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CLÁUSULAS ABUSIVAS
Pero, y siguiendo al mismo autor, ..."el contrato pasa a ser un instrumento de la vida
social y económica, cuyo contenido no es el resultado de la voluntad de dos partes
mediante el juego de la oferta y la aceptación"... "desaparecen las tratativas o
negociaciones preliminares, el regateo negocial, típico de la negociación clásica, y solo
lo encontramos en la negociación artesanal de pequeños almacenes o ferias de barrio;
con esto cambia profundamente el íter contractual, los contratos se transforman en
stocks automáticos e instantáneos".
Clave en todo este desarrollo es el literal g) del artículo 16 al que ya nos hemos
referido, y que insertamos al inicio del Capítulo.
La primera es que en la materia se habla de que las cláusulas "se tendrán por no
escritas". Ello alude o se inserta en el tema de la "nulidad". Generalmente, en el derecho
civil clásico se habla de "nulidad", la que en general aparece referida a contratos más
que a cláusulas, o partes de él. Así, es nulo el contrato de objeto ilícito (o prohibido por
la ley), o con cláusula ilícita; o el que no ha sido otorgado con las solemnidades legales.
En esta materia, la nulidad afecta a "cláusulas".
Otra característica consiste en que, en esta ley se propone una especie de "cirugía"
para salvar el contrato, es decir, depurarlo de no ser eficaz por ser nulo. Se permite que
las partes —o el juez— sustituyan la cláusula "enferma", insertando en el contrato la
que más se avenga con la naturaleza del contrato y con el resto de las cláusulas.
2. Recuperar el equilibrio
Y todo esto, ¿para qué? Para recuperar, parafraseando a Milton, el "paraíso perdido"
descrito por él en su espléndido lenguaje. En nuestro más terrenal mundo, este paraíso
perdido es el de la presunta pero inexistente igualdad entre las partes: entre la
multinacional que vende una bebida refrescante y el solitario y sediento ciudadano que
disfruta de ella; entre el agente de la línea aérea que con sus aeronaves surca los cielos y
la modesta turista de clase económica que ocupa un asiento en aquéllas.
¿Recuperar equilibrio entre partes tan disímiles? Difícil, pero no imposible. Por un
lado, quien confecciona el contrato (estipulante); por otro, el consumidor (aceptante),
apoyado por la Ley— lo intenta.
a) Otorguen a una de las partes la facultad de dejar sin efecto o modificar a su solo
arbitrio el contrato o de suspender unilateralmente su ejecución, salvo cuando ella se
conceda al comprador en las modalidades de venta por correo, a domicilio, por
muestrario, usando medios audiovisuales, u otras análogos, y sin perjuicio de las
excepciones que las leyes contemplen;
f) Incluyan espacios en blanco, que no hayan sido llenados o inutilizados antes de que
se suscriba el contrato,
¿Por qué? Simplemente, porque afecta a la justicia, que es objeto y finalidad del
derecho.
Una cosa entonces nos queda clara: la Ley AGB es aplicable a condiciones generales,
no a contratos singulares.
Opera aquí el principio de que "hay que salvar el contrato". Por ello, el AGBG en su
lit. 6 dispone:
a) Si las AGB no llegan a ser, en todo parte, integrante del contrato, o éste no produce
efecto, el contrato tiene efecto en el resto;
b) Si las disposiciones no logran formar parte del contrato, su contenido es aquel que
indican las leyes aplicables a él,
Siguiendo a nuestra fuente, las AGBG operan en especial en los siguientes contratos:
— hogares de ancianos.
— comercio de automóviles.
— reparación de automóviles.
— arriendo de vehículos.
— lavado de automóviles.
— contratos de construcción.
— lavasecos.
— comercio de fotografía.
— organización de conciertos.
— corretaje.
— comercio de muebles.
— estudios de deportes.
— videotecas.
— derecho de arrendamiento.
— Viajes.
En cuanto al derecho extranjero, nos referimos, como tantas otras veces, al Código de
Defesa do Consumidor, importante por sus preceptos tan necesarios como se ve en
economía como la nuestra.
Éste, en su art. 39, que se preocupa de calificar como compendio no taxativo de
cláusulas (prácticas) abusivas, consigna las siguientes:
Una observación nuestra: tales disposiciones son obvias, están repetidas en otros
campos, o pertenecen al campo de los principios del derecho.
Si el contrato consta de partes (cláusulas), ¿en qué medida la nulidad de una cláusula
afecta a otras?
Nuestro Código Civil discurrió sobre la base de la nulidad del acto jurídico,
entendiéndolo en su totalidad.
Lo mismo ocurre con el C. Civil, francés, ya que en su art. 1172, disponer que toute
condition d' une chose impossible, ou contraire aux bonnes moeurs, ou prohibié par la
loi est nulle, etc rend nulle la conventión qui en dépend.
El derecho alemán abre una puerta más amplia a la nulidad parcial, si examinamos el
BGB en su art. 139:
Y el art. 140:
Si un negocio jurídico nulo satisface los requisitos de otro negocio jurídico, vale el
último, si ha de entenderse que su validez sería deseada con conocimiento de la nulidad.
Si tenemos presente que entre la dictación de los Códigos Civiles franceses (Code
Civil) y alemán (BGB) medió un siglo (1804-2000), podemos expresar que la ley y la
doctrina apoyan la nulidad parcial.
Puede "integrase" el contrato con la ley supletoria, es decir, la que entra a regir si
nada han pactado las partes sobre el punto acordado.
Nosotros completaremos estos dos análisis con cláusulas de la vida real, o construidas
expresamente con fines de esclarecer en máximo grado esta importante materia.
Es claro que hay casos de nulidad que no precisan discernir entre nulidad total y
parcial. En nulidades como la ocasionada por la incapacidad de una de las partes, o por
no haberse contraído el acto con las solemnidades legales, es inútil el análisis que
pretenda el salvataje de una cláusula si el contrato en sí es nulo.
Ellas se refieren a los contratos por adhesión, y en esta ocasión presentamos solo un
resumen de lo contenido en cada literal.
a) Desglose de los cargos, comisiones, costos y trampas que refleje el valor efectivo
del servicio;
b) Causales que den por terminado antes del plazo el contrato por parte del prestador;
d) Obligación de redactar un anexo que anuncie, si los hay, los servicios conexos;
El art. 17 F, dispone que los proveedores de los productos de que aquí se tratan no
podrán enviar productos o contratos representativos de ellos al domicilio o lugar de
trabajo del consumidor, si no han sido solicitados por éste.
El art. 17 J, obliga al proveedor a elaborar, para cada persona que se obligue como
avalista o fiador o codeudor solidario, una ficha explicativa acerca de lo que tales roles
significan. El analista fiador o codeudor firmará dicha ficha.
El art. 17 K, señala los efectos de parte del proveedor de lo dispuesto en los arts. 17 B
a 17 J, y castiga con multa los eventuales incumplimientos.
En el párrafo 4 del Título II, arts. 16 y 17, la Ley aborda la cuestión de las cláusulas
abusivas.