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• La bajada del plan estratégico, traduciendo e interpretando el citado plan hasta construir
agendas de trabajo que lleguen al nivel de la persona que trabaja, es una efectiva
acción que contribuye a la creación de ambiente, a través de acercar el plan
estratégico a las acciones y operaciones diarias, de cada persona, de cada cargo.
• El extraer los mensajes claves de la estrategia, y desplegarlos en lugares y espacios
comunes de la compañía.
• El hacer consistente el lenguaje diario y las preocupaciones directivas con los
énfasis derivados de la estrategia.
• El diseñar sistemas de dirección coherentes y consistentes con la estrategia y con el
resto de los elementos de la implementación.
Los ejemplos anteriores son sólo algunas alternativas para crear ambientes y lograr la
apropiabilidad de la estrategia en la gente. Habremos creado el ambiente si se respira la
estrategia internamente. No se habrá creado, si el ambiente interno no muestra cambio
alguno en relación a lo que se venía dando, sin entusiasmar por tanto el ánimo de quienes
trabajan en la empresa. De ser este el caso, tener o no tener la estrategia es indiferente, y
por tanto la empresa habrá caído en un estado de apatía que sería independiente de la
calidad de la estrategia formulada.
4. Averiguar “qué pasó”, comparar con el nivel definido como estándar y determinar
“como ocurrió”. Es el cierre de un buen proceso de control de gestión. Se trata de
saber qué ocurrió, principalmente para generar el aprendizaje deseado y realizar los
ajustes necesarios para impactar del futuro.
Pero una estrategia está compuesta por diversos elementos, por tanto cabe preguntarse,
¿qué elementos de la estrategia determinan el control de gestión?. Son tres los
elementos esenciales: la misión, la ventaja competitiva y los objetivos
estratégicos. La misión es una declaración duradera de la posición específica que la empresa desea
tener con su negocio. En esencia establece que se desea ofrecer, a quien se quiere llegar y
como se desea competir. Lo anterior nos permite concluir que definir una misión es definir
el negocio de la empresa, tanto desde una óptica actual como de una óptica futura
deseada. La misión es el primer elemento que induce y genera el sistema de control de
gestión. Un sistema de control de gestión debe propender el desarrollo de conductas que
busquen cuidar el negocio actual y lograr el negocio futuro deseado. Las ventajas
competitivas constituyen el corazón de una estrategia de negocios. Son aquellos atributos
diferentes a los competidores, que el cliente valora y percibe, induciendo su preferencia
por la oferta de la empresa y no por aquella de la competencia. Desde las ventajas
competitivas se determinan las áreas claves, que como se señaló son áreas, operaciones,
procesos o actividades que están directamente relacionadas con le éxito de la estrategia.
Un buen sistema de control de gestión debe construirse induciendo comportamientos que
cuiden las áreas claves del negocio. Finalmente los objetivos estratégicos, representan de
la forma más concreta el futuro que la empresa quiere construir a través de su estrategia.
En este sentido, los objetivos reflejan los énfasis fundamentales que se desean lograr. Un
buen sistema de control de gestión debe inducir conductas hacia los énfasis reflejados en
ellos.
C. Problemas de Uso. Los fallos de uso son aquellos desajustes que sufren los sistemas
a lo largo del tiempo y que aparecen en su funcionamiento rutinario o normalizado.
Al contemplar alguna irregularidad en el "funcionamiento corriente" de un instrumento,
cabe indagar con detalle las causas que pudieran haberla afectado.
La tabla siguiente sintetiza los problemas más corrientes que pueden encontrarse en los
instrumentos de gestión.
5. EL SISTEMA DE EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO
Aunque una de las tareas más importantes del gerente es ayudar a que los demás
obtengan un mejor desempeño, la mayoría de los gerentes admite con franqueza, que les
resulta difícil evaluar el desempeño y preparar a otras personas para que mejoren. No
siempre resulta fácil juzgar el desempeño de un empleado con exactitud. Muchas veces,
resulta más difícil aún transmitir ese juicio al empleado, de manera constructiva y sin
causarle dolor, y traducir la información del desempeño pasado en mejoras futuras. El
proceso de evaluación de desempeño pretende cumplir este último rol.
