconciliación y, por consiguiente,
estar del hombre, es considerado por el apóstol Pablo:
‘Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar
consigo todas las cosas, así las que están en Ia tierra como las que están n los cielos,
haciendo la paz mediante Ia sangre de su cruz” (Colosenses 1:19-20).
La muerte de Cristo en la Cruz no solo sirvió para establecer la reconciliación entre Dios y el
hombre, si no también para que se diera reconciliación con nuestro prójimo. I OJ du
Inadero3
de Ia cruz explican en sí mismo el significado y Ia ratón de eso sacrificio.
El madero vertical representa nuestra relación con Dios; y el horizontal representa Ia

relación con nuestros semejantes. Mediante Ia Cruz, tanto la relación con Dios como con el
prójimo, ha sido restaurada.
“Justificados, pues, por Ia fe, tenemos paz para con Dios

por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).
(Madero Vertical)
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando Ia pared intermedia
de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,
haciendo la paz” (Efesios 2:14-15). (Madero Horizontal)
La Cruz es el único camino que nos lleva a Ia reconciliación con Dios y con los hombres, es
decir, es Ia única vía para Ia obtención de Ia paz. El doctor Derek Prince sugiere que hay dos
llaves para Ia obtención de Ia paz: el gobierno de Dios, de acuerdo con fa profecía de Isaías:
“los dilatado de su imperio y la paz no tendrán limite,
sobre el trono de David y sobre su reino…” (Isaías 9: 7a).
Solo los que están bajo el gobierno de Dios pueden conocer Ia paz.
la otra llave es escuchar y obedecer Ia voz de Dios. A través del profeta Isaías, Dios habla a
Su pueblo y les dice:

“DIOS PROVEE”
¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu
justicia como las ondas del mar” (Isaías 48-18).
CONCLUSION
El amor, el gozo y Ia paz son los frutos que más se relacionan con nuestras emociones. Si
mantenemos una relación íntima y personal con el Espíritu Santo, podremos demostrar el
amor de Dios a través del servicio a nuestro prójimo, el gozo, cuando confiamos en que las
pruebas todo nos ayuda para bien, y finalmente, cuando tenemos un corazón perdonador
que busca Ia reconciliación a través de Ia Cruz.
CUESTIONARIO
CLASE 4 MODULO 6
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

1. ¿Se dice que David tenía un corazón “bueno y recto” porque su corazón era
conforme al de Dios. Escriba 5 características del corazón de David, incluyendo Ia
cita bíblica correspondiente:
2.
1________________________________________________________________________
2________________________________________________________________________
3________________________________________________________________________
4________________________________________________________________________
5________________________________________________________________________
2. ¿Escriba tres maneras en las que puede demostrar su amor hacia los otros creyentes y
tres maneras en las que puede demostrarlo hacia los perdidos?
1________________________________________________________________________
2________________________________________________________________________
3________________________________________________________________________

“DIOS PROVEE”
3. ¿Reescriba Ia descripción que hace el apóstol Pablo del amor (1 Corintios 13:4-8)
usando sus propias palabras?
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
4. Utilizando ejemplos, explique la diferencia entre placer, felicidad y gozo.
placer____________________________________________________________________
felicidad___________________________________________________________________
gozo____________________________________________________________________
5. De un ejemplo bíblico di9ferente a los vistos en clase de una persona con gozo a pesar
de la circunstancia.
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
6. Explique la relación entre el sacrificio de la cruz de Jesús con la restauración de la paz.

_________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

“DIOS PROVEE”
EL FRUTO DEL
ESPÍRITU
SANTO
(2DA PARTE)
Referencia Bíblica

(Gálata 5:22-23).
.
5
LECCION

“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1. Comprender que Ia paciencia contribuye a la formación de carácter..

2. Aplicar, a diario, las 6 manifestaciones del fruto de la benignidad.
3. Ser de excelente testimonio que refleje a los que nos rodean a la bondad de Dios.
Continuamos aprendiendo acerca del fruto del Espíritu Santo.
5.- PACIENCIA
La paciencia es considera una virtud del ser humano que consiste en la disposición para
sufrir Ia adversidad en forma voluntaria, mientras se esta a la espera de algo.
La idea bíblica de Ia paciencia, observada aquí como una de las formas del fruto del Espíritu,
Implica que el creyente soporta las pruebas que el Señor tenga para él, sin murmuraciones
y, de igual manera, el soportar las acusaciones de los opositores de Ia causa de Cristo.
Hay un propósito de parte de Dios para todo creyente en cuanto a la paciencia como fruto
del Espíritu, del cual habla Pablo en su carta a los Romanos:
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y Ia prueba, esperanza” (Romanos
5:3-4).
Es decir, en el proceso de mantener Ia esperanza viva en el Señor, la paciencia es una de las

