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RESPONSABILIDAD.
CONCEPTO.
La responsabilidad es la aptitud que tiene el sujeto de conocer y
aceptar las consecuencias de sus actos voluntarios, en razón de la
cual la ley lo hace pasible de una sanción resarcitoria.
Diferencias:
Existen diferencias de régimen entre la responsabilidad.
contractual y extracontractual. o aquiliana. Ellas son:
- génesis: el origen de la responsabilidad. contractual sustituye o se
adiciona a la obligación. preexistente que es incumplida; el de la
responsabilidad. extracontractual. es la violación de un mero deber
no obligacional.
- estructura: en tanto la responsabilidad. contractual sustituye o se
adiciona a la obligación. preexistente, el deber de resarcir daños y
perjuicios a causa de un hecho ilícito aquiliano implica una
obligación. nueva.
- extensión de la responsabilidad: la responsabilidad aquiliana es
más amplia que la contractual. En un hecho ilícito se responde por
consecuencias inmediatas y mediatas y en ciertos casos, de las
casuales; ante el incumplimiento contractual, sólo de las
consecuencias inmediatas-necesarias si hay culpa y de las mediatas
si hay dolo.
- plazos de prescripción liberatoria: en la responsabilidad
contractual el plazo es de 10 años (4023), en la aquiliana, es de 2
años (4037).
- edad del discernimiento: para actos ilícitos se adquiere a los 10,
para los lícitos a los 14.
- carga de la prueba de la culpa: en la contractual la carga está
distribuida según se trate de obligación de resultado (el deudor tiene
la carga de demostrar su diligencia) o de medios (quien pretende ser
acreedor debe probar la culpa del demandado). En la aquiliana la
regla es que el acreedor (la víctima) pruebe la culpa del deudor
(1109).
SISTEMA ARGENTINO:
Se enrola en el grupo que admite la opción con restricciones, a
través de la exigencia de que el incumplimiento contractual implique
delito penal. En tal situación el acreedor tiene derecho a optar, a su
arbitrio, por la vía contractual o la aquiliana.
Se han dado distintos proyectos de reforma, hacia la unidad de las
responsabilidad contractual y aquiliana; pero es menester tener en
cuenta que se trata de unificación y no identidad.
PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad. generadora del deber de indemnizar exige la
concurrencia de cuatro presupuestos:
1.- EL INCUMPLIMIENTO OBJETIVO O MATERIAL, que consiste en la
infracción al deber, sea mediante el incumplimiento de la palabra
empeñada en un contrato, o por violación del deber general de no
dañar.
2.- UN FACTOR DE ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD., una razón
suficiente para asignar el deber de reparar al sujeto sindicado como
deudor. Tal factor de atribución puede ser subjetivo (culpabilidad) u
objetivo.
3.- EL DAÑO, que consiste en la lesión a un derecho subjetivo o
interés de la víctima del incumplimiento jurídicamente atribuible.
4.- UNA RELACIÓN DE CAUSALIDAD suficiente entre el hecho y el daño;
es decir, que pueda predicarse del hecho que es causa (fuente) de tal
daño.
Es decir:
1.- La ilicitud objetiva surge de la confrontación de la conducta
obrada con la ley en sentido material (o lato, o amplio), o seas toda
norma legal dictada por escrito por autoridad competente y no en
sentido formal (o estricto, o restringido), que es la dictada por el
Congreso con arreglo a las formas constitucionales.
2.- Se reafirma el principio de reserva (art. 19 C.N.), pues se exige
la ley previa a la transgresión, aunque, claro está, sin el sentido de
tipicidad propio del derecho penal.
3.- El análisis de la ilicitud es realizado mediante la confrontación
total del ordenamiento jurídico: así, la muerte de A no es ilícita si la
produjo en legítima defensa.
4.- Alterini opina que son también ilícitas las conductas contrarias
a los fines de la norma jurídica. al conceder un derecho, o adversas a
la buena fe, la moral y buenas costumbres, en cuanto importan un
ejercicio irregular del derecho subjetivo y configuran así un acto
abusivo (art. 1071).
Por lo pronto, la antijuricidad objetiva es un presupuesto de la
responsabilidad., pero además tiene otras virtualidades que vale
destacar:
* la legítima defensa procede ante la simple agresión, aunque no
provenga de un sujeto jurídicamente imputable (art. 2470).
* el acto del menor de 10 años o el demente, no puede ser ilícito en
sentido subjetivo; pero únicamente proyecta responsabilidad. al
padre, tutor o curador, si es objetivamente ilícito.
* el incumplimiento objetivamente considerado autoriza por sí solo la
adopción de medidas cautelares y da derecho a quien lo padece para
promover demanda contra el incumplidor, sin que la demostración de
la culpabilidad de éste seas presupuesto de esa promoción.
CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN.
Ciertas circunstancias justifican una conducta que , de no haber
mediado ellas, sería ilícita. Se trata de las denominadas causas de
justificación que , por consiguiente, excluyen la ilicitud de la
conducta en el caso dado.
Se diferencian de las causas de inimputabilidad (excluyen la
culpabilidad, sea porque obró sin discernimiento, o por error; es
objetivamente ilícito, pero no acarrea responsabilidad; el acto
justificado es, en cambio, objetivamente lícito) y de las excusas
absolutorias (se excluye la sanción: el acto es objetivamente ilícito e
imputable, pero no genera responsabilidad. íntegra para el autor).
CASOS.
1.- Ejercicio regular de un derecho: es frecuente que los sujetos
perjudiquen a otros con su obrar. En los negocios puede suceder que
alguien gane y alguien pierda. En el mercado, quien tiene éxito
aumenta su clientela, a veces, a expensas de otro competidor que
pierde. El derecho no puede reprochar esas ventajas, en tanto no
resulten una violación a la ley o una conducta irregular. Pero, por ej:
la obtención de clientela transgrediendo la ley de Lealtad Comercial
sería ilícita. Así, el daño causado en ejercicio regular de un derecho
está justificado, y no da lugar a resarcimiento a favor de quien lo
sufre.
2.- Legítima defensa: hay legítima defensa cuando una persona, en
situación de urgencia y con medios racionales, causa un daño a otra
al repeler, contra ésta una agresión actual e ilegítima. PARA que
haya legítima defensa debe haber: agresión ilegítima, necesidad
racional del medio empleado para impedirla o repelerla, y falta de
provocación suficiente por parte del que se defiende.
3.- Estado de necesidad: se justifica la conducta de quien causare
un mal por evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño.
FACTORES DE ATRIBUCIÓN.
Para que la conducta antijurídica y efectivamente dañosa, genere el
deber de reparar, es preciso que sea imputable o atribuible al sujeto.
Existen dos criterios de atribución: pueden ser subjetivos u objetivos.
El SUBJETIVO parte de la idea de reproche moral que se dirige al
autor de una conducta ilícita y que da fundamento a la obligación de
resarcir el daño causado. Son la culpa y el dolo. La culpa es definida
en el art. 512 como la omisión de aquellas diligencias que exigiere la
naturaleza de la obligación. El dolo se da como inejecución maliciosa
de una obligación (arts. 521, 931, 1072 y 1076). De acuerdo con ello,
acción dolosa es la actuada a sabiendas y con intención de dañar.
