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RESPONSABILIDAD.

CONCEPTO.
La responsabilidad es la aptitud que tiene el sujeto de conocer y
aceptar las consecuencias de sus actos voluntarios, en razón de la
cual la ley lo hace pasible de una sanción resarcitoria.

SENTIDO DEL VOCABLO RESPONSABILIDAD.


La responsabilidad. puede ser entendida en distintos sentidos:
En una concepción amplia, se puede entender por responsable a
todo el que debe cumplir. El vendedor de un cajón de vino, es
responsable para hacer efectiva su entrega al comprador, y por
no hacerla efectiva en caso de incumplimiento. Se abarca así la
conducta debida, y la sanción por no adecuarse a ella.
 Como responsable al deudor que no ha cumplido y está sujeto a
las acciones del acreedor. Al no haber acatado a la deuda (al
comportamiento debido como prestación), el acreedor tiene
derecho a ejecutarlo forzadamente, obtener la ejecución por otro
a su costa, o reclamarle indemnización.
En sentido estricto, se dice responsable a quien, por no haber
cumplido, se le reclama indemnización. Esta es la acepción que
comúnmente se da al concepto, en cuanto concierne al deber de
reparar el daño jurídicamente atribuible causado por el
incumplimiento.

AMBITOS DE LA RESPONSABILIDAD JURÍDICA.


El derecho tiene organizado todo un sistema de sanciones, algunas
de las cuales son retributivas o represivas y otras resarcitorias. En la
sanción represiva no hay equivalencia material entre la infracción y
el mal inferido al autor, en tanto la sanción resarcitoria supone un
principio de equivalencia entre el daño y la indemnización. con la
cual se lo enjuga.
En la sanción represiva late la idea de retribución: se infiere un mal
al sujeto, se lo afecta en sus derecho subjetivos, como retribución
por un hecho sancionable, pero el término de comparación no se da
entre cosas (Ej: un guardabarros chocado y el dinero necesario para
repararlo), sino que se atribuye un valor al bien jurídico perjudicado
al que se pone en relación con el disvalor del mal amenazado, y así,
no se comparan los objetos robados con los meses de cárcel que se
imponen.
La sanción retributiva o represiva (aun existiendo, en su medida en
derecho civil) es típica del derecho penal. Hay, pues, una órbita
propia de la responsabilidad. penal.
Hay, además, y es la que nos interesa, una esfera de
responsabilidad civil generadora de indemnización. En materia de
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obligaciones, la reparación civil consiste en una prestación que se


impone al responsable de un daño injusto. Esta prestación es
establecida considerando la cuantía del daño, que constituye su
tope; aun en los supuestos de agravación del monto indemnizatorio
en función del dolo, ese plus no es debido de manera independiente
de la medida exacta del perjuicio, sino como reparación del daño
inferido. Tiene, pues, una concreta finalidad de satisfacción de la
víctima por el victimario, a través de una prestación patrimonial, que
se impone a este último a favor de aquélla.

LOS PRINCIPIOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL.


Para encontrar los principios de responsabilidad. podemos:
Deducirlos de la noción de justicia, tomándolos por el sentido
común o por la conciencia jurídica.
Inducirlos, analizando el contexto de la legislación nacional, los
sistemas de legislación comparada, o la doctrina de los autores.

Algunos de los principios de la responsabilidad. civil son:


1.- Relatividad de los derecho subjetivos: ningún derecho es
ilimitado. Si no hubiera relatividad de los derecho subjetivos bastaría
que el legislador consagre una facultad y le permitiera al hombre
ejercitarla a su antojo. Pero el art. 14 de la C.N. establece que los
derecho allí consagrados deben ser conforme a las leyes que
reglamenten su ejercicio. Los derecho subjetivos se dan en el orden
social, y presupone una estructura ordenada, en el cual c/a facultad
se comprime o ensancha hasta encontrar otra facultad o derecho
subjetivo ajeno.
2.- Principio de reserva: no hay deber ni transgresión sin norma
que lo imponga; principio que deriva directamente de la noción de
seguridad, puesto que es preciso saber a qué atenerse. Surge del art.
19 de la C.N: “nadie será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni
privado de lo que ella no prohibe”.
3.- No dañar a nadie; no dañar a otro: corresponde al derecho
romano, es norma implícita de los sistemas que incriminan el daño
injusto; y es consecuencia de la relatividad de derecho subjetivos.
4.- Se debe responder por actos propios, no ajenos: esto aparece
consagrado respecto de los actos positivos y negativos; atañe al
problema de la causalidad como respuesta a quien o que ha
desencadenado un consecuente; y rige, inclusive, en la
responsabilidad. indirecta en que , por lo general, hay una cierta
acción u omisión de la persona en quien se refleja la responsabilidad.
y a quien se le exige el deber de reparar. Ej: el envenenamiento que
se produce por usar condimentos en mal estado al servir comida en
un restaurante: genera responsabilidad. civil, pero no hay delito
penal de homicidio, a pesar del desorden de la cocina, si no es
posible juzgar que hubo previsibilidad del resultado dañoso con la
certeza requerida por el derecho penal para incriminar esa conducta.
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5.- Imputabilidad subjetiva: clásicamente ha sido sostenida la


vigencia de este principio, según el cual no hay responsabilidad. sin
culpabilidad; a la vez que no puede haber culpabilidad sin que el acto
principie por ser voluntario en sentido jurídico.
6.- Agravación del tratamiento para el dolo: es la agravación de la
responsabilidad. en caso de dolo.
7.- Honor a la palabra empeñada: el art. 1197 dice que las
convenciones tienen fuerza obligatoria equivalente a la ley general
8.- Buena Fe: puede ser buena fe-creencia (cuando versa
justificadamente acerca de la titularidad de un derecho); o buena fe-
probidad (importa el comportamiento leal, honesto en la celebración
y cumplimiento del acto).

CRITERIOS ACTUALES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL.


La regulación clásica, que asoció el deber jurídico. de reparar el
reproche de conducta, está en crisis: la responsabilidad. civil
evolucionó de una deuda de responsabilidad. a un crédito de
indemnización; hoy importa la injusticia del daño antes que la
injusticia de la conducta generadora, porque los ojos de la justicia se
han puesto del lado de la víctima.

La nueva concepción tiene muy diversas manifestaciones:


1- se diluye el requisito de antijuricidad, consagrado en términos
riguroso por el art. 1066.
2- se desnaturaliza el elemento voluntarista de la culpa, al suprimir
la exigencia de que provenga de un obrar con discernimiento,
intención y libertad; tal es el mecanismo de la culpa objetiva.
3- cuando todavía se exige culpa, se afina su concepto, bastando
para asignar responsabilidad. la menor negligencia, la culpa
levísima. De tal modo, en los hechos, la liberación del deudor se
aproxima mucho al caso fortuito.
4- a veces se presume la culpa. En tal situación, como el
demandado tiene la carga de probar su negligencia, cualquier falla
en esa demostración lo responsabiliza; de manera que , también en
los hechos, puede ocurrir que responda en casos en los cuales no
haya incurrido efectivamente en culpa.
5- sobresale la responsabilidad. objetiva y se encuentran
aplicaciones de ella en hipótesis que , tradicionalmente eran
enroladas en la responsabilidad. subjetiva derivada de la culpa.
6- se conceden indemnizaciones de equidad, que comprometen a
sujetos que , por carecer de voluntad jurídica, no tienen aptitud para
obrar culposamente.
7- se amplía el espectro de obligados a la reparación, consagrando
responsabilidades plurales, como en los casos de la responsabilidad.
colectiva, o de la derivada de ruina de edificio.
8- se consagra la indiferencia de la con causa, con el alcance de que
se asigna la totalidad del daño a quien aporta una de las causas
concurrentes.
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9- rigen mecanismos alternativos de la responsabilidad. civil, que


no la desplazan, sino que coexisten con ella y tienden a proveer
indemnización. a la víctima: se trata del seguro, de los fondos de
garantía, de la idea de solidaridad, de la asunción de daños por el
Estado.
Síntesis: el problema de la responsabilidad, en nuestro derecho ha
sido enfocado desde ángulo del autor del hecho en cambio, la
tendencia del derecho moderno es considerar el problema desde el
pto. de vista del damnificado. Pues lo que parece justo es que quien
ha sufrido el daño imputable a otra pers. deba ser reparado por ella.
Esta tendencia ha sido acogida por la ley 17.711 que reformó el art.
1113, admitiendo la teoría del riesgo creado; quien con sus
actividades aunque sean lícitas y aún benéficas para la sociedad,
crea un riesgo, debe indemnizar sus consecuencias con entera
independencia de que haya o no culpa.

ORBITAS CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL.


En la responsabilidad. civil existen las órbitas contractual y
extracontractual., que tienen génesis distintas que condicionan
regulaciones más o menos diversas, con diferencias apreciables.
La responsabilidad. es calificable como CONTRACTUAL cuando hay un
deber preexistente que es específico y determinado, tanto en
relación al objeto como al sujeto obligado: cuando ha sido concretada
una obligación. de dar, de hacer o de no hacer algo, Ej: cuando A
vende a B un equipo de video, queda obligado a entregárselo y si no
cumple, la transgresión de ese deber de entrega genera su
responsabilidad. contractual.
En cambio, la responsabilidad. es EXTRACONTRACTUAL cuando hay un
deber preexistente que es genérico (deber general de no dañar) e
indeterminado en cuanto a los sujetos pasivos, que viene impuesto
por la ley, y que rige por el mero hecho de la convivencia social.
La responsabilidad. contractual abarca el incumplimiento. de las
obligaciones. nacidas en un contrato (art. 1137), especie de acto
jurídico (art. 944). También, por analogía de situación, se aplican
esos preceptos, a los actos unilaterales entre vivos de contenido
patrimonial, involucrando las obligaciones. emergentes de la
declaración unilateral de voluntad. Los llamados cuasicontratos
también reciben esa regulación y así lo establece el cód. en cuanto a
la gestión de negocios, regida por las acciones de mandato en la
medida en que la actividad del caso resulte útil (art. 2297). En
determinados supuestos los 3ros respecto del pacto tienen derecho a
prevalerse de las normas atenientes al contrato: se trata de los
contratos a favor o en nombre de 3ros. (art. 504). Es decir: la
responsabilidad. contractual rige en supuestos en los cuales no hay
contrato, y sus normas deben serles aplicadas. Así, denominar
contractual a esa responsabilidad. puede provocar equívocos, por lo
cual se debe tener presente que se trata de responsabilidad.
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derivada del incumplimiento. de obligaciones. que tienen fuente en


un acto ilícito.
La responsabilidad. extracontractual (fuera del contrato) no cubre
todas las hipótesis que no resultan contractuales. Son, sin embargo,
propias de la responsabilidad. extracontractual.: la anulación del
acto jurídico. (art. 1056); la responsabilidad. post-contractual; la
emergente del daño a 3ros respecto del contrato; o la del 3ro que
causa su inejecución.

Diferencias:
Existen diferencias de régimen entre la responsabilidad.
contractual y extracontractual. o aquiliana. Ellas son:
- génesis: el origen de la responsabilidad. contractual sustituye o se
adiciona a la obligación. preexistente que es incumplida; el de la
responsabilidad. extracontractual. es la violación de un mero deber
no obligacional.
- estructura: en tanto la responsabilidad. contractual sustituye o se
adiciona a la obligación. preexistente, el deber de resarcir daños y
perjuicios a causa de un hecho ilícito aquiliano implica una
obligación. nueva.
- extensión de la responsabilidad: la responsabilidad aquiliana es
más amplia que la contractual. En un hecho ilícito se responde por
consecuencias inmediatas y mediatas y en ciertos casos, de las
casuales; ante el incumplimiento contractual, sólo de las
consecuencias inmediatas-necesarias si hay culpa y de las mediatas
si hay dolo.
- plazos de prescripción liberatoria: en la responsabilidad
contractual el plazo es de 10 años (4023), en la aquiliana, es de 2
años (4037).
- edad del discernimiento: para actos ilícitos se adquiere a los 10,
para los lícitos a los 14.
- carga de la prueba de la culpa: en la contractual la carga está
distribuida según se trate de obligación de resultado (el deudor tiene
la carga de demostrar su diligencia) o de medios (quien pretende ser
acreedor debe probar la culpa del demandado). En la aquiliana la
regla es que el acreedor (la víctima) pruebe la culpa del deudor
(1109).

OPCIÓN AQUILIANA ANTE EL INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL.


Los hechos o la omisiones en el cumplimiento de las obligaciones
convencionales, no están comprendidas en los arts. de este título, si
no degeneran en delitos del derecho criminal (art. 1107). Así, queda
marcada una frontera entre los ámbitos contractual y
extracontractual de la responsabilidad. civil. No obstante se da un
pasaporte, para transitar del 1ro al 2do, cuando el incumplimiento
del contrato implica un delito penal. Ej: la venta de una cosa gravada
que implica incumplimiento contractual y configura defraudación
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penal; la usurpación por el locador del inmueble alquilado que es, al


mismo tiempo, infracción a las leyes civil y penal, etc.
Se trata de establecer si el incumplimiento de un contrato puede dar
lugar a la aplicación de las normas propias de la responsabilidad
extracontractual, concebidas para el caso de violación del deber
general de no dañar, ajeno a la existencia de un contrato.
Para unos, las responsabilidad contractual y extracontractual son
incompatibles, porque entienden que la doble regulación de una y
otra, derivada de sus génesis distintas, sería inútil si se admitiera
que el acreedor por incumplimiento contractual pudiese acudir a
normas aquilianas.
Para otros, son compatibles, porque no atañen a esta cuestión ni el
caso de 2 ilícitos (el inquilino que como consecuencia de una
discusión hiere al locador) ni el de los daños en ocasión de
contrato (el operario que contratado para hacer un trabajo en
propiedad privada, comete hurto en ella). De lo que se trata
concretamente, es de la posibilidad de optar por el sistema de
responsabilidad aquiliana ante un incumplimiento contractual.

SISTEMA ARGENTINO:
Se enrola en el grupo que admite la opción con restricciones, a
través de la exigencia de que el incumplimiento contractual implique
delito penal. En tal situación el acreedor tiene derecho a optar, a su
arbitrio, por la vía contractual o la aquiliana.
Se han dado distintos proyectos de reforma, hacia la unidad de las
responsabilidad contractual y aquiliana; pero es menester tener en
cuenta que se trata de unificación y no identidad.

PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad. generadora del deber de indemnizar exige la
concurrencia de cuatro presupuestos:
1.- EL INCUMPLIMIENTO OBJETIVO O MATERIAL, que consiste en la
infracción al deber, sea mediante el incumplimiento de la palabra
empeñada en un contrato, o por violación del deber general de no
dañar.
2.- UN FACTOR DE ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD., una razón
suficiente para asignar el deber de reparar al sujeto sindicado como
deudor. Tal factor de atribución puede ser subjetivo (culpabilidad) u
objetivo.
3.- EL DAÑO, que consiste en la lesión a un derecho subjetivo o
interés de la víctima del incumplimiento jurídicamente atribuible.
4.- UNA RELACIÓN DE CAUSALIDAD suficiente entre el hecho y el daño;
es decir, que pueda predicarse del hecho que es causa (fuente) de tal
daño.

Sin la concurrencia de estos 4 presupuestos no hay responsabilidad.


que de lugar a indemnización. De allí que la investigación, tiende a
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establecer si la persona de quien se pretende indemnización. es o no


responsable: Ej: si actuó en legítima defensa y no incurrió entonces
en incumplimiento alguno, tal investigación debe ser abandonada. Si,
en cambio, se concluye que hubo infracción, debe estudiarse si
promedia un factor de atribución eficaz: Ej: si se precisa culpa y no
la hubo, tampoco habrá responsabilidad.
Cuando se tiene por establecido un incumplimiento jurídicamente
atribuible al sujeto, debe precisarse si hubo o no daño, porque la
indemnización. sólo tiene sentido en caso afirmativo, pues quien
circula en su auto a exceso de velocidad (infracción) y culpablemente
(factor de atribución) sin dañar a otro, no es responsable en el
sentido de ser deudor de indemnización. alguna.
Una vez asentada la existencia de incumplimiento atribuible y
dañoso, se deberá concretar si aquél determinó el daño y que
porción de la masa total de daños se le asigna al autor, problema que
concierne a la relación de causalidad. Ej: un banco abre una cuenta
corriente en infracción de las reglamentaciones, y el titular,
mediante el mal uso de esa cuenta, causa dolosamente un daño a
3ro, el Banco. no es responsable (pese a que hubo infracción
atribuible y dañosa) porque no hay relación de causalidad
jurídicamente relevante para atribuirle ningún deber de indemnizar
al 3ro.

ANTIJURICIDAD FORMAL O MATERIAL, SUBJETIVA U OBJETIVA.


La antijuricidad es la acción o conducta que genera
responsabilidad. civil, sin perjuicio de los restantes elementos o
presupuestos. La conducta es antijurídica, ilícita o ilegal, cuando
está en contradicción con el ordenamiento jurídico; es la conducta
transgresora de una norma prohibitiva de dañar.
La antijuricidad objetiva o material consiste en la infracción de un
deber; su carácter objetivo deriva de que resulta de una observación
previa y primaria del acto, ajena a toda consideración de la
subjetividad del agente. De tal manera, el obrar de un loco, que no
puede ser culpable por carecer de discernimiento (art. 921), puede
sin embargo, resultar objetivamente ilícito.
Si se relacionan los actos con las consecuencias jurídicas se
advierte que algunas conductas son indiferentes para el derecho,
como las relativas a las reglas de cortesía o de urbanidad; tales
conductas son intranscendentes. Otras, son trascendentes, y la
trascendencia puede ser: positiva, si adecua a las pautas del
ordenamiento jurídico (cumplir un contrato, circular un auto
respetando las señales), y negativa, si transgrede dichas pautas (no
cumplir un contrato, o violar las señales). Estos actos trascendente
negativos son disconformes con el derecho
* Ilicitud objetiva contractual: quien incumple un contrato procede
ilícitamente (art. 1197).
* Ilicitud objetiva extracontractual: ningún acto será ilícito si no
fuere expresamente prohibido (1066).
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Es decir:
1.- La ilicitud objetiva surge de la confrontación de la conducta
obrada con la ley en sentido material (o lato, o amplio), o seas toda
norma legal dictada por escrito por autoridad competente y no en
sentido formal (o estricto, o restringido), que es la dictada por el
Congreso con arreglo a las formas constitucionales.
2.- Se reafirma el principio de reserva (art. 19 C.N.), pues se exige
la ley previa a la transgresión, aunque, claro está, sin el sentido de
tipicidad propio del derecho penal.
3.- El análisis de la ilicitud es realizado mediante la confrontación
total del ordenamiento jurídico: así, la muerte de A no es ilícita si la
produjo en legítima defensa.
4.- Alterini opina que son también ilícitas las conductas contrarias
a los fines de la norma jurídica. al conceder un derecho, o adversas a
la buena fe, la moral y buenas costumbres, en cuanto importan un
ejercicio irregular del derecho subjetivo y configuran así un acto
abusivo (art. 1071).
Por lo pronto, la antijuricidad objetiva es un presupuesto de la
responsabilidad., pero además tiene otras virtualidades que vale
destacar:
* la legítima defensa procede ante la simple agresión, aunque no
provenga de un sujeto jurídicamente imputable (art. 2470).
* el acto del menor de 10 años o el demente, no puede ser ilícito en
sentido subjetivo; pero únicamente proyecta responsabilidad. al
padre, tutor o curador, si es objetivamente ilícito.
* el incumplimiento objetivamente considerado autoriza por sí solo la
adopción de medidas cautelares y da derecho a quien lo padece para
promover demanda contra el incumplidor, sin que la demostración de
la culpabilidad de éste seas presupuesto de esa promoción.

