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Frágil
Testamentos de la Primera
Cábala
La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
La Senda
Frágil
Testamentos de la Primera
Cábala
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Autores
Agradecimientos
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Tabla de Contenidos
La Canción de Bernadette
Posteriormente
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Mi pupilo Mahment me dice, al igual que mi propia experiencia, que nadie escucha a
un anciano divagando en estos días, incluso si ese anciano puede nivelar montañas con un
pensamiento. Así, voy a tratar de ser breve. Un libro moderno debe tener un golpe, un gancho,
los lectores deben ser arrebatados de las aguas de la apatía y empujados en la cuestion de la
obra antes de que puedan aburrirse y coger una revista en su lugar. Voy a renunciar a mis
pensamientos habituales sobre esta situación e introducir el "gancho" sin más comentarios:
¡ESTAMOS GANANDO LA GUERRA PERO PERDIENDO EL MUNDO, MALDITA SEA!
¡MUCHA GENTE MURIÓ PARA DARNOS LO QUE TENEMOS HOY EN DÍA! ¡GENTE, NO
NÚMEROS EN UN LIBRO DE HISTORIA! ¡¡SERES HUMANOS, COMO TU O COMO YO, QUE
SACRIFICARON TODO LO QUE TENÍAN PARA DARNOS UN FUTURO!!
¡DEBEMOS RECORDARLOS A ELLOS, Y LAS COSAS POR LAS POR LAS QUE LUCHARON,
O ACABAREMOS PERDIENDO TODO LO QUE TENEMOS AHORA Y TODO LO QUE JAMAS
SOÑAMOS TENER, ALGÚN DÍA!
Menos sutil, pero confió en que he señalado mi objetivo.
Este es un libro de muerte, los últimos Testamentos de cinco magos que ayudaron a
fundar nuestra unión augusta, quienes viajaron, con otros cuatro, a través del mundo y
sacrificaron todo lo que tenían por una oportunidad de devolver la maravilla al mundo.
Maravilla a través de la fuerza, pureza de visión y magia.
Fallaron. Aun así triunfaron.
Este grupo, llamado la Primera Cábala de las Nueve Tradiciones Místicas, cayó ante
las espadas de los primeros Tecnomantes, viciosa Paradoja, y la traición de su propio líder. Su
derrota casi destruye la deleznable unión de nuestro Concilio; una Tradición fue desterrada
poco después de la Gran Traición y las pruebas que la siguieron, y los restantes cuatro magos
de aquella Cábala fueron por caminos separados, abatidos y desilusionados. No obstante,
nuestro Concilio perduro; sobrevivimos a la Traición y al deslustre de nuestros sueños, la
fragmentación de los Solificati y la deserción de muchos Cuentasueños y Hermanos Akashikos
cuando sus tierras natales cayeron bajo ataque occidental. Sobrevivimos a la Paradoja, el
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igual que estamos a cargo de crearla. Nosotros, de todos los mortales, no podemos olvidar lo
que nos ha precedido. Ni tampoco podemos derivarla en pedazos de papel y meterla en
estantes de biblioteca, tan solo otro libro a ser comprobado cuando se requiera. Somos
historia, el pasado, presente y futuro encarnado, y no debemos olvidar a aquellos que nos han
precedido - lo que hicieron, lo que dieron, lo que finalmente ganaron - no sea que nos
convirtamos en el ultimo capitulo en el último libro de historia.
Este es el relato de la Primera Cábala; cinco Testamentos, mas mis propias
observaciones y comentarios. Como muy pocos de los nuestros tienen la tolerancia de cribar a
través de declamación arcaica, me he tomado la (laboriosa) libertad de traducir estos
testimonios al Ingles moderno (y Español, Alemán, Latín, Hebreo, Francés, Japonés, Mandarín,
Bantú, Cherokee y Árabe, en las apropiadas traducciones), y publicado una simulación de
realidad virtual (con la ayuda de Tsun-Hsing Kao, Felicia Thomas, y un grupo de dedicados
académicos y actores - ver mis Agradecimientos) en la Red para aquellos que deseen
experimentar todo el peso de los eventos. Quizá, reuniéndolos todos juntos por primera vez, le
he añadido un sexto Testamento a los que están dentro. Porque si bien no era una parte de la
Primera Cábala, su sino - y eventual redención - me ha perseguido por medio milenio.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Historia de Fondo
Tempus Dicit; Sapientia Audit
Por favor perdóname una presunción momentánea; se cuan pocos de los nuestros
leen la lengua Romana estos días y cuan pocos aun se preocupan de mantener las lecciones
del pasado. Pero la gracia del Latín es su simplicidad musical. Como el mismo acto de la propia
magia, el tono de las palabras porta sabiduría mas allá de su simple sustancia. Una traducción
más literal, "El tiempo dice, la sabiduría escucha", le falta, me parece, la musicalidad de esta
lengua señorial.
Por otra parte, esta impresión romántica de una raza guerrera (incluso la palabra
"romántica" refleja este prejuicio) desmiente la verdad detrás de sus hechos; los mismos
Romanos fueron disciplinados ladrones para nuestra moralidad moderna, robando territorio,
cultura, religión, filosofía y esclavos vivos de cada tierra en la que entraron. Para los
estándares de nuestra edad, fueron barbaros (como fueron los grandes Atenienses antes que
ellos); como arquitectos de un mundo indómito, fueron meramente pragmáticos. Hay una
lección en esto para los nuestros, una lección que he vivido por más de quinientos años.
Esa lección no es la glorificación de la crueldad, aunque muchos de mis rivales
estarían en desacuerdo; se trata de una simple, si no evidente, verdad; ideales y moralidad son
tan cambiantes como la Realidad que los Despertamos comandamos. Una base sencilla, sin
embargo, una moralidad común, ha respaldado todas las sociedades desde los primeros
cavernícolas hasta los títeres Victorianos de los Tecnócratas:
No Has de Robar a los Tuyos.
No Has de Mentir a los Tuyos.
No Has de Asesinar a los Tuyos.
Entonces Conocerás que Algún Propósito Mayor guía cada paso Tuyo.
Cagar No dónde Has Yacido.
(Perdóname la artesanía de palabras … estoy divagando, como mi pupilo Mahmet
siempre me dice, en anacronismos para defender mi cuestión. Debes admitir, no obstante, que
los grandes pensamientos pierden algo en las traducciones comunes.)
Como he dicho, estos son conceptos universales, los pilares de cualquier sociedad
que espera sobrevivir durante cualquier periodo de tiempo. Y en nuestro mundo moderno, se
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han derrumbado como leños de la chimenea transformados en cenizas. Y como las cenizas se
han dispersado a los vientos.
Esto no es nuevo, mis amigos; nuestros primos Huecos y contemporáneos
Nefandicos celebran nuestra próxima caída en sus canciones, vestimentas y películas favoritas.
Todos nosotros, desde el chaman nómada hasta el vengador Tanatoico, sentimos el gélido
toque de la Entropía apagando el reloj de nuestro mundo. Hemos despilfarrado nuestro
precio, nosotros los Sapiens, desechando la moralidad y visión que es nuestro derecho de
nacimiento. El mundo como lo conocemos está muriendo, y la culpa es en parte nuestra.
Ahora, no sea que me parezca a un predicador callejero mortal, permíteme calificar
esto: hemos visto tales días antes. Muchas veces pasadas, la mano colectiva de los dioses ha
tenido a bien rebobinar el resorte del reloj, otorgando a los nuestros otra oportunidad para
completar nuestro Destino. Nuestra Tierra, aunque efímera Ella puede parecer, no muere
fácilmente. Nuestra especie, la humanidad, es otro tema. Nuestro poder sobre la existencia,
potente aunque pueda parecer, es una cosa tenue, fácilmente extinguido por un pensamiento
despreocupado o un gesto suicida. Somos, en el gran esquema de las cosas, reemplazables. Es
sobre nuestros principios, sobre nuestra moralidad, de los cuales surge tanto de nuestro Yo
Divino como la preservación de uno mismo, que dependemos para nuestra frágiles vidas.
Puedo oírte riéndote disimuladamente, ya sabes. Incluso aquí, en mi escritorio,
presiento tu desestimación así como yo puse la pluma al papel. La moralidad es una broma,
podrías decir, abaratada por predicadores y renegados. Y estarías equivocado. La moralidad,
algún sentido del propósito y principio, es todo lo que nos guarda del olvido. Nosotros los
Despertados, de toda la humanidad, deberíamos saber esto. Tales principios no están muertos,
no importa cuán pobres sean las circunstancias, hasta que los arrojemos en nuestra propia
tumba. Como he dicho, hemos visto - He visto - días oscuros antes; la oscuridad ha sido
nuestro lote desde el comienzo del tiempo (si, de hecho, el Tiempo tiene un comienzo tal).
Hemos, como una especie, como almas encarnadas tanto iluminadas como Despertadas,
afrontado tales tiempos antes. Es posible que no siempre hayamos triunfado, pero siempre
hemos perdurado.
Nuestros rivales dirían lo contrario; unos buscan atar la Tierra en cadenas
Tecnocráticas mientras los otros desean Arrastrarla hacia abajo en caos o destrucción. Cada
grupo tendría la victoria; nuestra continuada existencia como un Concilio Místico, no obstante,
prueba que están equivocados. Durante cinco siglos, cerca de una docena de cursos de vida,
he visto nuestro Concilio levantarse, caer y alzarse de nuevo. En estos días de Crepúsculo,
mantenemos un poder que no hemos conocido desde la formación de nuestra Hermandad (o
Compañía, o cualquier cosa que pase por ser correcto en estos tiempos estropeados por el
género…). A pesar de las pesadillas ciber-mágicas que acechan a los nuestros en la calle y el
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pueblo, sé que esto es cierto. He estado aquí desde nuestra formación, ves, desde la Gran
Convocación de 1466, y conozco nuestros altibajos como pocos magos vivos.
La Gran Convocación
La reunión de Magi conocida como la Gran Convocación fue un derroche de color,
sensación, sabiduría y novedad; dudo que alguna vez vayamos a ver como es de nuevo.
Durante un periodo de años, nos reunimos desde las ciudades y alianzas de Europa hasta los
picos del Tíbet, desde los pastizales de África al país de la visión que ahora se llama el campo,
desde tierras sin descubrir, sin cartografiar e inimaginables por las mentes débiles del hombre
Medieval. A medida que los Portales fueron abiertos y el gran lugar de encuentro llamado
Horizonte era formado, llegamos de todas las culturas, los lugares y las practicas conocidas
para crear una Compañía de Despertados, para salvar a nuestro mundo de la indiferencia
ignorante.
Fallamos, pero tuvimos éxito. Perdimos nuestra unidad, y casi nuestras almas, pero
ganamos el futuro - el futuro que es ahora nuestro mundo moderno. Porque todas las tinieblas
de este mundo habrían aumentado mil veces si nuestro Concilio hubiese perdido la esperanza
cuando la Primera Cábala cayo …
Pero me he adelantado. Hay un sentido en todo esto, que voy a explicar
momentáneamente, pero basta con decir que nuestro Concilio, y nuestro mundo, han visto
oscuridad ascendente antes. Y hemos sobrevivido. Porque es nuestra visión, y nuestra
dedicación a ello, y la moralidad universal de la que he hablado antes, que nos ha visto a
través de otras pruebas. Somos los moldeadores de la realidad, los pocos Despertados, y
nuestra visión puede salvar nuestro mundo de la muerte final. Nuestra sabiduría, guiada por
las lecciones del pasado …
Una Pausa Autobiográfica
Para aquellos que no me conozcan (y muchos, ruego, no, debido a que mi reputación
no es tan prístina como desearía), soy un Maestro Hermético de Doissetep y uno de los
fundadores de su presente encarnación en el Horizonte. He sobrevivo durante quinientos años
de guerras, intrigas, plagas, persecuciones, romances, amores, traiciones, Silencios, reacciones
e intentos de asesinato. Algunos me llaman excéntrico, iluso, incluso mortalmente loco; puede
que tengan razón. Ciertamente, mi mente no es lo que una vez fue. He, no obstante,
sobrevivido y prosperado, aunque no sin coste. He conocido mas derrotas que todas las
naciones de la Tierra combinadas, y mi supervivencia es mi mayor victoria. Mi supervivencia, y
las lecciones que esas derrotas me han enseñado.
Los detalles de mi nacimiento y vida temprana son tanto tediosos como
insignificantes; basta con decir que Desperté por mi cuenta y que pronto fui tomado y
entrenado por mentores de la Casa Hermética Flambeau. A los veintiocho años, ayude a mover
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Quizá nunca he Ascendido para unirme a los Oráculos porque me limito a mi mismo con esta
creencia. No obstante, estoy convencido de que la juventud es la visión; indisciplinada, por
supuesto, e ignorante e inexperta, pero vital. Esa vitalidad se extrajo de nosotros con la edad.
Incluso si ralentizamos el avance dentro de nuestros cuerpos, no podemos mantener el peso
de nuestras mentes iluminadas. Cuanto más veamos, mas pensaremos que conocemos.
Cuanto más creamos que comprenderemos, cuanto más fijados en nuestros caminos llegamos
a estar, y cuanto más limitemos nuestro potencial. Así, la juventud es la llama que prende el
futuro. El poder es meramente pulimento en hojas romas.
Alegraos, mis jóvenes hermanos. El Maestro os ha hecho un cumplido.
Nuestros amigos Eutanatos tienen el derecho de ella, la Entropía es inevitable,
incluso para los inmortales. Esta es la lección que nuestros primos nocturnos, los vampiros,
todavía tienen que aprender. Como uno que ha sobrevivido a muchos de su tipo, solo puedo
sonreír tristemente al dolor en mis huesos y el crujido de mis articulaciones. El tiempo puede
ser esquivado, pero nunca puede ser ignorando.
Si mis palabras parecen amargas, es porque estoy cansado. Estoy cansado de las
políticas que desjarretan nuestro Concilio incluso mientras mordemos los talones de los
Tecnomantes. A medida que la Edad del Crepúsculo se aproxima, somos colectivamente más
fuertes que de lo que hemos sido desde nuestros inicios. ¡Nueve aguantamos, unidos, por
primera vez desde que los Ahl-i Batin huyeron del sueño que ayudaron a crear, solo unos
pocos años después de que los Hijos del Éter llenasen el asiento dejado vacante por casi
cuatrocientos años! En el mundo mortal, fe y maravilla roían la verdad hueca de los
Tecnomantes. ¿Quién sabe qué es lo que las próximas décadas podrían traer? No obstante nos
distanciamos dentro de nuestras propias Compañías, maldecidos por la cortedad de miras y
una falta de fe en nuestros propios milagros. ¡Que necios fuimos, para tirar el futuro en la
división! Y sin embargo parece que estamos atrapados, al igual que yo lo estoy, aquí en mi
sanctum, observando las sombras, esperando el hormigueo de las custodias de dolor que me
alertan de otra amenaza. Estoy cansado de luchar contra los míos; estoy cansado de nuestra
estupidez.
Y estoy divagando. ¡Al historia, entonces, de la Primera Cábala, y al Infierno con las
divagaciones de un anciano!
Durante innumerables edades, la magia, de una forma u otra, gobernó las mentes de
la humanidad y el tejido de la realidad. Durante este tiempo, no hubo "Tradiciones" como las
conocemos, aunque filosofías comunes y ordenes mágicas existieron. A medida que la fuerza
de la "razón" estática se cerraba sobre los obradores de milagros, no obstante, el equilibrio de
poder se desplazo. Muchas personas se levantaron contra los magos que habían trabajado con
tanta libertad por tanto tiempo y la realidad misma comenzó a cerrarse, limitando o incluso
destruyendo milenios de trabajo mágico. El proceso era gradual pero inequívoco.
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A medida que los límites de la realidad se hicieron más firmes y la tolerancia de los
Durmientes se acortaba, los Magi lucharon los unos contra los otros. Las batallas, plagas,
persecuciones y divisiones resultantes diezmaron los Despertados y los no-Despertados por
igual. La incipiente Orden de la Razón, compuesta de magos y filósofos de mentalidad
científica, prosperaron en el caos. Con su unidad y propósito, las Alianzas de la Orden - los
Artificieros, la Cábala del Pensamiento Puro, los Masones Artesanos, los Maestros de la Razón,
los Buscadores del Vacio, el Alto Gremio, la Unión de Filosos y otros pequeños grupos -
arbitraron disputas internas, declararon una meta común, un bien común y trabajaron para
conseguir un único teorema unificado de realidad. Las dispersas ordenes místicas no tenían
ninguna posibilidad.
A principios del 1440, tres magos, representando lo que posteriormente se
convertirían en el Coro, los Verbena y la Orden de Hermes, se reunieron y discutieron el
problema. A lo largo del mundo, la magia se tambaleaba y los hechiceros combatían. Algo
había que hacer; un propósito, ideal y una metodología común tenía que ser forjada. Estos tres
magos y sus aliados pasaron años viajando por el mundo convencido a otros de su tipo para
unirse. El Tribunal resultante, llamado la Gran Convocación, comenzó en 1457, reuniéndose en
un gran Reino llamado Horizonte.
Con magias impensables, los primeros Maestros agruparon sus recursos y tallaron
Horizonte en la misma Realidad. A medida que cada grupo diferente se unió a la
confederación, añadió un lugar de poder al Reino, alimentándolo con Esencia Cardinal. Los
soldados de la Razón sitiaron aquellos Nodos que pudieron encontrar, pero nuevos recursos
fueron añadidos y los viejos reforzados. Grandes batallas causaron estragos en el Cañón de
Qu'Dali, el extremo flotante de Lyonesse y el mismo Stonehenge, pero nosotros los místicos
encubrimos los restantes Nodos con otras magias y expulsamos a los invasores de nuestras
tierras.
El Reino que construimos contenía una Gran Sala, llena con nueve claustros y una
decima Sala Común central. Cada claustro alimentaba a otro sub-Reino, creado para coincidir
con el clima preferido de los representantes. A las afueras de la Gran Sala, el Reino reflejaba
las estaciones de la Tierra; enormes campos proporcionaban comida para los visitantes y
daban un lugar de recreación para aquellos que se sintiesen atrapados dentro de la Sala.
Algunos vivían fuera y se aventuraban dentro solo cuando tenían que hacerlo. Las bestias
míticas, cuyo número se había reducido de nuevo en la tierra, encontraron santuario en los
campos de Horizonte. Y allí el Concilio se reunió.
Con centenares de magos reunidos de docenas de sendas mágicas, el conflicto era
inevitable. No obstante, el Concilio afirmo, en sus Protocolos iniciales, una determinación para
trabajar juntos por el bien común y la supervivencia mutua. Muchos de los más prominentes
hechiceros de la era se reunieron en Horizonte, el refugio de los aspirantes al Concilio y sus
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rebaños. Por más de nueve años, estos magos debatieron, maniobraron y batallaron, algunas
veces literalmente, sobre las directrices de las "Tradiciones" recién nacidas, las Esferas de la
magia y las definiciones y deberes de los Nueve. El resultado, aunque lejos de ser perfecto,
permanece más o menos intacto a día de hoy.
En 1466, el Concilio de los Nueve finalmente alcanzo una Resolución; procederíamos
juntos hacia una menta común, Ascensión, con un código establecido y (con suerte) las
bendiciones de los dioses. Después del establecimiento de los Protocolos y metas de la
Ascensión, el Concilio nombro una cábala de nueve miembros Adeptos para aventurarse de
vuelta en el mundo mortal y reunir apoyo para el Concilio entre los Durmientes y los
Despertados del Mundo. Nueve magos, uno de cada Tradición, salieron. Su misión, aunque de
corta duración, cambio el mundo.
Estos nueve Adeptos no eran aficionados; cada uno fue escogido a mano por los
miembros del Concilio (en medio de mucha politiquería) como un ejemplo excelente de su
Tradición. Mediante la palabra y los hechos, estos Magi iban a ganarse a los hechiceros,
mesías y otros practicantes de la Magia Verdadera y dar su ayuda, consuelo y sabiduría a los
desconfiados mortales, que, habiendo tenido suficientes "brujas", habían caído bajo el hechizo
de Razón Científica. Tenían que luchar contra los enemigos mágicos del Concilio - los Nefandos
y Diabolistas, los huérfanos renegados y los brujos lineares montados en demonios, Dispares
(magos que condenaron los planes del Concilio) y la Orden de la Razón - siempre que fuese
necesario, pero fueron asesorados para rechazar la violencia y para evitar la tentación de la
soberbia. Primero y ante todo, los magos de la Primera Cábala fueron emisarios de buena
voluntad. De buenas intenciones son grandes males provocados.
Su líder, Heylel Teomim, hermafrodita elegido de los Solificati, creció poderosamente
en el hubris y traiciono a los otros. En 1470, Heylel los condujo a una trampa tendida por la
Cábala del Pensamiento Puro (un precursor caza-brujas del Nuevo Orden Mundial). Solo el
Traidor y el mago Extático, Akrites Salonikas, escaparon. Tres magos murieron en combate; los
cuatro restantes fueron tomados y torturados por Inquisidores mortales. Uno más murió allí y
los otros fueron sentenciados a arder. Un grupo de magos de las Tradiciones, dirigidos por el
fugitivo, rescataron a los supervivientes y rastrearon y encontraron al Traidor. Tomado con
vida, Heylel fue sentenciado por el Concilio a tanto Gilgul como muerte. Ante el Concilio, dio
un último desafiante aunque arrepentido discurso, contando sus penas, orgullos,
desesperación y desdén por el Concilio. Los Avatares gemelos de Heylel luego fueron
arrancados de su cuerpo y místicamente hechos trizas mientras su mismo cuerpo fue
consumido al polvo por fuego y hielo, luego disperso a los vientos a lo largo de Horizonte.
Los cuatro supervivientes de los nueve se dispersaron tan bien. Eloine, la Verbena,
estaba inconsolable; Heylel había sido su amante y el padre de sus hijos. Abandono nuestro
Concilio y murió en una cárcel de cazadores de brujas unos cincuenta años después. La amable
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Bernadette, la hermana Celestial que nunca hablo excepto en canción, se retiro de Horizonte
en medio de rumores de colusión con los Inquisidores; su canción de muerte fue dada a
nuestros archivos solo recientemente. Halcón Caminante, un chaman Seneca que viajo a
través del Atlántico para unirse a nosotros, volvió a su gente, presumiblemente para
advertirles de nuestra existencia. Si se hubiera hecho caso a su advertencia, la historia podría
haber sido diferente. Akrites, a quien algunos llaman héroe y otros llaman cobarde, se
autoexilio después de que el juicio hubiera concluido. Algunos decían que habían visto el
futuro y que no había hecho nada para prevenirlo, y lo maldijeron por el fracaso de la misión.
Su culpa debe haber sido una enorme carga, como mas tarde descubrí, la historia era cierta. La
Tradición del Traidor, los alquímicos Solificati, se derrumbaron poco después de que su elegido
hiciera lo mismo. Algunos se unieron a los Artífices Tecnocráticos mientras que otros fueron
Errantes o se unieron a esa misteriosa Arte llamada los Hijos del Conocimiento. En menos de
cuarenta años, su asiento estaba vació. Permaneció así hasta 1905, cuando los Hijos del Éter
abandonaron la Tecnocracia. En ese momento, el ultimo de la Cábala hace tiempo que se
había ido.
En la superficie, su historia es un deprimente fallo; ciertamente parecía serlo en el
momento. Solo una valoración de la tarea de los supervivientes después de su deserción
muestra lo profundo de su compromiso. La hermana Bernadette ministró a los enfermos y
dolientes de Europa durante varios tiempos de vida después; ella apareció aquí y de nuevo en
el saber del Coro, y no murió hasta 1723. Eloine ayudo a los refugiados de la locura de la caza
de brujas que barría Europa, sus Artes renunciadas pero su respeto por la vida incólume. Solo
fue capturada cuando la edad la redujo a una presa fácil y murió desafiante, su fe restaurada.
Halcón Caminante, lamentablemente, murió poco después de dar la Oratoria preservada aquí.
Aunque mucha de su propia gente lo consideraba como un histérico en años posteriores, sus
palabras siguen comandado gran respeto entre las tribus y pueden haber establecido la
fundación de la Confederación Iroquesa. Akrites, incluso en su exilio, amaso una gran
biblioteca, la cual lego a Doissetep cuando finalmente falleció. A pesar de la tragedia que
destruyo su asociación, los supervivientes de la Primera Cábala portaban el espíritu que los
había llevado al Concilio mucho tiempo después de que se separaran.
