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Descripción: Carol se divierte espiando a la vecina del apartamento contiguo, hasta que una tarde, recibe la más
aterradora de las visitas.
PRIMER ACTO
Carol y Daniela, dos muchachas de preparatoria, se encuentran mirando la televisión en el apartamento de la primera.
Carol: Sí, boba. Ya te he dicho que hoy sale hasta tarde del trabajo. Casi nunca está aquí, de todos modos.
Ambas se sobresaltan al escuchar un ruido en la pared. Suena como si alguien estuviera golpeando algo con un martillo.
Daniela: Ya está otra vez, no sé como aguantas esto. ¡Es la tercera vez que se escuchan esos ruidos! Deberías decirle a
tus vecinos que se calmen.
Carol: Vecina, querrás decir. Al lado únicamente vive una mujer muy extraña.
Carol: Siempre viste de negro, usa lentes oscuros y se tapa la cara con una bufanda, incluso si hace calor. Es siniestra.
Carol: ¡En serio! Mira Daniela, te voy a enseñar algo. Pega tu oído a la pared y guarda silencio.
Carol (gritando): ¡Sabemos que estás ahí, solterona amargada! ¡Déjanos ver nuestra película!
SEGUNDO ACTO
Esta vez, Carol se encuentra sola mirando la televisión. Está vestida con ropa distinta. Un par de martillazos resuenan en
la pared y ella bufa.
Carol: ¡Ya cállate, maldita loca! ¡A ver cuando te dejas de dar martillazos!
Los martillazos van aumentando en fuerza y velocidad, hasta parecer que van a derrumbar la puerta. Carol se mueve
nerviosa en el sofá. De pronto los golpes cesan… y un último martillazo es descargado, abriendo la puerta por completo.
Una tenebrosa mujer, vestida de negro y con el rostro cubierto, avanza hacia la muchacha con su martillo en una de sus
manos enguantadas.
Carol: ¡Por favor, por favor, márchese! ¡Lo siento! ¡Por favor!
Carol grita de terror y es acorralada en un rincón por la intrusa, quien solo levanta el martillo en alto.
TERCER ACTO
La puerta del apartamento, que ahora está deshabitado, se abre y entran en escena una vendedora de bienes raíces y una
pareja joven.
Vendedora: Aquí estamos, miren con atención. El lugar es muy espacioso y está bien iluminado. La inquilina anterior acaba
de mudarse y lo dejó como nuevo.
Vendedora: No me enteré muy bien, algo relacionado con su hija… pero nada por lo cual preocuparse. ¿Les gusta el piso?
Vendedora: Oh, solo es la vecina. Tranquilos, no los molestará en absoluto. Vive sola y a veces es un poco excéntrica,
pero seguro podrán entenderse.
FIN
LA CASA DEL ASESINO
Descripción: Al explorar una vieja cabaña abandonada, un grupo de jóvenes descubrirá que la leyenda que se cuenta del
lugar es verdadera.
PRIMER ACTO
Un grupo de cinco chicos entran en escena. Están ingresando a lo que se ve como el interior de una casa abandonada y
vieja.
Los chicos se sientan en círculo en el centro del escenario y sacan unas latas de cerveza.
Saúl: Pues la verdad… algo de razón si tienen. Lo cierto es que esta cabaña fue abandonada por lo que pasó hace cinco
años.
Saúl: Un psicópata mató a dos muchachas. Las descuartizó con un martillo y nunca nadie lo pudo atrapar.
Saúl: No lo inventó. De hecho por eso este lugar es conocido como la casa del asesino.
Diego: Pues lo que sea de cada quien, yo vine a tomar, ¡así que vamos a empezar!
SEGUNDO ACTO
En la cabaña, los chicos han puesto música y se encuentran bebiendo y bailando. Pero Marta se ve nerviosa.
Una sombra aparece en una de las ventanas y las muchachas gritan. Es un hombre que trae un costal en la cabeza y un
martillo en la mano.
Los muchachos mueven un mueble hasta la puerta, hasta que el picaporte deja de sacudirse.
La luz se vuelve a encender de repente y ahora, el hombre del martillo está en la misma habitación que ellos, mirándolos
desde una esquina. Los chicos gritan de terror y las luces vuelven a apagarse.