En cuanto a los modos de obrar, pueden ser:


a.- actos de comisión: la infracción puede ser llevada a cabo
mediante un acto positivo (matar, lesionar, hurtar). En tal supuesto
obra por comisión o ejecución.
b.- comisión por omisión: aquí hay hechos negativos que en sí
mismos no constituyen infracción, pero cuyo resultado es ilícito. Ej:
la madre que no alimenta al hijo (no es ilícito), pero si por ello muere
el hijo (el resultado es ilícito).
c.- actos por omisión: todo aquel que cause daño por omisión, será
responsable si la ley así lo impusiere (art. 1074). En la órbita
extracontractual la omisión sólo es ilícita cuando la acción omitida
estaba impuesta: Ej: el caso de omisión de ayuda: quien sin riesgo
para sí, no tiende una mano al nadador que se ahoga. En los
incumplimiento contractuales es común que se obre por omisión: la
acción del deudor tendiente al cumplimiento está impuesta por el
art. 1197.
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CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN.
Ciertas circunstancias justifican una conducta que , de no haber
mediado ellas, sería ilícita. Se trata de las denominadas causas de
justificación que , por consiguiente, excluyen la ilicitud de la
conducta en el caso dado.
Se diferencian de las causas de inimputabilidad (excluyen la
culpabilidad, sea porque obró sin discernimiento, o por error; es
objetivamente ilícito, pero no acarrea responsabilidad; el acto
justificado es, en cambio, objetivamente lícito) y de las excusas
absolutorias (se excluye la sanción: el acto es objetivamente ilícito e
imputable, pero no genera responsabilidad. íntegra para el autor).

CASOS.
1.- Ejercicio regular de un derecho: es frecuente que los sujetos
perjudiquen a otros con su obrar. En los negocios puede suceder que
alguien gane y alguien pierda. En el mercado, quien tiene éxito
aumenta su clientela, a veces, a expensas de otro competidor que
pierde. El derecho no puede reprochar esas ventajas, en tanto no
resulten una violación a la ley o una conducta irregular. Pero, por ej:
la obtención de clientela transgrediendo la ley de Lealtad Comercial
sería ilícita. Así, el daño causado en ejercicio regular de un derecho
está justificado, y no da lugar a resarcimiento a favor de quien lo
sufre.
2.- Legítima defensa: hay legítima defensa cuando una persona, en
situación de urgencia y con medios racionales, causa un daño a otra
al repeler, contra ésta una agresión actual e ilegítima. PARA que
haya legítima defensa debe haber: agresión ilegítima, necesidad
racional del medio empleado para impedirla o repelerla, y falta de
provocación suficiente por parte del que se defiende.
3.- Estado de necesidad: se justifica la conducta de quien causare
un mal por evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño.

FACTORES DE ATRIBUCIÓN.
Para que la conducta antijurídica y efectivamente dañosa, genere el
deber de reparar, es preciso que sea imputable o atribuible al sujeto.
Existen dos criterios de atribución: pueden ser subjetivos u objetivos.
El SUBJETIVO parte de la idea de reproche moral que se dirige al
autor de una conducta ilícita y que da fundamento a la obligación de
resarcir el daño causado. Son la culpa y el dolo. La culpa es definida
en el art. 512 como la omisión de aquellas diligencias que exigiere la
naturaleza de la obligación. El dolo se da como inejecución maliciosa
de una obligación (arts. 521, 931, 1072 y 1076). De acuerdo con ello,
acción dolosa es la actuada a sabiendas y con intención de dañar.
El OBJETIVO, prescinde del juicio de reproche contra el autor de la
conducta dañosa, imponiendo el resarcimiento del daño en virtud de
un factor de atribución objetivo que opera en virtud de la ley. Son:
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* el riesgo, que aparece en la responsabilidad. por los daños


causados por las cosas inanimadas (art. 1113) y por los animales
(art. 1124).
* la garantía, que opera en la responsabilidad. por el hecho de los
dependientes y que comprende la obligación de seguridad, que
funciona en el ámbito de la responsabilidad. contractual.
* la equidad, sería el factor objetivo de atribución que impone la
reparación del daño producido por actos involuntarios;
* el abuso del derecho, previsto en el art. 1071.
* el exceso de la normal tolerancia entre vecinos (art. 2618).

INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS.

REPARACIÓN DEL DAÑO.


La indemnización. consiste en la reparación del daño. A ella tiene
der. el acreedor de una obligación. contractual como efecto anormal
que lo satisface por equivalente. En la órbita extracontractual es el
contenido de la obligación. a cargo del responsable, nacida del hecho
ilícito generador de un daño.

SISTEMAS.
En el der. comparado pueden darse 3 sistemas en torno al deber de
reparar, según ponderen o no, como circunstancia determinante, la
subjetividad del responsable:

1.- Sistema objetivo:


Representado por el cód. alemán. En la órbita contractual el
obligado debe reponer el estado que existiría si la circunstancia que
obliga a la indemnización. no se hubiera producido; y en la
extracontractual debe indemnizar a la víctima, el daño causado. El
carácter objetivo de este sistema está determinado porque el grado
de subjetividad del agente (dolo o culpa) no influye para calibrar la
medida de los daños resarcibles.

2.- Sistema objetivo:


Enrola nítidamente en este sector el cód. suizo de obligación., pues
la medida de la culpabilidad determina la extensión del
resarcimiento, en lo contractual y en lo extracontractual.

3.- Sistema mixto:


Encabezado por el cód. civil francés. Traza una línea demarcatoria
nítida entre la responsabilidad dolosa o culposa en el incumplimiento
contractual. La diferencia de régimen, en cambio, generalmente no
subsiste en la responsabilidad extracontractual

El der. Arg. se subsume en este último sector, sobre todo porque


atribuye extensión distinta al deber de reparar en los incumplimiento
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contractuales dolosos y en los culposos, si en (en la órbita


extracontractual) mantiene algún matiz relevante que agrava la
responsabilidad del autor del delito.

DETERMINACIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN.
El fundamento de la indemnización es común al del ordenamiento
jurídico : “dar a cada uno lo suyo”. Esto lo vemos claramente cuando
el acreedor al recibir la indemnización, recibe lo suyo, porque ha
sufrido un daño que es restablecido mediante esa indemnización.
El daño en materia contractual deriva del incumplimiento de una
obligación contractual deriva del incumplimiento de una obligación
contractual ; y en lo extracontractual violando el deber general de no
dañar.
La finalidad es la satisfacción de la víctima por el victimario a
través de una prestación patrimonial que se impone a éste último a
favor de aquella. En principio la indemnización no encierra la idea de
represión o retribución.

Características de la indemnización :
1. Patrimonialidad : recae en una obligación de dar dinero o de dar
otra cosa o de hacer.
2. Subsidiaridad : el acreedor de una obligación contractual puede
pretender en primer término ser satisfecho en especie y en la
esfera extracontractual la obligación de indemnizar nace
directamente de un hecho ilícito.
3. Resarcitorio : no es punitoria, su fin no es reprimir.

REPARACIÓN INTEGRAL.
“DEBE REPARARSE TODO EL DAÑO, NO MÁS ALLÁ DEL DAÑO, PERO TODO EL
DAÑO”.

Algunos autores sostienen que puede implicar el conj. de daños que


merecen indemnización. con arreglo a la ley; otros que puede
significar la resarcibilidad de todo el daño (pero nunca es reparable
todo el daño: muerte); otros, que puede sig. que se prescinda de
computar la subjetividad del victimario o de su grado (culpa o dolo)
para ponderar la existencia y extensión del deber de reparar.
En realidad, Alterini piensa que la reparación integral no quiere
decir nada. Sólo tiene sentido hablar de reparación plena; se
entiende por tal la que condice con la plenitud propia de c/a
ordenamiento jurídico, la que se obtiene según lo que cada
ordenamiento jurídico. atribuye al causante del daño.
A veces, empero, la víctima no obtiene tal reparación plena. Ello
ocurre cuando se la disminuye, computando la situación patrimonial
del deudor (art. 1069).
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INTERÉS Y COSTAS.
Intereses : la razón del pago de los intereses indemnizatorios es que
no debe quedar “sin reparación la productividad frustrada”. Estos
intereses se adjudican a los daños sobre cosas productivas y se
deben desde la mora del deudor en materia contractual y
automáticamente en lo extracontractual.
Costas : son los gastos causados por el proceso, y lo que se
hubiesen ocasionado para evitar el pleito. (honorarios a
profesionales, gastos de justicia, etc.)

REQUISITOS DEL DAÑO RESARCIBLE.


El daño, como fenómeno fáctico, es distinto del daño jurídico. Sólo
cuando se cumplen ciertos requisitos o características indispensables
que deben concurrir en un cierto menoscabo o detrimento para que
el perjuicio sea contemplado a los fines de su indemnización, el daño
es jurídico. y por tanto, reparable.
Los requisitos para que un daño sea reparado, analizado el daño en
sí mismo, deben ser:
* que el daño sea cierto: se opone al daño incierto, no se puede
indemnizar sobre algo incierto porque sino habría enriquecimiento
sin causa. Pero la resarcibilidad del daño cierto no exige que sea
actual, sino que puede, también ser futuro. La pérdida de una
posibilidad o chance, como daño cierto, es también resarcible: se
repara por la probabilidad de éxito frustrada. Ej: un auto atropella a
un caballo que era trasladado al hipódromo para una carrera, y por
el choque, el caballo no puede participar, su dueño ha perdido la
chance de ganar.
* que el daño sea subsistente: es subsistente en tanto no haya sido
reparado por el responsable. Por ello, no obstante que el daño haya
sido materialmente reparado, es jurídicamente. subsistente (porque
no pagó la indemnización. el responsable): si lo reparó la propia
víctima, que conserva acción por lo invertido contra el responsable;
si pagó un 3ro, como el asegurador que resarce a la víctima.
* que el daño sea propio o personal: el daño debe ser propio del
reclamante porque se carece de interés (y por consiguiente de
acción) para accionar a causa de un daño ajeno.
* que el daño sea significativo: la doctrina y jurisprudencia niegan
acción cuando el daño es insignificante.
* que haya una relación causal relevante: sólo son resarcibles los
daños que se hallan en relación de causalidad, jurídicamente
relevante.
* que el daño encuadre dentro de una categoría resarcible: Ej: el
daño moral no es reparable en determinadas situaciones.

PRUEBA DE LA CUANTÍA: FACULTAD JUDICIAL.


Una vez que ha sido acreditado que existe el daño, la sentencia
fijará el importe del crédito o de los perjuicios reclamados, siempre
- 13 -

que su existencia esté legalmente comprobada, aunque no resultare


justificado su monto. Así, la víctima de un accidente de tránsito
prueba, por ej, que su auto sufrió una abolladura, pero no acredita
cuál es el importe necesario para repararla, habiéndose demostrado
la existencia del daño (la abolladura) el juez fija el monto de la
indemnización.

PRUEBA DEL DAÑO.


La prueba de la existencia del daño incumbe al damnificado, pues la
indemnización. carece de sentido si aquél no es demostrado. No
obstante, en ciertas situaciones el daño es presumido. Se trata de los
casos que son consecuencia inmediata del hecho generador.

EVALUACIÓN DEL DAÑO.


Valorizar significa determinar el valor de un bien. La asignación de
un valor exige el empleo de algún instrumento de medición que
permite establecer su magnitud. La moneda es esa medida común de
los valores y sirve para evaluar. Así, evaluar sig. cuantificar
monetariamente, medir un valor, expresándolo en cierta moneda.
Pero, cuando un valor es medido en moneda, hay que tener en
cuenta: de que moneda se trata (peso, dólar), y a que momento se
realiza esa medición, porque todas las monedas sufren, en alguna
medida, el proceso de pérdida del poder adquisitivo o depreciación.

MODOS.
La valuación del daño puede ser convencional (art. 1197 y 849 si
hay transacción); o legal (cuando la norma tarifa el monto
indemnizatorio: ej: ley de trabajo, contrato de transporte); o judicial
(cuando se defiere al juez la determinación del daño); o arbitral (sea
por medio de árbitros, de amigables componedores o de peritos
árbitros).
Por otro lado, vale destacar que : quien demanda, debe precisar que
pretende, que daños quiere que le sean indemnizados. Mas nada
obsta a que su evaluación sea hecha con montos distintos de los que
indicó en su reclamo. Por cierto que si no hizo ninguna salvedad, si
se limitó a demandar por una suma por rígida e inflexible, la
sentencia no puede darle más cantidad que la que solicitó.

FECHA DE LA EVALUACIÓN.
En principio, el daño debe ser evaluado a la fecha de la sentencia, o
a la fecha más próxima a ella. La jurisprudencia consagra esta
solución.
Ello es lógico: desde que el acto de la sentencia es la oportunidad
procesal de fijar la cuantía del daño, más cercana a la fecha del pago
de la indemnización, debe ser estimado a la fecha en que se la dicta.
- 14 -

En ciertos casos, sin embargo, la determinación del quantum


debido es efectuada con relación a la época: si el deudor debe cosas
inciertas fungibles, pues la evaluación, en su caso, es hecha al
tiempo del incumplimiento; si el daño representó un valor mayor en
tiempo anterior al de la sentencia.
Supóngase el caso de una obra de arte hurtada, que en los años que
van desde la sustracción hasta la indemnización. ha tenido
declinaciones en su precio de plaza; en tal situación se le reconoce al
acreedor a recibir, en moneda constante, el mejor precio que haya
correspondido a la obra en dicho lapso, porque de haberla tenido en
su poder, habría podido enajenarla a ese precio superior.

LA REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL.


Ha sido objetada la viabilidad de la reparación del daño moral, en
razón de estos tres argumentos:
* el daño moral sería inconmensurable, esto es, no podría ser
medido. La objeción no deja de ser atendible: ¿cuál es la medida del
dolor de una madre por la muerte de un hijo?.
* no podría ser compensado, pues el equivalente del dolor es otro
dolor. Así, se ha llegado a la conclusión de que el dinero sirve no sólo
para compensar el daño patrimonial, sino también para penar o
sancionar. Si bien el dinero no equivale al dolor inferido, su pago
puede constituir una sanción para quien causó daño moral.
* se daría lugar a poner precio al dolor, situación evidentemente
inmoral: el dolor no puede ser, en ese plano, fuente de lucro.
Art. 522 :En los casos de indemnización por responsabilidad contractual el juez podrá
condenar al responsable a la reparación del agravio moral que hubiere causado, de
acuerdo con la índole del hecho generador de la responsabilidad y circunstancias del
caso.

Art. 1078 : La obligación. de resarcir el daño causado por actos ilícitos, comprende
además de la indemnización. de pérdidas e intereses, la reparación del agravio moral
ocasionado por la víctima. La acción por indemnización. del daño moral sólo competerá al
damnificado directo; si del hecho hubiere resultado la muerte de la víctima, únicamente
tendrán acción los herederos forzosos.

EXTENSIÓN DEL RESARCIMIENTO EN LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL.


Hay que distinguir:
a.- Delitos: el autor del delito civil responde: de las consecuencias
inmediatas (art. 903); de las consecuencias mediatas previstas y
previsibles (art. 904); y de las consecuencias casuales, pero sólo si
debieron resultar de las miras que tuvo al ejecutar el hecho (art.
905). No responde por consecuencias remotas.
b.- Cuasidelitos: aquí la responsabilidad es menor, pues se
excluyen las consecuencias casuales. Así, el autor del cuasidelito
responde: por las consecuencias inmediatas y mediatas. No por las
casuales, ni por las remotas.
La incorporación de la teoría de la responsabilidad objetiva en el
sistema Arg. determina que el juicio de reproche no presuponga, en
ciertos casos, la culpabilidad del obligado a reparar. Como la culpa
exige previsibilidad en concreto, y la previsibilidad típica de la
- 15 -

causalidad adecuada es juzgada en abstracto, ésta juega su propio


papel, indiferente a que se prescinda de la culpabilidad. De allí, que
en todos los casos el metro del deber de reparar sea la relación
causal que el der. señala como relevante, tanto cuando se lo atribuye
a título de culpa, como cuando se lo asigna por atribución objetiva
(esto se da en cuasidelitos).

REPARACIÓN EN LOS SUPUESTOS DE DAÑOS A LA PERSONA.


El daño a la persona puede ser:

Daño moral:
Que se proyecta sobre los der. subjetivos extrapatrimoniales,
consiste en el sufrimiento causado como dolor, o como daño en las
afecciones (ej: daño al honor). Consiste en la aflicción, la
angustia, el dolor que puede sufrir una víctima de un hecho ilícito,
independientemente de toda incidencia en su patrimonio. Si a causa
de ese dolor, el damnificado sufre un perjuicio económico, este será
un daño patrimonial indirecto que no es posible confundir con el
daño moral, el cual, por afectar el espíritu de la víctima, es
insusceptible de estimación pecuniaria.
El texto originario del art. 1078 caracterizaba al daño moral como
el causado a la persona “molestándole en su seguridad personal o en
el goce de sus bienes o hiriendo sus afecciones legítimas”.

Daño estético:
El daño relativo a la estética de la vícitma es indemnizable. Por un
lado, puede tener proyección moral (daño moral) y por otro
proyección material (daño patrimonial indirecto).

Enfermedad:
Si la víctima sufre enfermedad por el hecho generador, tiene der. a
que se le indemnice. PARA cobrar los gastos médicos y afines que
haya realizado (farmacia), siendo atendida en una clínica, no se le
puede coartar ese der. de obtener la mejor asistencia médica, por
tanto, no se acepta el argumento de que pudo haber sido atendida en
el hospital.

Muerte:
Priva a la víctima de su der. más trascendente: el der. a la vida. La
indemnización. corresponde a 3ros.

RESPONSABILIDAD POR LOS DELITOS.


CONCEPTO.
El autor del delito civil responde: de las consecuencias inmediatas
(art. 903); de las consecuencias mediatas previstas y previsibles (art.
904); y de las consecuencias casuales, pero sólo si debieron resultar
- 16 -

de las miras que tuvo al ejecutar el hecho (art. 905). No responde


por consecuencias remotas.

DELITO.
Es el hecho ilícito realizado con la inteción de cometer el daño. Es
el acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la
persona o derechos de otro (art. 1072).
El cód. asigna responsabilidad civil por los delitos en atención a un
factor de atribución de índole subjetiva (el dolo), que debe ser
directo.

ELEMENTOS.
El factor de atribución objetivo (dolo) es el elemento que diferencia
los delitos de los cuasidelitos, cuyos restantes elementos son
comunes: transgresión legal, el daño causado, y la adecuada relación
de causalidad.

DELITO CIVIL Y DELITO PENAL.


Los delitos penales son diferentes a los delitos civiles:
* en el delito civil es inexcusable la presencia del dolo, de la
intención nociva; el delito penal, en cambio, puede ser cometido
dolosa o culposamente: Ej: un homicidio por imprudencia es un
delito del der. penal, pero desde el pto. de vista del der. civil es un
cuasidelito.
* el delito civil tiene que causar un daño a otro; en el delito penal
no es necesario el daño, lo cual sucede en los delitos de peligro
(tenencia de explosivos, abuso de armas) y en los que quedan en
grado de tentativa (tentativa de homicidio).
* es diferente la sanción: para el delito civil es resarcitoria; para el
delito penal es represiva.
* en cuanto a la transmisibilidad: la acción de daños de la víctima
de un delito es transmisible a sus herederos; la acción penal no es
transmisible, la muerte del imputado la extingue.
* el delito civil está caracterizado, por la intención de cometer el
acto contrario a la ley; el delito penal es todo acto previsto y penado
por las leyes penales, sea intencional o culposo.

