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XIII Congreso Nacional Farmacéutico Granada, 15-18 de octubre de 2002

Mesa Redonda: El medicamento en la oficina de farmacia


Ponencia: Plantas medicinales

María José Alonso Osorio


Vocal de Plantas Medicinales del Colegio Oficial de Farmacéutico de Barcelona

Mesa Redonda: El medicamento en la oficina de farmacia


Plantas medicinales
María José Alonso Osorio
Vocal de Plantas Medicinales del Colegio Oficial de Farmacéutico de Barcelona

Planta medicinal es, según definición de la OMS, “toda especie vegetal en la que el
todo, o una parte de la misma, está dotado de actividad farmacológica”.
Hablar de la Historia de las Plantas Medicinales es hablar de la historia del
medicamento, pues ya desde los albores de la humanidad encontramos vestigios de su
utilización con fines terapéuticos.
De hecho, los avances científicos que revolucionaron la farmacología, a mediados del
siglo XIX, corresponden a los avances tecnológicos que permitieron aislar los principios activos
de las plantas farmacológicamente más activas, belladona, digital, opio, quina, etc
Sin embargo, el desarrollo de la farmacología de síntesis en el siglo XX, relegó el uso
de las plantas medicinales, a excepción de las utilizadas como fuente de principios activos, a
un uso casi exclusivamente casero y tradicional.
No obstante, en la segunda mitad del siglo XX, la constatación de los efectos
secundarios de la medicina de síntesis y la necesidad de encontrar nuevas moléculas activas
con menos efectos secundarios, hicieron a los científicos reconsiderar las posibilidades de las
plantas medicinales. Así pues se desarrollan la etnobotánica y la etnofarmacología y vuelven a
estudiarse las plantas medicinales desde criterios científicos, como fuente de principios activos
que una vez aislados den origen a nuevos medicamentos, pero también para la utilización ,con
fines terapéuticos definidos, de las plantas o partes de las plantas (drogas vegetales), que
troceadas, pulverizadas o en forma de tinturas o extractos, constituyan nuevos medicamentos.
Debido a que las plantas medicinales no son objeto de patente -pues son en si mismas
patrimonio de la humanidad-, y a que, más o menos tácitamente, se han venido utilizando de
forma tradicional para determinados usos, sin cuestionarse demasiado la realidad de sus
virtudes, el interés despertado en la Industria por financiar el estudio de su calidad, seguridad y
eficacia, podía considerarse casi nulo (salvo honrosas excepciones) hasta hace relativamente
poco tiempo.
Durante mucho tiempo, en el mejor de los casos hemos tenido, de las plantas utilizadas,
estudios farmacognósicos que nos permitían avalar razonablemente su utilización, aunque no
siempre ha sido así, pues a muchas plantas se les ha dado utilidades terapéuticas no
justificadas por sus principios activos constituyentes. Además han faltado estudios clínicos y
de seguridad que certificaran su validez y, en el terreno de la calidad, adecuar los criterios a la
especial problemática que plantean las plantas medicinales y sus derivados.
Sin embargo, el signo de los tiempos afortunadamente está cambiando, y los avances
de la investigación en este campo, ponen hoy en día a nuestra disposición, medicamentos de
plantas medicinales desarrollados bajo los criterios de calidad, seguridad y eficacia, que debe
cumplir todo medicamento. La publicación de monografías de plantas con criterios científicos
(ESCOP, OMS, Commision E, Farmacopeas herbales, Farmacopea Europea, revisión de
monografías en farmacopeas oficiales de distintos países, etc.), la farmacovigilancia sobre la
seguridad de las mismas que nos alerta de los posibles efectos secundarios,
contraindicaciones e interacciones que, como todo medicamento, en mayor o menor grado
puedan tener , y los cada vez más abundantes ensayos clínicos, controlados contra placebo e
incluso contra otros medicamentos de síntesis, que prueban su eficacia, convierte la fitoterapia
en una herramienta utilísima en el campo de la terapéutica. A este tenor, en el marco del 50th

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XIII Congreso Nacional Farmacéutico Granada, 15-18 de octubre de 2002

