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CARACTERÍSTICAS DE UN LÍDER

Marcos 10:45 **

INTRODUCCIÓN: La Biblia habla mucho de líderes. Enseña que el liderazgo es un


medio eficaz para que Dios se relacione con los hombres. Salvo en el caso de la
creación, donde Dios actuó solo, Dios siempre ha operado por medio de líderes.
Primero los llamó, luego los preparó para que trabajasen en el cumplimiento de su
voluntad. Frecuentemente se vio precisado a reproducir la escena de Jeremías 18
donde chocó con la resistencia del vaso y, como no pudo formar lo que quiso, tuvo
que comenzar de nuevo. Con frecuencia, una misma persona tenía que advertir
sobre la ira de Dios, así como sobre su compasión y restauración.

Características de un líder efectivo

I. LEALTAD Josué 1:1

1. Lealtad.

a. Lealtad a Dios

b. Lealtad a la Palabra

c. Lealtad a nuestros superiores

El líder debe ser conocedor de la Palabra.

La lealtad se mide en términos de servicio hacia aquello a los cuales Dios ha puesto
para ser nuestras autoridades espirituales. A Josué se le describe como “servidor
de Moisés” (Josué 1:1)

De Eliseo leemos: “…después se levantó y fue tras Elías, y le servía” (1 Reyes


19:21).

Ser leales significa no fallar ni abandonar al líder, aun cuando parezca que todo va
a fracasar. Tenemos que estar a su lado. Tenemos que apoyarlo, tenemos que
defenderlo (Juan 18:10-11).

El apóstol Pablo señaló a algunos líderes subalternos que le fallaron cuando más
los necesitó:
De Demas dijo: “Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo y se ha
ido a Tesalónica” (2 Timoteo 4:10).

De Alejandro el calderero dijo: “Me ha causado muchos males…” (2 Timoteo 4:14).

De otros dijo: “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me
desampararon; no les sea tomado en cuenta” (2 Timoteo 4:16).

II. BUSCA EL BIENESTAR DE OTROS

1. Un líder siempre se interesa en las necesidades de los demás. Es un


altruista,busca siempre el bienestar ajeno (Lucas 10:30-35). Se goza en ver bien a
los demás, aunque él o ella no estén bien. Se alegra cuando otro es promovido,
aunque él o ella no sean promovidos nunca. Se siente contento cuando ve que otro
logra tener algo, aunque el o ella no lo puedan tener.

2. El líder tiene interés en ayudar a los demás, esa es su consigna de servicio. Hay
líderes entregados al servicio de la humanidad. Aún en muchas universidades hay
una sección llamada Servicios Humanos. De hecho, el humanismo busca el
bienestar del prójimo. Pero el líder espiritual va más allá, además de ayudar y apoyar
en las necesidades físicas, su prioridad está en la salud espiritual: que las personas
pasen de muerte a vida poniendo su fe en Cristo Jesús.

3. El interés nunca es propio, ni egoísta, es hacia y por los demás. A esta clase de
líderes parece referirse Pablo en su larga lista de saludos personales en Romanos
6:1-16:

Saludó a Priscila y Aquila diciendo: “Que expusieron su vida por mí” (Romanos 16:3-
4).

Saludó a Epeneto diciendo: “amado mío…” (Romanos 16:5).

¿Qué se podrá decir de usted y de mí?

III. DEDICACIÓN

1. Líder es quien se aferra a una causa, visión o ministerio con determinación.


Comienza algo y lo termina, aunque esto signifique que ese algo lo termine a él.

2. Dedicarse a algo es luchar por ese ideal. El éxito no se determina por los grados
de triunfos, sino por el empeño en lograr alcanzar lo propuesto.
Las personas que más éxito han tenido, han sido aquellas que se han arriesgado a
fracasar más.

3. La dedicación es un puente que se suspende sobre el río ancho y profundo de la


oposición y los obstáculos.