EXTENSIÓN DEL RESARCIMIENTO EN LOS DELITOS: PRINCIPIO GENERAL.


En el incumplimiento doloso las consecuencias resarcibles son las
inmediatas, las mediatas previstas o previsibles, y las casuales
cuando debieron resultar según las miras que tuvo al ejecutar el
hecho. En principio no respondería por consecuencias casuales, salvo
que por aplicación del art. 1107 el acreedor opte por ejercer su
acción en la esfera de responsabilidad aquiliana y resulte aplicable
entonces el art. 905. De las consecuencias remotas, no responde.
- 17 -

Las reglas generales. en cuanto a los límites de la reparación están


dadas en el art. 901 y sig. que sientan los principios rectores de la
universalidad de supuestos en tanto no haya otras reglas específicas
que cubran un área propia, e integran los preceptos particulares
cuando éstas no son completas por sí mismas.
Tales reglas son de indudable aplicación a los hechos ilícitos, pero,
en principio, están excluidas de la responsabilidad contractual: los
daños que tienen causa en el incumplimiento de un contrato están
regidos por los arts. 520/521 o el art. 622 si la obligación. es de dar
dinero, salvo los extremos excepcionales en que , por vía de opción
aquiliana ante el incumplimiento contractual, el art. 1107 habilita el
tránsito de aquella zona de responsabilidad propia de los hechos
ilícitos.

CONSIDERACIÓN DE CIERTOS SUPUESTOS PARTICULARES. (ARTS. 1084 Y SIG.).

Artículado.
- De los delitos contra las personas
Art. 1084. Si el delito fuere de homicidio, el delincuente tiene la
obligación de pagar todos los gastos hechos en la asistencia del muerto y en
su funeral; además lo que fuere necesario para la subsistencia de la viuda e
hijos del muerto, quedando a la prudencia de los jueces, fijar el monto de la
indemnización y el modo de satisfacerla.

Art. 1085. El derecho de exigir la indemnización de la primera parte del


artículo anterior, compete a cualquiera que hubiere hecho los gastos de que
allí se trata. La indemnización de la segunda parte del artículo, sólo podrá
ser exigida por el cónyuge sobreviviente, y por los herederos necesarios del
muerto, si no fueren culpados del delito como autores o cómplices, o si no lo
impidieron pudiendo hacerlo.

Art. 1086. Si el delito fuere por heridas u ofensas físicas, la indemnización


consistirá en el pago de todos los gastos de la curación y convalecencia del
ofendido, y de todas las ganancias que éste dejó de hacer hasta el día de su
completo restablecimiento.

Art. 1087. Si el delito fuere contra la libertad individual, la indemnización


consistirá solamente en una cantidad correspondiente a la totalidad de las
ganancias que cesaron para el paciente, hasta el día en que fue plenamente
restituido a su libertad.

Art. 1088. Si el delito fuere de estupro o de rapto, la indemnización


consistirá en el pago de una suma de dinero a la ofendida, si no hubiese
contraído matrimonio con el delincuente. Esta disposición es extensiva cuando
el delito fuere de cópula carnal por medio de violencias o amenazas a
cualquier mujer honesta, o de seducción de mujer honesta, menor de dieciocho
años.

Art. 1089. Si el delito fuere de calumnia o de injuria de cualquier especie,


el ofendido sólo tendrá derecho a exigir una indemnización pecuniaria, si
probase que por la calumnia o injuria le resultó algún daño efectivo o
cesación de ganancia apreciable en dinero, siempre que el delincuente no
probare la verdad de la imputación.

Art. 1090. Si el delito fuere de acusación calumniosa, el delincuente,


además de la indemnización del artículo anterior, pagará al ofendido todo lo
que hubiese gastado en su defensa, y todas las ganancias que dejó de tener por
motivo de la acusación calumniosa, sin perjuicio de las multas o penas que el
derecho criminal estableciere, tanto sobre el delito de este artículo como
sobre los demás de este capítulo.
- 18 -

- De los delitos contra la propiedad

Art. 1091. Si el delito fuere de hurto, la cosa hurtada será restituida al


propietario con todos sus accesorios, y con indemnización de los deterioros
que tuviere, aunque sean causados por caso fortuito o fuerza mayor.

Art. 1092. Si no fuere posible la restitución de la cosa hurtada, se


aplicarán las disposiciones de este capítulo sobre la indemnización del daño
por destrucción total de la cosa ajena.

Art. 1093. Si el delito fuere de usurpación de dinero, el delincuente pagará


los intereses de plaza desde el día del delito.

Art. 1094. Si el delito fuere de daño por destrucción de la cosa ajena, la


indemnización consistirá en el pago de la cosa destruida; si la destrucción de
la cosa fuere parcial, la indemnización consistirá en el pago de la diferencia
de su valor actual y el valor primitivo.

Art. 1095. El derecho de exigir la indemnización del daño causado por


delitos contra la propiedad, corresponde al dueño de la cosa, al que tuviese
el derecho de posesión de ella o la simple posesión como el locatario,
comodatario o depositario; y al acreedor hipotecario, aun contra el dueño
mismo de la cosa hipotecada, si éste hubiese sido autor del daño

Homicidio.
Si el delito es homicidio, el delincuente tiene que pagar todos los
gastos hechos en la asistencia del muerto y en su funeral, y lo que
fuese necesario para la subsistencia de la viuda, hijos, quedando a
prudencia de los jueces el monto de la indemnización. (art. 1084). El
der. a exigir gastos de última enfermedad y del funeral del muerto
compete a cualquiera que los hubiere hecho. En cuanto a la
indemnización para la viuda e hijos, sólo podrá ser exigida por el
cónyuge y por los herederos necesarios del muerto, si no fueren
culpables del delito como autores o cómplices o si no lo impidieron,
pudiendo hacerlo (art. 1085).

Lesiones.
Si el delito fuere por heridas u ofensas físicas, la indemnización.
consiste en el pago de todos los gastos de curación y convalecencia
del ofendido y de las ganancias que éste dejó de hacer hasta el día
de su restablecimiento (art. 1086). Se agrega, que si de las lesiones
resultara alguna incapacidad permanente, fuera total o parcial,
también deberá indemnizarse la pérdida económica que ella supone.

Delitos contra la libertad.


Si el delito es contra la libertad individual, la indemnización.
consistirá sólo en una cantidad correspondiente a la totalidad de las
ganancias que cesaron para el paciente, hasta el día en que fue
plenamente restituido a su libertad (art. 1087). Aunque este art. dice
solamente, habrá que agregar también la indemnización. del daño
moral, de conformidad a lo dispuesto en el art. 1078, siempre que
haya condena penal.
- 19 -

Delitos contra la honestidad.


Si el delito fuere de estupro o de rapto, la indemnización. consistirá
en el pago de una suma de dinero a la ofendida, si no hubiere
contraído matrimonio con el delincuente. Lo mismo ocurre si el
delito fuera de cópula carnal por medio de violencias o amenazas a
cualquier mujer honesta, o de seducción de mujer honesta, menor de
18 años (art. 1088). La indemnización. a que se refiere es de daño
moral; por consiguiente será necesario que exista condena criminal.
Pero no si se casan. También deberá indemnizarse el daño material
que se derive del hecho: Ej: por privación de la libertad, lesiones,
trauma psíquico con consecuencias patrimoniales.

Delitos contra el honor.


Si el delito fuere de calumnia o de injuria, el ofendido sólo tendrá
der. a exigir una indemnización. pecuniaria, si probase que por la
calumnia o injuria resultó algún daño efectivo o cesación de ganancia
apreciable en dinero (art. 1089). El art. 1090 contempla que el delito
de acusación calumniosa (que va más allá que la calumnia, puesto
que su autor pone en marcha el órgano jurisdiccional con una injusta
acción, que impone a la víctima gastos para probar su inocencia),
dispone que el delincuente, además de la indemnización. pagará al
ofendido todo lo que hubiese gastado en su defensa, y todas las
ganancias que dejó de tener por motivo de la acusación calumniosa,
sin perjuicio de multas o penal que el der. criminal establezca.

Delitos contra la propiedad.


Son:
* hurto: si el delito fuere de hurto, la cosa hurtada será restituida al
propietario con todos sus accesorios y con indemnización. de los
deterioros que tuviere, aunque sean causados por casos fortuitos
(art. 1091). Si la cosa se hubiere perdido, se debe su valor (art. 1092
y 1094), que debe fijarse al tiempo de la sentencia. También deberían
repararse todos los otros daños que se hubieren causado a la
víctima: ej: el valor de alquileres o frutos que hubiere perdido o que
hubiese podido obtener si la cosa hubiera estado en su poder
(reparación integral).
* usurpación de dinero: el delincuente pagará los intereses de plaza
desde el día del delito (art. 1093). En materia de hechos ilícitos no es
necesaria la constitución en mora para que corran los intereses, que
se deben desde el mismo momento del hecho.
* daño a las cosas: si el delito fuere de daño por destrucción de la
cosa ajena, la indemnización. consistirá en el pago de la cosa
destruida; si la destrucción de la cosa fuere parcial, la
indemnización. consistirá en el pago de la diferencia de su valor
actual y el valor primitivo (art. 1094). Esto no excluye, el pago de los
restantes daños y perjuicios.
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PLURALIDAD DE RESPONSABILIDADES: SOLIDARIDAD:


La responsabilidad derivada de un delito, pesa solidariamente sobre
todos los que han participado de él como autores, consejeros o
cómplices (art. 1081); pero si uno de ellos indemniza el daño
causado, no tiene der. para demandar de los otros las partes que les
correspondan (art. 1082). En materia de cuasidelitos, hay
solidaridad con acción de reintegro (art. 1109).

ACCIÓN RECURSORIA.
En materia de delitos obrados con participación plural existe
solidaridad, sin acción de regreso; en los cuasidelitos si hay acción
de reintegro; salvo los casos de simple mancomunación mantenidos
en arts. 1121 y 1135.

RESPONSABILIDAD POR LOS ACTOS ILÍCITOS CULPOSOS


(CUASIDELITOS).
CONCEPTO.
Aquí la responsabilidad es menor, pues se excluyen las
consecuencias casuales. Así, el autor del cuasidelito responde: por
las consecuencias inmediatas y mediatas. No por las casuales, ni por
las remotas.

CUASIDELITOS.
El cód. no los define. Se limita a legislar sobre “las obligación. que
nacen de los hechos ilícitos que no son delitos”. Empero, por
omisión, en cuanto considera dos tipos de hechos ilícitos: los que son
delitos y los que no lo son.
Como el art. 1072 define al delito como intención de dañar, todo
hecho que no sea obrado con dolo es un cuasidelito, que presenta
como elemento subjetivo la culpa, o como factor de imputación de
responsabilidad el riesgo creado.

ELEMENTOS.
El cuasidelito generados de responsabilidad civil tiene los sig.
elementos:
* transgresión legal (incumplimiento objetivo).
* imputación al autor por un factor de atribución subjetivo (culpa) u
objetivo (riesgo).
* relación de causalidad entre el hecho y el daño.
* daño causado.
- 21 -

RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE.


La obligación. de reparar los daños ocasionados por cuasidelitos es
regida por las mismas disposiciones relativas a los delitos. Así lo
dispone el art. 1109, que establece que “todo aquel que por su culpa
o negligencia ocasiona un daño a otro, está obligado a la reparación
del perjuicio. Esta obligación. es regida por las mismas reglas
relativas a los delitos del der. civil”.
La reforma de la ley 17.711 redujo la aplicabilidad del art. 1109,
porque todos los daños causados con intervención de cosas han
quedado excluidos de su ámbito. En la actualidad se sostiene que la
culpa y los factores objetivos de atribución se encuentran en el
mismo plano de jerarquía.

DIVERGENCIA CON EL RÉGIMEN DE LOS DELITOS.


Los delitos son aquellos actos ilícitos realizados con intención de
producir el resultado contrario a la ley: Ej: el homicidio premeditado,
el robo, etc. En los cuasidelitos, en cambio, media la culpa, la
infracción a la ley no ha sido querida por el agente, sino que ha
resultado de un acto llevado a cabo sin haber tomado todas las
diligencias necesarias para evitar el daño: Ej: el accidente de tránsito
ocasionado por exceso de velocidad. La ley suele ser más severa con
los delitos:

Consecuencias:
a.- si el hecho es culposo, el autor no responde de las
consecuencias casuales; pero sí responderá cuando ellas debieron
producirse según las miras que tuvo al ejecutar el hecho (art. 905).
No basta con que haya dolo, sino que es necesario que el autor del
hecho haya tenido en mira determinadas consecuencias al cometer el
hecho.
b.- el coautor de un delito civil que hubiera indemnizado a la
víctima, no tiene acción contra sus coautores para reclamarles la
parte que a ellos correspondiere; en cambio, el coautor de un
cuasidelito la tiene.
c.- tratándose de un cuasidelito, los jueces pueden disminuir
equitativamente el monto de la indemnización. de los daños probados
en atención a la situación patrimonial del deudor, en cambio si hay
dolo, los jueces carecen de tal atribución y deben indemnizarse todos
los daños probados a su verdadero valor.

EXTENSIÓN DEL RESARCIMIENTO EN CUASIDELITOS.


Aquí la responsabilidad es menor, pues se excluyen las
consecuencias casuales.
Así, el autor del cuasidelito responde: por las consecuencias
inmediatas y mediatas. No por las casuales, ni por las remotas.
La incorporación de la teoría de la responsabilidad objetiva en el
sistema Arg. determina que el juicio de reproche no presuponga, en
- 22 -

ciertos casos, la culpabilidad del obligado a reparar. Como la culpa


exige previsibilidad en concreto, y la previsibilidad típica de la
causalidad adecuada es juzgada en abstracto, ésta juega su propio
papel, indiferente a que se prescinda de la culpabilidad. De allí, que
en todos los casos el metro del deber de reparar sea la relación
causal que el der. señala como relevante, tanto cuando se lo atribuye
a título de culpa, como cuando se lo asigna por atribución objetiva.
Lo expresado tiene vigencia general. en la órbita de los cuasidelitos.

Acción recursoria. Justificación de la dualidad del régimen.

RESPONSABILIDAD POR EL EJERCICIO ABUSIVO DE LOS DERECHOS.


El proceder abusivo es un acto ilícito en sentido objetivo y genera el
der. al resarcimiento de los daños. En cuanto al factor de atribución
corresponde formular las sig. precisiones:
* el efecto impeditivo de las virtualidades del abuso no exige la
culpabilidad: Ej: si alguien produce ruidos excedentes de la normal
tolerancia entre vecinos (art. 2618), aunque sea sin culpa,
corresponde suprimirlos.
* pero la indemnización. sólo procede cuando promedia el factor
subjetivo (culpabilidad), conforme a los principios generales a
menos, que pueda resultar aplicable la imputación objetiva que
resulta del art. 1113 del cód.

ABUSO DEL DERECHO.


CONCEPTO.
El ejercicio abusivo de los derechos se configura como un acto
ilícito específico: se trata de una acto ilícito abusivo que , a
diferencia del acto ilícito común (en el cual la norma legal es
transgredida), implica una violación solapada del ordenamiento
jurídico.

ANTECEDENTES:
La teoría fue admitida en el der. romano como producto de la
colisión de 2 máximas respetables:
 “quien usa de su derecho, a nadie lesiona”; y
 “no hay que ser indulgentes con la maldad”. También fue aplicada
en el antiguo der. francés.

EN NUESTRO PAÍS:
Si bien la ley reconoce a los derechos subjetivos. con un fin justo,
suele ocurrir que las circunstancias los tornen injustos, cuyas
consecuencias no fueron previstas por el legislador. Es legítimo usar
de los derechos que la ley da, pero no lo es, abusar de ellos.
- 23 -

1.- Hay abuso del derecho cuando ha sido ejercido sin interés alguno
y con el solo propósito de perjudicar a terceros.
2.- Hay abuso cuando el der. se ha ejercido en contra de los fines
económicos y sociales que inspiraron la ley en la cual se le otorgó.
Ej: el der. de huelga se ha reconocido solo para dar a los
trabajadores un medio de lucha por su bienestar pero si se declara
con fines políticos para desorganizar la economía del país, el derecho
será abusivo.
3.- Hay abuso cuando se ha ejercido en contra de la moral, la
buena fe y las costumbres. La ley 17.711, ha modificado el art. 1071
del Cod. Civil, agregando en el 1er párrafo la palabra regular,
modificando el sentido de la norma: no siempre el ejercicio de un
derecho está protegido por la ley: debe tratarse de un ejercicio
regular, o sea justo, legítimo, normal. Se considera que hay abuso
cuando el ejercicio contraríe los fines de la ley, la buena fe, la moral,
las buenas costumbres.
4.- El magistrado debe tener en cuenta: si hay intención de dañar;
ausencia de interés; si es contrario a las buenas costumbres (art.
953); si actuó de manera repugnante a la lealtad, a la confianza
mutua. El abuso es sancionado como acto ilícito y si se hubiera ya
producido, su autor es responsable por los daños y perjuicios.

DISCUSIÓN SOBRE SU ADMISIBILIDAD.


La doctrina se ha abierto camino no sin vencer resistencias. Los
juristas liberales han mirado con indisimulada desconfianza esta
institución. PARA ellos las libertades humanas fincan en el respeto
incondicional de textos legales. Sólo la ley puede y debe marcar el
límites de las actividades del hombre; mientras las personas actúan
dentro de aquellos límites, no hay porque investigar su intención o
preocuparse por el perjuicio sufrido por terceros. De lo contrario no
habría derecho; todos estarían sometidos a la arbitrariedad de los
poderes públicos, la libertad y seguridad estarían perdidas. Es
necesario que los hombres tengan algo seguro como base para
desenvolver sus actividades; que sepan, de manera clara lo que
pueden y lo que no pueden hacer. La única forma de fijar ese campo
de acción es la ley (Planiol).
No obstante la fuerza lógica de estos argumentos, la teoría del
abuso del der. se ha abierto paso firme. Podrá discutirse el acierto
lógico y gramatical de la expresión “abuso del derecho”, pero lo que
no cabe discutir ya, es que no se puede permitir el ejercicio de los
der. más allá de los límites de la buena fe. Los derechos no pueden
ser puestos al servicio de la malicia, de la voluntad de dañar al
prójimo, de la mala fe, tiene una razón por la cual la ley los ha
concedido; es evidentemente ilegítimo obrar en contra de los fines
que inspiraron la ley. El der. no puede amparar ese procedimiento
inmoral.
- 24 -

CRITERIOS DE CARACTERIZACIÓN.
Hay 3 criterios para caracterizar el ejercicio abusivo del derecho:
1.- Intencional: para este pto. de vista, el único criterio constitutivo
del ejercicio abusivo sería la intención de dañar. Un acto cuyo efecto
se limite a dañar a otro (sin interés legítimo para quien lo lleva a
cabo) no podría constituir el ejercicio de un derecho, por ser
antisocial. Una variante conceptual sostiene que sería bastante la
existencia de mala fe, puesto que en el caso de haber intención
malévola la cuestión incursionaría en el área de la responsabilidad
civil.
2.- Económico: este criterio parte de la definición de der. subjetivos
de Ihering: “intereses jurídicamente protegidos”. El abuso residiría
en el ejercicio contrario al destino económico o social del der.
subjetivo. Sin embargo, es de destacar que no siempre el destino
económico o social es predominante. De otro modo queda
empalidecido el fin individual, que es esencial en la mayor parte de
los der. subjetivos. Por lo demás, algunas prerrogativas concedidas al
titular del der. no resultan de consideraciones de orden económico;
Ej: el der. a deducir oposición a la celebración del matrimonio que
confiere el art. 177.
3.- Finalista o teleológico: atiende a la función social que
corresponde llenar al ejercicio de todo derecho, cuyo titular está
impedido de desviarlo de ella.