TERCER ACTO
En la misma cabaña, se puede ver a los chicos tendidos en el suelo, con los rostros ensangrentados e inmóviles. De
pronto, Marta se mueve, gime adolorida e intenta ir hacia la puerta.
Trata de alcanzar la puerta cuando esta se abre lentamente. Por un instante hay un silencio profundo pero entonces, se
escucha una risa macabra del otro lado. El hombre del martillo vuelve a entrar y se quita el saco de la cabeza lentamente,
revelando un rostro lleno de cicatrices.
FIN
AL FIN LIBRE
SE DESARROLLA EN UN BANCO.
PERSONAJES: serena – esposa de fausto, es renegona y gritona, fausto – esposo de serena, es dominado por su
esposa, paz – amigo de fausto, asaltante 1 (hombre), asaltante 2 (mujer), policía, cajera del banco, clientes del banco.
PRIMER ACTO
SERENA, FAUSTO, PAZ Y OTRAS PERSONAS SE ENCUENTRAN HACIENDO FILA PARA SER ATENDIDOS EN UN
BANCO. ENTRAN DOS ASALTANTES ENMASCARADOS Y ARMADOS.
SERENA: ¡Qué cosa! ¡Asaltantes de porquería !, Qué se han creído que les tengo miedo, solo porque tienes una mascarita
para tapar tu cara horrible.
(ASALTANTE 1 A EL ASALTANTE 2)
ASALTANTE 1: Esos tres están fregando mucho, no dejan trabajar tranquilo, mételos en un cuarto y enciérralos con llave.
ASALTANTE 1. – No, No se puede tenemos pocas balas y las vamos a necesitar para salir del banco.
SERENA. -Ya verán lo que les espera, flojonazos, zánganos, haraganes, deberían estar limpiando sus casas, y no estar
asaltando bancos, pobres sus hijos.
FAUSTO. – (A SERENA) Guarda silencio mi amor, por favor. No los hagas enojar.
SERENA. – Eres un cobarde, hay que decirle sus verdades a estos tarados.
EL ASALTANTE 2 LOS LLEVA A UN EXTREMO DEL ESCENARIO A LOS TRES, ANTES DE EMPUJARLOS
AFUERA DE ESTE:
FAUSTO. – (POR UN INSTANTE SE IMAGINA LO FELIZ QUE SERIA SIN SERENA, SONRIE, PERO DESPUES
REACCIONA) No, No, Sra. Asaltante no haga eso.
PAZ. – Aprovecha la ocasión, acepta la oferta. Vivir con esta bruja debe ser peor que estar con Satanás quemándote en el
infierno.
LOS EMPUJA CON FUERZA HACIA ADENTRO Y CIERRA LA PUERTA DANDO CINCO VUELTAS AL SEGURO CON LA
LLAVE. SERENA DESDE EL INTERIOR SIGUE VOCIFERANDO
SERENA. – ¡Como te atreves a empujarme! ¡Cuando salga de acá ya veraz! inútiles, seguro quieren la plata para
emborracharse, para drogarse, estar prendido todo el día, ¡zánganos! ¡Cobardes, malos hijos! ¡Flojos, brutos, monstruos!
ASALTANTE 1. – Otro día, ahora tenemos que fugarnos, ya tengo la plata… ¡Vamos corre, corre!
EL ASALTANTE 1 LE HABÍA DADO A LA CAJERA DEL BANCO UNA BOLSA PARA QUE DEPOSITE EL DINERO.
SALEN CORRIENDO LA PAREJA DE ASALTANTES, EN POCOS INSTANTES LLEGAN UNOS POLICIAS
POLICIA: ¡Nadie se mueva es la policía! (AL VER QUE NO HAY ASALTANTES) ¿Todos están bien?
CAJERA. – Si, Sargento, todos estamos bien, pero nos han robado y se han llevado todo el dinero.
SALEN A PERSEGUIR A LOS LADRONES LOS POLICIAS, DETRÁS DE ELLOS SALEN CORRIENDO TODA LA GENTE
QUE ESTABA EN EL BANCO. EL ESCENARIO ESTA VACIO SOLO SE ESCUCHA A SERENA.
SERENA. – ¡Sáquenos de acá!, ¡Asesinos! ¡Criminales! ¡Malos hijos, malos esposos, malos clientes!