La evaluación de desempeño es un sistema de dirección el cual busca evaluar el
desempeño individual (y a veces grupal) de cada una de las personas que trabajan en la
empresa. Suele confundirse con el control de gestión, ya que a este último se asimila con
frecuencia a un instrumento para evaluar el rendimiento individual, y como se vio
anteriormente, el control de gestión no busca evaluar personas sino que unidades
organizacionales. La evaluación de desempeño si que se preocupa de evaluar el
desempeño individual del que trabaja.
No obstante lo anterior, mientras menor sea el nivel organizacional de la persona en
cuestión, más se separarán estos dos sistemas de dirección. Sólo en niveles
organizacionales de relevancia la evaluación de desempeño y el control de gestión tienden
a converger por cuanto en los niveles altos el desempeño individual de un directivo es un
determinante significativo del resultado de su propia unidad organizacional. Así evaluar la
ida significa evaluar el desempeño individual de quien la dirige.
Al igual que en el caso del sistema de control de gestión, son tres los elementos esenciales
de la estrategia que están determinando los conceptos evaluativos: la misión, la ventaja
competitiva y los objetivos estratégicos. También la evaluación de desempeño se
relaciona con la estructura organizacional, ya que al conocer en detalle las
responsabilidades, se podrá evaluar con mayor precisión la calidad de cada uno de los
conceptos evaluativos. La manera de relacionarse con la estructura es similar a la
mostrada por el sistema de control de gestión; la evaluación lee de la estructura
organizacional las responsabilidades a objeto de extraer prioridades estratégicas que
puedan ser recogidas en los conceptos evaluativos que se definan.
6. EL SISTEMA DE INCENTIVOS
El sistema de remuneraciones de una compañía es un componente clave de los esfuerzos
de la gerencia general para atraer, motivar y satisfacer a sus empleados de manera de
aumentar la probabilidad de hacer realidad la estrategia de la empresa. Tradicionalmente
se asocia a remuneración la cancelación o el pago por el trabajo encomendado. No
obstante ello, mirar las retribuciones sólo desde esa óptica resulta a lo menos
reduccionista. En efecto, los sistemas de retribución constituyen uno de los principales
sistemas de dirección, por cuanto, en la medida que estén bien diseñados, estarán
estrechamente vinculados con el comportamiento deseado. Para entender bien el alcance
y el resultado que pueden llegar a tener los sistemas de incentivos, es necesario distinguir
entre tarifa de remuneraciones y costo de remuneraciones. La tarifa es el pago, medido
como el salario total, por unidad de tiempo. El costo de remuneraciones asocia al salario
total algún indicador que de cuenta de la productividad, como por ejemplo unidades
producidas sin defectos.
Los conceptos retributivos deben construirse sobre la base de aquellos elementos que
constituyen los énfasis de la estrategia, y su determinación debe estar armonizada con los
objetivos estratégicos deseados. Así entonces, el primer paso en la construcción de un
efectivo sistema de retribución es establecer los inductores de la retribución los cuales
constituyen un factor clave para que este sistema de dirección sea parte fundamental en el
desarrollo de la implementación de la estrategia seleccionada.
7. LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
Probablemente el elemento más determinante para una implementación exitosa es la
estructura organizacional. Una Organización está sujeta a muchas influencias. La más clara
de las influencias es el entorno en el que la empresa está inmersa, incluyendo aspectos
como la tecnología disponible, el conocimiento científico, etc. En dicho entorno, la
organización decide perseguir una determinada estrategia que constituye un elemento
fundamental para caracterizar la organización. Pero dentro de la misma organización, ella
está constituida por personas. Por esto cualquier organización se verá condicionada por la
cultura dominante en la sociedad en la que dicha organización está inmersa. Factores
como las normas sociales, costumbres, historia, religión, valores, etc., influirán en forma
directa en el diseño de la organización.
