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Seminario filosofía política, ética y derecho

“Ideas principales sobre las claves de la moral kantiana,


Y la ética en la función pública”

Carlos Humberto Rodríguez Lugo

Dr. Rubén Alberto Duarte Cuadros

Universidad libre sede Bogotá


Maestría filosofía del derecho y teoría política
Bogotá D.C
2019
IDEAS PRINCIPALES SOBRE LAS CLAVES DE LA MORAL KANTIANA,
Y LA ETICA EN LA FUNCION PUBLICA

La Gestión Ética es la actuación autorregulada


de los agentes públicos, orientada a asumir
sus responsabilidades frente a los grupos con los que interactúan,
a encaminar sus acciones hacia el establecimiento de modelos
de trabajo orientados por la ética pública

Por: Carlos Humberto Rodríguez

En nuestra época, el Estado constituye la representación del interés público lo que es


conveniente y beneficioso para el desarrollo humano de la colectividad. En consecuencia, el
ejercicio administrativo de la función pública debe realizarse sobre la finalidad de preservar
y darle cumplimiento al interés general de todos los asociados.

Para esto la ética cumple diversos roles en el desempeño de la función pública, que van
desde la función de supervivencia, hasta la de servir de fundamento para establecer los
criterios de actuación y de liderazgo de los servidores públicos. la ética constituye la base
sobre la cual se construyen los acuerdos fundamentales para mantener la cohesión social y
garantizar que cada miembro del colectivo sienta disminuida la incertidumbre por los riesgos
propios de encontrarse habitando un mundo eminentemente plural y diversificado; otra
función es la de protección del interés público; función de construcción de lo público es decir
lo de interés o utilidad común. Por lo anterior es condición que el servidor público actúe
desde criterios éticos, que son los que le permiten dar prioridad al interés común sobre el
personal o de grupos privados. De lo contrario, al estar ausente la ética en el ejercicio de la
función pública, la corrupción administrativa hace su aparición de inmediato.

Es por ello que la naturaleza del Servicio Público está dada por su propia definición.
El Diccionario de la Lengua Española dice que Servicio Público es la “Actividad llevada a
cabo por la Administración o, bajo un cierto control o regulación de esta, por una
organización, especializada o no, y destinada a satisfacer necesidades de la colectividad”.
Los servidores públicos de carrera y los que son vinculados por contrato, representan en su
campo de competencia a toda la ciudadanía y, por lo tanto, tienen la obligación moral de
defender en todas sus actuaciones los intereses de toda la comunidad, lo cual les exige
mantener una línea apolítica –vale decir sin preferencias dictadas por la pertenencia a un
determinado partido o movimiento político- en el cumplimiento de sus funciones públicas.
En virtud de lo anterior, el valor público se expresa en la construcción de lo público, en la
satisfacción de las necesidades de las comunidades y en la consolidación de un estilo de
gestión pública eficiente y transparente que genere confianza en las instituciones públicas.

Dada la función social que ejercen los servidores públicos, de ahí la importancia de la
confianza, ya que una sociedad que reconoce derechos para todos los ciudadanos puede
exigirle el cumplimiento de sus deberes, para esto se requiere un cemento social que a manera
de relaciones básicas cohesionen, articulen y mantengan el aglutinamiento del colectivo. En
una sociedad democrática, dicho aglutinante es la confianza. La confianza es la base de lo
social, ya que para cualquier acto de interacción social en donde exista acuerdo de
voluntades, la credibilidad mutua es indispensable.

Por ello, una de las tareas más trascendentales y urgentes que tienen las entidades del
Estado colombiano y los servidores públicos en su papel de liderazgo social, es la
construcción de confianza de la población en sus instituciones. De ahí lo importante de la
Gobernabilidad que consiste en el conjunto de condiciones que hacen factible a un
gobernante o director, el ejercicio real del poder que formalmente se le ha entregado para el
cumplimiento de los objetivos y fines bajo la responsabilidad de su cargo, de ahí que a mayor
confianza social, mayor gobernabilidad y producción de riqueza para beneficio de todos los
asociados, y entre más se incremente la gobernabilidad y la justicia en la distribución de la
riqueza, mayor será la confianza de la población en las instituciones y en el sistema.

Actualmente enfrentamos una ambigua posición de muchos colombianos que perciben


respecto de los directivos y las figuras notables de ciertas entidades públicos donde se expresa
desconfianza en las acciones de los representantes y la ineficiencia del Estado y un
imaginario según el cual los servidores públicos suelen incurrir en prácticas deshonestas,
crean desconfianza en las instituciones de nuestro país, dado los hechos de corrupción que
dañan la confianza.

Es por esto que La corrupción no es un delito banal equiparable a una infracción del
Código de Tránsito o a una estafa a particulares. Constituye una violación a los deberes del
cargo, una negación de los valores que se supone fundamenta el sistema político
administrativo y democrático del Estado de Derecho, y tiene fuertes consecuencias en la
destrucción de la confianza social, así como en el deterioro de la vida de las poblaciones más
débiles y necesitadas cuando existe apropiación particular de fondos públicos destinados a
programas sociales.

Prevenir la corrupción y generar procesos para reducirla es, sin duda, el camino
necesario para la consolidación de un Estado Social de Derecho y de una economía de
mercado eficiente en Colombia, que garanticen los derechos y ofrezcan unos bienes de
calidad para resolver las necesidades de todos sin exclusiones.

Por eso, el trasfondo de intencionalidad de la ética pública es la configuración de una


cultura de la integridad en la gestión pública, que conduzca a la emisión de unos juicios de
confianza por parte de la ciudadanía acerca de las Entidades y de los servidores públicos, al
reconocer que todos estos tienen comportamientos transparentes e íntegros, no solamente
porque cumplen de manera formal la ley, sino porque en sus prácticas se evidencia un fuerte
compromiso por la defensa y la construcción de lo público, así como porque sus servicios
laborales están dirigidos de forma diáfana hacia el mejoramiento de la calidad de vida de toda
la población.