El OBJETIVO, prescinde del juicio de reproche contra el autor de la
conducta dañosa, imponiendo el resarcimiento del daño en virtud de
un factor de atribución objetivo que opera en virtud de la ley. Son:
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SISTEMAS.
En el der. comparado pueden darse 3 sistemas en torno al deber de
reparar, según ponderen o no, como circunstancia determinante, la
subjetividad del responsable:
DETERMINACIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN.
El fundamento de la indemnización es común al del ordenamiento
jurídico : “dar a cada uno lo suyo”. Esto lo vemos claramente cuando
el acreedor al recibir la indemnización, recibe lo suyo, porque ha
sufrido un daño que es restablecido mediante esa indemnización.
El daño en materia contractual deriva del incumplimiento de una
obligación contractual deriva del incumplimiento de una obligación
contractual ; y en lo extracontractual violando el deber general de no
dañar.
La finalidad es la satisfacción de la víctima por el victimario a
través de una prestación patrimonial que se impone a éste último a
favor de aquella. En principio la indemnización no encierra la idea de
represión o retribución.
Características de la indemnización :
1. Patrimonialidad : recae en una obligación de dar dinero o de dar
otra cosa o de hacer.
2. Subsidiaridad : el acreedor de una obligación contractual puede
pretender en primer término ser satisfecho en especie y en la
esfera extracontractual la obligación de indemnizar nace
directamente de un hecho ilícito.
3. Resarcitorio : no es punitoria, su fin no es reprimir.
REPARACIÓN INTEGRAL.
“DEBE REPARARSE TODO EL DAÑO, NO MÁS ALLÁ DEL DAÑO, PERO TODO EL
DAÑO”.
INTERÉS Y COSTAS.
Intereses : la razón del pago de los intereses indemnizatorios es que
no debe quedar “sin reparación la productividad frustrada”. Estos
intereses se adjudican a los daños sobre cosas productivas y se
deben desde la mora del deudor en materia contractual y
automáticamente en lo extracontractual.
Costas : son los gastos causados por el proceso, y lo que se
hubiesen ocasionado para evitar el pleito. (honorarios a
profesionales, gastos de justicia, etc.)
MODOS.
La valuación del daño puede ser convencional (art. 1197 y 849 si
hay transacción); o legal (cuando la norma tarifa el monto
indemnizatorio: ej: ley de trabajo, contrato de transporte); o judicial
(cuando se defiere al juez la determinación del daño); o arbitral (sea
por medio de árbitros, de amigables componedores o de peritos
árbitros).
Por otro lado, vale destacar que : quien demanda, debe precisar que
pretende, que daños quiere que le sean indemnizados. Mas nada
obsta a que su evaluación sea hecha con montos distintos de los que
indicó en su reclamo. Por cierto que si no hizo ninguna salvedad, si
se limitó a demandar por una suma por rígida e inflexible, la
sentencia no puede darle más cantidad que la que solicitó.
FECHA DE LA EVALUACIÓN.
En principio, el daño debe ser evaluado a la fecha de la sentencia, o
a la fecha más próxima a ella. La jurisprudencia consagra esta
solución.
Ello es lógico: desde que el acto de la sentencia es la oportunidad
procesal de fijar la cuantía del daño, más cercana a la fecha del pago
de la indemnización, debe ser estimado a la fecha en que se la dicta.
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Art. 1078 : La obligación. de resarcir el daño causado por actos ilícitos, comprende
además de la indemnización. de pérdidas e intereses, la reparación del agravio moral
ocasionado por la víctima. La acción por indemnización. del daño moral sólo competerá al
damnificado directo; si del hecho hubiere resultado la muerte de la víctima, únicamente
tendrán acción los herederos forzosos.
Daño moral:
Que se proyecta sobre los der. subjetivos extrapatrimoniales,
consiste en el sufrimiento causado como dolor, o como daño en las
afecciones (ej: daño al honor). Consiste en la aflicción, la
angustia, el dolor que puede sufrir una víctima de un hecho ilícito,
independientemente de toda incidencia en su patrimonio. Si a causa
de ese dolor, el damnificado sufre un perjuicio económico, este será
un daño patrimonial indirecto que no es posible confundir con el
daño moral, el cual, por afectar el espíritu de la víctima, es
insusceptible de estimación pecuniaria.
El texto originario del art. 1078 caracterizaba al daño moral como
el causado a la persona “molestándole en su seguridad personal o en
el goce de sus bienes o hiriendo sus afecciones legítimas”.
Daño estético:
El daño relativo a la estética de la vícitma es indemnizable. Por un
lado, puede tener proyección moral (daño moral) y por otro
proyección material (daño patrimonial indirecto).
Enfermedad:
Si la víctima sufre enfermedad por el hecho generador, tiene der. a
que se le indemnice. PARA cobrar los gastos médicos y afines que
haya realizado (farmacia), siendo atendida en una clínica, no se le
puede coartar ese der. de obtener la mejor asistencia médica, por
tanto, no se acepta el argumento de que pudo haber sido atendida en
el hospital.
Muerte:
Priva a la víctima de su der. más trascendente: el der. a la vida. La
indemnización. corresponde a 3ros.
DELITO.
Es el hecho ilícito realizado con la inteción de cometer el daño. Es
el acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar la
persona o derechos de otro (art. 1072).
El cód. asigna responsabilidad civil por los delitos en atención a un
factor de atribución de índole subjetiva (el dolo), que debe ser
directo.
ELEMENTOS.
El factor de atribución objetivo (dolo) es el elemento que diferencia
los delitos de los cuasidelitos, cuyos restantes elementos son
comunes: transgresión legal, el daño causado, y la adecuada relación
de causalidad.
Artículado.
- De los delitos contra las personas
Art. 1084. Si el delito fuere de homicidio, el delincuente tiene la
obligación de pagar todos los gastos hechos en la asistencia del muerto y en
su funeral; además lo que fuere necesario para la subsistencia de la viuda e
hijos del muerto, quedando a la prudencia de los jueces, fijar el monto de la
indemnización y el modo de satisfacerla.
Homicidio.
Si el delito es homicidio, el delincuente tiene que pagar todos los
gastos hechos en la asistencia del muerto y en su funeral, y lo que
fuese necesario para la subsistencia de la viuda, hijos, quedando a
prudencia de los jueces el monto de la indemnización. (art. 1084). El
der. a exigir gastos de última enfermedad y del funeral del muerto
compete a cualquiera que los hubiere hecho. En cuanto a la
indemnización para la viuda e hijos, sólo podrá ser exigida por el
cónyuge y por los herederos necesarios del muerto, si no fueren
culpables del delito como autores o cómplices o si no lo impidieron,
pudiendo hacerlo (art. 1085).
Lesiones.
Si el delito fuere por heridas u ofensas físicas, la indemnización.
consiste en el pago de todos los gastos de curación y convalecencia
del ofendido y de las ganancias que éste dejó de hacer hasta el día
de su restablecimiento (art. 1086). Se agrega, que si de las lesiones
resultara alguna incapacidad permanente, fuera total o parcial,
también deberá indemnizarse la pérdida económica que ella supone.