Una organización es un patrón de relaciones –muchas relaciones simultáneas, entrelazadas
(objetivos individuales, de unidades y corporativos)-, por medio de las cuales las personas,
bajo el mando de equipos de dirección, persiguen metas y objetivos comunes. Estas metas
u objetivos son derivadas del proceso de pensar la organización, de planificarla. Los
miembros de una organización necesitan un marco estable y comprensible en el cual
puedan trabajar unidos para alcanzar las metas de la organización. El proceso gerencial de
la organización implica tomar decisiones para crear este tipo de marco, de tal manera que
las organizaciones puedan continuar en el tiempo. Estructurar la organización es mucho
más que dibujar un organigrama, aunque muchos confundan estos dos conceptos.
Estructurar la organización tiene como objetivo fundamental organizar al equipo de trabajo
para posibilitar el logro de la estrategia. Por su parte, los organigramas son una
representación gráfica de la realidad de la organización, que ayuda a entender como se
dividen los encargos al interior de la empresa y de visualizar posibles relaciones
potenciales entre ellos. La estructura organizacional va mucho más allá, por cuanto
pretende recoger la conformación de encargos dentro de la empresa para que desde ellos
se posibilite con mayor probabilidad el logro de los desafíos estratégicos definidos en la
estrategia.
Por ser la construcción de un organigrama un proceso simples, no constituyen la esencia
de una estructura organizacional por cuanto no muestran el grado de responsabilidad y
autoridad de las unidades ni de los individuos, los rangos e importancias reales dentro de
la organización, las líneas de comunicación, las relaciones, los canales de coordinación
importantes para el cumplimiento de la estrategia, los focos de decisión, ni ningún
elemento que forme parte de la organización informal.
Elementos de
Como se aprecia los elementos de la izquierda son todos aspectos que constituyen la
esencia de la estrategia competitiva de la empresa. Son ellos los principales determinantes
de la manera en como se construyen los encargos y por tanto son determinantes de la
estructura organizacional. Los elementos de la derecha, son características propias del
entorno, y determinan fundamentalmente el grado de centralización o descentralización
con el que se va a operar organizacionalmente.
B. El rol de la estructura organizacional en el proceso de implementación.
Aunque el campo de la aplicación o implementación de estrategias es tan nuevo que no
existe consenso sobre sus dimensiones, los estudiosos y los gerentes están de acuerdo en
cuanto a algunas ideas básicas, y en especial hay una de ellas que se eleva con fuerza y
que cobra relevancia para el propósito de este documento: el éxito para aplicar una
estrategia depende, en parte, de la estructura de la organización.
El éxito de la implantación depende, en parte, de la forma en que se dividan, organicen y
coordinen las actividades de la organización; en pocas palabras, de la estructura de la
organización. Es lógico suponer que las posibilidades de triunfo de la estrategia en una
organización sean mucho mayores cuando su estructura y su estrategia concuerden. En
consecuencia, conforme la estrategia básica cambia con el tiempo, también debe hacerlo
la estructura.
Otra característica relevante de la estructura organizacional es que ella es el nexo y punto
de encuentro entre los diferentes sistemas de dirección que se encuentran en una
empresa, ya que todos ellos se aplican y se hacen realidad al interior de la empresa, a
través de su alcance sobre los diferentes sistemas de dirección. El esquema siguiente viene
a representar esta realidad.
Casi todos estos estudios fueron conducidos por el Harvard Business School y han sido
revisados en trabajos previos. La visión actual es ilustrada en la tabla siguiente. Las
relaciones que se presentan a continuación han sido derivadas del muestreo y
categorización por estrategia y estructura realizados por Fortune 500.
TRATEGIA
Como se aprecia en la tabla, la estructura debe reflejar la situación de la estrategia de la
organización, y esta a su vez, debe ser un reflejo de la complejidad y dinamismo
competitivo, posición deseada, edad y tamaño de la organización, recursos y capacidades
estratégicas, entre otras.
A lo largo de la historia, la organización de las empresas se ha ido adaptando a los
cambios en las circunstancias competitivas. Todos los elementos de la organización deben
adaptarse en forma coherente para implantar la estrategia de la empresa, con la que
deseamos confrontar los retos del futuro. Esto es, debe haber un buen encaje, una clara
consistencia entre la estrategia y los distintos elementos de la organización y de estos
elementos entre sí.