PERO NADIE LOS ESCUCHA NI LOS SACA DE SU ENCIERRO. TODOS HAN SALIDO CORRIENDO DEL BANCO Y SE
HAN OLVIDADO DE ELLOS.
TELÓN
SEGUNDO ACTO
LA ESCENA SE DESARROLA EN EL AMBIENTE DONDE ESTAN ENCERRADOS SERENA, FAUSTO Y PAZ, HAY UN
ESCRITORIO UN PAR DE SILLAS, UNA REVISTA, UNA PUERTA A UN EXTREMO QUE DA A UN BAÑO.
PAZ. – Que rabia, nos han dejado encerrados ni la policía ni nadie nos saca. Se han olvidado de nosotros.
FAUSTO. – No solo nos roban, nos maltratan, nos pegan, nos gritan. Debí quedarme tranquilo en mi casa limpiando.
PAZ. – Ya no peleen, (A SERENA) parecen perro y gato, además por tu culpa estamos encerrados, de suerte no nos han
matado.
SERENA. – Ahora yo soy la culpable, no serán Uds. par de cobardes que no saben enfrentar a un par de ladronzuelos, Y
tú no me vas a defender de este insolente que ofende a tu mujer.
SERENA. – Maricon, bueno para nada. (MIRA A UN EXTREMO DEL ESCENARIO) una puerta, voy a ver que
hay de repente podemos escaparnos por ahí. (LLEGA DONDE ESTA LA PUERTA, LA ABRE INGRESA,
SALIENDO DE ESCENA)
PAZ. – Entonces, (GESTO DE PASAR UN CUCHILLO POR EL CUELLO) dale vuelta, mátala.
FAUSTO. – No, como voy a hacer eso, aunque la verdad a veces lo pienso, pero me falta la voluntad para hacerlo.
PAZ. – (COGE UNA SOGA DEL SUELO), ahórcala, esta es tu oportunidad, decimos que fueron los ladrones, todos son
testigos que ella los insultaba, decimos que los ladrones se enojaron y la mataron.
FAUSTO. – Buena idea, pero me da miedo, porque es más fuerte que yo, de repente a mí me ahorca.
PAZ. – (LE PONE LA SOGA EN EL CUELLO A FAUSTO) le pasas así la soga y jalas con fuerza hasta que no diga ninguna
palabra y la mandas al más allá.
FAUSTO. – Esta es capaz de venir del más allá, al más acá, para atormentarme, torturarme eternamente.
INGRESA SERENA
SERENA. – Que pasa ahí, que tanto chismosean a mis espaldas. Cuidadito nomas.
SERENA, – Mucho cuidado ya sabes, esa puerta da un baño, trate de salir por la ventana, pero no se puede muy angosta.
FAUSTO. – Ya me dio hambre, por estar limpiando los servicios de la noche anterior, no tome desayuno.
FAUSTO. – Claro, en cambio tú, sí que desayunaste como preso político, 5 panes con huevo y palta, 2 vasos de jugo, 2
tazas de café, ensalada de frutas.
SERENA. – (FROTANDOSE EL ESTOMAGO) Imbécil, me has hecho acordar todo lo comí, y ahora tengo que ir al baño.
(CORRE APURADA AL BAÑO, SE DETIENE A MEDIO CAMINO) Oh, no había papel higiénico en el baño (MIRA
ALREDEDOR VE UNA REVISTA EN EL SUELO LA COGE) Cuando hay una emergencia todo sirve (CONTINUA SU
CAMINO AL BAÑO).
PAZ. – (LE GRITA AL POLICIA) Si acá estamos, somos dos clientes del banco.
POLICIA. – (TRATA DE ABRIR LA PUERTA, AL NO PODER HACERLO) Voy a traer un hacha para derribar la puerta,
esperen tranquilos, no se muevan.
PAZ. – Están bien aquí esperamos, no creo que podamos ir a ningún lado.
PAZ. – Esta es una buena oportunidad para que la bruja te deje tranquilo, aunque sea unas horas.
PAZ. – La loca esta en el baño, vamos a trancar la puerta así no va a poder salir. Ahí hay un escritorio eso nos puede
servir de tranca. Ayúdame (LOS DOS LLEVAN EL ESCRITORIO Y TRANCAN LA PUERTA DEL BAÑO)
SE ESCUCHAN GOLPES EN LA PUERTA DE INGRESO POR PARTE DE LA POLICIA, HASTA QUE LOGRAN
INGRESAR A RESCATARLOS
POLICIA. – No, se fugaron, en direcciones opuestas, no sabemos cuántos son, ni cuanto se han llevado. Voy a llamar a
mis superiores para informar.
