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SISMOLOGIA

Sismología: es la ciencia que estudia los aspectos relacionados con la


recurrencia de temblores de tierra, terremotos o sismos.

Los sismos son perturbaciones súbitas en el interior de la tierra que dan origen a
vibraciones o movimientos del suelo; la causa principal y responsable de la mayoría
de los sismos (grandes y pequeños) es la ruptura y fractura de las rocas en las capas
más externas de la corteza terrestre.

En el interior de la tierra ocurre una fractura súbita cuando la energía acumulada


excede la resistencia de las rocas. Al ocurrir la ruptura, se propagan (en el interior de
la tierra) una serie de ondas sísmicas que al llegar a la superficie sentimos como un
temblor. Generalmente, los sismos ocurren en zonas de debilidad de la corteza
terrestre que se conocen como fallas geológicas.

Ondas Sísmicas: En el caso de la tierra existen cuatro tipos de ondas sísmicas


fundamentales, de la cuales dos son internas, es decir vibraciones que se propagan
en el interior de la tierra (como sólido elástico): ondas longitudinales o de compresión
y ondas de corte o cizallamiento, y otras dos son externas: ondas de Love y de
Rayleigh. Las ondas de compresión, llamadas P en la terminología sismológica,
comprimen y dilatan el medio donde se propagan en la dirección de avance del frente
de ondas. Las ondas de sonido, por ejemplo, son ondas de compresión que se
propagan en el aire. El segundo tipo de ondas que se propagan en sólidos son las
ondas de corte, llamadas ondas S. En este caso la deformación que sufre el sólido es
en dirección perpendicular a la trayectoria del frente de ondas. La propagación de
estas ondas produce un esfuerzo cortante en el medio de donde se origina el nombre
de ondas de corte o cizalla.

Velocidad de las ondas: las ondas se generan por la presencia de superficies de


discontinuidad ya que un medio elástico infinito no podrían generarse. En general su
existencia se explica considerando que la vibración del medio en lugares en los que
existen menores tracciones, y esto sucede por la presencia del vacío o de un medio
de menor rigidez, tiende a compensar la energía generando este tipo de vibraciones.
La velocidad de propagación de las ondas en el interior de la tierra varía, dependiendo
de la densidad y de las propiedades elásticas de las rocas. En rocas típicas de la
corteza terrestre las ondas P alcanzan los 15 km/seg, por ejemplo, en rocas ígneas la
velocidad de las ondas P es del orden de 6 km/seg, mientras que en rocas poco
consolidadas es de aproximadamente 2 km/seg o menor. Las ondas S viajan a una
velocidad menor que las ondas p; la relación aproximada entre ambas es: Vp = 3 x
Vs. Como las ondas P viajan más rápido que las ondas S, son registradas antes por
los sismógrafos, por ello en sismología a las ondas de compresión se les llama ondas
primarias (P) y a las ondas de corte, que son registradas mas tarde, ondas
secundarias (S).
Mecanismo de Subducción

Teoría de la Tectónica de Placas: En términos muy simples, la tectónica de


placas mostró que la capa más superficial de la tierra está formada por un conjunto
de fragmentos rígidos llamados "placas" que se mueven sobre sobre la superficie de
la tierra flotando, por así decirlo, sobre un manto de material viscoso llamado
astenosfera. Estas placas o cascarones rígidos, de aproximadamente 100 Km de
espesor, varían en dimensiones, desde la enorme Placa del Pacífico, por ejemplo,
hasta las pequeñas placas como la de Rivera, frente a las costas de Méjico. En la
figura se muestra la subdivisión de placas que conforman la superficie de la Tierra,
así como las direcciones de sus movimientos relativos sobre la astenosfera. El
proceso donde una placa se introduce por debajo de otra se llama subducción y da
como resultado una gran actividad sísmica y volcánica. La actividad sísmica ocurre
preferentemente sobre el plano de contacto entre las dos placas, donde se ha formado
una enorme falla geológica. La extensión de esta falla llega generalmente hasta los
30 o 40 Km de profundidad, la temperatura aumenta notablemente en profundidad y
el movimiento relativo de las placas no tiene ya el comportamiento elástico propio de
las fallas geológicas activas, sino que se relaja por deformación plástica; es decir el
deslizamiento es continúo y a sísmico. Durante los grandes sismos, las fallas que se
deslizan pueden llegar a tener una longitud de hasta 1.000 Km, y alcanzar, como se
ha visto, hasta los 30 o 40 Km de profundidad.