D. Evolución de las Organizaciones
Las organizaciones, sin embargo, no solamente evolucionan para adaptarse a los cambios
competitivos. La elección de formas organizativas para responder a problemas cada vez
más complejos conlleva a elecciones y compromisos. En esta búsqueda por eficiencia se
producen importantes innovaciones organizativas y aparecen nuevas formas que con
mayor o menor éxito, compiten con otras más tradicionales. Con el tiempo, las respuestas
acertadas sobreviven y prosperan. En las últimas décadas aparecieron fuerzas impulsoras
que generaron un cambio organizacional de importancia por el grado y la rapidez de
cambio en el entorno competitivo y por la fuerza relativa que fueron ganando diversos
participantes en los mercados, como es el caso de los compradores. Esto además modificó
las demandas de habilidades y conocimientos que las empresas requieren y obligó a las
empresas a realizar un gran cambio organizativo. La estructuras clásicas como las
funcionales o divisionales aun están presentes, sin embargo, la presión actual por la
creación de valor a nivel corporativo ha propiciado la aparición, hacia nuevas formas
organizativas emergentes, entre las cuales se consideran las organización matricial, el
esquema dual, las organizaciones federativas, entre otros modelos actualmente existentes.
RESPONSABILIDAD DIRECTIVA EN EL PROCESO DE IMPLEMENTACION DE LA
ESTRATEGIA: ALGUNAS REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DE LA ETICA
EMPRESARIAL
ÉTICA Y EMPRESA
No es extraño encontrar diferentes definiciones de ética entregadas desde puntos de vista
distintos. Sin embargo, es generalmente aceptado que la Etica es un saber práctico que
dice relación con el respeto a la persona humana en toda su dimensión,
independientemente de la situación particular de ella, sea esta desde el punto de vista
económico, social, político u otro. Toda persona merece nuestro respeto por el simple
hecho de ser persona. Por otro lado, una Empresa, desde un punto de vista integral,
puede considerarse como una comunidad de personas, la que mediante trabajo solidario,
aplicado sobre unos recursos, intenta aportar a la sociedad productos y/o servicios con
valor económico añadido. Si analizamos esta definición de empresa, encontramos que los
elementos constitutivos esenciales de ella son personas, propósito común y recursos.
Estos elementos, en conjunto e indivisiblemente, constituyen una empresa en un sentido
integral. Es importante destacar la diferencia que existe entre la definición anterior y
aquella definición reduccionista que con alguna frecuencia se utiliza para referirse a
empresa: una organización, que toma recursos de diversa índole (humanos, físicos,
financieros, capacidad de dirección), los somete a un proceso de transformación, con el
objeto de obtener utilidades. Se puede apreciar como en la esencia de esta concepción
empresarial está la obtención del beneficio como elemento fundamental de la naturaleza
empresarial, con la consiguiente consecuencia cortoplacista que ello pudiera traer.
Considerando lo anteriormente señalado, sí actuar éticamente es actuar respetando a las
personas, y sí las personas constituyen el primer elemento de la esencia de una empresa,
Etica y Gestión de empresas constituyen un todo único e indivisible que siempre debe
verse y considerarse unitariamente, por cuanto ambos giran en torno a un elemento clave:
las personas. En el ámbito empresarial, personas son los denominados stakeholders
(empleados, clientes, proveedores, competidores, accionistas y comunidad en general),
esto es aquellos grupos que rodean a la empresa, que constituyen su ambiente de
negocios, y que se caracterizan porque su accionar impacta los resultados empresariales,
siendo también ellos impactados por las acciones y decisiones que se tomen al interior de
la empresa. Por lo tanto, una empresa y sus directivos actúan éticamente, si las decisiones
y acciones que se lleven a cabo respetan a empleados, clientes, proveedores,
competidores, accionistas y, en último término, respetan a la Comunidad en general.
1. Introducción
En el proceso administrativo, la planeación constituye el punto inicial de la acción
directiva, ya que supone el establecimiento de objetivos y los cursos de acción
para lograrlos. Estos logros dependen en gran medida del grado de conocimiento
de las variables del “entorno organizacional”.
