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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES

ECONÓMICAS Y SOCIALES —IIES—


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS
DE GUATEMALA

REVISTA
ECONOMÍA

CONSEJO DIRECTIVO

Li c. E du a rd o A n t o n io V e lá s qu e z Ca r r e r a
Li c. C ar l o s Re n é V á s qu e z T e ni
Li c. D av id E li é z er C as t a ñ ó n O r o z c o
Li c. Mi gu el Á n g el C as t r o Pé r e z

1
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Toda correspondencia, suscripciones, colaboraciones y canje por revistas de


Ciencias Sociales de cualquier parte del mundo deben dirigirse a:

Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales —IIES—


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Los artículos firmados son de la responsabilidad exclusiva de sus autores.


Los materiales de esta revista pueden ser utilizados libremente;
citándose la fuente.

2
Alfonso Bauer Paiz

PUBLICACIÓN TRIMESTRAL DEL


INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y
SOCIALES —IIES—
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

AÑO XLIII JULIO-SEPTIEMBRE 2005 No. 165

"EDICIÓN ESPECIAL"

Contenido Página

CAPÍTULOS

IDEARIO PEDAGÓGICO, IDEOLOGÍA Y PENSAMIENTO POLÍTICO


Y FILOSÓFICO DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO

Las Ideas Políticas de Juan José Arévalo.


—Antecedentes y Proyección—
Bernardo Arévalo de León 1

3
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala, su


Pensamiento y Actuación.
Alfonso Bauer Paiz 25

II
SITUACIÓN POLÍTICO-SOCIAL DEL PAÍS, PREVIA AL TRIUNFO
ELECTORAL DEL CANDIDATO BLANCO

Algunos de los Rasgos y Características del Momento en que


fue Electo Presidente el Dr. Juan José Arévalo.
Ricardo Rosales Román 65

III
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA COMPETENTE Y PROBA

Las Políticas Educativas de la Revolución del 44 y los Aportes


Pedagógicos del Dr. Juan José Arévalo.
Carlos González Orellana 83

Salud y Revolución.
José Barnoya García 105

Salud y Bienestar Social del Gobierno del Doctor Arévalo.


Carlos Gallardo Flores 109

Seguridad y Previsión Social Durante la Administración del


Presidente Juan José Arévalo.
Ricardo Asturias Valenzuela 117

Política Económica del Gobierno del Dr. Juan José Arévalo


Bermejo. Marzo 15, 1945 a Marzo 15, 1951.

4
Alfonso Bauer Paiz
Rafael Piedrasanta Arandi 135

Cuestiones Presupuestarias Durante el Gobierno del


Dr. Juan José Arévalo.
Oscar Barrios Castillo 155

La Construcción del Estadio Nacional y de la Ciudad Olímpica.


Ángel Martínez Franco y Alfonso Bauer Paiz 163

IV
EL EJÉRCITO DE GUATEMALA DURANTE LA ADMINISTRACIÓN
DEL PRESIDENTE ARÉVALO

Relaciones entre el Presidente de la República Dr. Juan José Arévalo


y "El Ejército de la Revolución" Durante su Gobierno.
Carlos Paz Tejada 179

Capítulos del V al VIII del libro: Paz Tejada-Militar y


Revolucionario.
Carlos Figueroa Ibarra 187

V
LA MÚSICA, LAS ARTES ESCÉNICAS Y OTRAS OBRAS
ARTÍSTICAS EN EL SEXENIO AREVALISTA

La Música en Guatemala, Durante la Revolución de Octubre y del


Período del Presidente Juan José Arévalo.
15 de Marzo de 1945 al 15 de Marzo de 1951
Jorge Sarmientos 243

VI
LAS ORGANIZACIONES SINDICALES DE TRABAJADORES
Y LA JUSTICIA LABORAL (Período 1945-1951)

El Movimiento Sindical Durante el Gobierno del Presidente


5
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Juan José Arévalo.


Alfonso Bauer Paiz 249

Principales Objetivos del Sindicalismo Comunista (en 1949)


Documento de la —CIA—, Comentado por Alfonso Bauer Paiz 299

Justicia Laboral Durante la Época del Dr. Juan José Arévalo.


Carlos Alberto Velásquez Calderón 307

VII
CUATRO DISCURSOS DEL PRESIDENTE
JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO

Al Asumir la Presidencia, Palacio del Congreso, 15 de Marzo de


1945.
Tomado del libro: Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno,
CENALTEX, Ministerio de Educación, Guatemala, Tomo I, 1987 323

Al Entregar al Pueblo el Código de Trabajo.


Tomado del libro: Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno,
CENALTEX, Ministerio de Educación, Guatemala, Tomo I, 1987 333

Al Inaugurarse el Instituto Guatemalteco del Seguro Social.


Tomado del libro: Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno,
CENALTEX, Ministerio de Educación, Guatemala, Tomo I, 1987. 339

Al Entregar la Presidencia de la República.


Estadio Nacional de la Revolución, 15 de Marzo de 1951.
Tomado del libro: Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno,
CENALTEX, Ministerio de Educación, Guatemala, Tomo II, 1987 341

VIII
PARTIDOS POLÍTICOS REVOLUCIONARIOS
Y DE OPOSICIÓN

6
Alfonso Bauer Paiz
Los Partidos Políticos Durante el Gobierno del Dr. Juan José
Arévalo Bermejo.
Jorge Fuentes Aqueche y Alfonso Bauer Paiz 355

IX
IMAGEN DE ARÉVALO EN LA JUVENTUD

Juan José Arévalo y su Administración en la Conciencia de un


Adolescente que se Debatía entre el Miedo y la Libertad.
Antonio Móbil 367

El Dr. Arévalo, Visto por el Último de sus Hijos.


Martín Arévalo de León 385

X
INDIGENISMO EN ARÉVALO

La Población Maya Vista por el Presidente Arévalo.


Carlos Guzmán Böckler 391

XI
POR LA VERDAD HISTÓRICA

Algunas Rectificaciones en Párrafos del Libro Despacho


Presidencial.
Alfonso Bauer Paiz 397
7
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

PRESENTACIÓN

La Decanatura de la Facultad de Ciencias Económicas, la


Universidad de San Carlos de Guatemala, —FCCEE/USAC—
y el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
—IIES—, publica esta Edición Especial de la Revista Economía
No. 165 correspondiente al trimestre Julio-Septiembre de
2005, en homenaje a la memoria del Dr. Juan José Arévalo
Bermejo, Presidente de Guatemala, durante el sexenio
1945-1951 y, en conmemoración del primer centenario de su
nacimiento.

Los artículos contenidos en esta Revista, ADMINISTRACIÓN


DE JUAN JOSÉ ARÉVALO: EL MEJOR GOBIERNO DE
GUATEMALA, han sido escritos por ciudadanos protagonistas
del proceso democrático y progresista de la Revolución del 20
de Octubre de 1944, ex funcionarios de los gobiernos de Juan
José Arévalo y Jacobo Árbenz Guzmán, entre los que figuran:
Carlos González Orellana, Carlos Gallardo Flores, Ricardo
Asturias Valenzuela, Rafael Piedrasanta Arandi, Oscar Barrios
Castillo, Carlos Paz Tejada, Ángel Martínez Franco y Alfonso
Bauer Paiz, y, además por otros guatemaltecos que eran
adolescentes en aquella época, identificados con los principios
de la Revolución del 20 de Octubre de 1944 y conocedores de
los acontecimientos históricos, político sociales, de entonces,
como es el caso de dos de los hijos del Dr. Arévalo: Bernando y
Martín Arévalo de León y de José Barnoya García, Jorge
Sarmientos, Ricardo Rosales Román, Antonio Móbil, Carlos
Alberto Velásquez Calderón, Carlos Guzmán Böckler, Jorge
Fuentes Aqueche, y Carlos Figueroa Ibarra.

En el libro se examinan diversos problemas políticos,


sociales, económicos, culturales, de la época revolucionaria,
así como la labor administrativa del gobierno del primer

8
Alfonso Bauer Paiz
Presidente de Guatemala, en la década históricamente
conocida como la de la Primavera Democrática.

La información suministrada en esta Revista da cuenta de


la positiva transformación de Guatemala, ocurrida en los años
del gobierno de Arévalo, por las innovaciones y avances
habidos en los ámbitos de la educación pública, la economía
nacional, las artes y cultura en general, de la organización
sindical de los trabajadores, de la salud y la seguridad social,
de la función de las fuerzas armadas, del respeto a los
derechos humanos y libertades públicas.

En esta obra se exponen y comentan hechos excepcionales


en la historia de Guatemala, acaecidos en el lapso 1944 a
1951, los cuales merecen especial rememoración:

 Juan José Arévalo, en votación absolutamente libre e


inobjetable, fue electo Presidente de la República,
redondeando el resultado, con el 80% de los
sufragios.

 Juan José Arévalo jamás intentó reelegirse, durante


su período presidencial, o al terminar el mismo,
actitud que el pueblo valoró y contribuyó al arrollar
triunfo electoral de su sucesor, con el resultado
alcanzado, de un 70% de los votos, el Presidente
Jacobo Árbenz, electo, también, en evento libre y
limpio.

 Juan José Arévalo se negó a solicitar o aceptar


donativos o concesión de empréstitos de gobierno
extranjero, que le fueron ofrecidos, con segundas
intenciones, porque decía: lo que se recibe en
monedas con la mano derecha, se entrega en
soberanía con la izquierda.

 Juan José Arévalo, después de una serie de ex


presidentes de la República, quienes desde el siglo
XIX, habían, de un modo o de otro, concedido a
9
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

potencias extranjeras, regiones importantes de


nuestro territorio, así como otorgado concesiones a
empresas transnacionales que disponían de los
recursos naturales, renovables y no renovables, y
extensísimas áreas de las mejores tierras nacionales
para plantaciones de café o banano, a compañías
alemanas o estadounidenses, prácticamente a
cambio de nada y, en condiciones muy lesivas, nunca
cometió esa infamia.

 Juan José Arévalo en ningún momento renunció al


derecho de gobernar soberanamente, pues siempre
evitó convertir a Guatemala en una seudo república
apéndice de los Estados Unidos de América o de
cualquiera otra potencia internacional. Él, cuando el
Embajador de dicha colosal República Federal, quiso
hacer lo que siempre habían hecho colegas suyos,
anteriormente, es decir, gobernar Guatemala “detrás
del trono”, con dignidad y firmeza de patriota, le
declaró non grato y el prepotente representante del
Presidente Truman tuvo que irse de vuelta a su país,
Arévalo, pues, mantuvo siempre enhiesta la
soberanía nacional.

 Juan José Arévalo, como gobernante, se esmeró en


establecer y dirigir política y programas en beneficio
de la población, con prioridad a la atención de las
necesidades de los sectores pobres, actuando con
absoluta probidad.

 Juan José Arévalo abrió las fronteras de nuestra


Nación, para hacer de ella un asilo fraternal, solidario
y seguro para los perseguidos, por sus
ideas democráticas, luchadores en pro de
la liberación de sus pueblos, fuesen
israelitas, españoles, venezolanos, colombianos,
peruanos, centroamericanos, argentinos, cubanos,
10
Alfonso Bauer Paiz
dominicanos, o como se decía en siglos pasados,
fuesen “del Antiguo o del Nuevo Mundo”, aunque esa
apertura humanitaria no siempre era del agrado de
los gobernantes de la máxima potencia mundial.

Por todos esos hechos y, otros más, de la actuación de Juan


José Arévalo, como Presidente de Guatemala, sobradamente se
justifica el nombre del presente trabajo: ADMINISTRACIÓN DE
JUAN JOSÉ ARÉVALO: EL MEJOR GOBIERNO DE
GUATEMALA.

Los trabajos de la Revista Economía No. 165 fueron


compilados por el Licenciado Alfonso Bauer Paiz, contando con
la colaboración de María Eugenia Quiñónez Pérez, Astrid
Najarro de Búcaro, Carlos Enrique González Torres y Miguel
Ángel Castro Pérez.