DERECHO COMPARADO.
Una visión panorámica del der. comparado permite formular, entre
las diferentes legislaciones y cód. civiles, los sig. agrupamientos:
a.- los que consagran la teoría, generalmente sin designarla como
tal.
b.- los que, además de caracterizar el ejercicio abusivo, siguen
alguno de estos criterios:
* el que exige intención de dañar;
* el que pondera el ejercicio del der. sin interés para su titular;
* el que considera bastante el ejercicio culposo del derecho;
* el que propone un concepto funcional;
* el que agrega, al criterio funcional matices atenientes a la buena
fe;
* el vinculado con el ejercicio regular del derecho;
* los mixtos.
c.- los cód. que sin pronunciarse, consagran disposiciones
particulares a través de las cuales la doctrina o jurisprudencia de
cada país ha admitido la viabilidad de la teoría.
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RÉGIMEN JURÍDICO ARGENTINO Y PRECEDENTES DOCTRINARIOS,


JURISPRUDENCIALES Y LEGISLATIVOS.
Vélez, leal a su postura individualista, redactó el art. 1071 así: “el
ejercicio de un der. propio, o el cumplimiento de una obligación.
legal no puede constituir como ilícito ningún acto”.
La jurisprudencia, en un principio, aplicó este art. con todas sus
consecuencias, y restringió el alcance de la teoría, exigiendo el
propósito nocivo o la falta de motivos legítimos. Pero después de una
lenta evolución, fue admitiendo paulatinamente su aplicación.
La reforma de la C.N. del 49´, consagró la prohibición de cualquier
abuso de los der. reconocidos, tipificando ese comportamiento como
delictual y pasible de sanción. El retorno de la C.N. del 53´, no
simplificó un retorno jurisprudencial, porque los tribunales
continuaron aplicando la teoría, la cual quedó incorporada en el cód.
civil por la ley 17.711.
Antes de la reforma de la ley 17.711, en el Anteproyecto de Bibiloni
se rechazó la teoría. El Proyecto del 36´, después de muchas
vacilaciones suprimió el art. proyectado por Bibiloni y el art. 1071
del cód. sin aportar solución a la cuestión. El Anteproyecto del 54´,
en cambio, consagró la teoría caracterizando como abusivo el
ejercicio de un der. cuando contraríe las exigencias de la buena fe.
Una vez consolidada la teoría con la modificación de la ley 17.711 al
art. 1071, donde se agregó la palabra “regular” cambiando el sentido
de la norma, porque ahora la ley no ampara el ejercicio abusivo de
los derechos; debe tratarse de un ejercicio regular.

RESPONSABILIDAD POR HECHOS INVOLUNTARIOS.


CONCEPTO.
Los actos involuntarios son aquellos ejecutados sin discernimiento,
intención o libertad, por lo tanto, no producen efectos jurídicos ni
responsabilidad de ninguna clase (art. 900).
En principio, el autor de un hecho involuntario carece de
responsabilidad. Ahora bien, esta regla tiene una excepción: si como
consecuencia de un hecho involuntario, el autor se hubiera
enriquecido, deberá indemnizar a la víctima en la medida del
enriquecimiento (art. 907, enriquecimiento sin causa).
Además, y para atenuar algunas de las consecuencias a que
conduciría la aplicación rigurosa del art. 900, el art. 908 establece
que el caso de daños causados por personas que obran sin
discernimiento (menores de 10 años o dementes), son responsables
los que los tienen a su cargo (es decir, los padres, tutores o
curadores); y los jueces podrán disponer un resarcimiento en favor
de la víctima del daño, teniendo en cuenta la situación patrimonial
del autor del hecho.
La teoría del riesgo (art. 1113), dice que cuando el daño es
causado por el riesgo o vicio de la cosa, el propietario es responsable
aún cuando pruebe que no hubo culpa de su parte.
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ANTECEDENTES.
El sistema del cód. era a todas luces injusto. Ej: el caso de un
demente millonario que conduciendo un automóvil mata a un
obrero, padre de una numerosa flia. que queda desamparada. ¿es
justo que no pague ninguna reparación? La solución que
responsabiliza al curador es insuficiente: en 1er lugar, porque el
demente puede carecer de curador; en 2do término, porque el
curador puede ser insolvente; y por último, porque éste carece de
responsabilidad si demuestra que le ha sido imposible impedir el
hecho ilícito (art. 1116).
Además el art. 921 dice que carecen de discernimiento “los que por
cualquier accidente, están sin uso de razón”. ¿ello sig. que los que
están ebrios o sonámbulos carecen de responsabilidad?.
La ley 17.711 ha introducido dos reformas esenciales a ese sistema.
Por una de ellas se agrega un párrafo al art. 907, según el cual
aunque el hecho sea realizado sin discernimiento los jueces podrán
disponer un resarcimiento en favor de la víctima del daño... Por la
otra, se ha introducido en el art. 1113 la teoría del riesgo: cuando el
daño es causado por el riesgo o vicio de la cosa, el propietario es
responsable aún cuando pruebe que no hubo culpa de su parte. PARA
eximirse de responsabilidad no basta esta prueba negativa, sino que
es preciso probar que hubo culpa de la víctima o de un 3ro por el
cual no se responde.
Con tales reformas se ha concluido con el sistema que hacía de la
culpa el único fundamento de la responsabilidad Hoy el der. mira el
problema de la indemnización. desde el ángulo de la víctima y no del
autor del hecho. La falta de discernimiento, la falta de intención o de
culpa, no excluyen siempre la responsabilidad por los hechos ilícitos.

Régimen jurídico: supuestos comprendidos

PRESUPUESTO DE LA RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad generadora del deber de indemnizar exige la
concurrencia de cuatro presupuestos:
1.- el incumplimiento objetivo o material, que consiste en la
infracción al deber, sea mediante el incumplimiento de la palabra
empeñada en un contrato, o por violación del deber general de no
dañar.
2.- un factor de atribución de responsabilidad, una razón suficiente
para asignar el deber de reparar al sujeto sindicado como deudor. Tal
factor de atribución puede ser subjetivo (culpabilidad) u objetivo.
3.- el daño, que consiste en la lesión a un der. subjetivo o interés de
la víctima del incumplimiento jurídicamente atribuible.
4.- una relación de causalidad suficiente entre el hecho y el daño;
es decir, que pueda predicarse del hecho que es causa (fuente) de tal
daño.
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Sin la concurrencia de estos 4 presupuestos no hay responsabilidad


que de lugar a indemnización. De allí que la investigación, tiende a
establecer si la persona de quien se pretende indemnización. es o no
responsable: Ej: si actuó en legítima defensa y no incurrió entonces
en incumplimiento alguno, tal investigación debe ser abandonada. Si,
en cambio, se concluye que hubo infracción, debe estudiarse si
promedia un factor de atribución eficaz: Ej: si se precisa culpa y no
la hubo, tampoco habrá responsabilidad.
Cuando se tiene por establecido un incumplimiento jurídicamente
atribuible al sujeto, debe precisarse si hubo o no daño, porque la
indemnización. sólo tiene sentido en caso afirmativo, pues quien
circula en su auto a exceso de velocidad (infracción) y culpablemente
(factor de atribución) sin dañar a otro, no es responsable en el
sentido de ser deudor de indemnización. alguna.
Una vez asentada la existencia de incumplimiento atribuible y
dañoso, se deberá concretar si aquél determinó el daño y que
porción de la masa total de daños se le asigna al autor, problema que
concierne a la relación de causalidad. Ej: un banco abre una cuenta
corriente en infracción de las reglamentaciones, y el titular,
mediante el mal uso de esa cuenta, causa dolosamente un daño a
3ro, el Banco. no es responsable (pese a que hubo infracción
atribuible y dañosa) porque no hay relación de causalidad
jurídicamente relevante para atribuirle ningún deber de indemnizar
al 3ro.

Extensión del resarcimiento.

Terceros responsables.

Responsabilidad por la lesión autorizada a un derecho ajeno:


supuestos comprendidos.

Extensión del resarcimiento.


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RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE OTRO

CONCEPTO.
Existe responsaba. por el hecho de otro en los casos en que la ley
autoriza al damnificado a reclamar a quien, sin haber obrado el acto
que causa daño, debe indemnizarlo, en atención a su particular
vinculación con el victimario. Esta responsaba. es refleja o indirecta,
y está regulada en el art. 1113: “la obligación del que ha causado un
daño se extiende a los daños que causaren los que están bajo su
dependencia”.
De tal manera, el cód. hace responder por hechos de los
dependientes, de los incapaces (arts. 1114 a 1117) y aún por hechos
de extraños (arts. 1118 y 1119).

FUNDAMENTOS. TEORÍAS.
Hay distintas teoría sobre su fundamento:
1.- Teorías subjetivas: el principal respondería en razón de la culpa
in vigilando o in eligiendo, o de ambas a la vez: se le achaca una
culpa propia, consistente en la omisión en la vigilancia o en la
elección del causante del daño. Sin embargo, en los casos en que la
presunción de culpa es juris et de jure, no sirve para justificar la
responsaba. que se le imputa al principal.
Para otros, el dependiente es una mera extensión del principal, que
actúa a través de aquél.
2.- Teorías objetivas: la justificación de esta responsaba. radicaría
en el beneficio que obtiene el principal con la actividad del
dependiente (versión riesgo-provecho), o simplemente en haber
introducido en la sociedad la posibilidad de que el dependiente cause
daño (versión riesgo-creado).
Desde otro enfoque se predica al noción de garantía: el daño
causado por un hecho ilícito ajeno obliga a su resarcimiento; pero en
tanto a veces se imputa la autoría sin posibilidad de excusa, en otras
situaciones sólo se la presume.
3.- Teoría normativa: ve en la responsaba. indirecta un corolario del
distingo entre deuda y responsabilidad. Y así, mientras el
dependiente sería el deudor, el principal asumiría el carácter de
responsable. El fundamento de la responsaba. varía según sea la
hipótesis de aplicación de la responsaba. por hecho ajeno.

Fundamento de la responsabilidad:
La responsaba. que el cód. adjudica a los padres, tutores, curadores,
curadores, maestros artesanos y directores del colegio, con relación
a los daños ocasionados por sus hijos, pupilos, aprendices y alumnos
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(arts. 1114 a 1117), tiene fundamento subjetivo. La ley presume la


culpa del principal, pero su responsaba. por dichos daños cesa si
probaren que les ha sido imposible impedirlos (art. 1116). Se trata
por tanto, de una presunción juris tantum.

LA ACCIÓN CONTRA EL AUTOR Y CONTRA EL CIVILMENTE RESPONSABLE: RÉGIMEN,


RECURSO:
El damnificado tiene der. a demandar al autor del daño en función
del art. 1109; o en atención a lo autorizado por el art. 1122, puede
perseguir directamente ante los tribunales civiles a los que son
civilmente responsables del daño, sin estar obligado a llevar a juicio
a los autores del hecho. Nada impide, tampoco, que la acción sea
entablada contra ambos.
La ley, empero, le reconoce al principal una acción de repetición:
“el que paga el daño causado por sus dependientes o domésticos,
puede repetir lo que hubiese pagado, del dependiente o doméstico
que lo causó por su culpa o negligencia” (art. 1123).

DEPENDIENTES.

Concepto.
Es dependiente quien se encuentre en relación de subordinación
respecto de su principal, que sobre él tiene atribuciones de dirección
o vigilancia; Je: el empleado u obrero vinculado por una relación
laboral con su patrón. La doctrina y jurisprudencia han ampliado
este concepto. Se ha resuelto que la dependencia no requiere
necesariamente un vínculo contractual, entre principal y
subordinado, puesto que nada se opone a una subordinación que
nace aún en relaciones gratuitas y ocasionales: Je: pasantes.
Así, hay dependencia siempre que el autor del hecho haya
dependido para obrar, de una autorización del principal, como ocurre
cuando se cede el volante de un auto a un 3ro, a un amigo.

Fundamentos.
Actualmente se considera que el fundamento de la responsabilidad
del principal por el hecho del dependiente es objetivo, lo cual se
denota por su inexcusabilidad.

Requisitos.
El principal responde por el hecho del dependiente si se dan estos
requisitos:
* hecho ilícito imputable al dependiente: carece de relevancia que
se trate de delito o cuasidelito.
* relación de dependencia: este requisito es fundamental.
* daño en ejercicio (o con ocasión) de las funciones.
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Relación de dependencia.
La relación de dependencia, con el alcance del art 1113 supone:
a.- cierta autoridad del principal;
b .- cierto deber de obediencia por parte del dependiente.
No son esenciales al efecto ni el efectivo ejercicio del poder de
elección, ni la subordinación económica del dependiente (según
Alterini).

Daño en ejercicio o con ocasión de funciones: discusión.


Para que ésta responsabilidad indirecta nazca, se exige tanto en la
doctrina como en la jurisprudencia, que el dependiente haya obrado
(al cometer el hecho ilícito) dentro de las funciones encomendadas.
No es pacífico, en cambio, el criterio interpretativo de los alcances
del recaudo.
* una posición exige que el dependiente haya obrado en el ejercicio
de la función encomendada, aun en caso de tratarse de un ejercicio
irregular o abusivo.
* otros autores inclinados a la objetivación y en seguimiento de la
doctrina y la jurisprudencia francesas, extienden la responsaba. al
principal cuando los hechos dañosos han sido ejecutados, sea en el
ejercicio de esas funciones, sea con ocasión de ese ejercicio, y aun
cuando el daño resulte de un abuso de tales funciones. Este criterio
fue recogido por el nuevo art. 43, dentro de la regulación de las
personas jurídicas.
* la equivocidad conceptual exige precisar que el principal
responde de los daños de sus dependientes cuando éstos han obrado:
en ejercicio de las funciones; o aun cuando no se trate del ejercicio
de la función, ésta haya sido el medio idóneo para causar el daño (ej:
si un sereno armado irregularmente regularmente el arma que está
facultado para portar); o por fin, si ha promediado un ejercicio
aparente de la función (el caso en que un capataz ordena a un peón
realizar actos dañosos para 3ros).
Este último pto. de vista, resulta admitido en los modernos
proyectos de reforma del Cód. Civil.

El problema de la inexcusabilidad.
La responsaba. del principal por el hecho de su dependiente es
inexcusable. Ello queda evidenciado porque el principal no puede
probar útilmente que ha obrado con diligencia. Este impedimento ha
sido explicado por la doctrina tradicional como un caso de
imputación legal (presunción juris et de jure). Hoy se prefiere
adjudicarlo a la asignación de responsaba. objetiva al principal.
Cabe acotar que un sector de la doctrina, fundándose en la nota del
art. 1113, al cód. de Luisiana y al proyecto de Goyena, ha entendido
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que sólo promediaría una presunción juris tantum de culpa,


susceptible por lo tanto de prueba liberatoria por parte del principal.

Responsabilidad contractual indirecta.


Los modernos proyectos de reformas al cód. civil (proyecto cód.
único, proyecto cám. diputados 93´, proyecto P.E. 93´) prevén la
responsabilidad del principal por hechos de 3ros de los cuales se
sirve para el cumplimiento de un contrato, o que introduce en su
ejecución. (En la actualidad, la responsaba. refleja que resulta del
art. 1113 está referida literalmente al área de los hechos ilícitos).
De ese modo es generalizada una solución que resulta de normas
particulares del cód. civil: Je: el inquilino responde por los daños que
causen a la cosa locada sus dependientes, convivientes, huéspedes
(art. 1516, 1561, 1573); el empresario es responsable por los hechos
de las personas que ocupe en la obra (art. 1631), etc.

RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES.


El padre y la madre son solidariamente responsables de los daños
causados por sus hijos menores que habiten con ellos, sin perjuicio
de la responsaba. de los hijos si fueran mayores de 10 años. En caso
de que los padres no convivan, será responsable el que ejerza la
tenencia del menor, salve que al producirse el evento dañoso el hijo
estuviere al cuidado del otro progenitor (art. 1114).
El sistema funciona así:
* menores de hasta 10 años de edad: los padres tienen responsaba.
directa; el hijo no responde porque carece de discernimiento, salvo
por razones de equidad (art. 907).
* menores de 10 a 21 años de edad: los padres tienen responsaba.
indirecta, y los hijos responsaba. directa, con una obligación
concurrente entre ellos. La víctima tiene acción contra los padres y
contra el hijo, pero cuando los padres pagan la indemnización,
disponen de acción recursoria contra el patrimonio del hijo (art.
1123).

Análisis de los requisitos.


Los requisitos son:
1.- Que el hijo sea menor de edad. Los padres no tienen responsaba.
por los hechos de sus hijos emancipados (art. 131), porque la patria
potestad concluye con la emancipación (306).
2.- Que se halle bajo patria potestad. Conforme al art. 264 la patria
potestad corresponde (en el caso de hijos matrimoniales) al padres y
a la madre conjuntamente, en tanto no estén separados, divorciados
o su matrimonio sea declarado nulo; si esto ocurre será al padre o
madre que ejerza la tenencia. En caso de muerte de uno de los
padres, ausencia con presunción de fallecimiento, privación de la
patria potestad, o suspensión de su ejercicio, al otro. Si fueran hijos
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extramatrimoniales: si fueron reconocidos por uno solo de los


padres, a aquel que lo hubiese reconocido; si ambos lo reconocieron,
a los dos, siempre que convivieren; caso contrario a aquel que
tenga la guarda. Si no hubo reconocimiento voluntario a quien fuese
declarado judicialmente padre o madre del hijo.
3.- Que habite con sus padres: ello deriva de que la responsaba. de
los padres está fundada en la culpa in vigilando presumida, por lo
cual es menester, en principio, que ellos estén en condiciones de
hecho de ejercer dicha vigilancia. Cuando el hijo no convive con sus
padres por razón ajena a él (abandono de sus padres) ellos
responden igualmente.
4.- Que el hecho le sea imputable al menor: se trata de la
imputación objetiva, que concierne al autor material. Sólo cuando el
menor cuenta con más de 10 años de edad tiene aptitud para obrar
culposamente, pero la atribución de responsaba. depende en todo
caso del factor (subjetivo u objetivo) que corresponda aplicar al
hecho dañoso. La Corte de Casación francesa, por ej: responsabiliza
a los infantes por los daños causados por cosas que tienen bajo su
guarda, porque en tal situación el factor de atribución es objetivo.

Sustitución del responsable.


El art. 1114 consagra la responsaba. solidaria de ambos
progenitores, ya que , de ordinario, los dos ejercen conjuntamente la
patria potestad. Sin embargo, cuando no conviven, sólo es
responsable el que ejerza la tenencia del menor; se entiende que se
trata de quien tenga der. a ejercerla, lo cual sucede cuando media
resolución judicial. En los casos en que al producirse el evento
dañoso el hijo estuviere al cuidado del otro progenitor, la
responsaba. pesa sobre el que tiene en ese momento la efectiva
vigilancia del menor: Ej: durante las visitas.
La responsaba. de los padres puede resultar sustituida por la de
quien tiene al menor bajo su vigilancia, como en los casos de los
directores de colegio y los maestros artesanos.

Causa de eximición de responsabilidad.