Previo a la planificación se requiere de un proceso de toma de decisiones
consensuadas entre directivos y empleados, cuyos resultados implicarán una
adecuación reguladora de las acciones operativas para la consecución de las
metas previstas por toda la organización; esto es, qué tipo de estructura
organizacional se adaptará a la estrategia intentada, qué personal se asignará
para ello, qué tipo de tecnología se necesitará, qué tipo de recursos se utilizarán y
qué clase de controles se aplicarán para la producción de bienes o servicios, en
definitiva de qué forma incorporamos valor a las actividades de nuestra empresa,
y como estas palancas de valor consensuadas por la organización nos permitirán
a todos tener una visión única del principal objetivo del negocio.
Planificar es, por lo tanto, un proceso en el que los actores involucrados estudian
el interior y el entorno de la organización, bajo principios filosóficos que guiarán
el cumplimiento de objetivos por medio de estrategias intentadas, en concordancia
con las especificaciones del sistema social, tecnológico, administrativo, financiero,
productivo y cultural.
Las organizaciones de todo tipo han entrado en un constante y cada vez mayor
dinamismo de mercado, esto debido a los grandes avances que ha experimentado
la tecnología, la información y la globalización a nivel mundial, sólo por nombrar
algunas razones. Este escenario nos hace decir que hoy no basta con la
contabilidad tradicional y presupuestos convencionales como medio de controlar
los resultados de la empresa, ya que éstos solamente se basan en hechos
consumados y resultados económicos tangibles. Dentro de las herramientas con
que hoy disponemos para “controlar”, podemos encontrar al Balance Scorecard o
Cuadro de Mando Integral entre otros.
Las empresas actualmente se ven enfrentadas a elegir las herramientas que
deben utilizar junto con el dilema de cómo medir y gestionar correctamente a
través de ellas. Para lograr esto, los avances en administración y control y los
factores de dinamismo antes mencionados no son suficientes para ir de la mano
de las innovaciones del mercado, por lo que contar con una buena estrategia no
es lo único, debe ser bien implantada al interior de la empresa, y aún así, esto no
asegura el éxito. Si la estrategia no es bien gestionada, entonces cabe la pregunta
¿Cómo asegurar el logro de los objetivos de la empresa? y ¿Cómo asegurar el
éxito?, la respuesta seguramente siempre será la misma, gestionando la
estrategia. El éxito por tanto, dependerá de la capacidad de éstas en lograr
ventajas competitivas respecto del resto de los participantes de la industria,
explotando sus activos intangibles como son la fidelidad de clientes o segmentos,
los vínculos con los proveedores, la innovación y proyectos, la maximización de
funciones cruzadas, las capacidades y competencias de sus empleados y todos
aquellos elementos que aportan y crean un valor hacia el futuro. Sin embargo, no
podemos lograr un futuro más competitivo si las empresas se limitan a medir y
controlar los indicadores que entrega la contabilidad financiera tradicional basada
sobre acciones y hechos pasados.
2. Control de Gestión
Definir el concepto de “control de gestión” implica considerar el desarrollo del
mismo en el ámbito administrativo, la concepción del control como mecanismo
determinante y sistemático, según diferentes autores:
“El Control de Gestión consiste en un conjunto de procedimientos y técnicas,
especialmente cuantitativas, que ayudan a una gestión planificada y ordenada,
mejorando así su eficiencia en el logro de los objetivos estratégicos” (Patricio
Jiménez B.) “Proceso a través del cual se utilizan y combinan diferentes
mecanismos tanto formales como informales para influir en el comportamiento de
las personas” (Joan Amat). “Recurso de mayor importancia que emplean los
ejecutivos para juzgar el desempeño general de la corporación” “Proceso
estructurado, orientado cuantitativamente, basado en la definición de normas de
desempeño para toda la firma” (Hax y Majluf)
Si analizamos estas definiciones lograríamos consensuar que control de gestión
es: un proceso que busca revisar la gestión realizada aplicando un conjunto de
técnicas y procedimientos, que evalúa el grado de logro de los objetivos y
determina las causas de las desviaciones con el fin de mejorar la eficiencia de la
gestión futura. En este sentido; el aumento de la complejidad de las
organizaciones; la globalización; la necesidad de enfrentar la creciente
competencia; los requerimientos de modernización de las entidades; y sobre todo,
la evidencia empírica de que los sistemas de control tradicionales son vulnerables
y que no han evolucionado al ritmo de los cambios, han fundamentado el
desarrollo de esta disciplina.