ACCIÓN RECURSORIA.
En materia de delitos obrados con participación plural existe
solidaridad, sin acción de regreso; en los cuasidelitos si hay acción
de reintegro; salvo los casos de simple mancomunación mantenidos
en arts. 1121 y 1135.
CUASIDELITOS.
El cód. no los define. Se limita a legislar sobre “las obligación. que
nacen de los hechos ilícitos que no son delitos”. Empero, por
omisión, en cuanto considera dos tipos de hechos ilícitos: los que son
delitos y los que no lo son.
Como el art. 1072 define al delito como intención de dañar, todo
hecho que no sea obrado con dolo es un cuasidelito, que presenta
como elemento subjetivo la culpa, o como factor de imputación de
responsabilidad el riesgo creado.
ELEMENTOS.
El cuasidelito generados de responsabilidad civil tiene los sig.
elementos:
* transgresión legal (incumplimiento objetivo).
* imputación al autor por un factor de atribución subjetivo (culpa) u
objetivo (riesgo).
* relación de causalidad entre el hecho y el daño.
* daño causado.
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Consecuencias:
a.- si el hecho es culposo, el autor no responde de las
consecuencias casuales; pero sí responderá cuando ellas debieron
producirse según las miras que tuvo al ejecutar el hecho (art. 905).
No basta con que haya dolo, sino que es necesario que el autor del
hecho haya tenido en mira determinadas consecuencias al cometer el
hecho.
b.- el coautor de un delito civil que hubiera indemnizado a la
víctima, no tiene acción contra sus coautores para reclamarles la
parte que a ellos correspondiere; en cambio, el coautor de un
cuasidelito la tiene.
c.- tratándose de un cuasidelito, los jueces pueden disminuir
equitativamente el monto de la indemnización. de los daños probados
en atención a la situación patrimonial del deudor, en cambio si hay
dolo, los jueces carecen de tal atribución y deben indemnizarse todos
los daños probados a su verdadero valor.
ANTECEDENTES:
La teoría fue admitida en el der. romano como producto de la
colisión de 2 máximas respetables:
“quien usa de su derecho, a nadie lesiona”; y
“no hay que ser indulgentes con la maldad”. También fue aplicada
en el antiguo der. francés.
EN NUESTRO PAÍS:
Si bien la ley reconoce a los derechos subjetivos. con un fin justo,
suele ocurrir que las circunstancias los tornen injustos, cuyas
consecuencias no fueron previstas por el legislador. Es legítimo usar
de los derechos que la ley da, pero no lo es, abusar de ellos.
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1.- Hay abuso del derecho cuando ha sido ejercido sin interés alguno
y con el solo propósito de perjudicar a terceros.
2.- Hay abuso cuando el der. se ha ejercido en contra de los fines
económicos y sociales que inspiraron la ley en la cual se le otorgó.
Ej: el der. de huelga se ha reconocido solo para dar a los
trabajadores un medio de lucha por su bienestar pero si se declara
con fines políticos para desorganizar la economía del país, el derecho
será abusivo.
3.- Hay abuso cuando se ha ejercido en contra de la moral, la
buena fe y las costumbres. La ley 17.711, ha modificado el art. 1071
del Cod. Civil, agregando en el 1er párrafo la palabra regular,
modificando el sentido de la norma: no siempre el ejercicio de un
derecho está protegido por la ley: debe tratarse de un ejercicio
regular, o sea justo, legítimo, normal. Se considera que hay abuso
cuando el ejercicio contraríe los fines de la ley, la buena fe, la moral,
las buenas costumbres.
4.- El magistrado debe tener en cuenta: si hay intención de dañar;
ausencia de interés; si es contrario a las buenas costumbres (art.
953); si actuó de manera repugnante a la lealtad, a la confianza
mutua. El abuso es sancionado como acto ilícito y si se hubiera ya
producido, su autor es responsable por los daños y perjuicios.
CRITERIOS DE CARACTERIZACIÓN.
Hay 3 criterios para caracterizar el ejercicio abusivo del derecho:
1.- Intencional: para este pto. de vista, el único criterio constitutivo
del ejercicio abusivo sería la intención de dañar. Un acto cuyo efecto
se limite a dañar a otro (sin interés legítimo para quien lo lleva a
cabo) no podría constituir el ejercicio de un derecho, por ser
antisocial. Una variante conceptual sostiene que sería bastante la
existencia de mala fe, puesto que en el caso de haber intención
malévola la cuestión incursionaría en el área de la responsabilidad
civil.
2.- Económico: este criterio parte de la definición de der. subjetivos
de Ihering: “intereses jurídicamente protegidos”. El abuso residiría
en el ejercicio contrario al destino económico o social del der.
subjetivo. Sin embargo, es de destacar que no siempre el destino
económico o social es predominante. De otro modo queda
empalidecido el fin individual, que es esencial en la mayor parte de
los der. subjetivos. Por lo demás, algunas prerrogativas concedidas al
titular del der. no resultan de consideraciones de orden económico;
Ej: el der. a deducir oposición a la celebración del matrimonio que
confiere el art. 177.
3.- Finalista o teleológico: atiende a la función social que
corresponde llenar al ejercicio de todo derecho, cuyo titular está
impedido de desviarlo de ella.
DERECHO COMPARADO.
Una visión panorámica del der. comparado permite formular, entre
las diferentes legislaciones y cód. civiles, los sig. agrupamientos:
a.- los que consagran la teoría, generalmente sin designarla como
tal.
b.- los que, además de caracterizar el ejercicio abusivo, siguen
alguno de estos criterios:
* el que exige intención de dañar;
* el que pondera el ejercicio del der. sin interés para su titular;
* el que considera bastante el ejercicio culposo del derecho;
* el que propone un concepto funcional;
* el que agrega, al criterio funcional matices atenientes a la buena
fe;
* el vinculado con el ejercicio regular del derecho;
* los mixtos.
c.- los cód. que sin pronunciarse, consagran disposiciones
particulares a través de las cuales la doctrina o jurisprudencia de
cada país ha admitido la viabilidad de la teoría.
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ANTECEDENTES.
El sistema del cód. era a todas luces injusto. Ej: el caso de un
demente millonario que conduciendo un automóvil mata a un
obrero, padre de una numerosa flia. que queda desamparada. ¿es
justo que no pague ninguna reparación? La solución que
responsabiliza al curador es insuficiente: en 1er lugar, porque el
demente puede carecer de curador; en 2do término, porque el
curador puede ser insolvente; y por último, porque éste carece de
responsabilidad si demuestra que le ha sido imposible impedir el
hecho ilícito (art. 1116).
Además el art. 921 dice que carecen de discernimiento “los que por
cualquier accidente, están sin uso de razón”. ¿ello sig. que los que
están ebrios o sonámbulos carecen de responsabilidad?.
La ley 17.711 ha introducido dos reformas esenciales a ese sistema.
Por una de ellas se agrega un párrafo al art. 907, según el cual
aunque el hecho sea realizado sin discernimiento los jueces podrán
disponer un resarcimiento en favor de la víctima del daño... Por la
otra, se ha introducido en el art. 1113 la teoría del riesgo: cuando el
daño es causado por el riesgo o vicio de la cosa, el propietario es
responsable aún cuando pruebe que no hubo culpa de su parte. PARA
eximirse de responsabilidad no basta esta prueba negativa, sino que
es preciso probar que hubo culpa de la víctima o de un 3ro por el
cual no se responde.
