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Publicado en Revista SUR, Año 6 (n° 24), 127–130.
Obtenido del Catálogo Bibliográfico de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno: https://catalogo.bn.gov.ar/F/?func=direct&doc_number=001218322&local_base=GENER
Publicado en Revista SUR, Año 6 (n° 24), 127–130.
Obtenido del Catálogo Bibliográfico de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno: https://catalogo.bn.gov.ar/F/?func=direct&doc_number=001218322&local_base=GENER
Publicado en Revista SUR, Año 6 (n° 24), 127–130.
Obtenido del Catálogo Bibliográfico de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno: https://catalogo.bn.gov.ar/F/?func=direct&doc_number=001218322&local_base=GENER
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faleanea todavia a darle importancia ante el mando, importaneia que ineite @ inves-
tigar eudl es el pensamiento que mueve este hormiguero en marcha. Ast, nuestro
pensamiento no refluye sobre el pensamiento del mundo: cuando se recoge en sf,
se siente enerpo sin sombra, voz sin eco, aislado en el eonfin extremo, In ‘iltima
‘Thule de Ia civiliracién occidental, De esta angustia solitaria sélo saldromos me:
iante el estuerzo total que Ievante a estos pueblos a la altura de sus esperar
¥ de sus promesas,
E} trabajo de Anibal Siuchez — magnifiea exposicién de las corrientes que
Ja influeneia filoséfica de Buropa provoca en nuestra Amériea — rovela que 61
podria emprender el estudio de todo lo que hay de realmente nuevo y personal en
auestros pensadores. Su pereepeién agnda, su don de presentar las ideas en accién,
su extensa cultura, sus virtudes de expresiGn, lo sefialan para la tarea,
PEDRO HENRIQUEZ URENA
LAS ULTIMAS COMEDIAS DE SHAW
Bornard Shaw ha reunido en dos tomos — Demasiado cierto para ser bueno
€1 uno, Bt bobalicén de las Islas Ineeporadas e} otro — sus tiltimas comedias, Re
sefiaré los dos; empiezo (cronolégicamente) por el primero,
“DEMASIADO CIBRTO PARA SER BUENO’?
En algém renglin de algona pigina de las casi infinitas y eiertamente ina
gotables 1001 Noches se puede leer que Ia decrepitud del aguila es preferible a la
primavera del euervo, BI repetido examen de estas pondttimas e ae Shaw
prueba absolutamente que.la decrepitud del Gguiln no es preferible a In primavera
del cuervo. Esa inofensiva imagen ornitolégica quiere significar qué si bien esas128 —
comodias de Bernard Shaw son de algin modo superiores a las de quienes
no son Bernard Shaw, no es menos cierto que son decididamente inferiores
® todo lo demis de su obra — salvo, quid, Fanny's first play y las incompotentes
novelas, No reeurramos a la mala palabra ‘‘decrepitud’’: el libro més complejo
do Shaw, Puelta @ AMatusalén, os de 1921, fecha que nada tiene que ver con su
“‘primavera’? fabiana, Mis bien pensemos en euestiones de gloria y eomodidad.
j Bernant Shaw ev loriovo; Barnard Shaw tiene la soguvidad. de ser eseuthado;
| Bernard Shaw t
1m costumbre de pensar en forma dramétiea — en forma dia
logistiea, ab menos. Todo eseritor espee
debe prever continuas objeciones
‘que interrumpen el curso del pensamiento, y que es obligatorio satisfacer:
ficio dramftico encuentra en esos vaivenes y pe
el arti:
plojidades, no ya un problema,
} sino un instrumento precioso. De abi Jos hébitos dramiticos de Platon y de Ber-
i Keley, y ain de los apasionados monélogos de San Agustin; de abi, tal vez, estas
comedias puramente discutidoras de Bernard Shaw.
