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3
Capítulo 12. El Drama en la Adoración para
Creyentes Contemporáneos ........................ 321
Capítulo 13. La Música en Cultos Especiales:
Casamientos, Funerales, Bautismos y
Dedicaciones de Niños ................................ 355
Capítulo 14. La Música en Evangelismo:
Proclamación y Comunión Fraternal .......... 379
Capítulo 15. La Música en la Obra Misionera
Mundial: Proclamación y Enseñanza .......... 399
Capítulo 16. La Música para Coros: Necesidades
y Educación ................................................. 417
Capítulo 17. La Música para la Congregación ............... .441
Capítulo 18. La Música para los Instrumentistas ........... .481
Capítulo 19. La Música para los Solistas y los
Conjuntos .................................................·... 5()3
Capítulo 20. Epílogo: "¿Vivimos en Una de las
Primaveras Terribles de Dios?" .................. 525
In dices
Indice de Referencias Bíblicas ........................................ 579
Indice Genera1 .................................................................. 583
Prefacio
El Peregrinaje de un l\1úsico Esquizofrénico
Sin duda algunos dirán que este libro fue escrito en un esfuerzo por
establecer de una vez por todas mi identidad personal. Hasta donde recuerdo,
siempre he funcionado como estudiante y como ejecutante en los dos mun-
dos tan diferentes del arte de la música y de la música tradicional evangéli-
ca. A través de los años, a medida que mis actuaciones musicales aumentaron
para incluir las de maestro, compositor y editor, las tensiones entre esos dos
mundos han producido ocasionalmente un conflicto interior que ha llegado a
ser casi esquizofrenia estética. Al mismo tiempo, en más de medio siglo de
actividad musical, he recibido una gran medida de satisfacción y muchas evi-
dencias de la providencia de Dios.
La nuestra no fue una familia pmticularmentc musical, aunque mi padre
y mi madre -los dos- tocaban la guitarra y cantaban himnos pietistas
noruegos. Al crecer en la región central de Iowa, Estados Unidos, comencé a
estudiar piano a la edad de cuatro años~ estando todavía en la escuela pri-
maria ya ejecutaba los más difíciles estudios de Czerny, las sonatas de
Beethoven y la transcripción de la Rapsodia Húngara Núm. 2 de Liszt. Al
mismo tiempo ya era acompañante en la iglesia (comenzando a la edad de 8
años) e improvisaba al tocar la música evangélica común en la adoración fun-
damentalista en la década de los 1920.
Fue en la universidad cuando primero me di cuenta de la disparidad entre
la música artística y nuestra música cristiana típica. Teóricamente identi-
ficábamos las diferencias entre las melodías débiles y las fuertes, entre las
buenas y las malas progresiones armónicas. En el coro acompañé los orato-
rios clásicos y los motetes de la literatura coral. Pero durante los fines de
semana cantaba barítono en uno de los cuartetos varoniles de la universidad,
con un repertorio que era parte en estilo sureño Stamps-Baxter y parte músi-
ca evangélica tradicional, con visos de himnos, material que se encontraba en
los libros de cuartetos.
Después de mi graduación, sin tener una meta vocacional ciertamente
definida, me fui a Chicago y comencé a trabajar como músico en la emisora
de radio \VMBI del Instituto Bíblico Moody. Su programación de música
5
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
cubtía una amplia gama de estilos "sagrado" y secular, serio y "evangélico".
En sus cursillos era el naiTador de sus programas de apreciación musical y
enseñé improvisación creativa de himnos; ejecuté música de Beethoven,
Mozart, Schubert y Brahms, y arreglé himnos sencillos para coros. Al mismo
tiempo continué estudiando, primero en el Conservatorio Americano de
Música y más tarde en la Universidad Northwestern, obteniendo la Maestría
en Piano.
Durante los siguientes años, la enseñanza y la ejecución profesional pare-
cen haber tenido igual atención de mi parte. Hubo una tenencia de ocho años
como director, aneglista y organista del Club Time, un programa de himnos
en la red de la American Broadcastinf? Company, con George Bevcrly Shea
como solista. Esto fue paralelamente a una tenencia de cuatro años como
profesor asociado, enseñando piano y musicología en la Universidad
Nazarena Olivet, en Kankakee, Illinois, EE. UU. de A. También fui
organista-director en la sofisticada Primera Iglesia Metodista en Park Ridge,
Illinois, EE. UU. y organista para "Cantos en la Noche", programa radial de
la Iglesia Village en Wcstem Springs. ·
En 1950 llegué a ser Director del Departamento de Música Sagrada del
Instituto Bíblico Moody y simultáneamente comencé lo que es ahora una
relación de cuarenta años con la Editorial Hope. El programa de Moody
procuraba juntar dos contrastantes mundos de música, con una larga y dis-
tinguida herencia como el centro de preparación en música evangélica.
Ahora estaban interesados en ofrecer cursos reconocidos por cualquier uni-
versidad o conservatorio. En consecuencia, el currículo al día se programó
para lograr esa norma, y fue así que el repettorio del Coro Moody abarcaba
desde los motetes de J. S. Bach y Johannes Brahms hasta mis últimos
arreglos de "música folklórica" religiosa. Trabajar como editor en la
Editorial Hopc, fue para mí un reto, al ayudarlos a aumentar el alcance de la
himnodia evangélica, y también extender sus publicaciones en un entorno
más amplio de materiales musicales eclesiásticos.
Con el correr de los años estuve más consciente de las tensiones y los pre-
juicios que existen entre los individuos y los grupos; prejuicios basados en
los diferentes gustos y conceptos de música eclesiástica. Siendo todavía
músico de radio en Moody, me di cuenta de que los maestros de la división
educativa del Instituto miraban con disgusto los "excesos de exhibición" por
aquellos de nosotros que estábamos en la radio. En realidad, se producía más
"música artística" en los estudios de radio que en los salones de concierto de
la escuela; pero al mismo tiempo nuestros estilos de "música evangélica"
eran más de "vanguardia", siguiendo más o menos de cerca las modas de la
música popular secular. Más adelante, cuando llegué a ser Director del
Departamento de Música Sagrada se cambiaron los papeles y me encontré
culpable de la misma actitud crítica. Esto demuestra los diferentes puntos de
vista de los músicos profesionales y los que están en el ministetio de pre-
sentaciones musicales.
6
Prefacio
Mientras estaba enseñando en Moody, comencé a trabajar para obtener el
doctorado en música eclesiástica en la Universidad Northwestern. En una
ocasión durante ese período de estudio me detuvo en el pasillo Grigg
Fountain, profesor de órgano, ex Bautista del Sur, que me dijo: "¿Cómo
podríamos lograr persuadir a este hombre Billy Graham que cambie su músi-
ca? Yo lo veo en la televisión y su predicación me llega; pero la música es
terrible." Quisiera poder decir que tomé tiempo para comunicarle mi propia
adaptación a una personalidad musical dividida, pero sabiendo que él no me
entendería me aparté de él y me apresuré a llegar a mi siguiente compromiso.
En realidad, en parte fue el conflicto sobre los estilos de música lo que me
persuadió a dejar el Instituto Moody en 1963. Un poco antes, el Departamento
de Música comenzó a recibir "pedradas" de algunos de los "coroneles" del
personal del Instituto, con la acusación de que nuestro programa era más
apropiado para un conservatorio que para un instituto bíblico. Todavía estoy
convencido de que el currículo y el énfasis eran apropiados para la escuela.
Pero como no tenía ni la habilidad ni el deseo para una lucha política y
porque estaba convencido de que mi trabajo en la escuela había concluido,
renuncié y acepté un puesto con el equipo evangelístico de Billy Graham,
tocando el órgano en las cruzadas y en conciettos de promoción, y desan·o-
llando un coro masculino para las transmisiones de "La Hora de Decisión".
Tanto Billy Graham como el director de música Cliff Barrows
entendieron que estar en las cruzadas era una actividad temporaria para mí.
Se lo había dicho a Cliff al principio, y unos dos años después mientras atra-
vesábamos las pampas argentinas en automóvil, Billy me preguntó: "Don,
¿qué es lo que deseas en realidad hacer?" A lo que contesté: "Pienso que
Dios quiere que yo enseñe en una buena escuela de música eclesiástica." El
programa de la cruzada me dio tiempo para terminar el estudio de mi doc-
torado, preparar una cantidad de himnarios y otras publicaciones para la
Editorial Hope y practicar más que antes y aun después, el órgano. Viajar con
el equipo por los cinco continentes nos dio la oportunidad de recordar la
variedad de música usada en todo el mundo en la adoración cristiana. Al
mismo tiempo reconocimos los malentendidos y conflictos sobre los estilos
de música que existe en tales lugares como Hong Kong, Africa Oriental y
Alemania, tanto como en los Estados Unidos de América.
La oportunidad para volver a enseñar se presentó en 1966 cuando fui
llamado a integrar el cuerpo docente de la Escuela de Música del Seminario
Teológico Southern de los Bautistas del Sur. De todos los grupos evangéli-
cos, los Bautistas del Sur han logrado el mayor progreso en la música ecle-
siástica en años recientes. Estoy convencido de que así es, en parte porque
las iglesias ofrecen oportunidades de tiempo completo, vocaciones vitali-
cias en música eclesiástica y en parte, porque consideran el ministerio
como educación musical y educación cristiana, no como "actuación". A
pesar de algunas frustraciones (y ¿cuáles puestos no las tienen?) estos han
sido años satisfactorios en el Seminario que me han proporcionado la
7
¡~~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
oportunidad de juntar dos artes dispares, por lo menos parcialmente amino-
rando la esquizofrenia.
9
¡2\.?gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
y enseñanza; (4) leen la Biblia por lo menos una vez al mes y (5) asisten a los cultos
por lo menos una vez al mes.
Aunque reconociendo que "el empalme entre 'evangélicos ortodoxos' y
'evangélicos conversionistas' era mucho, pero de ninguna manera comple-
to", los editores de la revista ofrecieron esta descripción del segundo grupo:
Los evangélicos conversionistas incluyen los que leen la Biblia, que asisten a los cul-
y
tos por lo menos dos veces al mes, quienes han tenido una experiencia religiosa par-
ticularmente poderosa que todavía es importante para ellos, y que entienden como una
experiencia de conversión que incluye un momento identificable en el cual le pidieron
a Jesucristo que fuera su Salvador personal.
10
Prefacio
lugar del idioma vernáculo. De la misma manera, a los misioneros nortea-
mericanos y británicos del siglo XIX les faltó visión cuando impusieron los
estilos literarios angloamericanos y las melodías de los himnos sobre los con-
vertidos de cada país evangelizado. En el mismo contexto, aunque puede ser
que algunos evangélicos en norteamérica no usen los mejores estilos de letra
y música conocidas en su cultura particular, no debemos esperar conformi-
dad en todo el país. Es importante preguntar si cada lenguaje musical y oral
común a cada cultura y subcultura ha sido verdaderamente "transformado",
traído a la cruz, de manera que proporcione la mayor contribución posible a
la vida de adoración de esa cultura.
Con frecuencia me ha dejado perplejo el hecho que esa música- la cual
Mat1ín Lutero describió como "noble, sana y gozosa creación", un don de
Dios- se convertiera tan frecuentemente en un motivo de conflicto en la
iglesia. Por cierto, tales conBictos son a veces causados simplemente por no
entender un lenguaje musical particular, y esta posibilidad se trata en los
capítulos que siguen. También es cierto que mientras la música que es
comúnmente comprendida tiene gran potencialidad de uso provechoso, tam-
bién tiene potencialidad para el mal uso. Indudablemente los evangélicos han
vivido ambas posibilidades. Puede parecer que en la primera parte de este
libro, estoy preocupado por establecer las contribuciones positivas de nuestras
expresiones culturales comunes, al hacer la lista de las normas por las cuales
la música evangélica debe ser juzgada. El lector que permanece conmigo
hasta el final descubrirá un enfoque más específico sobre nuestras debili-
dades, y un énfasis creciente en las áreas en las cuales necesitamos madurar
espiritual y estéticamente.
Es una verdad reconocida que la música no es intrínsecamente sagrada ni
secular; en nuestros días, el único criterio por el cual pueden ser clasificadas
son por su poesía lírica y su propósito declarado. Además, la ejecución de la
música en la iglesia no es ni espiritual ni no espiritual en sí misma. Es ejer-
cicio espiritual para los ejecutantes cuando ofrecen lo mejor con humildad y
sinceridad. Llega a ser alimento espiritual para el que escucha cuando es
percibida y asimilada como sincera expresión de madurez espiritual. Es justo
entonces sugerir que aunque agradecemos a Dios por el don de la música
eclesiástica, no sería malo albergar algunas dudas acerca del uso que hace-
mos de ella, como ejecutantes tanto como oidores. Aunque redimidos
todavía estamos, como dice un himno, "propensos a descarriarnos".
En estas páginas hay muy poco que realmente sea original. Soy deudor a
profesores a cuyos pies me he sentado, a músicos y a teólogos cuyos libros
he leído, así también como a los maestros colegas y músicos de la iglesia
quienes han compartido sus ideas conmigo. Gracias a mis colegas del
Seminario Teológico Bautista Southern de los Bautistas del Sur - especial-
mente a Jay Wilkey, quien me animó a creer que iba por el camino correcto
en mi enfoque, a Michael Hawn, quien me ayudó a poner mi pensamiento al
día acerca de la educación musical y a Mattha Powell de la biblioteca de
11
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
música y sus empleados. Finalmente, gracias a mi hermosa y comprensiva
esposa Ruth, quien merece mucho del crédito por cualquier cosa que he
logrado, y quien me ayudó en este proyecto escribiendo a máquina, leyendo
el manuscrito, corrigiéndolo, animándome y volviendo a escribirlo muchas
veces.
Espero que este libro pueda ayudar a mis compañeros evangélicos a
entender y apreciar lo mejor de su herencia doctrinal, costumbres de ado-
ración y expresión musical. Quisiera también que estimule a los que
constantemente reexaminan y reforman su música -así como su predicación
y sus modalidades de adoración- para estar seguros de lograr su más alta
potencialidad en el Reino de Dios.
Louisville, Kentucky
1 de mayo, 1980
12
Prefacio
rrecta elección. Solamente me queda invitar a otros creyentes a contender con
estos hechos como yo mismo he tenido que hacer y continúo haciéndolo.
Agradezco a Paul Richardson y Bett Polman por volver a revisar los ma-
nuscritos básicos y ofrecerme valiosas sugerencias. Charles y Pamela Scalise,
vecinos y amigos, me ofrecieron ayuda desde sus propias disciplinas, él en
Historia de la Iglesia y ella en Antiguo Testamento. Sherry Lawhon leyó mi
capítulo escrito sobre Educación Musical en el programa para el coro de una
iglesia, James E. Castlen hizo lo mismo en relación con la música en la obra
misionera y Calvin Johannson revisó mis perspectivas del Movimiento
Pentecostal/Carismático en nuestros días. Finalmente Kerchal Armstrong y
George Shorney han sido tanto críticos como estímulos de mi trabajo. A
todos ellos, y a muchos más, estoy grandemente agradecido.
Louisvillc, Kentucky
1 de junio, 1993
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13
Introducción
14
1n trocfucción
15
¡1\.f-gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
su ministerio no por medio de una organización monolítica jerárquica sino por medio
de los miembros del "cuerpo local de Cristo". Por tanto, es "congregacional".
(3) Permanecen inconmovibles por (o se han arrepentido de) las herejías del
"Esclarecimiento" (de los siglos XVII y XVIII) y del "Modernismo" (fines del
siglo XIX). Ramm señala que las reacciones fue1tes de los evangélicos al movimiento
"modernista" incluyeron el establecimiento de conferencias bíblicas y la fundación de
institutos bíblicos, la formación de organizaciones fraternales tales como la
Confraternidad Evangélica Latinoamericana (CONELA) y la Asociación Nacional de
Evangélicos en contraposición al Concilio Nacional de Iglesias, y al Concilio Mundial
de Iglesias, evangelismo (especialmente en reuniones masivas), publicaciones, radio
y TV religiosos, misiones "de fe", etc.
(2) La divina autoridad ele las Escrituras: "La infalible norma de fe y práctica."
(3) La depravación total: "Todas nuestras bondades están corrompidas por el pecado."
(5) La salvación por la gracia: "No por obras de penitencia ni por obras de misericor-
dia, sino por la divina compasión de Dios los pecadores son justificados y liberados."
(8) La santidad bíblica: "Aunque lajustificaeión nos coloca en una nueva relación con
Dios, la santificación nos hace nuevas criaturas ... La obra del Espíritu Santo nos pone
en conformidad con Cristo en una vida de santidad."
16
lntroáucción
los movtmtentos europeos pietistas, los cuales fueron especialmente
significativos en Inglatena, Alemania y Escandinavia en los siglos XVII,
XVII 1 y XIX. El menciona estas características sobresalientes del pen-
samiento pietista:
( 1) Enfasis sobre la religión del corazón.
(2) Doctrina del nuevo nacimiento.
(3) Nueva vida en Cristo.
(4) Seguridad de la salvación.
(5) Relación íntima entre la religión y la ética personal.
(6) Preparación del corazón para recibir a Cristo.
(7) La infalibilidad de la Biblia.
(8) Marcado énfasis en las misiones.
(9) Enfasis sobre la familia cristiana.
( 10) Incorporación completa de la doctrina de la Reforma del sacerdocio de
los creyentes.
Estos son los énfasis doctrinales que, según Bloesh, son mantenidos por
los evangélicos de hoy día. Sin duda, algunos individuos o grupos quenán
llevar el nombre mientras añaden algunas cosas a las listas y/o quitan otras.
Sin embargo, para los propósitos de este libro, la caracterización teológica de
Ramm y Bloesh es aceptable.
En nuestro estudio también intentaremos enfocar la música de las iglesias
la cual es "no litúrgica": las que no tienen un orden y contenido fijo de ado-
ración. Tradicionalmente, en las iglesias litúrgicas tanto las formas de ado-
ración como los estilos de música han tendido a ser más bien claramente
establecidos por comisiones de adoraci6n. No obstante, muchas iglesias
luteranas, episcopales y aun católico romanas recientemente han recibido la
influencia del movimiento carismático renovador, y tienden a pedir prestado
o copiar música tradicionalmente evangélica. Se espera que este libro sea de
algún interés para ellas. Pero nuestro interés principal es por las necesidades
de iglesias que no han tenido dirección autoritaria o líderes de autoridad en
la adoración y en la música: "no conformistas" o iglesias "libres" como son
llamadas en Europa.
Además, como este volumen está escrito para iglesias evangélicas libres,
presupone una comprensión y una aceptación de nuestra herencia distintiva
evangelística ( revivalism). Este histórico y evidentemente indestructible
fenómeno tiene sus raíces en la predicación de Jonatán Edwards y George
Whitefield en el siglo XVIII, y su más reciente florecimiento en las cruzadas
evangelísticas actuales, un continuado énfasis en las misiones y una nueva
expresión de alcance por medio de la radio y la televisión.
Algunos de nuestros estudiantes han objetado al uso de la palabra
"evangélico" porque "pone apodos restrictivos sobre las gentes". Esto puede
reflejar la tendencia actual de rechazar todos los shibboleths (vocabulario
"técnico" evangélico) en expresar nuestra fe, tanto como las tensiones
17
¡'R..f-gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
creadas por la teología diversa y la cultura que está a nuestro derredor bajo
ese apodo. El movimiento evangélico exhibe tantas debilidades como
cualquier otra organización fraternal, y éstos se tratan en este libro. Usamos
la palabra simplemente como identificación; debe ser tan válido decir: "Yo
soy evangélico"·, como decir: "Yo soy cristiano" o "yo soy metodista".
Por otra parte, probablemente hay algunos que querrán una definición con
un enfoque más detallado de "evangélico." ¿Incluye a los miembros de las
iglesias metodistas, bautistas, bíblicas, presbiterianas, cristianas, de Cristo,
menonitas, Unida de Cristo, Hermanos Libres, nazarenas, y pentecostales?
La respuesta es ¡sí! Estos son sólo unos pocos de los lazos denominacionales
dentro del movimiento evangélico. Algunas denominaciones pueden ser
descritas como "completamente evangélicas"; otras tendrán evangélicos den-
tro de sus filas. Dentro de esta hermandad heterogénea las varias tradiciones
denominacionales han desarrollado una amplia gama de subculturas y
muchas modalidades básicas diferentes de adoración y preferencias musi-
cales. De hecho, algunas denominaciones (p. ej., la Convención Bautista del
Sur) pueden contener tanta variedad como el grupo total. Los distintivos
comunes a ellos son una adherencia básica a los conceptos evangélicos de
teología, a la experiencia y práctica cotidiana religiosa y a la adoración libre.
Mí posición es que aquellos que poseen esta herencia común deben también
mantener ciertas actitudes acerca del uso de la música en la adoración,
proclamación, educación cristiana, tarea pastoral y compañerismo. Hemos
tratado de presentar claramente esas nonnas, y a la vez permitir la continua
autenticidad de expresión de cada denominación y subcultura.
Sin duda, algunos lectores anticiparán nuestras dudas persistentes
sobre si es posible abarcar todo el espectro de la cultura evangélica en un
libro de esta clase -desde los grupos de "bautistas primitivos" en las zonas
rurales de Kentucky (cuyas modalidades básicas de adoración no han
cambiado mucho en 100 años) hasta la sofisticada iglesia presbiteriana en un
suburbio de Washington, D. C. Sin embargo, al tratar la relación de la
teología y la práctica litúrgica ("evangélica" y "libre") con los materiales de
texto de la música de adoración, creemos que estamos en tencno firme. Lo
que hemos observado al visitar muchas diferentes iglesias en todo el mundo
han confirmado esto a nuestra completa satisfacción.
Los estilos de música son otro tema. En esta área, estoy comunicán-
dom~ mayormente con la clase media de la cultura norteamericana, que
incluye un creciente número de evangélicos. La impmtancia de los ejemplos
musicales que he usado, probablemente, estará determinada por lectores
sobre la base de su propia reticencia. Si los evangélicos están suficientemente
interesados en sus prácticas musicales en la adoración para hacer uso de estas
páginas, deben encontrar tanto afirmación como reto. Si algo le parece ser
irrelevante, que esto no le cause desconcierto.
Puede ser una oportunidad para entender mejor a otros creyentes
que tienen tradiciones culturales algo diferentes.
18
Primera Parte
Consideraciones (jenera{es
1
En el principio creó Dios los ciclos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía.
Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de
las aguas. Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz. Dios vio que la luz era
buena ... (Génesis 1: 1-4a).
21
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a aáoración
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer
los creó. Dios los bendijo, y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la
tierra; sojuzgadla, y tened dominio sobre los peces del mar, las aves de los cielos, y
todos los animales que se desplazan sobre la tierra... Dios vio todo lo que había
hecho, y he aquí que era muy bueno ... (Génesis 1:27, 28, 31 a).
Hay un sentido en el cual todos los agentes naturales, aun los íntimos, glorifican
a Dios continuamente revelando los poderes que él les ha dado. En ese sentido
nosotros, como agentes naturales, hacemos lo mismo. En ese nivel podría decirse
que nuestras malas acciones, hasta donde exhiben nuestra habilidad y fuerza, glo-
rifican a Dios. tanto como lo hacen nuestras buenas acciones. Una partitura de
música ejecutada magistralmente, es una operación tan natural que revela en muy
alto grado los poderes peculiares dados al hombre, siempre glorificarán a Dios
cualesquiera que sean las intenciones de los ejecutantes.
23
¡1\fgocijaos1 La música cristiana en [a adoración
El lugar del arte (incluyendo la música) en la cultura histórica
24
La 9vfúsica: 'Don de 'Dios para nosotros
de que en este período la mayor parte del arte estaba dedicado a Dios, en el
cual participaban igualmente el siervo y el noble en la adoración pública. La
música secular ya existía, sobre todo en las presentaciones de la corte en
solos de canto como los de los trovadores y los troveros en Francia y los min-
nesinger (poetas cantores de Alemania) y los meistersinger (maestros can-
tores) de Alemania; pero ésta también tenía la intención de glorificar a Dios.
Además, durante el largo período de la historia occidental, la expresión
artística existía en dos niveles: el profesional y el aficionado. Aunque la
educación democrática era desconocida en el mundo medieval, personas sin
instrucción alguna producían cosas de belleza incluyendo cantos folklóricos.
Durante la última parte de la edad media, los villancicos religiosos eran can-
tados y bailados en las aldeas, fuera de los servicios oficiales de adoración,
cantos macarrónicos (combinando el lenguaje vernáculo con las frases lati-
nas) y contrafacta (parodias sagradas de formas seculares) comúnmente
aparecían en las procesiones religiosas. Frecuentemente había una interac-
ción entre música "seria" y canto folklórico: melodías de estos últimos eran
a veces usadas como temas para una misa o un motete. En la Reforma del
siglo XVI llegaron a ser la base musical para un gran número de corales ale-
manes y algunos salmos metrificados franceses.
Con la llegada del Renacimiento, la popularidad del humanismo alejó la
atención de la iglesia y de los temas religiosos del artista enfocándola en los
seres humanos y su vida diaria. En la música, los versos y las formas secu-
lares se multiplicaron y el interés en los estilos instrumentales comenzó a
desafiar la preocupación medieval con el canto. Comenzando en los siglos XVI y
XVII, los músicos profesionales compusieron música para conjuntos con-
certistas así como para la adoración; los primeros conciertos fueron en los
palacios de la nobleza.
Para mediados del siglo XVIII, las presentaciones de concierto por
orquestas muy buenas y solistas brillantes estuvieron también al alcance de
los burgueses, la clase media. Anterior a esto, los artistas musicales
dependían de los obispos de las iglesias o de la nobleza para ganarse la vida;
aunque eran honrados como artífices dotados, su condición y sus ingresos
eran comparativamente modestos. Cuando las presentaciones de música se
mudaron a los salones públicos de concierto, los músicos llegaron a ser artis-
tas festejados, prácticamente "estrellas", con prestigio y remuneración
financiera más de acuerdo con su talento artístico. Además, comenzando con
el siglo XIX la Revolución Industrial en Europa, y aun en el tiempo de
colonización ·en los Estados Unidos, la actividad de la música folklórica fue
mayormente reemplazada por un entretenimiento profesional de arte popular.
La opereta vienesa, la presentación de las parodias, y el cantante itinerante de
25
¡1<f_gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
baladas o cantos evangelfsticos, fueron todas indicaciones de que aún la clase
obrera había adquirido suficiente seguridad económica como para gastar
dinero en el "placer musical".
Cuando los compositores profesionales declararon su independencia de la
iglesia y de la nobleza, su interés se volvió casi completamente a la música
secular. Con mayor frecuencia, la música para uso típico de la iglesia fue
proporcionada por talentos menores. Juan Sebastián Bach (1685-1750) fue
prácticamente el último compositor de altura mundial que dedicó sus
mayores esfuerzos a la iglesia.
El filósofo contemporáneo cristiano, Nicolás Wolterstroff, 5 ha sugerido
que la cultura norteamericana apoya tres mundos del arte: arte clásico, arte
popular y arte tribal. Según Wolterstroff, el arte clásico es elitista y se expre-
sa en la sala de ópera y en el salón de concierto. El arte popular no es elitista
e incluye todas las formas apoyadas por las masas incluyendo la música
histórica folklórica, más todos los estilos comerciales producidos en masa:
música folklórica o countr_v (música típica de las zonas rurales de Jos
Estados Unidos), música swing y rock and roll. El arte tribal, dice
Wolterstroff, es compartido por ambos grupos cuando cantan juntos himnos
en el templo. No obstante, hemos observado que, durante los dos últimos
siglos, la música usada en la mayoría de las iglesias ha tendido a ser "tradi-
cional" o "popular". La música cristiana tradicional puede ser definida como
"casi arte clásico" -formas menores que tomaron la modalidad básica de los
estilos clásicos- mientras que la música sagrada pop toma sus estilos de la
música popular secular. En este libro aparecerá más sobre este fenómeno.
A fines del siglo XX, la música comercial popular ha llegado a ser la
preferida de la mayor parte de la cultura occidental. Es un gran negocio, en
el cual se gastan miles de millones de dólares anualmente en música impre-
sa, grabaciones y conciertos públicos. Por cierto también hay una floreciente
comunidad, pero mucho más pequeña, de música de arte clásico. Antes del
siglo XX en los Estados Unidos, nuestra herencia como una cultura en
desarrollo significaba que éramos inferiores a Europa en producir y ejecutar
obras magistrales. Felizmente la música fue añadida al cuniculo de las
escuelas públicas a mediados del siglo XIX. Hoy ofrecemos mucha edu-
cación musical. Nuestras orquestas sinfónicas mayores se cuentan entre las
mejores del mundo, y en cada ciudad con una población de 200.000 o más es
común que sostengan una orquesta de la comunidad. En las universidades y
conservatorios más importantes y en muchas escuelas secundarias tenemos
coros excelentes. Por cierto que, el arte musical clásico todavía es elitista en
los Estados Unidos de América; pero aún con la reciente declinación en el
interés estético, probablemente florece aquí tanto como en cualquier otra
parte del mundo.
26
La 91-{úsica: 'lJon áe 'lJios para nosotros
Algunos críticos han argumentado que la cultura de hoy no es verdadera-
mente estética porque está obsesionada con el industrialismo y el materialis-
mo. Comparada con la vida primitiva como con la antigua cultura oriental,
y aun con la vida occidental a través del siglo XVIII, el arte evidentemente
ha ido desapareciendo del centro de la vida de la mayoría de la gente. En
lugar de ser una parte orgánica de la actividad de nuestra sociedad, ha llega-
do a ser un apéndice que no es ni símbolo de clase o de posición ni símbolo
de diversión. A diferencia de la sociedad anterior a 1800, la cultura moder-
na es consciente y momentáneamente estética, tendiendo a separar lo her-
moso y lo creativo del resto de la vida. "Esta noche, después del trabajo, voy
a asistir a un concierto", decimos. Una vez que llegamos ya sea a un concier-
to sinfónico o a uno de rock- en lugar de integrar la música a la vida, parece
que la adoramos. El ambiente es sosegado y quieto, casi como en un templo.
Estamos en la presencia de algo misterioso: sonidos trascendentes o un eje-
cutante trascendente.
Otros sostendrían que la electrónica del siglo XX nos ha permitido
rodearnos de música, aunque solamente como oidores. Podemos ser la más
musical de las culturas en la historia del mundo si juzgamos sobre la base de
la música que se escucha en la comunidad, ya sea por grabaciones o por la
radio, en el hogar, en el coche, en la calle (con radios o tocacasetes de bolsillo
con audífonos), en el restaurante, en el supermercado, en la oficina y en la fábri-
ca. Pero menos y menos gente está verdaderamente capacitada para cantar.
¿Es posible que el don de la música que nos dio Dios se haya convettido en
el "desperdicio" de nuestra sociedad, sirviendo principalmente como un
artículo de consumo que es constante ruido de fondo para la vida?
2X
La Música: 'Don áe 'Dios para nosotros
la música del cielo (musica coelestis: un concepto de la Reforma) que se
había convertido en preocupación con lo celestial en la música (una idea del
Romanticismo)". 9
Los artistas y los músicos desarrollaron su propia teología. Nunca fue hien sis-
tematizada. ni comprendida como deliberadamente no cristiana. Pero fue ampliamente
aceptada, duradera y con influencia entre mucha gente de la iglesia. En su centro esta-
ba la creencia optimista de que lo divino podía ser accesible en la música mediante
los esfuerzos del compositor que servía casi como sacerdote.
De esta manera se nos recuerda que, aunque la música dehe ser reconocida como don
de Dios a nosotros, no De esta manera las obras de arte se convierten en dioses susti-
tutos, tomando el lugar de Dios, el Creador; la contemplación estética toma el lugar
de la adoración religiosa; y el artista, en agonía de creación, produce objetos por
medio de los cuales nosotros, en intensa contemplación, experimentamos como sig-
nifi_cación fundamental en la vida humana. El artista se convierte en hacedor de dio-
ses; nosotros, los adoradores. Cuando "las religiones seculares", que son la revolu-
ción política y la veneración tecnológica, fallan a sus devotos, cuando amenazan
devorarlos, entonces una y otra vez la élite cultural entre lo moderno secular de los
occidentales se vuelve a la religión del estcticismo. De debe convet1irse en un dios
sustituto, ni en la vida secular, ni en la adoración.
Por supuesto que se sigue insistiendo en que la música puede tener una
influencia positiva tanto como negativa sobre la personalidad humana. Los
pacifistas probablemente pueden encontrar que así sucede con la música
militar, especialmente cuando se usa en tiempo de guena. Los sobrevivientes
del holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial (y aun algunos cris-
tianos evangélicos en Alemania) todavía no pueden aceptar la música de
Ricardo Wagner, porque creen que ésta apoyaba las ideas del "superhombre"
de Nietzsche las cuales llegaron a ser la base filosófica de las doctrinas de la
Alemania nazi que proclamaban su superioridad racial. En años más
recientes, otros han insistido que la música rack ha contribuido a la conduc-
ta antisocial por medio de la manipulación de la personalidad humana.
32
La %úsica: 'Don de 'Dios para nosotros
se hiciera un plebiscito, los partidarios de la música popular indudablemente
ganarían. Quizás, en defensa propia, los entusiastas de la música seria con
frecuencia han adoptado una actitud de que su gusto es superior al de los
demás. Esto es expresado a veces en declaraciones tan extravagantes como:
".No puede ser buen arte si a todo mundo le gusta," o "El mejor arte es aquel
en que poca gente encuentra significado."
El correr del tiempo crea otras brechas de comunicación en la música.
Especialmente en la sociedad occidental, el lenguaje de la música y su sig-
nificado simbólico están en un constante estado de cambio. En el mundo de
la música clásica, el siglo XX veía postromanticismo, impresionismo, expre-
sionismo, neoclasicismo, atonalidad, técnicas aleatorias y mutaciones de
cada una; pero el público de los conciertos de hoy parece preferir la música
que es más antigua que cualquiera de las anteriores: mayormente la que fue
escrita en el siglo XIX. Además, en el siglo XX el mundo de la música
popular produjo ragtime, Dixieland, jazz, swing, música folklórica, country,
rock y rap -y muchas más. La mayoría de las personas encuentran más
significado en la música que aprendieron de adolescentes y jóvenes.
Evidentemente los estilos artísticos cambian casi tan frecuentemente como
las modas de ropa, modelos de automóvil o decoración del hogar. En el momen-
to de cambio e iconoclasta (cuando se rechaza lo antiguo), hay un período de
significado incierto hasta que el nuevo estilo es aceptado, tenga significado
y sea asimilado. Este tipo de brecha de comunicación existe dentro de una
cultura específica; pero puede ser tan amplia e imposible de franquear como
aquella entre dos culturas muy diferentes.
33
¡~gocijaos! La música cristiana en (a adoración
su modo de vivir, inc1uyendo la adoración. Frank E. Gaebelein expresa esta
crítica bastante fuerte, pero, al leer toda su monografía, es evidente que la
acusación incluye norteamericanos típicos. 19
Entre las filas de los cristianos evangélicos las normas estéticas por lo general son
bajas. La evidencia es abundante. Los cuadros que hay en las paredes, los libros en los
anaqueles, los discos que tocan -tantas de estas cosas son productos de una dilución
sentimental pietista sobre la integridad estética que debe distinguir el uso cristiano del
arte. Pero en esto también debe decirse, que los evangélicos no est<in solos en su acos-
tumbramiento a lo mediocre en arte y en literatura. Cna clase de analfabetismo cul-
tural corre por mucho del protestantismo y sin duda también por la vida norteameri-
cana actual.
36
La Música: 'Don de 'Dios para nosotros
narración de una experiencia humana en uno de dichos cantos. En efecto,
para los que entendían los lenguajes musicales textuales usados por cada uno,
tanto el canto country como la música de la misa contribuyeron aquel día a
la adoración.
Finalmente y sobre todo, los cristianos debemos ser creativos en nuestras
relaciones con Dios y en todos los aspectos de la vida. Una de las descrip-
ciones de Pablo de la vida de fe es ésta: "De modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas" (2 Corintios 5: 17). William Dean expresó este concepto en su
pequeño tomo: "Coming To" (Volver en sí). 25 Para Dean, según lo expresa en
su "Theology of Beauty" (Teología ele la belleza), "vivir estéticamente" es
··volver en sí" o "ser cristiano" y viceversa. Vivir estéticamente es participar
de la imaginación de Dios en cuanto a lo que la vida debe ser para nosotros
mismos y para el mundo que nos rodea, y trabajar creativamente con el
Espíritu Creador de Dios para lograrlo.
Si toda la vida es creativa, seguramente nuestra adoración en conjunto
también lo será. Es importante que los líderes que planifican la adoración,
tanto pastores como músicos, trabajen juntos para lograr que la hora de la
adoración sea una oportunidad para un encuentro dinámico entre Dios y la
congregación que cambie vidas. Además, es imperativo que el adorador
individual combine su imaginación creativa con su dedicación para que,
aun si los materiales del culto son predecibles y comunes, la expetiencia de
adoración sea original y emocionante.
Resumen
37
2
Música Cristiana:
'Un Ylrte :funciona{
En el capítulo 1 mencionamos que es una característica única de sociedades
bien desarrolladas el que la música sea disfrutada "por ella misma" en los
conciertos. En contraste, casi toda la música es "funcional" en culturas
menos desarrolladas: se presenta en relación con muchas actividades de la
vida diaria y festiva, agregando significado e intensidad a dichas actividades.
Esto no quiere decir que las culturas occidentales, incluyendo la nuestra, no
tengan música funcional. Hay mru·chas para acompañar desfiles militares y no
militares. Canciones tradicionales contribuyen significado a la reunión
social, el evento deportivo, la asamblea política. Se toca música grabada
(Muzak) constantemente en fábricas, oficinas, tiendas, centros sociales y para
el ejercicio físico tanto dentro como fuera de un edificio con el propósito de
hacer más placentera la experiencia de trabajar, de ir de compras, jugar o
esperar que alguien conteste una llamada telefónica. La música también
forma una parte integral de avisos comerciales por radio y televisión; una vez
que se conocen las tonadas, inmediatamente llegan a ser recursos mnemotéc-
nicos para recordar el producto que se está promoviendo.
En este capítulo diré que la música cristiana también es un arte funcional
creado por seres humanos para servir los propósitos de Dios, especialmente
en la expresión de adoración y de compañerismo de la iglesia y su misión.
También trataré de comprobar que la música cristiana tiene los mismos "sig-
nificados" culturales que otra música, tal y como se detalló en el primer capí-
tulo. Al mismo tiempo, sugeriré cómo sus significados más importantes
pueden ser protegidos y clarificados en las actividades de la iglesia local.
En su ensayo "The Arts, the Snobs, and the Democrat" (Las artes, el esno-
bismo y el demócrata),' Jacques Barzún señala que el arte funcional (que él
a veces llama "arte del consumidor") requiere mucho talento, creatividad y
diligencia. También sostiene que no cabe razón comparar una marcha de
39
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
Sousa con una sonata de Beethoven, o un anuncio promoviendo los nuevos
autos Ford con las pinturas en la capil1a Sixtina en Roma; cada uno tiene su
propia razón de ser, su propio mensaje que dar y su propia norma de exce-
lencia. Juzgar la calidad en el arte "puro" (no funcional) es una preocupación
de la filosofía de la estética y no puede ser considerada detalladamente aquí.
El arte funcional, sin embargo, es juzgado por cómo llena su cometido.
Siguiendo este principio, podemos sostener que no tiene sentido comparar un
himno digno o tradicional y su tonada con la ópera de Mozart, Don Giovanni,
o aun con su Réquiem. Cada uno puede ser un ejemplo bueno, mejor o exce-
lente de su género.
Quizás sea evidente al lector que en este capítulo -y en gran patte del
resto del libro también- ofrezco una filosofía-teología de la música cris-
tiana. Si dicha caracterización parece pretenciosa, una alternativa sería la de
"música cristiana racional".
40
Música cristiana: Vn arte funciona[
preparado después de su muerte, su íntimo colega Robin A. Lcaver dice:
"Como en otros asuntos, Erik Routley era lo suficientemente sagaz como
para comprender que la música cristiana es fundamentalmente funcional y
por lo tanto está íntimamente relacionada con el marco teológico dentro del
cual operan la adoración cristiana, el trabajo y el testimonio."4 Leaver agrega su
propio comentario: "La música y la teología están interrelacionadas y son
interdependientes. La Biblia se ocupa de la teología práctica, la comprensión
y la explicación de la interacción entre Dios y el hombre, y también con la
música práctica, el acompañamiento de dicha interacción."5
41
¡$s-gocijaos! La música cristiana en [a adoración
La expresión de tarea pastoral (diakonia) mediante la actividad musical
es el resultado de la misma relación personal entre coros y sus directores.
También se experimenta en la presentación de música (ya sea congregacional
o "profesional"), puesto que la música es una cura comprobada para el
espíritu humano.
Finalmente, puesto que la letra de toda la música cristiana enfatiza la
unidad de la iglesia, es un agente significativo para cimentar la comunidad
(compañerismo, koinonia). Porque la música es un lenguaje emotivo,
experimentar la música conjuntamente fortalece los lazos de amor entre los
miembros de la congregación.
Todas estas funciones de la música cristiana pueden ser experimentadas
en un solo culto de adoración. También están presentes en todos los demás
servicios de la iglesia y en actividades espirituales sociales de grupos más
pequeños -especialmente las experiencias de educación y de compañerismo
que se comparten en ensayos musicales.
43
¡'RJ,gocijaos! La música cristiana en [a adoración
en la cristiandad y parece que más y más grupos quieren ser identificados con
ellos.
Lo que sigue es una declaración muy concisa de los distintivos evangélicos.
(1) Los evangélicos aceptan las Escrituras, no la tradición eclesiástica,
como autoridad.
(2) Los evangélicos creen que la gracia cristiana se recibe por medio de
la fe personal, no por la mera práctica de un acto sacramental (ex opera
operato).
(3) Los evangélicos recalcan una experiencia religiosa personal, tanto ini-
cialmente en la conversión como posteriormente; con relación a esto tienen
mucho en común con los movimientos pietistas históricos.
(4) Los evangélicos son celosos en la evangelización, frecuentemente en
el contexto de esfuerzos evangelísticos especiales.
(5) Los evangélicos tienden hacia una adoración en el estilo "libre", no
litúrgico. Los evangélicos en un grupo litúrgico tienden a insistir en una
modalidad básica de adoración menos rígida.
Al decir que la música cristiana existe para cumplir los propósitos de Dios
en las actividades de la iglesia, hemos declarado que, si bien es creada por
seres humanos, lleva la intención de ser, en cierto sentido, una expresión de
Dios. Si bien esa declaración suena pretenciosa, rayando en blasfemia, la
música cristiana debe incluir la mejor expresión humana posible de lo que la
cultura percibe ser la autorrevelación de Dios a la humanidad. Sin embargo,
muchos pastores y músicos tienen una comprensión distorsionada de esta
norma.
Un vestigio de la idea de la naturaleza "sobrenatural" de la música sería
cuando el pastor le pide al organista que toque durante la invocación o la
oración pastoral. Evidentemente se cree que el sonido de la música puede
44
g..{úsica cristiana: 'Un arte funciona[
ayudar al que escucha a sentir la presencia de Dios y experimentar la reali-
dad de la oración. Si bien esto puede ser cierto en algunas personas, para
otras la música es una distracción que les impide escuchar las palabras del
pastor dirigidas a Dios cuando ora por ellos o cuando tratan de formular sus
propias oraciones.
La idea del "lenguaje de Dios" también puede ser perpetuada por los que
insisten que sólo cierto estilo de música es apropiado para uso en el templo;
en efecto, sugieren que ese estilo es inspirado y esperado por Dios. 6 Parece
probable que los primeros líderes de la iglesia consideraron que el cántico
con el cual los antiguos hebreos presentaron las letras de adoración era tan
plenamente inspirado como las palabras; por consiguiente, trataron de per-
petuar esas melodías en la adoración cristiana. Esta misma falla ocurrió cuan-
do misioneros del siglo XIX insistían que los convertidos debían cantar su fe
con la música de los himnos y cantos occidentales. También lo sostienen
quienes presumen que los seres humanos pueden igualarse a Dios en
creatividad, e insisten que sólo lo mejor de la música artística es apropiada
para el templo, tenga o no significado para la congregación. Cada uno de
estos grupos está tratando de santificar su propio idioma musical o su propia
preferencia estética.
Este concepto equivocado es como el de Juan Calvino, quien (pro-
moviendo el canto exclusivo de salmos) insistió que: "sólo la Palabra de Dios
es digna de ser cantada en alabanza a Dios". La declaración de Calvino llama
la atención puesto que Jos salmos sólo son una pequeña parte de la verdad de
Dios en las Escrituras, y lo que los primeros calvinistas cantaban eran las ver-
siones poéticas francesas de los salmos con música del Renacimiento, ¡no la
letra y las melodías originales del hebreo! La música, al igual que la letra,
puede revelar a Dios pero lo hace en lenguajes simbólicos creados y usados
por los seres humanos.
Podemos decir que Dios habla mediante el sermón, el canto del coro o el
himno congregacional. Pero si Dios es así, la comunicación está enmarcada
en símbolos lingüísticos y musicales creados por personas. Bien puede haber
razón para nuestra preferencia por cierto estilo de letra y música, pero dicho
estilo quizá no sea apropiado para otros cristianos en otras culturas. Hay
razón para escoger tanto letra como música excelentes, pero dicha excelen-
cia no está relacionada con normas de un arte elitista determinado y com-
prendido sólo por el liderazgo o una minoría de la congregación.
45
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
Cuando Dios vio que muchos hombres eran haraganes y se daban sólo con difi-
cultad a la lectura espiritual, quiso facilitar la tarea, y agregó la melodía a la letra, para
que, todos regocijc.índose por el placer de la música, cantaran himnos a Dios con regocijo.
Esto es difícil de explicar pero, por ejemplo, la comunidad reunida quizá sólo desee
expresar por medio del canto su sentido de unidad y puede ser dirigida a expresar este
sentimiento mediante el canto. Además, todo el concepto de recordar reuniones pre-
vias y de expresarse juntos como miembros de la familia de Dios puede ser enfocado
en acción conjunta tal como (pero no limitada a) el canto congrcgacional.
46
:.J{ú.sica cristiana: V.n arte funciona[
Sobre la base de la atracción del placer que genera la música, muchas
iglesias han desaiTollado sus programas de música con el propósito de pro-
mover la iglesia. Un amigo pastor de los días universitarios lo expresó de la
siguiente manera: 10
49
¡'R.!,gocijaos! La música cristiana en (a adoración
El resto del himno es potencialmente significativo también y sigue de
cerca la narración del Nuevo Testamento en la cual se basa (¡sin erotismo!),
pero quizá pase inadvertido en la mayoría de las personas quienes lo cantan. 16
Para la esposa del profesor, su apego era sentimental. Tuve el mismo tipo de
experiencia de adoración al oír a mi madre cantar himnos pietistas noruegos
acompañada de la guitarra sin comprender ni una palabra del texto. Se trata-
ba de una emoción no basada en la plena realidad (el significado completo de
las palabras) sino la emoción por la emoción, y tiene que ser rotulada "senti-
mentalismo".
Los síntomas que sugieren que el sentimentalismo puede ser un factor
determinativo en el programa de música de una iglesia son:
(1) Una tendencia a usar excesivamente una música favorita, pese a su
significado litúrgico (en el culto).
(2) Una falta de relación entre la música y el resto del culto.
(3) No cantar a la altura de la teología y experiencia de la congregación,
tal y como se expresan en otras partes verbales del culto.
(4) Resistencia tanto a nuevas selecciones de música como a sus nuevas
formas.
Sin duda el sentimentalismo persistente es alimentado por dos significa-
dos generalmente válidos en la música cristiana: (1) Placer (disfrutar de la
música favorita más que de su importante significado); y (2) Definición de
identidad (el favorito sentimental se convierte en tradición).
Lovelace y Rice 17 explican por qué la falta de una experiencia madura,
cognoscitiva, emotiva es uno de los "pecados" en el campo de la música cris-
tiana. La respuesta emocional es inmediata; ocurre tan pronto como una
tonada conocida (o cierto estilo o cualidad de música) es oída, produciendo
una asociación de ideas con experiencias espirituales anteriores en la iglesia.
El proceso cognoscitivo-racional de asimilar el significado de la letra lleva
más tiempo y, desgraciadamente, muchos adoradores no esperan para que la
mente entre en acción. (En el caso de "A Solas al Huerto Yo Voy", probable-
mente necesitarán una explicación de la letra.) Podrá decirse que todos son
sentimentales ocasionalmente, y que somos peculiarmente una "cultura sen-
timental". Quizás sea así y, puesto que hay algo de potencialidad de ministe-
rio en el favorito sentimental, debiera haber lugar en alguna parte de la vida
de la iglesia para los favoritos de cada uno; bien puede decirse que su
inclusión demuestra las funciones pastorales y de compañerismo de la músi-
ca. Sin embargo, si la adoración, proclamación y educación cristiana han de
lograr su potencialidad plena, primero deberán ser servidas por música selec-
cionada por razones de más peso.
50
Música cristiana: V.n arte funciona{
La emoción integrada (ethos) en la música cristiana
51
¡~gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
en Inglaterra como en los EE. UU. de América entre 1873 y 1899; hajo la
dirección musical de Ira D. Sankey, los himnos evangelizadores de esa época
se arraigaron firmemente como la norma para la evangelización, y muchas
iglesias los conservaron como medio de adoración. Moody también estable-
ció cursos de capacitación en el campo de la música "evangelizadora" en su
escuela en Chicago (que posteriormente se llamó Instituto Bíblico Moody)
en 1888 mucho antes de que la educación en música cristiana fuera ofrecida
en universidades y seminarios de los Estados Unidos.
Por otro lado, es evidente que dentro de contextos definidos, los sonidos
musicales tienden a fomentar ciertas reacciones en la actividad religiosa.
Debido a su larga asociación con la iglesia, el sonido del órgano en el prelu-
dio puede ayudar a las personas a prepararse para la adoración. 21 Ciertos tipos
de melodías y formas vocales pueden recordarles a los adoradores que están
en el lugar tradicional de adoración y animarles a pensar en Dios. Los
sonidos musicales frecuentemente son usados para llamar a la congregación
a ponerse en pie (p. ej., el Gloria Patri), sentarse u orar.
El concepto de ethos, de afectar la conducta humana con la música, fre-
cuentemente es expresado por algunos líderes evangélicos que consideran a
la música más bien como "condicionador'', una forma de retener la atención
o de persuadir. Frecuentemente estas declaraciones las escuchamos en boca
de especialistas en cultos de evangelización:
J,a música prepara la tierra del corazón para recibir la semilla del evangelio.
Resumen
58
9vfúsica cristiana: 1.ln arte funciona{
Sin embargo, quedan diferencias entre los idiomas musicales empleados por
diferentes iglesias. En estos días cuando la movilidad de la gente aumenta y la
adoración y su música están pasando por cambios radicales, estas diferencias
frecuentemente resultan en brechas de comunicación y hasta en serios con-
flictos entre grupos dentro de iglesias específicas. El siguiente capítulo
sugerirá respuestas a estos problemas.
59
3
Lenguajes de [a Música
Cristiana: Comunicación,
Confusión y Conjficto
Al terminar el capítulo anterior, se dio una lista de los distintivos
evangélicos en lo que se refiere a la fe y actividad religiosa y se mencionaron
ciertas implicaciones para la música cristiana (especialmente en cuanto a la
letra). En la medida que las iglesias apoyan los distintivos mencionados,
probablemente estarán de acuerdo con las implicaciones que caben. Sin
embargo, la música de la iglesia evangélica todavía presenta una multitud de
lenguajes musicales (estilos) que son determinados por la situación geográfi-
ca y raza, los factores sociales, económicos y educativos y por las tradiciones
teológico-denominacionales específicas. La música cristiana entre los aborí-
genes en las selvas de América del Sur es muy diferente de las formas
desarrolladas que se escuchan en las grandes ciudades como Caracas o Río
de Janeiro. La música de adoración metodista de la clase trabajadora en los
Estados Unidos contrasta mucho con la de la comunidad universitaria. La
música en las iglesias litúrgicas es diferente a la de las no litúrgicas, mayor-
mente porque la anterior tiende a cantar (o recitar) grandes porciones de la
liturgia.
Obviamente, el lenguaje musical común de cada grupo es importante para
sus miembros. Sirve para establecer su identidad religiosa y cultural. Puesto
que la entienden mejor, los ayuda a disfrutar plenamente sus actividades reli-
giosas distintivas. Como la música secular de una cultura, la religiosa no
necesita ser "estudiada" para ser entendida: tiene significado básico para
quienes la usan porque la han escuchado repetidamente. Muchos episcopales
y luteranos se sienten cómodos con el sonido de la salmodia porque la han
escuchado siempre en los momentos de adoración. De la misma manera, cier-
tos evangélicos entienden su herencia pat1icular de himnos y anthems; otros
encuentran significado en los cantos evangelísticos y en la música cristiana
61
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
contemporánea, y aún otros prefieren los coritos de alabanza y adoración. En
cada caso, esas formas son una parte habitual de su experiencia de adoración.
Creo que debemos comenzar con la suposición de que la herencia cultural
de cada iglesia tiene cierta validez, simplemente porque existe. Dentro de su
herencia cada grupo de creyentes, sin duda, ha usado sus dones de la mejor
manera posible para desarrollar formas significativas de adoración. Se
infiere, entonces, que la música funcional que le da identidad y la cual añade
significado a las experiencias de la congregación, también tiene cierta
validez. Además, no debemos sorprendernos cuando un grupo expresa
mucha resistencia a lenguajes musicales "extranjeros" que tienden a poner en
peligro la validez de su herencia.
Como se ha mencionado en los capítulos anteriores, cada cultura es afec-
tada por el pecado, mostrando debilidades y falta de madurez en su estilo de
vida incluyendo sus costumbres y expresiones de adoración. No obstante,
como seres humanos, tendemos a creer que nuestra propia manera de vivir
(incluyendo nuestro lenguaje de comunicación musical) es el mejor, y a
esperar que otros lo adopten. Sin embargo, si ha de haber un cambio
saludable en la adoración del grupo, debe ser dirigida por quienes se iden-
tifican con esa cultura, que la aman y la entienden. En realidad, solamente
ellos están capacitados para evaluarla.
En el capítulo 1, hemos mencionado que una de las brechas más evidentes
en la comunicación musical en la cultura occidental con frecuencia ocurre
entre los proponentes de la música artística como ópera y música sinfónica y
los que prefieren música popular, como el canto folklórico o la música rack.
La misma brecha de comunicación existe en iglesias -entre los que pre-
fieren las obras maestras artísticas, "música tradicional" (formas más
sencillas de la música artística), y la "música popular de la iglesia" (p. ej.,
cantos evangelísticos, coritos, o música "cristiana contemporánea"). En este
capítulo examinaremos los puntos fuertes y débiles de esos estilos aparente-
mente opuestos, así como otras brechas de comunicación -algunas de las
cuales deben ser pasadas por alto y otras que deben preocuparnos. Al hacer-
lo, trataremos de comenzar a contestar la pregunta: ¿Qué es buena música
cristiana en cualquier cultura?
Se nota a primera vista que las características del evangelio están diametralmente
opuestas a las de la música popular, llevando a la conclusión de que si la música ha
de estar analógicamente relacionada con el mensaje de las palabras, entonces, no
habría posibilidad de hermanar las dos en un canto popular. La músil:a popular
destruye toda cosa buena en la música por el prurito de ser popular. El evangelio
representa todo lo ajeno a la popularidad. Tratar de forzar una letra evangélica en el
molde de la música popular es forzarla en algo que no le corresponde. Es absoluta-
mente imperativo llegar a la conclusión de que usar música popular como medio para
llevar el mensaje del evangelio, es un error. Es un error porque esa música tiene
inherentemente características que son contrarias a lo que significan las palabras.
El medio, en términos de música popular, destruye el mensaje.
La perspectiva histórica
64
.Lenguajes áe [a música cristiana: Comunicación, confusión y confficto
Leonin (siglo XII) y Pcrotin (siglos XII y XIII). Desde el principio de la his-
toria de la iglesia hasta la Reforma, toda la música sagrada artística estaba
controlada por el clero y se esperaba que apoyara y elevara a la iglesia. Desde
nuestro punto de vista, hoy sería presuntuoso tratar de evaluar la calidad de
la adoración del individuo, sea obrero, comerciante o noble, al escuchar las
misas medievales de Perotin u Ockeghen o los motetes de Josquin Des Prez
o Guillaume Dufay. Sabemos que la mayor parte de los cultos de adoración
se llevaban a cabo en un lenguaje que pocos entendían, con poca o ninguna
participación verbal de la congregación. Tendemos a presumir que la música
era parte de la experiencia de "misterio" en la adoración medieval. Sin duda
los músicos, los clérigos y los nobles la "entendían" mejor; pero el pueblo
iletrado común puede haber experimentado más significado "asociacional"
de lo que imaginamos.
Ciertamente aparecían de cuando en cuando las formas de música reli-
giosa folklórica. Estos deben haber sido una parte constante de la vida
medieval; pero se usaban mayormente fuera de la iglesia: en procesionales
religiosos, en el hogar o la aldea. Podemos decir con seguridad que en este
período prehumanístico el propósito y la función del arte era más para glori-
ficar a Dios que para edificar a la humanidad. Además, toda la música oficial
de la iglesia era música artística, aunque en ese período, antes que los artis-
tas fueran abiertamente elitistas, habría sido considerada como "buena arte-
sanía" más bien que "arte elevado".
Bajo el liderazgo de Martín Lutero, Juan Cal vino y Tomás Cranmer en la
Reforma Protestante en el siglo XVI que dio origen a las tradiciones
luteranas, calvinistas y anglicanas, comenzó a desarrollarse una música cris-
tiana nueva y más sencilla basada en la participación congregacional. Si los
laicos con poco conocimiento musical o aficionados a la música habían de
tomar parte en los himnos y en las liturgias, el material tendría que ser más
sencillo como para que pudieran participar. Para Lutero, la música artística
litúrgica compartía algo del carácter sagrado de la Palabra predicada. Por eso
los compositores luteranos hasta el tiempo de Juan Sebastián Bach disfru-
taron de una continua tradición de música artística, Soli Deo gloria (para la
gloria de Dios solamente). Juan Calvino no tuvo el mismo optimismo acerca
del significado de la música coral cristiana y la música de órgano en la expe-
riencia humana, e inicialmente éstas fueron completamente eliminadas de la
adoración calvinista.
En el siglo XVII, la conciencia evangélica en desarrollo dictaba que toda
la música de la iglesia debía ser compartida por los adoradores en general.
Debía ser el "sacrificio de alabanza" de ellos y debían entender el significado
65
¡'l<.f-gocijaos! La música cristiana en [a adoración
tanto de la música como de las palabras, aun cuando fuera ejecutada por
músicos especializados. Por cierto, la música debía ser evaluada por lo bien
que "ministraba" a las congregaciones. Los pietistas alemanes se oponían a
todas las formas "artísticas" de música cristiana, usando solamente el canto
congregacional, y vivían en constante tensión con los tradicionalistas,
incluyendo a Juan Sebastián Bach. Los puritanos en Inglaterra (incluyendo
tanto a los rebeldes anglicanos y a los "separatistas"), en reacción contra lo
que juzgaban ser formalismo impotente de la iglesia del estado, abolieron los
coros y algunas veces destruyeron inapreciables órganos y libros de coros
copiados a mano. Su propia música consistía en salmos cantados por la
congregación. Los primeros bautistas en Inglaterra no tenían nada de músi-
ca; cuando apareció más adelante, se limitaba primero al canto congrega-
cional del Saltcrio. 5
Parece obvio que, comenzando con la Reforma, la iglesia empezó a ale-
jarse de la música artística. También los compositores serios se estaban
apartando de la iglesia. Desde la época del Renacimiento, dieron creciente
atención a la música secular, y en los siglos XIX y XX éste era su interés cen-
tral. Para 1850, las iglesias protestantes más grandes en Europa y América
habían retornado al uso de los coros. La literatura "tradicional" cristiana de
aquella época, escrita mayormente por dotados mtesanos musicales, tendía a
imitar las formas de los maestros; pero estaba menos desan-ollada artística-
mente, menos desafiante a la imaginación y más amplia en su atracción.
A través del siglo XIX, muchos grupos evangélicos, inspirados por la
experiencia de las campañas evangelísticas, usaron coros para presentar
nuevas formas congregacionales populares y también para cantar himnos
extendidos en arreglos corales (p. ej., Awakening Chorus (Coro de desper-
tamiento] por C. H. Gabriel o Hallelujahfor the Cross [Aleluya por la Cruz],
con música de McGranahan). Aparte de esto, el movimiento cvangelístico
había tenido marcada influencia en todas las iglesias, participaran o no en las
campañas. Indudablemente un enfoque "popular'' a la música se había
apoderado de la mayoría de las iglesias, principalmente debido a la creciente
influencia del humanismo, de la democracia y de la "religión del corazón".
Se esperaba que ahora la música de la iglesia fuera funcional en el sentido de
que todos deberían participar en ella. Consecuentemente, tendía a moverse al
nivel del adorador quien raras veces frecuentaba los salones de concierto.
Sin duda, no faltaba la diversión musical en la vida cotidiana durante el
siglo XIX. Comenzando con la Revolución Industrial, la música popular
alcanzaba al pueblo en los salones que se destinaban a ese fin. Para los
creyentes inf1uenciados por las campañas evangelísticas que despreciaban tal
66
Lenguajes de [a música cristiana: Comunicación, confusión y confCicto
"entretenimiento mundano", había conciertos de cantos evangelísticos
nuevos ofrecidos por individuos como Philip Phillips, "el Peregrino Cantor".
Esto era otro recordatorio de que la música del pueblo -la cual anterior-
mente era anónima, el asombroso resultado de un arte folklórico de la propia
cultura- ahora era difundido en masa y comercialmente. Como siempre
sucede, el atractivo de la recompensa financiera estimulaba la producción de
una corriente de material menos digno (tanto secular como sagrado) para
suplir la demanda pública de entretenimiento.
El amanecer del siglo XX prometía un despertar en el arte cristiano que
muchos elogiaron como una nueva Reforma (y mejor) que la del siglo XVI.
Con el énfasis en la educación musical cristiana en todas las iglesias protes-
tantes, con el Movimiento Litúrgico y con por lo menos un modesto
renacimiento del interés en la composición de música cristiana seria en
Inglatena, Alemania y Nortcamérica, parecía que vislumbraríamos el mayor
avivamiento de digna música cristiana clásica desde los días de Bach. En la
última mitad del siglo XX hubo la mayor cantidad de músicos cristianos
preparados y profesionales en la historia de los Estados Unidos y probable-
mente el mayor porcentaje de ingresos de la iglesia invertidos en su música.
No obstante, la visión optimista de un "milenio" de arte cristiano se ha ido
desvaneciendo rápidamente en las postrimerías del siglo XX. En efecto, la
mayor parte del mundo del arte elevado del siglo XX nunca estuvo ver-
daderamente interesado en servir a la iglesia, aunque contaba con recursos
para hacerlo. Estaba más preocupado por perseguir sus propias metas
neorrománticas individualistas. Estas habían producido los diversos estilos
que eran comúnmente agrupados bajo el término "arte moderno", que
muchos insisten que realmente no es arte.
De muchas maneras el arte moderno elevado simplemente eliminó las
normas que lo distinguían del arte popular. Como ha dicho Kenneth Myers:
"La alta cultura con sus disciplinas, normas y convicciones acerca de la ver-
dad, acerca de la realidad objetiva, acerca de la dignidad del hombre se rindió
a la cultura popular y adoptó sus maneras." 6 Si la obra de los cubistas y de
los dadaístas, y de los surrealistas en pintura y los atonalistas en música
fueran los primeros frutos de esta revolución, quizás los ejemplos más
grotescos de su punto de vista nihilístico fueron las "creaciones" de Andy
Warhol y la "música del ruido" de Juan Cage. La quiebra estética de este
movimiento barato de arte moderno es analizado profundamente en el libro
de H. R. Rookmaaker, Modern Art and the Death of a Culture (El arte
moderno y la muerte de una cultura). Por supuesto que hubo unos cuantos
ejemplos de verdadero arte musical a fines del siglo XX, como las obras para
67
¡'1\.ggocijaos! La música cristiana en [a adoración
órgano de Messiaen y la Pasión según San Lucas por Kristof Penderecki.
Pero las iglesias entregadas al arte elevado tenían que contentarse usando
materiales tomados mayormente de épocas anteriores.
Puede ser que la desilusión del público en general con el arte elevado con-
dujera al desinterés en financiar la educación musical general la cual, al esti-
lo de la puerta giratoria, causaba una declinación en el talento disponible para
uso de la iglesia. Ciertamente hay otros factores involucrados: la declinación
de la fuerza de las iglesias principales: el impacto de 40 .años de la música
más primitiva de entretenimiento secular en la historia de la música (rock), la
influencia del televangclismo y el rápido crecimiento de la comercialización
de la música cristiana popular (en conciettos, grabaciones y música impresa).
Todos estos han contribuido a la revolución actual en la música en la iglesia,
que otra vez está alejándose del arte elevado y aun de las formas "tradi-
cionales". Realmente, la música popular cristiana, alguna de la cual una parte
puede ser acreditada a la influencia de los gtupos de "renovación carismática"
y del "crecimiento de la iglesia", está ahora ejerciendo mucha influencia y
cobrando mucha fuerza aun en las denominaciones principales.
70
Lenguajes áe {a música cristiana: Comunicación, confusión y confil.cto
Himnos folklóricos históricos Anthems basados en
himnos
Himnos populares Arreglos basados en cantos
contemporáneos evangclísticos
Folklórico
Coullfry Arreglos contemporáneos
Roek Evangelístico
Soul (de afroamericanos) Folklórico
Baladas Countl)'
Himnodia étnica Cristiano contemporáneo
- Música de alabanza y adoración
Los pocos "puristas" que favorecen las obras de "los maestros" fre-
cuentemente desprecian a los que usan la música de los compositores de
anthems tradicionales. Estos últimos con frecuencia critican a las iglesias que
se especializan en música cvangelística o folklórica, las cuales a su vez,
tienen poco en común con las que usan la música carismática de adoración.
Con frecuencia la brecha de comunicación se extiende en ambas direcciones
-p. ej., los de la música evangelística menosprecian los anthems
tradicionales por ser "demasiado formales", el estilo countr_v o el estilo
"Stamps-Baxter'' por tener "poca dignidad" y la música de alabanza y
adoración por ser demasiado "emocional".
Hemos de reconocer que con frecuencia existe la tensión dentro de la
estructura de grupos o denominaciones. Por ejemplo, hay una gran diferencia
en gustos entre el Sínodo Luterano de Misurí y otros grupos luteranos. Esto
está demostrado en los contrastes de estilo en las publicaciones Concordia y
Augsburg, y era evidente en los serios conflictos durante la preparación de
los himnarios: Lutheran Book of~Vorship (Libro luterano de adoración, 1978)
y Lutheran Worship (Adoración luterana, 1982). Existe también una brecha
cultural entre los adherentes de la high church ("iglesia alta") y la low church
("iglesia baja") en la tradición episcopal, especialmente con las incursiones
de la vida moderna carismática; ¡estos términos son con frecuencia los que
usan metodistas y bautistas para hacer declaraciones despectivas acerca de
otros en la misma denominación! El continuo debate incluye la discusión de
todas las formas de ml.sica de la iglesia (himnos, literatura coral y organísti-
ca) y aun de los tipos de instrumentos usados. Algunas iglesias solamente
aceptan un órgano barroco, mientras otras prefieren un estilo más ecléctico
"clásico norteamericano", y todavía otras escogen un instrumento electróni-
co estilo teatral. Algunos grupos de la actualidad han descartado completa-
mente el órgano en favor de las guitarras, instrumentos de percusión y sinte-
tizadores.
71
¡'Rg.gocijaos! La música cristiana en {a adoración
No cuesta entender los factores humanos que dan origen a tal tensión
entre distintas subculturas, aunque ellos revelan una cierta inmadurez sociológica
y/o espiritual. El estilo musical de una iglesia está asociado con su identidad;
cuando es nuestra iglesia, y porque nos consideramos ser teológica y litúrgi-
camente ortodoxos, creemos que nuestra música es la mejor expresión
espiritual de la verdad de Dios. Reaccionamos negativamente a música
"extraña" porque representa una amenaza a nuestra identidad y por lo tanto
a nuestra verdad; nuestra reacción puede ser más intensa porque la música es
un lenguaje emocional. Además, el logro artístico tiende a aplicar absolutos
de excelencia, y queremos estar seguros que ya tenemos lo mejor.
Es fácil entender cómo los buenos músicos que son cristianos consagra-
dos pueden tender a igualar la "huena música cristiana" con el mejor arte de
la cultura occidental. Creen en un Dios trascendente y han experimentado la
expresión del arte trascendente como un don de Dios. Ya hemos sugerido que
Dios es glorificado por la obra de sus criaturas, sea que lo reconozcan o no
como Dios. ¿No se podría deducir entonces que Dios es más glorificado con
el "arte elevado" (p. ej., un motete de Bach) que con algo "menos" (p. ej., un
canto folklórico evangelístico)? ¿No es la música un "sacrificio de ado-
ración" a Dios y no debía cada sacrificio requerido en la época del Antiguo
Testamento ser el mejor posible?
Por cierto, nuestras palabras, melodías y actos en la iglesia son todos
ofrendas a Dios; pero no somos aceptados por Dios según la calidad estética
de la letra y la música que cantamos. Tanto en el antiguo como en el nuevo
pacto, el ser humano es reconciliado con Dios mediante el perfecto sacrificio
de Cristo a favor de él. La única ofrenda que podemos traer relativa a nues-
tra salvación es penitencia: el "sacrificio de un espíritu quebrantado" (Salmo
51: 17). Tal como los hebreos trajeron sus mejores ofrendas, así Dios pide que
los creyentes traigan su mejor yo (Romanos 12: 1) y su más exceJente "sacri-
ficio de alabanza" (Hebreos 13: 15) como expresión de amor: su "servicio
razonable" o "adoración espiritual". Debemos traer a Dios nuestro mejor
sacrificio -la mejor ejecución de la letra y la música que nuestra iglesia
puede producir y comprender- porque eso es buena mayordomía de los
talentos que Dios nos ha dado, así como nuestra fiel respuesta en devoción y
dedicación.
El Nuevo Testamento contiene en el relato del sactificio de María pidien-
do purificacHÍ11 (Lucas 2:22-24) un conmovedor recordatorio de la gracia de
72
Lenguajes efe {a música cristiana: Comunicación, confusión y conjficto
Dios en sus expectaciones acerca de nuestras ofrendas. Según Levítico 12,
para tal ocasión una familia rica traería un cordero, pero una familia pobre
(como la de José) tenía que ofrecer dos tórtolas. Por supuesto se esperaba que
éstos fueran lo mejor que tenían; pero eran solamente humildes tórtolas. En
la misma forma, si una iglesia y sus líderes deciden (después de una cuida-
dosa consideración de su responsabilidad) que su mejor ofrenda de alabanza
incluye un motete de Brahms o un anthem de John Rutter o un arreglo de
David Clydesdale, o algo aún más sencillo, debe seleccionar lo mejor del
género apropiado para la ocasión; y deben presentarlos en su mejor manera
posible: sobre todo, con un "corazón puro", con sincetidad.
Sería presuntuoso insistir que uno de estos sacrificios es más aceptable o
da más gloria a Dios que el otro. Hacerlo sería caer en un antropomorfísmo
idólatra, que rebaja la perspectiva estética de Dios al nivel de la nuestra. No
puedo creer que los oídos de Dios se deleiten más con la música artística en
la iglesia. Dios no está más impresionado con los dones artísticos de ningu-
na de sus criaturas, ni siquiera de Juan Sebastián Bach. Es más realista ver a
Dios (y aquí ofrezco una débil paráfrasis de una frase de C. S. Lewis) 8 como
un padre amante a quien su pequeñito le trae una página de garabatos infan-
tiles. Y le dice: "Mira, papá, ¿no te parece bonito?" "Sí, hijo, está muy boni-
to, y quizás intentemos cantarlo alguna vez; pero entretanto lo fijaremos en
el refrigerador para que todos puedan verlo." Esta puede ser una débil
descripción (y espero que no muy irreverente para los que aman la buena
música) del amante interés divino y de cómo acepta Dios la creatividad de
todos sus hijos, sea Juan Sebastián Bach o John Rutter o Juan Fulano de Tal.
Finalmente, es importante aclarar la diferencia entre glorificar y agradar
a Dios. Según C. S. Lewis (en la provocativa exposición de fondo presentada
en el primer capítulo9 aun el poder de Satanás puesto que ese poder le fue
dado por el Dios-Creador) eventualmente glorifica a Dios. En contraste, los
creyentes más humildes en una cultura de la edad de piedra agradan a Dios
cuando con sinceridad le traen su mejor ofrenda musical de adoración.
74
.Lenguajes de {a música cristiana: Comunicación, confusión y confficto
el arte que despierta la imaginación y la música cristiana funcional, llegó a la
atención pública con el lanzamiento de la publicación dellihro Armed Forces
Book of Worship (1974 Libro de adoración de las Fuerzas Armadas). 12 El
himnario incluía la balada de Sydney Cmter, "It ~Vas a Friday Morning" (Fue
un viernes por la mañana): 13 una narración de la experiencia de los dos
ladrones crucificados con Cristo. En su agonía y frustración el ladrón no
arrepentido se dirige hacia Jesús y maldice: "Maldito sea Jehovah ... Es Dios
al que debían crucificar en lugar de ti y de mí." El lector casual o adorador
juzgaba que el himno era una blasfemia. Como resultado, las protestas de los
capellanes militares y sus familiares hicieron que el canto fuera quitado de
las ediciones posteriores del libro. En realidad, el canto de Carter es una pre-
sentación poderosa y provocativa de los profundos misterios del Calvario. Es
un himno folklórico artístico con el cual un evangélico pensador tal vez ten-
dría poco problema teológico. Pero no era suficientemente común y sencillo
(aun con una explicación razonable) para ser aceptado por las fuerzas
armadas en sus cultos de adoración. No es música cristiana funcional, por lo
menos para la mayoría de las congregaciones, y no ha vuelto a aparecer en
otro himnario.
... Si es verdaderamente cierto que en lo profundo de los seres humanos hay un deseo
de idoneidad entre sus convicciones más profundas y su arte, entonces se puede pre-
decir que el joven músico entusiasta que acaba de terminar sus estudios y empieza a
trabajar con una congregación con la idea de reformar el gusto musical de ella pro-
bablemente fracasará. Si él es diplomático y personas clave lo apoyan, la música
misma puede cambiar. Pero a menos que la forma en que comprende su propia
religión cambie también, sus gustos se modificarán con menor rapidez que la rapidez
con que aumentan sus resentimientos .... La reforma artística tiene éxito solamente
cuando la reforma religiosa abre el camino.
76
.Lenguajes de [a música cristiana: Comunicación, confusión y conj[icto
Consideración de casos: estilos y un credo personal
78
Lenguajes de {a música cristiana: Comunicación, confusión y confficto
Finalmente, la música cristiana contemporánea popular tiene potenciali-
dad para servir a la iglesia. A través de la historia cristiana, la necesidad de
expresiones religiosas comunes para las masas ha estimulado el desarrollo de
las formas de música folklórica, especialmente en tiempos de renovación
espiritual. En la cultura moderna occidental la música popular es la única
"expresión común" aceptada ampliamente, y es evidente que figura mayor-
mente en el movimiento actual de "renovación en la comunicación". No
ohstante, las formas populares actuales dan retos extraordinarios por causa de
su tendencia hacia crear ídolos y su extrema transitoriedad, y los músicos en
las iglesias deben ser muy cuidadosos al seleccionarlas.
80
.Lenguajes de {a música cristiana: Comunicación, confusión y conjficto
basados en el estilo jaz_z., y la música religiosa contemporánea popular usa
estilos folklóricos, de rock, de rap y estilos contemporáneos cristianos, por
mencionar algunos. Al momento de cambiar significados, tiende a haber
confusión en la comunicación porque mucha gente no puede creer que esa
música "secular" pueda comunicar una verdad "sagrada". Después que ha
estado asociada con actividades de la iglesia durante un tiempo, lo "antiguo
secular" llega a ser lo "nuevo sagrado" y se restaura la comunicación -es
decir, hasta la siguiente ola de actividad renovadora. Este fenómeno particu-
lar de cambiar significados en el lenguaje musical se trata más detallada-
mente en la segunda sección de este libro.
Dos ejemplos recientes de confusión y conflicto en la iglesia local deben
estar frescos en la mente de muchos lectores. A mediados de la década de
1960, los evangélicos comenzaron a jugar con los estilos nuevos seculares
que llegaron a ser sagrados y que ya habían sido aceptados por los cristianos
en Gran Bretaña. Estos nuevos estilos folklóricos cristianos fueron recibidos
con una tempestad de protestas por parte de los líderes evangélicos, quienes
oyeron en ellos una marejada de secularismo que envolvería y debilitaría a la
iglesia. En menos de cinco años, la nueva música (o por lo menos alguna
fonna comercializada de ella) era lenguaje común en la adoración y era acla-
mada por muchos como un símbolo de renovación espiritual.
Un ejemplo más reciente siguió a la introducción de música de alabanza
y adoración por los grupos de renovación carism,ítica. Como las expresiones
musicales cortas (cm·itos y estribillos) históricamente han sido comunes en
los movimientos de renovación, muchos fuera del movimiento carismático
han seguido el ejemplo de estos desarrolladores de música sin preocuparse,
porque la nueva música de adoración estaba limitada a cantar solamente
nueva letra de alabanza. Muchos creyentes se han inquietado más porque los
nuevos coritos no dejaron campo para los himnos doctrinales tradicionales y
cantos evangelísticos. Este libro señala que el formato carismático tiene sus
raíces en su propia teología bien desarrollada de la adoración basada en una
interpretación singular de las Escrituras del Antiguo Testamento, con la
expectativa de que la experiencia del canto culmine en "canto del Espíritu"
(cantar en lenguas). 21
Es justo preguntar si los evangélicos que están en el movimiento caris-
mático no deberían desarrollar su propia exposición razonada y literatura de
canto basada en su propia comprensión de las Escrituras, la historia y la
teología de la adoración. Este es un caso en el cual el conflicto parece ser
saludable y puede dar por resultado la aclaración de la identidad teológica.
81
¡~gocUMsf La música cristiana en {a aáoración
Acerca de la gracia y el juicio
Entonces, ¿cuál debería ser la actitud del creyente acerca de los estilos de
música en la iglesia? Primero, los cristianos deberían mostrar gracia hacia
aquellos cuyos gustos y prácticas son diferentes de los de ellos. A menos que
uno no conozca una cultura en particular, es casi imposible evaluar si está o
no usando al máximo su mejor música funcional cdstiana, si está o no
agradando a Dios (como una ofrenda) o edificando a los seres humanos
(como comunicación y/o expresión).
Existe el peligro ... de suponer que el otro púhlico, el público que uno no conoce, es
más pasivo, más manipulado, más vulgar en gusto de lo que realmente es. Uno puede
fácilmente olvidar que las cosas que no impresionan a la persona sofisticada pueden
ahrir nuevas perspectivas para la no sofisticada. Además, la misma falta de impresión
puede estar basada en el prejuicio de las no sospechadas limitaciones de uno; por
ejemplo: por la posición socioeconómica de uno o sus propios intereses académicos
cstablecidos. 21
82
Lenguajes áe {a música cristiana: Comunicación, confusión y conjficto
Dudo que alguien anhele verdaderamente tal mezcla de materiales, pero es
preferible en lugar de dividir a la iglesia en grupos más pequeños según los
estilos de música, práctica que las iglesias pequeñas no pueden adoptar. Por
eso, ahora muchas iglesias presentan himnos tradicionales y cantos evan-
gelísticos o cm·itos de adoración en el canto congregacional, anthems de
alguna clase y arreglos de himnos o popuní para el coro y varios tipos de
música artística, evangelística, popular o cristiana contemporánea para solos
y conjuntos pequeños. De esta manera todos muestran gracia para todos los
demás, en un ministerio mutuo de tarea pastoral. Sin embargo, en la práctica
no debe haber pre' Herencia evidente para una minoría. Cada forma debe ser
manejada con cuidado apropiado y entusiasmo de pmte del director de músi-
ca, quien siempre debe llamar la atención al significado de la letra más bien
que a lo agradable de la música.
Al mismo tiempo, todos nuestros "sacrificios de alabanza" deben ser con-
siderados con juicio. Así como debemos evaluar constantemente si nuestra
ofrenda de nosotros mismos es completa o no, debemos juzgar si estamos o
no dando a Dios nuestros mejores sacrificios de alabanza. En toda mi defen-
sa de la validez de las experiencias y expresiones de cada cultura, puede pare-
cer que subestimo los pecados que acosan a los evangélicos no litúrgicos,
particularmente en el uso de las artes de adoración. Mientras mantenemos el
estímulo de "vivir en gracia", sólo mencionamos las ofensas más comunes,
las que creemos son parte de nuestra cultura evangélica de clase media. Otras
se incluyen en la lista de Johansson que aparece al principio de este capítu-
lo. Si los lectores identifican estos pecados como suyos, bien hacen en
reconocerlo.
(1) El pecado del orgullo. Al mismo tiempo que reconocemos la signifi-
cación de formas que confirman nuestra propia identidad, debemos re-
chazar la tentación de creer que todas nuestras prácticas de adoración
son más aceptables a Dios que las de otros cristianos. Además, al
esforzarnos por la excelencia como buenos mayordomos de talento y
maestría musical no debe conducirnos a la arrogancia o al orgullo.
(2) El pecado del hedonismo. Temo que, para muchos evangélicos, el sig-
nificado central en la música cristiana es el "placer''. Pocas de nuestras
iglesias usan himnos, anthems y música instrumental para su máximo
beneficio espiritual. Creo que este pecado puede estar especialmente
presente en ciertas prácticas que son una "invitación a la manipulación"
para evangélicos no carismáticos que, sin pensar, copian fórmulas caris-
máticas, simplemente porque "parece que dan resultado".
(3) El pecado del "espectadorismo ". Muchos evangélicos prefieren que les
83
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
canten en vez de cantar ellos mismos. Es cierto que escuchar música
incluye involucrarse y encontrar significado en la música; pero no tiene
que ser limitada, mientras haya una participación significativa en el
canto de la propia congregación.
(4) El pecado del sentimentalismo. Este está relacionado con el pecado del
hedonismo, y se muestra por nuestra predilección de himnos favoritos,
cantatas, anthems, solos o por un estilo favorito de música.
Indudablemente este pecado es estimulado por el comercialismo que
prevalece en nuestra cultura, incluyendo la publicada y grabada por
evangélicos. Por supuesto, un ejecutante y un compositor deben ser
compensados por su habilidad artística, y una compañía debe tener una
ganancia en los negocios; pero el resu1tado del flagrante comercialismo
en los últimos años es la creación de un "desfile pomposo" evangélico.
Tal narcisismo y conformidad ahoga la creatividad y no puede alcanzar
ninguna norma bíblica.
En una probabilidad más amplia y en un sentido más significativo, los
evangélicos son culpables de sentimentalismo en su tenaz apego a su tradi-
ción de reacción. Nuestros precursores primero se separaron de la Iglesia
Católica Romana durante la Reforma y más adelante dejaron las iglesias
litúrgicas protestantes establecidas para ser "libres". Muchos de los pre-
juicios que estimularon la violencia iconoclasta en aquellos primeros días (p.
ej., la destrucción del simbolismo artístico y el abandono de las formas de
adoración) están todavía con nosotros.
Habiendo dejado la esclavitud de una liturgia obligatoria, negamos la
validez de la adoración, fallando acercarnos a ella con seriedad de pen-
samiento. En lugar de ello, los cambios en las prácticas de adoración o mate-
riales ocurren en respuesta a avisos comerciales estimulantes a la competen-
cia de una iglesia que está creciendo más rápidamente que la nuestra. Es hora
de ejercer un liderazgo positivo (tanto en nuestras escuelas como en las con-
gregaciones locales), de manera que el orden del culto y las artes que loador-
nan puedan cumplir su más alto llamamiento como "servidoras de la
teología" y siervas de la iglesia.
Finalmente, los líderes de la iglesia deben mostrar tanto juicio como gra-
cia hacia los miembros de su congregación. El pastor y el director de músi-
ca deben juzgar si las expresiones tradicionales de música sirven a esa cul-
tura en particular y si son o no plenamente entendidas y vividas como expe-
riencias espirituales. Si parece que deben hacerse cambios, ya sea en la
literatura de adoración o en su presentación, ellos paciente y amorosamente
tratarán de dirigir a la congregación a realizar esos cambios.
84
.Lenguajes de {a música cristiana: Comunicación, confusión y conjficto
Sobre ser agentes de cambio
No debiéramos estar más impresionados con la congregación "x" que prefiere el arte
elevado, que por la congregaci6n "z" que prefiere un arte menos retinado, mientras
ambas estén anhelando lo inesperado. El gusto por sí mismo es inútil. De hecho, con
frecuencia es una de las formas de idolatría que nos vence. Sin embargo, si Dios
percibe a la fe obrando -fe que nos hace crcativamente descontentos y ansiosos de
vivir en las sorpresas de creación- él sonríe, cualquiera que sea el nivel de logro en
ese momento, porque Dios siempre espera que nosotros avancemos, como esperó que
Abraham avanzara.
Resun1cn
gg
4
La Música Cristiana:
.9Lutoridad y 2\fsponsa6ifidad
Los dos capítulos previos presentan algunos de los criterios que pueden
usarse para evaluar la música en las iglesias evangélicas. Ahora es apropiado
preguntar dónde se encuentra la autoridad y la responsabilidad para asegurar
que la música llegue a su máxima potencialidad en apoyar la adoración, la
proclamación, la educación, la tarea pastoral y la comunión fraternal.
La autoridad de la tradición
Un resumen histórico
96
La música cristiana: J1utoridad y responsabiCidad
publican materiales educativos y periódicamente realizan conferencias de
música cristiana. The Fellowship of United Methodist Musician...,· (El com-
pañerismo de músicos metodistas unidos) ha publicado The Music
Ministry (El ministerio de música) y se reúne anualmente. The Fellowship of
American Baptist Musicians, FABM (El compañerismo de músicos ameri-
canos bautistas, CMAB) se reúne para una conferencia todos los veranos y
publica un noticiario. Los presbiterianos dirigen una conferencia nacional de
música anualmente. The Ministr.v Unit on Theolog_v and Worship (La unidad
ministerial sobre teología y adoración) de la Iglesia Presbiteriana, EE.UU.
publica trimestralmente Reformed Liturgy and Music (Música reformada y
liturgia) y ésta ha sido designada por la Asociación de Músicos
Presbiterianos como su publicación oficial. M01·avian Music Journal
(Revista musical morava) es una publicación de lvloravian Music Foundation
(Fundación musical morava) que informa sobre sus estudios y publicaciones.
Es una señal del renacimiento de la música cristiana entre los católicos
romanos que apoyan una exitosa National Assoctation ofPastoral Musicians
(Asociación nacional de músicos pastorales), la cual publica Pastoral Music
(Música pastoral). Otras dos revistas de origen anterior a ésta siguen en cir-
culación: Music and Liturgy (La música y la liturgia) de la Sociedad de San
Gregario y Sacred Music (Música sagrada) una continuación de la tradición
de Santa Cecilia. Todas estas organizaciones brindan ayuda y dirección
importante a directores de música, tanto de tiempo completo como de tiem-
po parcial. En los Estados Unidos tales organizaciones, junto con los cur-
rículos para música cristiana y las conferencias ofrecidas periódicamente en
los seminarios y las universidades, han inspirado a más iglesias a contratar
un ministro de música profesional de tiempo completo.
El crecimiento y desarrollo más dramático en la música cristiana durante
este período ha sido entre los bautistas del sur. En 1941 su Church Music
Department (Departamento de música de la iglesia) fue organizado como
parte de la Baptist Sunday School Board (Junta de las escuelas dominicales
de la Convención Bautista del Sur). Dicho departamento regularmente
publica ocho revistas educativas: The Church Musician (El músico de la igle-
sia), The Children s Choir (El coro de niños), Handbells (Campanitas de
mano), The Music Leader (El director de música), Music Makers (Hacedores
de música), Young Musicians (Los niños músicos), The Senior Musician (El
músico mayor) y Pedalpoint (Nota de pedal). También se llevan a cabo
anualmente conferencias para líderes de musica cristiana en los centros de
conferencias de la denominación al igual que muchas otras conferencias
especializadas en su sede principal. Dicho departamento también ayuda en el
97
¡'R._~gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
desarrollo de la música para iglesias locales junto con cada director estatal de
música. Estas personas planean institutos adicionales, conferencias y festi-
vales de música para su estado, generalmente ayudando a las iglesias a con-
seguir liderazgo musical y a mejorar la contribución de cada músico. Hacen
mucho de su trabajo por medio de la asociación, los cuales son guiados por
directores de música locales.
En los seis seminarios de los bautistas del sur actualmente se gradúan
unos 500 estudiantes de música cada año, muchos de los cuales se preparan
para ser ministros de música en una iglesia! bautista local; los seminarios
también enseñan adoraci6n y música de la iglesia a futuros pastores bautis-
tas. Las universidades bautistas enseñan programas regulares y de posgrado.
De acuerdo con los datos de su Departamento de Música, actualmente 3.500
ele 33.000 iglesias de la Convención Bautista del Sur tienen un Ministro de
Música de tiempo completo. The Southern Baptist Church Music Conference
(La conferencia de música cristiana de los bautistas del sur) es convocada
cada año en conexión con su asamblea y publica Southern Baptist Church
Music Journal (Revista musical cristiana de los bautistas del sur).
100
La música cristiana: Ylutoridad y responsabi{idad
en el ensayo del coro, ocasionalmente aun en el culto de adoración o en
escribirlo en la hoja informativa semanal o en el boletín dominical. De nuevo,
como líderes de la adoración, se asegurarán que el culto que planearon ofrez-
ca la oportunidad de dar una respuesta total a la Palabra total.
Los profetas musicales con profundidad de pensamiento también recor-
darán que la música, como el hablar, es un lenguaje; debe ser entcndihle a los
que esperan participar de ella y responder a ella. Entenderán que las expre-
siones idiomáticas cambian de una generación a otra, y que así como necesi-
tamos nuevas versiones de las Escrituras y nuevas frases y modalidades en la
predicación, también necesitamos nuevos estilos de expresión musical. Si
son realistas, no seguirán demasiado tiempo con el mismo estilo, porque el
estilo que admiramos hoy posiblemente mañana lo ridiculizaremos y al
siguiente día volveremos a implementarlo. Finalmente, si sienten que las
letras de los himnos comunes a su grupo no presentan la Palabra total, o que
su música no añade significado a las palabras, como profetas retarán a su
congregación para que encuentre alternativas.
Un evangelista es un profeta con un mensaje específico: de nuestro peca-
do y nuestro alejamiento de Dios y del amor de Dios y su gracia por medio
de la cual provee salvación. Algunos músicos han sentido la obligación de
dedicar sus talentos exclusivamente a los estilos tradicionales o a los con-
temporáneos de testificar y evangelizar; el ministerio de tales se trata en otra
sección de este tomo. El ministro de música de hoy en la iglesia local tam-
bién debe verse a sí mismo como evangelista. Debe estar listo para hablar con
una persona dando un testimonio evangclfstico, sencillo y personal. Además,
el solo o el himno de invitación programado para el culto de adoración puede
ser el instrumento del Espíritu Santo para lograr una respuesta positiva: una
decisión que conduzca al discipulado cristiano.