La confianza se construye mediante una gestión que aplique diferentes mecanismos y


estrategias para orientar el quehacer institucional con integridad, transparencia y eficiencia:

− La aplicación de la totalidad de los recursos de la entidad al cumplimiento de


los fines constitucionales y misionales.
− El trato respetuoso y servicial de los servidores públicos hacia la ciudadanía.
− El establecimiento de reglas de juego claras y su aplicación imparcial.
− El trato justo en las relaciones con los públicos internos y externos de la
entidad.
− La imparcialidad en el suministro de información a los oferentes y en la
selección de los contratistas.
− La rendición de cuentas a la ciudadanía en forma amplia y periódica sobre los
recursos ejecutados y los resultados obtenidos en la gestión.
− El suministro de información oportuna y el diálogo con las organizaciones de
veeduría ciudadana.
− La construcción de valores compartidos entre los servidores públicos de la
entidad.
− La solidaridad interna de la entidad, tanto en lo que se refiere al trabajo
colaborativo como al apoyo de sus miembros en situaciones calamitosas.

La Gestión Ética es la actuación autorregulada de los agentes públicos, orientada a


asumir sus responsabilidades frente a los grupos con los que interactúan, a encaminar sus
acciones hacia el establecimiento de modelos de trabajo orientados por la ética pública, y a
ajustar los planes estratégicos y estructuras organizacionales hacía, la búsqueda de los fines
sociales que garanticen la aplicación de los Derechos Humanos integrales y el mejoramiento
de las condiciones de vida de toda la población en especial de la más vulnerable según lo
ordenan la Constitución y la Ley.

Immanuel Kant , Filosofo elaboro un nuevo modelo ético, donde la Moral tiene un
fundamento autónomo, el valor moral solo puede radicar en el valor del hombre en querer
hacer el bien, anteriormente se orientaba en fundamentos heterónomos, fundamentada en la
idea del bien, la naturaleza y la Felicidad

La doctrina de Kant despertó la conciencia moral de la sociedad alemana y le ayudó a


atravesar un período crítico, Kant construyó las bases para una ley ética a partir del concepto
del deber
Este trabajo está orientado a reflexionar sobre las principales ideas de la moral kantiana,
la ética y a la política pública en la que sustente la incidencia de la razón teórica, la razón
práctica, el deber ser y los imperativos categóricos en el desarrollo moral

KANT se propuso crear una «Ética racional», es decir, una teoría moral
fundamentalmente distinta de la «Ética empírica» cultivada en el siglo XVIII por la mayoría
de los pensadores ingleses y franceses.

La moral se compone mandatos que debemos cumplir. Kant analizó los distintos
tipos de preceptos o mandatos, a los que llama imperativos y distingue dos tipos:

Imperativos hipotéticos: Obligan únicamente a las personas que quieren


alcanzar un fin determinado y la acción expresada en el mandato es un medio para alcanzarlo.
Por ejemplo “Si quieres la moto, aprueba el curso con sobresaliente”.

b) Imperativos categóricos: Obligan a realizar una determinada acción de forma


universal e incondicionada. “No debes mentir para conseguir lo que quieres”.

1. El pensamiento kantiano crea una ética universal, una ética formal, basada en el
imperativo categórico, se enfoca en lo voluntad de cada persona, el ser humano debemos
actuar, debemos decidir que es bueno y que es malo, debemos actuar como se debe actuar
todo el mundo según nuestra propia creencia. Cada uno somos nuestros propios legisladores.
Esto se hace mediante la libertad política. La voluntad ha de ser autónoma, es decir,
sometida a su propia ley, y no heterónoma, es decir, determinada por objetos o fines
exteriores, Según Kant:
«La voluntad es pensada, como independiente de condiciones empíricas, por
consiguiente, como voluntad pura, como determinada por la mera forma de la ley, y ese
motivo de determinación es considerado como la suprema condición de todas las
máximas» (C. R. Pr., p. 51).
2. La presencia de la ley y del deber en la voluntad se manifiestan a través de la
experiencia de la «obligación» que se plasma en los «imperativos» o mandatos que expresan
lo que debe ser, el deber-ser. Estos imperativos son «constrictivos», es decir, impositivos,
para la voluntad de forma que hay que obrar ateniéndose a ellos.
3. el imperativo categórico significa un mandato moral interno, incondicional; la
aspiración hacia la conducta moral, inherente a la naturaleza humana por toda eternidad y
que guía la actuación de los hombres. Según las exigencias del imperativo categórico, el
hombre debe proceder de manera que la norma de su conducta (es decir, el principio supremo
de su impulso interno) pueda ser considerada como una ley universal.
4. Nunca debemos utilizar un ser humano como un instrumento si no como un fin.
Todos sin distinción de clase, religión somos iguales
5. Para Kant el concepto de razón toma una gran importancia para la ética, para Kant
la razón es fundamento mental del hombre
Bibliografía

Antaki, I. (2000). [suly castro]. Hacia una Ética Ciudadana (13 de diciembre de 2016).

Recuperado dehttps://www.youtube.com/watch?v=YB3Arr4h4tk&t=56s

Castells, M. (2016). Comunicación, poder y contrapoder en la sociedad red. Los medios y

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Gómez, R. y Suaza, D. (2017, febrero). La moral en Immanuel Kant (1724-1804).

Medellín: Universidad de Antioquia.

Unprofesor.com. (2015). Introducción a la ética kantiana.

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