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En los casos de urgencias en los que no existe la oportunidad de hablar con los
familiares, y tampoco es posible obtener la autorización del paciente, el médico puede
actuar por medio del privilegio terapéutico hasta estabilizarlo y entonces poder informarle
al paciente o a sus familiares. Esto debe quedar bien fundamentado en el expediente
clínico. No debe llevarse a cabo un procedimiento en contra de la voluntad de un
paciente competente, aun cuando la familia lo autorice.
Existen pronunciamientos claros acerca de la obligatoriedad del consentimiento
informado en: Ley General de Salud, Reglamento de la Ley General de Salud, Leyes
Estatales de Salud, Reglamento de Servicios Médicos del IMSS, Normas Oficiales
Mexicanas, Comisión Nacional de Certificación de Establecimientos de Salud y Cartas
de los Derechos de los Pacientes (CONAMED).
CAPÍTULO 6
Art. 85.- La relación Equipo de Salud - Paciente se establece cada vez que un
profesional de la Salud acepta la petición de otro miembro de la sociedad que
acude en búsqueda de su opinión, consejo y un posible tratamiento.
Art. 87.- Debe entenderse como Médico de Familia o del Enfermo a aquel a quien
en general o habitualmente consultan los nombrados y depositan su confianza
profesional y humana. Como Médico de Cabecera se entiende a aquel que asiste
al paciente en su dolencia actual.
Art. 89.- Los miembros del Equipo de Salud deben establecer con su paciente una
relación de lealtad, decoro, respeto, comprensión y tolerancia, debiendo conducir
el interrogatorio, el examen clínico y las indicaciones diagnósticas y terapéuticas,
dentro de las más estrictas consideraciones morales de la dignidad humana, sin
discriminación por causa alguna.
Art. 90.- Los miembros del Equipo de Salud deben dedicar a su paciente el tiempo
necesario para evaluar su dolencia, examinarlo, indicar las etapas diagnósticas y
explicarle todo lo que sea pertinente.
Art. 92.- Dentro de las normas que rigen la relación Médico - Paciente, son de
primordial categoría el respeto al secreto profesional, la confidencialidad y el libre
consentimiento informado en forma personal o a través de responsables, cuando
la situación así lo exija.
Art. 93.- Los miembros del Equipo de Salud, aún aquellos con las más altas
calificaciones de prestigio profesional y académico, deben evitar actitudes de
condescendiente omnipotencia y paternalismo con los enfermos o sus familiares.
Una disposición positiva para analizar en forma conjunta los problemas permitirá
alcanzar acuerdos satisfactorios sobre los cuidados que se deben proporcionar en
relación a la salud del paciente, así como la responsabilidad de éste en lo que
hace al cumplimiento de las indicaciones.
Art. 94.- Los miembros del Equipo de Salud deben extremar la prudencia para dar
una opinión en situaciones críticas, tales como:
Inc. b) Incurabilidad.
Art. 96.- Los miembros del Equipo de Salud no confiarán sus enfermos para la
aplicación de procedimientos de diagnósticos y/o terapéuticos que no hayan sido
sometidos previamente al control de las autoridades científicas reconocidas bajo el
régimen de la Investigación Clínica (Libro III, Capítulo 23).
Inc. c) Que toda persona que maneje su documentación clínica o pueda acceder a
la misma guarde la debida reserva, salvo expresa disposición en contrario,
proveniente de autoridad judicial competente o autorizada por el propio paciente.
Art. 99.- Los miembros del Equipo de Salud tienen el deber ético de asistir a las
personas en situación de emergencia cuando no haya a disposición inmediata un
sistema de atención de urgencia más apto que él mismo y en tales situaciones
podrá no contar con la voluntad del enfermo o sus allegados. En estos casos la
atención será por decisión propia o cuando sea identificado y solicitada su
intervención urgente, la que no podrá ser denegada, ni aún si existe riesgo de
contagio o peligro de su integridad física.
El personal de salud como todo trabajador, tiene derechos los cuales deben ser
respetados, de igual manera el personal debe corresponder cumpliendo con las
obligaciones correspondientes de acuerdo a lo establecido en los reglamentos.
DERECHOS
El derecho que tiene los trabajadores a una protección frente a los riesgos
derivados del trabajo está estipulado en la ley de prevención de riesgos laborales,
así como las correspondientes obligaciones de las empresas.
Apartado B.
Derechos específicos:
OBLIGACIONES
Haber obtenido título relativo a una profesión en los términos que la ley
determine.
Comprobar en forma idónea haber realizado estudios especiales de
perfeccionamiento técnico, o científico en la ciencia o rama de la que se
trate.
En el ejercicio de la profesión
El profesional debe:
PRESENTACIÓN
Para los médicos y personal que complementa el equipo de salud es, además, un
sistema de reflexión moral en todos los acontecimientos de la vida, como
constante llamada de alerta a efecto de respetar los derechos humanos, procurar
siempre la beneficencia y la justicia, respetando la autonomía y dignidad de la
persona humana y evitar la maleficencia con los enfermos y con los seres vivos en
general, incluyendo el deber social de disponer y utilizar los recursos con
responsabilidad racionalmente considerada en la justa distribución y en su
utilización.