Con tales reformas se ha concluido con el sistema que hacía de la
culpa el único fundamento de la responsabilidad Hoy el der. mira el
problema de la indemnización. desde el ángulo de la víctima y no del
autor del hecho. La falta de discernimiento, la falta de intención o de
culpa, no excluyen siempre la responsabilidad por los hechos ilícitos.
PRESUPUESTO DE LA RESPONSABILIDAD.
La responsabilidad generadora del deber de indemnizar exige la
concurrencia de cuatro presupuestos:
1.- el incumplimiento objetivo o material, que consiste en la
infracción al deber, sea mediante el incumplimiento de la palabra
empeñada en un contrato, o por violación del deber general de no
dañar.
2.- un factor de atribución de responsabilidad, una razón suficiente
para asignar el deber de reparar al sujeto sindicado como deudor. Tal
factor de atribución puede ser subjetivo (culpabilidad) u objetivo.
3.- el daño, que consiste en la lesión a un der. subjetivo o interés de
la víctima del incumplimiento jurídicamente atribuible.
4.- una relación de causalidad suficiente entre el hecho y el daño;
es decir, que pueda predicarse del hecho que es causa (fuente) de tal
daño.
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Terceros responsables.
CONCEPTO.
Existe responsaba. por el hecho de otro en los casos en que la ley
autoriza al damnificado a reclamar a quien, sin haber obrado el acto
que causa daño, debe indemnizarlo, en atención a su particular
vinculación con el victimario. Esta responsaba. es refleja o indirecta,
y está regulada en el art. 1113: “la obligación del que ha causado un
daño se extiende a los daños que causaren los que están bajo su
dependencia”.
De tal manera, el cód. hace responder por hechos de los
dependientes, de los incapaces (arts. 1114 a 1117) y aún por hechos
de extraños (arts. 1118 y 1119).
FUNDAMENTOS. TEORÍAS.
Hay distintas teoría sobre su fundamento:
1.- Teorías subjetivas: el principal respondería en razón de la culpa
in vigilando o in eligiendo, o de ambas a la vez: se le achaca una
culpa propia, consistente en la omisión en la vigilancia o en la
elección del causante del daño. Sin embargo, en los casos en que la
presunción de culpa es juris et de jure, no sirve para justificar la
responsaba. que se le imputa al principal.
Para otros, el dependiente es una mera extensión del principal, que
actúa a través de aquél.
2.- Teorías objetivas: la justificación de esta responsaba. radicaría
en el beneficio que obtiene el principal con la actividad del
dependiente (versión riesgo-provecho), o simplemente en haber
introducido en la sociedad la posibilidad de que el dependiente cause
daño (versión riesgo-creado).
Desde otro enfoque se predica al noción de garantía: el daño
causado por un hecho ilícito ajeno obliga a su resarcimiento; pero en
tanto a veces se imputa la autoría sin posibilidad de excusa, en otras
situaciones sólo se la presume.
3.- Teoría normativa: ve en la responsaba. indirecta un corolario del
distingo entre deuda y responsabilidad. Y así, mientras el
dependiente sería el deudor, el principal asumiría el carácter de
responsable. El fundamento de la responsaba. varía según sea la
hipótesis de aplicación de la responsaba. por hecho ajeno.
Fundamento de la responsabilidad:
La responsaba. que el cód. adjudica a los padres, tutores, curadores,
curadores, maestros artesanos y directores del colegio, con relación
a los daños ocasionados por sus hijos, pupilos, aprendices y alumnos
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DEPENDIENTES.
Concepto.
Es dependiente quien se encuentre en relación de subordinación
respecto de su principal, que sobre él tiene atribuciones de dirección
o vigilancia; Je: el empleado u obrero vinculado por una relación
laboral con su patrón. La doctrina y jurisprudencia han ampliado
este concepto. Se ha resuelto que la dependencia no requiere
necesariamente un vínculo contractual, entre principal y
subordinado, puesto que nada se opone a una subordinación que
nace aún en relaciones gratuitas y ocasionales: Je: pasantes.
Así, hay dependencia siempre que el autor del hecho haya
dependido para obrar, de una autorización del principal, como ocurre
cuando se cede el volante de un auto a un 3ro, a un amigo.
Fundamentos.
Actualmente se considera que el fundamento de la responsabilidad
del principal por el hecho del dependiente es objetivo, lo cual se
denota por su inexcusabilidad.
Requisitos.
El principal responde por el hecho del dependiente si se dan estos
requisitos:
* hecho ilícito imputable al dependiente: carece de relevancia que
se trate de delito o cuasidelito.
* relación de dependencia: este requisito es fundamental.
* daño en ejercicio (o con ocasión) de las funciones.
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Relación de dependencia.
La relación de dependencia, con el alcance del art 1113 supone:
a.- cierta autoridad del principal;
b .- cierto deber de obediencia por parte del dependiente.
No son esenciales al efecto ni el efectivo ejercicio del poder de
elección, ni la subordinación económica del dependiente (según
Alterini).
El problema de la inexcusabilidad.
La responsaba. del principal por el hecho de su dependiente es
inexcusable. Ello queda evidenciado porque el principal no puede
probar útilmente que ha obrado con diligencia. Este impedimento ha
sido explicado por la doctrina tradicional como un caso de
imputación legal (presunción juris et de jure). Hoy se prefiere
adjudicarlo a la asignación de responsaba. objetiva al principal.
Cabe acotar que un sector de la doctrina, fundándose en la nota del
art. 1113, al cód. de Luisiana y al proyecto de Goyena, ha entendido
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El deber de vigilancia.
El fundamento de esta responsaba. es una presunción de culpa en
la vigilancia, de carácter juris tantum, por lo cual compete a los
padres la prueba adversa a la presunción legal.
Así, ha sido decidido que los padres son responsables de los daños
de sus hijos menores bajo su poder y que habitan con ellos, pero
pueden excusar su responsaba. si demuestran que les fue imposible
impedirlo, o habiendo sucedido fuera de su presencia, si demuestran
haber ejercido una vigilancia activa sobre ellos. El concepto de
vigilancia activa de los padres sobre sus hijos, se ha entendido como
el conj. de medidas y cuidados que reclaman los menores de
acuerdo a su edad y a la educación recibida (ello no sig. estar
siempre a su lado, porque es imposible).
A veces, la jurisprudencia ha presumido la omisión del deber de
vigilancia: Je: el hecho de que un menor haya cometido un delito
hace presumir que la vigilancia paterna ha sido defectuosa, ya sea en
su aspecto material, ya en cuanto sig. educación y guía de los hijos;
el hecho de que 2 hs. después de haberse producido el delito no
hubiera ningún familiar en su hogar, mientras él ya andaba con
anterioridad por la calle con otros chicos, revela una vigilancia
pasiva por parte de su progenitor.
colegio responden por los daños, con el apoyo legal del art. 1109,
1115, 1113, o aún en el mismo fundamento de esta responsaba.
indirecta.
