PROTEGER A LOS ÁRBOLES: beneficios ambientales para el

hombre y la biodiversidad
Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

Los árboles continúan desapareciendo de la superficie de la Tierra, a causa de

las actividades de deforestación y sobreexplotación de los recursos forestales
por parte del hombre, con fines productivos, habilitación de tierras para
actividades agropecuarias e industriales, de construcción y otras. El Paraguay
no es la excepción, pese a que la legislación protege a los árboles plantados en
diferentes espacios públicos, parques nacionales, reservas forestales y
territorios de comunidades originarias.

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ÁRBOLES

El 19 de junio se conmemora el Día del Árbol, que como cada año busca sensibilizar a
la sociedad acerca del valor de proteger a las especies forestales aún en pie y plantar
arbolitos donde sea posible. Si bien existen antecedentes, la fecha fue establecida el 11
de junio de 1976, por resolución n.º 656 del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
En aquel entonces, el objetivo era sensibilizar y motivar a los alumnos y estudiantes de
las escuelas primarias e instituciones de enseñanza media, profesores y padres, en la
plantación y el cuidado de los arbolitos en el patio o frente de estas instituciones
educativas, además de otros lugares de interés recreativo o cultural.

BENEFICIOS

Los beneficios que reportan los árboles como fuente de prosperidad y bienestar general
al hombre, y demás formas de vida en el planeta, están más que comprobados. Así, se
reconoce su valor vital para la vida del hombre, animales y plantas, ante los desastres
naturales que ocurren, los eventos climáticos extremos (sequías, inundaciones), el
calentamiento global y el incremento de los niveles de toxicidad del aire que se respira.
Particularmente en las ciudades, la presencia de los árboles reduce la polución y crea un
microclima más favorable para respirar, además de los efectos positivos desde el punto
de vista paisajístico, turístico y recreativo.

PARA RECORDAR

En el Almanaque del Maestro, obra escolar del profesor don Cosme D. Ruiz Díaz, se
encuentran las indicaciones para la educación de los alumnos a favor de la arborización.
Además, en la Cartilla Agropecuaria del año 1945, n.° 75-77, págs. 10 y 11, se puede
leer: “En el día elegido para la Fiesta del Árbol, cada grupo de dos, tres o cuatro
alumnos trasplantará un árbol frutal, de sombra, de madera… y seguirán cuidándolo por
todo el tiempo que se hallen en la escuela como alumnos. Así nacerá el cariño al árbol.
Si no prendiese, el grupo repetirá la plantación, multiplicando sus cuidados. También,
se podrá hacer almácigos de árboles en la escuela y preparar los ejemplares que serán
trasplantados en el día de la fiesta”. Lamentablemente, hoy en día, salvo excepciones,
esta loable iniciativa ambiental se ha dejado de lado.
CONCLUSIÓN

La insensibilidad del hombre para con los árboles no es nueva. El sabio suizo Dr.
Moisés Santiago Bertoni, y el escritor y periodista español Rafael Barret destacaban, ya
en el siglo pasado, cómo el corte indiscriminado de los árboles afectaba el clima y la
vida de las especies animales, entre otras consecuencias perjudiciales. Por su parte,
Bryce Nelson, ganador de premios periodísticos y educativos, señaló: “La gente que no
hace nada por conservar los árboles vivirá pronto en un mundo que tampoco podrá
sustentar a las personas”.

(*) Especialista en Comunicación Rural

FUENTE: Fernando Díaz Shenker / ABC Color – Suplemento Rural

16/06/2016.-