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Antecedentes de la Evaluación

Etimológicamente, EVALUACIÓN (el acto de señalar el valor de una cosa) procede


del antiguo francés value: valor, participio pasado de valoir: valer; y este proviene
de valere: ser fuerte, tener valor.
El sufijo de sustantivos verbales "-cion" significa acción y efecto; sin embargo,
también puede denotar objeto y lugar. De esta manera es posible comprender que
el término evaluación hace referencia a la acción y el efecto de evaluar, lo cual nos
remite a valorar cuán bueno o malo es el "objeto" evaluado
Si bien la evaluación forma parte integral de todo proceso educativo, desde lo micro;
la evaluación cotidiana en el salón de clases; hasta lo macro, las evaluaciones
integrales de un sistema educativo.
Es muy interesante revisar los inicios de la evaluación en la que encontramos la
denominada época antigua cuya característica es: El uso de procedimientos
instructivos basados en referentes implícitos sin teoría alguna para valorar,
vivencias y seleccionar estudiantes, para lo que se cuenta con los aportes de:
Dubois (1970) – Coffman (1971) que citan los procedimientos que fueron usados en
la China Imperial para seleccionar funcionarios.
Sundbery (1977) ubica pasajes evaluadores en la Biblia, Mc Renolds (1975) destaca
los tratados más importantes entre los que tenemos el Tetralibros que es atribuído
a Ptolomeo, Blanco (1994) se refiere a los exámenes de los profesores griegos y
romanos, Ciceron y San Agustín son los que introducen conceptos y planteamientos
evaluadores a sus escritos. Este grupo conforma la época de inicio.
En la edad Media (siglo XV) se introducen los exámenes en los medios
universitarios con carácter más formal, tenemos los exámenes orales públicos que
se hacían con el visto bueno del maestro y en presencia de tribunales. En el
renacimiento (siglo XVI) Se empieza a utilizar procedimientos selectivos y aparece
el procedimiento de la Observación en el examen de Ingenieros para la ciencia de
Huarte de San Juan
En el siglo XVIII se tiene un aumento de la demanda y un mayor acceso a la
educación, entonces surge la necesidad de comprobar los méritos individuales y se
van elaborando normas sobre la utilización de exámenes escritos.
El siglo XIX la evaluación responde a prácticas rutinarias basadas en instrumentos
poco fiables, aparecen acá los diplomas de graduación, surge un sistema de
exámenes de comprobación de una preparación específica para la sociedad y sus
necesidades. En 1845 Tomás Mann utiliza técnicas evaluativas tipos test y se
extiende hasta Boston, surgen los referentes más efectivos, en este caso las
referencias corresponden a un trabajo sobre destrezas lecto – escritoras.
Según Guba y Lincoln esta sería la primera generación que ellos denominan de la
medición, precedentes al avance de los test y del testing. En esta etapa el papel del
evaluador era técnico proveedor de instrumentos de medición y se refiere
centralmente a la publicación y textos que utilizan la evaluación y medida.
Es aquí donde se ubican los trabajos de Thorndike (1904), de Binet revisados por
Terman de Stanford que trascienden después de la primera guerra mundial en que
los test se ponen al servicio de los fines sociales y en este proceso surge una época
denominada de Testines (1920- 1930) en donde se buscaba medir toda clase de
destrezas escolares, concluyendo en el año de 1920 cuando Mc Call propone que
sean los maestros los que construyan sus propias evaluaciones.
Pensar en la evaluación implica en esencia analizar una acción humana. La
evaluación no nació en el territorio de la educación, sin embargo, impactó tan
fuertemente en el mismo que llegó a definir las condiciones de viabilidad del proceso
educativo. La evaluación parece ser tan antigua como el hombre mismo, anterior a
la educación sistemática, tal como la conocemos hoy.
En los últimos años del siglo XX, el ámbito evaluativo de la educación se amplió
desde los aprendizajes; pasando por los programas, tomando en cuenta la
docencia, permeando el currículum como un todo, preocupándose por la evaluación
de instituciones educativas; hasta llegar a la propuesta de evaluación de sistemas
educativos nacionales.