etapas que ha de pasar todo cristiano. El desarrollo de la paciencia como una virtud humana
emanada de Espíritu Santo contribuye al fortalecimiento del carácter, para que este
objetivo se cumpla, es importante que toda persona tenga en cuenta dos aspectos: Ia
firmeza para soportar los problemas, y Ia lentitud para vengarse de los agravios recibidos.
No es fácil establecer estos elementos en la vida para que el fruto de Ia paciencia sea un
hecho; pero es necesario pero es necesario que los dos se den en forma complementaria.
Hay personas que se han capacitado en la resistencia a los problemas y sufren lo necesario
hasta que Ia solución es dada, pero cuando se trata de agravios, les cuesta trabajo hacer a
un lado el deseo de venganza y se afanan por hacerla efectiva. Otros se caracterizan por
evitar el deseo de venganza, pero no poseen Ia suficiente firmeza para soportar los
problemas de Ia vida. Sin embargo, como he compartido, para que Ia paciencia tenga lugar

“DIOS PROVEE”
como fruto del Espíritu en Ia vida del creyente, Ia firmeza para soportar los problemas y
evitar las revanchas ante los agravios y falsas acusaciones han de ir de Ia mano.
En cuanto al primer aspecto, todo creyente debe entender que el paso por circunstancias
difíciles forma parte del proceso para alcanzar el fortalecimiento de Ia fe y Ia madurez
espiritual. Los discípulos pasaban por momentos duros cuando recibieron el siguiente
consuelo:
“.. confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en Ia fe,
y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de
Dios” (Hechos 14:22).
EI mejor ejemplo de Ia práctica de Ia paciencia en el sentido de sufrir padecimientos para

recibir el beneficio del Padre, lo dio Jesús con Su muerte en Ia Cruz del Calvario. El paciente
sacrificio de Cristo en Ia Cruz es resumido en las profecías de Isaías de Ia siguiente manera:
“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en
quebranto; y como que
Escondimos de él rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él

nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores: y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido do Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su haga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:3-7).
La paciencia se describe como el carácter producido en cada Individuo al tener en cuenta Ia

experiencia de Ia muerte de Jesús por nosotros. En Ia Cruz, Jesús murió al pecado una vez
por todas, y la sugerencia del Apóstol Pablo es que el creyente debe considerarse muerto
al pecado, pero vivo para Dios en Cristo Jesús (Romanos 6:10-11, parafraseado). Sólo Ia
paciencia permite que el creyente beneficie de Ia provisión de Dios a través de Ia muerte
de Jesús en Ia Cruz.
¿Como podemos adquirir el fruto del Espíritu en la forma de la paciencia? Ei Apóstol Pedro
escribió en su primera epístola:
“Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Más si haciendo lo bueno
sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fuisteis

“DIOS PROVEE”
llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que
sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” (1 Pedro 2:20-22).
De acuerdo con este texto, el anhelo del Señor, es que así seamos castigados de forma
injusta, soportemos con paciencia, pues hemos sido llamados precisamente para esto,
siguiendo el ejemplo de Jesús. Aunque era inocente, el Señor Jesucristo padeció el
sufrimiento sin protestar:
“... quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no

amenazaba, sino encomendaba Ia causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:23).
Jesús soportó pacientemente con Ia seguridad de que Su Padre revertiría todo sufrimiento
en beneficio suyo. Al alcanzar Ia paciencia, teniendo en cuenta Ia experiencia de Cristo,
cada creyente renuncia al deseo de vengarse por su propia mano.
La clave para alcanzar Ia paciencia radica en mantener los ojos puestos en Jesús.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la
carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de Ia fe,
el cual por el gozo puesto delante de él sufrió Ia cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó
a Ia diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores
contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar” (Hebreos 12:1-3).
6.- LA BENIGNIDAD.
La benignidad se asocia con el concepto de benevolencia, compasión, misericordia y

piedad.
Esta forma de fruto del Espíritu consiste en tratar a los demás como deseamos ser
tratados por
Ellos.
Mas que una sugerencia, Ia benignidad es un mandamiento de Jesús a sus discípulos,
¡incluyéndonos a nosotros:
‘Pero a vosotros, los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera
en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le
niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo
devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros
con ellos” (Lucas 6:27-31).

