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INSTITUCION EDUCATIVA

MATER ADIMIRABILIS

CIENCIAS SOCIALES: QUINTO GRADO

ONCENIO DE LEGUIA

CONSTRUCCIÓN TEMÁTICA:
Próximo a finalizar su gobierno José Pardo, convocó a elecciones. El partido Civil lanzó la candidatura de Antero
Aspillaga y la oposición a Augusto B. Leguía, llevada a cabo las elecciones, Leguía sabía que no obtendría mayoría
absoluta razón por el cual el 04 de julio de 1919, dio un golpe de estado, disolvió el congreso y estableció un gobierno
provisional, al cual denominó “Patria nueva”. El “Oncenio” marcó un nuevo rumbo en la historia republicana del Perú.
CARACTERIZACIÓN DEL ONCENIO
La Patria Nueva u Oncenio es un período muy significativo en la historia del Perú debido a que se afianza el control
económico de los EE. UU. sobre el país, desplazando al capitalismo inglés que se encontraba en crisis, después de la
Primera Guerra Mundial.
Para lograr que la economía peruana funcione, según los intereses del capitalismo norteamericano, era necesario
realizar un conjunto de reformas políticas, económicas, sociales, etc. las cuales sólo se podían hacer mediante un
gobierno autoritario y dictatorial, Augusto B. Leguía dirigió un gobierno que reformó el Estado y desplazó del poder
político a la oligarquía civilista, subordinada al capitalismo inglés.
Muchos investigadores han opinado sobre este gobierno; entre ellos, por ejemplo, Julio Cotler: "El Oncenio es el
nacimiento del Perú moderno" y, por otro lado, Pablo Macera compara el Oncenio con el gobierno de Velasco
Alvarado.
Augusto B. Leguía había participado en el gobierno de José Pardo (1904 - 1908) como ministro de Hacienda,
demostrando gran habilidad para conseguir empréstitos; además manejaba las finanzas como empresario pragmático.
Durante el gobierno, de 1908 a 1912, planteó la necesidad de reformar el Estado y apoyarse sobre una base social más
amplia (clase media, obreros, campesinos) cuestionando así la esencia del Estado oligárquico civilista llamada también
República Aristocrática. Esta posición lo llevó a romper con el civilismo, retirándose al exterior.
PERÍODOS DE SU GOBIERNO
Período de proyección democrática y anticivilista (1919 – 1922)
Augusto B. Leguía dirigió una campaña anticivilista con el fin de desplazar al viejo partido del poder político; para hacer
esto realidad, entró en alianza con el sector industrial y financiero, vinculado al capital norteamericano y, además,
obtuvo el apoyo de los sectores sociales medios, de una parte de la clase obrera y del campesinado falto de
orientación política.
A medida que Augusto B. Leguía lograba tomar las riendas del Estado iba destruyendo los mecanismos de poder y
control de los civilistas y reemplazándolos por los de la Patria Nueva.
Período de la hegemonía norteamericana y de la autocracia (1923 – 1930)
En este período, el capitalismo norteamericano controla la economía peruana e influye tanto en la política interna
como externa. Entre 1926 y 1930, Leguía llega a su auge como figura política debido a los empréstitos de la banca
estadounidense, la construcción de obras públicas y la enmarañada red de clientelaje político que organizó y dirigió.
Las contradicciones internas se agudizaron con el clima de protestas de la clase obrera, la clase media y eL
campesinado contra la marginación. En 1930 se produce la caída de Leguía y la intensificación de las luchas populares.
