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cuadripolar
por Patrice Guinard
-- traducción Angeles Rocamora --
Nota: Este texto abarca los capítulos 12 y 14 de mi tesis doctoral (1993). Mi preocupación
no es didáctica, sino presentar ciertos materiales fuera del análisis a menudo consensual
por medio del cual el sentido desaparece. El cuadro presentado al final tiene como objeto
poner luz globalmente a las relaciones transversales que pueden aparentar diversos
agrupamientos isomorfos e interdependientes. El enfoque matricial mantiene la
composibilidad (Leibniz) de las opciones y de los puntos de vista, al contrario del
razonamiento filosófico, siempre en busca de una subordinación.
El exceso de excitación natural puede conducir a la manía (arrebato, exaltación del humor,
sobreexcitación intempestiva, desencadenamiento colérico de los instintos con ruptura de
los frenos sociales y morales) y a la ciclotomía (alternancia de momentos de euforia y de
desaliento, de frenesí y de abatimiento), y puede evolucionar hasta la psicosis maníaco-
depresiva (alternancia de agitación violenta y de agobio doloroso con desmoronamiento de
lo real). El exceso de inhibición natural ligada a la inducción negativa (polarización de la
excitación) puede ser relacionado con la neurosis obsesiva (permanencia de una idea fija o
de una situación paralizante). [3]
Patología y modernidad
En la vida despierta, en realidad endormecida según Heráclito, raramente estamos
enteramente "vivos", y varias partes de sí mismo yacen inertes, sacrificadas a una agitación
mecánica. Al contrario: "Sumiéndome en la 'locura', yo me reencontré, creo en mi fondo, y
coincidí conmigo, ya no como observador-voyeur, sino yo vuelto a mí y allí, arriba, de
lleno sobre nosotros, el tifón." [5] La neurosis incita a salir de la "normalidad" y de los
estereotipos del ambiente, y más concretamente, de la rutina de la "adaptación" y del
sacrificio a lo exterior, es decir, de la servidumbre y de la renuncia a sí mismo. [6]
No hay psicosis en un desarrollo unilateral de lo mental que avale los desórdenes psíquicos.
Incluso el esquizofrénico desemboca a disposiciones estereotipadas y a la petrificación de
sus estados psíquicos sobre ideas absolutas, que serían la ausencia de dominación de no
importa qué idea, o la negación de toda egoidad. Franz Mesmer, que elaboró una
psicoterapia por la hipnosis, un siglo antes de Joseph Breuer, uno de los precursores del
psicoanálisis, consideró ya la enfermedad nerviosa como un fenómeno contingente
resultante de un bloqueo mental de las fuerzas naturales. [7]
Las sociedades arcaicas habían desarrollado una cultura mágica ligada al descubrimiento de
las propiedades activas de las plantas psicotrópicas. Según Frobenius ***
"Bastó al indio pronunciar el nombre del dios que él adoraba, para que éste, dirigido por la
palabra, apareciera." [10] Una planta, es una persona. Lophophora williamsii, el peyote, se
denomina Ciguri entre los Tarahumaras, Hikuri entre los Huichols, Mescalito entre los
Yaquis. "CIGURI no es una planta, es un hombre a quien le habéis suprimido un miembro
al saltear el campo de Peyote." [11] Igualmente, Mescalito es un maestro que enseña la
"justa manera de vivir". [12]
Henri Michaux experimentó los efectos de diversas drogas psicotrópicas sobre la actividad
psíquica y mental. Su principal conclusión es que estas sustancias, desarraigadas de una
cultura que sabe domesticarlas, sólo reenvían al individuo a su mente y a su aislamiento, a
su ego en su invasora y absurda suficiencia, a un pensamiento que gira en círculo, antes de
embalarse y de implosionar en sí misma. Dicho de otro modo, la ingestión de plantas
psicotrópicas no salva al occidental de su insoportable egoidad.