El programa de coros por edades también contribuye al evangelismo y al
crecimiento de la iglesia. Los niños disfrutan de las actividades musicales,
aprenden a cantar las verdades de Dios y con frecuencia los vemos aceptar a
Jesucristo como su Salvador fácil y naturamente. La aceptación de parte de
los adultos escépticos de los estilos musicales juveniles se debe sin duda, en
gran parte, a la convicción de que esta música sirve para atraer a los jóvenes
a la iglesia. El ministro de música que es fiel insistirá que al presentar esta
música no se pierda el mensaje más profundo del evangelio que la letra con-
tiene (y que ¡este no es el único estilo ele música que se usa!), y que cada can-
tante e instrumentista (al igual que cada miembro de la congregación) se
encuentra cara a cara con las afirmaciones de Cristo.
En el sentido evangélico todos los creyentes somos sacerdotes, porque
101
i'R..?gocijaos! La música cristiana en (a aáoración
hablamos por nosotros mismos, directamente con Dios y también porque
oramos por otros. Similarmente, cada cristiano en un sentido es pastor
-como un pastor de ovejas- que vela por las necesidades ajenas. Los
ministros de música tienen una obligación especial de mostrar amor e interés
por los miembros de su~ grupos musicales, dándoles consejos cuando sea
necesario, visitándolos en sus hogares o en los hospitales y apoyándoles en
tiempos de celebración al igual que en sus tiempos de crisis y tristeza. Porque
en un sentido más amplio la música es "el idioma de las emociones", los
músicos ministran a las necesidades emocionales y espirituales de la congre-
gación entera por medio de himnos, 'anthems, solos y partituras de conjunto
y música instrumental. La música ayuda a sanar el espíritu humano; los músi-
cos de la iglesia pueden aprender algo acerca de este ministerio por medio de
la ciencia de la terapia musical, donde se usa su arte para trabajar con per-
sonas de todas las edades que tienen limitaciones físicas o emocionales al
igual que con personas comparativamente sanas.
Ya hemos mencionado que un rol principal para el ministro de música de
hoy es el de maestro. Está involucrado en educación cristiana al igual que en
la pedagogía ele la música. Recibe la misma satisfacción que los instructores
de música de la escuela pública o de la universidad cuando desarrollan los
dones y gustos musicales de sus alumnos. Pero él o ella también afecta las
vidas de una manera más significativa cuando enseña la adoración y ejem-
plifica el servicio cristiano. Al escoger la música con letra con base ver-
daderamente bíblica, enseña teología, interpretación de la Biblia y discipula-
do. También demuestra la obligación cristiana de vivir y adorar creativa-
mente y quizá más importante aún, enseña la mayordomía de la vida y espe-
cialmente de los talentos. Dios tiene prioridad en cuanto a los dones musi-
cales de los cristianos, y espera que los desmTollemos a la máxima capacidad
y que los usemos para su gloria. Esta lección debe enseñarse en el hogar, y
con más razón en la iglesia, la familia de Dios.
Finalmente, nos permitimos reconsiderar la exégesis de Efesios 4:11, 12.
¡Hay muchos hoy en día quienes sirven como músicos en otros países y de
ellos puede decirse que "siguen en los pasos" de los apóstoles, los primeros
misioneros! Estos misioneros de música al finalizar el siglo XX cumplen con
su llamado en todas las maneras mencionadas en este capítulo. Además, ayu-
dan a las iglesias que se van organizando alrededor del mundo a desarrollar
expresiones musicales para la adoración autóctona.*
102
La música cristiana: .!llutoriáad y responsa6ifiáad
El cambio de título del puesto
103
¡1\g.gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
¿De tiempo completo o de tiempo parcial?
Sin duda, hay algunos músicos en las iglesias que no están convencidos
que su ministerio debe ir más allá de la producción de música para satisfacer
las necesidades de la iglesia. Sin embargo, el pensamiento evangélico es que
cada cristiano es un ministro: un profeta (testigo), un sacerdote (intercesor) y
un pastor (siervo) para todas las personas en la iglesia. Muchas iglesias han
añadido últimamente una nueva línea al membrete de la iglesia al igual que
al rótulo afuera del templo que dice: ''Ministros: Toda la Congregación".
Además, se espera del ministro de música que cumpla con este papel mejor
que el miembro promedio de la iglesia, especialmente en relación con los
cantantes y los instrumentistas con quienes trabaja. La cantidad de tiempo
que dedica a cada actividad y los ministerios específicos que pueda enfatizar,
debe ser determinado junto con el pastor y los oficiales correspondientes.
Idealmente, este acuerdo estará basado en los dones e intereses de cada
ministro de música en particular.
105
¡'1\f-gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
En algunas instancias, el puesto de ministro de música en la iglesia es
reconocido como un ministerio doble, en el que el músico tiene obligaciones
administrativas en una segunda área. Frecuentemente este arreglo está indi-
cado en el título del puesto: ministro de música y educación, ministro de
música y juventud, pastor asociado y ministro de música (si tiene
responsabilidad principal de visitar, aconsejar o predicar), ministro de músi-
ca y evangeJismo o aun ministro de música y administración.
Algunos músicos prefieren tener obligaciones dobles y cumplen dichas
tareas bien en una iglesia de tamapo pequeño o mediano. Sin embargo, en
una iglesia grande es difícil hacer los dos trabajos bien. El tiempo que uno
pasa desarrollando la educación cristiana (o cualquier otro ministerio) no
puede usarse en desaiTo11ar la música y viceversa. Además, un músico tiene
presiones singulares por la necesidad de mantener sus habilidades de inter-
pretaci6n y presentación y de mantenerse al tanto de las novedades de la
literatura y las técnicas de la música cristiana.
106
La música cristiana: !4utoricfaá y responsaEificfad
metas y los desafíos del ministro de música con quien trabajará. En momen-
tos de tensiones estéticas entre el director de música y la congregación, el
pastor puede ponerse del lado de los miembros criticones. El futuro ministro
de música debe hablar de su filosofía y sus metas con el pastor y/o los ofi-
ciales correspondientes a quienes es responsable. Algunas congregaciones
ven la música de la iglesia como una presentación con tendencia a un espec-
táculo, mientras que otros quieren adoración plena, música seria y un buen
ministerio de educación musical para todas las edades. En la actualidad,
algunos pastores insisten en tener adoración al estilo contemporáneo para
atraer a un grupo de cierta edad, mientras que los otros sienten que los cul-
tos deben ser tradicionales y a la vez creativos para que la iglesia pueda estar
unida en la adoración.
Así como hay diferentes culturas entre cristianos mundialmente, también
hay muchas subculturas entre los evangélicos en las iglesias de cualquier
país. Algunas congregaciones (y pastores) no se oponen tanto como otras a
un método serio y bien pensado de la adoración y su música. Lo mejor es que
el ministro de música acepte el llamado a una iglesia en la que se sienta más
cómodo: en la que sus propias preferencias de adoración y música son acep-
tadas por la mayoría de la congregación. En dicha iglesia, podría servir como
agente de conservación de sus importantes expresiones tradicionales de ado-
ración y también como agente de cambio cuando se
necesiten nuevos estilos
y materiales.
Relaciones administrativas
La cuestión de ordenación
110
La música cristiana: !4.utoricfac[ y responsabiCidad-
pastor es un sacerdote que administra los sacramentos.' Los grupos evangéli-
cos -mientras conservan la convicción que todo creyente es sacerdote y
ministro- siguen el ejemplo neotestamentario de "imponer manos" a las
personas quienes se dedican a la profesión de ministro, tiempo completo o
tiempo parciaL Este acto, significando que "se dedica a la persona" para un
propósito específico es un reconocimiento de parte de la iglesia o la denomi-
nación de que esta persona es '"llamada por Dios" para hacer el trabajo del
ministerio. Se reconoce que en los tiempos del Nuevo Testamento el "minis-
terio" y la ordenación estaban limitados a los evangelistas, maestros y pas-
tores (Efesios 4:11, 12) y a los diáconos que "servían las mesas·• (Hechos
6: 1-6). En nuestra época, mientras aumenta la especialización del ministerio,
muchos sienten que la ordenación no debe ser tan limitada. Al mismo tiem-
po, algunos quieren definir claramente la ordenación. separar a una persona
para "el ministerio del evangelio" y otra para el ministerio de la música o el
ministerio de educación cristiana.
Este asunto también nos lleva a enfocarnos en la pregunta, ¿puede o no
una mujer servir como ministra de música y puede ser ordenada?
Tradicionalmente ha habido considerable resistencia a ambas posibilidades
entre algunos grupos, probablemente por una sola razón -se objeta, por
razones personales o bíblicas/teológicas, a que haya una ministra mujer. Es
interesante notar que algunos pastores no tienei1 problemas en trabajar con
una mujer quien sirve medio tiempo y se le llama "'directora de música",
¡pero no la considerará para un puesto de tiempo completo con el título de
"ministra de música"!
Sin delinear mis propias razones bíblicas y teológicas. debo declarar
afinidad con los que creen que una persona puede ser activa en el ministerio
de la iglesia, ser llamada por Dios y ser dedicada a ese ministerio, sea hom-
bre o mujer. Además, si la persona es un músico que siente plenamente la
importancia espiritual del llamado y se siente desafiado por tal ministerio,
creo que él o ella pudiera ser llamado "ministro de música" y ser ordenado.
112
La música cristiana: Ylutoridad y responsabiCidad
en los Estados Unidos y Canadá), American Guild of Organists
(Organización de organistas), Choristers Guild (Organización de coristas) y
otras sociedades y organizaciones de música de la iglesia.
(3) Publicaciones, algunas de las cuales son impresas por las organiza-
ciones antes mencionadas.
(4) Libros nuevos publicados en todas las áreas de estudio mencionadas
aquí.
Resumen
De acuerdo con lo que cuentan los libros y diarios actuales, las iglesias
evangélicas están disflutando de un nivel de bastante de éxito, tanto en asis-
tencia como en entradas financieras. Durante los últimos quince años,
muchas iglesias en los Estados Unidos han podido contratar a un ministro de
música de tiempo completo. En años pasados, especialmente durante la déca-
da de 1970, parecía que muchos músicos cristianos jóvenes se interesaban
más en la posibilidad de una carrera en el mundo del espectáculo cristiano,
como artista que viaja o en la creciente "iglesia electrónica" cuyos miembros
se congregan individualmente en frente de sus televisores. Nos atrevemos a
sugerir que los que han optado por servir en la iglesia local han encontrado
más seguridad de empleo (en parte porque el mundo del espectáculo tiene
muchos riesgos) y más satisfacción personal -porque han invertido su tiem-
po y sus dones en el desarrollo de las vidas y los talentos de otros.
Las iglesias que piensan 1lamar a un ministro de música de tiempo com-
pleto deben darles a esas personas apoyo entusiasta y pleno. Necesitan
seguridad económica para sí mismos y sus familias por medio de una vida
entera de servicio. También necesitan seguridad emocional en una relación
de iguales, mutuamente abierta con los otros ministros en la misma iglesia.
Más que todo, necesitan seguridad profesional con un entendimiento mutuo
de los tipos de ministerio que se espera que dirijan. Es mi convicción que la
iglesia es mejor servida por un ministerio de música que
( 1) anima la participación óptima de toda la congregación,
(2) enfatiza el ministerio a los cantantes e instrumentistas tan plenamente
como los resultados de sus presentaciones,
(3) depende de un método plenamente creativo para adorar tradicional-
mente en vez de un énfasis indebido en las novedades y
(4) le da prioridad al significado principal y funcional más que a su valor
de proveer entretenimiento y satisfacción nostálgica y emocional para la con-
gregación.
113
¡!R.f-gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
Los músicos jóvenes tienden a buscar un ministerio dentro de su propio
grupo o denominación. Probablemente vacilarán en considerar una oportu-
nidad en una iglesia local a menos que haya varias iglesias relacionadas a las
que podrían ser llamados durante su vida. Aunque las iglesias evangélicas
sean "libres" en su estilo de adoración, tienden a seguir el liderazgo o el
ejemplo impuesto por otras en su denominación. Consecuentemente, las
posibilidades para más crecimiento y eficacia en el área de música cristiana
están donde se tiene el apoyo pleno del grupo patrocinador. Tal apoyo está
centrado idealmente en el departamento o comisión de música que planea
actividades y publicaciones regulares, y asiste en ubicar a los músicos.
Si las iglesias evangélicas continúan creciendo, podremos anticipar el día
cuando más seminarios provean preparación en la adoración y las attes rela-
cionadas para todos los pastores. Este hecho garantizaría el más alto nivel de
seguridad y reciprocidad para los músicos de la iglesia del mañana.
114
5
La 9\{fltura{eza de {a
.9ldoración Cristiana en
~{ación con {a
~zyresión M usica{
En los primeros cuatro capítulos de este libro hemos tratado ciertos pdn~
cipios que tienen que ver con la importancia de la música en la cultura y en
las actividades funcionales de la iglesia cristiana. Ahora pensaremos en la
adoración, la actividad más importante de la iglesia, que abarca la hora cen-
tral en la semana cristiana. Consideraremos su naturaleza en relación con sus
expresiones musicales.
Es probable que los actos de adoración cristiana no sean de gran impor-
tancia para muchas personas en la actualidad. Esto se ve demostrado por la
cantidad decreciente de miembros en la lista de las iglesias de denomina-
ciones establecidas y por el hecho de que la mayoría de la gente no participa
de los cultos semana a semana. También lo revela la crítica a las prácticas de
adoración que frecuentemente tenemos que enfrentar. Un teólogo metodista,
en un libro que propone una revisión radical del culto tradicional, relata lo
siguiente: 1
Un circo desfilaba alegremente por las calles de Milán, en Italia. De pronto, uno de
Jos elefantes se salió de la fila y marchó hacia una iglesia católica, entrando en ella.
(¡En ~1ilán, las puertas de las iglesias católicas son grandes, y en el verano, con
frecuencia permanecen abiertas de par en par!) Caminó por el pasillo central hacia
el frente, trompeteó un poco, echó para atrás su trompa y se volvió al desfile.
116
La naturafeza áe {a aáoración cristiana en re{ación con {a ezyresión musical
de la adoración, con tanta experimentación y "creatividad", conviene volver
a examinar las bases bíblicas y teológicas (tanto como las históricas,
antropológicas y sociológicas) de nuestra adoración. Si así lo hacemos, nos
será más fácil decidir cuáles formas y lenguajes se deben cambiar y cuáles
mantener. Y es más; ambos métodos, cJ tradicional y el nuevo, carecen de
sentido a menos que reciban el hálito del Espíritu vivificante2 de Dios.
La Naturaleza de la Adoración
Expresiones bíblicas
117
¡1\ggocijaos! {a música cristiana en {a adoración
Hace poco. en una conferencia tuve la oportunidad de conversar con el
destacado músico Ken Medema. Describió la adoración como "contar el
relato de los hechos portentosos de Dios en favor de su pueblo, con cada
creyente encontrando su lugar en ese relato''. En realidad, es lo mismo, dicho
en otras palabras, que definió otro escritor calvinista4 , Jean-Jacques von
Allmen: que la adoración cristiana es una "recapitulación de lo que Dios ya
ha hecho (culp1inando en nuestra salvación por medio de Cristo por obra del
Espíritu Santo) y la expectativa de lo que aún ha de ser." 5
Otra definición dada por el teólogo metodista contemporáneo James F.
White enfatiza la importancia d~l propósito humano en la adoración:
"Llamados desde el mundo, nos reunimos, deliberadamente buscando acer-
carnos a la realidad en su nivel más profundo por medio de un encuentro con
Dios en y a través de Jesucristo y por medio de responder a esta percepción.'~ 6
Un canto de adoración de reciente composición 7 expresa una sencilla
pero profunda definición en términos de actos de adoración:
Padre (Jesús, Espíritu), te adoro;
Doy a ti mi vida;
¡Cuánto te amo! (Terrye CoelhoJ
© Copyright 1972 ¡Maranatha! Música. Usado con permiso.
118
.La naturafeza de {a adoración cristiana en refación con {a C7(presión musica{
La necesidad humana universal y la respuesta cristiana
1>ios, incluyendo todo buen arte, toda ciencia benéfica y todo pasatiempo sano.
1,ara el cristiano, cada quehacer de la vida debe ser de adoración, con un amor
qliL' responde al amor de Dios.
1~n este capítulo nos ocupamos principalmente de la expresión de adoración
119
¡fJ\.f,gocijaos! {a música cristiana en {a adoración
que ocurre cuando los miembros del "cuerpo de Cristo" se reúnen teniendo
en común esa finalidad: el servicio de adoración. Esa frase en sí ya indica
que la distinción entre rito y servicio cristiano es artificial. Al igual que la
palabra bíblica latreuo y la alemana Gottesdienst, expresan que lo que hace-
mos y decimos en la iglesia es servicio, igual como lo que hacemos para Dios
aparte del culto (trabajar, recrearnos o dar a los pobres) es adoración. 12 Sí,
adoración e~ servicio a Dios y servicio cristiano es adoración a Dios.
Se ha dicho que nos reunimos el domingo por la mañana (o en otras oca-
siones) para darle una hora al Señor, como un acto simbólico de que toda la
vida es de Dios, reunirnos es el ac_to humano que siempre debe significar una
dedicación total a él. Pero, en términos de los actos de Dios, el culto de ado-
ración es mucho más. Es el microcosmos de toda la historia de salvación, de
los siglos de la autorrevelación de Dios y la invitación al ser humano a
responder a ella.
En e] año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y su-
blime; y e] borde de sus vestiduras llenaba el templo. Por encima de él había serafines.
Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con
dos volaban. El uno proclamaba al otro diciendo:
120
.La naturaleza efe {a aáoración cristiana en reCación con {a e?(presión musica{
-¡Santo, santo, santo es Jehovah de los Ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su glo-
ria!
Los umhrales de las puertas se estremecieron con la voz del que proclamaha, y el tem-
plo se llenó de humo. Entonces dije:
-¡Ay de mí, pues soy muerto! Porque siendo un hombre de labios impuros y hahi-
tando en medio de un pueblo de labios impuros, mis ojos han visto al Rey, a Jehovah
de los Ejércitos.
Entonces voló hacia mí uno de los serafines trayendo en su mano, con unas tenazas,
un carbón encendido tomado del altar. Y tocó con él mi boca, diciendo:
-He aquí que esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido quitada, y tu pecado ha
sido perdonado.
Entonces escuché la voz del Señor, que decía:
-¿A quién enviaré?¿ Y quién irá por nosotros? Y yo respondí:
Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Vé y di a este pueblo: ...
Yo dije:
-¿Hasta cuándo, Señor? ... (lsaías 6: 1-8, 9a, 11 a)
Digno eres tú, oh Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder; porque
tú has creado todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron creadas
(Apocalipsis 4: JI).
¡Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos! Porque tú fuiste inmolado y con tu
sangre has redimido para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. Tú los has
constituido en un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra
(Apocalipsis 5: 9, 10).
122
.La natura{eza de {a adoración cristiana en re{ación con fa e;rpresión musica{
Cristo, la Palabra Viviente, de quien la Palabra escrita testifica, y aún
entonces, Viviente en la medida que hayamos personalmente experimentado
a Cristo a través del Espíritu Santo. Como dice Pablo Hoon: "Es justamente
el relato de y el compromiso con una historia específica en conexión con un
judío específico, en una tiena específica, en un momento específico, que es
la base de la adoración cristiana." 15
Por lo tanto pareciera que los evangélicos adoramos auténticamente cuan-
do enfatizamos la obra redentora de Dios a través de Cristo. Sin embargo,
hemos de notar que, en cierta adoración evangelística, demasiada expresión
de redención (especial mente en el canto) se ha centrado en el ser humano en
lugar de centrmse en Dios. Con frecuencia expresa nuestra experiencia personal
con Dios por medio de la salvación, sin manifestar adecuadamente al Dios
que podemos conocer, o aun la base bíblica de la obra de salvación de Dios
en Cristo. La adoración no es una obsesión egoísta de nuestros pecados,
nuestras experiencias con la gracia de Dios o aun nuestro anhelo de santidad.
La adoración es "preocupación" con Dios cuyos atributos son validados en
sus actos: en perdonar, limpiar, regenerar, transfonnar y reconciliar.
123
¡'R._(}gocijaos! {a música cristiana en [a aáoración
puede proveer el inicio de ciertos aspectos de la conversación: también debe
ayudarnos a anticipar lo que Dios puede comunicarnos en el futuro, y recor-
damos de lo que nuestra respuesta continua debiera ser.
Adoración es también dar a Dios; el culto de adoraci6n es un ensayo con
miras a una vida entera de dar a Dios los "sacrificios" que pide: amarle y ado-
rarle con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas, y amar a nuestro próji-
mo como a nosotros mismos (Marcos 12:30, 31; Hebreos 13:15, 16).
Por ú1timo, adoración es llegar a ser más parecidos a Dios (como se
revelara en Jesucristo) en nuestro ser integral: cuerpo, sentimientos, mente y
voluntad. En el culto de adoración dominical ensayamos cómo involucrar a
la persona integral: cuerpo, sentimientos, intelecto y voluntad, a fin de que
nuestro cuerpo realmente sea templo de Dios, que nuestro espíritu sea con-
movido por su Espíritu, que nuestra mente sea como la mente de Cristo y que
nuestra voluntad sea una con la de Dios.
Dios -Soy el que soy: todo santo, omnipotente, sin embargo, misterioso.
Isaías -¡Ay de mí, pues soy muerto!. .. ¡un hombre de labios impuros!
Dios -(por acciones) Soy también perfecto amor. ¡Estás perdonado! ¡Sé limpio! Sé
reconciliado.
Dios -Necesito que hagas mi obra en el mundo.
/.mías -Heme aquí, envíame a mí.
Dios -Vé y di a este pueblo ... (Después que las cosas se pongan difíciles ... )
Isaías -¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?
Dios -Hasta que las ciudades queden desoladas y en ruinas ... (mientras vivas o hasta
el fin de las edades).
Veremos en el capítulo 12 que este pasaje no s6lo sugiere todas las expe-
riencias básicas de la adoración, sino que también las pone en un orden 16gi-
co para la adoración congregacional. El relato da cuenta de las respuestas
consecutivas de Isaías de confesión, de consagración de su persona y de peti-
ción. Esas son únicamente algunas de las expresiones humanas de adoración,
muchas de las cuales se expresan en la música. Pero el diálogo no es siem-
pre audible, ¡y ciettamente no siempre cognoscitivo! Dios puede revelarse en
el espacio y mobiliarios familiares y simbólicos del salón de adoración, en el
124
La natura{eza de {a aáoración cristiana en re{ación con {a e?(presión musica{
saludo de un amigo o en la música del órgano en el preludio, ofertorio o "el
cantar coros". Y podemos responder en una silenciosa, personal confesión de
una necesidad o una expresión de adoración amorosa. Dios nos habla a través
de la lectura bíblica, del sermón y de los himnos que cantamos. También
respondemos por medio de himnos y de otras palabras que nos han sido asig-
nadas, en alabanza, gratitud, confesión, dedicación, petición e intercesión.
126
La natura[eza de [a adoración cristiana en re[ación con [a ezyresión musica[
Es únicamente por. .. referencia a las cosas que se ven, que podemos dar forma
concreta a nuestra intuición acerca de lo que no se ve .
... Aunque ciet1amente es verdad que la fe suple los defectos de los sentidos, no es
menos cierto que los sentidos han de suplir las limitaciones de la fe, enfocando den-
tro de nuestro campo de visión los objetos lejanos que discierne.
129
¡fJ<!,.gocijaos! (a música cristiana en {a adoración
conseguir tantos músicos competentes. Y en la iglesia no tradicional de hoy,
sin duda hay muchos que dirían que ¡lo mismo se aplica a una banda con
sintetizadores, guitarras y tambores amplificados!
Un buen canto coral puede también cumplir la misma función. Durante
unos minutos en el culto, cantantes capacitados guían en una calidad de ado-
ración que no es posible lograr con un sencillo canto congregacional. Pero
los oyentes deben evitar las tentaciones de idolatría, no deben escuchar al
coro "trascendente" por meramente escuchar buena música, ni recibir una
experiencia trascendente meramente por placer. Pero, si la actitud es correc-
ta, con la letra y la música se puede dar rienda suelta a la imaginación. Así
ambas revelan algo del Dios que rÍos afecta profunda, espiritual y mística-
mente. El salmista anima a los creyentes a "Cantad a la gloria de su nombre;
dadle la gloria en la alabanza" (Salmo 66:2). Cuando así lo hacemos, es muy
posible que ayudemos a que la presencia de Dios sea real.
Al considerar la adoración como conversación, hemos de asegurarnos
que la congregación comprenda una expresión particular como procediendo
"de Dios". El estilo musical que "comunica a Dios" en cierta cultura puede
que no lo haga en otra. Aun el estilo de la letra que un grupo comprende (por
ejemplo una iglesia de estudiantes mayormente) y considera que contiene "la
palabra de Dios", no se entenderá así universalmente. 23 Cada congregación ha
de encontrar los mejores lenguajes que letra y música expresan para ella.
Si una congregación es madura en su comprensión de Dios o en su
entendimiento de los lenguajes (musical y/o textual), sus expresiones de
adoración deben mostrarlo. Cuando, con el correr del tiempo, hay cambios
básicos en los significados de los lenguajes, la adoración debe reflejar esos
cambios, para poder seguir siendo vital, no sentimental ni romántica. Esto
último se ha visto ilustrado últimamente en el uso de nuevas traducciones de
la Biblia, nuevas maneras de dirigirnos a Dios en oración (con más
familiaridad, confianza, ele.) y nuevos estilos (tanto en la letra como en la
música) en la himnodia contemporánea.
Por último, la adoración eficaz a Dios trata de presentar toda la Palabra
de Dios a la congregación en lenguajes que se pueden comprender. El
problema con el "culto evangelístico" sostenido por una dieta exclusiva de
cantos evangelísticos, preferido en Norteamérica durante más de 100 años, es
que comunica sólo el evangelio de "pecado, gracia y salvación inicial". No
nos extrañe, entonces, que los líderes de los grupos tradicionales y litúrgicos
hayan criticado a los evangélicos porque "parecen tener escaso sentido de la
santidad de Dios". El diálogo de la adoración debe ser completo: debe dar un
panorama completo de la autorrevelación de Dios y proveer la oportunidad
de generar una respuesta completa por parte del ser humano tanto er
130
La natura[eza áe [a aáoración cristiana en re[aci(m con fa ezyresión musica[
símbolos cognoscitivos (palabras) como en formas creativas (música y otras
artes). Además, cuando se unen letra y música debe ser evidente, lo que
\Volterstorff llama la calidad de apropiado; por ejemplo, dentro de cierto
lenguaje tonal, la música con palabras de confesión será distinta de la que
acompaña a una alegre letra de alabanza.
131
¡:Rggocijaos! {a música cristiana en {a aáoración
(1) Contendrá una teología integral, la verdad acerca de Dios, de los
hechos de Dios y de las promesas de Dios.
(2) Dará oportunidad para que haya una respuesta humana total en ado-
ración, gratitud, confesión y consagración, petición y expectación.
(3) Usará lenguaje humano al día (no arcaico) y a la vez reverente, ya que
Dios participa como un socio en la conversación. Para satisfacer las necesi-
dades de una expresión corporativa, tal lenguaje ha de ser también lo sufi-
cientemente poético como para estimular la imaginación y a la vez ser enten-
dido por la mayoría.
Todos los líderes de adoración deben mantener una tensión constante,
creativa entre la necesidad de establecer un orden de culto y la necesidad de
tener la libertad de agregar (o sustituir) acciones y palabras que son espon-
táneas en respuesta a la obra del Espíritu de Dios.
Calidad y aceptación
134
La natura{eza áe {a adoración cristiana en re{ación con {a ezyresión musica{
Sacrificio de alabanza
Así que, por medio de él [Jesucristo J, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de ala-
banza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. No os olvidéis de hacer el
bien y de compartir lo que tenéis, porque tales sacrificios agradan a Dios (llebreos
13:15, 16).
:\rauna miró y vio al rey y a sus servidores que venían hacia él. Arauna salió y se
(HI'>Ir6 ante el rey con el roslro en tierra. Y Arauna pregunt6:
¡,Por qué viene mi señor el rey a su siervo?
1lavid respondió:
Para comprarte la era y edificar un altar a Jehovah ...
Arauna respondi6 a David:
'1\ímcla y ofrezca mi señor el rey lo que le parezca bien. Mira los bueyes para el
135
¡!1\ggocijaos! {a música cristiana en {a adoración
holocausto, y los trillos y yugos de los bueyes para leña. Todo, oh rey, se lo da Aratma
al rey. -Dijo además Arauna al rey-: ¡Que Jehovah tu Dios te acepte!
Pero el rey respondió a Arauna:
-No, sino que por su precio te lo compraré, porque no ofreceré a Jehovah mi Dios
holocaustos que no me cuesten nada.
Sacrificio y sacramento
Por supuesto, el adorador auténtico recibe "bendición", aunque ello no
debe ser el primer objetivo de este "servicio a Dios". Cada revelación adi-
cional de Dios y cada oportunidad de responder a Dios es un beneficio para
el creyente y, como tal, podríamos llamarlo "sacramental" (a manera de
recibir gracia interior, espiritual). La iglesia católica usa esa palabra en un
sentido más específico cuando se refiere a los sacramentos considerados
esenciales para la salvación: el bautismo y la cena del Señor. Algunos grupos
evangélicos niegan que estos actos impartan cualquier gracia necesaria y los
llaman "ordenanzas" (actos ordenados por Cristo). De cualquier manera,
todos los creyentes debemos entender que todos los actos de adoración
pueden llegar a ser "comida y bebida espiritual" por medio de la fe.
En esas últimas frases, algunos podrían pensar que Amós hablaba como
un crítico de la música, y que estaba condenanao el prototipo antiguo de una
actividad musical que constituía una adoración dudosa, como la ensordece-
dora actuación de un conjunto de "roe k evangélico". Es más probable que
Amós estuviera expresando la crítica de Dios al canto tradicional, bien
ensayado, de los sacerdotes levitas, cada uno un profesional talentoso,
capacitado y formalmente consagrado. Culturalmente hablando, esa música
era la mejor que podía producir la adoración hebrea, y era presentada tanto
con solemnidad como con emoción y perfección técnica. La condenación de
Amós expresada en imperativos espirituales no atañe a lo estético ni litúrgi-
co. Las voces cantaban, sin duda gloriosamente, pero el corazón de los can-
tantes y de la congregación que escuchaba estaba mudo y frío. Lo sabemos
por la próxima frase del desafío del profeta.
Resumen
141
¡1\f.gocijaos! {a música cristiana en {a aáoración
judía y cristiana. Pero primero, aquí va una breve reseña de los elementos
importantes en este capítulo.
La adoración cristiana se basa en las necesidades permanentes de la
humanidad mortal y las excelencias inagotables del Dios eterno, demostradas
en su amor que nunca falla: los actos de su gracia a favor de toda la creación.
Adoración es la expresión de la relación de Dios con creyentes redimidos,
una comunicación continua de la autorrevelación de Dios y la respuesta
humana. Adoración es la actividad normativa de la vida cristiana y se expre-
sa en ( 1) conversar con Dios, (2) dar a Dios y (3) llegar a ser más como "el
Dios-hombre", Jesucristo. ,
El culto de adoración es un ensayo para la vida. Bosqueja el diálogo que
se verifica constantemente entre Dios y los creyentes, expresando la Palabra
de autorrevelación divina y sugiriendo la respuesta que Dios desea escuchar:
la adoración, confesión, gratitud, dedicación y petición del cristiano. La ado-
ración ofrece también a los creyentes una oportunidad de darse a sí mismos
a Dios en todos los aspectos de la vida. Como muestra de ello, en el culto de
adoración le damos a Dios atención, alabanza y adoración, ofrendas mone-
tarias y de expresión artística y servicio en el ministerio. Por último, ado-
ración es llegar a ser más parecidos a Dios en nuestro ser total: cuerpo, emo-
ciones, mente y voluntad. En el culto de adoración, se alienta a los cristianos
a usar la totalidad de su persona, como muestra de que sus cuerpos son tem-
plos ele Dios, que anhelan que sus emociones sean conmovidas por el
Espíritu de Dios, que desean tener la "mente de Cristo" y que esperan que sus
voluntades sean una con la voluntad de Dios.
La adoración auténtica es, entonces, todo lo que significa ser cristiano, y
el culto de adoración es importante por lo que representa en el microcosmos
de la vida siempre adoradora. Como dijó el arzobispo William Tcmple: 34
142
Segunda Parte
J{istoria de [a Música en [a
.9Ldoración Cristiana
6
La 9vfúsica y {a YLdoración
en rr'iempos 'Bí6Cicos
Para el cristiano, la Biblia es el más importante de los libros porque es la
infalible Palabra de Dios, siempre digna de confianza, un recuento de los
hechos de Dios en la historia humana y nuestra "regla de fe y práctica". Hemos
de creer que si Dios quiso decirle algo a la iglesia sobre la adoración y su músi-
ca, ello se encuentra en la Biblia. Para los cristianos, pueblo del "nuevo pacto",
sería de esperar que el Nuevo Testamento fuera más inme-diatamente rele-
vante que el Antiguo en sus declaraciones sobre la teología y práctica de la
adoración. Sin embargo, mucho hay sobre la adoración que no se entendería si
no tuviéramos los anales del trato de Dios con los seres humanos antes de la
época de Cristo. Puede decirse que el Nuevo Testamento "cumple" el Antiguo,
y son fuertes los hilos que amarran a los actos del culto judío tanto con la igle-
sia primitiva como con la práctica evangélica moderna. 1 Tanto judíos como
cristianos veneran a un Dios trascendente y honran a las Escrituras. En ambas
tradiciones el enfoque central lo constituyen los hechos poderosos y bonda-
dosos de Dios para salvación de la humanidad. Por ésta y otras razones, la
adoración judía en la sinagoga y los cultos cristianos modernos son simi-
lares en su contenido y en su espíritu.
A lo largo de más de 3.000 años de historia hebrea y cristiana, la música ha
sido asociada con la adoración, y la Biblia contiene mucho de nuestra primera
herencia del canto de adoración. En las más antiguas vivencias del Antiguo
Testamento, las expresiones musicales (como las ocasiones de adoración que
las acompañaban) parecen haber sido espontáneas y extáticas en su naturaleza;
más adelante, se formalizaron tanto la liturgia como el hacer música y llegaron
a ser parte de la responsabilidad profesional de los levitas, líderes de adoración
en el tabernáculo y en el templo. Los salmos del Antiguo Testamento
provienen de muchos períodos de la antigua cultura israelita. Se incrementaron
con los cánticos bíblicos, uno de los cuales data de la época cuando los israeli-
tas fueron liberados de la esclavitud en Egipto.
145
¡t]?,g,gocijaos! La música cristiana en {a adoración
El culto en la sinagoga probablemente se desarrolló entre los judíos como
resultado de su dispersión en el siglo VI antes de Cristo. Las sinagogas enfa-
tizaban la lectura y el examen de las Escrituras, las oraciones y el canto de
salmos y cánticos, todos los cuales se volcaron en el culto cristiano primitivo.
La música en la sinagoga era dirigida probablemente por cantores, solistas
entrenados para el servicio levítico en el templo, y puede haber incluido algu-
na participación congregacional.
El relato del Nuevo Testamento comenzó con un canto angelical de ala-
banza por el nacimiento de Cristo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tier-
ra paz entre los hombres de buena voluntad!" (Lucas 2: 14). Después del
histórico día de Pentecostés, cuando se formaron iglesias cristianas, el canto
era, sin lugar a dudas, y apropiadamente, congregacional. La nueva fe y su
expresión eran apoyadas por diversos tipos de música: "salmos, himnos y can-
tos espirituales", según el apóstol Pablo. Aunque el Antiguo Testamento daba
indicaciones específicas sobre cómo realizar la adoración sacrificial en el tem-
plo, los cristianos primitivos aparentemente se sentían en libertad de crear sus
propias formas o de "predicar a Cristo" en el contexto de la sinagoga litúrgi-
ca. Las epístolas sí contienen algunos principios generales que observar en la
adoración cristiana: las Escrituras debían ser leídas y el evangelio debía ser
predicado; se alentaba la práctica de ciertos tipos de oraciones y se esperaba
que los creyentes "recordaran a su Señor'' en el "rompimiento del pan", un
culto de comunión. Fuera de esto, pareciera que se esperaba que los líderes
usaran sus dotes intelectuales y artísticas dadas por Dios para arribar a moda-
lidades de expresión que glorificaran a Dios y edificaran a las congregaciones.
Las necesidades básicas y, en consecuencia, las prácticas de los adoradores del
primer siglo no eran distintas a las nuestras. Cuando las actividades de ado-
ración cristiana (incluyendo nuestro uso de la música) no cumplen toda su
potencialidad en la actualidad, probablemente sea debido a que no seguimos
lo que comprendemos que eran las modalidades de la iglesia del primer siglo.
Lo que antecede es un resumen del material en este capítulo. Ahora vienen
los detalles.
Tradiciones Primitivas
Ada dio a luz a Jabal, quien llegó a ser el padre de los que habitan en tiendas y crían
ganado. El nombre de su hermano fue Jubal, quien llegó a ser padre de todos los que
tocan el arpa y la flauta (Génesis 4:20, 21 ).
146
La. música. y {a. adoración en. tiempos 6í6ficos
Aquí los dos componentes de la adoración hebrea, animales para el sacri-
ficio quemado e instrumentos para acompañar el "sacrificio de alabanza",
¡parecen originarse dentro de la misma familia! Las Escrituras no dan
instrucciones para la cría de animales ni para presentaciones musicales, pero
cuando son ofrecidos en adoración, ¡ambos debían ser lo mejor posible, para
la gloria de Dios!
La primera referencia bíblica a una adoración musical es un relato de
acción de gracias dirigido por Moisés y su hermana María después de que los
israelitas fueran liberados de mano de los egipcios. La compañía entera se
regocijó por la victoria de Dios sobre sus captores, resultando en su salvación,
similar a las maneras como los cristianos nos regocijamos por la victoria de
Dios sobre el pecado y la muerte, por medio de la obra que Cristo hizo en la
ClUZ.
Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Jehovah, diciendo:
"¡Cantaré a Jchovah,
pues se ha enaltecido grandemente!
¡Ha mTojado al mar caballos y jinetes!"
... Entonces María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y
todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les dirigía
diciendo:
"¡Cantad a Jehovah,
pues se ha enaltecido grandemente!
¡Ha arrojado al mar caballos y jinetes!" (Exodo 15:1,20, 21).
De allí irás a la colina de Dios ... allí encontrarás a un grupo de profetas descendiendo
del lugar alto, precedidos de liras, panderos, flautas y arpas; y ellos profetizando.
Entonces el Espíritu de Jehovah descenderá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos;
y serás cambiado en otro hombre (1 Samuel 10:5, 6).
Este notable pasaje nos recuerda que en los inicios de la relación de Dios
147
¡1\?gocijaos! La música cristiana en (a adoración
con su pueblo, varios lugares se convertían en "santos" cuando Dios se encon-
traba allí con individuos: Abraham delante de su tienda en el desierto, Jacob
en Betel, Moisés ante la zarza ardiente en el desierto, Débora que cantó "deba-
jo de la palmera ... en la región montañosa de Efraín" 3 y Saúl en Gabaa.
Pareciera también que los hombres santos (profetas) se juntaban en una comu-
nidad como lo hacen algunos en la actualidad en órdenes monásticas. 4 Es
más, la música se asociaba con el ministerio de los profetas; en las versiones
modernas de las Escrituras mucho del material en los libros proféticos apare-
cen como poesías que sin duda se "cantaban" o salmodiaban. Por último,
aparentemente se esperaba que la música Jlevara al adorador a tener una expe-
tiencia sobrenatural con Dios. Es la idea expresada en conexión a una ocasión
cuando el profeta Elíseo predijera el juicio de Dios.
Elíseo dijo ...
-ahora, traedme un músico.
Sucedió que mientras el músico tañía, la mano de Jehovah vino sobre Eliseo, y éste dijo:
-Así ha dicho Jehovah (2 Reyes 3: 14-16a).
Nombramiento
La segunda tradición en cuanto a la adoración en el Antiguo Testamento se
basaba en el entendimiento de que Dios debía ser adorado en actos formales
en un lugar específico: el tabernáculo y, más adelante, el templo. Los sacer-
dotes profesionales expresaban la respuesta humana a Dios por medio de
hechos específicos (por ejemplo, ofreciendo sacrificios, cantando). La expe-
riencia de adoración apelaba mucho a los sentidos: al ojo (símbolos visibles
como el altar, vasijas, candelabros, vestiduras, etc.), al oído (la música como
acompañamiento presentada por los sacerdotes), al olfato (el aroma del
incienso y de la carne animal quemándose) y aun al gusto (el gusto de la comi-
da que era parte de la ofrenda de paz, Levítico 7: 16).
148
La música y {a adoración en tiempos 6í6ficos
Es curioso que aun en la tradición de la liturgia judía en el Antiguo
Testamento no encontramos muchas túbricas de una práctica musical.
Leemos sí en los textos mosaicos que Dios dio instrucciones específicas
sobre el tabernáculo y su mobiliario y todos los actos del sistema sacrificial:
Jehovah habló a Moisés diciendo: "Hazte dos trompetas de plata; ... Y te servirán para
convocar a la congregación y para poner en marcha los campamentos (Números 10:1, 2).
Hemos de pensar que estas trompetas eran más ruidosas que hermosas; su
propósito, como la trompeta de las batallas antiguas, era captar la atención de
toda la compañía de Israel acampada en una extensa área. Toda la gloria
vocal-instrumental de la adoración formal hebrea parece haber surgido con el
rey David, el músico compositor. 1 Crónicas 13: 1-8 y 15: 14-28 ubica esto
con el transporte del arca a Jerusalén. Entre las cosas, el relato dice sencilla-
mente:
Asimismo, David dijo a los principales de los levitas que designaran de sus hennanos
a canlores, con instrumentos musicales: liras, arpas y címbalos resonantes, y que
levantasen la voz con alegría (l Crónicas 15: 16).
149
¡~gocijaos! La música cristiana en fa adoración
( 1) Cuerdas-kinnor (''lira", relacionada con la kithara de los griegos) y nebel ("arpa",
hasta con diez cuerdas, a veces llamado sallerio ).
(2) Viento-sho.far (cuerno de carnero), chalil (una caña doble, corno el oboe), hazozra
(trompeta de metal), y ugah (flauta vertical, usada principalmente en la música secular).
<3) Percusión-tqf (tamboril, o tambor de mano), zel:.elim (címbalos) y mena an im
(sistro, [especie de matracaj).
el arquetipo de la salmodia era similar a las antiguas tonadas gregorianas, lo que sig-
nifica que se basaban en pequeños modelos melódicos de rango limitado, por lo
general que no sobrepasaba una cuarta o una quinta.
Esta evidencia tiende a apoyar una de las posturas básicas de este libro:
que las formas de la música sacra con frecuencia se basan en modelos ante-
riores, no santificados. Dicho sea de paso, la influencia externa de los "incon-
versos" puede haber comenzado durante la estadía de los israelitas en Egipto
dado que ¡los cananeos también fueron cautivos oprimidos por los egipcios!
Aun más sorprendentes resultan estas revelaciones si recordamos la reveren-
cia que demostraban los judíos hacia su música en cuanto se estableció el sis-
tema del templo. 10
Hace poco, una experta y erudita en el camP.o de la música, Suzanne Haik
Yantoura, publicó un libro, The Mtudc of the Bible Revealed (La música de
la Biblia descubierta), que es el resultado de muchos años de investigación.
llaik está convencida que los signos no identificados sobre y debajo ele las
letras de las Escrituras hebreas, reconocidas históricamente como "acentos
prosódicos" para ayudar en la salmodia, son en realidad un sistema de
notación musical. Además, basándose en su aná1isis, ha transcrito y grabado
varias horas ele "música bíblica". Lo siguiente es un cjcmplo: 11
Jehovah de los Ejércitos está con nosotros; nuestro
;!. - J7
--~ . Ir
:- -- , :----
151
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Los eruditos concuerdan en que la música en el templo era casi totalmente
profesional y sacerdotal (ejecutada por los sacerdotes). El judío común par-
ticipaba mayormente como un oyente y un espectador. Se entiende que la
congregación puede haberse sumado frecuentemente a las respuestas tradi-
cionales de "Amén" y "Aleluya" y posiblemente en un estribillo como
"¡Porque para siempre es su misericordia!".
Petición de liberación
Con mi voz clamo a Jehovah; con mi voz pido a Jehovah misericordia. Delante de
él derramo mi lamento; delante de él expreso mi angustia (Salmo 142:1, 2).
152
La música y {a aáoración en tiempos 6í6{icos
Confesión de pecado
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia. Por tu abundante com-
pasión, borra mis rebeliones (Salmo 51: 1).
Lamento o ira
¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi
salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmo 22: 1).
Salmo didáctico
Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene
en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores. Más bien,
en la ley de Jehovah está su delicia, y en ella medita de día y de noche (Salmo 1: 1, 2).
Salmo de testimonio
Pacientemente esperé a Jehovah, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor
(Salmo 40:1).
Es probable que los salmos hayan sido presentados en por lo menos cua-
tro modalidades: 14
Las frases introductorias a muchos de los salmos dan una cantidad de iden-
tificaciones descriptivas, 15 algunas de las cuales revelan su carácter musical,
siendo la inscripción más común "Al músico ptincipal" o sea al director de
música. Otros hacen referencia a un líder musical de la tribu de Leví "Asaf',
153
¡'R.ggocijaos! La música cristiana en [a adoración
"Jedutún", "Hemán" o "Etán", y puede ser que identifiquen salmos proce-
dentes de colecciones usadas por esa agrupación coral en particular. Algunos
identifican el tipo de acompañamiento a usar: "con instrumentos de cuerda"
o "para flautas". En otros, se da el nombre de la tonada: "El lirio del pacto",
"No destruyas", "La muerte de un hijo", "La paloma de la mañana", "Lirios"
y "La paloma silenciosa de la letanía".
Es imposible identificar positivamente otras frases, pero se cree que son
designaciones musicales o poéticas. "Micam", "Sigayón" y "Masquil" pro-
bablemente se refieren a algún tipo de estructura musical o poética. "Sobre
Majalat", "Sobre Seminit", "Sobre Guitie' y "Sobre Alamof' se supone que
sean térnlinos musicales, indicando posiblemente fórmulas melódicas o rít-
micas que debían utilizarse.
(1) El canto de Moisés (y María) por la victoria sobre Faraón (Exudo 15).
(2) La oración de Moisés antes de su muerte (Deuteronomio 32).
(3) El canto de Ana ( 1 Samuel 2), posiblemente un modelo para el canto de
María en Lucas 1:46-55.
(4) El canto de 1-Iabacuc (J-Iabacuc 2).
(5) El canto de lsaías (lsaías 26).
(6) La oración de Jonás en el vientre del pez (Jonás 2).
(7) La oración de Daniel (Daniel 3, versión Douay; Vulg. 3:26-49, apócrifo).
(8) El canto de los tres jóvenes judíos en el horno (Daniel 3, versión Douay;
Vulg. 3:52-90, apócrifo).
154
La música y {a adoración en tiempos bíbficos
El sábado era un tiempo de expresiones más exactas de adoración; conme-
moraba el descanso de Dios después de la creación y se observaba en obedi-
encia a su mandato. Por último, los judíos observaban un ciclo anual de fies-
tas (y ayunos) basadas en la vida agraria de la comunidad, que mayormente
han pasado a incorporarse a la adoración cristiana:
(1) Rosh Hashanah: (el año nuevo, época de penitente autoexamen) y
Yom Kippur (Día de Expiación): ambas se celebran ahora en septiembre
u octubre.
(2) Succot: (la Fiesta de los Tabernáculos, comparable al domingo de
cosecha o Acción de Gracias); septiembre u octubre (en el hemisferio
norte).
(3) Chanukkah: (la Fiesta de Luces, que data de la rcdcdicación del tem-
plo después de su profanación por parte de Antioco Epífanes, conectada
en el calendario y en ciertos detalles de la celebración con la época de
Navidad); diciembre.
(4) Purim: (basada en la historia de Ester, de carácter y celebración secu-
lar comparable al carnaval); febrero o marzo.
(5) Pascua: (la recordación de la liberación de la esclavitud en Egipto,
muy relacionada con Semana Santa); marzo o abril.
(6) Pentecostés: (así llamada porque ocurre 50 días después de la Pascua,
asociada con la ocasión cuando fue dada la Ley y celebrando el final de
la cosecha de granos); mayo o junio. El primer pentecostés cristiano
ocurrió en el día festivo judío del mismo nombre, y todavía se celebra 50
días después del Domingo de Resunección.
Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacer-
dotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin distinción de sus grupos);
cuando todos los músicos levitas (Asaf, Ilemán y Jedutún, con sus hijos y sus
155
¡'1\ggocijaos! La música cristiana en (a aáoración
hermanos) vestidos de lino fino y portando címbalos, liras y arpas, estaban de pie al
este del altar, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban las trompetas; cuando los que
tocaban las trompetas y los que cantaban hicieron oír su voz al unísono alabando y
dando gracias a Jehovah~ cuando elevaron la voz junto con las trompetas, los címba-
los y otros instrumentos de música; y cuando alababan a Jehovah diciendo: "Porque
él es bueno, porque para siempre es su misericordia", entonces la casa se llenó con
una nube, la casa de Jehovah. Y los sacerdotes no pudieron continuar sirviendo a
causa de la nube, porque la gloria de Jehovah había llenado la casa de Dios (2 Crónicas
5: ll-14).
Esta ocasión (al igual que los relatos ~nteriores del profetizar de Saúl y
Eliseo) puede entenderse mejor a la luz de la insistencia de A. S. Herbe11 en
el sentido que el acto dual (el ofrecimiento del sacrificio y la salmodia de las
palabras) no era mera coincidencia. 16
En todos estos recitales es importante recordar que se creía que decir las palabras,
junto con las acciones apropiadas, tenía poder. No son meras reflexiones piadosas,
sino palabras eficaces por medio de las cuales el "alma" de Israel era llevada a Dios,
y la energía de él en juicio y renovación era liberada entrando en el alma de Israel y
por medio de ella al mundo de la naturaleza y de la humanidad.
157
¡'..R.g.gocijaos! La música cristiana en {a adoración
(14:26): "Y después de cantar un himno, salieron al monte de los Olivos." En
la ocasión de la última cena de nuestro Señor y sus discípulos, el himno era
sin duda uno de los salmos egipcios Halle] (113-118), programado litúrgica-
mente para ser usado al celebrar la Pascua. Siguiendo la costumbre del hogar
típico judío, Jesús pronunció su bendición sobre el pan, lo rompió y dio por-
ciones a todos los que estaban alrededor de la mesa. Similarmente, al
finalizar la comida, el anfitrión judío debía tomar una copa de vino mezcla-
do con agua, dar gracias y luego pasarlo para que todos tomaran. Así es que,
en la cena en el aposento alto, Jesús dio nuevo significado al acto tradicional
de acción ele gracias (Gr. eucharistia), e instituyó la "cena del Señor" que
muchos cristianos creen que es el acto singular de adoración más importante.
El orden completo de la liturgia tradicional cristiana fue desarrollado unien-
do el modelo de adoración en la sinagoga judía con la cena del Señor.
Benedictus: Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu y profetizó diciendo: -Bendito
sea el Señor, Dios de Israel... (Lucas 1:67-69).
Gloria in excelsis Deo: De repente apareció con el ángel una multitud de las huestes
celestiales, que alababan a Dios y decían: -¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tie-
rra paz entre los hombres de buena voluntad! (Lucas 2:13, 14).
N une dimittis: .. .le tomó en sus brazos y hendijo a Dios diciendo: -Ahora, Soberano
Señor, despide a tu siervo en paz conforme a tu palahra; porque mis ojos han visto tu
salvación ... (Lucas 2:28-32).
158
La música y {a adoración en tiempos 6í6Cicos
Desarrollo de la adoración cristiana
Después de la resurrección y ascensión de Cristo, los discípulos
(incluyendo al apóstol Pablo) siguieron reuniéndose en las sinagogas los
sábados como era su costumbre, testificando de su fe en el Cristo resucitado
como el Mesías judío. A la vez, se reunían el primer día de la semana para
.. recordar a su Señor" en una sencilla observación de la cena del Señor, a
veces celebrada al concluir una comida ágape, un festín de amor. Con el
tiempo se vio que la presencia de ellos ya no sería tolerada en las sinagogas,
y empezaron a congregarse para su propio culto "cristiano de sinagoga". En
la evolución final de todo el culto cristiano, las experiencias de la sinagoga y
del aposento alto se unieron en un culto de dos partes realizado el domingo.
Cuando leemos de la actividad de adoración en las primeras reuniones
cristianas, nos impresiona inmediatamente cuán distinta era de la adoración
del templo y aun de la sinagoga.
¿Qué significa esto, hermanos? Que cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene un
salmo o una enseñanza o una revelación o una lengua o una interpretación. Todo se
haga para edificación (1 Corintios 14:26).
Y no os embriaguéis con vino, pues en esto hay desenfreno. Más bien, sed llenos del
Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, himnos ·Y canciones espirituales; can-
tando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando gracias siempre por todo al
Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo (Efesios 5: 18-20).
163
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Funciones de la música en la iglesia primitiva
El Nuevo Testamento enfatiza tanto las fuentes humanas como divinas
del canto. La música fluye de la experiencia humana y sin duda la afecta. El
apóstol Santiago parece sugerir que se asocia más lógicamente con el sen-
timiento de gozo cristiano.
¿Está afligido alguno entre vosotros? ¡Que ore! ¿Está alguno alegre? ¡Que cante
salmos! (Santiago 5: 13).
164
La música y {a aáoración en tiempos 6í6ficos
La mayoría de las nuevas versiones de las Escrituras separan la idea de
''enseñar y amonestar'' de las formas musicales mencionadas. Así dice el ver-
sículo en la Reina Valera Actualizada:
La palabra de Cristo hahite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestán-
doos con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando con gracia a Dios en vue-
stros corazones (Colosenses 3: 16).
El libro de Apocalipsis
Digno es el Cordero,
que fue inmolado,
de recibir el poder,
las riquezas, la sabiduría,
la fortaleza, la honra,
la gloria y la alabanza (Apocalipsis 5:12).
He aquí el tabemáculo de Dios está con los hombres,
y él hahitani con ellos;
y ellos serán su pueblo,
y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas ya pasaron (Apocalipsis 21:3, 4).
Resumen
170
7
La !Jv[úsica y {a Jlldoración
desde e{ Sig{o I I líasta
!Fines de{Sig{o XV
En el capítulo 2 dijimos que la música en la iglesia tiene poca validez fun-
cional en sí misma, excepto en lo que contribuye a actividades importantes
como la adoración, proclamación, enseñanza, tárea pastoral y comunión. Por
esta razón nuestro estudio debe explorar estos actos, especialmente la ado-
ración en su desanollo histórico, como teología tanto como práctica litúrgi-
ca-musical. En este capítulo trazaremos a grandes rasgos Jos patrones cam-
biantes de la adoración cristiana hasta e incluyendo el siglo XV, empezando
con el período posbíblico y finalizando con el desarrollo completo de la litur-
gia tanto en las Iglesias Orientales como las Occidentales.
De cuando en cuando, a lo largo de la historia eclesiástica, siguiendo un
calendario determinado por el Espíritu Santo soberano, el desarro1lo normal
de la teología, la liturgia y las expresiones artísticas que las acompañan ha
sido interrumpido por una abrupta visitación de renovación espiritual. A
veces el énfasis ha sido en purificar la doctrina y con frecuencia ha incluido
una preocupación por la espiritualidad personal. En muchos casos 1 se ha visto
acompañado de un movimiento de expansión del evangelismo y ministerio.
Invariablemente estos períodos de avivamiento se han visto bendecidos y
apoyados por un auge del canto cristiano, que pronto se hace muy popular.
La letra contiene los nuevos énfasis del movimiento de renovación de: ado-
ración, teología, piedad personal o evangelismo y discipulado en estilos e
imágenes poéticas tomados de fuentes fuera de la iglesia. La música de los
nuevos himnos también pierde su identidad sagrada tradicional, tomando las
características de las formas seculares de la época. En el período que este
capítulo cubre, estas nuevas formas prosperaron en actos populares no ofi-
ciales aparte de la adoración litúrgica autorizada, en cierto sentido compara-
ble a los servicios del "rosario" o las reuniones carismáticas de oración de los
católicos romanos contemporáneos. En contraste, empezando en el siglo XVI,
171
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
las nuevas formas y los nuevos sonidos "seculares" tendían a ser asimilados
en la adoración oficial de las iglesias, convirtiéndose en una parte del nuevo
lenguaje "sagrado" del culto. Sería natural esperar una generación, o quizá
siglos, más adelante para que estos "nuevos" símbolos sean reemplazados o
transformados por otro movimiento de renovación.
No debe sorprendernos que con frecuencia el conflicto caracterice a estos
movimientos. La iglesia tradicional predominante apoya las formas exis-
tentes y sus expresiones mtísticas, mientras que el "profeta" y los seguidores
del movimiento renovador adoptan los nuevos cantos. A veces (como en el
caso de Lutero) el profeta aporta grandes dones artísticos a la composición
de cantos; en otros casos (como la aparición de los cantos "espirituales" en
el movimiento de reuniones de campaña en el siglo XIX) las nuevas formas
son muy primitivas, casi antiestéticas. A pesar de ello, porque la "música de
la renovación" es la "música del pueblo" y un símbolo de un despertar
espiritual, ha tendido a influenciar a la iglesia durante mucho tiempo.
También es necesario reconocer que, en tales períodos de cambio radical,
con frecuencia la iglesia pierde valiosos elementos de su herencia cúltica. El
fervor de la renovación rara vez va acompañado de un desarrollo cuidadoso
de sistemas teológicos o modalidades litúrgicas. Porque las formas tradi-
cionales son asociadas con la decadencia espiritual anterior a la renovación,
tienden a ser rechazadas en favor de lo nuevo. Como resultado, en la limpieza
litúrgica frecuentemente se descmta lo ortodoxo junto con lo heterodoxo, lo
bueno junto con lo malo. Queda en manos del paso del tiempo remediar la
situación y restaurar un mejor equilibrio en la adoración. Pero, aun entonces,
aparece por lo general otro movimiento renovador para ¡volver a revolu-
cionar las cosas! ¡Tal es el dilema de la iglesia, que es prueba de su
humanidad, al necesitar constantemente de una renovación!
El evangélico podrá identificarse muy bien con el inicio de este período
(el más próximo a la iglesia del primer siglo), y con los diversos relatos de la
renovación periódica que demuestran la inquietud por la piedad personal que
ha caracterizado a tales movimientos a lo largo de la historia. A pesar de ello,
es importante contar la historia completa, aunque sea bosquejada.
Históricamente, somos herederos de toda la historia cristiana, aun de los
períodos cuando la iglesia fracasó tan contundentemente en su misión de
cumplir su llamado divino. 2 Es también importante identificar los errores
teológicos y litúrgicos que causaron la Reforma del siglo XVI y la tradición
"separatista", para poder entender mejor nuestra "herencia de reacción".
Básicamente, la adoración en la edad media retuvo el contenido esencial
del Nuevo Testamento, pero perdió mucho de su espíritu evangélico debido
a un énfasis desmedido en la teología de la eucaristía. Tambi~n perdió su
172
La música y [a aáoración áesáe e{ sig{o I I hasta fines áe{ sig{o x•1/
espontaneidad y su naturaleza congregacional al desarrollar una liturgia
inflexible y compleja llevada a cabo por los sacerdotes con una mínima
participación congregacional. Además, al extenderse la Iglesia Romana hacia
el oeste en su expansión misionera, el latín fue usado universalmente como
idioma oficial, en parte porque las lenguas vernáculas eran consideradas
"demasiado vulgares", demasiado primitivas para expresar el mensaje sagra-
do de la liturgia. 3 En consecuencia, cJ típico adorador con escasos
conocimientos entendía pocas de las palabras que escuchaba en la iglesia.
Para el final de este período, el cristianismo oriental era especialmente
poderoso en Rusia y la Iglesia Occidental estaba en el cénit de su poder en el
resto de Europa y Gran Bretaña. Por otra parle, los recurrentes movimientos de
renovación y actividades extra-litúrgicas de la época bien pueden haber prepara-
do el camino para la Reforma, que se tratará al principio del próximo capítulo.
La Iglesia Primitivá
Siglo II
173
¡~gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
Siglo 111
Empezando con el siglo 111, tenemos mucha más información sobre las
prácticas de adoración en la iglesia; aparecen en los escritos de Clemente de
Alejandría· (múerto c. 220), Tertuliano (mue"rto cerca 240), Origen (muerto
251), Serapión de Thmuis (c. 362) y Cirilo de Jerusalén (c. 313-c. 386). Uno
de los anales más importantes es de Hipólito de Roma (muerto c. 236) en un
documento titulado como La Tradición Apostólica.
La característica significativa de esta compilación es una oración eucarís-
tica completa que se sugiere como un modelo para la adoración cristiana,
aunque anima a cada líder a "orar según su capacidad". Es interesante notar
que la oración empieza con la Salutación y el Sursum corda, formas tradi-
cionales judías mucho antes de que fueran usadas por los cristianos. Allí no
se indica el Sanctus (lsaías 6:3), aunque para esa época su uso ya puede haber
sido común. Tampoco se menciona la música, pero sin duda se incluía, tanto
en Jas oraciones y las Escrituras cantadas como en el canto de salmos e him-
nos adicionales.
174
La música y [a aáoración desde e[ sigfo 11 liasta fines de[ sig[o Xo/
Este pues es el bosquejo del culto como lo describiera Hipólito, incluyen-
do los conceptos de oración eucarística mencionados. 8
Servicio de la Palabra
Lecciones
Sermón
Oraciones intercesoras
Beso de paz
Servicio de la Mesa
Ofertorio-los elementos son traídos a la mesa
Oración eucarística
Salutación (responsorio, entre el líder y el pueblo)
El Señor sea contigo. Y con tu espíritu.
Sursum Corda
Levantad vuestros corazones: Los levantamos al Señor.
Demos gracias al Señor: Es digno y apropiado hacerlo.
Acción de Gracias
Historia de la salvación (la encarnación, vida, mue1te y resurrección de Jesús)
Palabras sobre la Institución ("Tomó pan, y dando gracias," etc.)
En memoria (Gr. anamnesis) "Recordando por tanto su muerte y resurrección," etc.
Oblata ("Ofrecemos a ti el pan y la copa," etc.)
Invocación pidiendo el Espíritu Santo (Gr. epiclesis) "Te rogamos que envíes
tu Espíritu Santo," etc.
Doxología a la Trinidad, con Amén congregacional
La Comunión
Oración por el presbítero después de la comunión
"Amén" del pueblo
Bendición y despedida del obispo
Siglo IV
Servicio de la Mesa
Oraciones de los fieles
Salutación y respuesta ("El Señor sea contigo", etc. o una bendición trinitaria)
Beso de paz
Ofertorio
Lavado de manos del obispo y los presbíteros
Ofrecimiento de los elementos y de limosnas
"Cercado" de la mesa (para prohibir la participación de los que se consideraban
indignos)
Investidura del obispo "en una espléndida vestimenta"; luego hace él la "señal de la
cruz" en su frente
La oración eucarística
Sursum corda ("Levantad vuestros corazones", etc.)
Prefacio: Acción de gracias a Dios por toda su providencia, comenzando con la
creación
Sanctus (•'Santo, santo, santo, Señor Dios de los ejércitos", etc.)
Acción de Gracias por la encarnación y redención
Palabras sobre la Institución (con anamnesis y oblación) "El Señor Jesús la misma
noche que fue entregado tomó pan", cte., incluyendo una referencia al regreso de
Cristo
Epiclesis (" ...envía sobre este sacrificio tu Espíritu Santo que pueda revelar a este
pan como el cuerpo de Cristo y que todos los que de él participen sean fortaleci-
dos en piedad.")
Oraciones de intercesión (diez secciones)
El Padrenuestro(?) (Se decía comúnmente tanto antes como después)
Doxología y el "Amén" del pueblo
"Oraciones ordenadas" guiadas por el diácono, y la oración del obispo
Llamado a la comunión ("Cosas santas para el pueblo santo", con respuesta)
Gloria in excelsis (Lucas 2:14, no la forma ampliada posterior)
176
Hosanna y Benedictus qui venit (Mateo 21 :9)
Comunión, con el Salmo 34 cantado (''Probad y ved que Jehovah es bueno")
Acciones de gracias e intercesiones por el obispo después de la comunión, seguidas
por oración y bendición
Despedida
Resulta evidente que para esta época la adoración cristiana estaba ya muy
desanollada. La nueva religión no era ya prohibida por el emperador romano
y tenía la libertad de desarrollar sus prácticas abiertamente y de documentar-
las en detalle para la posteridad. Al poco tiempo, como resultado del fiel tes-
timonio de los sucesores de los apóstoles, el cristianismo fue "adoptado"
como la religión oficial del estado. Todas las personas eran bautizadas en la
iglesia y eran consideradas cristianas, participando en todos los ritos de la
comunidad como parte de su vida y su cultura. Se ve también que, en la litur-
gia ya expuesta que el "Servicio de la Mesa" (también llamado "Liturgia de
los fieles" era una parte muy importante de la adoración pública aunque
puede haber llevado más tiempo realizarla que el "Servicio de la Palabra"
(llamado también "Liturgia de los catecúmenos") ¡con sus múltiples lecturas
bíblicas, salmos y sermones! La adoración al final del siglo JV ya no era
espontánea, pero era todavía muy congregacional, con una participación
unánime en los himnos y respuestas a los salmos y oraciones. A la vez, hubo
un desarrollo considerable de una jerarquía profesional compuesta por "el
obispo, los presbíteros, los diáconos, subdiáconos, lectores y cantores" que
tenían a su cargo actividades especfficas. 11
180
La música y [a aáoración áesáe e[ sig[o I I líasta fines áe[ sigfo X'V
los tiempos, y en los iconos y en la arquitectura, en dos coloridas procesiones
(una para exhibir el libro del evangelio y una para mostrar los elementos de la
comunión) y especialmente en la celebración eucadstica. Para los ctistianos orto-
doxos, el culto es un tin en sí mismo; no lo ven como un medio hacia la evange-
lización o la santificación, aunque estas bendiciones pueden resultar de él.
El culto eucarístico, realizado en obediencia al mandato: "Haced esto hasta que yo
vuelva", constituye el acto más característico del hombre. Ser realmente una persona
es compartir en el sacrificio hecho una vez para siempre por él. Ni siquiera co-
rresponde que seamos alimentados por el Cuerpo y la Sangre de Cristo que par-
ticipemos en la eucaristía, absolulamente esencial como lo es a la vida. Es un acto de
libertad, amor y gozo. No busca nada más allá que la Santa Trinidad a quien se hace
la ofrenda, aunque mucho puede adjudicarse a él en el curso del acto. 16
l. Servicio Preparatorio
(La preparación personal y espiritual del sacerdote así como el vestirse, por lo
general es llevado a cabo antes de llegar la congregación: dos secciones con
mucho simbolismo en acción y palabra, que no se detallan aquí.)
II. Liturgia de los Catecúrnenos
Letanía mayor (largas oraciones con la respuesta Señor, ten piedad")
Oraciones introductorias, con Gloria in excelsis Deo (Lucas 2:14 únicamente)
*Salmo 103 (primera antífona, con estribillos)
Letanía menor
*Himno a la Trinidad (segunda antífona, con estribillos)
"Oh, unigénito Hijo y Verbo de Dios"
Letanía menor
*Las bienaventuranzas
"Oh venid, adoremos"
182
La música y {a adoración desde e{ sig{o JI fiasta fines de{ sig{o Xo/
*Himno a la virgen María
Letanía antes de la cena del Señor (con responsorios)
El Padrenuestro
"Uno es Santo" (Se rompe el pan; los sacerdotes participan)
*Himno de comunión del día (Preparación del cáliz para la comunión
de los fieles)
Oraciones de confesión
La Comunión
Oración para ser dignos de participar
Elevación de la copa e invitación a la comunión
Comunión durante la cual se canta "De tu cena mística" y "Recibe el cuerpo
de Cristo"
"Hemos visto la verdadera luz"
Ritos de Clausura
Letanía de acción de gracia
"Bendito sea el nombre del Señor"
Despedida, con bendición
El año eclesiástico
l84
La música y {a adoración desáe e{ sig{o 11 líasta fines áe{ sig{o Xo/
ungido de Dios en la venida de los magos a Belén y en el bautismo, los mila-
gros y la transfiguración de Jesús. La cuaresma (que empieza cuarenta días
antes de la Pascua) comienza con el Miércoles de Ceniza, y es un período de
recordación penitente como preparación para Semana Santa y recuerda los
cuarenta días de tentación y abnegación de Cristo. Semana Santa (comen-
zando con el domingo de Palmas) traza los últimos días de la vida de Cristo,
su "entrada triunfal", pasión, muerte, sepultura y día de resurrección. El
domingo de Pascua (el día de resurrección) es llamado con frecuencia
"Pascua cristiana" porque corre paralela a la festividad judía y simboliza la
liberación del cristiano de la esclavitud del pecado y de la muerte. 19
Pentecostés (cuyo nombre viene directamente de la festividad judía de los
"primeros fmtos") conmemora la venida del Espúitu Santo y el establecimiento
de la iglesia y da inicio a la segunda mitad del año eclesiástico. En esta época
final del año (denominada de diversas maneras como "Epoca Trinitaria",
"Epoca del Espíritu Santo", "Epoca de la Iglesia" o sencillamente "Tiempo
Común") el énfasis cae sobre los propósitos de Dios para la iglesia en esta
"era de gracia" a través del poder del Espíritu Santo.
Cada época tiene sus actos litúrgicos especiales y, particularmente, co-
lores litúrgicos (por ejemplo, lila es para épocas de penitencia, blanco para
Navidad y rojo para Pentecostés). En cada período y en cada día particular
del año eclesiástico las lecturas bíblicas (lecciones), las oraciones (en el
Occidente) y ciertos himnos (especialmente en el Oriente) son distintos para
concordar con el énfasis teológico de esa época o día. En el Occidente las
partes variables del culto son llamadas Propios; el resto de la liturgia es bási-
camente constante de día en día a lo largo del año y es llamada Ordinario.
La l\1isa Romana
185
¡~gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
logró preponderancia la liturgia de Sarum, con su centro en la catedral de
Salisbury desde el siglo XIII hasta el XVI, siendo abolida oficialmente en
1559 al comenzar la Reforma Anglicana. · ··
Las liturgias occidentales habían evolucionado gradualmente durante sig-
los. El siguiente es un bosquejo de la misa romana mayor (coral) 20 en su con-
formación "agrandada" anterior a la Reforma (c. 1500). Las partes cantadas
por el coro son identificadas con un asterisco. Las secciones que eran inaudi-
bles a la audiencia son marcadas "secretamente". A la derecha, la contraparte
en la adoración evangélica moderna ayudará al neófito a identificar algo del
matetial y demostrará, por contraste, el carácter más verboso del culto litúr-
gico histórico.
Liturgia de la Palabra
*Introito Himno de apertura
* Kyrie eleison (novena) Oración de confesión
Entrada de los ministros
Preparación privada de Jos ministros (secretamente)
Invocación
Salmo 43, con Gloria Patri
Salmo 124:8
Confiteor y Misereatur
Versíc"ulos y responsorio de los salmos
Colectas (oraciones)
Bendición del incienso, incensar el altar, etc.
*Gloria in excelsis Deo Alabanza coral
Salutación y colecta del día Invocación
Epístola, cantada por un subdiácono, Lectura epístola
con responsorio
*Graduar (salmodia) Salmo coral
*Tracto o himno en secuencia, durante el cual se recitan:
Oraciones y preparación para el Evangelio,
Salutación, anuncio del Evangelio, responsorio
Recitación del Evangelio (tono bajo), con responsorio
Evangelio (con luces e incienso, cantado
por el diácono, con responso) Lectura del Evangelio
(El predicador se dirige al púlpito)
Anuncios
Oraciones de súplica Oración pastoral
Lectura epistolar y del Evangelio (vernácula)
Sermón (vernáculo) Sermón
*Credo (Credo de Nicea) Credo
Salutación y oración de súplica Oración de la congregación
186
La música y {a adoración desde e{ sig{o I I /iasta fines de{ sig{o Xo/
Liturgia del Aposento Alto (la Eucaristía)
*Ofertorio: Versos cantados de los salmos mientras el celebrante
procede secretamente
Ofrecimiento del pan, con colecta Preparación de la
Agua mezclada con vino, con colecta mesa de comunión
Ofrecimiento del vino, con colecta
Oraciones
Bendición del incienso e incensación
de los elementos, el altar y los ministros
Lavado de manos del celebrante,
mientras recita el Lavabo, Salmo 25:6-12
Gloria Patri Gloria Patri (frecuentemente
Oración de consagración (Canon romano) después de las Escrituras)
Oblación, con oraciones
Colecta (secretamente)
Salutación y *Sursum corda
Oración de consagración (Canon romano) Oración ante el pan y la copa
Prefacio y Prefacio Propio
*Sanctus (celebrantes continúan la oración, en secreto)
Pedido de aceptación de la ofrenda
Inicio de intercesiones por la iglesia
Recordación de los vivos
Recordación de, e intercesión por, los santos
Segundo pedido de aceptación
Tercer pedido de accptaci6n
Palabras de institución, con elevación Instituci<'in ("la misma noche
y *Benedictus Jesús tomó el pan, cte.")
Anamnesis y oblación (Recordación y ofrenda)
Más peticiones de aceptación
Recordación de los muertos
Comunión de los santos
Doxología Doxología de Tomás Ken
El Padrenuestro
La Paz (durante la "fracción" y Saludarse unos a otros
combinación de los elementos)
*Agnus Dei
Comunión de los celebrantes, con colectas, etc.
Comunión del pueblo Recibir el pan y la copa,
*Himno de comunión (salmo) con el canto de un himno
Salutación y oraciones poscomunión
Salutación y despedida
Bendición de la congregación Bendición
Ultimo Evangelio (Juan 1:1-14) y responsorio
187
¡!R..?gocijaos! La música cristiana en [a adoración
El rito romano fue revisado y acortado en el Concilio de Trento (Vaticano
1) en 1562 y nuevamente en el Vaticano 11 en 1962. Entre dichas fechas,
existían tres modos comunes de celebrar la misa: (1) Misa privada (Missa
Lecta) era hablada, sin canto, llegando a ser la más popular en la edad media,
cuando era tradición que cada sacerdote la celebrara una vez al día, y muchos
de éstos la celebraban en la misma iglesia (en diferentes altares) al mismo
tiempo; (2) Misa cantada (Missa Cantata) era la celebración principal del
domingo o día santo en la iglesia parroquial; y (3) Misa solemne (Missa
Solemnis, también cantada), a veces llamada Misa Festiva, incluía asistentes
celebrantes y con frecuencia un coro.
Las misas musicales por lo general se cantaban como canto romano (gre-
goriano), que incluía tonadas de los salmos (básicamente el uso de una nota
recitada, seguida por cadencias prescritas). Además, las misas solemnes
podían incluir arreglos compuestos de los cinco grandes cantos u oraciones
de la misa: Kyrie, Gloria en excelsis Deo, Credo, Sanctus et Benedictus y
Agnus Dei. Los más antiguos arreglos aún en existencia de las formas de
misa polifónica se asocian con los músicos del siglo XII Leonin y Perotin en
París. A través de los siglos, los arreglos de misas (estos cinco textos única-
mente) han sido escritos por maestros compositores tales como Machaut, des
Prez, Palestrina, J. S. Bach, Haydn, Beethoven, Schubert, Bruckner, Vaughn
Williams y Stravinsky, cada uno en su propio y singular estilo musical.
En el capítulo anterior se enfatizó que el canto cristiano primitivo era
principalmente, si no totalmente, congregacional. Después del siglo IV, cuan-
do el cristianismo empezó a crecer tanto, y particulatmente al convertirse la
adoración en sacerdotal, el canto se pasó a un coro sacerdotal. En la prácti-
ca, ¡la voz de la congregación guardó silencio durante mil años de adoración
litúrgica oficial!
La Schola Cantorum fue establecida por Gregorio el Grande (cerca 540-
604) para normalizar y enseñar el canto oficial de la iglesia. Al extenderse el
cristianismo por todo el mundo occidental y al desarrollarse las diversas cul-
turas durante la edad media, las catedrales, los monasterios, las abadías e
iglesias colegiales establecieron escuelas corales donde los varones recibían
su educación general y estudiaban música para la adoración de la iglesia. La
tradición de que la música fuera exclusivamente con participación masculina
surgió del concepto de que el culto era dirigido únicamente por sacerdotes;
en consecuencia, en clave de sol (soprano) cantaban niños varones y las
voces más graves eran ejecutadas por hombres pettenecientes a órdenes sacer-
dotales menores.
Los primeros padres de la iglesia evidentemente creían que los cristianos
del siglo 1 no habían usado instrumentos, llegando a la conclusión que era
188
La música y [a adoración áesáe e[ sigfo I I hasta fines áe[ sig[o Xo/
una norma del Nuevo Testamento. Juan Crisóstomo tenfa una "actitud posi-
tiva hacia la música, citando el canto de Pablo en la prisión como ejemplo"
(Hechos 16:25), sin embargo dijo: "Pero no tienes necesidad de la cítara, ni
de las cuerdas estiradas, ni del plectro, ni de ningún otro instrumento." 21 Otro
teólogo de la antigüedad espiritualizaba los instrumentos mencionados en el
Antiguo Testamento, ¡citándolos como símbolos de gracia cristiana! 22
Cantamos alabanzas a Dios con salterios vivientes ... Porque más agradable y amado por
Dios que ningún instmmento es la armonía de todo el pueblo cristiano ... Nuestra cítara
es todo el cuerpo, por cuyo movimiento y acción el alma canta un hinmo oportuno a
Dios, y nuestro salterio de diez cuerdas es la veneración del Espíritu Santo por parte de
los cinco sentidos del cuerpo y las cinco vir1udcs del espíritu. (Eusebio, c. 260-c. 340)
San Agustín se sumaba a esta línea de razonamiento. 23
189
¡!l?ggocijaos! La música cristiana en {a adoración
horas determinadas del día. Los primeros cristianos (como sus predecesores
judíos) por lo general oraban privadamente a la tercera, sexta y novena hora
(vea Daniel 6:10, Hechos 2:15, Hechos 3:1 y Hechos 10:9). Con el correr del
tiempo esto se convirtió en una práctica pública y se amplió a siete "oficios".
Maitines/Laudes (considerado como un servicio combinado, antes del
amanecer), Prima (6:00 de la mañana), Tercia (9:00 de la mañana), Sexta
(mediodía), Nona (3:00 de la tarde), Víspera (6:00 de la tarde) y Completas
(antes de retirarse a la noche). La autoridad bíblica para todo este orden era
el Salmo 119:164 que dice "Siete veces_ al día te alabo ... "
Adorar por medio de los Oficios era la actividad central de los monaste-
rios, pero también se observaban en las catedrales e iglesias colegiales. Al
igual que sus antecedentes judíos tanto en el hogar como en la sinagoga,
éstos eran esencialmente cultos de oración, cuyo principal componente era la
lectura y/o el canto de las Escrituras. Los 150 salmos eran cantados como
.responsorios cada semana, y durante el año el N uevo Testamento era leído
dos veces de principio a fin y el Antiguo Testamento una vez. Además, se les
daba un lugar especial a los cánticos bíblicos. Los cánticos "mayores" (los
cantados con mayor frecuencia) eran tomados de Lucas 1 y 2; el canto de
Zacarías, padre de Juan el Bautista (Benedictus Dominus Deus Israel), el
canto de María (Magnifica!), el canto de Simeón (Nunc dimittis), más el
himno a la Trinidad extrabíblico del siglo IV (Te Deum laudamus). Los cán-
ticos "menores" eran del Antiguo Testamento: el canto de Moisés junto al
mar Rojo (Exodo 15: 1-18), el "canto de la muerte" de Moisés (Deuteronomio
32:1-43), el canto de Ana (1 Samuel 2:1-10), el canto de Habacuc (Habacuc
3:1-18), el canto de Isaías (lsaías 26:1-21 y 27:1-5), el canto de Jonás (Jonás
2:2-9) y el canto de los tres niños (Apocalipsis, Daniel 3:57-88, versión
Douay). Por último, esta tradición de adoración también incluía himnos, ver-
sículos y responsorios, oraciones y a veces una homilía.
Los oficios de Maitines y Laudes de mañana y las vísperas y completas
en la noche eran los servicios mayores y contenían más música. En la ado-
ración romana, los salmos, cánticos e himnos eran cantados en canto grego-
riano, con excepción del oficio de vísperas cuando quizá se usaran an·eglos
"compuestos". Es dentro de esta tradición que fueron compuestos Vísperas
de 1610 de Monteverdi y Vesperae de Dominica de Mozart.
Las Horas Canónicas se originaron probablemente en los monasterios orien-
tales, y en las Iglesias Ortodoxas las prácticas son muy similares a las de
Occidente. Como en el caso de la Liturgia divina del culto ortodoxo, los
Oficios han dado lugar a una cantidad mucho mayor de himnos que la ado-
ración de Occidente puede contener. Los himnos comunes de Oriente son las
troparia, escritas en prosa poética y patrones acentuados; un ejemplo muy
190
La música y {a aáoración áesáe e{ sig{o I 1 fíasta fines áe{ siglo Xo/
conocido es el himno nocturno del siglo II: Phos hilaron, "Salve, luz que ale-
gra". En el siglo V las kontakia, sermones largos y poéticos, aparecieron en
el oficio matutino principal; Romanos el Metodista (siglo VI) escribió los
mejores ejemplos que existen en esta forma. Hacia fines del siglo VII (porque
se introdujo un sermón hablado en el servicio) las kontakia fueron reem-
plazadas por los kanones, una forma compleja de nueve odas; cada una con-
tenía una referencia a uno de los cánticos bíblicos ya mencionados. El kanon
fue creado por San Andrés de Creta (cerca 660-ccrca 740) y desarrollado por
San Juan de Damasco y San Cosmas Melodus de Jerusalén (ambos del siglo VIII).
Un característico oficio ha pasado a ser una parte conspicua de la ado-
ración cristiana en la actualidad. Comenzando en el siglo 11 era costumbre
seguir cada salmo (y más adelante, a cada cántico) con el Gloria patri; esta
imputación de alabanza a la eterna Trinidad sirvió para colocar al salmo del
Antiguo Testamento en el contexto del Nuevo.
Gloria sea al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo; como fue desde el principio,
es ahora y por siempre será, mundo sin fin. Amén.·
Servicios de predicación
El apogeo del período medieval contó con muchos exponentes del canto
popular religioso que prosperó sin sanción eclesiástica. Himnos macarróni-
cos y villancicos relacionados con la danza combinaban el lenguaje popular
192
.La música y {a adoración desde e{ sig{o I I hasta fines áe{ sig{o X(~'
con ciertas frases en latín. Los himnos "contrafechos" fueron escritos en el
siglo XII por Heinrich von Laufenberg y después por muchos otros. Sus
textos eran parodias de cantos seculares, y las tonadas eran las usadas
comúnmente con los antecedentes seculares.
En último lugar, la iglesia germana de la edad media mostró extraordi-
naria independencia de Roma en la cuestión de participación congrcga-
cional en el culto. Además de las formas ya mencionadas, Geisslerlieder
eran cantados durante las procesiones penitentes de los flagelantes del siglo
XIV; las melodías muestran relación con cantos peregrinos más antiguos,
la laude, otros cantos folklóricos y el coral germano posterior. Por último,
los Leisen eran cantos de cruzadas o peregrinaje, los últimos cantados en
conexión con letanías procesionales. El título deriva del estribillo común
Kyrie eleison (Señor, ten piedad), contraído a kirleis o leis. Cada una de
estas formas musicales surgió de algún movimiento de renovación espiri-
tual, y cada una tomó sus elementos poético-musicales de fuentes popu-
lares, seculares.
Resumen
194
8
La Música y {a JZLdoración en
~uropa desde e{ Sig{o Xo/1
líasta :Fines de{ Sig{o Xo/111
En el capítulo anterior trazamos el desarrollo del culto cristiano desde el
siglo 11 hasta las postrimerías del siglo XV, notando los desarro11os litúrgi-
co/musicales principales tanto en la Iglesia Oriental como en la Occidental.
Este capítulo contiene un breve panorama del más grande movimiento de
renovación en la historia de la cristiandad, la Reforma protestante, y de los
cambios que trajo en la adoración. La Reforma del siglo XVI fue una reac-
ción contra los excesos teológicos, litúrgicos y políticos de la Iglesia Romana
al igual que la inmoralidad, mundanalidad y arrogancia personal del clero
gobernante. Fue un esfuerzo por volver a la autoridad y práctica bíblicas,
manteniendo a la vez el concepto de una religión "establecida" por el cual
cada país se adhería a una religión oficial, sea luterana, anglicana o calvinista
(reformada). Por otra parte, muchos líderes religiosos creían que Lutero,
Cranmer y Calvino, los personajes centrales de la Reforma, se habían queda-
do cortos en sus reformas; en consecuencia, dirigieron a sus grupos de
"inconformes" a separarse de las iglesias establecidas. Es así que empezó la
tradición evangélica del "culto libre" y una renovación frecuente en iglesias
anabautistas, congregacionales, bautistas y presbiterianas.
En este capítulo, se dará atención a las formas básicas de adoración de
estos grupos, al igual que los lenguajes musicales singulares de cada uno.
Una vez que se abrieron las "puertas de renovación", los feligreses tuvieron
siempre la libertad de cuestionar conceptos teológicos y prácticas litúrgicas;
como resultado, siguieron apareciendo otros movimientos de reforma, entre
los que se destacan el "pietismo" germano y el "gran avivamiento" de
Inglaterra. Esta tendencia demuestra claramente la fuerza creciente del culto
libre, inconformista: tradición a la cual va dirigida este libro.
195
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Antecedentes del Movimiento de Reforma
196
La música y {a aáoración en 'Europa desde e{ sig{o X'J/J hasta fines de{ sig{o X1/J I I
( 1) La Liturgia de la Palabra tenía poca significación. Aunque había lugar
para la lectura de las Escrituras y una homilía en los idiomas vernáculos, con
frecuencia se omitían las lecciones a favor de lecturas tomadas de la vida de
los santos. En muchas parroquias, rara vez se escuchaba un sen11ón, porque
los sacerdotes del lugar tenían tan poca preparación que eran incapaces de
predicar.
(2) El típico adorador entendía poco de lo que se decía y cantaba, ya que
el servicio era en latín. Su participación oral era casi nula.
(3) La cena del Señor ya no era una acción gozosa de toda la congre-
gación; se había convertido en una función sacerdotal del celebrante única-
mente. La devoción de la congregación (mezclada con superstición) se cen-
traba en la "hostia" misma (el pan), en observar la ofrenda del sacrificio o en
oraciones privadas (por ejemplo, el rosario).
(4) Cada celebración de la misa era considerada como una ofrenda en sí
del cuerpo y la sangre de Cristo. El énfasis er~ en la muerte de Cristo, con
poca recordación de su resurrección y su segunda venida. Además se
generalizó la costumbre de ofrecer misas "votivas" 1 para beneficio de indi-
viduos o propósitos particulares.
(5) La oración eucarística romana (canon) no era una "Oración de acción
de gracias", sino más bien una larga petición en que repetidamente se pedía
en voz alta que Dios recibiera la ofrenda de la misa, generando así un espíritu
de temor de que no fuera aceptada. Como resultado, la mayor parte de la con-
gregación tomaba la comunión apenas una vez al año, el requisito núnimo
para el católico romano. En muchas ocasiones, sólo los sacerdotes oficiantes
rcci bían el pan y la copa. 2
Nuestra mirada al culto de las iglesias de la Reforma incluirá la
consideración de las tradiciones luterana, anglicana y reformada (calvinista).
A la vez, debemos mencionar que en el continente europeo aparecieron los
anabautistas dentro de los movimientos luterano y calvinista, que constante-
mente causaban agitación pidiendo reformas más radicales. Los anabautis-
tas tenían sus propias prácticas sencillas de adoración, similares a las de los
inconformes en Inglaterra, y produjeron sus propios himnos que son la heren-
cia de grupos modernos menonitas, hutitas y amish. Aunque no tratamos
extensamente dicha tradición en esta obra, cabe mencionar que ciertos cuer-
pos menonitas han hecho significativas contribuciones a las artes, especial-
mente a la música.
La Reforma Luterana
El conflicto de Martín Lutero con Roma tenía más que ver con la
197
¡1\..f-gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
interpretación sacerdotal de la misa y los abusos resultantes que la acom-
pañaban que con la estructura de la liturgia en sí. Para él, el servicio de comu-
nión era un sacramento (la gracia de Dios otorgada a los seres humanos),
no un sacrificio (nuestra ofrenda a Dios). Siendo él mismo un músico, Lutero
amaba la música majestuosa y la letra en latín que eran parte de la misa. En
un tratado sobre música, bosquejado en 1530 pero nunca completado, Lutero
citaba a San Agustín: "Porque la música es un don de Dios, no un don de los
hombres ... Por lo tanto acostumbraos a ver en la música a vuestro Creador y
a alabarle por medio de ciJa." Algunos musicólogos afirman que las palabras
de Lutero indican que él él creía que la música es (para citar un concepto
histórico del origen de la música) "el idioma de Dios", y es más "el poder de
la música, usado para un buen propósito podría producir los mismos efectos
que la Palabra del Evangelio." 3 Cuando menos, Lutero fue el má~ integral y
consistente de los líderes de la Reforma en su apoyo a todo tipo de música
para el culto, a las formas artísticas más sofisticadas de su época y también
al himno congregacional sencillo, muchas veces basado en tonadas que por
largo tiempo se había asociado con una letra secular.
199
¡'.1\§gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
iglesias grandes (como Juan Sehastián Bach en Leipzig desde 1723 hasta
1750) y que todavía se usa en las iglesias luteranas de la actualidad.
Lutero parece haber sido indiferente al (y a veces crítico del) órgano en
el culto sagrado, como lo eran la mayoría de los líderes católicos romanos de
ese período. Como en la iglesia romana, el órgano daba las "entonaciones"
para el canto litúrgico sin acompañamiento y también seguía la práctica de
alternatim en la ejecución de los corales. Con el tiempo, la "entonaci6n" para
los corales congregacionales llegó a ser lo que ahora conocemos como "pre-
ludio coral". Y más adelante aún, al ir desarrollándose técnicas de composi-
ción en estilos homofónicos con la melodía en la voz soprano, el órgano se
hizo cargo de la responsabilidad de dirigir a la congregación en su canto.
Himnos de Lutero
~ucho se ha escrito sobre las nuevas formas congregacionales de la
Reforma y la fuente de su letra y música. Los propósitos hímnicos de Lutero
eran teológicos (para demostrar el sacerdocio del creyente), litúrgicos (para
conservar lo que él consideraba ortodoxo en la misa romana) y pedagógicos
(para enseñar doctrina luterana). Versificó los cantos principales del rito
romano: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Af?nus Dei para uso en la misa ale-
mana. También aportó himnos para apoyar los énfasis más destacados de la
doctrina luterana: bautismo, comunión, penitencia y los diez mandamientos.
La letra se volvió a escribir o a adaptar de los salmos, los himnos para épocas
del calendario, antífonas, la misa ordinaria y los himnos leisen; las tonadas
fueron adaptadas de modalidades de adoración del pasado (por ej., leisen) o
de fuentes seculares o compuestas en el estilo meistersinger-minnesinger.