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Annual Congress of the Society for Medicinal Plant Research , el Dr. Bruno Giannetti, nos
recordaba los 100 estudios clínicos publicados en los últimos 5 años (solo para 5 especies
vegetales) concretados en la evaluación de: Echinacea sp., Aesculus hyppocastanum, Salíx
sp., Ginkgo biloba, e Hypericum perforatum
La importancia que ha adquirido la fitoterapia y sus grande expectativas de futuro,
quedan reflejados en el extenso Documento presentado por la OMS, el pasado 15 de Mayo,
dentro de la LV sesión de la asamblea anual, en el que plasma su estrategia global para
establecer políticas nacionales que regulen y establezcan controles de seguridad sobre la
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medicina natural y alternativa , en el cual reconoce “la importancia de garantizar la
accesibilidad y calidad de estos productos, incluidas las plantas medicinales, así como
promover la aceptación terapéutica de los mismos entre la sociedad”. En este sentido, el
director regional para África de la OMS, el Dr. Ebrahim Samba, destacaba que el 80 por ciento
de los habitantes de ese continente utilizan la medicina tradicional, y destacaba que ese era el
principal motivo por el que se debe actuar con rapidez para evaluar la seguridad, eficacia y
calidad de estos productos. Y en estas mismas circunstancias se encuentra la mayor parte de
la población Asiática y Centro y Sur Americana.
Sin embargo, también en los países desarrollados, la fitoterapia está en claro ascenso.
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Centrándonos en Europa, según datos de la AESGP vemos que respecto al mercado global
de las OTC, en Europa en el 2001, la cota de mercado de las plantas medicinales fue de un
24% respecto al valor de las ventas globales, lo que equivale a un 20% en unidades.
De este mercado, Alemania con el 39% y Francia con el 29% son los países dominantes,
seguidos, a bastante distancia, por Italia (7%) e Inglaterra (6%), siendo Polonia uno de los
países en que la cota ha subido de forma más espectacular en el último año, llegando a igualar
a Inglaterra. El mercado español supuso un 4% de esa cuota.
Si se considera el porcentaje de automedicación respecto a prescripción, vemos que la
media europea para estos productos ronda el 40% en la automedicación, con diferencias tan
significativas entre países como el solo 25% de automedicación de Francia, al casi 90% de
automedicación en Italia. En Alemania, con una alta tradición herborística, el porcentaje de
automedicación está alrededor del 60% y en España la automedicación en Plantas Medicinales
se acerca al porcentaje italiano, con alrededor de un 85%.
En cuanto a las patologías tratadas en automedicación con plantas medicinales,
observando globalmente Europa, vemos un abanico muy amplio. Frente a la creencia
extendida de que mayoritariamente se tratan el estreñimiento, los trastornos del sueño y los
resfriados, vemos que el 11% de la cuota lo ocupan los antivaricosos, el 8% los remedios para
la tos, mientras que los medicamentos y productos de plantas medicinales empleados contra el
estreñimiento o contra los trastornos del sueño igualan sus cuotas en un 6%. Claro que, si se
desglosara por países, los porcentajes variarían notablemente, pues en España, en
automedicación, es seguro que los laxantes ocuparían el porcentaje más alto, seguidos de los
utilizados contra los trastornos del sueño, aunque, si tenemos en cuenta los medicamentos de
plantas medicinales de prescripción y financiados, los porcentajes se asimilarían a los
europeos.
El problema sin embargo radica, como todos sabemos, en la falta absoluta de
harmonización legislativa. En España al no haberse desarrollado el artículo 42 de la Ley del
Medicamento, se rige principalmente por la Orden de 3/10/73 y el R.D. 3176/83, nos
encontramos pues, a grosso modo, con dos grandes grupos de productos:
- Medicamentos de Plantas Medicinales ( éticos, EFP o con registro PM), con indicación de
su acción o acciones terapéuticas y si procede de contraindicaciones, efectos secundarios
e interacciones y posología, de distribución en oficinas de farmacia, y
- Plantas Medicinales y sus productos de “uso tradicional”, (sin mención a su utilización, es
decir sin indicaciones), con la sola mención de su forma de utilización y que, teóricamente,
no deberían ofrecer dudas en cuanto a su seguridad.
Sin embargo todos sabemos la problemática existente al incumplirse la normativa y cómo
podemos encontrar verdaderos medicamentos en distribución libre (que es la mayoritaria), con