IV. ESFUERZO (Filipenses 4:13)

1. A todo líder le llegan sus días de desánimo, frustración, confusión emocional,


desorientación. Días en los que llega a pensar que está equivocado en lo
emprendido.

2. Un líder se sobrepone a todo y pone todo bajo la confianza de la persona que lo


puede ayudar en todo: Jesús de Nazaret. Un buen líder podrá decir al igual que
Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

3. Un líder puede dejarse arrastrar por la corriente del fracaso total, o puede nadar
con esfuerzo contra la corriente. La fuerza de la voluntad puede más que el
resignarse a ser mentalmente arrastrados por las corrientes de los pensamientos y
los sentimientos negativos.

V. RESPONSABILIDAD (Mateo 25: 14-25)

1. En las personas responsables se puede confiar cuando de delegar tareas se trata.


El o ella harán lo que se les pida con esmero, con exactitud y con prontitud.

2. Pero hay líderes irresponsables. Si ellos no son el capitán del barco, no levantan
las anclas. Solo invierten tiempo y energías para sí mismos y no para otros. El
interés está centrado en ellos mismos, no en el Reino.

3. En la parábola de los talentos se nos presenta a un individuo irresponsable.


Conocemos la parábola: Un hombre se iba lejos, y antes reunió a tres siervos, y les
repartió ocho talentos tomando en cuenta la capacidad individual de cada uno, dio
cinco a uno, dos a otro, y un talento al que menos capacidad podía tener. Dios trata
con nosotros conforme a nuestra capacidad. El no nos exige más de lo que
podamos dar. Pero si nos exige conforme a nuestra capacidad.

Notemos que la palabra “talentos” hoy día significa para nosotros habilidades o
dotes intelectuales. Para los romanos eran monedas. El Señor Jesucristo no evalúa
a los líderes o creyentes por los “talentos” personales. Él mas bien nos exige de los
“talentos” ministeriales o los “talentos” dones. El “talento espiritual” no es algo que
yo poseo por herencia, sino que es una capacidad espiritual que me ha conferido el
Espíritu Santo.
Para resumir la parábola, el que tenía cinco fue y los invirtió duplicando su cantidad.

El que tenía dos fue e hizo lo mismo. El que tenía uno fue y lo enterró. No hizo nada
con él. Los que duplicaron sus talentos fueron promovidos: “Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor (Mateo
25:21-23).

Pero el que tenía un talento y no hizo nada con él, respondió: “Señor, te conocía
que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes
lo que es tuyo” (Mateo 25:24-25).

• Primero, excusa su irresponsabilidad acusando a su Señor de ser un “hombre


duro”. El carácter de su Señor no tenía nada que ver con su responsabilidad
personal.

• Segundo, excusa su irresponsabilidad cobijándose bajo la sombrilla del


sentimiento: “por lo cual tuve miedo”. El miedo tiene a muchas personas sin
multiplicar su talento.

• Tercero, entrega su talento molesto: “aquí tienes lo que es tuyo”. Tuvo en poco su
talento.

El resultado final es que el siervo inútil, irresponsable, que no hizo nada con su
talento, lo perdió todo (Mateo 25:26-30). Al que tenia diez talentos se le dio el talento
de este siervo para que también lo multiplicara (Mateo 25:28).

4. Un líder efectivo es esforzado y valiente.

– No hay éxito sin esfuerzo.

– Para llevar adelante la obra es necesario ser valiente, no cobarde.

– El miedo paraliza.

– Un buen líder vence el miedo o temor al fracaso.

5. Un buen líder reconoce la autoridad de Dios.

CONCLUSIÓN:
Dios desea la formación de grandes líderes, que puedan guiar a otros creyentes en
la formación de una vida fortalecida, dependiente de Dios, entregada a él y con
deseos de administrar sus negocios espirituales. Un líder que pueda decir: en los
negocios de mi Padre me es necesario estar.

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