“DIOS PROVEE”
Este pasaje se entienden varias manifestaciones del fruto de la benignidad:

1.- Amar a nuestros enemigos.
2.- hacer bien a los que nos aborrecen.
3.- Bendecir a los que nos maldicen.
4.- Orar por quienes nos calumnia.
5.- Estar dispuestos a soportar las afrentas,
6. Dar lo que nos pretenden quitar.
Aplicar cada uno de estos parámetros es ponerle pies a nuestra conducta para llevarla a
lograr el fruto del Espíritu en forma de benignidad. Si lo observamos en un sentido muy
específico, parecería algo difícil de practicar, pero si tenemos en cuenta Ia clavo que le da
sentido a Ia benignidad, las cosas se facilitan: “Así quo, todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12a). Jesús
resume Ia práctica de Ia benignidad en este sencillo principio básico, y Ia razón de ello es
que de acuerdo con Ia ley de Dios, así como tratemos a los demás, seremos tratados
nosotros posteriormente. En su carta a los gálatas, Pablo nos previene del porqué debemos
procurar tratar a los demás en forma bondadosa:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará” (Gálatas 6:7).
La benignidad, como se ha dicho en principio, tiene relación con ser misericordiosos. El

sabio rey Salomón, haciendo referencia a la actitud que debemos asumir ante los pobres,
dice:
“A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho,
se lo volverá a pagar” (Proverbios 19:17).
Dios compensa grandemente, en su debido tiempo, todo lo que hacemos en beneficio de

otros. Ser benignos abre las puertas a un futuro asegurado, sabiendo que es a Dios, a quien
hemos prestado. Jesús también enseño de la relación entre la benignidad y la misericordia,
diciendo “Bienaventurado los misericordioso porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo
5:7); esta es otra manera de decir: “Lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
La actitud de la benignidad hacia otros no se da solamente en el material, sino también en

el espiritual. Por ejemplo, cuando mano en Cristo, por alguna circunstancia, ha caído en
error do, nuestro deber es acudir en su ayuda a fin de que sea restaurado. Al respecto, el
Apóstol Pablo indica:
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, nosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú
también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así Ia ley de
Cristo” (Gálatas 6:1-2).
“DIOS PROVEE”
Esta clase de comportamiento es muy importante pues las faltas de s hermanos podrían
suceder en nosotros más adelante y, lo uro, es que nadie quisiera ser juzgado como él ha
juzgado dejando a un lado Ia benignidad.
No se trata de ser tolerantes con el pecado ajeno, se trata de practicar Ia misericordia en el

sentido espiritual, sabiendo que cada persona tiene derecho a Ia restauración.
Tengamos siempre presente que ser benignos consiste en procurar a otros como anhelamos
ser tratados nosotros.
7. BONDAD
Aunque existe mucha relación entre este del fruto y la benignidad, en forma más específica
Ia bondad hace referencia a Ia manera como debemos vivir, debemos hacerlo de tal modo
que demos testimonio de la existencia de Dios porque, como dice el doctor Derek Prince,
“Ia bondad de Dios en la vida de un creyente, confronta al mundo con Ia existencia de Dios”.
El concepto bíblico de bondad encierra la idea de excelencia, especialmente en el campo

moral y se aplica principalmente a Dios, pues EI, de acuerdo con palabras pronunciadas por
el mismo Jesús, es el único bueno.
“Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando Ia rodilla delante de él, le
preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar Ia vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué
me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios” (Marcos 10:17-18).
Lo que Jesús quiso decir en este relato del joven rico, es que Ia bondad está basada en lo
que Dios es y hace, pues es el único en quien puede encontrarse la excelencia moral unida
a Ia perfección de su honradez y su justicia.
Al conservar un testimonio genuino podemos ser vasos, recipientes de Ia condición

bondadosa de Dios y entonces el fruto del Espíritu será una realidad en nuestra vida. Un
excelente testimonio que facilite el reflejo de Ia bondad de Dios como esencia de su ser,
implica conservarnos de tal modo, que todos puedan leer nuestra vida como una carta
abierta. Pablo lo expresa de la siguiente manera:
“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos
los hombres; siendo manifiesto quo sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no
con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne
del corazón” (2 Corintios 3:2-3).
También el fruto de Ia bondad permite al creyente estar preparado para no ceder ante las
tentaciones o cualquier otra presión del enemigo que lo incite al pecado; por este fruto se
“DIOS PROVEE”
asume el compromiso de hacer el bien porque éste es Ia principal estrategia para derrotar
la maldad.
El salmista lo expresó así:
“Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; EI guarda las almas de sus santos; De mano de
los impíos los libra” (Salmo 9 7:10).
Y el apóstol Pablo dice, reiterando que el bien es Ia estrategia precisa para quebrantar las
fuerzas del mal:
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:2 1).
CUESTIONARIO
CLASE 5 MODULO 6
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO (II PARTE)
1.- ¿Qué significa “mantener los ojos puestos en Jesús”:
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
2. ¿Dé dos ejemplos bíblicos diferentes a los mencionados en el libro de personas que hayan
soportado:?
1.- los problemas de la vida.___________________________________________________

_________________________________________________________________________
2.- El deseo de vengarse por su propia cuenta.__________________________________