Los padres se pueden exonerar de responder en los sig. casos:
* cuando prueban que les ha sido imposible impedir el daño
causado por el hijo (art. 1116);
* cuando el hijo ha sido colocado en un establecimiento de cualquier
clase, y se encuentra de una manera permanente bajo la vigilancia y
autoridad de otra persona (art. 1115).
Las diferencias son que , mientras en el 1er caso nadie sustituye a
los padres como responsables indirectos; en el 2do se presenta, al
par que una causa de cesación de la responsaba. de los padres, una
sustitución de ella por la de quien tiene al menor bajo su vigilancia y
autoridad permanente en un establecimiento. Si el establecimiento
es un colegio, el director sustituye a los padres.
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El deber de vigilancia.
El fundamento de esta responsaba. es una presunción de culpa en
la vigilancia, de carácter juris tantum, por lo cual compete a los
padres la prueba adversa a la presunción legal.
Así, ha sido decidido que los padres son responsables de los daños
de sus hijos menores bajo su poder y que habitan con ellos, pero
pueden excusar su responsaba. si demuestran que les fue imposible
impedirlo, o habiendo sucedido fuera de su presencia, si demuestran
haber ejercido una vigilancia activa sobre ellos. El concepto de
vigilancia activa de los padres sobre sus hijos, se ha entendido como
el conj. de medidas y cuidados que reclaman los menores de
acuerdo a su edad y a la educación recibida (ello no sig. estar
siempre a su lado, porque es imposible).
A veces, la jurisprudencia ha presumido la omisión del deber de
vigilancia: Je: el hecho de que un menor haya cometido un delito
hace presumir que la vigilancia paterna ha sido defectuosa, ya sea en
su aspecto material, ya en cuanto sig. educación y guía de los hijos;
el hecho de que 2 hs. después de haberse producido el delito no
hubiera ningún familiar en su hogar, mientras él ya andaba con
anterioridad por la calle con otros chicos, revela una vigilancia
pasiva por parte de su progenitor.

TUTORES Y CURADORES: RÉGIMEN LEGAL.


Lo establecido sobre los padres rige respecto de los tutores y
curadores, por los hechos de las personas que están a su cargo (art.
1117, y arts. 433 y 375). El fundamento de esta responsaba.
indirecta es el mismo que en el caso de los padres. Así, quien haya
obtenido el discernimiento de la tutela (art. 399 y sig), o de la
curatela (art. 468 y sig), responde por los hechos de sus pupilos o
curados.

DIRECTORES DE COLEGIO: RÉGIMEN LEGAL.


Lo establecido sobre los padres rige igualmente respecto de los
directores de colegios, maestros artesanos, por el daño causado por
sus alumnos o aprendices, mayores de 10 años, y serán exentos de
toda responsaba. si probaren que no pudieron impedir el daño con la
autoridad que su calidad les confería y con el cuidado que era de su
deber poner (art. 1117).
Sin embargo, la ley marca una importante diferencia literal con el
régimen de responsaba. indirecta concerniente a los padres, puesto
que le adjudica a los directores de colegio por el daño causado por
alumnos mayores de 10 años, y no por los menores de esa edad. La
doctrina minoritaria se atiene a una interpretación literal, y concluye
que el director de colegio no responde por los hechos de los alumnos
menores de 10 años. Pero la mayoría admite que los directores de
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colegio responden por los daños, con el apoyo legal del art. 1109,
1115, 1113, o aún en el mismo fundamento de esta responsaba.
indirecta.
Alterini sostiene el criterio según el cual es aplicable la regla
general del art. 1113: el padre puede sustituir en otro la responsaba.
que le compete como tal, lo cual ocurre cuando pone al hijo bajo el
contralor de un director de colegio: la transferencia que se hace de
la vigilancia y educación del menor, de cualquier edad, comporta
también la transferencia de la responsaba. emergente del
incumplimiento de esos deberes.
El fundamento de la responsaba. de los directores, es la culpa
presumida juris tantum.

MAESTROS Y ARTESANOS: RÉGIMEN LEGAL.


El cód. trata también de la responsaba. de maestros artesanos (art.
1117) que está regida por iguales soluciones que las del pto.
anterior.
Ciertamente la idea de poner a un menor bajo la vigilancia de un
maestro artesano, para que aprenda un oficio, no es propia de
nuestros tiempos, sino de las corporaciones medievales, y en los
hechos, ha sido abandonada.

TRANSPORTE Y HOTELERÍA: RÉGIMEN LEGAL.


Los dueños de hoteles, casas públicas de hospedaje y de
establecimiento públicos de todo género, son responsables del daño
causado por sus agentes o empleados en los efectos de los que
habiten en ellas, o cuando esos efectos desapareciesen, aunque
prueben que les ha sido imposible impedir el daño (art. 1118).
Esto es aplicable a los capitanes de buques y patrones de
embarcaciones respecto del daño causado por la gente de la
tripulación en los efectos embarcados, cuando esos efectos se
extravían: a los agentes de transportes terrestres, respecto del daño
o extravío de los efectos que recibiesen para transportar (art. 1119).
Como se advierte, la ley no permite a los implicados en estas
normas, prueba alguna tendiente a demostrar que no han podido
evitar el daño, lo cual demuestra que se apartó aquí del factor de
imputación subjetivo de responsaba.
El cód. ha incurrido en defecto de técnica al tratar lo concerniente
a transporte y hotelería en el título reservado a los cuasidelitos,
fundado esto en el art. 1120 y 2230.

COSAS ARROJADAS O SUSPENDIDAS: RÉGIMEN LEGAL.


El art. 1119 adjudica responsaba. a los padres de familia, inquilinos
de la casa, en todo o en parte de ella, en cuanto al daño causado a
los que transiten, por cosas arrojadas a la calle, o en terreno ajeno,
o en terreno propio sujeto a servidumbre de tránsito, o por cosas
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suspendidas o puestas de un modo peligroso que lleguen a caer;


pero no cuando el terreno fuese propio y no se hallase sujeto a
servidumbre de tránsito. Cuando dos o más son los que habitan la
casa y se ignora la habitación de donde procede, responderán todos
del daño causado. Si se supiere cuál fue el que arrojó la cosa, él solo
será responsable.
Cuando se plantea la situación descripta, esto es, ignorancia acerca
de quien arrojó las cosas, se presentará un supuesto de responsaba.
colectiva.

OTROS SUPUESTOS.
* ausencia de solidaridad: a diferencia del régimen del solidaridad
que se impone en matrimonio extracontractual (arts. 1081 y 1109),
su art. 1121 resuelve la situación de pluralidad de obligados
adjudicándoles una responsaba. simplemente mancomunada. La
ausencia de solidaridad en los supuestos que enumera el art. 1121
es anómala, frente a las demás hipótesis regidas por las normas
generales que imponen la solidaridad en el ámbito aquiliano.

RESPONSABILIDAD POR EL DAÑO CAUSADO CON INTERVENCIÓN DE LAS


COSAS.

CONCEPTO.
Cuando una cosa interviene en la producción de un daño,
tradicionalmente fueron distinguidos:
* el caso en que el daño ha sido causado por el hecho del hombre,
valiéndose de una cosa como si, por ej, alguien le pega con un
garrote a otro. En esta hipótesis la cosa sirve como mero
instrumento o prolongación de la actividad humana, y el daño puede
ser calificado como producido con las cosas;
* el caso en que el daño ha sido provocado por la propia cosa, como
consecuencia de la simple operatividad de las leyes naturales, y con
prescindencia del obrar humano como si, por ej, explota una caldera.
En esta situación la cosa asume un papel principal en la causación
del daño, que es así producido por las cosas.

SUPUESTOS COMPRENDIDOS Y FUNDAMENTACIÓN.


En el régimen previsto para los daños causados con intervención de
cosas, es menester distinguir estas situaciones:
* Daños producidos sin intervención activa de cosas : es el
restringido ámbito actual del art. 1109: la víctima tiene la carga de la
prueba de la culpa del autor del hecho.
- 36 -

* Daños con las cosas: se presume la culpa del dueño o del


guardián, a menos que acredite que de su parte no hubo culpa, con
lo cual se invierte la carga de la prueba de ella.
* Daños por las cosas: se prescinde de la culpa. La mera causación
del daño funda la responsaba. (objetiva) y el dueño o guardián sólo
pueden eximirse de responder demostrando una causa extraña: la
culpa de la propia víctima, o la de un 3ro extraño por quien aquellos
no deban responder. El art. 1113 no ha enunciado el caso fortuito
genérico. Sin embargo, el silencio de la ley no ha querido ni podido
destruir los principios generales, por lo que se debe concluir que en
esta área el caso fortuito genérico, también juega como eximente.

PERSONAS RESPONSABLES.
El art. 1113 asigna responsabilidad al dueño y al guardián.
En caso del DUEÑO es responsable, porque la cosa está sometida a
su voluntad y a su acción. (art. 2506), y porque se sirve de ella (art.
1513); es por lo tanto su guardián natural y pesa sobre él una
presunción de guarda.
El GUARDIÁN, es el que tiene la cosa en su poder, con facultades de
dirección y mando, sea el dueño o no lo sea; y cuando la guarda es
ejercida por un tercero, aquél pasa a ser nudo dueño.

En los accidentes de autos se entiende por dueño al titular


registral. El dueño, y en su caso, el guardián, responden
concurrentemente.
La culpa de la víctima o la culpa de un tercero por quien no deban
responder el dueño o guardián, constituyen para éstos (la víctima o
el tercero) causas ajenas, por cuyas derivaciones no responden.

PRESUNCIÓN.
Cuando se trata de daños con las cosas se presume la culpa del
dueño o del guardián, a
menos que acredite que de su parte no hubo culpa, con lo cual se
invierte la carga de la prueba de ella.

EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD.
La aplicación de la responsabilidad establecida por el art. 1113 está
condicionada por su parte final, puesto que , antes que todo, es
preciso que el sindicado como responsable tenga la cosa con poder
de disposición y de mando, aunque ese poder no se ejerza
actualmente pero pueda ser ejercido.
Se liberan por tanto de responsabilidad:
1.- El nudo dueño, cuando el guardián usa la cosa contra su
voluntad expresa o tácita.
Cuando el dueño se ha desprendido voluntariamente de la guarda
de la cosa, corresponde presumir, salvo prueba en contrario, que
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ésta ha sido usada por el guardián de acuerdo con la voluntad de


aquél, si tal uso ha sido hecho conforme al destino al que
regularmente sirve la cosa según su naturaleza (arts. 600, 1554,
2878, 2879), salvo que la entrega haya tenido una finalidad
determinada.
2.- El guardián, sea o no dueño, si es desplazado de la guarda por
un 3ro.
En este supuesto la responsaba. pesa exclusivamente sobre el 3ro.
que asume por sí, con los caracteres de la fuerza mayor, la guarda de
la cosa. Sin embargo, no promedia tal eximente, si el guardián no ha
adoptado la diligencia necesaria para evitar ser desplazado de la
guarda (ej: si le hurtan un auto que había dejado estacionado con las
llaves puestas).

RESPONSABILIDAD POR EL RIESGO O VICIO DE LAS COSAS.


Cuando se trata de daños causados por riesgo o vicio de la cosa,
rige la teoría del riesgo. Conforme al art. 1113, cuando el daño es
causado por el riesgo o vicio de la cosa, la responsaba. es objetiva:
como se prescinde de la noción de culpabilidad, el dueño o guardián
no se pueden liberar del deber de reparar que se les asigna,
mediante la prueba de no haber habido culpa de ellos.

SUPUESTOS COMPRENDIDOS (CONCEPTO DE RIESGO Y DE VICIO) Y


FUNDAMENTACIÓN.
La ley no habla de cosas riesgosas, sino de riesgos de la cosa, porque
no se puede precisar que cosas son riesgosas en sí mismas: Je: una
bolsa de polietileno no es riesgosa en sí mismo a menos que un bebé
cubra con ella su cabeza ¿es riesgosa la cosa en movimiento por
oposición a la cosa inerte? Podría ser si pensamos en un movimiento
acelerado, pero si se trata de una velocidad ínfima, ¿la cosa será
igualmente riesgosa? Quizá la solución podría estar dada por la
energía interna: sería riesgosa la cosa dotada de un motor, y en esto
entrarían el avión como el auto, la moto, y aun el juguete a pila o
batería.

Conceptos de riesgo y vicio:


El RIESGO es el peligro de sufrir un daño en la persona o en los
derechos.
En cambio, el VICIO es toda circunstancia antijurídica que invalida el
consentimiento en las actuaciones o en los actos jurídicos: Je: el
error, el dolo, fraude, ignorancia, etc.
El daño es causado por riesgo de la cosa cuando su empleo crea un
riesgo, porque se incrementa el “peligro potencial” de que se
produzca un daño; y por vicio de ella cuando tiene un defecto que la
hace impropia para su destino normal.
- 38 -

PERSONAS RESPONSABLES. (VER “PERSONAS RESPONSABLES”)

EXCLUSIÓN DE RESPONSABILIDAD.
De acuerdo al art. 1113 hay que distinguir:
PRINCIPIO GENERAL : el dueño o guardián se exime de responsaba.
demostrando que de su parte no hubo culpa. No basta la prueba de
que se actuó con diligencia; en necesario demostrar la culpa de la
víctima o de un 3ro por quien no se responde o que el hecho se
produjo por fuerza mayor o que el propietario es inimputable.

* Si el daño hubiere sido acusado por el riesgo o vicio de la cosa, sólo


podrá eximirse de responsaba. probando la culpa de la víctima o de
un 3ro por el cual no responde. En cambio, la fuerza mayor o la
inimputabilidad no son eximentes.
* Finalmente, el dueño o guardián, aun de cosas peligrosas o
riesgosas pueden eximirse de responsabilidad demostrando que la
cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta.

RUINA DE EDIFICIO.
En lo pertinente a la ruina de edificio, el art. 1132 dispone que el
propietario de una heredad contigua a un edificio que amenace ruina
no puede pedir al dueño de éste garantía por el daño eventual, ni
exigirle que lo repare o haga demoler. En la nota del art. se explica
que el fin de la caución damni infecti era procurar al vecino una
caución para reparar el perjuicio que podría causarle la caída de un
edificio, no tiene objeto desde que se le concede acción por las
pérdidas e intereses del perjudicado, si lo sufriese.
Pero la ley 17.711 formuló un agregado al art. 2499: quien tema
que de un edificio o de otra cosa derive un daño a sus bienes, puede
denunciar ese hecho al juez a fin de que se adopten las oportunas
medidas cautelares; se trata de la “denuncia de daño temido”.
Se autoriza la pretensión de que el juez ordene la reparación o
demolición del edificio ruinoso.

RESPONSABILIDAD POR EL DAÑO CAUSADO POR ANIMALES.


CONCEPTO.
La mayoría de la doctrina estimó que el fundamento de esta
responsaba. radicaba en una culpa presumida; la filiación subjetiva
del cód. pareció dar razón a tal criterio.
Sin embargo, nuestro cód, desde su origen, ha acogido la
responsaba. objetiva en cuanto a los daños causados por animales. Y
esto, se advierte a la luz de los preceptos que establecen las causas
de eximición de responsaba: culpa de un 3ro, fuerza mayor, culpa de
la víctima (arts. 1125, 1128); el cód. no admite la prueba de que “de
- 39 -

su parte no hubo culpa” al dueño del animal que sindica como


responsable, y prescinde así de su culpa para atribuirle el deber de
reparar.
Para eximirse, el dueño está precisado a demostrar la ocurrencia de
una causa ajena, por lo cual el factor de imputación de esta
particular responsabilidad es el riesgo creado.

ANIMALES COMPRENDIDOS.
El art. 1124 incluye tanto a los animales domésticos, como a los
feroces que tengan dueño. Sin embargo, la responsaba. del dueño
o guardián de un animal feroz es inexcusable, y se halla regida por el
art. 1129: el daño causado por un animal feroz, de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre
imputable al que lo tenga, aunque no le hubiese sido posible evitar el
daño, y aunque el animal se hubiese soltado sin culpa de los que lo
guardaban.

FUNDAMENTACIÓN.
Para la teoría clásica esta responsaba. se funda en una culpa in
vigilando. Sin desconocer que en muchos casos los daños causados
por animales se deben a una deficiente vigilancia, otros fundan esta
responsaba. en el riesgo creado. Je: cuando una tropa de ganado,
encargada a hombres responsables, se asusta por un hecho
imprevisto y embiste y destroza un alambrado; o cuando un caballo
manso se espanta y voltea a su jinete. La razón de la responsaba.
está en que el dueño y la persona que se sirven del animal han
creado un riesgo del cual aprovechan y cuyas consecuencias es justo
que afronten.

PERSONAS RESPONSABLES.
El propietario de los animales, domésticos o feroces, y la persona
que se sirve de ellos, son responsables por los daños que causaren
(art. 1124). El art. 1125 dispone, en cambio, que si el animal que
hubiere causado el daño, fue exitado por un 3ro, la responsaba. es de
éste, y no del dueño del animal.
Responden pues, por los daños ocasionados por los animales:
* el dueño del animal que genera el perjuicio;
* quien se sirve del animal, detentando su guarda; y
* el 3ro que hubiese exitado al animal, que provoca el perjuicio y
desplaza la responsaba sobre sí.

ACCIÓN DEL GUARDIÁN CONTRA EL DUEÑO Y VICEVERSA.


Si la persona que se servía del animal ha pagado al 3ro los daños
sufridos, tiene acción de regreso contra el dueño (art. 1124). Pero
ese der. se pierde si el propietario advirtió a quien quería servirse
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del animal de su peligrosidad o de sus hábitos mañosos: en tal caso,


es claro que el guardián asume los riesgos y que no se justificaría su
acción de regreso.

EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD.
El cód. sólo autoriza que los responsables se eximan de reparar los
daños causados por los animales en los sig. casos:
* cuando el animal es exitado por un 3ro (art. 1125)
* cuando el daño causado por el animal ha provenido de fuerza
mayor (caso fortuito genérico) (art. 1128)
* cuando la culpa es imputable al que hubiese sufrido el daño (culpa
de la víctima: 1128).
* cuando el animal que causó el daño, se hubiese soltado o
extraviado sin culpa de al persona encargada de guardarlo (art.
1127), supuesto en que se atribuye la responsaba. por una
presunción de culpa.

ANIMAL FEROZ.
El art. 1124 incluye tanto a los animales domésticos, como a los
feroces que tengan dueño. Sin embargo, la responsaba. del dueño
o guardián de un animal feroz es inexcusable, y se halla regida por el
art. 1129: el daño causado por un animal feroz, de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre
imputable al que lo tenga, aunque no le hubiese sido posible evitar el
daño, y aunque el animal se hubiese soltado sin culpa de los que lo
guardaban.
En suma: la responsaba. es inexcusable, no se puede invocar la
fuerza mayor para excusar la responsaba. Es siempre imputable.

DAÑO CAUSADO ENTRE ANIMALES.


El daño causado por un animal a otro, será indemnizado por el
dueño del animal ofensor si éste provocó al animal ofendido. Si el
animal ofendido provocó al ofensor, el dueño de aquél no tendrá der.
a indemnización alguna (art. 1130).
El caso del análisis sucede cuando los animales pelean entre sí y
alguno resulta dañado. La ley, se inclina por conceder
indemnización al dueño del animal “ofendido” si no ha mediado
previa provocación de éste. La prueba de la agresión compete al
dueño del animal perjudicado.

ABANDONO NOXAL:
El abandono noxal, permitido en el der. romano para que el dueño
pudiera eximir su responsabilidad, no tiene cabida en el der.
argentino: el propietario de un animal no puede sustraerse a la
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obligación de reparar el daño, ofreciendo abandonar la propiedad del


animal (art. 1131).
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Ejercicio de la acción indemnizatoria.