Alterini sostiene el criterio según el cual es aplicable la regla
general del art. 1113: el padre puede sustituir en otro la responsaba.
que le compete como tal, lo cual ocurre cuando pone al hijo bajo el
contralor de un director de colegio: la transferencia que se hace de
la vigilancia y educación del menor, de cualquier edad, comporta
también la transferencia de la responsaba. emergente del
incumplimiento de esos deberes.
El fundamento de la responsaba. de los directores, es la culpa
presumida juris tantum.
OTROS SUPUESTOS.
* ausencia de solidaridad: a diferencia del régimen del solidaridad
que se impone en matrimonio extracontractual (arts. 1081 y 1109),
su art. 1121 resuelve la situación de pluralidad de obligados
adjudicándoles una responsaba. simplemente mancomunada. La
ausencia de solidaridad en los supuestos que enumera el art. 1121
es anómala, frente a las demás hipótesis regidas por las normas
generales que imponen la solidaridad en el ámbito aquiliano.
CONCEPTO.
Cuando una cosa interviene en la producción de un daño,
tradicionalmente fueron distinguidos:
* el caso en que el daño ha sido causado por el hecho del hombre,
valiéndose de una cosa como si, por ej, alguien le pega con un
garrote a otro. En esta hipótesis la cosa sirve como mero
instrumento o prolongación de la actividad humana, y el daño puede
ser calificado como producido con las cosas;
* el caso en que el daño ha sido provocado por la propia cosa, como
consecuencia de la simple operatividad de las leyes naturales, y con
prescindencia del obrar humano como si, por ej, explota una caldera.
En esta situación la cosa asume un papel principal en la causación
del daño, que es así producido por las cosas.
PERSONAS RESPONSABLES.
El art. 1113 asigna responsabilidad al dueño y al guardián.
En caso del DUEÑO es responsable, porque la cosa está sometida a
su voluntad y a su acción. (art. 2506), y porque se sirve de ella (art.
1513); es por lo tanto su guardián natural y pesa sobre él una
presunción de guarda.
El GUARDIÁN, es el que tiene la cosa en su poder, con facultades de
dirección y mando, sea el dueño o no lo sea; y cuando la guarda es
ejercida por un tercero, aquél pasa a ser nudo dueño.
PRESUNCIÓN.
Cuando se trata de daños con las cosas se presume la culpa del
dueño o del guardián, a
menos que acredite que de su parte no hubo culpa, con lo cual se
invierte la carga de la prueba de ella.
EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD.
La aplicación de la responsabilidad establecida por el art. 1113 está
condicionada por su parte final, puesto que , antes que todo, es
preciso que el sindicado como responsable tenga la cosa con poder
de disposición y de mando, aunque ese poder no se ejerza
actualmente pero pueda ser ejercido.
Se liberan por tanto de responsabilidad:
1.- El nudo dueño, cuando el guardián usa la cosa contra su
voluntad expresa o tácita.
Cuando el dueño se ha desprendido voluntariamente de la guarda
de la cosa, corresponde presumir, salvo prueba en contrario, que
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EXCLUSIÓN DE RESPONSABILIDAD.
De acuerdo al art. 1113 hay que distinguir:
PRINCIPIO GENERAL : el dueño o guardián se exime de responsaba.
demostrando que de su parte no hubo culpa. No basta la prueba de
que se actuó con diligencia; en necesario demostrar la culpa de la
víctima o de un 3ro por quien no se responde o que el hecho se
produjo por fuerza mayor o que el propietario es inimputable.
RUINA DE EDIFICIO.
En lo pertinente a la ruina de edificio, el art. 1132 dispone que el
propietario de una heredad contigua a un edificio que amenace ruina
no puede pedir al dueño de éste garantía por el daño eventual, ni
exigirle que lo repare o haga demoler. En la nota del art. se explica
que el fin de la caución damni infecti era procurar al vecino una
caución para reparar el perjuicio que podría causarle la caída de un
edificio, no tiene objeto desde que se le concede acción por las
pérdidas e intereses del perjudicado, si lo sufriese.
Pero la ley 17.711 formuló un agregado al art. 2499: quien tema
que de un edificio o de otra cosa derive un daño a sus bienes, puede
denunciar ese hecho al juez a fin de que se adopten las oportunas
medidas cautelares; se trata de la “denuncia de daño temido”.
Se autoriza la pretensión de que el juez ordene la reparación o
demolición del edificio ruinoso.
ANIMALES COMPRENDIDOS.
El art. 1124 incluye tanto a los animales domésticos, como a los
feroces que tengan dueño. Sin embargo, la responsaba. del dueño
o guardián de un animal feroz es inexcusable, y se halla regida por el
art. 1129: el daño causado por un animal feroz, de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre
imputable al que lo tenga, aunque no le hubiese sido posible evitar el
daño, y aunque el animal se hubiese soltado sin culpa de los que lo
guardaban.
FUNDAMENTACIÓN.
Para la teoría clásica esta responsaba. se funda en una culpa in
vigilando. Sin desconocer que en muchos casos los daños causados
por animales se deben a una deficiente vigilancia, otros fundan esta
responsaba. en el riesgo creado. Je: cuando una tropa de ganado,
encargada a hombres responsables, se asusta por un hecho
imprevisto y embiste y destroza un alambrado; o cuando un caballo
manso se espanta y voltea a su jinete. La razón de la responsaba.
está en que el dueño y la persona que se sirven del animal han
creado un riesgo del cual aprovechan y cuyas consecuencias es justo
que afronten.
PERSONAS RESPONSABLES.
El propietario de los animales, domésticos o feroces, y la persona
que se sirve de ellos, son responsables por los daños que causaren
(art. 1124). El art. 1125 dispone, en cambio, que si el animal que
hubiere causado el daño, fue exitado por un 3ro, la responsaba. es de
éste, y no del dueño del animal.
Responden pues, por los daños ocasionados por los animales:
* el dueño del animal que genera el perjuicio;
* quien se sirve del animal, detentando su guarda; y
* el 3ro que hubiese exitado al animal, que provoca el perjuicio y
desplaza la responsaba sobre sí.
EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD.
El cód. sólo autoriza que los responsables se eximan de reparar los
daños causados por los animales en los sig. casos:
* cuando el animal es exitado por un 3ro (art. 1125)
* cuando el daño causado por el animal ha provenido de fuerza
mayor (caso fortuito genérico) (art. 1128)
* cuando la culpa es imputable al que hubiese sufrido el daño (culpa
de la víctima: 1128).
* cuando el animal que causó el daño, se hubiese soltado o
extraviado sin culpa de al persona encargada de guardarlo (art.
1127), supuesto en que se atribuye la responsaba. por una
presunción de culpa.
ANIMAL FEROZ.
El art. 1124 incluye tanto a los animales domésticos, como a los
feroces que tengan dueño. Sin embargo, la responsaba. del dueño
o guardián de un animal feroz es inexcusable, y se halla regida por el
art. 1129: el daño causado por un animal feroz, de que no se reporta
utilidad para la guarda o servicio de un predio, será siempre
imputable al que lo tenga, aunque no le hubiese sido posible evitar el
daño, y aunque el animal se hubiese soltado sin culpa de los que lo
guardaban.
