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CANCER

El cáncer se refiere a cualquiera de una gran cantidad de enfermedades


caracterizadas por el desarrollo de células anormales que se dividen de manera
incontrolable y tienen la capacidad de infiltrarse y destruir el tejido corporal normal. El
cáncer a menudo tiene la capacidad de extenderse a todo el cuerpo.

El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. Sin embargo, las tasas de


supervivencia están mejorando para muchos tipos de cáncer, gracias a las mejoras en
la detección y el tratamiento del cáncer.

Síntomas

Los signos y síntomas causados por el cáncer varían según la parte del cuerpo
afectada.

Algunos signos y síntomas generales asociados con el cáncer, pero no específicos de


esta enfermedad, son:

 Fatiga

 Bulto o zona de engrosamiento que puede palparse debajo de la piel

 Cambios de peso, como aumentos o pérdidas de peso no intencionales

 Cambios en la piel, como pigmentación amarillenta, oscurecimiento o


enrojecimiento de la piel, llagas que no se curan o cambios en lunares existentes

 Cambios en los hábitos de evacuación de la vejiga o los intestinos

 Tos persistente o dificultad para respirar

 Dificultad para tragar

 Ronquera

 Indigestión persistente o malestar después de comer


 Dolor muscular o articular persistente, sin causa aparente

 Fiebre o sudoraciones nocturnas persistentes, sin causa aparente

 Sangrado o hematomas sin causa aparente

Causas

El cáncer es ocasionado por cambios (mutaciones) en el ADN dentro de las células. El


ADN dentro de una célula viene en un gran número de genes individuales, cada uno
contiene un grupo de instrucciones que indica a la célula qué funciones realizar, y
cómo crecer y dividirse. Los errores en las instrucciones pueden hacer que la célula
detenga su función normal y se convierta en una célula cancerosa.

Factores de riesgo

Aunque los médicos tienen una idea de lo que puede aumentar tu riesgo de cáncer,
la mayoría de los casos de cáncer ocurren en personas que no tienen factores de riesgo
conocidos. Los factores conocidos que aumentan el riesgo de cáncer comprenden los
siguientes:

La edad

El cáncer puede tardar décadas en manifestarse. Es por eso que la mayoría de las
personas con diagnóstico de cáncer tienen 65 años o más. Aunque es frecuente en los
adultos mayores, el cáncer no es una enfermedad exclusivamente de adultos, y puede
diagnosticarse a cualquier edad.

Los hábitos

Se sabe que algunos estilos de vida aumentan el riesgo de cáncer. Fumar, beber más
de una copa de bebida alcohólica por día (para mujeres de todas las edades y para
los hombres mayores de 65) o dos copas por día (para los hombres menores de 65
años), la exposición excesiva al sol o las quemaduras de sol frecuentes con ampollas,
estar obeso y tener sexo sin protección pueden contribuir a causar cáncer.

Puedes cambiar estos hábitos para disminuir el riesgo de padecer cáncer, aunque
algunos hábitos son más fáciles de cambiar que otros.

Los antecedentes familiares

Solo una pequeña parte de los casos de cáncer se deben a un trastorno hereditario. Si
el cáncer es frecuente en tu familia, es posible que haya mutaciones que pasen de
una generación a la siguiente. Puedes ser un candidato para análisis genéticos a fin de
determinar si tienes mutaciones hereditarias que pueden aumentar el riesgo de
padecer determinados tipos de cáncer. Ten presente que una mutación genética
hereditaria no necesariamente significa que tendrás cáncer.
Los trastornos de salud

Algunos trastornos crónicos, como la colitis ulcerosa, pueden aumentar notablemente


el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Habla con el médico sobre tus riesgos.

El entorno

Tu entorno puede contener sustancias químicas perjudiciales que pueden aumentar el


riesgo de cáncer. Aunque no fumes, puedes inhalar humo ambiental si estás en un lugar
donde la gente fuma o si vives con un fumador. Las sustancias químicas del hogar o el
lugar de trabajo, como asbesto y bencina, también se asocian con mayor riesgo de
cáncer.

Complicaciones

El cáncer y su tratamiento pueden causar varias complicaciones, entre ellas:

 Dolor. El dolor puede ser causado por el cáncer o por el tratamiento oncológico,
aunque no todos los tipos de cáncer son dolorosos. Los medicamentos y otros
enfoques pueden tratar con efectividad el dolor relacionado con el cáncer.

 Fatiga. En las personas con cáncer, la fatiga tiene muchas causas, pero a
menudo puede controlarse. La fatiga relacionada con los tratamientos de
quimioterapia o radioterapia es frecuente, pero por lo general es temporaria.

 Dificultad para respirar. El cáncer o el tratamiento oncológico pueden causar


una sensación de falta de aire. Es posible aliviar esta sensación con tratamientos.

 Náuseas. Ciertos tipos de cáncer y tratamientos oncológicos pueden causar


náuseas. A veces, el médico puede predecir si es probable que el tratamiento
cause náuseas. Los medicamentos y otros tratamientos pueden ayudar a
prevenir o disminuir las náuseas.