Por ejemplo, Lutero tomó la melodía de "Wach auf, wach auf, du schone"
(Despierta, despierta, tú, belleza) poniéndole la letra: "Nun freut euch, liehen
Christen g'mein" (Amados cristianos, uno y todos, regocijaos). De la misma
manera, después de la época de Lutero "Innsbruck, ich muss dich
lassen"(lnnsbruck, debo ahora dejmte) se convirtió en "O Welt, ich muss dich
lassen" (Oh mundo, debo ahora dejarte).
De los himnos propios de Lutero sólo dos son paráfrasis de los salmos:
"CastiiJo Fuerte Es Nuestro Dios" (Salmo 46) y "De Lo Profundo Clamo a
Ti" (Salmo 130). Por cierto que los luteranos han tendido a usar más himnos
que salmos en sus cultos. Los himnos de experiencia cristiana en la tradición
pietista no aparecerá mayormente hasta los últimos años del siglo XVII; sin
embargo, una de las letras escritas por Lutero es una excepción digna de
notar y que se parece mucho a un himno posterior de Carlos Wesley 5 que es
un favorito en muchos círculos evangélicos.
200
La música y {a adoración en 'Europa desde e{ sig{o x·Vr fzasta fines de{ sig{o XCZ-'III
Preso en las cadenas de Satanás me encontraba,
la muerte acechaba oscuramente sohre mí,
el pecado era mi tormento noche y día,
en pecado me concibió mi madre;
pero cada día más hondo caía;
mi vida se convirtió en un infierno en vida,
tan firmemente me poseía el pecado.
Mis huenas obras terminaron en la nada,
no logré gracia ni mérito;
mi libre voluntad contra el juicio de Dios luchaba,
siguiendo muerta a toda bondad.
Mis temores aumentaron hasta la total desesperación
hasta que la muerte era mi único destino;
los dolores del infierno yo sufría.
202
La música y {a adoración en 'Europa desde e{ sig{o X~-'1 líasta fines de{ sig{o xr~'I1J
alemán de Bucer y, según él mismo lo admitiera, tomó "prestado la mayor
9
parte de él" para su propia liturgia francesa de 1540. I'v1ás adelante, cuando
regresó a Ginebra, esta liturgia fue modificada levemente; se convirtió en el
rito de Ginebra de J 542 y el modelo para el culto calvinista en toda Europa:
Suiza, Francia, Alemania. Holanda y Escocia. Lo siguiente muestra la
relación de la liturgia de Bucer y la de Calvino en Ginebra (1542); la
mayoría de las diferencias radica en el orden de las acciones.
La crítica más frecuente a Juan Cal vino tiene que ver con sus acciones de
restringir la música en el culto. Aunque parece haber estado a favor del uso
de la música en la vida del hogar y de la escuela, sentía un temor extremo de
que su encanto seductivo y distrayente sería un detrimento al culto puro,
público. En consecuencia, se deshizo completamente del coro y su literatura,
e iconoclastas calvinistas quitaron los órganos de las que antes habían sido
Iglesias Católicas. El primer culto en Ginebra no incluía nada de música,
quejándose Calvino del resultante "tono frío" en los servicios. Cuando fue a
Estrasburgo, le atrajeron las versiones alemanas de los salmos que escuchó
en los servicios de Bucer, por lo que enseguida arregló varios salmos en
francés métrico con tonadas de Mateo Greiter y Wolfgang Dachstcin. Estos
salmos fueron incluidos en el libro de culto de Estrasburgo: La forma de las
204
La música y fa aáoración en tE,uropa áesáe e{ sig{o X~'I líasta fines áe{ sig{o X1'I I I
oraciones y la manera de administrar los sacramentos según se hacía en la
iglesia primitiva ( 1540). Más adelante, Cal vino comisionó al poeta de la
corte francesa, Clemente Marot para que arreglara todos los 150 salmos en
metro, lo cual (con la ayuda de Teodoro de Besa, 1519-1605 j) resultó en el
Salterio de Ginebra completo ( 1562). Estos salmos eran cantados por la con-
gregación al unísono y sin acompañamiento. 11 El editor musical para la obra
inicial fue Luis Bourgois (c. 1510-c. 1561) quien adaptó algunas tonadas a can-
tos seculares franceses y alemanes y a otras de trozos de canto gregoriano, y com-
puso otras tonadas él mismo en estilos sencillos. Los salmos eran radicalmente
diferentes de la música litúrgica tradicional y, debido a sus ritmos de baile, las
tonadas de Bourgois eran llamadas despectivamente "Gigas de Ginebra". Un
biógrafo de Bourgois explica su uso abundante de fuentes secuhu·es: 13
Los compositores de aquel tiempo empleahan sus talentos en la armonía más bien que
en la melodía, y usaban para sus temas cualquier material adecuado para sus propósi-
tos. Casi no existía una diferencia de estilo entre música sacra y secular, y
.. componer" era con frecuencia literalmente ..combinar".
La Reforma en Inglaterra
Liturgia de la Palabra
El Padrenuestro (ministro solo)
Oración (colecta en favor de la pureza)
Los diez mandamientos y Kyries (en inglés)
Colecta (oración en favor del rey, en favor del día)
Epístola
Evangelio
207
¡'R.g.goc~iaos! La música cristiana en {a adoración
Credo (niceno)
Sermón
210
J.a música y [a adoración en ~uropa áesáe e[ sig[o X~'J fíasta fines áe[ sig[o x•VJ JJ
Nlfnc· dimittis). Para la letra de éstos, en el siglo XVII se produjo un nuevo
"l'anto anglicano", basado originalmente en trozos pequeños de melodía gre-
goriana y cantado en una armonía a cuatro voces.
A pesar de su rechazo de los ideales de Lutero en cuanto al canto de los
11 i mnos, la iglesia inglesa siguió el ejemplo de los luteranos al adaptar al coro
il su nuevo culto protestante, especialmente en las catedrales y capillas reales.
< 'asi desde el principio, con excepción de ciertos períodos antiestéticos,
dominados por los puritanos, se esperaba que el coro dirigiera a la congre-
J',itcit'ln pero que también cantara solo, como en una "Eucaristía Coral'' o
"('oral Vespettino" (Oración Vespertina). En el siglo XVI, compositores del
período de Tudor que habían producido misas en latín (p. ej., Guillermo
Bynl, Juan Merbecke, Tomás Tallis, Ricardo Farrant) empezaron a hacer
arreglos de los nuevos servicios del Libro de Oración. Un "servicio" com-
pll'to incluía música de la Santa Comunión tanto como para los cánticos de la
oración matutina y vespertina. Los servicios an_glicanos han sido escritos por
l'ompositores británicos (y otros) a través de los años. Estos servicios completos
no se llevan a cabo en concietto, como en el caso de la misa romana; sin embar-
go, puede que obras solas (p. ej., un Magniflcat) sean usadas en una actuación no
littírgica, tanto como en servicios de adoración de muchas diferentes iglesias.
La herencia anglicana ha hecho otra contribución singular a la música
eclesiástica con el anthem, una pieza coral en inglés que es análoga al motete
L'n latín. Los primeros anthems fueron desarrollados por los compositores
müs destacados del siglo XVI para ser usados en las catedrales. Durante el
período de la república ( 1653-1660) los anthems desaparecieron completa-
mente, pero el Libro de Oración de 1662 los reconocía como parte regular del
culto. En el siglo XVIII, empezaron a aparecer en las iglesias parroquiales,
obras más sencillas para coros mixtos (incluyendo mujeres y hombres). La
tradición de la Iglesia Anglicana permitía una amplia variedad de preferen-
cias musicales y litúrgicas. En la iglesia parroquial, el canto congregacional
siempre ha sido central, aunque a veces hubiera un coro modesto para dirigir
los himnos y cantos y para cantar un anthem. En las catedrales, ciertos cul-
tos eran esencialmente corales, con menos participación congregacional.
1~stos servicios de "alta iglesia" dahan opmtunidad para usar los mejores
ex ponentes del arte coral e instrumental.
... la más rara y extraña alteración de las cosas en la Iglesia Catedral de Westminster.
Principalmente, en vista de que no se escucha nada más que Muchachos Rugientes, los
bocinazos y chirridos de los tubos del órgano y los fi·agmentos de Moreley y no sé cuán-
la basura más, ahora el altar papista ha sido quitado, los resonantes órganos han sido
demolidos y tirados ahajo; los cantores sopranos o más bien los problemáticos y los b<\ios,
cantores o encantadores hcm sido echados y, en su lugar existe ahora el ministelio muy ben-
decido de predicación ortodoxa, aun cada mañana durante toda la semana y cada semana
durante todo el año un sermón es predicado por los ministros más emditos y piadosos.
213
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
están tan profundamente enraizadas si recordamos que éstos eran
"disidentes" valientes, tenaces, motivados por una consagración espiritual
tremenda a la causa de la libertad religiosa tanto como a la teología y el culto
evangélico. Además, como independientes sufrían la constante persecución
del régimen anglicano, luterano o calvinista bajo el cual vivían. Quebrantar
la ley por participar en un culto clandestino era correr el peligro de una fuerte
multa o un largo encarcelamiento. Aunque muchos emigraron a América
para encontrar libertad, con frecuencia sufrieron allí también persecución por
parte ele los líderes de la religión "establecida" en alguna colonia en particu-
lar. Es así como Rogerio Williams, líder puritano radical en nm1eamérica,
chocó con los puritanos que tenían el poder en la colonia de la bahía de
Massachusetts, y fundó el estado de Rhode Island como un refugio de la per-
secución religiosa.
Hacia el final del siglo XVII y principios del XVIII prosperó en la Iglesia
Luterana alemana un importante movimiento denominado pietismo. El
primer líder del pietismo fue Felipe Jacobo Spener (1635-1705), quien llamó
a la iglesia, preocupada con la erudición, con el formalismo y con la orto-
doxia impotente a un énfasis en el estudio personal de las Escrituras y a una
"religión del corazón" nacida de la experiencia.
El pietismo apareció en escena al mismo tiempo que el racionalismo
influenciaba a la teología y adoración. En contraste con el pensamiento más
teocéntrico de Lutero, tanto el pietismo como el racionalismo mantenían que
la meta principal del culto y su música era la edificación (mejora) de la
humanidad. Los pietistas argumentaban que la música eclesiástica debía ser
"para toda persona" y, por lo tanto, muy sencilla; sobre todo, la letra de los
cantos debía proyectarse claramente en todo momento. Los racionalistas bus-
caban la edificación humana en fuentes seculares y alentaban el uso de arias
operáticas y otra música no religiosa para "embellecer el culto".
Reaccionando a tales ideas liberales, los pietistas tendían a rechazar toda
"música artística". :!B
214
1 11 música y (a adoración en 'Europa desde e( sig(o X'l'I fíasta fines de{ sig{o X•J/JJI
El gran compositor luterano, Juan Sebastián Bach, permanecía en cons-
t:tlllc conflicto con los pietistas, aunque la letra de sus cantatas muestran la
1111'1uencia de la teología de ellos. El movimiento inspiró un diluvio de
hilllnodia subjetiva, mucha de la cual estaba aneglada para tonadas en metro
t1 iple danzahle, en fuerte contraste con el estilo coral tosco, más antiguo.
:\lgunos de los himnistas pietistas mejor conocidos fueron Juan
l,.rcylinghausen (1670-1739), Nicolás von Zinzendorf (1700-1760),
lknjamín Schmolck (1672-1737) y Erdmann Neumeister (1671-1756). Es
interesante notar que Neumeister escribió la letra de cantatas usadas por J. S.
1Jach y también la versión original del himno evangélico "Cristo Acoge al
l'l'cador'' (Al Que en Busca de la Luz, HB 179).
Uno de los símbolos favoritos de la himnodia pietista, la relación de
< 'risto (el novio) con la iglesia y con el creyente individual (la novia), aparece
l'll himnos aún más antiguos, como "Jesu, meine Freude" (Jesús, tesoro sin
prl'L'io) de Juan Franck ( 1618-1677). Lo siguie·nte es una traducción bastante
literal de la primera estrofa y parte de la última.
Jcsu, meine Freude Jesús, mi gozo,
mcines Hcrzcns Weide, el anhelo de mi corazón.
Jcsu, meine Zier: Jesús, mi hermoso:
Ach, wie lang, ach lange Oh, ctiánta, cuánta
isl dem Hersen bange es la inquietud del corazón
und verlangt nach dir! y el anhelar por ti.
( iottes Lamm, mein Brautigam, Cordero de Dios, mi novio,
ausser dir soll mir auf Erden que nada en el mundo valga
nichts sonst Liebers werden. para mí fuera de ti.
215
¡~gocijaos! .La música cristiana en fa aáoración
(del cual Juan Wesley dijo que era tan personal que no debía ser cantado en
el culto público) y el canto más reciente "In Lave with the Lover of My Soul"
(Enamorado del amante de mi alma) de Phil Kerr, que escandalizó a muchos
cuando apareció en la década de 1940.
En su versión "depurada" el himno de Franck ha seguido siendo una de
las clásicas expresiones de devoción a Cristo. Pero, el hecho de que muy
pocos de ellos hayan pasado a otras generaciones, es un testimonio de la falta
de fuerza teológica y poética en los himnos pietistas.
216
1 '' 1/III.'IÍca y {a adoración en tE,uropa cfescfe e{ sig{o Xo/I liasta fines cfe{ sigfo X(Vlll
La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió,
Nada se puede comparar
A las riquezas de su amor.
El gnm despertar
Resumen y Addendum
1~stc capítulo ha sido dedicado completamente a la presentación de los
ntovimientos de renovación en la iglesia cristiana, la mayoría de los cuales
IL'stlltaron en la fmmación de grupos cismáticos tales como luteranos, calvinistas,
a11gl icanos, menonitas, bautistas, congregacionalistas, presbiterianos,
1110ravos y metodistas. Ya formados estos grupos, por lo general tuvieron
l'idos recurrentes de decadencia espiritual seguida por renovación.
Debe recordarse que la Reforma del siglo XVI ÍITumpió explosivamcnte
L'll escena en medio del Renacimiento, fue alimentado por los conceptos de
219
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
humanismo teísta, y propagado por la contribución de la imprenta de
Gutenberg. En las culturas cristianas anteriores al Renacimiento, la filosofía
era teocéntrica, y el atte existía "para la gloria de Dios". Empezando con la
Reforma. la intención del arte eclesiástico era también "edificar a los seres
humanos". Las reacciones a este desa fío fueron diversas: Lutero creó him-
nos en formas seculares que las congregaciones podían cantar; Calvino
eliminó el "arte musical" del culto, porque lo consideraba una distracción de
la totalmente importante Palabra de Dios; los pietistas establecieron normas
en ciertos estilos para "afectar'' a la devoción de los adoradores en maneras
específicas y Carlos Wesley usó himnos para llamar a las personas al arrepen-
timiento y la fe. Parece evidente que, desde la Reforma, el propósito de glo-
rificar a Dios por medio del arte eclesiástico dio (hasta cierto punto y
variando mucho de una situación a otra) lugar a la idea de beneficiar a la
humanidad.
Es también cierto que, mientras los períodos de renovación han produci-
do nuevas formas de música, con frecuencia han sido acompañados por
destructivas creencias iconoclastas. En la actualidad los eruditos luteranos
creen que sus liturgias eucarísticas fueron gravemente debilitadas por las
reformas de Lutero. Cal vino produjo salmos congregacionales, pero perdió la
mayoria de los himnos, toda música mtística y simbolismo litúrgico. Los
pietistas agregaron fervor en la experiencia devocional, pero perdieron (al
menos temporariamente) los enriquecedores himnos teológicos de los
primeros luteranos. Esta modalidad de '"limpiar la casa" litúrgica habría de
continuar a un paso cada vez más acelerado a lo largo de la historia de la igle-
sia, que se empieza a relatar en el próximo capítulo.
Se dice que la idea de un conflicto entre estilos musicales "sagrados" y
"seculares" en realidad empezó con Calvino, quien consideraba a cierta
música "peligrosa" para los creyentes. Antes de la Reforma, se distinguía
entre la música litúrgica (el canto de la misa) y la no litúrgica (la laude).
Pragmáticamente, poco misterio hay en el ciclo de simbolismo secular-sagra-
do-secular-sagrado que aparece en este período y en los posteriores. La músi-
ca eclesiástica "común", la que es para la participación congregacional, debe
siempre ser "popular", es decir, sencilla y no profesional. Al ser usada en el
culto, esta música asume un simbolismo sacro por asociación; se convierte
en un idioma musical "sagrado". En cualquier período de renovación espiri-
tual, los símbolos antiguos con frecuencia pierden su significado y se buscan
nuevos. Es obvio que deben ser encontrados fuera de la iglesia y, porque
deben ser comunes o populares, vendrán de cantos seculares folklóricos y (en
épocas posteriores) aun de la música del mundo del espectáculo. En el avance
evangelístico de renovación el canto novedoso "secular que se convierte en
220
1 ,, musica y [a aáoración en 'Europa desde e{ sig{o Xo/1 liasta fines de{ sig{o XiJ/IJJ
•.. 11'1 itdo" es un medio eficaz para testificar a los inconversos que no conocen
111., ,•..,, ilos "sagrados" más antiguos. El lenguaje secular recién adoptado, con
,·1 lll'lltpo adquiere un nuevo sentido de "lo sagrado" y se convierte en algo
llllllllal para la adoración divina. Y así queda hasta que la desplaza otra ren-
"' ill'ilín espiritual.
1~~~términos teológicos, se podría decir que este proceso demuestra la dis-
l"''.ichín de la iglesia de ser eternamente encarnada, de identificarse con "el
1111111do" y de transfmmarlo para C1isto. Este concepto no es nuevo al siglo XX.
1 \ 11111, d ijcra el musicólogo Charles Sanford Terry acerca de la música de la
l~t·ltHIIla alemana: 31
1;11 '>ll acción ... los primeros compiladores luteranos fueron impulsados también a
p11ri ricar el arte popular por medio de sustittürlo, para citar el título de una página de
1-i.tnkfurt, que data de 1571: "geistige, güte, nüt:_e Texte und Worte" (lírica espiritual,
pura, útil) para el "base und argerliche Wese, unnütz.e und schampare Liedlein" (esti-
lo malevo e irritante de las tonadas inútiles y vergon·zosas) de uso popular.
11ltimos años del siglo XVI son recordados tres gigantes del estilo de contra-
punto alto: Giovanni Pierluigi da Palestrina (c. 1525-1594) en el Vaticano en
1~ oma, Orlando di Las so (153 2-1594) en Munich y Tomás Luis de Victoria
( t'. 154X-1611) en la iglesia de San Girolamo en Roma. En el período contra
222
9
La 9Vfúsica y {a !ilcforación en
{os T,stacfos 'Unidos líasta
!Fines cfe{ Sig{o XIX
<'uando los primeros colonizadores europeos arribaron a los Estados
1luidos en el siglo XVI, trajeron sus tradicionqs de culto (incluyendo sus
luntnarios y manuales litúrgicos) de sus culturas. Muchos llegaban en pos de
111 wrtad religiosa, trayendo también las ansiedades y los prejuicios que eran
p.ult' de la vida en el Viejo Mundo. Porque la tendencia era "establecer una
11'1 igi<>n en particular" en cada colonia, siguiendo el modelo de los países de
l11o.; cuales provenían. Algunos grupos, como Roger Williams y otros bautistas
1'11 Nueva Inglaterra, sufrieron mucho de la mismá persecución por parte de
lo.., puritanos en poder, como en Inglaterra.
Muchos de los primeros norteamericanos provenían de ambientes
ll11111ildes y su sensibilidad estética no estaba desarrollada. En el ambiente
tn">co de los colonizadores, los logros musicales eran bastante primitivos. En
1!1~ siglos XVIII y XIX, el avivamiento fue una fuerza importante en toda la
vida religiosa y su influencia continúa en los grupos evangélicos. Este capí-
tulo trazará el desarrollo del cu1to not1eamericano y su música desde aquellos
.,,·ncillos comienzos hasta el amanecer del siglo XX, con especial atención a
l11s movimientos de evangelismo y renovación que son típicamente norteam-
1'1 il'anos.
224
' '' lllllsica y [a adoración en [os 'Estados í(Jnidos hasta fines def sig[o XIX
1.u'-. moravos en el Nuevo l\1undo
111 ,, lllllsical más altamente desarrollada. Los más importantes entre estos
11IIIIIIO"i fueron los mora vos, que primero emigraron a Georgia en 1735 para
lt,l\'l'l' obra misionera entre los indígenas. En 1740, muchos se trasladaron a
l'··u•.ih:ania donde llamaron a sus colonias Nazaret, Belén y Lititz; más ade-
l.lltll', una comunidad de importancia se estableció en Winston-Salem,
e ·.11nlina del Norte. Como sucesores de la herencia de Juan Huss y Nicolás
\1111 Zinzcndmf, los moravos tenían conceptos teológicos típicamente protes-
I.Jilh'">, pero su énfasis era más en la vida piadosa que en especulaciones doc-
lllltitles. Estos Unitas Fratrum (hermanos unidos) contaban con una cultura
lllll'•ical bastante sofisticada y la desarrollaron a nuevas alturas en esta tierra
d1· libertad. La música era parte de la vida diari~ morava, asociada con el tra-
h.qo y la recreación al igual que con la adoración. Además de la rica heren-
' lit ltímnica que trajeron de Europa, nuevas letras para los cantos fueron
·'I'Jl'gadas por sus líderes norteamericanos y arregladas con música por
1 IIIIIJlOsitores como Juan C. Pyrlaeus, Christian F. Oerter, Juan F. Peter, Juan
1krhsl y Juan C. Bechler. Estos hombres escribieron también muy buenos
illll'glos para himnos y algunas cantatas en los estilos de J. C. Bach, Stamitz,
llaydn y Mozart.
También prosperó la música instrumental; ya para 1780 una modesta
nrqucsta presentaba las obras comunes de los maestros europeos. Un con-
pililo de trombones (Posaunenchor) era también una característica de la vida
1l iaria, usado para acompañar el canto congrcgacional al aire libre y para
iiiiiiiH.:iar, tocando desde el campanario, los eventos importantes a la comu-
nidad. Durante los primeros años de la joven república, la mayor y mejor
pmtc de la producción musical en los EE. UU. de A. no se presentaba en las
11pil:as salas de concierto, sino en el vida cotidiana y en el culto comunitario
dl' la banda morava.
226
La música y {a adoración en {os 'Estados V.nidos hasta fines de{ sig{o XIX
amhems como se cantan en la Iglesia Católica) fue publicada por Juan Aiken
en Filadelfia. Además del contenido mencionado en el título, incluía una
/lrfass of the Blessed Trinity (Misa de la bendita Trinidad), una misa réquiem
(en canto llano) y una Misa Solemne con arreglos musicales en latín y en
inglés. 4 En el siglo XIX, 11egaron a estas playas nuevas olas de inmigrantes
católicos, la mayoría había sido de muy humilde condición en Europa y Gran
Bretaña; en consecuencia, sus expectaciones musicales eran muy limitadas y
la mayoría de las iglesias no contaba con canto coral ni congregacional. En
las que sí contaban con música, su preferencia era por estilos operáticos del
siglo XIX en muchos casos cantados por un coro cuarteto. En algunas dióce-
sis, empezando al final del siglo XIX, la influencia de Juan I3. Singenberger
( 1X48-1924) y su Sociedad Ceciliana llevó a una reforma musical. Al igual
que el movimiento siciliano original en Alemania, este grupo patrocinó el
avivamiento del canto gregoriano, el volver a formas polifónicas a cappella
y al canto congregacional vernáculo. Es digno de.notar que la influencia ceciliana
se sintió principalmente en las comunidades alemanas de Cincinnati, Chicago
y Milwaukee. La mayoría de los católicos en las iglesias panoquiales típicas
continuaron favoreciendo la misa rezada, y el canto en común ocurría única-
mente en servicios de novena populares y no litúrgicos.
228
La música y (a aáoración en fos tütaáos 11niáos hasta fines áe( sig(o XIX
los antiguos himnos griegos y latinos (traducidos al inglés), el canto gre-
goriano y un aumento en el uso de simbolismos (en vestiduras, muebles y
accesorios y acción litúrgica). La "contra reforma" anglicana o "contra evan-
gelicalismo", sumados al compromiso con la teología liberal por parte de
otro grupo de eruditos, finalmente resultó en el desarrollo de tres "partidos"
anglicanos en el siglo XIX: ( 1) los anglocatólicos, que más se parecían a
Roma en su teología y práctica de adoración; (2) los integrantes de lo que
denominan low church (menos formal), muchos de los cuales seguían siendo
fue1temente evangélicos en su predicación y estilo de adoración, rechazando
el Movimiento de Oxford por considerarlo "papista" y (3) las denominadas
hroad church (iglesia liberal), que tendían a ser moderadas en su liturgia pero
liberales en su teología, enfatizando una salvación social en lugar de perso-
nal. En los EE. UU. de A., las iglesias episcopales han tendido a ser high
(muy formales) o low (menos formales) en su liturgia y anglocatólica o broad
en su teología; sólo unas pocas serían tan "evangélicas" como sus colegas en
lnglatcrra. 6
Después de 1850, muchas iglesias norteamericanas adoptaron los princi-
pios del I\fovimiento de Oxford, usando coros de muchachos y hombres y
sustituyendo el canto llano por el canto anglicano. Pero era más común el
cuarteto coro, un grupo de hombres y mujeres voluntarios dirigidos por cua-
tro solistas, que con frecuencia se degeneraba a un "solo cuarteto", cantando
mayormente himnos "románticos" de compositores norteamericanos y, más
adelante, británicos y europeos. Las composiciones más usadas fueron
escritas por músicos de renombre como Mendelssohn, Gounod, Gaul,
~ozart, Boyce, Stainer, Parker, Shelley, Rossini, Buck y otros que han caído
en el olvido: Hodges, Naumann, Larkin, Bridgewater, Hatton y Gilbert.
Iglesias no litúrgicas:
Culto evangelístico versus "evangélico formal"
230
.La música y {a adoración en {os T,stados rtln.idos líasta fines de{ sig{o XIX
En general, el culto entre los Bautistas Separados se caracterizaba por su ambiente
familiar, su ruido y desorden. Los predicadores separados tenían un estilo de procla-
mación enérgico, apasionado y de voz potente. Era común que las congregaciones con
frecuencia se emocionaran hasta las lágrimas, gritando y aun cayendo al suelo. Los
miembros de la congregación irmmpían espontáneamente en el culto con oraciones y
exhortaciones. Aun a los conversos jóvenes y a las mujeres se les alentaba a respon-
der según los moviera el Espíritu.
Su culto era evangelístico. Stearns y compañía eran un tipo de gente muy emocional
y profundamente pietista. Tenían un valor: ganar a la gente para Jesucristo y tener
experiencia emocional identificable. Fe era sentimiento y cada domingo era una
reunión de campaña. Su alabanza a Dios no era vertical, sino horizontal. A uiferencia
de la gente de ciudad en Charleston, no alababan a Dios por alabar a Dios; alababan
a Dios alcanzando a mujeres y hombres. Tenían un banco para Jos afligidos y esper-
aban oír gemidos, no cot1eses amenes. Eran ardientes evangelistas. 14
231
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
Invitación (frecuentemente larga, con himnos)
Despedida (Bendición)
Salutación
Doxología
Invocación
Anthem: "Te Deum Laudamus en Do", de Larkin
Mandamientos
Bienaventuranzas
Lectura con responsorio (Salterio)
Credo Apostólico
Lección del Antiguo Testamento
Himno: "Castillo Fuerte Es Nuestro Dios"
Lección del Nuevo Testamento
Anthem: "Sanctus'' de Messe Solonelle de Gounod
Oración
Solo de ofertorio: "Señor, Tu Gloria Llena los Cielos"
del Stábat Máter de Rossini
Oración
Himno: "Oh Dios, Bajo Tu Mano Guiadora"
Sermón
Servicio de dedicación
Himno de dedicación (escrito especialmente para esta ocasión)
Oración y Bendición
Postludio en el órgano: "Adoración" de La Ciudad Santa
de Gaul
232
La música y {a adoración en {os ~tatfos 11nidos hasta fines tfe{ sigw XIX
Es de notar que, aunque este servicio tiene todos los elementos nece-
sarios (quizá aun demasiados) para el culto no eucarístico, evidencia poca
convicción litúrgica en el orden de los ítems o en la música que los acom-
pañaba. En el siglo XIX, los compositores destacados mostraban poco interés
en escribir música eclesiástica. La literatura que proveyeron los menos
dotados tendía a ser "impresionante", ideal para estimular los sentimientos
religiosos, con escasa comunicación eficaz del texto sagrado. El "romanti-
cismo" en el arte enfatizaba lo apasionado, lo extravagante, lo imaginativo.
La mayoría de los historiadores concuerdan en que los estetas del siglo XIX
no se sentían atraídos por la música eclesiástica, promoviendo el concepto
del "arte por amor al arte" en la iglesia. Quizá las únicas excepciones a tal
status quo se daban en las iglesias episcopales influenciadas por el
Movimiento de Oxford y en los grupos católicos romanos que atesoraban los
ideales de Sta. Cecilia.
William Warren Swect 17 destaca que el cvangelismo que llegó a ser típi-
co, fue introducido en las colonias norteamericanas por los inmigrantes
pietistas alemanes hacia el final del siglo XVII y a principios del XVIII. Su
primera expresión fue un avivamiento entre las iglesias reformadas holan-
desas en Nueva Jersey en la década de 1720, liderado por Teodoro J.
Frelinghuysen, ampliamente conocido por su apasionada predicación sobre
la necesidad del arrepentimiento personal y de la fe para salvación. Poco
después, irrumpió un movimiento similar entre los presbiterianos escoceses-
irlandeses, bajo el liderazgo de Guillermo Tennent, un ex anglicano que
dirigía una escuela religiosa en Neshaminy, Pensilvania, despectivamente
llamada "Colegio de Tronco". Como resultado de ese despettar religioso, en
los comienzos de la Guerra de Independencia, el presbiterianismo se había
convertido en el segundo (después de los anglicanos) en cantidad de entre los
cuerpos religiosos de las colonias. 18
233
¡!l?jgocijaos! La música cristiana en {a aáoración
.Jonathan Edwards y Georgc \Vhitefield
Nuestro pueblo no necesita tanto que les llenemos la cabeza como que sus corazones
sean tocados.
No hay duda que los salmos métricos siguieron siendo el canto principal
en aquellos primeros cultos de avivamiento. Al mismo tiempo, comenzaban
a aparecer los himnos de Isaac Watts y de Carlos \Vesley. The Psalms of
David Imitated in the Lan{?uage of the New Testament (Los salmos de David
imitados en el lenguaje del Nuevo Testamento) de Watts fue publicado por
Benjamín Franklin en Filadelfia en 1729, y Juan Wesley publicó su primera
colección de salmos e himnos (Collection of Psalms and Hymns) en
Charles ton, Carolina del Sur en 1737.
Jonathan Edwards escribió en cierta ocasión acerca de la música escucha-
da en una serie de reuniones, indicando que los beneficios de los estudios en
la escuela de canto eran enriquecidos por el espíritu de renovación: 20
El te salvará, salvará.
El te salvará ya mismo,
Ya mismo él te salvará,
El te salvará ya mismo.
(1/re Reviralist lEI evangelista] 1872, núm. 142)
(Traducción textual para este libro)
236
La música y {a aáoración en {os 'Estaáos 1lniáos fiasta fines áe{ sig{o XIX
¿Dónde, oh dónde están los niños* hebreos (repetir)
que fueron arrojados al horno de fuego?
Seguros ahora en la tie!Ta prometida.
Estribillo: Luego y luego iremos al hogar con ellos a encontrarnos, (repetir dos veces)
Allá en la tierra prometida.
*2. buen Elías, 3. el profeta Daniel, 4. María que llora,
5. el mártir Esteban, 6. el bendito Jesús, cte. (Oriola, 1862, núm. 236>
Muchos de los cantos de las reuniones de campaña también se secu-
larizaron invirtiendo la metamorfosis tradicional evangelista, de secular a
sagrado. Según Porter, "¿Dónde están los niños hebreos?" tiene muchas
parodias, incluyendo el canto de la región Ozark "Where, O Where /s Pretty
Little Susie?" (¿Dónde, oh dónde está la linda pequeña Sus y?) y el canto
estudiantil: "Where, O Where Are the Verdant Freshmen?" (¿Dónde, oh
dónde están los ingenuos de primer año?)
Todas estas formas fueron llamadas originalmente "cantos espirituales" y
poca duda cabe de dónde sacaron su nombre. Todos los colonos sabían de
''salmos'' e ''himnos", los primeros eran comunes a todos los grupos cris-
tianos y todavía eran cantados exclusivamente por muchos episcopales y
presbiterianos, y los segundos, hacía poco, se habían llegado a conocer por
intermedio de las misiones de George Whitefield. Así que cuando
aparecieron estas nuevas formas más sencillas: populares, fueron apodadas
con el nombre que aparece en Efesios 5:19 y Colosenses 3:16: "cantos espiri-
tuales", más tarde acortados a spirituals ("espirituales").
Pocos cantos ue las reuniones de campaña (aparte de los cantos espiri-
tuales blancos y negros) se siguen cantando o siquiera se conocen. Pero
muchos de ellos fueron perpetuados por años en las reuniones anuales de
campaña teológicamente wesleyanas en el Norte y el Centro de los Estados
Unidos, y hasta fueron cantados en el idioma alemán de Pensilvania, que es
en realidad un dialecto de la Baja Alemania. Aquí va un ejemplo que fue pu-
blicado en inglés en 1809 y documentado por el investigador Don Yoder en
1961. (Las palabras son la interpretación fonética de Yoder según la pronun-
ciación alemana de Pensilvania.)Z4
Es correcto empezar el culto público en el santuario con una breve oración adorando
humildemente la infinita majestad del Dios viviente, expresando un sentido de nues-
tra distancia de él como criaturas y nuestra indignidad como pecadores, y humilde-
mente implorando la gracia de su presencia, la ayuda de su Espíritu Santo en los
deberes del culto y su aceptación de nosotros por los méritos de nuestro Señor.
239
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
La extensa invitación era la principal diferencia entre las campañas de
Finney y las de Edwards y Whitefield del siglo anterior. Los primeros evan-
gelistas calvinistas creían que el avivamiento venía y que el pecador se con-
vertía, exclusivamente según la voluntad de Dios; los evangelistas nada
podían hacer fuera de predicar la Palabra y esperar que "venga el Espíritu".
El énfasis más armenio de Finney mantenía que los creyentes podían "orar
hasta traer un avivamiento", y que todas las personas pueden responder al lla-
mado del evangelio por su "libre voluntad"; el desafío era entonces persuadir
a la mayor cantidad posible a responder. Casi todo el evangelismo subsiguiente
en los Estados Unidos, incluyendo el de los evangelistas moderadamente
calvinistas, ha incluido himnos de invitación y de un "llamado al altar".
Es interesante notar que los anuncios arriba mencionados incluían el de
que Finney seguiría ministrando noche tras noche "mientras dure esta época
de avivamiento". Las campañas cvangelísticas (literalmente protracted meet-
ings: reuniones prolongadas) han sido una característica del evangelismo
histórico en los Estados Unidos; una campaña seguía mientras era evidente
que el Espíritu Santo la bendecía y las personas seguían respondiendo. Los
anuncios también incluían el que los fideicomisarios se reunirían después de
la reunión para planear la remodelación del templo porque "la presente ubi-
cación de los asientos y el púlpito no concuerda con nuestra nueva y nece-
saria modalidad del culto". En esa ocasión se eliminaron los palcos, se
construyó una plataforma a lo largo del frente con un púlpito central, se
quitaron los palcos privados y se instalaron bancos sencillos, obviamente
porque la predicación sería de allí en adelante el enfoque central de la ado-
ración y había que facilitar el que los concurrentes pudieran responder a la
invitación "pasando adelante". De esta herencia (que afectó a mucho del
protestantismo norteamericano durante los primeros años del siglo XIX) sur-
gen muchas de las prácticas y énfasis del "cvangelicalismo" en el culto del
siglo XX.
En cuanto a la música, el "despertar" bajo Finney parece haber sido el
comienzo de un ministerio musical evangelístico bien definido. Tomás
Hastings ( 1784-1872), destacado maestro, director y autor de música de
aquella época, colaboró con Finney en muchas de sus campañas, y compiló
los primeros cancioneros planificados específicamente para ser usados en el
evangelismo. Se dice que el siguiente himno fue usado por Pinney al final del
sermón como parte de un llamado prolongado y emocional de pasar al altar. 32
Corazones de piedra, ceded, ceded,
rompeos, por la cruz de Jesús sometidos;
ved su cuerpo, destrozado, roto,
cubierto con un coágulo de sangre.
Alma pecadora ¡qué has hecho!
240
La música y [a adoración en [os fF,stados 1..lnidos hasta fines de[ sig[o XIX
Dado muerte al Hijo eterno de Dios.
242
La música y {a aáoración en fos 'Estaáos 'llniáos hasta fines áe{ sig{o XIX
Bucknell. William Bradbury, George F. Root y Charles Converse (composi-
tor de "¡Oh Qué Amigo Nos Es Cristo!", HB 409) estudiaron todos en
Europa donde conocieron a Roberto y Clara Schumann, Franz Liszt y Luis
Spohr. Fanny Crosby era bien conocida por cinco presidentes norteameri-
canos y muchos otros líderes del gobierno. La música que éstos escribían era
extensamente vendida en la Norteamérica del siglo XIX y con frecuencia les
daba mucha ganancia a ellos y a sus casas editoriales.
Con el correr del tiempo, los "himnos sobre la experiencia" aparecieron
en otros lugares alrededor del mundo. Los cantos evangelísticos populares
norteamericanos fueron traducidos a todos los idiomas donde había culto
protestante, tanto en Europa como en los campos misioneros. Otros países
produjeron sus propias versiones de ese estilo. En Suecia, por ejemplo, hubo
un movimiento de renovación en la Iglesia Luterana a mediados del siglo XIX
bajo el predicador laico Carl Rosenius (1816-1868). Caroline Sandell-Berg
( 1H32-1903) apoyó el movimiento con sus hi.mnos a tal punto que se la con-
~ideraba la "Fanny Crosby sueca". La música para muchos de sus cantos fue
escrita por Osear Ahnfelt, apodado "El trovador sueco" por su ministerio itine-
rante, cantando y tocando sus propios acompañamientos en guitarra. Los
cantos Sandell-Ahnfelt fueron publicados en una serie de libros con la ayuda
de la famosa soprano coloratura, Jenny Lind, el "Ruiseñor Sueco". Esta es la
primera estrofa de uno de los himnos más conocidos de Sandell, muchos de
los cuales fueron llevados a los Estados Unidos por inmigrantes suecos y en
la actualidad son cantados por varios grupos evangélicos.
Han habido muchos intentos por definir lo que es un gospel song (que en
esta obra llamamos "canto evangelístico") a fin de diferenciarlo de fmmas
hímnicas más tradicionales. Con frecuencia se ha argumentado que los himnos
son "objetivos" (acerca de Dios, el "objeto" de nuestro pensamiento y ado-
ración) mientras que los cantos evangelísticos son "subjetivos" (sobre el
''sujeto", el adorador y su experiencia con Dios). Pero muchos himnos
243
¡'.1\sgodjaos! La música cristiana en [a aáoración
históricos son simultáneamente objetivos y subjetivos (p. ej., "La Cruz
Excelsa al Contemplar" de Watts, HB 109) y algunos reconocidos cantos
evangelísticos son muy objetivos (p. ej., "¡Gloria! ¡Gloria!" y "A Dios
Demos Gloria" de Fanny Crosby, HB 38, 22). Podríamos decir también que
el canto evangelístico es esencialmente un estilo musical; en los primeros
años del siglo XX, aun los salmos metrificados fueron arreglados con
tonadas de música evangelística y aparecieron en Psalter (Salterio), 1912.
El nombre da algún indicio de la identidad típica del canto evangélistico.
"evangelístico" sugiere que su mensaje por lo general tiene que ver con las
ideas centrales de lo básico en el evangelio: pecado, gracia y redención y la
experiencia humana~ la mayoría podría llamarse " himnos de testimonio".
"Canto" sugiere que su estilo se relaciona con las formas seculares del solo,
y por cierto a uno de sus predecesores inmediatos: el "canto espiritual" de la
tradición de las reuniones de campaña. Básicamente, su poesía era más
sencilla que la del himno tradicional, limitada en su alcance teológico, con
menos desafío a la imaginación y más repetición, con un inevitable estribillo.
La música se caracterizaba por una sencilla melodía lírica, armonía inconse-
cuente y por lo general ritmo ágil, al estilo de otra música popular: cantos de
campaña o marchas y música de salón para piano.
Decorar las estructuras que parecían graneros (galpones) era prácticamente imposible,
aunque alguna vez alguien intentaba colgar de las paredes pasajes conocidos de la
Biblia. Eran esfuerzos bastante patéticos por crear un amhiente que pareciera de igle-
sia. "¿Es un servicio religioso al que hemos venido?" exclamó un visitante que por
primera vez asistía a un servicio de Moody. "Por todos lados, los sombreros puestos; la
charla es vivaz ... Estos padres de familias, seguidos por sus 'todos' [hijos l. ¿de qué
hablan? A decir verdad, es principalmente el reconocimiento de amigos, el agitar de las
manos saludando desde el auditorio a la plataforma y palco." El ambiente físico y la
actitud general de las multitudes generalmente muy poco contribuían a un sentimiento
de espiritualidad al empezar las reuniones. Dichos sentimientos tendrían que ser crea-
dos, si los hubiera, por otros medios, ptincipalmente por quienes dirigían y en parte
por otros participantes en el servicio del canto, adoración, predicación y alabanza.
Se podía contar con Moody y Sankey para que crearan esos "sentimien-
tos de espiritualidad". La constante respuesta del evangelista a la clásica pre-
gunta: "¿Cómo podemos mejorar los cultos habituales?" era: "l-lagan que las
reuniones sean interesantes."~ Los elementos de un culto evangelístico eran
5
Había cierta familiaridad, una vivacidad a la cual el evangelista se refería con fre-
cuencia, y que nunca olvidaba en los cultos que dirigía, lo que hacía que estos pro-
cedimientos fueran distintos del culto ordinario del domingo por la mañana. 36
Moody había demostrado en Illinois, Estados Unidos que como líder de reuniones
públicas poseía algún sexto sentido que lo capacitaba para improvisar y cambiar el
orden del culto a medida que iba avanzando con el fin de doblegar la voluntad de sus
oyentes a los deseos de él. Después de mucha práctica en los años que siguieron, había
refinado este poder de improvisación hasta convertirlo en un pulido arte de sutil per-
suasión que hechizaba a casi todos en sus gigantescas reuniones de avivamiento. 37
245
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
Sprechstimme (recitación sonora), completa libertad del ritmo, extensión al
final de las frases y una breve pausa entre las líneas de un canto para asegu-
rar que los oyentes no se distrajeran. 38 Sankey mismo no escribió las letras y
sólo unas pocas melodías. Sin embargo, contaba con una gran cantidad de los
nuevos cantos evangelísticos populares por autores y compositores como
Fanny J. Crosby, Philip P. Bliss, D. W. Whittle, Robert Lowry, James
McGranahan y George C. Stehbins. Da testimonio de la popularidad de aque-
lla música un informe contemporáneo en The Nation (La nación): 39
Determine usted el placer que recibe de la música resonante en el circo, de una hala-
da sentimental de un trovador negro, un coro universitario y de un himno, todo en uno,
y tendrá usted cierta noción de la variedad y el contraste que se puede percibir en un
de estos cantos
De todos los hombres en Escocia, era la decisión de él la que más me interesaba. Era,
realmente, mi escritor de himnos ideal, el príncipe entre los himnistas de su época y
generación. A pesar de ello, no cantaba ninguno de sus hermosos himnos en su propia
congregación ... porque ministraba a una iglesia que creía en el uso exclusivo de
salmos. Con temor y temblor anuncié como un solo el canto "Freefrom the law, Oh,
happy condition" ("¡De la Ley Libre! ¡Dicha Indecihle!", HSE 91). Sintiendo que el
canto podía terminar siendo sólo un entretenimiento y no una bendición espiritual,
pedí a toda la congregaci6n que me acompañara en una palabra de oración, pidiendo
a Dios que bendijera la verdad que me disponía a cantar. Durante la oración desa-
pareció mi ansiedad. Creyendo y regocijándome en la verdad gloriosa contenida en el
canto, lo canté todo hasta el final.
Después de que el señor Moody terminara su discurso, el Dr. Bonar se me acercó con
una sonrisa en su venerable rostro, y extendiendo su mano me dijo: ''Bien, señor
246
La música y {a aáoración en {os ~staáos f[Jniáos hasta fines áe{ sig{o XIX
Sankey, esta noche cantó usted el evangelio." Y así es que se abrió el camino para la
misión del canto sagrado en Escocia.
247
¡l}(Jgocijaos! .La música cristiana en {a adoración
Flamea la respuesta hacia el cielo:
"¡Por tu gracia, lo haremos!"
tP. P. Bliss, traducción textual para este lihro)
Resumen:
Evangelisnto como Fenómeno en los Estados Unidos
Este capítulo ha presentado un panorama de 300 años de historia de la
música cristiana norteamericana. La atención preferente dada a la actividad
evangelística se debe en parte al énfasis evangélico de este libro y en parte a
la fuerza y persistencia de la música evangelística en la cultura religiosa
norteamericana.
Wil1iam Wan-en Sweet, renombrado historiador eclesiástico del siglo XX
concluye su análisis (publicado) de las características y las técnicas de los
evangelistas con el ministerio de Carlos G. Finney, cuya principal actividad
evangelística ocurrió entre 1824 y 1850. En el último capítulo, "Evangelismo
en decadencia"4 S, Sweet describe a D. L. Moody como el primero de los
evangelistas profesionales que surgieron con el desatTollo de los Estados
lJ nidos como una sociedad urbana. Menciona únicamente a los sucesores
inmediatos ele Moody: Reuben Torrey, Wilbur Chapman, B. Fay Milis, Sam
.Jones, George Stuart, W. E. Biederwolf y Billy Sunday, junto con una larga
lista de diversas instituciones evangelísticas que han surgido en el siglo XX:
el Movimiento Estudiantil Voluntario, el Ejército de Salvación, el
Movimiento Oxford (Buchmanismo) y las iglesias pentecostalcs. Quizá sea
251
¡1?.§gocijaos! .La música cristiana en [a aáoración
cierto, como insiste Sweet, que en nuestra compleja y creciente cultura, el
evangelismo tenga un impacto menos poderoso en el sentido de que alcanza
a un porcentaje menor de la población. A pesar de ello, ha seguido siendo una
parte vital y conspicua de la vida eclesiástica norteamericana. Billy Graham
(n. 1918) ha probado ser el evangelista de mayor duración y sin lugar a dudas
ha predicado a más individuos que cualquier otra persona en la historia, usan-
do técnicas comerciales modernas en la preparación, administración y
"seguimiento" de sus cmzadas. En los últimos años, el evangelismo ha toma-
do su lugar en "la iglesia electrónica" de radio y televisión donde se ha de
reconocer que es el sucesor de la larga tradición evangelística.
Es también importante notar que los primeros músicos evangelísticos pro-
fesionales fueron contemporáneos de Moody, empezando con individuos
como Philip Phillips e Ira D. Sankey. Es más, fue en el siglo XIX que
apareciera por primera vez la música popular cristiana comercial. Con la lle-
gada de la revolución industrial y el desarrollo de una clase media educada,
la gente sin una herencia musical clásica podía satisfacer su deseo de diver-
sión en los salones de música o los teatros de música. También existía la
preparación popular para aficionados musicales, y nuevas técnicas de
imprenta más económicas, hicieron posible cantar y tocar los favoritos en los
hogares.
La música cristiana popular, producida en masa, comenzó en realidad con
los cancioneros de la escuela dominical allá por el año 1840, seguidos por un
diluvio de cancioneros evangelísticos populares en tapa blanda, para uso de
los adultos. Como es de imaginar, la promesa de ganancias financieras
impulsaban a las editoriales a lanzar composiciones de compositores afi-
cionados, muchas veces sin pensar en su valor estético o teológico. Como
resultado, la mayor parte de la música popular evangelística del siglo XIX ha
desaparecido; sólo quedan algunas joyas en nuestros himnarios porque
todavía son importantes en la iglesia. En un capítulo anterior, describimos la
tradición oral de "música folklórica" como beneficiosa y constructiva a la
cultura porque preserva la mejor sabiduría y creatividad común de una
sociedad. Es sin duda cierto que, debido a la influencia negativa de la
comercialización y porque el paso del tiempo no ha permitido separar lo
malo de lo bueno, la música popular comercial es menos beneficiosa y con-
structiva que la música folklórica. Es debido a estas razones que los líderes
de las iglesias deben asumir que la nueva música popular cristiana necesita
ser filtrada cuidadosamente a fin de encontrar lo que sea más beneficioso y
cons-tructivo para el evangelismo y la adoración.
Muchos han preguntado por qué la técnica para evangelizar llamada
evangelística, (un "proclamador" individual del evangelio apoyado por testi-
monios musicales) ha prosperado tanto en los Estados Unidos. Sus
252
(a música y {a aáoración en {os T.staáos 'llniáos liasta fines áe{ sig{o XIX
illlteecdentes históricos incluyen a los profetas del Antiguo Testamento, a los
apt'>stoles del Nuevo Testamento, a los padres patristas y medievales que
dirigían misiones de predicación y los reformadores del siglo XVI, tanto
t't >m o los predicadores de los movimientos pietistas de Europa y el "gran des-
lll'rlar" en Inglaterra. A pesar de esto, el evangelismo no ha seguido siendo
1111 factor preponderante en el cristianismo europeo, probablemente por el
'>indrome de la "iglesia oficial". En esa tradición, aun con el desanollo de
1'11erpos separatistas, una iglesia en particular (anglicana, católica romana,
lll'todoxa y reformada) es dominante en un país. La mayoría de los indi-
viduos son ''bautizados dentro" de la fe al nacer y, aunque rara vez asistan a
la iglesia, es parte de su cultura que no puede ser fácilmente cambiada.
El evangelismo sigue fuerte en los Estados Unidos por la diversidad de
-.us antecedentes étnicos/religiosos y nuestro principio fundamental de
"separación de la iglesia y del estado". Además, contamos con una sociedad
111Üs completamente democrática que la mayoría, sjendo idealmente cada per-
"ona libre de tomar decisiones sin restricciones ni inhibiciones que son parte
de una rígida cultura de "clases" o "tribus". Es en esta libertad (sumada a la
necesidad de "pertenecer a algún grupo") que prospera el evangelismo masi-
vo y, como resultado, el evangelismo ha sido una parte bastante constante de
la vida eclesiástica norteamericana en los últimos 250 años. No hay razón
para pensar que habrá de desaparecer en un futuro cercano, siempre que los
proclamadores y cantantes se dirijan a las personas en cada generación
1'nfocando sus más importantes necesidades espirituales.
El impacto del evangelismo no puede ser medido únicamente por la
recurrente aparición de evangelistas o de movimientos pietistas. Como desta-
ra Sweet, ciertas denominaciones conocidas como "evangélicas" han surgi-
do como básicamente evangelistas en sus modalidades regulares de gobierno
y culto. Sin embargo, las iglesias evangelistas más antiguas al irse sofisti-
cando más y al tener líderes mejor capacitados que tenían en cuenta la natu-
1alcza bíblica-teológica de la adoración, tendían a sentirse insatisfechas con
esas modalidades sencillas de adoración y empezaron a buscar formas más
desarrolladas para sus cultos. 46
Podríamos argumentar que esto prueba que la eficacia de las misiones
lradicionales de predicación se debía en parte al hecho de que eran eventos
l'Xlraordinarios y que la vida normal de la iglesia necesita una modalidad de
adoración que es menos especializada y más completa. Es para tales cuerpos
que ofrecemos una base teológica y un amplio bosquejo del culto evangélico
1'1l un capítulo posterior. A la vez, nuestra propia generación ha producido
nuevos grupos pietistas conocidos como "carismáticos" en la tradición libre
y en la litúrgica. Enfocaremos este más reciente movimiento de "renovación"
253
¡'l<ggocijaos! La música cristiana en {a aáoración
al final del pr6ximo capítulo y al principio del capítulo 11, notando que el
estilo del culto y del material para el canto son muy parecidos a los del evan-
gelismo del siglo XIX. La histmia nos enseña que esta secuencia recurrente
de libertad/estructura/libertad/estmctura quizá sea inevitable, aunque en la
vida de la iglesia ha sido una fuerza perturbadora y divisiva y, también,
renovadora.
254
10
La !]v{úsica y {a .9Ldoración
en {os rr,stados 11nidos
en e{Sig{oXX
El siglo XX comenzó con un espíritu de optimismo entre algunos líderes
nistianos norteamericanos que predijeron que sería un "Siglo Cristiano"
'>Íngular.' Al acercarnos al final de este período, debemos reconocer que ha
'>ido un tiempo sumamente turbulento, con una sucesión desconcertante de
l'iltnbios en el énfasis teológico, la estructura y el estilo de adoración, y el
plilneamiento de la renovación espiritual.
El hombre de negocios y evangelista Dwight L. Moody murió apenas
nueve días antes del comienzo del siglo, siendo ata~ado por una enfermedad
l'll medio de una campaña en Kansas City; sin embargo su influencia se
'>intió durante los próximos noventa años o más en el ministerio de un grupo
diverso de evangelistas norteamericanos desde R. A. Torrey hasta Billy
< iraham. Poco después del final de la Primera Guerra Mundial, la comuni-
cm:ión por radio llegó a ser un factor dominante en la vida, sucedido por la
ll'levisión después de la Segunda Guerra Mundial. Ambos medios fueron
hicn recibidos por la iglesia como oportunidades para el evangclismo; en
l"íllnbio, ellos influyeron en la vida de la iglesia, especialmente en la ado-
l'ilCÍÓn, de manera desproporcionada a su efectividad en el evangelismo.
En este siglo el término "evangélico" evolucionó hasta su significado
integro, el significado que se ha usado en este libro. 2 Durante el siglo XIX
l'omo resultado de los esfuerzos de algunos teólogos por reconciliar el cris-
1 ianismo tradicional con los descubrimientos de la ciencia moderna, surgió el
255
¡'.l?g.gocijaos! La música cristiana en {a adoración
grupos se reflejó en las actividades de partidos opuestos dentro de las
denominaciones y también a través de cisma, en la creación de nuevas
denominaciones que continuaban básicamente con el mismo nombre de la
iglesia madre por ejemplo, la Iglesia Evangélica Metodista, la Iglesia
Presbiteriana Ortodoxa, o la Asociación Bautista Conservadora. Con el pro-
greso del siglo, los evangélicos tanto dentro como fuera de las denomina-
ciones principales desarrollaron la tendencia de unirse en actividades
paracclesiásticas, incluyendo la de establecer escuelas, proyectos de publica-
ciones, organizaciones de acción misionera y social, y el apoyo a las cruzadas
cvangelísticas. Grupos pentecostalcs que surgieron en los primeros años del
siglo de las raíces de santidad establecidas por Wesley, fueron considerados
al principio como sectarios por sus prácticas de adoración exóticas; ahora son
considerados como asociados plenos entre los que se llaman evangélicos.
A mediados del siglo, después que el liberalismo ya pasado de moda
cedió su lugar a la teología más bfblica de Barth, los principales círculos de
protestantes y las iglesias litúrgicas experimentaron algo como una reno-
vación litúrgica, similar a aquella precipitada por el Movimiento Anglicano
Oxoniense en el siglo anterior. Las comisiones de adoración continuaron sus
esfuerzos por volver a sus raíces litúrgicas. Al mismo tiempo en las activi-
dades del Vaticano 11 que culminaron en 1962, los católicos romanos dieron
pasos dramáticos hacia una identidad un "poco más evangélica". Los dos
grupos que históricamente han estado en lados opuestos tienden a acercarse
más el uno al otro; el bosquejo básico y mucho del lenguaje del culto de ado-
ración en las iglesias episcopales y luteranas (pero también en muchas igle-
sias presbiterianas, metodistas e Iglesia de Cristo) ahora es muy similar a la
de los Católicos Romanos.
En la década de los años 60, llegaron casi simultáneamente la época de la
Celebración de Adoración y el Movimiento de Renovación Carismática; uno
o el otro o ambos han influenciado la vida de adoración de la mayoría de las
iglesias, incluyendo la luterana, la episcopal y la católica. Con su énfasis en
el estilo de adoración sumamente emocional que es tradicional de los pente-
costales, la vida carismática podría parecer un movimiento contralitúrgico
radical. Sin embargo, muchos intelectuales ven en la adoración carismática
algunos paralelos a la de la 01todoxia OrientaV con un incrementado senti-
do de transcendencia, un nuevo interés en los simbolismos (especialmente en
el movimiento del cuerpo), y aun en una tendencia hacia el sacramentalismo.
Muchas iglesias hoy ofrecen opciones entre cultos que se contrastan, desde
"altamente litúrgicos" hasta "carismáticos". Las típicas iglesias evangélicas,
aun las que se oponen al fenómeno de adoración pentecostal, también han
sido influenciadas por los carismáticos. Aún más, ellos están prestando más
256
La música y {a aáoración en {os ~taáos ·Uniáos en e{ sig{o XX
atención a los especialistas en "crecimiento de la iglesia" quienes recomien-
dan la adopción de un culto más secular, con estilo de espectáculo para atraer
a la gente que ha reaccionado negativamente a la iglesia tradicional.
Esta escena caleidoscópica presentada por la iglesia de hoy: rápidamente
cambiante, sumamente compleja y variada, pero también intrigante, que
alternativamente parece prometer catástrofe y renovación, es el tema de este
capítulo.
257
¡~gocijaos! La ntúsica cristiana en [a aáoración
parecen, al principio, ser un auditorio para quien la música ha cesado ele ser un
ministerio. La música, como sirviente y vehículo de la religión cumple con su más
alto oficio. Ha hecho vibrar con alegría las almas de miles de seres humanos. Nadie
debe dudar que el evangelio puede ser cantado tan efectivamente como hablado.
258
La música y {a adoración en {os 'Estados V. nidos en e{ sig{o XX
Manera Me Amó", HB 104) Se decía de Harkness que fue reclutado de un
"salón de música" muy secular en Australia antes de que llegara a ser un cris-
ti<mo dedicado y que Alexander lo condujo a la fe personal en Cristo.
''Rody" era experto para hacer que la gente cantara. Usaba cualquier truco que tenía
259
¡~gocijaos! .La música cristiana en (a adoración
a su disposición para derrumbar los métodos serios y tradicionales de la música reli-
giosa. Ni '"Rody" ni Sunday toleraban lo tétrico en el Evangelio, y las multitudes en
el tabernáculo aprendieron rápidamente a esperar lo inesperado. A las delegaciones
que llegaban se les pedía que cantaran sus cantos favoritos, los trabajadores ferro-
viarios, por ejemplo, se levantaron y cantaron '"He Estado Trabajando en la Vía
Férrea" (un canto popular en los Estados Unidos). Los grupos de estudiantes
universitarios podían contar con la oportunidad de poder cantar su Alma Mater y
gritar porras de victoria. 8
Una vez más, la letra de los cantos evangelísticos adoptó las imágenes de
la vida contemporánea. El lenguaje con connotaciones marítimas continuaba
a causa de los recuerdos aún muy vivos de la tragedia del "Titanic''.
Otras expresiones eran más serenas, y ¡hasta podría decirse que eran
teológicamente fuertes!
260
.La música y {a aáoración en {os ~taáos fllniáos en e{ sig{o XX
Evangclismo radial
261
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a acforación
Reuniones de Juventud para Cristo
Poco después de la Segunda Guerra Mundial el evangclismo fue fre-
cuentemente asociado con Juventud para Cristo (JPC), 9 una organización
paraeclesiástica evangélica que se ha hecho popular durante la segunda mitad
del siglo XX. Las reuniones de JPC se llevaban a cabo los sábados en la
noche, frecuentemente se reunían en grandes auditorios municipales, para
disfrutar de una placentera combinación de diversión, compañerismo y reto
religioso. Lo normal para los cantos congregacionales era cm·itos evangéli-
cos. Este retorno a la primera parte del siglo XIX con cantos al estilo cam-
pamento parecía indicar que el estribillo era la única parte importante de los
cantos evangélicos. Cuando las congregaciones de JPC cantaban cantos
evangélicos tradicionales, frecuentemente omitían completamente las estro-
fas. Además se compusieron y se coleccionaron muchos coritos indepen-
dientes que resultaron en una proliferación de "libros de cm·itos". Los temas
de los cm·itos no eran diferentes a los de muchos de los cantos evangélicos;
¡sólo que eran más cortos!
Ha sido notorio que los grupos que consistentemente apoyan las cruzadas
L'Vangelísticas tienden a continuar las campañas evangelísticas en la vida
habitual de la iglesia: cada domingo el culto está orientado hacia el evange-
1ismo y la renovación. En la primera parte del siglo XX muchas iglesias
hicieron exactamente eso, y un líder popular bautista independiente ofreció
este bosquejo para el culto. 13
263
¡f}?Jgocijaos! La música cristiana en {a adoración
Canto núm.
Ofrenda
T,ectura bíblica:
Mensaje
Invitación
Canto núm.
Bautismos
Oración
Despedida
265
¡'1\g.gocUaos! La música cristiana en {a adoración
contribuido al surgimiento de grupos grandes de compositores "funcionales"
de música cristiana, quienes suplen materiales en todo estilo imaginahlc para
cada posibilidad de gustos. Para este tiempo, solamente unas pocas iglesias
evangélicas empleaban el cuarteto de cantantes profesionales, en parte por el
alto nivel de competencia de muchos de los miembros de la congregación. En
la primera parte del siglo XX, después del ejemplo evangelístico de ese tiem-
po, los pianos reemplazaron a Jos armonios en muchas iglesias pequeñas, y a
veces en las iglesias grandes añadieron el piano para acompañar el órgano
grande. Con el invento del órgano electr6nico en 1935, muchas congrega-
ciones pudieron añadir por primera vez ese sonido a su experiencia de ado-
ración. Al fin y al cabo, para 1950 las iglesias norteamericanas apoyaban más
actividades -con más coros, más instrumentos y presupuestos más
grandes- que en cualquiera otra parte del mundo.
El Movimiento Litúrgico
Renovación litúrgica entre protestantes
Ya se mencion6 los movimientos dentro ele las denominaciones angli-
canas y luteranas en el siglo XIX, que pedía el retorno de las tradiciones pri-
mordiales en la teología y las prácticas de adoración. Esta tendencia se inten-
sificó a mediados del siglo XX, en parte debido a la influencia de "La Nueva
Reforma". Junto con el retorno a la autoridad bíblica (dirigido por el tc6logo
reformado, Karl Barth), 16 la iglesia fue testigo de un resurgimiento de las for-
mas prácticas de adoración de la Reforma, incluyendo aun el diseño neo-
clásico para órgano. 17 El resultado total es una mezcla de las tres tradiciones:
la herencia apostólica, las contribuciones históricas medievales y los distin-
tivos de la Reforma del siglo XVI. Por ejemplo, tanto los episcopales como
los luteranos han recobrado mucho de la herencia verbal evangélica que se
había perdido en el Book of Conunon Pra_ver (Libro de Oración Común de
1662) y en la misa alemana (1526 ). Los episcopales han recuperado la forma
de la liturgia original colocando el Credo después del sermón y poniendo otra
vez la Gloria al principio del culto.
Junto con los camhios en las palabras, la música y los actos de liturgia,
especialmente con relación a la eucaristía, el Movimiento ele Renovación
Litúrgica trajo un interés renovado en el simbolismo, especialmente en las
vestiduras, el diseño de la iglesia y el mobiliario. Muchas congregaciones
han escogido retornar al diseño básico de la "casa iglesia" apostólica, con-
struyendo "templos redondos" con la mesa de la comunión en el centro. Un
nuevo santuario luterano en Chicago se caracterizó por su techo inclinado
266
La música y fa adoración en [os 'Estaáos Zlnicfos en e[ sig{o XX
1
(como una enorme carpa) como para recordar que los antiguos hebreos
adoraban en una estructura transitoria, y un altar elevado en un fundamento
de piedra que tipifica el "Monte Calvario". Una pequeña capilla cercana tiene
una corriente de agua que corre en un canal en el piso para recordar a losado-
radores que Jesús prometió darnos el "agua de vida" a los que se la
pidiéramos.
Durante la primera mitad del siglo XX, los principales dirigentes en la
música crisitana 18 tendían a estar de acuerdo en que el Romanticismo del
siglo XIX no produjo música religiosa ideal. De acuerdo al motu proprio de
1903 19 de la Iglesia Católica Romana, ellos apoyaron un retorno al objetivis-
mo en la música de la iglesia, como fue tipificado en el canto Gregoriano,
polifonía en vez de armonía Romántica, y los estilos más antiguos del
Renacimiento y Banoco. 20 Archibald T. Davison en Protestant Church Music
in America (Música de la iglesia protestante en América) y Joseph N. Ashton
en A1usic in Worship (Música en la adoración) expresaron el concepto de que
la exactitud y aceptabilidad deben basarse en la estética del "arte clásico" en
las formas históricas.
El movimiento litúrgico tuvo considerable influencia en las iglesias que
lradicionalmente se consideraban '"libres" o litúrgicas. Para ilustrar, en el
Worshiphook (Libro de adoración, 1974) de la Iglesia Presbiteriana Unida en
los Estados Unidos se introdujo un Servicio de Comunión que combinaba
una forma antigua usada por Juan Calvino con elementos de adoración
l'ucarística en siglos anteriores. El texto del culto es una amplificación del
<>rden Ginebrino de Cal vino de 1542. En la sección de músü;a del himnario,
los cantos históricos de la misa (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei)
L'stán incluidos para que sean añadidos al culto.
Aunque algúnos evangélicos duden que ellos también hayan sido
influenciados por el Movimiento Litúrgico, estas tendencias han sido notadas
t ·n muchos grupos:
267
tR..?gocijaos! La música cristiana en {a adoración
La influencia evangélica del Concilio Vaticano 11
268
La música y {a aáoración en {os 'Estaáos Vn.iáos en e{ sig{o XX
mayor crecimiento en dichas iglesias. Los coros han sido organizados, los
viejos órganos han sido restaurados o se han comprado nuevos instrumentos.
1la habido abundancia de composiciones y publicaciones de música coral y
t:ongregacional. Los estilos musicales abarcan la misma gama que la de los
grupos protestantes, aunque la letra tiene que ver con la nueva tradición
"reformada" católica romana.
Liturgia de la Palabra
(Confesión y Perdón)
Canto de entrada Himno o Salmo de entrada
Saludo Saludo
(Rito penitencial)
K_vrie eleison Kyrie, con letanía
Gloria in excelsis Gloria in excelsis o himno
Colecta Colect
Primera lectura (A.T.) Primera lección
Salmo (responsorio) Salmo
Segunda lectura (Epístola) Segunda lección
Aleluya Aleluya
Evangelio Evangelio
Sermón Sermón
1limno del día
Credo (Credo Niceno) Credo (Credo Niceno)
1ntercesiones Oraciones del pueblo
La Paz
Liturgia de la Mesa
Canto ofertorio Ofertorio
Oración eucarística 11 Gran acción de gracias
Salutación; Sursum corda Salutación; Sursum corda
Prefacio Prefacio
Sanctus Sanctus
Oración por el Espíritu Santo Historia de la Salvación
Palabras de institución Palabras de Institución
269
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Conmemoración Conmemoración
Aclamación memorial Aclamación memorial
lmpartición del pan y la copa
Intercesión por la iglesia, Oración por el Espíritu Santo
de vi vos y muertos
Oración por la unidad de la iglesia
Doxología Doxología
El Padrenuestro El Padrenuestro
La Paz
A~nus Dei (durante la comunión) Agnus Dei o himno
Canto de comunión Himno Poscomunión o Nunc dimittis
Oración poscomunión Oración poscomunión
Saludo
Bendición Bendición
Despedida Despedida
Litur~ia de la Mesa
Ofertorio (precedido por frase) La ofrenda (con música)
270
La música y {a aáoración en {os 'Estaáos 'llniáos en e{ sig{o XX
Invitación a la mesa
Gran acción de gracias Acción de gracias
Saludo y Surswn corda Saludo y Sursum corda
Prefacio Prefacio
Sanctus y Benedictus (Sanctus y Benedictus)
Historia de la salvación Historia de la salvación
Palabras de institución Conmemoración
Ofrenda y Conmemoración Oración por el Espíritu Santo
Oración por el Espíritu Santo Dedicación personal
Oración de aceptación del
"Sacrificio de Alabanza"
Dedicación personal
El Padrenuestro El Padrenuestro
Agnus Dei Palabras de institución
Oración de humilde acceso
Comunión Comunión
Oración poscomunión Acción "de gracias Poscomunión
Bendición Bendición
Despedida Despedida
El toque de su mano
De gozo inunda al corazón.
273
¡fJ\ggocijaos! La música cristiana en {a adoración
Algo, algo yo sentí;
Y a salvo yo soy por él.
(Copyright 1963, William J. Gaithcr). L'sado con permiso.
(Tr. Fidel Zamorano)
274
La música y [a adoración en [os rutaáos tzlnidos en. e{ sig[o XX
La Epoca de Celebración
Lo que fue identificado en la década de 1960 como un nuevo énfasis en
la "celebración" de la adoración posiblemente haya sido en parte una reac-
ción al anterior Movimiento Litúrgico. Podría esperarse de los laicos, que
debieran tomar mayor participación en la adoración (tanto en las iglesias
católicas romanas como en las protestantes), que insistan en tener actividades
y formas que ellos puedan entender o "disfrutar''. Por esta razón, el estilo
contemporáneo de adoración podría llamarse "El Nuevo Pietismo'' (que
enfatiza la experiencia) o aun "El Nuevo Hedonismo de Adoración" (la insis-
lencia en una experiencia placentera). Como ha dicho el luterano Eugene L.
Brand, el Movimiento Litúrgico ha sido desviado de su "preocupación con la
1
historia (¿qué es correcto?) a un interés más pastoral (¿qué es pertinente?)".~
Varias influencias que contribuyen a las tendencias resultantes deben ser
notadas:
( 1) La filosofía/teología existencialista:· Enfasis en la experiencia de
"ahora" que pudiera ser suprarracional; un redescubrimiento del valor de la
rcstividad, el fantasma y el "juego" en la vida religiosa; el incrementado
interés en las "experiencias espirituales", sean las del misticismo oriental no
cristiano o las de la vida cristiana carismática; el resurgimiento del concepto
l'stético de la música como "revelación". 32
(2) McLuhanismo: "El medio es el mensaje". McLuhan indica el dcbili-
lamiento de las palabras como símbolos para la comunicación, con creciente
énfasis en los lenguajes audiovisuales. La iglesia dirige sus energías evan-
gclísticas hacia la televisión.
(3) Teología "secular": Una disminución en las expresiones tradicional-
mente sagradas al ser conscientes de que la iglesia es enviada "por todo el
mundo"; también se mezclaba cada vez más lo sagrado con lo secular, en la
letra al igual que en la música.
(4) Teología relacional: La importancia de las relaciones humanas tanto
dentro como fuera de la iglesia con renovado énfasis en el compañerismo
rristiano en la adoración (en la tradición del ''beso de paz") y en la vida cotidiana
t recordando que todos los cristianos son sacerdotes y pastores laicos).
(5) El Relativismo de la Estética: La pérdida de la "autoridad" en el "arte
clüsico" y el triunfo del "arte pop", incluyendo el kitsch. Esto posiblemente
se deba en parte a la declinación en la musicalidad de la sociedad, debido a
la pérdida general de la educación musical en las escuelas públicas. Es cier-
lo que la mayoría de los norteamericanos están dominados por alguna clase
de música popular, pero como personas que solamente escuchan espectácu-
los profesionales abrumadores. Además, por lo menos algunas formas de
música rack popular son las más primitivas que ha conocido la cultura modema.
275
¡1\.?gocijaos! La música cristiana en. {a adoración.
(6) El triunfo del ecumenismo: Las identidades denominacionales se han
ido perdiendo cada vez más, en parte debido al declinado interés en la
teología. Anteriormente, los evangélicos conservadores criticaban a las
denominaciones principales que iban a paso acelerado hacia el ecumenismo
justamente por eso: la falta de integridad y unidad teológica. Ahora los
evangélicos tienen su propio movimiento ecuménico que, gracias a la
inclusión de los pentecostales y carismáticos, abarca un amplio espectro de
creencias doctrinales. De muchas maneras el movimiento evangélico es un
movimiento ecuménico, con muchas diferentes organizaciones paraeclesiás-
ticas ofreciendo suplir las necesidades de las iglesias constituyentes en las
áreas de misiones, acción social, trabajo con niños y j6venes, crecimiento de
la iglesia y finanzas. Sin embargo, no hay comunicación entre las organiza-
ciones competidoras, y frecuentemente un grupo (como el de crecimiento)
hablará en defensa de algún asunto como el estilo del culto/música que atrae
a un grupo de cierta edad en particular, sin tomarse la molestia de desanollar
un entendimiento pleno de la naturaleza y la importancia de la adoración.
(7) El "Consumismo": La creación de una cultura en la que no se
reconoce ninguna autoridad, sólo el derecho personal de escoger. Cada vez
más se espera que las iglesias sean grandes centros comerciales de religión,
donde los "clientes" pueden encontrar cualquier tipo de programa, actividad
social, oportunidad para ministerio y estilo de adoración que deseen.
Es importante notar que este "Nuevo Pietismo" primero surgió entre las
iglesias principales y se le dio reconocimiento y luego fue aceptado por los
evangélicos unos 20 años más adelante. El énfasis total del movimiento lo
declaró David J. Randolph, un teólogo de la adoración en la Iglesia Metodista
Unida, en su libro provocativamente intitulado, Gmü· Party (La Fiesta de Dios). 33
La adoración de la iglesia cristiana debe ser como una fiesta cuyo anfitrión es Dios y
a la cual todos están invitados. La adoración es la celebración de las buenas nuevas
que el hombre tiene un patrocinador en el universo y un compañerismo en la tierra.
Jesucristo dijo esto mismo en la parábola del gran banquete (Lueas 14:15-24; cf.
Mateo 22: I -1 0), y la iglesia en su mejor esfuerzo ha entendido que Cristo mismo es
la vida de la fiesta (cursi va añadida).
Randolph alega que la adoración debe demostrar la vitalidad con la cual
disfrutamos ele la vida, una vitalidad demostrada por Jesús, quien "fue un
cuentista fabuloso", que "disfrutaba ele la buena comida y el buen com-
pañerismo" a quien "le ha de haber fascinado reírse" porque "cuando lloró
era tan fuera de lo normal que lo escribieron, 'Jesús lloró'." Ese tipo de ado-
ración tendrá "estilos de adoración más abiertos". 34
Es más probable que a la gente se le anime a tomar café y conversar antes del culto y
no a que "entren en silencio". Es más prohable que el líder se vista con un "poncho
276
La música y [a adoración en los 'Estados 'llnidos en e{ sig[o XX
aleluya" u otra ropa de colores brillantes en vez de una toga negra. Es más probable
que la música invite a bailar que escuchar un canto fúnebre. En vez de aislarse en
líneas rectas, las personas probablemente se toquen, o hasta se abracen. Un visitante
a tal culto posiblemente diga de los adoradores que: "En ellos había vida."
Lo llamamos "Una Noche con Dios". Todo el mundo vino, cientos de personas, y yo
empecé por decir, en forma un poco cursi, "Esta no es una iglesia ... Alguien allá atrás
gritó: "Sí es una iglesia ... " Los ujieres que llevaban collares de pepitas y 20
muchachas maravillosas vestidas de minifalda repartieron el vino y el pan casero. Dan
Berrigan leyó sus poemas y Judy Collins cantó. Corita tocó la música de los grupos
de rock y giró las luces y todo mundo se puso a bailar en los laterales.
277
¡:Rggocijaos! La música cristiana en [a adoración
Por lo menos escogieron bien los símbolos de la cena del Señor. En otro
culto de aquellos días, celebrado en la iglesia, ¡usaron hamburguesas y Coca
Cola!
Aunque las iglesias litúrgicas y las no litúrgicas han retrocedido un
poquito de esas actitudes y expresiones hedonistas y audaces, el énfasis bási-
co continúa y constituye un cambio del idealismo del Motu proprio y las fór-
mulas de Ashton y Davison. Hoy en día, parece que cualquier tipo de músi-
ca se considera apropiado para la adoración, ¡con tal de que sea algo que se
pueda disfrutar!
278
La música y [a adoración en {os 'Estados V nidos en e{ sig[o XX
Las líneas estéticas entre las denominaciones evangélicas y las otras prin-
cipales empezaron a desaparecer cada vez más. Muchas denominaciones
principales adoptaron la literatura musical de los evangelistas anteriores. Por
otro lado, ciertas iglesias evangélicas echaron su suerte con la literatura tradi-
cional y la educación musical bien desarrollada en la iglesia. El distintivo
permaneció más que todo en el 'írea de integridad litúrgica. Donde las igle-
sias de las denominaciones principales adoptaron lenguaje más artístico y
emocional, generalmente iban con la liturgia de costumbre bien desarrollada
y cuidadosamente elaborada. Los evangélicos, menos aquellos pocos que
estaban dedicados a la adoración íntegra, tendían a unir el nuevo medio emo-
cionalmente cargado a su propia forma de cultos planeados informalmente.
En capítulos anteriores hemos dicho que desde la mitad del siglo XIX las
tradiciones evangélicas y evangelísticas han enfatizado la presentación de la
música por solistas y grupos pequeños. Cien años más adelante el aspecto de
la música cristiana recibió nuevo ímpetu por los avanzados métodos de
grabación, los nuevos estilos de música evangélica pop y folklórica y la cre-
ciente participación de música cristiana en la ingustria del mundo del espec-
táculo.
Desde el tiempo de Philip Phillips (1834-1895), el "Peregrino Cantor'', se
han conocido conciertos de música sagrada, pero su impacto en la comunidad
evangélica ha sido modesta hasta los tiempos recientes; estaba limitada a 11e-
varse a cabo en las iglesias locales. Los músicos también usaron grabaciones
para continuar su ministerio en el hogar, aun en esos días cuando la calidad
de las grabaciones era dudosa. La voz de Ira Sankey fue preservada en
algunos antiguos cilindros Edison, y Homer Rodeheaver estableció un
pequeño negocio de grabaciones en las décadas de 1920 y 1930. La nueva
tecnología desarrollada después de la Segunda Guerra Mundial (haciendo
grabaciones en estudios usando cintas y discos de alta fidelidad y de larga
duración para las reproducciones) impulsó una nueva y creciente industria.
Dos de los primeros artistas que se beneficiaron fueron Frank Boggs y
Gcorge Beverly Shea; sus discos estaban a disposición para escuchar en
privado al igual que para trasmitirlos por las ya numerosas emisoras radiales
cristianas.
En la última parte de la década de 1960 y en primera parte de 1970 los
nuevos estilos de música evangélica folklórica y de rock, junto con una men-
talidad que promovía "cada uno hace lo que quiere" en la cultura de la juven-
tud, llevaron a un diluvio de creatividad a personas que nunca antes habían
279
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
mostrado interés por la música. Cada quien componía, cantaba o tocaba su
propia experiencia en canción acompañado de guitarra. Muchos individuos
mostraron más talento que la persona promedio, y a ellos se les pidió que
cantaran en círculos más amplios: en reuniones evangelísticas, en la tele-
visión religiosa y en conciertos. Algunos, como los Gaither, promovieron sus
cantos que habían sido publicados en programas que se llevaron a cabo en
auditorios seculares, donde se cobraba bien la entrada, y después del concier-
to se vendían los discos, la música y otros recuerdos.
En la última parte de la década de 1970, muchas iglesias tenían progra-
mas donde se invitaba a individuos o grupos (p. ej., Don Francisco, el grupo
Happ_v Goodman, los Continentales y Andrae Crouch) para que "minis-
traran" a sus constituyentes y atrajeran a otras personas a la iglesia. Como
resultado, tanto la industria de grabaciones como la de publicaciones pros-
peraron. La lista de las "primeras 40" selecciones más populares llegó a ser
la "biblia" para los que promovían los cantos por las estaciones cristianas de
la radio. Por medio de tecnología de grabaciones de casetes y discos com-
pactos que mejoraba cada vez más, también estaban disponibles para tocar en
los automóviles y en la casa. Para la década de 1980, el interés en que la igle-
sia local patrocinara los conciertos que daban las "estrellas" había decaído,
debido al gasto que representaba. Los grandes nombres se mudaron a los
auditorios más grandes y las salas de conciertos con medios de producción
comparables a los de espectáculos seculares, y las iglesias se conformaron
con invitar a personajes menos conocidos y a la vez atractivos, en parte
porque los asistentes podrían tener un mayor contacto personal con ellos.
Mientras tanto, las nuevas formas de música y nuevos estilos de grabaciones
continuaron surgiendo casi tan rápidamente como en la música secular,
incluyendo varias combinaciones y mutaciones del country, pop, música
sagrada, rock, metal, "alternativa", "cristiana contemporánea" y "rap cris-
tiano".
282
.La música y {a adoración en {os 'Estaáos 1.Lnidos en e{ sig{o XX
su propio grupo, con la adición de los conceptos y/o énfasis singularmente
carismáticos, los cuales todos dicen proceder de la experiencia del "bautismo
del Espíritu Santo". 40
Los cultos de canto-predicación-oración de los carismáticos están carac-
terizados por lo que sus participantes llamarían un espíritu de libertad, impro-
visación y gozo, centrado en las acciones de la congregación y no en las de
los líderes. La música es esencial para ese espíritu y consiste más que todo
en cm·itos de adoración cortos y sencillos, frecuentemente tomados directa-
mente de las Escrituras. Mientras cantan, la letra de los cantos es proyectada
en la pared o en una panta!Ja grande. La presentación la dirige un "equipo de
adoración": un director de adoración cantante, varios cantantes asistentes que
cantan con el micrófono en la mano, los instrumentistas que los acompañan
·-con guitan·as, batería, sintetizadores y quizá más. La experiencia de canto
se extiende de 20 a 30 minutos, con creciente intensidad emocional que se
expresa aplaudiendo y "danzando" al igual que 9antando. Por lo general las
iglesias carismáticas usan el talento de los cantantes para dirigir la COilgre-
gación y no para que canten selecciones independientes como un coro. Sin
embargo, se oye de vez en cuando una selección solista en el estilo cristiano
contemporáneo.
Los pentecostales generalmente eran bien recibidos en el "redil evangéli-
co" en la conferencia internacional sobre evangelismo en 1974 en Lausana,
Suiza. Desde ese tiempo, los carismáticos han desarrollado su propia teología
y literatura singular sobre la adoración y se las han comunicado efectiva-
mente tanto a pentecostales tradicionales como a muchos evangélicos no
carismáticos. Como resultado, la influencia de la adoración carismática se ha
extendido ampliamente y sigue creciendo.
Resumen
284
La música y {a adoración en {os 'Estados 1.1nidos en e{ sig{o XX
sienten un parentesco con los reformadores, y quizá se identifiquen más con
los movimientos pietista, evangelístico y la iglesia libre. Mis propósitos han
sido tres: ( 1) demostrar cuáles son los conceptos de la adoración que todos
los cristianos tienen en común, (2) recalcar las razones de la singularidad de
los evangélicos y (3) identificar las importantes tradiciones que se han per-
dido a causa de nuestra identidad poco estética y/o antilitúrgica, y que debe-
mos proponernos recuperar. El resto de los capítulos enfocan cada tipo de
música: congregacional, coral, para solistas o conjuntos e instrumental. Lo
hacen en relación a las funciones del ministerio de música: adoración, procla-
mación, educación, tarea pastoral y comunión fraternal. Al hacer esto,
trataremos de establecer la dirección y las normas para el ministerio de músi-
L'a en la iglesia (basándonos en las razones presentadas en los capítulos uno
al cinco y en la historia de la música cristiana en los capítulos seis al diez)
1lportunas para los desafíos de esta época turbulenta en la historia de la igle-
"ia.
El primer tema de investigación es lo más importante: música en la ado-
ración cristiana. Hoy, las palabras clave universales en tales discusiones son
"creatividad", "contemporáneo" y "opciones". Está por verse si esta ola de
L'Xperimentación y reorganización del orden del culto es
(1) el precursor enviado por el Espíritu Santp con miras a una verdadera
renovación espiritual,
(2) una respuesta lógica y humana a los cambios culturales en todo el
lllUnclo,
(3) una prostitución de la iglesia y sus expresiones de adoración para sa-
l isfacer el deseo de gratificación instantánea en nuestra sociedad o
(4) alguna combinación ele todo lo mencionado en los puntos anteriores.
A fin de establecer un fundamento para investigación, en el próximo capí-
tulo se estudiará más minuciosamente la escena "revolucionaria" actual, y se
presentarán algunos principios que deben ser la hase de toda renovación ver-
lladera en la adoración.
2R5
riercera Parte
Ylpficaciones Prácticas
11
2\fvo[ución en [a .9Ldoración
y [a 9vfúsica a !Fines
de[Sig[oXX
En la segunda parte de este libro (capítulos 6 al 10) repasamos la historia
de la música que se usa en la adoración, empe~ando con los tiempos primi-
1ivos bíblicos y extendiéndose hasta el tiempo presente. Ahora es apropiado
hacer recomendaciones en cuanto a actividades específicas de la iglesia
donde la música juega un papel importante, empezando con lo que ocupa una
hora básica en la semana cristiana: el culto principal de adoración del domin-
go.
En las últimas páginas del capítulo anterior, ·mencionamos las fuerzas y
las tendencias del día de hoy que contribuyen al cambio radical en los con-
L'eptos y prácticas en la adoración. Parece ser que la mayoría de los cambios
~urgen de una unión poco usual de la religión con el Zeitgeist (lit., el espíritu
de la era). Esto posiblemente sea evidente más que todo en el uso de estilos
y formas de adoración que históricamente han sido considerados enemigos
de la iglesia. Si nuestro juicio es correcto y si la tendencia continúa,
podríamos ser testigos de la revolución más dramática en la vida de la igle-
sia desde la primera parte del siglo XIX, posiblemente desde la Reforma del
siglo XVI.
En este capítulo describiremos en detal1e el status quo, que, como explicó
un predicador rural, "Es una expresión en latín que significa el enredo en que
nos encontramos." Observaremos algunos factores culturales que influyen
sobre toda la vida, la condición en que se encuentra la iglesia, y especial-
mente las nuevas formas de adoración y evangelismo que se extienden como
un fuego arrasador por todas partes. En la renovación de la adoración actual
(que es por lo menos una renovación de las formas y las técnicas de la ado-
ración, si no es el espíritu de la adoración), la influencia predominante parece
ser el movimiento de renovación carismática y el movimiento de crecimien-
to eclesiástico. Aunque no hay unidad teológica dentro de sí en ninguno de
289
¡lJ?..ggocijaos! .La música cristiana en [a aáoración
éstos y aunque comparten pocas metas en común aparte del crecimiento
numérico, parecen estar unidos por el deseo de descartar los antiguos
símbolos y formas (p. ej., el himnario), que son reemplazados por nuevos (p.
ej., el proyector) que frecuentemente tienen poca conexión con la histórica
identidad espiritual de la iglesia. Porque sus modalidades básicas para los
cultos tienen tanto en común, se le designa a ambos como estilo "carismáti-
co", aunque se espere o no de los participantes que practiquen el verdadero
fenómeno pcntecostal. Además, aunque en realidad no es un verdadero
movimiento "eclesiástico", debemos considerar el teleevangelismo porque
posiblemente haya tenido la mayor influencia en formar las figuras mentales
y las técnicas de tanto el modelo de renovación carismática como el de
crecimiento eclesiástico.
En un sentido, este capítulo es la última consideración de "La historia de
la música en la adoración cristiana", la segunda sección de este libro. Al
mismo tiempo, introduce la sección final: "Aplicaciones prácticas", porque
sugiere principios sobre los cuales deben estar basados la adoraci6n y sus
artes en los días venideros.
Realidades culturales
l .. a condición de la iglesia
Quizá los desarrollos más recientes dentro de la iglesia contemporánea
están de alguna manera relacionados a los factores culturales antes men-
cionados. Recordando las categorías de H. Richard Niebuhr en Clzrist and
Culture (Cristo y cultura), muchos observadores concuerdan que la iglesia de
hoy, aunque predique el evangelio de "Cristo contra la cultura", de hecho está
demostrando por sus prioridades que cree en el "Cristo de la cultura". Estas
son las realidades que prevalecen hoy en la "condición de la iglesia":
294
'.1\g_vo{ución en {a adoración y {a música a fines áe{ sig{o .XX
El origen y la naturaleza de la música de alabanza y adoración 5
Es difícil decir con certeza cuando y dónde surgió por primera vez la
música de alabanza y adoración, que se originó con el movimiento de reno-
vación carismática y ha tenido tanta influencia en toda la iglesia cristiana. A
finales de 1968, David y Dale GaJTatt en Nueva Zelandia produjeron una
grabación de 45 rpm que se llamó Scripture in Song (Las Escrituras en
canto), que consistía principalmente de breves arreglos de frases bíblicas, fre-
cuentemente de los salmos; la primera versión impresa apareció en 1971.
Para ese tiempo el talentoso Jimmy Owens en California estaba escribiendo
el mismo tipo de material, incluyendo unos excelentes "cánones" que son
todavía muy populares. Muchos de los mejores primeros ejemplos estaban
designados "autor desconocido" y eso nos da una indicación importante de
su carácter. Los cantos son tan sencillos que, como los de los antiguos
esclavos norteamericanos ("cantos espirituales"), muchos de ellos simple-
mente aparecieron durante la adoración pública. Los ejemplos que
aparecieron después (como el corito "Aleluya" atribuido a Jerry Sinclair), no
son tan bíblicos, aunque dependen mayormente de la repetición de las frases
de alabanza. Las melodías fluyen por pasos, así que la congregación no tiene
que conocerlas de antemano, ni aprenderlas. Los cantantes participantes son
guiados nota por nota por el "director de adoracién" (que no "dirige" sino
que simplemente guía con su voz amplificada), el "equipo de adoración" (un
grupo de cantantes, cada uno con su micrófono) y los instrumentistas (con
guitarras, sintetizadores y hatería como grupo básico).
La música congregacional más nueva generalmente no está basada en for-
mas previamente seculares, como en otros cantos de renovación descritos en
este libro. Para hacerlo aun más sencillo, es casi como una melopea: sin
melodías ni armonías sofisticadas. Su sabor secular viene del ritmo punsante
de los instrumentos (y el palmoteo) que lo acompañan. La letra intencional-
mente está llena de repeticiones, y los coritos se cantan muchas veces (como
una canción ritual o mantra) para proveer un sustituto más emocional a los
himnos tradicionales "cargados de teología". Se proyecta la letra en una
pared o en una pantalla grande, para que la letra de todos esté centrada en un
solo lugar -contribuyendo así al método de mantra- y las manos están
libres para palmotear o levantarlas en "oración encarnada".
Mi primera reacción a los nuevos coritos fue una de gratitud y regocijo.