“DIOS PROVEE”
_________________________________________________________________________
3. ¿Escribir un ejemplo de vida cotidiana de cada unas de las seis manifestaciones del
fruto de la benignidad?
1.________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
2.________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
3.________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
4.________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
5.________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
6.________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
4. Busque un ejemplo bíblico diferente a los expuestos en este capitulo de una persona
que evidencie la benignidad.
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
5. ¿Cuál es la principal diferencia entre la bondad y la benignidad?.
Bondad___________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

“DIOS PROVEE”
benignidad________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
6. De que manera puede una persona demostrar con sus actos la bondad de Dios.
_________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________

“DIOS PROVEE”
EL FRUTO DEL
ESPÍRITU
SANTO
(3RA PARTE)
Referencia Bíblica

(Gálata 5:22-23).
.
6
LECCION

“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1. Aprender a diferenciar las tres clases de fe, según el Nuevo Testamento.

2. Comprender que el quebrantamiento, unido a una confianza plena en el Señor, es Ia
oportunidad para que se manifieste en nosotros Ia mansedumbre.
3. Desarrollar la capacidad de controlar el ánimo, superando cualquier debilidad.
4. Identificar las cosas que afectan negativamente nuestra relación con Dios.
Continuamos aprendiendo acerca del fruto del Espíritu Santo.
.
8.- Fe
“Es, pues, Ia fe Ia certeza de lo que se espera, Ia convicción de lo que no se ve...
Pero sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:1, 6a).
Pablo incluye la fe como manifestación del fruto del Espíritu Santo y también, como
veremos en Ia lección 9, es considerada un don del Espíritu.
Como fruto del Espíritu, la fe va fortaleciéndose gradualmente, y corno don, es una gracia
especial para un momento específico. En el Nuevo Testamento encontramos tres clases de
fe:
 La fe que nos permite vivir Ia vida cristiana y que surge de la continua relación con
Dios.
 La fe como un don que se manifiesta de acuerdo con la necesidad en un
determinado instante.
 La fe como fruto, que está relacionada con el carácter del creyente.
La palabra fe proviene del vocablo griego pistis que significa también fidelidad y, aunque Ia
tendencia sea separar los dos conceptos, la fe y Ia fidelidad van unidas, es decir, no
podemos hablar de fe sin fidelidad ni hablar de fidelidad sin fe.
El fruto de Ia fe equivale a depender continuamente de la fidelidad de Dios, a depositar en

Él nuestra confianza absoluta quitando toda posibilidad de perder las esperanzas cuando
las circunstancias parezcan no estar a nuestro favor.

“DIOS PROVEE”
Cuando Pablo quiso expresar lo equivalente a la fe como confianza permanente en Ia

fidelidad de Dios, aunque las circunstancias fueran desfavorables, dijo:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
Cuando existe un verdadero compromiso por Ia causa de Cristo, entendemos que ninguna
situación es lo suficientemente fuerte para impulsarnos a perder Ia confianza en las
promesas de Dios.
EI fruto del Espíritu a través de la fe nos ayuda a tomar cada circunstancia adverso como la
puerta de entrada a una gran bendición.
Dios ha prometido que perfeccionará Ia obra que ha comenzado en nosotros, así que Él
mismo se encarga de que todo cuanto suceda, nos ayude a bien.
Pablo también escribió:

“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”
(2 Timoteo 1:12).
Cuando el Apóstol escribió estas palabras a Timoteo, se encontraba prisionero en Roma,

esperando ser ejecutado; además, estaba enfermo y prácticamente abandonado por sus
amigos; pero nada le había hecho perder su confianza en Dios, él se había entregado a Ia
causa del Señor y esto lo fortalecía para seguir creyendo en Ia fidelidad de Dios.
Él Espiritu Santo es quien nos ayuda también a desarrollar la fidelidad de Dios, lo

importante es estar dispuestos a hacer las partes que nos corresponde, comenzando por
las mínimas cosas, porque escrito está:
“EI que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es
injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10).
El carácter del creyente es probado cuando enfrenta las pequeñas responsabilidades de Ia

vida cristiana y al pasar estas pruebas es se abren las puertas para alcanzar cosas mayores
en el reino de los cielos.
La parábola del mayordomo infiel, del capítulo 16 de Lucas, de donde hemos tomado el
texto anterior, ilustra una verdad que muchas veces dejamos pasar inadvertida en cuanto
al desarrollo de la fe como fruto del Espíritu y la fidelidad de Dios, y es que la fidelidad