“ID Y ENSEÑAD A TODOS”

LAS IDEAS POLÍTICAS DE JUAN JOSÉ ARÉVALO


ANTECEDENTES Y PROYECCIÓN
Notas para la Conferencia Inaugural del ciclo lectivo 2005
Facultad de Economía de la Universidad de San Carlos de Guatemala
Febrero 2005
Bernardo Arévalo de León

I. OBJETIVO

 El objetivo de esta conferencia no es realizar un


"recordatorio" o crónica de la obra política de


Sociólogo.
11
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Juan José Arévalo Bermejo, con la intención de


ubicarla y evaluarla dentro del contexto histórico
específico en que se desarrolló.

 El objetivo es aportar algunos elementos sobre


los antecedentes y orígenes del pensamiento
político de Juan José Arévalo, como base para un
ejercicio de "recuperación crítica" cuyo propósito
es analizar la significación de su obra en
términos de la vigencia de su pensamiento para
los retos que Guatemala enfrenta a inicios de un
nuevo siglo.

II. ESTRUCTURA

A. Antecedentes.
B. Arevalismo como práctica política: la obra y
su época.
C. Recuperación crítica: ¿Arevalismo hoy?

A. ANTECEDENTES

JJA "construye" su pensamiento político no como resultado


exclusivo de una derivación teórico-intelectual, sino como
producto de una reflexión que se nutre de tres vertientes
claramente distinguibles:

La primera vertiente se constituye de experiencias


vivenciales concretas, que podrían ser concebidas como
"encuentros virtuales" con la política a través de eventos y
personajes tanto de la Historia como contemporáneos, y que él
mismo ordena cronológicamente.

La segunda vertiente se encuentra en el proceso de reflexión


intelectual que desarrolla a lo largo de su formación
pedagógica y filosófica tanto en la Escuela Normal como en las
aulas universitarias argentinas.
12
Alfonso Bauer Paiz

Y la tercera vertiente, más indirecta, proviene del entorno


político y social en el que JJA vivió durante años en la
República Argentina.

De estas tres vertientes JJA extrajo elementos básicos, ya


fuera "lecciones" —como él las cataloga en referencia a los
personajes políticos que identifica— o principios y valores
fundamentales, que de manera gradual y progresiva se fueron
integrando en un pensamiento político coherente y original.

A.1 Las Figuras Políticas.

En su obra "Escritos Complementarios", JJA relata un


itinerario de formación política que transcurre por "encuentros
virtuales" con una serie de personajes históricos y
contemporáneos que sirvieron, a una mente despierta y ávida,
como vehículos para identificar valores, principios,
preocupaciones o temas que eran incorporados como
elementos centrales de un pensamiento político desarrollado
gradual y reflexivamente.

Benito Juárez: la igualdad racial y la igualdad ante la ley.

El primero de estos encuentros formativos ocurre durante


los años de JJA en la Escuela Normal, cuando por encargo de
la Dirección asume la preparación de una Conferencia sobre el
líder de la Reforma Liberal mexicana, Benito Juárez. El año es
1921, cuando JJA tenía 16 ó 17 años, y la investigación
necesaria para preparar esta conferencia escolar le permitió
conocer una figura de dimensión histórica que lo marcó
fuertemente en tres aspectos centrales.

13
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En primer lugar, sobre la falsedad de las nociones de


inferioridad racial del indígena que eran en ese entonces parte
asumida de la cultura ladina o mestiza del país. Para el
adolescente JJA, la extraordinaria vida y ejecutorias de Benito
Juárez, indígena oaxaqueño de pura cepa que llega a la
primera magistratura de su país gracias a su capacidad
profesional y política convirtiéndose en una de las grandes
figuras de la historia mexicana, se convierte en prueba
incontrovertible de la falsedad de las tesis que preconizaban la
inferioridad cultural y mental de los indígenas. La vida de
Juárez era testimonio de que el factor determinante en los
logros que alcanzaban personas de una u otra raza no era las
diferencias raciales, sino el acceso a la educación y a otras
oportunidades de vida.

En segundo lugar, la vida de Juárez como eje de la lucha


política de la Reforma Liberal mexicana atrae su atención en
torno a los principios de emancipación política del poder civil
frente a los poderes fácticos —especialmente la iglesia— y en
torno al principio de igualdad ante la ley, que asume como
fundamentales en el desarrollo político de una nación.

Y en tercer lugar, la entrega de Juárez al colocar los


intereses de la función pública que cumplía por encima de los
personales o incluso familiares, arriesgando su seguridad
personal y atravesando penurias en aras del ideal republicano,

lo marcó profundamente como ejemplo de entrega cívica y


sirvió de fundamento para una idea de la función pública
como servicio que posteriormente tuvo oportunidad de poner
en práctica.

Francisco Morazán y Justo Rufino Barrios: el ideal


centroamericanista.

14
Alfonso Bauer Paiz
Nuevamente en el marco de un trabajo escolar el año de
1921 en torno a las luchas Unionistas y Federalistas por la
unidad centroamericana, centrada en las figuras de Francisco
Morazán y de Justo Rufino Barrios, JJA se encuentra con un
ideal que habría de mantener a lo largo de su vida, y que
llevaría a la práctica durante su gestión presidencial: la
unidad centroamericana como destino político de los pueblos
del istmo.

La convicción de que sólo unidas las repúblicas


centroamericanas podrían avanzar firmemente en la
construcción de sus destinos se convirtió en un elemento
fundamental de su ideario político, que en su presidencia
encontró cauce, por ejemplo, en el intento de unificación entre
Guatemala y El Salvador en 1948 como primer paso de lo que
pensaba sería una reunificación regional.

Plutarco Elías Calles e Hipólito Irigoyen: la mentalidad


socializante.

Durante su paso por México en 1927, en el marco del viaje


que lo llevaría a Argentina a realizar estudios universitarios,
JJA pasó por México. Su interés en los temas pedagógicos y
los avances que en ese momento se estaban desarrollando en
México en el contexto de la Revolución Mexicana, le permitió
familiarizarse con el ideario revolucionario que, en ese

momento, encabezaba el Presidente Plutarco Elías Calles. Los


discursos políticos y documentos oficiales de esa época le
permitieron acceder al imaginario revolucionario de un
gobierno concebido como ejercicio de gestión en pro de los
sectores más necesitados: campesinos, trabajadores,
maestros. Un claro contraste con la realidad guatemalteca.

Al llegar a la Argentina, se encuentra con otro ejercicio de


gobierno democrático que lo marcaría fuertemente: Hipólito
Irigoyen y la Unión Cívica Radical. El ideario político de la
15
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

UCR y los gobiernos de Irigoyen —político que unía a sus


profundas convicciones democráticas la entrega personal— lo
impactaron fuertemente. Irigoyen y la UCR practicaban una
fuerte democracia social, concebida como un ejercicio de
gobierno de clara vocación protectora y promotora de los
intereses de las clases trabajadoras, pero sin el carácter
antagonizante de la lucha de clases. El objetivo era establecer
una relación de armonía entre los distintos sectores sociales,
legitimando y satisfaciendo los intereses de todos en la medida
en que no fueran en detrimento de otros.

El ejemplo adicional del Socialismo Democrático argentino


de líderes como Alfredo Palacios y Juan B. Justo reforzó un
ideario político que, para estas alturas, combinaba ya fuertes y
sólidas convicciones democráticas con una clara orientación
socializante.

Carlos Quijano y Máximo Soto Hall: el anti-imperialismo.

Durante su paso por París en 1927, JJA asiste a una


reunión de la Asociación General de Estudiantes
Latinoamericanos, organizada en protesta de las
intervenciones norteamericanas en Nicaragua. En esta
oportunidad conoce a estudiantes latinoamericanos que
posteriormente se convertirían en líderes políticos de sus
países. En el marco de este evento, tuvo la oportunidad de

escuchar la intervención del uruguayo Carlos Quijano, con


una fuerte denuncia a la práctica intervencionista de los
Estados Unidos de América en el hemisferio, que sirvió para
llamar su atención sobre los límites que la intervención de las
potencias ponía al ejercicio de la soberanía de los países
latinoamericanos.

Un año más tarde, en 1928, asistió como representante del


Ministerio de Educación Pública de Guatemala a la
16
Alfonso Bauer Paiz
1ª. Convención del Magisterio Americano, celebrada en Buenos
Aires. En el curso de esta Convención, se abordó el tema de
las prácticas de intervención norteamericanas en
Centroamérica y El Caribe, y se decidió emitir una fuerte
protesta que JJA redactó. También en esta conferencia conoció
al peruano Manuel Seoane, quien era el portador del concepto
de Indoamérica como proyecto político antirracista que
fundaba la idea de una unidad de las naciones hispanas del
continente a partir del rescate y valoración de sus raíces
indígenas y mestizas. Y finalmente por esos años JJA
frecuentaba a Máximo Soto Hall, quien a la sazón vivía en
Buenos Aires y escribía en la prensa argentina, y que
manifestaba en sus escritos de prensa y literarios una
constante denuncia de la política norteamericana hacia los
países de Latinoamérica.

Estas experiencias encajaron con los elementos que JJA ya


había desarrollado a partir de sus "encuentros" con los
unionistas centroamericanos, por una parte, y con Juárez, por
el otro: la protesta contra las intervenciones extranjeras, el
ideal de la fraternidad de las naciones hispanoamericanas, y la
valoración de lo indígena como valor constitutivo de la
identidad política latinoamericana.

Franklin Delano Roosevelt: Democracia y Socialismo.

Una importante influencia adicional vendría entre los años


treinta y cuarenta de los Estados Unidos de América, donde el
Presidente Franklin Delano Roosevelt desarrollaba un gobierno
fundado en la doble preocupación que JJA ya profesaba: el
desarrollo de instituciones democráticas con un sentido de
promoción y protección de los sectores sociales desprotegidos,
marginados o discriminados.

17
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

La política del "New Deal" expresaba una nueva relación


entre instituciones políticas y sociedad en los Estados Unidos
de América, con un Estado dedicado a la protección del
ciudadano común, trabajadores de cuello azul y blanco,
pequeños propietarios agrícolas y pequeños empresarios,
frente a los excesos del desarrollo capitalista y las penurias de
sus crisis. Esta gestión se sintetizó en la idea de las Cuatro
Libertades (libertad de expresión y organización, libertad
religiosa, libertad del temor a la represión y la guerra y,
libertad del hambre y la necesidad) que se convirtieron en el
eje central de la política rooseveliana, y que JJA suscribía. El
impacto de la figura de Roosevelt aumenta con el desarrollo de
una política exterior de involucramiento en la lucha
antifascista en el marco de la II Guerra Mundial, y en el
desarrollo de principios de "Buena Vecindad" que planteaban
nuevas bases para la relación entre los Estados Unidos de
América y las naciones latinoamericanas.

En este marco de enfrentamiento entre ideologías


democráticas y totalitarias, Juan José Arévalo se involucró
directamente en la actividad política universitaria argentina,
integrándose a los círculos pro-democráticos y antifascistas
que se organizaban como reacción a la penetración del
fascismo en la vida política argentina. Su participación en
estos círculos le valió la persecución política de las
autoridades gubernamentales pro-fascistas y la destitución del
cargo de profesor en la Universidad de Mendoza.

Resumen:

Cuando repasamos estos encuentros virtuales, podemos


constatar que cada uno de ellos contribuyó al desarrollo
de valores políticos que JJA pondría en práctica durante
su vida política: la convicción democrática; el rechazo al
racismo y el apego a la idea de la igualdad frente a la ley;
18
Alfonso Bauer Paiz
la concepción del Estado como protector de los sectores
desprotegidos; el rechazo a la intervención imperialista en
general y norteamericana en particular en la vida política
latinoamericana; y la vocación centroamericanista y
latinoamericanista. Pero tal vez el rasgo más importante
que evidencian estas influencias conscientemente
escogidas, es que evidencian que en el espíritu y en el
intelecto del Arévalo estudiante y profesional, las figuras
que más impactaron eran precisamente aquellas que
respondían a lo que después fue su rasgo político central:
una mentalidad claramente socializante con una
metodología profundamente democrática.

A.2 Las Raíces Filosóficas.

En contraste con estos encuentros virtuales con la política,


episódicos de alguna manera en el contexto de una vida
dedicada al estudio y a la docencia, el involucramiento de JJA
en la reflexión filosófica y pedagógica constituía una inmersión
profunda y constante. Desde sus años normalistas, su
vocación magisterial lo llevó a una serie de lecturas que fueron
decantando en principios y valores fundamentales a partir de
los cuales el joven JJA primero, el profesional universitario
después, y el político al final, interpretaba el mundo y

orientaba su acción en él. Aunque forjados no como reflexión


sobre lo político o lo social sino como reflexión humanista,
estos principios y valores constituyeron el entramado básico
en el que se integraban las ideas y los motivos políticos, y de
los que posteriormente se nutrieron en la práctica.