Era aparentemente una renovación del pueblo de Dios por medio del Espíritu
del Señor, expresado en música novedosa y gozosa a la cual la gente parecía
responder naturalmente y con todo el corazón. Por más de un siglo, muchos
creyentes habían intentado adorar con una dieta de cantos intensamente sub-
jetivos, con una preocupación por la experiencia cristiana que no dejaba
295
¡'.1\g,gocijaos! La música cristiana en {a adoración
lugar a las expresiones más objetivas de adoración y acción de gracias, al
igual que himnos de doctrina cristiana. Ahora, esta misma gente demostraba
entusiasmo por cantar letras de alabanza, muchas de ellas breves citas de las
Escrituras. Gracias a Dios por los carismáticos, dije yo; aunque sólo a virtud
de la competencia que ofrecían, han dirigido la atención de los otros
evangélicos hacia la posibilidad y la importancia de una adoración más
completa. Además, muchos de los nuevos cm·itos tienen gran potencialidad
para uso en la iglesia, y el hecho de cantar un solo versículo de los salmos
puede impulsar un retorno al uso de pasajes más largos de las Escrituras.
Sin embargo, con el pasar del tiempo mi entusiasmo, y también el de
muchos líderes y personas que asisten a la iglesia, ha variado. Por ahora,
algunas iglesias no carismáticas cantan casi exclusivamente breves coritos de
adoración -no cantan los cantos evangélicos de experiencia, ni himnos de
acción de gracias, ni cantos didácticos de la fe, ni expresiones de confesión,
petición o sumisión- solamente alabanzas, ¡en el significado más estricto
de la palabra!
297
j'i{?gocijaos! La música cristiana en {a adoración
no sólo por las grandes obras que has hecho.
Señor, te alabo por quien eres,
eres toda la razón que necesito para alabarte.
!Bob Farrell y Billy Smiley ©Copyright, 1982, Paragon Music Corporation.)
(Traducción textual para este libro)
Primero alabaremos a Dios, luego santificaremos nuestras mentes por medio del
poder del Espíritu, luego las emociones toman control y nos conducen a través del
velo a la presencia de Dios en adoración. Cuando venimos a ese acto final de ado-
ración es la invitación divina del Señor mismo que nos atrae a través del velo ... y es
298
~vo[ución en [a aáoración y [a música a fines áe[ sig[o XX
solamente cuando est<i consumada nuestra relación con Dios en la adoración que ver-
daderamente sentimos que estamos donde él está y él está donde nosotros estamos.
Los carismáticos frecuentemente han insistido que decir que "la adoración
entrona a Dios en los corazones de su pueblo" es decir que la adoración min-
istra a la Persona que se adora al igual que al adorador. 17 Hardy y Ford 11evan
esta idea un paso más adelante, empezando con una explicación sobre los
cambios en los seres humanos quienes son el objeto de la aprobación o la
adoración, tanto humana como divina. 18
300
~vo[ución en [a adoración y [a música a fines áe[ sig[o XX
Oh tú quien verdaderamente existes, Amo, Señor Dios, Padre Todopoderoso que ado-
ramos: es correcto y justo, y digno de la majestad de lu santidad que te magnifi4ue-
mos, te alabemos, te bendigamos, te adoremos, te glorifiquemos y te demos gracias;
el único verdadero Dios que existe, y te ofrecemos nuestro servicio razonable con
corazón contrito y espíritu de humildad: porque tú eres quien nos ha colmado de
conocimiento de tu verdad. [Aquí empieza la acción de gracias.] ¿Y quién es sufi-
ciente para hablar de tus actos poderosos, hacer que todas tus alabanzas sean oídas o
contar todas tus maravillas en todo tiempo? Oh Dueño de todo, Señor del cielo y de
la tierra, y de toda creación tanto visible como invisible; quien está sentado sobre el
trono de gloria y ve las profundidades; quien es el principio, invisible, incomprensi-
hle, ilimitado, inmutable; el Padre de nuestra esperanza, quien es el símbolo de tu
bondad, el sello de lo que eres tú, manifestándote a ti en su persona, el Padre de la
Palabra Viva, el Dios Verdadero, la Sabiduría desde antes de todas las edades, la
Vida, la Santificación, el Poder, la luz Verdadera, por medio del cual el Espíritu Santo
fue manifestado; el Espíritu de Verdad, el Don de Adopción ...
(Traducción textual para este libro)
Quizá no esté mal sugerir que estas palabras expresan una calidad
diferente de adoraci6n pura, con un mínimo de acción de gracia egocéntrica,
que repetir una línea de un corito: "Ahora es tiempo de alabar a Dios."
301
¡9\.f.gocijaos! La música cristiana en (a adoración
En su libro, The Integrity of ~Vorship (La integridad de la adoración), Paul
Waitman Hoon hace una crítica teológica bastante completa del concepto de
que nuestro punto de partida en expresar motivación para la adoración debe
ser el supremo valor -los atributos- de Dios. Hoon dice: "La categoría del
valor en el pensamiento bíblico es secundaria a las categorías de ser, decisión
y acción." Además, dice él, no es una idea distintivamente cristiana, ya que
se comparte con otras religiones y filosofías, incluyendo las que adoran el sol
y los musulmanes fundamentalistas. Finalmente, debilita el sentido de
trascendencia de Dios porque implica que la iniciativa para adorar está con
el hombre ... quien 'reconoce' y le 'atribuye' valor." 21
Cada uno de nosotros debemos coincidir en que solamente podemos
conocer el valor de Dios por medio de la autorrevelación de Dios en la
Palabra Viva, de quien testifica la Palabra escrita, y eso solamente al punto
que nosotros personalmente experimentemos a Cristo por medio del Espíritu
Santo. Por esta razón, Hoon termina su argumento así:
303
¡f}?,g,gocijaos! La música cristiana en {a adoración
repetición de pocas palabras de "pura alabanza", es una invitación a la
manipulación emocional cxccsiva. 24
La idea que la música puede ser usada de manera válida para afectar el
comportamiento humano estaba presente en todas las culturas antiguas y
continúa hasta el día de hoy. Un concepto muy relacionado a éste, que se
entiende comúnmente en la sociedad del Medio Oriente, es que la música es
sobrenatural, el idioma de los dioses. Recuerde por un minuto la experiencia
de Saúl cuando se encontró con la banda de profetas que descendía del monte
en Gebaelohim ( 1 Samucl 10). Hay un interesante paralelo entre el uso de
música instrumental en conexión con las manifestaciones psicológicas de las
sectas proféticas de la antigüedad y la idea de que cierto tipo de música, pre-
sentado en una forma específica, hace posible que uno alcance una experien-
cia de adoración que pueda conducir a la profecía carismática o al canto
glosolálico. La pregunta proverbial "¿También Saúl entre los profetas?" (v.
12) aún puede ser preguntado, en referencia a algunos de nosotros.
Otra interpretación bíblica carismática importante viene de la creencia
que, por medio de dicho movimiento, Dios está haciendo algo nuevo, como
fue profetizado en Joel 2:2S y repetido por Pedro en el sermón del Día de
Pentecostés:
Sucederá en los últimos días, dice Dios. que derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y
vuestros ancianos soñarán sueños (Hechos 2: 17).
Además, creen que el "vino nuevo" de Dios no debe ser puesto en peli-
gro poniéndolo en odres viejos, así que los himnos tradcionales deben ser
reemplazados por nuevas formas. Implementando este concepto, muchas
iglesias tienden a rechazar la posibilidad de que los coritos de adoración
lleguen a ser "clásicos". De cuando en cuando las transparencias viejas para
el retroproyector se descartan y se le enseña nuevo material a la congre-
gación. Otros cristianos contenderían que Pedro dijo que la profecía de Joel
se cumplió en el Día de Pentecostés, y que el Espíritu Santo ha estado obran-
do en la iglesia de Cristo desde entonces. Por lo tanto, cuando cantamos los
himnos de Ambrosio, Lutero y Wesley, damos testimonio de la perpetuidad
del pacto de Dios al igual que a la continuidad de la presencia del Espíritu.
Debemos felicitar a los carismáticos por su énfasis en la participación
congregacional en lugar de la de los solistas y el coro. Al mismo tiempo, para
muchas personas la adoración se empobrece cuando no se les da oportunidad
a usar la música de envergadura, más identidad mel6dica y armónica, más
desarrollo de la letra, más artesanía en su diseño y más talento artístico en
su presentación. Dichas personas recordarían a los carismáticos que también
hay una experiencia intuitiva-emocional en las expresiones musicales más
304
~vo{ución en {a aáoración y {a música a fines áe{ sig{o XX
sofisticadas. También podrían preguntar si el uso exclusivo de mantras cris-
tianas satisface la preocupación moderna por la gratificación instantánea, y si
no hay una experiencia más grande, y posiblemente más rica, en la experien-
cia de largo alcance que viene de otra clase de música y que estimula la ima-
ginación. Para muchos evangélicos, la preparación y el uso de cantantes
jóvenes, niños y adultos en solo, grupos pequeños y presentaciones corales e
instrumentales es una respuesta positiva al mandamiento de ser buenos
mayordomos del talento musical que Dios nos dio y el reto de ofrecerle a
Dios nuestro mejor "sacrificio de alabanza" (Hebreos 13:15, 16).
307
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
de mantener o aumentar la congregación, los pastores locales e iglesias han imitado el
estilo del espectáculo que es popular con la generación que se ha criado con la televisión.
Como es lógico, mucha gente espera que su propia iglesia imite el men-
s~je y las técnicas de los medios electrónicos. Sin restar del bien que podría
venir del evangelio por radio y televisión, es preciso decir que, como el evan-
gelismo, la mayoría de los programas presentan un "evangelio limitado". El
énfasis típico es un "mensaje de compasión, cuidado e interés por Jos
problemas (del auditorio)", dice Pat Robertson, productor y conductor de "El
Club 700". 32
Estamos haciendo lo que podemos. La capacidad de atención del auditorio moderno
es terrible. Hay que decir lo que uno quiere decir en cinco minutos o menos. Quizá no
te guste, pero así cs.
308
~vo{ución en {a aáoración y {a música a fines áe{ sig[o XX
Adoración evangelista de la megaiglesia
La adoración evangelista fue explicada detallemente en capítulos anteriores.
Su modalidad es similar a la de una cruzada evangelística, con énfasis en el
sermón y su llamado inevitable a aceptar a Cristo como salvador personal o
consagrarse al servicio cristiano en la iglesia local. En aquellos cultos las
cosas "preliminares" consisten en un período de música y testimonios emo-
cionantes y cautivadores, todos dirigidos por atractivos y talentosos predi-
cadores y líderes de culto.
Más y más a las iglesias evangelistas de hoy en Norteamérica se les ha
animado a que rejuvenezcan las viejas técnicas de acuerdo con el ejemplo de
la televisión. Ahora el número del auditorio ha subido a varios miles con
hasta 500 en el coro, toda una orquesta y varios solistas que cantan los arre-
glos inspiradores que fueron escritos para los medios de hoy y para las estrellas
de conciertos. La megaiglesia de hoy tiene otras atracciones tanto para los
que son dedicados como los que no, quizá una alberca tamaño olímpico y
junto a ella los saunas y un completo horario de actividades atléticas y
sociales, al igual que las actividades más obviamente espirituales para gru-
pos de todas las edades. Muchas de estas iglesias ofrecen periódicamente
conciertos por músicos cristianos (en estilos "clásico", evangélico, countJ}',
cristiano contemporáneo y rock), y algunos hasta incluyen presentaciones de
música secular. Los expertos en el crecimiento de la iglesia les han recorda-
do a los pastores que los cristianos de hoy se han criado en una cultura de
consumidores en que la gente está acostumbrada a escoger. Muchas iglesias
evidentemente están preparadas para crear y promover un "centro comercial
cristiano" donde se pueden satisfacer todos los deseos, aunque el costo parez-
ca un poquito fuera de proporción en relación con lo que se gana.
Sin embargo, la adoración evangelística de las megaiglesias no ofrece una
experiencia de adoración más completa y madura que la que ofrece el evan-
gelismo normal. Mientras que, como las cruzadas, pudiera ser (o quizá no)
cvangelismo exitoso, como adoración para los viejos creyentes tiende a ser,
en el mejor de los casos, un recordatorio de su propia conversión y una opor-
tunidad para rededicarse a Cristo. En el peor de los casos es un entreteni-
miento preevangelístico, seguido por un sermón también evangelístico dirigi-
do a alguna otra persona. La plataforma más grande llena de músicos lo hace
parecer más a un espectáculo, una presentación profesional, y el numeroso
público (generalmente rodeado de acústica espantosa) encuentra poca moti-
vación para cantar los pocos himnos congregacionalcs que se ofrecen.
309
¡~gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
Adoración Contemporánea para el
Crecimiento de la Iglesia y Otros Propósitos
Otro método más moderno para el "evangelismo" ha surgido reciente-
mente bajo el título de "crecimiento de la iglesia". Los expettos en este
campo como George Barna,H Doug MmTen~ y Lyle Schaller, 36 han realizado
5
310
9\f-'l/o{ución en {a adoración y {a música a fines áe{ sig{o XX
En el capítulo anterior describimos el culto presentado por algunas igle-
sias estrictamente con fines evangelísticos que por cierto entretiene a los sim-
patizantes. A través de la historia, se han usado muchos medios evangelísti-
cos extraños y maravillosos, desde equipos atléticos y diversos grupos de
espectáculo que hacen sus presentaciones en distintos lugares, profeta soli-
tario que da voces en la caJle. Vacilo en criticar cualquier forma ele comuni-
cación evangelística; 37 sin embargo, los creyentes ele muchos años no deben
sustituir la asistencia a un "culto para simpatizantes" por un ministerio pleno
de adoración en la iglesia.
Muchas iglesias hoy están procurando incorporar los mismos elementos
contemporáneos en los cultos habituales de adoración, algunas con el mismo
interés de atraer a los nuevos, algunas para hacerle la competencia de las igle-
sias carismáticas y algunas sencillamente para "estar al día con la nueva
moda". En algunas iglesias, se añaden ciertos nuevos elementos a la liturgia
o al bosquejo del culto tradicional; en otras, casi .han desaparecido todos los
símbolos y formas antiguos. Algunos líderes han hecho cambios con el pleno
entendimiento de lo que se necesita para una adoración bíblica completa;
otros simplemente han añadido nuevas expresiones emocionales a una
~ucesión de actos de adoración pobremente concebidas.
Estas son características comunes al nuevo culJo "creativo contemporá-
neo", junto con sugerencias de su origen en la cultura contemporánea o en
otras tradiciones de adoración:
311
¡~gocijcws! La música cristiana en [a aáoración
316
~vo{ución en {a adoración y {a música a fines de{ sig{o XX
Resumen: Renovación en la Adoración en Nuestro Tiempo
317
¡1\.fgocijaos! .La música cristiana en [a aáoración
Los bosquejos básicos de adoración tradicional 44 son el producto de la
sabiduría acumulada de casi 2.000 años en que el Espíritu Santo ha estado
presente obrando en la iglesia. Se puede decir con seguridad que si esta
generación se desvía de esas modalidades la próxima volverá a ellas.
También se debe indicar que uno de los requisitos de la adoración litúrgi-
ca es la acción congregacional. Ya que la adoración es "obra del pueblo",
esta norma es importante, no importa cual sea la estructura del culto. Los
adoradores deben estar lo más involucrados posible: hablando, cantando y
haciendo movimiento corporal dentro de las metas teológicas-estéticas
sugeridas anteriormente.
(5) Al implementar cambios, no siga a las multitudes "enloquecedoras" a
menos que esté convencido que están siguiendo al Espíritu Santo. Adore de
acuerdo con su propia tradición renovada basada en su propia teolog(a.
(6) Asegúrese de que "el gozo del Señor" se demuestre en su adoración,
que sea ejemplificado por los líderes del culto y sea evidente en la congre-
gación. Un especialista en adultos de mediana edad, quien evidentemente
cree que el culto especialmente para los simpatizantes no es realmente nece-
sario, contiende que "los incrédulos vienen a la iglesia, no primordialmente
para investigar las afirmaciones de Cristo, sino para investigar al Cristo en
nosotros''. 45
Los creyentes que adoran del corazón pueden presentar un ejemplo tridimensional que
no puede presentar ni el culto como espectáculo ni la apologética: seres humanos
restaurados a su propósito original: glorificar y honrar a Dios. i\ través de la adoración
auténtica, los incrédulos pueden realmente ver que los creyentes responden al don
redentor de Dios en Jesucristo. Son movidos al observar a los cristianos en relación
con Dios y en relación el uno con el otro. Y, lo que es más importante, experimentan
la presencia de Dios ya que él "habita en medio de las alabanzas de su pueblo" (Salmo
22:3).
(7) Aliada mucho lenguaje razonado (del lóbulo derecho del cerebro) a
los simbolismos emotivos-intuitivos, no para divertitse o por razones estéti-
cas, sino por amor a la verdad. Ha habido razón detrás del temor tradicional
de las expresiones simbólicas en la adoración que existe entre los evangéli-
cos: una danza para expresar gozo en Dios puede convettirsc en una danza
para expresar gozo en el cuerpo humano: "adoración aeróbica". También, la
adoración a Dios a través del mte de la música o por medio del rack evangéli-
co puede deteriorar hasta convertirse en un placer basado en el estilo musi-
cal, no en Dios. También existe el peligro siempre presente de la idolatría: la
adoración al yo o a los íconos culturales en vez de a Dios.
En la búsqueda de nuevos símbolos, proteja los antiguos, como ser los
318
~vo{ución en {a aáoración y {a música a fines áe{ sig{o XX
himnarios -que han sido el repositorio de la memoria de la iglesia, preser-
vando la herencia de sus más grandes cantantes y su importante literatura
hímnica. Por lo general, busque símbolos con significados sagrados poten-
ciales, no puramente con asociación secular (como la plataforma del teatro,
l'l micrófono de los cantantes pop y la pantalla del retroproyector que evoca
a la televisión.)
(8) En cuanto a la música, cante una selección amplia de cantos como lo
hizo la iglesia del primer siglo con estilos musicales que satisfagan las
expectaciones de la congregación de hoy. Use coritos nuevos de adoración
durante un ratito para experimentar un desahogo emocional; pero añada
música minimalista Taizé (canto llano de frases de las Escrituras y liturgia en
prosa) para mayor variedad de expresiones tanto cognoscitivas como emo-
cionales. Use lo mejor de los cantos evangelísticos más antiguos al igual que
las baladas contemporáneas para expresar nuestra experiencia en Cristo. Use
las situaciones en los salmos para expresar un lenguaje íntegro de oración:
adoración, acción de gracias, petición, confesión, aun el lamento. Use los
himnos clásicos (con el lenguaje actualizado, si fuera necesario) para expre-
sar identidad con la iglesia tradicional y sus doctrinas, la perpetuidad del
pacto de Dios y la continuidad del Espíritu Santo que habita en el pueblo de
Dios. Por último, use nuevos himnos serios porque cada generación debe
tener cantos nuevos en todas las formas para expresar su fidelidad en
palabras que son especialmente adecuadas para su época.
El contenido de las palabras de adoración son mucho más importantes
que el estilo de música que las acompaña. 46 Sin embargo, nuevos estilos de
música no deben reemplazar completamente lo tradicional, que también
expresa el sentido de historia de la iglesia y que tiende a dar identidad a un
grupo. En un nivel muy práctico, algo de continuidad de estilo es esencial si
los niños, los padres y los abuelos van a asistir juntos a la iglesia.
(9) Los cambios en la adoración deben tener el objetivo de unir a la con-
[;regación, no dividirla. En la crisis actual, podría hacerse esto reconociendo
a las diferentes edades en los sermones e impulsando su participación en el
orden del culto. (p. ej., lectura bíblica), usando una selección amplia de
estilos musicales y planeando predicaciones que los adolescentes puedan
entender al igual que los ancianos. Sobre todo, aunque la adoración debe
incluir toda una gama de emociones, incluyendo penitencia y reflexión
sobria, el espíritu de celebración basado en el espíritu de acción de gracias
debe predominar. La adoración de celebración ha sido la meta de la iglesia
entera desde el principio de la década de 1960. Ninguna iglesia puede esper-
ar ser atractiva a los adoradores de hoy si el ambiente de sus cultos es sim-
plemente tradicional, piadosa y reverente. Se puede decir con seguridad que
319
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a aáoración
si queremos que la gente escoja una experiencia de adoración verdadera en
vez de un buen show en una iglesia cercana, debe reconocer tal experiencia
como ¡una celebración gozosa reverente!
(1 O) Enseñe la importancia de cada experiencia de adoración en el con-
texto de los cultos habituales. No dé por sentado que la gente entiende por
qué hace lo que hace. Sobre todo, enseñe el significado de las palabras de
adoración, especialmente de los "himnos teológicamente cargados". Cuando
los profesionales en el mundo de negocios hablan del reto de la competencia
en el mercado internacional, su plegaria a los maestros es "¡ Enséñen a leer a
los jóvenes!" En una iglesia que cree y vive de acuerdo con la Palabra, no
nos atrevemos a hacer menos.
(11) Proteja la educación musical en la iglesia, porque los cristianos son
mayordomos de los talentos que Dios les ha dado. Dios espera que los talen-
tos sean devueltos a él en la adoración, no en su forma original, en su condi-
ción no desarrollada, sino engrandecidos y refinados para la gloria de Dios.
(12) Asegúrese de que la adoración finalmente sea encarnada, en que
hombres y mujeres se vuelven más perfectamente humanos como Jesucristo
era perfectamente humano. El único cambio absolutamente esencial en
relación con la adoración es el que oculTe en los seres humanos como resul-
tado de su encuentro con Dios, en el nombre de Cristo, por medio del poder
del Espíritu Santo.
El próximo capítulo ofrecerá sugerencias de forma y contenidos de ado-
ración que se adhieren a las normas del Nuevo Testamento, reconocen nues-
tras raíces históricas y que todavía apelan al pensamiento contemporáneo,
tanto en lo mental corno lo emocional. Aún así, usar estas formas no garan-
tiza que haya verdadera adoración. Eso solamente sucederá si los adoradores
lo quieren y esperan que Dios el Espíritu Santo haga que suceda.
320
12
~[ rJJrama en [a .9Láoración
para Creyentes
Contemporáneos
Una de las fallas más serias del movimiento evangélico no litúrgico viene
de la actitud aparente de creer que la adoración pública no es suficiente-
mente importante para planearla con cuidado. La mayoría de los seminarios
y institutos bíblicos no han ofrecido cursos en adoración para la preparación
de los pastores (excepto el estudio en homilética y predicación), evidente-
mente pensando que hac~r esto negaría nuestra "tradición libre". Como resul-
tado, el diseño y la práctica de adoración en su mayoría ha tendido a ser acci-
dental, el resultado de adherirse tenazmente a la tra,9ición pobremente con-
cebida o seguir la última moda que circula entre las iglesias.
En nuestro día revolucionario, la imitación ha sido más y más evidente en
la diseminación de los nuevos modelos de adoración tratados en el capítulo
anterior. Sin embargo, ahora se dispone de oportunidades de capacitación,
pero mayormente de patte de los proponentes de los estilos nuevos; los seminarios
y talleres abundan, algunos de ellos basados en ideas bíblicas-teológicas del
movimiento de renovación carismática y otros más interesados en el crecimien-
to de la iglesia. En este capítulo, ofrecemos una base para la adoración que
sea más conservadora que la mayoría: conservadora en el mejor sentido de
la palabra "conservación" ("preservar [la iglesia] de las influencias destruc-
toras, el deterioro o la devastación" o "preservar [la iglesia] en su existencia
y su salud"). 1 Al mismo tiempo, estas sugerencias también son avanzadas,
en que son válidas dentro de las realidades de la cultura contemporánea que
usa bastante los materiales que son populares en la actualidad.
El Drama en la Adoración
Frecuentemente nos referimos a la adoración como drama. 2 En este capí-
tulo usaremos este símbolo para sugerir cierto método que puede contribuir
al efecto de la adoración contemporánea en la iglesia local.
321
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
Para empezar, recordamos que ocurren dos tipos de actividades en la
plataforma. Uno es un espectáculo como un teatro de variedades, en que una
serie de actos básicamente no relacionados son unidos por un "maestro de
ceremonias"; lógicamente, cada acto sucesivo recibe los aplausos del públi-
co. El otro es un drama, en que un "suceso" total toma lugar con una pro-
gresión lógica de escenas para transmitir un solo mensaje y en que el audito-
rio participa en una experiencia unificada total. Podría decirse que un culto
evangelístico o para simpatizantes está más relacionado al estilo del teatro de
variedades; su objetivo es capturar la atención del público (frecuentemente
por medio de una presentación divertida) y comunicarle la verdad del evan-
gelio. La única participación que se pide es que los que asisten den una
respuesta afirmativa a la verdad expresada; para este propósito, el formato
centrado en la personalidad y relacionada con la mera diversión podría
decirse que es eficaz. Ya hemos tratado la potencialidad limitada en la ado-
ración para los creyentes en el culto evangelístico (aun como la perpetúa la
megaiglesia); aunque pueda haber alguna posible relación entre los "actos de
adoración" aun también esa pequeña potencialidad puede perderse a causa de
la intrusión de la veneración a una persona que dirige y la escasa oportunidad
para que la congregación participe.
La verdadera adoración, sin embargo, debe ser drarna verdadero, con la
continuidad de una narración que se avanza hacia su desenlace de forma
lógica y eficaz, y en que los actores congregacionales y Jos líderes de ado-
ración (apuntadores) comunican el "drama" en vez de promoverse a sí mis-
mos. Dentro de sus conceptos teológicos y litúrgicos en particular (las cuales
yo no comparto), tiendo a creer que el culto de la renovación carismática está
diseñado apropiadamente. Sin embargo, esto no es cierto en la adoración de
los imitadores de los carismáticos; ya que estos imitadores no esperan el
mismo resultado de las actividades con música sumamente emocional (la
entrada en el lugar santísimo carismático), caracterizo su experiencia de ala-
banza y adoración como "una invitación desmedida a la manipulación".
Además, con frecuencia carecen de muchas experiencias de adoración plena
en su culto acostumbrado. 3
En este capítulo, trataremos la adoración como verdadero drama, pres-
tando atención a (1) el reparto, (2) el argumento, (3) la escenificación y (4)
la dirección del drama. Al hacer esto, esperamos reforzar y ampliar la posi-
ción tomada en capítulos anteriores, especialmente en capítulo 5.
Reparto
322
'E[ drama en [a adoración para creyentes contemporáneos
/s To Will One Thing (Pureza de corazón es desear una sola cosa) se refirió a
la adoración como drama. Al criticar la falta de participación de muchos
comulgantes en su propia iglesia luterana danesa, insistió en que en la ver-
dadera adoración los miembros de la congregación son actores, el ministro y
el coro son "apuntadores" y el público es Dios. 4
En el sentido más sincero, Dios es el crítico que asiste al teatro, que mira y ve cómo
salen las palabras y cómo se escuchan ... El que habla entonces es el apuntador, y el
que escucha está de pie abiertamente ante Dios. El que escucha, si me permiten decir-
lo, es el actor, que actúa con autenticidad ante Dios.
Argu1nento
324
~{ árama en {a aáoración para creyentes contemporáneos
Este capítulo presenta modelos de adoración para los cultos matutinos del
domingo, que pudieran o no incluir la cena del Señor. Claro, hay expectaciones
de cultos especiales en días festivos o en otras ocasiones que son designadas
como "especiales". El reto más grande, sin embargo, es usar la hora de ado-
ración habitual de tal manera que se incorpore tanto la expectación como lo
inesperado. La efectividad de un culto radica en pmte en la espera de que se
llevarán a cabo ciertos actos y en prepararse para ellos. Además, es impor-
tante que haya suficiente variedad de semana a semana para dar un sentido
de novedad y creatividad.
Revelación Re.\puesta
Quién es Dios Lo que llegamos a ser por la gracia de Dios
y en parte por la adoración pública.
325
¡1\?gocijaos/ .La música cristiana en {a aáoración
Materiales típicos de adoración
Ya hemos notado el bosquejo tan escaso que seguía la iglesia del primer
siglo en Corinto (1 Corintios 14:26) y los grupos no confonnistas en la última
parte del siglo XVI, ambos estaban limitados por la oposición de las autori-
dades civiles y religiosas. Probablemente hay pocos evangélicos que creen
que las formas de adoración de hoy deben ser tan limitadas.
En el capítulo 6, repasamos los elementos de las actividades de adoración
que registran las epístolas del Nuevo Testamento. La mayoría de éstos
probablemente serían actividades aceptadas por los creyentes en la actuali-
dad, aunque su propio culto de adoración los incluya o no.
Lectura bíbl íca
Un sermón
Una confesión de fe (no aceptada por algunos grupos)
Cantos (de varios estilos)
Oraciones (de varios tipos)
Un amén congregacional
Ofrenda pro caridad (una colecta)
Movimiento corporal (manos levantadas en oración)
La cena del Señor (incluyendo los siguientes conceptos):
Confesión de pecados (1 Corintios 11 :27-30)
Acción de gracias
Conmemoración de la muerte del Señor por nuestra salvación
Anticipación de la venida de Cristo
Una expresión de compañerismo (el beso de paz)
327
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Dios predicada o "¿Qué es mejor que las resoluciones de
Año Nuevo?"
Respondemos a la Himno: "He Decidido Seguir a Cristo" (HB 474)
Palabra de Dios
Servicio de la Mesa
Celebramos la vida, muerte Llamado a la Mesa
y resurrección de Cristo Oración(es) de acción de gracias (incluyendo
conmemoración y palabras de institución)
seguido por el "rompimiento del pan, el ver-
timiento del vino," distribución y participación.
Durante la distribución, pueden cantarse him-
nos o coritos; después de la cena, se usa la
Doxología (HB 13) (u otra música).
Partimos para continuar La Bendición
nuestro culto/servicio Música instrumental
El siguiente comentario sobre este sencillo orden del culto pondrá la pro-
gresión de los actos en su contexto teológico.
La Reunión. Siempre ha sido reconocido que uno no llega al culto por
casualidad sin preparar las emociones, la mente y el corazón. Esto puede
lograrse por medio de hacer los anuncios sobre las actividades de la iglesia,
ensayando los himnos nuevos u otros aspectos del culto y saludando a los
otros adoradores con especial atención a los visitantes. La música instru-
mental que sigue permitirá que cada persona esté callada y continúe
preparándose concentrando la mente en el propósito de esta reunión.
llimno de Apertura. Una de las maneras más naturales de empezar el
culto es con una expresión musical de alabanza a Dios cantada por la con-
gregación. Un himno de apertura siempre debe ser con palabras de alabanza,
aunque la música pueda ser en forma de himno o salmo, un canto evangelís-
tico o coritos de adoración. La selección de "Se Acerca un Año Nuevo" (HB
526) (cuyas estrofas terminan con "El año es para ti") van de acuerdo con el
énfasis del día.
Oración de Apertura. El pastor quizá continúe la expresión de alabanza
en la oración breve de apertura, recordando el carácter y la providencia de
Dios, reconociendo la presencia de Dios e "invocando" sus bendiciones
sobre el culto. Como en Isaías 6, estar consciente de la perfección de Dios
lleva al ser humano a darse cuenta de sus imperfecciones, a deplorarlas y a
confesarlas; de hecho, no puede allegarse al culto con confianza plena hasta
que tenga una vez más la certeza del perdón. La oración de apert~ra debe
incluir esa confesión y certeza, usando quizá las palabras de 1 Juan 1:7, " ... si
andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado."
328
'E{ drama en {a adoración para creyentes contemporáneos
Himno. El himno "Seguiré Do El Me Guíe"(HB 218) lleva un tema del
día y a la vez responde a la "certeza" que le precede, expresando fe en el Dios
del pasado, presente y futuro. Si no se desea usar un "himno que vaya con el
tema", "Bellas Palabras de Vida"(HB 143) o "Gozo la Santa Palabra al
Leer"(HB 144) serían ideales como música antes de la lectura bíblica.
Lectura Bíblica. Hay un elemento que identifica una reunión como un
culto de adoración cristiana y es leer/escuchar la Palabra de Dios. Sin embargo,
es asombrosa la escasez de lecturas bíblicas en algunas iglesias evangélicas;
sin duda es int1uencia que se heredó del movimiento de evangelismo, donde
el evangelista/pastor simplemente toma un texto (o leen un pasaje corto) y
predica un sermón largo basado en él. Esa costumbre es algo muy distinto al
ejemplo de los antiguos cristianos, 7 que continuaban la práctica de las sina-
gogas de leer varios pasajes del Antiguo Testamento y compartían las cartas
de Pablo que circulaban entre las iglesias.
Los evangélicos debemos tener mucho cuidado de honrar la Palabra de
Dios, y ¡esto requiere tener la Biblia en la mano, sobre todo, durante la
predicación! En la adoración judía es un momento muy solemne quitar el
Torá de su "tabernáculo". En la liturgia ortodoxa la lectura bíblica es prece-
dida por una procesión animada por la congregación, levantando en alto los
libros del Evangelio. Algunas iglesias han adoptado la costumbre de ponerse
en pie para la lectura bíblica como testimonio de su autoridad divina. 8 Pero
más que todo, se le debe dar bastante tiempo a la lectura bíblica, leyendo fre-
cuentemente tanto del Antiguo como del Nuevo Testamentos para demostrar
la unidad de la Biblia y la relación entre los "dos pactos". Hoy en día, en este
detalle los católicos romanos nos dan un buen ejemplo, con una lectura del
Antiguo Testamento (o la Apócrifa), un canto responsorio de un salmo, una
lectura de las epístolas y por último una de los evangelios.
Las dos lecturas que se seleccionaron para este culto de Año Nuevo
hablan de la naturaleza fugaz del tiempo (Salmo 90: 1-12) y nos indican cómo
vivir para "aprovechar bien el tiempo" que se nos ha dado (Efesios 5:6-20).
Respuesta Musical a las Escrituras. Tradicionalmente, la lectura bíblica
con frecuencia ha sido seguida por una expresión de alabanza. En los Oficios
u Horas Canónicas en los monasterios, los cánticos (como el Te Deum y el
Magn(ficat) eran respuestas a las lecciones, y el Gloria Patri seguía después
de los salmos. Siguiendo este ejemplo, el Gloria Patri congregacional o el
himno, "Oh Dios, Socorro en el Ayer" (HB 219, de Isaac Watts y versión
poética del Salmo 90), podría cantarse en ese momento. 9
Oración de Petición. Frecuentemente se la llama "Oración Pastoral",
aunque ese título lleva a malentender el papel de la congregación en la ado-
ración. En la adoración tradkional (y mucha de la moderna), se la llama
329
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
correctamente "Oración de los Fieles" (creyentes bautizados) u "Oración del
Pueblo" y se sobrentiende que el pastor ora a favor de ellos.
El Nuevo Testamento da pautas específicas sobre la intercesión, y todas
las formas de adoración tradicionales han incluido ciertos temas para la
oración que debe mencionar el pastor, bien sea en la oración planeada o
espontánea.
Por esto exhorto ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones
de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia,
para que llevemos una vida tranquila y reposada en toda piedad y dignidad ( 1 Ti moteo 2: 1, 2).
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros para que la palabra del Señor se difunda
rápidamente y sea glorificada, así como sucedió entre vosotros (2 Tesalonicenses 3:1 ).
¿Está enfermo alguno entre vosotros? Que llame a los ancianos de la iglesia, y que
oren por él... Y la oración de fe dará salud al enfermo, y el Señor lo levantará ... Por
tanto confesaos unos a otros vuestros pecados, y orad unos por otros de manera que
seáis sanados (Santiago 5: 14-16a).
Note que el primer pasaje citado une la acción de gracias con la interce-
sión. La oración de apertura en el culto debe ser de alabanza; luego damos
gracias a Dios por su amor y su providencia, y recordamos nuestras necesi-
dades y ansiedades continuas.
Es una esperanza digna que los adoradores norteamericanos no litúrgicos
adopten la práctica de nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo,
en seguir la declaración de nuestra oración común por medio de un "Amén"
unánime vocal: "Que así sea, Señor, según tu voluntad." El teólogo
Reformado francés Richard Paquier 10 nos recuerda que no tiene sentido que
el pastor añada el "Amen" a la oración, afirmando lo que ya se ha dicho. La
palabra "Amén" significa literalmente, "estar firme, verdad", y está conecta-
do al verbo "creer" .11 Cuando lo decimos después de una oración dirigida por
otro, estamos diciendo: "Sí, Señor, esa es mi oración, y creo que tú la con-
testarás para nuestro bien."
Ofrenda. Una de las respuestas más importantes hacia la autorrevelación
de Dios viene en la ofrenda. Damos nuestro dinero a Dios como un símbolo
de darnos a nosotros mismos en dedicación completa. En verdad, el acto de
"santificar'' nuestro trabajo diario, cualquiera que sea, es servicio a Dios
porque parte de la compensación por ese trabajo se pone en el plato de la
ofrenda.
Muchos líderes cuestionan la efectividad del ofertorio al órgano o al
piano, porque durante el tiempo que tocan, los adoradores individuales pro-
bablemente no hacen nada más significante que admirar la técnica del que
toca, "disfruta" de música sin palabras o permitir que su mente vague. (Una
330
'E[ árama en [a aáoración para creyentes contemporáneos
331
¡~gocijao.s! .La música cristiana en [a adoración
adoradores responda apropiadamente a la Palabra de Dios, leída y explicada.
Obviamente, no es apropiado cantar un himno típico de invitación (p.
ej.,"Cuan Tiernamente Jesús Hoy Nos Llama" (HB 198), o "El Salvador Te
Espera" (HB 194) a menos que el sermón haya sido dirigido a los que no son
salvos. Una respuesta a la invitación de hacerse miembro de la iglesia (y
hasta una profesión de fe en Cristo) puede suceder cuando se está cantando
cualquier buen himno de discipulado, tal como "Puedo Oír Tu Voz" (HB
345). El himno en particular que se da aquí es un canto que motiva a seguir
a Cristo día a día en el Año Nuevo y siempre. Finalmente, el pastor debe
aclarar que se espera que cada uno responda a la Palabra de Dios en los him-
nos al igual que en la ofrenda. (Note que la bendición y la despedida pueden
seguir al himno, a menos que se vaya a celebrar la cena del Señor.)
Cena del Señor. Durante el tiempo de la Reforma del siglo XVI, la igle-
sia "protestante" quitó mucho de lo que era evangélico en el culto de la cena
del Señor medieval, lo cual en años recientes sus sucesores han procurado
recobrar. Los disidentes e inconformistas dieron un paso más, redujeron la
cena del Señor a los actos de comer y tomar después de decir una sencillísi-
ma oración de acción de gracias y las "palabras de instrucción" de 1
Corintios 11, en todo un gesto relativamente insignificante al final de un
culto de predicación.
Una experiencia tan limitada (y limitante) probablemente es una reacción
permanente a lo elaborado de la eucaristía en la Iglesia Católica Romana que
cree que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo
("transubstanciación"). Algunos evangélicos creemos que la cena del Señor
es una ordenanza (algo que Cristo ordenó que hiciéramos), y no un sacra-
mento (un acto simbólico, que por la fe, puede ser un medio para la gracia).
¿Es impertinente inquirir si Cristo nos hubiera pedido que demostremos
nuestra obediencia con actos que no tienen implicaciones espirituales?
Podríamos simplemente "partir el pan y tomar la copa" y mirarlos; ¿qué sig-
nifica comer y behcr? Seguramente todo en la adoración debe ser un medio
potencial para lograr la gracia.
La celebración de la cena del Señor para muchas personas que asisten a
la iglesia, pierde significado porque sólo tiene un estilo imperfecto, con
palahras y acciones que no están completas, añadidas al final del culto de
predicación. Basado en los recordatorios bíblicos y precedentes históricos, el
culto de cena del Señor debe expresar:
332
'E{ árama en {a aáoración para creyentes contemporáneos
Aposento Alto, y porque la acción de gracias es la respuesta cristiana básica a su
sacrificio por nosotros.
La idea de hacer memoria ''hasta que él venga", porque la cena también es simbólica
de la "cena en las bodas del Cordero" que se celebrará por toda la eternidad.
El concepto de compañerismo (comunión) con Dios y unos con otros. Una cena es una
ocasión social, y demostramos nuestro amor cristiano mutuo con gestos como "el
beso de paz" y pasándonos el pan y la copa. En algunas tradiciones hay oraciones
para toda la iglesia, ya que Cristo puso ese ejemplo en el discurso del Aposento
Alto (Juan 17).
El acto de "fracción" (partir el pan) y verter la copa, como lo hizo Cristo, para
demostrar visualmente que su cuerpo fue partido y su sangre fue ve11ida, por
nosotros.
Una renovada dedicación de nosotros mismos a Dios, porque recordamos su amor por
nosotros y el costo de nuestra salvación.
¡Podría decirse con certeza que Martin es uno que no limita la cena al
concepto de una ordenanza!
El problema con la mayoría de las "oraciones de conmemoración" es que
no cuentan la historia completa. La crónica de redención no empieza en el
Calvario; ¡ese es el clímax de la narración! Empieza con la creación y el
propósito de Dios para la humanidad; incluye la forma como Dios trata con
el ser humano a través de los siglos y la razón de la encarnación; termina con
la conmemoración de la vida de Cristo, al igual que su muerte y resurrección
y la ansiosa espera por su Segunda Venida. Podtía argumentarse que la mayoría
de la gente conoce la historia completa, mientras que repite sólo una pequeña
parte de ella. Eso es tan erróneo como presumir que la gente conoce la Biblia,
así que no necesitamos leerla en la iglesia, ¡sólo predicar de ella!
Lo siguiente es un manuscrito completo de un culto de cena del Señor que
333
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
provee para el adorador la oportunidad de recordar y identificarse plena-
mente con las implicaciones del sacrificio de Cristo. Esta versión en particu-
lar es apropiada para la iglesia que tiene dos oraciones: una antes de distribuir
el pan y otra antes de pasar la copa.
Pastor: Esta es la mesa del Señor. Invitamos a todos los que han confiado en Cristo
como Salvador y Señor a que compartan en la cena que ha sido preparado.
Dios de gracia, te damos gracias que nos has hecho a tu imagen, y que creaste el
mundo en que vivimos. Te has revelado a los hombres y las mujeres a través de la his-
toria, demostrando tu poder, tu amor y tu providencia. Te damos gracias que, cuando
rechazamos tu amor y nos fuimos por nuestro propio camino, mandaste a tu hijo
Jesús, quien vivió entre nosotros y muri6 y resucitó para que podamos reconciliarnos
contigo y tener vida eterna. Anhelamos tu venida, cuando celebraremos esta cena otra
vez en tu reino.
Te damos gracias por este pan, que nos recuerda que tu cuerpo fue roto por nosotros
y por todo el mundo. Envíanos tu Espíritu que al comer y beber, que nos alimentamos
de Cristo en nuestros corazones por fe. Amén.
Pastor: El Señor Jesús la noche que fue entregado tomó pan, y habiendo dado gracias
lo partió y dijo: "Este es mi cuerpo que por vosotros es dado. Haced esto en memoria
de mí" (Lucas 22: 19).
(Sigue la distribución _v participación del pan)
Pastor (o diácono): Padre celestial, te damos gracias por esta copa que nos recuerda
que la sangre de nuestro Señor fue derramada para la remisión de nuestros pecados, y
no por los nuestros solamente, sino también por los pecados del mundo entero. Te
damos gracias que constantemente te brindas a nosotros en compañerismo día con día,
para adorarte y servirte mientras vivamos. Nos dedicamos también el uno al otro,
como creyentes. Que nos amemos unos a otros como tú nos has amado. Amén.
Pastor: Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, y dijo: "Esta copa
es el nuevo pacto en mi sangre. Haced esto, cuando la bebáis en memoria de mí''.
Todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, anunciáis la muerte del Señor,
hasta que él venga ( 1 Corintios 11:25, 26).
(Sigue la distribución y participación de la copa)
(Traducción textual para este libro)
335
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
El Orden Ginebrino
336
~{drama en {a adoración para creyentes contemporáneos
Servicio de la Palabra
Dios habla Lectura del Antiguo Testamento
(Isaías 6:8a) Exodo 33:9-23
Salmo responsorio: Salmo 24:1-6 (Gloria Patri)
Lectura del Nuevo Testamento
Apocalipsis 1:9-18
Oración por iluminación
Sermón: "Tu Dios Es Demasiado Pequeño" o
''Dios Inmanente y Trascendente"
Respondemos Himno: "Hallé un Buen /\migo"
(Jsaías 6:8a) (HB 46X, invitación)
Ofrenda y ofertorio: "Loores Dad a Cristo el
Rey" (HB 33)
Oramos Oraciones de la congregación
(lsaías 6: 11)
Servicio de la Mesa
Celebramos la vida, muerte El llamado a la mesa
y resurrección de Cristo Salutación y Sursum corda
Oración de Acción de Gracias
La historia de salvaciói1
(Sanctus; Benedictus)
Conmemoración; aclamación memorial
Dedicación
Palabras de institución
Distribución
Oración poscena del Señor
Despedida
Partimos para adorar/servir Himno: "Al Salvador Jesús" (HB 103)
Bendición (con encargo)
Postludio del órgano
337
i'R.?gocijaos! La música cristiana en [a adoración
quizá venga al recinto de adoración en el último momento, con las activi-
dades de la escuela dominical todavía en sus mentes. Tradicionalmente,
hemos dicho que el preludio instrumental es una "cortina" que se cierra para
dejar afuera las distracciones abrumadoras de la vida para que podamos sen-
tir la presencia del Dios omnipresente, poderoso y amante. Pero en muchas
iglesias obviamente no funciona de la manera programada, ya que muchos
tienden a hablar mientras toca la música. Sugiero que en nuestra cultura agi-
tada, una preparación más variada y activa podría ser mejor.
Cantos evangelísticos, himnos conocidos o coritos de adoración podrían
ser dirigidos por el director de canto y podrían combinarse con palabras de
testimonio cristiano personal de los miembros de la congregación. Este
período de preparación podría incluir el ensayo de un himno nuevo o instruc-
ciones sobre los actos de adoración que tendrían lugar en el culto y podría
concluir con un tiempo de saludarse unos a otros (el beso de paz), con espe-
cial atención a los visitantes. Luego el pastor podría decir: "Ahora adoremos
a Dios", para después continuar con el preludio instrumental.
Una Percepción de Dios. Es útil usar precisión al hacer una lista de los
actos de adoración para que la congregación los entienda mejor. Un
"introito" es un canto de entrada que frecuentemente se relaciona con el tema
del día, pero podría ser simplemente una alabanza. Una oración de
"invocación" invoca, o mejor aumenta, la percepción de la presencia de
Dios; muchas veces se usan los nombres de Dios (como "en el nombre de
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo"), y podría incluir una
breve petición concerniente al culto. El '"llamado a la adoración" listado en
este orden podría ser:
Pueblo de Dios, hemos sido nacidos del Espíritu y hechos un solo cuerpo por medio
de Jesucristo. ¡Adoremos a Dios con gozo!
Dios de gracia, venimos a ti pidiendo recibir la restauración del perdón. Tú nos has
enseñado a amar a nuestro prójimo a usar los objetos, y confesamos que con demasiada
frecuencia hemos amado los objetos y usado al prójimo, y necesitamos tu perdón. Tú
nos has enseñado a recordar la bondad y olvidar los desaires, y debemos confesar que
con demasiada frecuencia hemos recordado los desaires y olvidado a quienes que han
expresado la bondad que viene de ti. Señor, perdónanos. Venimos hoy expresando que
reconocemos que tú nos has llamado a ser moldeados por el poder de la eternidad y
que hemos sido moldeados con demasiada frecuencia por el mundo actual que nos
rodea. Padre, perdónanos.
Venimos pidiendo que, como herramientas tuyas limpias y corregidas, como aquellos
sin mérito propio que tú amas, pero por el valor que tú nos asignas, nos ayudes a
nosotros a aceptarnos así como tú nos has amado. 21 •
(Traducción textual para este lihro)
La "certeza de perdón" es el anuncio que, si confesamos los pecados,
Dios los perdona, como prometió hacerlo. Podría concluir con las palabras:
"Amigos, creemos las buenas nuevas del evangelio. En Jesucristo somos per-
donados. ¡Gloria a Dios!" Para concluir este segmento del culto se podría
cantar la segunda estrofa del himno "Mi Corazón, Oh Examina Hoy" (HB
493): "Dame, Señor, más de tu plenitud, Pues que tú eres fuente de salud.
Sobre la cruz, en medio del dolor, Brotar la hiciste por tu gran amor."
Dios Habla. La lectura bíblica que se dio en el bosquejo del Orden del
Culto Ginebrino está de acuerdo con la práctica antigua y moderna, en que
se leen pasajes del Antiguo y Nuevo Testamentos y se canta un salmo. Una
introducción breve a la lectura del Antiguo Testamento establecería la esce-
na histórica.
339
¡~gocijaos! La música cristiana en (a adoración
"No podrás ver mi rostro; porque ningún hombre me verá y quedará vivo"
(Exodo 33:20).
El salmo es considerado como una respuesta a la lectura anterior. El
Salmo 24: 1-6 nos asegura que podemos allegarnos a Dios en adoración si
amamos al Señor, si hacemos nuestra la voluntad de Dios y si están limpios
nuestros corazones. Esta versión en particular provee palabras para que ser
cantadas u habladas por un solista con respuestas de la congregación:
"¡Cantad, creyentes! Dad gracias por aquellos cuyo gozo es el Señor".:n
La lectura del Nuevo Testamento podría presentarse con estas palabras:
340
'E{ árama en {a adoración para creyentes contemporáneos
del Dios trascendente e inefable, éste habla del Jesuciisto inmanente como
"amigo". Como himno de experiencia, también es apropiado como
"invitación" a tomar una decisión cristiana, y podría ser útil explicar esta
conexión al presentarlo.
A los tradicionalistas les puede parecer raro levantar la ofrenda después
del sermón y el himno de respuesta (invitación). La explicación es que la
ofrenda también es respuesta a la Palabra de Dios, no sólo un acto a la ligera
para aportar al presupuesto o para demostrar lealtad a la iglesia. Contribuir a
la ofrenda en este momento es una de las maneras de decir: "Amén" a la
voluntad de Dios expresada en su Palabra, leída y predicada. Este ofertorio
en particular podría estar basado en el himno de F. Bland Tucker que
parafrasea Filipenses 2:5-11, "Loores Dad a Cristo el Rey" (HB 33): un canto
de alabanza a Cristo por su encarnación y su despojarse a sí mismo o
cualquier otro texto de adoración, cantado por un grupo o por la congre-
gación.
Otro tipo de respuesta a la Palabra de Dios favorecido por algunas igle-
sias es recitar la confesión doctrinal: "El Testimonio de la Fe". Después de
oír hablar a Dios en las Escrituras y el sermón, nos ponemos en pie para
declarar lo que creemos. La forma preferida en la mayoría de las iglesias no
litúrgicas es el breve Credo de los Apóstoles, que ell}pezó a usarse en el
segundo y tercer siglo, y logró su forma actual alrededor de 650 d. de J.C. 23
Oramos. Para algunos adoradores posiblemente no sea importante saber
que en todas las liturgias cristianas se pone la oración de petición después de
oír y responder a la Palabra de Dios, y que este orden también se sugiere en
Isaías capítulo 6. 24 Nuestro arreglo para este orden es doble. Primero, Dios
declara la sesión abierta para revelarse a sí mismo, sus acciones y su volun-
tad; es simplemente buena educación "escuchar hasta que Dios termine de
hablar'' y ofrecer una respuesta plena y afirmativa, antes de empezar nuestra
propia conversación recordándole a Dios nuestras necesidades y las de otros.
Segundo, que los creyentes oren juntos, para expresar su humanidad y su
dependencia de Dios es una experiencia conmovedora para concluir el culto
de adoración.
En este culto en particular, éstas podrían ser "oraciones de intercesión",
donde el líder solicita peticiones silenciosas personales para la iglesia (y a
todos se les pide que mencionen simultáneamente otra iglesia por la cual
están orando). También se ruega por los pastores y los obreros cristianos
alrededor del mundo (los adoradores mencionan a los misioneros y los países
donde trabajan). Incluyen oraciones por paz y justicia entre las naciones (se
mencionan lugares donde hay problemas en el mundo contemporáneo) y por
los enfermos y por los desconsolados (se dicen los nombres de amigos y
conocidos que sufren). Finalmente, se le pide a cada persona que le dé
341
¡i}{(}gocijaos! La música cristiana en {a aáoraciótt
gracias a Dios nombrando una persona que haya sido importante en el desar-
ro-llo de ellos como persona y como cristiano y que oren que "tengamos la
gracia para glorificar a Cristo en nuestro propio día". Después de las ora-
ciones se canta un corito de adoración, "En mi vida (mi canto, tu iglesia) glo-
ria te doy".~ 5
Celebramos la cena del Señor. El modelo para observar la cena del Señor
no necesita ser muy diferente al que fue sugerido para el Orden Formal
Evangélico. Algunas iglesias usan una oración prolongada en vez de dos más
cortas, después de la cual se le sirve el pan y la copa a los creyentes; si es así,
la oración singular debe incluir todos los elementos que fueron divididos
entre las dos en el culto anterior.
Desde la antigüedad han usado ciertas frases bíblicas en La Oración de
Acción de Gracias (Salutación, Surswn Corda, y Sanctus). 26 Han sido incor-
poradas en esta introducción a la cena del Señor y oración.
Pastor: El Señor sea con vosotros. (Salutación)
Congregación: Y también contigo.
Pastor: Alzad vuestros corazones. (Sursum corda)
Congregación: Lo alzamos al Señor.
Pastor: Demos gracias al Señor nuestro Dios.
Congregación: Es propio darle gracias y alabanza.
Pastor: Dios de gracia, te agradecemos que nos has creado a tu imagen, y que creaste
el mundo en que vivimos. Te has revelado al pueblo a través de la historia, demostrando
tu poder, tu amor y tu providencia. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios
Todopoderoso. Tus caminos son justos y verdaderos. Junto con tu pueblo de todos los
tiempos y todos los lugares, y con todas las huestes celestiales, levantamos nuestros
corazones en alabanza gozosa, porque sólo tú eres santo:
(Sanctus, recitado o cantado) Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos; toda la
tierra está llena de su gloria. ¡Gloria sea a Dios en lo alto!
Nuestro Dios, te damos gracias que, cuando rechazamos tu amor y nos fuimos por
nuestro propio camino, tú enviaste a tu hijo Jesús ... (concluyendo la oración).
(Traducción textual para este libro)
En los últimos años muchas iglesias han añadido una aclamación memo-
rial después de la declaración de "conmemoración": "Cristo murió; Cristo ha
resucitado; Cristo volverá otra vez." 27 El Servicio de la Mesa frecuentemente
termina con una como ésta del Libro de Orden escocés. 28
Oh Cristo, nos has abierto las Escrituras, y te has dado a conocer a nosotros en el par-
timiento del pan: Quédate con nosotros, te pedimos, que podamos irnos contando con
la fortaleza de tu presencia y tu verdad a lo largo de todo nuestro camino y, al final,
contemplarte en la gloria de la Trinidad eterna, Dios por siempre y siempre. Amén.
(Traducción textual para este libro)
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'E{ drama en {a adoración para creyentes contemporáneos
La Conclusión de la Adoración. El himno "Alcemos Hoy la Cruz"
(CAA/SPW 189) es una buena selección para cualquier conclusión del culto,
y especialmente uno con este énfasis en el sermón, pues es solamente a través
de la muerte de Cristo en la cruz que conocemos a Dios, tanto trascendente
como inmanente. El himno es un reto a ser testigos de estas buenas nuevas
durante toda la semana que tenemos por delante.
El líder del culto puede presentar un desafío final y la congregación puede
dar voz a su propia bendición, como sigue:
Pastor: Id pues por el mundo en paz; tened valor; retened Jo bueno; no paguéis a nadie
mal por mal; fortaleced al que flaquea; apoyad al débil; ayudad a Jos que sufren; hon-
rad a todos; amad y servid al Señor, regocijaos en el poder del Espíritu Santo.
Hasta ahora, hemos considerado a los actores y dos variantes del guión
para el drama que es la adoración. Pero un buen drama consiste en más que
un reparto competente y un buen argumento. Necesitamos movimiento y
ritmo, un subir y caer de intensidad, para hacer que el argumento cobre vida
como verdadero drama. A fin de lograr este objetivo, un período de silencio
intencional podría ser tan importante como el ritmo acelerado o el alto nivel
de decibeles en una música. Además, por el hecho de que se repite el drama
semana tras semana, el guión necesita ser variado regularmente para asegu-
rar una comunicación eficaz. 29 Esta sugerencia se hace con pleno
conocimiento de que, en el drama de la adoración, los miembros de la con-
gregación son los actores. Como el reparto en el teatro, necesitan sentir que
lo que están haciendo es "dramático". Esto se aplica en nuestra época en que
todo tiene que ser una "celebración", cuando las congregaciones esperan una
experiencia significativa de adoración.
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i'R..?-gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Año cristiano
Tradicionalmente, los variantes en e) guión se han logrado en parte por
seguir el énfasis del año eclesiástico, con variación en las lecturas bíblicas,
las oraciones y los temas de los sermones de cada semana, al igual que
observar en forma extraordinaria las fechas festivas. En el tiempo de la
Reforma, Calvino descartó el año eclesiástico, y los evangélicos han conti-
nuado ignorándolo hasta hace poco. Tan recientemente como hace 100 años,
en muchas iglesias tanto en Inglaterra como en Norteamérica se ignoraba la
Semana Santa y la Navidad debido a la herencia puritana. La base bíblica
para no celebrarlas era la acusación de Pablo a los que insistían que los cris-
tianos también debían conformarse a las prácticas cúlticas judías.
En cambio, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor dicho, ya que habéis sido cono-
cidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los déhiles y pobres principios
elementales? ¿Queréis volver a servirlos otra vez? ¡Vosotros guardáis los días, los
meses, las estaciones y los años! Me temo por vosotros, que yo haya trahajado en vano
a vuestro favor (Gálatas 4:9-11 ).
Pablo estaba más preocupado por los legalistas, que creían que si
observaban "para Dios" ciertos días religiosos, los otros días podían hacer lo
que querían. El verdadero creyente entiende que, aunque es cierto que los
días (como el domingo, Navidad, Semana Santa, Pentecostés) son
apropiadamente especiales, cada día pertenece a Dios. 30
De seguro, cada iglesia usa un calendario, aunque en algunas podría ser
solamente el "año administrativo", que abarca el período del presupuesto, el
Día de Oración Mundial, y/o el Día de las Madres, etc. En el capítulo 7, pre-
senté un breve razonamiento de por qué observar el "año de nuestro Señor",
lo cual los grupos no litúrgicos pueden estar haciendo en parte o
inadvertidamente. Por ejemplo, la congregación de ayer, en los Estados
Unidos, patrocinaba cada año campañas de evangelización para la primavera
y el otoño, que concordaban con los dos períodos tradicionales de penitencia:
la Cuaresma y el adviento.
Cada vez más, las iglesias evangélicas están reconociendo la validez del
ciclo completo del año eclesiástico. Muchos están prestando más atención al
adviento, quizá para contrarrestar el comcrcialismo excesivo del período pro-
longado de compras navideñas; encender las velas de adviento se vuelve más
y más común en las iglesias bautistas y otras. 31 Todavía, muy pocas iglesias
hacen pleno reconocimiento de la Semana Santa: sin duda esto es una con-
tinua reacción al enfoque exagerado de los católicos romanos en la crucifixión
de Cristo (un poquito menos desde el Vaticano II), junto con la idea protes-
tante de que "cada domingo es un Domingo de Resurrección". Pero no se
344
'E{ drama en {a adoración para creyentes contemporáneos
puede tener resurrección sin crucifixión, y no se puede celebrar adecuada-
mente la Resurrección sin recordar la Pasión y Muerte de Cristo: el terrible
precio pagado por nuestra salvación. Consecuentemente, hay más iglesias
que se reúnen para tener un recordatorio de tres horas el Viernes Santo, y/o
un culto de tinieblas o una observación de cena del Señor el Jueves Santo.
Hay creciente evidencia que indica que los líderes de adoración entienden
que el año cristiano (incluyendo Epifanía y Pentecostés) ofrece la opmtu-
nidad de celebrar la historia completa de la revelación de Dios por medio de
Cristo, y asegurar que se dé el énfasis apropiado a todas las doctrinas de
nuestra fe. 32
Variaciones en el culto
Cada una de las experiencias mencionadas en Isaías 6 que están incorpo-
. radas en los órdenes del culto presentados aquí deben ser parte de la ado-
ración regular. Es cierto que no todos los elementos necesitan recibir el
mismo énfasis semana tras semana. Como fue demostrado, toda la Confesión
de Certeza de Perdón podría ser recitada por la congregación, o podría ser
incorporada a la oración de apertura del líder. Algunas iglesias no qucrTán
una respuesta extraordinaria al sermón todos los domingos, aparte de un
himno/ofrenda/confesión de fe.
John Skoglund 34 sugiere que la selección y ubicación de la música es una
de las formas efectivas de lograr variedad, añadir intensidad emocional y el
ritmo de "subida y bajada" en la adoración no litúrgica. En nuestra tradición,
no se nos requiere que usemos unos himnos en particular para el coro o la
congregación; podemos escoger los que queramos para "que quepa" en el
drama. La música podría ser revelación o respuesta. La música podría ser un
sustituto de la palabra hablada. La música podría preparar a las personas
para un acto de adoración, podría ser el acto de adoración o podría re.\pon-
der al acto de adoración. La música como la palabra hablada) podría presen-
tarse con una voz, o con un grupo o con la congregación entera.
En los dos órdenes de culto presentados, se ofrecieron ciertas variaciones.
También podrían considerarse las siguientes:
En la convocación: Podría haber un saludo responsorio (de las Escrituras
u otro), una oración de alabanza o una letanía con contestación (p. ej., un acto
especial de alabanza (como "Gloria a Dios en lo alto", la Doxología).
En la lectura bíblica: El pasaje bíblico podría ser presentado de otras
maneras y no necesariamente leído. Por ejemplo, un pasaje de un salmo
podría ser cantado (por la congregación, por un grupo o por un solista).
347
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
Cuando se hace esto, sería hueno identificarlo como pasaje híhlico así-
Salterio: "Dios es Mi Pastor" (Salmo 23) por Dvorak. Posiblemente no sea
muy apropiado cantar un Gloria Patri después de una versión musical de la
lectura del Salterio a menos que los tonos sean similares o que el organista
sea competente para improvisar una modulación. Sin embargo, se recomien-
da un responsorio cantado cuando el salmo es hablado, siguiendo una tradi-
ción que data desde casi el primer siglo.
La lectura del Nuevo Testamento puede hacerla el pastor, un laico o la
congregación al unísono. A continuación se presenta una versión diferente de
Lucas 18:9-14 titulada "El Publicano" por Van de Water, interrumpido por un
"ahogado del diablo" (A. del D.).
Lector: [Jesús 1contó esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos que eran jus-
tos y juzgaban a otros con desprecio: Dos hombres subieron al templo a orar, uno era
fariseo y el otro cobrador de impuestos.
A. del D.: ¡Un cobrador de impuestos! ¡Un publicano ordinario! Pero él era apenas un
poquito mejor que la persona que maltrata a un niño en aquel tiempo de impuestos:
para el gobierno romano y para colmo engañaba a la gente. ¡Apuesto que debe
haberse sentido incómodo en ese templo santo y hermoso!
Lector: El fariseo, puesto en pie, oraba así, "Dios, te doy gracias porque no soy como
los demás: ladrones, villanos, adúlteros, ni como este cobrador de impuestos.
Ayuno dos veces a la semana: doy diezmos de todo lo que gano."
A. del D.: ¡Que récord! Un diezmador, ¡hasta diezma sobre los intereses que le paga el
banco! ¿Dices que ayuna dos veces por semana? ¡Con razón sus vecinos lo
consideran un hombre santo! Dios se ha de haber sentido orgulloso de oírle orar.
Lector: Pero el cobrador de impuestos, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Dios, sé propicio a mí, pecador!"
A del D.: ¿Qué oración es esa? ¡El hombre no sólo es un sinvergüenza, sino que nece-
sita que le examinen la cabezal ¿Cómo puede una persona madura tener una auto-
imagen tan negativa y baja? Necesita un psiquiatra.
Lector: Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
A del D.:¿ Y eso qué significa? ¡Oye, no tiene sentido!
tTraduccitín textual para este libro)
349
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
pasando el pan y partiéndolo; de la misma forma, podría compartirse una
copa común. Cuando los que administran la cena sirven a los adoradores en
frente de la barandilla del altar, pueden repetir las palabras "Este pan repre-
senta el cuerpo de Cristo ... roto por ti" y "Esta copa representa la sangre de
Cristo ... derramada por ti". Esto también puede hacerse cuando los creyentes
permanecen en las bancas: las palabras podrían decirse cuando se pasa el
platillo a cada fila y cada persona podría repetirlas cuando lo pasa a la
siguiente persona. Es buena práctica que los pastores mismos (al igual que
para los diáconos/ancianos) expresen su deseo de servir al Señor pHsando el
pan y la copa a la congregación que permanece sentada; cuando se hace esto,
podrían repetir las frases mencionadas u otras tomadas de las Escrituras.
Jesús les dijo: "Yo soy el pan de vida. El que a mí viene. nunca tendrá hambre; y el
que en mí cree no tendrá sed jamás" (Juan 6:35).
Y o soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí, y yo en él. éste lleva
mucho fruto. Pero separados de mí nada podéis hacer (Juan 15:5).
Porque de tal manera amó Dios al mundo. que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3: 16).
Si confesamos nuestros pecados. él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y
limpiarnos de toda maldad. ( l Juan 1:9).
351
¡1?.ggocijaos! La música cristiana en {a aáoración
humildad); sin embargo, en los Estados Unidos hay ocasiones cuando
algunos pastores se visten con el esplendor de las insignias académicas, quizá
en Navidad o en Domingo de Resurrección. 39
No es necesario que los evangélicos adopten todos los símbolos tradi-
cionales de las más antiguas iglesias, aunque deben considerarse algunos de
ellos. Al mismo tiempo, no puede esperarse que los nuevos símbolos secu-
lares de los grupos que siguen el estilo del "crecimiento de la iglesia", p. ej.,
sonido electrónico y plataforma como de teatro, no tengan valor duradero.
Debería ser posible que las iglesias diseñen nuevos símbolos verdaderamente
teológicos en la forma del edificio, la selección y ubicación del mobiliario y
la decoración. Una de las características de la reciente énfasis en la "cele-
bración" son las banderas litúrgicas, frecuentemente con textos de las
Escrituras. Son apropiadas para todas las iglesias, y podrían ser el principio
de la belleza que realmente representa santidad.
Acústica
Mesa para la
Santa Cena
Vista de frente
352
'E{ árama en {a adoración para creyentes contemporáneos
de la superficie que refleja el sonido, tanto en su forma como en su material,
especialmente los del cielo raso y las paredes. Idealmente, la pared delantera
del salón (detrás del púlpito y el coro) tendrá una superficie plana, con pare-
des a sus costados en ángulo (45 grados o menos, dependiendo de lo ancho
del salón) de dicha pared delantera; así el sonido que se produce se reúne, se
mezcla y se proyecta hacia la parte de atrás del salón. El cielo raso debe ser
suficientemente alto (pero no altísimo) y plano, o posiblemente que se
proyecta hacia arriba desde el frente hasta la parte de atrás del salón. No debe
haber obstrucciones encima de la plataforma (tales como embocaduras) que
interfieran con la plena proyección del sonido. También es deseable que la
pared lateral principal tenga una superficie plana irregular para reflejar y
"combinar'' los sonidos congregacionales.
El diseño general del salón es crucial para la acústica, y la exageración
del semicírculo crea los peores problemas. El tradicional edificio rectangular
funcionó bastante bien; una forma perfectamente redonda o hexagonal tam-
bién es satisfactoria si el cielo raso es más alto en el centro. El diagrama ante-
rior sugiere un término medio entre la forma rectangular y la de semicírculo
que todavía permite que los adoradores se vean. Las superficies delanteras y
laterales del templo generalmente deben ser reflectan tes (de madera, ladrillo,
o piedra) y, al fondo, algo absorbente (para evitar demasiado "eco").
Por último, se recomienda que la iglesia que planea un nuevo templo se ase-
gure los servicios de un ingeniero acústico apru1e del arquitecto y su empleados.
Congregación
Plataforma con pastor,
coro, etcétera.
Vista lateral
353
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
que participe en el canto congregacional. Es verdad que la necesidad que
tiene la proyección de la palabra hablada y la que tiene el sonido musical
ideal son diferentes. La iglesia debe buscar llegar a un acuerdo donde la palabra
hablada sea claramente audible y la música sea lo más hermosa posible en su tono.
Resumen
354
13
La Música en Cu[tos
'Especia{es: Casamientos)
![unera{es) rBautismos y
'Dedicaciones de !J\{jños
En el capítulo anterior, enfocamos el uso de la música y otras expresiones
del at1e en los cultos de adoración habituales de la iglesia. De la misma manera,
hemos de considerar estas expresiones en relación con cultos de adoración
especiales, ocasionales. Algunas de esos cultos marcan un hito en la vida,
como bautismos, dedicaciones de niños, casamientos y funerales. Otros se
caracterizan .Por ser la música la expresión principal del culto, como sucede
con una cantata o un drama musical en épocas especiales del año, un recital
para dedicar el órgano o un festival musical cristiano.
Los evangélicos mayormente hemos demostrado poco interés en contar
con un culto significativo en las reuniones que marcan una ocasión impor-
tante en la vida del creyente y su familia. Como resultado, muchas veces
hemos tenido bastante discrepancia entre teología y práctica en los momen-
tos de celebración o conmemoración. Particularmente en casos de casamien-
tos y funerales, con frecuencia hacemos caso omiso a la naturaleza corpora-
tiva de la iglesia; al enfatizar demasiado los aspectos personales de la
ocasión, le damos a la familia toda la libertad (y nada de consejo) al planear
el culto. En consecuencia, la ocasión no provee la oportunidad a todo el
"cuerpo de Ciisto" para que se exprese, y esto puede ser hasta una negación
de los principios básicos de nuestra fe. Creemos que Jos cristianos que se
casan deben establecer un hogar auténticamente cristiano; sin embargo,
nuestros cultos de casamiento muchas veces enfocan más a la novia que a
Cristo, más al amor humano que al ágape divino que realmente consagra al
casamiento y al hogar. Anunciamos la esperanza cristiana de vida eterna en
la presencia de Dios; sin embargo, nuestros cultos fúnebres muchas veces
incluyen elementos que aumentan el dolor humano, olvidando las prácticas
355
¡'1\§.gocijaos! .La música cristiana en (a adoración
del pasado que demuestran la victoria de Cristo sobre la tumba y dan gran
consuelo a los que han sufrido la pérdida de un ser querido. Los bautismos,
especialmente los bautismos por inmersión, exageran tradicionalmente la
"soledad" de la persona que cumple la ordenanza y a veces denota ya sea un
poco de timidez sobre el "método" que se usa o nuestra convicción de que
realmente no es una ocasión importante.
Estas discrepancias se notan aún más porque, en contraste con los cultos
dominicales habituales, el pastor no litúrgico recurre invariablemente al uso
de oraciones escritas o memorizadas y/o pronunciamientos durante ciertas
partes de estos cultos. ¡Para casamientos o bautismos (aunque, reconocemos
que la motivación es más bien práctica o "estética" que litúrgica), el "ofi-
ciante" muchas veces usa también una toga!
Las cuestiones principales a ser tratadas en una consideración de este tipo
son:
( 1) La naturaleza de la adoración de la ocasión.
(2) Las necesidades personales de los individuos involucrados, en
relación con los de la congregación.
(3) La responsabilidad del pastor de liderar y ejercer su autoridad
cumpliendo sus papeles profético, educativo y pastoral.
356
La música en cuftos especia(es ...
sido buenos, siendo expresiones más bíblicas de la consagración mutua y a
Cristo en el matrimonio: en las participaciones de casamientos, en los tipos
y formas de la música, en la inclusión de la congregación y en acciones sim-
bólicas. A la vez, algunas recientes innovaciones han sido menos evangéli-
cas, como en el caso donde a veces se agrega un culto de "comunión en pri-
vado".
Ha llegado el momento de que la iglesia reafirme su autoridad y asuma su
responsabilidad de guiar a familias y parejas en la planificación de los
casamientos. La ocasión se lleva a cabo en la iglesia como una práctica "cris-
tiana", presidida por el pastor y con la presencia de muchos creyentes con-
sagrados. Debe ser enfocado como cualquier otro culto de adoración en con-
junto, con la excepción de que las familias involucradas deben ser incluidas
en la planificación. Sería de ayuda que la iglesia preparara un bosquejo
impreso de cómo entiende la teología del matrimonio y de la ceremonia de
casamiento eficaz, aceptable y en conjunto. Dicha guJa explicaría los actos
importantes del culto, listando las áreas en que los participantes pueden
tomar decisiones personales. Los siguientes principios y definiciones básicos
podrían ser apropiados:
(1) Dios es el centro del casamiento cristiano. No es meramente un espec-
táculo o un evento centrado en la novia y el novio.
(2) Los diversos componentes del casamiento dehen éoncordar con lo que
la iglesia cree sobre el matrimonio y el culto público. Dentro de esta norma
habría muchas oportunidades de que las familias involucradas partici-
paran en la planificación.
(3) El casamiento cristiano es un culto de adoración en conjunto, en que
un hombre y una mujer se unen en matrimonio y dedican a Dios el hogar que
comienzan a formar. Los demás creyentes son testigos y participan en esta
actividad prometiendo apoyar a la pareja con su amor y sus oraciones. A
todos los cristianos presentes se les anima a renovar su dedicación a su
cónyuge y/o a dedicar su hogar a la gloria de Dios en Cristo.
Literatura musical
Otro canto nuevo para casamientos por Shirley Erena Murray fue en
realidad escrito para ser usado como himno congregacional. 3 Empieza recor-
dando que Cristo fue invitado a asistir a la celebración de las bodas en Caná
de Galilea, por lo tanto, ¡debe ser el huésped de honor en todas las bodas cris-
tianas!
Ven, en este día de bodas,
ven, Jesús de Caná, te pedimos
que la felicidad sea de éstos que ahora te invitan:
de modo que las palabras sean leídas
y permite que los votos se hagan
que por su verdadera intención, te sean gratos.
En pobreza y ahundancia,
en enfermedad o salud
este matrimonio prospere en fidelidad y madurez,
y que en tiempos de presiones
seas tú con tus bendiciones
donde el amor humano es sometido a la pmeba mayor.
358
La música en cuftos especia{es ...
Mujer y hombre como uno
no hagan el viaje como si estuvieran solos
a menos que sientan tu guía amorosa,
tengan un amor más fue1te que la muerte,
fortalecido, y con el gozo brillando para siempre.
Copyright 1992 por Hope Publishing Company. Todos los derechos reservados.
(Traducción textual para este libro)
360
La música en cu{tos especiaCes ...
Cuando el amor ha florecido en confianza y cuidado,
edifican, ambos cada día, el amor hasta alcanzar
más allá del calor y la luz del hogar,
para servir y esforzarse por la verdad y el bien.
Cuando el amor es probado, al cambiar los seres queridos,
mantengan la esperanza aunque todo parezca extraño,
hasta volver la tranquilidad y el amor madura,
a través de oídos que escuchan y ojos que ven.
361
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
lt's Wedding Time, (Es tiempo de bodas) an·. por Fred Bock (Singspiration)
Music for the Christian Wedding (Música para bodas cristianas) (Lillenas)
Our Sacred Da_v (Nuestro día sagrado) (Hope)
The Joyous Wedding (La boda gozosa, para órgano y trompeta) (Hopc)
362
La música en cultos especiales ...
lo necesario para comprendernos mejor a nosotros mismos, a comprender mejor nues-
tro mundo y a Dios, en medio de lo mejor y lo peor que nos depare el futuro, mien-
tras los dos vivamos.
Novia: (Nombre), Te tomo a ti para ser mi esposo y desde ahora en adelante, me uno
a ti. Compartiré contigo todo lo que ha de venir, para dar y recibir, para hablar y
escuchar, para inspirar y responder y, en todas las circunstancias de nuestra vida jun-
tos, serte leal con toda mi vida y todo mi ser.
Pastor (a la congregación): ¿Prometen, ustedes que son testigos de estos votos, hacer
todo lo posible para apoyar y sostener este matrimonio en los años venideros? ¿Orarán
pidiendo la bendición de Dios y que se cumpla su perfecta voluntad en estos dos hijos
de Dios?
Simbolisn1os
Aunque muchas iglesias hacen poco uso del simbolismo en sus cultos
habituales, su uso en las ceremonias nupciales parece estar en continuo
aumento. La novia y el novio por lo general entran por separado y salen jun-
tos. En algunos casos, el padre de la novia todavía la "entrega" a su novio.
Es común ver a los novios arrodillarse juntos para orar. En los últimos años,
además de "dar y recibir los anillos de casamiento", se ha generalizado la
"Ceremonia de las velas". Se encienden dos velas al principio del culto que
simbolizan las dos personalidades involucradas. Después que han sido
declarados "marido y mujer" cada uno toma su vela y juntos encienden una
tercera, colocada entre las dos, luego apagan las primeras, simbolizando que
los "dos son ahora uno". Algunos objetan el simbolismo con el argumento
que ninguna de las dos personas pierde su identidad individual por el hecho
de casarse. Parece que a los que tienen objeciones les quedan dos recursos:
encender la tercera vela y dejar encendidas las primeras dos o prescindir de
este ritual.
Cada vez es más frecuente que los novios pidan que se les sirva la cena
del Señor (y posiblemente también a otros integrantes del cortejo nupcial)
como parte de la ceremonia. Esto puede ser una indicación de una creciente
percepción de la importancia de la cena del Señor, a pesar de la negligencia
en este respecto por parte de muchas iglesias no litúrgicas. Pero lo más
363
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a aáoración
probable es que la idea surgió al ver la ceremonia nupcial de algún amigo en
una iglesia que tiene una teología distinta sobre la eucaristía. La tradición se
asocia claramente con la doctrina romana y ortodoxa de que el casamiento es
un "sacramento" que se celebra dando la comunión en privado y como pmte
de los votos. La cena del Señor no es un agregado apropiado para el
casamiento evangélico a menos que pmticipen todos los creyentes presentes
y a menos que se usen todas las oraciones y palabras de institución de la cena.
¡Servir los elementos de la cena del Señor a unos pocos seleccionados en una
ocasión así es peor que cortar el pastel o torta de casamiento y darle una taja-
da al cortejo nupcial únicamente! Este es otro ejemplo de algo en que las
iglesias deben insistir para que la práctica esté de acuerdo con su teología y
su comprensión de lo que es correcto en cuanto a la cena del Señor.
Se comenta con frecuencia que las actuales actitudes y los rituales asocia-
dos con la muerte no son del todo buenos. En algunos casos, la tecnología
moderna aplicada por la medicina sigue manteniendo con vida al moribundo
mucho después de saber que es un esfuerzo inútil. Con frecuencia, los arre-
glos fúnebres que procuran que todo esté "lindo" son determinados más por
la astucia vendedora de las funerarias que aprovechan los sentimientos de
culpa o de dolor en lugar de enfocar realidades más importantes. En algunos
paises en la actualidad la mayoría de las muertes ocmTen en un hospital o
guardería, lejos del ambiente familiar cariñoso del hogar y la familia. La
mayoría de los funerales no litúrgicos se llevan a cabo en salas de la fune-
raria, no en el templo de la iglesia donde el fallecido vivió todas las experiencias
impottantes de su vida. En el culto, los deudos con frecuencia están separados
por una mampara de la familia de Dios que los apoye, o están en una habitación
separada de los demás. La música que se escoge es maymmente la "favorita" del
fallecido, empeorando más los sentimientos de dolor; invariablemente la presen-
ta un solista en lugar de cantarla toda la congregación, acompañada de un órgano
que presenta el peor ejemplo del sonido musical sintetizado.
Aunque puede parecer de mal gusto criticar a las congregaciones que
caen víctimas de las extravagancias de la sociedad, uno tiene que preguntarse
si un funeral así no debiera llamarse "subcristiano". Tengamos en cuenta que
las prácticas varían de un país a otro y aun entre sectores culturales dentro de
un mismo país. Por ejemplo: 6
Un ex misionero cuenta cómo Jos cristianos en Africa expresan su pésame cuando la
mue11e llega al hogar de un creyente. A diferencia de Jo que hacemos algunos que con
facilidad citamos algún versículo bíblico o repetimos ciertas frases estereotipadas,
364
.La música en cuüos especiafes ...
ellos muestran su profundo sentimiento sentándose en silencio con la familia que ha
perdido a su ser querido. Sabiendo que las palabras muchas veces son vacías y care-
cen de significado en un momento como éste, estos cristianos se identifican con el
dolor de sus hermanos en la fe, con sus lágrimas y miradas cariñosas llenas de com-
prensión. Pero al avanzar la noche, el estado de ánimo cambia. En lugar de las danzas
y los tambores alocados, que era su costumbre antes de ser creyentes, abren sus him-
narios y comienzan a levantar sus voces en un canto lleno de reverencia. Cada
selección, desde los gozosos cantos evangelísticos hasta los himnos más pausados de
consuelo y adoración, son cantados a cappella. El canto sigue toda la noche, y par-
ticipan tanto jóvenes como ancianos. Para cuando termina el último canto, ha
amanecido y se realiza el culto matutino del entierro. 1\ lo largo de las largas horas de
oscuridad, los deudos han recibido grandes bendiciones y mucha ayuda espiritual. Se
les ha encaminado a la fuente de todo consuelo y se les ha recordado las alegrías que
está viviendo su ser querido en la Gloria.
365
¡'R..~gocijaos! .La música cristiana en [a adoración
Algunas congregaciones grandes tienen una capilla un poco más pequeña
donde se puede acomodar a los concurrentes. Sea como fuere, en cualquier
lugar, aun un grupo pequeño puede seguir la voz de un solista en el canto de
un himno.
Naturalmente, lo correcto es cantar himnos que hablen del cielo y de
nuestra "esperanza bendita". Pero este tema no tiene que dominar toda la
música a elegirse. Uno de los mejores himnos memoriales, que expresa el
triunfo definitivo del creyente que muere en Cristo es "Por los Santos Que
Descansan Ya" (HB 150) de William Walsham How. Un "himno de los san-·
tos" más reciente de Othón Peregrino nos recuerda que cada creyente espera
a gozarse en la presencia del Señor; convirtiéndose de esta manera en canto
de alabanza. 8
Allá en el ciclo azul, hay una alma nueva
Cantándole a Jesús para siempre alabanzas.
De mano con Jesús camina bien seguro,
Sonriente y feliz en su patria celestial.
Estribillo
Buen siervo, en lo poco fuiste fiel;
Buen siervo, en lo mucho te pondré.
Entra a gozarte en el gozo del Señor.
Buen siervo, en lo mucho te pondré.
Ya está con el Señor el buen siervo de Dios;
Por siempre morará al lado de Jesús.
Copyright 1992 Casa Bautista de Publicaciones.
Todos los derechos reservados.
Oí como la voz de una gran multitud, como el mido de muchas aguas y como el
sonido de fuertes truenos, diciendo: ¡Aleluya! Porque reina el Señor nuestro Dios
Todopoderoso. Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria ... (Apocalipsis 19:6, 7a).
367
¡~gocijaos! .La música cristiana en [a adoración
Funeral Music, (Música para funerales) por F. A. Snell (Fortress)
A Manualfor the Funeral (Manual para funerales) (Abingdon)
The Parish Organist, Part X (El organista de la iglesia, parte X) (Concordia)
A Co/lection of Funeral Music, (Colección de música para funerales)
por Austin C. Lovelace (Abingdon)
368
La música en cu{tos especiafes ...
ejemplo este canto, "Hoy Dedicamos Este Niño", de Leslie Gomez
Cordero. 13
369
¡!l(f,gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
Y yo fiel te seguiré Con profundo amor.
Copyright 1978 Casa Bautista de Publicaciones.
Todos los derechos reservados.
370
La música en cu{tos especiafes ...
popular como "He Decidido Seguir a Cristo" (HB 474) que podría ser canta-
do mientras la persona todavía está en el agua. Sigue otro ejemplo.
Cultos Musicales
371
¡~gocijaos! La música cristiana en (a adoración
Oratorios, cantatas, presentaciones musicales y dramas musicales
Los evangélicos no hemos sido renuentes a usar obras clásicas del pasa-
do en esta categoría, incluyendo composiciones más recientes de personas
como Ralph Vaughan Williams, Daniel Pinkman y John Rutter, donde el
talento musical existente y la tradición cultural los han apoyado. Sin embar-
go, la mayoría de las iglesias han tendido a optar por las obras "seguras",
como Mesías de Handel, Las Siete Ultimas Palabras de Dubois, La
Crucifixión de Stainer y El Oratorio de Navidad de Saint Saens.
A principios del siglo XX, algunas casas editoriales (principalmente
Lorenz Publishing Company de Dayton, Ohio, EE. UU. de A.) empezaron a
publicar cantatas sencillas escritas especialmente para la iglesia pequeña; por
lo general eran en un estilo funcional, "romántico" de los himnos de las
postrimerías del siglo XIX y principio del siglo XX que se cantaban en esas
mismas iglesias. En la década de 1960 apareció un nuevo tipo de "cantata",
que combinaba estilos ampliados del canto evangelístico con cierto "estilo
Broadwa_v'' en su letra: el compositor más popular de estas "cantatas pop" fue
John W. Peterson. Aunque sus obras fueron criticadas por músicos "serios",
brindó estilos corales amplios a iglesias que nunca habían cantado una cantata.
Una novedad más reciente en este campo fue lo que se llamó "pre-
sentación musical", ya que, sin retaceos, copió las técnicas de la música
popular contemporánea: ritmos folklóricos y de rock, melodías, armoniza-
ciones e instrumentación al igual que letra con un "lenguaje moderno" y fre-
cuentemente con diálogo y acciones dramáticas. l ,as presentaciones musi-
cales modernas han aparecido en versiones para todos los grupos por edad:
adultos, jovencitos, preadolescentcs, niños escolares mayores y menores.
En esta época de videos, pareciera que no muchos tienen interés en
escuchar un programa puramente musical. En consecuencia, se agrega algo
de interés visual, como un concierto de villancicos llamado "El Arbol de
Navidad Viviente" o una versión dramatizada de A-fesías de Handel o de algu-
na otra obra más contemporánea. Lo que antes era una "presentación musi-
cal" se ha convertido en un "drama musical" más serio, y muchas iglesias
presentan alguna versión de la historia de Navidad en diciembre, un drama
musical de la Pasión o Resurrección de Cristo para Semana Santa y alguna
presentación patriótica similar para las fechas patrias.
Con frecuencia, los públicos evangélicos son lentos para responder a una
cantata seria o a un oratorio porque no perciben su impm1ancia teológica. La
directora de un coro de cierta iglesia presbiteriana ha hecho frente a este
desafío con comentarios escritos y hablados en estilo conversacional que
ayudan a enfocar la atención en el poder espiritual de una importante obra
cristiana. Con este método educativo, ha presentado música como Mesías de
372
.La música en cuftos especia{es ...
Handel, Elías de Mendelssohn, Réquiem Alemán de Brahms y Hodie de
Vaughan Williams. Lo siguiente es el principio de su introducción al
Réquiem.' 5
En sonidos que avanzan desde un fervor interior a una brillantez exterior, acom-
pañando a una letra que es totalmente de la Biblia, el compositor ha logrado una
combinación petfecta de ideas y música que no tiene paralelos. Al escuchar, al
sentir la poderosa Palabra de Dios cubriéndolo con una música de gran nobleza,
empezará usted ¡a sentir la visión de la gloria celestial!
Lecciones y villancicos
Festivales de himnos
Programas corales
374
La música en cuftos especia(es ...
Programas instrumentales
1V1uchas iglesias tienen dos instrumentos musicales importantes: un
órgano y un piano, que se tocan mayormente para acompañar el canto con-
gregacional y otra música en el culto. Sería bueno que de vez en cuando se
pudieran escuchar en un recital completo. Estas presentaciones pueden
demostrar las potencialidades que existen en la tarea de guiar al culto en los
preludios, ofertorios y postludios de los cultos habituales. También daría la
oportunidad de expresarse a los instrumentistas de planta y a visitas invitadas
a participar. Los recitales instrumentales por lo general se presentan los
domingos a la tarde. Ocasionalmente, como ser en la dedicación de un nuevo
instrumento, pueden tomar el lugar de uno de los cultos dominicales.
En las iglesias que ofrecen regularmente música artística, no se necesita
abandonar el formato normal de un recital. La congregación conoce la
literatura y encuentra significado (incluyendo la adoración) en su pre-
sentación. En otras iglesias, particularmente en las· que un recital es algo
inusual, sería mejor usar ciertos procedimientos educativos para mejorar la
calidad de la experiencia de los oyentes.
Tengo el privilegio de tocar en muchos recitales en iglesias evangélicas,
mayormente en conexión con la dedicación de un órgano. Pensando que para
muchos concurrentes ésta será una experiencia única en sus vidas, toco unas
cuantas piezas cortas, ''más accesibles" junto con obras maestras más largas,
incluyendo sonatas de 1V1endelssohn, preludios y fugas de J. S. Bach, obras
de Couperin, Langlais y Alain y aun la primera sonata para órgano de Pablo
Hindemith. También toco un grupo de mis propios himnos para preludios, al
igual que una "improvisación clásica" de la tonada de un himno. Entre pre-
sentaciones dentro del programa, hago comentarios sobre las características
del órgano, sobre la estructura y el significado de la música legada del pasa-
do y sobre la teología de la letra de los himnos que se relacionan con las
tonadas presentadas. Hace poco, al concluir un recital en una pequeña igle-
sia rural, el pastor me agradeció por guiarles en una experiencia de adoración
que "fue también divertida". Las palabras podrían tomarse en dos sentidos,
pero yo las tomé como un elogio. A la mayoría de las personas que no son
músicos nuestros recitales les resultan aburridos, rígidos; están convencidos
que los artistas se toman demasiado en serio. Es mi esperanza que una expe-
riencia positiva para el asistente promedio de nuestras iglesias como la que
acabamos de describir, abra el camino al uso de música más seria por parte
del organista local, quien antes se limitaba a tocar arreglos de himnos.
Y, por supuesto, con el piano se puede hacer lo mismo. Se está usando,
cada vez con más frecuencia, como el "segundo instrumento" en la iglesia,
muchas veces tocado solo tanto como con el órgano. Cuando se compra un
375
¡~gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
piano, especialmente si es bueno, debe ser escuchado en un recital solo. Esta
puede ser la opm1unidad para que el pianista habitual de la iglesia toque
música artística para la congregación. En otros casos, se podría conseguir un
pianista destacado de la comunidad. Dicha ocasión debe incluir también
arreglos de corales clásicos e himnos u otra literatura relacionada con la igle-
sia que darán una oportunidad al oyente con escasos conocimientos musi-
cales a dar sus primeros pasos en el desarrollo de su comprensión musical.
Naturalmente, todos los instrumentistas en la iglesia pueden ser escucha-
dos en ocasiones como esas. Los instrumentos de cuerda y de viento pueden
sumarse al órgano y/o al piano o pueden hacerse cargo ellos mismos de todo
o parte de un programa. Actualmente en algunas iglesias, ¡se dispone de una
orquesta completa!
376
La música en curtos especiafes ...
¿Y qué del aplauso?
En el capítulo 11 expresamos nuestra opinión que aplaudir las presenta-
ciones musicales en un culto de adoración habitual es negar la verdad de que
la adoración es para Dios, no para el elogio de los intérpretes musicales ni
para el deleite de los oyentes. Algunas iglesias extienden su regla de "no
aplaudir" también a los recitales, y sin duda es lo correcto en c1 caso de la
presentación de "Las Ultimas Palabras de Cristo" el Viernes Santo o del
Gloria de Rutter en un culto de cena del Señor en Nochebuena. No obstante,
nos parece que podría hacerse una excepción en el caso de un recital instru-
mental o de un programa presentado por un cantante invitado, ya sea de
música ctistiana artística o contemporánea.
