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La personalidad del alumno

La personalidad es lo que nos define, lo que nos hace ser quienes somos. Un pionero en el estudio de la
personalidad fue el psicólogo estadounidense Gordon Allport (1897-1967) que la definió como un conjunto de
rasgos y que es dinámica y cambiante. Los rasgos pueden ser comunes a un grupo de personas; o individuales
respecto a una de ellas, basadas en sus experiencias particulares. Dentro de estos últimos hay rasgos cardinales
o dominantes que influyen decididamente en la personalidad individual, que lo destacan de otras personas, por
ejemplo: “Juan es demasiado soberbio” o “Tu vida está dominada por la avaricia”. Los rasgos centrales si bien
no nos dominan nos dan un carácter particular, así se puede ser por ejemplo, responsable, cauto, severo,
desconfiado, alegre, tímido, agresivo, etcétera. Los que aparecen solo a veces, se denominan secundarios.

Según el psicólogo ruso Alexis Leontiev (1903-1979) la personalidad se construye socialmente; y a lo


largo de la historia se han elaborado muchos tests para evaluarla. Conocer la personalidad de alguien es
importante; y en la escuela, es fundamental para que el proceso enseñanza-aprendizaje sea eficaz. No
todos los grupos son iguales, ni los individuos que los componen lo son, y la influencia del grupo sobre
la personalidad individual también es sumamente importante. Tomemos el caso de un alumno que se
muestra en clase tímida y retraída, pero tal vez fuera del ámbito escolar no lo sea. ¿Qué pasa con este
sujeto? El grupo puede paralizar su acción, callar su voz, si ese alumno es discriminado, agredido o
menospreciado por sus compañeros, o si el docente lo reprende cuando realiza alguna intervención
equivocada; y allí se estaría dando lugar al cambio de una personalidad segura por una insegura, y la
escuela no sería entonces instrumento de formación sino de destrucción de la autoestima individual.

Es por eso que la misión del maestro ante ciertas personalidades que se muestran agresivas,
desmotivadas, tristes, apáticas, es indagar las causas, pues si bien existen ciertos rasgos heredados, es
muy probable que podamos hacer mucho para formar en nuestros alumnos personas que se valoren a sí
mismas y a los demás, o, por el contrario, contribuir a crear personalidades débiles e inseguras.

Conocer la personalidad de cada alumno nos ayudará también a usar diferenciadas estrategias de
motivación y de enseñanza, estimulando paulatinamente al tímido a expresarse, al agresivo a canalizar
sus emociones de modo constructivo, al distraído a prestar atención; pero sin esperar que esto suceda
de un día para otro, los cambios para ser duraderos deben ser lentos y graduales; de lo contrario solo
estarán reprimiendo ocasionalmente su modo de ser, para satisfacer al docente, lo que no es deseable,
ya que fuera de ese ámbito volverá a aparecer su verdadera personalidad, que si bien lo define, tal vez
le traiga inconvenientes en el futuro, y por ello es deseable que la vaya moldeando, sin dejar de ser
quien es, pero añadiendo lo que desea ser.

26 Roles de alumnos, ¿a cuántos tienes en tu


aula?
¿Por qué detectar los roles en un grupo clase?

Como muy bien sabrás si has impartido clases en un aula, cada alumno intenta buscar su sitio en un
grupo clase. Conocer los distintos roles que se dan en dichos grupos puede convertirse para ti en una
herramienta francamente útil para ayudar al grupo.
Para esta clasificación me he servido del libro de Joan Vaello titulado Cómo dar clase a los que no
quieren. En dicho libro, Joan Vaello establece un primera pero interesantísima clasificación relacionada
con los atributos definidos basados en la taxonomía de Bales. Son estos:

 Atributos de poder:
o Ascendente. Alumno que manda, dirige y decide sobre los demás.
o Descendente. Alumno que se deja llevar, es decir, los demás deciden por él.