 Diarrea o estreñimiento. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden afectar


los intestinos y causar diarrea o estreñimiento.

 Adelgazamiento. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden provocar


adelgazamiento. El cáncer les quita alimento a las células normales y las priva
de nutrientes. Por lo general, esto no se ve afectado por la cantidad de calorías
o el tipo de comida que se ingiere y es difícil de tratar. En la mayoría de los casos,
la nutrición artificial mediante tubos en el estómago o una vena no ayuda a
mejorar el adelgazamiento.

 Cambios químicos en el cuerpo. El cáncer puede desestabilizar el equilibrio


químico normal del cuerpo y aumentar el riesgo de complicaciones graves. Los
signos y síntomas de los desequilibrios químicos pueden comprender sed
excesiva, orinar con frecuencia, estreñimiento y desorientación.
 Problemas cerebrales y del sistema nervioso. El cáncer puede hacer presión
sobre nervios cercanos y causar dolor y pérdida de las funciones de una parte
del cuerpo. El cáncer que afecta el cerebro puede causar dolores de cabeza
y signos y síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, como
debilidad de un lado del cuerpo.

 Reacciones inusuales del sistema inmunitario al cáncer. En algunos casos, el


sistema inmunitario del cuerpo puede reaccionar a la presencia de cáncer
atacando células sanas. Estas reacciones muy poco frecuentes, llamadas
«síndrome paraneoplásico», pueden dar lugar a una variedad de signos y
síntomas, como dificultad para caminar y convulsiones.

 Cáncer que se propaga. A medida que el cáncer progresa, se puede propagar


(hacer metástasis) a otras partes del cuerpo. La propagación del cáncer
depende del tipo de cáncer.

 Cáncer que regresa. Quienes sobreviven al cáncer tienen un riesgo de


recurrencia. Algunos tipos de cáncer son más propensos a recurrir que otros.
Habla con el médico sobre lo que puedes hacer para reducir el riesgo de
recurrencia del cáncer. Es posible que tu médico diseñe un plan de atención
de seguimiento para ti después de tu tratamiento. Este plan puede consistir en
exploraciones y exámenes periódicos durante los meses y años posteriores a tu
tratamiento a fin de detectar la recurrencia del cáncer.

Prevención

No existe una manera cierta para prevenir el cáncer. Sin embargo, los médicos
identificaron diversos modos para reducir el riesgo de cáncer, como los siguientes:

 Deja de fumar. Si fumas, deja de hacerlo. Si no fumas, no empieces a hacerlo


ahora. Fumar está relacionado con distintos tipos de cáncer, no únicamente
con el cáncer de pulmón. Suspenderlo ahora reducirá el riesgo de padecer
cáncer en el futuro.

 Evita la exposición excesiva al sol. Los rayos ultravioleta (UV) perjudiciales del sol
pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Limita tu exposición al
sol quedándote en la sombra, usando ropa de protección y colocándote
protector solar.

 Sigue una dieta saludable. Elige una dieta rica en frutas y vegetales. Selecciona
cereales integrales y proteínas magras.

 Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. El ejercicio regular está


relacionado con un bajo riesgo de cáncer. Intenta hacer por lo menos
30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si no has estado
realizando ejercicios con frecuencia, comienza despacio y trabaja de a poco
hasta llegar a los 30 minutos o más.
 Mantén un peso saludable. Tener sobrepeso u obesidad incrementa el riesgo de
padecer cáncer. Trabaja para lograr un peso saludable y para mantenerlo a
través de una combinación de dieta saludable y de ejercicio regular.

 En caso de que elijas beber alcohol, hazlo con moderación. Si decides beber
alcohol, limítate a un vaso por día si eres una mujer de cualquier edad o un
hombre mayor de 65 años o a dos vasos por día si eres un hombre menor de
65 años.

 Programa análisis para la detección de cáncer. Habla con el médico acerca


de qué tipos de análisis para la detección de cáncer son los más adecuados
para ti en función de tus factores de riesgo.

 Consulta con el médico sobre las vacunas. Algunos virus aumentan el riesgo de
padecer cáncer. Las vacunas pueden ayudar a prevenir esos virus, incluso la
hepatitis B, que aumenta el riesgo de cáncer de hígado, y el virus del papiloma
humano (VPH), que aumenta el riesgo de cáncer de útero y de otros tipos de
cáncer. Consulta con el médico si las vacunas contra estos virus son adecuadas
para ti.

Tipos comunes de cáncer

 Cáncer de colon y recto


 Cáncer de endometrio
 Hígado
 Leucemia
 Linfoma no Hodgkin
 Melanoma
 Cáncer de páncreas
 Cáncer de próstata
 Cáncer de pulmón
 Cáncer de riñón
 Cáncer de seno (mama)
 Cáncer de tiroides
 Cáncer de vejiga

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