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Economía venezolana: Ayer y Hoy

La economía de Venezuela está orientada a las exportaciones de materias primas. La principal


actividad económica de Venezuela es la explotación y refinación del petróleo para la exportación, la
extracción y refinación está a cargo la empresa estatal Petróleos de Venezuela. La producción inicial
data de 1875, con la participación de la Compañía Petrolera del Táchira en la hacienda “La Petrolea”
en los andes venezolanos; luego se construyó la primera refinería de la cual se obtenían productos
como el queroseno y el gasóleo. El reventón del pozo Zumaque I en el Cerro La Estrella de Mene
Grande en 1914 (aun en producción en junio de 2014) marca el comienzo de la explotación petrolera
comercial a gran escala, accionando una gran cantidad de eventos que cambiaron drásticamente el
rumbo del país. En 1960 y por medio de la iniciativa y participación de Venezuela dentro del mercado
petrolero mundial es fundada la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Desde la década de 1950 hasta principios de 1980 la economía venezolana experimentó un
crecimiento constante que atrajo a muchos inmigrantes. Durante la caída de los precios del petróleo
en los años 1980 la economía se contrajo, y la inflación se disparó hasta alcanzar picos anuales de
84% en 1989 y 99% en 1996. Desde el final de la crisis de principios de los años 1990, la economía
venezolana tuvo más de una década expansiva de crecimiento macroeconómico, por encima de la
media del resto de América Latina. De acuerdo con el BVC, Venezuela recibió de 1998 a 2008
alrededor de 325 mil millones de dólares a través de la producción petrolera y la exportación en
general, y de acuerdo con la OPEP para noviembre de 2018 la extracción petrolera cayó a 1.170.000
barriles diarios.
Ahora bien, detallando la historia económica de Venezuela cronológicamente se darían los
acontecimientos de la manera siguiente:
El país agrícola, previo al petróleo, estaba sumido en la trampa de la pobreza. La escasez de activos
productivos, la inexistencia de un mercado interno y la consiguiente baja productividad se tradujeron
en una situación en la cual no era posible el aumento del número de sus habitantes ni de sus
estándares de vida. Por ello, la población se mantuvo estable y pequeña, viviendo en pobreza extrema
durante tanto tiempo. El siglo que sigue a la fundación de la República en 1830 es una historia de
decepciones, aunque con puntos brillantes. Entre los grandes rasgos de la Venezuela agrícola destaca
la monoproducción (primero el cacao hasta finales del siglo XVIII y luego el café desde comienzos del
siglo XIX hasta principios del XX) con los problemas típicos de dependencia de los volátiles mercados
internacionales y de la baja capacidad para generar encadenamientos productivos, dado que estos
productos son intensivos en mano de obra e incorporan poca tecnología.
La Venezuela agrícola del siglo XIX era un país desintegrado en lo político y lo económico. No poseía
un Estado centralizado producto de una burocracia fuerte que impusiera el orden y recolectara
impuestos. Las rentas de aduana, ganado, tabaco y café apenas no eran suficientes para impulsar
crecimiento sostenido. La deuda externa pesó desde el principio comprometiendo la viabilidad de las
finanzas públicas. No existían vías de comunicación. La inestabilidad política fue la norma producto de
la guerra permanente entre caudillos y facciones políticas. Las casas comerciales transferían al
exterior las ganancias de las exportaciones agrícolas y dejaban la economía interna sin capital para la
inversión. No es sorprendente que al llegar el siglo XX Venezuela era un país exhausto cuya debilidad
generalizada la hizo perder, incluso, gigantescas porciones de su territorio.
A principios del siglo XX, la economía venezolana tenía su eje en la producción agropecuaria
particularmente del café del que llegó a ser segundo productor a nivel mundial, solo superado por
Brasil. La renta per cápita de Venezuela era notablemente inferior a la de los países de América del
Sur (Argentina, Chile, Uruguay), e incluso era inferior a la de países demográfica y geográficamente
comparables como Perú y Colombia. Para 1920, el papel que jugaba la producción petrolera era
mínima. Los principales productos de exportación eran el café, el cacao, el ganado vacuno, el azúcar,
papelón, tabaco, balatá, cueros de res y caucho. Pero por otro lado 1920 constituye un punto de
inflexión en la economía venezolana, a partir de entonces, las exportaciones agrícolas disminuirán
exponencialmente en detrimento de las exportaciones petroleras. Para 1929, Venezuela fue el
segundo mayor país productor de petróleo (solo por detrás de Estados Unidos) y el mayor exportador
de petróleo del mundo. Con un espectacular desarrollo de la industria, el sector del petróleo había
comenzado a dominar todos los demás sectores económicos del país.