Es claro que el creyente puede sentir gratitud a Dios mientras escucha un
recital totalmente secular en una sala de concierto y, a la vez, aplaudir tanto
como cualquiera al concluir. Las iglesias a veces presentan conciertos en sus
"santuarios", con orquestas sinfónicas, estrellas musicales countr_v y aun con
"grandes bandas de música"; en estas ocasiones, el aplauso es inevitable.
Algunos programas musicales en el templo son experiencias parecidas a los
conciertos, aun cuando se usa literatura cristiana y a los presentes se les invi-
ta a "adorar" a lo largo del programa; el criterio general es que bajo esas cir-
cunstancias no está mal aplaudir.
Tenemos que admitir que puede haber confusión. Si alguna vez es el
aplauso correcto en un salón de culto y al finalizar la presentación de músi-
ca sagrada, ¿por qué no lo es siempre? Creemos que la decisión debe hacerse
en base al propósito principal de la reunión. Si es para la adoración habitual
en conjunto, está fuera de lugar. Si es para regocijarse en los dones de expre-
sión artística que Dios da, puede permitirse el aplauso.
Resumen
378
14
La Música en ~vange[ismo:
Proclamación y
Comunión !fraterna[
No debe sorprender a nadie que dentro de la vida evangélica existe una
necesidad de contar con varias formas de cultos en conjunto y que los requi-
sitos musicales de cada uno sea singular. En la época de Cristo, los judíos
practicaban la adoración sacrificial en el templo a través de los rituales sacer-
dotales y, a la vez, tenían en la sinagoga cultos de instrucción, alabanza y
oración centrados en la congregación. Los primeros cristianos continuaron
reuniéndose con los judíos en la sinagoga, pero se reunían solos para celebrar
la muerte y resurrección de su Señor en el culto de la cena de conmemoración
y acción de gracias. ·
El culto medieval incluía la misa eucarística y los oficios no eucarísticos,
más los cultos que enfatizaban la proclamación, como el pronaos (Prone).
Ocasionalmente, se realizaban "misiones" prolongadas de predicación en un
templo o catedral, teniendo como predicador uno de los muchos destacados
predicadores de la antigüedad, p. ej., Bernardo de Clairvaux (c. 1090-1153).
A veces éstos predicaban al aire libre, especialmente cuando el Espíritu Santo
se mostraba de una manera especial en una iglesia en un período de reno-
vación; uno de los que podríamos llamar profetas itinerantes fue Francisco de
Asís (c. 1182-1226), quien ya ha sido mencionado en relación con la música
singular de su movimiento de renovación. Además, en la edad media se rea-
lizaban con frecuencia cultos de penitencia (muchas veces en conexión con
peregrinajes), que incluían canto y oraciones y las antiguas "letanías" respon-
sivas. Los católicos romanos también han observado cultos populares de
devoción, como la novena, en que la oración petitoria era la actividad central.
En las iglesias de la Reforma de las tradiciones luteranas y anglicanas
había por lo menos tres formas comunes de adoración: ( J) la eucaristía; (2) el
culto "antecomunión": una versión abreviada de la eucaristía sin la comunión
y (3) los oficios de maitines y vísperas (Oración de la Mañana y de la Noche).
Las "iglesias libres" de habla inglesa siguieron el ejemplo anglicano en
379
¡'R..~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
cuanto a los oficios programando básicamente idénticos cultos matutinos y
vespertinos los domingos; su culto con el tiempo se convirtió en un orden
casi litúrgico "formal evangélico" que se generalizó en las iglesias
norteamericanas en las postrimerías del siglo XIX y principios del XX.
Cuando se servía la cena del Señor, ésta se agregaba al final del culto de la
mañana o el de la noche.
Ya hemos notado que las iglesias no litúrgicas de la actualidad tienen una
amplia variación en el estilo de su culto en sus servicios principales, divi-
diendo su interés entre el orden ginebrino, el orden formal evangélico, el
culto de avivamiento (campaña evangelística) o alguna variante del culto
carismático o del movimiento "crecimiento de la iglesia". Cada iglesia tam-
bién tiende a agregar la celebración de la cena del Señor al final de su culto
habitual.
Hemos expresado ya la convicción de que la experiencia auténtica de
adoración es importante para todos los cristianos, y en capítulos anteriores
hemos listado los elementos mencionados en la Bihlia que dicho culto
debiera incluir. A la vez, la variedad es necesaria en nuestros cultos en con-
junto, especialmente en las iglesias en que sus miembros asisten a más de un
culto por semana. En este capítulo presentaremos las variantes que más
comúnmente se utilizan:
Aunque estos cultos son similares en su estilo, cada uno tiene sus propios
objetivos y, consecuentemente, sus propios requisitos en cuanto a su con-
tenido, incluyendo la música.
Cultos de Evangelización
380
La música en evange[ismo: Procfamación y comunión fraterna[
En el ambiente evangélico, quizá no sea necesario justificar el ministerio
de evangelización. Es innato a la naturaleza del evangelio que las "buenas
nuevas" sean anunciadas por quienes ya las han oído y aceptado. Se dice con
frecuencia que ¡evangelismo es un mendigo diciéndole a otro dónde encon-
trar alimento! Los métodos de proclamación comienzan con el testimonio
personal de los creyentes a las personas con quienes entran en contacto en su
vida cotidiana. Es evidente que la iglesia primitiva extendió el evangelio de
esta manera, y muchos líderes cristianos creen que puede ser el método ideal
para todas las épocas.
El Nuevo Testamento contiene el desafío de Jesús a sus discípulos en las
palabras finales de tres de los cuatro Evangelios.
Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese y resuci-
tase de los muertos al tercer día; y que en su nombre se predicase el
arrepentimiento y la rcmisi6n de pecados en todas las naciones,
comenzamlo desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas
(Lucas 24:46-48 ).
381
¡2\ggocijaos! La música cristiana en [a aáoración
evangelización", "campañas", "misiones" o "cruzadas"; sea cual fuere su
nombre, su carácter es bastante predecible, debido a su propósito especial.
Hace años, las campañas de evangelización se programaban sin final;
continuaban en tanto que era evidente que el Espíritu Santo estaba bendi-
ciendo y las personas seguían respondiendo. Esta modalidad se practicaba
hasta hace poco, y todavía se practica en algunas partes. Aunque las cam-
pañas más recientes se han limitado en cuanto a su duración, la cruzada de
Billy Graham en el Madison Square Carden en la ciudad de Nueva York en
1957, ¡duró 16 semanas!
La lista de los dones del Espíritu a la iglesia según Pablo (Efesios 4: 11:
"apóstoles", "profetas", "evangelistas", etc.) sugiere que la iglesia primitiva
esperaba que ciertos individuos realizaran un ministerio exclusivamente de
evangelización. A lo largo de la historia, ha seguido siendo así, y las personas
han sido activas como predicadores y músicos en este llamado especializado.
Las características generales de la música en épocas de notable renovación y
evangelismo ya han sido tratadas en capítulos anteriores.
382
.La música en evange[ismo: Procfamación y comunión fraterna[
Más Blanco Que la Nieve
James Nicholson, 1872 Tr. H. W. Cragin, 118 335
Digno es el Cordero
Stephen Lcddy, 1967 Copyright llopc Publishing Company
Tr. Daniel Díaz R., HB 34
En la Cruz
Isaac Watts, Tr. Pedro Grado, H13 110
Día Feliz
Philip Doddridge, 1755, Tr. T. M. Westrup, HB 442
Gracia Admirable
Jolm Newton, 1779, Tr. Adolfo Rob1eto, 1977, HR 183
383
¡'}(s.gocijaos! La música cristiana en {a adoración
realidad lo que dio preponderancia a los "cantantes evangelísticos" a media-
dos del siglo XIX y su continua importancia en la evangelización. El indi-
viduo - ú sea un laic~ testifica que la verdad que el evangelista está predicando
"me dio resultado", en un lenguaje emocional qut:? es convincente.
El canto congregacional en el evangelismo ofrece muchas de las mismas
oportunidades que da a los cultos de adoración habituales. Permite que los
creyentes exterioricen, en una expresión unida y unificante, su adoración al
Señor y otras experiencias comunes en la vida de fe. Sirve para proclamar el
evangelio a los inconversos y para testificar de la experiencia que se puede
tener en Cristo. Demuestra la relación de amor de los hijos de Dios y tiende
sus "brazos melodiosos" para incluir a los que todavía no forman parte de la
iglesia. Indudablemente, porque la música (como la predicación) enfatiza las
realidades definitivas de la vida humana, está repleta de expresiones emoti-
vas. Ya hemos considerado el tema de la manipulación en relación con el uso
de la música como un "convencedor del evangelio". Aunque algunos rechazan
la validez de la manipulación, nadie puede negar el impacto emocional de la
música en el evangelismo masivo, especialmente en los cantos de invitación.
384
La música en evangefismo: Prodamaciim y comunión fraterna{
Preevangelismo y "espectáculos" evangelísticos
Podría decirse que el "evangclismo masivo'' es teatro religioso o un
"espectáculo", y no se tome esto como una afinnación totalmente negativa.
Sí implica que el evangelista y el cantante evangelístico "se proyectan",
usando los dones de su personalidad y comunicación para proclamar el
evangelio y persuadir a sus oyentes. Es indudable que todos los comuni-
cadores, incluyendo al predicador en un culto de adoración, usan los recur-
sos que les brindan su apariencia, personalidad y técnicas oratorias para pre-
sentar su mensaje. Esta práctica se ha enfatizado y a veces exagerado, en el
evangelismo en masa tradicional; sin duda a ello se debe algo de la eficacia
del evangelismo y también mucha de la crítica que recibe.
En la Nmteamérica de siglos pasados, el anuncio de una cruzada de "avi-
vamiento" local causaba mucha efervescencia en la comunidad que tenía
pocas diversiones. Como los trovadores y los vendedores de "medicamentos"
viajantes, el evangelista y músico itinerantes atraían a los inconversos con su
predicación y canto dinámicos. Sin duda todos los profetas y evangelistas
(sea Jeremías, Juan el Bautista, el apóstol Pablo, Francisco de Asís,
Savonarola, Juan Wcsley, Francis Asbury, D. L. Moody o Billy Sunday)
tenían muchísimo carisma y lo mismo sucede con los cantantes evangelísti-
cos (como Philip Bliss, Ira Sankey, Homer Rodehe_ilver, Gcorge Beverly
Shea o Andraé Crouch).
Hay que reconocer que los evangelistas profesionales han usado técnicas
teatrales para lograr sus propósitos y, sin duda, algunos las han usado mal.
Especialmente en la actualidad, los métodos y técnicas del mundo del espec-
táculo han sido aplicados en la promoción de campañas evange1ísticas, de
actividades de iglesias locales y aun de los énfasis denominacionales a fin de
"preevangelizar" al inconverso y lograr que pueda escuchar el evangelio. No
se debe pensar que este tipo de espectáculo sea siempre incompatible con la
proclamación sincera. Los actores y cantantes contemporáneos con frecuen-
cia usan sus talentos y sus expresiones artísticas para promover causas políti-
cas y sociales. Los que presentan el evangelio de Jesucristo no tienen por qué
no tener el mismo privilegio, siempre y cuando el mensaje no se vea com-
prometido por su presentación.
A veces, algunos grupos "prologan" su testimonio cristiano con un
entretenimiento sin disimulo que usan de "gancho". Los integrantes de
Fellowship of Christian Athletes (Fraternidad de Atletas Cristianos) con fre-
cuencia hacen una demostración de sus habilidades ante un público, p. ej., en
un partido de baloncesto, antes de hablar de su fe cristiana. En la actualidad,
las cruzadas de John Guest con frecuencia se incluye música rack con texto
cristiano para atraer a los jóvenes a las reuniones.
385
¡f}(g.gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Estilos musicales en la evangelización
Hemos de esperar que aparezcan nuevos estilos musicales en épocas de
renovación y evangelismo. Esto demuestra tanto la creatividad del Espíritu
Santo en estas oportunidades, como una nueva manera para comunicar el
evangelio. Como se ha hecho notar en la segunda sección de este libro, la his-
toria de los períodos de renovación muestran la constante aparición de
nuevos estilos de música cristiana que surgían de raíces seculares populares.
La explicación es sencilla: los sonidos musicales comunes al mundo secular
son eficaces para preevangelizar a los inconversos. También, ilustra esto
cómo se encarna el carácter del evangelio, que aprovecha el hablar y la músi-
ca comunes del pueblo para comunicar el mensaje divino a los seres
humanos; a su vez, en parte por medio del uso de estos medios, ¡el Espíritu
Santo puede tomar a personas comunes y pecadoras y convertirlas en miem-
bros de la familia de Dios! Es verdad que esta transferencia de lo secular a lo
sagrado ha creado problemas, en el sentido ele que la persona quizá suponga
que el estilo musical usado cuando ellos aceptaron a Cristo sea la dieta total
de la congregación con la cual espera adorar a Dios. La historia ha demostra-
do que la mayoría de estas formas evangelísticas han sido retenidas por la
iglesia como parte de su expresión continua de adoración. Mientras que no
reemplacen totalmente a las formas más antiguas, es posible que prevengan
la dominación sofocante de la adoración por parte de elitistas musicales que
demasiado pronto olvidan que la adoración debe ser la obra de todo el pueblo
expresándose en maneras que le resultan naturales.
Preludio
Canto congrcgacional
Oraciones
Presentación de música cantada: coral, solo o conjunto
Testimonio por laicos, posiblemente comunicado con "entretenimiento"
especial
Ofrenda (y ofertorio)
Lectura bíblica
Sermón
Invitación
386
La música en evangefismo: Prodamación y comunión fraterna{
En el mejor sentido, el sermón es lo central en este tipo de culto; todos los
demás elementos deben ser evaluados para comprobar c6mo preparan a los
asistentes a fin de que puedan escuchar la proclamación de la Palabra de
Dios, e6mo la apoyan o aportan al seguimiento. Una característica destacada
es el espíritu familiar, de alcanzar a otros en el culto, que es dirigido por el
evangelista o músico a cargo del mismo, quien actúa como "maestro de
ceremonias". El siguiente es un bosquejo tradicional, con comentarios y
sugerencias para lograr una planificación eficaz.
Preludio instrumental. El preludio tiene por lo general la misma función
que en un culto de adoración, aportando un ambiente de preparación para la
reuni6n. Lo mejor es que se base en los tipos musicales que caracterizarán al
cuJto. Puede ser una presentación de piano y/u órgano o cualquier otro instru-
mento. En esta época, cuando se ha generalizado su uso tanto para acom-
pañar a coros como a solos, el preludio orquestal grabado podría con-
siderarse ideal; pero algunos consideran que la "música envasada" es
mecánica e impersonal y, por lo tanto, inapropiada para guiar a las personas
hacia una experiencia religiosa.
Canto congregacional. En el ambiente evangelístico, es común incluir
períodos de canto en que un director de cantos puede ser muy eficaz: para
anunciar los sucesivos cantos, para recalcar su relevancia en la experiencia
de esa hora y para animar a la congregación a participar total y entusiasta-
mente.
Hay mucha literatura hímnica apropiada que puede usarse. Cada reunión
de creyentes debe ser una oportunidad para adorar, y debe incluir himnos,
cantos, coros de alabanza y adoración. Es indudable que debe enfatizarse el
mensaje específico de los propósitos y la providencia de Dios al ofrecer la
salvaci<'>n en Cristo, y los grandes himnos como "¡Cómo en Su Sangre Pudo
Haber!" (Carlos Wesley, 1739) y "La Cruz Excelsa al Contemplar" (Isaac
Watts, 1707, HB 109) deben entrar en consideración, al igual que cantos más
recientes que tienen el mismo énfasis. Siempre es bueno incluir himnos que
hablan de la experiencia personal y éstos han ido apareciendo continuamente
desde la época de Isaac Watts. Una buena posibilidad para considerar, que
aporta un líder británico, es una oración pidiendo la renovación espiritual
p~ra el mundo entero.
1
387
i'R..?gocijaos! La música cristiana en [a adoración
Espíritu, arde en nuestro ser.
Fluyan doquier ríos de gracia y misericordia;
Manda poder y que venga la luz.
Graham Kendrick, 1988) Copyright Make Way Mu~ic
Traducción por Luis Alfredo Díaz y Lori Black Usado con permiso.
389
¡1\g.gocijaos! .La música cristiana en (a aáoración
Ya hemos reconocido el elemento de "entretener" en la evangelización en
el pasado y en el presente. Algunos pueden tener mucho éxito usando sus
dones singulares -como humoristas, prestidigitadores, titiriteros o ven-
trílocuos- en su testimonio personal. Es indudable que cada una de estas
modalidades apelará más a unas personas que a otras, y su uso ilustra el credo
del apóstol Pablo: "A todos he llegado a ser todo, para que de todos modos
salve a algunos" ( 1 Corintios 9:22).
Canto presentado por un solista. El canto presentado por un solista es un
testimonio personal cantado. Durante casi 150 años ha dado prueba de ser la
fuerza más poderosa en la proclamación musical del evangelio.
Particularmente hoy, cuando las posibilidades musicales-emocionales se
aprovechan al máximo, el impacto sobre el público de un testimonio cantado
por un solista es tremendo. Por esta razón, la mayoría de los evangelistas
incluyen un solo justo antes del sermón. Muchos cantantes evangelísticos
agregan un toque personal, antes de cantar, contando algo de su testimonio
personal o del canto que están por presentar.
Antes, el acompañamiento del solo estaba exclusivamente a cargo del
pianista y/o el organista. Esta era una de las oportunidades para ilustrar la
espontaneidad y creatividad del "Espíritu Santo en acción"; ya que los can-
tos evangelísticos se publicaban apenas con la melodía y una armonía sen-
cilla, los instrumentistas desarrollaban dones admirables de improvisación en
el teclado. En las publicaciones actuales, los acompañamientos vienen mejor
desarrollados, ya que con frecuencia son adaptaciones de grabaciones profe-
sionales. En algunos casos, los solistas, conjuntos y coros utilizan acom-
pañamientos orquestales grabados que ahora pueden conseguirse con facilidad.
El solista no debe limitar sus presentaciones a un solo estilo musical.
Existen aportes excelentes en todos los estilos populares "personales" y, tam-
bién, ciertas arias y solos tomados de los clásicos, como ser "Si de todo
corazón" de Elfas de Mendelssohn y "El Penitente" de Van De Water.
David B. Pass, en Music and the Church (La música y la iglesia) identi-
fica al canto de un solo como lo ideal en una presentación "kerigmática"
(proclamación) del evangelio. "La música kerigmática necesita captar la
atención de oyentes indiferentes y enfrentarlos con su mensajc". 2
Es motivo de especulación y debatible pero existe la posibilidad de que ciertos estilos
de música sean más apropiados para una u otra modalidad de música cristiana. Por
ejemplo, un estilo musical que es muy agresivo (sonido fuerte, rápido y muy acentua-
do), funciona en un ambiente donde la preocupaci<)n evangelística es algo generaliza-
do, y se caracteriza por su alto grado de innovación dentro de su género; sugiere que
es muy posible que dicho estilo sea más apropiado para fines kerigmáticos que otros
estilos. Según estos criterios, la música rock vendría a ser más apropiada como
música kcrigmática que, digamos, música folklórica.
390
.La música en evangdismo: Procfamación y comunión fraterna{
Discutiría con Pass, que, mientras que su norma sería válida en la procla-
mación a los jóvenes, no daría resultado con las personas que no aguantan la
música rock. Y aun en el caso de quienes la toleran, ¿es posible que elevan-
gelio sea escuchado por sohre el mido ensordecedor?
Oji·enda. Uno de los aspectos que más ha sido criticado en relación con
los cultos evangelísticos es el manejo de la ofrenda. En el culto habitual, se
considera la ofrenda como una respuesta de los creyentes a su responsabilidad
de ser mayordomos cristianos. En un esfuerzo evangelístico, aunque la
motivación debe ser la misma, la apelación generalmente se ha hecho pen-
sando en cubrir los gastos de la cruzada. Aunque la reacción del creyente
consagrado puede ser positiva, existe la posibilidad que los inconversos pre-
sentes la malinterpreten por la publicidad que se da al "énfasis en el dinero"
por parte de algunos evangelistas profesionales.
En algunas campañas de iglesias, los fondos necesarios han sido inclui-
dos en el presupuesto anual, y no se levantan ofrendas en las reuniones mis-
mas. En otros casos, se les anima a los creyentes para que den y a los incon-
vcrsos se les demuestra que son bienvenidos aunque no ofrenden; sin embar-
go, esto puede ser contraproducente: una "división" prematura del público
entre creyentes e inconversos, aún antes de que el mensaje de la Palabra de
Dios sea presentado. Quienes sienten preocupación por el futuro del evange-
lismo masivo enfocarán este asunto pensándolo y programándolo en oración.
En cuanto a la música que acompaña a la ofrenda, no tengo el mismo con-
cepto que ha sido sugerido en cuanto a la que se toca en el culto habitual.
Porque el ambiente es menos estructurado y contiene más entretenimiento, la
música instrumental bien podría ser la norma. Al mismo tiempo, sería aceptable
tener el canto de un solo o conjunto; sin embargo, ¡algunos evangelistas
rechazan esa posibilidad porque la música vocal es mucho más atractiva y
puede distraer la atención de algunos que de otra manera darían su ofrenda!
Lectura bíblica y sermón. El elemento central del culto evangelístico es
el sermón hablado. Tradicionalmente, los predicadores evangelísticos pare-
cen ser "criaturas superiores" por sus dones singulares de proclamación.
Existen muchos métodos dignos tanto en contenido como en estilo, y estos
se tratan exhaustivamente en obras sobre predicación y homilética; también
abundan los tomos de sermones de predicadores evangelísticos del pasado y
del presente. Todas las sugerencias musicales que hemos hecho son para
preparar a los oyentes para escuchar el mensaje de la Palabra de Dios, apo-
yarla y hacerle seguimiento.
Es totalmente adecuado que la porción bíblica en que se basa el sermón
sea leída por el evangelista al comienzo de su mensaje. Siguiendo la tradi-
ción de Juan Calvino, la lectura puede ser seguida por una breve oración
391
¡1\.fgocijaos! La música cristiana en {a adoracwn
pidiendo la "iluminación" del Espíritu Santo tanto para el orador como para
sus oyentes.
La invitación. Cada iglesia y cada equipo evangelístico individual tendrá
su propio método para planificar el manejo de la respuesta al mensaje evan-
gelístico. Algunos grupos evangélicos no extienden "invitaciones" públicas,
quizá por temor a un emocionalismo excesivo; se anima a los interesados a
entrevistarse después con el pastor si quieren aceptar la invitación del evan-
gelio. En el siglo XIX, en las reuniones de las campañas pentecostales, se
esperaba que los que hacían manifestación de fe oraran públicamente en el
banco de los penitentes frente al púlpito, acompañándolos una ardiente
palabra de aliento y el consejo del pastor y otros creyentes. D. L. Moody
usaba la técnica de "la sala para inquirir", donde los interesados eran acon-
sejados en privado después del culto público; este mismo método es, básica-
mente, el preferido por Billy Graham y muchos otros evangelistas de la actualidad.
Cuando el evangelista piensa presentar un tipo particular de invitación
después del sermón, lo justo y sabio es que anuncie el procedimiento al
comenzar su sermón. Esto pone sobre alerta a los inconvcrsos en el sentido
de que se les animará a responder al mensaje y reduce la posibilidad de que
se quejen luego de que se les "engañó" o "manipuló" con elementos subse-
cuentes del culto.
Himnos de invitación. Estos han sido una característica de la vida eclesiásti-
ca desde mediados del siglo XVIII. Y sigue siendo una práctica habitual en la
mayoría de los cultos evangelísticos usar estos himnos al extender la invitación.
Por lo general, es bueno que toda la congregación cante el himno. El simpati-
zante se ve así rodeado del aliento de cristianos consagrados y es motivado a
unir su voz a expresiones positivas como "Tal Como Soy" (HB 211 ).
Uno de los asuntos en que los evangelistas y sus músicos deben ser ati-
nados es la cuestión de lo largo y lo intenso de la invitación. Deben tener en
cuenta que lo que es totalmente eficaz en una cultura o en ciet1a época, quizá
no lo sea en otro lugar o época.
Durante los últimos 150 años, al igual que en la época del Nuevo
Testrunento, ciertas personas son reconocidas como evangelistas "profesionales".
Después de la "explosión" de campañas en las áreas rurales en 1800 y el
ministerio en la costa este de los Estados Unidos, bajo Charles G. Finney en
la década de 1820, la evangelización se convirtió en una influencia impor-
tante en la vida de las iglesias en los Estados U nidos. Tener campañas de
evangelización por lo menos una vez al año en una "misión" que muchas
392
.La música en evange{ismo: Prodamación y comunión fraterna{
veces duraba varias semanas llegó a ser una tradición para muchas iglesias.
Los predicadores eran reconocidos por su don y llamamiento al ministerio de
la evangelización y le dedicaban todo su tiempo, viajando de una comunidad
a otra. Las denominaciones con frecuencia nombraban a evangelistas profe-
sionales. Otros llevaban a cabo su obra independientemente, ministrando en
varias iglesias a invitación de ellas.
Con el advenimiento del "cantante evangelístico" allá por el año 1850, le
fue posible a mucha gente dedicarse tiempo completo al ministerio de la
música en el evangelismo. Quizá el primero haya sido Philip Phillips ( 1834-
1895), el "Peregrino Cantor" quien ofrecía programas enteros de música
evangelística, además de colaborar en las campañas que eran tan populares
en el siglo XIX.
Muchos de los primeros cantantes evangelísticos como Philip P. Bliss
( 1838-1876) empezaron su ministerio como maestros itinerantes de "escue-
las de canto". Por lo general el individuo era tanto el director de canto como
el solista (y muchas veces también el director del coro) convirtiéndose esen-
cialmente en el "maestro de ceremonias", dirigiendo todo el culto hasta el
momento del sermón a cargo del evangelista. Con frecuencia estos músicos
eran también escritores de cantos y se ocupaban de compilar y publicar can-
cioneros evangelísticos, usados primero en sus cruzadas cvangelísticas y
luego lanzados a un público cristiano más grande. ·
Esta modalidad ya se había generalizado para cuando apareció Dwight L.
Moody (1837 -1899). Su propio músico era Ira David Sankey (1840-1908)
que bien puede ser considerado el arquetipo de su profesión: cantor, director
de canto (sin agitar los brazos), compositor y editor. En el transcurso de su
vida Moody se rodeó de un grupo de evangelistas, incluyendo a Daniel W.
Whittlc, J. H. Brooks, W. G. Moorhead, A. T. Pierson, Dwight Pentecost y A.
J. Gordon. Muchos de ellos eran también escritores de himnos y trabajaban
con músicos asistentes (p. ej., Philip P. Bliss, James McGranahan y William
G. Sherwin).
En aquel tiempo, los músicos no contaban con equipo electrónico para
ayudarles a proyectar su voz a las multitudes. En consecuencia, la voz de
Sankey pronto se deterioró por forzarla, y otros músicos fueron llamados
para ayudar a D. L. Moody en sus últimos años (p. ej., George C. Stebbins y
Edwin O. Excell). Uno de ellos, Daniel Brink Towner (1850-1919), Jlegó a
ser un líder en el colegio de Chicago fundado por Moody (llamado ahora
Instituto Bíblico Moody), que se especializaba en capacitar a este tipo de
músicos.
Durante las primeras cuatro décadas del siglo XX, el evangelismo en la
iglesia local siguió en su apogeo, y muchos encontraron la oportunidad de
393
¡tJ<g.gocijaos! La música cristiana en {a adoración
colaborar tiempo completo, de por vida, en dichas actividades musicales.
Desde la Segunda Guena Mundial, a pesar de la publicidad dada a las
grandes cruzadas ele unos pocos evangelistas, al nivel de la iglesia local, el
interés en el movimiento evangelístico ha declinado. Como resultado, menos
siervos ele Dios han encontrado op01tunidad de servir en esta capacidad. En
los equipos evangelísticos a nivel nacional, la tendencia ha sido lograr una
mayor especialización. El solista rara vez actúa también como director de
canto (porque esta actividad puede dañarle la voz para el canto) y, frecuente-
mente, un tercer individuo actúa como director del coro. Desde principios del
siglo XX, los especialistas en teclado han encontrado también oportunidades
profesionales en este campo.
Diversos factores han contribuido a la declinación de interés en el
evangelismo profesional a nivel de iglesia.
( 1) El ritmo agitado de la vida cotidiana y las demandas sobre el tiempo de tanto
creyentes como inconversos.
(2) Una declinación en el interés por el programa total de la iglesia.
(3) La competencia de otras fonnas de "diversión".
(4) Una declinación en la confianza en el evangelismo profesional. En las iglesias más
liberales, esto sin duda empeoró debido a los cambios en su teología del evange-
lismo. En los grupos evangélicos, esto se vio apoyado en parte por la convicción
cada vez más generalizada de que los métodos tradicionales ya no dan resultado
en el ambiente de la iglesia local.
(5) Una tendencia a incluir el énfasis evangelístico en los cultos habituales de ado-
ración, siguiendo así el consejo de especialistas en el área de crecimiento de la
iglesia.
Hasta ahora, en esta tercera sección de este libro hemos explicado dos
formas contrastantes de cultos que tienen objetivos bastante distintos. En el
primero, la iglesia se reúne para adorar a Dios y conocer su voluntad revelada
en su Palabra; en el segundo, la iglesia actúa a fin de ganar a otros para Cristo
y sumarlos a su congregación. Es indudable que cuando el objetivo principal
es la adoración. la iglesia evangélica tiene la esperanza de que cada culto pre-
sente claramente el evangelio y sea usado para "rcdargüir y convencer" al
inconverso. Y cuando la evangelización es el enfoque principal, todavía
deben tener todos los creyentes presentes una experiencia de adoración
(aunque limitado en su alcance). Tradicionalmente, muchos grupos evangéli-
cos han usado ambos estilos los domingos: adoración por la mañana y evan-
gelización por la noche. En dichos casos, los cultos cÍe la noche con frecuen-
cia han adoptado las formas y técnicas que hemos presentado al describir las
cruzadas evangelísticas.
Tenemos que admitir que en algunas partes la mayoría de los que asisten
en la actualidad a las reuniones de la noche son creyentes consagrados a
Cristo y la iglesia. No obstante, el mismo estilo y material de culto da buenos
resultados como reunión de comunión fraternal/adoración/enseñanza.
Mientras que incluye los elementos de un culto menos formal, el espíritu que
reina es de "comunión fraternal en el evangelio". El liderazgo amistoso desde
la plataforma fomenta un espíritu de libertad y gozo, y bien puede ser aumen-
tado con expresiones espontáneas de testimonio y oración por parte de los
miembros de la congregación. A veces la predicación puede ser evangelísti-
ca, pero las más de las veces enfatizará el ministerio de la enseñanza centra-
do en la Biblia y dirigido por creyentes; por ejemplo, en la actualidad muchas
iglesias siguen la tradición de la antigua sinagoga, alentando en el culto de la
noche el diálogo libre sobre el sermón de la mañana.
En los cultos de este tipo, la música juega un papel muy importante. Se
incluyen comúnmente una amplia variedad de estilos y medios: coros, solos
y conjuntos, tanto vocales como instrumentales. Estos son momentos ideales
para enfatizar el canto congregacional, cuando los músicos despliegan sus
395
¡1\g.gocijaos! .La música cristiana en [a adoración
mejores dones al dirigir el canto de los himnos y cantos tradicionales y al
enseñar nuevos materiales.
Mientras que el énfasis puede ser sobre música de "experiencias" en esti-
los contemporáneos y tradicionales, es mejor usar una buena variedad de
materiales. Esto apoya el concepto que todos los tipos de lenguajes musicales
pueden expresar el mensaje cristiano e ir quitando la idea norteamericana de
que el culto del domingo en la mañana es "estirado, formal y aburrido" y el
del domingo en la noche es "familiar, más íntimo y agradable".
396
La música en evange[ismo: Procfamación y comuni.ón fraterna[
Los Nombres de Cristo (p. ej., "Yo soy ... ")
"Maravilloso Es el Nombre de Jesús", Mieir fHB 46)
"Pues Solo el Es Digno", atribuido a J. F. Wade (CANSPW 14)
Adoración a la Trinidad
"Padre, (Cristo, Espíritu), Te Adoro", Coelho (CAA/SPW 102)
Oración: En favor de los gobiernos y todos los pueblos, de la iglesia y sus líderes, por
los que sufren en la congregación y en todo el mundo --expresada espontáneamente
por los presentes, después que cada tema es anunciado.
"Kum BaYa", Canto espiritual afroamericano
'Te Amo, Rey", (CAA/SPW XX), Klein
De paso sea dicho que muchas de las prácticas sugeridas en esta sección
son adecuadas para cultos de renovación que no incluyen un énfasis marca-
do en la evangelización directa. Dichas reuniones son comunes en iglesias
litúrgicas durante la época penitencial de la cuaresma, aunque los cultos
pueden no ser tan sencillos como los que hemos sugerido. Las iglesias no
litúrgicas pueden optar por seguir estas modalidades más de cerca para sus
cultos cuyo objetivo es tener un avivamiento auténtico: la renovación espiri-
tual de los santos de Dios.
Resumen
398
15
La Música en {a Obra
Misionera Mundia[:
Proclamación y tE,nseñanza
Decir obra misionera mundial es decir evangelización: evangelización
transcultural, por lo general en un país que no es propio del misionero. El
Nuevo Testamento es un libro misionero, el relato de la proclamación del
evangelio en el siglo I en mayormente todo el mundo conocido en aquel
entonces. No obstante, en el mundo actual, ]a obra misionera está a la defen-
siva, a las naciones occidentales se les ha pedido que suspendan el nom-
bramiento de nuevos misioneros. Indudablemente, tenemos que reconsiderar
nuestra apología de las misiones y nuestras técnicas en la evangelización
mundial.
Los evangélicos creen y apoyan la obra de evangelización mundial a fin
de glorificar a Dios, quien se ha revelado perfectamente sólo a través de
Jesucristo: su vida, su muerte y su resurrección. En segundo lugar, realizan
obra misionera porque es el mandato de Jesucristo.
"Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he man-
dado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"
(Mateo 28:19, 20).
400
(.a música en Ca o6ra misionera munáia{: Prodamación y enseñanza
t'Villlt'.l'lio en el sudeste de Europa "principalmente cantando dulces cantos de
1.1 \'111/". En la expansión misionera de la Iglesia Católica Romana en la edad
llll'dia l'l latín y la música gregoriana seguían al crucifijo, no como una téc-
llh'il l'vangelística, sino como el idioma y canto oficial de su adoración.
Sunil:mnente, con la expansión colonial de las naciones europeas entre 1500
y 1HOO, la iglesia Holandesa Reformada, la Alemana Luterana y la Anglicana
1;d i1•.ual que otras) se establecieron en centros urbanos alrededor del mundo
y •,u t'tllto incluía, respectivamente, salmos tradicionales calvinistas, corales
llllt'J'illlos y cantos anglicanos. Estas iglesias enfocaban las necesidades de los
t·oloni:tadorcs blancos y, más adelante, se extendían evangelizando a la
pohi:H.:it)n local.
1d primer avance misionero audaz de los protestantes después de la
l{t·l'orma, fue el de los moravos. Este grupo de pietistas del siglo XVIII,
prnVL·nientes de muchos diferentes lugares de la Europa central, comenzó un
avivamiento de la congregación del siglo XV conocida como Unitas Fratrum
( 1krmanos Unidos). Cada miembro de la colectividad se consagraba a exten-
dt•r l'l evangelio como un "peregrino por el mundo". A este fin, establecieron
colonias en América del Nmte y del Sur, las Indias Occidentales, Asia y
1\ frica, al igual que en Inglaterra y Europa. Los moravos se cuentan entre los
pl'i meros en evangelizar a los indígenas norteamericanos, estableciéndose
como colonos en Georgia, en la parle sudeste ~de los Estados Unidos.
1.levaron con ellos las tradiciones del canto congregacional por voces, músi-
ca coral excelente al estilo germano y el coro de trombones (posaunenchor).
1~stos es ti los heredados siguen floreciendo en centros moravos como
lkthlehem, Pcnsilvania, en el nmte de los Estados Unidos y en Winston-
Salem, Carolina del Norte, en la zona sudeste de dicho país.
El movimiento misionero moderno angloamericano empezó con el
bautista inglés, Guillermo Carey (1761-1834) como corolario del avivamien-
to evangélico liderado por Juan y Carlos Wesley años antes en el siglo XVIII.
El movimiento se extendió a Norteamérica bajo Jonathan Edwards y George
Whitcfield, y los países de habla inglesa en general han tomado, desde
entonces, la delantera en la obra misionera mundial. Los misioneros rara vez
contaban con capacitación musical, pero, cuando empacaban sus valijas,
instintivamente incluían el himnario junto con otros libros dcvocionales; a la
larga, fueron traduciendo los himnos en los nuevos idiomas que iban apren-
diendo, cantándolos con sus tonadas tradicionales. Así fue que a principios
del siglo XIX, los himnarios misioneros consistían mayormente de aportes de
"Watts y Wesley", seguidos por un diluvio de himnos evangelísticos que en
aquella época tanto se estaban popularizando en Inglaterra y Norteamérica.
Como resultado, los himnatios cristianos alrededor del mundo han reflejado
401
¡1\g,gocijaos¡ La música cristiana en {a aáoración
los hábitos de canto de himnos de cada junta misionera patrocinadora, sien-
do los hinmos evangelísticos el gmeso de la dieta hímnica. Esta probablemente
haya sido la transferencia de poesía y música entre distintas culturas más
extensa del mundo hasta esa época.
En algunos casos la fertilización estética pareció dar muy buenos resulta-
dos. Uno de los primeros esfuerzos misioneros norteamericanos fue dirigido
a la Islas Sandwich (Hawai). En 1820 llegaron a sus playas los congrega-
cionalistas de Nueva Inglaterra. A los polinesios les cayeron muy bien las
armonías en tonalidades mayores de los himnos misioneros y rápidamente
aprendieron a reproducirlos en el "ukelele", un instrumento de cuatro cuer-
das que habían adaptado de un tipo de guitarra introducido por marineros
portugueses. Al cabo de tres años, los misioneros habían dado forma escrita
al idioma hawaiano y publicado el primer himnario de letra que constaba de
60 páginas. Más adelante, la última monarca reinante, la reina Liliuokalani
(1838-1917), escribió muchos cantos cristianos cuya letra expresaba su amor
por la naturaleza tanto como su fe; la música se parecía mucho a los cantos
evangelísticos de aquella época.
Lamentablemente hemos de admitir que el programa misionero común de
aculturación se debía a una falta de aprecio por las culturas autóctonas. Los
misioneros no eran más prejuiciados que cualquier otro grupo de viajeros.
Era el concepto normativo hasta el siglo XX que todas las culturas eran infe-
riores a las occidentales. Los misioneros tenían la tentación de agregar que
aquellas eran más pecadoras y probablemente hasta endemoniadas. A la vez,
descubrieron enseguida que la gente en todas partes es curiosa y muchos
escuchaban cautivados el canto de los himnos evangelísticos. El canto sirvió
como un método para atraer rápidamente la atención de la gente, en la selva
africana al igual que en el pueblito de América del Sur, tanto que los
misioneros se referían a la música como un "lenguaje universal". Resulta
obvio que al usar esa expresión, se referían a la música occidental, ya que
rechazaban las expresiones locales de ritmo y tono.
Rara vez se le ocurría al misionero que quizá tenía algún prejuicio cul-
tural al no interesarle ninguna música más que la propia. En fin, era común
que el misionero, al tomar su licencia en su país, reportara que todos los can-
tos autóctonos eran en tono menor hasta convertirse al evangelio cuando
empezaban a cantar en tonalidades mayores\ olvidando que los nuevos con-
vertidos habían aprendido tales nuevos cantos sólo después de tediosos
ensayos.
Ultimamente se ha visto que aquel prejuicio contra culturas autóctonas
puede haber sido fatal. Como resultado, el cristianismo ha sido categorizado
como una religión "occidental". En esta época de creciente toma de conciencia
402
l~a música en {a o6ra misionera murufia{: Prodamación y enseñanza
lldl'lon:ll y étnica, el evangelio de Jesucristo ha sido rechazado a veces
11111 qul.' se asocia con las estructuras económicas y políticas de Occidente, su
111.1 lll'l':t de vestir y su arte. Es más, es evidente que la "transferencia cultural"
eh• lo.., himnos de Occidente no tuvo tanto éxito como al principio se creía.
( 'u;tndo eran combinados con idiomas "tonales", las melodías del canto
1'\.tn¡•.l'lístico muchas veces no concordaban con las inflexiones normales del
tdlllltl:t, quitándole significado a la letra. En muchos casos, los ritmos nor-
tltilll'"' del idioma eran violados al forzarlos a concordar con las métricas
11.ulil'ionales de O(.;cidente. En un sentido más amplio, el esfuerzo sincero
l'''to l'quivocado de los misioneros daba como resultado una expresión dis-
lcll ~.ionada del evangelio que limitó muchísimo la eficacia de la proclamación
y lit rl'~puesta a ella. Podríamos compararlo con el uso del latín y el canto gre-
)'llllilllO por parte de la Iglesia Católica Romana en todo el mundo.
1'lllilllllente, tales lenguajes musicales foráneos pueden comunicar algo en
h;l'.l' :ti principio de asociación, pero era absurdo ~sperar que fueran el mejor
nu·dio de una expresión congregacional.
Sin duda, empujados por un creciente antagonismo hacia sus programas
y ;tll'ntados por un aumento del interés mundial en antropología y "etnomu-
•,wología", las misiones han considerado a la música de una manera nueva en
l•'larit'm con la sociedad. Hoy promueven el uso de modalidades e instru-
llll'lllos autóctonos donde estos todavía son un elemento fuette en una cultura
cliula.
404
.La música en {a o6ra misionera munáia{: Prodamación y enseñanza
Sur tiene estudios de producción en muchas ciudades principales alrededor
tll'l mundo que transmiten sus programas por redes nacionales o interna-
vionalcs. Su primera emisora está en Guatemala y transmite en el idioma
~'·L·hí. Todas estas organizaciones ahora están considerando seriamente la con-
Vl'niencia de usar música étnica en su proclamación de las buenas nuevas de
ksucristo y, por lo general, reciben reacciones positivas.
Desarrollo musical
406
La música en [a obra misionera mundia(: Procfamación y enseñanza
l'l programa muchas veces se ha llamado "piloto" para congregaciones más
p~queñas, son raros los casos donde lo sea.
Es interesante notar los distintos métodos de educación musical. En
1,u~bla, México, por ejemplo, se realizan institutos musicales de dos semanas
L'll el Campamento Oasis de Agua Viva, bajo la dirección de Samuel Smith
de la Alianza Cristiana y Misionera. El instituto se programa para ayudar a
los músicos aficionados de pequeñas iglesias rurales. Los participantes
adquieren habilidades que les penniten presentar actuaciones instrumentales
(p. ej., piano, acordeón, guitarra, clarinete) y participan en cursillos de
dirección musical, teoría, apreciación musical y coro. En los institutos más
recientes, los participantes han empezado a escribir himnos para usar en sus
propias congregaciones. El hermano Smith reporta sobre los logros de estos
institutos de corta duración en un ambiente de campamento diciendo:
.. 1kspués de cuatro institutos de dos semanas, muchas personas que no con-
taban con estudios musicales anteriores están tocando en los cultos, dirigien-
do coros y ayudando en reuniones evangelísticas." 10
Quizá la promoción musical de más éxito es la del misionero en un cen-
tro urbano que trabaja simultáneamente con varias iglesias. Durante varios
aílos, Michael Simoneaux se dedicó a este ministerio siendo misionero
bautista en Japón. 11 A veces asumía el liderazgo en alguna congregación,
l'llscñando a Jos hermanos cómo cantar las notas y los ritmos conectas "con
el espíritu y con el entendimiento". También trabajó con miras a desarrollar
directores ele canto y acompañantes dentro de la congregación y, si era posi-
ble, también solistas y coros. Lo ideal es que, a medida que la iglesia local
desarrolla su propia tradición musical, el misionero músico se ''quede sin tra-
bajo" y pase a hacer el mismo trabajo en otra congregación.
Un ejemplo inusual de desarrollo musical transcultural ocurrió reciente-
llll'ntc cuando el misionero bautista James E. Castlen, radicado en las
Filipinas, fue "prestado" por dos años a una asociación bautista en Australia
l'omo consultor de música cristiana. Castlen preparó una lista de los princi-
pales objetivos que todos los misioneros músicos deben tener: 12
( 1) Respetar el entorno musical autóctono y llegar a quererlo a tal punto que aprendan
un repertorio representativo de piezas tanto folklóricas como clásicas en su medio de
acluaci6n individual y adquieran la capacidad de leer y enseñar e sistema de notación
que allí prevalece.
121 Identificar a los músicos nacionales talentosos que tienen la potencialidad de ser
maestros entre su pueblo y compositores y otros músicos capacitados para hacer
arreglos musicales en su propio idioma y, habiéndolos encontrado, empezar a capa-
citarlos para esas tareas.
(3) Guiar a los músicos nacionales en las iglesias en el uso eficaz de la música para
407
¡1\f.gocijaos¡ La música cristiana en {a adoración
hacer su aporte positivo a cada faceta de la vida de la iglesia, de acuerdo con su propia
expresión y estilo característicos, y ayudarle a formular su propia filosofía sobre el
uso de la música en términos que su pueblo pueda entender, valorar y apreciar.
(4) Utilizar la música para revelar a Cristo como Señor de la vida y, como misioneros,
ser usados por Dios para llamar a las almas a aceptar la salvación que Cristo ofrece.
Desafíos y Necesidades
408
La música en {a o6ra misionera mundia{: Prodamación y enseñanza
,,,.lÍ<'Iicas para ... con el propósito de entrenar a líderes musicales en las igle-
~ias. Esta serie toca los temas de dirección musical, solfeo, canto y hasta
rt)lllo tocar la guitmTa. Son útiles para seminarios, institutos híhlicos, cam-
pamentos de música y talleres especiales en la iglesia local.
Además, los instrumentos musicales son escasos y difíciles de mantener.
1»ara ayudar a mantener afinados los pianos, una congregación bautista en
'l(.·xas hace poco votó proveer aparatos StroboConn para los misioneros de
nHísica en cierta área del mundo.
El misionero músico también enfrenta el desafío de adaptar los conceptos
pl'dagógicos norteamericanos a la cultura local. En muchos países, las escuelas
IHÍhlicas no enseñan música; lo que la comunidad cristiana haga, no se verá
apoyada por otras fuentes. Cuando existe una tradición ya establecida, las
trcnicas educativas varían de una cultura a otra. En Europa, la lectura de las
notas a primera vista se enseña por medio del sistema de solfeo (con un "do
1ijo") mientras que en los Estados Unidos la nor!lla es el "do movible". Los
sistemas para escribir música pueden variar considerablemente; en muchos
países influenciados por Gran Bretaña, el canto coral se Ice en símbolos de
ll·tras y signos de puntuación, en lugar de notas y silencios en el pentagrama,
por ejemplo:
:d m S ; -1 S d 1 d 1: -1 S :
llay u - na fu en - te sin i - gual (HB 98)
En otros países, puede darse que la música tradicional sea totalmente oral:
no existen notas escritas ni instrumentos de afinación fija, y se usa mucho la
improvisación.
El misionero también tiene que hacer frente al desafío de psicologías
l'ducativas completamente diferentes; las actitudes y técnicas en muchos
países tienden a ser más autoritarias y rígidas que en los Estados Unidos. Los
procesos mentales y "filosofías de vida" de trasfondo en otras culturas
al'ectan seriamente la habilidad del misionero de comunicarse en el aula.
En general, el desafío más importante sigue siendo el mismo generación
tras generación: el misionero tiene que evitar imponer sus valores y modali-
dades culturales norteamericanas sobre otros pueblos. Algunas juntas de
111isiones todavía no han aprendido esta lección básica: un misionero nuevo
l'll .lapón reporta que fue nombrado para "desarrollar el mismo programa de
unísica cristiana en Hiroshima que había llevado a cabo antes en Carolina del
Sur (EE. UU. de A.)". Algunos misioneros bautistas en las Filipinas nos con-
taron, casi en son de queja, que las iglesias con las cuales trabajan no son tan
.. libres" en sus modalidades de adoración como las iglesias en los Estados
409
¡~gocijaos¡ .La música cristiana en {a adoración
Unidos; la realidad es que muchas iglesias protestantes nacionales en dichas
islas tienden a ser influenciadas por la cultura y liturgia formal católica
romana que allí prevalece. En general, los grupos autóctonos parecen ser re-
latí vamente indiferentes a nuestra preocupación occidental con las actua-
ciones musicales, interesándose más por la música funcional que cumple su
propósito y se presenta congregacionalmente. ¿Por qué, en estos casos,
hemos de exportar los pecados de nuestros "cultos de espectadores" bajo el
pretexto de ayudarles a "avanzar" como iglesia?
Porque la especialidad de la música en la obra misionera es un concepto
relativamente nuevo en el ministerio, no debe sorprender a nadie el hecho de
que incluye mucha experimentación, mucho "aprender por los errores". Aun
así, la Convención Bautista del Sur tiene más de 100 especialistas trabajando
en este tipo de actividad alrededor del mundo. Hace unos años pude reunirme
en Taipé, Taiwán, en una conferencia con misioneros que trabajaban en
muchas partes de Asia Oriental. En la sesión final, el grupo adoptó esta
declaración de su propósito general:
410
La música en [a o6ra misionera mundiaf: Procfamación y enseñanza
Música Autóctona en la Obra l\fisionera
411
¡1\g.gocijaos¡ La música cristiana en [a aáoración
(4) Porque la expresión artística de una cultura es obra humana, no de Dios, sus ele-
mentos no son intrínsecamente ni sagrados ni seculares. Se convierten en lo uno o lo
otro sólo en virtud de la asociación de ideas resultante de su uso y su intención.
(5) Cada cultura y su expresión artística es afectada por el pecado, como lo declara la
doctrina del "pecado original". Las sofisticadas culturas occidentales pueden ser cul-
pables de abusar ele los dones de Dios tanto como, o más que, otras culturas autóc-
tonas. Además, cada cultura debe juzgar sus propios pecados y ser cautelosa (y estar
bien infonnada) antes ele acusar la de otros.
412
La música en {a obra misionera n;uncfia[: Procfamación y enseñanza
'IIJ;¡ua, un flautista de Venezuela y una vocalista de Nicaragua, todos dirigi-
do·. por el vocalista y tecladista Ken Medema de Jos Estados Unidos.
:\dt•ntüs, huho presentaciones de solos en muchos idiomas y estilos, coros de
l~11·.ia. Corea y las Filipinas y un conjunto de danza clásica de Tailandia.
413
¡'R.g,gocijaos¡ .La música cristiana en fa adoración
Hace unos años, recibí una carta de Al ton J. Shca (hermano del cantante
evangelista) quien trabajó siete años en el Estudio de Grabación Gbendembu,
de la Iglesia Wesleyana en Sierra Leone, Africa Occidental:
Estamos {eniendo una experiencia tremenda aquí en Africa. Así es, hemos tenido que
dejar a un lado nuestros propios gustos musicales para poder promover música autóc-
tona en las iglesias y por radio. Los tambores son los que conmueven el corazón de
las gentes de estas tribus. Pero los jóvenes en la escuela aprenden rápidamente los éxi-
tos musicales modernos y el estilo de la armonía occidental que escuchan por radio.
Nuestro estudio tiene una biblioteca de música tribal en cinco idiomas y esa música
me fascina. Yo no soy músico, pero tengo la esperanza de que alguien interesado
pueda analizar algunas de estas modalidades del canto.
Desde el programa de televisión Roots (Raíces)'\ se comenta que los negros en los
Estados Unidos dicen 'Tú pareces ser de la tribu Mende" o "Tú debes ser de Liberia",
cte. La mayoría de los esclavos eran de Africa Occidental, y ahora saben quiénes son.
Se me ocurrió la loca idea de que a algunos negros en los Estados Unidos podrían
hasta estar interesados en escuchar lo que sus hermanos africanos están haciendo
musicalmente ...
414
1:a música en {a oóra misionera mundiaL- Prodamación y enseñanza
Resumen
415
16
417
¡i_Rg,gocijaos! La música cristiana en {a adoración
evangelismo del siglo XIX, cuando se consideraban ser una extensión del
ministerio de proclamación del púlpito; han permanecido para dirigir la ado-
ración musical, frecuentemente tomando un papel principal.
A principios del siglo XX, se desarrolló el concepto de un ministerio
musical integral de la iglesia en el Westminster Choir College (Coro de la
Universidad Westminster), originalmente localizado en Dayton, Ohio, y
ahora en Princeton, Nueva Jersey, en los Estados Unidos. El concepto origi-
nal del fundador John F. Williamson era que la capacitación recibida en los
coros preparaba a los niños y a los jóvenes mayores a ser cantantes letrados
y capaces en la congregación, aun cuando no continuaran como miembros
del coro de adultos. Muchas iglesias han apoyado lo que se 1lama un "pro-
grama completo de coros por edades", que significa que hay actividad de
música especial en cada grupo por edad. Esta oportunidad educativa llegó a
ser cada vez más importante cuando la escuela dominical ya no incluía el
canto habitualmente. Realmente, debe ser reconsiderado cuidadosamente en
nuestro día, cuando el interés en el canto coral se está desvaneciendo, y algu-
nas iglesias, que apoyaron los coros durante muchos años, ahora sólo los
usan en algunas ocasiones o los han eliminado por completo.
419
¡2\.f-gocijaos! La música cristiana en {a adoración
personas que asisten a los cultos en las abadías y catedrales británicas saben
que están invitadas a sentarse con el coro, al lado de los hombres y jóvenes,
siempre y cuando haya asientos disponibles: esto se llama asociación física
y para los amantes de la música ¡es algo verdaderamente excepcional! Pero
eso no es lo que la nota quiere decir. Creo que significa que debemos
seguir las palabras de los salmos, cánticos e himnos y decir "Amén" en
mente y corazón. También significa que debemos permitir que nuestras emo-
ciones se levanten en las alas del sonido musical que añade intensidad al sig-
nificado de las palabras. Es entonces que uno encuentra a Dios con ambos
lados del cerebro, el racional y el emotivo, y la posibilidad de tener una rica
experiencia de adoración es grande. Además, la música entonces se convierte
en nuestro sacrificio de alabanza al igual que el del coro, y estamos agrade-
cidos que se han tomado el trabajo de hacerlo lo más perfecto posible. La
alusión de la adoración sacrificial del Nuevo Testamento es esencial aquí:
Por unos momentos el coro actúa en una función sacerdotal, haciendo algo
por otros adoradores que ellos no pueden hacer por sí mismos. Así como el
adorador hebreo individual ponía las manos sobre el animal ofrecido, así nos
identificamos con el coro, y su canto es, no para nuestro entretenimiento,
sino nuestro regalo de adoración a Dios.
(4) Los coros son una buena promoción para la iglesia. Las personas que
disfrutan del canto coral, y los que desean una preparación musical para sí
mismos o sus hijos, se sentirán atraídos a la iglesia que tiene un programa
completo de educación musical. Además, los padres y los abuelos asistirán a
los cultos en que participa algún miembro de su familia.
Dios ha dado la música a todos los pueblos y el talento de poder comuni-
carse a través del sonido musical. Dios espera que el don se use para su glo-
ria en proclamar el evangelio y en expresar adoración a éL La preparación se
ofrece para que la comunicación pueda ser atractiva y eficaz, libre de imper-
fecciones que distraen; al lograrlo, Jos talentos humanos se desarrollan y son
refinados, y las sensibilidades y técnicas musicales se perfeccionan. Puede
parecer que los directores/educadores de música en la iglesia están enseñan-
do puro arte, pero en realidad es más bien la esencia de la verdadera ado-
ración que incluye la mayordomía y el servicio.
Por supuesto, tal formación musical debe comenzar temprano en la vida,
ya que la musicalidad se desarrolla más rápidamente y mejor en los primeros
años. En la actualidad es evidente que, aun cuando por lo general las iglesias
de "alabanza y adoración" tienen una presentación coral ocasional en la ado-
ración, pocas se esfuerzan por enseñar música a los niños. Con la actual dis-
minución de la educación musical en las escuelas públicas, las iglesias de
mañana tendrán poco éxito en mantener un coro de cualquier clase, a menos
de que sus hijos aprendan a cantar hoy.
420
La música para coros: '1\&cesidades y educación
Pero esa no es la mejor motivación para ofrecer educación musical en la
iglesia. Especialmente para niños menores la educación coral es más impor-
tante por su contribución a los miembros del coro que por su ministerio al
resto de la congregación a través de los coros. Consecuentemente, al
desarrollar un programa coral, los principios de la educación musical y de la
educación cristiana deben ser los énfasis principales.
422
La música para coros: 9{{!-cesidades y educación
(3) Por último, el programa de música es un medio de servicio y de misión.
Este concepto lo viven los miembros del coro al servir regularmente a una
congregación y comunidad (y quizás en viajes misioneros de coros juve-
niles); aun puede incluir un desafío a algunos para servir tiempo completo en
e 1 ministerio de la música.
( 1) Algún aspecto de cualquier cosa que valga la pena saber, puede ser enseñado a per-
sonas de cualquier edad. En cuanto al desarrollo musical, es prudente comenzar tan
pronto como sea posible. Muchas iglesias proveen actividad musical para los niños de
tres años.
(2) Hay una expectativa lógica de lo que se quiere lograr en cuanto al conocimiento musi-
cal y la habilidad de actuar en cada edad. Sin embargo, cada nivel debe ser aprendido
antes de que el individuo pueda proceder al próximo nivel.
(3) Varíe la forma de presentación de actividad a actividad, ensayo a ensayo.
423
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
(4) Busque involucrar a los padres (especialmente en lo que a su comprensión se refiere)
en el proceso educativo.
(5) Haga planes a largo plazo, por lo menos con seis meses de anterioridad.
Niños prccscolares8
Casi no existen atonías auténticas entre los niños, siempre y cuando sus
primeras experiencias musicales hayan sido agradables. La "actividad musi-
cal" en la iglesia debe comenzar con los niños de tres, cuatro y dnco años;
sin embargo, no se les debe considerar como un "coro". A esta edad, los niños
en realidad no distinguen entre el canto y el habla, y el maestro comienza
enfocando el canto como una variación del hablar, por medio de la cual el
niño iguala los tonos individuales dentro de un registro muy limitado.
.
Maestro: ¡Héctor! Maestro: ¡Ana Lis!
Héctor: ¡Soy yo! 1 1
,; Ana Lis: ¡Aquí estoy!
424
La música para coros: ~cesidaáes y educación
El niño comienza a desarrollar un sentido de ritmo a través de recitar en
voz alta. También es beneficioso combinar la acción física con el canto, algu-
nas veces aplaudiendo o "dando pasos" rítmicamente y a veces siguiendo el
contorno de una melodía (para arriba y para abajo) con los correspondientes
movimientos de las manos.
Se ha dicho que el niño tiene dos voces, una para hablar (y gritar) y otra
(mucho más suave) para cantar. Con todos los niños pequeños, cllfder musi-
cal debe presentar melodías con tonos livianos. Los líderes varones
frecuentemente usan el "falsete" para estimular la imitación de ese sonido
suave y flotante. El piano se debe usar con moderación, para no forzar las
voces infantiles o desanimar a los niños que entonces dejarán de cantar. Por
último, aun el niño más pequeño debe verse rodeado de sonidos de calidad,
incluyendo una buena grabación de disco o casete que provea música de
fondo mientras juega. .
A un nivel espiritual, los niños preescolares deben experimentar
aceptación y seguridad en la iglesia, con el placer de extender los horizontes
de la enseñanza al mismo tiempo que se divierten. Este es un petíodo cuan-
do comienzan a tener conciencia de su propia persona y de su importancia
para la iglesia y Dios. Se les estimula para que lo sepan; porque Dios los
hizo, son hijos de Dios. La música para esta edad es el medio que los pone
en contacto con el mundo de Dios y el de ellos.
Escolares 1nenores9
va, y la regia enseña tremolando está" no tiene idea de lo que está diciendo.
Una maestra de escuela dominical trató de explicar que "Mi pequeñita luz, la
dejaré brillar" significaba que debemos tratar de vivir una vida ejemplar, sólo
para que el niño replicara: "Si eso es lo que significa, ¿por qué no lo dice
así?" Es de ese uso irreflexivo de la música que los niños se forman el con-
cepto de que no es de esperar que la música en la iglesia se entienda; y
¡quizás se queden con esa impresión para siempre! Recuerdo un incidente
cuando nuestra hija de ocho años llegó de la escuela que tenemos en la iglesia
cantando: "La Palabra de Dios es como martillo que rompe piedras por
doquier". Esperando animarla para que entendiera el canto y lo cantara
correctamente, le pregunté qué significaban las palabras. "¡Qué ocurrencia!,
papá. No significan nada. ¡Es sólo un canto!" En realidad, muchos de los
coritos que tanto se cantan no son adecuados para esta edad, por su lenguaje
abstracto. Pueden aprender materiales mejores; comenzando con los preesco-
lares, los niños pueden empezar a aprender la himnodia tradicional cantando
himnos senciJlos y fragmentos de himnos (p. ej., los estribillos).
Los niños menores tienen cada vez mejor percepción de su identidad en
su relación con los demás: su familia, su escuela, su iglesia y su mundo.
También están listos para percibir a Jesús como una persona real, aunque no
como el "Mesías Sufriente". Hasta esta edad, no se debe esperar que los
niños contribuyan a la adoración congregacional; sin embargo, pueden oca-
sionalmente demostrar su desatTollo musical/espiritual en el ambiente familiar
del culto de los domingos por la noche o de entre semana, o en un programa
de Navidad.
Adolescentes menores 11
La mayoría de los educadores en el campo de la música reconocen que la
edad de la adolescencia ofrece el desafío más grande. A esta edad, la expe-
riencia musical debe ser positiva, para que el jovencito no se desanime y
abandone el programa coral y posiblemente la iglesia. Los problemas durante
este período de transición entre la niñez y la madurez son mayormente físi-
cos. Cosas raras y maravillosas están sucediendo al cuerpo, y especialmente
a la voz. Tanto los varones como las niñas tienen un "cambio de voz"; sin
embargo, la experiencia es mucho más traumática para el varón. De pronto,
no puede controlar cómo canta y sus esfuerzos resultan en alteraciones que
se asemejan a una canción tirolesa. La razón porque algunos adultos varones
no cantan en la iglesia se puede atribuir a las vergüenzas pasadas cuando
trataban de cantar durante el período de la pubertad. Es imperativo que el
varón comprenda que éste es un fenómeno completamente normal, y que su
nueva voz será más rica y resonante que la que tenía antes. Hoy, la mayoría
de los expertos reconoce que es necesario animar a los varones a cantar aun
durante el período de cambio de voz. Por supuesto, el registro será poco, y
parecerá cambiar de una semana a otra. La música que generalmente se canta
427
¡1\g.gocijaos! La música cristiana en [a adoración
en esta edad es a una, dos o tres voces; más adelante, la "voz cambiante"
puede cantar contralto, tenor o barítono. Es posible comprar música especí-
ficamente escrita para incluir la cambiata: la voz cambiante. Muchos direc-
tores también han descubierto que es una ayuda adaptar su propia música
para llenar esta necesidad.
Los adolescentes menores tienen la capacidad para asimilar melodías. Sus
oídos musicales son agudos y su habilidad para duplicar melodías compli-
cadas es increíble. La "síncopa pop" les resulta muy natural a este grupo,
pero los ritmos complicados les causan dificultades porque sus cuerpos no
están perfectamente coordinados a esta edad en que están creciendo y cam-
biando rápidamente. La clave para trabajar con estos adolescentes menores
es la variedad. La voz, como el cuerpo en transición, se cansa fácilmente. Se
les debe estimular a cantar suavemente, usando vocalizaciones que estiran
poco a poco el registro.
Temperamentalmente, el adolescente menor es variable; no es posible
pronosticar los cambios rápidos que tiene, de estar "serio" un momento a
ponerse "necio" en el otro. Es leal a sus amigos, y los adultos son "intrusos".
El director de coro perceptivo continuará demostrando que los acepta durante
esos períodos cuando parece que no están escuchando una sola palabra de lo
que se está diciendo. La verdad es que no se pierden ni una sola sílaba, y el
momento llegará cuando el director de coro será considerado su héroe.
En lo que a experiencia espiritual se refiere, los adolescentes menores
continúan aumentando su comprensión de su identidad como personas y
como cristianos, especialmente en relación con otros, sean o no compañeros
de su propia edad. Para ellos, la vida cristiana debe ser presentada como viril
y heroica. Este es un grupo propenso a tener héroes, y Jesucristo es la opción
más lógica que pueden escoger. Pueden comprender completamente la fun-
ción de la música en la adoración y deben pmticipar de vez en cuando en los
cultos. Es especialmente beneficioso usar la música que dramatiza o repre-
senta los eventos bíblicos, y debe incluir himnos al igual que representa-
ciones musicales.
Los adolescentes menores pueden asimilar el estudio más o bastante serio
de la música de la iglesia. Pueden aprender los himnos famosos, y se intere-
san en los estilos y significados ocultos de la poesía, así como en los autores
y compositores que nos dieron nuestra música. También comprenden los
conceptos básicos teol6gicos: la trinidad, la encarnación, la expiación.
Tienen la capacidad de tomar decisiones personales espirituales, y los líderes
de la iglesia han aprendido que es mejor ayudarles a que respondan positiva-
mente al evangelio sin presionarlos excesivamente. Presionarlos general-
mente da como resultado la imitación (para ser iguales a sus pares) o la
428
La música para coros: 9\&cesüfatfes y educación
conformidad (para agradar a los padres o líderes), que no necesariamente sig-
nifica una entrega genuina. Después de todo, el rechazo aparente de la autori-
dad no debe llegar a ser una razón para el conflicto. Este es el período en que
la hostilidad a los padres puede expresarse en una hostilidad a la fe de los
padres y, hasta donde sea posible, se deben evitar los enfrentamientos.
430
La música para coros: 91&cesidades y educación
hubo poco incentivo para enfatizar la buena entonación, como se requeriría
en la música sin acompañamiento. Todo esto nos debe recordar que un equi-
librio en la educación musical es imperativo. Los adolescentes mayores
deben dedicar tiempo para cantar música en el lenguaje que ellos usan, pero
también deben aprender a presentar repertorios convencionales incluyendo
motetes de la época del Renacimiento, himnos tradicionales y estilos con-
temporáneos serios, al igual que apreciar himnos del pasado. Uno de los
objetivos de la educación es preparar a cada uno para que esté capacitado
para participar en el próximo nivel que integrará en el futuro. Si los inte-
grantes del coro de jóvenes aprenden a cantar sólo en sus actuales estilos
preferidos, tendrán poco que ofrecer a la iglesia cuando sean mayores, y
hayan perdido su gusto por la expresión adolescente.
(Nota: Los dos párrafos anteriores fueron tomados, palabra por palabra de
la primera edición de este libro, publicado en 1981. Doce años después, los
adolescentes mayores a los que nos referimo"s son parte de la generación
nacida después de la Segunda Guerra Mundial, que están provocando un tipo
de revolución en la adoración/música, al rechazar las expresiones tradi-
cionales de la iglesia, según se explica en el capítulo 11. ¡Esto debe, por lo
menos, enseñarnos algo sobre la educación musical que proyectamos para el
futuro!)
Los adultos
La educación musical en la iglesia no termina con los adolescentes. Si las
actividades musicales en el colegio, conservatorio, universidad o seminario
tienen validez, resulta obvio que hay mucho más que los adultos deben
aprender en el coro de la iglesia. El desarrollo vocal, un buen tono produci-
do por la fonación y el apoyo cmTectos, continúa. Destreza musical,
entonación, ritmos, articulación versus. "canto legato", control dinámico,
dicción y fraseo- es la meta constante para el coro de adultos. La literatura
más difícil ofrece nuevos desafíos semana tras semana en todos los estilos:
renacimiento, barroco, clásico, romántico y contemporáneo.
Es probable que el coro de adultos también necesite una nueva moti-
vación. Muchos adultos jóvenes se alejan del programa del coro, aun cuando
fueron activos en el coro durante su niñez y adolescencia. Algunos que con-
tinúan participando han olvidado, o posiblemente nunca aprendieron, el sig-
nificado espiritual del servicio que rinden a la iglesia, y cantan simplemente
porque se gozan en hacerlo. El llamamiento de entregar nuestros dones musi-
cales a Dios, quien nos los dio -no en la forma rústica en que los recibimos,
sino desarrollados y refinados- debe ser reiterado constantemente al coro de
adultos.
431
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
No ha sido nuestra intención hacer una distinción entre los coros de la
iglesia de hoy basada en su preferencia por cierto tipo de literatura o su
calidad de actuación, sino recordar que Dios espera nuestro mejor sacrificio
de alabanza. Quizá debemos mencionar uno o dos asuntos, aun cuando la evi-
dencia no sea del todo clara.
Hemos de felicitar a algunas de las "super" iglesias porque han desarrollado
tal comprensión de la mayordomía cristiana y/o un espíritu de cuerpo, que
pueden mantener a un grupo grande de cantantes para cantar los domingos,
y a menudo lo hacen de memoria. Pero, a la vez, muchos directores nos cuen-
tan que en la sociedad actual es difícil conseguir a suficientes adultos como
para tener un coro adecuado, y que los que responden esperan cantar después
de haber ensayado sólo un tiempo mínimo y "sin presiones". Algunos líderes
se han visto obligados a recurrir a la música sencilla, quizás con menos de
cuatro voces. Esto no significa que su actuación es inferior artísticamente;
gran parte de la música del brillante compositor Hugo Distler fue escrita en
tres voces para su iglesia en Berlín, porque había pocos varones para cantar
durante la Segunda Guerra Mundial.
Una reciente preocupación en muchas de las iglesias ha sido el uso de
arreglos de himnos o cantos conocidos, frecuentemente unidos en un tipo de
popurrí que no hace justicia a ninguno de los himnos individuales. Es triste
cuando la medida que una sociedad usa para calificar la calidad de una obra
musical es su familiaridad. Aunque los anthems basados en himnos son un
género común e importante, es mejor limitarlos a himnos que son menos
conocidos. Cantar principalmente popurríes de himnos que han sido cantado
demasiadas veces por la congregación es fallar en ofrecer una experiencia
diferente en la música coral.
Por último, la música coral en la vida de una iglesia debe ofrecer una
gama completa de comunicación emocional. La obsesión actual con "un
volumen que sacude los sentidos" en cada selección (por lo menos en los
compases finales) tiene tanto sentido como lo tendría el acompañar todos los
himnos con tambores. Tal preocupación con la música de un solo estilo indi-
ca también que la letra no cubre la amplia gama que debiera.
434
.La música para coros: 'J{f-cesiáades y educación
La publicación de lo que se conocía como música coral "octava" (de ocho
páginas) comenzó con la histórica empresa Novello y Compañía de Londres
alrededor de 1844. Estas ediciones poco costosas de piezas corales individuales
pronto aparecieron en Norteamérica y comenzaron a ser imitadas por las
casas publicadoras norteamericanas. Uno de los tabúes en el pasado de las
iglesias evangélicas que promovían la "adoración libre y sencilla" fue contra
la música publicada exclusivamente para el coro. Todavía sigue en algunas
iglesias. Si la música es impresa en un libro como el himnario, el coro Jo
puede usar; de otra forma, ¡se prohibe!
A fines del siglo XIX, E. S. Lorenz, un inmigrante alemán, fundó en
Dayton, Ohio la compañía publicadora que lleva su nombre. y se especializó
en producir música para los coros de iglesias pequeñas. Trató de llenar el
vacío entre los estilos de anthems tradicionales de la época y la música evan-
gelística. A través de los años, la Compañía Publicadora Lorenz ha sido
fuertemente criticada por los músicos con gustos musicales altamente
desarrollados. Retrospectivamente, es difícil discernir mucha diferencia
cualitativa entre las publicaciones Lorenz y los anthems más sofisticados de
las iglesias norteamericanas, aun en la primera parte del siglo XX. Estas
obras eran típicas: "The King of Lave My Shepherd Is" (El rey de amor es mi
pastor), de Shelley; "Festival Te Deum", de Dudley Buck; "Praise the Lord,
Oh, Jerusalenz" (Alaba al Señor, Oh Jerusalén), de Maunder; y "Springs in
the Desert" (Manantiales en el desierto), de Jennings.
Muchas iglesias evangélicas han mantenido sus prejuicios en contra de
los anthems típicos. Los arreglos corales de los himnos, los cantos evan-
gelísticos, los cm·itos de adoración y los cantos populares contemporáneos
han sido los estilos preferidos en muchas congregaciones. En la actualidad,
el prejuicio contra las piezas corales sueltas mayormente ha desaparecido,
pero muchas iglesias aún siguen la modalidad de la música coral que es típi-
ca de su himnodia. Considerando que hace unos años había poca expresión
de alabanza objetiva y demasiados cantos con letra basada en la experiencia
personal en los estilos evangelísticos antiguos a contemporáneos, hoy la
mayor parte de las expresiones son de alabanza, y demasiadas de éstas se
encuentran dentro de las tradiciones de "alabanza y adoración" y "contem-
pon1nea cristiana". También se podría argumentar que permitir que el coro
cante las mismas melodías que canta la congregación contribuye a la respues-
ta sentimental que acompaña a la veneración de "tonadas favoritas".
Hemos de reconocer que muchas congregaciones han ampliado sus hori-
zontes usando himnos contemporáneos y tradicionales de compositores
talentosos como Marty Haugen, Douglas Wagner, Allen Pote, G. Alan Smith,
Hal Hopson, Richard Proulx, John Carter, Jane Marshall, Lloyd Pfautsch,
435
¡'RJ,gocijaos! La música cristiana en [a adoración
Philip Dietterich, Michael Joncas, Carl Schalk, John Ferguson, Gilbert
Martín y Carlton Young. El compositor inglés John Rutler aparentemente es
totalmente distinto, escribiendo anthems y obras más largas con una singular
combinación de creatividad, facilidad de cantar y de vender.
Las obras corales mayores (cantatas y otras) han aparecido en por lo
menos cuatro estilos: (1) las obras maestras (p. ej., El Magnificat de Bach,
Mesías de Handel, Las Ultimas Siete Palabras, de Dubois, Hodie, de
Vaughan Williams, etc.); (2) las imitaciones más sencillas, como las de
Lorenz y, más recientemente, las cantatas de John Peterson, que combinan
los estilos de himnos evangelísticos más extensos con modestos solos recita-
tivos e interludios instrumentales; (3) las obras musicales folklóricas o rock,
como Celehrate Life (Festival de Vida) de Buryl Red y The Love Story (La
historia ele amor) de John Wilson; y (4) Happenings, basados en cantos de
otros compositores modernos (p. ej., Aleluya, con música de Bill Gaither),
frecuentemente acompañados por una orquesta o por pistas instrumentales
profesionalmente grabadas. La sociedad actual manifiesta una preferencia
por la combinación de estilos dramáticos y musicales y, especialmente en las
obras de Navidad, la combinación de segmentos cortos de música artística
con estilos contemporáneos.
Literatura coral para niños y jóvenes
La música para los niños ha progresado mucho desde los primeros esfuer-
zos del siglo XVIII.
(a) Muerte, juicio, infierno y
Gloria recordad por no pecar.
Del infierno en el abismo
el malvado caerá
quien de Dios la ira enciende
en sus llamas arderá.
(b) Vamos niños al Sagrario,
Que Jesús llorando está,
Pero en viendo tantos niños,
¡Qué contento se pondrá!
No llores, Jesús, no llores,
Que nos vas a hacer llorar;
Que los niños de este pueblo
Te querernos consolar.
(e) Venid, venid, niños, venid y escuchad
La santa doctrina de eterna verdad;
436
La música para coros: iJI[?cesiáaáes y eáucación
Por que es mal cristiano quien por su maldad
A Dios no venera con fe y caridad.
Quien ama el pecado su esclavo será,
Y en fuegos eternos por siempre arderá.
¡Ay!, pobre del niño que por su maldad
A Dios no venera con fe y caridad.
Autor desconocido
437
¡~gocijafJs! La música cristiana en {a adoración
En la primera parte del siglo XX, el movimiento de educación cristiana
dirigió su atención a las necesidades de los adolescentes, además de los esco-
lares. En ese entonces aparecieron muchos cantos para adolescentes, en su
mayoría llenos de moralejas humanísticas que revelan tanto una limitada
perspectiva pedagógica, como una teología liberal de la salvación por obras
de esa época.
Desde 1960, las obras ampliadas se han publicado para que sean cantadas
por voces más jóvenes, y generalmente se les llaman "dramas musicales".
Los coros de adolescentes fueron los primeros en beneficiarse del movimien-
to, comenzando con Verdad, de Bob Oldenburg y Te/lit Like It /s (Cuéntalo),
de Ralph Carmichael y Kurt Kaiser. Los preadolescentes cantaban The
Ama::.ing Technicolor Dream Coat (La admirable túnica de ensueño en tecni-
color), de Andrew Lloyd Webber y los escolares mayores disfrutaban
Siempre la Verdad (CBP), de Dennis y Nan Allen. Las obras similares a éstas,
generalmente acompañadas por escenografía y actuación dramática, siguen
siendo funcionales en la capacitación de cantantes jóvenes en la iglesia.
43S
La música para coros: ~cesitfatfes y educación
Resumen
La Música para {a
Congregación
Los evangélicos somos el "pueblo de la Palabra". Para ser más precisos,
~mnos un pueblo de dos libros: la Biblia y el himnario. Se dice que, en el
siglo XVI, Martín Lutero dio al pueblo alemán en su propio idioma la Biblia
para que Dios pudiera hablarles directamente a través de su Palabra ... y el
himnario para que su pueblo pudiera responder directamente a Dios a través
de sus cantos.' Al asistir al cullo los colonos norteamericanos, utilizaban dos
libros: la Biblia King James (Rey Santiago, que en su momento era una edi-
ción recién publicada) y el Bay Psalm Book (Sallerio de bahía), el primer
libro publicado en las colonias inglesas. Después de los cultos al volver a sus
hogares, usaban ambos libros como base para sus devocionales personales y
en familia.
En la actualidad, el himnario no siempre se aprecia como se debe. En la
iglesia a veces se ve en el piso, y ocasionalmente sirve para apoyar la tapa
del piano o ¡hasta elevar el banco del órgano! En algunos lugares, es posible
que este descuido se deba al poco valor que se da al libro en sí. Sin embar-
go, dicho descuido solamente es síntoma de nuestra ignoran cia de su valor
real. La tragedia mayor es que no valoramos Jo que un himnario contiene;
realmente ni lo conocemos ni lo usamos bien. Una prueba de esto puede ser
que, en nuestro tiempo, muchas iglesias han descartado el himnario por com-
pleto, cantando solamente un repertorio limitado con las palabras proyec-
tadas en una pantalla o en la pared.
Los grupos cristianos en los cuales el uso de símbolos visibles es mínimo, y al culto
se le ha quitado deliberadamente cualquier apelación sensual, parecen favorecer
instintivamente a los himnos ricos en figuras mentales concretas y sugestión emo-
cional, dando así a las capas primitivas de la mente del adorador la alimentación sen-
sorial que necesita, por medio del oído en vez del ojo.
443
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
De hecho, los anglicanos recibieron una dosis doble de los salmos: el coro (y
eventualmente la congregación) los cantaba en prosa al estilo de salmodias
armonizadas, además de cantar las versiones poéticas (con las tonadas típi-
cas de salmos e himnos). En el siglo XVI solamente los luteranos y los gru-
pos anabautistas cantaban "nuevos" himnos de composición humana,
muchos escritos por Lutero mismo. Entonces, podemos decir, con cierta
seguridad, que si los calvinistas y anglicanos prohibían los himnos, Lutero
dio menos atención a los salmos; éste esperaba que los salmos pudieran ser
cantados en los cultos públicos de los oficios (maitines y vísperas), pero éstos
nunca ganaron popularidad con los luteranos.
444
La música para {a congregación
pero eventualmente sólo unos pocos presbiterianos se resistieron
empeeinadamente al uso de los himnos de composición humana.
Recientemente, nos hemos visto obligados a cuestionar si dejar de cantar
solamente salmos y cantar solamente himnos fue un paso adelante.
Madeleine Forell Marshall y Janet Todd han sugerido que la evaluación de
Juan Wesley del Salterio de Sternhold y Hopkins como "poesía barata,
miserable y escandalosa" era extremista. 8
Los· salterios parecen ser tan rígidos y antiguos como impersonales e irrelevantes. Son
expresiones eternas de la situación humana en relación con Dios. Su poesía tiene que
haber sido más accesible a los contempodneos de Isaac Watts que a los "modernos",
ya que conocían la Biblia. También estaba presente el elemento cristiano en los
salmos tanto en virtud de su adaptación como en virtud de sus lecturas tradicionales
de los salmos ricos de significado cristiano.
Al promover la salmodia, parece que los calvinistas apoyaban un canto más personal
y emocional que sus contemporáneos luteranos, cuyos himnos, en su enfoque con-
tempor:.ineo, demandan una respuesta y una introspe¿ción menos subjetiva que los
salmos metrificados.
445
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
espiritual quedó como el canto característico de los creyentes afroamericanos,
y cantos similares se perpetuaron por años en las reuniones anuales de
campaña de los creyentes de otigen alemán en Pensilvania. Sin duda estas formas
llamadas cantos espirituales tienen sus raíces en el término "cánticos espirituales".
El siglo XIX
En los últimos años del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX, además
de los himnos de Watts, comenzaron a aparecer en los Estados Unidos las
obras de Carlos Wesley, junto a las de sus contemporáneos - Thomas
Olivers, John Cennick y Augustus Toplady- y a la de los anglicanos
evangélicos posteriores, John Newton y William Cowper. El primer himnó-
logo importante norteamericano, Timothy Dwight (1752-1817), presidente
de la Universidad de Yale, publicó un himnario en 1800, lo que incluyó com-
posiciones de estos nombres mencionados, más algunos de sus propios him-
nos, incluyendo una paráfrasis libre del Salmo 137, Tu Reino Amo, Oh Dios,
HB 242.
Mientras tanto, otros grupos étnicos (especialmente alemanes) habían
arribado a Norteamérica, trayendo sus propias tradiciones hfmnicas: morava,
luterana y reformada. Los moravos preservaron celosamente su propia cul-
tura. Sin embargo, una vez que los demás adoptaron el idioma inglés, los
moravos tendieron a aceptar las tradiciones hímnicas inglesas en vez ele com-
partir la suya, con sus vecinos en el Nuevo Mundo. La mayoría de los grupos
fue influenciada por el movimiento de evangelismo de los últimos años del
siglo XVIII y los primeros del siglo XIX, mostrando gran interés en los can-
tos espirituales de las reuniones de campaña y sus sucesores: las canciones
de las escuelas dominicales y los cantos evangelísticos, primeramente publi-
cados por William Bradbury y Thomas Hastings. La mayor parte de las
primeras publicaciones de himnarios norteamericanos fue hecha por parte de
individuos, y muchos de los libros fueron basados en versiones anteriores
británicas (especialmente las colecciones de los himnos de Watts). No existía
todavía una ley de derechos de autor, entonces los himnos de Wesley, Watts
y sus sucesores podían ser "pirateados" legalmente a medida que iban apare-
ciendo. Al imprimirse en Norteamérica, aparecieron junto con los mejores
exponentes de todas las formas musicales norteamericanas para uso congre-
gacional (y a veces coral).
Más adelante en el mismo siglo, muchas veces una asamblea denomina-
cional adoptaba cierto himnario publicado por un particular, como el him-
nario "oficial" para su denominación, y por el año 1850, muchos grupos edi-
taron y publicaron su propio himnario. Con cada edición sucesiva, poco a
446
La música para [a congregación
poco fueron agregados nuevos himnos que se originaron en Inglaterra,
además de una cantidad de obras escritas por himnólogos novatos en el
Nuevo Mundo. Por supuesto los episcopales fueron lo más influenciados por
los ingleses y rápidamente adoptaron los himnos en estilo "romántico" de
Reginald Heber ("Santo, Santo, Santo", HB 1), James Montgomery
("Obediente a Tu Mandato", HB 252), Henry Hart Milman ("Ayúdanos,
Señor y Dios") y Robert Grant ("Contemplando Tu Amor", HB 95).
Alrededor de 1850, comenzaron a disfrutar los frutos del movimiento angli-
cano de Oxford: traducciones de textos griegos y latinos, además de himnos
originales de John Keble ("Sol de Mi Ser, Mi Salvador"), Henry Francis Lyte
("Señor Jesús, la Luz del Sol Se Fue", HB 221 ), Samuel John S tone ("Es
Cristo de Su Iglesia" NHP 306), John Henry Newman ("Guíame, Divina
Luz" NHP 160), Frederick Faber ("Omnipotente Padre Dios", HB 149) y
Matthew Bridges ("Al Salvador Jesús", HB 103). También fueron agregados
a los himnarios himnos de los líderes episcopales norteamericanos: George
Washington Doane, William Augustus Mühlenbcrg y Arthur Cleveland Coxe.
Las iglesias urbanas un poco más sofisticadas de otras denominaciones tam-
bién incluyeron mucho del mismo material en sus cantos.
Alejadas un poco de la costa atlántica, las iglesias en zonas recién colo-
nizadas de las denominaciones no litúrgicas fueron mucho más selectivas en
agregar la himnodia británica a su repertorio. Pueron adoptadas algunas
obras de los individuos ya mencionados, especialmente en los casos de satis-
facer una necesidad teológica (p. ej., la letra misionera de Heber: "De
Heladas Cordilleras"). Las iglesias en la parte central de Norteamérica pre-
firieron los himnos producidos por los escritores evangélicos anglicanos o de
la Iglesia Libre Escocesa: Charlotte Elliolt ("Tal Como Soy", HB 211),
Arabella Katherine Hankey ("Grato Es Contar la Historia", HB 464), Franees
Ridley Havergal ("Que Mi Vida Entera Esté", HB 365, 386), Horatius Bonar
("Oí la Voz del Salvador'', NHP 232), Elizabeth Clephane ("Confío Yo en
Cristo", HB 332), George Matheson ("¡Oh! Amor que No Me Dejarás", HB
355) y Sarah Flower Adams ("Más Cerca, Oh Dios, de Ti", HB 307).
Podríamos llamar "evangélicos" a la mayoría de los himnólogos
norteamericanos del siglo XIX. En un marcado contraste con sus contem-
poráneos británicos, no eran muy prolíficos, y aunque sus obras fueron rápi-
damente aceptadas y publicadas, generalmente son reconocidos por haber
compuesto un himno en particular. Los escritores de himnos norteamericanos
incluyen Ray Palmer ("Objeto de Mi Fe", HB 389), Joseph Scriven, canadiense
("¡Oh, Qué Amigo Nos Es Cristo!", HB 409), Elizabeth P. Prentiss ("Sentir
Más Grande Amor", HB 443), George Duffield, hijo, ("Estad por Cristo
Firmes", HB 401), John Henry Gilmore ("Me Guía El", HB 227), Edward
447
¡'J?s.gocijaos! .La música cristiana en (a aáoración
Hopper ("Cristo, Mi Piloto Sé", NHP 126), Annie S. Hawks ("Te Necesito
Ya", HB 381), Mary A. Lathbury (''Dame de Vida el Pan", CN 33) y
Jeremiah Eames Rankin ("Dios Os Guarde en Su Santo Amor", HB 262).
Es cierto también que en esta época fueron escritos algunos himnos ''liberales",
tanto en Norteamérica como en InglateiTa. En los primeros años del siglo XIX,
algunos de los poetas norteamericanos más conocidos escribieron poesías
"teístas y humanitarias" las cuales más adelante fueron utilizadas como him-
nos: William Cu1Ien Bryant, 10 James Russell Lowell, Henry Wadsworth
Longfellow, 01iver Wendell Holmes, Samue1 Longfellow y Edmund H. Sears
("A Media Noche Resonó", HB 68). En general, este grupo era teológica-
mente liberal; algunos eran unitarios, otros "trascendentalistas" y otros deís-
tas o "pensadores libres". Sus preocupaciones poéticas eran las maldades de
su día: la esclavitud, la intemperancia y la guerra. Sus obras llenaban las
necesidades de los unitarios de Nueva Inglaterra y generalmente fueron agre-
gadas a otros himnarios muchos años después de su aparición.
En una categoría aparte está John Greenleaf Whittier, a quien Albett E.
Bailey llama el .. poeta laureado de los himnólogos nortcamericanos", 11 basa-
do en la alta calidad de sus relativamente pocos himnos y su apelación uni-
versal a todo grupo teológico. Whittier, un cuáquero, se recuerda por "Oh,
Amor, Divino e Inmortal", (CN 281) y "Oh Padre de la Humanidad" (HB
417). Como los demás escritores liberales de Nueva Inglaterra, Whittier
nunca tuvo la intención de que sus poesías fueran utilizadas como himnos.
Más adelante en el siglo XIX, el advenimiento del liberalismo moderno y
el "evangelio social" fue acompañado por himnos adecuados por escritores
tanto británicos como norteamericanos. Se mencionan entre los poetas angli-
canos de la tendencia liberal (broad church): Alfred Lord Tennyson, William
Walsham How ("Por los Santos que Descansan Ya," HB 150), John Ellerton
("Después de Haber Oído Tu Palabra", HB 257) y John En1est Bode ("Jesús,
Yo He Prometido", HB 342). Los líderes norteamericanos del evangelio
social también dieron expresión a sus preocupaciones a través de sus himnos:
Ernest Warburton Shurtleff ("Ven Tú, ¡Oh Rey Eterno!", HB 274), Maltie D.
Babcock ("El Mundo Entero Es del Padre", HB 154), y Washington Gladden
("Contigo, Cristo, Quiero Andar", HB 353). Generalmente estos nuevos him-
nos fueron aceptados por las denominaciones tradicionales; esto fue posible,
aun en los casos muy evangélicos, porque realmente los himnos no expresan
una teología antievangélica. En lo que concierne a sus criticas, fue más por
lo que no expresaban que por lo que contenían. Ahora que estos escritores
particulares no son tan identificados como "enemigos" teológicos y espe-
cialmente porque los evangélicos coinciden en que el evangelio sí tiene
fuertes implicaciones sociales, sus himnos se encuentran en la mayoría de los
himnarios evangélicos (y hasta en los de los fundamentalistas). 12
448
.La música para {a congregación
El fenómeno del canto evangelístico
449
¡1\s-gocijaos! La música cristiana en {a adoración
(p. ej., "Cuando Allá Se Pase Lista", HB 504). En las anteriores tradiciones
de los salmos e himnos, una poesía sería conocida por su primera Ifnca o
"verso" (p. ej., "Divino Espíritu de Dios", HB 138), y la tonada tendría un
propio nombre (p. ej., ST. AGNES.) 13
El primero que publicó este tipo de himno fue William B. Bradbury
(1816-1868), asociado del reconocido Lowell Mason, ("padre de la edu-
cación musical norteamericana"). Bradbury contrató a Fanny J. Crosby
(1820-1915), la más exitosa y prolífica entre estos escritores, quien posible-
mente produjo 9.000 poesías, a la mayoría de las cuales se le puso música.
