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SÁBADO 1

Santos: David de Cambria, obispo; Albino o Albin de Angers, obispo; León


Lucas, abad.

Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo III: pp. 1151 y 260.
Para los fieles: pp. 722 y 397. Edición popular: pp. 289 y 465. Feria (Verde)

TODA LA FE EN TODA LA VIDA

St 5, 13-20; Mc 10,13-16

La exhortación final del apóstol Santiago no es exhaustiva, sino ilustrativa,


pretende decirnos que en cualquier circunstancia adversa o favorable, conviene
apoyarnos en Dios y en la comunión solidaria con nuestros hermanos. La fe
cristiana es una forma de vivir que nos marca de manera profunda, abordando
desde la óptica de Jesús, las diversas situaciones de la vida. Cuando se vive
persuadido del amor de Dios, manifiesto en la persona de Jesús, se dispone de la
entereza suficiente para salir adelante en los distintos desafíos. Por su parte, el
Evangelio de san Marcos nos muestra la perplejidad de los discípulos, que no
advierten la inversión de criterios que Jesús establece: los últimos, es decir, los
niños, serán ahora los primeros en la nueva familia establecida por Jesús y sus
seguidores. Primeros en honor, en derecho y en cuidados de parte de los
responsables.

MISA DE SANTA MARÍA EN SÁBADO

ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jdt 13, 18-19)

María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de


tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte.

ORACIÓN COLECTA

Padre bueno, Dios nuestro, que en María, primicia de la redención, nos has dado
una madre de inmensa ternura, abre nuestros corazones a la alegría del Espíritu
Santo y haz que, a imitación de la Virgen, sepamos alabarte por las maravillas
realizadas en Cristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Mucho puede la oración insistente del justo.

De la carta del apóstol Santiago: 5, 13-20


Hermanos míos: ¿Sufre alguno de ustedes? Que haga oración. ¿Está de buen
humor? Que entone cantos al Señor. ¿Hay alguno enfermo? Que llame a los
presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con aceite, invocando al
Señor. La oración hecha con fe le dará la salud al enfermo y el Señor hará que se
levante; y si tiene pecados, se le perdonarán.
Por lo tanto, confiesen sus pecados los unos a los otros y oren los unos por los
otros para que se curen. Mucho puede la oración insistente del justo: Elías era un
hombre igual a nosotros, y cuando oró con insistencia para que no lloviera, no
llovió en tres años y medio; volvió a orar, y el cielo dio su lluvia, y la tierra, sus
cosechas.
Hermanos míos, si alguno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver
al buen camino, tengan presente que quien hace volver a un pecador de su
extravío, salvará su propia alma de la muerte y sepultará una multitud de
pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 140 R/. Que sea, Señor, mi oración como el incienso.
A ti clamo, Señor, acude pronto; cuando te invoco, escucha mi plegaria. Que sea
mi oración como el incienso; como ofrenda, mis manos levantadas. R/.
Pon, Señor, en mi boca un centinela, un vigía, a la puerta de mis labios. En ti,
Señor, están puestos mis ojos, no me niegues tu amparo. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.


Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los
misterios del Reino a la gente sencilla. R/.

El que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 13-16

En aquel tiempo, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero
los discípulos trataban de impedirlo.
Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí
y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les
aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él".
Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las
manos. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos,


Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio
de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Santa María Virgen.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Lc 1, 48)

Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus


ojos en la humildad de su esclava.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos


hemos celebrado con veneración la memoria de la santísima Virgen María,
merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DOMINGO 2

VIII DOMINGO ORDINARIO

Santos: Inés de Bohemia o de Praga, abadesa; Juan Marón, patriarca. Beato


Carlos "el Bueno" de Dinamarca, Mártir. (Verde)

LA CONFIANZA DE LOS PEQUEÑOS

Is 49, 14-15; 1 Co 4, 1-5; Mt 6, 24-34

La sección del Sermón de la Montaña que nos transmite el Evangelio de san


Mateo nos plantea un dilema profundo: ¿Dónde radica, en último término nuestra
confianza, en el amor benevolente de Dios o en la cuantía de nuestras
posesiones? Quien haya experimentado la presencia amorosa de Dios en las
situaciones cotidianas o graves de su vida, estará cierto de que es un Padre
bueno y providente. Desde esa certidumbre afrontará la vida con una actitud
esperanzada y tranquila. Esa actitud era la que hacía falta que asumieran los
israelitas desterrados; ellos sentían que los años pasaban y no cambiaba su
condición de emigrantes sometidos en Babilonia. Su queja es insistente, por eso
mismo el profeta Isaías les ratifica la certeza fundamental: el amor de Dios es
definitivo, como en esta vida solo puede serio el amor de una madre.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 17, 19-20)

El Señor es mi protector; Él me libró de las manos de mis enemigos y me salvó,


porque me ama.

ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se
desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda
servirte con tranquilidad y alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Yo nunca me olvidaré de ti.

Del libro del profeta Isaías: 49, 14-15

"Sión había dicho: 'El Señor me ha abandonado, el Señor me tiene en el olvido'.


¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura hasta dejar de enternecerse
por el hijo de sus entrañas? Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca
me olvidaré de ti", dice el Señor todopoderoso. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.

Del salmo 61 R/. Sólo en Dios he puesto mi confianza.


Sólo en Dios he puesto mi confianza, porque de Él vendrá el bien que espero. Él
es mi refugio y mi defensa, ya nada me inquietará. R/.
Sólo Dios es mi esperanza, mi confianza es el Señor: es mi baluarte y firmeza, es
mi Dios y salvador. R/.
De Dios viene mi salvación y mi gloria; Él es mi roca firme y mi refugio. Confía
siempre en Él, pueblo mío, y desahoga tu corazón en su presencia. R/

El Señor pondrá al descubierto las intenciones del corazón.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 1-5

Hermanos: Procuren que todos nos consideren como servidores de Cristo y


administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, lo que se busca en un
administrador es que sea fiel. Por eso, lo que menos me preocupa es que me
juzguen ustedes o un tribunal humano; pues ni siquiera yo me juzgo a mí mismo.
Es cierto que mi conciencia no me reprocha nada, pero no por eso he sido
declarado inocente. El Señor es quien habrá de juzgarme. Por lo tanto, no
juzguen antes de tiempo; esperen a que venga el Señor. Entonces Él sacará a la
luz lo que está oculto en las tinieblas, pondrá al descubierto las intenciones del
corazón y dará a cada uno la alabanza que merezca.

ACLAMACIÓN (Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.


La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.

No se preocupen por el día de mañana.

Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 24-34


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Nadie puede servir a dos amos,
porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá al primero y no le hará
caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero. Por
eso les digo que no se preocupen por su vida, pensando qué comerán o con qué
se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido? Miren las aves del cielo, que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en
graneros y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes
más que ellas? ¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su
vida siquiera un momento?
¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren cómo crecen los lirios del campo,
que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que ni Salomón, en el
esplendor de su gloria, se vestía como uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba
del campo, que hoy florece y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más
por ustedes, hombres de poca fe?
No se inquieten, pues, pensando: ¿Qué comeremos o qué beberemos o con qué
nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se desviven por todas estas cosas;
pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de ellas. Por
consiguiente, busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
se les darán por añadidura. No se preocupen por el día de mañana, porque el día
de mañana traerá ya sus propias preocupaciones. A cada día le bastan sus
propios problemas". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos al Padre nuestra oración, seguros de que la acogerá con


benevolencia.
Después de cada petición diremos: Te lo pedimos, Señor.
Para que gobierne a su Iglesia. Oremos.
Para que asista al Papa, a los obispos, a los presbíteros y a los diáconos en su
servicio. Oremos.
Para que conceda paz y concordia a todos los pueblos de la tierra. Oremos.
Para que reciba a los difuntos en su Reino. Oremos.
Para que nos dé alegría para servirlo en paz y confianza. Oremos.
Dios Padre, tú que amas a todos, concédenos lo que te hemos pedido con
humildad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este pan y este vino que tú mismo nos das para ofrecértelos nos ayuden,
Señor, convertidos en el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, a conseguir el premio de la
felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)

Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Padre misericordioso, que por este sacramento con que ahora nos
fortaleces, nos hagas algún día participar de la vida eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los niños pequeños se saben


seguros en compañía de sus padres, por eso cuando la unidad de la familia se
rompe, preguntan con insistencia por el regreso del padre ausente. Viven y
construyen su vida desde la certidumbre de la protección y el amor de sus
padres. De esa analogía se sirve el Señor Jesús en el Evangelio de san Mateo
para explicarnos la espinosa cuestión de nuestra relación con los bienes
materiales: ameritan nuestro esfuerzo y son necesarios para mantenernos y
remediar nuestra necesidad. Aunque en ciertas circunstancias parezca que la
crisis económica, el desempleo o el salario tan reducido que recibimos nos
acarreará problemas, no conviene sentirnos abandonados por Dios. Él, como
padre amoroso, nos asiste y nos sostiene para que con el trabajo, el ahorro y el
apoyo de los que nos aman, salgamos adelante.

LUNES 3

Santos: Emeterio y Caledonio o Celedonio de Calahorra, mártires; Liberato,


Samuel y Miguel Pío de Etiopía, mártires. Catalina María Drexel, fundadora.
Feria (Verde)

LA HERENCIA QUE NO DECAE

1 P 1, 3-9; Mc 10, 17-27

Como leemos en la introducción de la Primera Carta de Pedro, los primeros


cristianos tenían conciencia de ser forasteros y emigrantes en este mundo. Desde
esa convicción no tenía sentido afanarse por consolidar fortunas cuantiosas en
este mundo pasajero. La adhesión a las riquezas siempre ha sido ocasión de
tropiezos para las personas. El Evangelio de san Marcos lo describe de manera
ilustrativa: el protagonista del relato no consigue despegarse de sus bienes y no
puede seguir a Jesús, porque su corazón está apegado a las riquezas. En la
sociedad consumista en que vivimos parece bastante difícil asumir la enseñanza
de este pasaje; quienes viven la eco-sencillez, disponen de los bienes necesarios
y los administran de forma cuidadosa para no convertirse en esclavos de la
riqueza injusta.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Jn 14, 26; 15, 26)

Cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los guiará hasta la verdad plena, dice el
Señor.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que el Espíritu Santo, que procede de ti, ilumine nuestras
mentes y las guíe hacia la verdad plena, como nos lo prometió tu Hijo Jesucristo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Ustedes no han visto a Cristo, y sin embargo, lo aman; al creer ahora en Él se


llenan de una alegría indescriptible.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 3-9

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia,
porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la
esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que Él
nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios,
Él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene
preparada y que Él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por
adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea
hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo.
Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el
fuego.
A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en Él ahora, sin
verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la
salvación de sus almas, que es la meta de la fe. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.

Del salmo 110 R/. El Señor se acuerda siempre de su alianza.


Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son
las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R/.
Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente.
Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo teme. R/.
Él redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre. Dios es santo y
terrible y su gloria perdura eternamente. R/.
ACLAMACIÓN (2 Co 8, 9) R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza. R/.

Ve y vende lo que tienes y sígueme.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 17-27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un


hombre, se arrodilló ante Él y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para
alcanzar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie
es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás
adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes,
honrarás a tu padre y a tu madre".
Entonces él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven".
Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes,
da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y
sígueme". Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue
apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: "¡Qué difícil les va
a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!" Los discípulos quedaron
sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: "Hijitos, ¡qué difícil es para
los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un
camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: "Entonces, ¿quién
puede salvarse?" Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: "Es imposible para los
hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, con agrado, la ofrenda espiritual que traemos a tu altar, en nuestro
deseo filial de servirte, y concédenos vivir conforme a tu espíritu para que la fe y
la humildad de tus hijos te hagan aceptables estos dones. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 26; 16, 14)

El Espíritu que procede del Padre, me glorificará, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, Dios nuestro, que te has dignado alimentarnos con este pan celestial,
infunde tu Espíritu en lo más íntimo de nuestros corazones, para que se nos
convierta en don eterno lo que hemos recibido en el altar. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
MARTES 4

Santos: Casimiro de Polonia, príncipe; Pedro de la Cava, abad. Beato Zoltán


Lajos Meszlényl, obispo. Feria (Verde)

LAS ANTIGUAS ASPIRACIONES

1 P 1, 10-16; Mc 10, 28-31

El cristiano que reafirma su fe de manera libre y responsable ha vivido un


encuentro personal con Jesús. Dispone del don de la fe con responsabilidad y
reajusta sus opciones y actitudes. La mentalidad previa al encuentro con Jesús
se modifica, se perfila de alguna manera el hombre nuevo: ya no defiende por
encima de todo sus propios intereses egoístas, sino que incorpora a su vida los
intereses de Dios. Desde esa actitud, se abre a la misión evangelizadora. Como
Jesús ha plenificado su vida, anhela compartir esa buena noticia con los demás,
aunque esta misión incluya contratiempos y dificultades. No está encerrado en las
expectativas mundanas, sino que vive abierto a una esperanza plena. Por eso
mismo no achaparra sus ideales, ni se deja seducir por las ofertas de la sociedad
de consumo.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 104, 3-4)

Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen la ayuda del Señor;
busquen continuamente su presencia.

ORACIÓN COLECTA

Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad para que


cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que
nos tienes prometido. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Los profetas predijeron la gracia destinada a ustedes. Pongan, pues, en ella una
esperanza sin límites.

De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 10-16

Hermanos: Los profetas, cuando predijeron la gracia destinada a ustedes,


investigaron también profundamente acerca de la salvación de ustedes.
Ellos trataron de descubrir en qué tiempo y en qué circunstancias se habrían de
verificar las indicaciones que el Espíritu de Cristo, que moraba en ellos, les había
revelado sobre los sufrimientos de Cristo y el triunfo glorioso que los seguiría.
Pero se les dio a conocer que ellos no verían lo que profetizaban, sino que estaba
reservado para nosotros. Todo esto les ha sido anunciado ahora a ustedes, por
medio de aquellos que les han predicado el Evangelio con la fuerza del Espíritu
Santo, enviado del cielo, y ciertamente es algo que los ángeles anhelan
contemplar.
Por eso, viviendo siempre atentos y vigilantes, pongan toda su esperanza en la
gracia que les va a traer la manifestación gloriosa de Jesucristo. Como hijos
obedientes, no vivan conforme a las pasiones que tenían antes, en el tiempo de
su ignorancia. Al contrario, así como es santo el que los llamó, sean también
ustedes santos en toda su conducta, pues la Escritura dice: Sean santos, porque
yo, el Señor, soy santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 97 R/. Cantemos al Señor un canto nuevo.


Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho, maravillas. Su diestra y su
santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los
pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 11, 25) R/. Aleluya, aleluya.


Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los
misterios del Reino a la gente sencilla. R/.

Recibirán cien veces más en esta vida, junto con persecuciones; y en el otro
mundo, la vida eterna.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 28-31

En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos
dejado todo para seguirte".
Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o
hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de
recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres,
hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y
muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son
los últimos, serán los primeros". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, con bondad, las ofrendas que te presentamos, a fin de que esta
celebración eucarística sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ef 5, 2)


Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros, como ofrenda y víctima
agradable a Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, que este memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo nos


haga morir de veras al pecado y renacer a una nueva vida. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

MIÉRCOLES 5

MIÉRCOLES DE CENIZA

Santos: Teófilo de Cesarea, obispo; Virgilio de Arlés, obispo. Beato


Jeremías de Valaquia, religioso. (Morado)

DÉJENSE RECONCILIAR CON DIOS

Jl 2, 12-18; 2 Co 5, 20-6, 2; Mt 6, 1-6. 16-18

El proceso de renovación personal es de ida y vuelta. La persona que se decide a


dar un giro de 180 grados en su vida y sus opciones, realiza una "vuelta
completa". A eso se refiere el profeta Joel cuando dice: "conviértanse al Señor su
Dios". Hombre y mujer viven en ciertos momentos de su vida desorientados,
poniendo su confianza en personas o cosas que le parecen absolutas. Cuando
ese vínculo aliena a la persona es necesario desbaratarlo para vivir en la
verdadera libertad que nos permite ser fieles a Dios. Ese esfuerzo no es el
resultado de la pura buena voluntad de las personas, antes bien, contamos con la
ayuda de Dios, que nos invita con insistencia a recuperar su amistad. El ayuno y
la oración son el clima propicio para vivir ese proceso de cambio personal.