A partir de 1925, gracias a la explotación del petróleo a gran escala Venezuela había superado la renta
per cápita de Perú y Colombia, y a partir de 1926 experimentó un vertiginoso crecimiento que haría de
Venezuela el país de América Latina de mayor renta per cápita lo que motivo la llegada de numerosos
inmigrantes europeos y latinoamericanos. Entre 1950 y 1995 Venezuela siguió siendo el país de
América Latina con mayor renta per cápita, aunque a partir de 1996 esta empezó a disminuir. La
inflación en los años 90 fue entre 32% (1992) y 100% (1996). La economía venezolana se aprovechó
de los altos precios del petróleo durante la crisis petrolera de la década de 1970 y del superávit que
esta le proveía; esto fue el detonante para que el Gobierno se endeudara con el exterior. Cuando la
deuda externa se tornó impagable en 1983 se tuvo que devaluar la moneda en el episodio conocido
como el Viernes Negro. A partir de entonces las políticas económicas de los gobiernos de Luis Herrera
Campíns y Jaime Lusinchi no fueron capaces de frenar la espiral inflacionaria, generando desconfianza
en las inversiones y pérdida de credibilidad en la moneda nacional. Algunas de las políticas que
emplearon estos gobernantes para frenar los efectos estructurales fueron controles de cambio a través
de RECADI (Luis Herrera Campins) y un control de precios (Jaime Lusinchi), medidas que devinieron
en corrupción administrativa y mercado negro de divisas y bienes. Sin embargo la quiebra estructural
del mercado interno, la falta de soberanía económica y alimentaria, generó una escasez gradual. En
1988 resulta electo presidente Carlos Andrés Pérez, apoyado en un discurso populista que apelaba a
la justicia social.
En 1988 resulta electo presidente Carlos Andrés Pérez, apoyado en un discurso populista que apelaba
a la justicia social. Con un gran respaldo electoral, el gobierno de Pérez, en lugar de buscar un cambio
hacia la inclusión social, giró a liberar la economía, imponiendo su desregulación a través de un
programa de ajustes macroeconómicos promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que
se le llamó "Paquete Económico", concebido para generar cambios sustanciales en la economía del
país dentro del modelo neoliberal. Se anunciaron medidas de aplicación inmediata y otras de
aplicación gradual en plazos breves. El paquete comprendía decisiones sobre política cambiaria,
deuda externa, comercio exterior, sistema financiero, política fiscal, servicios públicos y política social.
Sin embargo, la liberación de precios y la eliminación del control de cambio generaron un reajuste
sumamente brusco para las personas de menores ingresos, que eran la gran mayoría, lo que derivó
en más hambre y desempleo. El descontento popular se manifestó en los trágicos sucesos del
Caracazo (1989) lo cual no fue obstáculo para que se aplicaran con relativo éxito algunas de las
medidas propuestas. Sin embargo dos intentos fallidos de golpe de estado (1992) liderados por el
teniente coronel Hugo Chávez agravaron la crisis económica en una vorágine de sucesivas
devaluaciones y una volatilidad inflacionaria, lo que llevó a que se perdieran miles de empleos y el país
cayera en una grave situación de pobreza, de la cual algunos economistas y políticos creen que el
país no se ha recuperado completamente. En 2001 el crecimiento del Producto interno bruto o PIB fue
del 3,4%. Un aumento significativo de los precios internacionales del petróleo permitió recuperar la
economía de una fuerte recesión sufrida durante el año 1999. Sin embargo, un sector no petrolero
relativamente débil, una alta fuga de capitales y una caída temporal en los precios del petróleo evitaron
que la recuperación fuera mayor.
