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UNIDAD CINCO
LOS ESCRITOS
DENOMINACION
Los escritos (heb. Ketubim) forman la tercera sección del canon judío. Aparentemente,
los Padres de la Iglesia dieron origen al término hagiografos (<<escritos sagrados») para
designar esta parte del Antiguo Testamento. A pesar de que no puede confirmarse la
conclusión de los Escritos antes de ca. 100 d.C., aparecen suficientes evidencias de una
tercera sección del canon (además de la Ley y los Profetas) tan temprano como en 180
a.c., cuando el nieto de Ben Sirac observa en el prólogo a Eclesiástico que su
distinguido abuelo se había dado intensamente a la lectura de la Ley, los Profetas y los
otros libros de los antepasados». Las palabras de Jesús subrayan un canon tripartito:
«...era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en
los profetas y en los salmos» (Le. 24.44). Lo más probable es que los «salmos» en este
contexto sea una abreviatura representativa de los Escritos, por ser la obra litúrgica
más significativa y por haber ocupado el primer lugar en la colección.
ORDEN
El orden que sigue actualmente la Biblia hebrea probablemente no sea anterior al siglo
XII d.C.: Salmos, Job, Proverbios, Rut, Cantares de Salomón, Eclesiastés,
Lamentaciones, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías, 1-2 Crónicas. Algunas tradiciones
judías anteriores varían en la ubicación de Crónicas -a veces al principio, a veces al
final de la colección- y el orden de Job y Proverbios. Los cinco rollos (heb. Megillot)
que se usaban para las fiestas y ayunos (Rut-Ester) aparecen juntos desde el siglo VI
d.C., aunque el orden actual, aproximadamente paralelo a los eventos litúrgicos
asignados, no tomó forma hasta el siglo XII: Cantares de Salomón (octavo día de la
Pascua), Rut (segundo día de la fiesta de las Semanas o Pentecostés), Lamentaciones
(noveno día de Ab, en señal de congoja por la destrucción del templo de Salomón),
Eclesiastés (tercer día de la fiesta de los Tabernáculos), Ester (Purim).
FECHA Y PROPOSITO
La fecha que se le asigna a la colección (300 a.C.-lOO d.C.) debe distinguirse de las
fechas asignadas a los libros individuales. Como colección, el Pentateuco y los Profetas
precedieron a los Escritos, aunque partes de los Salmos y Proverbios, sin duda, se
compusieron siglos antes de que alguna de las dos secciones anteriores llegara a su
forma final.
Varios libros de los hagiógrafos (p.ej., los Salmos y los cinco rollos) tienen como
propósito obvio su uso en la adoración pública. Otro propósito que explica el
agrupamiento de ciertos libros (Job, Proverbios, Eclesiastés) es su uso en la instrucción
práctica acerca de los caminos de Dios en la experiencia humana. Un tercer propósito
de algunos libros incluidos en los Escritos (Ester, Nehernías, Esdras) es actualizar la
historia del pacto hasta abarcar más de un siglo posterior al retomo del exilio. Crónicas
es algo diferente: apunta a contar otra vez la historia de Israel, de tal manera que las
lecciones del pasado cobren pertinencia para las necesidades de la comunidad judía
postexílica.
En esencia, el propósito de los Escritos como conjunto fue el de incluir a aquellos libros
sagrados cuyo propósito, carácter y fecha los excluía de las colecciones de la Ley y los
Profetas. Aunque los Escritos no contienen mandamientos específicos de Dios como la
Ley, ni oráculos específicos como los Profetas, son igualmente esenciales para la
edificación del pueblo de Dios: brindan modelos indispensables de oración y alabanza;
ofrecen discernimiento para comprender la acción de Dios en la historia; llaman la
atención del lector a las lecciones que pueden aprenderse de la creación y del ámbito
social humano; reflejan las respuestas ansiosas y airadas que dan las personas
creyentes al misterio de los caminos de Dios; y dan forma al coraje y a la devoción que
su pueblo debe mantener a pesar de la flaqueza humana y la oposición hostil.
Mg. Roberto Flores Gonzales Introducción al Antiguo Testamento
En síntesis, los Salmos, la literatura sapiencial, la historia del cronista, las canciones de
amor y lamentación y las visiones de consolación dan una expresión asombrosa a las
profundidades de fe que Dios espera de su pueblo. El impacto de la ley, la profecía y la
historia sobre las generaciones sucesivas habría sido menos potente, si Dios no hubiera
inspirado y conservado las emociones, las instrucciones y aun las frustraciones de los
Escritos. Son una parte esencial de «toda Escritura ... inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia...» (2 Ti. 3.16).
LA POESIA HEBREA
CARACTERISTICAS
La rima, el ritmo y la métrica. Los estudiosos de la poesía hebrea han lidiado largo
tiempo con problemas de métrica y ritmo. Hay consenso en que la rima es muy escasa
en la poesía bíblica y que, cuando la hay, es más bien una coincidencia. Sin embargo, la
mayoría de los eruditos del pasado ha dado firmes argumentos en defensa de la
presencia de la métrica y el ritmo. Posiblemente esto fue así porque el conocimiento de
la prosodia antigua procedía en gran parte de los poetas clásicos griegos y latinos
Cuando intentamos hablar de Dios pueden usarse dos métodos: la negación y la
analogía. Ya que Dios es infinito (sin límites) es imposible definirlo (ponerle límites).