Pavlov constató ya la acción específica de diversas sustancias sobre los procesos nerviosos:
el bromuro y las sales de calcio refuerzan la inhibición, la cafeína la excitación... Más
generalmente, los diversos psicotrópicos y modificadores de la actividad psíquica
incrementan una u otra de las cuatro formas de excitabilidad: los estimulantes y excitantes
(anfetaminas, cocaína, cafeína, efedrina...) la velocidad de excitación, los alucinógenos,
onirógenos y psicomiméticos (mezcalina, psilocibina, LSD...) la lentitud de excitación, y
los narcóticos y euforizantes (morfina, heroína...) la lentitud de inhibición, y los
tranquilizantes, antidepresores y barbitúricos la velocidad de inhibición. [13] En su
Abecedario [14] , Gilles Deleuze declaraba tener confianza en la farmacología más que en
el psicoanálisis para la terapia de los trastornos psíquicos. Si la economía psíquica se
organiza según cuatro polos, según la enseñanza del zodíaco astrológico, entonces las
diversas sustancias deben encontrarse allí en sus relaciones con los procesos psíquicos y
con sus incitadores zodiacales.
Las consideraciones anatómicas del francés Claude Sigaud han desembocado en una
clasificación cuaternaria similar: la expansión de una zona corporal (miembros, abdomen,
tórax o cráneo), en relación con cuatro medios específicos (físico, alimentario, atmosférico,
social), conduciendo a la distinción entre los tipos muscular, digestivo, respiratorio y
cerebral. [20] La psicóloga Léone Bourdel, que se apoya en los trabajos del inmunólogo
austríaco Karl Landsteiner (1868-1943), imaginó, inspirándose en una terminología
musical, a partir de los grupos sanguíneos (B, A, O, AB), cuatro perfiles psicológicos
distintos: rítmico, armónico, melódico, complejo, los cuales corresponden más o menos,
según las descripciones que han sido dadas, y en este orden, a los cuatro temperamentos
hipocráticos (colérico, melancólico, flemático y sanguíneo). [21]
El célebre modelo junguiano, tomado por numerosos astrólogos, distingue dos funciones
racionales (cuyos contenidos son elaborados), el Sentimiento y el Pensamiento, y dos
funciones llamadas irracionales (cuyos contenidos son dados), a saber, la Intuición y la
Sensación. Las dos funciones "racionales" serían incompatibles entre ellas, pero
compatibles con una u otra de las funciones "irracionales". Lo mismo ocurre con las
funciones llamadas irracionales. [22]
5. La clasificación muy desigual de las frecuencias entre los ocho tipos. Así, los tipos
Amorfo, Apático y Sanguíneo ¡representan sólo alrededor del 11% de la población en la
experiencia de Heymans! [28] Esta sola constatación descalifica el modelo.
6. La utilización del modelo genera análisis empíricos y a menudo contradictorios según los
intérpretes. [29] Igualmente, las correspondencias entre esta tipología y sus concurrentes,
como la de Jung o los tipos de Galien, son discordantes según los autores. [30]
Se pueden destacar otras correlaciones entre los tipos zodiacales y algunos otros
dispositivos de la psicología empírica, como los mecanismos freudianos de defensa del Yo.
Arraigados en la angustia, ligados a la represión y de tendencia psicótica según el
psicoanalista vienés, sin embargo parecen ilustrar algunas estrategias globales de
comportamiento teniendo su lado positivo. [34]
Las diversas correlaciones entre las caracterologías y la astrología aparecen al final bastante
tenues e inoperantes. ¿Qué sabemos más sobre Aries, considerándolo como colérico,
muscular y de tipo sensación extrovertido? La astrología no depende de ninguna tipología
empírica, incluso si el enfoque colateral de la reflexología pavloviana puede ayudar a
comprender cómo la diversidad zodiacal se constituye progresivamente a partir de reflejos
y actitudes específicas, por la repetición de las formas y de los ritmos de la excitabilidad.
La astrología no es una tipología, sino más bien una arque-tipología o una meta-tipología
por las siguientes razones:
Nadie es lo bastante simple como para parecerse a un "tipo" de Le Senne. Cada uno se
parece más bien a Cardan o a Montaigne: valiente o perezoso según los momentos, sensible
o indiferente, alegre o triste según las circunstancias o las situaciones. Los "rasgos de
carácter" no son nunca adquiridos, y una estadística que conforma sus cimientos, descansa
sobre un terreno movedizo. La astrología no indica ni recetas fiables, ni respuestas
definitivamente establecidas, ni constantes caracteriales imperecederas, y aún menos,
acontecimientos previsibles, sino solamente una cierta orientación de las aspiraciones
psíquicas.