Conclusión: El objetivo ha quedado claro
Durante una clase reciente, vi Aprendices dormitando o con la mirada perdida en
ensoñaciones a medida que aprendían sobre los Nueve. Me enfureció al principio, pero me di
cuenta que la historia sin voces es una cosa seca y estéril, desprovista de pasión y fácilmente
rechazada. Conocía a esos Nueve como personas - algunos fueron mis amigos, dos habría
tenido como amantes si hubieran tenido conmigo, uno fue un enigma. Todos ellos eran seres
humanos, no nombres sobre una página. Pocos jóvenes tienen la paciencia, estoy asustado,
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
para escuchar a un anciano parloteando acerca de su propia juventud (¡en términos relativos;
tenía casi cincuenta años cuando la Convocación comenzó!). Siento que las palabras de los
mismos supervivientes hablarían mas vívidamente que mis propios recuerdos imperfectos. Así,
he recopilado estos Testamentos para contar la historia de sus pruebas en sus propias voces.
Ofrezco estos relatos como retratos personales - nada de lo que podría decir haría justicia a
sus búsquedas.
He hablado antes de la moralidad común; no puedo encontrar mejor ejemplo de tal
moralidad que estos nueve Despertados. Incluso el Traidor (o la Traidora), cuya traición
destrozo la Cábala, vivió y murió por su propio código moral. La moralidad no se trata de
actividad sexual, o lenguaje, o gusto en ropa o entretenimiento. Trata sobre la conducta y el
honor, sobre encontrar los principios propios y permanecer junto a ellos, a pesar del coste. Los
Romanos y los Atenienses, a pesar de que podrían ser carniceros para nuestros códigos
modernos, creían en el honor y vivían y morían por él. Así, también, lo hicieron los Nueve.
Podemos aprender mucho de su ejemplo.
Los errores del Concilio y los hechos de la Primera Cábala ofrecen muchas lecciones,
pero el último punto es más importante para nosotros en estos Días del Crepúsculo: esos
supervivientes se aferraron a su visión, incluso a medida que sus ideas eran dispersados y sus
vidas destrozadas. Se trata de una Senda frágil la que los Despertamos caminamos, mas aun
aquellos de nosotros que buscan equilibrar el estancamiento, la oscuridad y la locura. Las
voces de aquellos que nos han precedido pueden guiar nuestros pasos a lo largo de esa Senda,
si nos preocupaos por escuchar. La Primera Cábala persevero, incluso hasta la muerte, y su
coraje debe inspirarnos a todos.
Ofrezco este libro como un grito de guerra, una llamada a las armas y para los ideales
del Concilio. Nueve permanecemos, ahora, místicamente enlazados en Juramento y
numerología a un gran patrón de Equilibrio, dinámico a través de nuestra visión, todavía
conformado por nuestra unidad. Nueve en Uno, por primera vez desde la Traición. Tal fuerza
es crítica en este tiempo de Crepúsculo.
El cambio incontrolado es locura. Los Merodeadores prueban esto de forma regular,
pero necesite las locuras de la Primera y Segunda Guerras Mundiales para mostrarme los
peligros de orgullo desenfrenado y las cicatrices que dejamos sobre nuestra Tierra. Debemos
honrar el ejemplo de los Nueve; de otra manera, nuestro poder esculpe del Tapiz una tumba.
Así termino el sermón. Permite a los relatos comenzar.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Cronología para el
Concilio de los Nueve
1210-1457 - Inicios
Destrucción de la Alianza de Mistridge por los Masones Artesanos - primeros Tecnomantes que,
por la mayoría de las versiones, unieron a la Orden de la Razón (Invierno, 1210).
Convención de la Torre Blanca (25 Marzo, 1325).
Comienza la Guerra de la Ascensión; a lo largo del mundo, la realidad comienza a estrecharse.
Muchos Magi caen en persecuciones, revueltas, asesinatos, plagas y batallas con la Orden de la Razón
(1330-presente).
Según algunas versiones, los Videntes de Cronos (ahora Cultistas del Éxtasis) y los Ahl-i-Batin
animaron a las Casas de Hermes a llamar a un Tribunal mundial por el bien de todos los Magi. La
respuesta es mixta (principios de 1420).
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Después de la derrota de los Masones Artesanos, los Primi - fundadores - del Concilio
estuvieron de acuerdo en construir un gran Reino en el cual reunirse. Cada uno volvió a su tierra natal
y alzo gran poder con el cual alimentar este Reino del "Horizonte". Después de una serie de
trompicones, los Nodos son conectados y el Reino es formado. Esto toma cinco años.
Estrella de Águilas y Naioba se casan (1456), la primera de tales uniones entre las Tradiciones.
Ella le da a luz tres hijos.
Magi y custos de todo el mundo gotean hacia Horizonte. El Concilio comienza a crecer.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Declaramos, bajo todos los Juramentos de nuestras Magias, las siguientes Resoluciones:
Que Reunimos todos los deseosos Magi bajo los títulos de Tradiciones, como corresponde
a su Preferencia y Arte, y Escuela al Bien de Todos y Cada Uno.
Que todos los Enemigos de una Tradición se convertirán en los Enemigos de Todas.
Que las Enemistades entre nuestras Tradiciones serán Disueltas por el Bien de Todos, y
que todas las Disputas serán Resueltas por Tribunal y Juicio Común.
Que Adoptamos, bajo tantos Nombres como mejor nos parezca, las Nueve Esferas
Universales de la Magia para Enseñar y Definir nuestro Arte.
Que Perseguimos los Protocolos de Buena Conducta en la medida de nuestras
capacidades, por el Bien de Todos, y castigar las Infracciones por Tribunal y Juicio Común.
Que Perseguimos, y ayudamos a Otros a Perseguir, la Senda Superior que llamamos
Ascensión, por el Bien de Todos y Cada Uno.
Que Protegemos aquellas Tierras, Gentes y Bestias amenazadas por las Depredaciones de
la Orden de la Razón, nuestros Enemigos Comunes.
Que Buscamos una vuelta a las Viejas Costumbres y la Ampliación de nuestro Mundo y sus
Maravillas, y nos Esforzamos por alcanzar una mejor Comprensión de nuestro Arte.
Que nos Encontramos cada Nueve Vueltas del Año, con nuestros Oficiales Asignados, para
Comprometer nuestra Unidad frente a toda la Obstrucción, Juicio y Disidencia.
Nos Comprometemos a Esto, en total Respeto y Unidad. Que nuestra Senda Prevalezca
contra los Peligros de nuestra Era.
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Escrito en primer lugar el 21 de Junio, 1466. Esta copia es del 1837 Liber Sanguinas Magnus,
impreso en Londres por Dalgleish e Hijos.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
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Escrito en primer lugar el 25 de Marzo, 1325. También de la edición Dalgleish. El
símbolo moderno de la Tecnocracia se proporciona para contrastar.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Bibliografía
Los Detalles de la Marcha de los Nueve han sido comprometidos a registro muchas
veces, aunque no, siento, con mucha empatía para los propios magos. Los reportes de abajo,
no obstante, puede ayudar al estudiante diligente a trazar los pasos de su viaje malhadado.
Los siguientes volúmenes llegan altamente recomendados para los lectores
modernos. Los estudiantes más avanzados conocen como procurarse texto mas arcanos.
Ninguno de estos, por supuesto, están disponibles en librerías mundanas, aunque no dudo que
algunos reportes han alcanzado las bóvedas de mortales no comprensivos. Las Capillas mas
grandes tendrán copias de muchos de los textos listados abajo, y la mayoría están disponibles
en la sala de lectura en la Perdición del Espía. ¡Buena suerte!
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Aquellos dentro de la
CÁBALA
Muchos entre nosotros nunca han aprendido siquiera la historia basica de los Nueve.
Estas breves introducciones se espera que "llenen los espacios en blanco", como dicen, y den un
rostro humano a estas cinco voces. Como cualquier sabio conoce, debes comprender a una
persona para comprender sus palabras y acciones. He recogido estos retratos de recolección,
académicos y el registro de cristal que preserva las sesiones del Concilio dentro del Gran Salón
de Horizonte. Indudablemente, los fantasmas de los Nueve añadirían mas si pudieran.
He tratado de ser lo más objetivo posible; la eliminación total, debo admitir, sería
imposible, y quizá indeseable tan bien. Como ya he dicho, conocí a estos Nueve; aun puedo
escuchar sus voces, sentir su abrazo, recordar las sensaciones de maravilla y, si, deseo, que
experimente en su presencia. Esto, quizá, es la maldición de la longevidad - recordar a aquellos
que se han fallecido hace mucho tiempo como si estuvieran justo al lado. La senilidad mortal,
creo, es un velo protector contra tales recuerdos y el dolor que acarrean con ellos. Un mago, no
obstante, no puede tolerar ni sostener un velo tal por mucho tiempo. Debe permanecer
siempre consciente, o de lo contrario pasara a un largo Crepúsculo del Hechicero, para que no
hiera a la Realidad con su locura nacida de los años.
Estas son las caras de los Nueve; las palabras de los supervivientes siguen con poca
interrupción de mi parte. Quizá, recopilando este libro junto y pasando el legado de la Cábala,
he añadió mi propio Testamento a esta colección. Solo el Tiempo decidirá el valor de estos
fragmentos recogidos: el Tiempo, y tu, el lector.
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Los detalles de sus primeros años son vagos; no hablaba a menudo de su vida antes
de la Hermandad. Nació Jiu Ling, cerca de la costa del Pacifico, y algunas veces recordaba
sobre su niñez a bordo del bote pesquero de su tío. Un Maestro de la Hermandad se aproximo
a Jiu Ling en su adolescencia. Sus padres, asumieron que ella iba a unirse a un monasterio
Budista, la ofrecieron seguir al hombre, y así lo hizo. Brisa de Otoño, como fue nombrada,
rápidamente se gano el respeto de los ancianos por su intelecto y las reprimendas de su
Mentor por sus pasiones inquietas. Acompaño una delegación al Concilio e hizo mucho amigos
(y unos pocos enemigos) entre las Tradiciones en ciernes. Cuando las papeletas fueron
pasadas para la Primera Cábala, Brisa de Otoño estaba a la cabeza de la lista.
Cualquiera que conociese a la chica (que tenía solo 17 años cuando asistió a la
Convocación) estaba impresionado de una forma u otra. Se decía que era grácil como un sauce
y fuerte como una palmada de un trueno. Brisa de Otoño era baja - 1,58cm - y ágil, con
inusuales rasgos afilados para una mujer China. Sus oscuros ojos marrones eran inquietos y
curiosos. La longitud de su pelo negro variaba en gran medida; se rapaba varias veces en un
año (por lo general después de cometer algún acto el cual consideraba indigno de su
Hermandad), pero ocasionalmente hacia crecer su cabello más largo mágicamente, hasta la
parte baja de su espalda y algunas veces más largo, cuando estaba orgullosa de sí misma.
Tendía a vestir túnicas sueltas cortadas y envueltas para permitirla libertad de movimiento,
pero ocasionalmente cogía alguna moda de alguna de las muchas tierras que la Cábala
visitaba. Aunque inquisitiva, raramente hablaba simplemente hablaba por el bien de hablar;
sus conversaciones estaban generalmente enfocadas al aprendizaje o al descubrimiento de
nuevas cosas.
La Hermano (ella nunca se refirió así misma como "Hermana") evito a Cygnus Moro;
se decía que había chocado con él años antes, durante una disputa entre los Akashicos y los
Magos de la Muerte. Daud-Alá la fascino con su infinito conocimiento y dominio de lenguajes.
Le enseño muchas de las lenguas que conocía durante el curso de la Convocación, y los dos
fueron muy amigos en todas partes. Aunque alguno entre la Cábala especulaban que su
relación iba más allá de la amistad, fueron muy discretos si es que alguna vez lo había hecho.
Participaba en debate constante con el Maestro Louis, pero le respetaba como un hombre
culto y honorable. Su aparente muerte por Paradoja la estimulo en una rabia homicida, y
derribo más de una docena de hombres mortales y dos magos antes de que las heridas y las
magias tumbasen.
Se dice que una encarnación moderna de esta gran maga vive en algún Reino
Akashico. No se la verdad detrás de este rumor, pero me pregunto cuánto de su personalidad
ha pasado a su descendiente, en caso de que ella exista.
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Este Eutanatos pudo haber sido el que convenció a sus compañeros para aceptar un
nombre Griego para una Tradición en gran parte Oriental. Su magia no era ni llamativa ni
poderosa; en lugar de eso influenciaba probabilidades y aceleraba el decaimiento de
estructuras o la Mente. Probablemente fue elegido por su sutileza y elocuencia, características
que sus compañeros de Cábala carecían. Aunque él y Brisa de Otoño no se llevaban bien, se
ofendían el uno al otro menos que lo que lo hacían la mayoría de miembros de sus
Tradiciones. Podía ser increíblemente agradable cuando quería, lo que algunos magos
concedían que pudo tener algo que ver con su dominio de la Mente. Alto y fornido, con el pelo
negro y rizado y una piel oscura y lustrosa, Cygnus Moro poseía una imponente figura que
daba fuerza a sus argumentos y estilo a sus seducciones. Sus ojos negros parecían estar a
punto de hervir con fuego helado cuando se despertaban sus pasiones, y su voz tenía el timbre
de un viento fuerte fluyendo a través de una caverna. Mágico o no, su carisma era innegable.
Su habilidad con armas también era sin igual, solo Brisa de Otoño y Daud-Alá podían
vencerle en combate no-mágico. Era un excelente estratega tan bien, aunque el Maestro
DuMonte pudo vencerle razonablemente en ajedrez y certamen. Cygnus ejercitaba
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frecuentemente, casi como una forma de meditación; su resistencia fue puesta a prueba
cuando los torturadores odiados le preguntaron. Pudieron haber temido su fuerza o habilidad
para destruir madera, piedra y acerco (la cual una vez uso en un intento fallido de liberar a
Eloine), o pudieron haber deseado doblegarlo primero, como un ejemplo para los otros, en
cualquier caso, murió en agonía. Los testigos afirman que sus gritos sacudieron los muros de la
mazmorra y que sus maldiciones mataron a una veintena de Inquisidores.
Dentro de la Cábala, el Portador del Equilibrio era mirado con respeto aprensivo.
Daud-Alá le desagradaba inicialmente, pero pronto lo adopto como un tipo de hijo adoptivo,
tomándolo bajo su protección en la forma de un padrino. Si no hubiera sido por las objeciones
de la Hermandad Akashica, Cygnus podía haber liderado la Cábala. Como fuera, Heylel pareció
verle con buen humor y respeto. El Maestro DuMonte escribió que Cygnus era "… un Hombre
cuya generosa Compasión solo es igualada por su habilidad para despachar a los Indeseados
de su Vista. Suyo es el Poder del Hombre que no necesita pruebas de su Virilidad." De hecho,
fue llorado por un enorme contingente de niños y amantes cuando su destrozado cuerpo fue
recuperado de la cárcel. Diez mujeres se inmolaron en su funeral, para el horror de sus
correligionarios del Concilio. En muerte, como en vida, Cygnus Moro dejo una impresión
inolvidable.
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Siento que tengo una deuda de disculpa con este Magus Hermético, porque al
principio, no confié en el o creí que no era el mejor candidato para acompañar a la Cábala. Era
un hombre oscuro, distante y preocupado, plagado por los fantasmas de una juventud
turbulenta - pues había sido una víctima de la adversa violencia de la Orden de la Razón.
Aunque era un amigo de confianza y un aliado del Maestro Baldric LaSalle, quien primero nos
ordeno tomar parte en el inminente Tribunal, sentí desde el principio que Louis resentía la
división entre las Tradiciones. Al hacerlo, las dispares Casas de la Orden de Hermes fueron
consolidadas, unidas en una única Tradición. Louis había nacido a la Casa Guernicus, o Casa
Quaesitor, como se la llamaba (literalmente "Casa de Jueces") y fue promovido en su cuidado.
Era muy leal a su Casa, comprendiendo mejor que yo que cada Casa era una Tradición
enteramente suya, con su propia historia, su propia belleza. No quería ver a su, o cualquier
otra, Casa obligada a justarse a las normas delineadas por la Convocación. Entonces, yo estaba
tan encaprichado por la noción de una orden mágica que estaba cegado a los peligros
potenciales para mí. Estaba enfurecido por sus argumentos, y pensaba que él era desleal a
nuestra causa. Pero he llegado a comprender de que esto era un símbolo de fuerza, pues Louis
siempre vio todos los lados de cada asunto, y nunca permitió que sus pasiones influyeran en
el. En ciertos sentidos, esta falta de emoción era un defecto incapacitante - pero le hizo la
fuerza de equilibrio dentro de la Cábala, el ojo de la tormenta, por decirlo así.
Atribuyo esta objetividad a las tempranas tragedias que Louis sufrió, cuando era
poco más que un joven, la Orden de la Razón descubrió su Alianza, y reunió las fuerzas de la
Inquisición en un asalto contra los magos de su Casa. Louis perdió a sus padres, y muchos de
sus amigos y familia en aquella fatídica batalla. Esta tragedia lo condujo a una retirada y a
enterrarse en el estudio de las Artes Herméticas. Se rodeo a sí mismo con un capullo
psicológico, manteniéndose distante del mundo exterior.
Esta tragedia también lo impulso a lo que se convertiría en la obra de su verdadera
vida: el dibujo de una fuerza compuesta de todas las tradiciones mágicas, que resistiría los
invasores poderes de la Iglesia y la Razón. Antes de su nombramiento a la Cábala, Louis sirvió
como mensajero y de intermediario para Baldric de la Casa Tytalus, trabajando para establecer
los lazos necesarios sobre los cuales la Gran Convocación seria forjada. Estas actividades le
valieron la notificación del Concilio.
Como he dicho, no apoye al principio el nombramiento de DuMonte a la Cábala, pero
demostró tal maestría de su arte, así como un admirable conocimiento de magia y religión - sin
duda amasado con el transcurso de sus primeros años de intensivo auto-confinamiento - que
hubo pocas otras elecciones lógicas.
Al principio, Louis resulto difícil de comprender para los otros miembros de la Cábala.
Un hombre modesto de pocas palabras y maneras cautelosas, los ojos gris suave del mago
reflejaban poca emoción, pero escudriñaban todo impasivamente. A menudo se mantenía al
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margen, andando con paso pesado avanzando por delante de los otros, estableciendo su
tienda aparte y, quizá inconscientemente, contra el viento del campamento. El resto de su
compañía, más inclinada a desarrollar amistades rápidamente - y rivalidades amistosas -
interpretaban su comportamiento como una reacción hostil, y la mayor parte lo dejo a su
suerte.
Sus buenos modales llegaron a trabajar en su favor. Debido a que hablaba tan
infrecuentemente, sus palabras contenían una mayor importancia; así, cuando hablaba, sus
opiniones recibieron serias consideraciones, manteniéndose por encima de todos los demás
excepto, quizá, las de Heylel. El mismo Solificato a menudo solicitaba el consejo de Louis,
especialmente cuando, como frecuentemente ocurría, el grupo era fracturado por una
diferencia de opinión. Como resultado, una amistad implícita, basada más en la confianza y el
respeto muto que en un real intercambio de palabras, pronto se desarrollo entre los dos.
Siguiendo el liderazgo de Heylel, la Cábala a menudo se volvía hacia Louis para resolver las
disputas, para encontrar soluciones que pudiesen satisfacer a ambas partes, incluso teniendo
en cuenta los abismos que separaban los representantes de las varias Tradiciones místicas.
Buscando siempre simplicidad y practicidad, Louis se vestía con túnicas marrón liso
de fibras gruesas y resistentes, bien adaptado a las condiciones del agotador viaje. El mago
Hermético tenía poca utilidad para las cosas materiales. Portaba un amuleto de plata grabado
con lo que parecía una interminable variedad de runas, un anillo con escalas perfectamente
equilibradas en relieve en su superficie de oro, y un acabo, para usar en los rituales de su
magia: esto comprendía la totalidad de sus posesiones valiosas. Despreciaba el amor de Daud-
Alá por los adornos de su vida de guerrero - las variadísimas armas que abrillantaba y afilaba
diariamente - y su insistencia a vestirse de la manera tradicional de su gente. Quizá el
admiraba a Eloine mas, porque ella no necesitaba pertrechos, y su Tradición la permitía ser
libre de incluso del más mínimo material de ropa. Solía verla cuando cantaba y danzaba,
notando con envidia la facilidad y elocuencia con la cual ella expresaba sus emociones con su
voz y su cuerpo. Aun así la encontraba extraña y enigmática, y se mantuvo distante. Su rechazo
de ella era tan completo, de hecho, que ellos raramente siquiera hablaban. Pocos habrían
adivinado la pasión que ardía debajo de su fría y severa fachada.
El viaje con la Cábala endureció a Louis; aunque voluminoso cuando el viaje
comenzó, pronto se puso delgado y musculoso, aunque incluso en su flaqueza, era una figura
rechoncha. En su metro y sesenta centímetros, era uno de los más bajos de la compañía.
Aunque solo en sus cuarenta y tantos años, la barba y el mostacho que enmarcaban su
pequeña nariz y finos labios estaban salpicados con gris y su pelo había comenzó a escasear.
Las tempranas tragedias que marcaron su vida lo dejaron adusto, más inclinado a fruncir el
ceño que a sonreír. Aun así, había una mirada de juventud sobre el que parecía inconsistente
con su papel como juez y arbitro.
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Me he preguntado durante mucho tiempo que ocurrió durante el curso del viaje que
llevo a Louis a un cambio de actitud. Aunque siempre abierto de mente, la desconfianza
inflexible de Louis de las otras Tradiciones se hizo cada vez más evidente a medida que la
Cábala viajaba a través de Europa, al igual que lo hizo su instancia dogmatica sobre la
veracidad de sus propias creencias. Su odio hacia la Iglesia crio conflictos con la Hermana
Bernadette; sus sentimientos xenofóbicos despertaron la ira de Halcón Caminante, Daud-Alá y
Brisa de Otoño, aunque ninguno pudo explicar suficiente el vinculo que creció entre él y
Cygnus Moro: el obtuvo un mayor placer en la compañía del Eutanatos que el que obtuvo en
compañía de cualquier otro miembro de la Cábala. Quizá la generosa naturaleza y el encanto
natural del hombre de alguna manera desbloquearon la llave a los pensamientos mejor
guardados del mago. Aun así, no fue capaz de superar plenamente la amargura que portaba,
tanto por la pérdida de sus seres amados, como por lo que él vio como el maltrato de la
Tradición Hermética a la que había dedicado su vida.
Gradualmente, Louis comenzó a suavizar sus convicciones contra la Orden de la
Razón. Nunca disminuyo sus discursiones contra la Iglesia, pero mantuvo en su lugar que los
dos algún día se separarían. El Tiempo le daría la razón en su afirmación.
¿Quién puede decir que fuerzas sutiles sacaron a la Cábala adelante hacia su
condenación final? Quizá fueron las convicciones del magus Hermético, su creciente
desconfianza de los otros miembros de la Cábala, lo que contribuyo a la fatídica decisión de
Heylel. Quizá, entonces, culpamos a uno de los miembros, cuando en verdad fueron los Nueve
juntos los que trabajaron para conformar la auto-destrucción de la Cábala.
Al final, Louis lucho valientemente, hasta que finalmente fue consumido por el fuego
de su magia, gastado para defender las vidas de sus compañeros y la misión por la cual se
habían unido. Sigo confiando a día de hoy que el mismo núcleo de aquella convicción ardió
mas brillantemente en las llamas consumidoras de este Magus de la Orden Hermética. Nadie
puede dudar que incluso a través de aquella batalla fanal, la lealtad de DuMonte a la Cábala
era feroz.
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para orar a la Meca, lo que los otros consideraban como meramente otro estorbo para la
velocidad de su urgente viaje.
Daud-Alá era una figura imponente, con amplios ojos oscuros y profundos como un
cielo de medianoche. El único reflejo verdadero de su edad, denotaban las mareas de los siglos
en las emociones que trasmitían, y la amargura de muchos años en sus ojos hastiados. Su pelo
negro, un tono más oscuro que su piel marrón oscuro, caía hasta sus hombros. Antiguo
pensaba que era, que su piel suave y flexible contrastaba con su edad, arrugada solo por las
patas suaves de gallo alrededor de los ojos que tenia por entrecerrar los ojos mucho tiempo
ante el sol. Una gruesa perilla y un mostacho más grueso afilaban los ángulos de su rostro de
huesos fuertes, y el tradicional turbante de su pueblo se añadía a la imponente estatura del
guerrero. Este nunca se lo quito, salvo en dos ocasiones en las cuales se desenredo durante el
curso del combate. Un hombre fiero de fuerza y poder, Daud-Alá era el brazo fuerte de la
Cábala hasta la batalla final, y santo mas que cualquier otro en aquella mañana la Traición de
Heylel. Por desgracia, los puros números por si solos eran lo único que podían superar a este
raro y dotado guerrero. Su heroica proeza sonara sucesivamente a lo largo de la historia, y
siempre será honrado como uno de los más grandes de sus Tradición.