MIÉRCOLES DE CENIZA

En la Misa de este día se bendice y se impone la ceniza hecha de ramas de olivo


o de otros árboles, bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior.

RITOS INICIALES Y LITURGIA DE LA PALABRA

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sb 11, 24-25. 27)

Señor, tú tienes misericordia de todos y nunca odias a tus creaturas; borras los
pecados de los hombres que se arrepienten y los perdonas, porque tú, Señor,
eres nuestro Dios.
Se omite el acto penitencial, que es sustituido por el rito de la imposición de la
ceniza.

ORACIÓN COLECTA

Que el día de ayuno con el que iniciamos, Señor, esta Cuaresma, sea el principio
de una verdadera conversión a ti y que nuestros actos de penitencia nos ayuden
a vencer al espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Enluten su corazón y no sus vestidos.

Del libro del profeta Joel: 2, 12-18

Esto dice el Señor: "Todavía es tiempo. Conviértanse a mí de todo corazón, con


ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus vestidos. Conviértanse
al Señor su Dios, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en
clemencia, y se conmueve ante la desgracia".
Quizá se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición, que
haga posibles las ofrendas y libaciones al Señor, nuestro Dios.
Toquen la trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la asamblea,
reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos, convoquen a los
niños, aun a los niños de pecho. Que el recién casado deje su alcoba y su tálamo
la recién casada.
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo:
"Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No entregues tu heredad a la burla de las
naciones". Que no digan los paganos: "¿Dónde está el Dios de Israel?"
Y el Señor se llenó de celo por su tierra y tuvo piedad de su pueblo. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti sólo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus
mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Señor,
abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.

Aprovechen este tiempo favorable para reconciliarse con Dios.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 20-6, 2


Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios
mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen
reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por
nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos
justos y santos.
Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en
saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché y en el día de
la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de
la salvación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Cfr. Sal 94, 8) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
Y el Señor se llenó de celo por su tierra y tuvo piedad de su pueblo. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purificame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti sólo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus
mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Señor,
abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.

Aprovechen este tiempo favorable para reconciliarse con Dios.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 20-6, 2

Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios


mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen
reconciliar con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por
nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos
justos y santos.
Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en
saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché y en el día de
la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de
la salvación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Cfr. sal 94, 8) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.

Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.


Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus
obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no
tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo
les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des
limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu
limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta
orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la
gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando
vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí,
en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que
descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando.
Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes,
perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás
ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

BENDICIÓN DE LA CENIZA

Después de la homilía, el sacerdote, de pie y con las manos juntas, dice:


Hermanos: pidamos humildemente a Dios Padre, que bendiga con su gracia esta
ceniza que, en señal de penitencia, vamos a imponer sobre nuestras cabezas.
Y después de un breve momento de oración en silencio, prosigue:

ORACIÓN

Tú que no quieres la muerte del pecador, sino su arrepentimiento, escucha,


Señor, con bondad nuestras súplicas y bendice esta ceniza que vamos a imponer
sobre nuestra cabeza en reconocimiento de que somos polvo y al polvo hemos
de volver, a fin de que el ejercicio de la penitencia cuaresmal nos obtenga el
perdón de los pecados y una vida nueva a imagen de tu Hijo resucitado. Por
Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Y rocía la ceniza con agua bendita, sin decir nada.

IMPOSICIÓN DE LA CENIZA

Enseguida, el sacerdote impone la ceniza a todos los presentes que se acercan a


él, y dice a cada uno:
Arrepiéntete y cree en el Evangelio. (Mc 1, 15) O bien:
Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver. (Cfr. Gn 3, 19)

Mientras tanto, se entona un canto apropiado.

ANTÍFONA (Cfr. JI 2, 13)

Renovemos nuestra vida con un espíritu de humildad y penitencia; ayunemos y


lloremos delante del Señor, porque la misericordia de nuestro Dios está siempre
dispuesta a perdonar nuestros pecados.

OTRA ANTÍFONA (JI 2, 17; Est 13, 17)

Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan:
Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, y no cierres la boca de aquellos que te
alaban.

OTRA ANTÍFONA (Sal 50, 3)

Borra, Señor, mis pecados.

Esta antífona puede repetirse después de cada verso del Salmo 50, Por tu
inmensa compasión y misericordia.

RESPONSORIO (Cfr. Ba 3, 2)

R/. Escúchanos,
Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
Renovémonos y reparemos los males que por ignorancia hemos cometido; no
sea que, sorprendidos por el día de la muerte, busquemos, sin poder encontrarlo,
el tiempo de hacer penitencia. R/.
(V. Sal 78, 9)
Ven en nuestra ayuda, Dios salvador nuestro; por el honor de tu nombre,
líbranos, Señor. R/.
Terminada la imposición de la ceniza, el sacerdote se lava las manos.
La ceremonia termina con la oración universal o de los fieles.

No se dice Credo.

LITURGIA EUCARÍSTICA

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, este sacrificio con el que iniciamos solemnemente la Cuaresma, y


concédenos que, por medio de las obras de caridad y penitencia, venzamos
nuestros vicios y, libres de pecado, podamos unirnos mejor a la pasión de tu Hijo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio III o IV de Cuaresma

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 1, 2. 3)

El que medita la ley del Señor día y noche, dará fruto a su tiempo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que esta comunión abra, Señor, nuestro corazón a la justicia y a la caridad, para
que observemos el único ayuno que tú quieres y que conduce a nuestra
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La bendición e imposición de la ceniza pueden hacerse también sin Misa. En este
caso, conviene celebrar antes la liturgia de la Palabra, usando el canto de
entrada, la oración colecta y las lecturas con sus cánticos, como en la Misa.
Enseguida se tienen la homilía y la bendición e imposición de la ceniza. La
ceremonia se termina con la oración universal.

JUEVES 6

DESPUÉS DE CENIZA

Santos: Victorino de Nicomedia, mártir; Olegario de Barcelona, obispo;


Coleta Boylet o de Corbie, abadesa. Feria (Morado)

LOS DOS CAMINOS

Dt 30,15-20; Lc 9,22-25

La lógica del Deuteronomio no es la misma que la del Evangelio. En la teología


del quinto libro de la Biblia, se postula un esquema de premios y castigos muy
elemental: el israelita que se conduce conforme a los mandamientos vive como
un bendito de Dios, prospera, crece y multiplica sus bienes; el que se aparta de la
ley de Dios, sufre fracasos y desgracias. En el Evangelio encontramos una lógica
sorprendente y no muy atractiva desde el punto de vista humano: se trata de
seguir a Jesús, a sabiendas que eso implica riesgos tan serios como la pérdida
misma de la vida presente. Los discípulos que asumieron con radicalidad la
causa del Reino, sellaron con la entrega de su vida, la fidelidad al Señor Jesús.
Ellos son una historia de vida que nos interpela y pone en riesgo nuestra zona de
confort.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Sal 54, 17-20. 23)

Clamé al Señor, y escuchó mi voz y me libró de los que me atacaban.


Encomienda a Dios tus afanes y Él te sustentará.

ORACIÓN COLECTA

Inspira, Señor, nuestras acciones y dirígelas con tu gracia, para que todo cuanto
emprendamos lo iniciemos en tu nombre y podamos llevarlo a término por tu
amor. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Hoy pongo delante de ti la bendición y la maldición.

Del libro del Deuteronomio: 30, 15-20

Esto dice el Señor: "Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el
mal. Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus
caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y te
multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para
poseerla. Pero si tu corazón se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te
postras para dar culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que perecerás sin
remedio y que, pasado el Jordán para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos
años en ella.
Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida o la
muerte, la bendición o la maldición. Elige la vida y vivirás, tú y tu descendencia,
amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él; pues en eso está
tu vida y el que habites largos años en la tierra que el Señor prometió dar a tus
padres, Abraham, Isaac y Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 1 R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.


Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se
marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el
Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R/.

ACLAMACIÓN (Mt 4, 17) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R/.

El que pierda su vida por mí, la salvará.


Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 22-25

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es necesario que el Hijo del
hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes
y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día". Luego,
dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere acompañarme, que no se
busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera
conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa,
ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si
se pierde a sí mismo o se destruye?" Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, con bondad estas ofrendas que te presentamos, para que nos
alcancen tu perdón, y den gloria a tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 50, 12)

Señor, crea en mí un corazón puro, y renueva en mi interior un espíritu firme.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido en esta


comunión, sean para nosotros fuente de perdón, de santidad y de salvación. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

VIERNES 7

DESPUÉS DE CENIZA

Santos: Perpetua y Felicitas o Felicidad de Roma, mártires; Adrián de


Cesarea y compañeros, mártires; Pablo "el Sencillo" de la Tebaida,
anacoreta. Feria (Morado)

LA CLARIVIDENCIA DE ISAÍAS

Is 58, 1-9; Mt 9, 14-15

El profeta Isaías tenía una mirada clarividente y lúcida al momento de analizar las
experiencias religiosas de sus contemporáneos. Para él estaba más que claro
que era insuficiente realizar gestos externos de arrepentimiento sin la
consecuente reorientación de las relaciones humanas. Quien exprese por medio
del ayuno y el luto su voluntad de agradar al Señor, tiene que sumarse a las
opciones de Dios, que es amigo y defensor de los débiles. Los contemporáneos
del Señor Jesús le reclaman por su desinterés ante el ayuno. El Maestro defiende
su actitud con argumentos: las prácticas religiosas encuentran sentido en un
determinado contexto, fuera del mismo, se vuelven obsoletas. El Señor advierte
que el tiempo de gracia está llegando y por tanto, conviene acoger esa oferta con
prontitud. Dios acoge sin condiciones a todos los que acojan su llamado. Es el
momento de Dios, luego vendrá el momento del creyente.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 29, 11)

El Señor me escuchó, tuvo piedad de mí y ha venido en mi ayuda.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, tu gracia durante estos días de penitencia cuaresmal, para


que a nuestras prácticas externas corresponda una verdadera renovación del
espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Éste es el ayuno que yo quiero.

Del libro del profeta Isaías: 58, 1-9

Esto dice el Señor: "Clama a voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz
como trompeta. Denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus
pecados. Me buscan día a día y quieren conocer mi voluntad, como si fuera un
pueblo que se comportara rectamente y respetara los juicios de Dios. Me piden
sentencias justas y anhelan tener cerca a Dios. Me dicen todos los días: `¿Para
qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué nos mortificamos, si no te das por
enterado?' Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer
negocio y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir y
disputar, para dar puñetazos sin piedad.
Ese no es un ayuno que haga oír en el cielo la voz de ustedes. ¿Acaso es éste el
ayuno que me agrada? ¿Es ésta la mortificación que yo acepto del hombre:
encorvar la cabeza como un junco y acostarse sobre saco y ceniza? ¿A esto
llaman ayuno y día agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas las cadenas
injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos y rompas
todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre
sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas; te
abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y Él te responderá; lo llamarás, y Él te dirá: 'Aquí
estoy' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te
agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo
desprecias. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Am 5, 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará con ustedes. R/.

Cuando les quiten al esposo, entonces ayunarán.

Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron:


"¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí
ayunamos?" Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del
esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al
esposo, y entonces sí ayunarán". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, que el sacrificio que te ofrecemos en este tiempo de preparación para la


Pascua nos haga agradables a tus ojos y más generosos en la práctica de la
penitencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 24, 4)

Señor, enséñame tus caminos, dime cuáles son tus senderos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que nuestra participación en este sacramento nos libre, Señor, de todas nuestras
culpas y nos obtenga de tu misericordia la conversión de nuestro espíritu. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
SÁBADO 8

DESPUÉS DE CENIZA

Santos: Juan de Dios, fundador; Filemón de Egipto y compañeros, mártires.


Beato Vicente Kadlubek de Cracovia, obispo.

Vísperas I del domingo: 1a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1099, 3 y 50.
Para los fieles: pp. 472 y 178. Edición popular: pp. 13 y 428. Feria (Morado)

DOS METODOLOGÍAS

Is 58, 9-14; Lc 5, 27-32

En la perspectiva del profeta Isaías, la salvación y el favor divinos están


condicionados a la correspondiente respuesta ética del hombre. Si el israelita se
solidariza con el hambriento, respeta las normas cultuales y se aleja de la
opresión, Dios le recompensará con bendiciones abundantes. La secuencia es
clara y precisa. La escena del llamado de Mateo parece que rompe dicho
esquema. Por eso se incomodan los fariseos, precisamente porque Jesús
incorpora a la misma mesa —símbolo de la comunión de mesa con Dios— a
justos y pecadores. En la mentalidad farisea, aquello es un abaratamiento de la
salvación. Ellos piensan que las buenas obras son requisito para la salvación. No
es que el Señor Jesús rechace el valor de las buenas obras, en manera alguna;
simplemente las relativiza: no son causa, sino consecuencia de la salvación.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 68, 17)

Escúchanos, Señor, pues eres bueno y míranos conforme a tu bondad infinita.

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno y todopoderoso, mira compasivo nuestra debilidad, y extiende tu


mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Cuando compartas tu pan con el hambriento, brillará tu luz en las tinieblas.

Del libro del profeta Isaías: 58, 9-14

Esto dice el Señor: "Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el


gesto amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el
hambriento y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu
oscuridad será como el mediodía. El Señor te dará reposo permanente; en el
desierto saciará tu hambre y dará vigor a tu cuerpo; serás como un huerto bien
regado, como un manantial cuyas aguas no se agotan.
Construirás sobre tus viejas ruinas y edificarás sobre cimientos muy antiguos; te
llamarán reparador de brechas y restaurador de hogares derruidos.
Si detienes tus pasos para no violar el sábado y no tratas tus negocios en mi día
santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras a la gloria del Señor, si lo
honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos,
entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te haré gustar
la herencia de tu padre Jacob". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 85 R/. Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos.


Presta, Señor, oídos a mi súplica, pues soy un pobre, lleno de desdichas.
Protégeme, Señor, porque te amo; salva a tu servidor, que en ti confía. R/.
Ten compasión de mí, pues clamo a ti, Dios mío, todo el día, y ya que a ti, Señor,
levanto el alma, llena a este siervo tuyo de alegría. R/.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente y todo amor con quien tu nombre
invoca, escucha mi oración y a mi súplica da respuesta pronta. R/.

ACLAMACIÓN (Ez 33, 11) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor. R/.