CONCEPTO.
La acción por indemnización de los daños y perjuicios derivados de
un hecho ilícito corresponde:
* AL DAMNIFICADO MISMO, sea directo o indirecto (art. 1079). Si el
daño fue ocasionado a las cosas, puede reclamar la indemnización no
sólo el propietario, sino también los que tuvieren su posesión y aun
su simple tenencia, como el locatario, el comodatario, el depositario
(art. 1095), el usufructuario, el usuario (art. 1110), si el daño
irrogase perjuicio a su derecho De igual modo, se reconoce la acción
a la persona que tiene la cosa con obligación de responder de ella,
pero sólo en caso de que el dueño no ejerza la acción (art. 1110).
Finalmente también la tiene el acreedor hipotecario contra
cualquiera que haya dañado la cosa gravada, siempre que el daño le
haya irrogado perjuicio porque si su crédito está suficientemente
garantizado a pesar del daño, carecería de interés que es el
fundamento de toda acción de justicia. El cód. le reconoce dicha
acción inclusive contra el propietario, si es él quien ha dañado la
cosa (art. 1095).
* A LOS SUCESORES UNIVERSALES DEL DAMNIFICADO : No hay
transmisión hereditaria de la acción para reclamar el daño moral, a
menos que la propia víctima la hubiera entablado antes de su
fallecimiento. Esta es la solución del art. 1099 para el supuesto de
delitos que no hubieran causado sino un daño moral (injurias o
difamación); y es indudable que debe ser extendida a otro supuesto
de daño moral, porque dada la naturaleza personalísima de éste, no
se concibe que pueda invocarlo nadie que no sea la propia víctima.
Pero si la víctima había iniciado la acción antes de morir, las cosas
cambian: queda de manifiesto no sólo la existencia del daño, sino el
propósito de la víctima de hacerlo valer en justicia; en esas
condiciones, se justifica que los herederos puedan continuar la
acción.
* A LOS ACREEDORES DE LA VÍCTIMA : En ejercicio de la acción
oblicua ; salvo el caso del daño moral que no puede dar lugar al
ejercicio de la acción subrogatoria dado su carácter personalísimo.
* A LOS CESIONARIOS DE LA ACCIÓN DE DAÑOS.

PRINCIPIO.
La acción indemnizatoria corresponde al damnificado, sea que
reclame por daño directo o indirecto. Es decir, por el sufrido
“directamente en las cosas de su dominio o posesión”, o “x el mal
hecho a su persona o a sus derechos o facultades” (art. 1068). La
noción de daño indirecto (que también confiere acción para
reclamar indemnización.), abarca en otro sentido, a quien lo hubiese
sufrido, aunque sea de una manera indirecta (art. 1079), caso en el
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cual se toma en cuenta quien padece el daño, que es distinto de


aquél “damnificado directamente”; en esa acepción, pues, se
considera indirecto el daño que rebota sobre un 3ro.

LEGITIMACIÓN ACTIVA.
Se entiende por legitimación activa, en el caso, la aptitud para
demandar por indemnización.

Legitimación de los titulares de cierto interés.


En el derecho actual ha tomado expansión la idea de conferir
legitimación activa a los titulares de intereses simples, de intereses
colectivos y de intereses difusos. En algunos casos, para reclamar
daños; en otros, para proveer otro tipo de acciones, por ej: las
preventivas.
* Interés simple: se trata del interés que asiste a quien, sin
embargo, carece de un derecho subjetivo para demandar a título
propio. Ej: el interés del menor desamparado a quien sostenía un tío
para reclamar al responsable por los daños emergentes de su
muerte, no obstante que , (en vida de este) carecía de derecho a
reclamarle alimentos.
* Interés colectivo: es el que corresponde a quienes forman un
grupo asociativo no ocasional, integrado en razón de bienes jurídicos
comunes, y que cuenta con un ente representativo, ej: una asociación
de consumidores. Las acciones emergentes son denominadas
colectivas, de clase o class actions.
* Intereses difusos: corresponde a un conj. impreciso e
indeterminado de personas, carente de toda base asociativa. Ej: el
caso del interés de cualquier persona en la preservación del medio
ambiente. Conforme a la C.N. del 94´, para ejercer esos intereses
está legitimado el “defensor del pueblo” (art. 43), quien tiene como
misión la defensa y protección de los derecho humanos y demás
derechos, garantías e intereses tutelados por la C.N. y las leyes (art.
86) entre ellos los que conciernen al ambiente.

Caso de muerte.
¿Quiénes tienen acción de daños y perjuicios en caso de muerte de
una persona provocada por un hecho ilícito?
Si bien cualquier damnificado por la muerte de una persona puede
reclamar la reparación probando concretamente el daño sufrido, los
herederos forzosos gozan de una presunción juris tantum de que ese
evento les ha producido un daño. Con la salvedad de que esa
presunción puede ser destruida por prueba en contrario por el autor
del hecho y de que el damnificado puede aportar al juicio todos los
elementos probatorios que acrediten el verdadero alcance y
extensión del daño sufrido.
Así, debe reconocerse la acción de daños:
- 44 -

1.- Al cónyuge (art. 1084 y 1085). Mientras los cónyuges se


mantienen unidos no hay problemas. Pero en cambio, si los hay
cuando ellos están separados judicialmente , divorciados o separados
de hecho.
No hay duda alguna de que la esposa tiene derecho a accionar por
daños y perjuicios contra el autor del homicidio de su esposo, si
recibía de éste una pensión de alimentos. No importa que estuviera
separada o divorciada por su culpa. Aun en este caso su derecho a
los alimentos que recibía está fundado en la ley (art. 250). Lo mismo
debe decirse de la mujer separada de hecho, aunque fuere culpable.
Supongamos que la mujer divorciada o separada no recibía
alimentos. Aún así, se admite la acción pues aun siendo culpable de
la separación o el divorcio, tiene derecho a reclamar alimentos si
carece de recursos propios y de probabilidad razonable de
procurárselos (art. 208); siempre que no hubiere vivido en
concubinato o hubiera incurrido en injurias graves contra el esposo
(art. 209). Iguales conclusiones se imponen en caso de que el
cónyuge sea el marido.
2.- A los hijos, sean legítimos o extramatrimoniales, menores o
mayores de edad (1084).
3.- A los padres y demás ascendientes (art. 1085); aunque se trate
de un hijo de corta edad, que en el momento de la muerte sólo
originaba gastos, o aun de un hijo en gestación.
4.- A los hermanos; pero como ellos, por no ser herederos forzosos
carecen del beneficio del daño presunto, deben demostrar que la
muerte les ha ocasionado un perjuicio concreto y actual, como
ocurriría si recibían del muerto una pensión de alimentos o si vivían
en su casa y a costa suya.
5.- A toda otra persona que , aun sin ser pariente, recibiera del
muerto una pensión de alimentos fundada en un derecho nacido de
la ley o de un contrato, como podría ser el caso del donante.

En cambio CARECEN DE ACCIÓN:


 la concubina (aunque una parte de la jurisprudencia y la doctrina
le reconocen legitimidad);
 la prometida, la persona que recibía una asistencia benéfica del
muerto.
 las instituciones, culturales o de beneficencia, que recibían de la
víctima contribuciones regulares.
En estos casos falta en el damnificado un interés legalmente
protegido, hay un perjuicio de hecho, pero no una lesión de derecho.

En cuanto al daño moral surgido de un hecho ilícito que le ha


provocado la muerte, la ley 17.711 ha precisado que sólo tienen
acción los herederos forzosos (art. 1078).

En resumen: los herederos forzosos (ascendientes, descendientes


y cónyuge, arts. 1084 y 3592), son damnificados directos en el
sentido del art. 1079: la muerte del causante les provoca un daño a
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ellos, y se computa su situación, no la del muerto. Pero también


existen damnificados indirectos que no tienen acción: son aquellos
que , no siendo herederos forzosos, reciben de rebote el daño
derivado de dicha muerte: Ej: la guardadora de un niño, que le había
sido entregado a muy corta edad. La ley 23.984 le asigna
legitimación activa para plantear el reclamo en sede penal, al
cónyuge supérstite, sus padres y sus hijos.

Caso de daños materiales.


La acción indemnizatoria por daños materiales puede ser planteada
por el dueño, poseedor, usufructuario, usuario o tenedor de la cosa
dañada (art. 1110). También compete a quien, sin estar en esas
situaciones, pagó la reparación (arts. 727 y 728).

Renuncia o transacción.
Conforme al art. 1110 la acción civil es renunciable por el
damnificado, pero la renuncia del damnificado directo no enerva la
acción de los damnificados indirectos. Esta renuncia no se induce de
la circunstancia de que el damnificado no haya promovido acción
criminal o la haya desistido (art. 1097), salvo el caso de desistimiento
de la acción pública cuando el reclamo indemnizatorio fue planteado
en sede penal. Cuando la víctima hace una transacción respecto de la
acción civil, o sobre el daño, o realiza una renuncia, queda
renunciada la acción criminal; se entiende que se trata de delitos
criminales de acción privada (arts. 1097, 842 y 872).

Transmisión mortis causa.


La acción por indemnización. pasa a los herederos (art. 3279). Sin
embargo, cuando se trata de delitos que sólo causaron agravio
moral, únicamente pasa a ellos si el difunto intentó, en vida, su
reparación (art. 1099 y 498).

Otros casos.
* cesión: la acción indemnizatoria puede ser transmitida por acto
entre vivos, mediante el mecanismo de la cesión de derechos (art.
1114).
* subrogación: el derecho de subrogarse que corresponde a ciertos
3ros que pagan involucra la facultad de demandar en juicio. Es el
caso de quien pagó la reparación del daño, o el de la compañía
aseguradora de la víctima, que tienen derecho a demandar, en tal
carácter, al causante del daño.
* saldo de la cobertura del seguro: aunque la víctima del daño haya
cobrado la indemnización. de manos de la compañía de seguros, está
también legitimada para accionar contra el responsable por la
diferencia entre el monto del daño y lo que haya percibido; ej: si el
- 46 -

daño es de 500 y la compañía de seguros sólo lo soporta hasta 300


porque aquel monto involucra rubros no incluidos en la cobertura, la
víctima tiene derecho a accionar contra el responsable por 200. Pero
si la víctima recibió del asegurador el monto que , de común acuerdo
con éste, estimó bastante para enjugar el daño, no puede
posteriormente aducir, sin probar lo necesario, que es insuficiente.
* principal del dependiente: el causante del daño debe pagar al
empleador los salarios que éste debió abonar a la víctima durante el
período de inactividad derivado del accidente, o lo que le abonó en
virtud de la Ley de Accidentes de Trabajo.

LEGITIMACIÓN PASIVA.
Tienen legitimación pasiva aquellos que pueden ser demandados
por indemnización de daños y perjuicios, que son el responsable
directo y el indirecto. O sea, quien realizó el acto dañoso
personalmente, o quien debe responder de él en virtud de tratarse de
un hecho ajeno que lo compromete, o de un daño causado con
intervención de una cosa suya o de la que es guardián.

Responsabilidad directa e indirecta.


Hay responsabilidad directa cuando el acto dañoso fue ejecutado
personalmente por el responsable. El art. 1109 dice: “todo aquel que
ejecuta un hecho que x su culpa o negligencia ocasiona un daño a
otro, está obligado a la reparación del perjuicio”.
Hay responsabilidad indirecta o refleja (x el hecho de otro) en los
casos en que la ley autoriza al damnificado a reclamar a quien, sin
haber obrado el acto que causa el daño, debe indemnizarlo, en
atención a su particular vinculación con el victimario (art. 1113).
De tal manera, el cód. hace responder por hechos de los
dependientes, de los incapaces, o aun por hechos de extraños (arts.
1114 a 1119).

RELACIONES ENTRE LAS ACCIONES CIVIL Y PENAL. DISTINTOS SISTEMAS.


Existen varios criterios respecto de la relación entre acción civil
indemnizatoria y acción criminal:
* Independencia: es el sistema adoptado por el art. 1096 del cód,
según el cual la indemnización. sólo puede ser demandada por
acción civil independiente de la acción criminal.
* Unidad: supone que la indemnización, en caso de delito penal,
sólo puede ser reclamada ante el juez en lo criminal. La unidad
puede ser forzosa o voluntaria.
* Interdependencia: este sistema que está vigente en nuestro país,
admite la interrelación de las acciones civil y criminal.
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SISTEMA DE LA ACCIÓN CIVIL DENTRO DEL PROCESO PENAL (LEY NACIONAL


23.984 Y LEYES PROVINCIALES).
El Código Civil se enrolaba en la idea de la independencia.
Luego la situación varió fundamentalmente :
* el cód. penal de 1929 invistió al juez en lo criminal de potestades
para ordenar la restitución de la cosa obtenida por el delitos y la
indemnización. del daño moral (art. 29). Desde entonces no fue
imprescindible la acción civil para obtener indemnización, la cual
podía ser reclamada también en sede penal.
* en la actualidad, el régimen de la acción civil sustanciada ante el
juez en lo penal está contemplado en la ley 23. 984, que la sujeta a
estas directivas:
1.- La acción civil, tendiente a la restitución de la cosa obtenida por
medio del delito y la pretensión resarcitoria, puede ser ejercida ante
el juez en lo criminal, en cualquier estado del proceso hasta la
clausura de la instrucción, y en tanto esté pendiente la acción penal.
2.- Tienen legitimación activa el titular de la pretensión resarcitoria
civil, sus herederos en relación a su cuota hereditaria,
representantes legales o mandatarios. PARA ejercer la acción es
preciso que se constituyen en actor civil.
3.- Son legitimados pasivos los partícipes del delito, y el civilmente
responsable. El actor tiene derecho para demandar civilmente a
todos, o para dirigir su acción solamente contra el partícipe; pero si
demanda al civilmente responsable, obligatoriamente debe
demandar también al partícipe.
4.- La constitución como actor civil procede aun cuando no
estuviere individualizado el imputado. Pero la demanda civil debe ser
concretada inmediatamente después de dictado el auto de
procesamiento.
5.- Las facultades de actuación del actor civil en el proceso penal
son amplias: se le reconoce la intervención necesaria para acreditar
la existencia del hecho delictuoso y los daños que le haya causado, y
reclamar las medidas cautelares y restituciones, reparaciones e
indemnización. correspondientes.
6.- Cuando el juez en lo criminal ha decretado el procesamiento del
imputado y luego resuelve absolverlo, en la sentencia absolutoria
debe pronunciarse sobre la pretensión civil.
7.- El actor civil o tiene derecho a plantear recurso contra el auto
de sobreseimiento o la sentencia absolutoria, sin perjuicio de las
acciones que pudieren corresponderle en sede civil.
8.- El actor civil puede desistir de su acción en cualquier estado del
proceso. Cuando se trata de acción penal pública, el desistimiento
importa renuncia de la acción civil, por lo cual dicha acción civil no
podrá ser planteada en lo sucesivo en ninguna sede. Cuando se trata
del desistimiento de la acción penal privada, y la acción civil no fue
promovida en sede penal, cabe la expresa reserva de la acción (civil)
emergente del delito, para deducirla posteriormente en sede civil.
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ACCIÓN PENAL QUE PRECEDE A LA CIVIL: RÉGIMEN DEL ART. 1101 DEL CÓD.
CIVIL.
El art. 1101, 1ª parte dispone: Si la acción criminal hubiere precedido a la acción
civil, o fuere intentada pendiente ésta, no habrá condenación (sentencia) en el juicio
civil antes de la condenación del acusado en el juicio criminal.
Según la jurisprudencia, el impedimento que deriva de que exista
una acción criminal pendiente únicamente incide sobre la sentencia
definitiva del juez en lo civil: es decir, el proceso civil continúa, y sólo
se detiene antes de dictar sentencia a la espera del pronunciamiento
del juez en lo penal.

Excepciones.
No obstante, el juez en lo civil puede dictar sentencia aunque esté
pendiente el proceso penal, en las sig. situaciones:
* si el acusado fallece (art. 1101, inc 1);
* si está ausente (art. 1101, inc. 2);
* en general, según se interpreta, siempre que haya paralización
temporaria o definitiva del proceso penal, ya sea por amnistía,
prescripción, perdón del ofendido en su caso, etc.

QUID DEL SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL.


Conforme al art. 335 de la ley 23.984, el sobreseimiento cierra
definitiva e irrevocablemente el proceso con relación al imputado a
cuyo favor se dicta. Consiguientemente , al haber desaparecido del
sistema la figura del sobreseimiento provisional, han perdido
vigencia las consideraciones acerca de sus virtualidades.

INFLUENCIAS RECÍPROCAS DE LAS SENTENCIAS CIVIL Y PENAL: INCIDENCIA DE LA


ACCIÓN CIVIL.
En principio, la sentencia del juicio civil sobre el hecho no influirá
en el juicio criminal, ni impedirá ninguna acción criminal posterior,
intentada sobre el mismo hecho, o sobre otro que con él tenga
relación (art. 1105).
Ciertas cuestiones son prejudiciales respecto de la acción criminal,
y constituyen una limitación al principio expresado, puesto que ellas
deben ser decididas antes de que sea viable el proceso penal. Si la
acción criminal dependiese de cuestiones prejudiciales, cuya
decisión compete exclusivamente al juicio civil, no habrá
condenación en el juicio criminal, antes que la sentencia civil hubiere
pasado en cosa juzgada (art. 1104).
No obstante el art. 1104 alude a la “condenación” criminal, la
jurisprudencia entiende que , habiendo cuestiones prejudiciales no
decididas, se impide lisa y llanamente la iniciación del proceso
penal.

Las cuestiones prejudiciales son:


- 49 -

* las que versan sobre la validez o nulidad de los matrimonios, la


cual es decisiva: ej: para juzgar la existencia o no de adulterio, de
bigamia, o de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar
* las que versan sobre la calificación de las quiebras de
comerciantes. Pero esto ha perdido actualidad, porque según la ley
19.551, la acción penal que correspondiere es independiente de la
calificación de la conducta, y la resolución dictada por el juez en lo
comercial no obliga al juez penal ni importa cuestión prejudicial.

INCIDENCIA DE LA ACCIÓN CRIMINAL.


El proceso penal, puede concluir por condenación del acusado, por
absolución o por sobreseimiento. Tales pronunciamientos se
interrelacionan con el proceso civil cuando han sido anteriores a la
sentencia del juez en lo civil; porque, en el supuesto inverso,
cualquiera que sea la sentencia posterior sobre la acción criminal, la
sentencia anterior dada en el juicio civil pasada en cosa juzgada,
conservará todos sus efectos (art. 1106).

Condenación.
Después de la condenación del acusado en el juicio criminal, no se
podrá contestar en el juicio civil la existencia del hecho principal que
constituya el delito, ni impugnar la culpa del condenado (art. 1102).
Vale decir, la sentencia penal condenatoria hace cosa juzgada: en
cuanto al hecho y en cuanto a la culpa.
El juez en lo civil no podrá, pues, desconocer el hecho como no
realizado o considerar que el condenado no tuvo culpa; y se advierte
que ha debido postergar su sentencia a las resultas del proceso
criminal pendiente.
La sentencia de la condena dictada en sede penal no constituye
obstáculo para que el juez en lo civil decida que hay culpa
concurrente de la víctima, ni para que tenga plena libertad en la
determinación del monto indemnizatorio.
Por otra parte, aunque el fundamento de la responsabilidad civil sea,
de carácter objetivo, la solución no varía, pues la existencia de culpa
o dolo, juzgados en sede criminal, puede incidir en los límites de la
reparación debida.

Absolución.
En este caso rige el art. 1103, según el cual la sentencia absolutoria
recaída en el juicio criminal no hace cosa juzgada en el juicio civil,
respecto a la culpa del autor del hecho en cuanto a su
responsabilidad por los daños y perjuicios ocasionados.
Cuando promedia absolución, por consiguiente, la sentencia
criminal:
* hace cosa juzgada en cuanto a la inexistencia del hecho (art.
1103);
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* pero no la hace en cuanto a la inexistencia de culpa.