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encontrarse mirando a Heylel en absorta fascinación, como si este ser cambiante hubiera
viajada desde alguna tierra mítica para morar durante algún tiempo entre los más ordinarios
humanos. Era, en verdad, innaturalmente bello. Ya fuese en forma masculina o femenina, las
manos de Heylel eran largas y elegantes, la piel era lisa y suave. Cuando hablaba, ellas
trabajaban elocuentemente para acentuar sus palabras. A menudo antes de pronunciarse en
una discusión o iniciar un debate, fruncía el ceño en una profunda reflexión o concentración,
como si escuchara a los susurros de alguna voz interior; si esto fuera o no las dos almas en el
poniendo en común sus pensamientos, sus ideas, y sus sabidurías, las palabras que fluían
tenían la cualidad de la inspiración de otro mundo.
Aunque pocos entre el Concilio jamás comprendieron totalmente a Heylel, de buena
gana lo eligieron líder de los Nueve. Su aire noble, nacido de la certeza de que estaba más
cerca de llegar a la verdadera perfección que nadie, le gano la confianza de los otros. Era firme,
pero no condescendiente, indicando los defectos y fallos de las palabras y acciones de sus
compañeros, y su dirección del grupo era hábilmente sutil. El mago Hermético era el aliado
más cercano de Heylel entre la Cábala, pues el Teomim confiaba en la objetividad de Louis, y a
menudo encontró refugio en su compañía de un aluvión de pasiones conflictivas.
La vivida elocuencia de Heylel, también, obro en su favor. Su criticismo se
transformaba en alabanzas por el tono y música de su voz, discusiones en las cuales estaba
involucrado se convertían en debates fructíferos del que ambos participantes cosechaban
recompensas iguales. Entre sus lenguas fluidas, el Teomim numeraba su nativo Italiano,
Alemán, Francés, Griego, Ingles y Latín, así como algún chapurreado Chino y Picto. Heylel no
solo hablaba con palabras, sino con todo su cuerpo, paseando y haciendo gestos mientras en
los fuegos de un discurso apasionado. Fomentó debates interminables entre sus compañeros
sobre temas de política, religiosos y filosófica importancia, y siempre estuvo abierto a sus
puntos de vista, escuchando con genuino interés antes de presentar sus contraargumentos.
Raramente permitía que sus emociones influyeran en sus palabras, aunque no se tomo la
molestia de suprimir su sentido del humor, y reía a carcajada las bromas que la compañía
lanzaba sobre aligerar sus cansados viajes.
Cada miembro de la Cábala, a su propio modo, desarrollo un vinculo con Heylel. Ya
que estaba tan cerca de la perfección, los otros vieron en él una respuesta a una necesidad, un
elemento para llenar los huecos de sus almas. Era, quizá, el amigo más cercano del apartado
DuMonte; ciertamente era el único miembro de la Cábala que realmente comprendía el dolor
del mago Hermético, y fue el primero en darse cuenta de los beneficios de su vasta y practica
sabiduría. Para Akrites, Heylel era la fuerte figura paterna; el logro el delicado equilibrio entre
la amistad y la disciplina que se gano el alta estima y la lealtad del Vidente. El antiguo Daud-
Alá encontró en Heylel un igual intelectual, el primero en muchos años, que abrió a
pensamientos y experiencias únicas, pues Heylel era una criatura diferente a cualquiera que el
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de hecho, sobrevivieron; no puedo creer que el Destino ignorase los frutos de tal magnifica,
aunque trágica, unión.
Fuera cual fuera el destino que sus hijos podrían haber sufrido, la Elegida Verbena
era una figura memorable, aunque no tan docta como Brisa de Otoño o Daud-Alá, ni tan
formidable como el Maestro DuMonte o Cygnus Moro, Eloine era una potente Adepta por
derecho propio, con un don intuitivo para las Artes elementales y un sincero respeto por los
engendrados de la Madre. De todos los Nueve, sus ideales eran los más puros - y los mas
frágiles.
Como Brisa de Otoño, Eloine era joven cuando se unió a la Convocación. Su madre y
su padre, ambos Magi Despertados con la sangre de los primordiales Wyck en sus venas,
compartían una amistad con la Primi Nightshade. Habían sido algunos de los primeros en hacer
caso a su llamada a la unidad, aunque permanecieron en su hogar mortal en la costa Irlandesa
hasta que Eloine tubo casi quince años. Antes de pasar a Horizonte, la familia ministro a los
pueblerinos locales mientras que cazaban a los rezagados que habían sobrevivido a la
desventurada "reunión" del General Wyndgarde con Nightshade. Sorprendentemente, Eloine
no tenia hermanos; criada como hija única, nadaba en el amor de sus padres y absorbió sus
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enseñanzas y su Arte. En el momento en el que viajo con ellos a Horizonte, era una poderosa
hechicera, con un fuerte Avatar y un entusiasmo sin límites.
Confieso que estuve encantado por la metamorfosis de la chica; donde en el pasado
conocí a una niña, una mujer sensual ahora bailaba, vivamente, fuerte y coqueta. Aunque no
pude, con la consciencia tranquila , cortejarla incluso antes de su iniciación, la observe desde
lejos. Se decía que provenía del linaje real Boudica, y portaba la estampa de la nobleza en cada
uno de sus gestos. Su espeso pelo rojo caía en cascada por su espalda, y sus ojos, como
mármol verde, sus ojos llevaban toques de tiempos más viejos en sus profundidades. Mostro
su voluptuoso cuerpo libremente, para gran escándalo de los magi mas ascéticos e iba
descalza siempre salvo con el tiempo más duro. Su sensualidad era una cosa natural, no
afectada o calculada, sino extraída de su afinidad a la sagrada Tierra. A pesar de esto, era de
muchas forma, una inocente: al contrario que los Videntes de Baco, quienes despilfarraban su
lujuria en abierta indulgencia, Eloine se la guardaba para sí misma. Los pocos amantes que
elegía provenían, en la mayoría de los casos, de dentro de su Tradición - hasta Heylel.
No voy a hablar más de la relación entre ellos, los Recuerdos que ella misma nos ha
dejado convierten la especulación en chismes de poca profundidad. No puedo afirmar que no
estaba celoso de la unión (cuando más tarde escuche hablar de ello), pero la vida de Eloine fue
siempre suya para perseguir. El celo con el cual abrazaba el Destino la dejo rota cuando esa
marea se volvió contra ella.
Su magia fluía en gran parte de la danza y el canto extático, con esto, conectaba con
el mismo pulso de la Tierra y recurría al Mundo Espiritual. Como he dicho, sus padres le habían
enseñado todas las cosas desde cantos de sanación hasta artesanía de la madera; aunque no
tenía un don real para los lenguajes, se comunicaba lo suficientemente bien con la mayoría de
su Cábala para participar en sus debates. Conocía las armas, también, aunque vacilaba en
retirarlas a no ser que estuviera amenazada. No fue ni la habilidad ni la cortesía ni la
comprensión ni el poder lo que llevo a Nightshade a elegir a tal jovencita para la misión que la
misma Primi había defendido; fue el espíritu y el celo sincero. Eloine encarno las virtudes que
Nightshade esperaba que guiarían a la Primera Cábala. Tendría motivos para lamentar aquella
decisión más tarde, pero creo que el tiempo ha dado la razón a Nightshade.
Al contrario que su alma-hermana Bernadette, Eloine no era ingenua; había
derramado sangre y cazado hombres, pasando sus noches en pasión y sus días en debate. El
vinculo entre las dos mujeres, no obstante, ha sido motivo de mucha especulación durante los
años. Algunos Akashicos afirman que las dos compartían un vinculo de Avatar, una ciclo de
reencarnación de afinidad. Otros afirman que las dos tenían un negro pasado que resolver, y
que incluso ahora se habrían sido la una a la otra a través de algún bucle sin fin de ambivalente
hermandad. La oposición primaria de sus dos Tradición ha sido dicha, por la inclinación-
cósmica, para marcar el foco de yin-yang de la Cábala como su cenit. El Culto incluso afirma
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que las dos fueron amanes. Creo que todo es una tontería, yo mismo. Eloine y Bernadette
tuvieron la oportunidad de reunirse en las encrucijadas del Destino. Ninguna salió ilesa.
Todos los que conocíamos a Eloine nos quedamos impactados por su transformación
cuando Arrites trajo a los supervivientes al hogar en la Capilla Horizonte. Su espíritu danzarín
había sido azotado formando una masa llena de cicatrices que incluso Nightshade no pudo
curar. Partió una mujer joven y volvió una vieja viuda apenas cuatro años después. Los llantos
de sus bebes persiguieron a la madre en furiosas búsquedas de medianoche; mas de una vez,
pudo ser encontrada rebuscando en algún rincón del Reino, con ojos suplicantes, su rostro
demacrado. A pesar de su frenesí, nunca murmuro en voz alta los nombres de sus bebes o los
encomendó al papel. Quizá sintió alguna magia calamitosa que seguiría un Nombre hasta ya
sea su fuente o su propietario. Si la Verbena conocía las identidades de los gemelos, los
mantuvo en silencio. Para el resto de nosotros, aquellos nombres están perdidos.
Quizá fue el sino de sus primogénitos lo que guardo a Eloine de dar a luz a otros
niños, aunque probablemente tomo otros compañeros, aquellas uniones debieron haber sido
cosas sin alegría. No hay registros que hablen de amores posteriores, y la amargura y culpa
que se filtran desde sus Recuerdos habrían envenenando futuras uniones. Es irónico que la
Elegida de los sanadores carnales se volviese ella misma tan rápidamente estéril; en unos
pocos años. Eloine paso desde la Doncella y la Madre a la Anciana. Aunque sobrevivió durante
décadas después, renuncio a su Arte y se convirtió en una vagabunda.
Varios registros afirman que Eloine se unió a un grupo clandestino de mujeres que
transportaban a las brujas acusadas lejos de los Inquisidores o vengaban las atrocidades que
personificaban la caza de brujas Europea. Potente como sus esfuerzos pueden haber sido, esta
compañía, si existió, causo poco impacto en la locura que consumió a magos y a inocentes por
igual. La Cábala del Pensamiento Puro y sus esbirros mortales habían sido demasiado efectivos
para el bien de nadie; en el plazo de dos siglos, millones habían muerto de formas que deben
de haber sido ovacionadas por los Caídos. Eloine pereció en las llamas de aquel holocausto
temprano, su cuerpo anciano pero su fe, se nos dice, renovada cerca del momento de su
muerte. Dondequiera que el Avatar de Eloine ahora descanse, espero que haya encontrado su
paz. Su Testamento se convierte en mi oración, y mi despedida.
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De todos entre los Nueve, solo uno adivino jamás el papel que Bernadette jugó en la
Inquisición antes de unirse al Coro Celestial y comenzar sus viajes. Este fue el Batini Daud-Alá,
el guerrero antiguo cuyo conocimiento de las escrituras Cristianas superaba de lejos el de ella.
Aunque muchos Cristianos habían sido sus enemigos, Daud-Alá tenía gran respeto por las
enseñanzas de Cristo, tanto es así que paso su vida oponiéndose a los creyentes descarriados.
Vio la ironía vergonzosa detras de las sangrientas Cruzadas, y por eso, se comprometió a
destruir a los Cruzados. Daud-Alá cuido mucho de la hermosa joven (para sus estándares)
cantante, pues ella, también, codiciaba la pureza del camino Cristiano. Aunque ella nunca se
dio cuenta de esto, el atesoraba las canciones que ella le cantaba durante el curso de sus
conversaciones, pues él vio esto como bellas expresiones de sus sentimientos por su religión,
sin trabas por las complejidades de la doctrina. Su error yacía en intentar incrementar la
profundidad del conocimiento de ella de las Sagradas Escrituras; Bernadette llego a resentir el
gran aprendizaje de el, y su temprana admiración por el Batini rápidamente se volvió amarga.
Daud-Alá, cuyos antiguos ojos había desarrollado desde hace mucho tiempo la habilidad de ver
más allá de las superficies, vio en su reacción una respuesta a su propia culpa. La misma
Bernadette era una Cruzada; ella, en el nombre del Cristianismo, había usado sus poderes para
destruir a los enemigos de la Inquisición. Ciertas verdades, la cantante del Coro Celestial no
deseaba oír.
Aunque reconoció la pureza y la bondad del alma de Daud-Alá, el abismo entre la
cantante y el antiguo erudito se volvió cada vez más amplio, más tenso por el hecho de que la
misma Bernadette nunca había aprendido a leer. Para ella, esta parecía una habilidad frívola.
Por este fallo muchos de la Orden de los Predicadores la miraban con desprecio. Esto siguió
siendo un secreto muy bien guardado a lo largo de muchos años de la vida de la Hermana, y
puede explicar el desagrado de Bernadette por el erudito mago Hermético DuMonte, el cual
ella juzgaba exclusivista por su comportamiento.
Aunque la palabra escrita nunca tuvo ninguna atracción para Bernadette, es hoy en
día reverenciada como una de las más grandes cantantes del Coro Celestial - de hecho muchas
de sus canciones todavía se encuentra dentro de los archivos de la Tradición. Se comunicaba
solamente a través de la canción, un inusual, pero no inaudito talento entre la Orden basada-
musicalmente. Entre sus habilidades mágicas, poseía la extraña habilidad de manifestar
proyecciones de sí misma, cada una de las cuales realizaría su propia voz dentro del tejer de la
melodía de Bernadette; fue a través de este medio que la cantante llevaba a cabo
conversaciones consigo misma, a menudo por la noche, pues raramente dormía. Mientras que
la mayoría de la Cábala respetaba esto, unos pocos, tales como Brisa de Otoño y Halcón
Caminante, encontraron esto extrañamente inquietante. Conforme paso el tiempo, sus
compañeros se cansaron de su siempre sinuosos hilos de canción.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
juicio, ninguna música mayor ha tocado este mundo que la ultima voz, el Coro Celestial, que
al menos se relata en prosa lirica la vida de la Hermana Bernadette.
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pero su amor era aquel de un padre por una hija, y así los dos siguieron siendo compañeros
cercanos.
Akrites creía que era su papel de exponer a los otros de la Cábala a nuevos reinos de
experiencia - reinos que servirían para hacer añicos el orden de sus vidas y liberarlos de la
prisión creada por sus naturalezas. Así, habitualmente defendía los cursos de acción más
heterodoxos, intentando seducir a la Cábala con su sensualidad y encanto para actuar contra
las reglas y normas aceptadas. Era sexualmente libre y de moral suelta y controvertida. De
hecho, los Extáticos afirman que sedujo a cada miembro de la Cábala en un momento u otro.
Más a menudo que no, jugaría el papel de abogado del diablo solo para provocar a los otros, y
obsequiaba a sus compañeros con relatos exagerados y bromas de buena naturaleza. Como un
hijo descarrió, Akrites actuaria, a veces, por su cuenta para forjar una nueva senda: algunas
veces los otros le seguirían, pero los más conservadores de la compañía - Bernadette, Moro,
DuMonte - se convirtieron pronto recelosos de sus planes. La Cábala rápidamente aprendió a
tomar sus palabras con una pizca de sal. Extrañamente, Akrites desarrollo un vinculo cercano
con Heylel, quien demostró ser una influencia estabilizadora, un equilibrio para su espíritu
dinámico: con unas pocas palabras suaves, el líder de la Cábala podía orientarlo de vuelta al
propósito final de la Cábala y la necesidad de la unidad de acción.
Akrites era de ascendencia Persa, el hijo ilegitimo de una mujer esclava y un soldado
en la corte de un señor Macedonio. Rebelde incluso en sus primeros años, era una fuente
constante de decepción para su padre, un severo, aunque no sin amor, hombre. No pudo
adaptarse a la vida trazada para él, rechazando una educación clásica y finalmente ganándose
la expulsión de la Universidad de Constantinopla. Su padre, al final irremediablemente
cansado de su comportamiento adverso, lo repudio a favor de un hijo legitimo por su mujer
Cristiana. Es claro que la devoción de Akrites provenía de su persistente necesidad de una
figura paterna que le comprendiera lo suficientemente bien para canalizar el fuego de su
espíritu sin intentar extinguir su llama.
La casi buena apariencia del Vidente fueron a un rival para su confidencia audaz y
robusta, pues él estaba bendecido con una piel casi de oro (de la ascendencia Persa de su
madre), y un cuerpo de perfectas proporciones, con amplios hombros rectos, caderas y torso
estrecho, y unas extremidades bien-definidas y fuertemente musculadas. Mantuvo su barba
recortada cerca de su mandíbula cuadrada. Sus ojos, quizá, decían la mayoría de él, pues, en
igual medida, ardieron con temperamento fiero y suavizados con emoción. Algunas veces, no
obstante, esos grandes ojos negros brillarían misteriosamente, y ninguno podía esperar
adivinar sus pensamientos. A la manera de un auriga Bizantino, su pelo estaba cortado cerca
por delante y llevaba una larga cola de caballo en la parte posterior. Tenía el aspecto de la
eterna juventud, el cual logro a través de las Artes de Tiempo, Mente y Vida.
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exposición a los elementos. El Cuentasueños vestía en blandas pieles curtidas, llevando solo un
taparrabos en tiempo en climas cálidos, pero añadiendo polainas y una camisa de caza de
curtida con cerebro de gamuza en los días más fríos. Nunca se le vio sin la colorida faja de
fibras vegetales tejidas ceñida a su cintura; de este colgaban las faltriqueras que contenían sus
preciosas medicinas. Estas estabas teñidas y decoradas con púas de puercoespín, al igual que
los suaves mocasines que vestía en cualquier tipo de terreno. Conchas coloridas colgaban de
pendientes de sus lóbulos, brazaletes de cobre estampado cruzaban sus brazos
poderosamente-musculados, y ocasionalmente se adornaba con un collar de garra de oso.
Criado a la vida del guerrero, Halcón Caminante se convirtió en un jefe de guerra a la
edad de los dieciséis, después de que su madre y su padre fueran asesinados en un ataque
sobre su pueblo. Durante muchos años, lidero a su gente en pie de guerra, sediento de
venganza, y su tomahawk se volvió rojo con la sangre de sus enemigos. Estaba destinado, no
obstante, a un propósito mayor que una vengativa, si no heroica muerte. Gravemente herido
en una emboscada durante una de sus incursiones, Halcón Caminante yacía indefenso y
sangrando cuando el gran espíritu de lobo se le apareció. El lobo le prometió perdonarle su
vida si enterraba su tomahawk y seguía la senda de un sanador. Halcón Caminante estuvo de
acuerdo, y dio la espalda para siempre a sus días de guerra. Después de su Despertar,
aprendió, con la ayuda de los espíritus, a usar hierbas y plantas para sanar a los enfermos y los
heridos. Pronto llego a ser conocido a lo largo de la tierra por sus milagrosa habilidad curativa.
Halcón Caminante era un visionario tan bien; profecías a menudo venían a él en la
forma de sueños o durante sus bailes ceremoniales. Fue una visión tal la que le llevo a
embarcarse en un peligroso viaje a través de las vastas aguas hacia una nueva tierra,
finalmente uniéndose con la Gran Convocación. Sus visiones, en sintonía con las fuerzas
espirituales del mundo natural a su alrededor, a menudo guiaba la Cábala, leyendo las señales
de peligro inminente. Gasto mucho tiempo en la plegaria y la meditación, lo cual
ocasionalmente demostró ser una fuente de irritación para los otros. Junto con las
meditaciones de los otros, estos descansos a menudo significaban más retrasos.
Los años de viaje en una tierra extranjera fueron difíciles para el Cuentasueños, el se
encontraba en un mundo misteriosamente desprovisto de vida, se cruzo con muchos campos
yermos y lugares donde arboles y vegetación crecían distorsionados y retorcidos. Las ciudades
que a través de las cuales pasaron, a su juicio, estaban llenas con una terrible enfermedad, no
mejor que una plaga sobre la tierra natural, la cual ahogaba a las plantas y animales que una
vez habían florecido. Perdió los amplios y extensos bosques donde un hombre podía retirarse
a cazar, pescar y meditar. La ira del guerrero que se cocía lentamente en su interior se volvía
mas cálida a medida que el viaje avanzaba, al igual que su anhelo de volver a su tierra natal. A
pesar del hecho de que sus compañeros magos no podían comprender sus simples creencias y
profundos lazos con el espíritu de la Tierra, Halcón Caminante forjo una intima amistad con
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
varios miembros de la Cábala. Quizá disfruto de la compañía de Akrites Salonikas el que mas,
pues el Vidente podía contar una mejor historia que los mas renombrados narradores de la
tribu de Halcón Caminante, y tenía un gran interés en el saber herbal. Los dos compartirían a
menudo un cigarro mientras intercambian relatos de sus experiencias. Como Akrites, Halcón
que Camine creía que Daud-Alá era un sabio y noble, pero tenía motivos para discutir con él
sobre las cuestiones de religión: no podía comprender por qué el Dios de Daud-Alá no era el
mismo que el de todas las personas, o porque tenía que leer de las laminas de las hojas para
escuchar la palabra del Gran Espíritu.
Brisa de Otoño tenía un lugar especial en el corazón de Halcón Caminante. La
Hermano Akashica era fiera en batalla - un rasgo que el sanador admiraba, aunque el mismo
se había apartado de su camino - y tenía un espíritu noble, una voluntad de aprender, y una
inclinación por la risa que a veces aligeraba su solemnidad. Era demasiado viejo para tomarla
como esposa, así que meramente disfruto de su compañía. A veces, la enseñaría sus técnicas
de lucha, sigilo y rapidez en batalla - conocimiento obtenido de sus días de guerrero - y la
encontró que era una rápida y cautivada estudiante. No podía enseñarla, no obstante, como
escuchar al viento, o hablar con los espíritus de los pequeños animales que a menudo lo
seguían. Halcón Caminante era para Brisa de Otoño una sabia figura paterna y un mentor
gentil, pero sus profundos silencios la dejaban perpleja. Solo veía la tristeza que algunas veces
permanecía en sus ojos cuando la veía a ella y al Batini practicar sus habilidades de combate.
Halcón Caminante no confiaba en el Solificato - ningun animal en la naturaleza tenía
un parecido al hermafrodita, y la existencia mutable de Heylel estaba completamente mas allá
de su conocer. Creía que los espíritus había tomado el control del cuerpo del Teomim y
luchaban por la dominación. Las discusiones apasionadas en las cuales Heylel atraía a sus
compañeros se perdieron en el Cuentasueños, pues el pueblo Seneca llevaban a cabo las
discusiones de manera diferente; cada participante hablaba solo una vez y largo y tendido, y
luego, en silencio, escuchaba a sus compañeros. Los largos debates incitados por Heylel solo
confundía a Halcón Caminante, pues él no podía ver el sentido en tantas palabras que llevaban
a ninguna discusión agradable. Sus sentimientos hacia el Solificati se volvieron incluso más
oscuros después de sus asuntos con Eloine, quien ella creía una bella hija de la tierra, pero una
envenada por una voz oscura.
Habiendo sobrevivido a la batalla contra los esbirros de la Razón y las torturas a las
manos de la Cábala del Pensamiento Puro, Halcón Caminante al final volvió a su tierra natal y
gente nativa, advirtiéndoles del inminente peligro del que había sido testigo en sus viajes.
Aunque durante muchos años después sirvió como un poderoso y respetado líder de la tribu
Seneca, la derrota de la antigua Cábala - y la pérdida de su amada Brisa de Otoño - le marcaron
profundamente; algunos de su propia gente se cuestiono si no se había vuelto loco a
consecuencia de sus aventura. Ferozmente leal al propósito de la Cábala, Halcón Caminante
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
quizá hizo el mayor sacrificio, pues los largos años que paso errando a través de tierras
extranjeras gradualmente marchitaron su alma. Es mucho lo que hoy en día podemos soportar
aprender de esta figura, pues él hablaba un lenguaje más hondo y más profundo que las
palabras por si solas: el lenguaje de los arboles; la poesía de los sueños.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Las Confesiones de
Heylel Teomim Thoabath
bani Solificato,
pronunciado Barabbi
En mis tratos con los miembros de la Primera Cábala, pocos recuerdos destacan tan
fuertemente como mi primer encuentro con Heylel. La confianza parecía irradiar de su cuerpo,
y su rostro era de inusual belleza. Los dos en combinación eran casi una fuerza abrumadora.
Quizá demasiado abrumadora para incluso el propio mago de soportar. La predilección de
Heylel por cambiar entre el singular y el plural ("yo" y "nosotros") cuando se refería a "si
mismo", que incrementaba a medido que los años pasaban, es especialmente evidente en su
Confesión final.
Esta crisis de dirección honorifica es comprensible; pocos conocían la mejor manera
de referirse a Heylel si no era por el nombre, especialmente cuando cambiaba entre géneros.