ASPECTO POLÍTICO:
El oncenio de Leguía, bautizado por él mismo como "La Patria Nueva", significó el final de la supremacía política de la
oligarquía civilista, la cual pasó a ser hostilizada duramente por el régimen. Significó un intento de acabar con las
tradicionales formas de hacer política; sobre todo se buscó dar participación en la política a sectores sociales
históricamente marginados como eran la clase media y el pueblo. Se intentó, sin éxito, modernizar al Estado, lo cual,
como dijimos antes, significaba una voluntad de ruptura con los viejos esquemas políticos del Perú del siglo XIX. Otra
muestra de este intento de querer dejar atrás los viejos esquemas políticos del siglo XIX fue la derogación de la
Constitución de 1860 y la promulgación de una nueva Carta Magna en 1920. El jurista Mariano H. Cornejo es
considerado como el padre de esta nueva Constitución. En esta nueva constitución se elevó el período presidencial de
cuatro a cinco años, asimismo el Estado reconoce y protege a las comunidades indígenas, se prohíben los monopolios
y se someten las propiedades a las leyes del Estado. Por otro lado, quedaba prohibida la reelección presidencial
inmediata; sin embargo, Leguía pudo ser reelegido dos veces: en 1924 y 1929, gracias a las reformas constitucionales
de 1923 y 1927 con las cuales quedó legalizada la reelección. El "oncenio" fue una dictadura civil disfrazada de
democracia la cual se caracterizó por una constante persecución y hostilización a los opositores al régimen,
principalmente líderes del Partido Civil, a quienes se les aplicaba duras sanciones que iban desde la deportación hasta
los encarcelamientos e inclusive, en algunos casos se habría llegado hasta los asesinatos extrajudiciales.
ASPECTO ECONÓMICO
Por otro lado, la economía peruana, durante los años del "oncenio" va a virar drásticamente, después de haber estado
vinculada principalmente a los intereses de la economía inglesa durante casi cien años, pasó a depender de la
economía estadounidense. Esto se produjo debido al fortalecimiento de la economía norteamericana luego de la
Primera Guerra Mundial, lo cual le permitió el control de las economías de casi todos los países de Latinoamerica.
La penetración de inversiones norteamericanas se dio en el sector minero: Cerro de Pasco Mining Co., Mininig and
Smelting Co; Petróleo: Internacional Petroleum Company; y textiles: W.R. Grace and Co. y Duncan Fox. Asimismo hay
presencia de capitales norteamericanos en actividades de comercio y comunicaciones.
Leguía inicia la expansión del aparato administrativo del Estado, aliándose con los sectores sociales medios. Este
crecimiento estatal se financió con el impuesto a las exportaciones agrícolas (caña de azúcar y algodón) perjudicando,
así, a la oligarquía agroexportadora; también se financió con los empréstitos de bancos norteamericanos. Tales
ingresos servían además para ampliar la infraestructura material: carreteras, caminos, irrigaciones, urbanizaciones y
mantener a la burocracia estatal y a la clientela política, adicta al régimen de la Patria Nueva.
Los impuestos a la actividad minera y petrolera, por el contrario, no subieron; así se beneficiaba a los enclaves con
capital norteamericano, como la International Petroleum Company, que controlaba La Brea y Pariñas, y la Cerro de
Pasco Minning Co., ambas gozaban de una situación privilegiada.
Para 1921, las importaciones norteamericanas significaban el 45% del consumo interno. Por otro lado, el Estado
levantó enormes empréstitos con los Estados Unidos, los cuales hicieron que la deuda externa con los Estados Unidos
se elevase en sólo diez años de diez millones de dólares a más de cien millones. Con el importe de estos créditos, el
gobierno se dedicó a la realización de obras públicas tanto en Lima como en provincias. Asimismo, se crean bancos
estatales como el Banco de Crédito Agrario y el Banco Central Hipotecario, a través de los cuales el gobierno va a
transferir muchos de los recursos económicos obtenidos de los empréstitos, a manos de los sectores de clase media.
Se crea también el Banco Central de Reserva como el ente financiero peruano.
Otro punto importante de la política económica del Oncenio se basó en los empréstitos, entregando como "garantía"
riquezas, servicios y rentas del país. Los préstamos que el gobierno de Leguía gestionaba ante la banca norteamericana
coincidían con los intereses yanquis, los cuales tenián necesidad de colocar sus capitales en el exterior para resolver así
los problemas de la acumulación interna en la economía norteamericana, logrado por los grandes beneficios, durante
la primera Guerra Mundial. Exportaba a Europa y satisfacía la demanda de insumos que Inglaterra, Francia y Alemania
no podían asumir, por la guerra; además EE.UU., buscó consolidarse como potencia exportando capitales a América
Latina, África y Asia.