Uno sólo puede decir lo que no es. Es «infinito» (no finito), «inmaterial» (no material),
«eterno» (no está sujeto a las categorías de tiempo y espacio), «inmutable» (no cambia),
etc. Este método se deriva del racionalismo occidental formado en gran parte por
métodos filosóficos griegos. El otro enfoque es comparar a Dios con algo conocido en
nuestro sistema de tiempo y espacio. Aquí se entra en las imágenes y el simbolismo del
mundo bíblico. Aunque encontramos este enfoque a lo largo de la Biblia, en ningún
lugar se hace tan evidente como en la poesía. Lo que no se ha visto puede conocerse
mediante comparaciones con lo visible. En última instancia a Dios puede conocérselo
más plenamente en la imagen encarnada de su Hijo. En muchos aspecto, el enfoque
Mg. Roberto Flores Gonzales Introducción al Antiguo Testamento
bíblico es superior al filosófico porque las personas aprenden mucho más y mejor a
través de los sentidos que mediante la especulación. La poesía bíblica ejerce una
atracción universal. Su estructura y las imágenes que utiliza no se pierden en
traducción. Habla a «toda nación, parentesco, pueblo y lengua».
Igualmente, no hay mejor manera de expresar fe en Dios y devoción a él que por medio
del canto. Una buena parte de la poesía del Antiguo Testamento se inició justamente
así. En vez de alegar ser una fuente de doctrinas teológicas, simplemente comunicaba
la fe del cantante, debido a que la comunidad creyente podía unirse al canto que
expresaba su fe y devoción. Aun así, continúa siendo no sólo una forma de conocer a
Dios, sino, más aún, una forma de alabar al único digno de ser alabado.
El libro de Daniel es un apocalipsis. Como tal, contiene uno de los más grandes
mensajes del Antiguo Testamento: el reino de Dios reemplazará a los reinos de este
mundo. Otros profetas nos han permitido vislumbrar este futuro, pero en Daniel el
mensaje es sostenido, revelado en numerosas visiones a lo largo del libro. Es una pena
que a una obra de esta magnitud se le haya restado importancia, haya sido considerada
ridícula o fantasiosa e indigna de ser tomada en serio, o usada como vehículo para
todo tipo de especulación, para fijar sistemas del fin del tiempo y fechas.
Profecía. El canon hebreo no incluye a Daniel entre los profetas. Algunos estudiosos
sostienen que su fecha tardía significó que esa sección del canon ya se había cerrado.
Otros sostienen que el libro no es una verdadera profecía, sino otra forma que no
condena la conducta pecaminosa ni recomienda un sistema ético elevado. Estos puntos
de vista sugieren una interpretación errónea del propósito del libro.
Un propósito básico es revelar los eventos que sucederán a medida que el Dios del
pacto despliegue el futuro. Dios dio a Daniel y a sus compañeros «conocimiento e
inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y
sueños» (Dn. 1.17). Cuando fue llamado a interpretar el sueño de Nabucodonosor, dice
que Dios «ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los
postreros días» (2.28; cf. vv. 44s.). El sueño de Nabucodonosor sobre el árbol que era
cortado predice lo que le sucedería si no reconocía que «el Altísimo tiene dominio en el
reino de los hombres»(4.25). La interpretación de las palabras que Belsasar vio sobre la
Mg. Roberto Flores Gonzales Introducción al Antiguo Testamento
pared se refieren al final de su reino (5.26). El sueño de las cuatro bestias que tuvo
Daniel es una revelación del fin de los reinos humanos y del advenimiento del reino
que los santos del altísimo han de heredar (7.17, 27). La visión del camero y del macho
cabrío es «para el tiempo del fin» (8.17; cf. v. 19). La visión de las tardes y las mañanas
ha de ser guardada «porque habrá aún para muchos días»(BJ) .El interés de Daniel por
los setenta años de la profecía de Jeremías puede entenderse no sólo en relación con la
restauración y reconstrucción de Jerusalén, sino además en relación con el «Mesías
Príncipe»y luego el «desolador» (9.25-27).La profecía de conflicto entre Persia y Grecia
se minim.iza y «el varón» dice a Daniel que «he venido para hacerte saber lo que ha de
venir a tu pueblo en los postreros días» (10.14).La profecía respecto a futuros reyes en
Persia, la victoria de Grecia (una inferencia razonable aun cuando no se exprese
explícitamente),y la ruptura de ese reino en cuatro partes (una inferencia; cf. 11.3s.)
parecen detallar el fin del imperio persa, la victoria de Alejandro, la división de su
reino entre sus generales (<<sucesores»),y el surgimiento de los Ptolomeos en Egipto y
las Seléucidas en Siria, todos eventos que se encaminan hacía «la abominación
desoladora» (11.31;cf. 9.27; 12.11;ver además Mt. 24.15; Mr. 13.14).Pero éste no es el
propósito principal de la revelación. La profecía continúa hasta el tiempo en que
«Miguel» se levante, «el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo», en el
tiempo en que «será libertado tu pueblo» (12.1) y aconteció la resurrección de los
muertos (v. 2, un claro indicador de un futuro todavía lejano).
Cuando Daniel quiere saber más, se le recuerda que «estas palabras están cerradas y
selladas hasta el tiempo del fin» (v. 9; cf. v, 4).
PRACTICA 5
J.Sicre, Introducción al Antiguo Testamento. Edit. Verbo Divino: Navarra, 2000. Págs.
257-288 “ Libros Sapienciales y poéticos”
REPORTE DE LECTURA 3
Se realizará un resumen en dos páginas (con sus propias palabras) señalando las ideas
principales de la lectura. En una tercera página, se hará la observación del estudiante
acerca de lo leído (fortalezas y debilidades de la propuesta del autor)