“DIOS PROVEE”
comienza con las cosas materiales y no con las espirituales. El compromiso adquirido ante
Dios nos guía entender este gran principio de fidelidad.
9. MANSEDUMBRE
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29).
Por lo general esta declaración del Señor Jesucristo tiende a ser malinterpretado y muchos
asocian la mansedumbre con la debilidad y esta apreciación está muy lejos de lo que Jesus
quiso decir.
La mansedumbre es sinónimo de apacibilidad y humildad del corazón. Se puede decir que

una persona guiada por este fruto del Espíritu es aquella que no se deja dominar fácilmente
por Ia ira, por más que el ambiente y las personas que la rodean no ofrezcan otra
posibilidad. La mansedumbre permite que demostremos tener la suficiente fuerza de
voluntad, dada por el Padre, para no dejarnos vencer por las circunstancias afectando
nuestro ánimo.
La mansedumbre es una gracia especial del Cristiano otorgada por el Espíritu Santo y que
denoto autoridad en todo aquel que Ia posee.
A pesar de que en nuestra sociedad, muchas veces Ia costumbre de quienes poseen cierto
nivel de autoridad es demostrarla a través de gritos, golpes y desenfrenadas salidas de
casillas, esto es más una confirmación de inseguridad que de autoridad. Quien tiene
autoridad, a través de Ia apacibilidad Ia demuestra.
El doctor Derek Prince reflexiona al respecto diciendo que “si una persona tiene que gritar,
en realidad no tiene autoridad.., y Ia clave para tener autoridad es estar bajo autoridad. Si
usted está bajo autoridad, Ia tiene”.
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte y el que se enseñorea de su espíritu, que el
que toma una ciudad” (Proverbios 16:32).
La mansedumbre tiene que ver con el espíritu del hombre, y como esta es el área en que se
mantiene en relación con el Espiritu Santo. El fruto de la mansedumbre permanece en
aquellos que logran impedir que la ira se enseñoree de ellos.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,

de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

“DIOS PROVEE”
Hay una clara asociación entre Ia mansedumbre y el dominio propio, factor clave de Ia
templanza, que es el fruto que estudiaremos en próximo punto. Conocer la experiencia de
Moisés, quien según la escritura era el hombre más manso sobre la tierra, nos ayuda a
comprender mejor dicha relación.
Moisés pensó estar listo a los cuarenta años de edad para cumplir la misión del Señor de
liberar al pueblo de Israel de Ia esclavitud de Egipto pero un día, aunque se caracterizaba
por ser manso, se enojó y en medio de Ia ira mato a un egipcio viéndose en Ia necesidad de
huir.
La falta de dominio propio en un momento específico de su vida evidenció que no tenía el

fruto de Ia mansedumbre. Esta experiencia tuvo el proceso para cumplir Ia tarea para la
cual había sido seleccionado y fue necesario que Moisés pasara cuarenta años madurando
en el desierto, durante los cuales el Señor le quitó toda fuerza humana para llenarlo con Ia
fuerza divina y así alistarlo para cumplir su propósito con el pueblo de Israel. La fuerza de
Dios manifiesta en Ia mansedumbre y esto viene a nosotros, por el Espíritu Santo, cuando
mantenemos Ia mirada en el Señor, Moisés así lo hizo:
“Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del

rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (Hebreos 11:27).
Para volver a ser manso, desarrollando el dominio propio, Moisés tuvo que ser quebrantado
en el desierto, porque Dios usa el quebrantamiento para producir en nosotros un espíritu
apacible. Después de haber caído en pecado con Betsabé, en su oración de
arrepentimiento, el rey David dijo:
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;

al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:1 7).
En el caso de Moisés, Ia mansedumbre llegó por un proceso gradual en el que su carácter

fue formado. En el caso de David, fue una crisis que sirvió para llevarlo al quebrantamiento
y buscar Ia paz de su espíritu. De una u otra forma, Dios actúa colocando su fuerza y su
poder en las vidas.
Grandes bendiciones ha preparado Dios para quienes permiten que el fruto de Ia

mansedumbre tenga lugar en sus vidas:
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán Ia

tierra por heredad” (Mateo 5:5).

“DIOS PROVEE”
10. TEMPLANZA
Bíblicamente la idea de la templanza esta relacionada con el dominio propio y, por

supuesto, tiene que ver con una característica del carácter.
Es una forma de manifestación del Espíritu Santo especificada en la capacidad de control

del ánimo superando cualquier debilidad.
Se sugiere que Ia templanza está relacionada con Ia prudencia como distintivo del creyente
guiado por el Espíritu Santo y que se concreta un comportamiento sabio. Se entiende por
templanza el control el temperamento y del carácter, dando el sentido de abstención todo
aquello que pueda afectar negativamente nuestra vida.
El desarrollo de Ia templanza como capacidad de controlamos y todo lo que afecte el

equilibrio del creyente, se da a través de proceso en el que interviene poderosamente el
Espíritu Santo, pero con la cooperación de nuestra voluntad. El Apóstol Pablo escribió:
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor
y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su
buena voluntad” (Filipenses 2:12-13).
La templanza se origina en Dios y Él espera que nosotros mostremos el resultado aplicando

el dominio propio, lo cual depende de la voluntad.
Entendiendo Ia templanza como el control o Ia abstención a todo aquello que produzca