Aunque el Solificato era en realidad un hermafrodita (teóricamente un ser perfecto por muchos
estándares alquímicos), uso el término "el" en mis descripciones, aunque solo sea porque eso
me parece más apropiado que "ello".
A día de hoy aun puedo recordar la fascinación que sentí a su alrededor, una
necesidad primaria de mirarlo casi constantemente ante su presencia. Era mas magnético en
su comportamiento, y más allá de lo meramente humano en la atracción que otros sentían
hacia él. Como la mayoría de mis colegas, estaba tanto atraído como repelido: permanecer
cerca de Heylel Teomim hacia a uno sentirse como una polilla cerca de una vela en la oscuridad
- la luz te atraía cada vez más cerca mientras el calor te hacia retroceder.
Tan solo la reputación de Heylel le dio su lugar entre los Nueve. El hecho de que "el"
había fusionado en realidad dos personas en una cuando forjar su nuevo cuerpo era
suficientemente asombroso, esto solo le habría ganado el derecho de estar en tan prestigioso
cuerpo. Su creación de la legendaria Piedra Filosofal, no obstante, prácticamente le garantizo
su posición como el líder de la Cábala. Muchas teorías han ido y venido en cuanto a por que el
traiciono a las Tradiciones; una Tradición entera se disolvió discutiendo sobre ello. Una vez,
sentí como muchos de mis colegas hicieron, que Heylel confraternizaba con demonios (de ahí
esta ultima denominación "Thoabath" - "Abominación"), pero he llegado a creer sus propias
explicaciones en mis años posteriores. Quizá los susurros que he oído de cuando en cuando son
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ciertos; quizá realmente me he vuelto loco en mis años del Crepúsculo, y el hecho de que crea
lo que Heylel declaro es solo un síntoma de mi locura. Eso es para que otros decidan.
El único aspecto de su confesión que no puedo pasar por alto es la pura pasión de sus
palabras. Hablo de la Traición con una voz que se rompió y se quebró por la emoción, mientras
sus comentarios a los testigos de su ejecución mantenía un desprecio acunado en estricta
cortesía. Heylel Teomim Thoabath era la única persona que he conocido que hizo que el
término "estimados colegas" sonara más vulgar que las palabras de un marinero enfadado.
Permanecí y observe mientras el Gilgul era realizado. Los nueve Primi llamaron a los
elementos sobre él, arrancando sus espíritus gemelos de su cuerpo, y aniquilando el todo. No
era una voz la que grito, entonces, sino dos almas. No me siento cómodo decidiendo, siglos
después, si lo que se le hizo a Heylel era justo y equitativo. Como he dicho antes, lo que antes
era pragmático se ha convertido en barbárico, mientras que las viejas abominaciones se han
convertido en algo común. ¿Quién puede decir que habría ocurrido si Heylel no nos hubiera
Traicionado? Quizá nuestro mundo sería un lugar más brillante, quizá uno más oscuro. De
cualquier manera, el hecho está hecho. Heylel Teomim está muerto, sin posibilidad alguna de
volver. ¿Estaba en lo cierto en su decisión? ¿Lo estábamos? No lo sé. ¿Realmente creía que su
Traición traería consigo la unidad de las Nueve Tradiciones? Creo que sí.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Nuestro
Nombre
Es
Heylel
Teomim,
renunciante
de los
Solificati
y,
como algunos
me han
llamado,
Barabbi.
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Daud-Alá cayó ante las armas traídas por mi Traición. Un hombre noble y valiente
destruido por mis acciones. Durante cuatrocientos años el sirvió a su gente y a su nación, un
ejemplo para todos los que creen como el hizo, y mi vil conducta puso fin a un hombre que era
una verdadera leyenda viviente entre los Persas. Era un guerrero consumado, pero también un
magnifico erudito, y un buen amigo. ¿Pensáis que es posible que pueda olvidar sus gritos de
dolor? Tales agonías nunca deben ser sufridas, y con toda seguridad nunca deben ser sufridas
por un hombre de tal honor. Si todos los Batini fueran tan nobles como él, entonces todavía
podeis tener una oportunidad de salvar al resto.
Se que la inocencia y ternura de la Hermana Bernadette fue destruida por las
acciones que llevamos a aprobar. Me doy cuenta de que sus dulces canciones de ingenuidad
nunca van a sonar de nuevo lo suficientemente claras para satisfacer incluso al más voluble de
los dioses, y he sufrido de la certeza que esto también es mi culpa.
Se que Akrites Salonikas - un hombre tan pasional, tan lleno de vida y puro placer
que la vida tiene que ofrecer, cuyos goces sin limites podrían llenar los cielos arriba con
felicidad - nunca volverá a sonreír de la misma forma de nuevo. Sé que el querido Akrites
nunca será capaz de pensar como otra cosa salvo un enemigo cuando el piense en mi en
absoluto. Este conocimiento me hiere gravemente. El dolor corta líneas de vergüenza a través
de mi misma alma.
Mejor que cualquiera de mis jueces, comprendo que Eloine, la madre de mis hijos y
la única mujer que he considerado digna como pareja, tendrá que mirar por siempre jamás sus
recuerdos de nuestros momentos juntos con revulsión y maldiciendo mi nombre con cada
latido de su corazón. Siento la indecible perdida de sus hijos, y siento el odio ardiente de sus
ojos sobre mi cuando descubrió cuyas acciones les habían arrancado de sus pechos. No tengo
conocimiento de que les ocurrió a mis hijos. No si viven o si han muerto. ¿Es que sufren
torturas horribles a manos de la Orden de la Razón? Quizá no es así, pero mi mente me
persigue con sus gritos inducidos por el temor cada hora de cada día.4
¡Cygnus Moro era mi amigo! ¿Me creéis lo suficientemente despiadado para no
sufrir junto con todos los que lo conocieron? ¿Creéis que no me causo dolor descubrir que no
solo murió, sino murió lenta y tortuosamente? ¡Necios! Muchos de vosotros susurran sobre él,
incluso ahora, llamándolo una criatura vil, un servidor de las Fuerzas Oscuras. Era un hombre
justo, y equitativo No juzguéis a aquellos que nunca habéis conocido. Si todos aquí fueran tan
honestos como Cygnus fue en vida, mis acciones nunca habrían sido necesarias.
_____________________________________________________________________________
4Debo señalar que a pesar de todos mis esfuerzos, no he encontrar ninguna
referencia a los nombres de los hijos de Heylel y Eloine. He buscado desesperadamente, pero
fue en vano. Mi búsqueda de información sobre los Gemelos del Lucero del Alba continua,
pero en este momento no hay nada. Esto ha demostrado ser más frustrante.
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Por tanto tiempo, no pude entender por qué Halcón Caminante aborrecía mi
existencia. Cierto, hizo todo lo posible para ocultar sus sentimientos de nosotros, pero
sabíamos exactamente lo mismo. Para averiguar que el odio justificado era el último destino
posible que yo quería sufrir. Es un valiente y noble hombre, a pesar de sus aparentemente
costumbres barbarás. Me gustaría pedirle perdón por mis transgresiones, salvo que temo que
en realidad podría estar dispuesto a perdonarnos, y eso haría mi vergüenza un centenar de
veces más difícil de soportar.
¿Pensáis castigarme destruyendo mi alma y terminando con mi miserable vida? Os
digo que me vaís a hacer un gran servicio. La agustia tal que siento no puede ser soportada
durante mucho tiempo sin sucumbir a la locura. Destruyendo mi alma, también destruís
cualquier temor que tengo de que en realidad puede haber un Inferno esperando para
consumirme en las fosas del Infierno, donde seguramente sufriría si no fuera por vuestra
buena acción. Y verdaderamente, no tengo deseo de reencarnarme de nuevo, pues se en mi
corazón que cada encarnación seguiría sintiendo la vergüenza de lo que he hecho a las ocho
personas que llegue a amar como mi familia. ¿Cómo podría un respiro de tal condenación
segura ser cualquier cosa menos una bendición?
No creáis que cometí mis pecados contra la Primera Cábala simplemente por
despecho. Saber que lo que hice era necesario para haceros comprender necios cuan cerca del
borde del olvido pisais. No odio a los que se fueron conmigo para preservar nuestra forma de
vida; los quería mucho y aun lo hago. Nuestro odio guardo para los indignos líderes de las
Nueve Tradiciones, que lucharían una guerra contra ellos mismos antes de molestarse en
involucrar a sus verdaderos enemigos.
No deseaba las muertes de mis camaradas - deseaba su captura. ¡No hui del vil
ataque que mato a más de la mitad de los nuestros; comencé a volver a esta misma sala,
preparado para demandar la unidad de los Nueve para salvar a mi Cábala de la locura de la
Razón!
Por todo el amor que compartí con la Primera Cábala, también vi los defectos de
cada Tradición, disertados por sus mejores representante para todos lo que estarían
dispuestos a ver. Vi fuegos de combustión lenta que crecían constantemente entre Daud-Alá y
la Hermana Bernadette. ¿La fuente de su discusión? Ese mas mortal de todos los pecados, el
rechazo a comprender las creencias del otro o de aceptar que sus Fes compartían el mismo
Dios, las mismas metas. Observe las discusiones constantes entre Brisa de Otoño y Cygnus
Moro, que dejaban que pequeñas disputas del pasado y su propia arrogancia les mantuvieran
separados. Rechazaron aceptar la sabiduría que cada uno tenía que ofrecer, viendo solo la
historia que ambos compartían.
He visto el despreció con el cual la Orden de Hermes consideraba a todas las demás,
y observado como mi amada Eloine de los Verbena correspondiendo lo mismo. He visto
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amigos unidos en unidad, luego separados por comentarios sarcásticos y fallos amargos. He
visto a los Videntes rabiar contra los Cuentasueños por intentar alcanzar la misma visión de
diferentes formas. He soportado las discusiones enloquecedoras entre Brisa de Otoño y Eloine,
cada una menospreciando a la otra por atreverse a plantear la Ascensión universal que todos
deseamos desde diferentes tangentes.
¿Estáis locos? ¿Por qué no podéis ver que estas diferencias deben ser puestas a un
lado si vuestras Nueves Tradiciones tienen la esperanza de derrotar a la Orden de la Razón?
Estáis ante mí y me acusáis de traición y confraternizar con Demonios. ¡Estoy ante vosotros y
os acuso de arrogancia monumental, soberbia desmedida y la incapacidad de ver más allá de
su propia visión estrecha! Cazaríais y convertiríais o destruiríais el auto-Despertado por ser
diferente. ¿Cómo entonces esto les hace mejor que la Orden de la Razón? Han rechazado las
Artes menores5 como indignas de su consideración, burlándose en el desprecio de sus puntos
de vista estrechos, apartando a sus potenciales aliados en la batalla por la Ascensión. ¿Es esto
entonces la medida de vuestra sabiduría? ¿Cómo os atrevéis a juzgar aquellos que caminarían
una Senda diferente, cuando vosotros mismos ya nunca encontrareis el camino? Miráis hacia
abajo a los Durmientes como peones ciegos, olvidando que sostienen los sueños los cuales
pueden controlar la realidad. ¿Quién entonces está verdaderamente dormido? Podéis
mansamente apartaros e intentar predicar la Verdad a oídos sordos, mientras la Inquisición
quema los cuerpos de Magi que no ven el mundo de la forma que encontráis aceptable, y
mientras tanto vuestros enemigos se vuelven más fuertes.
¿Dónde está vuestro coraje? ¡Buscáis enseñar la Verdad a los Durmientes mientras la
Orden de la Razón altera esa misma Verdad para siempre, sin embargo no podéis siquiera
estar de acuerdo entre vosotros en cuanto a lo que la Verdad es! ¿Cómo entonces podéis
esperar ganar? ¡No podéis derrotar a vuestros enemigos mutuos amenos que podáis primero
encontrar la unidad entre vosotros mismos!
¡Seguramente vuestro Concilio de los Nueve estaría mejor llamado el Concilio de los
Nueve Mil! Los mejores representantes de cada Tradición pueden no tener nada en común,
salvo su desprecio mutuo los unos por los otros. ¿Soy los únicos que pueden ver como incluso
ahora los Nueve se segregan y permanecen en terrenos separados, incluso cuando unificados
para observar mi destrucción? ¡Miraos a vosotros mismos y llorar! ¡Pues si no podeis
encontrar solidaridad para destruir a vuestro Gran Traidor, seguramente no teneis ninguna
esperanza de permanecer juntos contra las mareas crecientes de la Razón y la Ciencia!
_____________________________________________________________________________
5Aquellas sociedades mágicas más pequeñas que no participarían en nuestra
Convocación.
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ordalía a acabado, el Gran Traidor capturado y todos aquí vais a vernos morir. ¿Cuanto tiempo
entonces, hasta que la gran unidad caiga en facciones de nuevo? ¿Por qué, entonces, no
podéis uniros una segunda vez para poner fin a la locura que es la Orden de la Razón? Hemos
tenido éxito en mostrarles la fuerza que viene cuando se concentran todos juntos en una única
visión, aun así he fallado en manteneros unidos contra un enemigo muchas más grande que
yo. La única verdadera esperanza que las Tradiciones tienen ante ellas es recordar las
Verdades que todos conocemos y reverenciamos: los Puros se desmenuzaron y cayeron
porque carecían de cohesión y ya no deseaban ser como Uno. Desde ese momento, todos
hemos luchado para estar juntos una vez más, los fragmentos de la realidad reunidos de nuevo
y capaces de mucho mas que cualquiera podría soñar lograr por separado. ¡Debéis esforzaros
por unir las Esferas que cada uno de vosotros reverenciais como una única, y mayor Esfera,
como seguramente los Puros una vez usaron Todo como Uno antes de la Gran Ruptura! Si
deseais lograr la Ascensión universal, ¿Cómo podeis hacer menos?
Toda nuestra vida antes de la fusión de Julius de Medici y Mia de Napoli, luche para
comprender como la Ascensión podría llegar a pasar. He unido la humilde, empobrecida,
debilidad de una mujer huérfana criada en las calles con la riqueza educada de un hombre
nacido del poder y la clase. He fusionado mis unos mismos en el ser que se encuentra ante
ustedes y me he probado a mi mismo superior a mis yoes independientes. Aprender lo que
aprendí, unir las Tradiciones como me he unido a mí mismo y entonces, quizá, vuestras Nueve
Tradiciones puedan Ascender.
No soy más que un ser. Vosotros sois legión. Vuestro enemigo crece en número, pero
os las arreglais para trabajar como uno, y así sus sueños de un mundo perfecto caerán en la
ruina. Los únicos que pueden detener el final de nuestro mundo y nuestros sueños
permanecen ante mí, indignados de que hablaría tan en contra de ellos. Miro sobre vosotros y
temo que nuestras palabras han caído en oídos de piedra, incapaces de escuchar la verdad,
cualquier verdad, salvo la que cada conjunto de oídos persigue individualmente.
¡Por el bien de todo lo que amáis, demostrarme que estoy equivocado! Mostraos
sobre las diferencias que os mantienen separados, y alzaos para reconquistar el mundo y
restablecer nuestro Mundo como estaba destinado a ser. Si podéis hacer esto, si pueden unir
sus fuerzas y el derecho de todos que la Orden de la Razón ha trabajo para destruir, entonces
sabré que nuestra muerte a servido a un propósito. ¡Sabré que la caída de la Primera Cábala
no fue en vano! Si no podéis completar tan fácil tarea, entonces compadeceré a quien
sobreviva mas allá de los primeros rayos del sol naciente. Mis almas habrán sido destruidos,
desgarradas en un breve destello de dolor. Si falláis en esta tarea, vuestras almas se
marchitaran lentamente y morirán en incrementos demasiado pequeños para medirlos. En
comparación, mi muerte, será una cosa dulce y apacible.
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Los Recuerdos de
Eloine
Algunas historias son más duras de soportar que otras. Siempre recordare a Eloine
como una niña, pues la conocí desde su juventud; tal vez eso me reconforta de alguna manera.
Sigo pudiendo ver la luz del fuego bailando a lo largo de su cabello carmesí. Su belleza terrenal
nunca fallo en tocar mi corazón. El inconsolable dolor que sufrió en sus años finales me carga
incluso ahora.
Recientemente un Verbena, quien exigió el anonimato, me entrego una túnica de tela
medio podrida, oculta desde la prisión en la cual Eloine fue mantenida captiva. El esfuerzo de
voluntad que debe haber sido el transcribir este documento es sorprendente, sobre todo por
que Eloine había abandonado el Arte en el momento de la escritura del Testamento. A pesar de
su extraño origen, estoy seguro, por muchas razones, que este documento preserva las
palabras finales de Eloine.
El amor y la lujuria llevan a muchos de los nuestros en uniones que más tarde
podemos lamentar. Aun así sin estas pasiones, puedo decir desde la experiencia que perdemos
de vista todo lo humano dentro de nosotros. Pocos magos necesitan temer la magnitud del
disparate de Eloine, pero ese anónimo Verbena y yo sentimos que esta confesión podría
resultar ser útil a los jóvenes magos con dilemas similares.
Algunos, ella incluida, condenaron a Eloine por su relación con el Traidor. Claramente
ella perdió el juicio celebrado dentro de su corazón. Soy un historiador en mi capacidad actual,
aun así desafío a cualquiera que lea este Testamento a dictar una sentencia condenatoria. Yo
no puedo.
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TIERRA MI CUERPO
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TIERRA MI CUERPO
AGUA MI SANGRE …
Corría el año 1466, aunque cuando las espirales del tiempo, los números se
convierten en irrelevantes. Cronos se trago el tiempo, y La Cábala del Pensamiento Puro se
inclinaba a las reglas de esta deidad, las cuales dividen día de noche, meses por semana, año
en muchas secciones. Pero Kairus, la ultima hija nacida de Júpiter, comprendió lo que los
Verdaderos Magi siempre habían sabido - el tiempo es eterno. Para mí, en este cuerpo al cual
le he permitido desgastarse, ese año es como ayer. Mi edad en años mortales es irrelevante,
aunque siento que muchos han pasado.
Había seguido muchos amigos conocidos de mi
familia a la Gran convocación celebrada en una tierra
mágica. En mi alegría juvenil, desee impresionar a los Magi
que se reunieron, pero temía que sería una semilla perdida
entre muchas. No obstante, me deleitaba en la festividad.
Una noche cálida, dance desnuda y sola por los fuegos.
Llamas surgieron conectando la tierra al cielo. La corteza
crujía y el humo llenaba mis fosas nasales. Mi danza era
una solicitud, por mucho tiempo había querido secuestrar a
la Diosa de esta forma y susurrar en Su oreja mis esperanza
para el futuro - que la iluminación seria extendida por
todas partes y reinaría la paz.
A medida que las suelas de mis pies se mezclan
con el suelo, mi espíritu se eleva mucho sobre el suelo. El
cielo despejado por encima permite muchas estrellas. Las
canciones de mi padre hinchan mi vientre y el sonido que
proviene de mi se fragmenta hasta que mis movimientos y
sonidos se alinean. Mi voz parece dividirse en al menos dos
tonos distintos.
Desconocida para mí. Bernadette, una mujer
mayor con el cuerpo de una chica, con quien había hecho
amistad, había venido y se sentó junto al fuego. Al principio
no me di cuenta de ella. Súbitamente otra voz se une a mí
en la canción. Mis ojos estaban cerrados, pero incluso sin
abrirlos, sabía que era mi hermana del alma.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Las dos partes de mi voz se desplazan hasta el cielo, y se hunden en la tierra. Su voz
en espiral a través de mi, conectando todos los planos de existencias en peldaños que sonidos
que se encuentran una y otra vez, eternamente.
Bernadette no era como nadie que hubiera conocido antes, y su amistad significaba
mucho para mí. No era una Wyck, sino una miembro de un extraño grupo de Hechiceros orales
que usaban sus voces para mezclar materia y Espíritu.
Durante todos los años de mi vida, Nightshade y otras mujeres más viejas de mi
Tradición me habían advertido de estos Magi cantantes. Porque eran Hechiceros, debían ser
respetados, y aun así los espacios entre las palabras de los ancianos traicionaron que no
confiaban en estos cantantes. Para nosotros los que estamos ligados a la Tierra, a nuestra
Madre, la noción de ignorar Su forma física, como el Coro parece que hace, no es de nuestro
gusto.
Pero aquella noche, cuando Bernadette se unió a mí, estaba tan embelesada por su
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canción que las advertencias del pasado se desprendieron completamente. Ante mi estaba
sentada una criatura más bella. Su pelo cuervo brillaba a medida que la luz del fuego se
encendía encima de ella, un conmovedor contraste a mis relucientes mechones de pelo. Mi
voz se unió a la suya en una nueva canción, pues no pude contenerme - sus sonidos parecía
gritar para que otros se mezclaran con. La belleza de nuestra unión se elevo a través de la
noche oscura como una luna brillante, decidida a iluminar todo el cielo. Su voz era al principio
baja y la mía alta, entonces muy naturalmente cambiamos y la suya se elevo mientras que la
mía cayo. Casi podía sentir mi cuerpo dejar la tierra y entonces sumergiéndose profundamente
en ella, dejándome húmeda tanto dentro como fuera.
Tan bellamente como nos mezclamos, deje de cantar para poder escucharla mejor.
Su voz era fresca, nueva, y sin embargo era como si hubiera estado escuchando desde hace
milenios. El Tiempo perdió todo significado, incluso el significado de ser eterno. Me deslice en
el sonido y me convertí en el, moviendo, flotando, ascendiendo y descendiendo, expandiendo
y contrayendo con mi danza, mi cuerpo sosteniendo la tierra incluso cuando la canción me
alimentaba. Y cuando paro de cantar me quede plena y vibrante.
"Dos voces de majestuosidad y humildad. Nosotros podemos apreciar eso"
Me gire abruptamente. De pie detrás de mí, luz del fuego iluminando sus
características marcadas, estaba el Hechicero más extraño que jamás había visto, y uno nuevo
al campamento, o al menos nuevo para mí. Alto, delgado, parado pero aun así dando el
sentido de estar en movimiento, su rostro era una escultura clásica, casi perfecto. Ojos oscuros
miraron por una nariz larga y recta, de mi a Bernadette.
"¿Quién eres tú?" exigí.
"Heylel Teomim, de los Solificati." Gesticulaba mientras hablaba. Su corto pelo
castaño me recordaban a los bustos y pinturas que había visto de emperadores Romanos. Sus
rasgos también eran patricios, sus modales distantes, aunque parecía estar riéndose de mí en
particular.
"¿Por qué dices "Podemos"? ¿Por quién mas hablas? Pregunto, manos en caderas.
No solo había interrumpido este momento sino que no me gustaba su naturaleza altiva.
Comenzó a pasear entonces, y mirarme de una forma provocativa, como si nunca
nadie le hubiera desafiado antes. "He dicho "Yo"".
"No, no los has hecho. Ya lo has oído, Bernadette."
Bernadette estaba en silencio, sus labios separados en el temor, sus ojos azul cielo
fijados en este Solificato como si fuera un semi-dios. Cierto, también lo encontré lo
suficientemente atractivo, interesante de una manera particular, y aun así era
escrupulosamente honesta y no podía retractarme de lo que sabía que era la verdad.
Como si leyese mi mente, dijo "Eres directa y pura de mente y cuerpo, lo que me atrae. Y tu …"
miro a Bernadette "su alma es inocente. Juntas harían la pareja idea, en caso de que fuese requerida."
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fuerza deberá convencer o triturar a nuestros enemigos. Tu entusiasmo y humildad te permitirán tocar lo
que es común en todos. A pesar de tu comprensión de y mezcla de nuestro Conocimiento, honor y
bendición, será llevada a todos los Magi, y estaremos eternamente en deuda contigo. Tu nombre será
bendecido y llevando adelante en los siglos, pronunciado con respeto y temor. ¿Pues no me suplicaron tus
padres en el momento de tu nacimiento para que te nombrase? Te nombre Eloine, la Protectora, la
Elegida."
Sus palabras cavaron profundamente en mi corazón y se alojaron allí, como una bella rosa, cuyo
aroma para siempre me llene y, por extensión, todos los que la Diosa Misma, a través de mi, elija tocar.
Poco sabía yo que la rosa se marchitaría y moriría, dejando nada salvo espina de amargura y
remordimiento. Y cuando ahora pienso sobre las palabras de Nightshade, mi corazón se siente pesado,
como piedra agrietada que no puede ser reparada, que no puede sostener la vida de una delicada flor.
Antes de la siguiente puesta de sol, había conocido a los otros Adeptos.