(Es sorprendente que, en los últimos 20 años, más de 60 años después de su
muerte, han aparecido tres nuevos libros sobre la vida y la obra de Fanny
Crosby, la "santa protestante ciega''. 14 Esta compañía aseguró la continuación
de los servicios de Crosby y llegó a ser la casa editorial más grande de can-
tos evangclísticos en el siglo XIX. 15
Junto con la Compañía Biglow & Main, que publicó la serie G(Mpel
Hymns (Himnos evangelísticos) asociada con Ira D. Sankey, los otros
"gigantes" en el campo de la música evangelística eran la Compañía John J.
Hood (Filadelfia) y la Compañía John Church (Cincinnati, Ohío). Surgieron
también muchas editoriales más pequeñas, la mayoría de las cuales se con-
centró en publicar la música de sus propios dueños, además de las obras de
uno o más escritores menos conocidos. Algunos mantenían ciertas posturas
teológicas (p. ej., la de los grupos pentecostales dentro de círculos wes-
leyanos), o enfatizaban ciertas preferencias culturales regionales (p. ej., el
Sur de los Estados Unidos) y unas pocas se especializaban en publicaciones
"hechas por encargo". Las editoriales de éstas más conocidas son:
451
i'R..?gocyaos! La música cristiana en {a adoración
Los comienzos del siglo XX: La escena evangélica
454
La música para [a congregación
y popular (con nuevos ritmos, letras, tonadas, e instrumentos de acompañamiento)
de muchas fuentes. En Inglaterra, el Light Music Group de la Iglesia
Anglicana produjo nuevas tonadas pop para letras hímnicas tradicionales, y
Geoffrey Beaumont publicó la Twentieth Century Folk Mass (Misa folklóri-
ca para el siglo -xx). Al mismo tiempo, la juventud cristiana comenzó a
escribir canciones en estilo popular y folklórico, en lo que pareció ser un
intento por crear una expresión cristiana al estilo de los Beatles. Una vez que
los evangélicos superaron su frustración ante el hecho de que los grupos "lib-
erales y litúrgicos" se les habían adelantado con su música novedosa, ellos
también comenzaron a usarla. Nuevos materiales inundaron el mercado en
muchas formas --dramas musicales para coros por edades, libros y arreglos
"octavos'" para solistas y conjuntos, grabaciones para popularizarlos y pistas
de acompañamiento para uso opcional. Al fin de la década de 1960 Bill y
Gloria Gaither empezaron a dar los conciertos religiosos, presentando sus
nuevas versiones de los cantos evangelísticos, qu.e rápidamente llegaron a ser
parte del repertorio en muchas iglesias. A la vez, los ministros presbiterianos
Richard Avery y Donald Marsh conducían conferencias y talleres en todo el
país sobre la adoración contemporánea, promoviendo su cancionero Hymns
Hot and Carols Cool (Este título suguiere cantos en auge, de última moda.)
Otros estilos contemporáneos de letra y música fueron desaiTollados por var-
ios escritores y compositores talentosos: Ralph Carmichael, Kurt Kaiser,
Paul Johnson, Jimmy Owens, Andraé Crouch, Otis Skillings, Ken Medema y
muchos más.
Pronto la nueva música comenzó a aparecer en otra nueva ola de can-
cioneros planeados para el uso congregacional, comenzando con A Time to
Sing (Tiempo para cantar, Hope, 1967). Durante los años siguientes, una can-
tidad casi ilimitada de estos libros continuó apareciendo al ser publicados por
todas las editoriales de música evangélica, con tales títulos como Reasons to
Sing (Razones para cantar), Sing 'n Celebrate! (Cantad y celebrad), Folk
Encounter (Encuentro folklórico), Discovet}' in Song (Descubrimiento en
canto), Folk Hymnal for the Ncnv Generation (Himnario folklórico para la
generación de hoy), Hymnal for Contemporary Christians (Himnario para
creyentes contemporáneos) y Dove Hymnal (Himnario paloma). Una
diferencia notable de estos cancioneros con los anteriores fue evidente cuan-
do los libros salieron en dos formatos: (1) una edición pequeña de bolsillo
para los cantantes y (2) una edición más grande para el acompañante. La
música al principio fue llamada folklórica evangelística~ porque algunos de
los temas incorporaban los estilos armónicos y folklóricos comunes a las can-
ciones religiosas folklóricas angloamericanas (p. ej., "Poor Wa}jaring
Stranger" (Pobre forastero ambulante) y "Wundrous Lave "(¡Cuán Grande Es
Este Amor!) y el nuevo estilo folklórico secular de la década de 1960
455
i!R..?gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
(con armonías modales y acompañamiento de guitarra) popularizados por
grupos como Peter, Paul, and Mary (Pedro, Pablo y María). En los "mini-
himnarios" subsecuentes, los estilos se multiplicaron. Algunas de las selec-
ciones fueron tomadas prestadas de dramas musicales o de partituras ya exis-
tentes escritas para solo y/o conjunto además de algunas escritas específica-
mente para el uso congregacional. Algunos libros fueron diseñados específi-
camente para ser "sagrados" en estilo y otros como The Genesis Songbook
(El cancionero Génesis) y Songbookfor Saints and Sinners (Cancionero para
santos y pecadores) incluyeron letra popular secular folklórica. Algunos eran
más largos y otros eran más cortos como los coritos en las colecciones ante-
riores de Youthfor Christ (Juventud para Cristo). Obviamente algunos fueron
compuestos con cuidado, y otros casi parecen ser improvisados.
Música "minintalista"
En la década de 1990, la mayoría de las nuevas formas había perdido su
popularidad, 19 pero una -la música de alabanza y adoración- quedó como
el canto preferido de adoración de los de la generación nacida inmediata-
mente después de la Segunda Guerra Mundial, quienes habían sido parte de
este peregrinaje musical contemporáneo desde las décadas de 1960 y 1970.
Estos "himnitos" se deben ver como parte de la expresión actual del "mini-
malismo artístico". Una forma relacionada, la música de la Nueva Era, es
creada esencialmente en base a breves motivos musicales, repetidos muchas
veces con pequeñas variaciones. La primera versión para la iglesia apareció
hacia el final de la década de 1960 en lo que podía ser llamado un corito (a
veces solamente de ocho compases) con variaciones. Tal vez uno de los
mejores y primeros ejemplos fue "Aleluya" (HB 435) que usa solamente cua-
tro tonos diferentes de melodía y tres acordes. Otros que se popularizaron
eran "¡Cuán Bueno es Dios!", "Kum BaYa", "Tengo Paz como un Río", "En
Belén Nació Jesús", (HB 57) y "Cristo en el Día".
El canto de los cm·itos no es un fenómeno nuevo en la vida de la iglesia.
Lo céntrico del estribillo en la música de las reuniones de campaña en los
primeros años del siglo XIX fue un factor crucial en el desarrollo de los
primeros cantos espirituales. Muchas veces, durante el largo período de
popularidad del canto evangelístico, los estribillos conocidos se cantaban en
forma espontánea (sin las estrofas), a veces en una sucesión determinada por
el tema (p. ej., paz, gozo o amor), y a veces solamente por la relación tonal
(p. ej., todos en la tonalidad de La bemol). Los cm·itos del movimiento
Juventud para Cristo en los últimos años de la década de 1940 básicamente
eran cantos evangelísticos sin estrofas.
La música de alabanza y adoración, que se originó en Nueva Zelandia en
456
La música para {a congregación
1968 con aneglos breves de frases bíblicas por David y Gale Ganatt, fue un
desarrollo de los "himnitos" de la Renovación Carismática que ya se ha
esparcido por todo el mundo. El título significa más que un estilo músico-
textual: incluye el concepto de un período prolongado de canto dirigido por
un "conjunto de adoración": un grupo de cantantes con micrófonos en la
mano, acompañados por piano (y más recientemente, sitltetizadores), gui-
tarras, percusión y otros instrumentos disponibles.
En los capítulos 1Oy 11, se desctibe este tipo de música y se investigan sus
bases bíblico-teológicas. Su apmte positivo al movimiento evangélico fue
agregar expresiones de alabanza objetivas al uso acostumbrado de música de
experiencia subjetiva; desafottunadamente, en muchos lugares ha tendido a
reemplazar todas las demás formas congregacionales, incluyendo los himnos
tradicionales y los cantos evangelísticos. El uso de este material varía mucho
entre iglesias. Algunas lo cantan en un estilo puramente carismático, con el
objetivo de incrementar el fervor emocional de la adoración por medio de una
calculada repetición hasta llegar a cierto éxtasis. 20 Otros utilizan una técnica
menos emotiva, en que un corito se canta no más de dos veces, logrando la
misma emoción (o menos) que daría el canto de un himno o canto tradicional.
Muchas veces se compensa por esa modalidad más conservadora en la iglesia
local escuchando los casetes de cantos más fervorosos grabados en un am-
biente de megaiglcsia. Periódicamente las casás editoriales mandan graba-
ciones de nuevos coritos a algunas emisoras de radio y otros, como un aporte
para promover y enseñar los mismos.
El canto Taizé es otra forma de "minimalismo musical" que se originó con
el trabajo de Jacqucs Berthier en el centro ecuménico de retiros en Taizé,
Francia, y se utiliza también en reuniones de oración/meditación en otras partes
del mundo. Por ejemplo, los lunes por la tarde en la catedral episcopal en
Louisville, Kentucky se celebra un culto Taizé .21 Los participantes se sientan
en el área del templo reservada para el coro, algunos en el piso; el ambiente
está iluminado tenuemente mientras queman incienso. El sonido de un sinteti-
zador dirige al grupo en una serie de tres o cuatro cantos breves de oración,
algunos en latín y otros en inglés, cada uno repetido tal vez 10 veces o más. Un
período de canto es seguido por ocho a diez minutos de silencio absoluto,
durante el cual los participantes meditan y oran. Otro período de canto es segui-
do por un tiempo similar de oración silenciosa. Con frecuencia el culto incluye
la lectura de una porción bíblica y/o una letanía de oración hablada o cantada,
a veces concluyendo con una celebración de la cena del Señor.
En muchas maneras, el canto Taizé es diferente de la música de alabanza y
adoración. Primero, el canto es tranquilo, con poco o ningún acompañamiento.
Segundo, las letras cubren una amplia gama de material, usualmente rela-
cionado con el calendario eclesiástico. Por ejemplo, en la época de
457
¡1?ggocijaos! La música cristiana en (a adoración
Cuaresma, el culto en Louisville incluía dos canciones de Berthier -"Jesus,
remember me" (Jesús, acuérdate de mí) y "Stay with me, remain here with
me, watching and praying" (Quédate conmigo, en vigilia y oración; con letra
en inglés y varios idiomas europeos)- y tres cantos por un autor norteameri-
cano, con arreglo musical por el organistadirector22 del coro de la catedral:
"Lord, have merey" (Señor, ten misericordia; en dos partes, una en latín y
una en inglés), "Our sins weigh heavy upon us," (Nuestros pecados nos son
muy pesados) y "Seek the Way" (Buscad el camino).
458
.La música para [a congregación
(Alabanza juvenil, 1966), Psalm Praise (Alabanza con salmos, 1973) y
Hymns for Today 's Church (Himnos para la iglesia de hoy, 1982).
Comenzando en 1978, Hope Publishing Company gradualmente obtuvo los
derechos de autor de estos compositores y los ha promovido en
~ orteamérica.
Muchas mujeres han contribuido en forma destacada a la "explosión hím-
nica": en Nueva Zelanda, Shirley Erene Murray, esposa de pastor, profesora
de lenguas y activista sociaF8 y en Estados Unidos, Jane Parker Huber, naci-
da en la China de padres misioneros presbiterianos. 29 La canadiense Margaret
Clarkson ha escrito himnos desde la década de 1940, y la nueva ola de interés
hímnica le ha inspirado a revisar sus trabajos anteriores y agregar muchas
letras nuevas. 30 En Estados Unidos, tres himólogos son de Gran Bretaña: Erik
Routley, 3 ' Bryan Jeffery Leech y Jeffrey Rowthorn. Otros escritores impor-
tantes son Jaroslav J. Vajda/ 2 Thomas H. Troeger33 y Carl P. Daw (hijo).~ 4
459
¡t](?gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Además, los siguientes grupos están editando nuevos himnarios en inglés:
la Iglesia del Pacto, la Iglesia Unida de Cristo, los Discfpulos de Cristo, la
Iglesia Morava, la Conferencia General de Amigos, la Iglesia Luterana
(Sínodo Evangélico de Wisconsin), la Iglesia de Hermanos Menonitas, la
Iglesia Anglicana de Canadá, la Iglesia Unida de Canadá y la Iglesia
Presbiteriana de Canadá.
También es interesante notar los himnarios en castellano:
Himnario Bautista, Casa Bautista de Publicaciones, 1978
Himnario de Alaban::.a Evangélica, Mundo Hispano, 1978
Culto Cristiano, Publicaciones ''El Escudo", 1985
El Pueblo de Dios Canta: 1/ze People of God Sing, Augsburg Press, 1989
(Un himnario bilingüe)
Himnos de Vida y Lu::., Herald Publishing House, 1990
¡Cantad al Seíior!, Editorial Concordia, 1991
Celebremos Su Gloria, Celebremos/Alianza, 1992
Himnario de Tesoros Musicales, Editorial Mundo Hispano, 1993
Mil Voces para Celebrar, Casa Editorial Iglesia Metodista, 1996
Cantos de Alaban::.a y Adoración: Songs of Praise and Worship,
Editorial Mundo Hispano, 1997 (Un himnario bilingí.ie)
460
La música para {a congregación
en los himnos tradicionales, porque muchas personas los cantan de memoria;
sería mejor eliminarlos completamente. Esto, entonces, es mi consejo sobre
el asunto:
(l) Donde se pueden hacer cambios "con remiendas invisibles" de tal forma que preserve
"el sentido. estilo y acentuación métrica" del orginal (la frase es de Erik Routley),
¡hágalo!
(2) Donde el cambio no sea posible dentro de las pautas antes mencionadas, cante el
himno como está, o busque otro para reemplazarlo.
461
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
Es Cristo de su Iglesia el fundamento fiel,
Su creación nueva somos por agua y Palabra;
Del cielo vino a buscamos, su Cuerpo verdadero somos,
Y 1ws compró con sangre, cuando en la cruz murió.
(¡Note que también se rechaza la metáfora de la "esposa" de la iglesia,
y hasta "él" para Cristo no es aceptable!) (original, NHP 306) (Traducción textual para este libro)
463
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a adoración
(histórica) de este libro, mencionamos las características positivas de los
himnos de experiencia en sostener la fe de la congregación evangélica. Los
evangélicos creemos en la experiencia cristiana personal, (en una fe que
destaca tanto la seguridad del creyente como su responsabilidad de testificar
de ella) y en el reconocimiento de la presencia de Dios en la vida cotidiana.
Entonces, es de esperar que esta verdad se expresaría en canto, siguiendo el
ejemplo tanto de Mmtín Lutero como de Carlos Wesley. 42 En la primera edi-
ción de este libro, respondimos a algunas de las críticas que han sufrido a
través de los años los que cantan los cantos evangelísticos~ no parece nece-
43
sario repetir ese material aquí, en parte porque los himnarios recientes de las
iglesias tradicionales ahora incluyen los mejores ejemplos del género y, en
parte, porque está declinando el interés en la forma, aun entre los grupos que
la han mantenido viva por 100 años.
Los evangélicos conservadores de hoy todavía apoyan un canto congre-
gacional distinto, pero su interés está más en la música de alabanza y ado-
ración de los carismáticos y las pocas canciones contemporáneas cristianas
que se pueden adaptar del repertorio ele los cantantes del mundo del espec-
táculo cristiano. A continuación mencionamos los principales himnarios en
inglés en esta tradición publicados en los últimos años:
Praise: Our Songs and Hymns (Alabanza: Nuestros himnos y canciones)
Singspiration, 1979
Hymns of Faith (Himnos de fe) Tabcrnacle, 1980
Hymns, Psalms, & Spiritual Songs (Himnos, salmos y cánticos espirituales)
presbiteriano USA, 1990
The Hynmalfor Worship ami Celebra/ion (El himnario para adoración y celebración)
Word, 1986
11ze Sin[?in[? Church (La iglesia cantando) Hope Publishing Co., 1987
Worslzip His Majesty (Adorad su majestad) Gaither Music Co., 1987
Rejoice (Regocijaos) Bautistas de Voluntad Libre, 1988
Worship the Lord (Adorar al Señor) Iglesia de Dios, 1989
Sing Jo:~-fully (Cantad gozosamente) Tabcrnacle Publishing Co., 1989
Sing His Praise (Cantad su alabanza) Asambleas de Dios, 1991
Songsfor Praise & Worship (Cantos para alabanza y adoración) Worcl Music, 1992
Sing to the Lord (Cantad al Señor) Iglesia del Nazareno, 1993
The Worshiping Church (La iglesia que adora) Hope Publishing Co., 1990
Songs of Faith and Praise (Cantos de fe y a1abanza) Howard Publishing Co., 1994
Renelv! (¡Renovad!) Hope Publishing Co., 1995
World Praise (Alabanza mundial) Jubílate Group, 1995
(en inglés y muchos otros idiomas originales)
Y en castellano tenemos:
Cancionero para la Iglesia de Hoy Núm. 1 (Casa Bautista de Publicaciones), 1982
464
La música para [a congregación
Cancionero para la Iglesia de Hoy Núm. 2 (Casa Bautista de Publicaciones), 1985
Cancionero para la Iglesia de Hoy Núm. 3 (Casa Bautista de Publicaciones), 1986
Cancionero para la lf?lesia de Hoy Núm. 4 (Casa Bautista de Publicaciones), 1993
De los libros en inglés, The Hymnalfor Worship and Celebration (El him-
nario para adoración y celebración) fue el tnás popular de todos, probable-
lltl'llte porque incluyó una gran cantidad de material de alabanza y adoración.
Su sucesor publicado por Word Songs for Praise and Worship (Canciones
para alabanza y adoración) es singular en que todos los cantos son contem-
1H mí neos, y la edición para el uso de la congregación solamente provee una
linea melódica para la mayoría de las selecciones. La edición especial para
líderes ofrece enlaces de modulación para uso instrumental y para mejorar las
transiciones al estilo carismático que ligan varios cm·itos sucesivos.
Parece que algunos creyentes evangélicos conservadores cstt.ín declaran-
do su identidad singular al no "cantar tod.o lo que creen de su teología".
( 'omo fue dicho antes, han tendido a adoptar una dieta limitada de música de
alabanza y adoración, a la vez que hacen caso omiso a las muchas letras com-
pletamente evangélicas de la explosión hímnica. Además, han abandonado
los materiales "populares" ele la herencia tradicional previamente menciona-
dos que son, en general, más fuette en lo poético músico y teológico que las
canciones favoritas que se popularizaron, gracias a los cantantes cristianos
que cantan por radio y televisión.
A la vez, no debemos ignorar la potencialidad en la música distintiva-
mente evangélica. Selecciones cuidadosamente elegidas de la música cris-
tiana contemporánea apelarán a los adoradores juveniles más que los cantos
cvangelísticos antiguos que todavía les gustan a las personas mayores. En los
6rdenes del culto del capítulo 12, fue sugerido que la música de alabanza y
adoración puede contri huir positivamente a un período de 1O minutos de
canto para prepararse para el culto. También es útil cantar antífonas y respon-
sorios que empiezan y/o terminan una selección más larga y como respues-
tas congregacionales. Estos motivos introductorios (antífonas) enfatizan el
significado de la letra; así que "Padre (Cristo, Espíritu), Te Amo" podría pre-
ceder y seguir al himno trinitario "Santo, Santo, Santo" (HB 1). Similarmente
"El Es Señor" o "Venid, Fieles Todos" (HB 72) podría proveer un "cuadro
musical'' para "Oh Cristo, Tu Ayuda Quisiera Tener" (HB 339) o "Te Amo,
Te Amo" (HB 40). Muchos de estos "himnitos" servirían como excelentes
respuestas congregacionales en varios momentos del culto. El corito "Buscad
Primero el Reino de Dios" (HB 373) podtía ser un llamado a la oración, y
"Te Amo, Dios" podría ser la respuesta.
465
¡'1\.?gocijaos! .La música cristiana en {a aáoración
Dos Experiencias del Canto Congregacional
Evangélico: Una Comparación
En mi propia tradición denominacional es común para una familia, al
mudarse a un nuevo lugar, visitar los cultos de adoración de varias congre-
gaciones antes de decidir de cuál se harán miembros. Se buscan respuestas a
las siguientes preguntas, que se consideran importantes: "¿Cuál iglesia tiene
el predicador más dinámico?" "¿Cuál iglesia tiene gente más amistosa?"
"¿Cuál iglesia tiene el mejor programa para jóvenes?" "¿Cuál iglesia tiene la
mejor música?"
La familia que va visitando varias iglesias en ciertas ciudades grandes
podría llegar a una de las grandes megaiglesias justo a tiempo para el "culto
de alabanza". El conjunto de adoración está en la plataforma con seis a ocho
cantantes talentosos de pie, cada uno con un micrófono en la mano. Los
instrumentistas están cerca tocando sintetizadores, guitanas y percusión,
todo conectado a un costoso sistema de sonido electrónico que bombardea
los sentidos. Sigue una serie de cOt·itos de alabanza y adoración, cada uno
resonando por el edificio con una intensidad y un volumen creciente. Hay
buenas transiciones entre un corito y otro: todos han sido cuidadosamente
ensayados, porque la meta es una de "caJidad profesional, para la gloria de
Dios". No hay necesidad de anunciar Jos títulos ni buscar la página en el him-
nario; cada canto es proyectado en la pared por un retroproyector justo al
momento de su introducción por el conjunto. El pastor no tiene que sugerir a
los músicos que elijan solamente cantos rítmicos o rápidos para entusiasmar
a la congregación y prepararles a escuchar con expectación el sermón,
porque todos los cantos tienen esas características. El conjunto invita a la
congregación a cantar con él, y/o palmotear en ritmo o moverse un poco con
su propia coreografía. Realmente no importa lo que hace la congregación: el
efecto total realmente no cambia, porque el edificio está lleno del sonido
amplificado del conjunto de adoración. Sin embargo, la experiencia general
es positiva, y todos parecen estar satisfechos con el resultado.
En contraste, otro domingo la familia llega a una iglesia más pequeña en
el vecindario. La congregación está valientemente luchando para cantar
'·Grande Es Tu Fidelidad" (HB 230) o ·'Gloria Demos al Salvador'' (HB 30)
con la sola ayuda de un piano viejo y un órgano pequeño, un director de canto
y un coro cuyo talento y cuyas voces apenas sobrepasan las de la congregación.
El sonido resultante es desilusionador al compararlo con la congregación
más grande. Bien podría ser que la familia tome una decisión a favor de la
megaiglesia.
Pero, ¿cuál congregación está ofreciendo su mejor sacrificio de alabanza
a Dios? La respuesta parecería obvia, si se mide por los decibelios en el
amplificador del sistema del sonido. Pero, ¿qué pasa si una minoría de la
466
La música para {a congregación
11lll1'.1'~gación de la mcgaiglesia está realmente cantando con cuerpo, mente,
I'IIHlciones y corazón? ¿Qué pasa si el contenido de sus cantos no es tan
1lllllpi~Lo, y no llega a la medida de su propia teología anunciada?
l•:s posible que cantando la música de alabanza y adoración con todo su
l'lllllllllto de músicos es nada más que música de presentación, cantada muy
hu·11 por un pequeño grupo de profesionales. Como tal, tiene que ser exitosa
llllllo presentación que le agrade tanto al pastor como a la congregación que
1'!1 ,•..,te sentido no tiene mucho discernimiento. Ya no hay problemas acústi-
111o.;, la electrónica resolvió todo. Ya no hay necesidad de enseñar himnos ni
th· animar a la congregación a participar con todo su corazón y voz.
l~t·itllllente no importa si la gente canta o no; eso es, hasta que uno recuerda
que la adoración es la obra del pueblo: fiel y obediente, a veces trabajo difí-
,·11 y doloroso que no siempre es "exitoso".
Algunos que observan la actual escena cultural insisten en que los him-
IHI"i y los himnarios son anticuados. Sin embargo, creo que para la mayoría
dt• las iglesias, nuevas formas de himnos tradicionales continuarán proveyen-
do 111aterial duradero para el canto congregacional. Tal vez se utilizarán
llll'llos himnos tradicionales, pero algunos continuarán considerándose esen-
riales. Pueden aparecer nuevos himnos en formas todavía no evidentes.
'l':tnto los materiales tradicionales como los nuevos deben ser seleccionados
y utilizados según las siguientes normas.
( 1) Seleccionar las mejores letras disponibles en todas las formas: him-
nos de adoración, cantos de experiencia y las formas "minimalistas".
< >ptemos en contra de algo "dudoso" a favor de lo mejor -siendo fieles a
lllll'~tra herencia bíblica, teológica y poética, desafiándonos a un discipulado
111aduro y dando testimonio de nuestra fe cristiana. Siempre debemos
rechazar la canción semireligiosa que no es una clara presentación de la ver-
dad d~l evangelio. Desde mi niñez, recuerdo el solo favorito "It's Real" (Es
real) por H.L. Cox, que habla de una experiencia espiritual "auténtica" en
cuatro estrofas extendidas con estribillos y casi no menciona la hase de nues-
tra fe ni el nombre de Cristo. Una balada más reciente escrita por Stuart
llamblen proclama: "lo que puede hacer Dios no es un secreto", ¡pero no lo
revela nunca en la canción!
1.os escritores de la himnodia pop siempre necesitan cuidarse de la
tentación de ser extremistas en su expresión de antropomorfismo: poner
atributos humanos a Dios. Es verdad que muchas veces no reconocemos (ni
t:n~cmos) que Jesucristo fue plenamente humano. Pero el remedio no se
467
¡~~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
encuentra en la ocasional expresión musical irreverente, que lo reduce a un
simple ser mortal, algo menos que el Dios/Hombre que es. En el pasado hubo
títulos tanto ridículos como blasfemos- como "My Jesus Is a Livin' Doll"
(Mi Jesús es un bonito muñeco). Tales casos hoy pueden ser menos fre-
cuentes porque el enfoque de mucha de la nueva música ha sido "la ado-
ración" en vez de la experiencia cristiana; sin embargo, "Heavenly Father,
Wc Appreciatc You" (Padre celestial, te aprecio a ti) parece ser menos que lo
ideal. Los seres humanos tenemos la tentación de mantener una u otra de dos
nociones idólatras contrastantes. Podemos concebir que Dios es tan trascen-
dente, tan apartado de nuestras experiencias de la vida, que no tiene control
de nuestras acciones cotidianas; o podemos moldearlo como un "compañero"
inmanente a nuestra propia imagen, pensando que de alguna manera,
podemos manipular a Dios según nuestros propios deseos. Mientras otros
pueden ser culpables del primer pecado, puede ser que los evangélicos
pecamos en el segundo.
(2) Usar un himno o canto por su significado preciso. Admitimos que
muchos himnos pueden ser interpretados en maneras diferentes. El himno de
Charles Wcsley "¡Oh Amor que Excede a Todos!" (HB 338) realmente es un
ensayo sobre la doctrina wesleyana de la santificación como una segunda
"obra de gracia", una experiencia de crisis espiritual; los no wesleyanos (y
muchos metodistas contemporáneos) probablemente lo cantan como un lla-
mado a madurar en el peregrinaje cristiano. Sin embargo, no es un himno
acerca del amor de Dios, excepto en el sentido de que Jesucristo es la encar-
nación de ese amor; la canción de oración se dirige a él. Otro ejemplo,
"Dame de Vida el Pan" de María Lathbury (CN 33) no tiene relevancia a la
cena del Señor; la autora estú hablando de la Palabra de Dios, el Pan de Vida.
(Una versión cantada en muchas iglesias lHB 248] tiene la letra modificada
por Guillermo Blair para referirse específicamente a la cena del Señor.)
Finalmente, ''Más Cerca, Oh Dios, de Ti" (HB 307) y "Salvo en los Tiernos
Brazos" (NHP 77) realmente no son apropiados para cultos fúnebres; el
primero habla de la relación íntima del creyente con Dios en la vida, y el
segundo enseña "la seguridad del creyente" en Cristo.
(3) Evitar prácticas que contribuyen a un canto sentimentalista, espe-
cialmente usar demasiado los cantos favoritos. ¡Esta es una práctica común
que recientemente ha sido demostrada al tocar constantemente las emisoras
radiales los favoritos entre los cantos evangelísticos o al compilar las publi-
cadoras contemporáneas una lista de los cantos más popularizados. Tal vez el
aspecto más negativo de la tradición de cantos evangelísticos es la tentación
de convertir estas expresiones efímeras en "clásicos". Originalmente se pu-
blicaron en tapa blanda con la expectativa de un tiempo de circulación muy
468
La música para fa congregación
lltnitado; la casa puhllcadora proyectaba, al año, ¡ofrecer una nueva
"l'o~ccha" de cantos! Sin embargo, los evangélicos parecen haber querido
t'itnonizarlos para la eternidad dejando que reemplazaran la himnodia tradi-
,·tonal y doctrinal en la adoración. El problema es que son demasiado super-
1wialcs, tanto en poesía como en teología, para sobrevivir tanta repetición.
¡' liu1to sentimentalismo en muchos casos engendra el desdén intelectual!
Nos recuerda también Erik Routley que para por lo menos el noventa por
t'll'llto de los cantantes cristianos "el placer de cantar los himnos está ligado
con su música". 44 Esto se aplica a los cantos evangelísticos y también a las
IIIH.·vas formas populares y folklóricas. Cuando la letra no es considerada
tlltportantc, el canto congrcgacional inevitablemente se convierte en un ejer-
cicio scntimentalista.45 En las páginas finales de este capítulo vamos a su-
gl·rir c6mo evitarlo.
La acústica
Es una necesií..l.td básica proporcionar buena acústica para que los can-
tantes aficionados se sientan cómodos al escuchar sus propias voces y las de
sus hermanos semados a su alrededor. Mucho del canto congregacional sufre
debido a que el ciclo raso es bajo o a que hay demasiada superficie cubierta
con tratamientos acústicos (alfombras, cielo raso acústico). Ya se han men-
cionado en el capítulo 12 las necesidades para tener en cuenta en el diseño
del edificio.
Factores n1usicaics
Ei buen canto congregacional también depende del liderazgo deJ coro y
los instrumentos que lo acompañan. La contribución del coro a la adoración
no se debe medir ante todo por la música coral cantada, sino por la ayuda y
el apoyo que presta en la enseñanza y dirección de los himnos. Se deben tocar
los instrumentos con ritmo seguro y suficiente volumen para apoyar el canto.
Se puede lograr la variedad (que resulta en mayor interés y una cualidad
"especial") a través del acompañamiento: agregando tanto piano como
órgano y ciertos instrumentos orquestales, especialmente los bronces y, a
veces, ¡el canto a cappella! El organista debe cambiar frecuentemente los
sonidos de registración; a veces, solamente para variar, pero más que nada,
para destacar los significados contrastantes entre las estrofas hímnicas. La
congregación puede cantar a voces o al unísono (todos en la melodía). Se
pueden utilizar las modulaciones y nuevas armonizaciones (si los tecladistas
pueden tocarlas convincentemente), 47 tanto los discantas vocales o instnt-
mentales como cuando la letra demanda un clímax en la estrofa final.
Hay algo más importante que cantar himnos con mucha emoción. Esto es
cantar himnos para que sean significativos, de una manera que la letra efi-
cazmente comunique un mensaje significativo al cantante o que exprese una
respuesta cognoscitiva y emocional, en alabanza, en oración o en testimonio.
Este tipo de experiencia cúllica ocurre raramente a menos que Jos pastores y
ministros de música tengan fue1tes convicciones acerca de la importancia del
canto congregacional, entiendan el significado de la letra hímnica y plani-
fiquen sabiamente la preparación de los cultos de adoración.
Frecuentemente los líderes de adoración subestiman el desafío que
enfrenta la congregación al tratar de "cantar con el entendimiento". Se espera
de personas con poca preparación musical que lean una letra teológica pro-
funda en forma poética, que ajusten las sílabas consecutivas a una melodía (o
aún más difícil, a otra voz de armonía) y al haber concluido el himno, que
comprendan exactamente lo que acaban de cantar. Entonces sucede que
472
La música para {a congregación
111111 llo~·.
1nngregaciones prefieren que el canto sea ejecutado por expettos o,
·.t 111 111'11 que cantar, su repe1torio se limite a cm·itos simples de alabanza y
11d1•1·" 11111. Sin duda, los líderes deben hacer lo posible para que la pmtici-
1'"' 11111 11111gregacional sea lo más natural posible, y deben ir "la segunda
1111ll.t · 1'11 hacer claro el significado de la letra hímnica.
1khiera ser evidente que no todos los himnos deben enfatizar el tema del
'-.l'lllu)n, aunque para algunos pastores (quienes consideran la adoración prin-
l'lpitllllcnte en términos de la predicación) esto parece ser lo ideal. Por
""PIIcsto, algunos himnos deben reforzar específicamente el tema del ser-
lllt in, las lecturas bíb1icas y/o el significado del día (p. ej., Domingo de
Pl·ntccostés).
473
¡~gocijaos! .La música cristiana en {a aáoración
director de canto quien de repente anuncia "cantemos sóla la primera y la ter-
cera estrofa", o peor aún, "cantemos solamente la primera estrofa". La acti-
tud expresada parece ser ''basta cantar una tonada dos veces". Se escribe un
himno para expresar una idea completa, con una progresión y un desarrollo
de pensamiento del comienzo al final. Con frecuencia ya ha sido abreviado
(¡esperamos que con cuidado!) por los editores de los himnarios reconocien-
do que nuestros cultos a veces no son tan largos como los de nuestros
antepasados. Cuando abreviamos un himno aún más y, particularmente,
cuando omitimos estrofas sin una razón específica, damos la impresión que
la letra no importa.
474
La música para [a congregación
la evidencia más grande del amor eterna] de Dios es su presencia con nosotros cada
día. en la serenidad que acompaña el perdón de nuestros pecados y nuestra esperanza
de una vida eterna junto con él (estrofa 3).
llistorias de himnos
475
tR..~gocijaos 1 La música cristiana en [a aáoración
Técnicas de ejecución para entender mejor los himnos
Una de las técnicas usadas durante los primeros años de la Reforma para
estimular el canto "con el entendimiento" ha sido olvidada por la iglesia. Los
luteranos preservaron la práctica del Antiguo Testamento de alternación en el
canto: una estrofa congregacional era seguida por una estrofa cantada por el
coro, y ésta muchas veces en una forma más desarrolladaY De ese modo la
congregación y el coro podían meditar (turnando) en el significado de la letra
mientras el otro grupo cantaba. Similarmente, una estrofa podía ser tocada
por el instrumentista (o los instrumentistas) y los demás podían concentrarse
en la letra.
También se ha sugerido que el significado de la letra se adara cuando se
invita a la congregación a leer la letra en voz alta en el culto. Sin la música
"distrayente", de repente se puede entender la letra.
(l) Salmos: "El Rey de Amor Es Mi Pastor" (HB 329, Salmo 23)
(2) Himnos: "Con Cánticos, Señor" (HB 44, Cummins/Darwall)
(3) Cánticos espirituales: "Aleluya" (HB 435, coro contemporáneo)
(Bosquejo modificado para incluir himnos en castellano.)
476
La música para [a congregación
1 1) Al moldear el carácter. "Pues tu deseo es mi querer"
(2.) Al limpiar la vida. "Lávame y quita toda maldad"
( 3) Al inspirar con poder. "Cura mis llagas y mi dolor.
Tuyo es ¡oh Cristo!, todo poder"
Festivales de himnos pueden ofrecer una buena oportunidad para que una
congregación desarrolle su entendimiento hímnico. Tales ocasiones incluyen
muchos himnos, algunos nuevos, todos presentados en un contexto que enfa-
tiza el significado de la letra. A continuación va un bosquejo de un festival
basado en nuestras creencias cristianas, que incluye muchos himnos tanto
"nuevos" como conocidos. El líder del culto explica la relación entre cada
himno y un principio de la fe antes de que se ·cante.
Tema: Creo
477
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
El perdón de los pecados
"Gracia Admirable" (HB 183)
Y la vida etemal
"Hay un Mundo Feliz Más AlJá" (HB 508)
!Bosquejo modificado para incluir himnos en castellano.)
478
La música para [a congregación
culto que preceden al sermón, la congregación asumirá que su participación
también es opcional. En otras palabras, ciertas tareas pastorales que tienen su
importancia como notar quiénes están presentes y ausentes en la reunión o
repasar los apuntes del sermón deben ser realizados en otro momento, ¡no
durante el canto coral ni el canto congregacional!
Resumen
481
¡'.1\ggocijaos! La música cristiana en (a adoración
El Organo en la Iglesia
Un vistazo histórico
Aunque la "flauta" mencionada en Salmo 150:4 puede haber sido una de
las precursoras del órgano moderno, el primer "antepasado" que se puede
identificar probablemente es el hydraulis egipcio (tercer siglo, a. de J.C.) en
el cual el origen de viento era controlado por el agua. Otro precursor apare-
ció en el coliseo romano y posiblemente ¡fue tocado como acompañamiento
mientras los mártires cristianos eran ajusticiados! Probablemente ambos eran
bastante rústicos en términos tonales, con mucho volumen y poca sutileza. La
aristocracia europea tenía órganos en sus palacios antes del año 900, y en el
siglo X, ¡la catedral de Winchester en Inglaterra gozaba de un instrumento
que se hacía andar con la fuerza de 26 fuelles operados por 70 hombres!
Aparentemente el órgano llegó a ser el "instrumento de la iglesia" en mayor
parte por su gran potencia y mucho volumen: una gran cantidad de sonido
ahora podía ser producido, suficiente para llenar una gran catedral. También,
mientras otros instrumentos de viento podían tocar solamente una nota a la
vez (dos, si se contaba el roncón), cuando al órgano fue agregado el teclado
moderno sus ejecutantes podían hacer sonar cuántas notas tuvieran dedos,
¡en adición de hasta cuatro más con la pedaleral
Por supuesto, los primeros órganos eran extremadamente primitivos en
comparación con los instrumentos modernos. Hasta el siglo XIII no se utilizó
un teclado; las primeras teclas medían entre siete a diez centímetros de ancho
y eran golpeadas con el puño desde una distancia de 30 centímetros. Por el
año 1361 un órgano grande con una pedalera rudimentaria se fabricó en la
ciudad de Halberstadten en el centro de Europa.
Durante el Renacimiento, la fabricación de órganos prosperaba principal-
mente en Alemania y los países bajos, donde un instrumento de tres teclados
y pcdalera, comparable a algunas instalaciones modernas, fue producido
antes de 1600. En otras partes de Europa el progreso fue mucho más lento;
los órganos grandes con pedaleras completas no aparecieron en Inglatena,
Francia e Italia hasta el siglo XIX.
No tenemos una idea clara de cómo se utilizaba el órgano en la edad
media. Sin duda, servía para fijar el tono para el canto llano, las misas y los
motetes polifónicos. La musicología moderna ha probado que lo que antes
creíamos en el sentido de que toda música medieval era cantada a cappella
no era correcto; frecuentemente las diferentes voces eran dobladas o aún
reemplazadas por varios tipos de instrumentos, incluyendo el órgano. Hasta
el siglo XVII el órgano era usado frecuentemente en lo que se llama alterna-
tim praxis (práctica alternada); en esa tradición, secciones cantadas de la
misa se alternaban con secciones ( versettos) tocadas.
482
.La música para {os instrumentistas
Como hemos notado en capítulos anteriores, en el siglo XVI a los líderes
dl' la Reforma no les gustaba la música instrumental en la iglesia, y al prin-
l'ipio no se utilizaban los órganos con el canto congregacional. En las prácti-
cas luteranas y anglicanas del siglo XVII comenzaron a escucharse los
t)rganos con mayor frecuencia como acompañamiento para el coro y después
para los himnos y salmos cantados por la congregación. En la tradición ale-
mana, el preludio coral emergió como una composición para órgano basada
en una tonada hímnica para ser tocada como introducción al canto del himno
mismo; curiosamente, por algún tiempo era costumbre tocar el preludio
coral y después cantar el coral (himno) sin acompaíiamiento.
Los primeros separatistas británicos siguieron el ejemplo de los angli-
canos puritanos de rechazar completamente la música instrumental. Muchos
de ellos continuaron esa prohibición hasta bien entrado el siglo XIX, tanto en
<iran Bretaña como en Norteamérica, especialmente entre los gmpos calvinistas.
('u ando llegó el momento en que las iglesias más pequeñas tuvieron la liber-
tad de introducir un instrumento de teclado en el culto de adoración, ya se
había desarrollado el armonio. En términos de tamaño, estos instrumentos
l'ran comparables a los pequeños órganos portativ (portátiles) que habían
l'Xistido desde la edad media. Después de 1850, los armonios eran comunes
l'll las iglesias que no podían, por razones económicas, tener un órgano de
tubos. En las primeras "escuelas de canto" y déspués en el ministerio evan-
gclístico de Moody y de otros, fue una práctica común que los líderes de
canto dirigieran el canto congregacional mientras que ellos mismos tocaban
el armonio y también acompañaban sus propios solos.
Pocas iglesias del siglo XIX hubieran considerado usar un piano en los
cultos de adoración ¡porque el piano se consideraba un instrumento secular,
y no apto para propósitos sagrados! 2 Fue durante las primeras campañas
cvangelísticas del siglo XX, con las cuales se asocia a Charles M. Alexander,
que se utilizaron los pianos por primera vez. En los grandes auditorios donde
se realizaban las reuniones, ¡un órgano de tubos cualquiera no era conside-
rado suficientemente flexible como para apoyar la dirección coral y congre-
gacional espontánea! ¡Alexander resolvió el problema instalando dos pianos
de cola, tocados por dedos fuertes! Como resultado, ese instrumento de per-
cusión de teclado empezó a ser aceptable, y pronto llegó a ser usado por las
congregaciones evangélicas para la adoración en la iglesia local. Ahora no se
cuenta mayormente con armonios, y nuestras iglesias más pequeñas muchas
veces usan un piano pequeño para el acompañamiento.
En las décadas de 1920 y 1930, el mismo proceso de aceptación ocurrió
(posiblemente con resultados menos deseados) en ciertas iglesias que habían
comprado o heredado un órgano de teatro de cine que había sido descartado.
483
¡1?.f,gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
En esa época, muchos evangélicos no iban al teatro ni escuchaban su músi-
ca, pero sí encontraban los tonos de ese instrumento con su registración tan
singular (con fuertes trémolos) agradables a sus oídos. Más aún, el "sonido
teatral" parecía compatible con el estilo de los cantos evangelísticos que la
congregación cantaba. ¡Es curioso que esa aparente incongruencia molestara
a pocos pastores y miembros de las iglesias! Estos órganos teatrales fueron
utilizados hasta que no daban más o hasta que las iglesias descubrían que
realmente no eran ideales para acompañar toda su gama musical.
El primer órgano "eléctrico" (Hammond) apareció cerca de 1935 y pron-
to fue utilizado ampliamente, ¡tanto en iglesias, como en emisoras radiales,
teatros y bares! Después de todo, se podía comprar por una fracción del costo
de un órgano tradicional y el mantenimiento era mínimo. Su sonido se
parecía sólo vagamente al de un órgano de tubos, pero sí producía tonos
sostenidos.
Desde 1950, Nmteamérica ha visto un avivamiento en el diseño y fabri-
cación de órganos de tubos. Una consecuencia del Orgelbewegung
(movimiento de órgano) en Alemania, ayudado por los esfuerzos de Albert
Schweitzer en los primeros años de este siglo, era que Jos diseñadores de
órganos han cambiado su dirección en cuanto al registro tonal, alejándose de
los pesados sonidos del típico órgano romántico (inglés-americano) que fue,
por lo menos, ''pariente lejano" del órgano teatral. Algunos fabricantes con-
temporáneos intentan recrear el estilo del órgano barroco alemán del
siglo XVII. Otros están produciendo órganos eclécticos que combinan en un
solo instrumento características tonales alemanas, francesas, inglesas (y a
veces, hasta italianas y españolas), lo que, como resultado, fielmente repro-
duce la música de todas esas tradiciones. Los actuales órganos de tubos son
mucho más transparentes y coloridos en su diseño tonal que los de la
generación anterior; sin embargo, a menos que los instrumentos sean "tem-
plados" con cuidado, a veces suenan demasiado estridentes en los templos
norteamericanos con acústica deficiente.
Durante los últimos 50 años, se ha logrado un gran progreso en el diseño
y fabricación de órganos electrónicos. Ciertas empresas han producido
instrumentos que imitan mejor el sonido del órgano de tubos y hasta han
combinado tubos con componentes electrónicos.
484
.La música para fos instrumentistas
sonido que resulta singular; en la opinión de muchos, esto automáticamente
lo descalifica como un auténtico instrumento musical. Ningún organista serio
prefiere realmente un instrumento electrónico más que un órgano de tubos.
Pero muchos organistas han tocado recitales en comunidades y en auditorios
donde no hubieran podido tocar sin la instalación provisoria de un órgano
electrónico.
Invariablemente el debate sobre si una iglesia debe comprar un instru-
mento u otro se relaciona con cuestiones económicas: la inversión inicial y el
costo de mantenimiento. Muchas iglesias simplemente no consideran la posi-
bilidad de instalar un órgano de tubos, creyendo que no conviene comprar un
instrumento tan costoso cuando un sustituto más económico puede servir.
1kspués de todo, dicen, el miembro promedio "no puede discernir la diferencia".
Por supuesto un organista capacitado encuentra un contraste marcado entre
el órgano de tubos y los modelos electrónicos. Se pueden comparar tonos
individuales, pero el conjunto total del mejor instrumento electrónico sim-
plemente no puede duplicar el sonido pleno y sano de un órgano de tubos.
Es verdad que la inversión inicial contando con especificaciones similares
será muy diferente; uno pagaría hasta cuatro veces más por el órgano de
tubos más económico que por el mejor órgano electrónico. Pero también es
verdad que un instrumento electrónico no puede rendir un sonido tan firme
como ,el de un órgano de tubos con las mismas ·especificaciones. El instru-
mento más pequeño puede producir suficiente volumen si se emplean sufi-
cientes amplificadores y altoparlantes. Pero la definición tonal- la claridad,
hermosura y variedad del sonido- será muy inferior.
Uno también necesita considerar la probabilidad de que el equipo llegue
a ser obsoleto. Hasta ahora, un órgano electrónico tenía que ser reemplazado
antes de 20 años. La ciencia electrónica avanza tan rápidamente que aún un
buen órgano es obsoleto dentro de ese lapso. En contraste, muchos compo-
nentes de un órgano de tubos se usan durante generaciones. Además, los
avances recientes en el diseño de órganos de tubos han bajado considerable-
mente el alto costo de mantenimiento. Ciertas empresas están fabricando
cajas con acción mecánica, similares a las empleadas en los antiguos órganos
de tracción mecánica que son activadas por solenoides eléctricos, para que no
sea necesario reempl&zar periódicamente los contactos eléctricos y/o los
"cueros". Los registros por "combinaciones" que cambian la registraci6n
ahora están utilizando técnicas computarizadas, 3 y esto reduce los costos de
mantenimiento y mejora su rendimiento.
En otras palabras, a la larga, en iglesias donde el espacio es adecuado, 4 la
instalación de un órgano de tubos puede resultar menos costoso que comprar
una sucesión de sustitutos electrónicos. Invariablemente, la decisión final
485
¡~gocijaos! .La música cristiana en [a adoración
tiene que tomarse sobre la base de cuál instrumento es mejor para una igle-
sia particular. Si una congregación, en colaboración con sus líderes musi-
cales, decide que un órgano de tubos suple un tono superior y contribuirá a
un ambiente de adoración, y si la iglesia puede hacer la inversión necesaria,
eso es lo que debe hacer. El concepto de instalar un instrumento digno y
costoso -como "frasco de alabastro" de María al ungir a Cristo con perfume
muy costoso5- puede ser un símbolo de nuestro amor a Cristo. En contraste,
si la iglesia no tiene esa convicción -después que sus músicos más entendi-
dos, incluyendo los organistas, han sido consultados- debe comprar el
mejor instrumento que pueda, dentro de sus posibilidades.
¡Una advertencia final! La decisión de comprar un órgano electrónico
cualesquiera, no se debe tomar en base de un discurso sobre teoría electróni-
ca presentada por un vendedor. La iglesia debe comprar el órgano que suene
mejor (que suene más como un órgano de tubos) y el que, a la larga, le dará
mejor rendimiento. La decisión en cuanto al tono debe ser tomada por una
comisión que incluya organistas capacitados quienes conocen cómo suena un
buen órgano de tubos. Si la iglesia no tiene tal persona en su congregación,
sería sabio contratar a alguien que pueda dar estas opiniones técnicas. El laico
promedio no está calificado para tomar decisiones sobre detalles del sistema eléc-
t.Iico o de desagüe de la iglesia; tampoco se debe esperar que pueda hacer
recomendaciones válidas sobre qué "sonido de órgano" es más apropiado.
488
La música para [os instrumentistas
una completa separación títmica (en tempo) en el acompañamiento del
l')rgano en los momentos que la congregación debe aspirar al cantar.
Normalmente, todas las tonadas hímnicas tradicionales deben ser tocadas
sin fluctuaciones en tempo, y la introducción debe establecer el tempo con
claridad. La estrofa final de un himno puede ser tocada un p.oco más alarga-
do, y la frase final probablemente debe tener un marcado ritardando de
cadencia.
Por lo ya mencionado, resulta evidente que se deben ensayar los
acompañamientos hínmicos con cuidado cada vez que han de ser tocados.
Una vez en una conferencia para organistas escuché a la reconocida peda-
goga Mildred Andrews decir que:
( 1) Al ensayar los himnos, ella tocaba cada estrofa. Esto sugiere que diferentes
palabras pueden requerir cambios en fraseo, rcgistración, etc.
(2) Al ensayar, ella también cantaba cada voz: soprano, contralto, tenor y
bajo. Obviamente, al hacer esto, s~ aprenderá la tonada, y casi se
podrá tocar de memoria.
Tocar acompañamientos
489
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
ser que esta práctica continúe porque, en nuestra cultura electrónica, cada
momento está lleno de algún tipo de sonido. De hecho, es particularmente
evidente en la iglesia que transmite su culto por radio o televisión.
Aparte de las necesidades de la radio o la televisión, ¡debemos recordar
que la música constante puede aburrirnos igual tanto como no tener nada de
música! Existen argumentos válidos para tener un período ocasional de silen-
cio total: para contrastar con el sonido y para permitir que la congregación
tenga una oportunidad de adorar en forma completamente personal. A la vez,
siempre es bueno tener a un interludio ocasional (particularmente para dar
oportunidad a que todos tomen asiento), y éstos son mejor improvisados. El
arte de la improvisación apenas está llegando a ser considerado seriamente
en la educación norteamericana. Siempre ha sido un requisito para los músi-
cos eclesiásticos europeos, y los organistas hábiles deben ser capaces de
basar su crea ti vi dad tanto en melodías como en armonías. El material
melódico para un buen interludio puede ser derivado de un himno o anthem
coral previo, y el resultado final debe ser tocado ocasionalmente con "pleno
órgano". Para el organista quien todavía está aprendiendo a improvisar, exis-
ten colecciones de interludios y composiciones muy cortas.
También es una práctica bastante común en ciettas iglesias que el organista
toque música de fondo durante las oraciones, y a veces durante una oración
pastoral larga. La hipótesis parece ser que la música del órgano ayuda a la
congregación a entender que está hablando con Dios. Lo que realmente
ocurre puede ser menos que deseable, ¡si da a la congregación un vago sen-
tir, místico pero distrayente, mientras que el pastor habla a solas con Dios!
Los pastores y los organistas deben tener en cuenta que muchas personas
escucharán la música y no la oración. Si el organista usa una tonada hímnica
conocida, la atención de los oyentes puede ser dirigida a la letra; si es una
improvisación (que para mí es mejor), los músicos presentes pueden estar
siguiendo y evaluando la "composición instantánea". No necesitamos "músi-
ca ambiental" para comunicarnos con Dios; realmente es un impedimento a
una adoración coherente y cognoscitiva. Si es de ayuda preceder una oración
con unos pocos momentos de sonido de órgano, ¡adelante! Pero la música
debe cesar cuando el pastor comienza a orar.
490
La música para [os instrumentistas
1~n la tradición inglesa, el voluntary se define como una "pieza para órgano
que se toca en relación con el culto de adoración".
En la adoración norteamc1icana promedio, la música puramente instru-
mental se limita usualmente al preludio, ofertorio y postludio. El primero de
estos se ve como una "preparación para la adoración"; frecuentemente en el
boletín aparecía una advertencia: "El preludio en el órgano puede servir
como el velo que nos envuelve en la presencia de Dios," o algo similar. Se le
anima al adorador a que utilice el tiempo para orar y prepararse para una
experiencia plena de adoración. Sin embargo, en las iglesias evangélicas,
muchas veces la música es simplemente un fondo para la conversación de la
congregación. Es hora que hagamos frente a este asunto. La comunión
fraternal cristiana es uno de los aspectos importantes de la vida de la iglesia;
¡si es la actividad más significativa que precede al culto de adoración, no
debe ser impedida por una música irrelevante en el órgano!
Por otra parte, es importante prepararse para la adoración. En el pasado,
muchas familias evangélicas comenzaban esta preparación el día sábado.
Todas las importantes necesidades familiares relacionadas con la ropa, comi-
da y el aseo personal eran atendidas de antemano, para que el día do{Ilingo
pudiera ser completamente dedicado al reposo y a la adoración de Dios. Si se
iba a observar la cena del Señor, se tenía un culto de preparación el sábado
por la tarde. En nuestra vida frenética del siglo XX, a menos que estemos
satisfechos de entrar bruscamente en la presencia de Dios, tenemos que
desarrollar medios eficaces de prepararnos para la adoración. Si la música en
el órgano puede ayudar a satisfacer esta necesidad, se debe permitir que lo
haga.
En algunas iglesias en que el preludio-conversación ha sido la norma
tradicional, se ha enfrentado este desafío en maneras interesantes. Al reunirse
en el santuario, se le permite a la congregación saludarse o quedarse quieta,
como prefiera. Diez minutos antes de la reunión el pastor u otro ministro pre-
senta los anuncios importantes para la semana, clausurando sus palabras con
una admonición: "Desde ahora, adoremos a Dios". Empieza el preludio en el
órgano, y el culto se va desarrollando hasta su conclusión.
Con frecuencia surge la pregunta: "¿Qué tipo de música es la correcta
para un preludio en el culto no litúrgico?" Algunos organistas siguen la prác-
tica de usar preludios basados en las tonadas hímnicas, y otros simplemente
tocan selecciones del himnario. Algunos siempre tocarán música artística (no
relacionada con los himnos) o preludios corales (basados en las tonadas hím-
nicas luteranas) que probablemente son identificadas por una típica congre-
gación no luterana como "artística". Para los que insisten que esa práctica
siga, respondería que cuando Juan Sebastián Bach utilizaba los preludios
491
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
corales en sus cultos, la tonada era reconocida por cada miembro de la con-
gregación. Por otro lado, si la música de hoy para el órgano siempre está
basada en un himno conocido, podemos estar limitando la libertad de la con-
gregación en su preparación para la adoración. En vez de permitir que cada
persona se prepare a su manera, estamos dirigiendo su atención a la letra de
un himno específico que puede no relacionarse con las necesidades inmediatas
de la persona. La cuestión es ¡si es mejor que los adoradores se les aliente a
buscar su propio camino de preparación para adorar a Dios, o si es mejor diri-
girlos con el órgano!
Los dos tipos de música son potencialmente significativos para meditar.
En por lo menos una ocasión, nuestra congregación escuchó una música
barroca ti'ancesa tocada en el piano mientras se distribuían los elementos de
la cena del Señor. Igualmente, los preludios basados en tonadas hímnicas son
otra buena posibilidad. Tal vez la variedad es la clave. Es lamentable si una
persona no puede tener una experiencia válida de adoración aparte del medio
"usual" de expresión. Aunque reconocemos que ciertos sonidos llegan a ser
símbolos del ethos que nos ayudan a adorar, ¡debemos ser capaces de llegar
a la presencia de Dios con otros sonidos, o sin sonido alguno!
Pero, ¿cuáles tipos de música artística para el órgano deben ser tocados
en el culto? Obviamente, hay límites, tal vez más para el preludio y el ofer-
torio que para el postludio. La mayoría de los organistas tiende a favorecer la
música de los períodos renacentista y barroco, tal vez porque estos sonidos
son similares a los cantados muchas veces por los coros en las iglesias.
Generalmente la música del romanticismo del siglo XIX es evitada, por su
énfasis en la imaginación no disciplinada, la música "programática" y el indi-
vidualismo de este período. El "Preludio y Fuga Sobre los Tonos B-A-C-H"
de Franz Liszt (B-A-C-H según los nombres alemanes de los tonos musicales
significa Si bemol, La, Do, Si becuadro) y la música de Debussy son escasa-
mente aptos, porque no se puede hacer una declaración religiosa positiva con
una música que depende tanto de acordes disminuidos o armonías impre-
sionistas. Además, no se debe usar ninguna música que llame tanto la aten-
ción a sí misma (por el estilo del compositor o la técnica del ejecutante) que
no pueda ser un medio para enfocar nuestra atención en Dios.
En el culto evangélico, el ofertorio (ofrenda) es asociado solamente con
la "colecta". 6 Idealmente, la ofrenda es una respuesta tanto real como sim-
bólica a la Palabra de Dios, en reconocimiento que todo lo que somos y lo
que tenemos pertenece a Dios. Personalmente, prefiero no tener música
instrumental en este momento del culto. Es posible que los músicos y la con-
gregación puedan ofrecer un sacrificio de alabanza en un sonido musical, a
la vez que se levanta la ofrenda. Pero es más probable que, para la mayoría
492
La música para [os instrumentistas
de los adoradores, sirva más como un placentero interludio musical en que
hay poco o ningún acto espiritual. Es preferible un sacrificio verbal: un
himno congregacional, una selección coral o hasta un solo. La letra puede
relacionarse con el tema del mensaje, o puede ser otra expresión de alaban-
/a. Una vez que comienza el drama de adoración, no conviene intern1mpirlo
teniendo un momento en que favorece a que la mente se distraiga o en que la
gente se le deje que satisfaga sus instintos placenteros al disfrutar la obra de
un compositor o el tecnicismo del organista. Si no se puede evitar una selec-
L'iün instrumental -y, por supuesto, el órgano puede ser apoyado o aún
reemplazado por otros instrumentos- me parece sabio tocar un arreglo hím-
uh.:o, posiblemente uno asociado con letra que expresa la dedicación o la
111ayordomía.
El postludio debe reflejar el sentir al terminar el culto de adoración.
Normalmente, puede ser una expresión celebrativa de la "iglesia saliendo
para adorar y servir" en el mundo. En algunas ocasiones, sin embargo, es
posible que la congregación debe salir del templo en absoluto silencio; p. ej.,
al terminar un culto de Jueves Santo o después de un culto evangelístico en
que la presencia del Espíritu de Dios se ha manifestado con poder y convicción.
493
¡1\ggocijaos! .La música cristiana en [a aáoración
competentes en la iglesia deben llegar a ser maestros, alentando a otros en la
congregación y en la comunidad en general a estudiar el órgano. Los comités
coordinadores de las iglesias deben aprovechar al máximo sus instrumentos;
¡la mayoría de los órganos sufren el deterioro más por la corrosión que por
el uso! Los organistas que no se sienten competentes deben buscar un profe-
sor calificado en un conservatorio musical; o en otra iglesia. Las técnicas
normativas utilizadas por todos los organistas capacitados son válidas para el
uso en el culto evangélico y pueden ser aplicadas a nuestra literatura distintiva.
El Piano en la Iglesia
En cuanto el piano empezó a utilizarse para tocar la música evangelística
en las cruzadas en las primeras décadas del siglo XX, también las iglesias que
utilizaban muchos de los mismos estilos musicales lo adoptaron. Usualmente
era tocado junto con el órgano, aunque a veces se tocaba sin el órgano como
acompañamiento para solos y conjuntos. Durante las últimas dos décadas, en
que una música altamente rítmica ha sido introducida en el santuario, una
cantidad creciente de las iglesias tradicionales ha agregado el piano a sus
recursos instrumentales.
Hay que recordar que los pianistas enfrentan un desafío particular cuan-
do se les pide tocar un himno tradicional en el piano. El estilo de armonía
escrito a cuatro voces no representa un estilo pianístico; si se tocan solamente
estos cuatro tonos, la contribución del instrumento es mínima. Los primeros
pianistas "evangelísticos" encararon este desafío desarrollando estilos de
improvisación que son similares a los del }a~~ y de otros músicos que ejecu-
tan la música popular y comercial. Llegó a llamarse "tocar de oído" y pro-
bablemente se originó con pianistas como Robert Harkness y Henry
Barraclough, dos que tocaban para las reuniones evangelísticas en que
Charles M. Alexander dirigía el canto en los primeros años de este siglo. El
Sr. Harkness escribió una serie de lecciones, Evangelistic Piano Playing
(Tocar el piano en estilo evangelístico), que por muchos años él mismo dis-
tribuyó como curso por correspondencia; eventualmente fue publicado en un
solo libro. 7 En la comunidad fundamentalista en que me crié, se esperaba que
todo pianista tocara "de oído". Mayormente éramos autodidactas; nuestra
única ayuda era imitar los estilos de nuestros propios compañeros.
Hoy algunas iglesias utilizan el piano tanto como el órgano en todos los
cultos habituales de adoración. Otras tienden a restringir el piano al culto
vespertino, en que una música de testimonio más informal es la norma.
Obviamente, el piano aporta efectos musicales que el órgano no puede pro-
ducir, y no se debe excluir su uso en la adoración. A Ja vez, si los dos
instrumentos son utilizados constantemente, la variedad y la flexibilidad
494
.La música para {os instrumentistas
pueden ser limitadas, especialmente si tienden a tocar exactamente las mis-
lilas notas.
En el culto matutino, el uso de los dos instrumentos para los himnos sig-
nilka que un director ele canto es una "necesidad"; de otra manera, los dos
instrumentistas intentarán guiar a la congregación, y probablemente no
loearán exactamente juntos. Si se toca bien un buen órgano y solamente se
usan los himnos tradicionales, el piano agrega muy poco al canto congrega-
dona!. En el culto vespertino, en que la dirección de cantos evangelísticos y
l'oritos es la norma, los dos instrumentos pueden ser utilizados provechosa-
lllente. Aun en este caso, de vez en cuando es sabio usar cada uno en forma
individual y aún a veces cantar sin acompañamiento. Cuando el organista y
pianista tocan juntos, si los dos improvisan, deben ponerse de acuerdo que en
l'iertas estrofas uno llevará la melodía mientras que el otro agregará variedad
111clódica, rítmica y armónica.
Los mismos principios son aplicables al acompañamiento de un solo o un
ronjunto. Especialmente cuando se hace uso de la improvisación, aun los
mejores instmmentistas necesitarán ensayar lo suficiente como para mantenerse
hien coordinados entre sí y con el solista/grupo; a veces puede ser mejor usar
L'l órgano y a veces el piano. Al utilizar los dos instrumentos con el coro, nor-
lllalmente no hay dificultad porque siempre hay un director de coro. Sin
L'mbargo, a veces es contraproducente que los-dos instrumentistas toquen la
"partitura completa". En vez de esto, idealmente el acompañamiento debe ser
dividido, asignando al piano los motivos más pianísticos (arpegios, acordes
repetidos) y asignando al órgano los sonidos más prolongados de la música.
En la actualidad, el arte de la improvisación en el teclado ha llegado a
tener una importancia creciente en el uso de los cm·itos de alabanza y ado-
ración, en que los instrumentistas tienen que hacer nítidas transiciones y
modulaciones entre las diferentes selecciones. 8 Tocar en estilo cvangclístico
en el piano también ha recibido mucha atención a través de la comunicación
masiva y las grabaciones comercializadas religiosas. En los años cuando la
radio era el principal medio electrónico de comunicación, la mayoría de los
evangélicos podía identificar en forma instantánea el estilo "de tocar octavas
continuas con la mano izquierda" de Rudy Atwood, quien tocaba el piano
para cierto programa famoso en los Estados Unidos. En nuestros días la
creatividad distintiva de Tedd Smith, Dino Kartsonakis, Kurt Kaiser, Don
Wyrtzcn, John Inncs, Ron Boud y los hermanos canadienses Bowker son
conocidos por todos. Se pueden comprar en las librerías cristianas sus arre-
glos de tonadas de himnos y utilizarlos como preludios, ofertorios o postlu-
dios, para sustituir ocasionalmente al órgano. Además, existe ahora una gran
cantidad de arreglos para órgano y piano en conjunto, incluyendo acom-
pañamientos y nuevas armonizaciones para el canto congregacional.
495
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
Los pianistas deben recordar también que, como los organistas, no tienen
que restringirse a la música hímnica. Mucha de la literatura tradicional es
apropiada: movimientos seleccionados y piezas de Beethoven, Schubert,
Mendelssohn, Schumann y Chopin, tanto como otros compositores más
recientes, y mucha música para clavier (clavicordio, clavecín) de los perío-
dos renacentista y barroco, incluyendo las armonizaciones corales de Juan
Sebastián Bach. El uso de este material en situaciones apropiadas contribuye
tanto a la variedad como a la maduración en la adoración evangélica.
497
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
coros no acompañados en las instituciones universitarias norteameiicanas
hasta 1940. En algunas instancias, la tradición persiste aún.
La escena norteamericana
A fines del siglo XIX, apareció la guitarra entre los inmigrantes escandi-
navos, especialmente entre los de la tradición de la iglesia libre. Su uso se
había popularizado en Suecia por el uso que le dio Osear Ahnfelt (1813-
1880), músico itinerante del avivamiento pietista en dicho país.
Eventualmente los evangélicos escandinavos desarrollaron "bandas de cuer-
das" que incluían mandolinas y guitanas y, ocasionalmente, un bajo. Las
bandas de cuerdas se usaban para acompañar su propia versión escandinava
del canto evangelístico.
Más o menos al mismo tiempo, el Ejército de Salvación, fundado por
Guillermo Booth, dio a los instrumentos de bronce su justo lugar en el servi-
cio del evangelio. Dirigiendo un movimiento de avivamiento en Inglaterra
que apuntaba a las necesidades de las clases trabajadoras, los salvacionistas
se organizaron como un "ejército cristiano" para luchar contra el pecado y la
pobreza. Los líderes (pastores) fueron designados como oficiales y los
miembros de la congregación como soldados. Por supuesto, el canto era
dirigido por una banda del Ejército; esto permitió al grupo evangelizar en las
calles de las ciudades en donde no se contaba con ningún órgano ni piano y
donde la música puramente vocal nunca atraería la atención. Después de una
presentación del evangelio en una esquina, la banda guiaba a todos al "cuar-
tel" y comenzaba la reunión. El movimiento salvacionista creció rápidamente
alrededor del mundo y especialmente tuvo éxito en el continente americano.
Las bandas del Ejército de Salvación (tanto como grupos vocales), siguen
498
La música para {os instrumentistas
·.iendo parte de sus actividades de adoración, evangelización y educación
lta"'ta el presente. 9 En su desfiles, las señoras y señoritas salvacionistas ahora
.1grcgan un poco de coreografía modesta al tocar sus panderetas.
En los primeros años del siglo XX, Homer Rodeheaver captó la atención
dl'l público evangélico, trabajando como solista y director de canto para el
l'Vangelista Billy Sunday. Muchas veces Rodeheaver tocaba su trombón
durante el canto congregacional; ¡dirigía con su brazo derecho con su trom-
hún colgado del izquierdo! Otros músicos evangelísticos en las décadas pos-
ll·riores siguieron el ejemplo de Rodeheaver, algunos con trombones, otros
eon trompetas y, ¡algunos hasta con violines y saxofones!
El histórico Chicago Gospel Tabernacle (Tabernáculo Evangélico de
<'hicago ), donde el dinámico predicador Paul Rader realizaba sus reuniones
l'll la década de 1920, auspició una banda de concierto completa; la música y
la predicación del tabernáculo atraían una gran concurrencia por estar
habitualmente en el nuevo medio radial. En ~sta misma época, se popularizó
l'luso de pequeñas orquestas en las iglesias, con presentaciones especiales en
las asambleas de las escuelas dominicales y en los cultos vespertinos. Los
himnarios más grandes de los cantos evangelísticos utilizados en esas
reuniones usualmente estaban disponibles en ediciones orquestadas; los
instrumentos acompañaban el canto y también tocaban selecciones para el
preludio, ofertorio y postludio. Mi primer trab·ajo a sueldo durante los años
1939-1940 incluía la responsabilidad de dirigir la orquesta de la escuela
dominical en la Primera Iglesia Metodista de Oskaloosa, Iowa.
Hoy, a fines del siglo XX, casi no hay límite a las posibilidades para el
11so de instrumentos en la iglesia. En muchas congregaciones, instrumentis-
las solistas y grupos de todo tipo son presentados frecuentemente para acom-
pañar solos, conjuntos corales y el canto congregacional o para tocar selec-
ciones musicales completamente instrumentales. Con el nuevo auge de las
nautas dulces, y porque aprender a tocarlas es relativamente fácil, éstas fre-
cuentemente han sido sustituidas por flautas trasversas (traveseras) u o otros
instrumentos de madera. Los instrumentos Orff, creados principalmente para
la educación musical de niños, también han encontrado su lugar en la iglesia
y son utilizados en la adoración para acompañar a las voces infantiles. Con
el desarrollo de la música contemporánea folklórica rack y pop, las guitarras,
baterías y varios instrumentos electrónicos también se han reunido en la
celebración musical.
La innovación más reciente en la música de la iglesia es un conjunto
instrumental permanente que acompaña todo el canto congregacional. En
algunas iglesias grandes 10 una orquesta completa (sinfónica) está en la
plataforma y regularmente toca todas las selecciones corales y vocales; una
499
¡~gocijaos! La música cristiana en {a adoración
iglesia así muchas veces tiene un director de música instrumental de tiempo
completo, y a veces comisiona a compositores y arreglistas para preparar las
partituras para las presentaciones de la orquesta.
En la iglesia promedio, el conjunto instrumental se integra de un gtupo de
diversos instrumentos que normalmente tiene más de los de viento que de
cuerdas. Douglas Smith 11 cree que todo conjunto instrumental en la iglesia
debe ser basado en los metales y él llama a tal grupo una "iglequesta".
Ciertos himnarios evangélicos han editado orquestaciones para una amplia
gama de instrumentos; las iglesias tradicionales usan los mismos recursos,
seleccionando los himnos en el himnario denominacional que tienen una
orquestación disponible en otro. 12 También se cuenta con una cantidad creciente
de acompañamientos instrumentales y arreglos para preludio y ofertorios. 13
500
La música para {os instrumentistas
Un luterano contemporáneo ha expresado de esta manera su aprobación
dl' los instrumentos que nos ayudan en la adoración: 14
1.os instrumentos pueden jugar un papel impo11ante en la adoración corporativa. Pueden
¡¡yudarnos a cantar. Pueden ayudamos a danzar. Pueden ayudarnos a expresar nuestro gozo en
1.1 celebración de la Resurrección. Pueden ayudamos a sentir anticipadamente aquel gozo que
llll'i espera cuando un día celebremos con Cristo en el banquete celestial.
501
¡!J?.?gocijaos! .La música cristiana en [a aáoración
Dado que agregan una intensidad mayor -mayor emoción- a la experien-
cia, esa intensidad tenderá a disminuir si este sonido llega a ser común u ordi-
nario. Creo que esto se aplica tanto a sonidos grandes (como conjuntos de
metal) como a sonidos pequeños (como campanitas de mano). También se
debe reiterar que cuando el acompañamiento instrumental distrae de la letra
que debe apoyar, se puede prescindir de él.
502
19
La 9vlúsica para {os Sofistas
y {os Conjuntos
Aproximadamente durante el mismo tiempo en que ocurrió el reciente
Movimiento Litúrgico (c. 1930-1960), circulaba ampliamente la noción que
,.¡ solo vocal no era aceptable para una adoraci9n "cotTecta". El argumento
t•ra que la "adoración es una experiencia corporativa" y que "el solo es
dl'masiado personal y tiende a enfocar la atención en el cantante en vez del
111ensaje cantado."
Sin embargo, la participación vocal ejecutada por solistas se ha usado a
lntvés del tiempo en el judaísmo y el cristianismo. La primera referencia a
una música de adoración en la Biblia aparece después de la nalTación de
,·uando el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo.
503
¡~gocijcws! La música cristiana en {a adoración
En los siglos XVII y XVIII, los compositores alemanes luteranos escri-
bieron cantatas solísticas para ser ejecutadas en la iglesia. Es interesante
notar que un líder de los bautistas ingleses primitivos 1 prefería escuchar las
voces individuales en la música del culto de adoración, basando su preferen-
cia en su premisa que a ciertas personas les fue dado el "don" del canto;
¡además, en el canto congregacional no restringido algunos podían participar
aunque no fueran realmente creyentes! Aún en otra tradición, en la historia
británica y los comienzos de la historia norteamericana el preceptor intro-
ducía cada línea de los salmos, y era seguido por la congregación.
En el siglo XIX y hasta el siglo XX, el "coro cuarteto" en las iglesias
norteamericanas estaba integrado de cuatro solistas. Cantaban como grupo
selecciones musicales escritas en cuatro voces, pero también funcionaban
tradicionalmente como solistas en otros momentos del culto. En esa tradición
fueron tomados prestados ciertos solos de cantatas y oratorios, la letra
"sagrada" era arreglada a melodías de ópera, y nuevos solos "sacros" fueron
escritos en estilos similares pero más simples. Estos ejemplos eran muy
populares y todavía se usan:
Beside Still Waters (Junto a aguas quietas), Bernard Hamblen
Great Peace Have They (Gran paz tienen) James H. Rogers
How Beautiful upon the Mountains (Cuán hermosos sobre las montañas),
F. Flaxington Harker
Cuán Amables Son Tus Moradas, Samuel Liddle
My Redeemer and My Lord (Mi Redentor y mi Señor), Dudley Buck
Redentor Divino, Charles Gounod
Abrid las Puertas del Templo, Crosby-Knapp
La Ciudad Santa, Stephen Adams
Jehovah Es Mi Luz, Frances Allisen
505
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
fue Homer Rodeheaver (1880-1955), director de canto del evangelista Billy
Sunday. Cuando le ·escuché en sus últimos años, el Sr. Rodeheaver todavía
tenía una resonante voz de barítono que lograba su mejor exponente cuando
cantaba su propia canción, "When Jesus Carne" (Cuando vino Jesús).
Estas palabras expresan algo del genio del cantante solista, en el teatro o
en la iglesia. John Den ver canta de las ansiedades de la juventud moderna
-su búsqueda de identidad y seguridad en un mundo amenazado tanto por
el anonimato cibernético como el Armagedón atómico- y con el sonido de
su voz sus canciones se convierten en la expresión que comparten todos los
jóvenes. Johnny Cash canta de la vida dura e incierta del trabajador -el
camionero, el campesino o el ferroviario- y su letra y música expresan los
profundos sentimientos de cada obrero que lo escucha. "Bev'' Shea, Ken
506
.La música para {os sofistas y fos conjuntos
~kdcma, Sandi Patti, Michael W. Smith, Cynthia Clawson, Steve Oreen,
1\'vi la París, S te ven Curtís Chapman o Larnell Harris cantan de haber encon-
ll,ulo el significado de la vida en Jesucristo, y cada creyente que los escucha
•. ,. hace eco de la verdad y la emoción expresadas. También, los inconversos
~·-,ruchan en el canto posibles respuestas a su propia búsqueda del significa-
! 11, de la vida y pueden así interesarse más por descubrir las verdades del
''vangclio.
Algo que buscan los líderes contemporáneos de adoración es el medio por
I'IL·uallas personas puedan expresar sus sufrimientos, temores y alegrías más
1111imos. Tradicionalmente tratamos de encontrar significado para nosotros
1111smos en las expresiones de otros: en drama, literatura y aun las artes plás-
lll.'as. De todas las artes, la música es el mejor medio para articular tanto la
hu..¡queda como el descubrimiento, y la música solística muchas veces puede
1111 icularla mejor que una presentación de conjunto. Esta es una comuni-
,·;tciün de persona a persona, en vez de grupo a persona. Cuando el mensaje
,.., relevante al oyente y cuando el solista lo expresa con sinceridad, la comu-
llicación es eficaz y convincente. Si lo duda, ¡observe la habilidad de
1·ualquier buen solista, profesional o aficionado, para captar y mantener la
.lll'nción de un público! Obviamente, no es una experiencia puramente per-
.,,lllal, sino una que se intensifica por la atención de todo el grupo; es muy
,·orporativa. Como dice Carl Halter, al oponerse· al reciente tabú del solo
vocal en la adoración: 7
El solista tiene algunas ventajas sobre el coro (como la tiene el coro sobre el solista)
que deben ser usadas para el bien de todos. Estas ventajas tienen relación principal-
mente con aquella característica de la presentación del solo que por costumbre ha sido
considerada como su defecto principal: el individualismo.
<iloria Gaither:Q
Comentario que escribió en su diario:
Después de un fin de semana de agitado trabajo que nos dejó exhaustos tuvimos que
cantar esta noche en una universidad. Hicimos lo que pudimos para "alimentar a la
multitud". Creo que sabemos cómo se sintieron los discípulos. Tener tan poco para
alimentar a tantos. Pero nosotros. como ellos. sólo damos a Dios lo poco que tenemos,
y confiamos 4ue él puede hacerlo alcanzar para todos.
507
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoracwn
Ken M edema: 10
Comprometernos no es sentir que nos gustaría hacer algo. Comprometemos no es
hacer una promesa y derramar una lágrima. Comprometernos es examinar conscien-
temente el riesgo considerando todos los factores, determinando tomar una decisión
específica y proveyéndonos de los medios para seguir adelante con la decisión toma-
da. Esto significa dar tiempo, recursos, la energía de nuestro pensamiento, dinero: lo
que sea necesario. Si podemos en alguna manera comunicar estas ideas, entonces creo
que vamos a lograr pasos gigantescos hacia un mejor entendimiento de lo que Jesús
quiere de sus discípulos.
Johnny Cash: 11
Mi mensaje al público ha sido sencillo. Les decía: "No estoy aquí esta noche para
exaltar a Johnny Cash. Aquí estoy de pie como artista, como ejecutante, como can-
tante quien apoya el evangelio de Jesucristo. Estoy aquí para invitarles a escuchar las
buenas nuevas que se les presentaré, a analizarlas y a ver si no consideran que es la
mejor manera de vivir.
Andraé Crouch: 12
El apogeo de mi día es cuando estoy realmente adorando a Dios en el escenario,
tocando y cantando para él y diciendo a estos jóvenes: "Tienen que conocerle" o
diciéndoles a los que ya lo conocen: "Aiabémosle, adorémosle".
B. J. Thomas: 13
Cuando vengan a uno de mis conciertos, esto es lo que van a escuchar; un show de B.
J. Thomas. No van a escuchar un sermón o una charla. Van a escucharme alabando a
Jesús por medio de mis canciones, porque es parte de mí.
Sandi Patti: 14
Busco canciones que comunican- este es mi criterio. Una canción podría significar
algo para mí, ¿pero significará algo para la persona que está escuchando en su auto?
... Yo siempre pregunto, en lo que sea: "Señor, ¿hay eternidad en esto?"
508
La música para fos sofistas y fos conjuntos
!'limero, la dicción es usualmente más clara. También, el solo puede
.1provechar el timbre particular de la voz individual. Por último, Linda dice
qul' un solista puede utilizar el espacio más creativamente, cantando de
• ualquier parte del salón de adoración.
Mucha de la literatura característica para el solo "sagrado" común en los
11ltimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX sigue en circulación,
.lllnque tenemos que aclarar que su utilidad ya ha pasado en las iglesias
,¡, lllde esas selecciones se han escuchado por muchos años. Cuando se usa
hoy día la canción de Stephen Adam, "La Ciudad Santa" (lo mismo se apli-
··a al canto evangelístico, "En el Monte Calvario"), debemos inferir que se
111.,a por los lazos sentimentales de la congregación (o del solista) con la can-
··i(m. Por el poco interés de la música solística durante el Movimiento
Litúrgico, se publicó poco material nuevo. Sin embargo, desde 1950, la co-
11 icnte de canciones ha continuado y existen excelentes títulos de composi-
tores desde J. S. Bach, Samuel Barber, John Ness Bcck, Johannes Brahms,
t\aron Copland, Antonin Dvorak, George F. Handel, AJan Hovhaness, Sven
l.ckberg, Flor Pecters, Ned Rorem, Leo Sowerby, Eric Thiman y Ralph
Vaughan Williams.
A continuación hay una lista representativa de colecciones disponibles,
algunas de las cuales dependen mayormente de materiales que recientemente
'-~l' han vuelto a popularizar. 16
Colecciones en inglés
Anthology of Sacred Song (Antología del canto sagrado) Schirmer
Bihlical Songs (Canciones bíblicas), Antonin Dvorak, Associated Music Publishers
Bmadman Solo Collection (Colección Broadman de solos) Broadman
Everything for the Church Soloist (Todo para el solista de la iglesia) Hope
Fifty-m·o Sacred Songs You Like to Sing (52 canciones sagradas que le gusta cantar)
Schirmer
Songsfor the Church Soloist (Canciones para el solista de la iglesia) editado por
Pfautsc, Schirmer
Colecciones en español
Cancionero de la Iglesia de Ho.v, Números 1 al4; (toda la serie contiene material
para solistas) Casa Bautista de Publicaciones
Música para Ocasiones Especiales- Casa Bautista de Publicaciones
Tienen que Saber, Aneglos musicales para voces de alcance medio,
Steve Green, Sparrow
Toma la Cruz, Steve Oreen, Sparrow
En los comienzos del canto evangelístico (c. 1850-1900) había muy poco
para diferenciar la música solística de la música congregacional. Una
grabación, todavía existente, que hizo Edison de Ira Sankey, contiene el
canto de "Dios Os Guarde en Su Santo Amor" (Rankin-Tomer, HB 262); y
su relato 17 de la introducción del canto solista en Escocia en 1873 menciona
'"Libres Estamos, Dios Nos Absuelve" (letra y música por P. P. Bliss): dos
cantos que actualmente se consideran como congregacionales. A la vez,
Sankey usaba (y escribía música para) algunos cantos que eran claramente
para solistas, como "Noventa y Nueve Ovejas Son" (Clephane-Sankey, ~HP
76), "Huye Cual Ave a Tu Monte" (Dana-melodía española, NHP 370) y "Del
Señor en la Presencia" (Goreh-Stebbins, NHP 310). Otros cantos tenían un
par de voces solistas en las estrofas con el coro o la congregación cantando
en el estribillo, por ejemplo "Salvador, a Ti Me Entrego" (VanDeVenter-
Wceden, HB 340). El canto evangelístico congregacional promedio tenía un
rango melódico limitado a una octava, una armonía muy simple y ritmos "de
puntillo". El solo o dúo tenía un rango un poco más extendido, y tenía mayor
fluidez en su características rítmicas. El arreglo "folklórico español" de
'"Huye Cual Ave a Tu Monte", con su modo menor y un rango de 11 tonos,
debe haber sido una excepción emocionante.
En los primeros años del siglo XX, algunos compositores tendieron a
especializarse en escribir para una o dos voces, continuando el mencionado
estilo, pero con mayor variedad armónica. Robert Harkness (1880-1961),
510
La música para [os sofistas y [os conjuntos
pianista para el cantante-evangelista Charles Alexander, es recordado por
t'anciones como "Desalentado", "De Tal Manera Me Amó" (HB 104) y
"( ictscmaní" (Entra Jesús en el Jardín). B. D. Ackley (1872-1958), pianista
para las campañas de Sunday y Rodeheaver, escribió tonadas para algunos de
los cantos de Oswald J. Smith (1889-1985), todos los cuales se consideran
romo solos o dúos: "Comprende Dios", "Se Levantó el Señor". Estos son
apenas unos pocos ejemplos de los cantos para los cuales Ackley escribió
111LÍsica; sus letras vinieron de muchos autores.
Desde 1920 hasta 1950, muy pocos compositores evangélicos se dedi-
,·aron a escribir material para el canto congregacional. En cambio, se ocu-
1•a ron de la producción de música "de presentación" solos, dúos, tríos
l'l'meninos, cuartetos varoniles y música coral; y los estilos tendían a ser
influenciados por el nuevo medio evangelístico de la radio. Algunos com-
positores de ese período (además de B. D. Ackley, ya mencionado) fueron
< ieorge S. Schuler ( 1882-1973 ), Harry Dixon Loes ( 1892-1965), Herbert G.
Tovey (1888-1971 ), Harry D. Clarke (1888-1957), Haldor Lillenas (1 885-
1'>59), Merrill Dunlop (n. 1905), Avis B. Christiansen (1895-1985), Wendell
P. Lovcless (1892-1987) y Floyd Hawkins (n. 1904). Los materiales para
-;olistas de esta época eran muy diferentes de los anteriores: las melodías
lcnían un rango mayor y mayores saltos en los intervalos melódicos. Cada
vez más, los cantos sagrados copiaron las formas de la música secular popu-
lar, con muy breves estrofas y estribillos más desarrollados.
Una excepción a esta generalización fue el compositor (bautista del sur)
H. B. McKinney (1886-1952). En el período antes de 1940 escribió una gran
cantidad de cantos evangelísticos que recibieron una amplia aceptación dcn-
lro de su denominación, incluyendo "Ten Fe en Dios" (HB 366), "Santo
Espíritu, Lléname" (HB 134), "Por Dónde Me Guíe, Iré", (HB 341),
":vtándanos Lluvias de Bendición" (HB 263), '·Ven, Aviva Mi Alma con
Poder" (HB 267) "Habla, Jesús, a Mi Alma" (HB 390), '•EJ Cristo de
Nazaret" (HB 440) y "Danos un Bello Hogar" (HB 405). Aunque estos can-
los fueron introducidos como solos, fueron escritos en un estilo más antiguo
y más sencillo. Como resultado (y también porque fueron publicados para
cuatro voces), en poco tiempo fueron utilizados principalmente como material
para el canto congregacional.
Durante cada década del siglo XX, este estilo continuaba su desarrollo,
con melodías cada vez más floridas, arregladas con armonía cada vez más
avanzada, muy diferente de los simples cantos evangelísticos de Ira Sankey
y Philip Bliss. La edición de libros para solos (y conjuntos pequeños) consti-
tuía una gran parte de la producción de las editoriales religiosas independientes.
Las más conocidas en esa época eran la Rodeheaver Company, llope
511
¡2\?gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
Publishing Company, Lillenas Publishing Company y Robert Coleman
Company. Algunos de los compositores ya mencionados publicaron sus
propias obras (es decir: Schuler, Tovey, Lovcless y Dunlop ).
Los primeros cantos exitosos de John W. Peterson (n. 1921)- por ejem-
plo, "Fue un Milagro" y "Al Mundo Id" (HB 195, con letra por Margaret
Clarkson)- eran solos, como los de Bill y Gloria Gaither (n. 1936 y 1942
respectivamente). Sin embargo, en la tradición del movimiento primitivo del
Artistas-compositores contemporáneos
He mencionado con frecuencia la relación durante siglos, entre las formas
seculares populares y sus imitaciones religiosas. Así como John Peterson
ocasionalmente se basaba en estilos de Broadway, otros compositores
recientes se han inspirado en los estilos country y western. Durante las
primeras cruzadas de Billy Graham muchos artistas profesionales del mundo
de espectáculo hicieron una profesión de fe; en algunos casos su estilo de
canto y sus talentos de composición fueron incorporados "en la grey". Como
resultado, hemos heredado una gran y continua tradición de la música coun-
try evangelística según la tradición de "Tenderly He Watches Over Me"
(Tiernamente él me ciuda) de Scotty Wiseman y "It Is No Secret What God
Can Do" (No es secreto lo que Dios hace) de Stuart Hamblen.
Con la introducción de los nuevos estilos folklóricos, de soul, pop y rack
en la música evangelística comenzando con las décadas de 1960 y 1970, la
composición y publicación de música para solistas (y conjuntos pequeños)
han florecido. Con muy pocas excepciones, era compuesta por cantantes para
sus propios programas y conciertos, y era promovida ampliamente por medio
de sus presentaciones personales y sus grabaciones. Veinticinco años
después, la música cristiana contemporánea se había convertido en un
meganegocio con una revista para representar sus varios estilos: pop, rack,
alternativa, metal y rapY'
. El moderno solo vocal no evita ninguno de los estilos que se escuchan en
la música popular secular; de hecho, la brecha de tiempo entre la aparición
de la forma secular y su "parodia sagrada" casi ha desaparecido.
515
¡'1\g.gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
suecoamericano, llegó a ser conocido como el "Sunshine Singer" (Cantante
lleno de sol) en los primeros años del siglo XX, cruzando el Atlántico para
presentar conciertos tanto en Suecia como en los Estados Unidos; Hultman
también escribió música y publicó cancioneros de música sagrada. 23 En esos
primeros días, los materiales cantados en los conciertos y después publicados
estaban relacionados con las necesidades de las misiones evangelísticas;
éstos quedaban en las iglesias que apoyaban el evangelismo y así tendían a
determinar su forma y estilo habitual de adoración.
Las compañías productoras de discos siguieron el ejemplo de las casas
editoriales en aprovechar la demanda del entretenimiento religioso por parte
del público. Sankey había hecho unas pocas grabaciones en los cilindros de
Edison y, en las décadas de 1920 y 1930, Homer Rodeheaver inició la pro-
ducción de una línea de discos de cantos evangelísticos como parte de su cre-
ciente empresa de publicación. A la vez, los intereses relacionados con los
conciertos, las publicaciones y las grabaciones se habían entrelazado con el
nuevo medio evangelístico: la emisora radial.
Hoy la presentación profesional de la música sagrada ha llegado a ser un
gran negocio en círculos evangélicos. Muchos de los artistas son representa-
dos por agencias promocionales, y en algunos casos los honorarios son com-
parables con cantantes de Nashville, Nueva York y Hollywood. De hecho, la
lista "de talento" ha aumentado por la cantidad de estrellas de ópera y del
mundo del espectáculo que regularmente canta la música religiosa, aparente-
mente con una convicción y dedicación personal.
Debe ser obvio al tocar este tema de "solistas vocales" que estamos
incluyendo también el pequeño conjunto: un grupo de solistas que a veces
canta de manera individual y a veces en conjuntos. Aquí, también, la iglesia
ha copiado los modelos del mundo del espectáculo. El trío femenino y el
cuarteto varonil del "ayer" han sido reemplazados hoy por toda suerte de
variantes, desde dos cantantes (Hale y Wilder) a diez (Regeneración).
Después de la Segunda Guerra Mundial, el comienzo de las grabaciones
de alta fidelidad y de la televisión, más una explosión en los conciertos reli-
giosos y las editoriales cristianas, se unieron para crear un meganegocio de
entretenimiento religioso independiente, que busca sus propios intereses y
que se perpetua a sí mismo. Mientras que en 1890 los conciertos sagrados
eran un pequeño apéndice de las cruzadas, en 1990 las industrias combinadas
de conciertos, publicaciones, grabaciones, radio y televisión habían 11egado a
ser un determinante convincente de la cultura que ejercen una extraordinaria
influencia sobre la música utilizada en la iglesia y aun sobre la misma natu-
raleza de la adoración.
No sería justo decir que los líderes de estas empresas comerciales no
tienen una preocupación en cuanto a su inf1uencia sobre la iglesia.
