En segundo lugar, otro factor que influye en el bajo rendimiento académico corresponde al

estrés. Caldera et al. (2007) definen el estrés académico como aquel que se genera por las
demandas que impone el ámbito educativo, es decir, puede ser causado por la sobrecarga
de actividades asignadas en la universidad, el mal manejo del tiempo, las fechas al presentar
exámenes, entre otros, poniendo en peligro su bienestar. De acuerdo con Martínez & Díaz
(2007) este factor puede interpretarse en referencia a una amplia gama de experiencias,
entre las que figuran el nerviosismo, la tensión, el cansancio, el agobio, la inquietud y otras
sensaciones similares. Es por esto que, el estrés es un problema de salud que va enlazado
con las personas y las situaciones presentadas, que produce en los estudiantes cansancio,
desinterés académico y nervios, donde estos efectos puede influir de modo negativo tanto
en el rendimiento de las distintas responsabilidades académicas, como en la salud física y
mental de los estudiantes.

En conclusión el bajo rendimiento es cuando el estudiante no alcanza los niveles adquiridos

porque no tuvo los conocimientos necesarios para tener un mejor rendimiento en sus
estudios. Durante el proceso académico por medio de evaluaciones educativas y
seguimientos se puede identificar las causas más regulares por las que se da el bajo
rendimiento académico, como los problemas familiares, situaciones socioeconómicas, falta
de orden, déficit de atención y también por razones de carácter individual. Estas dificultades
pueden presentarse a lo largo de la vida generando consecuencias y por eso se debe
trabajar en esto con anticipación para prevenir. Como factor principal del bajo rendimiento
académico se encontró que en el entorno universitario la gran mayoría de los estudiantes
padecen un nivel alto de estrés académico, pues tienen el compromiso de cumplir los
deberes académicos