freno en el desarrollo de nuestra vida cristiana y al cumplimiento de los mandamientos de
Dios, Pablo establece Ia comparación con Ia vida de un atleta y las razones que lo impulsan
a cuidarse en toda carrera:
“No sabéis que los que corren en el estadio, todos a Ia verdad corren, pero uno solo se lleva
el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a Ia verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible” (1 Corintios 9:24-25).
Muchas dificultades, luchas, crisis, presiones, tentaciones y tribulaciones acompañan

nuestro proceso de crecimiento en Ia carrera cristiana, pero si ponemos en marcha el
dominio propio reconociendo que Dios produce en nosotros tanto el querer como el hacer,
podremos obtener el premio que perdura por siempre:
.. la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Santiago 1:12b).

“DIOS PROVEE”
Así como Ia disciplina afecta cada área de Ia vida del atleta, el dominio propio produce un
efecto positivo en las distintas áreas de Ia vida del creyente. En las abstenciones, lo que
bebemos y comemos requiere mucha atención, también las actitudes que han de ser
asumidas en medio de las diferentes circunstancias.
“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento

de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).
¿Cuáles cosas deben ser evitadas para demostrar que nos movemos de acuerdo con el fruto
de Ia templanza? En general, tonemos que decir que todo aquello que conscientemente
sabemos afecta nuestra relación con el Padre y, por consiguiente, contrista al Espíritu Santo.
“Y de igual manera el Espiritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles” (Romanos 8:26).
CONCLUSION
Así como un manzano no puede producir naranjas, una persona no podrá evidenciar el fruto
del Espíritu si el mismo Espíritu Santo no está en control total de su vida. Ni las buenas
intenciones, ni el esfuerzo humano, ni la preocupación, ni el trabajo diligente, ni Ia fuerza
de voluntad pueden producir este fruto por sí mismos. Como su nombre lo indica, es el
Espíritu Santo, y sólo el Espíritu Santo, quien lo produce. Y recordemos que como un
caballero, nunca tomará acción en una vida si Ia persona no se rinde voluntariamente.
Es responsabilidad de cada creyente asegurarse de ser buena tierra, como enseño Jesús,
para que Ia semilla colocada en cada uno por el Espíritu de Dios crezca y de fruto al ciento
por uno. Debe trabajar para tener un corazón bueno y recto, retener Ia palabra oída y
perseverar en dar fruto.

“DIOS PROVEE”
CUESTIONARIO
CLASE 6 MODULO 6
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO (III PARTE)
1.- Escriba cinco ejemplos bíblicos en los que se ilustre la fidelidad de Dios.
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2. Dé dos ejemplos de su propia vida de cosas pequeñas en la que su fidelidad ha sido

probada y recibió algo mayor como recompensa:
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3. ¿Por qué la mansedumbre es una muestra de fortaleza y no de debilidad?

“DIOS PROVEE”
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4. Mencione un momento de la vida de Jesús en él que se muestre que era manso.
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5. Escriba un ejemplo de como la templanza se puede ver en su vida cotidiana.
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6. Mencione cinco cosa que usted sepa que afectan negativamente su relación con Dios y
comprométase a abstenerse de ellas.
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“DIOS PROVEE”
INTRODUCCIÓN A
LOS DONESDEL
ESPIRITU SANTO
Referencia Bíblica
“Pero a cada uno le es dada Ia manifestación del Espíritu para

provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de
sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu: a
otro, fe por el mismo Espíritu: y a otro, dones de sanidades por el
mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros: a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas;
y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas
Ias hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere” (1 Corintios 12:7—11).
7
LECCION

“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1.- Comprender que cada creyente puede recibir los dones del Espíritu Santo y que estos son para
Ia edificación de Ia Iglesia.
2.- Anhelar los dones del Espíritu Santo.
3.- Comprender que los dones son diferentes pero que es el mismo Espíritu Santo quien los reparte.
INTRODUCCIÓN
Cuando el Espíritu Santo vino a Ia iglesia, vino con regalos o dones. Entendiendo que los
dones son esos regalos que Dios preparó de antemano para Su iglesia, sabemos que ésta
no tuvo que trabajar para obtenerlos. También es una de las expresiones de Ia manera como
el Señor está interesado en cada uno de nosotros.
Encontramos un gran ejemplo cuando Abraham envió a su criado, el más viejo de su casa,
que gobernaba todo lo que tenía y le confió Ia misión de buscar esposa para su hijo Isaac.
“Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor y se fue, tomando toda clase de
regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de
Nacor” (Génesis 24:10).
Llegando a su destino elevó una oración al Señor diciéndole:

“Sea pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y
ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta Ia que tú has
destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi
Señor” (Génesis 24:14).
Toda esta petición se cumplió en Rebeca.
“Y cuando los camellos acabaron de beber le dio el hombre un pendiente de oro que
pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez” (Génesis 24:22).
Algo similar fue lo que hizo el Espíritu Santo con la iglesia, pues criado de Abraham es un
prototipo del Espíritu Santo, el cual vino a nosotros, Ia iglesia, con una variedad de regalos,
los cuales quedaron distribuidos entre todos los creyentes y además son para la edificación
del cuerpo de Cristo. Por esta razón, el Apóstol Pablo dice que debemos anhelar los dones.