A principios de 2003 se estableció un control de cambio, de un esquema con tasa de cambio libre
flotando en bandas a un esquema de precio fijo controlado por el gobierno, haciendo al bolívar
devaluarse considerablemente. En 2003, como consecuencia de la grave inestabilidad política,
diversos conflictos sociales y la paralización de actividades de la principal empresa estatal petrolera
PDVSA, la economía venezolana tuvo una caída de su PIB del 7,7%. El 6 de febrero de 2003, el
gobierno venezolano implanta un sistema regulatorio de cambio en la compra/venta de divisas
extranjeras. La institución gubernamental encargada en ese entonces, CADIVI, inicialmente estableció
el cambio de 1600 bolívares por dólar para la venta. El 3 de marzo de 2005 se devaluó la moneda
frente al dólar, pasando el cambio oficial de 1.920 a 2.150 bolívares por dólar.
Durante el año 2004 Venezuela experimentó un crecimiento del 17,9% en su PIB, aunado a la
realización del referéndum revocatorio presidencial con el triunfo del presidente Chávez con el 60% de
los votos, el ambiente político se mejoró y afectó positivamente a la economía. La inversión social del
gobierno mediante las llamadas misiones en los campos educativos, alimenticios y de salud, lograron
incrementar la calidad de vida de los ciudadanos momentáneamente con más bajos recursos (37% de
la población). En 2005 Venezuela presentó un balance positivo en sus cuentas externas (31.000
millones de dólares) ya que las exportaciones alcanzaron 56.000 millones de dólares, representado el
tercer lugar en importancia en América Latina detrás de México y Brasil. En tanto las importaciones
totalizaron 25.000 millones de dólares. Según el informe anual del BCV durante 2006, el PIB
venezolano tuvo un incremento del 10,3%. Ese año el sector no petrolero de la economía tuvo un
incremento anual de 11,4% y las reservas internacionales alcanzaron la cifra de 37.299 millones de
dólares. El 7 de marzo de 2007 el Gobierno anunció un proceso de reconversión monetaria, y la
moneda llevó el nombre transitorio de Bolívar Fuerte (Bs.F). Su emisión fue controlada por el BCV,
ente que estableció un cambio de 2,15 bolívares fuertes por dólar, lo que supone dividir entre mil
(correr tres ceros a la izquierda) el bolívar que circulaba desde 1879. La nueva escala monetaria
venezolana fue aprobada mediante decreto presidencial con la publicación en la Gaceta Oficial N.º
38.638 por iniciativa del Presidente Hugo Chávez con la intención de reducir estéticamente la inflación
y facilitar el sistema de pagos nacionales adecuándose a los estándares internacionales respecto a
las cifras y el número de billetes que debería portar cada persona. Para este mismo año, en su informe
Panorama social de América Latina, la CEPAL reconoció que Venezuela entre 2002 y 2006, disminuyó
en ese período sus tasas de pobreza en 18,4% e indigencia en 12,3%, pasando de una pobreza de
48,2 % y una indigencia de 22,2% en 2002, a 37,9% y 15,9% respectivamente en 2005 y a 30,2% y
9,9% respectivamente en 2006. Al cierre del año 2007 y según las cifras reportadas por el BCV la
economía venezolana tuvo un crecimiento de 8,4% impulsado por la expansión de la inversión y del
consumo, con lo que se llegó a 17 trimestres de crecimiento consecutivo del PIB desde finales de
2003, registrándose desde ese mismo periodo un crecimiento interanual promedio de 11,8%, el
consumo registro la tasa de variación más alta desde 1997, al crecer 18,7%, Los sectores o actividades
económicas que registraron el mayor crecimiento fueron comunicaciones (21,7%), actividad financiera
y seguros (20,6%) y construcción (10,2%). El presupuesto nacional de 2009 fue calculado estimando
el ingreso de 60 dólares por barril de petróleo, pero a finales de marzo se reformuló a 40 dólares, para
ajustar la caída de los precios del petróleo a nivel global de 2009 y 2010, lo que desencadenó a su vez
una crisis energética interna.
A inicios de 2010, el ministro de Finanzas Jorge Giordani estimó un crecimiento de 0,5%, pero diversos
especialistas calcularon una caída de entre 1,7% y 3%. A mediados de abril, el FMI estimó que
Venezuela continuaría en recesión en 2010, con una caída de 2,6%. Finalmente, el PIB cayó 1,4%;
dentro del contexto regional, Venezuela queda detrás del resto de Latinoamérica y el Caribe, que
experimentó en promedio un crecimiento de 6%. Luego de la crisis energética, Venezuela sería la
única nación petrolera y una de las dos naciones americanas aún en recesión en 2010. En septiembre
de ese mismo año, el bolívar fue devaluado nuevamente, pasando de 2,15 bolívares por dólar, a un
sistema de cambio dual de 2,60 y 4,30 bolívares por dólar, dependiendo del tipo de transacciones a
realizar con dichas divisas. Para aquel entonces, ya el dólar en el mercado negro se cotizaba por sobre
los 9 bolívares.