Al reflexionar sobre la importancia de estas raíces filosóficas


en su vida política, JJA señala muy claramente la importancia
cardinal de tres de ellas:

19
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

La importancia de lo espiritual como elemento de lo social.

Desde sus años normalistas, JJA desarrolló la convicción de


que los aspectos espirituales del individuo inciden
directamente en los fenómenos sociales. Lo social no como
masa anónima, sino como colección de voluntades
individuales. Esta reflexión llevaba inevitablemente a
considerar la "regeneración espiritual" del individuo como una
estrategia clave para el cambio en lo social. En consecuencia,
la moral y la ética individuales se convierten en bienes de
importancia crítica para el desarrollo social.

En 1927, cuando junto con otros colegas normalistas JJA


funda el "Ateneo Norma", el manifiesto que redactan refleja ya
estas ideas:

a. la idea de la dignidad humana y la dignificación de la


persona como concepto crítico,
b. el papel del magisterio como promotor y guardián de
esta dignificación, y
c. el papel de la educación como herramienta para el
cambio social.

Esos principios reflejaban ya en ese momento la convicción


de que la importancia social central de la educación no residía
en la transmisión de información y conocimientos a las nuevas

generaciones: residía en su carácter liberador y dignificador de


la persona humana, y en el efecto que este cambio individual
implicaba para la sociedad. En consecuencia, la educación
asumía el carácter de una estrategia central para la
construcción de una sociedad mejor: la construcción de una
mejor sociedad pasaba obligadamente por la "construcción" de
mejores personas. Y para estos efectos, resultaba evidente el
papel que el magisterio debía jugar, como gestores de esta
dignificación y liberación individual.
20
Alfonso Bauer Paiz

La filosofía de los Valores.

Ya en la Universidad de la Plata, JJA incursiona en el


estudio de la Filosofía de los Valores, especialmente a través de
uno de sus principales exponentes, el filósofo alemán
neo-idealista Rodolfo Eucken. De acuerdo a Eucken, el ser
humano desarrolla y practica una serie de valores como
orientaciones fundamentales para la reflexión y la acción, que
tiene como eje central a la personalidad individual, que se
definen como íntimamente autónomas. Estos valores se
refieren a distintos aspectos de la vida humana, y no siempre
se encuentran en relación de coherencia unos con otros. Para
poder ser efectivos en su papel de orientadores de la acción
humana, estos valores deben ser integrados en una jerarquía
que asume la primacía de algunos sobre los otros. De esta
manera, cuando en determinada situación se evidencien
contradicciones entre distintos valores en juego, deberá
privilegiarse a aquel que posea un lugar superior en esta
jerarquía. Pero esta reflexión no sólo era importante en
relación al viejo problema de la relación entre espíritu y
materia, sino en torno a la concepción de la acción humana
como un proceso de elección consciente a partir de ese
cimiento de valores que existe en cada persona.

Para JJA, la Filosofía de los Valores resolvía un problema


fundamental: la co-existencia de intereses y valores
espirituales y materiales en la persona. En efecto, para el
humanista Arévalo, tanto lo material como lo espiritual
pertenecían a lo humano. Biología y Espíritu son un motivo
que recorre, por ejemplo, sus reflexiones biográficas y sus
observaciones sobre la vida en el campo en la época de su
infancia. Ambos aspectos tienen su legítima función y su
lugar dentro de la vida individual y social. Sin embargo,
colocados dentro de una escala jerárquica, lo espiritual —como
21
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

esencia que distingue a lo humano del resto de los seres


vivos— tiene primacía sobre lo material, de manera que son los
valores espirituales los que deben orientar fundamentalmente
la acción humana, y sobre todo, los que deben prevalecer ante
cualquier contradicción entre unos y otros. Esto era, para
JJA, la esencia del Humanismo.

La pedagogía de la personalidad.

Finalmente, ya en sus estudios de doctorado, JJA tiene la


oportunidad de investigar y desarrollar un elemento
psicológico que se convirtió en pieza central de su ideario
pedagógico y de su práctica profesional: la importancia de la
personalidad como clave para la transformación y el
crecimiento de la persona. El reconocimiento de la
especificidad individual de cada alumno y del papel que ésta
tiene en el proceso de desarrollo individual permitiría avanzar
en la comprensión de los procesos de formación de los
estudiantes —más allá de los aspectos meramente
"informativos"— y en consecuencia, incidir de mejor manera
en la tarea transformativa y regenerativa que para JJA tenía la
educación. Como estrategia para el cambio individual, la
pedagogía de la personalidad viabilizaba la idea del impacto
social a partir del cambio individual implícita en la idea de lo
espiritual como constitutivo de lo social que profesaba ya
desde la época del Ateneo Norma.

Resumen:

El principio de lo espiritual como constitutivo de lo social;


el principio de la acción humana como fundamentada en
una escala de valores; y la pedagogía de la personalidad
como estrategia para el crecimiento y desarrollo
individual, se convirtieron en JJA en el fundamento
22
Alfonso Bauer Paiz
filosófico de su acción política. En conjunto, estos
principios, llevados a la práctica, constituyeron una ética
de la acción individual y social. Como principios y
valores filosóficos, se convirtieron en los cimientos sobre
los que JJA construía su pensamiento político, con los
materiales que los encuentros virtuales y su observación
aguda de la realidad le aportaron.

A.3 Paréntesis: El Krausismo, influencia indirecta.

A diferencia los "encuentros virtuales" filosóficos, o de los


estudios sobre pedagogía y filosofía, en los que JJA asume la
influencia de personajes o de ideas, existe una influencia
indirecta, no referida directamente por JJA, que ha jugado un
papel central en el desarrollo de sus ideas políticas por efecto
de la influencia que ésta tuvo en el entorno intelectual y
político en el que se movía: Karl Christian Friederich Krause,
filósofo alemán que desarrolló el sistema filosófico conocido
como "Racionalismo armónico" en el siglo XVIII, y cuya
influencia política ha sido más notable en España y en la
América Latina —en la Argentina especialmente— que en su
propio país.

Krause, exponte del idealismo, desarrolló a partir de una


reflexión sobre el individuo, las leyes y el Estado un sistema de
pensamiento original que construyó una filosofía política sobre
la base de una serie de principios legales fundamentales.
Algunos de éstos, relevantes para los efectos que nos reúnen
en esta Conferencia, son:

 La ley, instrumento para la creación de condiciones


sociales: Una de las funciones centrales de la ley es la
23
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

de proveer o crear las condiciones necesarias para la


autorrealización humana, y no únicamente el de
garantizar una situación de igualdad de oportunidades
dentro de la sociedad.

 Énfasis en el individuo pero privilegio de lo social: El


Krausismo como sistema partía de la importancia
cardinal de lo individual dentro de la sociedad. Es a
partir del individuo que se estructura lo social, como
agregación de voluntades libres, pero lo social no existe
sino en esta suma de individualidades. Lo individual
tiene sentido en la medida en que se oriente al servicio
de lo colectivo, y lo colectivo se justifica en la medida en
que sirve a lo individual. No es el individuo concebido
como ser egoísta, preocupado de su bienestar exclusivo,
ni la masa anónima en la que se funden las
individualidades.

 El Estado como facilitador social: Para Krause la


sociedad es naturalmente una asociación de grupos
libres, coordinados entre sí voluntariamente pero sin
relación de subordinación. El Estado, como expresión
institucional al servicio de la sociedad, tiene una
función eminentemente reguladora, armonizadora,
facilitadora, de esta asociación voluntaria; con
capacidades de intervención y de coerción limitadas
precisamente por la libertad de los grupos asociados
socialmente que lo constituyen.

 La Democracia, única opción racional: Para Krause, un


Estado racional sólo puede asumir la forma de una
democracia representativa. Sólo un sistema
democrático permite rescatar adecuadamente los
principios éticos y de solidaridad anteriormente
señalados: promoción de condiciones para la realización
individual pero sin caer en la coerción; respeto al
24
Alfonso Bauer Paiz
carácter fundamental del individuo pero enmarcándolo
en un sentido social: respetuoso de autonomía de
individuos y grupos pero armonizando los diversos
intereses a fin de que unos no vayan en perjuicio de los
otros, etc.

El Krausismo se convierte en una filosofía política de


importancia central no en Alemania, sino en España. Durante
el siglo XIX, los principios filosóficos del Krausismo orientaron
a sectores intelectuales primero, y políticos después, en una
lucha por el desarrollo de garantías políticas y sociales
fundamentales. En contra del conservadurismo católico por
un lado, y del liberalismo positivista por el otro, los krausistas
españoles desarrollaron el "Armonismo" como doctrina política
que procuraba la creación de una democracia que brindara
condiciones de bienestar básicas a sus ciudadanos. La idea
"armonista" de la necesidad de una "regeneración moral" de la
sociedad española, el énfasis en el individuo como vehículo
para la transformación social, y el rechazo del concepto de
lucha y antagonismo de clases a favor de la armonización de
intereses, jugaron un papel de importancia central en los
procesos que condujeron a la creación de la Primera
República, e influenciaron el pensamiento social y político de
la época de manera marcada, expresándose en instituciones
como la "Institución Libre de Enseñanza" así como en los
orígenes del Partido Socialista Obrero Español, en cuya
fundación los Krausistas jugaron un importante papel.

El Krausismo españolizado extiende su influencia al otro


lado del Atlántico, como efecto de las migraciones españolas a

la Argentina y al desarrollo de un activo intercambio


intelectual entre España y Argentina entre la segunda mitad
del Siglo XIX y la primera del XX. El Krausismo llega a la
Argentina en tres olas (alrededor de 1856, alrededor de 1900 y
con la Guerra Civil Española en 1936) y encuentra expresión
en la vida política e intelectual del país. La expresión más
25
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

concreta de esta influencia se da a comienzos del Siglo XX, con


el papel jugado por el Presidente Hipólito Irigoyen y la Unión
Cívica Radical en la vida política argentina. El Irigoyenismo y
la Unión Cívica Radical proclamaban y practicaron un
liberalismo de base intelectual y espiritual no positivista,
caracterizado por un ejercicio político y gubernamental
dedicado a la protección a los grupos desposeídos y
discriminados, pero sin apelar a la lucha de clases o al
antagonismo entre distintos sectores.

Las gestiones gubernamentales de Irigoyen estuvieron


caracterizadas por una ética de servicio público y una actitud
personal de entrega a la función política que impactó
fuertemente a JJA a su llegada a la Argentina, que expresaban
los principios y fundamentos Krausistas y que hacía eco en los
valores que JJA ya portaba consigo. Adicionalmente, el
Krausismo poseía una gran influencia en la vida intelectual
universitaria del país, y en particular, en las facultades de
pedagogía: el énfasis del Krausismo en la transformación
moral de la persona como ruta para la transformación social y
la experiencia del Krausismo español con el desarrollo de
novedosas instituciones educativas, atraían poderosamente la
atención de la intelectualidad argentina. La Universidad de la
Plata en la que JJA cursaría sus estudios universitarios, en
especial, se convirtió en bastión intelectual del Krausismo.

La última ola de Krausistas españoles llegó a la Argentina


en 1936, como efecto de la Guerra Civil española. Dentro de
los intelectuales españoles que se exiliaron en la Argentina se
encontraba Lorenzo Luzuriaga, pedagogo español con el que
JJA coincide en la Universidad de Tucumán en 1939

estableciendo amistad con él, y Gabriel del Mazo, pedagogo y


estudioso de Irigoyen.

B. AREVALISMO — PRÁCTICA POLÍTICA


26
Alfonso Bauer Paiz

En un artículo que analiza la influencia de la doctrina


Krausista en la vida política argentina y guatemalteca, el
filósofo Carlos Stoctzer señala que para entender el
pensamiento político de Karl Friederich Krause hay que
entender sus fundamentos éticos. Esta consideración es
exacta también en referencia a JJA: no se puede comprender
cabalmente su pensamiento político ni su obra pública sin
considerar sus fundamentos éticos y filosóficos. Esta es la
razón por la que las ideas políticas de JJA fueron recibidas, a
menudo, con incomprensión o ironía, a partir de la
consideración de que era un pensamiento "confuso", "idealista"
o "romántico".