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Clinical trials in the safety and efficacy evaluation of phytopharmaceuticals – A scientific
challenge - 50th Annual Congress Society for Medicinal Plant Research, Barcelona September
8-12 2002
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Estrategia de la OMS sobre medicina Tradicional 2002-2005 – WHO/EDM/TRM/2002.1
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Dr. Hubertus Kranz – Plantas Medicinales, una revisión de la situación actual europea y
perspectivas de futuro – Conferencia de fecha 12 de Marzo 2002 - COFB de Barcelona

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XIII Congreso Nacional Farmacéutico Granada, 15-18 de octubre de 2002

composiciones en las que se incluyen extractos, aceites esenciales para uso oral y plantas en
si mismas poco seguras, con interacciones, contraindicaciones y efectos secundarios, no
incluidas en el anexo del 73, y sin ningún tipo de información al consumidor. Últimamente, se
ha agravado el problema con la aparición -en “tiendas especializadas”- de plantas peligrosas
publicitadas para uso lúdico, como “éxtasis vegetal”, “drogas inteligentes”, etc. Dando la falsa
idea de que por ser productos naturales están exentos de peligrosidad. Nada más lejos de la
realidad. Este hecho a llevado en los últimos tiempos a la retirada del mercado, por parte de las
autoridades sanitarias, de más de 200 productos ilegales de plantas medicinales.
Por todo ello, se hace tan necesario y urgente que los estados miembros avancen de
forma positiva en el desarrollo de la Propuesta de Directiva del Parlamento Europeo para
medicamentos de plantas medicinales de uso tradicional, presentada el 17 de Enero de este
año y que se está debatiendo actualmente.
Por todo lo expuesto, el papel del farmacéutico en la dispensación de las
medicamentos de plantas medicinales es esencial y preponderante. Como vemos las plantas
medicinales y los medicamentos de ellas derivados, incluidos los de uso tradicional, poseen
una acción farmacológica especialmente útil en indicaciones de trastornos leves o moderados y
también, solos o como complemento, en afecciones crónicas. Su margen terapéutico suele ser
amplio y sus efectos secundarios menores que los de los fármacos de síntesis. Sin embargo no
debe perderse de vista que el hecho de su procedencia natural no les exime de poder
presentar interacciones y contraindicaciones. Si tenemos en cuenta además que, como hemos
visto anteriormente un alto porcentaje de estos medicamentos entran dentro del apartado de
los medicamentos de autocuidado de la salud y por lo tanto, en el campo del consejo
farmacéutico, nuestra función en este campo está fuera de toda duda, y es de especial
importancia que basemos nuestra dispensación de fitoterapia en el consejo farmacéutico
acompañado de la correspondiente información al paciente sobre el producto, y también de la
correspondiente formación para destruir mitos, entre ellos el de “que todo lo natural es inocuo”
y de que “las plantas medicinales no son medicamentos”. Nadie tiene como nosotros la
competencia para ejercer en este campo una farmacovigilancia y educar a nuestros pacientes,
hacerles comprender que cuando toman una planta medicinal, aunque sea en infusión, y están
tomando otros medicamentos deben comunicarlo al médico y al farmacéutico para descartar
posibles interacciones o contraindicaciones.
Por otra parte, esta dispensación requiere, como en la dispensación del resto de los
medicamentos, una formación continuada que garantice nuestra competencia. No olvidemos
que el médico puede elegir para su paciente la terapéutica que considere más apropiada, o
más acorde con sus conocimientos: medicamentos de síntesis, homeopatía, fitoterapia..., pero
el farmacéutico tiene la obligación de conocer todos sus medicamentos, de síntesis,
homeopáticos o fitoterápicos, pues tiene el deber de atender con igual profesionalidad a todos
sus pacientes, elijan la terapéutica que elijan, para cuidar de su salud.

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