PAZ. – Perfecto, ahora es una buena oportunidad para que liberes de esa bruja, le decimos que nosotros hemos captura a
uno de los asaltantes y la hemos encerrado en el baño.
PAZ. – Le decimos que ante tantos gritos nos encerraron sin darse cuenta que adentro estaba uno de ellos y entre los dos
logramos atacarlo y encerrarlo en el baño.
FAUSTO. – Pero al poco tiempo la soltaran al verificar que ella no es ladrona y volveré a mi calvario diario.
PAZ. – Mientras pase eso, la policía va a demorar como un mes, tendrás todo ese tiempo de vacaciones.
PAZ. – Mi Capitán
FAUSTO. – Muy bien señor Sargento, nosotros hemos capturado a uno de los ladrones, lo reducimos y lo encerramos en
el baño, pero es muy peligrosa, agresiva, violenta.
POLICIA. – Pierda cuidado, estamos preparados para todo tipo de peligro, donde dice que está el ladrón.
EL POLICIA SE DIRIGE AL BAÑO, A MEDIO CAMINO SE DETIENE POR UNOS GRITOS QUE ESCUCHA.
SERENA. – ¡Abran la puerta desgraciados, en cuanto salga los degüello, los mato, a los dos!
POLICIA. – Será mejor que traiga refuerzos. Ustedes vayan a sus casas que yo me encargo.
SALE EL POLICIA
FAUSTO. – ¡Viva la Libertad! ¡Abajo la esclavitud! Al fin libre, a disfrutar de unas vacaciones, vámonos Paz.
SERENA. – ¡Abre la puerta maldito! ¡Te voy a romper los huesos! (GOLPEANDO LA PUERTA DEL BAÑO) ¡Abran, Abran
la puerta!
TELÓN
FIN
LA ABUELITA APROVECHADA
Descripción: Magda nunca puede negarle favores a su abuelita, lo que le provoca muchos problemas. ¿Podrá cumplir
con su cometido de decirle que no?
PRIMER ACTO
Magda, una chica joven y guapa, se encuentre dando vueltas en la sala de estar de su casa, visiblemente nerviosa.
Dora: ¿Quieres dejar de moverte, Magda? Me vas a marear con tanta vuelta,
Magda: Ay Dora, es que mi abuelita Matilde viene en camino, ¡y tú ya sabes como es ella!
Dora: Pues eso te pasa por dejarte pisotear, sabes muy bien que doña Matilde se aprovecha mucho de ti. ¡Y tú que nunca
le dices que no! Pareces su perrito faldero.
Magda (dando un pisotón en el suelo): ¡Eso no es cierto! Ya ves a ver, esta vez le voy a decir que lo siento, pero no
siempre puede salirse con la suya. ¡Y voy a ser firme!
Doña Matilde (entrando por la puerta): ¿Con quién vas a ser firme, Magdita?
Magda: ¡Con nadie, abuelita! Pasa, pasa, ¿quieres algo de tomar? (Ayudándola a sentarse).
SEGUNDO ACTO
Doña Matilde se encuentra sentada frente al televisor, con sus pies sobre un taburete, una bebida y botanas. A su
alrededor, las chicas limpian la casa.
Doña Matilde: ¿Sabes? No tuve tiempo de lavar mi carro antes de viajar. ¿Crees que podrían…?
TERCER ACTO
Dora: ¡Magda, ya estuvo bien! Esto no puede continuar así, ¡o le dices a tu abuelita que pare con sus exigencias o se lo
digo yo! ¡Mira nada más como nos trata! ¡Hoy es sábado, por el amor de Dios!
Magda (molesta): ¡Ah no, abuelita! ¡Eso sí que no! Puedo soportar muchas cosas, ¡pero no que me hagas citas con los
nietos de tus amigas!
Magda: ¡He dicho que no, abuelita! ¡No pienso salir con ningún desconocido! Lo siento, pero todo tiene un límite y hasta
aquí ha llegado. ¡No!