De tal manera, el juez en lo civil estaría impedido de tener por
cierto un hecho que el juez en lo penal, al absolver consideró
inexistente; pero la absolución recaída por inexistencia de culpa
(penal) no lo ata, y puede decidir que , no obstante, ha habido culpa
(civil) del demandado.
Por cierto que cuando la culpa es irrelevante para asignar el deber
de reparar (imposibilidad objetiva), nada obsta a que el juez en lo
civil fije el monto indemnizatorio, prescindiendo de esa absolución.

Sobreseimiento.
Para el caso del sobreseimiento (que actualmente puede ser
definitivo), el plenario (mencionado antes), estableció que no hace
cosa juzgada “en absoluto”. O sea, la inoperancia del sobreseimiento
versa sobre: el hecho criminal y la culpa del sobreseído.
De tal manera el juez en lo civil queda en plena libertad para
decidir que hubo tal hecho, y que existió culpa del demandado, con
independencia de lo resuelto por el juez del crimen.
No obstante la jurisprudencia estima que el sobreseimiento implica
una presunción de inocencia, que debe ser destruida por prueba
concluyente rendida en sede civil, y que en principio es
improcedente pretender una sentencia que condene a pagar
indemnización. si no son aportados elemento de juicio distintos de
los ponderados por el juez en lo penal.
En doctrina se ha cuestionado aquella solución, cuando el
sobreseimiento recae por inexistencia del hecho o de autoría por
parte del sobreseído; en estos casos habría un escándalo jurídico si
el juez en lo civil pudiera tener por autor del hecho, a quien fue
sobreseído por el juez en lo penal en virtud de que éste no lo
consideró autor de dicho hecho.

SUPUESTOS ESPECIALES.

a.- Demencia:
Es causa de inimputabilidad penal. Sin embargo, la sentencia civil de
interdicción y la de rehabilitación del interdicto, no hacen cosa
juzgada en juicio criminal para excluir una imputación de delitos o
dar lugar a condenaciones (art. 151). Así, tampoco constituye cosa
juzgada en juicio civil para los efectos de que se trata en los arts.
precedentes, cualquier sentencia en juicio criminal que no hubiese
hecho lugar a la acusación por motivo de la demencia del acusado, o
que lo hubiese condenado como si no fuese demente el procesado
(art. 152).
La razón determinante de esto es la sig: para que haya demencia a
los efectos civiles es menester el estado habitual (art. 141), mientras
que a los efectos de la inimputabilidad penal basta que el reo no
haya podido, en el momento del acto, comprender su criminalidad o
dirigir sus acciones; por otra parte, un demente declarado tal por
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sentencia civil puede cometer el hecho criminal en un intervalo


lúcido y ser, así, punible y a la inversa, un sujeto que no es demente
a los fines civiles, puede llevarlo a cabo en un rapto de locura, con lo
cual es exculpado.

b.- Indignidad:
Conforme al art. 3291 el autor del delito de homicidio, o de su
tentativa, y el cómplice son, en ciertos casos, indignos para suceder.
¿que ocurre si, con posteridad a la condena criminal de la que deriva
la causal de indignidad, esa condena es revista? Por aplicación del
art. 1106, tal modificación de la condena es irrelevante en sede civil;
es decir, el que fue declarado indigno no recupera su aptitud para
heredar. Bibiloni, en cambio, previó que en tal situación deben cesar
los efectos de la cosa juzgada civil respecto de la indignidad.

c.- Ley de propiedad intelectual:


El sistema de independencia de las acciones tiene alguna
manifestación: conforme al art. 77 de la ley 11.723, tanto el juicio
civil como el criminal son independientes y sus resoluciones
definitivas no se afectan.

RESPONSABILIDADES ESPECIALES: PRECONTRACTUAL.


El área de la responsabilidad precontractual no tiene características
ontológicas propias y tal denominación se justifica sólo en cuanto
describe temporalmente el fenómeno de estar antes del contrato
válido.
Diversas situaciones son abarcadas por la idea de responsabilidad
precontractual:
* las tratativas preliminares (generadoras de responsabilidad);
* la elaboración de la oferta, antes de su emisión efectiva;
* la oferta ya emitida, pero antes de que , mediante la aceptación,
sea concluido el contrato;
* ciertos accidentes que pueden suceder a propósito del ensayo o
prueba antes de ser concretado el convenio;
* el contrato viciado de nulidad.
La responsabilidad precontractual no tiene autonomía conceptual,
por tanto está regido por las normas de los hechos ilícitos, o por las
reglas de la declaración unilateral de voluntad. En este caso, por
analogía de situación, se aplican sin embargo, las normas propias de
la responsabilidad contractual.

De lo expuesto se sigue que la responsabilidad del deudor está


sometida a un régimen diverso:
1.- cuando rige la normativa extracontractual, la violación directa
del deber gral. de no dañar pone a su cargo el deber de resarcir los
daños causado. Esto es claro cuando se trata de perjuicios causados
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en el tiempo del ensayo o prueba, o si promedia la nulidad del


contrato (art. 1056).
2.- Si, en cambio, se aplica la preceptiva de la declaración
unilateral de voluntad, el acreedor tiene en sus manos todos los
poderes emergentes de la relación obligacional de esa índole, y tiene
derecho a reclamar la ejecución específica y en subsidio, la
indemnización.
3.- en el caso de oferta simple (revocable), si alguien la acepta
ignorando la retractación del proponente, su muerte o incapacidad
sobreviniente (art. 1156): en este caso debe tan sólo la
indemnización. del daño al interés negativo.
4.- cuando se trata de la nulidad del contrato, la responsabilidad
prevista en el art. 1056, queda también confinada al daño al interés
negativo.

PERSONAS JURÍDICAS.

Noción.
El viejo art. 43 negaba acción por daños contra las personas
jurídicas, aunque sus miembros en común, o sus administradores
individuales, hubieran cometido delitos que redundaran en beneficio
de ellas. La misma solución, dejando a salvo el enriquecimiento sin
causa, era reiterada en el art. 1720.

Responsabilidad civil contractual:


La responsabilidad civil varía en función de la causa que la haya
originado, disintiéndose a este respecto la responsabilidad
contractual de la extracontractual (actos ilícitos).
La responsabilidad contractual proviene del incumplimiento de un
contrato celebrado por la persona jurídica El art. 42 dice que : las
personas jurídicas pueden ser demandadas por acciones civiles y
puede hacerse ejecución de sus bienes. Es decir que si no cumplen
sus obligaciones contractuales puede exigirse judicialmente lo mismo
q se exigiría si se tratara de un simple particular. El art. 36, por otro
lado dice que cuando el representante actúa fuera de los límites del
mandato, no es responsable la persona jurídica, pero sí lo es él,
respecto del 3ro. con quien contrató.
Esta solución legal se explica por dos razones: por no dejar al
tercero de buena fe desprovisto de toda defensa y para obligar a los
administradores a ser prudentes en el ejercicio de sus funciones. Sin
embargo esta responsabilidad cesa si el 3ro tenía conocimiento de
que el administrador carecía de poderes suficientes para celebrar el
acto.
Del mandato deriva toda representación, y el mandato puede
originarse directo en ellos o bien indirectamente (asambleas,
directorios). Si los representantes No actúan dentro del límite, las
personas jurídicas no tienen responsabilidad alguna por los actos o
contratos que aquellos hubieran celebrado. Pero, si como
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consecuencia del acto celebrado, por el representante sin poderes, la


persona jurídica sufre un enriquecimiento, está obligada a responder
por las consecuencias del acto (teoría del enriquecimiento sin causa).

Responsabilidad extracontractual:
Proviene de la infracción o incumplimiento de cualquier otro deber
jurídico en que hubieren incurrido los sujetos que conforman con su
actividad la de la propia persona, jurídica (dirigentes) o que están
bajo su dependencia (dependientes) y en especial por los hechos
ilícitos cometidos por ellos (delitos y cuasidelitos).

El art. 43 del C.C. y su evolución:


El art. 43 del C.C. antes de su reforma disponía que : “no se puede
ejercer contra las personas jurídicas, acciones criminales o civiles
por indemnización. de daños, aunque sus miembros en común o sus
administradores individualmente , hubiesen cometido delitos que
redunden en beneficio de ellas”; o sea que sólo los actos ejercidos
dentro de los límites del mandato obligan a la persona jurídica, y por
consiguiente, como no se puede otorgar mandato legalmente válido
para cometer actos o hechos ilícitos, las personas jurídicas. están
exentas de toda responsabilidad por los que hayan cometido sus
administradores. Esta disposición importaba una injusticia notoria:
Ej: si un vehículo perteneciente a una persona jurídica, hiere a un
transeúnte en la vía pública ¿puede dejarse sin indemnización al que
sufrió el daño?.
Como la solución del Cód. resultaba inadmisible, se inició en la
jurisprudencia de nuestros tribunales, una evolución hacia el
reconocimiento de la responsabilidad civil por hechos ilícitos. Se
comenzó por buscar la “intención” de Velez, y el “espíritu de la ley”,
se sostiene que Velez y tradujo mal a Freitas y debe considerarse que
la ley dice cuando y no aunque: lo que significa que las personas
jurídicas son responsables por los cuasidelitos y solo están exentas
de responsabilidad en caso de delitos.

La reforma de la ley 17.711:


La modificación, no aporta gran cosa a nuestro derecho positivo,
pero elimina la grave anomalía que resulta de que la ley disponga
una cosa y los jueces resuelvan otra. El nuevo texto legal dice: “Las
personas jurídicas responden por los daños que causen quienes las
dirijan o administren, en ejercicio o con ocasión de sus funciones.
Responden también por los daños que causen sus dependientes o
las cosas, en las condiciones establecidas en el título: “de las
obligaciones que nacen de los hechos ilícitos que no son delitos”. En
otras palabras, las personas jurídicas han quedado en la misma
situación que las personas naturales en lo que atañe a la
responsabilidad por hechos ilícitos.
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En concordancia con la reforma del art. 43, también se ha


modificado el art. 1720, relativo a las sociedades civiles; dice que
“en el caso de los daños causados por los administradores son
aplicables a las sociedades las disposiciones del título “de las
personas jurídicas” (art. 43).

ACCIDENTES DE TRABAJO.
Se imputa al empleador la obligación de reparar los accidentes
ocurridos a sus empleados y obreros durante el tiempo de la
prestación de los servicios, por el hecho o en ocasión del trabajo, a
menos que provengan: o de dolo del trabajador, esto es cuando los
ha provocado intencionalmente ; o de fuerza mayor extraña al
trabajo.
Es decir que no basta al empleador demostrar su diligencia o el
acaecimiento de un caso fortuito interno a la explotación. Desde que
se le imputa el deber de resguardar la seguridad del obrero, como la
relación laboral encuadra la órbita de la responsabilidad contractual
de ser aplicados los principios generales, cabría tan solo a inversión
de la carga de la prueba de la culpa: el patrón respondería, a menos
que demostrase no haber habido culpa suya.
La indemnización. obtenible tiene un tope legal, en el caso de
muerte llega a $ 55.000.
El responsabilidad del empleador tiene fundamento en la teoría del
riesgo. Es por lo tanto inoperante la prueba de que actuó
diligentemente , o la de que el trabajador incurrió en culpa. PARA
liberarse, el empleador está precisado a demostrar la ocurrencia de
una causa ajena (dolo del trabajador o fuerza mayor extraña al
trabajo) lo cual enrola su obligación en la categoría de resultado
agravada.

ACCIDENTES DEPORTIVOS.
Se distingue el deporte propiamente dicho, del espectáculo
deportivo.
* Deporte: consiste en una recreación (función de distraer),
pasatiempo o diversión q, por lo común es llevada a cabo al aire
libre. Comprende la actividad física con finalidad higiénica o
terapéutica; y la diversión, mediante el juego o la competencia.
* Espectáculo deportivo: es un espectáculo público con ocasión de
la práctica de un deporte. Los jugadores suelen ser profesionales y
los intereses conexos al espectáculo suelen incidir hasta en las reglas
de la actividad: Ej: los tiempos de juego en el basket fueron
establecidos por exigencias de la televisión.

Distinción entre los daños ocasionados a los participantes en la


competencia deportiva, y los daños que sufran los extraños a ella
(espectadores o simples 3ros).
a.- DAÑOS A PARTICIPANTES: hay que distinguir según los casos:
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1) daños causados de un participante a otro: puede suceder que el


participante actuando dentro de las reglas de juego, dañe a otro
(una fractura de nariz en rugby), en este caso, no cabe acción
indemnizatoria alguna porque actuó dentro de las reglas. Pero
puede ocurrir que actuó fuera de las reglas de juego: existe
entonces responsabilidad.
2) daños atribuibles a la entidad deportiva: el socio de un club
deportivo se halla sujeto a las reglas del estatuto social,
asimilable a un contrato. El fundamento de esta responsabilidad
ha sido hallado en la asunción de una obligación de resultado
(deber de seguridad) por la entidad.
3) responsabilidad del organizador: este responde frente al
participante (ej: si omitió el examen médico previo al combate y
en razón de ello un boxeador sufre daños) y frente al espectador.
4) caso del jugador profesional: cuando una entidad contrata un
deportista y este se convierte en profesional, sus relaciones se
hallan regidas por el contrato de trabajo.
Con respecto a la órbita correspondiente a la responsabilidad por
accidentes deportivos: es extracontractual cuando el jugador daña a
otro, violando las reglas del juego aceptadas; en cambio, la
responsabilidad de la entidad deportiva es asimilable a la contractual
cuando el socio, gozando de las prerrogativas que le concede el
estatuto, sufre un daño.

b.- DAÑOS A EXTRAÑOS: cuando el daño es sufrido por un 3ro ajeno a


la competencia deportiva, la responsabilidad tiene fuente
extracontractual. No surge responsabilidad a cargo de los jugadores,
ni de la entidad en que se desarrolla el juego, cuando el daño resulta
de contingencias propias de éste. Los extraños aceptan esas
contingencias, por lo cual no se configura ilicitud objetiva. La
solución sería distinta si por ej: algún jugador provoca un daño al 3ro
con intención nociva; en tal caso, se trataría de un delito civil
generador de responsabilidad (art. 1072).
Si el daño sufrido por un extraño es atribuible a la entidad
deportiva su responsabilidad puede quedar comprometida con su
condición de organizador del espectáculo deportivo. Se entiende que
los estadios deportivos deben ofrecer seguridad para la vida e
integridad física del público. Hay responsabilidad solidaria de las
entidades participantes en un espectáculo deportivo frente a los
espectadores.

ESPECTÁCULOS PÚBLICOS.
La responsabilidad que emerge de la organización de espectáculos
públicos es contractual. La jurisprudencia reconoció este carácter
considerando que la responsabilidad del empresario de espectáculos
públicos surge del contrato innominado que vincula al empresario
con el espectador, y entre cuyas cláusulas implícitas debe
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considerarse comprendida la que atañe a la seguridad personal de


los concurrentes por la que está obligado a velar el empresario.
El empresario organizador del espectáculo público (ya sea
deportivo, artístico, cultural), o quien asuma su organización, a título
oneroso o gratuito, debe responder en cada caso en que incumpla las
obligaciones que pone a su cargo el contrato atípico que celebra con
los espectadores o asistentes.
No son computables como daños resarcibles los destrozos de gran
parte de las instalaciones de un club, originados por la reacción del
público a raíz de la falta de actuación del artista contratado en el
baile que debía hacerlo, pues tales daños no reconocen su causa
eficiente en el incumplimiento del contrato.

RESPONSABILIDADES PROFESIONALES.
Tomando el sustantivo profesional en sentido estricto, nos referimos
al profesional liberal (que no es un plomero). Hay un sector limitado
que concierne al profesional liberal, cuya actividad es autónoma,
técnica, propia del saber especializado; que está sujeto a normas
éticas que resultan de cód. especiales (sometido a un régimen
disciplinario), en un órgano colegiado que lleva matrícula y donde le
aplican sanciones por inconducta (ej: colegio de escribanos).
Así, al desarrollar el tema de responsabilidad profesional nos
referimos a los profesionales liberales.
Se entiende por culpa profesional a aquella por la cual una persona,
que ejerce una profesión, falta a los deberes especiales que ella
impone.
Hay una infracción que concierne a ciertos deberes propios de una
determinada actividad. Tal culpa (antecedente de responsabilidad),
es, en esencia, la misma del art. 512. Pero hay discusiones sobre su
intensidad. Está en juego, si la nota al art. 512 (donde no da
relevancia a los distintos grados de culpa), es aplicable a la
responsabilidad profesional.

En el régimen gral. de responsabilidad civil la regla es clara:


“mayor es la responsabilidad, cuanto mayor sea el deber de obrar
con prudencia y pleno conocimiento de las cosas” (art. 902); “y en los
contratos que suponen una confianza especial entre las partes, el
grado de responsabilidad se estima por la condición especial de los
agentes” (art. 909).
Cuando estas reglas se trasladan a la responsabilidad profesional,
se impone la conclusión, de que para establecerla, no es preciso que
exista culpa grave. La condición profesional implica un especial
deber de obrar con prudencia y conocimiento de las cosas. La culpa
profesional debe ser apreciada específicamente con relación a la
calidad del sujeto de que se trata.

Cuando se aplica la responsabilidad extracontractual no se trata de


una opción por ella ante un incumplimiento contractual, sino de una
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sustitución de las normas contractuales por las que regulan los


actos ilícitos, para cuya justificación se ha sostenido que las
obligaciones profesionales son independientes del contrato celebrado
con el cliente. Pero la responsabilidad es en principio, contractual: el
profesional se obliga hacia el cliente, a cambio de una
contraprestación de éste y tal obligación nace determinadamente de
un acto voluntario lícito, lo cual excluye la vigencia de las reglas de
la responsabilidad extracontractual
Frente a terceros la cosa es distinta, porque los daños que éstos
sufren a causa de la actividad profesional están regidos por las
normas de responsabilidad extracontractual.

En síntesis:
La responsabilidad profesional es, en principio y frente al cliente,
contractual, no cabiendo la sustitución de ella por la de índole
extracontractual, a menos que cuadre la opción autorizada por el art.
1107. Sin embargo, la responsabilidad profesional es
extracontractual frente a 3ros, o en el caso previsto por el art. 1107.
La responsabilidad se basa en la culpa de cualquier intensidad y es
apreciable con relación al tipo determinado al que pertenece el
propio profesional. Asimismo, en cualquier supuesto, la actuación
como tal lo compromete mayormente porque ella genera por sí, la
confianza especial del cliente que recibe los servicios.