A diferencia de su pensamiento pedagógico, que encontró


expresión en textos de carácter académico en los que
estableció una clara doctrina sustentada en fundamentos
teóricos y expresada en propuestas pedagógicas, JJA no
plasmó con igual alcance su pensamiento político. La vida
universitaria de JJA no giraba en torno a las ciencias sociales,
sino a las humanidades, y su esfuerzo académico se concentró
en la filosofía y la pedagogía. Cuando llega a la Presidencia, su
obra publicada giraba fundamentalmente en torno a estos
campos humanísticos.

Ya en la Presidencia, y tras entregar el cargo, JJA dirigió


naturalmente su atención intelectual a la política. Y más allá
del marco axiológico y conceptual que traía consigo gracias a
su sólida formación humanística universitaria, su naturaleza
intelectual lo motivó a reflexionar sobre la experiencia y a
fundamentar la acción con un marco sólido y coherente de

principios, valores y métodos políticos, de los que dejó


innumerable huella en escritos de diversa índole. Sin embargo,
para poder hacer una correcta aproximación a ésta hay que
recorrer una serie de escritos que constituyen las principales
fuentes de esta veta de su pensamiento:

27
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

 La trilogía de libros de denuncia de la intervención


norteamericana en Guatemala: La Fábula del Tiburón y
las Sardinas; Antikomunismo en América Latina; y
Guatemala, la Democracia y el Imperio.

 Su libro Escritos Complementarios, publicado en 1981


y que reúne una serie de ensayos y escritos menores
sobre el tema, incluyendo las bases de lo que hubiera
sido el programa de su segundo Gobierno.

 El libro Equipos Sociales y no Clases Sociales, que


contiene un ensayo de corte sociológico en el que
cuestiona las bases de la teoría de la lucha de clases
como herramienta para entender los fenómenos
sociales.

 Sus escritos autobiográficos, que abarcan cinco tomos


y que culminan con las memorias de la Presidencia:
Despacho Presidencial.

 Y las distintas colecciones de sus Discursos Políticos,


piezas pronunciadas en ocasiones clave que JJA
redactaba personalmente, y que consideraba como el
equivalente político a la cátedra universitaria.

En estos escritos, JJA presenta sus ideas políticas como un


conjunto de reflexiones, opiniones, principios y propuestas, no
"integrados" sistemáticamente a la manera de un texto
académico teórico, pero no por ello menos coherentes y
fundamentados.

Pero incluso sin tener que recurrir al análisis de estos


textos, la supuesta "vaguedad" de su pensamiento político no
soporta la prueba que la solidez y concreción de su obra
pública, desde la Presidencia de la República, evidencian. El
juicio histórico a JJA como político puede hacerse no
28
Alfonso Bauer Paiz
solamente sobre lo que dijo o lo que quiso hacer, sino sobre lo
que en efecto fue capaz de ejecutar, concretar, y dejarnos
como legado. Es un juicio que puede hacerse sobre
REALIZACIONES, y no sobre IDEAS o INTENCIONES.

Aún más, las realizaciones políticas a las que su gestión


como Presidente dieron lugar pertenecen no sólo a un ámbito
de lo público, sino que abarcaron los distintos aspectos de la
vida política, social y cultural. Y en todos éstos, con idéntico
propósito transformador y revolucionario: en lo económico
como en lo artístico; en lo educativo como en lo laboral; en lo
político como en lo educativo; etc.

No con énfasis de recuento, sino como ilustración de la


amplitud del alcance de este esfuerzo de transformación,
podemos citar esfuerzos en áreas de Protección social (IGSS,
Código de Trabajo), de Desarrollo Económico (Creación del
Banco de Guatemala, esfuerzo por diálogo intersectorial en el
Triángulo de Escuintla), de Educación (Escuelas Federación,
creación de la Facultad de Humanidades, Escalafón
Magisterial), de Cultura (creación del IDAEH, el impulso al
Ballet Guatemala, la creación de la Sinfónica), el Deporte (la
Autonomía Universitaria, la ciudad olímpica) y evidentemente,
en lo político, en donde trabajaba no sólo PARA la democracia,
sino CON la democracia.

El conjunto es una obra ambiciosa y transformadora,


integral y coherente, fundamentada en sólidas convicciones
filosóficas y políticas, y que procuraba la creación de nuevas
bases institucionales para una nueva nación. Una obra
sustentada en un pensamiento político coherente y original
que recibió el nombre de Arevalismo, que en sus palabras era:

 Un Humanismo,

 que entiende al socialismo como una ética política que


conjuga un liberalismo social con una práctica
democrática.

29
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

 Con una postura filosófica fundada en un nuevo


concepto de la personalidad como eje de la
problemática de los valores, y con una profunda noción
de la defensa de la dignidad, expresada ésta desde lo
personal hasta lo nacional, y en donde el verdadero
sentido de lo individual es en la medida de su
contribución a lo social, pero sin perder su autonomía.

La obra política de JJA tiene que ser entendida a partir de


su pensamiento filosófico-pedagógico.

JJA no era un político. Antes que nada, era maestro, era


pedagogo. Pero su pedagogía no era un sistema "didactista",
"tecnicista", confinada al aula. Era una pedagogía de lo social,
que a partir de la relación entre el maestro y el alumno
apuntaba a una transformación profunda de las relaciones
sociales, de la naturaleza de la sociedad, del orden político y
social: la transformación social por medio de la
regeneración ética del individuo. Estas orientaciones, que
se fueron refinando en la medida en la que avanzaba en sus
estudios universitarios y en su carrera profesional como
pedagogo, eran evidentes ya, sin embargo, desde sus inicios
como miembro del magisterio guatemalteco, como lo
demuestra el manifiesto del Ateneo Norma o su artículo
"Maestros o Revolucionarios", publicado pocos años después.
Y más que una ideología política, constituían una filosofía
política: un pensamiento para la acción política fundamentada
en una serie de reflexiones filosóficas sobre el individuo y la

sociedad, lo individual y lo colectivo, la responsabilidad y los


derechos, la ética individual y social, etc.

Esta Filosofía Política es de base claramente idealista,


fundada en una concepción trascendente de lo humano, que
entiende la existencia individual no en términos de sus
condiciones y aspiraciones materiales, sino en el reto de la

30
Alfonso Bauer Paiz
superación espiritual y el impacto de ésta en el conjunto
social.

Marco Vinicio Mejía, en un reciente estudio introductorio a


una compilación de textos pedagógicos, señala que Juan José
Arévalo es "...un autor extraviado entre el colectivismo
burocrático y el fariseísmo capitalista". Y en efecto, la historia
política del siglo XX es la de un conflicto ideológico entre los
herederos del positivismo y utilitarismo, y los herederos del
materialismo histórico. El idealismo, que como corriente
filosófica había constituido fundamento de doctrinas políticas
en los siglos XVII y XIX, fue paulatinamente desapareciendo
incluso como referente del pensamiento político.

El pensamiento de JJA, como el Irigoyenismo argentino por


el que fue influido, constituyeron experiencias políticas que se
negaban a optar entre esa dicotomía positivista - materialista,
y que proponían —y realizaron— una gestión política
alternativa.

JJA prefería el término "romántico" para calificar a su


visión política, en lugar del de "idealista":

"El arevalismo, aunque Ustedes todavía no lo sepan, es un movimiento


romántico que cree en la excelencia de la persona humana y en la grandeza de
los sistemas populares de Gobierno. De otro modo, el arevalismo no habría
ayudado a los trabajadores de Guatemala a convertirse en ciudadanos tan
dignos como ustedes los universitarios, que eran los únicos ciudadanos durante
las dictaduras ......actos son todos éstos que .....sólo pueden ejecutar los
gobiernos de inspiración romántica".
De Carta al Presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina, 1949,
en Escritos Complementarios.

"Romanticismo y realismo no son formas antagónicas de


conducta. Por el realismo sobrevivimos en la diaria disputa de
los bienes materiales.
Por el romanticismo nos asimos a un plano superior.
La decencia pertenece al mundo de los valores románticos. Si
no fuera por ella, el realismo nos conduciría a lo bajo, a la
vulgaridad, a lo zoológico.

31
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

A su vez, si no fuera por el contrapeso realista, el romanticismo


nos conduciría a la utopía, y apareceríamos como seres aéreos,
tontos".
De "Ideas Dispersas" en Escritos Complementarios.

Esta Filosofía Política contiene una combinación de


elementos del liberalismo (como el valor del individuo) con una
concepción del socialismo como ética de la conducta individual
en la sociedad más que como valoración del colectivismo. Esta
"democracia social" buscaría balancear lo individual y lo
colectivo, la responsabilidad social y la libertad individual. En
ella, el Estado aparece como garante de una convivencia social
caracterizada por la armonización de los intereses, la
solidaridad entre grupos e individuos, y la ética como
orientación de la conducta. Y en ella, la procuración de las
condiciones de bienestar social no se realizan por medio de la
lucha de clases, sino por medio de la extensión de la justicia,
la protección y la reparación.

"El arevalismo propugna la combinación de los sistemas


económicos liberal y socialista. Con esa alianza se morigeran
los excesos a los que está inclinado cada uno. La mentalidad
socialista frena la tendencia usurera del liberalismo
individualista. La mentalidad liberal impide la desviación
totalitaria a que está inclinado el socialismo".
De "Pensamientos y Proposiciones" en Escritos Complementarios .

C. PARA UNA RECUPERACIÓN CRÍTICA:


vigencia del pensamiento de JJA en el siglo XXI.

Una recuperación crítica no es un intento de hacer una


imitación automática; un intento por recuperar de manera no

32
Alfonso Bauer Paiz
reflexiva un cuerpo de pensamiento y acción que fue el
producto de un determinado contexto temporal y social. Un
ejercicio de recuperación crítica plantea hacer un análisis de la
vigencia del pensamiento analizando sus elementos
fundamentales, y analizando su vigencia en un nuevo contexto
temporal y social, realizando las adaptaciones que permitan
actualizarlo.

Desde este punto de vista, el pensamiento de JJA puede hoy


en día contribuir mucho al desarrollo político del país, al
aportar elementos que son útiles para los retos políticos que
enfrentamos actualmente. Un ejercicio sistemático en esta
dirección permitiría analizar los fundamentos filosóficos, las
orientaciones fundamentales, los mecanismos que son
factibles de ser refuncionalizados, de maneras diversas, dentro
de la vida política del país. Esta Recuperación Crítica es una
tarea colectiva, no de individuos, y fundamentalmente, de
trabajo intelectual comprometido con el aporte que desde la
academia se puede hacer a lo social, a lo público, mediante la
ponderación de la figura histórica de Arévalo y la identificación
de los elementos que, como es usual en otros países, permita
el aprovechamiento de la Historia como inspiración y
orientación para el futuro.

Como propuesta, como sugerencia de líneas que podrían


merecer explorarse en esa dirección, quisiera mencionar, para
finalizar esta conferencia, algunas ideas centrales en el
pensamiento de JJA que tendrían enorme vigencia —e incluso
urgencia— para el momento político actual de nuestro país:

 Fundar la acción política en una filosofía política, o en


una ideología. La experiencia de la democracia de
fachada, por una parte, y en exceso de celo pragmatista
por el otro, han creado en Guatemala un sistema de
partidos políticos desprovisto de sustentación
programática, en el que las candidaturas se manejan
33
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

con criterios mercadológicos de imagen más que como


una oferta de diversas propuestas sobre como conducir
lo público. El estudio de la obra y la figura de JJA
permitiría valorar los beneficios de la acción política
fundamentada en valores y con claras orientaciones
programáticas, frente al clientelismo político vigente, de
clara vocación pragmatista y reactiva.

 Recuperar el sentido de la política como expresión de una


ética de lo social. Fenómenos como la corrupción, el
transfugismo, el clientelismo y el cinismo caracterizan
al sistema político actual de nuestro país.
Independientemente de las razones históricas que
explican este fenómeno, la construcción de una
democracia viable en la que las instituciones públicas
gocen de la credibilidad de los ciudadanos requiere el
abandono de estas prácticas y la recuperación de una
ética de servicio público. La figura de JJA constituye
un paradigma que contrasta claramente con la realidad
actual, y que puede servir para reforzar el desarrollo de
nuevos parámetros de conducta.