Doña Matilde: Ay Julio, hijito. Que pena, pero es que… fíjate que mi nieta me acaba de decir que…
Magda: ¡Qué será un placer conocernos! (Magda sonríe y va hacia él para colgarse de su brazo). Ay abuelita querida, tú
siempre pensando en mí. ¿Nos vemos?
Dora: ¡Nada!
FIN
EL SECRETO DE ÁNGELA
Descripción: Después de mucho tiempo, la hermana mayor de Lidia vuelve a casa para encontrarse con ella. Lo que Lidia
no sabe es que está por descubrir una abrumadora verdad.
ACTO ÚNICO
Lidia, una chica de 13 años de edad, se encuentra poniendo la mesa en casa. Desde la cocina asoma su madre, una
mujer que se ve un poco mayor y la mira con severidad.
José Luis: El hijo de los vecinos va cada vez de mal en peor. ¡Acabo de verlos por la ventana y resulta que el chico se hizo
un tatuaje!
Lidia: Yo no veo que tenga nada de malo, ¿además por qué espias a los vecinos, papá? Eso es de muy mala educación.
José Luis: ¡Qué sea la última vez que te atreves a amonestarme, Lidia! Marta, ¿qué clase de modales le has enseñado a
esta chica?
Marta: Tú sabes que siempre la estoy corrigiendo, José Luis. Pero tal parece que hierba mala nunca muere.
Marta: De nada, termina de poner la mesa para comer de una vez. Voy a traer la comida.
Lidia y su papá se sientan, mientras su madre va a la cocina y vuelve con una cacerola. Suena el timbre de la casa.
Lidia abre la puerta y se encuentra con una mujer joven, vestida de manera casual y con un piercing en la nariz.
Lidia: ¿Eso significa que terminaste con tu carrera en España? ¡Hace años que ni nos llamabas!
Ángela: Lidia… hay algo que tienes que saber. (La abraza con lágrimas en los ojos). Yo no soy hermana tuya.
Lidia: ¿A qué te refieres?
Ángela: ¡No, papá! Tengo que hacerlo. Lidia debe saber la verdad. Lidia, (la toma de las manos), siempre te criamos para
que pensaras que éramos hermanas. O más bien, ellos lo hicieron. Verás, yo cometí muchos errores cuando era una
muchacha. Iba a fiestas, consumía cosas que eran malas para mí, no me siento orgullosa de aceptarlo. Cuando me quedé
embarazada de uno de mis compañeros, el mundo se me vino encima. Mis padres no querían pasar una vergüenza, con
su única hija embarazada y sin casarse. Así que me enviaron lejos a tener al bebé y cuando nació, nos mudamos a esta
ciudad. Fue así como comenzó la farsa.
Ángela: Sí, Lidia. Yo soy en realidad tu madre. Y si me fui lejos, fue porque tus abuelos me obligaron al temer que se
descubriera la verdad. Pero ahora he vuelto y si quieres, podemos iniciar una nueva vida. Juntas.
Lidia: Siempre te esperé. Algo en mi interior siempre me dijo que eras más importante de lo que pensaba.
FIN
EL ACCIDENTE
Descripción: Ofelia es una chica a la que le gusta vivir al límite, sin escuchar los consejos de sus padres. Pronto pagará
las consecuencias por su egoísmo.
PRIMER ACTO
Ofelia, una joven muy atractiva, se encuentra discutiendo acaloradamente con sus padres, quienes tratan de hacerla entrar
en razón.
Ofelia: ¡Yo quiero ir a esa fiesta! ¿Por qué tienen que ser tan injustos?
Mamá: Hija, comprende que esto es por tu bien. La última vez que te dejamos salir bebiste demasiado, casi chocas el
auto.
Papá: ¡No es no, Ofelia! Te vas a quedar esta noche en casa y es mi última palabra.
SEGUNDO ACTO
Ya en la fiesta, Ofelia se encuentra bebiendo una copa y hablando con Hernán, uno de sus compañeros de clase. En el
fondo del escenario, algunos adolescentes bailan al ritmo de una música estridente. Pero ellos se ven fastidiados.
Ofelia: ¡Qué horror! ¿Para esto me escapé de mi casa? Esta música da asco.
Hernán: Lo sé, esta fiesta es más aburrida que la obra de teatro que hacen en la escuela todos los años. Pero conozco de
otro lugar que tiene mejor ambiente que este, ¿vamos?