516
La música para [os sofistas y [os conjuntos
Probablemente presumen que bien sirven a la iglesia por brindar y promover
una corriente de materiales populares de canto. Pero ¿consultan ellos con los
líderes de adoración y de educación cristiana para averiguar si sus metas
coinciden con las de las congregaciones locales y de sus líderes? Sin tal con-
sulta, realmente no se puede esperar de ellos que sirvan bien a la iglesia,
porque su objetivo principal es atraer al público a un concierto o un progra-
ma radial y/o vender su música y grabaciones. Entonces, el desafío es que los
líderes de las iglesias sirvan como monitores culturales para los miembros de
las congregaciones. De igual manera, como es válido que grupos cristianos
recomienden películas cinematográficas para el consumo familiar, también
es apropiado que las iglesias recomienden las buenas/mejores/excelentes
grabaciones, los videos y programas televisivos para la juventud cristiana.
Recientemente, la revista conservadora Mood.v, puso un buen ejemplo al ini-
ciar una columna "Culture Watch'' (Centinela cultural), con la intención de
ayudar a los creyentes a tomar buenas decisione.s en nuestra sociedad hedo-
nista, amoral y comercial.
Sigo comprometido con la idea que, en el ambiente prevaleciente, es
apropiado que ciertas congregaciones utilicen formas comerciales y popu-
lares en la vida de la iglesia, siempre y cuando se use la selección correcta en
la ocasión correcta. Así que los músicos en la iglesia tienen la misma respon-
sabilidad de seleccionar la música cristiana contemporánea que realmente
sirva a la iglesia. (A propósito, esa frase que frecuentemente es abreviada
MCC fmúsica contemporánea cristianaj es conveniente. Con las formas de
hoy que cambian rápidamente de folklórica a evangelística a counfl)' a rock
a rap, MCC queda constante, cualquiera sea el estilo prevaleciente). Por
ejemplo, por lo general, una expresión más sencilla y personal del testimonio
cristiano es una mejor opción para el solista que una difícil articulación de
alabanza; demasiados solistas cristianos casi han cometido hari-kari vocal
intentando cantar las partituras de Hale y Wilder, Sandi Patti o Larnell Harris,
sin poseer los recursos vocales adecuados. Dentro de las normas previamente
mencionadas de "modestia" en la música en la iglesia, tal vez el canto
trascendente debe ser dejado al coro.
Lo mejor que puede ocurrirle a la música cristiana es tener alguien como yo metién-
dose en ella. Lo que voy a hacer es aplicar a la música cristiana mis treinta y siete años
de experiencia en la música secular. Nadie se perjudica y todos ganan. Tengo una
visión: millones y millones de personas que compran la música cristiana en múltiples
centros de distribución masiva, como se hace con la música country. Esto genera una
verdadera dominación de distribución y mercadotecnia, y se traduce en grandes ventas.
Sin duda, algunos entusiastas de la MCC verán esto como una oportu-
nidad sin precedentes para el evangelismo musical. Sin embargo, me parece
que la motivación y manera de realizarlo sí importan en cualquier aspecto de
la música cristiana. "Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al
uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No podéis
servir a Dios y a las riquezas" (Mateo 6:24 ). Hay ciertas líneas que no se debe
cm zar.
El otro caso puede ser igualmente sorprendente, si no tan chocante.
Recientemente la cantante de MCC, Amy Grant, recibió mucha publicidad
negativa cuando anunció que cambiaba su enfoque musical para dedicarse al
mundo de pop secular. Parece que la mayoría de los aficionados de la MCC
sentía que ella estaba dando la espalda a su testimonio cristiano para lograr
una popularidad más amplia y para ganar más dinero. Pero puede ser que
Amy Grant, ya sea por accidente o a propósito, esté dando un buen ejemplo.
En la columna "Culture Watch" (Centinela cu1tura1) de la revista Moody,
Quentin J. Schultze recientemente trató toda la cuestión de lo que constituye
"la música cristiana".:!6 Aparentemente la revista CMM (MCC) había reac-
cionado en contra de la decisión de Grant y de otros músicos con un llamado
para una nueva definición de la música cristiana contemporánea como una
"pista sonora para la vida diaria" en vez de solamente el evangelio. El punto
518
La música para {os sofistas y {os conjuntos
de vista de Schultze era que la música "cristiana" podría incluir más que can-
tos basados en las Escrituras o en conceptos estrictamente teológicos. Al
decir esto, estaba apoyando el canto y la grabación de Grant de canciones de
buena calidad que ret1ejan un concepto integral de la vida cristiana.
Por mucho tiempo he creído que gran pm1e de la fuerza motriz del
"entretenimiento cristiano" ha sido la herencia puritana de tantos creyentes.
Privados hace tanto tiempo de un entretenimiento típico del ambiente secu-
lar, crearon su propia versión de entretenimiento evangélico, primero en la
iglesia y después en la radio, televisión, los videos y conciertos. ¿Cuántas
veces hemos escuchado que la juventud cristiana necesita sus propios
héroes? Así que les damos "Stryper" en vez de Michael Jackson. Ahora que
muchas familias cristianas han rechazado todo vestigio del puritanismo,
podría ser una influencia redentora si los evangélicos crearan su propia
industria de entretenimiento, apoyando a Amy Grant como una estrella
profética. Creo que la música popular que expresa los principios cristianos
para la vida diaria debe ser la dieta habitual pará tales conciertos, dejando los
cantos abiertamente bíblico-teológicos para los cultos de la iglesia o de las
reuniones específicamente evangelísticas. Así que, ¡adelante, Amy!
Sin embargo, si hubieran tantas industrias de entretenimiento evangélico,
todavía necesitarían ser cuidadosamente vigiladas para asegurar que sus
estrellas fueran los ejemplos correctos para la juventud cristiana. No sigo
muy de cerca la industria MCC, pero existe suficiente evidencia en las pági-
nas de la revista CCA1 (MCC) y también en los conciertos actuales de la
MCC para indicar que muchos de los músicos que se presentan todavía no
son creyentes maduros. Muchos de los ejecutantes han sido redimidos del
ambiente de las drogas de la música rock secular, pero todavía no han deja-
do la tendencia de la sociedad moderna hacia el individualismo radical, hedo-
nismo y materialismo. Los músicos de MCC a veces "toman el púlpito"
durante sus conciertos, y muchos predican una extraña teología casera que
sus aficionados toman como "el evangelio".
519
¡r.R..ggocijaos! La música cristiana en {a adoración
aficionado espera llegar a ser un profesional, y el ejecutante local espera
llegar "a lo grande".
Recientemente se informó que, en ciertos institutos bíblicos y seminarios,
los jóvenes músicos tenían mayor interés en una preparación para una carrera
de conciertos religiosos que en un ministerio en la iglesia local. Para ellos,
ofrezco un resumen de las ventajas y desventajas como las veo. Esto también
puede ser de ayuda a la iglesia local en dete1minar cuánto tiempo y dinero se
deben invertir en este tipo de programación.
(1) El pro: Es una actividad de satisfacción al ejecutante, porque puede
desanollar y utilizar talentos musicales personales y experimentar un senti-
do de autoestima por ser aceptado por un público.
El contra: En cualquier contexto del mundo del espectáculo, una respues-
ta positiva de parte del público puede ser efímera, particularmente en esta
época cuando las preferencias estilísticas cambian tan frecuentemente.
Además, un ejecutante "estrella" está sujeto a las tentaciones del ego que son
características de la profesión, que a veces llevan a una desintegración de la
personalidad y a un resultante deterioro en las relaciones familiares. 27
(2) El pro: Brinda una oportunidad para que el artista ofrezca a Dios un
sacrificio personal de alabanza.
El contra: El cantante tiene que ser cuidadoso de no creer que su satis-
facción personal es igual a "hacer la obra de Dios". Una cantante evangelís-
tica cierta vez confesó a uno de mis alumnos que ella había elegido el campo
de las campañas evangelísticas en vez de la ópera, porque un cantante de
ópera se encuentra con un público sólo ocasionalmente, mientras que el
artista evangelístico puede tenerlo todas las noches.
(3) El pro: Puede ser un medio de ganarse la vida, si uno tiene capacidad
de hacerlo o aumentar en esta forma sus ingresos. En generaciones anteriores
había muchas oportunidades para que los artistas en estados unidos se aso-
ciaran "tiempo completo" con evangelistas itinerantes. Ahora que esta posi-
bilidad ha disminuido, el ministerio como concertista es una alternativa.
El contra: El artista evangelístico y/o folklórico en perspectiva debe
recordar que sus posibilidades profesionales dependen de los antojos del
público (¡puede ser cruel!), de su habilidad continua de ejecutar bien y ¡del
estado de la economía nacional (y la de la iglesia local)! Además, el artista
debe ser alguien que encuentra satisfacción en un ministerio itinerante y en
una relación pasajera y distante con el público, ¡a quien el artista nunca llega
a conocer personalmente!
(4) El pro: Obviamente da placer al oyente, y el placer es uno de los
propósitos válidos de la música, incluyendo la música cristiana.
El contra: Puede ser que por algún tiempo, el placer es el único propósi-
to en la experiencia musical. Hay admiradores de los cuartetos evangelísticos
520
.La música para {os sofistas y {os conjuntos
o la música countr_v cristiana quienes no apoyan para nada a la iglesia orga-
nizada y para quienes el programa vespertino dominical basado en dicha
música es su única actividad "de adoración". La experiencia de conciertos
"sagrados" o seculares es muy similar a la de un culto de adoración; sin
embargo, en ese ambiente, ¡el objeto de veneración puede ser la experiencia
o el ejecutante mismo, no Dios!
(5) El pro: Como un intenso medio de comunicación, puede brindar una
oportunidad singular al oyente para adorar y tomar una decisión espiritual,
por identificarse con la música y responder a ella.
El contra: La experiencia espiritual en tal caso puede ser tnmcada (espe-
cialmente cuando ocurre fuera del templo), porque es principalmente especta-
dorista y porque está separada de otros actos significativos de adoración, como
la lectura bíblica, la predicación, la oración, el canto congregacional y la ofren-
da. (¡Es difícil considerar el precio de la entrada como un sustituto del último!)
La experiencia puede crear un prejuicio contr-a otras experiencias de ado-
ración musical en una situación más normal. Los participantes pueden ser
alentados a esperar el mismo ambiente (enfocado en la personalidad, el
"espectadorismo" y casi entretenimiento) en el culto dominical habitual de
adoraci6n.
(6) El pro: Puede brindar una oportunidad para. alcanzar con el evangelio
a los no alcanzados, si son atraídos a tales presentaciones musicales, y si,
después de una correcta respuesta al mensaje musical, son dirigidos a par-
ticipar plenamente en la iglesia local.
El contra: Todos se regocijan cuando esto ocurre, y pasa con frecuencia.
Sin embargo, a veces he visto a personas en una cruzada aplaudir a estrellas
como Johnny Cash cuando éstas salían del estadio, mientras que Billy
Graham estaba todavía dando la invitación. Tengo que inferir que, para ellos,
el cantante invitado era el mensaje.
Reconozco que algunos pueden interpretar estos comentarios como
"negativos". Pero esta no es mi intención. Ray Robinson, expresidente de la
prestigiosa Universidad Coral de Westminster, ha hablado, muchas veces en
forma positiva, acerca del "entretenimiento religioso" contemporáneo; esto
no es sorprendente, dado que se crió en la comunidad evangélica y por un
tiempo fue parte de la vida musical de Juventud para Cristo. También he sen-
tido la satisfacción que llega de una presentación personal, tanto como solista
como acompañante. Estoy convencido de que los "cultos especiales musi-
cales" pueden ser un ministerio singular, y que es tan válido un recital o
concierto solístico, como lo es una cantata coral.
Lo que ruego es que haya equilibrio. Tengo que admitir que me siento un
poco triste cuando una iglesia habitualmente invierte grandes cantidades de
521
¡~gocijaos! La música cristiana en [a adoración
dinero para artistas invitados, pero a la vez no recompensa adecuadamente a
un director de música para que pueda desarrollar el talento musical en su con-
gregación local. Me desilusionan los cantantes concertistas que reciben
ganancia monetaria del público evangélico, mientras desanollan una "secta"
religiosa, rehusando aparecer en reuniones auspiciadas por iglesias y aun
criticando a las iglesias en sus conciertos. Para asegurar el énfasis espiritual
más impactante posible, sería bueno apoyar a los programas musicales en la
iglesia local en vez de promocionar la asistencia masiva a los auditorios y
teatros seculares. Además, la iglesia debe auspiciar a los artistas que traen el
mensaje en canto mejor balanceado y bíblicamente más coherente y así pre-
sentar los mejores ejemplos en cuanto a su compromiso y humildad cris-
tianos. También se puede argumentar que el artista invitado solamente debe
ser presentado ocasionalmente. La mayoría de la música ejecutada en la igle-
sia debe originarse en la misma congregación. En algunas congregaciones, el
pastor suele invitar a voluntarios a presentar un "sacrificio personal de ala-
banza improvisado". En un culto dominical vespertino promedio en una iglesia
pequeña, a veces esto resulta en presentaciones por representantes de casi
toda familia presente.
Al artista cristiano en perspectiva, diría yo: "Si definitivamente se siente
llamado a seguir tal ministerio, sería bueno tomar medidas preventivas con-
tra el peligro de hacer un culto al yo." En este sentido, John Peterson, el com-
positor de cantos evangelísticos, da un buen consejo. 28
En todo el mundo evangélico existe un sistema de "estrellas", tanto como en cualquier
esfera de la vida. La naturaleza humana es así, y a pesar de la gracia de Dios y de las
mejores intenciones, la gente le va a colocar en un pedestal si logra alguna medida de
éxito. Esto se aplica especialmente cuando se trata de las artes musicales y los medios
masivos. El elemento de entretenimiento -el mundo del espectáculo- siempre está
presenle en un programa televisado o en un concierto, en una cruzada de Billy
Graham, tanto como en una reunión evangelística en un pueblo pequeño. ¿Por qué
pretender olra cosa?
Lo importante es mantener ese elemento en su correcta perspectiva. Si el Señor está
utilizando y bendiciendo la fama de alguien, está bien. Si llega a ser un fin en sí
mismo o un medio de glorificar a la persona, es otro asunto. Porque enfocar la aten-
ción en la persona es el resultado inevitable de un ministerio como el mío, tengo que
intentar verlo a través de los ojos y el entendimiento de personas más sabias que yo.
¿Cómo lo expresan los antiguos catecismos? El propósito principal del hombre es glo-
rificar a Dios y gozar de él por toda la eternidad.
Estoy agradecida, Señor, estoy agradecida que me aman ... pero siento un poco de
claustrofobia cuando me van rodeando. De todas maneras ¡no creo que la iglesia o una
cruzada cristiana es el lugar para buscar a personas célebres o firmar autógrafos!
523
20
~pí[ogo:
¿o/ivimos en 'Una de [as
Primaveras rTerrib{es de mios?
"Vivimos en una de las primaveras terribles de Dios." Esta frase apareció
en uno de los sermones de Billy Graham, en que él aludía a la alarmante can-
tidad, cada vez mayor, de armas nucleares en la guerra fría entre los Estados
Unidos y la ex Unión Soviética; creo que la frase completa era que "parece
que estamos viviendo en un período justo antes de Armagedón, o en medio
de una de las primaveras terribles de Dios." La frase comunica la idea que
existen períodos históricos en que las circunstanc!as de la vida parecen ser
peligrosamente oscuras y amenazadoras, como el frío extremo y todo el
residuo de la última helada invernal en nuestras zonas supuestamente tem-
pladas. Pero un invierno que tarda en irse puede ser no más que una "pri-
mavera terrible", porque debajo de la nieve y el hielo están comenzando a
brotar las semillas que en este caso se puede comparar con la firma de acuer-
dos para limitar las armas nucleares. ¡Pronto el paisaje volverá a lucir su ver-
dor!
En la vida de adoración de nuestra generación, soplan los vientos del
cambio, y en algunos casos, de cambios radicales. Las viejas formas, espe-
cial mente las formas musicales, están desapareciendo y otras formas están
tomando su lugar. Para algunas personas, que llaman a este movimiento:
"contemporáneo y creativo", ha llegado una alegre primavera, y las nuevas
expresiones de música y de adoración son sus símbolos maravillosos. Otras
consideran que lo que ocurre es lo contrario, un desarraigar destructivo de
nuestra tradición evangélica, el momento más marchito del invierno. Y una
parte de la frialdad se debe al conflicto creado entre los grupos de diferentes
edades o los grupos de diferentes preferencias culturales dentro de la iglesia.
Pero ¿podría ser esto solamente una "primavera terrible" que precede una
genuina renovación espiritual? Por primera vez dentro de mi experiencia, por
lo menos algunos evangélicos están comenzando a hablar del significado de
525
¡~gocijMs! La música cristiana en {a aáoración
la adoración cristiana colectiva. Es de esperar que este interés tenga sus
raíces en más que una "preocupación de supervivencia", y que esté seguido
por estudios de largo alcance, diálogo y oración. De ser así, podríamos estar
ante un preludio doloroso y espantoso a lo que luego será una obra notable
del Espíritu Santo en la iglesia.
¿Estamos ante una primavera espiritual? Tal vez. Pareciera que todo el
tumulto y conflicto que rodean los estilos contemporáneos de adoración y
música tienen que ser un heraldo de una verdadera renovación en la iglesia.
La velocidad frenética y el impacto mundial del movimiento que cruza líneas
denominacionales y teológicas apoyan la idea que tal fenómeno no podría ser
el resultado de un plan puramente humano. Así -y para mí, ésta es la reali-
dad más incómoda- una de las tesis de este libro es que, durante toda la his-
toria, ¡la renovación en la iglesia usualmente ha sido acompañada por un
iconoclacismo litúrgico, con nuevas formas basadas en modelos previamente
seculares!
La idea de "celebración" comenzó en todas las denominaciones cerca de
1960, tal vez con la Twentieth Century Folk Mass (Misa folklórica para el
siglo XX) escrita por Geoffrey Beaumont para la iglesia anglicana. La idea
expresada en aquel momento era que la adoración debe usar tanto las
527
(R.Jgocijaos! La música cristiana en [a adoración
expresiones musicales contemporáneas que forman gran parte de la vida del
pueblo, como la música tradicional ya aceptada en la iglesia. Casi al mismo
tiempo, aparecieron los cantos ele alabanza, un aporte del movimiento de
Renovación Carismática. Tengo poca duda que muchos individuos y congre-
gaciones de esta tradición verdaderamente hayan experimentado la reno-
vación, especialmente en las iglesias litúrgicas, donde no se han perdido las
costumbres y literatura eclesiásticas.
También es intrigante notar que el concepto de la música "minimalista"
existe en grupos muy diferentes y se expresa en formas muy diferentes. (El
"minimalismo" es el uso de material muy corto; por ejemplo, cm·itos de ala-
banza, repitiéndolos muchas veces). El canto Tai::.é se originó en un retiro
protestante en Francia, que ahora ha llegado a ser una comunidad ecuméni-
ca. Los típicos cultos Tai::.é consisten en largos períodos de oración silen-
ciosa, que son introducidos por el canto repetitivo de motivos musicales
breves, que muchas veces son arreglos de textos latinos tradicionales (porque
la congregación representa varios idiomas). Mientras que e~ típico canto
Tai::.é anima la meditación y la oración quieta, los coritos de alabanza usual-
mente son más animados y, en el caso de los carismáticos, muchas veces
resultan en la expresión estática. 3 Se ha sugerido que los efectos contrastantes
de estos dos estilos de música son recordatorios de las respuestas del Rey
Saúl a estímulos musicales: profecía estática después de escuchar la música
instrumental ejecutada por los profetas en Gibeah-elohim ( 1 Samuel 1O) y la
serenidad después de escuchar a David tocar su arpa (1 Samuel 16:23).
¿Vivimos en una de las primaveras terribles de Dios? Tal ve::. no, en los
grupos no carismáticos. A pesar de la apertura evangelística en Europa
oriental, hasta Billy Graham duda que estemos experimentando una profun-
da renovación espiritual en la iglesia universal. Previamente, se sugirió que
la aparición independiente de las dos formas musicales "minimalistas" rela-
cionadas entre sí podría ser indicativo de una intervención del Espíritu de
Dios. Pero también puede indicar solamente un cambio global de dirección
en la expresión cultural basada en conceptos orientales de la meditación y
manipulación de la personalidad, propagados por la comunicación electróni-
ca instantánea.
A través de la historia, las nuevas formas de adoración basadas en
antecedentes seculares y la penosa y a veces lamentable pérdida de Jo
"antiguo" que las acompaña, muchas veces han sido el resultado de un fuerte
avivamiento enviado por el Espíritu Santo. En contraste, parece que las igle-
sias no carismáticas de hoy están esperando lograr la renovación (o, por lo
menos, Ja supervivencia) por medio de tomar prestado los nuevos métodos y
formas que tal vez no coinciden totalmente con su propia teología y su pro-
pio entendimiento de las Escrituras. En primaveras anteriores, las nuevas
528
'Epí[ogo: ¿o/ivitTWs en una de {as primaveras terri6{es áe Vios?
formas seculares eran variaciones razonablemente inocuas y folklóricas que,
según parece, fueron santificadas rápidamente por su asociación con letra
religiosa. Hoy, son basadas en estilos musicales populares, radicalmente
primitivos y altamente comerciales; así que frecuentemente alguna forma del
rock es el medio de la música cristiana contemporánea y, en algunas iglesias,
un pulso constante de hatería acompaña todo el canto congregacional.
Muchas personas identifican estos fenómenos, no como símbolos seculares
que llegan a ser sagrados, sino como un testimonio al desarrollo de una igle-
sia secular. A través de la historia, la verdadera renovación ha sido acom-
pañada por la predicaci6n profética, por las conciencias arrepentidas y la
confesión del pecado, por vidas cambiadas, por la reforma teológica y por
una expresión a plena voz en el canto congregacional; ninguna de estas
señales se aplica a la iglesia uni versal de hoy. La característica céntrica de la
cultura moderna -el individualismo narcisista- es esencialmente anticris-
tiana. Cuando los que asisten a las iglesias la expresan en términos anti-
estéticos, no intelectuales y antiteológicos (hasta antimisiones), hacemos
bien en preguntar si debiéramos acatamos a estas expresiones, aun si la alter-
nativa es alejar de la iglesia a sus exponentes. Si cedemos a sus demandas
insistentes, ¿deja de ser la iglesia en algún aspecto "el cuerpo de Cristo"?
El libro reciente de Kenneth Myers, All God's Children and Blue Suede
Shoes (Todos los hijos de Dios y zapatos de gamuza azul), apunta a que las
dos características de la cultura pop de hoy, que en muchas instancias se ha
apoderado de la iglesia evangélica, son una búsqueda por lo novedoso y un
deseo para la gratificación instantánea. Los dos símbolos más evidentes de
esa cultura, él dice, son la música rack y la televisi6n.
Para Myers, el método comunicativo de estas formas representa más una
amenaza en el intento por percibir a Dios que una amenaza por su contenido.
En otras palabras, la expresión idiomática misma del rack es más subversiva
al espíritu humano que su lírica obscena. Como dice Charles A. Reich, "la
nueva música sacude todo el cuerpo, y penetra el ahna". 4 Myers identifica el
mito rock como un primitivo concepto panteísta que es una salida radical de
las tradicionales ideas occidentales acerca del pensamiento y la existencia
misma. 5
La esencia de ese mito era que el rock ofrecería una forma de liberación espiritual al
proveer una forma superior de conocimiento, una forma que era inmediata en vez de
reflexiva, física en vez de mental y emocional en vez de volitiva.
529
¡~gocijaos! La música cristiana en {a aáoración
Su condenación de la televisión es similar. 6
Aún si todo el entretenimiento televisivo fuera inofensivo a la ética cristiana y del más
alto mérito artístico, su fonna de comunicación (y forma de conocer) alienta la aversión
a la abstracción, el análisis y la reflexión que caracteriza nuestra cultura en todo nivel.
Pensar es, a veces, trabajo difícil. El exceso de la televisión de la diversión instantánea
no solamente provee un alivio de este trabajo difícil; ofrece un atractivo y alternativo
"camino a conocerse" (como lo ofrece también el rack) que hace anacrónico, estrecho
y no necesario el raciocinio.
530
'Epífogo: ¿Vivimos en una de [as primaveras terrib[es de flJios?
de los egresados seminaristas en música poder cantar por lo menos una por-
ción del oratorio Mesías en la iglesia en que servían. Hoy, algunos de mis ex
alumnos trabajan con pastores que les han prohibido el uso de cualquier
música artística, incluyendo la obra magistral de Handel. En una sociedad en
que esa gran obra se escucha comúnmente en los medios masivos en la
Navidad, esto tiene que indicar más una aversión a una forma artística que
una preocupación con la comunicación.
Finalmente, Myers sugiere que el ecumenisrno llamado el movimiento
evangélico pudiera haber contribuido más a estos problemas que a su solu-
dón.12 Sus comentarios nos deben ayudar a entender por qué tantas veces "se
copia descuidadamente una forma de adoración".
Los líderes de las iglesias deben preguntar hasta dónde las sensibilidades culturales
asociadas con la iglesia reflejan las normas objetivas de la verdad cristiana y hasta
dónde reflejan las normas subjetivas del espíritu de la época. Los cristianos dentro de
la tradición evangélica tenemos algunos desafíos especiales debido a una definición
imprecisa del movimiento evangélico. Algunos historiadores y sociólogos han identi-
ficado el movimiento evangélico como una comunidad de ortodoxia, preocupación
por tener una creencia correcta. Pero existen tantas doctrinas sobre las cuales los auto-
proclamados evangélicos no están de acuerdo, que uno tiene que preguntar si el
movimiento evangélico contemporáneo no se define mejor como una comunidad de
orthopathos (preocupación con un correcto "sentir"). No estamos de acuerdo en cuan-
to a la naturaleza y la extensión de la salvación, el significado de los sacramentos, la
naturaleza de la revelación, la naturaleza de la autoridad eclesiástica, la obra del
Espíritu Santo o la escatología. Pero cuando se reúnen los evangélicos, tienden a dis-
frutar del canto de los mismos tipos de himnos, tienden a usar los mismos medios de
expresión para hablar acerca de su fe y tienden a expresar sentimientos similares no
solamente de su fe, sino de otros asuntos también.
En resumen, los evangélicos parecen tener más en común en cuanto a los accesorios
sentimentalistas asociados con la fe que tienen en común al intentar definir lo que es
la naturaleza de esta fe. Esto no es decir solamente que todos han experimentado la
misma fe, porque creo que muchas personas no evangélicas también han experimen-
tado la misma fe. Pero lo que distingue el movimiento evangélico como una subcul-
tura o movimiento es un cierto sentir acerca de la fe.
531
¡'l<g.gocijaos! La música cristiana en [a aáoración
Tenemos que Cmnunicar
Es loable que los líderes de las iglesias se preocupen por no haber alcan-
zado ciertos grupos culturales y/o de ciertas edades en nuestra sociedad. Si
su objetivo es evangelismo verdadero (la conversión del no creyente quien
nunca ha asistido a ningún culto de adoración), probablemente deben con-
siderar las alternativas de un tipo de culto "para simpatizantes" o un estudio
bíblico familiar en un sitio neutral, las dos apoyadas por el testimonio
personal y verbal de creyentes comprometidos. Pero, antes de cambiar radi-
calmente los cultos de adoración para lograr los propósitos de la evange-
lización, los ministros y pastores deben recordar otra vez que la verdadera
adoración esencialmente debe ser "sin intereses creados" tales refinamientos
como el aprendizaje bíblico, la moralización cristiana y aun el evangelismo
no son las metas centrales. 13
532
'Epífogo: ¿o/ivimos en una áe [as primm1eras terri6[es áe Vios?
apelarán a ciertos grupos culturales o de cierta edad (o los mantendrán en la
iglesia), me parece que existen tres procedimientos posibles, todos los cuales
l'stán siendo probados: ( 1) Buscar expandir las expresiones idiomáticas del
ntlto, para que haya "algo para todos"; (2) planificar diferentes cultos para
ministrar a diferentes gmpos; o (3) establecer otra iglesia que utilizará solamente
l(n·mas contemporáneas, resultando en dos congregaciones en lugar de una.
La primera posibilidad es la que más recomiendo. Mantener juntos todos
los grupos en el culto mantiene el símbolo de unidad y provee la mejor opor-
ltmidad de trabajar hacia un mismo sentir. Por supuesto, tal procedimiento
tiene que ser acompañado de oración pidiendo la renovación genuina, de
mucha información acerca de las ventajas de no separarse y de un estudio
continuo sobre cómo la adoración genuina debe ser expresada para aco-
modarse a todos los grupos. Es cierto que no es fácil lograr un culto unido
cuando se utilizan estilos musicales contrastantes, pero Myers sugiere (sin
hacer referencia directa al estilo de adoración) que se pueden probar las artes
¡mp sin "comprometerse" con ellas. 14 •
Los creyentes no deben temer a "los ídolos populares" y los mitos de nuestro día,
mientras no los reverencien. Pero éstos pueden tomar la forma de sentires y sensibi-
lidades tanto como de piedra y credos, y existen muchas señales preocupantcs que
muchos creyentes contemporáneos han aceptado como propia, la limitada y !imitado-
ra sensibilidad de la cultura popular. ·
Para la iglesia grande que habitualmente ofrece más que un culto de ado-
ración, parecería muy senci1lo anunciar que habrá dos cultos en diferentes
estilos de adoración en diferentes horarios. Sin embargo, el argumento ante-
rior sugiere que es igualmente lógico decir que una teología sería proclama-
da y demostrada en el culto a las 9:30 horas y otra en el culto a las 11:00
horas; porque cada estilo de adoración tiende a decir algo diferente acerca de
Dios. 15 Además, ¿no debe la identidad y unidad de la iglesia significar más
que compartir las mismas oportunidades sociales y deportivas y apoyar un
solo presupuesto?
Creo que, si se hace un anuncio "divisivo", debe ser acompañado con una
confesión cornpattida de culpabilidad, porque todas las partes involucradas
reconocen que no puede ser la mejor voluntad de Dios para la iglesia. Más
aún, debe ser el propósito declarado del grupo estudiar, orar y trabajar para
una verdadera renovación espiritual y un entendimiento mutuo de manera
que en algún momento la congregación volverá a juntarse en un culto de ado-
ración colectivo. Desafortunadamente, no puede existir tal meta para la igle-
sia completamente pop -solamente la esperanza que con el tiempo sus prác-
Licas novedosas serán reconocidas como "leche espiritual descremada" y, por
decisión unánime, serán cambiadas para incluir un mejor alimento. Si hemos
533
¡~gocijaos 1 La música cristiana en [a adoración
de aprender algo de la historia, será el entendimiento tradicional de que las
normas bíblicas de adoración prevalecerán, aún si son despreciadas por un
tiempo.
Debe ser evidente que lo que la iglesia de hoy realmente necesita, más
que cualquier forma de adoración, moderna o tradicional, es la renovación
genuina. Tengo un mensaje para la iglesia que sigue las fórmulas prescritas
por los promotores del crecimiento de la iglesia: Aunque sea posible desa-
rrollar iglesias más grandes por tal método, todavía no tiene sentido intentar
programar la obra autenticamente renovadora del Espíritu Santo. La reno-
vación espiritual no viene según una agenda humana y no depende de las for-
mas humanas, sean tradicionales o contemporáneas. Graham Kendrick dice
claramente que la adoración verdaderamente espiritual es la total obediencia
a Dios, llegando los creyentes a ser "sacrificios vivos, santos y agradables a
Dios" (Romanos 12:1). 16 No hay mucha evidencia de que esta es la mayor
preocupación de muchas de las iglesias de hoy, sean litúrgicas o no litúrgi-
cas, aun de las que buscan "una experiencia mejor" de adoración.
Leander E. Keck nos recuerda que el Movimiento Litúrgico, cuyos obje-
tivos básicos él aprueba, no ha traído la renovación. 17
¿Es tan seria la situación? Algunas personas sí dirían que muchas de las iglesias
"tradicionales" ya se han "arrepentido" de su adoración protestante heredada. ¿No han
adoptado los leccionarios? ¿sacado al pastor de un púlpito elevado colocándolo al
mismo nivel que la congregación? ¿adoptado vestimentas y accesorios coordinados de
color? ¿alentado la "adoración experimental"? y, como el "intermedio" en la mitad del
partido de fútbol, ¿se han detenido en medio de la adoración a Dios para saludarse,
abrazarse, besarse y charlar brevemente bajo el nomhre de "pasar la paz"? Sí, lo han
hecho, ¡pero en muchos casos no ha significado mucho más que sustituir lo trivial por
lo osificado! Algunos cambios han sido más profundos. Por ejemplo, el Movimiento
Litúrgico ha ayudado a las congregaciones a descubrir de nuevo los ricos recursos de
la iglesia universal, pero muchas congregaciones protestantes han sido afectadas sólo
marginalmente por él.
En cualquier caso, demasiadas veces las iglesias "tradicionales" de veras están involu-
cradas en una adoración que es completamente secularizada. Recuerdo una ocasión en
que la invocación tradicional fue reemplazada con aplausos y vitoreos dirigidos a
Dios: "¡Denme una D; Denme una I; Denme una O; Denmc una S!" Un ejemplo
extremo, ciertamente, pero un ejemplo al fin. No habrá una renovación del protes-
tantismo tradicional hasta que su adoración a Dios se deje de tales tonterías y de la
secularización que refleja.
534
'Epí{ogo: /Vivimos en una de fas primaveras terriófe.s de ']]íos?
También, Keck opina que mucha de la adoración de hoy carece de alegría,
y da poca importancia a los que intentan "añadir alegría" a su predicación de
verdades a medias. Aunque él está hablando de las iglesias tradicionales,
algunas de estas caractetísticas evocarán recuerdos de programas televisivos
específicos y ciertos esfuerzos evangélicos por modernizar la adoración. 18
Por cierto, ha habido muchos intentos para hacer más gozosa la adoración a Dios. Por
un lado, hemos borrado los aspectos sombríos de Dios, ignorando así la áspera adver-
tencia de aquel oponente constante de la teología liberal, J. Gresham Machen, que "la
religión no se puede hacer gozosa simplemente por mirar a la cara feliz de Dios". Por
otro lado, hemos llenado los globos, danzado en los pasillos, marchado bajo las ban-
deras; hemos abrazado el ja;:.;:, y cantado cánticos cuyo contenido teológico hace que
las canciones infantiles suenen como Tomás de Aquino. Pero no es suficiente animar
el ambiente, o ponerle música a nuestras metas y aspiraciones. Podemos superar esto,
y tenemos que hacerlo, porque cuando la verdad de Dios como se expresó en Cristo
y de la cual da testimonio en el evangelio resulta en una.verdadera alabanza a Dios,
la adoración cristiana ofrece una alternativa al secularismo que, de otro modo, nos
engaña con sus promesas.
Kcck dice que una renovación genuina requiere una reforma de tal ado-
ración secularizada al "restaurar su enfoque en la alabanza 'sin propósito' a
Dios". 19
¿Qué renueva la alabanza a Dios? La respuesta ... es inevitable: una nueva estimación
de la verdad de Dios. Por otro lado, la forma en que uno se apropia de ella no se puede
prescribir, aunque lo que ocurre cuando uno se logra es descriptible. Por ejemplo, para
algunos será principalmente un nuevo entendimiento de la gracia ya experimentada.
Para otros será el descubrimiento, sea doloroso o estático, de la diferencia entre creer
en sus creencias acerca de Dios y creer en Dios ... La alabanza a Dios es renovada
cuando algún atributo del carácter de Dios se descubre tan convincentemente que
tiene que ser reconocido con gratitud. La verdad de Dios que renueva la alabanza es
la verdad experimentada, validando el sí validará al evangelio, ya sea enseñado,
predicado, cantado o interpretado.
536
'Epí{ogo: ¿o/iviTtWs en una áe {as primaveras terrib{es áe Vios?
Sigo adelante, Sigo adelante,
Pagaré el precio, no importa lo que hagan los demás;
Seguiré el camino con los pocos despreciados del Señor;
Sigo adelante, Jesús, Sigo adelante.
537
¡1\ggocijaos! La música cristiana en {a adoración
en cualquier iglesia particular y, con el poder del Espíritu Santo, dará prue-
bas de transformar las vidas de los creyentes individuales. Y allí es donde
comienza la verdadera renovación.
538
!7\[ptas
Introducción
1 Kenneth L. Woodward, John Barnes y Laurie Lisie. "The Year of the Evangelicals," (El año de los
t•vangélicos) 68, 69, Newsweek, LXXXVIII, 17 (25 de octubre, 1976) .
.! E..,te asunto es tratado más ampliamente en el capítulo 7.
1 Reconocidamente, éste es un sincretismo selectivo del material de Bloesh, y se anima al lector para
que examine todo ese capítulo: "El Legado del Pietismo" pp. 121-1 X7.
Capítulo 1
Una balada tradicional proclamaba que la cordillera de los Andes fue empujada hacia arriba del
llano por el pico de un enorme pájaro carpintero. Después que la tribu fue evangelizada por
misioneros, la música de este canto folklórico se convirtió en la base de su primer himno de alabanza.
2 Citado en Lectures mz Call'inism, (Lecciones sobre el calvinismo) p. 216, por Abraham Kuyper.
1 C. S. Lewis, "On Church Music," (Sobre la música de la iglesia) en Christian Reflections, (Reflejos
lTi-;tianos) p. 98.
·1 Juan Dewey, Art as Experience, (El arte como experiencia) p. 7.
~Nicolás Wolterstorff, Art in Action, (El mte en acción) pp. 21-23.
11 Para un tratado contemporáneo recomiendo Art in Action: Tmvard a Christian Aesthetic, (El arte
L'n acción: Hacia una estética cristiana) por Nicolás Wolterstorff,.
7 AJan P. Merriam, The Anthropology of Music, (La antropología de la música), p. 223.
X Louis Laloy, La Musique clzinoise, pp. 38, 39, citado en Jacques Chaifley, 40,000 Years of Music,
(·10.000 años de música) p. 5.
t) Mark Bangert, "Theology of Church Music, 19th Century," (La teología de la música de la iglesia,
\iglo XIX) pp. 344-348, en A Handbook of Church Music, (Un manual de música de la iglesia) ed.
Karl Alter and Karl Schalk.
lO Willfred Mellers, Ca/iban Reborn, (Renacimiento de Calibán) pp. 151, 152. Véase también el
wmentario de Wolterstorff sobre Sacred aiUI Profane Beaut_v" (La belleza sagrada y profana) por
<Jerardus van der Leeuw en Art in Actimz, pp. 117, 118.
11 Wolterstorff, p. 50.
12 Merriam, p. 223.
13 Woltcrstorff, p. 82.
14 Merriam, pp. 219-222. Véase también, Plzilosophy in a New Ke.v, (Filosofía en una nueva tonali-
dad) p. 179 por Susan B. Langer. Mi antiguo colega Jay W. Wilkey ha dado este sumario de la tesis
de Langer: ( 1) La música presenta símbolos tonales de sentimiento, (2) la música expresa sen-
timientos simbólicamente y (3) el movimiento tonal de la música es simbólico del flujo de sen-
timientos.
15 Véase On the Sensations ofTone (Sobre las sensaciones de tono) p. 250, por Hermann Helmholtz.
16 Stephen MacKenna, Plotinus on the nature of the soul, being the 4th Ennead (Plotino sobre la
naturaleza del alma, siendo el cuarto Ennéadas).
17 E. Taller Gaston, "Psychological Foundations for Functional Music", (Los fundamentos psi-
cológicos para la música funcional) en American Journal of Occupational 1'l1erap_v, (La revista
norteamericana de terapia ocupacional) II, p. 1 (febrero, 1948).
1!l Merriam, p. 224. Merriam menciona por lo menos tres subfunciones bajo este encabezamiento: ( 1)
La función de reforzar la conformidad a las normas sociales, (2) la función de validar las instituciones
sociales y los ritos religiosos y (3) la función de contribuir a la continuidad y estabilidad de la cultura.
539
9/ptas
19 Frank E. Gaebelein: "Toward a Biblical View of Aesthetics," (llacia una perspectiva bíblica de la
estética) p. 2, Christianity Today (El cristianismo hoy) 30 de agosto, 1968. Gaebelein, educador y
teólogo evangélico, también era un excelente pianista; su padre, Amo C. Gaebelein, era un renorn·
brado conferencista bíblico y uno de los editores consultores de la Scofield Reference Bible (La Biblia
de Scofield).
20 La tradición del coro luterano de San Olaf comenzó con F. Melius Cristianscn; la Universidad
Coral de Westminster fue fundada por John Finley Williarnson cuando era ministro de música en la
Iglesia Presbiteriana Westminster en Dayton, Ohio, y más adelante la universidad se mudó a
Princeton, Nueva Jersey.
21 Una influencia importante en esta organización fue Charles Hirt. quien guió a muchos estudiantes
evangélicos en sus estudios para lograr el doctorado en la Universidad de California.
22 Kenneth A. Myers, All God's Children and Blue Suede Slwes, (Todos los hijos de Dios y los
zapatos de gamuza azul) p. 121. La lista de Myers del énfasis contrastante entre la "alta cultura" y la
cultura popular aparece en la página 120.
23 Karl Halter, God and Man in Music, (Dios y el hombre en la música) pp. 35-37.
24 William Dean, Coming To: A Theology of Beauty, (Llegando a ser: Una teología de belleza) pp.
159 SS.
Capítulo 2
Véase también Music in American Ufe (La música en la vida norteamericana), pp. 65-92, por
Jacques Barzun.
2 Véase Mtísic and Minisfl:v (La música y el ministerio), pp. 5-7, por Calvin M. Johansson; y A
Philosophy ofChurch Music IL'na filosofía de música de la iglesia), pp. 16-21 por Robert Berclund.
Recomiendo ambos libros por sus contribuciones al tema de la música de la iglesia.
3 David B. Pass, en Music ami the Churclz (La música y la iglesia), pp. 63-129. omite la categoría de
didaché, incluyendo la educación cristiana bajo kerygma; no menciona diakonía. Este es un excelente
estudio, aunque las recomendaciones del autor sobre estilos de música se limitan mayormente a la
música contemporánea.
4 Robin A. Leaver, "The Theological Character of Music in Worship," (El caracter teológico de la
música en la adoración), p. 47, en Duty ami Delight: Rout/ey Remembered !Deber y delicia: Routlcy
recordado) (Carlton R. Young, editor ejecutivo).
5 /bíd, p. 49.
6 Muchos grupos contemporáneos carismáticos de renovación insisten en que solamente ciertos tipos
de textos (especialmente de "alabanza") son apropiados para los servicios habitua)e<; de adoración.
Juntamente con las congregaciones pentecostales ellos también experimentan "cantar en el Espíritu"
lo cual ellos identifican como un don sobrenatural de Dios. Estos fenómenos son tratados amplia-
mente en los capítulos 1O y 1 l.
7 MigneG LV, p. 156; WagE 1 p. 10; citados por Gustave Reese en Music in tlze Midd/e Ages (La
música en la edad media), p. 65.
8 Anleitw1g :::ur musikal isclzen Ge/ahreit ( 17H3 edn.), pp. 825 ss., citado por Petcr Williams, Bach
Organ Music (Música de órgano de Bach), p. JO.
9 Carlton R. Young, "HSA Convocations; Back lo Basics" (Convocaciones de la Sociedad Hímnica
Norteamericana: ¡Volviendo a lo básico!) en The Hynm (El himno), XXVIII, p. 4 (octubre de 1977).
10 H. B. Prince, por muchos años de la Iglesia Evangélica Libre Betesda, Mineápolis, Minnesota.
11 Parafraseado de Oliver Strunk, ed. Source Readings in Music History (Puentes de lectura en la his-
toria de la música) 1, p. 74.
12 Esto no quiere decir que el oyente satisfecho con la actuación pero pecador esté consciente de que
algo anda mal. Porque la experiencia se verifica en la iglesia, seguramente será identificada como
verdadera adoraci6n, ¡porque están "aplaudiendo a Dios" en gratitud por el talento del ejecutante!
540
1}./jJtas
13 Estas posibilidades son con<>ideradas más ampliamente en los capítulos 10, 11 y 19.
1'1!\1igneL, XXXII, p. 769; Nicene & Post-N. Ser 1, pp. 1, 134. Citado en Reese, pp. 64, 65.
l.5 Véase 1 Corintios 14, centrándose en el versículo 15. Esto puede parecer que es una interpretación
.,implista de estas frases, las cuales se tratan más ampliamente en el capítulo 6.
16 Letra y música por C. Austin Miles, letra basada en Juan 20:11-18. He analizado este himno
ampliamente en Crusade Hynm Stories <Historias de los himnos de las cruzadas), cd. Cliff Barrows,
pp. 49, 50.
17 Austin Lovelace y W. C. Rice, Music and Worship in the Clwrclz (Música y adoración en la igle-
sia), pp. 19, 20.
18 Allan Bloom, 11ze Closing of the American Mind (El cierre de la mente norteamericana), p. 73.
Véanse también, Rock and the Clzurclz (La música rock y la iglesia), y Rock and Rol!: the Devil's
/Jiversion <Rock y ro/1: La diversión del diablo) por Roberl Larson.
19 Un ministro llamado Billy James Hargis.
20 Citado por Gene A. Getz, MBI-The Story of Moody Bible Institute (lB M: La historia del Instituto
Bíblico Moody), p. 63.
21 Hemos de admitir que para algunos grupos en la revolución de hoy sobre adoración/música, el
lírgano ha llegado a ser un símbolo negativo y ha sido reemplazado por el sintetizador o el conjunto
instrumental.
22 Véansc Re/if?ion in the J\ge of Aquarius (Religión en la era de acÚario) por Jolm Charles Cooper;
y Harvey Cox, The Seductivn of tlze Spirit (La seducción del Espíritu).
23 John Killinger, Leave It to the Spirit (Déjeselo al Espíritu), pp. 75, 76.
24 Véase ''Charismatic Movement," <Movimiento carismático) por P. D. Hockenen Dictionary of
Pentecostal and Charismatic Movements <Diccionario de movimientos pentecostales y carismáticos),
ed. Stanley M. Burgess Y.Gary B. Mc.:Gee, pp. 130-160.
25 Este fenómeno contemporáneo importante será tratado ampliamenté en los capítulos 1O, 1 1 y 17.
26 Véase "Does the Music Make Them Do It?" <¿Es la música lo que les impulsa a hacerlo?), por
Richard D. Mountford. El párrafo final incluye la declaración: "La música sólo puede tener su efecto
si la persona permite que le afecte." Esto confirma que el significado de la música es dado por la cul-
tura. Puede suponerse que el mismo efecto puede ser producido (si el individuo lo desea) con
cualquier clase de música: 1ja::. folklórica. vals, fugas de Bach o canto gregoriano!
27 La comunidad ecuménica Taizé, de Francia usa repetidas frases en latín al orar, puesto que sus
participantes provienen de muchas diferentes culturas lingüísticas.
28 Esta declaración contradice a dos fenómenos contemporáneos: ( 1) ciertos gmpos promueven que los
blancos adopt<m los estilos de los negros a fin de estimular la adoración racialmentc integrada; y, (2) el
estilo y las formas de adoración carismática están siendo adoptados por los no carismáticos. Estos últimos
se tratan ampliamente en los capítulos 11 y 17.
29 Véanse capítulos 10, 11 17 y 20.
30 Véase Clzurclz Music Transgressed <La transgresión de la música de la iglesia) por Francis P. Schmitt.
31 Es interesante notar que los eruuitos litúrgicos en la actualidad están poniendo creciente atención
a la herencia oriental de la iglesia. Por esta razón esta segunda edición de Jubilate trata la adoración
011odoxa por sí misma y su relación sugerida con la adoración pentecostal/carismática.
Capítulo 3
1 Calvin M. Johansson, Music: & Ministry, p. 55. Johansson es graduado de Houghton College, Cnion
Theological Seminary (Nueva York) y Southwestern Baptist Theological Seminary, y es profesor de
música en la Universidad Evangel en Springtield Misurí. una institución educativa de las Asambleas de Dios.
2 /bid. p. 56. Creo que la tradición del canto evangelístico surgió de los cantos espirituales que
emergieron en 1800 en las reuniones de campaña en Kcntucky.
541
g.{ptas
3 En esta ocasión (durante la década de los 1950), Shaw identificó a sus padres como ministros en una
iglesia evangélica que cantaba himnos como "La Cruz Sólo Me Guiará," (l-ID 171), Pounds-Gabriel).
Arguyó que la Crucifuión de Bach de la Misa en Si Menor es una expresión más válida de la teología de
la cruz.
4 Esto es presentado nuís detalladamente en la segunda sección de este libro.
542
IJ.{ptas
Capítulo 4
1 El uso de Jos himnos "arrianos" en los siglos lli y IV conlribuyó al conflicto teológico concemiente a
la persona de Cristo, que motivó la formulación del Credo Niceno en el año 325.
2 Esto fue así especialmente después que el Movimiento Oxford en Inglaterra (c. 1840) avivó el
interés en la herencia litúrgica de la iglesia madre.
·1 El Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans tiene un armonio que tocó el maestro-autor E.
O. Scllers para acompañar el coro de niños en el Tabernáculo Moody entre 1910 y 1920.
4 Este ministerio específico es tratado en el capítulo 15.
~ Esta nueva e importante técnica para dirigir los cantos se desclibc má<; mnpliamente en los capítulos 1Oy 11.
(,Aun hoy, en muchas iglesias rurales o misiones el "predicador" es bivocacional y en muchos casos
aun sin sueldo.
7 C. H. Spurgeon, el famoso predicador bautista inglés del siglo XVIII rechazó la ordenación para sí
mismo. Algunos grupos evangélicos (como el de los Hermanos) la practican.
X El Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky, ofrece un Doctorado en
Ministerio de Música (con énfasis en la obra de la iglesia local) que es comparable al título de
Doctorado en Ministerio para pastores.
9 Muchas instituciones educativas ofrecen dichas carreras. Por ejemplo, la primera ( 1) es ofrecida por
la Universidad de Biblia en Filadelfia y la Universidad Temple o en el Instituto Bíblico .Moody y el
Conservatorio Americano de .Música (Chicago). El estudio más avanzado del segundo (2), que me
parece el mejor, es ofrecido por el Seminario Teológico Bautista del Sur (Louisville, Kcntucky). La
última opción (3) es la norma para los estudiantes de los Seminarios Bautistas de Fort Worth,
Louisville, Nueva Orlcans y San Prancisco, tanto como de la Universidad Metodista del Sur (S.MU)
y algunas otras instituciones.
Capítulo S
5 Jean-Jacques von Allmen, Worship: /ts Theology and Practice (Adoración: Su teología y práctica),
p. 33.
6 James F. White, Introduction to Christian Worship (Introducción a la adoración cristiana), p. 21.
7 Véase The Worshiping Church (La iglesia yue adora), ed. Donald Hustad, núm. 4.
8 Evelyn Underhill, Worship (Adoración), p. 3.
9 Paul Hoon, Tlze lntegrity of Worship (La integridad de la adoración), pp. 128-132.
10 Martín Lutero, Larger Catechism (Catecismo mayor), III, p. 84.
1! Esta frase es usada por Rudolf Otto en The Idea oftlze Holy (La idea de lo sagrado), pp. 1-41.
12 Esto se nota en antiguas y nuevas versiones de la Biblia. En el Salmo 100:2la Reina Valera dice:
"Servid a Jehová con alegría" y la Versión Popular: "con alegría adoren al Señor."
13 William Culbcrtson, uno de mis mentores, (obispo en la Iglesia Episcopal Reformada y Presidente
del Instituto Bíblico Moody) nos hizo recordar en un sermón de capilla que, aunque Dios ha revela-
do mucho de su ser en las Escrituras y en una forma suprema en Cristo Jesús, hay mucho del carác-
ter de Dios que nunca comprenderemos, porque somos mortales, finitos, humanos y él es el infinito,
eterna) Dios. Poner en duda esta idea es cometer el pecado básico de Adán, el primer ser humano:
¡aspirar tener la misma comprensión que tiene Dios!
14 Esta idea es tratada otra vez en el capítulo 11 en relación con la adoración carismática.
15 Hoon, p. 94
16 Estas respuestas humanas son citadas por muchos estudiantes de adoración. Especialmente debo
543
0/9tas
mucho a las ideas de Stephen Winward, en su libro The Reformation ofOur Worship (La reforma de
nuestra adoración), pp. 12-52.
17 Soren Kirkegaard, Purity of Heart Is to Will One Tlzing (La pureza de corazón es querer una
sola cosa), pp. 160-166. Como todas las metáforas, la de Kirkegaard no es adecuada porque
sugiere que Dios es un observador lejano en la experiencia de adoración. En realidad, a través del
Espíritu Santo que habita dentro de nosotros, Dios está "más cerca que nuestras manos y nuestros
pies", siempre buscando revelar más de sí mismo al creyente adorador a fin de lop·ar una respuesta positiva.
18 Hace poco mi esposa Rut y yo orábamos con los creyentes en Corea, donde cada frase de la
oración del pastor era seguida por un "amén" entusiasta por parte de la congregación. Con esto,
recordaban a Dios, y que la oración venía de ellos también.
19 A propósito, todos los que oran en voz alta (ministros o laicos) deben reconocer esta
responsabilidad, evitando el uso de la palabra exclusivista "yo".
20 Underhill, p. 37.
21 lbíd.
22 La música de alabanza y adoración es tratada más extensamente en los capítulos JO, 11 y 17.
23 Debe recordarse que la Iglesia Católica Romana evangelizó la Europa pagana con el idioma latín
porque éste era el idioma dominante de la cultura mundial en aquel entonces. Además, las lenguas
vernáculas, no desarrolladas, se consideraban inadecuadas para expresar debidamente la teología y
liturgia de la iglesia. La filosofía de la obra misionera rechazaría aquella idea, e insistiría en que las
formas de teología y adoración deben ser adaptadas a las limitaciones de las lenguas conocidas, aun
los dialectos regionales.
24 Stephen Winward, The Reforma/ion of Our Worship, pp. 35, 36.
25 Véase 1 Samuel 9:11-24.
26 Véase Levítico 4:13-21.
27 The Book ofCommon Pra_ver (1979) <El libro de oración común de 1979), pp. 79, 80.
28 Paul Hoon hace una lista de algunas razones por las cuales la gente en la actualidad inevitable-
mente se siente culpable cuando asiste al culto para adorar. Véase Hoon, p. 304.
29 Estoy en deuda con Paul Richardson, mi estudiante, compañero y crítico constructivo, por ha-
cerme notar esta realidad obvia, la cual no había observado.
30 En un sermón inédito, Paul Richardson ha dicho que el llamamiento de Jesús a la adoración en Marcos
12:30 incluye el mismo desafío. En verdad, el canto en la adoración debe ser con el corazón, alma,
mente y fuerza, para que la acción sea tanto simbólica como real.
31 Winward, p. 7.
32 Walter E. Buszin, Luther on Music (Lutero en cuanto a la música), p. 6.
33 Véase William James, The Principies of Psyclwlogy (Principios de psicología) Vol. II, pp. 449 ss.
34 William Temple, Readings in St. Jo/m 's Gospel (Lecturas en el Evangelio de San Juan), p. 68.
Capítulo 6
1 Véase capítulo 5: "La Naturaleza de la Adoración Cristiana en Relación con la Expresión Musical".
2 Erik Routley, Church Music and the Cristian Faitlz, p. 6.
3 Véanse Jueces 4:5, 5:1-31.
4 Una diferencia es obvia: 2 Reyes 4:1 registra que las esposas e hijos de los profetas participaban en
la vida de esas comunidades.
5 Véase The New Oxford History of Music (La nueva historia Oxford de la música), Tomo 1 (ed. Egon
Wellesz), pp. 295, 296 y las referencias de las notas.
6 Curt Sachs, A.Z. ldelsohn, y R. Lachman.
7 Eric Werner, "Jewish Music" (Música judía), p. 623.
8 Ronald B. Allen, "The Psalmist" (El salmista), Worship I.eader (El líder de la adoración), Vol. 1,
núm. 3, junio-julio 1992, p. 5.
544
g{ptas
9 Hans-Joachim Kraus, Psalms 1-59: A Commenta1y (Salmos 1-59: L'n comentario), pp. 346, 347.
10 Note el requisito mencionado antes en el sentido que los pasajes bíblicos que se cantaban y el rela-
to de la experiencia musical en la dedicación del templo de Salomón (2 Crónicas 5:11-14).
11 Suzanne Haik Vantoura, The Music of the Hible Revealed (La música de la Biblia revelada),
pp. 364, 365.
12 Werner, p. 623. El templo de Zorobabel fue terminado en 516 a. de J.C. y usado hasta que el
templo de Herodes lo reemplazó en el año 20 a. de J.C.
13 Eric Wemer, 1he Sacred Bridge (El puente sagrado), p. 133.
14 Werner, "Jewish Music", pp. 621-623.
15 Debe ser dicho que estas alegaciones para el significado de los títulos de los salmos son hipótesis
bajo discusión, con poca evidencia más allá de los textos mismos para soportar las ideas en compe-
tencia avanzada.
16 A.S. Herbert. Worslzip in Ancient Israel (Adoración en el Israel antiguo), p. 26. La idea de un
poder sobrenatural en la música de adoración ha vuelto a surgir en los últimos años del siglo XX
como resultados del Movimiento de Renovación Carismática. Esto es tratado en los capítulos 1O y 11.
17 L1 relación estrecha entre el leccionario judío y el desarrollo cristiano primitivo de "propios" para la ado-
ración diaria es presentada por Wemer en The Sacred Bridge. p. 50-101.
18 El tratado rabínico Soferim registra que la respuesta "aleluya" fue exclamada 123 veces por la con-
gregación, un número que corresponde al número de ver~os poéticos en los salmos de IIallcl. Véase
Music in Ancient Israel (Música en el Israel antiguo), por Alfred Sendrey, p. 282.
19 Véase "Thc Early Church" (La iglesia primitiva) en el capítulo 7.
20 Véase Donald P. Ilustad, "Doxology: A Biblical Triad" ("Doxología: Una tríada bíblica"), pp.l-21.
21 Las tres formas aparecen en las liturgias cristianas primitivas, y son mencionadas en el capítulo 7.
22 Egon Wellesz, "Early Christian Music" (Música cristiana primitiva). p. 2, en The Ne11,. Oxford Histmy
of Music (La nueva historia Oxford de música), Tomo II, cd. Dom Anselm 1-lughes.
23 F.F. Bruce, The Epistle to the t:phesians (La epístola a los Efesios), pp. 110, 111.
24 Véase "Thc Ne\v Testament Christ-Hymn" ("El himno de Oisto en el Nuevo Testamento") por Charles
M . .Mountain, pp. 20-28, en The H.rmn (El himno), XLIV, 1 (enero, 1993).
25 Bruce, p. 33.
26 MigneL XXXVII, p. 1272; Nicene & Post-N, Ser. 1, VIII, p. 488. Citado en Music in tlze Middle
A,c:es por Gustave Reese, p. 64.
27 Werner, The Sacred Bridge, pp. 168-169.
28 Werner, "Jewish Music", pp. 618-621.
29 Los cristianos primitivos se reunían para la adoración en casas particulares; puede ser que éste
también fuera un factor.
30 A comienzos del siglo XX en el "movimiento de restauración" Campbellista, las "Iglesias de
Cristo" se separaron de los "Oiscíplos de Cristo" por esta cuestión.
31 Véase "Adoración en la renovación carismática" en el capítulo 10 y "Evaluación de la adoración
carismática" en el capítulo 11.
32 David B. Pass, Music and the Clzurch, pp. 85 ss.
33 Es de notar que estos elementos son mencionados en relación con varios lugares y épocas en el
período del Nuevo Testamento. Se reúnen aquí bajo los subtítulos adoptados más adelante por la igle-
sia: Servicio de la palabra y Servicio de la mesa.
34 Es de notar que en Filipenses 2:6-11 Bcrt Polman encuentra una confesión de fe más larga.
35 Muchos eruditos creen que este pasaje se refiere al acostumbrado "amén" al final de la oración
eucarística.
36 En este caso, ésta no es una referencia "sexista". En la tradición ortodoxa judía hoy en día, sólo
545
IJ{sJtas
los hombres participan activamente en la expresión de adoración. Las mujeres se sientan solas en un
balcón de la sinagoga.
37 James L. Blevins, Revelation as Drama (Revelación como drama), pp. 3-24.
38 Philip Carrington. Citado por William Barclay, 1he Revelatimz of Jolm (Apocalipsis), pp. 1, 2.
39 Véase Hustad, Doxolog_v, pp. 9-13. Aparece aquí un símbolo trinitario: "Salmos" fueron original-
mente dirigidos a Yahveh, los "himnos" pueden haber sido mayormente cantos sobre Cristo, y "can-
tos espirituales" (probablemente glosolálicos); surgieron espontáneamente como un don del Espíritu
Santo.
40 Además, la comunión de los católicos romanos y ortodoxos ha conservado los conceptos del
sacerdocio del Antiguo Testamento: la repetición de la presentación del sacrificio por el pecado y del
simbolismo. Los grupos carismáticos actuales también usan ciertos conceptos de adoración que
vienen de la estructura del templo judío, como lo veremos en el capítulo 11.
Capítulo 7
Por ejemplo, las misiones de predicar al aire libre de Francisco de Asís (c. 1182-1226) y las
cruzadas de Billy Graham (n. 1918) en la última parte del siglo XX.
2 Bemard Ramm ha dicho "La iglesia es el cuerpo de Cristo no solamente para los primeros siglos
sino para todos los siglos." The Evant:elical Heritage (La herencia evangélica), p. 15. En la primera
edición de este libro, cité la afirmación de Ramm que el evangelismo mantiene la tradición del
"romanismo occidental". Sin embargo, los acontecimientos recientes en la cultura y dentro del
movimiento de renovación carismática han sido identificados con la tradición ortodoxa; entonces, he
añadido más énfasis sobre la herencia de adoración oriental en esta edición.
3 El uso del latín también aseguró algo de uniformidad en la iglesia esparcida por el mundo y con-
servó su conexión con la civilización clásica.
4 Didaclzé X, p. 7. Citado en Christian Worship (Adoración cristiana) por T.S. Garrett, pp. 41, 42, y
en An Outline of Christian Worslzip (Un bosquejo de la adoración cristiana) por William D. Maxwell,
pp. 9, 10.
5 Citado por T. S. Garrett, Christian Worship, p. 47. Este puede ser uno de los himnos cristológicos
del Nuevo Testamento (Colosenses 3: 16) mencionados en el capítulo 6 o un himno no bíblico del
mismo tipo.
6 Véanse Garrett, p. 47 y Maxwcll, pp. 11-14.
7 Charles Scalise, erudito en la materia, hace recordar que como esta evidencia primaria es de sola-
mente una región geográfica, y se encuentra en una carta dirigida a una autoridad civil pagana, no
hay razón para hacer generalizaciones en cuanto a las costumbres del siglo II en otras regiones.
8 Véanse Garrett, pp. 51-55 y Maxv.:ell, pp. 21-25.
9 Esta es la creencia, sostenida por los ortodoxos orientales y los católicos romanos, que con el acto
de consagración, el pan y el vino son transformados milagrosamente en el cuerpo y la sangre de
Cristo.
10 Véanse Garrett, pp. 59-65 y Maxwell, pp. 26-34.
11 Maxwell, p. 32
12 Evidentemente la cítara, el instrumento principal de cuerdas de la Grecia antigua.
13 Citado por A.E. Bailey, The Gospel in Hymns (El evangelio en los himnos), p. 214.
14 Esta ciudad fue conocida como "Bizancio" hasta que fue reedificada por Constantino que le dio
un nuevo nombre en el año 330.
15 Service Book of the Holy Eastem Orthodox Catholic and Apostolic Churclz (El libro de cultos de
la santa iglesia católica ortodoxa oriental y apostólica, publicado por el arzobispado de dicha iglesia
en Nueva York y toda Norteamérica, 1971, p. 112.
16 Paul Verghese, The Joy of Freedom (El gozo de la lihe11ad), p. 21.
17 Sin embargo, los "anatemas" mutuos (las maldiciones eclesiásticas que resultan en la excomunión)
fueron revocadas en 1965 después del Concilio Vaticano II.
546
9\{ptas
18 Por ejemplo, durante la Reforma del siglo XVI, el Movimiento Oxford del siglo XIX en la iglesia
anglicana y el Movimiento Litúrgico de mediados del siglo XX.
19 Véase 1 Corintios 5:7.
20 La palabra "misa" viene de la frase /te missa est (quedan despedidos) que se dice al final del culto.
Un "mis sal" es el libro con la liturgia de la misa. Para una mejor comprensión del rito completo, véase:
The Study of Litur~y (El estudio de la liturgia) por Jones, Wainwright y Yarnold, eds., pp. 220-240;
Garrett, pp. 99-116; y Maxwell, pp. 54-71.
21 Citado por Carl Volz, "Theology of Church Musie, Early Church Fathers" (Teología de la música de
la iglesia, los padres de la iglesia primitiva), p. 335, en Key Words in Church Music (Palabras clave
en la música de la iglesia), ed. Carl Schalk.
22 Mi!,'11eG XXIIT. p. 1171; WagE 1, p. 12. Citado en Music in tlle Middle Ages por Reese, p. 62.
23 MigneL XXXVII, p. 1953; Ni cene and Post-N, Serie I, VIIJ, p. 678. Citado por Reese, Ibíd., p. 64.
24 Participación fue el papel (oficios) de los celebrantes.
25 Eberhard Weismann, "Der Predigtgottesdienst und die verwandten Formen" Leiturgia, 111, pp. 23,
24; citado por Eugene L. Brand en "The Liturgical Life of the Church" ("La vida litúrgica de la igle-
sia"), p. 39, en A Handbook of Church Music, eds. Carl Halter y Carl Schalk.
26 The New Harvard Dictionwy of Music, ed. Don Randel, p. 441.
27 Harvard Dictionary of Music (Diccionario Harvard de Música), 2a cd., cd. Willi Appe1, p. 394.
Capítulo 8
1 Tener misa para los muertos llegó a ser un comercio de la iglesia. Véase Kurt Aland, A Hist01y of
Christianity, 11 (Una historia del cristianismo).
2 Hasta hace poco, los laicos católicos participaban solamente del pan entendiendo que con ello,
recibían tanto el cuerpo como la sangre de Cristo.
3 Víctor Gebauer, "Theology of Church Music, Reformers" ("Teología de la música de la iglesia, los
reformadores"), pp. 337-339, en Key Words in Clwrch Music, ed. Carl Schalk. Aúnquc no he leído
toda esta obra inconclusa de Lutero, esta interpretación sugerida suena demasiado liberal. El con-
cepto que el arte es redentor (como es lo de Cristo) es rechazado por Nicolás Wolterstorff en Art
in Action, pp. 47-50.
4 Los luteranos son muy cuidadosos en denominar esta doctrina "el sacerdocio de todo creyente" para
evitar una interpretación demasiado individualista.
5 Véase "And can it be that 1 should gain" (Maravilloso es el gran amor en Celebremos Su Gloria,
núm. 166).
6 Estas son tres de las diez estrofas de la traducción de Richard Massie de "Nun freut euch, /ieben
Christen g 'me in" Véase Lutheran Book of \Vorship (El libro luterano de adoración, 1978), núm. 299.
7 Aunque la palabra "Reforma" se refiere a todos los movimientos de renovación de esta época
histórica, la palabra "Reformado" (a diferencia de "Luterano" y "Anglicano") hace referencia a la
tradición de Zwinglio/Bucer la cual culminó en la obra de Juan Calvino.
8 Cna de las liturgias Reformadas más notables fue usada en Estrasburgo antes de Bucer. Diobald
Schwarz celebró una "misa alemana" (¡Lutero no fue el primero!) en la capilla de una catedral el 16
de febrero de 1524. Fue un rito extraordinario que mantuvo muchas de las palabras y acciones de la
iglesia romana, eliminando las referencias al sacrificio, los santos y la virgen María; solamente falta-
ban dos elementos "evangélicos": el sermón y el canto congregacional. Fallaba el canto congrega-
cional porque la música para el texto alemán todavía no existía. Durante los próximos 15 años, fueron
publicadas 18 versiones de este rito, pero ya había pasado a Bucer el impulso para la reforma.
9 Véase Jo/m Knox's Genevan Sen·ice Book (El libro del culto de Ginebra de Juan Knox, 1556) por
William D. Maxwell, pp. 95, 96, 188-198.
10 Véase The Piety of John Calvin (La piedad de Juan Cal vino), traducido y editado por Lewis Battles
y Stanley Tagg, pp. 117-137.
547
:A{pta.s
11 "Consubstanciación" es la doctrina luterana: que el cuerpo y la sangre de Cristo "se unen" (místi-
camente) con el pan y el vino. Puede ser que a los luteranos no les guste usar este término para
describir su concepto de la "presencia verdadera" de Cristo en la eucaristía. El término es usado más
por otros grupos al describir a los luteranos.
12 Arreglos de cuatro voces de los salmos de Marot fueron compuestos por Sweelinck, Jannequin y
Goudimel, pero usaban éstos ~olamente en los hogares y las escuelas.
13 G.A. Crawford, "Louis Bourgeois" en Grove's Diccionary (Diccionario Grove's de música y
músicos). 5a edición, 1, p. 848, ed. Eric Bloom, al t.
14 "Palabras confortables" en la actualidad serían las que "consuelan" o que "dan seguridad". Eran
pasajes de las Escrituras que se leían después de la confesión general antes de la eucaristía, los cuales
daban la seguridad cristiana que los pecados fueron perdonados.
15 Esta oración viene después del"propio" en el servicio de comunión, y precede a la oración de con-
sagración y las Palabras de Institución. Empieza con las palabras: "Nosotros no nos atrevemos ... ";
incluye la oradún: "No somos dignos ni aun de recoger las migajas debajo de tu Ylesa", y termina
con la petición que "comamos la Carne de (Cristo) en nuestros corazones por fe y ... que siempre viva-
mos en él y él en nosotros."
16 Como en la liturgia de 1552, el introito, gradual, ofertorio y los cantos de comunión fueron reem-
plazados por los salmos; más adelante, se usaron los himnos.
17 Se omitieron muchos de los días de los santos.
l8 Véase The Gospel in H.vmns, p. 7, por Albert E. Bailey. Parece que se refiere a un puesto de
patrocinio político.
19 Véase Cantaré con el Entendimiento, pp. 92-95 por Eskew y McEirath, para ver una historia con-
cisa de la salmodia inglesa.
20 Se dchc recordar que el fenómeno calvinista de los "salmos métricos" exige una versión exacta de
las Escrituras en forma poética, sin omitir o añadir nada. Las versiones más libres de los salmos de
la tradición primitiva luterana y de autores posteriores más bien llamadas "paráfrasis" de los salmos.
21 La norma bíblica usada fue la traducción al inglés autorizado por King James. Sus traductores no
identificaron los pasajes poéticos en las Escrituras.
22 Véa~;e l'v'orship ami Theo/og_v in Eng/and <Adoración y teología en Inglaterra) por Horton Davies,
II, p. 89.
23 Se dehc recordar que el puritanismo empezó como un movimiento dentro de la Iglesia Anglicana.
Durante el reino del período del Commmzwealth, todas las iglesias anglicanas fueron obligadas a ado-
rar al estilo de los puritanos (como calvinistas). Después de la Restauración, los pastores anglicanos
que se negaban a usar el Lihro de Oración (¡eran disidentes!) insistieron en continuar sus labores en
capillas independientes.
24 Citado por Jocelyn Perkins en Westminster Abhey: lts Worsllip and Ornaments (La abadía de
Westminster: Sus adornos y adoración), p. 1 11.
25 En algunos grupos de Bautistas Generales, donde todas las palabras tenían que ser "improvisadas,''
¡la Biblia era leída en la asamblea antes de empezar el culto!
26 Muchos no cantaban nada hasta mediados del siglo XVIII. Véase "To Sing or Not to Sing:
Seventeenth Century English Baptists and Congregational Song" ("Cantar o no cantar: Los bautistas
de lnglatena del siglo XVII y el canto congregacional"), pp. 55-64 por Donald C. Brown, en
Handhook to The Baptist Hymnal (Manual del Himnario hautista [en inglés]), ed. Jere V. Adams.
27 Bunyan. aunque fue pastor de una iglesia bautista, tal vez era congregacionalista.
28 "Pieti~m and Rationalism" (Pietismo y racionalismo), pp. 341-344 por Mark Bangert, en Key
\~'ords in Church Music, ed. Carl Schalk.
29 The United Methodist H.vmnal (El himnario de los metodistas unidos, 1989), núm. 616.
30 Véase Welsh !-lymns and Their Tunes (Himnos galeses y sus tonadas) por Alan Luff.
31 Grove's Dictionary, 5a edición, ed. Eric Bloom, 11, p. 271.
54 X
0/ptas
Capítulo 9
1 El primer producto impreso fue un almanaque. El siguiente producto impreso, el salterio, fue el
primer libro.
2 Las tonadas en estilo de fuga eran en la forma de ABB empezando con una declaración homófona,
una sección imitativa que generalmente se repetía y terminaba con una sección breve, homófona. La
letra de dicha música incluía varios himnos de Isaac Watts.
3 The Histor.v of American Churclz Music (La historia de la música de la iglesia norteameri-
cana) por Leonard Ellinwood), p. 36.
4 Jbíd., pp. 39, 40.
5 lbíd., p. 42.
6 En el año 1873 muchos miembros de la Iglesia Protestante Episcopal se separaron para empezar la
Iglesia Episcopal Reformada. Sus preocupaciones principales se relacionaban con la teología y su
expresión litúrgica. E~e grupo, aunque litúrgico por su uso de un Libro de Oración ComlÍn, indud-
ablemente sería llamado "evangélico". Dos de los pastores (quienes no quisieron ser llamados
"sacerdotes") fueron presidentes del Instituto Bíblico Moody en Chicago, Illinois: James M. Gray
(1851- 1935) y Wi 11 iam Culbertson (1904-1971 ).
7 Los grupos calvinistas en Europa y en Escocia generalmente seguían una versión o variación de las
liturgias de Estrasburgo-Ginebra de Calvino. Los metodistas weslcyanos en Inglaterra variaban su
estilo de adoración desde el modelo de low clwrch (menos formab hasta el estilo libre de los bautis-
tas y congregacionalistas.
8 Véase mi artículo, "Baptist Worship Forms: Cniting the Charlcston and Sandy Creek Traditions"
("Formas de adoración bautista: Unir las tradiciones de Charleston y Sandy Creek"), pp. 31-42, en Redew
ami Expositor (Repaso y exposición), LXV, 1, (inviemo, 1988).
9 "The Southern Baptist Synthesis: Is It Cracking?" ("La síntesis de los bautistas del sur: ¿Se está
agrietando?") por Waller B. Shurden, pp. 2-10 en flaptist History ami HeritaKe (Historia y herencia
bautista, abri 1, 1981 ).
10 Jbíd., p.4.
11 Margan Edwards, The Customs ofPrimitive Clwrches (Las costumbres de las iglesias primitivas),
p. 100.
12 La congregación de Charleston empezó con miembros de ambos grupos bautistas: "Generales" y
"Particulares", pero los "Particulares" (calvinistas), llegaron a ser el grupo dominante. Se llamaban
"Bautistas Regulares" para distinguirse de los de Sandy Creek.
!3 John F. Loftis "Factors in Southern Baptist Identity as Reflected by Ministerial Role Models,
1750-1925" ("Factores en la identidad de los bautistas del sur reflejados en ejemplos pastorales") pp.
89, 90.
14 Shurden, p. 5.
15 Ellinwood, pp. 94, 95.
l6 Es interesante notar que el primer Tabernáculo Broadway fue "organizado para" el ministerio
del predicador evangelista Charles G. Finncy, en 1834.
17 William Warren Sweet, RPvivalism in America (El movimiento de evangclismo en los EE. UU.),
p. 25 SS.
18 lbíd., pp. 29, 30.
19 Jbíd. Véase también Jonathan Edwards, 1703-1758 (Jonathan Edwards, 1703-1758), por Ola
Elizabeth Winslow pp. 162, 191.
2.0 Citado por George Hood, A History ofMusic in New Eng/and (L'na historia de la música en Nueva
Inglaterra), p. 138.
21 Swcet, p. 107.
22 Citado en una conferencia, "The Persistencc of the Primitive in American Hymnology" ("La per-
sistencia de lo primitivo en la himnología norteamericana") por Ellcn Jane Lorcnz Porter, en el
Seminario Teológico Bautista del Sur, Louisville, KY, en octubre, 1978.
549
9-.[pta.s
23 lbíd.
24 Don Yoder, Pemzsylvania Dutch Spirituals (Cantos espirituales de los alemanes de Pensilvania),
p. 314.
25 William J. Reynolds, Companion to Baptist Hymnal (Compañero del Himnario bautísta len
inglés]) p. 48.
26 Raptist H_vnma/ <Himnario bautista len inglés]) ( 1975), núm. 50.
27 ll_rmnsfor tlze Living Clzurch (Himnos para la iglesia viviente)
(1974), núm. 8l.
28 Se ha sabido recientemente que R. E. Hudson basó el estribillo y su música en una canción de John
Hill Hewitt (180 1-1890), el "Bardo de la Confederación". Véase The Hymn, (El himno), p. 31, 195
(julio, 1980).
29 En inglés, la frase final ha sido cambiada en los himnarios actuales, como The Worshipbzg Church
(1990) (La iglesia que adora) por razones gramaticales.
30 Sweet, p. 136.
31 Richard L. Manzclmann, "The Revival Heard Around the World." (El avivamiento escuchado
alrededor del mundo).
32 Véase The Memoirs ofCharles G. Finne.v (Las memorias de Charles G. Finney), editado por Garth
M. Rosell y Richard A. G. Dupuis.
33 Este estilo de culto ha sido común por muchas de las iglesias de la Convención Bautista del Sur
que se identifican con la tradición de "Sandy Creek".
34 Citado por James Findlay, Jr. en Dwight L. Moody: American Evangelist, 1837-1899 (Dwight L.
Moody: Evangelista norteamericano, 1837-1899), p. 207. La cita es de The Methodist (El metodista),
p. 4, publicado en Londres, 30 de abril de 1875.
35 lbíd., pp. 207-, 208.
36 lbíd.
37 Jbíd., pp. 220, 221.
38 lbíd., p. 21 O.
39 Nation (Nación), 22 <9 de marzo, 1876), p. 157, citado en Findlay,/bíd., p. 211.
40 Ira D. Sankey, My Life and tlze Story of tlze Cospel Songs (Mi vida y la historia de los cantos
evangélicos), pp. 61, 62.
41 Es verdad, el canto evangelístico es cantado persona a persona mientras el salmo es cantado "per-
sona a Dios". Pero el salmista parece anticipar el poder del testimonio: "Muchos verán [mi
experiencia, y oirán mi canción] y temor, y pondrán su confianza en el Señor."
42 Véase "He Took My Feet from the Miry Clay" ("El tomó mis pies del lodo cenagoso"), Hymns
for the Living Church, núm. 243.
43 El Ejército de Salvación, con su metodología singular de educación musical, es un buen ejemplo
de cómo adoptar un estilo musical a la identidad de una organización y las necesidades culturales de
sus integrantes. Véase Pla.v the Music, Play! (Toca la música, ¡toca!) y Sing the Happy Song (Canta
la canción alegre), ambos por Brindley Boon.
44nernard R. DeRemcr, Moody Bihle lnstitute: A Pictorial Jlistory (Instituto Moody: Una historia
pictórica), p. 30.
45 Sweet, pp. 162-182.
4 6 El capítulo siguiente contiene un ejemplo de eso bajo la sección titulada "El Movimiento
Litúrgico".
Capítulo 10
1 Este nombre fue dado a una nueva revista ecuménica, Christian Century (El siglo cristiano), que
prosperó por un tiempo y ahora lucha para sobrevivir.
550
~tas
2 Véase la Introducción de este libro.
3 Por ejemplo, véase Rethinking Churclz Music (Rcevaluando la música de la iglesia) ed. rcv., p. 61
ss. por Paul Wohlgemuth.
4 Una declaración hecha por W. H. Fitchett, editor de The Soutlzern Cross (La cruz del sur), que
describe una reunión a mediodía en el ayuntamiento de Melburne, Australia y se cita en Charles M.
Alexmzder: A Romance of Song and Soul- Winning (Charles M. Alexandcr: Un romance de canto y
evangelismo), pp. 51, 52, por Helcn C. Alexander y J. Kennedy Maclean.
5 Citado por Alexander y Maclean./bid., p. 106. El autor del artículo es H. Hamilton Fyle, crítico de
música para el London Daily Mirror, repo1tando sobre una reunión en Royal Albert Hall.
6 /bid., p. 55.
7 William Martin, A Proplzet with Honor: The Billy Gralzam Story (Un profeta con honor: La histo-
ria de Ailly Graham), pp. 49, 50.
8 D. Bruce Lockerbic, Billy Swula.v, p. 58.
9 Véase Tlze Youthfor Christ Movement ami Its Pioneers (El movimiento de Juventud para Cristo y
sus pioneros), cd. Joel A. Carpenter.
10 Véase Adelallle Juventud, núm. 56.
11 /bid., núm. 21.
12 Véase Cánticos de Salvación para Ni1'ios, NlÍm. /,núm. 84.
13 Jack Hyles, The liyles Clwrch Manual (El manual eclesiástic~ de Hyles), p. 289.
14 Véanse lnter-Cizurch H_wmwl (Himnario interiglesia), núms. 708- 713 y Methodist Hynmal
(Himnario metodista), ( 1935), frente a la página de título y pp. 504-506.
15 Esta costumbre, sin duda, se copió de una liturgia errante. Hoy, dicha práctica dominada por el
coro se encuentra solamente en las Iglesias Ortodoxas Orientales.
16 Dos norteamericanos que apoyaban y ampliaban el pensamiento .fle Barth eran H. Richard Niebuhr
y Reinhold Niebuhr.
17 El retorno al diseño del órgano clásico (alemán), con conceptos tonales distintivos y tracción
mecánica (tracker) empezó con Albert Schweitzer a principios del siglo XX, y ha continuado con
variaciones hasta el presente.
18 V éasc Music Leadership in tlze Church (Liderazgo musical en la iglesia), pp. 35-5 1 por Erik
Routley.
19 El Papa Pío X ( 1835-1914) hizo esta declaración, que fue preparada "sin el consejo oficial de
otros", en el año que fue elegido a su alto oficio. Fue reproducida en su totalidad en Opi11ions on
Church Music (Opiniones sobre música eclesiástica), selecciones editadas por Elwyn A. Wienandt,
pp. 160-169.
20 Véase "Theology of Church M u sic, 20th Century" (Teología de la música eclesiástica, siglo XX), pp.
348-351 por Víctor Gebauer, en Key Words in Church Music, ed. Carl Schalk.
21 Eugene L. Brand, "The Liturgical Life of the Church" (La vida litúrgica de la iglesia), p. 53, en A
Ha11dbook of Church M u sic, ed. Carl Ha !ter y Carl Schalk.
22 We Worship: Seasonal Missal (Adoramos: Misal para épocas especiales). (World Library
Publications, Inc., 3815 No. Willow Rd., P.O. Box 2701, Schiller Park, IL 60176.)
23 Lutheran Book ofWorship (Libro de adoración luterana), "Holy Communion, Setting Onc" (Santa
comunión, primera composición), pp. 57-74 (Augshurg Publishing House, 1978)
24 The Book of Common Prayer (El libro de oración común) de 1979, pp. 323-340.
25 Tlze Worshipbook (El libro de adoración) (The Westminster Press, 1970), pp. 25-38.
26 Los organistas parecen ser menos duraderos, y entre ellos incluyen a Paul Mickelson, Loren
Whitney, Don Hustad y John lunes.
27 Georgc Stansbury, "The Music of the Billy Graham Crusades, 1947-1970" (La música de las
cruzadas de Billy Graham, 1947-1970), pp. 311, 312.
551
!J{pta.s
28 Las películas de Billy Graham contribuyeron al repertorio de baladas/música folklórica con los
cantos de Ralph Cannichael, quien compuso las partituras para varias de sus películas. Los músicos
de las cruzadas: Shea, Smith, Mickelson, Hustad e Innes, también han escrito música original y
muchos arreglos.
29 Por ejemplo, Redd Harper, Barclay Allen y Stuart Hamblen.
30 Véase "El Toque de Su Mano", "Cristo, Yo Quiero Dar Gracias", "Porque El Vive", "Soy
Amado", "Entonces Yo Viviré" y "Anímese, Hermano", todos en el himnario, Worship /lis Majesty
(Adorad su majestad, 1987) ed. por Gaither.
31 Brand, p. 56.
3 2 Esto está relacionado con "la voz de Dios" y los significados de los conceptos de etlws en la músi-
ca que se trataron en los primeros dos capítulos. Véase Caliban Reborn por Mellers.
33 David James Randolph, God's Part_v, p. 17.
34 !bid.• p. 18.
35 'Religion in tfl1e Age of Aquarius: A Conversation with Harvey Cox and T. George Harris"
(Religión en la era de acuario: Una conversación con Harvcy Cox y T. George Harris), en New
Theology No. 3 (Nueva Teología Núm. 8) (ed. Martín E. Ma1ty y Dean G. Peerman), pp. 49-51. The
Macmillan Company, NY, 1971. Véanse The Feast of Fnols (El festín de los necios) por Harvey Cox;
Apolog_v for Wonder (Apología en pro de un sentido de temor y admiración) por Sam Kcen; y In
Praüe of Play (En alabanza al juego) por Robert Neale.
36 Por ejemplo, Telllt Like lt ls (Dilo como es) por Ralph Carmichael y Kurt Kaiser <Sacred Songs
[Cantos Sagrados], 1969) para adolescentes, The Stmy-telling Man (El narrador de historias) por Ken
Medema (Word, 1975) para preadolescentes y lt's Cool in the Furnace (I·Iace fresco en el horno) por
Buryl Red (Word, 1973) para niños escolares.
37 Kenneth A. Briggs, "The Electronic Church ls Turning More People On" (La iglesia electrónica
está animando a más personas"), Neu: York Times, 10 de febrero, 1980.
38 Jim Bakker, el conductor de este programa, fue condenado a varios años de cárcel por fraude a los
contribuyentes de su proyecto "parque de recreación cristiana".
39 Peter D. Hocken, "Charismatic Movcmcnt", p. 130, en Dictionary of Pentecostal and Charismatic
Movements, ed. Stanley M. Burgcss y Gary B. McGee.
40 /bid., pp. 155, 156. Hockcn lista estos "elementos esenciales en la renovación carismática: ( 1) Un
enfoque en Jesucristo, (2) un énfasis en la alabanza a Dios y a su Hijo Jesucristo, (3) amor por la
Biblia, (4) la convicción de que Dios habla a su pueblo, en forma colectiva y personal, tan directa y
regularmente como en el primer siglo cristiano, (5) un énfasis en el evangelismo, (6) una nueva con-
ciencia de la realidad de Satanás y el poder del mal, (7) una expectativa en relación con los dones del
Espíritu Santo, especialmente los de glosolalia, profecía y sanidad, (8) un aumento en la expectativa
y anhelo de que sea pronto la segunda venida de Cristo y (9) la experiencia de un aumento de poder
espiritual, el cual es evidente en todos los otros elementos listados y una consecuencia del bautismo
del Espíritu Santo.
41 George Hunter en Compass (Brújula). (Boletín de Leadership Nctwork, primavera 1992, 2010
S~bil Lane, Tylcr, TX 75703.)
4
~ Su verdadero nombre y dirección es The Willow Creek Church, Barrington, Illinois.
Capítulo 11
1 Digo esto en base a la frecuencia con que oigo la repetición de los argumentos por los no carismáti-
cos que nunca antes han expresado opiniones fuertes sobre la adoración o la música en la iglesia.
2 Los elementos singulares de la adoración pentecostal/carismática (glosolalia, interpretación de
lenguas, profecía y sanidad) son considerados dones del Espíritu. Como tales, definen sacramentos:
"algo a que se atribuye un carácter sagrado o significado misterioso". Además, este capítulo trata
específicamente el "significado sacramental" del "canto de alabanza". La referencia a la comunión
es una impresión personal que obtuve al hablar con algunas personas en el movimiento.
552
0{{Jtas
3 25 de junio, 1992, Evangel Life Center, Louisville, Kentucky. La iglesia está afiliada a las
Asambleas de Dios (pentccostal tradicional), pero ha adoptado el estilo de culto típico de la
Renovación Carismática.
4 Los pentecostales, carismáticos y muchos otros creen que este canto glosolálico es una reproduc-
ción de Jos "cantos espirituales" mencionados en Efesios 5:19 y Colosenses 3:16. Véase la descrip-
ción de Calvin Johansson en Disciplin~ Music Minist1~V (El discipulado en el ministerio de la músi-
ca), pp. 140-142.
5 Mucho de este material sobre la música de alabanza y adoración aparece en mi monografía,
"Duxology: A Biblical Triad".
6 Paul Wohlgemuth, "Praise Singing" (Cantando alabanzas), pp. 19, 20, en The Hymn (El himno),
enero, 1987.
7 lhid., p. 20.
8 Terry Law, The Power of Praise and Worship (El poder de la alabanza y adoración), p. 247.
9 Graham Kendrick, Learnin~ to Worslzip as a Way of LiJe (El aprendizaje de la adoración como parte
integral de la vida), pp. 146-171.
10 Law, pp. 140, 141.
11 Pcter D. Hocken, "Charistmatic Movement", pp. 155, 156, en Dictionary of Pentecostal and
Clwrismatic Movements, ed. Stanlcy M. Burgess y Gary D. McGec.
12 Law, pp. 143-158.
13 La conversación tuvo lugar en una conferencia en el Seminario Teológico North Park en Chicago,
Illinois, octubre, 1992.
14 Daniel W. Hardy y David F. Ford, Praisin~ and Knowing God (Alabar y conocer a Dios), p. 82.
15 !bid. p. 84.
16 Otros paralelos son: ( 1'1 la primacía de la experiencia intuitiva-einocional; en el caso de los caris-
máticos se encuentra principalmente en glosolalia y en caso de los ortodoxos en un alto grado de sim-
bolismo que habla a la vista, el oído y el olfato; (2) una creencia en los milagros: Jos carismáticos
creen en lenguas/sanidad/profecía por medio de música de alabanza "sacramental", y los ortodoxos
en transubstanciación, agua bendita, íconos, etc.; (3) el estar consciente de la presencia de Dios: para
los ortodoxos la iglesia es parte del cielo mismo y el "lugar santísimo" está detrás del iconostasio
donde se prepara el misterio eucarístico; como fue mencionado anteriormente, el carismático
espera llegar a la adoración máxima en su experiencia del "lugar santísimo" cuando tiene comunión
íntima con Dios; (4) énfasis en los atributos de Dios: para los carismáticos está en sus coritos de "ala-
banza" y para los o1todoxos, en cierto lenguaje litúrgico que se identifica más adelante en este capítulo.
17 Wohlgemuth, p. 19.
18 Hardy y Ford, pp. 158, 159.
19 !bid., pp. 161, 162.
20 Sen·ice Book of the Holy Eastern Ortlwdox Catholic and Apostolic Clzurch (Libro de culto de la
Santa Iglesia Ortodoxa Oriental Católica y Apostólica), pp. 134, 135 (Antiochian 01thodox Christian
Archdiocese of Nev.,· York and all North America, 1971 ).
21 Paul Hoon, Tlze lntegrity of Worship, pp 91-94.
22 Es indudable que los carism<Hicos reconocen la trascendencia en los "milagros" de la adoración y
en las fuertes emociones que produce su canto.