Uno de la India, Cygnus Moro, era un Magus de aspecto seductor, pero el aura de muerte
rodeándole desanimo a muchos. Aparte de breves flirteos, oraba constantemente, y siguió su propio
consejo. Louis DuMonte, un hechicero, era quizá el que más se me parecía en que el practicaba muchas de
las Artes con las cuales yo estaba familiarizada. Era agresivo, aunque, me di cuenta de que otros estaban
molestos por sus intentos por dirigir. Brisa de Otoño, una chica Oriental de rasgos afiladas, debo decir,
nunca me atrajo. Ese sentimiento era mutuo, era como si nos hubiéramos originado en diferentes
mundos, y nuestras Tradiciones no podrían haber estados más reñidas. El llamado Daud-Alá era de lejos el
más viejo. Su obsesión con la Biblia Cristiana demostró ser irritante para la mayoría, aunque, encontré su
voz mientras la citaba la escritura reconfortante. Hubo también de piel cobriza Halcón Caminante, que
usaba una máscara para leer sueños; Akrites Salonikas, un Vidente, no menos; y mi encantadora amiga,
Bernadette. Muy a mi pesar, sin embargo, el noveno miembro de nuestra Cábala, y el que me gustaría
menos que hubiera sido escogido, era el Solificato, Heylel.
Individualmente, sufrimos instrucción privada por los sabios de nuestras Tradiciones, entonces
mas instrucción como grupo, aprendiendo las fortalezas y debilidades de unos de los otros para que
pudiéramos ofrecer la mejor asistencia a los alineados Practicantes que encontrásemos. Finalmente
aparecimos ante el Concilio de los Nueve.
Una ceremonia nos invistió individualmente y como grupo con los desafíos y esperanza del
Concilio. Las palabras pronunciadas a día de hoy no puedo recordarlas adecuadamente. Cada líder de
Tradición nos bendijo. Estaba conmovida hasta lagrimas de y gritos de gozo. Solo las palabras de
Nightshade permanecen conmigo.
"Vuestro éxito en el exterior es una medida de vuestro éxito interior. Como Nueve nos unimos,
así que Nueve deben unirse. Como hemos sido capaces de lograr una unidad por el bien de los Magi, así,
también, debéis encontrar un camino para lograr la unidad y reflejar los valores que hemos impartido. La
Ascensión gira en torno a vuestros esfuerzos para combinar y con todo respetar las diferencias. Cada uno
de vosotros habéis sido elegidos por que cada uno mejor es capaz de sostener esta paradoja. Y es a través
de mi ahora que la Gran Madre os lega Su bendición."
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Eche un vistazo a mis compañeros Adeptos. Cada uno había sido afectado. Cada uno parecía
listo para nuestra aventura para buscar potenciales amigos y enemigos entre los Hechiceros, para disipar
los temores humanos, para superar a nuestros enemigos, para traer a los Magi a el honor, gloria y unidad
que lleva a la Ascensión. El conjunto final de ojos que buscaron los míos fueron los de Heylel. A la luz de las
velas, sus rasgos parecían más redondeados, sus intensos iris pálidos, no oscuros. Esta transformación me
sobresalto, con todo yo estaba excitada por la chiza de deseo trasmitida allí, deseo que sabía que había
inspirado. Si hubiera sabido entonces lo que se ahora. ¡Le habría apuñalado en el corazón!
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TIERRA MI CUERPO
AGUA MI SANGRE
AIRE MI ALIENTO…
Nos movimos a través de la tierra en nuestra misión con gran fervor. Ese
ardor pronto se enfrió. A pesar de las grandes palabras e invocaciones, el nuestro no era un
colectivo de almas parecidas, sino seres dispares, apretados juntos en lo que cada vez mas
parecía una forma poco natural hacia una meta que pronto llego a parecer imposible.
Daud-Alá y Bernadette peleaban constantemente, sobre cosas pequeñas, sobre
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temas de gran tamaño. Ella luchaba para purificarse de la hostilidad que la había invadido,
pero estaba claro que la batalla estaba perdida en el momento en el que comenzó, y su
gloriosa voz sufrió. Cygnus Moro, Brisa de Otoño y Halcón Caminante no eran Europeos, y por
lo tanto sospechosos para el resto, y aun así no fue como si los tres fueran capaces de llevarse
bien entre ellos. Al contrario, en el mejor de los casos se evitaban los unos a los otros, en el
peor Brisa de Otoño intimidaba físicamente a Cygnus Moro, y llegaron a las manos. Yo no
estaba libre de culpa. Brisa de Otoño y yo encontramos formas inventivas para molestarnos la
una a la otra, pues su pues su incesante agresión rechino.
"¿Por qué es," una vez demande "que recurres a la hostilidad tan fácilmente? ¿No
tienes Artes Mágicas que has perfeccionado?"
Esto provoco una no inesperada reacción, molesta en mi propia lengua, la cual ella
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había dominado "Al contrario que las habilidades endebles que has adquirido, las disciplinas
que yo domino traen el espíritu a través del cuerpo."
"De una manera violenta. A través del uso de la fuerza."
"El Do es utilizado para evitar la violencia."
"¿Entonces porque es que tan a menudo encuentras hostilidad? ¿O es engendrada?"
A lo que ella escupió en el suelo a mis pies. "¿Tu "Arte", como lo llamas, es bailar?
¿Cómo es eso beneficioso? Es una indulgencia hedonista. ¡Lasciva en sumo grado! No se
requiere disciplina, y sin disciplina no hay control. Solo a través del control puede el alma
centrarse dentro del cuerpo. Una Hechicera iluminada como tu sabría esto."
"¿Cómo puedes encontrar el alma cuando estas tan ocupada controlando como y
donde y cuando se manifestara?"
Esta discusión, como muchas otras, fue finalizada por Heylel. Su modo no era
intervenir de una manera que concluyera la discusión, sino de una manera la cual la
expandiera, pues era un maestro de la filosofía. Rápidamente llegue a respetar sus discursos.
Podía reprender a los que se deleitaban con esta forma baja de conflicto sin permitirles que
disfrutaran de la auto compasión.
Pero no es así como Heylel pasaba la mayoría de su tiempo. Normalmente estaba en
silencio, observando, aparentemente buscando. En suficientes ocasiones, le encontré
observándome. Sentí una respuesta desde lo más profundo dentro de mí que creció hasta que
la luna se puso llena a reventar. En aquella noche lo busque.
Me quede sola en un claro, pechos desnudos, brazos alzados a los Cielos. En la
distancia una tormenta se hinchaba, corriendo hacia nuestro campamento. El viento aullaba a
través de las ramas a mi alrededor.
Cante las palabras de mi padre, señalando al relámpago invasor que dividió el cielo.
En las dos direcciones que señale - Norte y Sur - relámpagos emanaron de las puntas de mis
dedos hacia las nubes. En un instante, ese poder cambio de dirección y recorrió mi cuerpo,
electrocutándome, dejándome sin aliento. Mi cuerpo se sentía en llamas, húmedo, hinchado
como la luna. Me sentí poseída.
Como si estuviera en trance, me di la vuelta. Mis ojos contemplaron la colorida
tienda de Heylel. Un búho, posado en la parte superior, ululo: el misterioso sonido me helo a
medida que abría el faldón de la tienda. Con la ayuda de la luna, mire dentro. El aroma de
salvia flotaba fuera - cada uno de los Adeptos purificaba el lugar donde dormía. Al menos
teníamos una tradición en común.
La forma de Heylel se extendía a lo largo de la tela. Yacía de espaldas sobre una
manta doble, destapado, pues la humedad se había incrementado a medida que la tormenta
se aproximaba. Normalmente estaba en movimiento, yendo y viniendo, tamborileando con los
dedos con impaciencia. Esta desacostumbrada quietud me enervo.
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No hablare del tiempo que pasamos juntos aquella noche, y otras noches cuando la
luna se lleno, y la pasión gobernó. Lo que es privado debe seguir siéndolo, y esta intimidad no
requiere elaboración. Los Verbena en todas partes conocerán del extasiar que me abrumo,
aunque pueden no comprender mi atracción a este que era tanto masculino como femenino y
sin embargo ninguno de los dos. Solo menciono estos momentos por donde me llevaron.
Curiosamente, Heylel y yo no hablábamos de nuestras noches juntos. Y no se lo dije a
nadie. Quizá debido a esto, lo que compartíamos se convirtió en una brecha entre mi y los
otros Adeptos. Muchas veces, cuando las disputas surgían. Me sentía desgarrada entre lo que
sabía que era el correcto curso de acción, y lo que Heylel atribuía, aun así no podía
enfrentarme a él. En efecto, me abstuve de participar. Se ahora que mi silencio contribuyo al
terrible desenlace.
Durante los cuatro años que los Nueve Adeptos viajamos juntos, no puedo decir que
no lográsemos nada. De hecho, hubo momentos que me asombraron, cuando llegue a creer
que el Concilio de los Nueve había sabido todo el tiempo que verdadera y profunda Magia
seria forjada.
Pero cuatro años pueden ser mucho tiempo, y las luchas internas tuvieron mayor
peso que la comunión del grupo. Las heridas que fueron creadas nunca sanaron. Bernadette,
siempre enamorada de Heylel y aun así incapaz de realizar sus deseos, se sintió herida por la
intimidad que sintió que él y yo compartimos. Nuestra amistad sufrió en gran medida y
finalmente se derrumbo cuando di a luz a gemelos de esta unión.
Heylel, siempre distante y superior, se convirtió en mas. Su cinismo creció y el rasgo
altivo que note por primera vez se hizo imposible de hacer frente para los demás.
Conociéndole en el grado en que lo conocía, admito ahora que lo conocía poco, yo entre todos
los otros podía ver de donde procedía su dolor. Encarnaba el potencial, y también el cisma de
los Magi. Pude ver todo esto, y comprender su indiferencia. Pude perdonar mucho. Pero un
momento ocurrió que perforo mi lujuria ciega por él y altero mis sentimientos para siempre.
Mientras podía olvidar mucho, esto no pude.
Una mañana, a medida que el sol se elevaba por encima de las montañas, mientras
cuidaba a mis pequeños en soledad, sentí una presencia. Me gire. Heylel permanecía detrás de
mí. Mientras miraba abajo, la enemistad en sus ojos se sentía como un cuchillo en mi corazón.
Espontáneamente atraje a mis bebes más cerca. Supe instantáneamente que era una amenaza
para los gemelos. Desde ese momento estuvimos distanciados. Y quizá ese distanciamiento
contribuyo a lo que siguió.
Una mañana, Heylel desapareció.
Hubo una charla. Louis DuMonte decreto que esto era en los mejores intereses de
nuestros objetivos, un signo, de hecho, de que debíamos unirnos a la Orden de la Razón lo más
rápidamente posible.1 La mayoría de los otros no estuvieron convencidos por este curso de
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Ese sacrificio, sin embargo, demostró ser en vano. Mis bebes fueron arrancados de
mi pecho, todo bajo los vigilantes y fríos ojos de Heylel. Roge por piedad, no para mí misma,
sino para mis hijos. Nuestros hijos. Mis suplicas cayeron en los oídos sordos de la Cábala del
Pensamiento Puro y los oídos aun mas sordos fueron los de Heylel. No he visto a mis gemelos
desde entonces. Solo puedo orar a la Gran Madre que estén a salvo.
Fuimos arrojados por esos Guerreros de su Dios en una visión de su Infierno. Mi piel
se retuerce al pensar en los horrores allí, tan similares a lo que yo y mis hermanas soportamos
aquí y ahora. Finalmente, fuimos rescatados de la prisión del "Pensamiento Puro". Heylel fue
llevado a juicio. Mis bebes nunca fueron encontrados. Incluso en su muerte, Heylel afirmo
haberlos rescatados pero no saber nada de su destino.3
Durante el juicio, me miraba con ojos cambiantes de forma y color, con un rostro que
se ablandaba y se endurecía. ¡Ayúdame Diosa, pues pude ver su sufrimiento! Por un momento,
por un solo momento, el amor y el arrepentimiento pudieron haber parpadeado en sus ojos.
Seguramente otros relataran el relato, de cómo sufrimos, y como fuimos liberados.
De cómo las Tradiciones exigieron venganza. No puedo esperar escribirlo todo. Puedo, no
obstante, relatar de cómo vague por la tierra sola, angustiada, mendigando por una señal de
que mis niños sobrevivieron a este holocausto, y el holocausto que siguió. Lo que los mortales
llaman La Inquisición.
Suficiente es decir que mi corazón está roto. Si mis deseos no me hubieran
traicionado, si mis pasiones por Heylel no me hubieran cegado, quizá me habría enfrentado
antes en lo que ahora sé que les faltaron a los Nueve Adeptos. Podría haber hecho frente a
Heylel, confrontando su debilidad, alterado el equilibrio. Podría haber alterado el Sino.
Sin corazón, abandone mi Tradición, abandone mi Magia. Le permití a mi cuerpo
marchitarse, y caer en las manos de los Inquisidores mortales que me confunden con lo que
llaman una Bruja, aunque no practico Magia ahora.
Lloro, aun así mis ojos no pueden llorar mas lagrimas. Mi rosa está muerta y estoy
demasiado entumecida para incluso sentir las espinas.
_____________________________________________________________________________
3En realidad, como hemos visto, el mismo confesó que no sabía donde se habían ido.
Pienso que quizás Eloine atribuyo mas culpa a su Traidor de la que el se merecía.
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TIERRA MI CUERPO
AGUA MI SANGRE
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FUEGO MI ESPÍRITU…
Este Ratón Blanco que la Diosa me ha enviado encarna el Arte de Los Sinos, esa
Magia la cual he tenido tales problemas de aprendizaje. La Entropía toca todo en Su Universo.
¿Pero un corazón de piedra?4 ¿Cómo se llevara a cabo la renovación donde no hay vida para
transformar? Pronto los mortales vendrán a por mí, soy una oruga a punto de entrar en una
crisálida, procediendo a la nada, a la quietud, para esperar allí a lo que va a suceder. No tengo
esperanza. El único conocimiento que poseo no es sino una pequeña parte del rompecabezas
de la Vida.
La fe es una energía básica, y sin embargo ¿no es esto lo que me han enseñado
desde el nacimiento a luchar por? La fe es nuestra Salvación, que puede convertir oscuridad en
luz, dar esperanza a los desesperanzados, y transformar cualquier cosa en el universo, me he
llevado a mi mismo a esta catacumba y debo entrar y esperar hasta que la transmutación
ocurra. Pero no puedo encontrar mi fe.
Esta pequeña criatura está sentada entre mis pies y me mira. Me agacho y tomo al
Ratón Blanco. La Vida es transformación constante. Parece decirme. Lo único definido que Ella
Misma decreta. Me había olvidado de este Arte, el que nunca pude dominar, el que ahora me
ofrecieron.
El Ratón Blanco se arrastra desde mi palma hasta mi regazo y espera. Yo espero
también; es todo lo que puedo hacer. Me llevaran a los fuegos. Seré atada a la estaca y la paja
bajo mis pies será encendida. Las llamas chamuscaran mi piel y rogare a la Dios que suficiente
humo se eleve así yo pueda asfixiarme antes de padecer este ultimo dolor y humillación.
Estos mortales, en una parodia grotesca de lo que la Cábala del Pensamiento Puro
actuó, me maldecirán como Bruja. A sus ojos, soy responsable por tanto sufrimiento. Y de
hecho, a través de mi arrogancia, he hecho mi parte.
_____________________________________________________________________________
4Quiza esta imagen se refiere a una Tierra sometida al barbecho, de vegetación a
piedra desnuda. Creo que ella se compara a la Tierra aquí (véase la referencia más adelante)
pero no estoy seguro.
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Súbitamente, la Diosa revela esto: He hecho mucho bien tan bien. El Concilio de los
Nueve, y los Nueve Adeptos eran ingenuos. Nuestra ingenuidad manchara a futuros
Hechiceros. Pero nuestro intento era puro, y eso, también, coloreara aquellos Practicantes aun
no nacidos. Quizá ellos puedan aprender de nuestros errores. De algún lugar proviene la fe de
que lo harán.
No puedo evitar la Muerte, pues me he llevado a mi misma a este puto. Pero el
Ratón Blanco me recuerda que la Muerte no es el fin. Lo que había olvidado es ahora lo que
más entiendo. La Muerte lleva al Renacimiento. Y hay muchos tipos de Muerte.
Al reflexionar esto, el Ratón Blanco se arrastra hasta mi túnica. Gradualmente
cambia de color y se convierte en un plata brillante. El brillo tras tanto tiempo en la oscuridad
me ciega. A medida que grito, el Ratón Plateado se desliza entre mis labios, corriendo sobre mi
lengua y bajando por mi garganta en un instante. ¡Me siento viva!
Con la vida llega la consciencia. ¡Me niego hacer frente a la Muerte prescrita por
estos necios mortales! ¡Soy una Wyck! La Diosa ha abierto mis ojos y me ha revelado los Sinos.
Siento algo enterrado bajo mi frio corazón de piedra, y siento la nueva semilla implantada
entre las grietas, una que ansia existencia. La vida engendra vida. Siempre hay mas elecciones.
Elijo moverme a lo largo del hilo abriendo antes mis ojos, que me sacaran antes de este
Infierno. Me perdono. Perdono a todos nosotros, incluso Heylel. Volveré. Los Magi
sobrevivirán. Y, si la Diosa lo quiere, juntos vamos a Ascender.
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La Canción de
Bernadette
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A
qui sigue la confesión en lecho de muerte de la Hermana
Bernadette del Coro Celestial.
D
ebido a que la vida de la Hermana Bernadette fue
benfecida tan ricamente por el Señor, una única voz
no puede interpretar su canción, y un coro se
manifestó por el Señor. En verdad, se realizo un
milagro.
T
estigo este día de nuestro Señor
el Tercero de Marzo, de 1723
Firmado,
Hermana Imagna
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1Una referencia a la Guerra de los 100 Años la cual diezmo los recursos económicos
de Francia a medida que perdía tanto tierra como población ante los conquistadores Ingleses.
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I. ¡Los campesinos!
II. Sus dedos
III. ¡Ella nos llevara a la libertad! (¿Por qué no puedes ser como ella?) 2
IV. Nos ha --------------------------------------------------------------------------------------
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2Juana de Arco creció en el mismo pueblo que Bernadette; muy probablemente eran
vecinas. Juana de Arco se creía que era unos cinco años mayor, así la joven Bernadette se
habría criado con los relatos de las aventuras y logros de Juana. Ella era claramente el orgullo
del pueblo. Bernadette se comparaba a sí misma con Juana, (como muy probablemente
hicieron sus padres) e invariablemente aparentaba a sus propios ojos ser inferior. Era una
rivalidad de por vida en un único sentido.
3Bernadette se cree que nació en 1421 de simples campesinos Francés en el pequeño
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I. Arrancada de mi cuer-po
II. Niña tonta - ¿Por qué no puedes aprender?
Palabras sin sentido en una lengua extraña.
III. Moratones en mis pies
IV. Oscuridad. Oscuridad. ¡Un relámpago rasgo el cielo!
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I. Me Entrego
II. Musulmán a partir de Cristiano. ¿Mal de Bien?
El espíritu está roto. El corazón rasgado en dos.11
III. A las Puertas de Valoran.
IV. De Car - -ga.
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10Una terrorífica descripción de su Avatar siendo Despertado. Debido a la vista simple de la vida de
Bernadette, pensó que eran visiones religiosas traídas a ellas por ángeles o demonios. Los eruditos continúan
buscando otros casos donde la Peste u otras enfermedades serias desencadenasen el Despertar del avatar de una
persona. Considerando el número de personas informando de visiones religiosas durante este periodo, los
académicos pueden estar en el buen camino.
11Bernadette siguió siendo, a lo largo de su vida, una Cristiana y una Sanadora de las formas mas
simples y puras. Sus habilidades mágicas se entienden mejor a lo largo de estas líneas. Sus habilidades curativas
no provienen de una formación educativa. Según los informes vio el Blanco Perfecto a partir del cual debe ser, e
imágenes blancas y negras donde una enfermedad del cuerpo, alma o mente había deformado la imagen. Con
una imposición de manos en tanto el cuerpo como la imagen espiritual, simplemente moldeaba las áreas oscuras
hasta que conformaban el contorno blanco. Más de una vez, comparo este proceso a trabajar con arcilla. El aura
de una persona le revelaba muchas cosas a Bernadette. Además de las cuestiones de salud, podía decir si una
persona era "buena" o "mala", o, para mayor interés de sus superiores Dominicanos, Cristiano o Herético.
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12La aparición de la Hermana Bernadette a las puertas de Valoran en la Gran
Convocación sigue siendo un misterio a día de hoy. Incluso al final, Bernadette afirmaba no
recordar donde se derrumbo. Es probable que deambulase aturdida y febril durante días. Es
imposible incluso determinar en qué país estaba en el momento. Nunca se ha descubierto
quien la encontró, o como fue transportada a la Capilla Horizonte. No obstante, es bien
recordado que el mismo Valoran la cuido hasta que sano, mientras realizaba la difícil
negociación para establecer los sistemas mágicos y las Esferas. Durante la recuperación de la
Hermana Bernadette, ella se convirtió al Coro Celestial. Este era el encuentro que Bernadette
había buscado durante tanto tiempo. Su tradición basada en lo musical y oral la atrajo. Todos
sus liturgias, plegarias y comunicaciones más importantes se cantan. Las reuniones del Coro
Celestial se asemejan más que nada a la opera. Cuando Bernadette confeso sus pecados al
Hermano Valoran, comenzó a cantar. Y desde ese momento, nunca volvió a hablar. Ese
fenómeno no era del todo inusual entre los miembros del Coro Celestial entonces, aunque es
extremadamente raro entre los miembros hoy en día.
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13"Magos Jóvenes" se refiere al estatus de los Adeptos como magos, no a sus edades
cronológicas. Bernadette tenia solo 45 años cuando comenzó su viaje con la cábala, pero
Daud-Alá tenia fama de tener 450 años.
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I. ¡S--O--L--I--F--I--C--A--T--O!
II. ¡V----E----R----B----E----N----A!
III. ¡O--R--D--E--N D--E H--E--R--M--E--S!
IV. ¡E--U--T--Á--N--A--T--O--S!
V. ¡V-I-D-E-N-T-E-S D-E C-R-O-N-O-S!
VI. ¡A---H---L---I---B---A---T---I---N!
VII. ¡H-E-R-M-A-N-O A-K-Á-S-H-I-C-O!
VIII. ¡C--U--E--N--T--A-S--U--E--Ñ--O--S!
IX. ¡C--O--R--O C--E--L--E--S--T--I--A--L!
X. Esferas de se pa ra ción
mano del Señor cuando no se pudieron encontrar a 10 personas honradas aquí. La historia se cuenta en el Libro del
Génesis, Capitulo 18 versículo 17 hasta el Capitulo 19 versículo 30.
15Los otros miembros de la cábala no conocían la participación de Bernadette en la Inquisición, aunque
parece claro que ella creía en la rectitud de su causa. Ella dejo la Inquisición cuando se volvió corrupta, no porque sintiese
que la conversión o castigo de los heréticos estuviese mal. Ya mantuviese su papel en la Inquisición en secreto por que
estaba avergonzada de la corrupción o porque estaba en el concilio de Valoran, fue un acierto. Si la Cábala lo hubiera
sabido, o si hubiera sido descubierta en la Convocación, ella probablemente habría sido linchada. Son demasiados los
magos que habían asistido y habían sido perseguidos por la Inquisición, y muchos magos ya habían perdido sus vidas
debido a ello, aunque la persecución organizada de los magos por la Inquisición no vendría por varias décadas. Algunos
eruditos creen que solo Eloine conocía el secreto pasado de Bernadette. Otros afirman que Heylel y Daud-Alá se lo
figuraban. No obstante, les parece poco probable para estos eruditos que Daud-Alá hubiese sido tan buen amigo de
Bernadette si lo hubiera sabido, considerando que afirmaba haber matado más de un centenar de Cruzados.
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_________________________________________________________________________________
16
Parafrasis bíblica del Libro de San Marcos, Capitulo 9, versículos 33-35. La Escritura lee: "Y (Jesús) llego a
Capernaum; y cuando estuvo en casa, les pregunto (a los Doce Apóstoles): "¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?" Mas
ellos callaron; porque en el camino habían disputado entre si, quien había de ser el mayor. Entonces el se sentó y llamo a los doce, y
les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, el mismo será el postrero de todos, y el servidor de todos."
17
Claramente, la incapacidad de Bernadette para leer y sus tempranas experiencias negativas con los Dominicanos
eran la causa primaria de su desacuerdo con Daud-Alá. Los registros nos muestran que el tenia una memoria extraordinaria y
estaba versado en muchos textos religiosos. Se dice que podía leer y recitar las Sagradas Escrituras en cinco idiomas - y lo hizo con
frecuencia.