 Atributos de aceptación:
o Positivo. Alumno aceptado por el grupo. Todos acuden a él.
o Negativo. Alumno rechazado por el grupo. Todos se alejan de él

 Atributos de contribución al trabajo:


o Cooperador. Alumno que ayuda a los demás, anima y promueve acciones.
o Reacio. Alumno que dificulta, entorpece o rehuye el trabajo.

Con estas tres grandes variables es como se pueden construir los 26 tipos o roles de alumnos de un
grupo en función de su poder, grado de aceptación y contribución a las tareas.

1. Mandón. Si finalidad es mandar, pero desprestigiando a los que le rodean.

2. Organizador. Tiene capacidad de hacer sugerencias como, por ejemplo, actividades.

3. Líder de grupo. Es capaz de guiar a los demás. Alumno con mucha seguridad en sí mismo.

4. Matón. Busca en todo momento la amenaza, tanto de sus compañeros como de sus profesores.

5. Dominante. Su prioridad es la de mandar sobre todo el grupo.

6. Líder social. Tiene la capacidad de generar sinergias, de promover iniciativas que se salen de lo
estrictamente curricular.

7. Desafiante. Alumno con tendencia a la desaprobación constante.

8. Sociable. Alumno abierto, extrovertido y que tiene la capacidad de caer bien a todo el grupo clase.
Alumno con un alto grado de aceptación.

9. Pelota. Tiene tendencia al rechazo. Se caracteriza por ir continuamente detrás del profesor
demandando su atención, consentimiento, haciendo preguntas que no vienen a cuento…

10. Trabajador. Alumno capaz de aislarse del resto del grupo y que trabaja de forma continuada a lo
largo de una sesión lectiva. Suele ser bastante individual.

11. Buen compañero. Alumno que se preocupa por los demás. Practica la generosidad entre sus
compañeros.

12. Aislado. Alumno solitario que tiende a rehuir del contacto con sus compañeros y profesores.
13. Amigo. Tipo de alumno que va más allá del mero compañero de clase. Es capaz de compartir
intimidades de tipo personal. Alumno con una alta capacidad de ayuda.

14. Pasota. Se desentiende de todo lo que le rodea. Se mantiene al margen de los problemas o
conflictos que pueden subir en un aula.

15. Inconformista. Suele estar en constante desacuerdo con las decisiones que toma o se toman en el
grupo clase.

16. Contemporizador. Es el alumno encargado de resolver los pequeños conflictos que van surgiendo
en el aula. Es una especie de mediador del grupo.

17. Mártir. Alumno que manifiesta la tendencia de cargar con las culpas o faltas de los demás.

18. Sumiso. Se caracteriza por dejarse llevar fácilmente. Suele carecer de personalidad y sigue la
corriente marcada por otros compañeros.

19. Comparsa. Alumno que no tiene ninguna relevancia o protagonismo en el grupo, es decir, pasa
totalmente depreciado como si no existiera.

20. Solitario. Alumno aislado, que no se hace con nadie del grupo.

21. Callado. Se caracteriza por no manifestar al grupo su opinión.

22. Mascota. Alumno muy popular en el grupo, que cae bien a todos o a casi todos y que adquiere el
papel de representante del grupo.

23. Alienado. Busca simpatías subestimándose a sí mismo para ganar en aceptación.

24. Distante. Se relaciona poco a nada con el grupo, no intima con sus compañeros.

25. Muñeco. Alumno que carece de opinión y criterio propio.

26. Comediante. Alumno que busca continuamente la gracia. Llama continuamente la atención.

Si te fijas bien en cada uno de estos 26 tipos o roles de alumnos, todos y cada uno de ellos encajarían
en algunos de los tres atributos que he comentado más arriba. Incluso algunos presentan varias
combinaciones. Joan Vaello en su libro los clasifica uno por uno. Por ejemplo:

26 Roles de alumno. ¿Y ahora qué?

Al principio del artículo he insistido en que estos roles no deben entenderse como etiquetas, sino como
fuente de información que permita mejorar el grupo.