EI mundo que presentan 9 postulan estas comedias es voluntariamente irreal,
Digo “volun
riamente’’, porque a cllo me autoriza In inclusién de elertos perso-
najes fantist
cos: entre ellos, de un mierobia indignado que se lamonta a gritos de
las enfermedades atroces y sucesivas que le contagia Ia sefiorita en que vive. Ya
celestitos, yn infernales, los mundos inventados por el arte quien
| tonsos que In realidad, ya q
st
ser mis in-
estin obligados @ ser mis pobres. EI de Bernard
— el del penGltimo Bernard Shaw — prescinde de ese anhelo, Es un mundo
insfpido, opaco, tirando a pesadilla
fnguida, hi
de interminables conversacio-
nes sobre temas politicos, sin otra esperanza de interrupeién que Ia operada por
algunos ‘recursos teatrales"’ conocidisimos, pero al parecer infalibles; presentar
tun individuo muy harapiento y después he
10 un dandy, presentar dos personas
que simulan
stad, pero que ay
weehan eualquier descuido para agredirse a
pellizeones 0 a puntapiés, presentar sordos o extranjeros que deforman ineurable:
mente lo que oyen, presentar un flirt belicoso con vaivenes de eélera y de ternura,
Presentar elocuentes diseutidores que detcubren de golpe que su interlocutor ya
se ba ido, presentar eaballeros que para disimular un ademén impredente fingon
star absortos en el tito de la gimnasia sucea,
Los caracteres faltan on las pentitimas comodias de Shaw, pero las situaciones
‘también, Su interés es el de una discusin no muy interesante, puesto que en
que no es del todo Shaw, La
ella no participan varias personas, sino una sola —129
neeesidad do repartirse en sus personajes, siqaicra afantasmados 0 nominales, le
impide serlo, Hay, sin embargo, una excepeiin, El desesperado predieador de
Ja piigina 107, el hombre quo ha perdido su fe, pero que sigue predicando infiat
mente “aunque no tenga nada que decir’, com la tenue esperanza de que ol Bx
piritu bajard algin din a su boca, ha sido coloeado por el autor para que lo ien-
tifiquemos eon 61, Ciertamente no incurriremos en osa descortesin, Por lo demés,
esa piigina de copléndida retérica basta para justifcar todo el Wbro, Digo 10
‘mismo de cierto extraordinario dislogo prenupeial de tas paginas 196-137, Hay
fademéis 10s prélogos, que vindican mi antigua conviceién do que Bernard Shaw
1 uno de tos primeros prosistas ds Ruropa — no interior a Hiiot 0 a Valéry, sino
diferente.
‘EL BOBALICON DE LAS ISLAS INESPERADAS"’
La pices que da nombre a este volumen trata del Juicio Final. Siempre me
Jha interesado esa funcién, ese delicado examen inapelable de todos los
Thumanos y de cada momento de esos destinos. Shaw, en su comedia, preseinde
el eseénico esplendor do ln institucién ortodoxa y hasta de In solemnie pracpa
ratio do orden meteorologico-legal que la anunsiari. Nada do eclipses de
Ia luna ¥ del sol, nada de aberraciones atmosfériens, nada de Ins siete redomas
de Ia ira de Dios, nada de espadas y trompetas y tronos. De todo ese eopioso
attirail de San Juan el Tedlogo (que asimismo comprenie 7 Kimparas, 1 mar
de vidrio semejante al cristal, 4 animales con ojos adelante y atrés y 24 ancia.
nos postrados) Shaw apenas retiene unos dngeles, Son Gngeles britdinicos, desde
Iuego, Angeles asistidos de humour. (Ya 8 hacia 1758, penss con
reverencia que parte de In felicidad de los bienaventurados y de los Angeles, deri
vatin de tna pereepeién exquisita de lo ridieulo). Para Albrecht Ritschl, la ira
de Dios no es otra cosa que el olvido de Dios, vale dei win anestési
de las almas que definitivamente rechazan Ia rodenein; para esta eomodia, ef
Juicio Final es Ia inmediata desaparieién o extineién de todas las personas
ingtiles. Claro esté que una justa definicién de la palabra indtit es quizh inal
eansable... (Bernard Shas, entiendo, ensaya un eriterio econdmieo, y vind
las climinaciones sumarias de la Cheka: ‘‘ese cuerpo de amateurs bien inten-
lonados?”).130 —
No hay quien mo reconozea ¢] ingenio de Shaw, la Iueidex resplandesiente
do Shave. Otro rasgo habitual — algo menos piblieo al parecer, ya que Tn etitien
se abstiene de seflalarlo — es Ia sentencia heroiea, Ia suficiente y breve definieiém
de un alma varonil. Es comin indicar In afinidad de Shaw con Swift y con
Voltaire; yo 1o ereo no menos éomsanguineo de hombres como Lutero, eomo Que-
vedo, como Lawrence de Arabia. De hombres que no sélo han interrogado Ins
posibilidades retdriens de la burla, sino también as del valeroso estoicismo, De
hombres austeros euya profesién de esa fe mueve mi coracén més que wna trom:
peta, como famosamente dijo Sir Philip Sidney de una antigua balada, Shaw
mismo ha declarado su afinidad con Bunyan, con Blake, con Hogarth, eon Turner,
con Goethe, con Shelley, con Schopenhauer, eon Wagner, eon Ibsen, con Tolstol,
con Morris y con Nietzsche. Yo no climinaria de ose gencroso eatélogo los nom-
bres de Nietssehe y de Bunyan
Las comedias que forman el volumen Demasiado cierto para ser bueno son
irreales de un modo Iinguido; éstes lo son con buena premeditacién y fervor.
JORGE LUIS BORGES