En suma: la responsaba. es inexcusable, no se puede invocar la
fuerza mayor para excusar la responsaba. Es siempre imputable.
ABANDONO NOXAL:
El abandono noxal, permitido en el der. romano para que el dueño
pudiera eximir su responsabilidad, no tiene cabida en el der.
argentino: el propietario de un animal no puede sustraerse a la
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CONCEPTO.
La acción por indemnización de los daños y perjuicios derivados de
un hecho ilícito corresponde:
* AL DAMNIFICADO MISMO, sea directo o indirecto (art. 1079). Si el
daño fue ocasionado a las cosas, puede reclamar la indemnización no
sólo el propietario, sino también los que tuvieren su posesión y aun
su simple tenencia, como el locatario, el comodatario, el depositario
(art. 1095), el usufructuario, el usuario (art. 1110), si el daño
irrogase perjuicio a su derecho De igual modo, se reconoce la acción
a la persona que tiene la cosa con obligación de responder de ella,
pero sólo en caso de que el dueño no ejerza la acción (art. 1110).
Finalmente también la tiene el acreedor hipotecario contra
cualquiera que haya dañado la cosa gravada, siempre que el daño le
haya irrogado perjuicio porque si su crédito está suficientemente
garantizado a pesar del daño, carecería de interés que es el
fundamento de toda acción de justicia. El cód. le reconoce dicha
acción inclusive contra el propietario, si es él quien ha dañado la
cosa (art. 1095).
* A LOS SUCESORES UNIVERSALES DEL DAMNIFICADO : No hay
transmisión hereditaria de la acción para reclamar el daño moral, a
menos que la propia víctima la hubiera entablado antes de su
fallecimiento. Esta es la solución del art. 1099 para el supuesto de
delitos que no hubieran causado sino un daño moral (injurias o
difamación); y es indudable que debe ser extendida a otro supuesto
de daño moral, porque dada la naturaleza personalísima de éste, no
se concibe que pueda invocarlo nadie que no sea la propia víctima.
Pero si la víctima había iniciado la acción antes de morir, las cosas
cambian: queda de manifiesto no sólo la existencia del daño, sino el
propósito de la víctima de hacerlo valer en justicia; en esas
condiciones, se justifica que los herederos puedan continuar la
acción.
* A LOS ACREEDORES DE LA VÍCTIMA : En ejercicio de la acción
oblicua ; salvo el caso del daño moral que no puede dar lugar al
ejercicio de la acción subrogatoria dado su carácter personalísimo.
* A LOS CESIONARIOS DE LA ACCIÓN DE DAÑOS.
PRINCIPIO.
La acción indemnizatoria corresponde al damnificado, sea que
reclame por daño directo o indirecto. Es decir, por el sufrido
“directamente en las cosas de su dominio o posesión”, o “x el mal
hecho a su persona o a sus derechos o facultades” (art. 1068). La
noción de daño indirecto (que también confiere acción para
reclamar indemnización.), abarca en otro sentido, a quien lo hubiese
sufrido, aunque sea de una manera indirecta (art. 1079), caso en el
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LEGITIMACIÓN ACTIVA.
Se entiende por legitimación activa, en el caso, la aptitud para
demandar por indemnización.
Caso de muerte.
¿Quiénes tienen acción de daños y perjuicios en caso de muerte de
una persona provocada por un hecho ilícito?
Si bien cualquier damnificado por la muerte de una persona puede
reclamar la reparación probando concretamente el daño sufrido, los
herederos forzosos gozan de una presunción juris tantum de que ese
evento les ha producido un daño. Con la salvedad de que esa
presunción puede ser destruida por prueba en contrario por el autor
del hecho y de que el damnificado puede aportar al juicio todos los
elementos probatorios que acrediten el verdadero alcance y
extensión del daño sufrido.
Así, debe reconocerse la acción de daños:
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Renuncia o transacción.
Conforme al art. 1110 la acción civil es renunciable por el
damnificado, pero la renuncia del damnificado directo no enerva la
acción de los damnificados indirectos. Esta renuncia no se induce de
la circunstancia de que el damnificado no haya promovido acción
criminal o la haya desistido (art. 1097), salvo el caso de desistimiento
de la acción pública cuando el reclamo indemnizatorio fue planteado
en sede penal. Cuando la víctima hace una transacción respecto de la
acción civil, o sobre el daño, o realiza una renuncia, queda
renunciada la acción criminal; se entiende que se trata de delitos
criminales de acción privada (arts. 1097, 842 y 872).
Otros casos.
* cesión: la acción indemnizatoria puede ser transmitida por acto
entre vivos, mediante el mecanismo de la cesión de derechos (art.
1114).
* subrogación: el derecho de subrogarse que corresponde a ciertos
3ros que pagan involucra la facultad de demandar en juicio. Es el
caso de quien pagó la reparación del daño, o el de la compañía
aseguradora de la víctima, que tienen derecho a demandar, en tal
carácter, al causante del daño.
* saldo de la cobertura del seguro: aunque la víctima del daño haya
cobrado la indemnización. de manos de la compañía de seguros, está
también legitimada para accionar contra el responsable por la
diferencia entre el monto del daño y lo que haya percibido; ej: si el
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LEGITIMACIÓN PASIVA.
Tienen legitimación pasiva aquellos que pueden ser demandados
por indemnización de daños y perjuicios, que son el responsable
directo y el indirecto. O sea, quien realizó el acto dañoso
personalmente, o quien debe responder de él en virtud de tratarse de
un hecho ajeno que lo compromete, o de un daño causado con
intervención de una cosa suya o de la que es guardián.
ACCIÓN PENAL QUE PRECEDE A LA CIVIL: RÉGIMEN DEL ART. 1101 DEL CÓD.
CIVIL.
El art. 1101, 1ª parte dispone: Si la acción criminal hubiere precedido a la acción
civil, o fuere intentada pendiente ésta, no habrá condenación (sentencia) en el juicio
civil antes de la condenación del acusado en el juicio criminal.
Según la jurisprudencia, el impedimento que deriva de que exista
una acción criminal pendiente únicamente incide sobre la sentencia
definitiva del juez en lo civil: es decir, el proceso civil continúa, y sólo
se detiene antes de dictar sentencia a la espera del pronunciamiento
del juez en lo penal.
Excepciones.
No obstante, el juez en lo civil puede dictar sentencia aunque esté
pendiente el proceso penal, en las sig. situaciones:
* si el acusado fallece (art. 1101, inc 1);
* si está ausente (art. 1101, inc. 2);
* en general, según se interpreta, siempre que haya paralización
temporaria o definitiva del proceso penal, ya sea por amnistía,
prescripción, perdón del ofendido en su caso, etc.
Condenación.
Después de la condenación del acusado en el juicio criminal, no se
podrá contestar en el juicio civil la existencia del hecho principal que
constituya el delito, ni impugnar la culpa del condenado (art. 1102).
Vale decir, la sentencia penal condenatoria hace cosa juzgada: en
cuanto al hecho y en cuanto a la culpa.