Números 1 2 3 4
Signos
Aries Cáncer Libra Capricornio
cardinales
Símbolos
FUEGO AGUA AIRE TIERRA
elementales
Cualiades
climáticas Caliente Húmedo Frío Seco
(Chrysippe)
Estados de la
Igneo Líquido Gaseoso Sólido
materia
Principios
Calor Fluidez Claridad Densidad
materiales
Englobantes de
ENERGÍA ESPACIO TIEMPO ESTRUCTURA
la conciencia
Factores de
Biológico Telúrico Socio-cultural Astral
determinismo
Categorías de la
Fuerzas Lugares Momentos Formas
mente
Nociones
Números Figuras Funciones Conjuntos
matemáticas
Velocidad
Zodíaco Lentitud de Lentitud de Velocidad de
de
reflexológico excitación inhibición inhibición
excitación
Predisposiciones
Extroversión Exteriorización Interiorización Introversión
psicológicas
Psicosis
Transtornos
maníaco- Paranoia Esquizofrenia Melancolía
psico-mentales
depresiva
Alucinógenos, Tranquillizantes,
Sustancias Estimulantes Narcóticos y
onirógenos y antidepresores y
psicotrópicas y excitantes euforizantes
psicomiméticos barbitúricos
Facultades
Voluntad Imaginación Sensibilidad Entendimiento
cognitivas
Valores
Presente Pasado Intemporal Futuro
temporales
Temperamentos
Colérico Melancólico Flemático Sanguíneo
hipocráticos
Tipos
Excitable Temeroso Tranquilo Vivo
pavlovianos
Tipos
Sensación Sentimiento Intuición Pensamiento
junguianos
(...)
[1] La distinción entre "neurosis" y "psicosis" no es muy segura, y depende de las definiciones terapéuticas, a
veces contradictorias, establecidas por la psiquiatría así como por el psicoanálisis y sus diferentes escuelas. Y
lo mismo ocurre con la definición de los tipos principales de trastornos psíquicos. « Texto
[2] Sobre esta cuadripartición, cf. infra. Sobre la caracterización de las desviaciones psico-mentales, yo he
seguido principalmente, además de los escritos psicoanalíticos y reflexológicos, las siguientes dos obras:
Henri Ey, Paul Bernard & Charles Brisset, Manuel de psychiatrie, Paris, Masson, 1974, y Henri Baruk,
Psychoses et névroses, Paris, P.U.F., 1946. « Texto
[3] Freud, nativo de Tauro, estudió particularmente esta neurosis "del interior". Por su signo solar, él
pertenece al grupo arquetípico de los "obsesivos", como Jung (Sol en Leo) pertenecería al grupo de los
"histéricos": "Si usted tiene buena salud, usted piensa que pertenece al tipo histérico, entonces necesito
reivindicar el grupo de los "obsesivos" en el que cada miembro vive en un mundo cerrado a los demás."
(Carta de Freud a Jung del 2 de septiembre de 1907, in Letters of Sigmung Freud, London, Hogarth Press,
1960, p.265-266; citado por Gérard Deledalle, "Analyse caractérologique de Freud", in La Caractérologie, 6,
Paris, P.U.F., 1964, p.5). « Texto
[4] Henri Michaux, Connaissance par les gouffres, Paris, Gallimard, 1967, p.266. « Texto
[5] Henri Michaux, Misérable miracle, Paris, Gallimard, 1972, p.124. « Texto
[6] La antipsiquiatría británica de los años 70 definió la deviació psicho-mental come una reacción liberadora
del organismo sano en una "sociedad de alienados", como la marca del rechazo de un productivismo enfermo
y ciego, del rechazo del principio de rendimiento (¿para rendir qué y a quién?), como la fase necesaria en el
proceso de transformación o de conversión psíquica y espiritual (metanoya). Cf. por ejemplo de David
Cooper, Psychiatrie et antipsychiatrie, trad. fr., Paris, Le Seuil, 1970, y Mort de la famille, trad. fr., Paris, Le
Seuil, 1975; de Ronald Laing, Le Moi divisé, trad. fr., Paris, Stock, 1979, y La politique de l'expérience, trad.