Currículo
El término currículo proviene históricamente del vocablo latino currere que significa
"carrera" o bien, entendido como una pista circular de atletismo en donde su
significado se traduce como "pista de carreras de carros" (Kemmis, 1998:31).
El currículo es el plan de estudios o proyecto educativo general en donde se
concretan las concepciones ideológicas, socio-antropológicas, epistemológicas,
pedagógicas y psicológicas que determinan los objetivos de la educación escolar;
es decir, los aspectos del desarrollo y de la incorporación de la cultura que la
institución en cuestión trata de promover. Esto significa que el currículo tiene mucho
que ver con la intencionalidad que determinada sociedad tiene, cómo ve el perfil de
salida de los estudiantes que serán parte del proceso educativo dirigido por
determinada planificación curricular. Lo que coloca al currículo en visión que un país
o territorio tiene sobre lo que espera que sean capaces los estudiantes una vez
terminado el proceso educativo, por ello, está íntimamente ligado a la planificación
y visión política. El concepto "currículo" se refiere no solamente a la estructura
formal de los planes y programas de estudio, sino a todos los aspectos que implican
la elección de contenidos, disposición de los mismos, necesidades de la sociedad,
materiales educativos o didácticos y tecnología disponible.
La implementación del currículum en la institución educativa es un elemento
esencial que debe analizarse, pero además la implementación del currículum dentro
del salón de clases es un factor tan esencial como el primero. Las interacciones del
profesor y los estudiantes en el proceso de formación a través de la clase son
fundamental. El cómo maneja el profesor el programa, las posibilidades que tiene
de influir en este, la calidad de su elaboración.
Gimeno Sacristán (2011) dice que: "El currículo es una planeación hecha por las
escuelas con objetivos de aprendizaje según las capacidades de los alumnos con
el fin de lograr un nivel educativo" es decir, se necesita tener una visión histórica
amplia acerca de éste como objeto de estudio y puede ser cambiado y transformado
según los intereses humanos.
José Gimeno Sacristán, coincide al igual que muchos autores (seguel, 1966;
kliebard, 1977; pinar, 1979, etc…) en considerar a John Franklin Bobbitt (1918,
1924) como el padre del currículo.
Considerando entonces que el currículo, en el campo científico es relativamente
nuevo y agrupa las diversas definiciones en cinco grupos:
 El currículo como estructura organizada de conocimientos
 El currículo como sistema tecnológico de producción
 El currículo como plan de instrucción
 El currículo como conjunto de experiencia de aprendizaje
 El currículo como solución de problemas teoría del currículo
Ralph Tyler, considerado el padre de la evaluación educacional, desarrolló el primer
método de evaluación del currículo. Este surgió del Estudio de los Ocho Años (bajo
los auspicios de la Asociación de Educación Progresiva), en los años 30 y a
principios de los 40.
Martha Casarini indica que "El currículo es la expresión objetivada de las finalidades
y contenidos de la educación que el alumnado debe adquirir y que se plasmará en
el aprendizaje" esto quiere decir que es un conjunto de conocimientos que se
aprende en la escuela con los resultados que se pretenden conseguir.
puede analizarse que existen diversas conceptualizaciones referentes al currículo,
algunas de estas con una visión más amplia y otras con una visión más
reduccionista, algunos reduciéndolo al programa de la asignatura o el plan de
estudios, solo que el currículo es más que esto, no es solo algo estructurado, sino
que debe analizarse en su operacionalización, en su implementación, desde el aula,
pero además fuera de esta, en las experiencias de aprendizaje dentro y fuera del
salón de clases. Tal es así que el currículo llega a ser reconocido por profesionales
de la educación como todo lo referente al actuar diario en la institución educativa.
Características de la evaluación
La evaluación es hoy quizá uno de los temas con mayor protagonismo del ámbito
educativo, y no porque se trate de un tema nuevo en absoluto, sino porque
administradores, educadores, padres, alumnos y toda la sociedad en su conjunto,
son más conscientes que nunca de la importancia y las repercusiones del hecho de
evaluar o de ser evaluado. Existe quizá una mayor consciencia de la necesidad de
alcanzar determinadas cotas de calidad educativa, de aprovechar adecuadamente
los recursos, el tiempo y los esfuerzos y, por otra parte, el nivel de competencia
entre los individuos y las instituciones también es mayor.
La evaluación educativa retoma aspectos y características de la psicometría donde
se establece la validez y confiabilidad de las pruebas a aplicarse para obtener un
valor tanto cualitativo y cuantitativo. Por lo tanto, la evaluación corresponde a
diversas características y tiene relevancia pedagógica; donde el contenido al crear
los instrumentos debe seleccionarse en base a la disciplina o dominio temático que
se aborda.
Las características de la evaluación son “orientaciones” que adoptamos para
configurar un determinado estilo o enfoque de la evaluación. La idea de definir un
modelo que dé respuesta tanto al diseño como a la aplicación de la evaluación es
una tarea que responde más a los deseos de facilitar la evaluación que a las
posibilidades que permite la propia realidad. El nivel de complejidad de la realidad
educativa y concretamente la de los centros educativos hace que sea prácticamente
imposible la construcción de un modelo que dé respuesta a las características de
las distintas acciones evaluativas que pueden llevarse a cabo.
Así pues, para facilitar el éxito de la evaluación, es preciso seguir un estilo atento a
los propósitos de la evaluación y al contexto en el que se han de producir los
procesos de evaluación y cambio. En nuestro contexto educativo creemos que la
evaluación de centros ha de considerar las siguientes predisposiciones:

 Compresiva – criterial

Un estilo útil a las finalidades de la evaluación de la educación debe considerar dos


maneras de abordar el trabajo de la evaluación: una orientada a las mediciones y
otra orientada a la experiencia. Cada una enriquece la investigación de forma
distinta y ambas merecen ser incluidas en la mayoría de estudios.
Ambas orientaciones son necesarias porque la evaluación consiste en el
conocimiento del valor de algo, y buena parte de dicho conocimiento proviene de la
experiencia personal y de nuestra propia conciencia. Las respuestas de los
implicados, los contrastes de opinión e información, los juicios emitidos desde los
contextos más cercanos son un material básico para esta perspectiva. Se trata del
concepto experiencial de la calidad para abordar la valía por encima del mérito de
los resultados.

 Global y focalizada
La evaluación de centros ha de incluir tanto evaluaciones de tipo global que tienen
un enfoque holístico, como evaluaciones focalizadas de carácter parcial.
Teniendo en cuenta que los centros educativos son organizaciones sistémicas y
complejas, se debe armonizar una perspectiva holística de la realidad educativa con
la posibilidad de profundizar en temas concretos, focalización de la evaluación.
La pretensión de evaluar el centro en su totalidad y con un nivel de detalle
exhaustivo es ingenua e innecesaria. Igualmente, inferir hipótesis sobre la calidad
de un centro a partir de un tema concreto es poco riguroso si no imposible.