“DIOS PROVEE”
CONCLUSION
Así como un manzano no puede producir naranjas, una persona no podrá evidenciar el fruto
del Espíritu si el mismo Espíritu Santo no está en control total de su vida. Ni las buenas
intenciones, ni el esfuerzo humano, ni la preocupación, ni el trabajo diligente, ni Ia fuerza
de voluntad pueden producir este fruto por sí mismos. Como su nombre lo indica, es el
Espíritu Santo, y sólo el Espíritu Santo, quien lo produce. Y recordemos que como un
caballero, nunca tomará acción en una vida si Ia persona no se rinde voluntariamente.
Es responsabilidad de cada creyente asegurarse de ser buena tierra, como enseño Jesús,
para que Ia semilla colocada en cada uno por el Espíritu de Dios crezca y de fruto al ciento
por uno. Debe trabajar para tener un corazón bueno y recto, retener Ia palabra oída y
perseverar en dar fruto.

“DIOS PROVEE”
CUESTIONARIO
CLASE 6 MODULO 6
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“DIOS PROVEE”
DONES DE
REVELACION
Referencia Bíblica
“Pero a cada uno le es dada Ia manifestación del Espíritu para

provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de
sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu…
A otro, de discernimiento de espíritus.”
(1 Corintios 12:7—10).
8
LECCION

“DIOS PROVEE”
Objetivos:
1.- Permitir que Dios forme en nosotros un corazón que escucha Su Voz.
2.- Comprender que Ia palabra de ciencia, dada por Dios, es Ia que nos revela qué es lo
que hay en el corazón de las personas para poderlas ayudar correctamente.
3.- Aprender a discernir contra qué nos enfrentamos a diario.
INTRODUCCIÓN
Los dones de revelación incluyen:
 Palabra de sabiduría.
 Palabra de ciencia.
 Discernimiento de espíritus.

“DIOS PROVEE”
1. PALABRA DE SABIDURIA
“Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduria” (1 Corintios 12:8a).
El don de palabra de sabiduría es directivo. Es decir, es útil para dirigir y es necesario para
quienes están en el liderazgo.
“Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza;
pero Ia sabiduría es provechosa para dirigir” (Eclesiastés 10:10).
Cuando Salomón dijo esto estaba pensando en un hombre que quiere cortar un árbol. Si el
hierro se embota, es decir, que pierde su filo y no sirve más para cortar, el leñador deberá
usar más fuerza para realizar el mismo trabajo que antes podía hacer con facilidad. Ante
esta situación hay dos posibilidades: esforzar más el cuerpo para cortar el árbol o volver a
afilar el hacha. Si usted, o su ministerio, se encuentra en una encrucijada, Ia sabiduría le
mostrará el camino correcto que ha de recorrer.
Mi experiencia personal
Una persona puede dedicar toda su vida para trabajar en una empresa y después de muchos
años de trabajo llegar a la conclusión de que se equivocó y que perdió su tiempo en ella.
Por siete años, al inicio de mi ministerio en Ia Misión Carismática Internacional, me enfoqué
en implementar el modelo celular del pastor Cho, pero sentía que en nuestro medio no
funcionaba de manera Tan amplia como en corea. Esto me movió a buscar a Dios en oración
pues necesitaba una palabra sabiduría, y Dios fue bueno conmigo; pues me enseño acerca
del gobierno de los Doce: G12. Entonces pude comprender que para poder pastorear a la
iglesia lo único que necesitaba era tener doce personas comprometidas con Dios, con Ia
misma pasión que yo tenía, y con el mismo deseo de servir a Cristo. Así que Dios me dio Ia
responsabilidad de formar a estas personas.
Después de esta revelación, mis ojos espirituales se abrieron y pude ver con claridad el
rumbo que tomaría de ahí en adelante Ia iglesia, que todo el crecimiento vendría a su
debido tiempo, mientras se formaba el liderazgo. Cuando Dios me dio esta revelación, tan
solo teníamos setenta células; pero en las últimas décadas hemos podido experimentar un
crecimiento sin precedentes. El buscar constantemente el consejo y Ia sabiduría de Dios ha
sido clave para poder dirigir a la iglesia en Ia dirección correcta a través de los años.
El Espíritu Santo es quien toma las decisiones
Cuando el evangelio comenzó a ser predicado entre los gentiles, es decir, entre quienes no
eran del pueblo de Israel, hubo una gran discusión entre los judíos convertidos y los demás
“DIOS PROVEE”
creyentes, pues los primeros querían que todos guardaran la ley mosaica. Por este motivo,
Ia iglesia realizó un concilio en Jerusalén, en donde los apóstoles se reunieron a debatir y al
finalizar concluyeron:
Porque ha aparecido bien al Santo, y a nosotros,