fr., Paris, Stock, 1980. « Texto
[7] Franz Mesmer, Le magnétisme animal, trad. fr., Paris, Payot, 1971. « Texto
[9] Antonin Artaud, Les Tarahumaras, Paris, Gallimard, 1971, p.28. « Texto
[10] Henri Michaux, Misérable miracle, Paris, Gallimard, 1972, p.69. « Texto
[11] Antonin Artaud, Les Tarahumaras, Paris, Gallimard, 1971, p.21. « Texto
[12] Carlos Castaneda, L'herbe du diable et la petite fumée, 1968; trad. franc. Marcel Kahn y Nicole Ménant,
Paris, Soleil Noir, 1972, p.60. « Texto
[13] Esta clasificación recorta parcialmente la de Louis Lewin, quien distingue los Excitancia, los Fantástica y
los Hipnótica. (in Phantastica, trad. franc., Paris, Payot, 1927). El estatus del cannabis y de sus derivados
sigue siendo discutible. Una excelente y viva síntesis botánica, etnológica y farmacológica sobre los
alucinógenos, es la de Richard Evans Schultes & Albert Hofmann, Les plantes des dieux, 1979; trad. fran.,
Paris, Berger-Levrault, 1981. « Texto
[14] Cf. "Neurologie", in L'Abécédaire de Gilles Deleuze, documento de video, Paris, Montparnasse, 1996; y
Patrice Guinard, "Por el Abecedario de Gilles Deleuze: Testimonio", in Concepts (Revista semestral de
filosofía), ed. Sils Maria asbl, Mons (Bélgica), Hors série Gilles Deleuze, Janvier 2002. « Texto
[15] Sobre la fisionomía, ver la obra clásica de un cercano a Goethe, Johann Kaspar Lavater (La
physiognomonie ou l'art de connaître les hommes, trad. franc. H. Bacharach, Lausanne, L'Age d'Homme,
1979), qui s'inspire largement des idées de l'italien Giambattista della Porta (De humana physiognomia, 1586;
trad. franc., La physionomie humaine, Rouen, 1655). Lavater subraya el verdadero problema de su disciplina,
incluso si sólo acepto parcialmente su razonamiento concerniente a Sócrates: "El mejor y el más sabio de los
hombres [sic] tiene así pues, la fisionomía de un hombre tonto y eminentemente sensual, o mejor dicho, una
fisionomía grosera, ruda, fea y repelente. ¿Cómo salir de esta contradicción?" (p.64) Encontramos juicios de
valor semejantes en la grafología. Jules Crépieux-Jamin (1859-1940) imagina una escala cifrada (sobre 60)
que permite evaluar los grados de inteligencia, de moralidad y de voluntad de un individuo según su escritura.
Así para Tycho Brahé: "I[nteligencia] 58, M[oralidad] 52, V[oluntad] 52, son las cifras de esta admirable
escritura." (Jules Crépieux-Jamin, L'écriture et le caractère, 16ème édition, Paris, P.U.F., 1963, p.317).
¡Fácil! « Texto
[16] Raymond Klibansky, Erwin Panofsky & Fritz Saxl, Saturne et la mélancolie, London, 1964; trad. franc.,
Paris, Gallimard, 1989, p.111. « Texto
[17] Cf. J. Ideler (éd), Physici et medici graeci minores, Berlin, 1841; Amsterdam, 1963; citado in Klibansky.
