En lo que a su uso externo se refiere encontramos diversas aplicaciones
del romero:
Es adecuado para mitigar los dolores musculares y
los calambres producidos por el esfuerzo físico, así como para desinflamar o relajar los pies, por lo que su uso es bastante frecuente entre los deportistas. Basta con realizar baños de romero durante 15 o 20 minutos o con aplicar sobre la zona en cuestión aceite de romero para notar sus efectos beneficiosos. Realizar masajes sobre el cuero cabelludo con aceite de romero, enriquecido con aceite de almendra, ayuda de manera notable a mejorar la circulación de la zona y el nacimiento del cabello. En los casos de uñas frágiles y quebradizas, evita que éstas se rompan. También es reconocido su uso para combatir el mal aliento y aliviar las llagas y las inflamaciones.
Otras aplicaciones del romero
Amnesia. Caspa. Celulitis. Contusiones.
Dolor de cabeza.
Espasmo.
Frigidez.
Higiene íntima. Hipercolesterolemia.
Ictericia.
Procesos inflamatorios.
Insomnio.
Reumatismo.
Tortícolis.
Precauciones frente al romero
En cualquier caso, es muy importante tener en cuenta que un uso excesivo y continuado del romero puede causar toxicidad, generando desde vómitos a edema pulmonar.
No conviene abusar de uso, ya que al tener propiedades estimulantes
puede provocar episodios de ansiedad e insomnio.
Hay que tener en cuenta que el romero podría provocar interacciones al
ser tomado junto con algunos medicamentos, como anticoagulantes (warfarina, aspirina), diuréticos (hidrocolorotiazida y furosemida), litio, o inhibidores de la ECA para la presión arterial.