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Universidad de Belgrano

Facultad de Humanidades
Licenciatura en Psicología

Asignatura: Psicología General II

La dimensión social del amor y su influencia en las relaciones

Alumnos: Tomás Pereyra, Juan Manuel Varas,


Tadeo Zabala, Nicolas Portella
Mail: tepereyra@gmail.com
En el siguiente trabajo se analizará la dimensión social del amor teniendo en
cuenta dos contextos: la familia y una relación de pareja. Durante el trabajo se hará
referencia a diversas teorías como por ejemplo la teoría de la evaluación planteada por
Lazarus, las teorías de Carver y Scheier, Frija y Mandler, sobre las emociones y su
impacto en el desarrollo personal, para poder explicar cómo la sociedad influye en el rol
que ejerce el amor en estos contextos.

Según la Real Academia Española (RAE) amor hace referencia a “sentimiento


hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el
deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”.
Teniendo en cuenta esta definición, entendemos al amor como una emoción que se
halla, generalmente, tanto en las familias como en las parejas. A lo largo de la historia
fue la cultura quien se encargó de modificar la forma en la que se manifiesta esta
emoción en cada institución, por ejemplo, estableciendo qué prácticas son permitidas y
en qué instituciones.

En la actualidad, el ideal de familia es considerado como una institución de amor


y comprensión. Incluso la ley exige que así sea a través de medidas como, por ejemplo,
la quita de custodia de hijos a los padres en caso de que el ambiente no sea favorable
para el niño. Existen muchas maneras de demostrar amor, tanto prestando atención a
este o ayudándolo cuando lo necesite. Sin embargo, la práctica sexual intrafamiliar está
fuertemente prohibidas por la moral. Desde pequeño al niño se le enseña que debe
esforzarse por formar un fuerte lazo de amor con sus familiares, pero a medida que el
niño madura y se introduce a la sociedad aprende que en ese lazo afectivo no se halla
ninguna práctica (en términos psicoanalíticos) que incluya las zonas erógenas. A pesar
de ello, podríamos inferir que la escasez de prácticas sexuales intrafamiliares no es una
analogía a la falta de amor. Por otro lado, esto se puede contrastar con una relación de
pareja. Cuando atendemos a este vínculo, socialmente se considera que la emoción
que une a dos personas en una relación de pareja también es llamada amor. A pesar
de ello, en esta se considera a la sexualidad como uno de los pilares de la misma. Se
pueden escuchar frases como “una pareja que no tiene sexo es una pareja sin
confianza” o “El sexo puede mejorar la relación en la pareja”. La pregunta es ¿Por qué
en una relación el sexo es visto como una catástrofe y en la otra como una necesidad?

Kemper (1978) sostuvo que “una gran cantidad de emociones son un producto
de los resultados reales, anticipados, imaginados o recordados de las relaciones
sociales”. Para entender mejor este postulado, explicaremos la ley de evaluación de
Lazarus, ésta consiste en que la condición necesaria y suficiente para la emoción es

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que la situación de vida actual de la persona sea evaluada como que esta tiene un efecto
significativo en los asuntos personales, es decir, ser importante para la misma.
Parkinson, terminará de cerrar el concepto planteando que los hechos a menudo
adquieren importancia para una persona durante interacciones sociales y en el
desarrollo de las relaciones personales. Luts y Rosaldo agregaran a esto que, aunque
muchos de los objetos y causas de la emoción estén ligado principalmente al ámbito
intrapersonal, su importancia emocional particular está definida por los sistemas de
cultura más amplios.

Muchas teorías asumen que las emociones dependen de eventos que tienen un
impacto en el progreso de los proyectos emocionales y esto implica que la naturaleza
de estos proyectos representa un importante factor para las emociones. Sin embargo,
la mayor parte de lo que hace que una persona experimente emociones también
depende de objetivos que presenta la cultura, como el reconocimiento o la libertad.

Teniendo en cuenta entonces cómo se genera una emoción y qué


consecuencias puede tener para un individuo es más fácil entender la ausencia de sexo
intrafamiliar. El incesto es el nombre que se da una relación sexual entre familiares y
ésta, pese a no tener una explicación objetiva, siempre fue una práctica prohibida por el
humano al punto que pase a ser un hecho social, se discute la posibilidad de que sea
un hecho natural por su condición universal. Por ende, en el incesto se ve una
circunstancia histórica, ya asentada en la sociedad desde los inicios de la cultura
humana. Desde esta perspectiva, una relación incestuosa tendrá repercusiones sociales
para las personas que lo practiquen generando un fuerte rechazo social a estas. La
gente no se lo cuestiona asumiendo que está mal. Autores como Lévi-strauss o Engels
darán explicaciones a la prohibición del incesto, explicando que esta permite que se
formen lazos nuevos entre las distintas familias permitiendo así la existencia de la
sociedad. Esta realidad que se encuentra escondida en la frase “el incesto está mal”
(una frase repetida, a la que se le encuentra un sentido in situ) es la que llevará a que
se marque socialmente a las personas que quieran evadir la restricción social, ya que
es un intento de acabar la sociedad. No se debe ver lo que se está prohibiendo sino
más bien lo que se genera con la prohibición. Ese fue el enfoque utilizado por los
gobernantes de las tribus que lo prohibieron hace miles de años generando un tabú que
hasta el día de hoy se mantiene, al punto de atravesar el ámbito de la cultura y la familia
para pasar al ámbito legal. En la actualidad en muchos países (como Argentina, Brasil,
Estados Unidos) las relaciones sexuales intrafamiliares son un delito. Es decir, como ya
dijimos antes, la falta de amor total en una familia es mal vista y en algunos casos va

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acompañado de una condena legal, no obstante, la expresión de amor a través de
prácticas sexuales es igual de punible.