¿Qué usos se pueden dar hecha la asignación de roles en un grupo clase?

 Confeccionar grupos de un mismo curso académico para que estos estén compensados.
 Realizar un sociograma del grupo y establecer cuáles serán las posibles vías de actuación a partir de sus
peculiaridades.

 Hacer prevención insistiendo en dinámicas de grupo adecuadas al grupo. Un ejemplo de dinámica que
funciona muy bien sería la de este enlace

 Distinguir entre los alumnos con una determinada problemática o conflictividad y los alumnos con
cualidades positivas.

 Asignar tutorías individualizadas en alumnos con una determinada conflictividad para incidir en
determinados aspectos curriculares, conductuales, emocionales…

 Distribuir el espacio para evitar conductas disruptivas.

¿Cuáles son algunas de las dificultades más comunes que un grupo clase puede
presentar a partir de los roles de los alumnos?

Joan Vaello extrae algunas de las problemáticas más comunes que se dan en el aula a partir de los 26
tipos o roles de alumno que acabo de enumerar. Pero no sólo las expone, sino que es capaz de dar una
solución a cada uno de ellas. Para no extenderme más de lo habitual, tan sólo enumeraré las
dificultades. Aún así, te recomiendo las propuestas específicas y las estrategias que propone Joan
Vaello para cada una de estas.

Dificultades más comunes:

 Impuntualidad
 Falta de material
 Disrupciones leves
 Cuchicheo
 Interrupción constantemente
 Conducta irrespetuosa
 Instigación al conflicto
 Apatía
 Agresividad verbal y física
 Conducta graciosa
 Conducta desafiante
 Grosería
 Murmuración
 Hiperactividad
 Timidez
 Chivo expiatorio
 Alumno contestón
 Alumno sabelotodo
 Alumno camarilla
 Alumno absentista esporádico
 Alumno absentista habitual
 Alumno vago y desmotivado
A todas y cada una de estas dificultades Joan Vaello aporta una serie de estrategias muy concretas y
que resultan realmente efectivas en la mayoría de los casos.

Roles de alumnos. Conocer más para enseñar mejor. A modo de conclusión.

Si has leído hasta aquí, espero que hayas captado la intención de este artículo, es decir, lo que he
querido enseñarte en esta entrada es que en muchas ocasiones se etiquetan alumnos y grupos de forma
gratuita y etiquetar no resuelve los problemas que subyacen en un grupo clase.

Un grupo clase en sí presenta una riqueza y una diversidad que en ningún caso debemos ver como un
problema, sino como una oportunidad. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que cuanto más y mejor
conozcamos a nuestros alumnos, mejor les enseñaremos.

Ojalá que esta entrada te ayude a reflexionar sobre los roles que tienes de cada uno de tus grupos clase
y esa información te permita mejorarlos.

Clasificación de rasgos personales


Tomando como base las características propuestas por Carl Gustav Jung, el indicador Myers-Briggs
clasifica a las personas utilizando las siguientes letras para cada característica:

1. Extraversión (E) o Introversión (I): inclinación por el mundo exterior o el mundo interno creado por
la persona.

2. Sensación (S) o Intuición (N): preferencia por enfocarse en la información básica o por añadir
significado a través de la interpretación.

3. Pensamiento (T) o Sentimiento (F): focalización en la lógica o en el contexto cuando se toman


decisiones.

4. Juzgamiento (J) o Percepción (P): ansiedad por resolver situaciones o necesidad de estar abierto a las
alternativas.

El resultado para cada categoría y la combinación de las cuatro -que se escribe en código con las letras
clave-, arroja el tipo de personalidad. A continuación, las características fundamentales de cada uno y
las figuras públicas que fueron clasificadas en alguno de los tipos.

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