 La democracia como destino y como compromiso


colectivo. Nuestro país requiere la identificación de
referentes históricos claros que reflejen un compromiso
incuestionable con la democracia como sistema político.
No tenemos una cultura política democrática: nuestras
costumbres, valores, actitudes se han forjado en el
marco de la práctica de formas de poder autoritaria de
manera casi ininterrumpida a lo largo de nuestra
historia. Desde la izquierda como desde la derecha,

comienzan a surgir las críticas a las "debilidades" o


"limitaciones" del sistema democrático, que de manera
implícita o explícita conllevan invitaciones a intentar
"atajos" hacia el bienestar y el desarrollo. El
compromiso de JJA con la democracia como ruta y
34
Alfonso Bauer Paiz
como destino permitiría establecer un referente claro en
el imaginario político nacional, en torno al cual se
pudiera fortalecer el compromiso individual y colectivo
con el sistema democrático.

 La educación como estrategia para el cambio. El énfasis


que JJA otorgaba a la educación como instrumento
para el cambio social, y la vigencia que mantienen sus
propuestas pedagógicas hoy en día, se convierten en
una oportunidad para establecer un compromiso
nacional con la educación como estrategia y
compromiso a largo plazo.

Juan José Arévalo como pensador, como político, tiene aún


mucho que contribuir al desarrollo de su país, desde la
Historia. Su obra pública y su pensamiento filosófico y político
son un recurso para el presente y el futuro en el sentido en el
que las naciones desarrolladas hacen uso de sus grandes
figuras históricas: como referentes de valores, principios, e
ideas que mantienen vigencia y continúan orientando el
desarrollo. Una adecuada recuperación crítica de su vida,
pensamiento y obra podría dar importantes contribuciones
para esas tareas en nuestro país. Y que mejor lugar para
comenzar este proceso que en esta casa de estudios: La
Universidad de San Carlos de Guatemala.

Muchas Gracias.

JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO, PRESIDENTE DE


GUATEMALA, SU PENSAMIENTO Y ACTUACIÓN
Alfonso Bauer Paiz


Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.

35
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El estudio que realizaré tiene como fuentes de consulta las


siguientes obras de él: Despacho Presidencial (DP). Escritos
Complementarios (EC) y La Fábula del Tiburón y las Sardinas
(FTS) así como mi experiencia personal, por haber sido
durante cuatro años funcionario del Organismo Ejecutivo, un
año Subsecretario y tres, Ministro de Economía y Trabajo, lo
que me permitió mantener relaciones estrechas con el
Presidente Arévalo, conocer íntimamente y poder valorar su
admirable gestión gubernativa.

Por esa circunstancia, me es posible hacer constar que el


Doctor Arévalo poseía un pensamiento político liberal, pero
ajeno al mercantilismo y, por el contrario, con tendencias
socializantes. Su socialismo, al cual denominó “socialismo
espiritual”, filosóficamente se sustentaba en el idealismo, por
consiguiente, ajeno al socialismo, fundado en la filosofía del
materialismo dialéctico, y materialismo histórico. Nunca ocultó
su distanciamiento de este socialismo; pero tampoco calló su
propósito de gobernar dentro de las pautas del “socialismo
espiritual”, su anticomunismo, moderado, fue tolerante,
durante su período presidencial, de 1945 a 1951. Repudió
firmemente todas las expresiones totalitarias del nazismo
alemán, del fascismo italiano y del falangismo hispano y,
siempre, adversó toda forma de imperialismo, habiendo
logrado crear las condiciones económicas, políticas, sociales y
culturales, que permitieron el establecimiento de un régimen
auténticamente democrático, al mismo tiempo que el Estado,
representaba a un pueblo que realmente preservaba su
soberanía y dignidad.

El tema general que trataré comprende los siguientes


subtemas: 1) Democracia; 2)Socialismo; 3)Lucha de Clases;
4)Comunismo; 5)Fascismo, 6)Imperialismo; 7)Soberanía;
8)Arevalismo.

36
Alfonso Bauer Paiz
A continuación, después de haber seleccionado
convenientemente los juicios y opiniones de nuestro personaje,
iré transcribiéndolos, literalmente, para el conocimiento de
los lectores, en especial de la juventud guatemalteca a la cual
el sistema entronizado desde 1954 le ha ocultado la historia
del proceso democrático revolucionario de la Revolución del 20
de octubre de 1944. Comienzo espigando en Despacho
Presidencial (DP):

DEMOCRACIA

La democracia es sobre todo un MÉTODO que permite la


expresión de proposiciones antagónicas hasta averiguar cuál
de ellas satisface al mayor número de conciudadanos. (...) La
democracia es (...) el derecho a discutir, el derecho inalienable
a disentir de los que se creen doctores celestiales y de los que
por obra de un accidente han llegado a detectar los
instrumentos del poder. (Pág. 23, DP).

La planificación totalitaria o la dictatorial, que vienen a ser


lo mismo, cultivan muy poco el procedimiento que yo llamaré
AUSCULTACIÓN. La planificación suele estar a cargo de
individuos de capacidad excepcional que llegan a sentirse
genios inobjetables. Cierto aristocraticismo preside la
planificación, y no admiten más auxiliar que las tablas
estadísticas, hechas por ellos o por funcionarios de alto nivel.
Auscultar en cambio, es un procedimiento democrático que
obliga a los supertécnicos escuchar las opiniones de cuantas
personas tienen derecho a participar en los estudios y en las
resoluciones, a cuantas personas han escrito sobre la materia,
a cuantos funcionarios tienen contacto con esa realidad
nacional o regional que se está estudiando. (DP, pág. 36)
Consecuente, con esa estrategia, decidió convocar a
representantes de sectores sociales (empleadores, asalariados
y funcionarios públicos) en “Congresos de Economía Regional”,
de los cuales sólo pudo realizar el primero, en Escuintla,
37
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

porque después el sector patronal, especialmente el agrícola,


se negó a participar, porque el gobierno garantizaba la
presencia del sector laboral organizado. Al finalizar el
Congreso Regional de Escuintla, que fue un éxito, el Presidente
Arévalo, comentó:

Guatemala aportaba así, a la metodología de la planificación


aquel procedimiento democrático que sirve a los supertécnicos
como medio de enlace con una opinión popular pocas veces
tomadas en cuenta. (DP. pág. 36).

Respecto al tema de la población indígena, mayoritaria en


Guatemala, Arévalo opinaba que aún subsistían resabios de
la explotación de los conquistadores, en el siglo XVI. Y no
estaba de acuerdo con las teorías asimilacionistas de alguna
corriente antropológica. Su tesis al respecto la planteó de la
siguiente manera:

Durante más de un siglo los gobiernos, copiando métodos


de la Conquista española (movida por intenciones
confesionales) insisten en la frase estereotipada de “incorporar
al indio a la cultura occidental”. Hemos olvidado que mala o
buena, el indio, los indios nativos de América, tienen su
propia cultura, y que es desde allí desde donde debemos
incitarlos a su propio desarrollo, a su propia elevación
espiritual, a su rápido desenvolvimiento económico y
financiero. (DP, pág. 37).

En este problema, así como en el económico, para su


enfoque, el Dr. Arévalo propició una política participativa.
Léase el siguiente párrafo de DP, pág. 37:

38
Alfonso Bauer Paiz
(...) Como en los asuntos económicos, no se podía planificar
un programa desde “arriba”, y se consideró más sensato
AUSCULTAR a los propios portavoces de la raza (...)
Acordamos, por eso, convocar para los meses inmediatos, la
reunión de un Congreso de Maestros indígenas (de raza
indígena) al que asistirían no sólo los sabios en la materia,
eruditos de raza blanca, sino también los portavoces de la
raza militarmente vencida, sus líderes religiosos y políticos, y
aquellos que ya trabajan en funciones de administración
municipal o de contratación económica. (DP, pág. 37).

Su forma de gobernar la enunció así:

Mi posición personal en el gobierno es clara y terminante.


No pertenezco a ningún Partido Político ni a ninguna clase
social. Me doy cuenta plena de la posición de un Presidente
democrático que no consiente dictaduras ni las fomenta.
Desde el 20 de octubre resolvimos que no hubiera más
dictaduras en la república ni de arriba abajo ni de abajo
arriba; ni de la derecha sobre la izquierda ni de la izquierda
sobre la derecha. Gobernar en estas condiciones es muy
difícil; pero yo no creo que haya otra forma decente de
gobernar. (DP, pág. 37).

En un discurso que pronunció con motivo del Año Nuevo,


1945, el Dr. Arévalo se refirió al carácter popular de su
gobierno:

(...) Particularmente quiero hacer llegar mi palabra de


saludo a los trabajadores y a los campesinos de Guatemala
que viven todavía en la esperanza de su mejoramiento
económico, social y cultural. El arevalismo ha sido para ellos
en el Congreso de la República y en el Organismo Ejecutivo un
aliado y un hermano. El arevalismo es el primer movimiento
social en Guatemala que se declara sin tartamudeos y sin
cobardías amigo de los humildes. Y en esta amistad para los
humildes, que no es enemistad para nadie, el arevalismo que
es una fuerza juvenil, homogénea y revolucionaria, finca la

39
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

raíz de su obra social, cultural y económica de grandes


proyecciones para el porvenir de Guatemala. (DP, pág. 138).

El Estado que deseaba el Dr. Arévalo era el de bienestar, el


que había patrocinado el economista británico Keynes,
muestra de ello es el siguiente párrafo de su DP (pág. 163):

(...) Un alto funcionario del Departamento de Estado, al


recibir una delegación de ganaderos guatemaltecos en
Washington, tuvo a bien afirmar: “Guatemala es una de
nuestras más grandes esperanzas en el Continente americano.
Es el país que está entendiendo la democracia como nosotros
la entendemos” Y eso que Bramen no sabía que muchas veces
yo había confesado ser un prosélito de Roosevelt.

Por supuesto, que aludía a Franklin Delano, el pionero del


New Deal, el Nuevo Trato, versión estadounidense del Estado
de Bienestar, a raíz de la crisis económica, de fines de los
años veinte del siglo pasado.

Con ocasión de la inauguración del Banco de Guatemala,


del sistema de banca central, el 1 de julio de 1946, dijo:

Queda hoy legalmente establecido el Banco de Guatemala,


llamado a dar forma a la economía de la república, desde
puntos de vista genuinamente revolucionarios: es decir,
poniendo la mira fundamental en los intereses colectivos y no
en los intereses individuales. (DP. págs. 163 y 164).

En respuesta a las imputaciones de sectores reaccionarios


que acusaban al gobierno de ser una nueva dictadura, el
Presidente Arévalo, entre otros razonamientos, les respondió:
40
Alfonso Bauer Paiz

No puede haber dictadura cuando los pobres, que siempre


recibieron látigo, están ahora del lado de un gobierno que ni
les ha dado látigo ni lo dará jamás. No puede haber dictadura
cuando los enemigos de la democracia arrojan impunemente
toda clase de calumnias contra los hombres del gobierno, y
los hombres del gobierno no han cometido un sólo acto de
violencia contra ellos. No puede haber dictadura cuando los
enemigos del gobierno viven su vida privada y pública sin
estorbos y persecuciones. (DP pág. 247).

Al opinar sobre el carácter de la Revolución del 20 de


Octubre de 1944 lo hizo de la siguiente manera en su DP pág.
298:

(...) La Revolución de Octubre fue y es la aspiración de un


conglomerado a recuperar su dignidad en todas las formas
humillada hasta el 20 de Octubre de 1944. (...) Es una
Revolución, por eso, progresiva, que no va a intentar
transformar la estructura social, la estructura económica, la
estructura política, la estructura ética, en el término de unos
meses ni de unos años. Es una Revolución en la que el pueblo
de Guatemala, unificado en sus aspiraciones y poniendo la
suma de sus valores morales, aspira lentamente a convertirse
en una República, pues todavía no lo somos.

(...) Pero la Revolución de Octubre tiene otro carácter que


conviene repitamos en esta oportunidad. Ha sido una
revolución antipersonalista. Aspiramos en Guatemala a que la
República sea dirigida no por un hombre providencial en el
cual se hayan dado todas las esencias de la divinidad,
aspiramos a que esta República sea gobernada por un

conjunto de talentos, de voluntades, al servicio de la


comunidad.