No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 27-32

En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su


despacho de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo todo,
se levantó y lo siguió.
Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús, y estaban a la
mesa, con ellos, un gran número de publicanos y otras personas. Los fariseos y
los escribas criticaban por eso a los discípulos, diciéndoles: "¿Por qué comen y
beben con publicanos y pecadores?" Jesús les respondió: "No son los sanos los
que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos,
sino a los pecadores, para que se conviertan". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este sacrificio de reconciliación y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos


purifique, Señor y nos renueve, para que todos nuestros pensamientos y
acciones se apeguen a tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 9, 13)


Misericordia quiero y no sacrificios, dice el Señor; no he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que este sacramento que hemos recibido, y que es fuente de vida para tu
Iglesia, sea para nosotros prenda segura de salvación eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

DOMINGO 9

I DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Francisca Romana, laica; Vital de Castronovo, monje. Beato


Marcelo Callo, laico. (Morado)

LA OBEDIENCIA DEL JUSTO

Gn 2,7-9; 3,1-7; Rm 5,12-19; Mt 4,1-11

Por nuestra condición de hijos de Adán y en tanto descendientes de Caín


experimentamos una profunda desarmonía interior, que nos empuja autoafirmar
nuestro yo egoísta de manera excesiva. Cada vez que manipulamos, violentamos
y despojamos de sus derechos a los débiles exhibimos nuestra solidaridad con el
viejo Adán. La Carta a los Romanos abre una alternativa esperanzadora: esa
situación está superada por la existencia obediente del Señor Jesús. La fidelidad
del Justo nos ha alcanzado el indulto y nos ha renovado interiormente, a
condición de que apoyemos confiadamente nuestra vida en Él y participemos por
el bautismo de su muerte y resurrección. Efectivamente donde abundó el pecado,
sobreabundó la gracia.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90, 15-16)

Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su


vida.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la


Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una
vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA

Creación y pecado de nuestros primeros padres.

Del libro del Génesis: 2, 7-9; 3, 1-7

Después de haber creado el cielo y la tierra, el Señor Dios tomó polvo del suelo y
con él formó al hombre; le sopló en la nariz un aliento de vida, y el hombre
comenzó a vivir. Después plantó el Señor un jardín al oriente del Edén y allí puso
al hombre que había formado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de
árboles, de hermoso aspecto y sabrosos frutos, y además, en medio del jardín, el
árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente era el
más astuto de los animales del campo que había creado el Señor Dios. Un día le
dijo a la mujer: "¿Es cierto que Dios les ha prohibido comer de todos los árboles
del jardín?"
La mujer respondió: "Podemos comer del fruto de todos los árboles del jardín,
pero del árbol que está en el centro, dijo Dios: 'No comerán de él ni lo tocarán,
porque de lo contrario, habrán de morir' ".
La serpiente replicó a la mujer: "De ningún modo. No morirán. Bien sabe Dios que
el día que coman de los frutos de ese árbol, se les abrirán a ustedes los ojos y
serán como Dios, que conoce el bien y el mal". La mujer vio que el árbol era
bueno para comer, agradable a la vista y codiciable, además, para alcanzar la
sabiduría. Tomó, pues, de su fruto, comió y le dio a su marido, que estaba junto a
ella, el cual también comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se
dieron cuenta de que estaban desnudos. Entrelazaron unas hojas de higuera y se
cubrieron con ellas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 50 R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra
ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus
mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.
Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí un alma generosa. Señor,
abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.

El don de Dios supera con mucho al delito.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 12-19

Hermanos: Así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el
pecado entró la muerte, así la muerte llegó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron.
Antes de la ley de Moisés ya había pecado en el mundo y, si bien es cierto que el
pecado no se imputa cuando no hay ley, sin embargo, la muerte reinó desde
Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión
semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Ahora bien, con el don no sucede como con el delito, porque si por el delito de
uno solo murieron todos, ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la
gracia de un solo hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos! Y con el
don no sucede como con las consecuencias del pecado de uno solo, porque
ciertamente la sentencia, partiendo de uno solo, lleva a la condenación, pero la
obra de la gracia, partiendo de muchos delitos, se resuelve en justificación.
En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte, por un solo hombre, ¡con
cuánta más razón los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la
justicia, reinarán en la vida por uno solo, Jesucristo!
Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la
condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura para todos los
hombres la justificación, que da la vida. En efecto, así como por la desobediencia
de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la
obediencia de uno solo todos serán constituidos justos. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Mt 4, 4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca
de Dios. R/.

El ayuno y las tentaciones de Jesús.

Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 1-11

En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo
hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios,
manda que estas piedras se conviertan en panes". Jesús le respondió: "Está
escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de
la boca de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del
templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito:
Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que
no tropiece tu pie en piedra alguna". Jesús le contestó: "También está escrito: No
tentarás al Señor, tu Dios".
Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza
de todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras y me
adoras". Pero Jesús le replicó: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás
al Señor, tu Dios, y a Él sólo servirás".
Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Con fe, pidámosle a Dios que escuche la oración de su pueblo.


Después de cada petición diremos (cantando): Señor, ten piedad (o bien: Kýrie,
eléison).
Para que este tiempo de Cuaresma sea, para toda la Iglesia, un tiempo de
renovación en la fidelidad al Evangelio. Oremos.
Para que la luz de Jesucristo ilumine a los que en esta Cuaresma se están
preparando para el Bautismo. Oremos.
Para que cada vez más, en todas partes, en todos los corazones, triunfe el bien
por encima del mal. Oremos.
Para que en todo el mundo las mujeres sean respetadas y reconocidas en toda
su dignidad. Oremos.
Para que los enfermos alcancen salud y fortaleza, y los que viven angustiados
encuentren la paz del espíritu. Oremos.
Para que cada uno de nosotros seamos siempre levadura y testimonio de amor y
de esperanza. Oremos. Escúchanos, Padre, y danos la vida nueva de Jesucristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan
convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias


siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días de tomar
alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las
tentaciones del enemigo, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado; de este
modo, celebrando con sinceridad el misterio de esta Pascua, podremos pasar un
día a la Pascua que no acaba.
Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin
cesar: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 90, 4)

El Señor te cubrirá con su protección, bajo sus alas encontrarás refugio.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza,
refuerce la caridad, y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y
verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No resulta difícil entender


expresiones como la siguiente: "los humanos son una especie que lleva el sello
cainita de matar por placer". Efectivamente la historia de la humanidad está
plagada de conflictos armados y episodios violentos que han dejado millones de
muertos. A mucha gente le parecerá una situación sin remedio, a la que más vale
acostumbrarse, viviendo a la defensiva. La situación prevaleciente en nuestro
país pareciera confirmar tal estrategia. No obstante, esa es una cara de la
realidad humana; por fortuna existe la otra: los hombres y mujeres que son
nuestra reserva moral. Todos aquellos que han hecho suya la llamada de Jesús y
han vivido desde la donación, la gratuidad, el amor que se hace justicia y
solidaridad. El hombre nuevo y perfecto Jesús, ha dejado una estela de
seguidores que documentan nuestra esperanza. Usted los conoce, evoque sus
nombres y forme su santoral.

LUNES 10

Santos: Macario de Jerusalén, obispo; María Eugenia Milleret, fundadora.


Beato Juan José Lataste, fundador. Feria (Morado)

LAS COORDENADAS DE LA SANTIDAD

Lv 19, 1-2. 11-18; Mt 25, 31-46

"Sean santos, porque yo soy santo", dice el libro del Levítico. La invitación no
pretende reducir la vida cristiana a asunto de rezos y culto a todas horas. El santo
del que habla dicho libro mantiene relaciones justas con Dios, con los demás y
consigo mismo: respeta los bienes y la vida de los demás, habla con la verdad,
renuncia a la explotación y al abuso. Ese ideal de santidad no puede
cuestionarse, porque produce relaciones cada vez más dignas y humanizadoras.
En esa dirección apunta también el discurso final del Evangelio de san Mateo,
quien tenga entrañas compasivas, sabrá reconocer el rostro de Dios en las
necesidades y apuros de sus prójimos y vecinos. La misericordia cristiana no se
reduce a repartir las sobras que no necesitamos, sino en compartir, destinando
una parte de nuestros gastos superfluos a proyectos e iniciativas de beneficio
para la comunidad.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 122, 2-3)


Así como la esclava en su señora, tiene fijos los ojos, fijos en el Señor están los
nuestros, hasta que Dios se apiade de nosotros. Ten piedad de nosotros, ten
piedad.

ORACIÓN COLECTA

Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el


conocimiento de tu palabra para que esta Cuaresma nos sea provechosa. Por
nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Juzga a tu prójimo con justicia.

Del libro del Levítico: 19, 1-2. 11-18

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de


Israel y diles: 'Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo. No hurtarán. No
mentirán ni engañarán a su prójimo. No jurarán en falso por mi nombre; eso sería
profanar el nombre de su Dios. Yo soy el Señor.
No oprimas ni explotes a tu prójimo. No retengas hasta el día siguiente el salario
del que trabaja para ti. No maldigas al sordo, ni pongas tropiezos ante el ciego.
Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No seas injusto en la sentencia, ni por favorecer al pobre ni por respeto al
poderoso. Juzga con justicia a tu prójimo. No andes calumniando a los tuyos ni
des testimonio contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. Trata de corregirlo, para
que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor a los hijos de
tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor' ". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 18 R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.


La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las
palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los
preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad del Señor es santa y para siempre estable; los mandatos del Señor
son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz,
Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.

ACLAMACIÓN (2 Co 6, 2) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación. R/.
Cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo
hicieron.

Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre,
rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono
de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a
los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá
a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen
posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque
estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era
forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me
visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán entonces:
'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de
beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te
vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?' Y el rey
les dirá:
`Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis
hermanos, conmigo lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al
fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y
no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me
hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me
visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento,
de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?'. Y Él les
replicará: `Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más
insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo'. Entonces irán éstos al castigo
eterno y los justos a la vida eterna".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que estas ofrendas que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti,
santifiquen, Señor, con tu gracia, nuestra vida y nos obtengan el perdón de tu
misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40. 34)


Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos,
conmigo lo hicieron, dice el Señor. Vengan, benditos de mi Padre, y tomen
posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, encontrar en esta comunión fuerza para el cuerpo y para el


alma a fin de que, renovados completamente, podamos gloriamos de la plenitud
de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

MARTES 11

Santos: Pionio de Esmirna, mártir; Eulogio de Córdoba, mártir. Beato Juan


Bautista Righi de Fabriano, presbítero. Feria (Morado)

LA PALABRA Y LOS PALABREROS

Is 55, 10-11; Mt 6, 7-15

El Señor Jesús desautoriza la palabrería. El cristiano no tiene que multiplicar sus


ruegos y súplicas. No es la cantidad de argumentos o alabanzas lo que podemos
entregar a Dios como prueba de nuestra confianza. El Padre nos conoce, es
nuestro creador y sabe de nuestras carencias y limitaciones y se goza en
ayudarnos. Los que oran pronunciando oraciones interminables no confían en la
bondad de Dios. Por su parte, el profeta Isaías también se ocupa de la palabra,
pero no de la palabra humana, sino de la palabra de Dios. Efectivamente la voz
de Dios se distingue por su vitalidad y su eficacia. Es semejante a la lluvia, que
hace germinar y reverdecer la tierra. No es una palabra vana, como lo son las
semillas envejecidas. La palabra de Dios, está cargada del dinamismo de Dios y
dispone de la energía suficiente para cambiar el corazón bien dispuesto.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 89, 1-2)

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Desde siempre y


por siempre tú eres Dios.

ORACIÓN COLECTA

Mira, Señor, con misericordia a tu pueblo que en estos días de Cuaresma usa
con moderación de los bienes del cuerpo y aviva en su espíritu el deseo de
poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Mi palabra hará mi voluntad.

Del libro del profeta Isaías: 55, 10-11

Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá,
sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que
dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi
boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su
misión". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 33 R/. El Señor libra al justo de todas sus angustias.


Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando
acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el
Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo y a su clamor están atentos sus oídos. Contra
el malvado, en cambio, está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El Señor no
está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. R/.

ACLAMACIÓN (Mt 4, 4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca
de Dios. R/.

Ustedes oren así.

Del santo Evangelio según san Mateo: 6, 7-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración no
hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho
hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace
falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y
líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes
los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres,
tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor y creador todopoderoso, los dones que hemos recibido de tu
generosidad y convierte el pan y el vino que nos has dado para nuestra vida
cotidiana en sacramento de salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 4, 2)

Tú, Dios, defensor mío, que me escuchaste cuando te invoqué y me consolaste


en la tribulación, ten piedad de mí y escucha mi plegaria.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que esta Eucaristía nos ayude, Señor, a moderar las pasiones y los deseos
terrenos y a buscar tu justicia y tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

MIÉRCOLES 12

Santos: Pablo Aureliano de Lyon, obispo; Luis Orione, fundador. Beata


Justina Francucci Bezzoli, religiosa. Feria (Morado)

DE JONÁS A JESÚS

Jon 3, 1-10; Lc 11, 29-32

Los adversarios que cuestionaban el proceder de Jesús, demandaban que


realizara señales que acreditaran su autoridad. Él se rehúsa a realizar más
señales que las ya cumplidas. Sin embargo, les advierte que toda su vida y no un
hecho aislado es la verdadera señal. Efectivamente supera a Salomón porque no
pone su corazón en las vanidades que sedujeron al hijo del rey David (fama,
riqueza, lujos), sino en el cumplimiento de la voluntad de Dios y en el servicio a
los hermanos. Es más que Jonás porque no recurrió a los discursos
amenazadores, sino a las palabras de gracia. Con esta respuesta el Señor Jesús
reafirma su propuesta evangelizadora: no ha venido a deslumbrar con señales
aparatosas, ni a convencer con prodigios extraordinarios. Jesús nos atrae a
través de gestos sencillos: su entrega sin condiciones, sus actitudes y opciones
en clave de congruencia y autenticidad son su mejor señal.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 6. 3. 22)

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que


nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.
ORACIÓN COLECTA

Mira, Señor, con bondad a tu pueblo, que con fervor desea entregarse más a ti y
concédele que la práctica de las buenas obras renueve su alma, ya que con sus
privaciones se esfuerza por dominar su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Los habitantes de Nínive se arrepintieron de su mala conducta.

Del libro del profeta Jonás: 3, 1-10

En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás y le dijo: "Levántate y vete a


Nínive, la gran capital, para anunciar ahí el mensaje que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era
una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla. Jonás caminó por la
ciudad durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive será
destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal,
grandes y pequeños. Llegó la noticia al rey de Nínive, que se levantó del trono, se
quitó el manto, se vistió de sayal, se sentó sobre ceniza y en nombre suyo y de
sus ministros, mandó proclamar en Nínive el siguiente decreto: "Que hombres y
animales, vacas y ovejas, no prueben bocado, que no pasten ni beban; que todos
se vistan de sayal e invoquen con fervor a Dios y que cada uno se arrepienta de
su mala vida y deje de cometer injusticias. Quizá Dios se arrepienta y nos
perdone, aplaque el incendio de su ira y así no moriremos".
Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de
parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 50 R/. A un corazón contrito, Señor, no lo desprecias.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus
mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te
agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo
desprecias. R/.

ACLAMACIÓN (JI 2, 12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Todavía es tiempo, dice el Señor, conviértanse a mí de todo corazón, porque soy
compasivo y misericordioso. R/.

A la gente de este tiempo no se le dará otra señal que la del profeta Jonás.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 29-32

En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a


decirles: "La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no
se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para
los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este
tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará
el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de
la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se
levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la
predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te presentamos, Señor, este pan y este vino que tú mismo nos has dado para
que te los ofreciéramos, a fin de que, al convertirlos tú en el Cuerpo y la Sangre
de tu Hijo, nos obtengan la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 5, 12)

Que se alegren, Señor, cuantos en ti confían, que se regocijen eternamente


porque tú estás con ellos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Tú, Señor, que no cesas de invitarnos a tu mesa, concédenos que la recepción


de este sacramento sea para nosotros fuente de vida eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

JUEVES 13

Santos: Rodrigo y Salomón de Córdoba, mártires; Pedro II de la Cava, Abad.