La política de empréstitos del Oncenio, buscaba sanear deudas anteriores, cubrir el déficit fiscal y financiar las obras
públicas, especialmente en Lima, para satisfacer las necesidades de los sectores sociales medios y de las clases
potentadas. .
Obras públicas.
1° Construcción del sistema de procesamiento de agua potable en La Atarjea (Lima) y en otras ciudades como
Arequipa, Tru;illo, Cusca, etc.
2° Ampliación de las instalaciones portuarias en el Callao a cargo de The Frederick Snare Co que construyó el
terminal marítimo.
3° Construcción de calles, avenidas, parques y plazas como las avenidas Leguía, hoy avenida Arequipa; El Progreso,
ahora Venezuela; La Unión, ahora Argentina; el Parque de La Reserva, la Plaza Dos de Mayo, el Palacio de Justicia,
el Palacio Arzobispal, etc. Además también se iniciaron trabajos de urbanización en zonas rurales como Santa
Beatriz, Jesús María, San Isidro, Lince, Breña y Miraflores, donde se estaban afincando las clases medias y altas. La
Fundation Company, filial de una de las empresas prestamistas, fue la empresa encargada por el Estado para
construir gran parte de las obras públicas.
4° El gobierno de Augusto B. Leguía también puso énfasis a las irrigaciones, con dos claros objetivos: ampliar las zonas
de cultivo y regular el suministro de agua en los valles costeños para así ejercer presión sobre la oligarquía civilista
latifundista.
En 1920 se promulgó la Ley de Aguas en la cual se establecía que este recurso es de propiedad estatal; a partir de
entonces, el Estado distribuirá el agua en los valles costeños, teniendo así un instrumento poderoso para
amedrentar a los latifundistas costeños y anular, por lo consiguiente, cualquier tipo de oposición al gobierno de la
Patria Nueva. Uno de los funcionarios más importantes a cargo del control de aguas y de la política de irrigación
fue Charles Sutton, llamado el Virrey del Norte (Entre los proyectos de irrigación más grandes estaban la irrigación
de las pampas del Imperial en Cañete y el proyecto Olmos, este último no llegó a concretarse.
ASPECTO INTERNACIONAL
En el aspecto internacional, el gobierno de Leguía va a procurar solucionar los problemas limítrofes aún pendientes.
Así pues, se firmó con Colombia el Tratado Salomón-Lozano en 1922 con el cual se cerró al viejo problema fronterizo
sobre la selva norte en disputa con el vecino del Norte desde fines del siglo XIX. Lamentablemente la solución no fue
positivista para el Perú; el gobierno de Leguía entregó a Colombia los territorios comprendidos entre los ríos Caquetá y
Putumayo y el llamado Trapecio Amazónico, a cambio los colombianos nos cedieron el Triángulo de Sucumbios.
Este tratado fue lesivo para los intereses del Perú, pero permitió a Colombia tener acceso a la libre navegación por el
Río Amazonas. Además, se puso fin al tema de Tacna y Arica, ya que Chile no había mostrado voluntad para la
realización del plesbicito. Con la firma del Tratado de Lima de 1929: Rada Gamio-Figueroa Larraín; el Perú recuperaba
Tacna y Chile se quedaba con Arica a perpetuidad.
Por otro lado, se va a producir el Laudo de París sobre los yacimientos de la Brea y Pariñas en manos de las empresas
New Jersey Oil Company y Estándar Oil Company. La Corte internacional de París falló a favor de las petroleras
norteamericanas. Así el Perú renunciaba a los impuestos que las petroleras debían pagarle durante cincuenta años, así
como renunciaba al canon petrolero y se comprometía a no elevar en veinte años los impuestos a la exportación del
petróleo. Asimismo, en este gobierno, se amplió la concesión de los ferrocarriles del Perú a noventa y nueve años a la
Peruvian Corporation.