23 Es posible que yo esté expresando ignorancia cultural aquí. Me propongo adorar a Dios en
cualquier culto donde me encuentro: mi propia iglesia bautista, una misa católica romana o una
reunión pentecostal/carismática. Al revaluar dicha experiencia carismática de adoración, me
molestaron: ( 1) la falta de equilibrio entre el gozo y la penitencia, (2) la posible confusión entre la
manipulación emocional y el poder sacramental de la música de alabanza, (3) el acuerdo ba,tante
común entre los carismáticos en el sentido de que la experiencia de los "dones del E'píritu" no está
ligada a la santidad personal, (4) la su gerencia que los humanos comparten o administran poder divi-
553
'J{ptas
no usando los dones de profecía y sanidad y {5) la falla de lo que considero reverencia en el com-
portamiento y la palabra hablada en la iglesia.
24 Véase Discipling Music Ministty, pp. 126 ss, por Calvin M. Johansson. El autor, toda la vida
miembro de las Asambleas de Dios pentecostales, enseña en la Universidad Evangel de las
Asambleas de Dios en Springfield, Misurí.
25 Pregunta: ¿Cuál es el propósito principal (la meta, el objetivo) del hombre? Respuesta: El propósi-
to principal del hombre es glorificar a Dios y gozarse en él eternamente.
26 Geoffrey Wainwright, Doxolo~y: The Praise of God in Worship, Doctrine, ami Lije (Doxología:
La alabanza a Dios en la adoración, doctrina y vida). p. 182.
27 Muchas iglesias locales presentan sus cultos habituales en sus trasmisiones por televisión sin hacer
ningún cambio. De las que están sindicadas nacionalmente, conozco por lo menos dos (ambas
patrocinadas por iglesias presbiterianas conservadoras) que no parecen estar afectadas por las técni-
cas del mundo del espectáculo.
28 Quentin J. Schutze, Televange/ism and American Culture IEI teleevangelismo y la cultura de los
EE.UU.), p. 187.
29 /bid., p. 189.
30 /bid., pp. 211, 212.
31 Kenneth A. Briggs, "The Electronic Church is Turning More People On" (La iglesia electrónica
está animando a más personas), New York Times, 10 de febrero, 1980.
32Jbid.
33 Schulte, p. 132.
34 Véanse The Frog in the Ketlle: What Christians Need to Know Abotlf Lije in the Year 2000 (La
rana en la olla: Lo que los cristianos necesitan saber acerca de la vida en el año 2000) (Ventura,
California: Regal Books, 1990) por George Barna y Marketing the Clzurch: What They Never Taught
You Abotlt Church Grmvth (Promoviendo la iglesia: Lo que nunca le enseñaron acerca del
crecimiento de la iglesia) (Colorado Springs, Colorado: NavPress, 1988).
35 Véase Tlze Baby Boomermzg (El bumerán bebé) por Doug Murren, (Ventura, California: Regal
Books, 1990).
36 Véase "Learning to Be Somc Things to Some People" (Aprendiendo a ser algo para algunos) por
Lyle Schaller ll Cor 9:22], citado en (Leadership [Liderazgo], otoño 1991) por Mark Galli, p. 37.
37 Charles Scalise me hizo notar que los jesuitas católicos romanos tradicionalmente relajaban las
normas de la iglesia para atraer a los incrédulos a la iglesia donde se les podía enseñar el catecismo.
Los críticos llamaban a este método: "laxismo" porque toleraba las normas morales laxas y alentaba
la idolatría supersticiosa. Por otro lado, Calvin Johansson indica (en Disciplying Music Ministry fEI
discipulado en el ministerio de música], p. 15): "La forma en que se trae a la gente al reino de Dios
ciertamente afecta su expectativa de lo que ha de seguir .... Por ejemplo, nada se gana con entretener
a la gente para traerla al reino de Dios, musicalmente hablando, sólo para que se despierte a la rea-
lidad que la vida cristiana de ninguna manera es un entretenimiento."
38 Esta es la única referencia al aplauso humano en los Salmos. En dos pasajes más en el Antiguo
Testamento (Job 27: 23, Lam. 2: 15) ¡el aplauso es signo de desprecio y no de aprobación!
39 Véanse las notas 13 y 14 del capítulo 3.
40 Los siguientes libros son sólo típicos: Stanley Ilauerwas y William H. Willimon, Residen! Aliens
(Extranjeros residentes) (Nashville: Abingdon, 1989); Eugenc Petcrson, Reversed Tlumder (Truenos
al revés) (San Francisco: Harper & Row, 1988); William A. Dyrness, Hmv Does America Hear the
Cospel? (¿Cómo oye Norteamérica el evangelio?) (Grand Rapids: Eerdmans, 1989); James l. Acker,
A Questfor Godliness (En busca de la santidad) (Wheaton, Illinois: Crossway Books, 1990); Warren
R. Wiersbc, Real Worslzip (Adoración verdadera) (Nashville: Oliver-Nclson, 1986); y Douglas D.
Webster, Selling Jesus (Promoviendo a Jesús) (Downers Grove, Illinois: lnterVarsity Press, 1992).
41 Por ejemplo, véase Al/ God's Children ami Blue Suede Slwes por Kenneth A. Myers.
554
g.{ptas
42 Por ejemplo, la Iglesia Episcopal San Marcos en Geneva, lllinois y la Iglesia San Esteban en
Sewickley, Pensilvania.
43 Las iglesias grandes con estilos diferentes de adoración en cultos diferentes reciben toda la publi-
cidad. No conozco ninguna iglesia en la ciudad de Louisvillc que sigue ese patrón.
4 4 Estos órdenes del culto son presentados en los capítulos 7 al 10 y en el capítulo 12.
45 Sally Morgenthaler, "Worship Evangelism: 13ring Down the Walls" (Evangelismo en la adoración:
Abajo las paredes), 23 en Worship Leader (Líder de adoración), I, p. 6.
46 Algunos de mis buenos amigos no están de acuerdo conmigo, argumentando que buenas pa-
labras completamente pierden su valor cuando se las ponen a una música popular. Véase el libro
de Johansson, pp. 69-86.
Capítulo 12
The Oxford Universal Dictionmy (Diccionario Universal Oxford) (Oxford University Prcss, con
correcciones y apéndice revisados, 1955 ), p. 374.
2 Véase las referencias a Kierkegaard en los párrafos siguientes.
3 Véanse los lemas de: Adoración evangelística de la megaiglesia (capítulos lO y 11) y: Adoración con-
temporánea para el crecimiento de la iglesia y otros propósitos (capítulo 11).
4 Véase la nota núm. 16 en el capítulo 5.
5 Véanse los estilos litúrgicos en la iglesia primitiva (capítulo 7) y ~n la Reforma Protestante (capítulo 8),
al igual que el Orden ginebrino en las siguientes páginas de este capítulo.
6 Véase Ministry ami Music (Ministerio y música), pp. 95-114, por Robert Mitchell, para encontrar
varios diseños básicos de adoración.
7 Véase en el capítulo 7 la liturgia de Justino Mártir del siglo 11.
8 Las iglesias litúrgicas tradicionalmente se ponen en pie para "l<! lectura del evangelio" ya que las
Escrituras relatan las palabras y acciones de nuestro Señor.
9 Un arreglo coral para el himno o el Salmo 90 es ideal. El himno "Lord Thou Hast Been Our Refuge"
(Señor, Tú has sido nuestro refugio) de Vaughan Williams usa ambos, y podría incluir tanto el coro
como la congregación.
10 Richard Paquier, D.vnamics of Worship (Dinámicas de la adoración), p. 63.
l1 Ralph P. Mat1in, Worship in the Earl.v Church (La adoración en la iglesia primitiva), p. 36.
12 The Worslziping Church, núm. 535.
13 Warren W. Wiersbe, Real Worship (La adoración verdadera), p. 121 ss.
14 Martin, p. 114.
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:J{ptas
24 Muchos expositores del pasaje no tienen en cuenta este punto. El profeta oye el reto de servir
a Dios; con buena voluntad responde: "Heme aquí", pero luego vuelve para recordarle a Dios los
problemas que encuentra en su ministerio con la petición-pregunta quejumbrosa: "¿Hasta cuándo,
Señor?" (v. 11 ).
25 The Worshiping Church. núm. 537.
26 El uso más antiguo de estas formas se trata al principio del capítulo 7.
27 Véase The Worslziping Cllltrclz, núms. 780, 781.
2811re Raak ofCommon Order <El libro de orden común) (Edinhurgh: The Saint Andrew Prcss, 1979).
29 Obviamente, mi metáfora del drama tiende a llegar sólo hasta aquí, ya que el argumento usual de una
obra de teatro es igual noche tras noche. Una excepción es el drama de misterio de Agatha Christie: "Thc
Mouse Trap" (La trampa del ratón), en que el final de la obra fue cambiada varias veces durante sus
puestas en escena en Londres durante varios años.
30 Véase William Barclay, Tlze Letters to the Galatians all(/ Eplzesians, p. 40.
31 Sin embargo, para muchas iglesias el Adviento es simplemente una extensión de la temporada de
Navidad. Las ideas de esperar pacientemente y con sentido de anticipación entusiasta se pierden
fácilmente cuando se cantan villancicos navideños en las tiendas aun antes de que empiece el
Adviento. Los grupos evangélicos deben tomar el liderazgo al enfatizar durante esta época la segun-
da venida de Cristo.
32 Note que The Worshiping Clzurch: A Hymnallista toda<> las épocas en sus índices tópicos, pp. 754-786.
33 La frase es el título de un capítulo en Worship: Rediscovering the Missing Jewel (Adoración:
Redescubriendo la joya perdida), por Allen y Borror.
34 John E. Skoglund, Worsliip inthe Free Clwrches (La adoración en las iglesias libres), p. 83.
35 La importancia de varias necesidades se debe mantener en correcta perspectiva. Recuerdo una
ocasión, cuando estaba visitando una iglesia en Nashville, cuando alguien pidió oración por la fami-
lia del hermano de un cantante de música cowztry {que no tenía ninguna conexión particular con la
iglesia) que había muerto en un accidente. Ese mismo día, comenzó una revolución en otra parte del
mundo que amenazaba la vida de misioneros que apoyaba la iglesia, ¡y ese hecho ni se mencionó!
36 Esta oración "modelo" que Jesús dio a los discípulos ha sido usada por todas las tradiciones litúr-
gicas y muchos grupos no litúrgicos.
37 Nos damos cuenta que muchas iglesias metodistas tienen una "barandilla de altar" al frente donde
los adoradores se arrodillan para recibir la comunión. En la iglesías Weslyanas pentecostales, todavía
se le llama "altar" a la barandilla donde los adoradores se encuentran con Dios en oración y se con-
sagran a él en respuesta al sermón.
38 En la Primera Iglesia Bautista de Lincoln, Nebraska, el púlpito es suficientemente grande y está
situado donde puede servir también de mesa de cena del Señor. Esto expresa bien la naturaleza doble
de la adoración plena neotestamentaria.
39 Prefiero una toga litúrgica {quizá con el símbolo de la cruz) a la toga académica y la estola, que
proclama los logros del ministro en su preparación religiosa.
40 Mi amigo y consejero, Paul Richardson, escribió ésto en mi manuscrito en este lugar.
Capítulo 13
556
5'\(ptas
~ada pieza tiene que ser cortada (a veces demasiado) para adaptarse a las limitaciones del tiempo.
5 The Worshiping Church, ed. Don Hustad, núm. 392.
(J Hemy G. Bosch, en Our JJaily Bread (Nuestro pan diario), lectura pru·a el2 de octubre de 1979.
7 "Este himno de adoración, fue escrito por Martín Rinkart < 1546-1649) pastor en Eilenburgo,
1\lcmania, en medio de la desolación y pestilencia que siguió a la Guerra de Treinta Años. Dicen que
durante su vida, Rinkart ofició en el entierro de más de 5.000 personas y durante el año 1637 predic6,
con frecuencia, en 40 exequias por día.
X Véase "Ven, Siervo Fiel" por Othón Peregrino en Música para Ocasiones E.weciales, Casa Bautista
de Publicaciones, 1992, núm. 3, p. 10.
9 Véase CantosdeA!abanz.a_vAdoración, ed. Russell A. Herrington, Mundo Hispano, 1997, núm. 107.
10 Definición traducida de The Random House Dictionlll}' of the Eng!ish Úlfl!{tta!{e <El diccionario
Random House de la lengua inglesa), 1966.
ll Por mi parte, creo que la inmersión del creyente (él que tiene edad suficiente como para recono-
cer su pecado y aceptar a Cristo) es Jo que enseña la Biblia. Es generalmente entendido que la igle-
sia primitiva practicaba inmersión como un rito de iniciación y ciertos católicos romanos contem-
poráneos est;in regresando a esta práctica. Para los que practican en la actualidad la inmersión, una
cosa que ésta simboliza es su identificación con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección a la
nueva vida. Véanse Romanos 6:4 y Colosenses 2:12.
12 La ''teología de pacto" considera al bautismo infantil como d equivalente neotestamentario a la
circuncisión. El pacto de Dios con Israel fue pasado de generación en generación en dicho rito. De
la misma manera, algunos cristianos creen que Dios hizo un pacto con los cristianos para que sus
hijos "acepten la fe", y que el bautismo infantil es el símbolo de este pacto.
13 Véase "Hoy Dedicamos Este Niño" por Leslie Gómez en A1tísica para Ocasiones Especiales,
1992, Casa Bautista de Publicaciones, núm. 6, p. 17.
14 Willi Appel (en Harvard Dictionarv ofMusic, 1964, p. 516) dice: "La historia del oratorio empezó
a mediados del siglo XVI cuando Fillppo Neri inauguró en Roma Ün orden especial llamado orato-
rimli y dedicó un edificio que llaman oratorio (oratoria, capilla) en el cual se realizaban cultos habit-
uales de car;kter "popular" (semejantes a los cultos del Ejercito de Salvación). Esos cultos incluían
lectura de las Escrituras, sermón y canto llamado laude. L'n tipo especial de lo antes mencionado era
'laude-diálogo'; por ejemplo, poemas religiosos en la forma de un diálogo entre Dios y el alma, los
ciclos y el infierno, etc ... Es de estas presentaciones ... que se desanolló el oratorio.
15 Luis Steigerv.:ald, en el boletín de 29 de abril, 1979, de la Iglesia Presbiteriana Central, Baltimore, MD.
l6 He producido dos colecciones de esta clase: The Cllristmas Stor.v in Candleliglzt Carols (La
historia de Navidad en villancicos a luz de velas) y The Easter Story (La historia de la Pascua de
resurrección), ambas publicadas por Hope Publishing Company.
17 El director ejecutivo y corresponsal es W. Thomas Smith, The Hymn Society, P.O. Box 30854,
Fort Worth, TX 76129.
Capítulo 14
1 Véase "Brilla, Jesús" en Cantos de Alabwr:.a y Adoración, ed. Russell A. Hcrrington, Mundo
Hispano, 1997, núm. 183.
2 David B. Pass, Music and tite Church, pp. 102, 103.
Capítulo 15
1 llenry Venn (1796-1 X73 ), secretario general de la Sociedad Misionera de la Iglesia (anglicana) en
Londres.
2 Rufus Anderson (1796-1880), secretario corresponsal de la Junta Americana de Comisionados para
Misiones Foráneas, Boston, MA, EE.L'l!.
3 Albert E. Bailey, The Cospel in H_vmns, p. 214; la declaración se atribuye a San Jcr6nimo.
557
9\{ptas
4 Esta declaración revela información y conceptos erróneos. ( 1)La música étnica probablemente esta-
ba basada en una escala no occidental (p. ej., pentatónica) y no un estilo menor o modal. (2)
Solamente durante los 200 años de 1750 a 1950 el modo mayor prevalecía en la iglesia occidental.
Una parte de la música moderna en el estilo "folklórico sacro" ha tendido a regresar al estilo modal
o menor.
5 La primera edición de este libro fue adaptada para usarse en tal preparación académica en las
filipinas. Véase Jubilate.1 Church Music in the Evangelical Tradition: A Programmed Adaptationfor
the Philippines (¡Regocijaos! Música de la iglesia en la tradición evangélica: Una adaptación pro-
gramada para las Filipinas) por James E. Castlen, disertación inédita, Seminario Bautista Teológico
Southem de la Convención Bautista del Sur, 1986.
6 En 1991 participé en una conferencia nacional de música de la iglesia en Vitoria, Espirito Santo, a
la cual asistieron muchos músicos cristianaos, profesores y estudiantes; fue patrocinada por las igle-
sias bautistas brasileras y la Asociación de Iglesias Bautistas de Kentucky, EE.UU. La primera edi-
ción de este libro fue publicada en Brasil con el título en portugués: Jubila/e! A Música na lgreja.
7 Véase "Music Evangelism-Bach as Missions Outreach" (Evangelismo musical: Bach como méto-
do para alcanzar a personas en la obra misionera), por Donald Hustad en Missiolog_v (Misiología),
IX, 2 (abril, 1981).
8 De una carta personal del 27 de febrero de 1978.
9 Hay una copia del video en la biblioteca del Seminario Teológico Bautista Southern de la
Convención Bautista del Sur, Louisville, KY. El Dr. O'Brien es ahora el director del Centro Global
en la Universidad Samford en Birmingham, AL, EE.UU.
10 De un informe de misiones con fecha de 19 de octubre de 1978.
ll Simoneaux es ahora profesor en Atlantic Baptist College, Palm Beach, FL.
12 En una carta personal del 24 de noviembre de 1992.
13 Corean Bakke, editor. Copyright 1989, Comité de Lausana para la Evangelización Mundial.
14 El libro muy popular por Alex Haley (Doubleday, 1976), adaptado para una serie especial de tele-
visión.
15 Practica! Anthropology (Antropología práctica) fue publicada por la Sociedad para Antropología Práctica
desde 1953 hasta 1963. Fue seguida por Missiologv (!\fisiología), la revista de la Sociedad Americana de
Misiología, 135 No. Oakland Ave., Pasadena, CA 91101, EE.UU.
16 Cada universidad tiene su propio énfasis en el campo de la "etnomusicología", por ejemplo,
africano o polinesio.
17 Distribuido por Extension Media Center de la Universidad de California, Berkeley, CA 94720.
18 T.W. Hunt, Music in Missions: Discipling Through Music (Música en la obra misionera: Discipular
a través de la música).
Capítulo 16
1 Los finales (Codas) climáticos no son recomendables a menos que la congregación los comparta.
2 Charles Leonhard y Robert W. House, Foundations ami Principies o.f Music Education (Las bases
y los principios de la educación musical), p. 10.
3 /bid., pp. 12-14. Recapitulado de Policiesfor Education in American Democracy (Normas para la
educación en la democracia norteamericana), National Education Association, Washington, OC,
1946, libro III.
4 Ibíd., pp. 100, 101.
5 Debe ser reconocido que, aunque hay numerosas e interesantes excepciones a esta regla, la educación
musical de hoy día se ha desviado considerablemente de este noble propósito.
6 Roger L. Shinn, An Introduction to Christian Education (Una introducción a la educación cris-
tiana), pp. 12-18.
7 Este es otro ejemplo de la comunicación "transcultural": el uso de un idioma conocido por el estu-
558
!J\[rtas
diante-cantante en lugar de uno conocido por el profesor-director.
8 Estos grupos y sus nombres varían entre las iglesias. Este grupo a veces se conoce como "párvulos".
9 Este grupo también se conoce como "principiantes".
10 Este grupo también se conoce como "primarios".
11 Este grupo, a veces, se conoce como "intermedios".
Capítulo 17
559
0{ptas
16 Algunos grupos han publicado sus propios himnarios: p. ej., los Bautistas Free will (de voluntad
libre), la Iglesia \'letodista Libre, la Iglesia Metodista Wesleyana, la Alianza Cristiana y Misionera y
la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa.
17 La Convención Keswick es una conferencia de varias iglesias que enfatiza el dicipulado cristiano
y la vida "más profunda". Tiene reuniones cada verano en el pueblo de Kesv,.:ick en la región de los
lagos en el norte de Inglaterra. A veces realiza otros "Kesv..:icks" semejantes en otras partes del mundo.
18 Véanse II_vnms (Himnos) (1947) y H_vmns 11 (IIinmos Il) (1976), ambos publicados por
InterVarsity Press, Downers Grove, IL 60515, EE.UU.
19 Véase "The Impact of Popular Culture on Congregational Song" (El impacto de la cullura popular sobre
el canto congregacional), por Milbum Price, en The Hymn <El himno), XLIV, (enero, 1993) pp. 11-19.
20 En realidad, hay una cierta genialidad mostrada en las normas de los métodos asociados con esta
forma, que reduce al mínimo los problemas involucrados en lograr una "buena presentación" del
canto congrcgacional. Se puede considerar la música de "alabanza y adoración" más como "música
de ejecución" realizada por un grupo profesional de cantantes e instrumentistas. La congregación
tiene la opción de sumarse a la actuación como quiera --bailando, dando palmadas o cantando-
pero en realidad, no importa. Gracias a los cantantes e instrumentistas preparados, más la electróni-
ca, tendrán "éxito" en lo que a puramente sonido se refiere.
21 Recientemente, participé en un culto Taizé llamado "Vía de la cruz" en la catedral de San Jorge
en Ciudad de Cabo, Sudáfrica. Allí el acompaíiamiento fue de guitarra.
22 Letra por Gerry Wolf, música por Sam BaH Owens. Usado con permiso.
23 Véanse 71Je Hymn Texts ofFred Kaan (La letra de los himnos de Fred Kaan) y Planting Trees ami
Sowin~: Seeds (Plantar árboles y sembrar semillas) por Fred Kaan.
24 Véanse The flynms and Ballad.'i of Fred Pratt Green (Los himnos y baladas de Fred Pratt Green)
y úller Hymns ami Ballads and Fifty Poems (Himnos posteriores y baladas y cincuenta poemas) por
Fred Pratt Green.
25 Véanse Faith Looking Fonrard (La fe mira hacia adelante) (1983), Praising a Myste1y <Alabar un
misterio) ( 1986) y New Be~:innings (Nuevos Comienzos) (1993) por Brian Wren. Wren ahora está
radicado en los EE. C'U. y es un líder en el desarrollo de nuevas formas de himnos.
26 Véansc Lift E~·ery lleart (Levanta cada corazón) ( 1984) y Songs of Delivercmce (Canciones de
liberación) ( 1988) Timothy Dudley-Smith.
27 Músicos y autores importantes incluyen: David Mowbray, Noel Trcdinnick, Norman Warren,
David Wilson, David Peacock, John Barnard, Christopher ldle, Bernard Massey, Michael Perry y
Barbara Wooletts.
28 Véase In Eve1:v Comer Sing (Que todo el mundo cante) por Shirley Erena Murray.
29 Véase A Singing Faith (Una fe que canta) por Jane Parker Huber.
30 Véase A Singin~: Heart (Cn corazón que canta) por Margare! Clarkson.
31 Véase Our Lires Be Praise (Que nuestras vidas sean alabanza), con himnos de Routley.
32 Véanse Jaroslav J. Vajda: Now the Joyful Celebration (Ahora la celebración gozosa) y So Much
to Sing About (Tanto para cantar).
33 Véanse los himnos por Thomas H. Troegar y Caro) Doran (compositora de música) en New Hymns
for the Lectionmy (Himnos nuevos para el leccionario) y New H_vmns for the Lije of tlie Churclz
(Himnos nuevos para la vida de la iglesia).
34 Véanse AYear ofGrace (Un año de gracia) y To Sing God's Praise (Al cantar la alabanza a Dios)
para ver himnos de Carl P. Daw, Jr.
35 ll_vmns for Today's C/wrc/1 (Himnos para la iglesia de hoy), publicado por el Grupo 13ritánico
"Jubilate", tiene los cambios más drásticos de los himnos tradicionales que cualquier otro libro en
existencia. La primera edición quitó todo el lenguaje anticuado (thee, thou) y también cambió todas
las expresiones arcaicas. Otra edición posterior quitó el lenguaje sexista que tiene que ver con per-
sonas.
560
0.f9tas
36 Véanse A Book of Hymns in Inclusive Lanf?uage n:n libro de himnos en lenguaje inclusivo), 1979,
compilado por las estudiantes de Perkins, Perkins School ofTheology, Dalias, TX 75275; y Because
~-\-'e Are One Peop/e (Porque somos un pueblo), 1974, Ecumenical Women's Centers, 1653 W.
School St., Chicago, IL 60657, EE.UU.
37 Erik Routley, "Sexist Language: A View from a Distance" (Lenguaje sexista: un vistazo desde
lejos), p. 9, en Worship (Adoración), LIII, 1, pp. 2-11 (enero, 1979).
3!S Véase Fill u~ with Your Love (Liénanos de tu amor) por Tom Colvin.
39 Véase lona Cmmmmity Wild Goose Songs (Comunidad de lona: Cantos del ganso silvestre),
tomos 1, 2 y 3, ed. por John L. Bell y Graham Maule (Wild Goose Puhlications, 840 Govan Road,
Glasgow, Escocia G51 3UT.)
4 0 Véase Cry Hosanna (Clamen hosanna), editado por Betty Pulkingham y Mimi Farra.
4 1 Véase Boming Cry (Llanto de nacimiento), 1993, publicado por New Generation Publishers, Box
321, Waverly, lA, 50677, EE.UU.
y todos) por
42 Véase "Dear Christians, One and All, Rejoice" <Queridos cristianos, alégrense unos
Lutero en Lutlzeran Book of Worship, no. 299 (Libro de adoración luterana) y "And Can It Be"
(Maravilloso es el gran amor) por Carlos Wesley en Celebremos Su Gloria, núm. 166.
4 3 Donald P. Hustad, Juhilate.' Clmrch Music in tlze Evangelical Tradition (Regocijaos: la música
cristiana en la adoración, primera edición en inglés), pp. 257-261.
44 Routley, p. 17. .
4 .5 En un culto la congregación pedía sus himnos favoritos para ser cantados. Una persona pidió cier-
to himno y el líder dijo: "Magnífico, cantémoslo con una nueva melodía." "¡No!" objetó el indivi-
duo; "Quiero cantar la melodía conocida." Es muy posible que lo favorito era la melodía y no la letra.
lle notado también al preguntar si alguien conoce cierto himno, la respuesta que "sí" es seguida por
canturrear o silbar la melodía.
46 Recomiendo The H.vmn and Congregational Singing (El him!lo y el canto congregacional) y
Hymns and Tlzeir Uses <Himnos y su uso) por James Sydnor; Congregational Singing (Canto con-
gregacional) por William J. Reynolds; Cantaré con el Entendimiento por Harry Eskew y Hugh
!\1cElrath y Creative Hymn Singing (El canto creativo de los himnos) por Alice Parker.
47 Hay que enseñar a la congregación a "apreciar" el efecto musical de cantar al unísono con una
armonización diferente. Aún más, los músicos deben tocar con ritmos fuertes y frases claras. De otro
modo, los cantantes de la congregación con poca preparación musical tendrán dificutad al mantener
la melodía y tenderán a creer que lo que hacen los músicos es como "es más el ruido que las nueces".
Véase The Organist and H_vnm Playing (El organista tocando himnos) por Austin C. Lovelace y
Creative H_vmn Singing por Alice Parker.
48 Wilhelm Ehmann, Clwral DirectÍilf? (Dirección coral). Desgraciadamente, este librito sobre la
dirección coral en la comunidad no ha sido traducido del alemán todavía.
49 Claro, hay otros "tipos" que podríamos mencionar: Himnos de compromiso, adoración, con-
sagración, respuesta, contemplación, proclamación, afirmación, invitación, etc.
50 The Worshiping Clwrch. Worship Leader's edition, núm. 60. Véase también The Hymns of the
United Methodist llynmal (Los himnos del himnario de la Iglesia Metodista Cnida), Diana Sánchez,
ed. y Hymn Notes for Church Bulletins (Notas sobre los himnos para el boletín· de la iglesia) por
Austin C. Lovelace.
51 Adaptado del Dictionm:v-Handbook to H_vmnsfor the Living Clwrch, p. 143.
52 Véase Fanny Crosby Speaks Again (Fanny Crosby vuelve a hablar), ed. Donald Hustad.
53 Véase "The Music of the Choir" (La música del coro) por Carlos R. Messerli, p. 131, en A
Handbook of Church Music, ed. Carl Halter y Carl Schalk.
54 Este bosquejo sigue mi propio entendimiento de esta frase bíblica, como se explica con más pro-
fundidad en el capítulo 6. Los "Salmos" eran formas del Antiguo Testamento o nuevos himnos cris-
tianos en el mismo estilo; los "himnos" eran métodos de enseñar en la iglesia primitiva; los "cantos
espirituales" eran expresiones emocionales y familiares de la presencia del Espíritu Santo y proba-
blemente eran glosolálicos originalmente.
561
:J{pta.s
55 Véase 111e Worshiping Church, núm. 584 y Crusade Hymn Stories, pp. 91, 92.
Capítulo 18
1 Véase Worship and Theolo~y in England, Vol. II, pp. 501, 502, por Horton Davies.
2 Carl r. Halter, "The Case for the Soloist in Christian Worship" El argumento a favor del solista en
la adoración cristiana), en Church Music (Música de la iglesia) pp. 71, 72.
562
J /bid., p. l.
4 George C. Stebbins, Reminiscences and Cospel H_vnm Stories (Reminiscencias e historias de los
himnos evangelísticos), p. 202.
5 George Beverly Shea, Then Sings M_v Soul (Mi corazón entona la canción), p. 176.
6 Ibid.
7 Halter, p. 4.
¡¡ Shea, p. 176.
9 Gloria Gaither, Because He Lh·e:s (Porque él vive), p. 200.
10 Ken Medema, Come and See (Venid y ved), p. 92.
11 Johnny Cash, Man in Black (El hombre vestido de negro), p. 242.
12 Andraé Crouch, Through lt All (A través de todo), p. 146. El señor Crouch fue detenido (en 1982)
acusado de posesión de cocaína, se le retiró el cargo por falta de pruebas. Afirmó que no usaba las
drogas explicando que evidentemente algunos amigos músicos, que habían ocupado su departamen-
to, habían dejado allí las drogas. Después de este incidente, Crouch dejó el ministerio de los concier-
tos evangelísticos y desde entonces trabaja en Hollywood en películas para cine y televisión. Véase
"What Really Happened?" (¿Realmente qué pasó?) por David Seay en The Bes/ of CCM lntervie11:s
(Las mejores entrevistas de CCM), pp. 33-44.
13 IU. Thomas, Home Where 1 Belong (En mi hogar, donde deb~ estar), pp. 147, 148.
14 Don Cusic, Sandi Patti-the Voice ofGospel (Sandi Patti-la voz del evangelio), p. 30.
l5 Esto fue dicho en una conferencia de adoración en Broadway Baptist Church, Fort Worth, TX,
EE.UU. en octubre de 1992.
16 Véase "Solo Literature for the Liturgical Service" (Música para solistas para el culto litúrgico) por
Carl Schalk, en Church Music 71-2 (Música para la iglesia), en el cual lista cantos para solistas o
dúos para todo el año eclesiástico. Otras listas incluyen Vocal Solos for Protestant Sen:ices (Solos
vocales para los cultos protestantes) por Noni Espina (Vita d' Arte, 1974) y Handbook for the
Common Lectionary (Guía para el leccionario común), editado por Peter C. Bower (The Office of
Worship of the Presbyterian Church, USA, The Geneva Press, Philadelphia, PA, EE.UU., 1987).
1? Ira D. Sankey, My Lije and the Story ofthe Gospet Son,;s, pp. 61, 62.
18 Véanse The Best ofCCM lnterviews y Contemporary Christian Magazine (Revista cristiana con-
temporánea) (CCM), CCM Subscriber Service, P.O. Box 2070, Knoxville, IA 50197-2070, EE.UU.
19 Véase The Mediwn is the Massage (El medio es el masaje, Lsie]) por Marshall McLuhan.
20 Oliver Strunk, ed. Source Readings in Music Histmy, I, p. 74.
21 En realidad, el antecedente más antiguo puede haber sido el mbmesinger medieval quien cantaba
la letra devocional alabando a la virgen María-no en los templos, sino en los castillos de la nobleza
de aquel entonces. Había una notable: los bardos antiguos eran de cuna noble, y probablemente no
se inclinaban hacia el comercialismo.
22 Stebbins, p. 221.
25 El artículo citado aquí identifica a Bowen como la persona "responsable de llevar a Garth Brooks
y su álbum cmmtr.v Ropin' the Wind (Atar el viento) a un éxito total.
26 Pcmcci Ferraiuolo, "Jimmy Bowen's Grecning of Christian Musie" (Renovación de la música
cristiana gracias a Jimmy Bowen), pp. 53 ss., en Conzerstone XXI, p. 100. Howen se interesó en
Carman porque asisten a sus conciertos más de 10.000 personas. Otros opinan que asisten tantos
porque Carman no cobra entrada, sólo levanta una ofrenda. Véase "Carman: The CCM Interview"
(Carmen: La entrevista de CCM) por Jolm W. Styll, pp. 21-31, en The Heart of the Matter (El quid
de la cuestión), ed. John Styll (Nashvillc: Star Song Communications, 1991).
27 Quentin J. Schultze, "Thc Crossover Music Question" La cuestión de los músicos cristianos que
ejecutan música popular), pp. 30 ss. en Mood_v XCIIJ, 2 (octubre, 1992).
563
!J{sJtas
28 He preguntado por qué esto aparentemente es más una trampa potencial para los artistas de
Nashvillefllollywood que para las estrellas de ópera o para los concertistas de música artística. Creo
que el músico serio tal vez tiene más oportunidad para madurar personalmente a través de la disci-
plina intensa de la preparación profesional y posiblemente por aprender algo de humildad a través de
la literatura "trascentente" yue estudia y presenta. El cantante de música popular (y el vocalista evan-
gelístico) trabaja con canciones más sencillas. Si la actuación es (para el público) todavía "trascen-
dente", el cantante bien pudiera adjudicarse la mayor parte del mérito.
29 John W. Peterson, The Miracle Goes On (El milagro sigue), pp. 80, 81.
30 Ethel Waters, ToMe lt's Wondelful <Para mí es maravilloso), p. 136.
3lJbíd.. p. 145.
Capítulo 20
1 Si esta metáfora parece inadecuada por el hecho de que algunos de los aspectos "terribles" de la
primavera de la Reforma han persistido, sugiero que ¡para obtener un jardín hermoso se debe prestar
permanente atención a las malezas! Esto nos recuerda que todo ser humano falla, incluyendo a líderes
en la renovación como Lutero, Calvino, Weslcy y Billy Graham.
2 Si la metáfora todavía requiere apoyo, ¡el hermoso jardín necesita tanto veneno para las malezas
como fertilizante!
3 Hay que mencionar otra diferencia importante entre los dos en: mientras que la experiencia Taizé
ocurre en una reunión especial de oración, muchas iglesias esperan que los coritos de alabanza y ado-
ración deben llenar todas las necesidades de la adoración plena.
4 Charles A. Reich, 1'l1e Greening of America (La renovación en los EE. CU.), p. 245.
5 Kenneth A. Myers, A/1 God's Children ami Blue Suede Slwes, p. 137.
6 Jbíd., p. 171.
7 lbíd., pp. 64, 65.
R lbíd., p. 71.
9 lbíd.
10 lbíd.. pp. 83-85.
ll Jbíd., pp. 76-93.
12Jbíd., p. 186.
13 Leander E. Keck, "Caught in the act: Praise and renewal in the church" (Descubierto con las
manos en la masa: Alabanza y renovación en la iglesia), p. 1171, en Christian Centwy (Siglo cris-
tiano), 16 de diciembre de 1992.
l4 Mycrs, p. 87.
15 Claro, mi pregunta sugiere que mezclar los estilos en un culto de adoración puede presentar un
imagen de Dios poca clara. Sin embargo, creo que el culto unido puede ser el menor de los males y
es la única solución disponible a la iglesia pequeña.
16 Graham Kendrick, Leaming to Worship as a Way of Lije, pp. 173-179.
17 Keck, p. 1167.
ISJhíd., p. 1172.
19 Ibíd., pp. 1171, 1172.
564
tBib fiografía
Los libros traducidos al español tienen el título en castellano solamente y su sello edi-
torial, si es conocido. En caso de no conocer la obra en nuestro idioma, aparece una traduc-
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577
Indice de ~ferencias tBíb{icas
Génesis Página (1 Samuel) Página
1:1 115 16:23 139,542
1: 1-4a 20 24:5, 11 158
1:27,28, 31a 20,21
2Samuel
3 113 24:20-24 127
4:1-7 127
4:20,21 23, 137 1 Reyes
18 113 7:49 158
28:10-21 113 2 Reyes
Exodo 3:14-16a 139
15 145,335 3:15, 16 48
15:1-18 180 Job
15:1, 20, 21 138 1:21b 384
15:21 519 38:4-7 27
25:31-37 158
28:4 158 Salmo
29:15 158 1:1,2 144
33:9-23 356,359 2:1,4 143
33:20 359 19:1 120, 143
19:1-6 491
Levítico 21 144
7:16 139 22:1 144
12 68 22:3 320, 339
16:4 158 23 40,367,385,392,492
Números 24 144
6:24-26 355 24:1-6 356, 359
10:1,2 140 25:6-12 176
15:37-41 148 27:6b 127
29 142
Deuteronomio 34 166
6:4-9 148 40 272
11:13-21 148 40:1 144
32 145 42:1 143
32:1-43 180 45 144
1 Crónicas 46 144,226
13:1-8 140 47:1 140,334
15:14-28 140 47:2 129
15:16 140 51:1 143
15:22 23, 140 51:17 68, 125
66:2 122
2 Crónicas 67:1 141
5:11-14 146,437 144
67:1,2
5:12 140 138
78:12, 13
1 Samuel 80:2, 3, 6, 7, 18, 19 144
2 145 90:1-12 347,349
2:1-10 180 95 144, 234
10 324,542 100 144, 234
10:5,6 48, 138 100:1 14
10:12 336 100:4 318
579
(Salmo) Página Daniel Página
101 144 3 145
103 144,358,491 3:57-88 180
103:1,2 144 6:10 179
104 120
Zacarías
105:1 143 158
4:2
113-118 144, 148, 355
119 144 Habacuc
119:164 179 2 145
120-133 144 3:1-18 180
121 358 Mateo
124:8 293,358 5:23,24 157
130 144 21:9 166
136 144 22:1-10 300
136:1 141 28:19, 20 400,418
136:10-15 13R
137 463 Marcos
141:3,4 318 11:22-25 315
142:1,2 143 12:30, 31 112, 116
145-150 144 12:33 127
147:1 143 14:26 148
150:4 140,498 16:15, 16 400
150:5 153 Lucas
lsaías 1, 2 145, 152, 158, 180
6:1-4 356 1:46-55 145, 149
6:3 148, 163, 164 1:67-69 149
6:5-7 356 2:13, 14 149
6:8 356 2:14 137, 166, 172
6:1-R, 9a, 11a 113,114,117 2:22-24 68
6:11 356 2:28-32 149
9:6 46 14:15-24 300
26 145 18:9-14 367
26:1-21 180 22:19,20 157, 354
27:1-5 180 24:46-48 400
52:7 320 Juan
55:9 114 1:1-14 177
60 415 3:8 549
64:8 493 3:16 369
Jeremías 6:35 369
18:1-7 493 7:38 320
33:11 127 12:1-8 113
15:5 369
I. . amentaciones 17 352
3:22,23 491 17:1a, 9b 157
.Joel Hechos
2:28 325 2:15 179
Amós 2:17 325
5:21-23 133 2:42 150, 157
9:11 317 3:1 179
5:16 328
Jonás
145 6:1-6 104
2
8:37 156, 157
2:2-9 180
580
(Hechos) Página Colosenses Página
10:9 179 3:16 151.155-157,239,262
15:16 317 492,512,519
16:25 178 3:16, 17 150
17:17 147 4:16 156
20:7 156
20:16 150 1 Tesalonicenses
20:27 351 5:26 157
Romanos 2 Tesalonicenses
12:1 68,126,548
3:1 350
16:16 157
1 Timoteo
1 Corintios 157,349,350
2:1,2
1:27,29 127 157
2:8
2:16 129 152
3:16
9:22 408 156
4:13
11 352 156
6:12
11:23-26 238
Jl:25b 157
2 Timoteo
11:25b, 26 354 152
2:11-13
11:26 157
11:27-30 346
Hebreos
12:12-26 87
9:28 125
13:1 153 54,68,156
13:15
14:15 154 116, 127, 325
13:15, 16
14:16 157
13:20,21 355
14:26 123, 150, 156, 345,415
15:54 386
Santiago
16:1,2 157
1:17 491
16:8 150 154
5:13
16:20 157 350
5:14-16a
2 Corintios 1 Pedro
5:17 35 157
5:14
6:16 129
13:14 355
1 Juan
1:5-10 358
Gálatas 1:7 348
4:9-11 363 125, 369
1:9
Efesios Apocalipsis 113, 180
4:11, 12 94,96,104,400,523
1:9-18 356, 359
5:6-20 347,349
4:8 158
5:9 133 115, 158
4:11
5:14 152
5:9, JO 115
5:18-20 150 158, 159
5:12
5:19 152, 154, 156, 262, 334,
5:8-15 437
490,519
8:2 154
14:2 154
Filipenses 386
19:6, 7a
2:5-11 360
21:3,4 159
581
Indice (jenera{
A Belén Marchemos 373 Alianza Cristiana y Misionera 407
A cappella 227, 365, 470, 482, 497, 501 Allen 51, 70, 150, 307, 436, 438
A Dios sólo sea la gloria 134 Allisen 504
A Media Noche Resonó 448 Alma, Bendice al Señor 339, 365
A Solas al Huerto Yo Voy 49, 50 Afternatim 189, 200, 482, 490, 493
Aborígenes 22-24, 29, 36, 50, 61, 118, 132 Altematim praxis 482
Abraham 87, 120, 148 Alternativa 40, 78, 101,280,351, 394,512,
Ackley 452, 51 1 520,529,532,535
Actos simbólicos 137, 292 Ambrosiano 75, 179, 192
Adams 447, 504 Ambrosio de Milán 177
Adkins 461 Anabautistas 195, 197, 211, 212, 444
Adlung 46 Anamnesis 166, 175, 176, 187
Adolescentes mayores 429, 431 Anglicanas 43, 65, 210, 218, 266, 379, 483
Adolescentes menores 428, 429 Angloamericano(a) 11,227,399,401,411,
Adoración calvinista 65, 94, 95 412,449,455,463
Adoración espiritual 72, 415 Anklang 413
Adoración luterana 71, 459, 497 Año Litúrgico 184, 267
Adoración para el Domingo de Año Nuevo Anselmo de Canterbury 193
327 Antioquía 176, 179
Adviento 184, 267, 344, 373 Antropología práctica 414
Africa Occidental 28, 404, 414 Aplauso 311,313, 314,322,346, 376, 377,
Africa Oriental 7, 411 434,522,523,534
Afroamericano 28, 54, 71, 137, 397,414, Apocalipsis 120, 122, 163, 167, 168, 190,
446,463 337,340,367,419
Agnus Dei 187, 188, 199, 200, 206, 267, 270, Apología 1i4, 399
271,334, 371,473 Aposento Alto 158, 159, 166, 174, 187, 203,
Agustín 189, 193 206,208,213,332-335,349
Ahnfe1t 243, 331, 498, 505 Apóstol(es) 49, 100, 102, 138, 146, 157, 159,
Aiken 227 160, 164, 174, 177, 203, 205, 253, 264, 341,
Akers 274 367,374,382,385,390
Al congregarse alrededor de su mesa 335 Armenio 179,213,217,229,230,240
Al Mundo Id 512 Arrío 177
Al Que en Busca de la Luz 215, 382 Arte elevado 65, 67-69, 72, 74-79, 87, 88
Al Rey Adorad 128, 129 Asaf 149, 153, 155
Al Salvador Jesús 337, 447 Asamblea 32, 39, 98, 141, 239,446, 449,
Alabad, Oh los Siervos del Señor 338 45 1' 464, 499
Alabanza y adoración 53, 62, 71, 81, 103, Asbury 284, 385
129,142,263,273,281,293,296-298,303, Ashton 267, 278
310-313, 322, 387' 411, 420, 435, 456-461, Asociación Cristiana de Jóvenes 231, 242,
464-467,469,473,481,495,501,508 246,259
Alain 375 Atributos de Dios 152, 297, 454
Alherti 215 Atwood 495
Alejandría 174, 179 Autóctono 35,400,402,403,407,410-412
Aleluya 66, 78, 152, 153, 157, 161, 162, 182, Autohmp 398, 427
199,209,237,238,249,269,277,295,367, Ave María 192
412,436,456,476 Avcry 455
Alemania 7, 14, 17, 25, 31, 67, 196,203, Ayúdanos, Señor y Dios 447
206,212,214,218,222,227,237,445,482, Babcock 448
484 Bach, Johann Christian 260
Alexander 257-259, 272, 384, 452, 483, 494, Bach, Johann Sebastian 6, 21-23, 26, 35, 36,
511 65-67,69,72-74,77, 134, 167, 188,200,
583
215,221,225,242,312,359,371,375,389, Boyce 229
403,405,413,436,491,496,497,501,509 Bradbury 241-243, 437, 446, 450
Bachillerato en música 112 Brahms 6, 69, 73, 359, 373, 405, 509
Bailey 400, 44X Brand 268, 275, 383
Bangert 28 Bridges 174, 447
Baptist Hymnal 454, 459 Bridgcwatcr 229
Baptist Sunday School Board 97 Brittcn 69, 85
Barber 509 Broad church 229, 448
Bardesanes 177 Brooks 393
Barna 310 Brucc 162
Harnby 358 Bryant448
Barraclough 494 Buber 117, 122
Harrows 7, 272 Buchmanismo 252
Harth 30, 256, 266 Buck 70, 229, 435, 504
Basilio 179,301 Bums 262
Bautismo 4, 136, 160, 165, 166, 185,200, Buscad Primero el Reino de Dios 466
212,264,283,299,354-356, 368-370,37~ Bustamente 438
459 Byrd 69, 95, 211
Bautista Regular 230 Byme 438
Bautistas del Séptimo Día 213 Cabrera 382
Bautistas del Sur 7, JI, 36, 54, 97, 98, 138, Cage 67
251,261,271,278,452,453,459 Caín 134, 135
Bautistas Generales 213 Calvino 15, 23, 45, 54, 65, 94, 125, 169,
Bautistas Particulares 213 191, 195, 198,202-205,207,210,212,220,
Bautistas Separados 230, 231 250,267,336,338,340,344,354,391,419,
Beaumont 277, 282, 455, 463, 527 443-445, 526
Bechler 225 Cambia/a 428
Beck 509 Campanitas de mano 97, 99, 138, 429, 433,
Beethoven 5, 6, 35, 36, 40, 64, 86, 188, 496, 502
537 Cancionero para la Iglesia de Hoy 434, 465
Bellas Palabras de Vida 329 Canon 96, 187, 197, 198, 206, 268, 458
Bendecid el Nombre de Cristo 373 ¡Cantad al Señor! 439, 458
Benedictus 158, 177, 182, 187, 188, 190, Cantad al Señor 460, 464, 479
199,206,208-210,271,334,337,371 Cantatas 77, 84, 99, 168, 215, 225, 242, 371,
Bernardo de Clairvaux 193, 379 372,376,436,497,504
Berthier 457, 458 Cántico 43, 45, 48, 145-147, 154, 157, 158,
Beso de paz 166, 167, 174-176,275,293, 160-162, 164, 167, 168, 177, 185, 190, 191,
326,333,336,338,397 202,206,208-211,248,270,297,329,340,
Best 87 420,443,445,446,449,453,464,476,503,
Biederwolf 252 514,535
Biglow 450, 452, 453 Cánticos macarrónicos 445
Bilhorn 248, 450, 505 Cánticos Mayores 154, 158
Billings 224 Cánticos Menores 154
Bizantino 179 Canto antíoco 179
Black 388 Canto clásico 43, 357
Bliss 238, 242, 246-248, 383, 385, 393, 505, Canto de Ana 154, 190
510,511 Canto de 1Iabacuc 154, 190
Bloesch 43, 56 Canto de Isaías 154, 190
Bloom 51 Canto de Jonás 190
Bodas 131,333,354,35~360-362 Canto de los ángeles 158
Bode 448 Canto de Jos tres niños 190
Boggs 279 Canto de María 158, 190
Bonar 246, 247, 447 Canto de Moisés 154, 190
Boud 495 Canto de Simeón 158, 190
584
Canto de Zacarías 158, 190 267, 278, 293-294, 297, 324-326, 332-335,
Canto del Espíritu 81 337,342,345,348-349,351,363-364,377-
Canto espiritual 86, 184, 244, 335, 397, 445, 378,380,457,468,473,491-493
449,527 Chantre 95, 228
Canto evangelístico 63, 96, 218, 242, 244, Chanukkah !55, 184
247-250,312,328,367,372,382,403,449, Chapman 252, 257, 259,449, 452, 507
452,456,463,475,498,505,509,510,512- Chapman y Alexandcr 257
513 Charles ton 230-231, 234
Canto evangclístico popular 218, 242, 247, Chopin 496
249 Christ ami Culture 291
Canto folklórico 22, 25, 62, 72, 192- 193, Christiansen 51 1
513 Cirilo de Jerusalén 174
Canto Gregoriano 49, 185, 190, 199, 205, Clarinete 407, 498
227,229,267,371,403 Clark 238, 459, 512
Canto llano 64, 70, 160, 162, 227,229,319, Clarke 360, 511
482 Clarkson459, 512
Cantor 67, 199, 248-249, 279, 393, 503, 505 C1avecín 496
Cantos cristianos 365, 402, 406 Clavier 496
Cantos Espirituales 70, 146, 161, 169, 174, Clawson 507
205,235-238,242,274,294-295,303,376, Clemente de Alejandría 174
445-446,449,456,463,526 Clephane 447,510
Cantos macarrónicos 25 Club PTL 281
Capilla Real 95 Club Santo 217
Capilla Sixtina 40 Clydesdale 73
Carden 241 Coelho 118, 397
Carey 401 Cognoscitivo 48, 50, 124, 130-131, 169, 180,
Cariñoso Salvador 215 185,293,315,354,423,458
Carlomagno 185 Coleman 452", 512
Carman 518 Colonizadores 223, 401, 445
Carmichael 274, 278, 384, 438, 455, 530 Colonos 224, 237, 401, 441
Carter 75, 436 Comcrcialismo 84, 344
Casa Bautista de Publicaciones 366, 369- ¡Cómo en Su Sangre Pudo Haber! 387
370,373,384,437,460,465,509 Compañerismo 18, 39-40, 42-43, 46-47, 50,
Casamientos 4, 355-362, 366, 378, 459 55-56,58,86,97,218,228,262,268,275-
Cash249,273,506,508,521 276,296,313,326,333-334
Castillo Fuerte Es Nuestro Dios 200, 232, Comprado por Sangre de Cristo 383, 397
367 Computadora 313, 408
Castlen 13, 407 Comunidad lona 463
Catedral 85, 186, 204, 213, 221, 282, 350, Comunión fratema14, 77, 89, 285, 379-381,
379, 457-458, 482 383,385,387,389,391,393,395-398,400,
Católicos( a) romanos( a) 15, 43, 54, 84, 97, 417,491
171-172,193,200,221,223,226,233,253, Con Cánticos, Señor 476
256,267-269,271,281,283,291,317,329, Conciencia 65, 109, 133, 142, 290, 402, 413,
332,344,379,401,403,410,462-463,497, 425,529
514 Conciertos sagrados 313, 515-516
Celebración 52, 102, 155, 160, 173, 178, Concilio de Trento 54, 188, 226
181, 184, 188, 197, 256, 268, 275-276, 278, Confesión 41, 124-125, 131-133, 140, 142,
282,317,319-320,332,334,343,349,352, 152, 153, 166, 173, 183, 186, 192, 199, 203,
355,358,367,380,454,457,464-465,499, 208,209,230,239,269,270,296,297,305,
501,527 312,319,325-328,332,336,339,341,345-
Celebremos Su Gloria 460,479 347,384,397,478,529,533
Celcbridadismo 530 Confío Yo en Cristo 447
Cena del Señor 94, 116, 132-133, 136, 156, Confraternidad Cristiana Universitaria 454
158-160,174, 17~ 183,197,202,213,230, Congreso Bautista Mundial 406
5H5
Conjunto de trombones 225, 498 Crisóstomo 46, 179, 181, 189, 305
Constantinopla 179 Cristo Acoge al Pecador 215
Consumismo 276, 290, 315 Cristo Me Ama 368, 437
Contemplando tu amor 447 Cromwcll 213, 526
Contemporánea cristiana 78, 435, 517 Crosby 78, 242-244, 246, 249, 383, 397,
Contigo, Cristo, Quiero Andar 80, 448 450,476,504
Continentales 280 Crouch 274, 280, 385, 396, 455, 508, 530
Contrc~facta 25 Crucifixus 73
Convención Bautista del Sur 18, 97, 98, 271, Crüger 405
403, 404, 410, 415 Cuán Bueno Es Dios 456
Convention Press 454 Cuán Firme Cimiento 235
Converse 243 Cuán Gloriosa Será la Mañana 478
Cook 437 Cuan Tiernamente Jesús Hoy Nos Llama 332
Copland 509 Cuaresma 179, 184, 185,344, 397,458
Cóptico 64, 179 Culto alemán 202
Coral Vespertino 211 Culto Cristiano 146, 159, 174, 192, 195,460,
Corales 25, 46, 66, 69, 70, 80, 95, 188, 199, 479
200,211,231,232,242,265,305,335,372- Culto evangelístico 130, 229, 231, 233, 245,
374,376,377,389,401,418,423,435-437, 291,311,322,386,391,493
454,472,491,492,496,499,526 Culto fúnebre 365, 367
Corelli 497 Cultos de evangelización 52, 380, 382, 384
Cor~os43,53,62, 81, 83,85,238,262,283, Cultos musicales 354, 371, 373
293,295-298,304,310,312,319,327,328, Dachstein 204
338,388,398,406,426,435,452,453,456, Dame de Vida el Pan 448, 468
457,465,466,471,473,480,495,496,502, Danos un Bello Hogar 360, 51 1
526,528,530 Danza 24, 93, 116, 126, 137, 147, 149, 192,
Coro Aleluya 78, 367 193,235,250,277,292,296,311,318,365,
Coro coral 258 406,413,497
Coro cua1tcto 95, 96, 227, 265, 504 David 70, 73, 82, 135, 137, 148, 149, 164,
Coro de niños 96, 97 234,248,276,295-296,299,378,390,393,
Coros por edades 96, 101, 418,455 417,437,457,503,505,513,528
Corti 369 Davies 265
Cosmas Melodus 191 Davison 267, 278
Coumry 26, 32, 33, 37, 71, 78, 272-274, 280, Daw 459
281,309,377,389,512,513,517,518,520, De Boca y Corazón 360, 365
521 De Tal Manera Me Amó 258, 51 1
Couperin 375 ¡De la Ley Libre! ¡Dicha Indecible! 246
Coverdale 21 O Dedicación de Niños 368
Cowper 382, 446 Del Señor en la Presencia 51 O
Cox 277,467 Denominaciones 18, 43, 68, 71, 92, 96, 110,
Coxe 447 115,226,253,256,266,276,279,291,292,
Cragin 383 393,447,448,451,453,463,527
Cranmer 15, 54, 65, 195,206,208,228 Dcnver 22, 506
Crawford 262 Des Prez 65, 188, 504
Creatividad 22, 33, 35, 39, 45, 63, 68, 69, Desalentado 511
73, 84,92, 103,117,252,280,285,325, Despedida 175-177, 183, 188,202, 232,239,
384,386,390,436,490,495 264,270,271,332,335,337,397,473
Crecimiento de la iglesia 68, 101, 179,257, Después de Haber Oído Tu Palabra 448
276,283,284,292,309,310,315-317,321, Deutscher messe 198, 199
352,380,394,534 Dewey 2, 24
Credo 33, 77, 161, 166, 181, 182, 187, 188, Di Lasso 221, 224
192, 199, 200, 203, 207-209, 230, 232, 255, Día en Día 185, 327,331
264,266,267,269,270,305,341,370,371, Diakonia 17, 39
374,390,473,533 Díaz 383, 388
586
Dickinson 251 El Nuevo Pietismo 275
Didaché 40, 41, 173 1:!'1 Oratorio de Navidad 371, 372
Diemer 70 El Rey de Amor Es Mi Pastor 360, 435, 476
Dietterich 436 El Salvador Te Espera 332, 384
Digno de notar 227, 238 Elías 237, 372, 373, 378, 390
Dime la Historia de Cristo 373 Elíseo 51, 148, 156
Dios Os Guarde en Su Santo Amor 448, 510 Ellerton 448
Director de adoración 57, 103, 283, 293, Ellinwood 8, 228
295,297,298 Emociones en la adoración 138, 139
Director de música 7, 83, 84, 92, 93, 95-98, Emotivo 42, 318, 354, 420
103, 107' 153, 199, 499, 522 En Belén Nació Jesús 456
Discípulos de Cristo 460 En el Monte Calvario 509
Distler 69, 70, 432 En Jesucristo, el Rey de Paz 78, 243, 397
Divino Espíritu de Dios 450, 478 En Memoria de Mí 166, 334-335
Dixieland 33 En Presencia Estar de "Cristo 366
Doanc 243, 447 Encarnación 136, 140, 175, 176, 184, 215,
Doddridge 383 297,333,341,428,468
Don Gioranni 40 Enrique Vlll 205, 210
Douglas 85, 96, 436, 500 Epiclesis 175, 176, 183
Doxología 161, 167, 175, 176, 187,232, Epifanía 179, 184, 185, 345, 371
264,270,305,328,335,347,473 Episcopaltes) 8, 14, 17, 43, 54, 61, 71, 95,
Drake 383 96, 133, 218, 228, 229, 232, 233, 237, 256,
Dresch 262 266,268,271,282,291,317,362,444,447,
Dubois 372, 436 451,457,459,462,463
Dudley-Smith 458 Erasmo 196
Dufay 65 Es Cristo de Su Iglesia 447, 462
Duffield 447 Esclavo 248 •• 274, 295, 414, 437
Dunlop 261,452,511,512 Escocia 203, 204,246,247,463, 510
Dvorak 86, 348, 509, 515 Esnobismo 39, 87
Dwight 51, 96, 244, 249, 250, 255, 257, 272, Espectadorismo 84, 291, 502, 521
393,446,527 Estad por Cristo Firmes 447
Eclesiástico 6, 80, 90, 91, 94, 167, 178, 183- Estético 22, 26, 29, 33, 49, 53, 76, 88, 106,
185,204,220,221,226,241,251,277,289, 141,252,275,374,413,438
290,315,344,371,449,458,459,462,490 Estilos folklóricos 70, 81, 512
Ecuador2,22,404,412 Estribillo 54, 81, 152, 153, 157, 182, 193,
Edad de oro 497 236-238,242,244,262,366,369,426,445,
Edad de piedra 73 449,456,462,467,472,475,510,511,526
Edad media 10, 24, 25, 87, 126, 134, 172, Ethos 30, 31, 51-53, 55, 58, 492
188, 193, 196,211,249,284,323,379,401, Etnomusicología 9, 27, 403, 408, 413, 414
445,482,483,497,526 Etnomusicólogo 31, 36, 408, 414
Edison 279,510,516 Eucaristía 132, 173, 181, 187, 204, 207, 211,
Editorial Mundo Hispano 13, 409, 460 227,232,266,268,332,364,379
Eduardo VI 21 O Eusebio 189
Educación en Música 52, 112 Ex opera operato 44
Educación musical 7, 11, 13, 26, 30, 34, 67, Excell 393,450,452,505
68, 96, 99, 103, 105, 107, 241, 242, 250, Paber 382, 447
251,275,279,291,316,320,378,404,407, Pagot498
408,420-423,431,433,439,450,499 Farjeon 438
Educadores de música 99, 420, 423 FalTa 463
EE.UU. 40, 97 FaJTell 298
Ehmann 471 Fe la Victoria Es 326
Ejército de Salvación 192, 252, 498 Ferguson 70, 436
El Mundo Entero Es 448, 477 Festival de Vida 436
El Músico de la iglesia 97, 109,433 Festival Te Deum 85, 435
587
Festivales de himnos 99, 373, 374, 477 Gordon 257, 393
Filadelfia 225, 227, 230, 234, 450 Gorch-Stcbbins 51 O
Findlay 245 Gottesdienst 117, 1 18, 120
Finney 238-240, 244, 251, 392, 527 Gounod 229, 232, 504
Firmes y Adelante 137, 250, 426 Gracia Admirable 235, 238, 383, 433, 478
Flauta 24, 146, 147, 150, 154, 425, 458,482, Graham 7, 8, 85, 119, 125, 137,245,252,
487,498,499 255,263,272-274,278,297,306,382,388,
Flora, meine Freude 215 392,449,452,506,512,521-523,525,528,
Royd 511 534
Folklórico(a) 22, 25, 43, 62, 67, 70-72, 75, Gran Despertar 217-219, 253
77, 80, 81, 88, 192, 193, 218, 220, 274, 278, Grande Es Tu Fidelidad 294, 360, 365, 466,
359,361,367,372,388,389,430,451,454, 474,475
455,502,510,512,513,520 Grant 12~447,518,519
Pord 40, 299, 300, 303, 378, 513 Grato Es Contar la Historia 447
Formula missae 198, 199 Gray 359, 389
Foster 78, 81, 242 Oreen 458, 507, 509
Francia 25, 203, 405, 406, 457, 482, 528 Gregoriano 49, 64, 75, 179, 184, 185, 188,
Francisco de Asís 192, 379, 385 190,199,205,227,229,267,371,403
Franck 215,216,359,471 Gregario 94, 97, 188
Franklin 234 Greiter 204
Freylinghauscn 215 Grieg 357
Fryxe11361 Guest 385
Fuente de la Vida Eterna 235 Guitarra 5, 50, 71, 129, 130, 243, 278, 280,
Función 31,46-48, 65, 127, 130, 157, 197, 283,295,310,313,398,402,404,407,409,
264,346,387,413,418,420,426,428,487 429,431,456,457,466,481,496,498,499,
Fundación musical morava 97, 251 501, 515
Fundamentalismo 255 Gumey 358
Fúnebres 355, 364, 366, 468 Habershon 257, 505
Furman 230 Habla, Jesús, a Mi Alma 511
Gabriel 66, 236, 250, 260, 383 Hale 513,514,516,517
Gabrieli 221 1Iallel 153, 158, 335
Gaebelein 34 Halter 36, 504, 507
Gaither 273, 274, 278, 280, 436, 453, 455, 1!amblen 468, 504, 512
464,507,512,515,530 IIammond 484
Gamelan 413 1Iandcl48,78,80, 16~221,359,367,372,
Garratt 295, 457 373,389,413,436,509,531
Gaston 31 1-Iankey 447
Gaul229,232,371 Hanson 251
Gctsemaní 511 Hardy 299, 300, 303
Gibbons 95, 405 Harker 504
Gibeah-elohim 528 Harkness 258, 259, 261, 452, 494, 510
Gigas de Ginebra 205, 250 Harris 219, 250,507,517
Gilbert 229, 436 Harry Dixon Loes 511
Gilmore 447 Hart 238, 384, 447
Gilmour 247 Hastings 239-242, 446
G1adden 448 Haugen 70, 436
Gloria a Dios en/as Alturas 146, 158, 373 Havergal 447
Gloria al Salvador 238 Hawks 448
Gloria Demos al Salvador 238, 466 Haydn 35, 128, 188, 222, 225
Gloria in excelsis 158, 176, 177, 182, 186, Haz Lo Que Quieras 477
199,202,203,206,208,269,270 HCJB 404
Gloria Patri 52, 131, 186, 187, 191,209, He Decidido Seguir a Cristo 328, 371, 398
264,327,329,337,340,348 Beber 447
Gomez 369 Hedonismo 75, 83, 84, 275, 519
588
Hendrix 504 Ilovhaness 509
Herbst 225 Hoy Canto el Gran Poder de Dios 336
Herido, triste, a Jesús 238 Huber 459
Hermanos Unidos 225, 40 l Hudson 238, 450
Himnario 7, 46, 71, 75, 116, 138, 140, 152, Hultman 515,516
198,205,223,232,238,239,242,252,263, Humanismo cristiano 54
265,267,290,312,313,318,319,365,368, Hunt 415
369,378,388,401,402,408,411,412,434, Hunter 284
435,441,442,4t6-455,458-467,474,476, Huss 95, 194, 196, 225, 335
478-480,491,499,500,509 Hutchinson 382
Himnario Bautista 238, 41 1, 454, 459, 460, Hutitas 197
478 Hydraulis egipcio 482
Himnario de Tesoros Musicales 460 lconoclasia 313
llimnito 118, 456, 457, 461, 466 Idolatría 87, 130, 135, 318
Himno a la Trinidad 182, 190 Iglesia alta 14, 71
Himno de apertura 186, 264, 270, 328, 340, Iglesia Anglicana de Canadá 460
345-346 Iglesia baja 14, 71
Himno de respuesta 331, 340, 341 Iglesia Católica Romana 54, 84, 223, 226,
Himno del Mes 472 267,332,401,403,497
Himnodia étnica 71, 462 Iglesia de Cristo 256, 304, 478
Himnógrafo 194,261,451,475 Igksia de Hermanos 460
Himnólogo 444, 447-449 Iglesia de Inglaterra 206, 277
Himnos alemanes 21 O, 451 Iglesia del Pacto 460
Himnos británicos 235, 451 Iglesia electrónica 113, 252, 308, 395, 502
Himnos clásicos 70, 319 Iglesia Holandesa Reformada 40 I
Himnos corales 70 Iglesia liberal 229
Himnos de alabanza 453, 473 Iglesia Libre Escocesa 447
Himnos de composición humana 21 O, 444, Iglesia Luteran·a 214, 243, 323, 460
445 Iglesia Metodista 6, 46, 91, I63, 218,276,
Himnos de confesion 473 460,499
Himnos de despedida 473 Iglesia Metodista Episcopal 218
Himnos de fe 464 Iglesia Metodista Unida 46, 276
Himnos de invitación 240, 392 Iglesia Morava 196, 460
Himnos escandinavos 451 Iglesia Presbiteriana 18, 97, 116, 239, 256,
Himnos evangelísticos 55, 217, 396, 401, 267,372,460
402,436,450,453 Iglesia Presbiteriana de Canadá 460
Himnos folklóricos 70, 71, 80, 388 Iglesia primitiva 30, 75, 91, 145, 152, 161,
Himnos griegos 229, 451 163-165, I73, I77, 178,203-205, 285, 381,
Himnos latinos 451 382,396,476,503
Himnos norteamericanos 44 7, 451 Iglesia Seekers 284
llindrio para o Culto Cristao 411 Iglesia Unida de Cristo 460
Hines 34, 513 Iglesias Ortodoxas 189, 190, 226, 481
Ilipó1ito de Roma 174 Ilvisaker 463
Hodie 373, 436 Improvisación 6, 36, 46, 57, 204, 212, 245,
Holanda 203, 212, 444 283,334,375,390,409,490,494,495,536
Ilolmes 448 Indios Auca 22, 35
Holst 69 Individualismo 88, 92,290,492,507,519,
Hoon 118, 123, 302 529,530
Hope Publishing Company 2, 262, 358, 359, Innes 495
361,367,383,452,454,459,511 Instituto Bíblico Europeo 405
Hopper 44 7, 448 Instituto Bíblico Moody 5, 6, 52, 96, 250,
Hopson 70, 436 251,257,259,261,263,393,506
Hosanna 177, 180, 182, 298 Integridad 34, 57,217,265,276,279,302,
Hostia 197 354
589
lntegrity Hosanna 298 Kum RaYa 397,456
Intérpretes musicales 98, 377 I(vrie 180, 186, 188, 193, 199,200, 202,
Intuitivo 49, 140, 180,318 203,206,207,209,267,269,270,305,371
Islas Sandwich 402 473
Jaba! 24, 146 Kyrie eleison 180, 186, 193, 199,269,270,
Jackson 249, 519 305
Jacoh 120, 148 La Ciudad Santa 232, 371, 504, 509
James 13, 118, 138-140, 167, 235, 245, 246, La Crucifixión 18 1, 344, 372
248,257,383,389,393,407,441,447,448, La Cruz Excelsa al Contemplar 216, 217,
450,460,504,505 244,387,477
Jazz 32, 33, 36, 53, 78, 81, 261,494, 535 La Tradición Apostólica 170, 174
Jehovah es mi pastor 445 Laico 86
Jennings 435 Lang 74, 215
Jeremías 134, 360, 385, 477 Langlais 375
Jerome 34, 513 Larkin 229, 232
Jerónimo 178, 193 Las Escrituras del Nuevo Pacto 164
Jerusalén 149, 153, 156, 174, 179, 191,238, Las lloras Canónicas 190
381,435 Las Siete Ultimas Palabras de Cristo desde
Jerusalén, Mi Hogar Feliz 238 la Cruz 371
Jesu, meine Freude 215 Lasso 221, 224, 497
Jesus Christus, wzser Heiland 335 Lathbury 448, 468
Jesús, Yo He Prometido 370, 448 l..atreuo 117,120
Johansson 62-64, 68, 83 Laude 190, 192, 193, 208, 220, 445
Johnson 455, 513 Law 224, 246, 297-299
Joncas 436, 463 Lcavcr41
Jones 252, 383 Leccionario 157, 160, 174,204,534
Joplin 504 Lecciones Prácticas para... 409
Jorian 513 Leipzig 74, 200
Josquin 65, 504 Leitourgia 40, 41, 323
Juan el Bautista 158, 190, 385 Lekberg 509
Jubilate Deo 208 Lenguaje de los sordomudos 348
Jubilare Group 465 Lenguaje emocional 72, 384
Juventud para Cristo 262, 263, 453, 456, 521 León de Judá 298
Kaiser 274, 438, 455, 495, 515, 530 Leonhard y House 421
Kamzon 188 Leonin 64, 65, 188
Kantorei 94, 199 Lewis 23, 73, 86, 383
Kartsonakis 495 Liberalismo 255, 256, 448, 530
Keach 210,213, 216, 335,444 Libert243
Keble 447 Libro de adoración 75, 267, 460
Keck 534, 535 Libro de Oración Común 94, 206, 207, 218,
Kendrick 85, 297, 388, 534 228,266,362
Kentucky Ham1ony 235, 241,434 Libro de Oración de 1549 209
Kerigmática 390 Libro de Oración de 1552 206, 208
Kerr 216 Libro de Oración de 1662 209
Kerygma 40, 41, 382 Liddle 504
Killinger 53 Lieder 445
King James 441, 460 Liliuokalani 402
Kitsch 275 Lillenas 362, 5ll, 512
Knapp 243, 504 1.ind 243, 505
Knox 54,207 Liszt 5, 243, 492, 537
Kodaly 99 Liturgia Clementina 175
Koiné 162 Liturgia de Estrasburgo de Bucer 203
Koinonia 40, 42 Liturgia de Ginebra de Calvino 203
Kontakia 182, 191 Liturgia de la Mesa 269, 270
590
Liturgia de la Palabra 186, 197, 203, 207, Medios múltiples 103, 277,454
232, 269, 270 Megaiglesia 281, 282, 284, 309, 311, 322,
Liturgia de los Pieles 177, 182 457,466,467
Liturgia del Aposento Alto 187, 203, 206, Meistersinger 25, 198, 200
208,334 Mellers 29
Liturgia divina 181, 183, 191 Mendelssohn 69, 229, 360, 373, 375, 378,
Lo Debes Compartir 515 390,496
Lo Que Respira 434 Mendoza 260
Lock 442 Menonitas 18, 54, 163, 197,219,460
Loes 511 Merbecke 206, 211
Loftis 230 Mesfas 48, 78, 159, 161, 168, 367, 372,426,
Lohengrin 360 436,531
Longfellow 448, 506 Messiaen 67, 68
Loores Dad a Cristo el Rey 341, 477 México 223, 407
Lorenz 236, 372, 435, 436 Mi Fe Descansa en Buen Lugar 326,454
Loveless 261,262,452,511,512 MI DI 313, 496
Lowell 218, 241, 242, 250,448, 450 Micir 397
Lowry 243, 246 Miguel Angel 35
Lutero 11, 15, 54, 65, 80, 94, 118, 138, 172, Mil Voces para Celebrar 460
194-202,204,208,210-212,214,220,304, Milán 115, 177, 179
331,334,365,367,441,442,444,445,464, Milis 252
473,497 Milman 447 ·
Lutkin 251 Ministerio de música 95-99, 103, 104, 111,
Lyte 447 113, 271' 285
Machaut 188 Ministro de adoración 103
Magnificat 158, 190,208-211,329,371,436 Ministro de Música 97-108, 111-113, 140,
Maitines 190,201,208,209,379,444 141,406,476,479
Ma1otte 360 Ministro de música y adoración 103, 104
Mándanos Lluvias de Bendición 511 Minnesinger 25, 198, 200, 503
Mantra 51, 295, 305 Miriam 303
Maravilloso Es el Nombre de Jesús 397 Misa alemana 198-200, 266
María49, 72,120,147,154,158,183,184, Misa cantada 188, 371
190,192,207,210,237,268,417,456,468, Misa en Sol menor 36
477,486,503 Misa privada 188
María la sangrienta 207, 21 O Misa Solemne 188, 227
Marsh 260, 455 Misa Tridentina 54, 268
Mattin 251, 333,436,475 Misio1ogía 414
Mártir 95, 174, 194,237 Misticismo 275, 291
Más Cerca, oh Dios, de ti 447,468 Misurí 71,241,459,463
Mason 218, 241, 242, 250, 450 Modernismo 16, 255, 530
Mata 383 Moisés 120, 147-149, 154, 190,303,339,
Matheson 447 340
Matthew 265, 447 Monteverdi 190
Matthías 86 Montgomery 447
Maunder 435 Moody 5-7,51, 52, 96,231,244-247,249-
MCC 517-519 252,255,257,259,261,263,272,385,392,
McGranahan 66, 246, 248, 393, 505 393,449,483,505,506,515,517-518,527
McGready 235 Moorhead 393
McKinney 261, 452, 511 Moravia 196, 212
McLuhan 514 Moravos 95,217-219,224,225,401,446,
Me Guía El 447 451,498
Medieva125, 49, 70, 126, 127, 189, 191, Motu proprio 267, 278
193, 196, 202, 209, 332, 334, 350, 379, 444, Movimiento de Evangelismo 257, 329, 331,
482,503 417,446
591
Movimiento de Oxford 8, 69, 228, 229, 233 Niebuhr 10, 291
Movimiento de Renovación Carismática 256, Noble 11, 25, 47, 65, 173,265,351,438
282,289,291,292,296,321,528 Nolte 251
Movimiento Litúrgico 67, 266-268, 275, Norton 164
317,503,509,534 Novello 435
Movimiento Oxford 252 Nueva Ze1andia 295,457,458
Mozárabe 179, 185 Nuevo Pacto 72, 90, 134, 135, 145, 164,
Mozart6,35,40,69, 78,190,222,225,229 165, 169, 178, 334
Miihlenberg 447 Nunc dimittis 158, 190,208-211,270
Murray 358, 4.59 Oojeto de Mi Fe 326, 447
Música artística 5, 6, 9, 45, 62, 64-66, 68-70, Oboe 150, 458, 498
73, 74, 77, 78,82,83, 86,214,220,261, Obra maestra 167
375,376,429,436,491-493,505,531 Obra misionera 4, 13, 41, 138, 225, 261,
Música contemporánea cristiana 78, 517 284, 398-401, 403,405-411,413-415, 429
Música coral34, 65, 70, 91, 95, 199,207, Odaes pneumaticaes 162
226,269,278,310,312,338,374,388,389, Oerter 225
401,405,417,419,432,434,435,470,508, Oficio 190, 191, 201,208,209,228,258,
511,526 329,379,380,444
Música cristiana de arte elevado 77, 78 Ofrenda de paz 132, 148
Música cristiana popular 68, 78, 252 Ofrenda quemada 134
Música cristiana tradicional 26, 77, 78, 405 Oh Amor Que Excede a Todos 443, 468
Música de alabanza y adoración 53, 71, 81, ¡Oh! Amor Que No Me Dejarás 447
263,273,298,310,456,457,464,465,467, ¡Oh Dios de Amor Perfecto! 357, 360
469,481 Oh Dios, Socorro en el Ayer 239, 329, 365
Música de la iglesia 12, 55, 56, 61, 64-66, Oh Dios, ¡Qué Mañana! 478
71, 74, 92, 97, 98, 107, 112, 113,267, 290, Oh, Padre, Creador de lodo 359
314,428,429,496,499 ¡Oh Qué Amigo Nos Es Cristo! 243
Música de presentación 279, 31 1, 312, 467 Oí la Voz del Salvador 447
Música en la adoración 3, 10, 18, 46, 74, 87, Oldenburg 438
90, 91,94, 140,143,267,285,290,400, Olivers 446, 451
426,428,476,481,497 Omnipotente Padre Dios 447
Música folklórica 6, 25, 26, 32, 33, 47, 77- Opera Metropolitana 34
79,252,253,390,406,414 Oración de Acción de Gracias 174, 197, 209,
Música instrumental 83, 102, 162, 163, 225, 327,332,337,342
261,304,313,328,359,391,483,487,492, Oración de Apertura 327, 328, 330, 347
497-499, 528 Oración de Petición 329, 341
Música oriental 27 Oración del Pueblo 330, 349
Música para Ocasiones Especiales 509 Oración Matutina 133, 211, 228
Música religiosa folklórica 65 Oración pastoral 44, 137, 186, 264, 314, 329,
Música sagrada 6, 26, 65, 97, 251, 271, 279, 349,490
280,377,516 Oración Vespertina 211
Músicos de la iglesia 11, 23, 100, 102, 106, Oraciones de inlercesi6n 176, 202, 341, 349
109, 111, 112, 114,426 Orden del culto 84, 103, 121, 140, 245, 285,
Músicos profesionales 6, 25, 98 312,319,324-328,336,338,339,349,384,
Mussiett 13, 371, 384 386,419,474
Myers 34, 35, 67, 529-531, 533 Orden Gineorino 267, 327, 335, 336, 340,
Narcisismo 84, 290 346, 380
Naumann 229 Ordenación 1 1O, 111
Navidad 80, 103, 155, 179, I 84, 185, 312, Ordenanza 136, 202, 230, 294, 305, 332,
326,344,352,371-373,426,436,531 333,356,368
Neumeister 215, 382 Orff 99, 427, 429, 499, 500
Newman 447 Organización de organistas 113
Newton 238, 249, 383, 446, 45 I Organo 264, 265, 360, 481, 482, 487
Nicho1son 383 Orgelbewegung 484
592
Orgullo 10, 23, 69, 83, 135, 348, 419 Pierson 393
Orr 404 Plotino 30
Ossewarde 265 Pollard 477
Ostinato 427 Pop 261,275,279,290,310,311,319,414,
Owens 295, 455 428-430,468,502,514,533
Pablo37,49, 74,92, 100,118,123,134, Por Dónde Me Guíe, Iré 511
138, 146, 157, 159-161, 163-166, 189,205, Por Jos Santos Que Descansan Ya 366, 448
329,344,375,378,382,385,390,456 Porter 236, 237, 251
Padrenuestro 131, 176, 181, 183, 187, 192, Pote 70,436
198, 199, 202, 203, 207-209, 212, 264, 270, Práctica alternada 482
271,323,349,360,363,366 Preceptor 224, 504
Pagura 383, 438 Preescolares 423-426, 437
Palabra de Dios 9, 15, 16, 45, 52, 57, 116, Preludio 21, 46, 49, 52, 125, 133, 200, 264,
118, 126, 130, 134, 145, 169, 205, 220, 268, 313,327,336,338,359,361,375,386,387,
297,328,329,331,332,341,346,373,387, 389,472,483,490-493,495,497,499-501,
388,391,397,426,463,468,492 526
Palestrina 74, 188, 221, 223, 224, 497 Preludio coral 200, 483, 490
Palmer 243,447 Prentiss 447
Panis Angelicus 359 Presley 249
Paris 507 Previn 35
Parker 229, 459 Profeta 100, 101, 104, 105, 120, 141, 147,
Parry 69, 265 148, 157, 166, 172-174,237, 253, 304,311,
Pascua 153, 155, 158, 184, 185, 333, 371, 379,382,385,507,510,528
373 Pro1wos 191, 202, 379
Pasión según San Lucas 68 Proskuneo 117
Pasión según San Mateo 77 Proulx 70, 436
Pass 164, 390, 391 Pueblos autóctonos 411
Pastor-maestro 100, 104 Puedo Oír Tu Voz 332
Patti 506-508, 517 Pulkingham 463
Peeters 359, 509 Purim 155
Penderecki 68 Pyrlacus 225
Pensadores libres 448 Ramm 10, 15-17,43,56
Pensilvania 225, 233, 237, 401,446,450 Randolph 276
Pentecostales 18, 43, 162, 252, 256, 276, Rankin 448, 510
281-283,291,293,299,303,316,392,443, Rankin-Tomer 510
450,453 Rap 5, 32, 33, 81,280,512,517,537
Pentecostés 91, 131, 146, 155, 160, 184, Ray 438, 447, 521
185,304,326,344,345,371,474 Recitales 99, 156, 375-377, 485, 493
Pepin 185 Recitar 61, 341, 363, 425
Peregrino 67, 193, 235, 242, 279, 366, 393, Red 6, 335, 436
401,458,505 Redentor Divino 504
Peregrino cantor 67, 242, 279, 393 Reforn1a Calvinista 206
Perotin 65, 188 Reforma luterana 197
Pcrry 459 Reforma protestante 65, 169, 195, 214
Pcterson 250, 263, 273, 294, 372, 383, 436, Reich 529
452,512,522,530 Reina-Valera 460
Pfautsch 436 Renacimiento 10, 16, 25, 45, 66, 67, 70, 97,
Phillips 67, 242, 248, 252, 279, 393, 505, 194, 196,219,220,265,267,431,482
515 Renovación carismática 68, 81, 256, 282,
Phos hilaron 191 289-292,295,296,299,321,322,457,458,
Piano 5, 6, 98,244,258,261,265,266, 313, 528
330,375,376,378,387,404,407,409,425, Réquiem 40, 80, 227, 242, 373
441,457,466,470,483,492,494-496,498, Revolución Industrial 25, 66, 252
501, 506, 515 Rey David 135, 149, 417
593
Reynolds 238, 251 Santo, Santo, Santo 121, 157, 168, 173, 176,
Reza 383 180,342,447,465
Richardson 13, 335 Sanon 179, 186
Riesman 82 Savage 262
Ríos 299, 383, 388 Scha1k 436
Robertson 308 Schallcr 310
Rob1eto 274, 383, 384 Sclzola Cantorum 94, 188
Rock 26,31,32,51,390,519 Schubcrt6, 188,496
Rodeheaver 248, 259, 272, 279, 385, 452, Schulcr 511, 512
453,499,505,506,511,516 Schultze 307, 308, 518, 519
Rogers 504 Schumann 243, 496
Roma 40, 174-176, 179, 193, 202, 229 Schütz 221, 359, 376, 405, 497
Romanticismo 28, 29, 63, 64, 233, 267, 492 Schwartz 331
Romberg 366 Schweitzer 403, 484
Rookmaaker 67 Scrivcn 447
Root242,243,414 Se Acerca un Año Nuevo 327, 328
Rorem 509 Sears 448
Rosenius 243 Seguiré Do El Me Guíe 327, 329
Rosh Hashanah 155 Segunda Guerra Mundia131, 32, 47, 96, 255,
Rossini 229, 232, 242 262,271,278-280,283,394,431,432,452,
Routley 40, 41, 74, 76, 147, 314, 442, 459, 456,516
461,462,469 Segundo Templo 151, 156, 163
Rowland 219 Sellers 251
Rowthorn 459 Semana Santa 155, 184, 185,267,344,372
Rusthoi 367 Seminario 7, 8, 11, 36, 49, 52, 58, 96-98,
Rutter 35, 70, 73, 77, 372, 377,.436 106, 112, 114, 140, 242, 251, 257, 271, 272,
Sacramento 111, 136, 141, 183, 184, 198, 278,284,321,374,378,404,409,414,431,
202,204,205,332,356,364,368,531 520
Sacrificio de alabanza 41, 57, 65, 72, 86, Señor, ¿Quién Entrará? 338
134-136, 147, 165,271,305, 314, 331,418- Sentimentalismo 49, 50, 84, 139, 469
420,432,439,467,492 Serapión de Thmuis 174
Salmodia 61, 95, 141, 150, 151, 153, 155, Servicio a Dios 111, 117, 120, 136, 330, 367
156, 160, 161, 186, 444, 445 Servicio de Comunión 198, 216, 267
Salmos metrificados 25, 70, 169, 205, 210, Servicio de la Mesa 166, 175-177, 184, 328,
212,228,244,444,445,451,454,526 337, 342
Salterio 66, 150, 161, 189,205,208,210, Servicio de la Palabra 166, 174-177, 183,
216,224,232,244,348,441,444,445,459 327,337
Salterio de Ainsworth 224 Servicio Preparatorio 182
Salterio de Ginebra 205, 224 Servicio razonable 72, 301
Salterio de Stemlwld y Hopkins 224, 445 Shachah 117
Salvador, a Ti Me Entrego 51 O Shakespeare 34
Salvo en los Tiernos Brazos 468 Sharp 235
Sanctus 121, 173,174, 176, 182, 187, 188, Shaw 64,73
199,200,208,232,267,269,271,334,337, Shea 6, 263, 272, 273, 279, 385, 414, 506,
342, 371' 473 507
Sandcll 243, 505 Sherwin 393
Sandeli-Berg 243 Showaltcr 450
Sandy Creek 230, 231 Shurtlcff 448
Sankey 52, 80, 96,231, 244-249,252,257, Siempre la Verdad 437, 438
272,279,385,393,450,453,505,510,511, Símbolos 16, 32, 35, 45, 80, 94, 99, 126,
515,516 127, 130, 135, 141, 148, 172, 189,215,220,
Santa Biblia para Mí 340 275,278,284,290,297,310,311,313,315,
Santa la Noche 373 318,319,324,325,349,351,352,409,442,
Santo Espíritu, Llénamc 511 492,525,529
594
Sinatra 249 Tarea pastoral 18, 40, 42, 43, 46, 57, 58, 77,
Singcnbcrger 227 83, 86, 89, 171,285, 398,400,417,478
Singspiration 262, 362, 383, 389, 452-454, Te Deum 85, 178, 190,208-210,232, 329,
464 340,435
Sintetizador 313 Te Necesito Ya 448
Siro 177 Teclados electrónicos 496
Sizer 55 Teleevangelismo 290, 306, 307, 313, 317
Skillings 397, 455 Televisión 7, 17, 39, 48, 55, 74, 252, 255,
Skipper 373 261,272,275,280,281,284,290,306-309,
Smilcy 298 311,319,389,394,40~414,465,490,50~
Smith 1, 13, 74, 80, 250, 272, 273, 407, 436, 513,516,519,529,530
458,495,507,511 Tengo el Perdón 434
Snell 368 Tengo Paz Como un Río 397,456
Sociedad Ceciliana 227 Tennent233
Sociedad de San Gregario 97 Tennyson 448
Solí Deo gloria 23, 65, 134 Teodoro de Aesa 205
Soul71, 216,506,512,513 Teología de pacto 368
Sousa 39,40 Terapia musical 31, 102, 433, 434
Sowerby 265, 509 Tertuliano 15, 174
Spencer 23 Testificando en el Bautismo 369
Spener 214 Thiman 509 ·
Spohr 243 Thomas~265,446,459,50~513
Sprechstimme 246, 514 Tienen que Saber 509
Stábat Máter 232, 242 Tiziano 34
Stainer 35, 70, 229, 372, 389 Todd 445
Stamitz 225 Toma la Cruz 509
Stanford 265, 274 Tomás a Kempis 193
Stebbins 246,257,393,505,510,515 Tomás de Aqui1Ío 15, 193, 535
Stennett 235 Tonadas folklóricas 224, 235, 463
Stone 447 Tonadas populares 463
Stryper 250, 519 Torrey 252, 255, 257, 258, 449, 452
Stuart 252,468,512 Tovey 511, 512
Succot 155 Towner242,248,250,257,259,393,505
Sueño de una Noche de Verano 360 Townsend 262
Suiza 202, 203, 212, 283, 412 Transubstanciación 175, 204, 206, 332
Sunday 97, 252, 259, 260, 385, 449, 452, Trascendentalistas 448
499,506,511 Trombón 498, 499
Sursum Corda 174-176, 182, 187, 199, 208, Troparia 182, 191
269,271,337,342 Tu Reino Amo, Oh Dios 446
Suzuki433 Tucker 341
Swann 308 Tudor 207, 2 10, 211
Sweelinck 405 Twentieth Centul)" Folk Mass 277, 282, 455,
Sweet 251-253 527
s~ving 26, 33 Undcrhill 118, 122, 126, 127, 129,442, 469
Tabernáculo 96, 126, 134, 145, 148, 149, Unísono 125, 133, 156, 157, 205,219,336,
154, 155, 168, 232, 245, 260, 261, 296, 297, 339,348,427,470,526
329,381,417,453,499 Unitas Fratrum 225, 401
Tabernáculo Evangélico de Chicago 261, Universidad Bíblica Columbia 414
499 Universidad Crown 414
Tabernáculo Moody 96 l.Jniversidad de Michigan 433
Tailandia 85, 411-413 Universidad de Yale 446
Taizé 319, 335, 457, 458, 496, 528 Universidad Furman 230
Tal Como Soy 392, 397, 447 Universidad Northwestern 6, 7, 96, 251, 271
Tallis 95, 21 1 Universidad Wheaton 64, 87
595
Vajda 459 Wren 360
Vallec 249 Wright 34
Vaticano 1 188 Wyclif 196
Vaticano 11 54, 188, 226, 256, 268, 344 Wyrtzen 495
Vaughan Williams 36, 69, 78, 265, 312, 372, Young 46, 85, 97, 436
373,376,436,463,509 Zamorano 274
Ved a Cristo, Rey de Gloria 478 Zeitgeist 289
Ven Tú, ¡Oh Rey Eterno! 448 Zimmer 273
Ven, Aviva Mi Alma con Poder 511 Zimmermann 78, 81
Verdi 80, 242 Zinzendorf 196, 215, 225
Versettos 482 Zondcrvan 452, 453
Vesperae de Dominica 190 Zuckcr 215
Vicar 213 Zwinglio 202, 204,497, 526
Vickers 34
Video 290, 372,502,517-519
Villancicos 25, 80, 193, 372, 373, 445
Violonchelo 224, 498
Víspera 190,201, 208, 209,226, 379,444
Von Allmcn 118, 122
Wadc 397
Wagner 31, 69, 85,360,436
Wainwright 305
Wa1kcr 241
Warncr 437,438
Watts 95, 210, 216-218, 231, 234, 235, 238,
239,244,329,383,387,401,444-446,451,
475,526
Webbcr 438
Weber405
Werner 81, 150, 151, 153, 162, 174
Wesley, Carlos 235, 254, 255, 258, 272, 276,
342,423,425,440,484,501,505,512,526
Wesley, Juan 69, 95, 215, 216, 218, 220,
221,234,238,256,282,304,305,383,385,
387,401,445,446,464,468,475,526
Wesley, Samuel 69
Western 272, 274, 512
Wcstrup 382, 383
White 118, 122,241,445
Whitefield 17,218, 219,234,235,237,240,
401,444
Whittier 448
Whittle 246, 257, 393, 505
Wildcr 513,514,516, 517
Willan 265
Williams 35, 36, 69, 70, 78, 188,214,219,
223,265,312,372,373,376,436,463,509
Williamson 96, 418
Wilson 436
Wiseman 512
Wohlgcmuth 296,297
Wolf 458
Wolterstroff 26, 29, 30
Wood 69, 70, 258, 265
596