El juez en lo civil no podrá, pues, desconocer el hecho como no
realizado o considerar que el condenado no tuvo culpa; y se advierte
que ha debido postergar su sentencia a las resultas del proceso
criminal pendiente.
La sentencia de la condena dictada en sede penal no constituye
obstáculo para que el juez en lo civil decida que hay culpa
concurrente de la víctima, ni para que tenga plena libertad en la
determinación del monto indemnizatorio.
Por otra parte, aunque el fundamento de la responsabilidad civil sea,
de carácter objetivo, la solución no varía, pues la existencia de culpa
o dolo, juzgados en sede criminal, puede incidir en los límites de la
reparación debida.
Absolución.
En este caso rige el art. 1103, según el cual la sentencia absolutoria
recaída en el juicio criminal no hace cosa juzgada en el juicio civil,
respecto a la culpa del autor del hecho en cuanto a su
responsabilidad por los daños y perjuicios ocasionados.
Cuando promedia absolución, por consiguiente, la sentencia
criminal:
* hace cosa juzgada en cuanto a la inexistencia del hecho (art.
1103);
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Sobreseimiento.
Para el caso del sobreseimiento (que actualmente puede ser
definitivo), el plenario (mencionado antes), estableció que no hace
cosa juzgada “en absoluto”. O sea, la inoperancia del sobreseimiento
versa sobre: el hecho criminal y la culpa del sobreseído.
De tal manera el juez en lo civil queda en plena libertad para
decidir que hubo tal hecho, y que existió culpa del demandado, con
independencia de lo resuelto por el juez del crimen.
No obstante la jurisprudencia estima que el sobreseimiento implica
una presunción de inocencia, que debe ser destruida por prueba
concluyente rendida en sede civil, y que en principio es
improcedente pretender una sentencia que condene a pagar
indemnización. si no son aportados elemento de juicio distintos de
los ponderados por el juez en lo penal.
En doctrina se ha cuestionado aquella solución, cuando el
sobreseimiento recae por inexistencia del hecho o de autoría por
parte del sobreseído; en estos casos habría un escándalo jurídico si
el juez en lo civil pudiera tener por autor del hecho, a quien fue
sobreseído por el juez en lo penal en virtud de que éste no lo
consideró autor de dicho hecho.
SUPUESTOS ESPECIALES.
a.- Demencia:
Es causa de inimputabilidad penal. Sin embargo, la sentencia civil de
interdicción y la de rehabilitación del interdicto, no hacen cosa
juzgada en juicio criminal para excluir una imputación de delitos o
dar lugar a condenaciones (art. 151). Así, tampoco constituye cosa
juzgada en juicio civil para los efectos de que se trata en los arts.
precedentes, cualquier sentencia en juicio criminal que no hubiese
hecho lugar a la acusación por motivo de la demencia del acusado, o
que lo hubiese condenado como si no fuese demente el procesado
(art. 152).
La razón determinante de esto es la sig: para que haya demencia a
los efectos civiles es menester el estado habitual (art. 141), mientras
que a los efectos de la inimputabilidad penal basta que el reo no
haya podido, en el momento del acto, comprender su criminalidad o
dirigir sus acciones; por otra parte, un demente declarado tal por
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b.- Indignidad:
Conforme al art. 3291 el autor del delito de homicidio, o de su
tentativa, y el cómplice son, en ciertos casos, indignos para suceder.
¿que ocurre si, con posteridad a la condena criminal de la que deriva
la causal de indignidad, esa condena es revista? Por aplicación del
art. 1106, tal modificación de la condena es irrelevante en sede civil;
es decir, el que fue declarado indigno no recupera su aptitud para
heredar. Bibiloni, en cambio, previó que en tal situación deben cesar
los efectos de la cosa juzgada civil respecto de la indignidad.
PERSONAS JURÍDICAS.
Noción.
El viejo art. 43 negaba acción por daños contra las personas
jurídicas, aunque sus miembros en común, o sus administradores
individuales, hubieran cometido delitos que redundaran en beneficio
de ellas. La misma solución, dejando a salvo el enriquecimiento sin
causa, era reiterada en el art. 1720.
Responsabilidad extracontractual:
Proviene de la infracción o incumplimiento de cualquier otro deber
jurídico en que hubieren incurrido los sujetos que conforman con su
actividad la de la propia persona, jurídica (dirigentes) o que están
bajo su dependencia (dependientes) y en especial por los hechos
ilícitos cometidos por ellos (delitos y cuasidelitos).
ACCIDENTES DE TRABAJO.
Se imputa al empleador la obligación de reparar los accidentes
ocurridos a sus empleados y obreros durante el tiempo de la
prestación de los servicios, por el hecho o en ocasión del trabajo, a
menos que provengan: o de dolo del trabajador, esto es cuando los
ha provocado intencionalmente ; o de fuerza mayor extraña al
trabajo.
Es decir que no basta al empleador demostrar su diligencia o el
acaecimiento de un caso fortuito interno a la explotación. Desde que
se le imputa el deber de resguardar la seguridad del obrero, como la
relación laboral encuadra la órbita de la responsabilidad contractual
de ser aplicados los principios generales, cabría tan solo a inversión
de la carga de la prueba de la culpa: el patrón respondería, a menos
que demostrase no haber habido culpa suya.
La indemnización. obtenible tiene un tope legal, en el caso de
muerte llega a $ 55.000.
El responsabilidad del empleador tiene fundamento en la teoría del
riesgo. Es por lo tanto inoperante la prueba de que actuó
diligentemente , o la de que el trabajador incurrió en culpa. PARA
liberarse, el empleador está precisado a demostrar la ocurrencia de
una causa ajena (dolo del trabajador o fuerza mayor extraña al
trabajo) lo cual enrola su obligación en la categoría de resultado
agravada.
ACCIDENTES DEPORTIVOS.
Se distingue el deporte propiamente dicho, del espectáculo
deportivo.
* Deporte: consiste en una recreación (función de distraer),
pasatiempo o diversión q, por lo común es llevada a cabo al aire
libre. Comprende la actividad física con finalidad higiénica o
terapéutica; y la diversión, mediante el juego o la competencia.
* Espectáculo deportivo: es un espectáculo público con ocasión de
la práctica de un deporte. Los jugadores suelen ser profesionales y
los intereses conexos al espectáculo suelen incidir hasta en las reglas
de la actividad: Ej: los tiempos de juego en el basket fueron
establecidos por exigencias de la televisión.
ESPECTÁCULOS PÚBLICOS.
La responsabilidad que emerge de la organización de espectáculos
públicos es contractual. La jurisprudencia reconoció este carácter
considerando que la responsabilidad del empresario de espectáculos
públicos surge del contrato innominado que vincula al empresario
con el espectador, y entre cuyas cláusulas implícitas debe
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RESPONSABILIDADES PROFESIONALES.
Tomando el sustantivo profesional en sentido estricto, nos referimos
al profesional liberal (que no es un plomero). Hay un sector limitado
que concierne al profesional liberal, cuya actividad es autónoma,
técnica, propia del saber especializado; que está sujeto a normas
éticas que resultan de cód. especiales (sometido a un régimen
disciplinario), en un órgano colegiado que lleva matrícula y donde le
aplican sanciones por inconducta (ej: colegio de escribanos).