Por otro lado, el sexo entre parejas fue durante miles de años relacionado con
una cuestión de reproducción y continuidad de la especie. Al igual que la prohibición del
incesto, esta noción tiene un carácter universal, haciendo que sea aplicable incluso a
parejas estériles u homosexuales por una cuestión de asociación general que no atiende
a los casos particulares. Al igual que el sexo dentro de la familia es prohibido por una
cuestión de costumbre ya establecida desde que nacemos (aunque tenga un contexto
detrás) podríamos decir que, por una razón de costumbre de evitar la desaparición del
humano, la sociedad moldea el amor entre parejas para estar relacionado con una
cuestión reproductiva y por lo tanto sexual. Sin embargo, como dice el doctor
ginecobstetra José Antonio Delgado en una entrevista para el programa “acción 10”, en
la actualidad se reconoce un lenguaje del dentro del sexo, esto explicaría porque se
aplica la misma regla a por ejemplo a parejas homosexuales. El sexo nos permitirá
transmitir o generar emociones en nuestra pareja. Como se ve en los resultados de las
investigaciones sobre la incorporación mutua de respuestas no verbales interactivas de
Bernieri, Reznick, y Rosenthal, la persona automáticamente alcanza ritmos
sincronizados en la interacción con los otros. Es decir, que una pareja sin sexo es una
pareja que se está privando de un tipo de comunicación, pero no de cualquier
comunicación sino de una con un carácter social destacado. Podríamos cerrar este
punto postulando que en la pareja se busca que las expresiones de amor incluyan el
sexo, primero por una presión social a la reproducción (aunque en la actualidad hay
métodos de reproducción que no incluyen al acto sexual, son las menos comunes) y
segundo por una búsqueda de apertura y comunicación con el otro.

Conclusiones

Tomás: Se pueden llegar a distintas conclusiones a partir de este trabajo. La


primera es que el autor estaba en lo correcto al referirse a las emociones como sociales.
Podemos ver en la investigación que la misma emoción (amor) tendrá formas de
demostrarse muy distintas en las familias como en las parejas y que estas formas
“correctas” de mostrar amor están completamente influenciadas por creencias sociales
que prevalecen desde miles de años en las sociedades humanas.

Tadeo: Llegué a la conclusión que como se plantea en el trabajo, las emociones


deben ser consideradas en gran parte como resultado de la sociedad, un ejemplo de

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esta propuesta y a la cual se hizo alusión en el trabajo, y repetiré dicha importancia
durante la conclusión, podría plantearse en cuanto a lo referido al amor como emoción.
Así también dicho sentimiento de amor se ve en el ámbito familiar como toma fuerza en
cuanto a su rol social, siendo impuesto por ley que dicho ambiente familiar sea un
ambiente con amor, siendo que si hay una ausencia o una forma socialmente debatible
o negativa de este amor, tendrá repercusiones a nivel legal, aunque generalizando, varía
mucho de acuerdo a la posición que se toma, tal como se plantea en el trabajo se hace
una distinción en cuanto a parejas y a lo que refiere el ámbito familiar completo, esto se
debe a que el sexo también es tomado como una expresión de amor y comunicación
según el doctor ginecobstetra José Antonio Delgado, siendo los únicos dentro de la
familia que podrán llegar a tener este tipo de comunicación debido a la prohibición del
incesto, siendo que diferentes autores plantean el motivo de su prohibición, pero en su
mayoría, llegan a la conclusión de que se debe a un hecho por el cual si se realiza la
práctica del incesto, tendrá grandes repercusiones a nivel social(aunque siempre está
presente el debate si refiere más al ámbito de un hecho natural). Como conclusión final
se podría establecer que las emociones si, refieren a un ámbito social, siendo el amor
como una de las emociones que socialmente más se acepta, pero a su vez también de
las que más limitaciones o juicios sociales posee en cuanto a la forma de amar o cómo
amar a quien se ama.

Nicolás: El amor, al ser altamente afectado por creencias sociales, tiene una
cualidad en la cual se puede decir que las formas de amar y de demostrar afecto se han
modificado a través del tiempo. La edad moderna se diferencia muy significativamente
en términos de cómo las instituciones del amor y el sexo son expresadas a un nivel
social e interpersonal, comparativamente con épocas antiguas donde ciertas
expresiones de amor familiar o romántico eran menos comunes debido a factores
sociales como prácticas morales o razones religiosas por las cuales estos tipos de
interacciones no se favorecian.

Juan Manuel: Tal como hace mención Parkinson, el amor, como las demás
emociones, no puede ser entendida fuera de términos sociales. Es por esta razón que
su concepción se desarrolla y varía a lo largo del tiempo. El amor está presente tanto
en las familias como las parejas, la emoción en sí es la misma, pero se internaliza y
manifiesta de diferentes maneras en cada contexto. Entendemos a la práctica sexual
como una forma de manifestación del amor y en el caso de las parejas, estas tienen un
aspecto fundamental. En el contexto familiar predominan otras formas de expresar amor
debido al fenómeno de la prohibición del incesto, esto quiere decir que el amor y su

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concepción está determinado por razones histórico-culturales y la sociedad configura la
manera en que se manifiesta.

Bibliografía

● Brian Parkinson “Las emociones son sociales” - Departamento de Psicología,


Universidad de Leicester, Reino Unido (Traducción de Javier Roberti)
● Entrevista con el doctor Jose Antonio Delgado para Canal 10 (Nicaragua) -
https://www.youtube.com/watch?v=kuyq-lRpW5c

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