« Texto
[18] Cf. Klibansky, Panofsky & Saxl, Opus citatum, p.109. « Texto
[20] Cf. Claude Sigaud, La forme humaine, Paris, Maloine, 1914. « Texto
[21] Cf. Léone Bourdel, Groupes sanguins et tempéraments, Paris, Maloine, 1960, y Les tempéraments
psychobiologiques, Paris, Maloine, 1961. En ésta última obra, en el "cuadro comparativo recapitulatorio de
las correspondencias aproximativas entre diferentes clasificaciones cuaternarias" (p.192-193), la confusión y
la inconsecuencia del autor están en su cumbre, ya que el Bilioso de Galien (= el Colérico de Hipócrates) está
cerca del Cerebral de Sigaud y del Intuitivo de Jung, el Sanguíneo de los tipes Respiratorio y Sentimental, el
Linfático (= el Flemático de Hipócrates) de los tipos Digestivo y Sensación, y el Nervioso (= ? el Melancólico
de Hipócrates) de los tipos Muscular de Sigaud y Pensamiento de Jung. Así, ¡el desarrollo de la musculatura
sería favorable para el ejercicio cerebral! « Texto
[22] Carl Gustav Jung, Types psychologiques, trad. franc. Yves Le Lay, Genève, Librairie de l'Université,
1950; 1968, p.353 sqq. « Texto
[23] Cf. la investigación estadística de Jeff Mayo, O. White & Hans Eysenck, "An empirical study of the
relation between astrological factors and personality" in Journal of Social Psychology, 105, 1978 (repris in
The Astrological Journal 21.4, 1979) y la interpretación crítica de estos resultados (auto-atribución) por Kurt
Pawlik & Lothar Buse, "Selbs-Attribuierung als differentiell-psychologische Moderatorvariable:
Nachprüfung und Erklärung von H.J. Eysencks Astrologie-Persönlichkeits-Korrelationen" in Zeitschrift für
Sozialpsychologie, 10, 1979; retomado en Zeitschrift für Parapsychologie und Grenzgebiete der Psychologie,
23.2, 1981: "A test of the hypothesis that the relationship between astrological birth sign and personality
differences in extraversion and neuroticism (as reported by Mayo, White & Eysenck) can be explained in
terms of self-attribution of personality descriptions." (p.88). « Texto
[24] Cf. Gerardus Heymans & Enno Wiersma, "Die Korrelationen der Aktivität, der Emotionalität und der
Sekundärfunktion" in Zeitschrift für Psychologie, 51, 1909. « Texto
[26] Sobre este punto, ver Joseph Nuttin, La structure de la personnalité, Paris, P.U.F., 1965, p.96. « Texto
[27] René Le Senne, Traité de caractérologie, Paris, P.U.F., 1945; 1963, p.104 sqq. ; Gaston Berger,
Caractère et personnalité, Paris, P.U.F., 1954, p.31 sqq. « Texto
[28] Joseph Nuttin, La structure de la personnalité, Paris, P.U.F., 1965, p.112. « Texto
[29] Para un análisis caracterial de diferentes periodistas, ver Michèle Leleu, Les journaux intimes, préface
René Le Senne, Paris, P.U.F., 1952. « Texto
[30] Cf. el "Cuadro de las correspondencias entre las tipologías de Le Senne, de Jung y los temperamentos
según Mucchielli, Martiny y Resten" dado por Alexandre Vexliard, "Caractérologie et doctrine des
tempéraments", in La Caractérologie, 10, P.U.F., 1969, p.56. « Texto
[31] Cf. por ejemplo Gaston Berger, Caractère et personnalité, Paris, P.U.F., 1954, p.29 sqq. y Roger
Mucchielli, La caractérologie à l'âge scientifique, Neuchâtel, Le Griffon, 1961, p.144 sqq. « Texto
[32] Gérard Deledalle, "Analyse caractérologique de Freud", in La Caractérologie, 6, P.U.F., 1964, p.8. «
Texto
[34] Cf. por ejemplo Anna Freud, Le Moi et les mécanismes de défense, trad. franc., Paris, P.U.F., 1949. «
Texto
[35] La función junguiana de "Sensación" no pertenece a las funciones perceptivas. El pensamiento reflexivo
se define como coordinación de las sensaciones, y no como "sensación pura". « Texto
[36] Maine de Biran, De l'aperception immédiate, Paris, Vrin, 1963, y De la décomposition de la pensée,
Genève, Slatkine, 1982, vol. 3 & 4 « Texto
[37] Sobre esta cuestión, cf. el capítulo "Determinismos", continuación de mi tesis (1993). « Texto
[38] Para hacerse una idea del estado de imprecisión que acompaña estas nociones confundidas en el debate
psicológico, cf. por ejemplo Joseph Nuttin, "Personalidad, carácter y temperamento", in La structure de la
personnalité, Paris, P.U.F., 1965, p.20-26. « Texto