18
Los eruditos no estás seguros de a lo que esto se refiere. La teoría más popular es que se remota a un pequeño
desacuerdo político que se desarrollo en la Convocación, y se refiere a otro Hermana Akashico que la Hermana Bernadette no
aprobaba. Es igualmente posible que los dos simplemente no se llevaran bien durante la permanencia. Hay pocas pruebas para
defender cualquier teoría.
19
Claramente Bernadette tenia dificultades para aceptar el Habla en Sueños de Halcón Caminante. Podía ver las
similitudes a visiones religiosas; a media que crecía, monjes, ermitaños, y campesinas eran igualmente propensos a entrever visitas
y visiones religiosas. No obstante, el enfoque en la naturaleza y el reino animal la perturbaban. Los arcángeles portaban visiones
religiosas - no los pájaros rojos o los mapaches. También la molestaban que gran parte de las interpretaciones que dejaba Halcón
Caminante. Bernadette tenia poca fe en la habilidad de los morales para comprender la voluntad de Dios. Es por eso que el envía
ángeles - para hacer el mensaje claro. Por esas razones, Bernadette albergaba serias dudas de que las visiones de Halcón
Caminante vinieran de un espíritu maligno enviado por el Diablo. Por lo tanto, frecuentemente abogaba de hacer exactamente lo
opuesto a lo que quiera que el Habla en Sueños de Halcón Caminante sugiriese.
20
Bernadette está siendo tímida aquí, incluso en su lecho de muerte. Registro documentos del estado de Valoran
inequívocamente de que su misión era un acto de expiación por sus pecados cometidos mientras era un agente de la Inquisición.
No obstante, esto es también, suena falso. Hubo una fuerte competición para representar cada Tradición en esta misión. Los
Adeptos escogidos fueron los individuos que mejor representaban los rasgos de cada Tradición. Los registros nos muestran que
hubo mucha controversia cuando Valoran escogió a una nueva conversa para representar al Coro Celestial. Valoran, en su
sabiduría, no confió el futuro por el cual había trabajado tan duro a una diligencia de penitencia y expiación. Mientras que no era
un maestro de la Esfera de Tiempo, ¿pudo ser posible que tuviese una visión del futuro, la cual le mostrase la necesidad de de la
caída en Desgracia de Bernadette?
21
Desde el punto de vista simple y religioso de Bernadette los magos eran ángeles. Esta fue una creencia que nunca
perdió. Sus creencias Cristianas solo abarcaban estas formas de ser descritas en la Biblia. Ya que los magos tenían claramente
poderes sobrenaturales no dados a la humanidad en su conjunto, los magos debían ser ángeles. Pero, como dijo Bernadette en
muchas ocasiones, incluso los ángeles pueden caer de la Gracia de Dios. No está claro si ella se creía a sí misma como un ángel. Lo
más probable, es que ella se vinculase a los profetas del Antiguo Testamento, quienes a través del poder de la plegaria y la
voluntad de Dios, eran capaces de realizar ciertos milagros e interpretar señales. Esto ayudaría a explicar sus sentimientos de
inferioridad cuando se comparaba a sí misma con los otros miembros de la Cábala.
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I. Líder del grupo por el día Sus noches consumidas por Eloine.23
II. ¿Soy yo su Salvación? O ella: ¿Mi Condenación?
III. ¡Paradoja! Te derriba Descendiente de esa primera serpiente.24
IV. ¿Hay alguna mujer Que no te hayas llevado a tu cama?
V. No puedes acechar Los negros corredores del tiempo Eternamente!
VI. Tal vez deberías parar! Y rezar.
VII. La cual saltas alegremente Llevando a otros a su sino.
VIII. Traídas por diablos Para engañar.
IX. Secretos oscuros escondidos En mi corazón. Inquisición Corrupta.
X. De la Gracia de Dios Incluso los Ángeles pueden Caer.
_____________________________________________________________________________
22Bernadette era la única miembro del grupo que no hablaba más de un idioma. Esto era una fuente de
vergüenza que fue magnificada por sus experiencias tempranas con los Dominicanos. Sobre esta bases, casi se negó la
llamada ir a la misión. Valoran, en su sabiduría, dijo, "El señor nos ha hecho de muchos colores. Nos ha dado muchos
talentos y muchas lenguas. Otros tienen gran conocimiento y saber. Pero tu caminas por la senda simple. Puedes ver el
valor en el corazón de aquellos pasados por altos por otros. Tu habilidad para sanar a los enfermos trasciende todos los
limites. La música que cantas eleva el corazón en cualquier lengua." - Como se registra en El Libro de Valoran, Capitulo 29,
versículos 19-20.
23Bernadette nunca reconoció el hecho de que Heylel era hermafrodita. A lo largo de su vida ella se refirió a
Heylel solo como un hombre. No obstante, esto era comprensible. Probablemente nunca reconoció su propia sexualidad.
Bernadette tenia solo 10 años cuando se unió al convento Dominicano y tomo el voto de castidad. No hay registro de que
alguna vez contrajese matrimonio o diese a luz a niños. Su relato sin duda sugiere que estaba enamorada de Heylel, pero
ella lo adoraba desde lejos. Sus creencias religiosas no la permitieron hacer nada más. Esto no la detuvo de envidiar a
Eloine, quien consumaba sus sentimientos con Heylel, y dar a luz a dos gemelos de la unión.
Está bien documentado que Akrites tenia inclinaciones románticas hacia Bernadette, si era amor no
correspondido o mera lujuria física, esta académica no está segura. Ciertamente los sentimientos de la Hermana
Bernadette hacia Akrites se suavizaron con el paso de los años, pero no hay nada que sugiera que él tuvo éxito en su
búsqueda.
24Bernadette siempre tuvo un miedo mortal a las serpientes. Hay relatos sin confirmar de un desastre de
proporciones épicas involucrando a Bernadette y un culto de encantadores de serpientes durante su periodo Bohemio. En
este texto, la "primera serpiente" probablemente se refiere a la serpiente en el Jardín del Edén quien era el diablo, bajo la
apariencia de una serpiente enviada para tentar a Adán y Eva para pecar, como se dice en la Biblia en el libro del Génesis,
desde Capitulo 2 versículo 15 hasta el Capitulo 3 versículo 20.
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I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
VII.
VIII.
IX.
X. El Día del Juicio aguarda incluso para ti
sabiduría es registrada en muchos de los libros del Antiguo Testamento de la Biblia. El Maestro Louis era de la
Quaesitor, literalmente, "Casa de Jueces", y fue llamado para resolver muchas disputas en el camino.
26Ya estuviese Bernadette engañada, confusa o simplemente discreta aquí, es difícil decir. Cygnus fue
criado Musulmán pero cayó en una secta servidora de Kali prohibida. Afirmaba un despertar Dramático en el cual
estaba involucrado una visión del copulando con misma "La Madre Negra" (Kali), después de luchar una exitosa
batalla con carceleros turcos para liberar a un grupo de Hindúes castigados por las malas acciones de la secta.
27No por mucho tiempo. Lo que comenzó como animadas conversaciones alrededor de la hoguera del
campamento que durarían mucho en la noche, pronto se tornaron en discusiones amargas sobre pequeños
detalles. Otros relatos de la misión muestran que Daud-Alá y la Hermana Bernadette no se dijeron ni una palabra
el uno al otro durante el último años de su misión.
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sexualmente excitado su cuerpo producía humo de hachís. Mientras que esto tenia un efecto calmante en Bernadette,
claramente Akrites no estaba experimentando el mismo estado mental. A la luz de los hechos de que era un Vidente de
Cronos, un Cultista del Éxtasis, su control bajo situaciones de tal tensión sexual es notable - y encomiable.
29Esta es una forma diplomática de decir que el Maestro Louis tendía a caminar solo varios pasos por delante
del resto de la Cábala. Era un notorio snob que hizo un punto de colocar su tienda contra el viejo y lejos del grupo.
30Este es una no del todo correcta interpretación del linaje y procedencia de Halcón Caminante. Los registros
nos muestran que era un miembro del clan Tortuga de la tribu india conocida como los Seneca. En aquel entonces, ellos
se referían así mismos como los Djiionondo-wanenake, traducido aproximadamente como "Gente de la Colina".
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I. El Viaje Comienza.
II. El Viaje Comienza.
III. El Viaje Comienza.
IV. El Viaje Comienza.
V. El Viaje Comienza.
VI. El Viaje Comienza.
VII. El Viaje Comienza.
VIII. El Viaje Comienza.
IX. El Viaje Comienza.
X. El Viaje Comienza.
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miembro de la Cábala tuvo un romance con Heylel. Mientras que su naturaleza hermafrodita lo hace
técnicamente posible, esto eruditos creen que los cultistas están permitiendo que sus propias tendencias
decadentes y predilecciones personales pudiesen nublar su juicio.
32Una re narración del sueño profético de Halcón Caminante, el cual se relato alrededor del
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de que Bernadette y Akrites tuvieron un romance durante su exilio auto-impuesto en el ártico durante la primera parte
del Siglo 17. este erudito no encuentra nada para justificar este chisme histórico.
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I. El enemigo ha ganado
II. Un sudario sangriento permanece.
III. Me he quedado sola.
IV. ¡Elí, Elí! ¿Lama sabac-tani?36
_____________________________________________________________________
34Una referencia bíblica a la destrucción de Sodoma y Gomorra. Mientras su familia
estaba huyendo de la ciudad, la esposa de Lot miro atrás y se transformo en una estatua de
sal. La historia es registrada en el libro del Génesis, Capitulo 19, versículo 24-26.
35La ultima sección de En La Guarida del León está llena con referencias Bíblicas a la
hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: "Elí, Elí, ¿lama sabactani?" Esto es: "Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
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II. Grande seria nuestra magia e incluso más grande nuestro amor.
III. Has seguido tu corazón y mira lo que tienes
IV. Si tu mano te hace pecar, córtala, dice el Señor38
V. Hay campos que atender y enfermos que sanar
VI. Propaga mi nuevo testamento por toda la tierra
VII. La magia y la música del Coro es verdad
VIII. Santa Catarina, Santa Margarita, San Miguel
caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el
fuego eterno."
39Los tres santos se dicen que han aparecido repetidamente a Juana de Arco dándola su guía y consuelo.
41Por la historia de esta sabia e inspiradora mujer, ver el sagrado Libro de Ester, según consta en el Antiguo
Testamento.
42Jesus hablo de las señales de la segunda venida y el fin del mundo, mientras reunía a los doce discípulos
juntos en el Monte de los Olivos. Estas profecías se cuentan en el libro sagrado de San Mateo, Capitulo 24.
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Pero Jesús dijo: "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales
es el reino de los cielos." Como se registra en el sagrado libro de San Mateo, Capitulo 19,
versículo 14.
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Solo de Soprano
del profeta-serpiente
La luz sagrada
Todo es vanidad,
Grandes locuras
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Coral
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Solo de Soprano44
I. Soy todas esas cosas -
y aun así ninguna.
Traición y blasfemia
llenan cada una de estas sendas
Dios me ha enviado una señal
en los fragmentos de la luz.
Mi meta es solitaria -
como mi senda debe ser.
___________________________________________
44De acuerdo a los registros de la Herman Imagna, en este punto las muchas
imágenes clonadas de la Hermana Bernadette se fusionaron en una única y radiante figura.
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Yo
Debo
Hacer
Las
Muchas
Voces ---
Una.
Finis
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---Hermana Imagna-Nicole
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La Revelación de
Akrites Salonikas el Vidente
La manipulación del tiempo durante los siglos XIV y XV era uno de los tipos de magia
más controvertidos de Europa, pues provocaba inquietantes preguntas sobre el destino y la
responsabilidad personal: si la precognición mostraba a una persona cometiendo un acto
determinado, ¿significaba que estaba atada a ese destino? Además, ¿qué responsabilidad
tenía el clarividente ante Dios (o el dios), ante la humanidad y ante sí mismo para revelar o
evitar actos dañinos o pecaminosos, e incluso ser culpado por ellos?
Akrites Salonikas, uno de los Extáticos más grandes de la historia escrita, así como
una de las figuras más controvertidas de la Marcha de los Nueve, se encontraba en la
vanguardia de la ética de la manipulación del tiempo. Quizás precisamente era debido a la
magnitud de su talento que hizo lo que hizo. En este sentido, su Revelación es quizás la más
importante de una serie de manuscritos todavía existentes que revelan la participación de
Salonikas en la ética del tiempo. Esta Revelación fue escrita durante el exilio autoimpuesto de
Salonikas en el Ártico por el difunto Assam el Vagabundo (1562 – 1824)-, aprendiz del propio
Salonikas durante la primera mitad del siglo XVII. Estas valiosas revelaciones históricas fueron
posteriormente guardadas en la biblioteca de un monasterio insignificante en las afueras de
Rostock, Alemania, una biblioteca que este editor adquirió a los Cultistas del Éxtasis de la
Capilla del Theater von der Blinden cerca de Hamburgo. Cuando Assam regresó con su maestro
al Ártico en 1705, Akrites había desaparecido sin dejar ni rastro. A pesar del hecho de que en
estos escritos Akrites se refiere a sí mismo como “un hombre muerto con un gran peso en el
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corazón”, nadie ha descubierto con evidencias concluyentes qué le ocurrió a este legendario
Vidente de Cronos.
Los manuscritos más antiguos revelan que Akrites había vivido durante un tiempo en
el Ártico durante el auge de las cacerías de brujas en Europa, quizás para escapar de la
amenaza, quizás porque no podía soportar la visión de los horrores que la humanidad estaba
cometiendo contra sí misma. En uno de estos manuscritos, Akrites, aparentemente consciente
de cómo sería considerado en Europa durante esa época, se refiere a sí mismo como “el
lujurioso diablo con piel oscura y aun así riquezas en abundancia.” (Salonikas, Verbi Addititii, p.
188). Si en verdad era un “diablo”, como le hubiera gustado, que Cronos lo decida.
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en los subsecuentes textos escritos por Akrites Saloniakas (esta, después de todo, entrenado en lo que los
seguidores más jóvenes del Arte hoy llamaríamos Latín "anticuado" y, para complicar aun más las cosas, casi
siempre escribía en tiempo presente) e escogido actualizar y clarificar el idioma en "El Deseo del Penitente" y en
el "Praedictum Apocalypsis" ("La Profecía del Apocalipsis"). Por favor ten en cuenta, no obstante, que he dejado
el prefacio de Salonikas permanezca en sus originales (mi traducción) para conferir un sentido de su gusto. En los
libros subsiguientes, voy a reproducir la totalidad de estos manuscritos, así como textos relacionados, intactos,
tanto en formato físico como, gracias a un dedicado grupo de jóvenes eruditos, en la Red.
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cerebro del Eutanatos en aquel momento de vértigo, mientras continuaba escalando por la
empinada ladera, sosteniendo la mano de Bernardette. Confieso que no me preocupaba
especialmente el destino del portador de la muerte. Sin embargo, por razones que no me
atrevo a especular, Brisa de Otoño y la Verbena Eloine, la chica de entendederas cortas,
descendieron para ayudar al Eutanatos.
En el momento en que Bernardette y yo llegamos hasta la cabaña, Heylel había
acorralado a Tormod. El viejo mago estaba de pie con la espalda contra la puerta de la cabaña,
la mano sobre el tronco que bloqueaba la puerta, con el pelo de su barba gris levantado por el
viento frío. Sólo llevaba una túnica ligera de tela de saco, gastada por el uso, pero desde luego
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no suficiente para protegerlo del frío. De todas formas, el viejo ermitaño no parecía afectado
por el frío, ni parecía haber vivido en aquel ambiente hostil durante décadas, como
supuestamente había hecho. Su cara era vieja pero infantil, con sus mejillas suaves, rojas y
lisas, y su frente sin arrugas. Sólo sus ojos, que nos miraban con un brillo furioso, su fina barba
gris y su figura frágil revelaban su avanzada edad.
Había aprendido fragmentos de Nórdico mientras viajábamos por el norte, por lo
que fui capaz de comprender el torrente de explicaciones que pronunció Tormod. Después de
todo, había estado viviendo aquí como un ermitaño durante décadas antes de que nosotros
llegáramos bruscamente a molestarle. Las posibilidades de que los Primi nunca hubieran
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puesto los pies en este remoto glaciar, y que se hubieran despreocupado de este anciano
aparentemente insignificante eran enormes. Dudé de que la Orden de la Razón pudiera
siquiera concebir que existiera un lugar tan apartado como aquél en el que vivía el anciano.
De todas formas, aunque ésta era nuestra última parada en el trayecto norte de
nuestra misión, por lo menos cuatro de nosotros –Heylel, Bernardette, mi extraño y querido
amigo el Cuentasueños Halcón Caminante y yo – creíamos que nuestro mensaje debía llegar a
todo el que pudiera marcar la diferencia, sin importar si teníamos que viajar a los cuatro
rincones de la tierra, a los sueños más profundos de la humanidad o los confines más oscuros
de la Teluria. Y nuestra investigación nos había revelado que Tormod de Kirkenes en el pasado
había mostrado grandes poderes –poderes que muchos de nosotros no podíamos imitar- antes
de haber jurado en público que nunca volvería a utilizar los “poderes del diablo”. A pesar de
sus rumoreadas habilidades, no estaba muy impresionado: el poder es una cosa, el amor es
otra. A lo largo de su vida, aquel hombre no había mostrado ningún amor por la humanidad,
ninguna inmersión en sus Pasiones, ninguna participación en el ciclo de la vida.
Sin embargo, no podía juzgarlo con demasiada dureza. Muchos de los miembros de
nuestra Cábala tampoco habían cumplido mis expectativas hasta que se unieron a la Cábala. E
incluso entonces, tuvieron que unirse, no ser elegidos para ese deber. Tenían que consagrar
sus corazones, mentes y almas a la salvación de la humanidad, aunque eso significara la gloria
o la muerte para todos nosotros. Después de que el orgullo que la mayoría de nosotros
guardábamos en secreto en nuestros corazones se disipó con la rutina diaria, el viaje, la
retórica, los debates y la violencia, lo que quedó fue una Cábala digna de tal nombre.
Teníamos nuestras debilidades, pero estábamos unidos, al menos desde el exterior.
Posteriormente nos separamos por culpa del orgullo pero creo que nunca por culpa de la
arrogancia. Ese pecado peligroso sólo era atribuible a uno solo de nuestra compañía.
Con su aliento todavía cálido a pesar del frío, Tormod parecía enfadado por haber
sido abordado tan cerca de su retiro. Reuniendo tanto aplomo como pude, cambié mi
expresión para tranquilizar al hombre, arreglando mi sombrero de piel –mi mano cálida pronto
lo lamentó- e inclinándome respetuosamente ante el viejo noruego. Recoloqué mi sombrero y
moví mis manos en un gesto de paz. Tormod me miró con sospecha, sin duda examinando mis
rasgos faciales, que traicionaban mi exótica herencia persa y griega, aparentemente fuera de
lugar. Iba a ser todo un desafío.
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cortesía apenas perceptible a su edad y sabiduría. Una emoción salió de su mente, que tocó
tentativamente la mía –un asentimiento gruñón a mi talento y un impulso breve y ansioso
acompañado por la imagen de un arzobispo católico que se disipó rápida e
intencionadamente, como si se tratara de un error vergonzoso. Con curiosidad, devolví la
imagen del arzobispo a la mente de Tormod, un faux pas que ahora deseo con todo mi ser no
haber cometido nunca.
Debéis de saber que Tormod, como descubrí posteriormente, se había preguntado
por un momento si la Iglesia nos había enviado para asesinarle –a primera vista, por sus
supuestos crímenes contra Dios, y la verdad, por su conocimiento de los mezquinos secretos
políticos del arzobispo. Después de todo, la naturaleza proporciona la más secreta de las
tumbas y Tormod no sabía, o quizás no podía saberlo, que éramos un grupo de respetables
magos. Quizás pensó que éramos esbirros o asesinos de la Iglesia. Quizás consideró mi imagen
del arzobispo como una amenaza directa. Al margen de lo que creyera, de repente sentí una
marea de hostilidad, culpa y furia canalizada hacia mí. Intenté desconectarme de su mente
antes de que pudiera hacerme daño, pero sólo lo conseguí en parte, y sufrí gran parte de su
ataque mental.
Más tarde Bernardette me proporcionó una versión coherente de lo que había
ocurrido. En apariencia Tormod había desaparecido de repente, y al mismo tiempo, me
derrumbé sobre la nieve. Comencé a hablar en una lengua que ninguno de ellos podía
comprender, aunque recuerdo hablar la lengua del anciano. No tenía ni idea de lo que dije en
el suelo, sólo que mi lengua había tomado el control de mi boca y que estaba teniendo una
visión. Bernardette intentó calmarme, aunque estoy bastante seguro de que ella pensaba que
necesitaba ayuda espiritual, no física. Acostumbrados a mis impulsos Extáticos, los demás se
dispersaron en busca de Tormod. Heylel simplemente miró alrededor mientras los miembros
de la Cábala se separaban y entonces, con un guiño de complicidad a Bernardette, intentó
desbloquear la cabaña.
El anciano se encontraba acurrucado en su interior. Le gruñó algo a Heylel, pero
Heylel simplemente entró en la estancia hasta el hogar y comenzó a manejar el atizador con
sus manos delicadas. Tormod se encontraba visiblemente furioso, pero no parecía dispuesto a
obligar a Heylel a que se marchara, quizás confundido por quién o lo que era, o intimidado por
lo que creía que era Heylel.
Bernardette arrastró mi cuerpo al interior, todavía hablando en lenguas, sobre el
suelo de la única habitación de la choza y sus tablones desnudos, hasta colocarme en el lecho.
Volvió a cruzar la habitación, cerró la puerta y colocó los troncos del interior para bloquear la
puerta. Ni Heylel ni Bernardette se molestaron en llamar a los otros miembros de la Cábala.
Sólo podía sospechar sus motivos.
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Durante ese tiempo, como he dicho, experimenté una visión, quizás provocada por el
ataque de Tormod. A veces era muy simbólica. En otras simplemente me transmitía el futuro.
Sin embargo, durante la visión, sentía que las dos caras, la simbólica y la precognitiva, se
encontraban estrechamente entrelazadas. Fue como si la mente de Tormod fuera propensa a
lo simbólico, mientras mi propia mente comprendiera lo precognitivo, y las dos mentes
estuvieran trabajando juntas para revelarme algo. Superpuesto a la visión se encontraba el
abrumador sentimiento de que Tormod quería concederme un deseo, cuya naturaleza no
podía determinar, una emoción descontrolada es una herramienta tosca para una
comunicación precisa.
La visión era algo así:1
____________________________________________________________________________
2En este punto del manuscrito original, los símbolos aparecen vinculados a una
fuerte magia de mente. Cuando se accedía, estos símbolos permitían al lector re experimentar
la visión, particularmente las emociones, que Salonikas presumiblemente vio y sintió en aquel
momento. Ya que esta visión no se describe en las propias palabras de Salonikas, le he pedido
a Marina Rampullo, Maestra Extática aquí en Doissetep, que nos preste aquí su pericia en el
campo de las Traducción e Interpretaciones Visionarias, una tarea la cual gentilmente a
aceptado. Lo que sigue, entonces, es una interpretación de la experiencia de Salonikas, y, las
advertencias de Rampullo, se tendrán como tales. Lamentablemente, la naturaleza de la
publicación la hace inviable para transferir la magia contenida en el símbolo a cada copia de
este libro. La versión de la Red de este material contendrá la visión en su conjunto.
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Las colinas nevadas, los acantilados gélidos, los lagos helados, se acercaron a mí,
como si todo el mundo se acercara bajo mis pies. De repente, comenzó a caer sangre del cielo
–plic, clic, como gotas de lluvia- al primero unas pocas, y después un continuo torrente de
sangre, como si el sol hubiera cortado la yugular del cielo con un rayo brillante y afilado. Todo
el mundo chilló a la vez, como si, como se ha dicho después “un millón de voces hubieran
chillado de repente como una, y de repente hubieran caído en silencio.”
…corríamos sobre la nieve, persiguiendo a nuestra presa, que sentía tanto desprecio
por nosotros como nosotros, me di cuenta de repente, sentíamos por él. Subimos por la ladera
del fjeld, ayudándonos entre nosotros, metro a metro. Delante de nosotros el Sol brillaba en lo
alto del acantilado, fundiendo despreocupadamente un trozo de hielo, con témpanos que
caían hacia nosotros como la crítica de desprecio de un sacerdote. El hielo fundido por el Sol
caía del acantilado, hiriendo a la Noche y arrastrándola hacia el fondo. Con Templanza, la
Naturaleza apareció para curar a la Noche. Sentí un repentino impulso de furia. Y todo ese
tiempo la Pasión y la Fe continuaron subiendo sin flaquear, sólo enterradas en la nieve que el
Sol parecía poseer. El Sol desapareció más allá del Horizonte. Me sentí sorprendido y aliviado
al ver a la Noche cubrir el Cielo con manos gentiles.