En este escenario se desarrolla lo que se conoce como “Control de Gestión”, un
término de “moda” en las empresas, que facilita la información para la toma de
decisiones, logra integrar los indicadores que nos entrega la contabilidad
financiera junto con todos aquellos factores críticos que permiten crear valor con el
objeto de mejorar la actuación futura de la empresa. El Control de Gestión esta
ligado estrechamente con las metas y objetivos de la empresa definidas en su
estrategia. Es en este contexto donde el C.M.I. (Cuadro de Mando Integral) ó
Balance Scorecard se muestra como una herramienta sólida y eficaz, que
aumenta la probabilidad de éxito de la empresa, complementa los indicadores
financieros de actuaciones pasadas con medidas de los inductores de actuación
futura, permitiendo la gestión de la estrategia desde la visión hasta los resultados.
Con el BSC los directivos pueden medir, medir todo aquello que de alguna
manera en sus unidades de negocios, cree valor para los clientes actuales y
futuros. Manteniendo cierto interés en los resultados financieros, el BSC revela
claramente los inductores de una actividad superior competitiva que creaba valor a
largo plazo.
Para aprovechar esta fuerza en su totalidad, los indicadores deben integrarse en
un sistema de gestión, de esta manera evoluciona el concepto de “Balance
Scorecard”. Se ha demostrado que puede ir mas allá de un sistema para medir
resultados, éste ha de transformarse en el marco organizativo de un sistema de
gestión estratégica. Un BSC estratégico sustituyó al presupuesto como central de
los procesos de gestión, así, el BSC, pasa de ser un sistema operativo a un
proceso de gestión estratégica.
El cuadro de mando integral es más que un sistema de medición táctica u
operativo, “busca aclarar y traducir o transformar la visión y la estrategia” sirve
para “comunicar y vincular los objetivos e indicadores estratégicos” así como
“planificar, establecer objetivos y alinear las iniciativas estratégicas”.
En una primera etapa, las empresas cada vez han dado más énfasis al análisis de
indicadores no financieros para el control de las mismas en su afán de crear valor.
Esto ocurre principalmente porque los indicadores financieros miden el
desempeño a corto plazo de la empresa y no dicen de la capacidad de ésta para
entregar flujos futuros por sobre el promedio de la industria en la cual está
instalada.
Para esta etapa de definición de indicadores, existe una técnica conocida, el
Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard, éste tendrá como objetivo
entonces, transmitir la estrategia a la organización, sistematizarla y a la vez servir
de control en función de ella.
Es posible incluir alguna perspectiva y/o sacar otra del modelo planteado por
Norton y Kaplan, lo que es totalmente adaptable a cada empresa dependiendo de
la estrategia. Este modelo inserta a las finanzas dentro de un sistema más grande;
ya las finanzas no son lo único a considerar y sobre las cuales llevar la
contabilidad y el control, es como si ahora se contabilizaran los activos intangibles
de la compañía, tal como el desarrollo de nuevos productos, bases de datos de
clientes, trabajadores motivados, etc. los cuales son importantes para la
generación de flujos futuros, en algunos casos más que una buena situación
económica en el presente.
El cuadro de mando integral enfrenta los objetivos del antiguo modelo financiero
con la creación de capacidades competitivas dentro de la empresa. El cuadro de
mando integral sigue teniendo los indicadores financieros y además introduce
indicadores de actuación futura, éstos derivan de la visión y de la estrategia de la
organización.
El modelo del cuadro de mando integral puede contener a las Palancas de Valor y
llevar su control. Según el cuadro de mando integral deben ser definidos
indicadores de resultado (como indicadores Financieros e indicadores de Creación
de Valor), e indicadores de actuación (Palancas de Valor y Actividades que las
potencian).
El Cuadro de Mando Integral posee la fuerza para explicar el modelo de negocio y
facilita el consenso al interior de la organización no solo por el cumplimiento de los
indicadores definidos sino también permite que éstos sean alcanzados. Aclara,
como las acciones del día a día afectan a la organización no solo en el corto sino
también en el largo plazo.