 Integrada
Se trata de hacer un planteamiento que integre las perspectivas interna y externa
de manera que la evaluación sea realizada por agentes internos y agentes externos
de acuerdo con un mismo plan de evaluación. Es necesario integrar también los
ámbitos de evaluación (sistema educativo, centros, función docente) de modo que
se comparta parte de la información evaluativa obtenida para realizar diferentes
estudios.
Convendría integrar la auto evaluación en un programa de desarrollo a medio y largo
plazo, que permitiera crear un vínculo más estrecho entre la auto evaluación y la
problemática de la renovación del sistema escolar en su conjunto. (Rolff 1993)
El análisis de las prácticas evaluativas en las diferentes comunidades autónomas y
en el contexto pone de manifiesto que en algunos casos se ha priorizado la
evaluación externa mientras que en otros se ha dado mayor importancia a la
evaluación interna, o a ambas.
La evaluación interna: corresponde a los propios centros y comporta la participación
de los órganos de gobierno y de coordinación y de los diferentes sectores de la
comunidad educativa. Cada centro ha de determinar sus prioridades y diseñar el
propio plan de evaluación de acuerdo con sus necesidades y su capacidad de
gestión.
La evaluación externa: es responsabilidad de la Inspección educativa y con la
colaboración de los órganos de gobierno de los centros y los miembros de la
comunidad escolar.
… la amplia gama de usos de la evaluación requiere una perspectiva general de la
evaluación que satisfaga las diferentes necesidades, que emplee métodos
múltiples, y utilice tanto la evaluación interna como la externa…” “… para crear un
diálogo constructivo entre la evaluación interna y la evaluación externa se requiere
una perspectiva teórica y un proceso de desarrollo de la evaluación basada en el
centro como una combinación de la evaluación interna y la evaluación externa “…
(D. Nevo 1996).
 Sistémica
Considera las relaciones integradas y evolutivas de un conjunto de variables
(internas y externas). El fenómeno educativo es una realidad sistémica, es decir,
interactiva, interrelacionada y pluridimensional.
En la medida en que en el Sistema Educativo intervienen variables internas y
externas del entorno socioeconómico, cultural y administrativo, la funcionalidad de
la evaluación depende en gran medida de la consideración de ambos tipos de
variables. Determinar el valor o la calidad de la educación del Sistema Educativo,
de un centro educativo o de un alumno concreto tiene que hacerse considerando
esta realidad.

 Cíclica
Las evaluaciones de centro más significativas se tienen que repetir periódicamente
con el fin de poder conocer y valorar las tendencias y los cambios obtenidos
mediante la comparación de resultados después de haber introducido medidas para
la mejora.

Objetivos de la evaluación
Evaluar, se refiere simplemente a emitir un juicio acerca de algo. Por tanto, la
Evaluación educativa puede definirse como “La emisión de un juicio acerca del
sistema educativo y la manera de alcanzar una calidad óptima en dicho sistema”.
La evaluación del sistema educativo o de sus elementos tiene una función principal
que es la de “establecer un sistema de control de calidad”, donde dos aspectos
importantes:

1. Vigilar el logro de los objetivos instruccionales por parte de los estudiantes.


2. Localizar defectos en los materiales de la lección y determinar las razones de
estos.
Lo que busca realmente la evaluación educativa es:
 Detectar la situación de partida general para comenzar un proceso
enseñanza-aprendizaje.
 Facilitar la elaboración de la programación idónea y adecuada.
 Establecer siempre contenidos que vayan ligados a otros.
 Regular el proceso enseñanza-aprendizaje.
 Mantener los objetivos no alcanzados incorporándolos a las unidades
siguientes.
 Confrontar o reformular la programación en función de los datos obtenidos
de la evaluación.
 Orientar al estudiante para futuros estudios.
 Tener un informe constante de evolución y avance de los alumnos.
 Regular y mejorar la organización y actuación docente.
 Seleccionar los recursos didácticos y programas específicos para el centro.
 Facilitar el aprendizaje del estudiante Juzgar el progreso del estudiante.
 Tomar decisiones acerca de que métodos y materiales utilizar en la
instrucción.
 Determinar la guía y orientación que requiere un estudiante.

Doménech (1999) Debe permitir ajustar la ayuda pedagógica a las características


individuales de los estudiantes mediante aproximaciones sucesivas Debe permitir
determinar el grado en que se han conseguido las intenciones del proyecto”.
ANDER-EGG, Esquivel Señala: Dentro de la práctica educativa la evaluación es un
instrumento y es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje: como tal es
imprescindible para apreciar el aprovechamiento de los educandos y para poder
verificar en qué medida se han alcanzado o no, los objetivos educativos previstos.
Evaluar es un instrumento para ser utilizada en la intervención educativa, reajustar
las programaciones y actividades subsiguientes. Villacota, V, Judith 1999

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