…otra noche, una luna nueva. Aunque me sentaba ante un fuego rugiente, el frío de
la oscuridad congelaba mis huesos. A través de los ojos ónice de un cuervo, contemplaba
nuestro campamento, las personas que se encontraban en él y vi el futuro, la carroña de las
bestias. Bernardette, Eloine, Moro, el Hermético Louis DuMonte, Halcón Caminante, Brisa de
Otoño y el profundo Ahl-i-Batin Daud-Alá –tranquilamente hacían sus tareas en torno al fuego,
moviéndose como si cargaran con pesadas cadenas sobre sus miembros. Sus espaldas estaban
inclinadas con gran pesar y apenas hablaban. Todos estaban presentes excepto dos: yo mismo
y Heylel. Los demás tenían la expresión de quienes van a morir. Temblé aterrorizado, porque
eran los Elegidos, quienes debían llevar la voluntad de las Nueve Tradiciones en sus corazones.
No parecían más animados que el pobre criado que tiene que vaciar los orinales de las
habitaciones de una posada –prisioneros olvidados, rotos, sin esperanza. De hecho, habían
perdido su voluntad de vivir, porque habían perdido la voluntad de luchar. Y esta escena era
aterradora para mí, porque si los Elegidos eran incapaces de luchar, ¿quién lo haría?
Lo peor de todo, ¿qué hacían aquellos bebés allí? Eran dos –parecían gemelos- envueltos en
mantas, y acurrucados contra el pecho cálido de Eloine. ¿Iba Eloine a tener niños? ¿Lo había
hecho impulsada por el amor o conscientemente? Llevar niños en una misión como la nuestra,
exponerlos a tantos peligros, era un acto egoísta.
Una cosa me preocupaba: ¿por qué no me encontraba presente en la Cábala? ¿Iba a
morir antes de que esa visión se hiciera realidad? Y si no, ¿dónde estaba? ¿Y dónde estaba
Heylel?
…Pero entonces llegó Heylel Teomim –el honorable líder de los Elegidos, aliado de
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
confianza, y me di cuenta por la mirada venenosa que le lanzó Eloine que Heylel era el padre
de los gemelos inocentes. Cabalgaba dirigiendo una tropa de caballeros y al Sol que trae la
muerte, tal y como lo conocen los habitantes del desierto, tras él. Los rostros de los caballeros
estaban envueltos en sombras, pero cabalgaban de forma arrogante y no traían nada bueno.
Sus monturas, blancas como la corona brillante del sol, humeaban bajo el frío de la mañana,
preparadas para descender sobre el valle que se extendía ante ellos. Heylel detuvo su montura
en lo alto de la colina, medio girado, con su mano delicada elevada hacia el cielo para que las
tropas la vieran. Di un giro para mirarle. La mitad de su noble rostro, el rostro de un patricio,
estaba pálido, sin sangre, iluminado por el sol, mientras la otra mitad era oscura, misteriosa,
envuelta en sombras. Me pregunté en qué estaba pensando y entonces bajó su mano. En
silencio, como la nieve, los caballeros rodearon el campamento y descendieron. Temblé. Mi
Éxtasis se incrementa y muchas cosas se me revelaron en un torrente de visión. Son las Sendas
de la Historia: las ramas del Tiempo que desafían al Destino:
Veo: Estoy durmiendo plácidamente en mi tienda, soñando con traición, fracaso y rendición.
Una rama se rompe fuera y despierto. Me escurro bajo la tela de mi tienda y miro fuera. En el exterior,
sobre un caballo de puro color blanco, se sienta una delgada figura, parece un mago, pero en sus ojos,
como en los ojos de todos los que Obran Magia, veo la llama de Primus, la Pasión eterna, chispeando
como un fuego fatuo. Y sin embargo es a mirada de los muertos, sus ojos sólo valoran la utilidad y
desprecian la emoción, la curiosidad y la estética. Me atrae con una mano huesuda que sólo sugiere
derrota.
Veo: La alarma en el campamento, preparado para la batalla. Siempre vigilante, Brisa de Otoño
monta guardia en la ladera de la colina y se lanza derecha, con sus músculos, ojos y oídos armonizados.
Eloine huye al bosque, camuflada sólo como una Verbena puede ocultarse. La dulce Bernardette ofrece
plegarias a su Dios, plegarias a Heylel a quien ama (¿es que está tan ciega que cree que no lo sabíamos?) y
neciamente ignora la pasión que siento por ella. Halcón Caminante entona de forma contemplativa su
kinnikinick mientras afila la maza de guerra que llama tomahawk. Los demás se preparan según sus
costumbres, pero no veo sentido en permanecer a plena vista. ¿Por qué luchamos como quiere el
enemigo, por qué honramos a quienes desconocen el rostro de la divinidad?
Escurriéndome en la tienda donde los niños duermen tranquilamente, inconsciente de que su
madre lucha contra su padre, levanto su pequeña cesta y la llevo sigilosamente fuera del campamento,
esperan evitar los ojos vigilantes de su madre. Se agitan y echo a correr, temeroso del ruido que pueden
causar. Cronos, mi amigo y familiar, se une a mí a un kilómetro del campamento, y pongo la cesta de los
bebés entre los dos arneses de su lomo (porque ha elegido la forma de un camello) y lo envío de regreso a
la civilización, donde tengan la oportunidad de ser recibidos por la compasión y no por la justicia.3
___________________________________________________________________________________________________________________________________________
3En este momento y en otros de su visión, la historia de Salonikas parece contradecirse con la de Eloine sobre
el destino de los gemelos. Aunque no existe una respuesta definitiva a esta contradicción, la mejor explicación es la
propia naturaleza de la visión de Salonikas: sólo describe lo que podría haber ocurrido (Las Sendas de la Historia, las
ramas del Tiempo que desafían al Destino) y no necesariamente lo que ocurrió.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
incapacitado durante tanto tiempo. Hasta donde he podido saber, Heylel se quedó conmigo
por simple amabilidad.
Cuando me recuperé, me sentí inmediatamente abrumado por tantas cosas sobre las
que pensar, pero no estaba preparado para ello, porque parecía que me habían partido la
cabeza en dos. Me giré hacia Heylel, que me había envuelto en una manta de piel y encendido
un fuego en el hogar y tomé su mano. Encontré extraño que temiera el contacto, pero pareció
pensárselo mejor. Sin embargo, no pareció darse cuenta de que tenía sentimientos
ambivalentes sobre su aparente traición y que quería creer que mi visión simplemente había
sido un sueño febril.
Después de un tiempo el calor de la cabaña aumentó y me relajé. Mi mente comenzó
a moverse de nuevo, produciendo pregunta tras pregunta. Tenía que decidir dos cosas: qué
hacer con Tormod, que había sido tan amable de dejar que nos quedáramos –especialmente
tras nuestra intrusión- y qué hacer con Heylel si es que mis visiones no eran el producto de una
mente febril. Mirando a mi alrededor, por primera vez me di cuenta de que Tormod no se
encontraba allí. Heylel debió haber percibido mi curiosidad porque me respondió antes de que
le preguntara:
-Está muerto.
Las palabras me sorprendieron. Parecía razonablemente sano cuando lo
encontramos. ¿Lo había matado la Cábala? ¿O le había hecho algo cuando me atacó, quizás en
autodefensa? Heylel continuó hablando:
-Tormod de Kirkenes estaba cuidando de ti en el sexto día de tu trance.- Hizo una
pausa, encogiéndose como un gato a punto de saltar. -En un impulso angustiado–sus ojos se
estrecharon y su voz indicaba sarcasmo- tomaste la mano de Tormod y el anciano se marchitó
ante nuestros ojos.
Al principio no parecía tener sentido, pero pensé en ello y poco a poco la gravedad
de la afirmación de Heylel me golpeó. Por las Pasiones, pensé ¿qué había hecho? ¿Podía haber
matado a un hombre inocente ante los mismísimos ojos de los Nueve? Lo peor de todo, pensé
¿Había matado a un mago que podía haber ayudado al Concilio en su guerra? En ese momento
era muy consciente del hecho de que estaba aferrando la mano de Heylel, y que él también
me agarraba con fuerza, como si me acusara. Entonces continuó:
-Descansa, estoy seguro de que no fue culpa tuya. Sólo fue un accidente.
Conseguí gemir, muy débil:
-Entonces, todos…
Heylel negó con su cabeza.
-No, sólo nosotros.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Esa noche no pude descansar. Heylel dormía a mi lado en la pequeña cama de Tormod, pero
mis ojos se negaban a cerrarse, llenos de horror, culpa y penitencia que se habían apoderado de mi
corazón. No importaba que no hubiera querido hacerlo. Temía que quizás mi falta de control sobre mi
magia se había vuelto demasiado peligrosa, y que el Concilio me condenaría al Gilgul por ello. Fue
literalmente, por mi propia mano, que Tormod, que había estado cuidando de mí, había sido asesinado. En
ese momento, un impulso de ver lo que había ocurrido me superó, así que contemplé los oscuros tablones
encima de la cama y comencé a pensar hacia atrás. La noche se convirtió en crepúsculo y el crepúsculo en
mañana –el amanecer del noveno día. Hacia atrás, pensé con más fuerza, hacia el sexto día.
Estoy aquí. Veo a Heylel despertarse al amanecer, seguido poco después por Tormod, que estaba
durmiendo junto al hogar. Heylel le indica a Tormod que va a salir de la choza, y Tormod asiente. Estoy en
la cama, con la manta de piel tirada en un montón arrugado en el suelo. Mis brazos y pies están cubiertos
de arañazos donde he golpeado o rozado la pared a mi lado. Mis ojos miran blancos hacia el interior de mi
cabeza, mientras dejo escapar un grito inhumano como el de un banshee. Me convulsiono como si me
estuvieran torturando. Mis dedos, donde llevo los tatuajes de los Profetas y de los Fieles, brillan con las
Pasiones. Es una maravilla que los otros dos magos hayan conseguido dormir.
Tormod se atusa la barba, entonces acerca un tosco taburete de madera a la cama, se sienta y
espera.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
De repente, me estiro y
relajo. Mi rostro está encendido,
mi pecho húmedo de sudor. El
brillo de mis dedos se reduce y
desaparece. Con paciencia,
Tormod me cubre con la manta de
piel hasta el pecho y mueve pesimista
la cabeza. Rendido, murmuro algo y
duermo profundamente. Al mediodía, Heylel
vuelve y despierto brevemente. Me giro y Tormod
se apresura para recolocar la manta. Alcanzo su
mano y él permite que le toque. Heylel se sienta
junto al fuego.
Y entonces, de repente e inesperadamente, mi
cuerpo se arquea en el aire como si me hubiera alcanzado un
rayo, pero sigo aferrando la mano de Tormod. Se asusta e
intenta soltarse, pero no puede. Desde mi perspectiva
temporal, veo una tormenta de Tiempo, como un tornado,
rodeando la choza, y mi corazón comienza a latir
aceleradamente. Algo muy peligroso
para los
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
mortales, una tormenta de Tiempo, un raro fenómeno que se sabe que es provocado por los magos que
atraviesan el Tiempo, pero resulta aleatorio en dónde y cuándo estalla. Tormod se asusta e intenta
apartarse de mí. Heylel lo coge por la cintura y tira de él. Pero es demasiado tarde. Tormod ha quedado
atrapado en una anomalía y yo no soy consciente del peligro y no puedo ayudarle. Su barba crece más, sus
mejillas rosadas se hunden y se vuelven pálidas, sus ojos se ciegan. Heylel se suelta de golpe y cae hacia
atrás. Los músculos de Tormod se reducen, su estómago se hunde –porque cuando estás atrapado en una
tormenta de Tiempo, el tiempo se acelera a tu alrededor hasta que no te queda tiempo. Tormod se
marchita, se ahoga (porque no puede aspirar suficiente aire para llenar su cuerpo acelerado) y muere. En
una súplica final se vuelve hacia Heylel y le extiende su brazo libre.
Antes de que Heylel pueda reaccionar, el cuerpo de Tormod se oscurece y derrumba en una pila
de huesos y piel podrida.
Todo ocurre muy rápido4
Inconsciente, continúo murmurando y entonces comienzo a convulsionarme otra vez. Heylel está paralizado,
la sangre cae de su cara. Desde otro tiempo, me cubro los ojos y lloro. Dejo ese día a los buitres del pasado.
Como Tormod fue un penitente vestido sólo con tela de saco yo he decidido tomar su juramento. No era ni
soy cristiano, pero los cristianos no son los únicos que sienten remordimientos. En esas circunstancias no puedo concebir
que pueda reunirme con la Cábala. De esta forma juré enterrarme en la penitencia por un pasado que no pude curar. Mi
deseo esa noche fue olvido, Olvido sagrado, el opuesto necesario de la Pasión, de la misma forma que el diablo cristiano
es el opuesto de Cristo.
Y así me atormenté con la enormidad de un voto semejante. Si entonces hubiera abandonado mi juramento
al Concilio, ¿no estaría más avergonzado de lo que estoy ahora? Con lágrimas ardientes corriendo por mi cara, me quedé
en silencio en la cama con Heylel a mi lado, con su respiración serena, sin ser molestado por la tormenta de mi interior.
Luché para no llorar, para no despertar a Heylel y avergonzarme, pero mi respiración me traicionó y terminó
despertándose. Al principio no percibió mis lágrimas, pero tras un momento me escuchó y me acarició la mejilla.
Nunca pensé que Heylel, tan arrogante, lógico y algunas veces sarcástico, podía ser tan amable, y de repente
sentí la necesidad de abrazarle, sentir su calor contra mi pecho, sentir su vida reconociendo la mía. Tiernamente me
devolvió el abrazo, como si supiera la angustia que provoca una traición de confianza. Parecía comprender mi necesidad,
limpió las lágrimas de mis mejillas, me acomodó de nuevo sobre el lecho y se tendió junto a mí. Ni él ni yo dormimos el
resto de la noche, ni tampoco hablamos. Pero estuvo allí, compartiendo el silencio y el olvido conmigo para que no me
sintiera solo. ¿Cómo podía ser él quien iba a traicionar al Concilio, a las Tradiciones y de hecho a toda la humanidad?
Esa noche decidí continuar mis viajes con la Cábala. Pero también juré que regresaría a los yermos del Ártico para pagar
mi deuda con quien había muerto por mi mano y recuperar los secretos que se habían perdido con su muerte. Tú,
Porthos, y vosotros, lectores de este libro, sois testigos de que he respetado ese voto, porque escribo desde los yermos
del Ártico, recluido de los horrores de este mundo y con mi aprendiz Assam como única compañía.
___________________________________________________________________________________________________
4Esta “Tormenta de Tiempo” puede haber sido un antiguo efecto de Paradoja, quizás un anticipo de la
realidad consensuada por la que estaba luchando la Orden de la Razón. Extremadamente rara en estos días que la
realidad se ha “solidificado”, su existencia no obstante está corroborada por otros relatos de finales del siglo XV y
principios del siglo XVI. Véase “Ars Magia et Portento Rari”, pp. xiv y xxi de Dominicus Caeli y “La Naturaleza de las Cosas
por Venir" pp. 137-154 de Alfred Huxley.)
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Praedictum Apocalypsis
Entonces del Veneno recogido hice una Medicina,
El Veneno Mata pero salva lo que no puede tomar.
-Sir George Ripley, “Visión”, Las Doce Puertas
Escuchad ahora, oh, hijos e hijas del futuro, lo que habría ocurrido si no hubiera
permanecido en silencio mientras Heylel Thoabath asesinaba y aprisionaba a mis amigos en
aquella infame mañana de 1470.
Repito las palabras de Cicerón mientras intentaba convencer a Catilina de que dejara
Roma, porque Catilina, a ojos de su país, era un Traidor, no como Heylel Thoabat.
Y ahora, ¿qué es tu vida? Porque te hablo no movido por el odio, ni por el deber, sino
por la lástima de alguien que nada te debe.
Viniste temprano al Senado. ¿Te recibió una gran multitud de amigos y parientes?
¿Esperas que se pronuncie un insulto en voz alta cuando ya has sido castigado por el juicio del
silencio?
…¿No crees que deberías dejar la ciudad? Si mis compañeros ciudadanos me
consideraran sospechoso de tantos crímenes, preferiría evitarlos que ver tantos ojos
enemigos. ¿No dudas en evitar las miradas y la presencia de tantas mentes y sentimientos que
quieren hacerte daño? Si tus padres te temieran y no pudieras calmarlos de ninguna manera
¿no te apartarías de sus ojos como haría yo? Ahora tu tierra patria, que es el padre común de
todos, te teme, y todos los que han estado a tu lado sólo piensan en su muerte.
Así fue tratado Heylel Thoabath. Ninguno en nuestro sabio Senado quería que
siguiera en las filas de los magos, y el silencio que rodeó el tema llenó volúmenes. Como dice
Cicerón, era sospechoso nada menos que de conspirar para el asesinato de las Tradiciones –o
su libertad- y teníamos miedo de lo que había hecho y de lo que podía seguir haciendo. Porque
no fue el Hado ni el Destino, ni la mano de un dios cruel la que guió al Traidor, sino
simplemente, tan simplemente, su propia decisión la que llevó a Heylel a abandonar la senda
de la humanidad por la soberbia.
Pero pocos entre nosotros saben de verdad de qué era capaz Heylel, y el que menos,
el propio Traidor. Fue por eso que decidí permitir a Heylel que traicionara nuestra Cábala: por
los que sabíamos que era necesario y para crear una excusa que borrara el nombre de Heylel
Theomim Thoabath para siempre del Libro de la Vida. Necesitábamos que hiciera algo tan
horrible que pudiera justificar la aniquilación del Avatar de Heylel, su ser eterno. La Traición
tan bien documentada tan sólo fue una excusa.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
su vez reclutarían más seguidores. Pronto las Tradiciones, siguiendo ciegamente la nueva
senda, se unirían con la Orden de la Razón bajo el estandarte de Thoabath para librar el
mundo de lo desconocido y lo no cognoscible.
Y si le hubiéramos permitido traicionar a los Nueve y escapar, se habría hecho más
fuerte y devorado a las Tradiciones como la lepra. Su lujuria por consumir habría crecido con
cada bocado y cualquier oposición se habría derrumbado ante la fuerza de su carisma
imparable. No se le podía ignorar.
Y si hubiera vivido, habrían aparecido máquinas, mecanismos hechos de metales y
sustancias químicas y energías, los sueños más elevados de los Alquimistas y los Artesanos, y
de hecho de cualquiera de nosotros, y habrían impuesto su justicia implacable sobre quienes
pensaran, y por encima de todo, sobre quienes soñaran. Quienes escribieran serían arrojados a
fosos de ácido con sus libros y tratados entre las aclamaciones del populacho.
Se crearían programas de apareamiento para mortales y magos, donde los humanos serían
llevados para producir descendencia que pareciera eugenésica. Los niños nacerían para ser
máquinas, para trabajar como esclavos, y si se mostraban prometedores, para ser cultivados y
convertirse en soldados de a pie o incluso líderes del ejército maldito de Thoabath.
La magia, tal y como la conocemos, sería abolida. Las máquinas eliminarían quirúrgicamente la
imaginación y la intuición de los cerebros de los recién nacidos. Quienes sobrevivieran con
ellas serían sistemáticamente purgados o convertidos en autómatas. Después de que
Thoabath eliminara por completo su oposición sólo quedaría una realidad: la Razón. Razón sin
imaginación. Razón unida bajo eficiencia, utilidad y ausencia de sentimientos. Razón sin
humanidad. Y Heylel, él solo, habría unido a todas las facciones, aquellos cuya avaricia no
conoce límites –de hecho incluso podría sospecharse que los Nefandos se habrían infiltrado en
esa sociedad-, aquellos que luchan por alcanzar la perfección y dejar la humanidad atrás, y
cuya depravación habría engendrado monstruosidades para la causa del Traidor, aquellos que
controlan las mentes y los corazones de las masas y aquellos que vigilan todo el conjunto para
destruir a los pocos que conservan sus mentes.
En mi visión, quienes leéis esto estáis muertos o peor, convertidos en máquinas
malditas que sirven a Heylel. Vosotros, sus servidores, lo llamáis MOLOCH, pero es la misma
criatura que conocimos, aunque despojada de cualquier vestigio de su anterior humanidad.
Obedecéis sus órdenes; como perros obedecéis las órdenes de quienes le sirven. Cortáis el
mundo hasta separarlo de la Teluria. Perseguís y destruís a sus habitantes. Recogéis libros para
quemarlos –de hecho, el primer libro que quemáis es éste. Siguiendo las órdenes de Heylel,
construís campos de muerte y experimentación donde los sabios de Moloch prueban nuevas
teorías sobre los cuerpos y almas torturados de los vivos. Vuestra respuesta a la pobreza y la
enfermedad es mejorar los horrorosos ejércitos de Moloch con vuestras creaciones, los
infelices engendros que surgen de los experimentos de esos campos. Vuestra respuesta a la
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
guerra es unir a todas las facciones bajo el estandarte infernal de Moloch, el Traidor de la
Humanidad, con la amenaza de la destrucción universal. Vuestra respuesta a la pasión es el
castigo. Vuestra respuesta a la diversidad es la igualdad. Sois la vida que personifica la muerte.
Vuestro interior se pudre.
Y en sus cámaras privadas resuena la risa de Moloch. Una risa vacía. La risa de una
criatura que sabe que se ha perdido, pero no recuerda el camino en el que nació. Una criatura
que atraviesa el Tiempo con nosotros para aniquilarlo. Porque, a pesar de su crueldad, desea
compasión. Desea escapar de su propio Edén.
Y sin embargo, queda esperanza, siempre queda algo de esperanza. Entre nieblas
veo el éxodo desesperado de unos pocos magos y sus servidores. Utilizan las mismas máquinas
que Heylel ha creado para escapar y asentarse en una tierra extraña lejos de la Tierra. Esta
esperanza, separada de cualquier lazo y que no pretende volver nunca a su hogar perdido,
jugará un papel en la destrucción de dos sucesores del futuro lejano, pero no puedo decir lo
que es.
Acudí a los Videntes con esta visión, y ellos, en su sabiduría, verificaron la profecía, y
añadieron profecías que no soy libre para revelar. De todas formas, os revelo estas visiones a
vosotros, Porthos y los Hijos e Hijas del Tiempo, por vuestro buen futuro. A pesar de todos los
obstáculos, por lo menos sé que mi corazón no es culpable de una indigna ambivalencia, o de
una cobardía que hubiera costado el alma de la humanidad. La elección fue mía, y aunque me
duela, sé que hice lo correcto. Por lo tanto os ruego que no me juzguéis como un hombre sin
compasión ni honor. Porque después de todo lo que se ha dicho y después de todo lo que se
ha hecho, sólo Cronos, el Separador de Almas, puede juzgarnos. Que Cronos muestre a este
humilde Vidente compasión y me juzgue bajo la luz de mi conocimiento.
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La Oratoria de
Halcón Caminante
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Hermanos, mi viajera fue largo y estuvo lleno de muchas dificultades. Las grandes
aguas nunca fueron calmadas y su movimiento me produjeron enfermedad. Durante muchos
días yací en la parte inferior de la canoa, incapaz de comer, demasiado débil incluso para
comer, demasiado débil incluso para moverme. Solo quería sentir la tierra bajo mis pies de
nuevo, pero no había tierra a la vista en ninguna parte. El sol caía sobre mi y la niebla salina
secaba mi piel como cuero.
Las tormentas surgieron de repente de los cielos despejados para agitar aquí y allá la
canoa, amenazando con volcarla. Las pieles de alce se agrietaron, permitiendo al agua entrar
en la canoa y arruinar mi comida. Sufrí de hambre - y cuando mi suministro de agua se agoto,
sufrí de sed también. Muchas veces empecé a dar marcha atrás, pero cada vez que lo hacia
una voz en mi cabeza me instaba hacia adelante. Siempre adelante.
Rece al Gran Espíritu para que me llevase de forma segura a través de las aguas, pues
sabía que el velaba por mí. Cuando rece por bebida, el trajo la lluvia. Cuando rece por comida,
un pez saltaría en mi bote. Me guio, me protegió, me dio coraje y fuerza.
Finalmente, después de treinta días y treinta noches, desembarque en la costa
rocosa de una extraña y desconocida tierra.2 Una mujer estaba allí a mi encuentro. Ella me
había estado esperando, pues era una persona de gran magia. Una maga. Su hombre era
Jaunda, y su piel era del color de la noche.