Así, al desarrollar el tema de responsabilidad profesional nos
referimos a los profesionales liberales.
Se entiende por culpa profesional a aquella por la cual una persona,
que ejerce una profesión, falta a los deberes especiales que ella
impone.
Hay una infracción que concierne a ciertos deberes propios de una
determinada actividad. Tal culpa (antecedente de responsabilidad),
es, en esencia, la misma del art. 512. Pero hay discusiones sobre su
intensidad. Está en juego, si la nota al art. 512 (donde no da
relevancia a los distintos grados de culpa), es aplicable a la
responsabilidad profesional.
En síntesis:
La responsabilidad profesional es, en principio y frente al cliente,
contractual, no cabiendo la sustitución de ella por la de índole
extracontractual, a menos que cuadre la opción autorizada por el art.
1107. Sin embargo, la responsabilidad profesional es
extracontractual frente a 3ros, o en el caso previsto por el art. 1107.
La responsabilidad se basa en la culpa de cualquier intensidad y es
apreciable con relación al tipo determinado al que pertenece el
propio profesional. Asimismo, en cualquier supuesto, la actuación
como tal lo compromete mayormente porque ella genera por sí, la
confianza especial del cliente que recibe los servicios.
ACCIDENTES DE AUTOMOTORES.
Se considera accidente de tránsito a todo hecho que produzca daño
en personas o cosas como consecuencia de la circulación,
abarcándose, la circulación de personas, animales y vehículos
terrestres en la vía pública, y a las actividades vinculadas con el
transporte, los vehículos, las personas, las concesiones viales, la
estructura vial y el medio ambiente, en cuanto fueren concausa del
tránsito, con exclusión de ferrocarriles (art. 1 de ley 24.449).
En la actualidad se considera que los daños provenientes de la
circulación de vehículos están sujetos a la teoría de los causados por
la cosa. Con ello se asigna una presunción de causalidad que recae
sobre el dueño o guardián y que sólo es destruible mediante la
acreditación de la ruptura del nexo causal.
La circunstancia de que el Registro Nac. de la Propiedad del
Automotor sea constitutivo, sig. que quien sea tenido por dueño del
auto, es responsable, aunque haya enajenado su vehículo a un 3ro
que no tramitó la inscripción a su nombre. PARA liberarse de esa
responsabilidad es menester comunicar al Registro que se hizo
tradición del automotor a un 3ro. Pero, mientras, se considera que el
titular registral puede ser responsabilizado jurídicamente .
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DAÑOS NUCLEARES.
La ley 17.048 sobre Responsabilidad civil por daños nucleares,
consagra la responsabilidad del explotador por los daños nucleares,
con la mera “prueba de que esos daños han sido ocasionados por un
accidente nuclear” y siempre que ocurran en su instalación nuclear;
o que se originen en ella, cuando el accidente acaezca antes de que
el explotador traslade su responsabilidad a otra persona; o
intervengan sustancias nucleares enviadas a su instalación nuclear y
la responsabilidad incumba al explotador en las circunstancias allí
previstas.
Cuando la responsabilidad por daños nucleares recae en más de un
explotador, esos explotadores, en la medida en que no sea posible
determinar con certeza que parte de los daños ha de ser atribuido a
cada uno de ellos, serán mancomunada y solidariamente
responsables.
El factor de atribución de responsabilidad al explotador es el riesgo
creado, y la responsabilidad será objetiva. El explotador no puede
liberarse de responsabilidad si los daños se deben directamente a
una catástrofe natural de carácter excepcional. Pero es irresponsable
si prueba que la persona que sufrió los daños nucleares los produjo
o contribuyó a ellos por negligencia grave por acción u omisión
dolosa; o si prueba que el daño nuclear es causado por un accidente
nuclear que se deba directamente a conflicto armado, hostilidades,
guerra civil, o insurrección.
PRODUCTOS ELABORADOS.
El problema de la responsabilidad del fabricante elaborador o
industrial se plantea cuando el usuario o consumidor de un producto
elaborado sufre daños causados por éste y originados en sus defectos
o vicios.
La responsabilidad es contractual cuando el consumidor final
adquiere la cosa dañosa directamente del fabricante o productor; o
cuando aun habiendo eslabones en el proceso de comercialización, el
consumidor final pretende resarcimiento de quien contrató con él; o
cuando los daños son sufridos por un intermediario y éste encara a
quien, contractualmente , le suministró la cosa en el proceso de
comercialización.
En cambio es extracontractual, cuando el consumidor final reclama
indemnización. de algún intermediario en el proceso de
comercialización que no es aquél que le proveyó la cosa, sea el
fabricante no-vendedor, sea alguien que intervino anteriormente en
ese proceso; o cuando un intermediario pretende ser resarcido por
quien, formado parte anterior de la cadena, no fue quien le proveyó
la cosa nociva; o cuando tratándose de supuestos propios de
responsabilidad contractual, la víctima ejerce la opción a que la
autoriza el art. 1107.
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RESPONSABILIDAD COLECTIVA.
En el supuesto de causalidad disyuntiva o alternativa, que se
presenta cuando, a raíz de falta de prueba, no es posible determinar
cuál de varios individuos es el autor de un daño que intrínsecamente
reúne los requisitos necesarios para que sea resarcible. Esa
dificultad probatoria obsta la reconstrucción de la relación de
causalidad.
El problema consiste en establecer si producido un daño y ante la
carencia, insuficiencia, o imposibilidad de prueba para individualizar
a un responsable singular, es posible condenar a resarcir (x
responsabilidad colectiva) a cuantos hayan tenido alguna vinculación
acreditada con las circunstancias de tiempo y/o lugar de las cuales
derivó ese perjuicio. Es claro que la dificultad probatoria debe estar
referida solo a la identificación del autor material o del dueño o
guardián de las cosas, ya que es imprescindible la acreditación de
que el daño lo ha causado alguno de entre varios individuos
determinados.
El art. 1119 consagra en forma clara, la viabilidad de la
responsabilidad colectiva en el ámbito jurídico privado. Está fuera de
duda que cuando se acredita que el daño causado a los que
transiten, por cosas arrojadas a la calle, o en terreno ajeno o propio
sujeto a servidumbre de tránsito o por cosas suspendidas, etc,
proviene del hecho de alguno de los moradores a quien se identificó,
o por los dependientes de los padres de familia aludidos; la
responsabilidad está regida por el juego de principios comunes. El
problema consiste en dilucidar cuál es el factor sobre cuya base cabe
responsabilizar a “todos” el daño causado si dos o más son los que
habitan la casa, y se ignora la habitación de donde procede la cosa
productora del perjuicio.
El fundamento es el riesgo creado. El art. 1119, frente a un grupo
de hombres vinculados con el evento dañoso en virtud de habitar el
edificio desde el cual fue arrojada la cosa, los hace responsables
sobre la base de presumirlos a todos causantes del perjuicio, con
prescindencia de cualquier investigación sobre la culpa: el esquema
es entonces, de índole objetiva.
El art. 1121 repudia la solidaridad, y esto es aplicable al supuesto
de responsabilidad colectiva del art. 1119. Quienes deben reparar el
daño en modo colectivo no responden solidariamente .
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