Estando en funcionamiento el Cuadro de Mando Integral, se usa para comunicar
los planes de la empresa, aunar los esfuerzos en una sola dirección evitando la
dispersión, es decir, actúa como un sistema de control por excepción. La
comparación de los resultados del Cuadro de Mando frente a los planes
estratégicos permite que el equipo directivo evalúe y si es necesario realice las
modificaciones o ajustes tanto a la estrategia como a los planes de acción.
Desde luego el Cuadro de Mando no es la solución para enfrentar el éxito de los
negocios, pero si podemos concluir que permite un aprendizaje de la organización
y una vez que estamos alineados con la organización y los dueños podemos
decidir que el cuadro de mando es nuestra mejor herramienta para el control por
excepción.
Conclusión
Grandes avances ha experimentado la tecnología tanto en informática como en
telecomunicaciones, el desarrollo de los negocios, una mayor disponibilidad de
información y quizás el más importante de todos, la Globalización. Éstos traen
consigo una exacerbada competitividad por capturar parte de ese “mercado” que
se encuentra abierto y disponible para ser conquistado. En este escenario nacen
herramientas de un corte más dinámico que permiten reflejar de manera más fiel,
la verdadera realidad de la empresa, dejando un poco de lado a la contabilidad
tradicional y presupuestos convencionales que tienen como falencia, el basarse y
reflejar hechos consumados y resultados económicos tangibles, ello en función de
cuerpo normativo debilitado que no ha logrado evolucionar al ritmo que marchan
los cambios.
Dentro de estas herramientas podemos encontrar al Balance Scorecard que
aparece como una sólida y eficaz herramienta de Control de Gestión, que
aumenta la probabilidad de éxito de la empresa, complementando los indicadores
financieros de realidades anteriores, con medidas de indicadores de actuación
futura, permitiendo con ello la gestión de la estrategia de la empresa desde la
visión hasta los resultados.
Las Empresas modernas tienen la necesidad de complementar el típico control
que se llevaba hace dos décadas atrás con nuevos sistemas, que controlan los
objetivos, las metas y actividades de la empresa, comenzando desde la dirección
hasta llegar a los niveles operativos.
Estos modernos sistemas y herramientas llevan a las empresas muchas veces a
reformular su visión y su estrategia producto de los constantes cambios que se
están produciendo. Producto de estos cambios, nace lo que se conoce como
control de gestión, herramienta con la que los ejecutivos de hoy realizan sus
planes y aplican las medidas de corrección a los objetivos, si es que estos no
reportan los resultados esperados.
No es masivo el uso dado Balanced Scorecard, a pesar de ser un instrumento de
gestión flexible, aplicable a cualquier modelo y tamaño de empresa, en un
comienzo, dirigido a grandes conglomerados, permite que a través de los
resultados de su aplicación, adaptarse a empresas medianas y aún en empresas
pequeñas. Este tipo de empresas tiene una ventaja sobre los grandes
conglomerados, pues en este tipo de empresas es más fácil conseguir la
aplicación de los cinco principios propuestos, esta es una ventaja, considerando el
número de empleados ya que la forma de comunicación, el despliegue y
redespliegue del BSC y el compromiso de los directivos es la clave en su
efectividad. Otro aspecto importante para estas empresas estará dado en la
alineación de los empleados con la estrategia.
BIBLIOGRAFIA
Arnoldo Hax y Nicolás, Estrategias para el liderazgo competitivo, Capitulo 2,
3 y 4.
Universidad Técnica Federico Santa Maria. Departamento de industrias,
apuntes de Gestión estratégica
Robert Kaplan y David Norton,Strategy Focused Organization., Harvard
business School 2000.
http://unamosapuntes3.tripod.com/user/management/control.htm
Apunte N° 1 y 2 Asignatura Control de Gestión UNAP.
Seminario para optar al Título de Ing. De Ejec. Control de Gestión.
“Implementación del Balanced Scorecard en la empresa desde la visión
hasta los resultados. Daniel Beltrán; Hugo P. Herrera A.; Carlos Zúñiga J.
http://monografias.com/controldegestion