41
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En noviembre de 1949, el bachiller Héctor Aragón


Quiñónez, Presidente de la Asociación de Estudiantes de
Medicina, por cierto muy desorientada e influida por sectores
reaccionarios, dirigió una protesta al Presidente Arévalo en la
que aludía a unos “proyectos” de continuismo, de parte del
primer mandatario de la nación. Inmediatamente, Arévalo le
respondió:

No hay un sólo universitario en Guatemala que tenga en


sus manos prueba alguna de esos “proyectos” de continuismo.
Y el que lo diga, o miente con cobardía, o incurre en el delito
de no denunciar conforme a las leyes semejante atentado a
uno de los preceptos más terminantes de nuestra
Constitución. (...) Jóvenes estudiantes no habrá reelección. El
pueblo será convocado constitucionalmente para elegir en
libres y alegres elecciones al nuevo Presidente de la Nación.
Los que murmuran de reelección mienten a conciencia. (DP
págs. 436, 437).

En relación con el tema indígena y su cultura, Arévalo


opinó:

(...) Durante más de un siglo los gobiernos, copiando


métodos de la Conquista española (movida por intenciones
confesionales) insisten en la frase estereotipada de “incorporar
al indio a la cultura occidental”. Hemos olvidado que, mala o
buena, el indio, los indios nativos de América, tienen su propia
cultura, y que es desde allí desde donde debemos incitarlos a
su propio desarrollo, a su propia elevación espiritual, a su
rápido desenvolvimiento económico y financiero. (DP, pág.37).

Además, consecuente con su política de democracia


participativa, advirtió:

Aquí, como en los asuntos económicos, no se podía


planificar un programa “desde arriba”, y se consideró más
42
Alfonso Bauer Paiz
sensato AUSCULTAR a los propios portavoces de la raza (...).
Acordamos, por eso, convocar para los meses inmediatos la
reunión de un Congreso de Maestros indígenas (de raza
indígena) al que asistirían no solamente los sabios en la
materia, eruditos de raza blanca, sino también los portavoces
de la raza militarmente vencida, sus líderes religiosos y
políticos y aquellos que ya trabajan en funciones de
administración municipal o de contratación económica. (DP
pág. 37).

A continuación entraré a indagar en su libro ESCRITOS


COMPLEMENTARIOS (EC) el concepto del Dr. Arévalo
sobre la democracia, concepto no del todo coherente con el
expresado en DP, quizás, porque su candidatura presidencial
había surgido de nuevo, a fines de la década de los años
cincuenta del siglo pasado, en muy distintas condiciones
político-sociales, pues los sectores de trabajadores del campo
y la ciudad estaban fuertemente reprimidos, por gobiernos
militares al servicio del imperialismo. Veamos.

(...) El calificativo de “comunistas” resultaba entonces


decisivo para decapitar las fuerzas progresistas. Si yo
continuaba dirigiendo a estas fuerzas, jamás el pueblo
alcanzaría el poder. Además: en el oriente del país peleaban
seriamente las guerrillas de Yon Sosa, con las cuales nosotros
no queríamos que se nos confundiera. Resultaba entonces
patriótico retirarse del combate y tolerar que el sistema feudal
continuara gobernando la república. Y resolví cancelar mi
condición de líder político para evitarle a Guatemala y a su
pueblo nuevos sangrientos sacrificios, (EP, pág. 110).

(...) Yon Sosa supo que yo me retiraba de la política, y desde


las montañas de Zacapa me mandó un mensaje. Me
pedía que yo hiciera declaración pública indicando a
losarevalistas que se sumaran a las guerrillas. Con el mismo
mensajero le envié mi respuesta: el arevalismo es una fuerza
civil y no podemos tomar las armas contra el Ejército.
Guatemala se volvería un lago de sangre y un vasto
cementerio. (EC pág. 112).
43
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En lo que toca con el sistema electoral, propio de las


democracias, el Dr. Arévalo decía, en esos años:

(...) Las candidaturas populares son indestructibles e


invencibles. No son candidaturas fabricadas con dólares
petroleros, ni con órdenes de una embajada, ni con el favor
de la policía ni con recomendaciones eclesiásticas. Las
candidaturas populares salen del alma de la gente que trabaja
y que sufre. (EC pág. 135).

El pensamiento político del Dr. Arévalo tiene sus raíces en el


de los próceres ibero americanos. Leamos:

(...) Nadie puede tomarme como un europeizante ni como un


norteamericanizante. Los cimientos de mis concepciones y
convicciones deben buscarse en América Latina: Bolívar,
Juárez, Montalvo, Martí, Sarmiento, Rodó, Vasconcelos,
Alejandro Korn. Soy hombre de este lado del Atlántico, del
Río Grande hacia el Sur. (EC pág. 138).

(...) Nuestra mentalidad tiene algo de apostólico, sin ser


religiosos, y tiene mucho de heroísmo porque aprendemos y
practicamos la subordinación de los bienes materiales y de los
placeres sensuales a normas de conducta que llevan al ser en
desarrollo por el camino de la perfección ciudadana. (EC pág.
140).

En la concepción de Arévalo de la democracia, va implícito


el nacionalismo sano, conozcamos su criterio, expuesto
cuando era candidato presidencial por segunda vez:

(...) Gobernaremos Guatemala como república soberana,


engarzada en el sistema jurídico interamericano. Somos
44
Alfonso Bauer Paiz
nacionalistas en la teoría y en la práctica. Ya gobernamos una
vez Guatemala sin que nadie se permitiera el lujo de darnos
instrucciones desde afuera. Nacionalismo defensivo y
sentimental: nunca un nacionalismo estrecho, cerrado y
agresor. No compartimos la opinión de los que creen que el
nacionalismo es una mala palabra. Los que creen que se
dejan llevar por el uso perverso que Hitler hizo de ella:
nacionalismo expansivo, invasor, imperialista, racista.
(EC pág. 158).

El nuestro es un nacionalismo fraternal, que pacta con los


hermanos a base de dignidad. Esta fraternidad tiene tres
grados. Fraternidad corporal y espiritual con los cuatro
restantes países que integraron la República Federal de Centro
América. Fraternidad espiritual y política con las restantes
repúblicas americanas de origen español. Fraternidad
ideológica con las tres repúblicas que no hablan español, pero
que practican el sistema democrático: Brasil, Haití, y los
Estados Unidos de América. Más allá de América, amamos a
España y sufrimos con ella. Todo lo demás es geografía y es
cultura, ¡o incultura! (EC págs. 158, 159).

En pocas palabras, el ex Presidente Arévalo comentó su


democrática política pedagógica en lo político y social:

(...) Hay que reconocer que mi gobierno cumplió una tarea


pedagógica en lo político y en lo social. El estilo democrático
que caracterizó al gobierno constituye un hecho educativo
para las grandes masas del país, pues se permitió la libre
organización de todas las profesiones y actividades y la libre
actuación de las personas y de los grupos. Fui en este orden
un pedagogo político, y dije varias veces que gobernaba el país
con mentalidad de maestro de escuela. (EC pág. 226).

Arévalo, desde 1927 tenía la convicción de que la política


debe hermanarse con la dignidad y con la moral:

45
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

(...) Véase el capítulo respectivo de la INQUIETUD


NORMALISTA (obra suya publicada en 1980 por Editorial
Académica Centroamericana, Guatemala, 1980), contentiva
de estampas de adolescencia y juventud, período 1920-1927.
En aquel proyecto jugaba papel central el concepto de
DIGNIDAD, concepto espiritualista que habría de definir en el
resto de mi vida mi pensamiento político. Según el proyecto,
a los políticos de Guatemala les faltaba moral, formación
interior, y había que destruir en ellos los malos hábitos, los
vicios políticos, la corrupción. A las nuevas generaciones
había que infundirles “alturas de miras”. Había que crear el
magisterio nacional, fomentando en cada maestro la dignidad
y la eficiencia. (EC pág. 337).

(...) Mi conciencia política se ponía en todos esos escritos a


favor de una justicia social, y exaltaba el valor de lo afectivo
en el tratamiento de la política superando las limitaciones del
racionalismo. La pasión de justicia y la pasión culturalista
campean en todos mis escritos de aquella época.
(EC pág. 339).

En EC, de la página 383 a 391, su autor incluye un


capítulo, El Arevalismo, tal como yo lo admito, del cual
transcribiremos algunos de los pensamientos del Dr. Arévalo:

(...) Predicaba yo, pues, que el Estado debía reformarse


fijando en nuestras leyes el primado de las mayorías: afrontar
con valentía las necesidades de los trabajadores, de los
campesinos y de los indígenas que son la enorme mayoría de
la Nación. Poner atención en las generaciones actuales, que
son las que necesitan nuestro auxilio y preparar para ellas
una vida social diferente. Pero el futuro no debe aplastar el
presente. (EC pág. 384).

El arevalismo, por consiguiente, no es idealista, si


entendemos por idealismo la concepción que considera como
46
Alfonso Bauer Paiz
tema principal promover “un futuro mejor”. (...) El arevalismo
es “actualista”. Debemos atender lo actual, así el futuro salga
beneficiado por ello. El espiritualismo es actualista. La
preferencia de los valores espirituales es tares de hoy,
fundamentalmente. Por eso, el arevalismo protege “hoy” a las
masas y ayuda a mejorar sus condiciones de existencia, bajo
la protección del Estado. El Presidente Arévalo lo hizo como
paternal inductor de las energías populares, como encauzador
de las fuerzas sociales, sin consignas exteriores, basándose
en lo real guatemalteco. (EC pág. 385).

(...) Nueva postura filosófica, derivada de un nuevo concepto


de la personalidad humana, derivada del problema de los
valores de las preferencias por lo espiritual. Era la defensa de
la dignidad, convertida en meta del gobierno. (...)
(EC pág. 385).

En lo individual y en lo social el arevalismo manifestaba su


humanismo. La exaltación del hombre en el juego de los
intereses nacionales. El hombre se distingue de los animales
porque en él se da lo espiritual. El humanismo consiste en un
respeto sagrado por lo que nos caracteriza como hombres. Por
medio del humanismo salimos de la mentalidad religiosa y
eclesiástica de la Edad Media, que sólo asignaba valor a lo
celestial. “Descendimos” a lo humano, pero engrandecimos
lo humano. (EC págs. 385 y 386).

(...) El catolicismo satisface mis exigencias espirituales. La


fe es una fuerza constructiva, llamada a suavizar las asperezas
destructoras de la inteligencia. Sin embargo, cuando llegué a
ser gobernante tuve un conflicto con las autoridades de la
iglesia católica, porque el Arzobispo se negaba a cumplir lo
convenido meses atrás con el Presidente. (EC pág. 386).

El concepto rector de “dignidad”, aplicado a lo colectivo,


conduce a la noción de soberanía. La defensa de la soberanía
nacional es una de las normas del arevalismo (...) Tuve,
47
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

cuando fui gobernante, varias oportunidades para actuar en


esa línea patriótica, espiritualista. Rechacé fuertes sumas de
dinero que se me ofrecieron a cambio de comprometer con
empresas extranjeras el petróleo de Guatemala. Impuse el
Código de Trabajo a la United Fruit Company, que se negaba
a cumplirlo. Expulsé a un embajador norteamericano que se
reunía con conspiradores. (EC pág. 386).

Mantener el imperio de las leyes de la república dentro de


nuestras fronteras y promover el prestigio de Guatemala en el
extranjero. (EC págs. 386, 387).

Que no fui un nacionalista cerrado lo demuestra el trato


fraternal que dimos bajo mi Gobierno a los exiliados
hispanoamericanos que se acogieron a nuestra protección. (...)
(EC pág. 387).

En varios discursos míos presidenciales lancé el llamado


“Volvamos a Bolívar” y rompí relaciones con los dictadores de
República Dominicana, Nicaragua, Venezuela y Perú,
superando una tradición diplomática complaciente. Yo
practicaba así una defensa de los pueblos estafados. (...)
(EC pág. 387).