Veo vuestras sonrisas, Hermanos, pero digo la verdad. Jaunda era de una tierra lejos
al sur, donde el sol siempre está caliente. Me tomo por la mano - pues era como un niño
pequeño en aquella nueva tierra - y me enseño como hablar Francés, una de sus muchas
lenguas. También me enseño sobre su tribu, los Cuentasueños, o como ella los llamaba, su
"Tradición."
Estudie con Jaunda durante muchas lunas, aprendiendo todo lo que pude, y fui
adoptado en los Cuentasueños. Juntos, viajamos a un lugar mágico llamado Horizonte, donde
un concilio de magos se llevo a cabo - el mismo concilio que vi en mi visión.
Hermanos, nos sentamos aquí esta noches varios centenares fuertes, pero este
concilio al que fui era un concilio de miles de personas. Nunca antes había visto tantas
personas de magia reunidas juntas en un lugar. Venían de todo el mundo para compartir su
conocimiento y dejar que sus voces fueran oídas. Había gente negra y gente blanca, y gente
cuyas pieles parecían amarillas a la luz del sol. Algunos tenían pelo en la sus rostros. Otros
tenían ojos azules, como los ojos de un hombre ciego. Llegaron a pie y montados en gigantes
en perros-alce, llamados caballos. Es cierto, lo juro. Mis ojos se abrieron ampliamente por las
muchos lugares increíbles. Mis oídos se llenaron con los sonidos de muchas lenguas.
_____________________________________________________________________________
2Halcón Caminante desembarco en Francia, cerca de la ciudad de Les Sables-
d'Olonne.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
La Gran Convocación no era un concilio de paz, mis amigos. Era un concilio de guerra.
Los magos estaban enojados de que sus enemigos, la Orden de la Razón, quisiese destruir las
Tradiciones y acabar con su magia. Por cada persona de medicina que conocí, había un millar
mas cuyos ojos estaban ciegos a la verdad, "Durmientes", fueron llamados, y caminaban a
través de la vida en oscuridad, víctimas de las enseñanzas de la Orden de la Razón.
Después de mucho discutir, los jefes del concilio decidieron elegir una persona de
cada Tradición para formar la Primera Cábala. Esta cábala iría a luchas contra la Orden de la
Razón y abriría los ojos de los Durmientes. Estaba muy sorprendido cuando el Concilio me
selecciono para representar a los Cuentasueños.
Hermanos, los nueve de nosotros elegidos para la Primera Cábala éramos tan
diferentes como las flores en el campo… tan diferentes como los pájaros del bosque. Pero cada
uno de nosotros era una persona de conocimiento. Una persona de magia.
Akrites Salonikas era un joven guerrero con una espíritu ardiente. Tenemos mucho
en común, el y yo, y a mi gusto mucho. Como yo, sus padres también habían sido matados por
guerreros enemigos. Llevaba consigo pipa, aunque no le prestaba atención al tabaco que
fumaba pues me hacia caminar divertido.
Os habría gustado Akrites, mis Hermanos. Su corazón era fuerte. Muchas noches nos
sentamos junto a la hoguera del campamento y compartimos historias de batallas y
conquistas. A algunos de los otros no les gustaban sus historias, pues pensaban que eran
fanfarronerías. No comprendían que es la naturaleza del guerrero, su derecho, fanfarronear
sobre las cosas que ha hecho.
Otro guerrero que viajo con nosotros era Cygnus Moro. Era tan grande como un oso,
y casi tan fuerte. Pocos podían vencerle en una lucha. Incluso nuestros mejores guerreros le
encontrarían un peligroso oponente.
Respetaba a Cygnus por su fuerza y sus habilidades de combate, pero no comprendía
sus enseñanzas. Los Eutanatos a menudo ayudan a otros a cruzar hacia el mundo de los
espíritus - para alcanzar la Ascensión, el estado de iluminación - quieran o no. No comprenden
que la vida es un don del Gran Espíritu, uno para ser atesorado.
Daud-Alá, un Anciano, portaba las palabras de su Dios en un libro de hojas
hablantes. No pude leer sus hojas, ni pude convencerle de que su Dios y el mío eran el mismo -
simplemente llamados por diferentes nombres. El y Louis DuMonte discutían tanto sobre la
rectitud de sus enseñanzas que me dolían los oídos.
No todos los que conformaban la Primera Cábala eran hombres. Varias mujeres de
magia también viajaban con nosotros. Bernadette era como una niña atrapada en el cuerpo de
una mujer. Su poder estaba en las canciones que cantaba, y el gentil toque de sus manos. Una
gran tristeza caminaba con esta mujer, pero nunca poder leer su espíritu para descubrir que lo
causaba. Solo puedo esperar que un día encuentre felicidad en su vida.
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
Eloine pertenecía a una Tradición llamada los Verbena. Su magia, como la mía,
provenía de la tierra, pero sentía que algunas veces seguía la voz equivocada. Una voz oscura.
Aun así, la trate como una hermana y pasamos muchas horas compartiendo conocimiento de
plantas y espíritus.
La tercera mujer en nuestra Cábala era Brisa de Otoño. Era una flor de la tierra del
sol naciente, pero era una flor con muchas espinas. Brisa de Otoño entrenaba su mente para la
paz, y entrenaba su cuerpo para la guerra. No miento, mis amigos. Pocos entre vosotros
podrían igualar sus habilidades de combate. He visto muchos hombre intentando arrancar los
pétalos de esta mujer, solo para descubrir cuan afiladas eran realmente sus espinas.
Si yo hubiera sido un hombre más joven, podría haber mirado a Brisa de Otoño con
pensamientos de hacerla mi esposa. Su sonrisa era tan cálida como la luz del sol, y cuando reía
los pájaros silenciaban sus canciones para escuchar. Pero estaba demasiado viejo para tales
pensamientos necios. De hecho, la adopte en mi familia y ella se convirtió en la hija que nunca
tuve. Pasamos mucho tiempo juntos, hablando, riendo y disfrutando de la compañía mutua.
Hermanos, veo vuestras miradas curiosas y sé que habéis estado contando. He
hablado solo de ocho de los miembros de la Cábala - siete mas yomismo. Pero ahora hablare
del noveno miembro.
Heylel Teomim de los Solificato no era ni hombre ni mujer, sino ambos. Juro que esto
es cierto. Un día Heylel era una mujer. Al día siguiente era un hombre. Dos espíritus - uno
bueno, el otro malo - atrapados dentro de un cuerpo, luchando por el control. No sé como
Heylel podía tener dos espíritus al mismo tiempo, pero no confiaba en el debido a esto.
Como podéis ver, los nueve de nosotros teníamos muy poco en común. Éramos de
diferentes tierra, culturas y costumbres. Aun así, creíamos en lo que estábamos haciendo y
dejamos de lado nuestras diferencias para trabajar juntos. Por cuatro inviernos viajamos por la
tierra, intentando parar el mal que la Orden de la Razón había propagado.
Hermanos, alegraos de que habéis nacido en esta isla3 donde los bosques son
abundante con la caza y la vida es buena. Dar las gracias al Gran Espíritu por haberos puesto
aquí. A través de las grandes aguas, la Gran Madre4 está enferma. Ha sido envenenada por los
Durmientes. Violada. Pronto su espíritu dejara esa tierra, y todas las cosas de belleza morirán.
A través de las grandes aguas, ciudades de piedra cubren la tierra como un sarpullido
repulsivo. Atrás han quedado los bosque donde un hombre podía estar solo para cazar y
pescar. Atrás también han quedado los animales de los bosques, sus nombres casi olvidados.
Campos vacios se estiran en lo que el ojo puede ver. Solo quedan unos pocos arboles
raquíticos. Los ríos están contaminados; el hambre y al enfermedad están por todas partes.
_____________________________________________________________________________
3Muchas tribus de Indios Americanos creían que el Norte de América era una isla portada en la espalda de
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La Senda Frágil: Testamentos de la Primera Cábala
En la tierra de los Durmientes, he visto casas de piedra, tan altas como una aldea,
que se estiraban altas hacia el cielo.5 En aquellas casas viven hombres ricos y ejércitos de
guerreros que se vestían con piedra brillante.6 Aquellos hombres ricos hacían la guerra a sus
vecinos por ninguna otra razón salvo la satisfacer su codicia, mientras en las sombras de sus
casas los pobres luchan para sobrevivir.
Mis ojos se llenaron con lagrimas mientras veía a hombres y mujeres trabajar largas
horas criando ganado y vegetales para alimentar a sus hijos - solo para que todo les fuese
arrebatado por los hombres ricos de las grandes casas. Aquellos hombres no se preocupaba de
que otro pasasen hambre mientras ellos comiesen. Pensaban solo en sus propios estómagos. Y
cuando un hombre clamaba por un poco de comida para comer, era arrastrado de su mujer y
familia, y encarcelado dentro de la tierra.
Hombres de túnicas negras, que se llaman así mismo sirvientes de Dios, cabalga a través de la
tierra en perros-alce, arrestando aquellos que no rezan al Gran Espíritu de la misma forma que ellos lo
hacen. Hombres. Mujeres. Niños. No importa. Todos son sacados de sus casas y encerrados bajo tierra.
Hermano, estos túnicas negras son muy malvados y hacen cosas terribles en el nombre de su
Dios. Los he visto pelar la carne de víctimas indefensas mientras aun seguían vivas. Y he observado,
incapaz de evitarlo, mientras hervían a niños vivos en ollas gigantes de aceite. Sus gritos vivirán para
siempre en mi mente, Hermanos. Para siempre en mi corazón.
Una vez, nos encontramos con una niña pequeña no muy lejos del pueblo donde vivía. Era
pequeña y pálida; su cabello del color de la miel. Los túnicas negras la habían violado y torturado,
dejándola al lado de la carretera para que muriese. Intentamos salvarla con nuestra magia, pero era
demasiado tarde. Murió en los brazos de Eloine. Y aunque tome mi cuchillo y corte profundamente mi
pecho, la sangre no podría quitar la pena que sentí aquel día.
Las cosas terribles que hemos visto nos hicieron aun más decididos a ganar nuestra lucha, pero
debido a nuestras diferentes creencias ninguno de nosotros pudo ponerse de acuerdo que dé debía ser
hecho, o donde deberíamos ir después. Cada uno quería hablar, pero ninguno quería escuchar. No
ayudaba que nuestros enemigos, la Orden de la Razón, cabalgase por delante nuestra, contando a la
gente que éramos los culpables de la enfermedad que estaba barriendo el país. Los Durmientes, cuyos
ojos no estaban abiertos a la verdad, a menudo creían las mentiras contadas sobre nosotros y recibían
nuestra llegada con gritos de ira. Dos veces, nos tiraron rocas. No sé que dolió mas; las piedras o sus
palabras airadas.
A medida que las lunas pasaban, una gran oscuridad descendió sobre la Cábala. Discutíamos y
peleábamos constantemente, algunas veces llegábamos a los golpes físicos. Aquellos que una vez fueron
mis amigos se convirtieron en enemigos amargos. Nadie se salvo del mal humor que yacía profundamente
sobre nuestros corazones. Estoy avergonzado al admitir que yo también caí victima de esta oscuridad,
diciendo palabras duras a aquellos por los que cuidada. Mientras discutíamos y peleábamos, nuestra
magia cada vez era más débil - mientras que la de nuestros enemigos era cada vez mas fuerte.
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5Castillos, que deben haber sido una maravilla para viajeros distantes.
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Cuando me despierto, me doy prisa para hablar a los otros de mi sueño. Se sientan
alrededor de la hoguera del campamento, escuchando cercanamente, mientras comparto mi
visión con ellos. Cuando termine, estuvieron todos de acuerdo en que mi sueño era una
advertencia de un gran peligro. Incluso entonces, ninguno pudo estar de acuerdo sobre lo que
debía ser hecho. Louis DuMonte hablo durante largo periodos sobre que mi visión significaba
para él, mientras los otros gritaban para que sus voces fuesen escuchadas. Al final, no hicimos
nada. La advertencia fue ignorada.
La mañana siguiente, me desperté con el sonido de caballos galopando a través
nuestro campamento y los gritos de hombres furiosos. Agarrando mi tomahawk, corrí fuera de
mi tienda para descubrir que estábamos siendo atacados por guerrero de la Cábala del
Pensamiento Puro. Con ellos cabalgaba Heylel. El hombre-mujer nos había traicionado y había
traído al enemigo a nuestro campamento. La advertencia del búho se había hecho realidad.
Hermanos, cuando vi a Heylel con nuestros enemigos, mi corazón ardió con cólera, y
mi grito de guerra reverbero a través del bosque. Muchos hombres mate esa mañana - tantos
que el mango de mi tomahawk estaba resbaladizo con su sangre.
Mis compañeros también lucharon con valentía. Por aquellos pocos y breves minutos
de batalla, éramos una Cábala otra vez. Olvidados fueron los problemas y discusiones que nos
había separado. Hombre contra hombre permanecieron Bernadette y Eloine. Ya no eran
enemigas, lucharon como hermanas. Un corazón una mente. Detrás de ellas, Akrites y Cygnus
moro lucharon con espada y hacha.7
La magia también fue usada aquel día. Magia poderosa. Vi a Louis DuMonte
permanecer en el centro de la batalla, con flechas volando a su alrededor. Sus manos alzadas a
los cielos, exhortando a los poderes de sus Dioses. Y ellos le respondieron, mis Hermanos. Le
respondieron.
Los espíritus volaron de todas las direcciones, invocadas por su cólera. Su dolor.
Trueno, relámpago, lluvia. El viento aullaba como un animal herido y el sol se volvió del color
de la sangre. Louis sacudió su puño y un centenar de arboles fueron abatidos. Dio un pisotón y
la tierra se movió.
Nunca antes tal magia había sido exhortada. Nunca tal poder había sido visto.
Luchamos por nuestras vidas - luchando por las vidas de aquellos aun no nacidos. No nos
atrevimos a perder. Incluso el Gran Espíritu debió haber mirado hacia abajo y temblado ante
las fuerzas desatadas aquella mañana.
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7De nuevo, esta es una divergencia de la versión común de la historia. Quizá Akrites
lucho por un tiempo. Por otra parte, Halcón Caminante pudo no haber querido recordar a su
amigo como un cobarde.
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Pero exhortar a tal poder es muy peligroso, incluso para uno tan diestro como Louis
DuMonte. Tal poder puede ser como una antorcha que resplandece demasiado
brillantemente, quemando los dedos de él que la sostiene. El Mago Hermético era fuerte, pero
no pudo controlar las fuerzas a la que llamo. Murió en un trueno y un destello ardiente. Todo
lo que dejo tras de sí fueron cenizas, y fueron esparcidas por el viento.
Me aparte del destello que mato a DuMonte, solo para ver a Brisa de Otoño rodeada
de varios del enemigo. Corrí para ayudarla, pero fue apuñalada a través del pecho antes de
que pudiese alcanzarla.
Recogí a Brisa de Otoño y la lleve lejos de la lucha. Su sangre manchaba mis manos y
goteaba caliente entre mis dedos. Quería sanar su herida, para aliviar su dolor, pero no pude
hacer ninguna de esas cosas. Mi bolsa de medicinas estaba aun en mi tienda, y no había
tiempo para cogerla. Solo pude sostenerla en mis brazos y gentilmente acariciar su cabello,
observando cómo su vida se esfumaba lentamente.
Murió en mis brazos, Hermanos. La pequeña hermana que nunca tuve. La hija que
siempre quise tener. Una flor. Delicada. Suave. Murió en mis brazos y mi corazón murió con
ella.
Baje su cuerpo suavemente al suelo y me puse de pie. Ya no quería luchar más - ya
no me importaba si vivía o moría. Todo lo que era especial para mi yacía muerto ante mis pies.
Por segunda vez en mi vida, mi familia había sido arrancada de mi.
Mi tomahawk se sentía pensado en mi mano. Le deje resbalar de mis dedos. Me
sentía solo, y tan lejos de mi casa. No me resistí cuando el enemigo me agarro y me tumbo
contra el suelo. Me patearon y me dieron puñetazos muchas veces, pero no sentí nada. Mi
cuerpo estaba entumecido con la pena.
Varios de los otros miembros de la Cábala también habían sido capturados, Aunque
Akrites Salonikas logro escapar. Daud-Alá, Louis DuMonte y Brisa de Otoño murieron aquella
mañana. Voy a extrañarlos a todos mucho. Muchas canciones serán cantadas sobre ellos. Sus
nombres no serán olvidados.
Los cuatros de nosotros que fuimos capturados - Eloine, Bernadette, Cygnus Moro y
yo mismo - fuimos llevados a una de las casas de piedra gigantes y aprisionados bajo la tierra.
Hermanos, perdonadme si mis manos tiemblan cuando hablo de nuestra captura,
pero sufrí gran dolor a manos de mi enemigos. Los dedos de mis manos y de mis pies se
rompieron y cuchillos calientes se colocaron contra mi carne. Me arrebataron las ropas y me
forzaron a dormir desnudo en una fría piedra. Cuando tirite y roge por una vestimenta para
cubrir, ataron mis brazos tras mi espalda y me azotaron. Me volví débil por la falta de comida.
Enferme. Terribles llagas cubrieron mi cuerpo. No tenia agua y tenía que beber mi propia orina
para sobrevivir.
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Pero no era el único que fui tratado mal. Los otros de la Cábala sufrieron también.
Escuche sus gritos mientras eran torturados. Largos y terribles gritos. Me dolía la cabeza, pero
no podía ayudarlos. Cygnus Moro, el Eutanatos, murió a manos de aquellos que lo
aprisionaron. Cuando lo conocí, solo cuatro inviernos antes, era joven y fuerte. Cuando murió,
era un hombre viejo.
Hermanos, pensé que iba a morir allí también, pero el Gran Espíritu debe haberlo
querido de otra manera. Una noche, mientras yacía en mi celda, mi celda se abrió. Pensé que
los túnicas negras habían venido para torturarme un poco más, pero era Akrites Salonikas que
permanecía de pie en el umbral. Había vuelto para rescatarnos, usando su magia para pasar a
escondidas los guardias. Con el estaban otros magos.
Nunca había estado tan feliz de ver alguien como lo estaba al ver a Akrites. Mis
plegarias habían sido respondidas, el estaba contento de verme también, y ambos lloramos
mientras nos abrazábamos. Juntos, encontramos las celdas de Bernadette y Eloine, y
preparamos y dispusimos nuestro escape. Una vez libres, nos dieron alimento y ropas,
nuestras enfermedades y heridas fueron curadas con magia, y fuimos llevados de vuelta al
reino llamado Horizonte.
Fuimos llamados ante el Concilio de los Nueve para contar nuestras historias. Unas
pocas semanas más tarde, el traidor Heylel fue capturado y también llevado a Horizonte.
Rogué al concilio para que me dejasen matar al hombre-mujer - para cortar y abrir su
pecho y comerme sus dos corazones - pero mi solicitud fue denegada. En su lugar, el fue
juzgado, encontrado culpable de sus crímenes, y ejecutado.
Hermanos, observe a Heylel morir y fue una cosa buena. Mucha gente sufrió y
perdieron sus vidas como resultado de su traición. Debido a él, nuestra misión había fallado. La
oscuridad había ganado. Quizá hubiera fracasado sin su ayuda. No lo sé.
Después de la ejecución, me llamaron de nuevo ante el concilio. Querían
recompensarme por todo lo que había hecho. Ofrecieron usar su magia para sanar mis llagas y
para hacer mi pierna derecha fuerte de nuevo,8 incluso para hacerme joven. Les dije que no
quería ninguna de esas cosas; solo quería volver a casa.
Estrella de Águilas, jefe de los Cuentasueños, me pidió que diese un paso adelante.
Me dio un cuchillo de piedra brillante como un regalo. Me dijo que cerrase mis ojos, lo cual
hice. Cuando los abrí de nuevo ya no estaba de pie ante el Concilio de los Nueve - estaba en la
tierra de mi gente.
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8Herido en una lucha con un guerrero Huron, Halcón Caminante caminaba con una
leve cojera.
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Hermanos, aquello fue hace siete días. Desde entonces, he pasado muchas horas
hablando con los espíritus de esta tierra, buscando consejo de mis guías. Ofrezco este cuchillo
como prueba de que la lengua de Halcón Caminante es recta; mi historia es cierta. Nunca
antes un cuchillo tal se ha visto en nuestra nación. También lo ofrezco como advertencia. Un
viento maligno gimen en la distancia. Pronto estará sobre nosotros.
Escuchadme, Oh Sénecas, pues hablo de verdad por vuestro bienestar. La Orden de
la Razón no estará feliz con destruir tan solo la vida de su propia gente. Son como bestias
hambrientas que engulle todo a la vista. Querrán mas comida para comer y cruzaran las
grandes aguas en busca de ella. Con ellos vendrán los Durmientes, que tomaran nuestra tierra,
quemaran nuestras aldeas, y violaran nuestras mujeres y niños. Ninguno quedara para llorar
las tumbas de nuestra gente. Incluso los nombres de nuestras tribus serán olvidados.
No tengo dos corazones; lo que digo es cierto. He mirado en el futuro y he visto una
gran oscuridad. Las cosas de las que hablo pronto acontecerán. Quizá en unos pocos inviernos.
Quizá solo en unas pocas lunas.
No penséis, Oh valientes hombres de los Mohawk, Oneida, Onondaga y Cayuga, que
este peligro pasaran de vosotros. Vuestra gente serán como hojas que caen, expulsadas de sus
tierras nativas por esta tormenta malvada. Ninguna estará a salvo. Todos sufrirán.
Os pregunto, hombres a la cabeza, Jefes y bravos guerreros, ¿vamos a renunciar a
nuestra tierra, las tumbas de nuestros ancestros, y todo lo que es sagrado para nosotros sin
una lucha? ¿Os sentareis de brazos cruzados y permitiréis a los túnicas negras y los Durmientes
tomar lo que no es de ellos sin luchar?
¡Yo digo no! ¡Nunca! No lo olvidéis, Oh valientes guerreros, de las acciones nobles de
vuestros ancestros. Debemos aplastar a esos intrusos como uno aplasta a los mosquitos
chupasangre.
Hermanos, he escuchado vuestros gritos para arriar el poste de guerra y mi corazón
está contento. Grandes son los guerreros en la tierra de las casas largas. Pero tener cuidado:
los Durmientes son tantos como los granos de arena sobre la playa. No podemos luchar un
enemigo tal con lanzas y tomahawks. Solo a través de la magia podemos derrotarlos. Solo a
través de la Ascensión podemos sobrevivir.
Levantaros Oh hombres de los Naciones Mohawk, Oneida, Onondaga, Cayuga y
Seneca. ¡Levantaros y escuchar mi voz! Dejad que mis palabras vuelven tan rectas como
flechas hacia vuestros corazones.
Volver a vuestros hogares y reuniros con vuestros seres queridos. Traedlos todos
aquí, y os mostrare el camino que conduce a la Ascensión. Os mostrare la luz al final de la
senda.
¡Levantaros, mis hermanos! ¡Levantaros! ¡Escuchar lo que digo! El fin de nuestro
mundo crece cerca. Formemos un cuerpo, un corazón, y defendamos hasta el último hombre
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nuestras casas, nuestra tierra, y las tumbas de nuestros ancestros. Unámonos como uno, una
confederación de Naciones.8 Solo como uno podemos esperar sobrevivir.
¡Levantaros, mis hermanos! No durmáis mas. ¿No lo escucháis? ¿El sonido de las
alas? Las aves negras están llegando volando en el viento de la noche. Las aves negras están
llegando, y con ellas viene la muerte.
He hablado.
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8Las naciones Seneca, Mohawk, Oneida, Cayuga y Onondaga se unieron para formar
la Confederación Iroquesa a finales del 1600 - después de la llegada del hombre blando a
Norte América, y mucho después de la muerte de Halcón Caminante. Aun así, muchos eruditos
que su charla sobre la Primera Cábala y la llegada de los Durmientes, la cual ha sido trasmitida
oralmente de generación en generación, sentó las bases para esta unión.
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Posteriormente
Las lecciones han acabado. Ve en paz, pero no las olvide, pues estos relatos de
salvación y condenación son nuestros.
Los nueve una vez fueron como eres ahora; joven, vital, asustadizo, orgulloso,
bellaco, leal y vivos. Deja a sus advertencias ser el trueno distante a medida que avanzas. Deja
sus redenciones ser tu faro. La Senda que comenzaron es ahora tu derecho de nacimiento.
Trátala con cuidado.
Mi relato esta hecho, y tengo sueño. El mañana traerá una nueva ronda de escollos y
estoy indispuesto para afrontarlas. Quizá aquellos que desean mi muerte compartirán su
placer mañana, quizá no. No importa. Mi relato esta contado. Y si este libro ha sido la labor del
un hombre loco, ha sido realizado con el mayor amor. Me alivia.
La lección está hecha. El maestro te ofrece una despedida.
Mantén la Senda.
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