El viernes 8 de febrero de 2013 el gobierno del entonces vicepresidente Nicolás Maduro informa las
medidas económicas y cambiarías que entrarían en vigencia en Venezuela el 13 de febrero. El ministro
de Finanzas, Jorge Giordani, y el presidente del BCV, Nelson Merentes, informaron que el precio del
dólar que distribuía CADIVI se devaluaría de 4,30 bolívares hasta 6,30 bolívares. Esto correspondía a
un 46,5% de diferencia entre una cotización y la otra. Según el gobierno esto permitiría incrementar
los recursos con los que cuenta el estado para seguir impulsando el crecimiento de la economía. En
enero de 2015, La medidora de riesgo internacional Moody's le bajó la calificación a Venezuela de
"CAA1" a "CAA3", lo que significa que la nación incrementa el riesgo de incumplimiento de pagos
debido a la dependencia y devaluación del petróleo.
Para 2014 el gobierno actual realizó otra devaluación al comenzar a vender dólares a dos tasas
diferentes: en 6,30 la tasa CADIVI (estudiantes, casos especiales, jubilaciones y pensiones, gastos
consulares y diplomáticos, salud y alimentación) y el 11,30 la tasa SICAD (cupos para viajeros, las
remesas familiares y las divisas para las líneas aéreas). El presidente Nicolás Maduro anunció la
adhesión de CADIVI al Centro Nacional de Comercio Exterior a finales de 2014. Para el 10 de abril de
2015, una nueva providencia del CENCOEX, restringe dólares para viajeros y designa que la banca
pública (Banco de Venezuela, Banco del Tesoro o el Banco Bicentenario), serán los únicos operadores
cambiarios de divisas. El 22 de marzo de 2018, el presidente Nicolás Maduro anunció que eliminará
tres ceros a la moneda nacional, con un nuevo cono monetario. Del mismo modo que logró sacar el
billete Bs.F. 100 de circulación. El 25 de julio de 2018, el presidente Nicolás Maduro anuncia una nueva
reconversión monetaria, pasando de eliminar tres ceros a eliminar cinco ceros a partir del 20 de agosto
de 2018, además de promover la iniciativa de nuevas regulaciones económicas. Ese 20 de Agosto se
oficializa el incremento del IVA (Impuesto al valor agregado) a 16%.
Una nueva modalidad cambiaria se inicia en el país el 28 de Enero. Interbanex como una modalidad
de cambio para empresas privadas y personas naturales sin la participación de Empresas del sector
público por medio de una plataforma creada para tal fin con la participación del Banco Occidental de
Descuento por el momento y un tipo de cambio referencial acorde al Mercado paralelo e informado por
el Banco Central de Reserva de Venezuela. El 01 de Mayo queda eliminado el sistema DICOM con lo
cual se establece la liberación del Mercado de Divisas con algunos problemas dada las Sanciones
emitidas contra los Bancos nacionales y sus corresponsales al momento de realizar ciertas
operaciones. El 7 de mayo cierra sus operaciones Interbanex a 90 días de su creación para dar paso
a las mesas de dinero del sistema financiero y desaparecer el esquema del DICOM.
El Banco Central de Venezuela informó al país que las Reservas internacionales para el día 24 de
Mayo cerraron en US $7,965 millones de dólares un 0.2% menos que la semana anterior que cerro en
US $7,981 millones el día 17 de Mayo una cifra de las más bajas en 30 años. Recordemos para 1998
las reservas estaban en US $14.849 millones de dólares. Luego de 3 años, el Banco Central de
Venezuela admitió una hiperinflación de 53.798.500% entre 2016 y abril de 2019, al publicar los datos
del Índice Nacional de Precios al Consumidor y que en los cuatro primeros meses del año 2019 el BCV
indican que la inflación acumulada hasta abril es de 1,047%.

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