SOCIALISMO

Ya dijimos, al principio de este ensayo, que el Dr. Arévalo,


aunque aún de pensamiento político liberal, es decir,
consciente de que la Revolución del 20 de Octubre de 1944,
de inmediato no podía sustraerse del régimen capitalista; pero
no de un capitalismo inmolador de las clases no propietarias,
sino de un capitalismo que funcionase en los ámbitos de un

Estado de Bienestar, que terminase con los resabios feudales,


morigerado por su “socialismo espiritual”.
48
Alfonso Bauer Paiz

El Dr. Arévalo, a principios de su gobierno, se pronunció


por un sistema político socializante:

(...) La farándula estudiantil universitaria de marzo (de


1945) confirmó la impresión de que desde octubre (de 1944)
vivíamos en un clima democrático, y si la manifestación de
los trabajadores y los discursos del Primero de Mayo
demostraron que Guatemala estaba tomando camino hacia un
amanecer revolucionario socializante (...) (DP pág. 47).

A principios del año 1946, había dentro del equipo


gubernamental diferencias ideológicas, Por un lado estaban,
quienes seguían orientaciones de centro-derecha del ex
miembro de la Junta Revolucionaria, ciudadano Jorge Toriello,
y, por otro, quienes participaban de las ideas de izquierda,
del Presidente Arévalo. Y él se definió.

El Presidente de la república, pieza fundamental en la toma


de decisiones, no había ocultado nunca su mentalidad
socializante, es decir, de izquierda democrática nacionalista.
Pero a pesar de esta clara definición, el Ejecutivo se movía
pesadamente, obstruido por la heterogeneidad doctrinaria. (DP
pág. 143).

El Dr. Arévalo explica su “socialismo espiritual”:

Yo, como presidente, y antes como candidato, traté de


hallar un mínimo programa ideológico para el arevalismo.
Dentro de la heterogeneidad de las posturas individuales,
coincidimos en una mentalidad de origen liberal con sentido
socializante. El liberalismo exalta el valor de la personalidad
individual; el socialismo obliga a contemplar los graves
problemas de la comunidad anteponiéndolos a la solución de

problemas individuales. Liberalismo individualista y socialismo


no son contradictorios, porque aunque el liberalismo arroje
consecuencias sobre la vida económica, su verdadero campo
49
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

de acción es el orden espiritual. La persona humana, sus


derechos, sus obligaciones, la defensa de su dignidad, no
son incompatibles con una regulación socializante de la
economía pública. Si se socializan los servicios públicos, la
milicia, la educación y otros rubros, esto no obliga a extender
la socialización hasta la agricultura, el comercio y la
industria. Las profesiones liberales no tienen por qué ser
socializadas, si bien cada una debe admitir un mínimo de
prestaciones sociales. (EC págs. 73, 74).

En la página 139 de EC, Arévalo escribe:

Mis viajes a Montevideo (...) me permitieron (...) conocer y


admirar la obra socialista del líder uruguayo José Batle y
Ordóñez, que perduraba y perdura después de su muerte.

Su “socialismo espiritual”, obedece según sus propias


palabras, a que:

(..) Los maestros de escuela somos espiritualistas. La


profesión nos impregna de compromisos morales y de ideales
que tratamos de inspirar a los niños y a los jóvenes. Nuestra
mentalidad tiene algo de apostólica, sin ser religiosa, y tiene
mucho de heroísmo porque aprendemos y practicamos la
subordinación de los bienes materiales y de los placeres
sensuales a normas de conducta que llevan al ser en
desarrollo por el camino de la perfección ciudadana.
(EC pág. 140).

(...) La Revolución guatemalteca de 1944 hizo posible uno de


los más bellos ensayos de política revolucionaria dentro del
marco del espiritualismo filosófico (...). (EC pág. 146).

La Revolución de Octubre, en Guatemala, fue un novedoso


intento de conciliar socialismo y liberalismo tomando de
50
Alfonso Bauer Paiz
ambos la línea espiritualista. Nadie podrá negar la profunda
obra que desarrollamos en materia económica, desde la
tenencia de la tierra hasta el sistema bancario. Pero toda esta
pluralidad de problemas, estuvo siempre subordinada al
concepto nacionalista de soberanía y al concepto universal de
dignidad. Jamás estimulamos la violencia. Nuestro método
fue la persuasión, y mis discursos presidenciales fueron un
intento de promover la concordia entre los guatemaltecos de
las diversas situaciones sociales, económicas y culturales.
Creíamos y creemos en la grandeza del concepto de
personalidad humana, entendiéndola como un compromiso de
enaltecer al individuo siempre que sirva a la comunidad en
que vive (...) (EC pág. 153).

El Presidente Hipólito Irigoyen, de la Argentina, socialista,


así como el Dr. Juan B. Justo, dirigente del Partido Socialista
argentino y el, también socialista, Alfredo Palacios, fueron
ejemplo de políticos valiosos para Arévalo. (Léanse las páginas
326 a 328 de EC).

También fue admirador del Presidente de los Estados


Unidos, Franklin D. Roosevelt y de su New Deal, de su
doctrina de “las cuatro libertades” y de su política de “Buena
Vecindad”.

En lo personal yo fui arrastrado hacia esta política


rooseveliana y me convertí en un militante a favor de ella.
Vivía en la República Argentina. Era YO profesor universitario
desde 1937, y formamos núcleos de catedráticos; ya en 1939,
comprometidos en el nuevo estilo ideológico propiciado por
Estados Unidos de América e Inglaterra. El gobierno argentino,
pro nazi, nos castigó con la destitución en 1943 y 1944.
(EC pág. 335).

Por las enseñanzas de Roosevelt, yo reconocí que la Política


era un problema de masas populares. Era un paso a la
izquierda del liberalismo de Juárez y de Barrios hacia el
51
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

socialismo de Calles, de Irigoyen y de Roosevelt. Liberalismo


socializante o socialismo humanista. (EC pág. 383).

Pero este “socialismo” arevalista tenía bases filosóficas. La


Filosofía me había enseñado a analizar el problema de los
valores y a distinguir los valores espirituales frente a los
bienes materiales (Rodolfo Eucken). En lo personal decidí
adoptar una escala de valores en la que lo espiritual (la moral,
la justicia, etcétera), ocupaba lugar superior, dejando los
bienes materiales en un plano secundario. Por eso hablé de
un “socialismo espiritualista”. No compartía yo, pues, la
doctrina materialista pregonada por el otro socialismo: el
marxista. Para mí lo material y lo espiritual actúan como una
cópula de realidades que produce el ser humano, la vida del
ser humano; sólo que el comando corresponde a lo espiritual.
(EC pág. 384).

LUCHA DE CLASES

Es lógico que si el Presidente Arévalo no es partidario del


socialismo marxista, reconozca “la lucha de clases”, como
motor de los cambios históricos en la sociedad humana, y así
lo manifestó desde la realización del Primer Congreso de la
Economía Regional, en Escuintla, al inicio de su gobierno en
1945:

Las corrientes doctrinarias marxistas necesitan contraponer


a los trabajadores con los capitalistas. Aderezada a sus gustos
y a sus planes la teoría de las clases sociales, ellos proclaman
la “lucha de clases” como un legado de siglos al cual debemos
proporcionar nuestro reconocimiento; y mantener viva la idea
y la necesidad de esa lucha social de tipo bélico, hasta

DESTRUIR las capas sociales “superiores” y dejar este mundo


a los trabajadores de la ciudad y del campo. (...) Yo me
52
Alfonso Bauer Paiz
mantuve alejado de aquella Sociología belicista para sostener
una prédica que favoreciera a los humildes sin destruir a sus
educables explotadores. (...) (EC pág. 57)

COMUNISMO

El Presidente Arévalo no obstante no comulgar con el


comunismo, aceptó la sugerencia que el Congreso de la
República le hiciera el 4 de abril de 1945, de entablar
relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y fue nombrado
embajador, el poeta Luis Cardoza y Aragón, sin embargo, la
URSS nunca acreditó Embajada en Guatemala.

Lo anterior puede haber sucedido, porque a la sazón,


Arévalo estaba consciente de la histórica contribución del
comunismo soviético en la derrota del nazismo. Escribió:

Tocó a Rusia desempeñar el papel glorioso de quebrantar


por primera vez el poderío de los que se creían amos del
continente. Fue en Stalingrado donde empezó la verdadera
derrota del nazismo. (DP pág. 81).

El 26 de enero de 1946, por decisión tomada en junta de


gabinete, la Policía Nacional disuelve la Escuela Claridad, de
capacitación obrera. Al respecto el Presidente Arévalo en DP
(pag. 148), dice:

En la Capital un grupo de obreros seducidos por la prédica


extremista de líderes forasteros (mexicanos y salvadoreños
principalmente) se agrupan alrededor de "profesores"
desviados de la línea democrática en una que se llamó Escuela
Claridad, disuelta por la policía el 26 de enero, mientras el

grueso de las fuerzas buscaban en la línea ortodoxa un


entendimiento a base de normas sindicales. (...).

53
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Cuando en 1945 la policía conoció el primer intento de


organizarse en partido político, cayó inmediatamente sobre
ellos para impedir aquel intento tortuoso dentro de nuestra
legislación democrática. Los firmantes del Acta de Noviembre
de 1945 fueron severamente amonestados por la policía y
advertidos de que un nuevo intento de aglutinación para
formar el partido comunista, con éste o con otro nombre, daría
motivo a serias sanciones de parte del gobierno. Por iguales
motivos en el mes de mayo de 1946 fue disuelta la llamada
“Escuela Claridad”, cuando se comprobó que sus dirigentes so
capa de una alfabetización cívica ejercían un disimulado
magisterio al servicio de las ideas comunistas. Sus directores
fueron invitados entonces a abandonar el país y por esa
misma época salieron también tres caracterizados ciudadanos
salvadoreños a quienes repetidas veces se acusaba como
mentores en la misma corriente política. (DP págs. 274, 275).

(Nota del Recopilador: A mí me extrañaban esas medidas


anticomunistas, porque a principios de su gobierno, el Dr.
Arévalo nos envió al Frente Popular Libertador, para que nos
instruyera en la filosofía del materialismo histórico, nada
menos que al Secretario General del Sindicato de Maestros de
Chile, César Godoy Urrutia, respetado dirigente del Partido
Comunista de aquel país, y a quien en mucho debo mi
adhesión al marxismo).

No obstante la posición anticomunista del Presidente de


Guatemala, el 14 de abril de 1947, llega al país Pablo
Neruda, comunista, y a quien tanto la intelectualidad, como
el pueblo y el gobierno le brindan cálida acogida.

Según el Dr. Arévalo, el 2 de junio de 1950 se fundó en


Guatemala el Partido Revolucionario Obrero de Guatemala,
comunista, (Ver pág. 474 del DP). Pero, la verdad es que ese

partido ya existía en la clandestinidad desde varios años antes


de 1950. El Partido Comunista se fundó el 28 de septiembre
54
Alfonso Bauer Paiz
de 1949, el cual, en 1951, se denominó Partido Guatemalteco
del Trabajo.

La fundación del Partido Comunista no fue del agrado del


Presidente, quien estuvo de acuerdo con una resolución de la
Corte Suprema de Justicia, la que separó al Secretario General
del Partido Comunista, José Manuel Fortuny, del cargo que
desempeñaba en la Junta Nacional Electoral. Al respecto,
comentó:

La Corte Suprema de Justicia destituye al Bachiller José


Manuel Fortuny como su Delegado (Magistrado) ante la Junta
Nacional Electoral. La destitución se debió al salto dado por
Fortuny desde un Partido Democrático (el P.A.R.) hasta un
Partido totalitario marxista: el Partido Revolucionario Obrero
(...) (Nota del Recopilador. El Partido era el Comunista). (DP
págs. 480, 481).

Ya no siendo Presidente, el autor de Escritos


Complementarios (págs. 16 y 17), relata que el 9 de febrero de
1952 se brindó en el Club Tampico, de México D.F., un
homenaje a Guatemala, a él y al Presidente Árbenz, al que
asistieron personalidades distinguidas de la política y de la
intelectualidad mexicana y del continente. Léase.

(...) Yo tuve que contestar agradeciendo elogios y aplausos


concretándome a los hechos capitales. Refiriéndome a que
como presidente no hubiera aceptado préstamos extranjeros,
utilicé una imagen sencilla: cuando se recibe dinero extranjero
con la mano derecha, se entrega soberanía con la mano
izquierda. Y a la referencia elogiosa por no haber hecho alianza
con comunistas, yo aclaré que mientras el catolicismo nos
ofrece un paraíso para después de muertos, el comunismo nos

lo ofrece para antes de morir. Ambas afirmaciones mías se


comentaron con escándalo en la prensa al día siguiente. (...).