Beata Dulce Lopes Pontes, religiosa. Feria (Morado)

SABEN DAR COSAS BUENAS

Est 4, 17 p-r. aa-bb. gg-hh; Mt 7, 7-12


La argumentación del Evangelio de san Mateo es contundente, procede de menor
a mayor. Efectivamente, si los padres de familia saben dar lo que tienen
generosamente a sus hijos, mucho más se puede esperar de Dios hacia
nosotros, dada su extraordinaria bondad. No hay razón alguna para desconfiar de
su misericordia. Quien reflexione acerca de su propia historia, conseguirá
deletrear las muestras del amor de Dios en su vida. El libro de Esther presenta la
intransigencia y radicalidad de Mardoqueo, un israelita que prefiere sufrir la
muerte a postrarse delante de un mortal. La afirmación del señorío exclusivo de
Dios es la mejor manera de erradicar cualquier mecanismo de opresión del
hombre hacia el hombre.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 5, 2-3)

Señor, oye mis palabras, escucha mi lamento, haz caso de mi voz suplicante,
Rey mío y Dios mío.

ORACIÓN COLECTA

Puesto que sin ti nada podemos, concédenos, Señor, luz para distinguir siempre
el bien y valor para ponerlo en práctica, a fin de que podamos vivir según tu
voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

No tengo otro defensor más que tú, Señor.

Del libro de Ester: 4, 17n. p-r. aa-bb. gg-hh

En aquellos días, la reina Ester, ante el mortal peligro que amenazaba a su


pueblo, buscó refugio en el Señor y se postró en tierra con sus esclavas, desde la
mañana hasta el atardecer. Entonces suplicó al Señor, diciendo:
"Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, ¡bendito seas! Protégeme,
porque estoy sola y no tengo más defensor que tú, Señor, y voy a jugarme la
vida.
Señor, yo sé, por los libros que nos dejaron nuestros padres, que tú siempre
salvas a los que te son fieles. Ayúdame ahora a mí, porque no tengo a nadie más
que a ti, Señor y Dios mío. Ayúdame, Señor, pues estoy desamparada. Pon en
mis labios palabras acertadas cuando esté en presencia del león y haz que yo le
agrade, para que su corazón se vuelva en contra de nuestro enemigo, para ruina
de éste y de sus cómplices. Con tu poder, Señor, líbranos de nuestros enemigos.
Convierte nuestro llanto en alegría y haz que nuestros sufrimientos nos obtengan
la vida". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 137 R/. De todo corazón te damos gracias, Señor.


De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos.
Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R/.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos
nos oíste y nos llenaste de valor. R/.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan al escuchar tus prodigios. Que
alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás en nosotros tu obra. Señor,
tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R/.

ACLAMACIÓN (Sal 50, -12. 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Crea en mí, Señor, un corazón puro y devuélveme tu salvación, que regocija. R/.

Todo el que pide, recibe.

Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 7-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Pidan y se les dará; busquen y
encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca,
encuentra; y al que toca, se le abre.
¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide
pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser
malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuánta mayor razón el Padre,
que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se
resumen la ley y los profetas". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, en tu bondad las ofrendas y súplicas que te presentamos, y


convierte a ti nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 7, 8)

Todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abrirá.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor Dios nuestro, que el sacramento que nos has dado como
ayuda para nuestra salvación, nos sirva de auxilio tanto para esta vida como para
la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.

VIERNES 14
Santos: Matilde de Alemania, reina; Alejandro de Macedonia, mártir. Beato
Jacobo Cusmano, fundador. Feria (Morado)

CONVERSIÓN O RECONCILIACIÓN

Ez 18, 21-28; Mt 5, 20-26

El profeta Ezequiel y el Señor Jesús apuntan hacia un rumbo parecido: no a la


confrontación y el empecinamiento, sí a la reconciliación y el cambio de
mentalidad. Los israelitas que padecieron la destrucción en el año 586 a. C.
problematizaron ese suceso y cuestionaron la creencia en la retribución divina,
que castigaba con muerte a los malvados y acarreaba bendición para los fieles a
la ley. Obviamente era un principio de no fácil aplicación en la práctica, porque
¿Qué plazo concedería Dios al malvado irredento antes de hacerlo morir? En la
exhortación del Sermón de la Montaña, el Señor Jesús nos alienta a superar los
conflictos y desavenencias con los hermanos, por dos razones: la rivalidad nos
inhabilita para participar en las celebraciones eucarísticas donde celebramos la
fraternidad y además, es una estrategia insuficiente porque resulta más
perjudicial que la reconciliación o justicia alternativa.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 17-18)

Sálvame, Señor, de todas mis angustias. Mira mis trabajos y mis penas, y
perdona todos mis pecados.

ORACIÓN COLECTA

Concede, Señor, a tus hijos prepararse interiormente a la celebración de la


Pascua, para que la mortificación corporal, propia de este tiempo, dé en cada uno
de nosotros frutos espirituales. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

¿Acaso quiero yo la muerte del pecador y no más bien que enmiende su


conducta y viva?

Del libro del profeta Ezequiel: 18, 21-28

Esto dice el Señor: "Si el pecador se arrepiente de los pecados cometidos,


guarda mis preceptos y practica la rectitud y la justicia, ciertamente vivirá y no
morirá; no me acordaré de los delitos que cometió; vivirá a causa de la justicia
que practicó. ¿Acaso quiero yo la muerte del pecador, dice el Señor, y no más
bien que enmiende su conducta y viva?
Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, no se recordará la justicia
que hizo. Por la iniquidad que perpetró, por el pecado que cometió, morirá. Y si
dice: `No es justo el proceder del Señor', escucha, casa de Israel: ¿Conque es
injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la
maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica
la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los
delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.

Del salmo 129 R/. Perdónanos, Señor, y viviremos.


Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén
atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría, Señor, que se salvara?
Pero de ti procede el perdón, por eso con amor te veneramos. R/.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al
Señor, mucho más que a la aurora el centinela. R/.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarde Israel al Señor, porque del Señor
viene la misericordia y la abundancia de la redención, y Él redimirá a su pueblo
de todas sus iniquidades. R/.

ACLAMACIÓN (Ez 18, 31) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el
Señor. R/.

Ve primero a reconciliarte con tu hermano.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 20-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es
mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el
Reino de los cielos.
Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante
el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado
también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal
supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al
altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu
ofrenda.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que
te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no
saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Acepta, Señor, estas ofrendas por medio de las cuales has querido
misericordiosamente devolvernos tu amistad y darnos la salvación eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 33, 11)

Tan cierto como que vivo, dice el Señor, no quiero la muerte del pecador, sino
que se convierta y viva.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la recepción de tu sacramento nos renueve, Señor, y, purificados de toda


maldad, nos haga participar de los bienes de la redención. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

SÁBADO 15

Santos: Santa Luisa de Marillac, fundadora; Lucrecia de Córdoba, mártir.


Beato Juan Adalberto Balicki, presbítero.

Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1201, 3 y 116.
Para los fieles: pp. 555 y 178. Edición popular: pp. 108 y 430. Feria (Morado)

LA LEY COMO PEDAGOGO

Dt 26,16-19; Mt 5,43-48

El cierre del capítulo vigésimo sexto del Deuteronomio es una exhortación


reiterada numerosas veces en dicho libro: la vocación del israelita gira en torno
del cumplimiento y la obediencia de los mandamientos. Éstos tienen que ser
interiorizados, es decir, cumplidos con todo el corazón, para que se conviertan en
valores que garanticen una relación justa y madura del creyente con Dios y con
sus hermanos Mientras la religión fue también un asunto étnico y nacional, las
relaciones estaban insertas dentro de las coordenadas del prójimo (israelita) y el
enemigo (extranjero). La propuesta cristiana implica un ensanchamiento del
concepto de prójimo, de manera que cualquier persona, sea discípulo de Jesús o
no lo sea, ha de ser considerado y tratado como nuestro prójimo.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 18, 8)


La ley del Señor es perfecta y reconforta el corazón; el testimonio del Señor es
veraz y vuelve sabios a los sencillos.

ORACIÓN COLECTA

Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones a fin de que,
viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos
dediquemos a la práctica de las obras de misericordia. Por nuestro Señor
Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios.

Del libro del Deuteronomio: 26, 16-19

En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: "El Señor, tu Dios, te manda
hoy que cumplas estas leyes y decretos; guárdalos, por lo tanto, y ponlos en
práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has oído al Señor declarar que Él será tu Dios, pero sólo si tú caminas por
sus sendas, guardas sus leyes, mandatos y decretos, y escuchas su voz.
Hoy el Señor te ha oído declarar que tú serás el pueblo de su propiedad, como Él
te lo ha prometido, pero sólo si guardas sus mandamientos. Por eso Él te elevará
en gloria, renombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho
y tú serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como Él te lo ha prometido".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 118 R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso
el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón. R/.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente. Ojalá que
mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos. R/.
Te alabaré con sincero corazón, cuando haya aprendido tus justos
mandamientos. Quiero cumplir tu ley exactamente. Tú, Señor, no me abandones.
R/.

ACLAMACIÓN (2 Co 6, 2) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación. R/.

Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído que se dijo: Ama a tu
prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos,
hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y
calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre
los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No
hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué
hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues,
sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que la celebración de este sacramento nos purifique, Señor, de nuestras faltas y


nos haga dignos de participar de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 5, 48)

Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Ayuda, Señor, y reconforta siempre a estos hijos tuyos, a quienes has iluminado
con tu palabra y alimentado con tu sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DOMINGO 16

II DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Heriberto de Colonia, obispo; Abraham "el Solitario" de Egipto,


ermitaño. (Morado)

LOS ENCUENTROS CON DIOS

Gn 12, 1-4; 2 Tm 1,8-10; Mt 17, 1-9

Abrahán salió de Ur, rompió los moldes estrechos de la cultura patriarcal en que
había crecido y salió a abrir brecha en otra región y con otro pueblo. Entre tanto
no había certidumbre, sino promesas inciertas. Los escépticos le recomendarían
a Abrahán quedarse a cuidar sus cuatro cabras; los entusiastas lo animaron a
confiarse en su buena fe y a empacar su manto y su tienda. De esa añeja historia
nos sentimos herederos los que confesamos a Jesús. Eso también nos reafirma
el relato de la transfiguración. Jesús conversa con Moisés y Elías, hombres
marcados por la cercanía con Dios. Sin los grandes testigos de la fe, no
habríamos acertado a deletrear la presencia de Dios en nuestra vida.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 24, 6. 3. 22)

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas y no permitas que


nos derrote el enemigo. Sálvanos, Dios de Israel, de todas nuestras angustias.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Padre santo, que nos mandaste escuchar a tu amado Hijo, alimenta
nuestra fe con tu palabra y purifica los ojos de nuestro espíritu, para que
podamos alegrarnos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor
Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Vocación de Abraham, padre del pueblo de Dios.

Del libro del Génesis: 12, 1-4

En aquellos días, dijo el Señor a Abram: "Deja tu país, a tu parentela y la casa de


tu padre, para ir a la tierra que yo te mostraré. Haré nacer de ti un gran pueblo y
te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y tú mismo serás una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. En ti serán
bendecidos todos los pueblos de la tierra". Abram partió, como se lo había
ordenado el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 32 R/. Señor, ten misericordia de nosotros.


Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia
y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la
muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra ayuda y nuestro amparo.
Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor, hemos confiado. R/.

Dios nos llama y nos ilumina.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 8-10

Querido hermano: Comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del


Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. Pues Dios es quien nos ha salvado y
nos ha llamado a que le consagremos nuestra vida, no porque lo merecieran
nuestras buenas obras, sino porque así lo dispuso él gratuitamente.
Este don, que Dios nos ha concedido por medio de Cristo Jesús desde toda la
eternidad, ahora se ha manifestado con la venida del mismo Cristo Jesús, nuestro
Salvador, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la luz de la vida y de la
inmortalidad, por medio del Evangelio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 17, 5) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: "Este es mi Hijo
amado; escúchenlo". R/.

Su rostro se puso resplandeciente como el sol.

Del santo Evangelio según san Mateo: 17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano


de éste, y los hizo subir a solas con Él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en
su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se
volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías,
conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bueno
sería quedarnos aquí! Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías".
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una
voz que decía: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis
complacencias; escúchenlo". Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra,
llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: "Levántense
y no teman". Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No le cuenten a nadie lo que han
visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los
muertos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

En Jesús, en su cruz, está nuestra vida y la de la humanidad entera. Pongamos


nuestra mirada en el crucificado glorioso.
Después de cada petición diremos (cantando): Señor, ten piedad (o bien: Kýrie,
eléison).
Por toda la Iglesia. Para que vivamos con intensidad este tiempo de conversión,
para poder compartir con Jesús su muerte y su resurrección. Oremos.
Por los sacerdotes y seminaristas de nuestra diócesis. Para que vivan llenos del
amor de Dios y de un profundo espíritu de servicio a los hermanos. Oremos.
Por cuantos tienen autoridad en México y el mundo. Para que bajo su gobierno,
vivamos en paz y concordia. Oremos.
Por nuestras comunidades. Para que de ellas surjan jóvenes dispuestos a seguir
a Jesús en el ministerio sacerdotal. Oremos.
Por nosotros. Para que la celebración del Misterio Pascual del Señor nos renueve
y fortalezca en nuestra vida y en nuestra fe. Oremos.
Escucha, Señor, nuestras oraciones, y derrama sobre el mundo entero tu amor y
tu perdón. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que esta ofrenda, Señor, nos obtenga el perdón de nuestros pecados y nos
santifique en el cuerpo y en el alma para que podamos celebrar dignamente las
festividades de la Pascua. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias


siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo, Señor nuestro, después de anunciar su muerte a los discípulos,
les mostró en el monte santo el esplendor de su gloria, para testimoniar, de
acuerdo con la ley y los profetas, que la pasión es el camino de la resurrección.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te
aclamamos, diciendo sin cesar:Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 17, 5)

Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te damos gracias, Señor, porque al darnos en este sacramento el Cuerpo


glorioso de tu Hijo, nos permites participar ya, desde este mundo, de los bienes
eternos de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Cuando nos topamos con grupos
reacios a las experiencias de fe, disponemos de la oportunidad de dar razón de
nuestra esperanza. No hace falta polemizar, ni tampoco tiene sentido tratar de
convencer con argumentos sobre la supremacía del camino cristiano. Abrahán,
Santiago y Juan aparecen en estos relatos como parte de una minoría creyente,
que tendrá que atestiguar con una existencia congruente, su pretensión de
haberse encontrado con Dios. En las opciones de fe, no es sencillo convencer a
quien piensa diferente. Menuda tarea tenían Pedro, Santiago y Juan cuando
bajaron del monte. El rostro transfigurado de Jesús, tenía que cambiar su propio
rostro. El cristiano no puede hablar de memoria, es un reflejo viviente de la gloria
de Jesús resucitado. No se puede esconder.