Fallas: La evidencia de los sismos puede ser observada cuando el contacto entre
dos placas aflora en la superficie de la Tierra en forma de "falla", como la famosa falla
de San Andrés, en California. De hecho, fue en observaciones realizadas en esta falla
que pudo deducirse el mecanismo conocido como la "Teoría del Rebote Elástico".
Esto ocurrió durante el sismo de San Francisco en el año 1906. La figura muestra las
dos placas durante el movimiento lateral que produce la acumulación de esfuerzos.
Cuando los esfuerzos rebasan cierto límite se produce el movimiento entre las placas
y se propaga en ambas direcciones. Queda un desplazamiento permanente a ambos
lados de la falla. Aunque este proceso puede parecer intuitivamente obvio, en realidad
no lo es; durante mucho tiempo, se pensó que el falla miento de la corteza era un
efecto de los temblores y no el origen de los mismos. Si bien los sismos son generados
por la ruptura en el plano de falla, las ondas así creadas se propagan a través de la
tierra porque para los tiempos involucrados en la propagación de las ondas (del orden
de varios segundos) esta se comporta como un cuerpo elástico. Cuando una roca es
sometida a una fuerza pequeña por un corto tiempo, la roca se deforma; pero al cesar
la fuerza, recupera su forma original, sin embargo, cuando la fuerza a que se somete
el material es mayor que su resistencia, esta se rompe o falla a lo largo de un plano
que es el llamado "plano de falla". Si existe un plano de falla preexistente, una nueva
ruptura tenderá a presentarse en el mismo lugar porque este es un plano debilitado
por rupturas anteriores. De la misma manera, si tenemos dos placas en contacto, la
resistencia entre ellas se da a causa de la fricción entre las caras; sin embargo la
fuerza de fricción entre ellas es mucho menor que la que sería necesaria para romper
nuevas rocas, de manera que las fuerzas acumuladas tenderán a fallar a lo largo del
mismo plano.

Detección de los sismos: La vibración de la Tierra debida a la ocurrencia de un


temblor se observa experimentalmente con el auxilio de sismógrafos: instrumentos
sumamente sensibles a los movimientos de la superficie de la Tierra. Los primeros
sismógrafos fueron construidos a fines del siglo XIX, empleando un sistema
puramente mecánico. En la actualidad, estos se han modificado y perfeccionado,
aunque el principio básico de operación es el mismo: una masa suspendida de un
resorte sostenido por un soporte empotrado en el suelo. Cuando el suelo se mueve
por el paso de las ondas sísmicas, también se mueve el soporte. Sin embargo la
inercia de la masa trata de que ésta permanezca "estable" en su sitio, permitiéndonos
medir así el desplazamiento relativo entre la masa y el suelo.

Ubicación de epicentros, intensidad y magnitud: Localización del epicentro


de un sismo. Como las ondas sísmicas viajan a diferentes velocidades, las diferencias
de tiempo de arribo entre las ondas P y S registradas en una estación sismológica
están en función directa de su distancia al sitio donde ha ocurrido el temblor. por
ejemplo, para distancias regionales la diferencia en segundos entre el tiempo de arribo
de las ondas P(tp) y las ondas S(ts) multiplicada por ocho, nos da la distancia
aproximada al epicentro en kilómetros { distancia = 8 x ( ts - tp )}. Sin embargo, es
obvio que los datos de una sola estación no bastan ara determinar el epicentro del
sismo, puesto que la diferencia de tiempos ( ts - tp ) nos da la distancia, pero no la
dirección; es necesario contar con un mínimo de tres estaciones sismológicas que
registren el temblor para poder estimar la ubicación del epicentro.

Sismógrafo
Magnitud de un sismo: No fue hasta 1931 cuando el sismólogo japonés Wadati
observó, al comparar los sismogramas de diferentes temblores, que la amplitud
máxima de las ondas sísmicas parecía proporcional a la dimensión del sismo. Este
concepto fue posteriormente desarrollado en 1935 por Charles Richter quien,
estableciendo analogías con la medida del brillo de las estrellas en astronomía,
empleó por primera vez el término "magnitud" para catalogar los temblores. La escala
original de Richter tomaba las amplitudes máximas de ondas las superficiales de
sismos ocurridos a distancias cortas para calcular lo que el denominó magnitud local
o magnitud ML. Posteriormente, el uso de la escala original de magnitudes de Richter
se extendió para calcular magnitudes a grandes distancias, utilizando las amplitudes
máximas de las ondas P (mb) o de ondas superficiales (MS). El sismo del 19 de
setiembre de 1985 en México por ejemplo, tuvo un valor de magnitud de 8.1 en la
escala MS.