TERCER ACTO
En el carro de Hernán, él y Ofelia escuchan música a todo volumen, mientras él maneja el volante con movimientos
bruscos.
Una luz ilumina el coche de Hernán en el escenario. Se escucha el sonido de un choque violento y a continuación, Ofelia y
Hernán saltan en sus asientos, antes de quedar inconscientes.
CUARTO ACTO
En una cama de hospital, Ofelia yace malherida y cubierta de vendas. Está conectada a varios aparatos mientras una
enfermera la revisa.
Ofelia: Enfermera, por favor… llame a mis padres… necesito decirles que lo siento.
Ofelia: No… es inútil. Por favor… por favor, solo dígales que lo lamento. Y que los amo… mucho…
La chica cierra los ojos y una de las máquinas lanza un sonido penetrante, indicando que acaba de morir. La enfermera,
consternada, se acerca a la puerta para llamar a un doctor, quien entra para confirmar el fallecimiento de la muchacha.
Enfermera: Debemos informar a sus padres de esto inmediatamente. Van a sentirse destrozados cuando sepan que su hija
no sobrevivió, pero querrán organizarle sus funerales de inmediato.
Doctor: Porque sus padres, eran quienes venían en el otro auto con el que chocaron. Y ellos también acaban de morir.
FIN
TRASTORNO DEL SUEÑO
Descripción: Atormentada por sus problemas para dormir, Lucía visita a su psiquiatra, tratando de desterrar a la
presencia que la visita cada noche en su habitación.
PRIMER ACTO
Lucía, una mujer joven y morena, se encuentra recostada en un diván dentro del consultorio de su psiquiatra, quien toma
notas en un cuaderno con gesto reflexivo. Es entonces cuando ella comienza a hablar.
Lucía: Anoche volvió a ocurrir. Yo estaba durmiendo en mi recámara, con las luces apagadas. Me cuesta apagarlas
después de todo lo que ha ocurrido, pero me obligó a hacerlo para impedir que el miedo me domine. Recuperó la
consciencia justo antes de abrir los ojos y me doy cuenta de que no puedo moverme. Entonces siento que alguien… algo
está observándome. Se acerca a mí lentamente… ¡y entonces me oprime hasta que no puedo respirar!
Psiquiatra: Lucía, es obvio que tu parálisis del sueño está relacionada con los cambios que últimamente has vivido en tu
vida. Sé que no es sencillo haber perdido a tus padres, ¿has expresado lo que sientes?
Lucía: Las pastillas siguen sin ayudarme a dormir como debería. Y ya no sé que más hacer.
Psiquiatra: Hablar con un profesional ciertamente ayuda, aunque tendrías que plantearte retomar poco a poco tu vida
social.
Lucía: No puedo hacerlo, es como si sintiera que de verdad hay algo acechándome en mi casa.
SEGUNDO ACTO
Lucía se prepara para dormir en su habitación. Toma unas pastillas que reposan en su mesita de noche, únicamente
alumbrada por la luz de su lámpara. De pronto, un ruido se escucha en la parte trasera del escenario. Vemos a Lucía
sobresaltarse y mirar hacia atrás.
La puerta de su habitación se encuentra ligeramente abierta y, en el umbral, una silueta parece estar de pie. Temblando, la
mujer extiende una mano hacia la pared y prende la luz de golpe.
Lucía (nerviosa): Estas pastillas para dormir me están afectando. Y lo peor es que ni siquiera funcionan como deberían.
Apaga las luces y se mete en la cama. Pero antes, se asegura de tener el botón de encendido de su lámpara en la mano.
TERCER ACTO
En la penumbra, Lucía se remueve en su cama, como si tuviera una pesadilla. Escuchamos un suspiro de miedo de su
parte y luego, una respiración agitada en torno a ella. La puerta de su dormitorio está abierta. De pronto, una silueta se
asoma lentamente a un lado del colchón, observándola. Lucía vuelve a moverse y de pronto, se queda quieta.
La silueta se sube a la cama lentamente e inmoviliza a Lucía, quien lucha por liberarse. En ese momento, oprime el
interruptor de la lámpara que tiene en la mano y esta se enciende. Encima de ella, se encuentra un ser con el cuerpo
humano pero un rostro deforme y grotesco que parece sonreírle lleno de maldad.
FIN