Estas guías de conducta ética han sido básicas para las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de la Salud y la
Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
UNESCO que, congruentes con la Declaración de los Derechos Humanos (ONU,
1948), se refieren al establecimiento de guías o códigos nacionales de conducta
ética y otras reflexiones deontológicas necesarias.
Como toda disciplina que actúa en un mundo cambiante y con nuevos retos ante
tecnologías de aparición constante, la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional
de Bioética estarán atentas para examinar los nuevos desafíos morales de la
práctica médica y del derecho, dejando abierta la posibilidad de reformas a este
Código de Bioética para la conducta profesional del personal de salud.
3.- El personal de salud debe atender a todos los que demanden sus servicios sin
distinción de edad, sexo, nacionalidad, religión, ideología política, posición socio-
económica; sin escatimar tiempo, ni espacio, respetando siempre la dignidad y
derechos humanos.
CAPITULO II.
CONDUCTA BIOETICA EN LA PRESTACION DE SERVICIOS DE SALUD
6.- La población sana o enferma merece recibir del personal que presta atención a
la salud lo mejor de sus conocimientos y destrezas en su beneficio, con interés
genuino de mantener su salud y bienestar, y un trato amable, respetuoso,
prudente y tolerante.
9.- Las instituciones de salud, conforme con sus posibilidades, deberán asignar a
cada médico u otros prestadores de servicios el número adecuado de personas de
acuerdo con la complejidad de su atención de salud, considerando que la
sobrecarga de trabajo y la fatiga son poco propicias para otorgar servicios de alta
calidad.
CAPITULO III.
EL ENFERMO COMO CENTRO DE INTERES DE LA BIOETICA
13.- Los enfermos son personas que padecen trastornos que alteran su estado
físico, emocional y social, lo que los hace particularmente vulnerables, por lo que
deben recibir un trato de consideración, amabilidad y respeto. Esto mismo es
aplicable a sus familiares, que comúnmente presentan angustias e inquietudes.
14.- El paciente, o su representante legal, debe ser informado por el médico
tratante, con sentido humano, sobre su enfermedad, las alternativas para su
tratamiento, las probables complicaciones y cómo evitarlas. Esto se expresará con
lenguaje claro y veraz, de forma que sea inteligible para el enfermo, lo que le
permitirá ser partícipe en el manejo de su propia enfermedad.
19.- El paciente estará informado de los nombres y cargos del personal de salud
que lo trata, sobre la probabilidad de ser atendido por otras personas y dónde
acudir a presentar alguna queja.
CAPITULO IV.
POTESTADES BIOETICAS DEL PERSONAL DE SALUD
25.- Los miembros del equipo de salud tienen derecho a percibir una
remuneración adecuada por su trabajo, en relación con su capacidad profesional y
el número de horas que laboran en la institución, o según el acuerdo previo que
hayan tenido con un paciente privado. Esta remuneración debe tener relación con
las costumbres y el nivel socioeconómico de la población, sin caer en abusos y
con un espíritu de condescendencia y compasión por los pacientes con escasos
recursos.
CAPITULO V.
RESPONSABILIDADES DE LOS INDIVIDUOS SANOS Y DE LOS PACIENTES
34.- El enfermo que sabe que tiene una enfermedad contagiosa adquiere, al
saberlo, la obligación de evitar por todos los medios que otras personas enfermen
por su contacto con él.
CAPITULO VI.
RELACIONES INTERPERSONALES DEL EQUIPO DE SALUD
39.- El personal de salud puede señalar las fallas o desacuerdos que a su juicio se
presenten con otros profesionales y técnicos, siempre con respeto, procurando no
dañar el prestigio de algún colega o colaborador al hacerlo.
CAPITULO VII.
BIOETICA EN LA INVESTIGACION EN SALUD
CAPITULO VIII.
TEMAS BIOETICOS ESPECIFICOS
46.- La donación de órganos y tejidos para trasplantes debe ser promovida por el
personal de salud y por la población en general.
48.- Es éticamente adecuado utilizar los avances de la ciencia para ayudar a las
parejas infértiles a tener hijos mediante procedimientos de reproducción asistida
que tengan alto grado de seguridad para la salud de la madre y practicados por
personas expertas en instalaciones que cuenten con los equipos y demás medios
necesarios.
51.- El personal de salud ejercerá la influencia moral que tiene ante la sociedad y
ante las autoridades para promover las medidas de preservación de los sistemas
ecológicos, la limpieza del agua, de los alimentos y de los factores que protejan la
salud humana y la biodiversidad.
Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado,
el médico, el enfermero, el psicólogo, el periodista o el trabajador social. Sin
embargo, también puede haber otros casos de asesores o servicios que tengan
ese tipo de obligación, por ejemplo, los asesores fiscales (a veces incluidos dentro
de los abogados) o las compañías de seguros. Cabe destacar que ante un
procedimiento judicial y bajo las garantías legales establecidas, el juez puede
establecer el levantamiento del mismo a cualquiera de los anteriormente citados a
excepción de los abogados que estén actuando en el mismo.
Dilemas bioéticos