IV. ASPECTO SOCIAL
El gobierno de Leguía trató de reivindicar la situación de la población indígena con una serie de dispositivos como
fueron la creación del Patronato de la Raza Indígena, el reconocimiento a las comunidades indígenas, la instauración
del Día del Indio el 24 de junio, la creación de la Dirección de Asuntos Indígenas en el Ministerio de Fomento, etc. Sin
embargo, todo esto fue solo letra muerta pues en la práctica, el régimen leguiísta sometió a la población indígena a
mayores maltratos a través de la llamada ley de Conscripción Vial. Con dicha ley, el gobierno obligaba a todos los
varones entre 18 y 60 años, que vivieran en pueblos por donde se estaban construyendo carreteras, a trabajar
gratuitamente por doce días al año en su ejecución. Aquellos que no quisieran realizar este trabajo debían abonar al
Estado un impuesto exoneratorio. Obviamente los indios, que no contaban con los recursos para exonerarse, debieron
acudir a este tipo de trabajo forzoso; por esta razón a la conscripción vial se le ha llamado también la "mita
republicana".
V. NUEVOS PARTIDOS POLÍTICOS.
El gobierno de Leguía, llamado pomposamente Patria Nueva iniciaba una campaña de persecución y autoritarismo;
desde 1922 hasta 1929, y luego hasta su caída en 1930. Para mantener el nexo con el imperialismo de EE. UU y ocultar
la corrupción, el gobierno organizó un fraude electoral y la reelección en 1924 y, posteriormente, en 1929.
A pesar de existir un panorama sombrío para las libertades políticas, se van a dar los espacios para la aparición de
nuevos movimientos, inicialmente clandestinos, que en el futuro se convertirían en los referentes políticos más
importantes del siglo XX.
Hablamos por un lado del A.P.R.A. (Alianza Popular Revolucionaria Americana) fundada en 1924 en México por el
exiliado joven sanmarquino Víctor Raúl Haya de la Torre. El A.P.R.A era un movimiento de juventudes de clases medias
con una marcada posición antiimperialista norteamericana. En 1930, luego de regresar de su exilio, Haya de la Torre
fundó el Partido Aprista Peruano.
Por otro lado, en 1928, el joven autodidacta de origen pobre, José Carlos Mariátegui, fundó el Partido Socialista
Peruano, cuyo planteamiento era transformar desde sus bases a un país semi colonial como era el Perú, con una
economía semi feudal y que estaba sometido a presiones del imperialismo capitalista del occidente.
VI. EL FINAL
En 1929, estalló la crisis económica mundial fruto del colapso de la Bolsa de Valores de New York. Esto trajo consigo el
desplome de las economías latinoamericanas, incluida la peruana. Los efectos fueron muy graves: paralización de
obras públicas; crisis de la agro industria costeña, desaparición de la Libra Peruana (la cual fue reemplazada por el Sol
de oro en 1930), desabastecimiento y carestía de los productos de primera necesidad lo que trajo consigo el colapso
del gobierno en agosto de 1930.
Esta situación, junto al desgaste del régimen dictatorial, provocaron revueltas y rechazos al gobierno, por lo que el 22
de agosto de 1930, se produjo el pronunciamiento militar de Arequipa, dirigido por el Comandante Luis M. Sánchez
Cerro. En Lima, el General Manuel María Ponce se hace cargo de la ciudad ante la dimisión de Leguía, quien fue
capturado, traído a Lima, internado en la prisión del Panóptico y finalmente murió en 1932, víctima de una penosa
enfermedad. De esta manera, llegaba a su fin el gobierno más largo de la historia republicana del Perú, dándose inicio
a una nueva etapa conocida como el Tercer Militarismo.
Actividad a desarrollar
1. Describe los principales rasgos característicos presentes en el Oncenio de Leguía.
2. Confecciona un cuadro sinóptico de los períodos del Oncenio
3. Describe las principales acciones políticas desarrolladas durante el oncenio.
4. Describe las medidas y hechos económicos ocurridos durante el Gobierno de Leguía.
5. Lee la información referida al aspecto internacional, luego en un mapa, representa el área geográfica cedida a
Colombia y a chile.
6. Investiga, cuáles fueron los principales empréstitos realizados durante el Oncenio?

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