ACCIDENTES DE AUTOMOTORES.
Se considera accidente de tránsito a todo hecho que produzca daño
en personas o cosas como consecuencia de la circulación,
abarcándose, la circulación de personas, animales y vehículos
terrestres en la vía pública, y a las actividades vinculadas con el
transporte, los vehículos, las personas, las concesiones viales, la
estructura vial y el medio ambiente, en cuanto fueren concausa del
tránsito, con exclusión de ferrocarriles (art. 1 de ley 24.449).
En la actualidad se considera que los daños provenientes de la
circulación de vehículos están sujetos a la teoría de los causados por
la cosa. Con ello se asigna una presunción de causalidad que recae
sobre el dueño o guardián y que sólo es destruible mediante la
acreditación de la ruptura del nexo causal.
La circunstancia de que el Registro Nac. de la Propiedad del
Automotor sea constitutivo, sig. que quien sea tenido por dueño del
auto, es responsable, aunque haya enajenado su vehículo a un 3ro
que no tramitó la inscripción a su nombre. PARA liberarse de esa
responsabilidad es menester comunicar al Registro que se hizo
tradición del automotor a un 3ro. Pero, mientras, se considera que el
titular registral puede ser responsabilizado jurídicamente .
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DAÑOS NUCLEARES.
La ley 17.048 sobre Responsabilidad civil por daños nucleares,
consagra la responsabilidad del explotador por los daños nucleares,
con la mera “prueba de que esos daños han sido ocasionados por un
accidente nuclear” y siempre que ocurran en su instalación nuclear;
o que se originen en ella, cuando el accidente acaezca antes de que
el explotador traslade su responsabilidad a otra persona; o
intervengan sustancias nucleares enviadas a su instalación nuclear y
la responsabilidad incumba al explotador en las circunstancias allí
previstas.
Cuando la responsabilidad por daños nucleares recae en más de un
explotador, esos explotadores, en la medida en que no sea posible
determinar con certeza que parte de los daños ha de ser atribuido a
cada uno de ellos, serán mancomunada y solidariamente
responsables.
El factor de atribución de responsabilidad al explotador es el riesgo
creado, y la responsabilidad será objetiva. El explotador no puede
liberarse de responsabilidad si los daños se deben directamente a
una catástrofe natural de carácter excepcional. Pero es irresponsable
si prueba que la persona que sufrió los daños nucleares los produjo
o contribuyó a ellos por negligencia grave por acción u omisión
dolosa; o si prueba que el daño nuclear es causado por un accidente
nuclear que se deba directamente a conflicto armado, hostilidades,
guerra civil, o insurrección.

PRODUCTOS ELABORADOS.
El problema de la responsabilidad del fabricante elaborador o
industrial se plantea cuando el usuario o consumidor de un producto
elaborado sufre daños causados por éste y originados en sus defectos
o vicios.
La responsabilidad es contractual cuando el consumidor final
adquiere la cosa dañosa directamente del fabricante o productor; o
cuando aun habiendo eslabones en el proceso de comercialización, el
consumidor final pretende resarcimiento de quien contrató con él; o
cuando los daños son sufridos por un intermediario y éste encara a
quien, contractualmente , le suministró la cosa en el proceso de
comercialización.
En cambio es extracontractual, cuando el consumidor final reclama
indemnización. de algún intermediario en el proceso de
comercialización que no es aquél que le proveyó la cosa, sea el
fabricante no-vendedor, sea alguien que intervino anteriormente en
ese proceso; o cuando un intermediario pretende ser resarcido por
quien, formado parte anterior de la cadena, no fue quien le proveyó
la cosa nociva; o cuando tratándose de supuestos propios de
responsabilidad contractual, la víctima ejerce la opción a que la
autoriza el art. 1107.
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Responsabilidad objetiva: en la responsabilidad contractual


promedia una obligaciones de resultado ordinaria. En los vicios
redhibitorios juega la idea de garantía. En la responsabilidad
extracontractual se concluye que el sindicado como responsable sólo
se libera probando la existencia de una causa extraña.

RESPONSABILIDAD COLECTIVA.
En el supuesto de causalidad disyuntiva o alternativa, que se
presenta cuando, a raíz de falta de prueba, no es posible determinar
cuál de varios individuos es el autor de un daño que intrínsecamente
reúne los requisitos necesarios para que sea resarcible. Esa
dificultad probatoria obsta la reconstrucción de la relación de
causalidad.
El problema consiste en establecer si producido un daño y ante la
carencia, insuficiencia, o imposibilidad de prueba para individualizar
a un responsable singular, es posible condenar a resarcir (x
responsabilidad colectiva) a cuantos hayan tenido alguna vinculación
acreditada con las circunstancias de tiempo y/o lugar de las cuales
derivó ese perjuicio. Es claro que la dificultad probatoria debe estar
referida solo a la identificación del autor material o del dueño o
guardián de las cosas, ya que es imprescindible la acreditación de
que el daño lo ha causado alguno de entre varios individuos
determinados.
El art. 1119 consagra en forma clara, la viabilidad de la
responsabilidad colectiva en el ámbito jurídico privado. Está fuera de
duda que cuando se acredita que el daño causado a los que
transiten, por cosas arrojadas a la calle, o en terreno ajeno o propio
sujeto a servidumbre de tránsito o por cosas suspendidas, etc,
proviene del hecho de alguno de los moradores a quien se identificó,
o por los dependientes de los padres de familia aludidos; la
responsabilidad está regida por el juego de principios comunes. El
problema consiste en dilucidar cuál es el factor sobre cuya base cabe
responsabilizar a “todos” el daño causado si dos o más son los que
habitan la casa, y se ignora la habitación de donde procede la cosa
productora del perjuicio.
El fundamento es el riesgo creado. El art. 1119, frente a un grupo
de hombres vinculados con el evento dañoso en virtud de habitar el
edificio desde el cual fue arrojada la cosa, los hace responsables
sobre la base de presumirlos a todos causantes del perjuicio, con
prescindencia de cualquier investigación sobre la culpa: el esquema
es entonces, de índole objetiva.
El art. 1121 repudia la solidaridad, y esto es aplicable al supuesto
de responsabilidad colectiva del art. 1119. Quienes deben reparar el
daño en modo colectivo no responden solidariamente .
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RESPONSABILIDAD POR RESIDUOS PELIGROSOS.


Residuo es lo que resulta de la descomposición de una cosa, como
también es el material que queda como inservible después de haber
realizado un trabajo u operación. La ley 24.051 define al residuo
peligroso como “todo residuo que pueda causar daño, directa o
indirectamente , a seres vivos, o contaminar el suelo, el agua, la
atmósfera o el ambiente en general”. Quedan excluidos los residuos
domiciliarios, radiactivos, o los derivados de operaciones normales
de buques que se regirán por leyes especiales.
La ley 24.051 trata de residuo peligroso como cosa riesgosa;
determina la responsabilidad del generador por la creación del
riesgo, independizándola de la calidad de dueño o de guardián de la
cosa (guardián puede ser el transportador de residuo o el titular de
la planta de tratamiento); el dueño y el guardián sólo se eximen
probando la culpa de un 3ro de quien no deben responder si la
acción de éste pudo ser evitada con el empleo del debido cuidado y
atendiendo a las circunstancias del caso (para que esta culpa sea
invocada útilmente debe ser inevitable o constituir un caso fortuito).
El generador del residuo no tiene responsabilidad frente a quien lo
haya adquirido en virtud de un contrato: Ej: una compraventa; o por
los daños causados por la mayor peligrosidad que haya adquirido a
causa de un tratamiento defectuoso realizado en la planta respectiva.
Como normas de prevención se prohibe la introducción al país de
residuos y su transporte en el espacio aéreo argentino.

RESPONSABILIDAD POR TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES.


La responsabilidad por daños derivados de la transmisión de
enfermedades puede darse en distintas situaciones:
* cuando alguien contagia una enfermedad a un 3ro ajeno, la
responsabilidad es extracontractual y se funda en la culpa conforme
al art. 1109.
* en caso de contagio de médico a paciente, la responsabilidad está
sujeta a criterios generales aplicables a la actividad médica y en su
caso, de que la enfermedad haya sido transmitida mediante el
empleo de cosas con riesgo o vicio (ej: el uso de un bisturí infectado).
* en el caso de transmisión de enfermedades por los padres a los
hijos, la eventual responsabilidad de los padres por taras
hereditarias transmitidas a sus hijos como derivación de una
enfermedad que ellos padecen plantea una cuestión delicada. Se
entiende que hay responsabilidad si se trata de una enfermedad
grave (sífilis o SIDA) y el transmisor tiene conocimiento de que está
infectado por ella. Lo mismo en caso de inseminación artificial o
asistida.

RESPONSABILIDAD POR DAÑO AMBIENTAL.


La opinión pública expresa preocupación por la ecología, por la
contaminación de aire, el agua y el suelo y reclama soluciones. En
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esta cuestión la ley es insatisfactoria. En cuanto a la responsabilidad


en las Jornadas Nac. de derecho civil se sentaron ciertas directivas:
* la idea de normal tolerancia del art. 2618 no es aplicable en los
casos de degradación del medio ambiente que sean susceptibles de
afectar la salud.
* hay responsabilidad objetiva, con fundamento en el art. 1113.
* cabe también la responsabilidad colectiva.
* la responsabilidad incumbe a los sujetos que degradan el
ambiente y al estado cuando hubiese autorizado o consentido la
actividad degradante.
* cada uno de los miembros de la comunidad tiene legitimación
activa para obtener la preservación del medio ambiente.
La C.N. del 94´, reconoce los derechos humanos que conciernen al
“ambiente” y el “defensor del pueblo” está legitimado para su
defensa y protección.

RESPONSABILIDAD POR DAÑO GENÉTICO.


Desde 1978 en que nació la primer bebe de probeta (Louise Brown,
en Inglaterra), las prácticas de fecundación asistida se expandieron.
Ahora bien, la fecundación asistida puede generar responsabilidad
civil en distintos casos:
* algunos actos, como la dación de óvulos para la concepción por
cuenta de otros (alquiler de vientres) o la venta de semen para la
inseminación artificial heteróloga son nulos de nulidad absoluta,
calificación que también es aplicable a la fecundación post mortem
del marido. Por lo tanto, esa nulidad genera su propia secuela de
responsabilidad.
* los médicos y los establecimientos sanitarios pueden ser
responsables en el caso de que , a consecuencia de la fecundación
asistida, nazca un niño con deficiencias: Ej: en razón de haber sido
empleado un gameto viciado. Esa responsabilidad existe frente a los
padres y al niño, y según los casos es contractual o extracontractual;
reviste el carácter de obligación de medios, y está excluida cuando
promedia imposibilidad de conocer la deficiencia del gameto a la luz
de los conocimientos científicos del momento en que fue empleado.

Responsabilidad por daño a valores históricos:

RESPONSABILIDAD POR EL DERECHO DE INFORMAR.


Los medios de comunicación solamente pueden ser condenados a
indemnizar los daños derivados de la difusión de noticias inexactas,
agraviantes o que afectan a la intimidad de las personas, cuando se
produce la concurrencia de todos los presupuestos de la
responsabilidad civil.
Los presupuestos son:
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1.- Antijuricidad: la que corresponde para imputar la


responsabilidad en esta área está limitada a la transgresión abierta,
a la realización de un acto “expresamente prohibido” (art. 1066).
Se ha responsabilizado a la prensa por los presuntos abusos
producidos mediante su ejercicio, dentro de una comprensión que
supone que la transgresión del derecho de informar puede ser franca
o abusiva. Sin embargo, tratándose del derecho de informar, debe
entenderse que sólo es posible la transgresión franca,
desacertándose la aplicación del art. 1071.
2.- Factor de atribución: deben ser descartados, en principio, los
factores objetivos, porque está de por medio el derecho de informar
y de recibir una información veraz. En ese orden de ideas se ha
distinguido, dentro de la información inexacta, la que no concuerda
con la verdad por ser falsa, o por ser errónea, siendo aplicable en
ambos casos un factor subjetivo: el dolo para la información falsa y la
culpa para la errónea.
3.- Daño causado y la relación de causalidad relevante: se
consideran aplicables los principios generales respecto de la
reparación del daño material y moral derivado de publicaciones o
difusiones periodísticas, y de la relación causal adecuada.
La jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia por lo pronto,
extendió la tutela del art. 14 de la C.N. (libertad de prensa) a
expresiones o manifestaciones vertidas en programas humorísticos.
En un primer momento admitió con amplitud la responsabilidad de
las empresas periodísticas. Luego limitó en alguna medida las
pretensiones resarcitorias de los afectados por noticias falsas o
inexactas. Con relación al denominado derecho de réplica, la Corte
Suprema, después de haber declarado que ese Pacto no era
operativo porque había estado sujeto a que fuera reglamentado
mediante la ley, modificó su criterio y admitió que tiene eficacia
directa, sin necesidad de reglamentación alguna.

RESPONSABILIDAD POR VIOLACIÓN A LA INTIMIDAD.


Los medios de comunicación pueden ser condenados a indemnizar
los daños que afectan a la intimidad de las personas, cuando se
produce la concurrencia de todos los presupuestos de la
responsabilidad civil vistos antes.

RESPONSABILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS.


La responsabilidad de los funcionarios públicos es múltiple. Ante
todo tienen una responsabilidad política, en cuya virtud pueden ser
sometidos a juicio político si no cumpliesen adecuadamente con la
confianza pública depositada en ellos, si se apartan del cumplimiento
de la C.N.; una responsabilidad administrativa que surge del
incumplimiento de deberes de su función; una responsabilidad penal,
derivada de delitos (cohecho, abuso de autoridad, malversación de
fondos, etc).
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Finalmente tienen una responsabilidad civil. El art. 1112 dispone


que los hechos y omisiones de funcionarios públicos por no cumplir
sus obligaciones, son comprendidas en las obligaciones de
indemnizar todo el daño que x su culpa o negligencia ocasionen a
otra persona (art. 1109).
Funcionario público es toda persona que desempeña una función
pública, cualquiera sea su jerarquía. Debe tratarse de un
cumplimiento irregular de las obligaciones legales. No lo hay si el
funcionario se ha ajustado a las reglas y leyes. Ej: el funcionario de la
D.G.I. que ha cobrado un impuesto: luego declarado inconstitucional
no es responsable del daño que pueda haber ocasionado al
contribuyente.
El cumplimiento irregular puede consistir en un hecho o una
omisión. No es indispensable que haya dolo. Basta la culpa o
negligencia para desencadenar responsabilidad de acuerdo a los
principios de la responsabilidad aquiliana. El funcionario no podrá
excusar su responsabilidad alegando ignorancia de sus obligaciones,
desde que el error de derecho o la ignorancia de la ley no excusa la
responsabilidad en actos ilícitos.
Hay que distinguir entre los funcionarios que pueden ser removidos
de sus cargos por juicio político u otro procedimiento similar, de los
restantes funcionarios y empleados. En cuanto a los 1ros. no es
posible intentar contra ellos la acción de daños y perjuicios, si
previamente no han cesado en sus cargos, sea por haber sido
removidos por el juicio político o por haber renunciado o terminado
sus funciones.

RESPONSABILIDAD DE LOS JUECES.


Los jueces son funcionarios públicos, por tanto están comprendidos
en la responsabilidad dada antes. Pero su actuación irregular o
contraria a la ley presentan algunos problemas.
El 1ro. es la eventual responsabilidad que puede derivar de una
aplicación errónea de la ley. Este problema no se presenta frente a
una sentencia definitiva, es decir, frente a una sentencia dictada por
un tribunal de cuyo pronunciamiento no cabe ya recurso de
apelación. Ningún litigante podría aducir más tarde, que el tribunal
hizo una errónea aplicación de la ley, para reclamar de los jueces que
firmaron la sentencia, una indemnización. por los daños sufridos. La
razón: la ley es lo que los jueces dicen que es. Así, declarado por
sentencia definitiva, no puede luego pretenderse que esa
interpretación es errónea y que en realidad dispone algo distinto.
Sólo cabe exceptuar el supuesto de que se demostrara que el
tribunal ha obrado maliciosamente o que ha mediado cohecho, en
cuyo caso la acción de daños es, desde luego, procedente.
Pero puede darse el caso de que el daño haya derivado de una
sentencia de juez inferior (ej: se ha decretado el embargo que ha
resultado perjudicial), que luego ha sido revocada por el Tribunal
Superior. La revocación demuestra que el derecho ha sido mal
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aplicado, lo que parecería indicar la viabilidad de una acción de


daños. Empero, la improcedencia de tal acción, no mediando malicia
del juez, es evidente. La solución de los litigios, la valoración de la
prueba, la interpretación de la ley, son materias opinables. No se
podría hacer responsables a los magistrados de una decisión
razonablemente fundada (aunque el superior la haya considerado
errónea y revocado) sin grave daño para la serenidad de las
decisiones y la independencia de juicio de los magistrados.
En suma, la responsabilidad de los jueces debe reposar en las sig.
bases:
* ellos son responsables si se trata de actos irregulares hechos con
malicia;
* si se trata de simples errores subsanables por los recursos que la
ley establece, deben ser remediados por esa vía; cuando esta no ha
sido intentada, ello sig. que el que se dice damnificado ha consentido
la resolución que lo agravia y no tiene de que quejarse, porque el
Superior ha confirmado la resolución o sentencia impugnada, ello
quiere decir que no hay en ella error del pto. de vista legal.
En el cód. penal está reprimido con inhabilitación absoluta de 1 a 4
años el juez que se negare a juzgar so pretexto de oscuridad,
insuficiencia o silencio de la ley, y el que retardare maliciosamente
la administración de justicia después de requerido por las partes y de
vencidos los términos legales. Condenado el magistrado, será
también responsable por la indemnización. de los perjuicios sufridos
por el litigante.

RESPONSABILIDAD POR EL TRANSPORTE.


El transportador está obligado “al pleno resarcimiento” de los
daños; es decir, debe los
daños que estén en relación de causalidad jurídicamente relevante
con el incumplimiento, conforme a las reglas generales de
responsabilidad contractual o extracontractual en su caso.
En el caso de ferrocarriles rige el art. 184 del cód. de comercio
donde dispone que en caso de muerte o lesión de un viajero, la
empresa estará obligado al pleno resarcimiento de los daños; salvo
que el accidente provino de fuerza mayor o sucedió por culpa de la
víctima o de un 3ro del cual la empresa no sea responsable.
En el caso de ómnibus o colectivos, la responsabilidad abarca el
tiempo de ascenso hasta el descenso y se considera culpable al
conductor que circula con las puertas abiertas o un pasajero sufre
daño por una frenada brusca.
En el transporte por agua, se aplica la ley 20.094. El contrato de
transporte se prueba por escrito, mediante el boleto que el
transportador entregó al sujeto. La responsabilidad del
transportador por daños de muerte o lesiones de un pasajero se
limita a la suma de $ 1500 en oro. PARA los daños sufridos por el
pasajero se exige la prueba de la culpa del transportador o sus
dependientes, pero se presume esta culpa salvo prueba en contrario,
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en casos de naufragio, abordaje, varadura, explosión, incendio, lo


cual establece una obligación de resultado atenuada.

RESPONSABILIDAD POR LA AERONAVEGACIÓN.


Rige la ley 17.285 (Cód. Aeronáutico). En el transporte aéreo, el
transportador responde contractualmente. Lo une al pasajero un
contrato de transporte aéreo en virtud del cual es responsable por
los daños causados por muerte o lesión corporal, cuando el accidente
se produje a borde de la aeronave o durante las operaciones de
embarco o desembarco; así como por el traslado de mercaderías
durante el transporte aéreo.
Se establece una obligación de resultado atenuada. El
transportador no es responsable si prueba que él o sus dependientes
han tomado todas las medidas necesarias para evitar el daño o que
les fue imposible tomarlas (prueba de haber obrado sin culpa).
También puede probar que la persona Que ha sufrido el daño lo ha
causado o ha contribuido a causarlo, donde su responsabilidad se ve
atenuada o eximida.
Se fija un tope de $1000 en oro por cada pasajero; y de $2 en oro
en el transporte de mercadería o equipajes, limitándose la
responsabilidad por los objetos cuya guarda conserva el pasajero
hasta $40 en oro. (el $ en oro se cotiza más o menos en $ 90 la
unidad).

RESPONSABILIDAD POR MIEMBRO NO IDENTIFICADO DE GRUPO DETERMINADO.


La solución particular del art. 1119 del C.C., es extensiva a otros
casos en los que comprobado un daño, no se puede identificar a
quien lo causó dentro de un grupo determinado de personas. Por
ejemplo, si uno de los participantes -no identificado- de una partida
de caza mata o hiere a un tercero mediante un disparo.

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