Escala de Magnitud: selección de la escala de magnitud más adecuada depende


de la magnitud del sismo y de la distancia a la cual se encuentre la estación
sismológica. Para evitar confusiones, sin embargo, la información de magnitud
ofrecida al público se da generalmente sin especificar qué tipo de escala se utilizó.
Algunas veces se crean situaciones confusas, cuando se informan diversos valores
de magnitud para un mismo sismo. Esto resulta porque muchas veces ML, mb y MS
no tienen valores idénticos para un mismo sismo.

Sismos de Intraplaca: Aunque la mayor parte de los sismos que ocurren en el


mundo se relacionan directamente con el movimiento de las placas tectónicas, hay
sismos menos frecuentes que ocurren en los continentes, hacia el interior de las
placas; a pesar de que estos sismos son generalmente pequeños, ocurren
ocasionalmente eventos de mayor magnitud. A diferencia de los terremotos que son
sentidos como movimientos oscilatorios de periodos largos, los sismos locales se
presentan como una fuerte sacudida vertical casi instantánea, seguida por vibraciones
rápidas de muy corta duración. Frecuentemente, los sismos locales son acompañados
de un fuerte ruido subterráneo.

Replicas: Las réplicas, por definición, son los sismos de magnitud menor que el
sismo al cual siguen, y que ocurren sobre el sector de falla geológica recién deslizada;
las réplicas de un sismo de gran magnitud son más grandes y duran más tiempo que
las de un sismo pequeño. Podemos pensar que las réplicas son sismos menores que
liberan parte de la energía que no fue totalmente relajada por el deslizamiento
principal, y que tienden a ocurrir en áreas donde la superficie de la falla tiene
rugosidades o es heterogénea.

Amplificación de las ondas Sísmicas: Las ondas sísmicas son amplificadas


notablemente en suelos blandos por ser más fácilmente deformables que la roca
firme. Uno de los casos más notorios de amplificación local de vibraciones sísmicas
debido a las condiciones del subsuelo son sin duda los de las ciudades de Bogotá y
México, que están construidas sobre arcillas que fueron arrastradas de las de las
partes altas de los valles y depositadas en el lecho de antiguos lagos. La destrucción
de numerosos edificios y las altas intensidades reportadas registradas en el centro de
la ciudad de México en el terremoto de 1985 muestra claramente este fenómeno de
amplificación local de energía sísmica.
TECTÓNICA DE PLACAS
Durante miles de millones de años se ha ido sucediendo un lento pero continuo
desplazamiento de las placas que forman la corteza de nuestro planeta Tierra.
Este movimiento se origina por que la llaman tectónica de placas, una teoría que
complementa y explica la deriva continental.
Los continentes se unen entre sí o se fragmentan, los océanos se abren, se levantan
montañas, se modifica el clima, influyendo todo esto, de forma muy importante en la
evolución y desarrollo de los seres vivos. Se crea nueva corteza en los fondos marinos, se
destruye corteza en las trincheras oceánicas y se producen colisiones entre
continentes que modifican el relieve.
Las bases de la teoría
Según la teoría de la tectónica de placas, la corteza terrestre está compuesta al menos
por una docena de placas rígidas que se mueven a su aire. Estos bloques descansan
sobre una capa de roca caliente y flexible, llamada astenosfera, que fluye lentamente a
modo de alquitrán caliente.

Los geólogos todavía no han determinado con exactitud cómo interactúan estas dos
capas, pero las teorías más vanguardistas afirman que el movimiento del material espeso
y fundido de la astenosfera fuerza a las placas superiores a moverse, hundirse o
levantarse.
El concepto básico de la teoría de la tectónica de placas es simple: el calor asciende. El
aire caliente asciende por encima del aire frío y las corrientes de agua caliente flotan por
encima de las de agua fría.
El mismo principio se aplica a las rocas calientes que están bajo la superficie terrestre: el
material fundido de la astenosfera, o magma, sube hacia arriba, mientras que la materia
fría y endurecida se hunde cada vez más hacia al fondo, dentro del manto.

La roca que se hunde finalmente alcanza las elevadas temperaturas de la astenosfera


inferior, se calienta y comienza a ascender otra vez.
Este movimiento continuo y, en cierta forma circular, se denomina convección. En los
bordes de la placa divergente y en las zonas calientes de la litosfera sólida, el material
fundido fluye hacia la superficie, formando una nueva corteza.

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