LUNES 17
Santos: Patricio de Irlanda, obispo; Juan Sarkander, mártir. Beata María
Bárbara de la Santísima Trinidad, fundadora. Feria (Morado)

EL DIOS BONDADOSO

Dn 9, 4-10; Lc 6, 36-38

El libro de Daniel nos comparte una confesión pública de pecado hecha por el
narrador que da nombre a la obra. El reconocimiento es sincero y reiterado:
estamos abrumados, llenos de vergüenza por los delitos realmente graves que
cometimos, a saber: injusticias, idolatría, crímenes varios. En síntesis, todo eso
adquiere un relieve especial porque se rebelaron contra Dios, desacatando el
acuerdo de alianza que habían pactado, fallando a la lealtad. En el Evangelio de
san Lucas encontramos una de las exhortaciones más bellas de los cuatro
Evangelios: la revelación más plena, del Dios bondadoso al extremo con los
malos y los desagradecidos. Ningún asomo de trueque, de chantaje, ni de control
social. Dios ama a sus creaturas y no escatima su amor hacia aquellos que los
humanos juzgamos indignos.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 25, 11-12)

Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto,


en la asamblea bendeciré al Señor.

ORACIÓN COLECTA

Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nuestro
cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir también de todo pecado y a
entregarnos, con amor filial, al cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro
Señor Jesucristo...

En vez de la oración colecta de la feria, se puede decir la de *san Patricio

LITURGIA DE LA PALABRA

Hemos pecado, Señor, hemos cometido iniquidades.

Del libro del profeta Daniel: 9, 4-10

En aquellos días, imploré al Señor, mi Dios, y le hice esta confesión: "Señor Dios,
grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan
tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades, hemos
sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y
de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban a
nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro, que ahora
soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén y de todo Israel,
próximos y lejanos, en todos los países donde tú los dispersaste, a causa de las
infidelidades que cometieron contra ti.
Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de
nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. De nuestro Dios, en cambio, es
el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado contra Él, y al no
seguir las leyes que Él nos había dado por medio de sus siervos, los profetas, no
hemos obedecido su voz". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 78 R/. No nos trates, Señor, como merecen nuestros pecados.
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor
venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro. Para que sepan
quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados. R/.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a los
condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño, te daremos
gracias siempre y de generación en generación te alabaremos. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 6, 63. 68) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.

Perdonen y serán perdonados.

Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 36-38

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su


Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no
serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y
rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que
midan, serán medidos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, favorablemente nuestras oraciones, y tú, que nos concedes


participar en esta Eucaristía, líbranos de las seducciones del pecado. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 6, 36)

Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor, que está comunión nos purifique de toda culpa y nos haga partícipes de
las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

*San Patricio (MR, p. 458)

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que enviaste a tu obispo san Patricio a predicar el Evangelio a los
habitantes de Irlanda, haz que, por su intercesión, los cristianos anunciemos a
todos tu verdad y tu amor, con nuestra vida diaria. Por nuestro Señor Jesucristo...

MARTES 18

Santos: Cirilo de Jerusalén, Doctor de la Iglesia; Salvador de Horta,


presbítero. Beata Celestina de Madre de Dios, fundadora. Feria (Morado)

LA RELIGIOSIDAD MENTIROSA

Is 1,10.16-20; Mt 23, 1-12

Las dos lecturas coinciden en el tono; son denuncias proféticas en las que tanto
Isaías como el Señor Jesús exhiben la relación mentirosa del creyente con sus
hermanos y con Dios. Como reza el refrán latino: la corrupción de lo mejor (la fe),
resulta detestable (manipulación de la conciencia ajena). Desde la perspectiva de
Isaías, quien invoca el nombre del Señor y pasa por encima de las exigencias
mínimas de justicia, violentado los derechos de los débiles, no sirve al Dios
verdadero, sino a un ídolo. En el Evangelio de san Mateo el Señor Jesús exhibe
la perversión de los dirigentes religiosos que han aprovechado sus cargos para
reclamar honores y privilegios. La comunidad eclesial ha de ser una asamblea
fraterna, donde las relaciones sencillas en clave de equidad y respeto mutuo, han
de prevalecer. Al confesar a Jesús como único Señor y Maestro excluye cualquier
forma de culto a la personalidad de los dirigentes.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 12, 4-5)

Da luz a mis ojos, Señor, para que no caiga en el sueño de la muerte; para que
no diga el enemigo: He triunfado sobre él.

ORACIÓN COLECTA

Señor, vela con amor constante sobre tu Iglesia y ya que sin ti no puede
sostenerse lo que se cimienta en la debilidad humana, protégela en los peligros y
guíala a la salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo....
LITURGIA DE LA PALABRA

Aprendan a hacer el bien; busquen la justicia.

Del libro del profeta Isaías: 1, 10. 16-20

Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de


nuestro Dios, pueblo de Gomorra: "Lávense y purifíquense; aparten de mi vista
sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la
justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la
viuda.
Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados sean rojos
como la sangre, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean encendidos como
la púrpura, vendrán a ser como blanca lana. Si son ustedes dóciles y obedecen,
comerán los frutos de la tierra. Pero si se obstinan en la rebeldía, la espada los
devorará". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 49 R/. Muéstranos, Señor, el camino de la salvación.


No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están ante mí tus
holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa, ni cabritos de tus rebaños.
R/.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú que detestas la
obediencia y echas en saco roto mis mandatos? R/.
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que yo soy como tú?
No, yo te reprenderé y te echaré en cara tus pecados. Quien las gracias me da,
ése me honra y yo salvaré al que cumple mi voluntad. R/.

ACLAMACIÓN (Ez 18, 31) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el
Señor. R/.

Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.

Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de
Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les
digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen
fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los
hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los
vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar
los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas;
les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame 'maestros'.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más
que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra
lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se
dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor
de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el
que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este sacrificio que vamos a ofrecerte Señor, nos santifique, nos cure de
nuestro egoísmo y nos haga partícipes de los bienes eternos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 9, 2-3)

Proclamaré, Señor, todas tus maravillas; me alegraré en ti y entonaré salmos a tu


nombre, Dios Altísimo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que esta comunión nos ayude a vivir más cristianamente y nos obtenga el
auxilio continuo de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

MIÉRCOLES 19

San José, esposo de la Santísima Virgen María

Santos: San Juan de Espoleto, abad. Beata Sibilina Biscossi, laica.


Solemnidad (Blanco)

LOS DESCENDIENTES DE DAVID

2 S 7,4-5. 12-14.16; Rm 4,13.16-18. 22; Lc 2, 41-51

La profecía de Natán, como todas las profecías mesiánicas, tenía un doble nivel
de cumplimiento: en el corto plazo se refería a los descendientes inmediatos del
rey David que ocuparían el trono de Judá; la profecía también apunta a un nivel
supremo de cumplimiento, que para nosotros los cristianos, solamente se llena de
sentido en el verdadero y perfecto hijo obediente de David; Jesús, hijo de José,
carpintero de Nazaret. Los relatos bíblicos presentan una reiteración constante: la
mayoría de los reyes de Judá se apartaron del camino del Señor, fueron hijos
rebeldes, con los cuales el Señor usó "la vara y los golpes", de que habla la
profecía de Natán. El Evangelio de san Lucas presenta a Jesús, apropiándose de
una madurez moral para tomar decisiones de forma responsable, sin desatender
las cosas del Padre celestial.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Lc 12, 42)

Celebremos con alegría la fiesta de san José, el siervo prudente y fiel, a quien el
Señor puso al frente de su familia.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, que quisiste poner bajo la protección de san José el


nacimiento y la infancia de nuestro Redentor, concédele a tu Iglesia proseguir y
llevar a término, bajo su patrocinio, la obra de la redención humana. Por nuestro
Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.

Del segundo libro de Samuel: 7, 4-5. 12-14. 16

En aquellos días, el Señor le habló al profeta Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo
David que el Señor le manda decir esto: 'Cuando tus días se hayan cumplido y
descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu
sangre, y consolidaré su reino.
Él me construirá una casa y yo consolidaré su trono para siempre. Yo seré para él
un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre
ante mí, y tu trono será estable eternamente' ". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.

Del salmo 88 R/. Su descendencia perdurará eternamente.


Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad
es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más
firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido:
'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo
jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice". R/.

Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 4, 13. 16-18. 22


Hermanos: La promesa que Dios hizo a Abraham y a sus descendientes, de que
ellos heredarían el mundo, no dependía de la observancia de la ley, sino de la
justificación obtenida mediante la fe.
En esta forma, por medio de la fe, que es gratuita, queda asegurada la promesa
para todos sus descendientes, no sólo para aquellos que cumplen la ley, sino
también para todos los que tienen la fe de Abraham. Entonces, él es padre de
todos nosotros, como dice la Escritura: Te he constituido padre de todos los
pueblos.
Así pues, Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó y que
da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía no
existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de ser padre de
muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido: Así de numerosa
será tu descendencia. Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Sal 83, 5) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Dichosos los que viven en tu casa; siempre, Señor, te alabarán. R/.

Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.

Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 41-51

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la
Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la
costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana,
hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron
a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de
su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y
su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y
yo te hemos estado buscando llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por qué me
andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?"
Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret
y siguió sujeto a su autoridad. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, celebrar esta Eucaristía con el mismo amor y pureza de


corazón con que se entregó san José a servir a tu Hijo unigénito, nacido de la
Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte


gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la solemnidad, de san José, el hombre
justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente servidor a
quien constituiste jefe de tu familia para que, haciendo las veces de padre,
cuidara a tu Hijo unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo,
Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales celebran tu
gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando
humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 21)

Alégrate siervo bueno y fiel. Entra a compartir el gozo de tu Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, protege sin cesar a esta familia tuya que se alegra hoy al celebrar la
festividad de san José, y conserva en ella la vida de la gracia que le has
comunicado por medio de la Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

JUEVES 20

Santos: Cutberto de Lindisfarne, obispo; José Bilczewski, obispo. Beato


Hipólito Galawtini, fundador. Feria (Morado)

EL DIOS DE LA JUSTICIA

Jr 17,5-10; Lc 16,19-31

Indudablemente que en este mundo los sinvergüenzas y abusivos pasan


impunemente por encima de las víctimas. Tantas historias de violencia
doméstica, de opresión social y de guerras entre naciones lo documentan. Nada
de extraño tiene que el profeta Jeremías y el Evangelio de san Lucas nos
expongan la misma certidumbre: Dios paga a cada hombre según su conducta.
La esperanza de judíos y cristianos es unánime: Dios hará justicia, asignando a
cual su merecido. Esa posibilidad resulta una alternativa más sensata y creíble
que este desorden social que solo produce caos y donde la espiral de la
violencia, por demás estéril e ineficaz, queda descartada como una opción
degradada. Para honrar al Dios justo, conviene atender oportunamente al llamado
de los que como Lázaro, carecen de lo necesario para vivir.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 138, 23-24).

Ponme a prueba, Dios mío, y conocerás mi corazón; mira si es que voy por mal
camino y condúceme tú por el camino recto.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido,


orienta hacia ti nuestros corazones y enciéndelos en el fuego de tu Espíritu, para
que permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes en el amor fraterno. Por
nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Maldito el que confía en el hombre; bendito el que confía en el Señor.

Del libro del profeta Jeremías: 17, 5-10

Esto dice el Señor: "Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone
su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la estepa, que
nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre
e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será como
un árbol plantado junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces; cuando
llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año
de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos. El corazón del hombre es la
cosa más traicionera y difícil de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor,
sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según sus acciones,
según el fruto de sus obras". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 1 R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.


Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos
pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus
mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se
marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el
Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Lc 8, 15) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y
perseveran hasta dar fruto. R/.

Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza del consuelo, mientras
que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía
de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo,
llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando
llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se
acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de
Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de
castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a
Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en
agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas
llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes
y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú
sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso,
que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi
casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben
también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a
los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un
muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no
escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto'
". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por este sacrificio eucarístico, santifica, Señor, nuestras privaciones cuaresmales,


para que a las prácticas externas corresponda una verdadera conversión interior.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 1)

Dichoso el que, con vida intachable, hace la voluntad del Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la gracia que hemos recibido en este sacramento permanezca, Señor, en


nosotros y aumente por nuestras buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

VIERNES 21
Santos: Serapión de Thmius, obispo; Juan de Valence, obispo; Catalina de
Génova, laica. Feria (Morado)

LA VIOLENCIA FRATRICIDA

Gn 37,3-4. 12-13- 17-28; Mt 21, 33-34. 45-46

El relato del libro del Génesis refiere los sucesos de manera anecdótica. Los
hermanos de José se incomodan contra él pues les resulta insoportable advertir
que es el hijo preferido de su padre Jacob. Obviamente esas preferencias no son
recomendables, pero suelen ocurrir y no pasan inadvertidas entre los hermanos.
El coraje se convirtió en resentimiento y luego en un odio homicida, que
solamente fue detenido por la opinión sensata de Judá, hermano de José. El
relato ficticio que nos refiere el Evangelio, no lo es del todo, puesto que encuentra
confirmación en la existencia de diversos profetas que fueron perseguidos y
ajusticiados en Israel. Jesús expresó en esta parábola las amenazas que advertía
en contra suya: los poderes establecidos en Jerusalén tramaban su ejecución. La
certeza de que el Padre haría justicia, le sostuvo en la hora adversa.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 2. 5)

En ti, Señor, he puesto mi confianza, que no quede yo defraudado eternamente;


sácame de la trampa que me han puesto, pues tú eres mi protector.

ORACIÓN COLECTA

Por medio de nuestras privaciones cuaresmales, purifícanos, Señor


todopoderoso, a fin de que podamos llegar con un espíritu nuevo a las próximas
fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Ahí viene ese soñador. Démosle muerte.

Del libro del Génesis: 37, 3-4. 12-13. 17-28

Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo había
engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias mangas.
Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron a odiarlo, al
grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños de su padre,
Jacob le dijo a José: "Tus hermanos apacientan mis rebaños en Siquem. Te voy a
enviar allá". José fue entonces en busca de sus hermanos y los encontró en
Dotán. Ellos lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra
él para matarlo y se decían unos a otros: "Ahí viene ese soñador. Démosle
muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo devoró. Vamos a
ver de qué le sirven sus sueños".
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos, diciendo: "No le
quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo en ese pozo que está en el
desierto y no se manchen las manos". Eso lo decía para salvar a José y
devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo despojaron de su
túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron a comer, y
levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas, que venían de
Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas, bálsamo y láudano, y se
dirigían a Egipto. Judá dijo entonces a sus hermanos: "¿Qué ganamos con matar
a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no
mancharemos nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de
nuestra misma sangre". Y sus hermanos le hicieron caso. Sacaron a José del
pozo y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los
mercaderes se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 104 R/. Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas,
ya había enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo. R/.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que se
cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra. R/.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo nombró
administrador de su casa y señor de todas sus posesiones. R/.

ACLAMACIÓN (Jn 3, 16) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que
crea en Él tenga vida eterna. R/.

Éste es el heredero, vamos a matarlo.

Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 33-43. 45-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo
esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con
una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo
alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los
frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno,
mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en
mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero
cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero.
Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo
sacaron del viñedo y lo mataron.
Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos
viñadores?" Ellos le respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados y
arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que
desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor
y es un prodigio admirable?
Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le
dará a un pueblo que produzca sus frutos".
Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que
Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la
multitud, pues era tenido por un profeta. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que tu misericordia, Señor, nos prepare a celebrar esta Eucaristía y a vivirla con
la fe y con las obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Jn 4, 10)

Dios nos amó y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que este sacramento que hemos recibido, prenda de la salvación eterna, nos dé
fuerzas, Señor, para vivir según tus mandamientos y alcanzar la recompensa
prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

SÁBADO 22

Santos: Epafrodito de Filipos, laico; Nicolás Owen, mártir; Bienvenido de


Scotivoli, obispo.

Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1312, 3 y 183.
Para los fieles: pp. 642 y 178. Edición popular: pp. 202 y 431. Feria (Morado)

AL FONDO DEL MAR

Mi 7, 14-15. 18-20; Lc 15, 1-3. 11-32

Una vez más apreciamos un hilo conductor entre ambas lecturas: la prédica de la
compasión que cierra el libro de Miqueas es confirmada y ampliada en la
hermosísima parábola del Padre compasivo o del hijo pródigo como
tradicionalmente se conoce. La imagen hiperbólica del profeta es ilustrativa: no
hay sitio más remoto para aquel pueblo de campesinos y pastores que el fondo
del mar; allá en el lugar más distante, es donde Dios arroja los pecados de sus
hijos. En una narración dramática y sorprendente, apreciamos nuestra propia
historia, cada vez que insensatamente nos hemos alejado de la casa del Padre,
hemos sido recibidos con los brazos abiertos, sin más condición que la voluntad
de volver a comenzar, nuestra relación de amorosa confianza con el Dios, que se
alegra cuando sus hijos regresan.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 144, 8-9)

El Señor es compasivo y misericordioso, lleno de paciencia y amor; el Señor es


bueno con todos y su bondad se extiende a todas sus creaturas.

ORACIÓN COLECTA

Tú, Señor, que por medio de los sacramentos nos haces partícipes, ya desde
este mundo, de los bienes celestiales, dirige nuestra vida y condúcenos a la luz
donde habitas. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Arrojará a lo hondo del mar nuestros delitos.

Del libro del profeta Miqueas: 7, 14-15. 18-20

Señor, Dios nuestro, pastorea a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu


heredad, que vive solitario entre malezas y matorrales silvestres. Pastarán en
Basán y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de Egipto
y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué Dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas por alto la rebeldía de los
sobrevivientes de Israel? No mantendrás por siempre tu cólera, pues te
complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras
iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás fiel con Jacob y
compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos,
Señor, Dios nuestro. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 102 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.


Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice
al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata tu vida del
sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. No nos
trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista
el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

ACLAMACIÓN (Lc 15, 18) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti. R/.

Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida.

Del santo Evangelio según san Lucas: 15, 1-3. 11-32

En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para


escucharlo; por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste
recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos, y el menor de
ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de la herencia que me toca'. Y él les
repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país
lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de
malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a
pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el
cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las
bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ¡Cuántos trabajadores en casa de mi
padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me
levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra
ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos,
cuando su padre lo vio y se
enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo
cubrió de besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti;
ya no merezco llamarme hijo tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: ' ¡Pronto!, traigan la túnica más rica y
vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el
becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío
estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y
empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la
música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué
pasaba. Éste le contestó: 'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el
becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y
no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ¡Hace tanto tiempo
que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca
ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo,
que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro
gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era
necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y
ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado' ". Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por medio de este sacrificio que vamos a ofrecerte, comunícanos, Señor, los
frutos de la redención para que nunca se desvíe de ti nuestra vida y podamos
alcanzar los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 15, 32)

Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba
perdido y lo hemos encontrado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la gracia de este sacramento llegue a lo más íntimo de nuestro corazón y


nos comunique su fuerza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.

DOMINGO 23

III DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Toribio de Mogrovejo, obispo; José Oriol Boguna, presbítero; Rafka


(Rebeca) Ar-Rayés, religiosa. (Morado)

EL AGUA VIVA

Ex 17,3-7; Rm 5,1-2. 5-8; Jn 4, 5-42

Los episodios del Éxodo y del Evangelio de san Juan se asemejan por la
centralidad del agua. Efectivamente, el agua es indispensable para la vida. Los
israelitas que marchaban por el desierto necesitaban con urgencia de un oasis
que apagara su sed, al no encontrarlo, se desesperaron y pusieron en duda la
compañía del Señor junto a su pueblo. El conocido relato de la Samaritana juega
con una serie de malentendidos, típicos del cuarto Evangelio, entre los cuales
sobresale el relativo al agua. La mujer se queda en el sentido superficial de las
palabras y el Maestro apuntaba a las realidades más profundas de la existencia
cristiana: la vida en el Espíritu. Al término del diálogo se esclarece todo y la que
había comenzado rechazando al judío recién llegado a Samaria, termina
confesándolo como el Salvador del mundo.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Ez 36, 23-26)

Cuando manifieste en ustedes mi santidad, los reuniré de todos los países;


derramaré sobre ustedes agua pura y quedarán purificados de todas sus
inmundicias y les infundiré un espíritu nuevo, dice el Señor.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios misericordioso, fuente de toda bondad, que nos has propuesto como
remedio del pecado el ayuno, la oración y las obras de misericordia, mira con
piedad a quienes reconocemos nuestras miserias y estamos agobiados por
nuestras culpas, y reconfórtanos con tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Tenemos sed: danos agua para beber.

Del libro del Éxodo: 17, 3-7

En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, fue a protestar contra Moisés,
diciéndole: "¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a
nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?"
Moisés clamó al Señor y le dijo: "¿Qué puedo hacer con este pueblo? Sólo falta
que me apedreen". Respondió el Señor a Moisés: "Preséntate al pueblo, llevando
contigo a algunos de los ancianos de Israel, toma en tu mano el cayado con que
golpeaste el Nilo y vete. Yo estaré ante ti, sobre la peña, en Horeb. Golpea la
peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo".
Así lo hizo Moisés a la vista de los ancianos de Israel y puso por nombre a aquel
lugar Masá y Meribá, por la rebelión de los hijos de Israel y porque habían
tentado al Señor, diciendo: "¿Está o no está el Señor en medio de
nosotros?" Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 94 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.


Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva.
Acerquémonos a Él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo,
pues Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; Él es nuestro pastor y nosotros,
sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón, como el día
de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían
visto mis obras". R/.

Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 1-2. 5-8

Hermanos: Ya que hemos sido justificados por la fe, mantengámonos en paz con
Dios, por mediación de nuestro Señor Jesucristo. Por Él hemos obtenido, con la
fe, la entrada al mundo de la gracia, en el cual nos encontramos; por Él, podemos
gloriarnos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios.
La esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor en nuestros
corazones por medio del Espíritu Santo, que Él mismo nos ha dado. En efecto,
cuando todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo murió por los
pecadores en el tiempo señalado.
Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber
alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena. Y la
prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún
éramos pecadores. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 4, 42. 15) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor, tú eres el Salvador del mundo. Dame de tu agua viva para que no vuelva a
tener sed. R/.

Un manantial capaz de dar la vida eterna.

Del santo Evangelio según san Juan: 4, 5-42

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria, llamado Sicar, cerca del
campo que dio Jacob a su hijo José. Ahí estaba el pozo de Jacob. Jesús, que
venía cansado del camino, se sentó sin más en el brocal del pozo. Era cerca del
mediodía. Entonces llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo:
"Dame de beber". (Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida). La
samaritana le contestó: "¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí,
que soy samaritana?" (Porque los judíos no tratan a los samaritanos). Jesús le
dijo: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le
pedirías a él, y él te daría agua viva".
La mujer le respondió: "Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua y el pozo es
profundo, ¿cómo vas a darme agua viva? ¿Acaso eres tú más que nuestro padre
Jacob, que nos dio este pozo, del que bebieron él, sus hijos y sus ganados?"
Jesús le contestó: "El que bebe de esta agua vuelve a tener sed. Pero el que
beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se
convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna".
La mujer le dijo: "Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni
tenga que venir hasta aquí a sacarla". Él le dijo: "Ve a llamar a tu marido y
vuelve". La mujer le contestó: "No tengo marido". Jesús le dijo: "Tienes razón en
decir: 'No tengo marido'. Has tenido cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso
has dicho la verdad".
La mujer le dijo: "Señor, ya veo que eres profeta. Nuestros padres dieron culto en
este monte y ustedes dicen que el sitio donde se debe dar culto está en
Jerusalén". Jesús le dijo: "Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este
monte ni en Jerusalén adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen;
nosotros adoramos lo que conocemos. Porque la salvación viene de los judíos.
Pero se acerca la hora, y ya está aquí, en que los que quieran dar culto
verdadero adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así es como el
Padre quiere que se le dé culto. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben
hacerlo en espíritu y en verdad". La mujer le dijo: "Ya sé que va a venir el Mesías
(es decir, Cristo). Cuando venga, Él nos dará razón de todo". Jesús le dijo: "Soy
yo, el que habla contigo".
En esto llegaron los discípulos y se sorprendieron de que estuviera conversando
con una mujer; sin embargo, ninguno le dijo: ‘¿Qué le preguntas o de qué hablas
con ella?' Entonces la mujer dejó su cántaro, se fue al pueblo y comenzó a decir a
la gente: "Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No
será éste el Mesías?" Salieron del pueblo y se pusieron en camino hacia donde Él
estaba.
Mientras tanto, sus discípulos le insistían: "Maestro, come". Él les dijo: "Yo tengo
por comida un alimento que ustedes no conocen". Los discípulos comentaban
entre sí: "¿Le habrá traído alguien de comer?" Jesús les dijo: "Mi alimento es
hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. ¿Acaso no dicen
ustedes que todavía faltan cuatro meses para la siega? Pues bien, yo les digo:
Levanten los ojos y contemplen los campos, que ya están dorados para la siega.
Ya el segador recibe su jornal y almacena frutos para la vida eterna. De este
modo se alegran por igual el sembrador y el segador. Aquí se cumple el dicho:
'Uno es el que siembra y otro el que cosecha'. Yo los envié a cosechar lo que no
habían trabajado. Otros trabajaron y ustedes recogieron su fruto".
Muchos samaritanos de aquel poblado creyeron en Jesús por el testimonio de la
mujer: 'Me dijo todo lo que he hecho'. Cuando los samaritanos llegaron a donde
Él estaba, le rogaban que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días. Muchos
más creyeron en Él al oír su palabra. Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo
que tú nos has contado, pues nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que Él
es, de veras, el Salvador del mundo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

A Jesús, que es la fuente de agua viva, pidámosle por nosotros y por toda la
humanidad.
Después de cada petición diremos (cantando): Señor, ten piedad (o bien: Kýrie,
eléison).
Por todos los que formamos la Iglesia. Que vivamos con fe y sinceridad este
tiempo de conversión. Oremos.
Por los que viven alejados de la fe y de la comunidad cristiana. Que encuentren
en Jesús la fuente de agua que sacie su sed de valores auténticos. Oremos.
Por todos aquellos que en el próximo Tiempo de Pascua recibirán el Bautismo, la
Confirmación o la primera Comunión. Que vivan cada día con mayor profundidad
su adhesión a Jesucristo. Oremos.
Por los inmigrantes. Que puedan encontrar la vida digna que todo ser humano
merece. Oremos.
Por nosotros. Que nos preparemos de verdad para poder celebrar con mucha
alegría la Pascua del Señor. Oremos.
Escúchanos, Señor, y derrama sobre nosotros el agua de la vida. Tú, que vives y
reinas por los siglos...

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que esta Eucaristía, Señor, nos obtenga a quienes imploramos tu perdón, la


gracia de saber perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias


siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, cuando pidió de beber a la samaritana, ya había
infundido en ella la gracia de la fe, y si quiso estar sediento de la fe de aquella
mujer, fue para encender en ella el fuego del amor divino.
Por eso, Señor, te damos gracias y proclamamos tu grandeza cantando con los
ángeles: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 4, 13-14)

El que beba del agua que yo le daré, dice el Señor, nunca más tendrá sed; el
agua que yo le daré se convertirá dentro de él en una fuente que salta hasta la
vida eterna.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Tú que nos has alimentado, ya desde esta vida, con el pan del cielo, prenda de
nuestra salvación, concédenos, Señor, manifestar en todos nuestros actos el
misterio de tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los procesos de cambio interior


suelen ser dolorosos. La inercia y la resistencia al cambio nos detienen en
ocasiones y permanecemos largos periodos paralizados en nuestras mentiras y
equivocaciones. La mujer samaritana puede servirnos de espejo y referente, para
identificar nuestras heridas y apreciar dónde se encuentra el manantial de donde
brota la vida plena. La mujer llegó con los resentimientos que todos solemos
cargar (rencillas entre judíos y samaritanos, relaciones fallidas con otras parejas,
la mujer había tenido cinco maridos), pero afortunadamente se fue abriendo al
encuentro con Jesús y terminó aceptando la verdad sobre su vida y
reconociéndose necesitada de la salvación que Jesús le ofrecía. La aceptación
de nuestra realidad por dolorosa que sea, es el principio de nuestra recuperación.

LUNES 24

Santos: Catalina de Suecia, abadesa; Guillermo de Norwich, mártir. Beato


Diego José de Cádiz, presbítero. Feria (Morado)

DOS RETRATOS CONTRAPUESTOS

2 R 5, 1-15; Lc 4, 24-30

La narración del libro de Samuel recoge un retrato idealizado a más no poder,


sobre el rey Salomón. Nos lo presenta como el jefe de un imperio desde el
Eufrates hasta Egipto, habilidoso para disertar sobre todos los saberes, lleno de
tesoros y de buen tino para gobernar. El tono del texto parece más bien una
aguerrida defensa de un gobernante cuestionado, que una crónica fiel de su
gobierno. Escribas al servicio de la corte se desvivieron en halagos hacia
Salomón. En el Evangelio de san Lucas, el Señor Jesús inaugura su ministerio
profético y evangelizador en la sinagoga de Nazaret, en medio de la
incomprensión y el rechazo violento de sus paisanos. Jesús no tenía escribas a
sueldo que lo elogiaran, sino seguidores confiables que registraron las horas de
fama y los desencuentros y rechazos que enfrentó.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83, 3)

Mi alma desfallece y suspira por los atrios del Señor; todo mi ser se han
regocijado en el Dios mi corazón y vivo.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que tu continua misericordia purifique a tu Iglesia y la proteja; y ya que sin


ti no puede encontrar la salvación, dirígela siempre con tu gracia. Por nuestro
Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Muchos leprosos había en Israel, pero ninguno fue curado, sino Naamán, el sirio.

Del segundo libro de los Reyes: 5, 1-15


En aquellos días, Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del
favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria a Siria. Pero
este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo cautiva a una
jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán. Ella le dijo a su
señora: "Si mi señor fuera a ver al profeta que hay en Samaria, ciertamente él lo
curaría de su lepra".
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: "Esto y esto dice la muchacha
israelita". El rey de Siria le respondió: "Anda, pues, que yo te daré una carta para
el rey de Israel". Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de
plata, seis mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de
Israel que decía: "Al recibir ésta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán, para
que lo cures de la lepra".
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando: "¿Soy yo
acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste me pida que cure a un
hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando es un pretexto para
hacerme la guerra".
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado sus
vestiduras, le envió este recado: "¿Por qué rasgaste tus vestiduras? Envíamelo y
sabrá que hay un profeta en Israel". Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su
carroza, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Éste le mandó decir con un
mensajero: "Ve y báñate siete veces en el río Jordán, y tu carne quedará limpia".
Naamán se alejó enojado, diciendo: "Yo había pensado que saldría en persona a
mi encuentro y que, invocando el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano
sobre la parte enferma y me curaría de la lepra. ¿Acaso los ríos de Damasco,
como el Abaná y el Farfar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No
podría bañarme en ellos y quedar limpio?"
Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados se acercaron a él
y le dijeron: "Padre mío, si el profeta te hubiera mandado una cosa muy difícil,
ciertamente la habrías hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras y
quedarías sano".
Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho el
hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con su
comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: "Ahora sé
que no hay más Dios que el de Israel". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

De los salmos 41 y 42 R/. Estoy sediento del Dios que da la vida.


Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti,
Dios mío. R/.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo
su templo? R/.
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu
monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas. R/.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le
daré gracias al compás de la cítara. R/.
ACLAMACIÓN (Cfr. Sal 129, 5. 7) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Confío en el Señor y en sus palabras, porque del Señor viene la misericordia y la
redención. R/.

Como Elías y Eliseo, Jesús no ha sido enviado sólo a los judíos.

Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 24-30

En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo
les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel
muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y
medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas
fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había
muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno
de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y
levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la
montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero Él,
pasando por en medio de ellos, se alejó de allí. Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, esta ofrenda que te presentamos como signo de nuestra entrega
a ti y conviértela en el sacramento que ha de darnos la salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 116, 1-2)

Alaben al Señor todas las naciones, aclámenlo todos los pueblos, porque grande
es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el sacramento que hemos recibido nos purifique, Señor, y realice nuestra
unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

MARTES 25

Anunciación del Señor


Santa Lucía Filippini, fundadora. Beata María Alfonsina Danil, cofundadora.
Solemnidad (Blanco)

DIOS CON NOSOTROS

Is 7,10-14; Hb 10,4-10; Lc 1,26-38

Para quien acostumbre leer la palabra de Dios le resultarán familiares los


anuncios de nacimiento. Tanto Isaías como san Lucas nos reportan dos relatos
parecidos donde se registra el anuncio de un niño que dará inicio a un nuevo tipo
de relaciones entre Dios y su pueblo. El Emmanuel que nacería, le serviría al rey
Ajaz de señal de que la alianza y el auxilio prometidos por Dios a la casa de
David continuaban en pie, pese a las amenazas de guerra de los reyes vecinos.
El anuncio hecho a la joven María es más significativo aún: el niño marcará un
cambio verdaderamente decisivo, puesto que inaugurará un reino perdurable, que
mejorará la vida de su pueblo. En adelante, si se disponen a acoger su reinado,
vivirán tranquilos, sin sobresaltos ni angustias, porque el Consagrado los
sostendrá en el camino de la fidelidad a Dios.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 10, 5. 7)

Cuando Jesús vino al mundo, dijo: Padre mío, he venido para cumplir tu voluntad.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo, al encarnarse en el seno de la Virgen


María participara en toda nuestra condición humana, concede a quienes lo
reconocemos como Dios y hombre verdadero, participar, por medio de la gracia,
de su vida divina. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

He aquí que la virgen concebirá.

Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14

En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios,


una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la
pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a
los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les
dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le
pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 39 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.


Sacrificios, Señor, tú no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No
exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy". R/.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley
en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo
sabes, Señor. R/.
No callé tu justicia, antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio. Tu amor y tú
lealtad no los he ocultado a la gran asamblea. R/.

En tu libro se me ordena cumplir tu voluntad.

De la carta a los hebreos: 10, 4-10

Hermanos: Es imposible que la sangre de toros y machos cabríos pueda borrar


los pecados. Por eso, al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No
quisiste víctimas ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te
agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije —porque
a mí se refiere la Escritura—: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu
voluntad".
Comienza por decir: No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los
holocaustos ni los sacrificios por el pecado —siendo así que eso es lo que pedía
la ley—; y luego añade: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad".
Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en
virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo, hecha una vez por todas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Jn 1, 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros y hemos visto su
gloria. R/.

Concebirás y darás a luz un hijo.

Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David,
llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué
querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a
concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y
será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y
él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo
permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a
nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar
de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril,
porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del
Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

A las palabras del Credo: "y por obra...", hay que arrodillarse.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, con bondad, los dones de tu Iglesia, que reconoce haber tenido su
origen en la encarnación de tu Hijo, y concédele celebrar llena de gozo este
memorial de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias


siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, Señor nuestro.
A quien primero acogió la Virgen santísima por la fe cuando el ángel le anunció
que por obra del Espíritu Santo, habría de nacer entre los hombres, para que los
hombres se salvaran, y a quien luego llevó, llena de amor, en sus purísimas
entrañas.
Así la verdad divina colmaba las promesas hechas a Israel y comenzaba a ser
realidad la expectación de todos los pueblos.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te
aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Is 7, 14)

He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre
Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por medio de esta comunión, fortalece, Señor, nuestra fe y esperanza en


Jesucristo, Dios y hombre verdadero, concebido en el seno de la Virgen María, y,
por su gloriosa resurrección, condúcenos a la felicidad eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
MIÉRCOLES 26

Santos: Cástulo de Roma, mártir; Braulio de Zaragoza, obispo. Beato Pedro


Marginet, monje. Feria (Morado)

AUN PUEBLO SABIO

Dt 4,1. 5-9; Mt 5,17-19

Las personas actuamos por convicciones o por intereses. Cuando las


convicciones y valores se interiorizan, se traducen en normas y mandatos que
regulan la puesta en práctica de dichos valores. Israel ordena su vida en sociedad
dando un puesto especial a la liberad, la solidaridad, la defensa de los débiles y la
justicia. Los mandatos que recogen los distintos códigos reglamentan al detalle
muchos de los aspectos de la vida cotidiana del pueblo. La obediencia a tales
mandatos, sería efectivamente la forma sabia y sensata de encaminarse a la
dicha. En consonancia con esa mentalidad, el Señor Jesús reafirma la carácter
orientador y permanente de la ley dada por Dios a Israel. El proyecto de Dios
comunicado a Israel, tiene elementos válidos y perdurables que Jesús actualizará
para que sirvan de guía a sus discípulos.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 133)

Haz, Señor, que siga con firmeza tu palabra, para que no se apodere de mí
ningún pecado.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que purificados por las prácticas cuaresmales y alimentados


con tu palabra, podamos entregarnos enteramente a tu servicio y perseverar
unidos en la oración. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Guarden mis mandamientos y pónganlos en práctica.

Del libro del Deuteronomio: 4, 1. 5-9

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "Ahora, Israel, escucha los
mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica y puedas
así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te
va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi Dios, para
que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van a tomar en
posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos son su sabiduría y su prudencia
a los ojos de los pueblos. Cuando tengan noticia de todos estos preceptos, se
dirán: 'En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente'. Porque, ¿cuál
otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro
Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos mandatos y
preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy? Pero ten
cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus ojos han
visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; al
contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de tus hijos". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 147 R/. Demos gloria a nuestro Dios.


Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo
de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.
Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a
la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha
hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 6, 63. 68) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.

El que cumpla y enseñe mis mandamientos, será grande en el Reino de los


cielos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 17-19

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la
ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro
que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más
pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos
preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los
cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los
cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, las ofrendas y oraciones que te presentamos y protege de todo


mal a quienes celebramos tu Eucaristía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 15, 11)

Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Santifícanos, Señor, con el pan del cielo que acabamos de recibir para que, libres
de nuestras faltas, podamos alcanzar tus promesas eternas. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

JUEVES 27

Santos: San Ruperto de Salzburgo, obispo; Augusta de Serravalle, mártir.


Beato Francisco Faa de Bruno, fundador. Feria (Morado)

LA TOZUDEZ Y LA RESISTENCIA

Jr 7,23-28; Lc 11,14-23

La resistencia a la voluntad de Dios expresada a través de la palabra profética fue


una constante en la historia de Israel, según denuncia el profeta Jeremías. La
capacidad de escuchar y atender a las llamadas de alerta de los profetas suele
ser inversamente proporcional a la riqueza, el poder y el saber. Cuando el pueblo
se siente confiado en sus propias seguridades, se ensoberbece y desoye las
denuncias y los señalamientos críticos de los profetas. La historia no fue diferente
entre Jesús y los habitantes de Galilea. No obstante, que el Maestro procedió con
congruencia y gran entrega, sus oyentes trataron de desautorizarlo, acusándole
absurdamente de ser aliado de Satanás.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier


tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, humildemente, que conforme se acerca la fiesta de nuestra


redención, crezca en nosotros el fervor para celebrar santamente la Pascua de tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Éste es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios.

Del libro del profeta Jeremías: 7, 23-28


Esto dice el Señor: "Ésta es la orden que di a mi pueblo: 'Escuchen mi voz, y yo
seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen siempre por el camino que yo
les mostraré, para que les vaya bien'.
Pero ellos no escucharon ni prestaron oído. Caminaron según sus ideas, según la
maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme la cara, me dieron la
espalda, desde que sus padres salieron del país de Egipto hasta hoy.
Yo les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero ellos no los
escucharon ni les prestaron oído. Endurecieron su cabeza y fueron peores que
sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas palabras, pero no te escucharán; los
llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: 'Éste es el pueblo que no
escuchó la voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad
en Israel; ha desaparecido de su misma boca' ". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.

Del salmo 94 R/. Señor, que no seamos sordos a tu voz.


Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva.
Acerquémonos a Él, llenos de júbilo, y démosle gracias. R/.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo,
pues Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; Él es nuestro pastor y nosotros,
sus ovejas. R/.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón, como el día
de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían
visto mis obras". R/.

ACLAMACIÓN (JI 2, 12-13) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Todavía es tiempo, dice el Señor, conviértanse a mí de todo corazón, porque soy
compasivo y misericordioso. R/.

El que no está conmigo, está contra mí.

Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 14-23

En aquel tiempo, Jesús expulsó a un demonio, que era mudo. Apenas salió el
demonio, habló el mudo y la multitud quedó maravillada. Pero algunos decían:
"Este expulsa a los demonios con el poder de Belzebú, el príncipe de los
demonios". Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa.
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo reino dividido por
luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también
está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo
arrojo a los demonios con el poder de Belzebú. Entonces, ¿con el poder de quién
los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si
yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa que ha llegado a
ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están
seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas
en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está
contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Preserva, Señor, a tu pueblo de toda maldad para que sus ofrendas te sean
agradables; no permitas que nos entreguemos a los falsos placeres, para que
podamos alcanzar la recompensa prometida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)

Tú promulgas, Señor, tus preceptos para que se observen con exactitud. Que mi
conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la gracia de tu salvación, que hemos recibido en este sacramento,


transforme, Señor, toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

VIERNES 28

Santos: Gontrán de Borgoña, rey; Esteban Harding, fundador; Cirilo de


Fenicia, mártir. Feria (Morado)

EL AMOR AUTÉNTICO

Os 14,2-10; Mc 12, 28,34

El texto con el cual culmina su obra el profeta Oseas es verdaderamente una de


las cumbres teológicas del Antiguo Testamento. Dios responde a la confesión
sincera de culpa de su pueblo, que se desmarca de la idolatría y se ofrece a sí
mismo como don voluntario al Señor. Dios declara enfáticamente que su amor no
se atiene a los parámetros humanos del mérito y la reciprocidad: "los querré sin
que lo merezcan". El profeta concluye su obra con una frase interpeladora,
invitando a los inteligentes a que comprendan sus palabras. El diálogo que
sostienen Jesús y los letrados pareciera demasiado simple, puesto que
pensaríamos que todo mundo sabe cuáles son los mandamientos principales:
amor a Dios y al prójimo. Sin embargo, en esto, el problema no es teorizar acerca
del asunto, sino vivir armoniosamente esa doble exigencia: la del amor a Dios y al
prójimo que lo representa sacramentalmente.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 85, 8. 10)

Señor, no hay otro dios igual a ti, porque sólo tú eres grande y haces maravillas;
porque sólo tú eres Dios.

ORACIÓN COLECTA

Infunde Señor, en nosotros tu gracia para que podamos dominar nuestras


pasiones y permanecer fieles a tus palabras de vida eterna. Por nuestro Señor
Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Nunca llamaremos ya "dios nuestro" a las obras de nuestras manos.

Del libro del profeta Oseas: 14, 2-10

Esto dice el Señor Dios: "Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad te
ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor para decirle: 'Perdona
todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento sincero, que
solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército, ni volveremos a
llamar "dios nuestro" a las obras de nuestras manos, pues sólo en ti encuentra
piedad el huérfano'.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré aunque no lo merezcan,
porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré para Israel como rocío; mi pueblo
florecerá como el lirio, hundirá profundamente sus raíces, como el álamo, y sus
renuevos se propagarán; su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia
de los cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las viñas, que serán tan
famosas como las del Líbano. Ya nada tendrá que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como un ciprés,
siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las
conozca. Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los
pecadores, en cambio, tropiezan en ellos y caen". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.

Del salmo 80 R/. Yo soy tu Dios, escúchame.


Oyó Israel palabras nunca oídas: "He quitado la carga de tus hombros y el
pesado canasto de tus manos. Clamaste en la aflicción y te libré. R/.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá, junto a la fuente.
Escucha, pueblo mío, mi advertencia, ¡Israel, si quisieras escucharme! R/.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses extranjeros, porque yo el
Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó de Egipto, tu destierro. R/.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis mandamientos!
Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría con miel silvestre". R/.

ACLAMACIÓN (Mt 4, 17) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R/.

El Señor tu Dios es el único Dios: ámalo.

Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34

En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es


el primero de todos los mandamientos?" Jesús le respondió: "El primero es:
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu
Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún
mandamiento mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor
es único y que no hay otro fuera de Él, y amarlo con todo el corazón, con toda el
alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que
todos los holocaustos y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No estás lejos del
Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira, Señor, con benevolencia los dones que te presentamos; que te sean
agradables y se conviertan para nosotros en fuente de salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Mc 12, 33)

Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo, vale más que
todos los sacrificios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la fuerza de tu Espíritu vigorice, Señor, todo nuestro ser para que podamos
obtener plenamente la salvación, cuya prenda hemos recibido en esta Eucaristía.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
SÁBADO 29

Santos: Eustasio de Luxeuil, abad; Inés de Chatillon, religiosa. Beato


Bertoldo de Palestina, presbítero.

Vísperas I del domingo: 4a semana del Salterio. Tomo II: pp. 1412, 3 y 248.
Para los fieles: pp. 722 y 178. Edición popular: pp. 289 y 433. Feria (Morado)

AL QUE SE ABAJA...

Os 6,1-6; Lc 18,9-14

Un salto de gran trascendencia significó el planteamiento que sintetiza las


preferencias divinas: primero la misericordia, después las prácticas de culto;
primero las ofrendas y las disposiciones interiores y después los actos de culto
externos. El texto parece formulado a manera de exclusión: quiero esto
(misericordia) y no lo otro (sacrificios); en realidad es una forma de jerarquizar
dos valores. Las prácticas religiosas adquieren valor cuando están sustentadas
en actitudes moralmente sólidas, de otro modo, son como un espantapájaros que
no detiene a los cuervos expertos en el saqueo de las cosechas. Esa misma
situación se plantea en el relato del fariseo y el recaudador, el hombre que se
envanece por sus supuestas buenas obras, carece de la humildad necesaria para
acercarse al Señor. Ni siquiera las obras buenas quedan valoradas, cuando no
proceden de un corazón sincero.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 102, 2-3)

Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios: Él perdona todas tus
culpas.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, que celebrando con alegría esta Cuaresma, de tal modo
penetremos el significado del misterio pascual, que obtengamos la plenitud de
sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Yo quiero misericordia y no sacrificios.

Del libro del profeta Oseas: 6, 1-6

Esto dice el Señor: "En su aflicción, mi pueblo me buscará y se dirán unos a


otros: 'Vengan, volvámonos al Señor; Él nos ha desgarrado y Él nos curará; Él
nos ha herido y Él nos vendará. En dos días nos devolverá la vida, y al tercero,
nos levantará y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor; tan cierta como la aurora es su aparición y
su juicio surge como la luz; bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como
lluvia de primavera que empapa la tierra'.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá? Su amor es
nube mañanera, es rocío matinal que se evapora. Por eso los he azotado por
medio de los profetas y les he dado muerte con mis palabras. Porque yo quiero
misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios, más que
holocaustos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 50 R/. Misericordia quiero, no sacrificios, dice el Señor.


Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis
ofensas. Lávame bien de todos mis delitos, y purifícame de mis pecados. R/.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te
agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo
desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, apiádate de Sión, edifica de nuevo sus murallas. Te
agradarán entonces los sacrificios justos, ofrendas y holocaustos. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Sal 94, 8) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.

El publicano regresó a su casa justificado y el fariseo no.

Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 9-14

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos
y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El
fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy
como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese
publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis
ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al
cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de
mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque
todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será
enaltecido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Tú que nos purificas con tu gracia para que nos acerquemos dignamente a tu
Eucaristía, concédenos, Señor, celebrarla de tal modo, que podamos rendirte una
alabanza perfecta. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Lc 18, 13)

El publicano, manteniéndose a distancia, se golpeaba el pecho y decía: Señor,


ten piedad de mí porque soy un pecador.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios de misericordia, que no cesas de alimentarnos con tu santa Eucaristía,


concédenos venerarla siempre con respeto y recibirla con fe profunda. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

DOMINGO 30

IV DOMINGO DE CUARESMA

Santos: Leonardo Murialdo, fundador; Julio Álvarez Mendoza y


compañeros, mártires. Beata Plácida Viel, abadesa (Morado)

LAS APARIENCIAS Y EL TRASFONDO

1 Sm 16,1. 6-7. 10-13; Ef 5,8-14; Jn 9,1-41

Samuel marcha temerosamente a ungir al sucesor de Saúl. El Señor le indica que


uno de los hijos de Jesé será el elegido. Al primer intento, el profeta se dejó llevar
por las apariencias y terminó comprendiendo que ninguno de los primeros siete
era el elegido. Finalmente el Señor le hizo saber que David, el hijo menor, sería el
lugarteniente que conduciría a Israel en la búsqueda de la libertad. En el relato
del ciego de nacimiento, los personajes principales van pasando de la ignorancia
a la verdad, al principio ninguno conoce la identidad del autor del milagro,
posteriormente uno a uno van reconociendo a Jesús como el autor de la curación.
El epílogo del relato concluye de manera paradójica: Jesús dejará ciegos a los
que creen ver y abrirá los ojos de los ciegos.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Is 66, 10-11)

Alégrate, Jerusalén, y todos ustedes los que la aman, reúnanse. Regocíjense con
ella todos los que participaban de su duelo y quedarán saciados con la
abundancia de sus consuelos.

No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que has reconciliado contigo a la humanidad entera por medio de tu
Hijo, concede al pueblo cristiano prepararse con fe viva y entrega generosa a
celebrar las fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

David es ungido como rey de Israel.

Del primer libro de Samuel: 16, 1. 6-7. 10-13

En aquellos días, dijo el Señor a Samuel: "Ve a la casa de Jesé, en Belén, porque
de entre sus hijos me he escogido un rey. Llena, pues, tu cuerno de aceite para
ungirlo y vete".
Cuando llegó Samuel a Belén y vio a Eliab, el hijo mayor de Jesé, pensó: "Éste
es, sin duda, el que voy a ungir como rey". Pero el Señor le dijo: "No te dejes
impresionar por su aspecto ni por su gran estatura, pues yo lo he descartado,
porque yo no juzgo como juzga el hombre. El hombre se fija en las apariencias,
pero el Señor se fija en los corazones".
Así fueron pasando ante Samuel siete de los hijos de Jesé; pero Samuel dijo:
"Ninguno de éstos es el elegido del Señor". Luego le preguntó a Jesé: "¿Son
éstos todos tus hijos?" Él respondió: "Falta el más pequeño, que está cuidando el
rebaño". Samuel le dijo: "Hazlo venir, porque no nos sentaremos a comer hasta
que llegue". Y Jesé lo mandó llamar.
El muchacho era rubio, de ojos vivos y buena presencia. Entonces el Señor dijo a
Samuel: "Levántate y úngelo, porque éste es". Tomó Samuel el cuerno con el
aceite y lo ungió delante de sus hermanos. A partir de aquel día, el espíritu del
Señor estuvo con David. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.


El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y
hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque
camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu
cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la
cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré
en la casa del Señor por años sin término. R/.

Levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 5, 8-14


Hermanos: En otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos al Señor,
son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz. Los frutos de la luz son la
bondad, la santidad y la verdad. Busquen lo que es agradable al Señor y no
tomen parte en las obras estériles de los que son tinieblas.
Al contrario, repruébenlas abiertamente; porque, si bien las cosas que ellos hacen
en secreto da vergüenza aun mencionarlas, al ser reprobadas abiertamente, todo
queda en claro, porque todo lo que es iluminado por la luz se convierte en luz.
Por eso se dice: Despierta, tú que duermes; levántate de entre los muertos y
Cristo será tu luz. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Jn 8, 12) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida.
R/.

Fue, se lavó y volvió con vista.

Del santo Evangelio según san Juan: 9, 1-41

En aquel tiempo, Jesús vio al pasar a un ciego de nacimiento, y sus discípulos le


preguntaron: "Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego, él o sus
padres?" Jesús respondió: "Ni él pecó, ni tampoco sus padres. Nació así para
que en él se manifestaran las obras de Dios. Es necesario que yo haga las obras
del que me envió, mientras es de día, porque luego llega la noche y ya nadie
puede trabajar. Mientras esté en el mundo, yo soy la luz del mundo".
Dicho esto, escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, se lo puso en los ojos al
ciego y le dijo: "Ve a lavarte en la piscina de Siloé" (que significa 'Enviado'). Él
fue, se lavó y volvió con vista.
Entonces los vecinos y los que lo habían visto antes pidiendo limosna,
preguntaban: "¿No es éste el que se sentaba a pedir limosna?" Unos decían: "Es
el mismo". Otros: "No es él, sino que se le parece". Pero él decía: "Yo soy". Y le
preguntaban: "Entonces, ¿cómo se te abrieron los ojos?" Él les respondió: "El
hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos y me dijo: 'Ve a
Siloé y lávate'. Entonces fui, me lavé y comencé a ver". Le preguntaron: "¿En
dónde está él?" Les contestó: "No lo sé".
Llevaron entonces ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día en
que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaron cómo
había adquirido la vista. Él les contestó: "Me puso lodo en los ojos, me lavé y
veo". Algunos de los fariseos comentaban: "Ese hombre no viene de Dios, porque
no guarda el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo puede un pecador hacer
semejantes prodigios?" Y había división entre ellos. Entonces volvieron a
preguntarle al ciego: "Y tú, ¿qué piensas del que te abrió los ojos?" Él les
contestó: "Que es un profeta".
Pero los judíos no creyeron que aquel hombre, que había sido ciego, hubiera
recobrado la vista. Llamaron, pues, a sus padres y les preguntaron: "¿Es éste su
hijo, del que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?" Sus
padres contestaron: "Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo
es que ahora ve o quién le haya dado la vista, no lo sabemos. Pregúntenselo a él;
ya tiene edad suficiente y responderá por sí mismo". Los padres del que había
sido ciego dijeron esto por miedo a los judíos, porque éstos ya habían convenido
en expulsar de la sinagoga a quien reconociera a Jesús como el Mesías. Por eso
sus padres dijeron: 'Ya tiene edad; pregúntenle a él'.
Llamaron de nuevo al que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios.
Nosotros sabemos que ese hombre es pecador". Contestó él: "Si es pecador, yo
no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo". Le preguntaron otra vez: "¿Qué
te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?" Les contestó: "Ya se lo dije a ustedes y no me
han dado crédito. ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿Acaso también ustedes
quieren hacerse discípulos suyos?" Entonces ellos lo llenaron de insultos y le
dijeron: "Discípulo de ése lo serás tú. Nosotros somos discípulos de Moisés.
Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero ése, no sabemos de dónde
viene".
Replicó aquel hombre: "Es curioso que ustedes no sepan de dónde viene y, sin
embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores,
pero al que lo teme y hace su voluntad, a ése sí lo escucha. Jamás se había oído
decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de
Dios, no tendría ningún poder". Le replicaron: "Tú eres puro pecado desde que
naciste, ¿cómo pretendes darnos lecciones?" Y lo echaron fuera.
Supo Jesús que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo: "¿Crees tú
en el Hijo del hombre?" Él contestó: "¿Y quién es, Señor, para que yo crea en
él?" Jesús le dijo: "Ya lo has visto; el que está hablando contigo, ése es". Él dijo:
"Creo, Señor". Y postrándose, lo adoró.
Entonces le dijo Jesús: "Yo he venido a este mundo para que se definan los
campos: para que los ciegos vean, y los que ven queden ciegos". Al oír esto,
algunos fariseos que estaban con Él le preguntaron: "¿Entonces, también
nosotros estamos ciegos?" Jesús les contestó: "Si estuvieran ciegos, no tendrían
pecado; pero como dicen que ven, siguen en su pecado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

A Jesús, que es la luz que brilla en la oscuridad, pidámosle por nosotros y por
toda la humanidad.

Después de cada petición diremos (cantando): Señor, ten piedad (o bien: Kýrie,
eléison).
Por la Iglesia. Que, como Jesús, sepa acercarse amorosamente a todos los que
viven en situaciones de oscuridad y de dolor. Oremos.
Por los jóvenes y adultos que se preparan para recibir el Bautismo. Que el Señor
los llene de su gracia y de su amor. Oremos.
Por los pueblos más pobres. Que los que dominan el poder del dinero hagan
posible que los bienes de este mundo lleguen a todos. Oremos.
Por nosotros. Que el Señor abra nuestro corazón a su Palabra que nos llama a la
conversión y crezcan entre nosotros las vocaciones sacerdotales y
religiosas. Oremos.
Escúchanos, Señor. Tú eres la luz del mundo. Tú eres nuestra alegría. Envíanos
tu Espíritu para que nos renueve, y nos haga siempre fieles a tu gracia. Tú, que
vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio y


pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la
salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias


siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo, Señor nuestro, se dignó hacerse hombre para conducir al género
humano, peregrino en tinieblas, al esplendor de la fe; y a los que nacieron
esclavos del pecado, los hizo renacer por el bautismo y los transformó en hijos
adoptivos del Padre.
Por eso, Señor, todas tus creaturas en el cielo y en la tierra te adoran cantando
un cántico nuevo, y también nosotros, con los ángeles, te aclamamos por siempre
diciendo: Santo, Santo, Santo...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 9, 11)


El Señor me puso lodo sobre los ojos; yo fui a lavarme. Ahora veo y creo en Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios nuestro, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, ilumina
nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que nuestros
pensamientos te sean agradables y te amemos con toda sinceridad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los adultos no cometemos


errores por ignorancia, sino por necedad. No es que desconozcamos cuál es
nuestra responsabilidad como esposos, ciudadanos o dirigentes de alguna
institución. Sabemos perfectamente cuando estamos actuando conforme a la
doble moral, fingiendo cumplir con el espíritu de las normas, cuando ni siquiera
nos ocupamos de cumplir los preceptos básicos de la misma. Las frecuentes
agresiones que los ciudadanos sufrimos por ejemplo a manos de sindicatos que
paralizan avenidas principales de las ciudades, lesionando sistemáticamente el
derecho de otros ciudadanos, son una gravísima falta de lealtad a los
compromisos que tales gobernantes asumieron. Por supuesto que saben el
tamaño de su omisión; efectivamente, son ciegos que no quieren ver. Mirarse al
espejo de la propia conciencia es necesario y doloroso. Jesús concluye diciendo
que es necesario enfrentar ese proceso, hay que desvelar las mentiras, para salir
del mundo desfigurado en que vivimos.

LUNES 31

Santos: Benjamín de Persia, mártir; Balbina de Roma, mártir. Beata Juana


de Toulouse, religiosa. Feria (Morado)

CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA

Is 65,17-21; Jn 4, 43-54

El enunciado anterior no es el lema de algún grupo de sectarios o fanáticos


fundamentalistas atrincherados en una visión medieval del mundo. Al contrario es
una invitación a la esperanza que se traduce en formas de convivencia marcadas
por los valores fundamentales, que tanto los profetas como el mismo Señor
Jesús, propusieron a sus oyentes: justicia, libertad, compasión, amor fraterno y
solidaridad. Ese proyecto no tendrá que ser delineado por un iluminado que
pretenda disponer de dones sobrenaturales y que quiera tratar al resto como
menores de edad, a quienes procurará someter por me-dio de una estructura
piramidal, contraria a la libertad de conciencia. Los cielos nuevos y la tierra
nueva, no son un proyecto impuesto por una facción vencedora sobre el resto de
las personas, es una organización y unas estructuras construidas de manera
corresponsable y colegial en clave de esperanza y fraternidad. Son primicias que
paladeamos y que anhelamos consolidar en la plenitud de la vida.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 30, 7-8)

Yo tengo mi confianza en ti, Señor, yo gozaré y me alegraré porque has mirado


con bondad mi desgracia y conoces mis angustias.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que renuevas este mundo por medio de tus sacramentos, concede
a tu Iglesia aprovechar estos signos misteriosos de tu presencia y asístela
siempre en sus necesidades materiales. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Ya no se oirán gemidos ni llantos.

Del libro del profeta Isaías: 65, 17-21


Esto dice el Señor: "Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no
recordaré lo pasado, lo olvidaré de corazón.
Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría por lo que voy a crear:
Convertiré a Jerusalén en júbilo y a mi pueblo en alegría. Me alegraré por
Jerusalén y me gozaré por mi pueblo. Ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.
Ya no habrá niños que vivan pocos días, ni viejos que no colmen sus años y al
que no los alcance se le tendrá por maldito. Construirán casas y vivirán en ellas,
plantarán viñas y comerán sus frutos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del salmo 29 R/. Te alabaré, Señor, eternamente.


Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor,
me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un
solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la
mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi
duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/.

ACLAMACIÓN (Cfr. Am 5, 14) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Busquen el bien y no el mal, para que vivan, y el Señor estará con ustedes. R/.

Vete, tu hijo ya está sano.

Del santo Evangelio según san Juan: 4, 43-54

En aquel tiempo, Jesús salió de Samaria y se fue a Galilea. Jesús mismo había
declarado que a ningún profeta se le honra en su propia patria. Cuando llegó, los
galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que él había hecho en
Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían estado allí.
Volvió entonces a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había allí un funcionario real, que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm. Al oír éste
que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que fuera a curar
a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dijo: "Si no ven ustedes signos y
prodigios, no creen". Pero el funcionario del rey insistió: "Señor, ven antes de que
mi muchachito muera". Jesús le contestó: "Vete, tu hijo ya está sano".
Aquel hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Cuando iba
llegando, sus criados le salieron al encuentro para decirle que su hijo ya estaba
sano. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Le contestaron:
"Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre". El padre reconoció que a esa
misma hora Jesús le había dicho: 'Tu hijo ya está sano', y creyó con todos los de
su casa.
Éste fue el segundo signo que hizo Jesús al volver de Judea a Galilea. Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Como fruto de este sacrificio que vamos a ofrecerte, líbranos, Señor, de la
esclavitud de nuestros vicios y danos fortaleza para vivir de acuerdo con tu
Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ez 36, 27)

Infundiré mi espíritu en ustedes para que vivan según mis mandamientos y


cumplan mi voluntad, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que esta santa comunión, Señor, renueve y santifique nuestra vida y nos ayude a
alcanzar los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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