no Inpcnieii i ninqinu. carga más que estas cosas
necesnrIa’: (flufÐ o abstengáis de lo sacrificado a ídolos,
de sangre, de ahogado y de fornicación; de Ias cuales
cosas si os guardareis, bien haréis. Pasad/o bien”
(Hechos 15:28—29).
Esta decisión fue trascendental para Ia iglesia, pues si se hubiera
decidido lo contrario, todos los creyentes estaríamos obligados
a guardar todas Ias ordenanzas de Ia ley mosaica. Sin embargo,
como Ia iglesia buscó el consejo divino y atendieron a Ia voz de
Dios, tomaron Ia decisión correcta.
Debemos entender que Ia sabiduría no tiene
nada que ver con nuestro ¡ntelecto ni con
nuestra preparación académica, sino que se
trata de escuchar el consejo de Dios.
Cuando Elle dijo a Salomón que pidiera lo que quisiera, el joven rey
contestó:
“Da, pues, a tu siervo corazón entendido para
juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y
lo malo” (1 Reyes 3:9a).
La expresión traducida como “corazón entendido” significa en
realidad “corazón que escucha”1. Salomón sabía que el secreto de
Ia sabiduría consiste en escuchar lo que Dios tiene para decir. Fue
por esto que se convirtió en el hombre más sabio que ha vivido.
1. Tradução literal do hebraico: (lev shoméa).

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CLASE 6 MODULO 6
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Del 1 Al 8

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COMUNIDAD CRISTIANA INTERNACIONAL

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

2. PREPARANDONOS PARA RECIBIR AL ESPIRITU SANTO

3. CONOCIENDO AL ESPIRITU SANTO

3. EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO (PARTE I)

4. EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO (PARTE II)

5. EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO (PARTE III)

6. INTRODUCCION A LOS DONDES DEL ESPIRITU SANTO

10. DONES DE INSPIRACION

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda Ia verdad; porque no

El salmista lo expresó de esta manera:

“A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos,

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

“Yo a Ia verdad os bautizo en agua

3. Aprender a tratar a ias personas como tratamos al Espíritu Santo.

Es interesante que en Ia antigüedad, antes de que Jesucristo viniera a este mundo, el

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

1.- EL ESPÍRITU SANTO EN EL MINISTERIO DE JESUS

‘“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios,

Jesús, previo a su ascensión al cielo, instruyó a Sus discípulos a que no se movieran de

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

2. EL ESPÍRITU SANTO EN LOS CREYENTES

LA SENSIBILIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

3. BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO

“El os bautizará en el Espíritu Santo y fuego”

San Pablo, manifestó:

Jesucristo es quien bautiza en el Espíritu Santo Mediante el bautismo en el Espíritu, nos

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

2. ¿Cuál fue el papel del Espíritu Santo en el ministerio de Jesús?

3. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en su ministerio?

4. ¿Qué persona puede bautizar en el Espíritu Santo?

5. ¿Por qué es importante ser bautizado en el Espíritu?

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre

El mismo Señor les había dicho con anterioridad a los discípulos:

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

1.- LA IMPORTANCIA DE AECIBIR AL ESPIRITU SANTO

2. REQUISITOS FUNDAMENTALES PARA RECIBIR LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO.

a.- Limpieza de corazón:

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

extraordinaria lengua permitiéndole expresar un lenguaje que jamás había o. mediante el

Todo en la vida cristiana es por fé.

“Porque de la abundancia del corazón habla Ia boca” (Mateo 12:34b).

C.- No prestar nuestro cuerpo al pecado.

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

d.- Voluntad de recibirlo.

“En él también vosotros, habiendo oído Ia palabra de verdad, el evangelio de vuestra

 Encender Ia lámpara de Ia Palabra para que escudriñe aún lo oculto de su corazón.

Considerar el bautismo en el Espíritu Santo un hecho fundamental todo creyente, ha

PREPARANDONOS PARA RECIBIR AL ESPIRITU SANTO

2. ¿Qué significa tener un corazón limpio?

7. ¿Cuál es la diferencia en nacer del Espíritu y ser bautizado en el Espiritu?.

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

Juan, al desarrollar su ministerio que consistía en el bautismo de arrepentimiento, les dijo

Jesucristo dijo a Sus discípulos:

“Pero yo os digo Ia verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el

CAPACITACION DESTINO MODULO 6]

1.- LA MAJESTUOSIDAD DEL ESPIRITU SANTO