55
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En octubre de 1959, Arévalo visitó la Cuba Revolucionaria,


pero no fue de su agrado:

Volví a Caracas admirado por la popularidad de los Castro y


de Camilo Cienfuegos. Este brillante líder desaparecido
misteriosamente en los últimos días de octubre, cuando yo
estaba todavía en la Habana. Pero volví preocupado por la
fuerza que iba tomando en Cuba el comunismo. Así se lo dije
a Eufemio Fernández en plática íntima, en mi habitación del
hotel habanero. El comunismo avanzaba con la complacencia
de las autoridades, quizás bajo su estímulo. (EC pág.70).

En un documento (Opiniones Personales de Juan José


Arévalo), de agosto de 1961, escrito en Caracas, que el Dr.
Arévalo, en su condición de candidato a la Presidencia de la
República, por segunda vez, que envió desde Caracas a los
dirigentes arevalistas que apoyaban su candidatura, se
pronuncia, sin ambages, contra la Revolución Cubana, por
su sesgo hacia el comunismo, llegando a comparar a Fidel
Castro con Castillo Armas:

(...) Fidel Castro ya no es el jefe supremo de la Revolución;


es un subalterno de Rusia, en la misma medida en que
Castillo Armas fue un subalterno de los Estados Unidos de
América. (EC pág. 72).

(...) Además de eso —y aquí está lo más grave—, Cuba se


ha convertido en un depósito de armas enviadas desde Rusia,
con las cuales los Estados Unidos de América pueden ser
atacados. Los Estados Unidos de América están preparándose
para destruir ese peligro efectivo.

El actual gobierno de Guatemala se ha colocado del lado de


los Estados Unidos de América. Si yo estuviera en el poder en
Guatemala, yo habría hecho exactamente lo mismo. Hay una
emergencia militar efectiva, ya no ficticia. A Guatemala y a su
gobierno no les cabe la menor duda de que en esta emergencia
56
Alfonso Bauer Paiz
militar sus destinos corren juntos con los de los Estados
Unidos de América. (EC págs. 72 y 73).

Con todo respeto a su memoria, en este caso al Dr. Arévalo


se le olvidó que si la Revolución Cubana se armó fue después
del intento de invasión de la Isla, en 1961, por
contrarrevolucionarios financiados y armados por los EE.UU. y
adiestrados en territorio guatemalteco. La Historia ha
demostrado que el Comandante Castro nunca ha estado
subordinado a ninguna potencia extranjera, pues hace ya
varios lustros que se derrumbó la URSS y la Revolución
Cubana sigue enhiesta, siendo ejemplo de dignidad.

En la pág. 76 de EC, el autor de la Fábula el Tiburón y las


Sardinas, excelentísimo ensayo sobre el Imperialismo
estadounidense, no desmiente al periodista cubano, Bernardo
Viera Trejo, quien le atribuyó al ex presidente de Guatemala
haber dicho “cuando la Sardina” era roja, la “fábula” del
tiburón seguía siendo válida. O sea que EE.UU. podría
impunemente arrasar la Revolución y someter a la Nación y al
Estado cubanos.

A la sazón el anticomunismo del Dr. Arévalo ya era tajante:

Este cambio del gobierno cubano motivó un violento cambio


mío, y lo comuniqué a la prensa caraqueña para que ya no me
consideraran aliado del nuevo orden comunista en Cuba. La
extrema izquierda lo tomó a mal, pero los demócratas me
aplaudieron. Dejé, pues de ser “castrista”.

También dejó de ser “arbencista” desde diciembre de 1962,


porque:

(...) Según Árbenz yo no era más que un vulgar candidato


del Gobierno de los Estados Unidos de América y me llamaba
por eso “traidor” (EC pág. 100).
57
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Filosóficamente es explicable el anticomunismo del Dr.


Arévalo por su adhesión al idealismo y al espiritualismo, que
le hacen desechar la filosofía materialista:

(...) En el otro extremo están los filósofos (y ya los hubo en


Grecia) que afirman como realidad única la materia: monismo
materialista. ¡El alma no existe! Este “materialismo delirante”
está representado en la época moderna por Feuerbach, Marx y
Engels, para quienes el pensamiento (o el espíritu) es un
simple derivado dentro de la realidad única que es la
Naturaleza, la materia. En Marx y Engels, por cierto, se
trata de una materia dinámica, que evoluciona: materialismo
dialéctico. La vida sería materia que se supera a sí misma; el
pensamiento, la conciencia, son una forma superior de la
vida, “localizada” como planta radioemisora, en las células
cerebrales. Para el marxismo, el hombre podría definirse
como un animal que consume y produce. La “misión” del
hombre sobre la tierra es producir.

A nosotros, los espirituales dualistas, nos repugna


particularmente esta explicación monista-materialista de la
vida y del hombre (...) (EC pág. 142).

FASCISMO

El Dr. Arévalo fue siempre enemigo del totalitarismo


fascista, en cualesquiera de sus tres versiones: la alemana
(nazismo), la italiana (fascismo) y la española (falangismo).

Los republicanos españoles le estaban agradecidos:

Porque fue mi gobierno el que entabló relaciones con la


república española en el exilio. (EC pág. 15).
58
Alfonso Bauer Paiz

IMPERIALISMO

En este acápite daremos a conocer el pensamiento y la


actuación antimperialista del Dr. Arévalo, teniendo como
fuentes de consulta sus libros DESPACHO PRESIDENCIAL
(DP) Y ESCRITOS COMPLEMENTARIOS (EC), pero advertimos
al lector que siendo tan importante este tema le dedicaremos
atención especial a la FÁBULA DEL TIBURÓN Y LAS
SARDINAS.

El disentía de todo tipo de imperialismo:

(...) El mundo reconoció la existencia de una “guerra fría”,


cuyo programa consistiría en detener en el mundo la
penetración imperialista de los rusos, penetración
encomendada con relativo disimulo a un organismo ideológico
llamado Partido Comunista Mundial. Será una lucha entre
Imperios: el viejo Imperio inglés, el moderno Imperio
norteamericano y el renacido Imperio ruso. (DP págs. 22 y 23).

Desde el inicio de su período presidencial, el Dr. Arévalo


tuvo roces con embajadores o altos funcionarios del gobierno
de los EUA. Primero fue con Nelson Rockefeller, Secretario de
Estado, y miembro de la multimillonaria familia Rockefeller.
Éste al enterarse de la propuesta del Presidente de Guatemala
al Presidente de El Salvador, Castaneda Castro, para
reconstruir la Federación Centroamericana, quiso impedirlo so
pretexto de que era una maniobra para favorecer a Rusia.
Inmediatamente, Arévalo le hizo saber a Rockefeller que se
trataba de un antiguo proyecto, desde la época colonial, pues
la Capitanía General del Reino de Guatemala, comprendía
todos los países de Centro América y, al independizarse de
España, los países del Istmo se habían unido en una
Federación. (Ver DP pág. 53).

59
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

A pocos días de haber tomado posesión del cargo, tuvo un


incidente con el Embajador de los EE.UU., Boaz Long:

(...) Boaz Long llegó a despedirse de mí, pues pronto estaría


en Guatemala el sustituto. Boaz Long permaneció en el
Despacho casi una hora. Las tres cuartas partes de ese tiempo
las dedicó a explicarme los problemas que confrontaba en el
país la United Fruit Company, y al final dedicó algunos
minutos a temas de política internacional, "voy a Washington
y de seguro me preguntarán cual es la postura del Gobierno de
usted con respecto a los Estados Unidos". No era tema que me
molestara. Le contesté con naturalidad, pero con cierta
arrogancia". "Si ustedes han tenido gran amistad con el
dictador nazi que fue Ubico, con el demócrata Arévalo esas
relaciones tendrán que ser más estrechas. Guatemala seguirá
siempre al lado de los Estados Unidos, pero de pie, no de
rodillas". El hombre pequeñito que era Boaz Long sintió
desagrado al escucharme. Se levantó inmediatamente, se
despidió y nunca más supimos de él.

La posición de defensa de la soberanía nacional y


antimperialista del Presidente Arévalo le llevó a tomar medidas
ante las presiones estadounidenses para explotar yacimientos
de hidrocarburos. Leámosle:

La supuesta riqueza del subsuelo de Guatemala en materia


de petróleo empieza a despertar la codicia de las empresas
extranjeras, generalmente apoyada por sus respectivos
gobiernos. Ante los peligros que ello ofrecía, yo contraté los
servicios de uno de los más renombrados técnicos argentinos
en la materia, el Ingeniero Ángel María Hurtado de Mendoza.
Queríamos ser asesorados por un experto que no fuera de
nacionalidad norteamericana, para poder estar seguros sobre

la simpatía hacia los intereses guatemaltecos (...) La nueva ley,


en efecto, iba a ser desconsoladora para los representantes de
las empresas foráneas solicitantes. Poco a poco fueron
60
Alfonso Bauer Paiz
conociéndose los principios en que se orientaba. La
contratación tendría que ser tan clara y tan precisa que
quedarían a salvo los superiores intereses de Guatemala. El
petróleo se extraerá para servir al país, o no se extrae: fue un
poco la premisa mayor para una nueva contratación (...) (DP
pág. 218).

Otra demostración más del antimperialismo de Arévalo son


sus siguientes juicios:

Pero lo que sí puedo decir, después de esta terrible y


fecunda experiencia de seis años, en que me he asomado a
los abismos de esta comedia del hombre contra el hombre,
es que la democracia contemporánea se desplaza
precipitadamente hacia una doctrina hitlerista y fenicia (...) La
democracia contemporánea, fabricadora de guerras como el
hitlerismo, tiene a la vez superiores consignas comerciales que
parecen ser la real y exclusiva preocupación de los estadistas,
mas no para una mejor distribución de los bienes entre las
masas humildes, sino para la multiplicación de los millones
que ahora pertenecen a unas cuantas familias metropolitanas.
Cartago no tendría nada que aconsejarnos. (DP pág. 536).

En momentos en que en Caracas se realizaba la Conferencia


Interamericana contra Guatemala, Arévalo estaba en El
Ecuador, y en EC, pág. 29 comenta:

Fue (la mencionada Conferencia) tema periodístico de


primera plana y mis declaraciones siempre antimperialistas,
fueron recogidas con aplauso por los periodistas de Ecuador.

En la pág. 30 de EC, escribe.

Los ataques a Guatemala en Chile se multiplicaron y


algunos de ellos recaían sobre mí. Esto movió al senador
Salvador Allende para pronunciar un brillante discurso en el

61
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Parlamento en defensa de mi persona. Allende hizo mi defensa


encendida de ira.

El 17 de junio de 1954, llega Arévalo a Santiago de Chile,


cuando la invasión a Guatemala se había iniciado, y él actúa:

Inmediatamente me puse a escribir un libro en defensa del


Gobierno de Guatemala. Estaba yo indignado; el libro resultó
violento contra los Estados Unidos de América. Lo terminé en
siete días, Guatemala, la Democracia y el Imperio, con poco
más de cien páginas. (...) (EC pág. 32).

Después del derrocamiento del Presidente Árbenz, su


antecesor sigue su lucha contra el imperialismo y, en 1956,
edita un libro extraordinario:

Me dediqué a organizar los materiales para un nuevo libro,


con el que yo quería darle una “respuesta” al Departamento de
Estado por lo de Guatemala. Y así llegamos al mes de agosto
de 1956 en que apareció en Santiago el escandaloso libro
Fábula del Tiburón y las Sardinas, llamado a desempeñar un
papel doctrinario en el Continente, aún dentro de los Estados
Unidos de América. (EC pág. 42).

Fue tal el impacto, que el Gobierno de Cuba ordenó una


edición de cien mil ejemplares.

En la página 63 de EC, el ex Presidente informa que, en


1959, rehusó la invitación que le hiciera la Universidad de
Harvard, y respondió que no iría a los Estados Unidos de
América mientras Guatemala estuviera políticamente
intervenida.

62
Alfonso Bauer Paiz
En 1959 apareció en Buenos Aires otro libro de él:
Antikomunismo en América Latina, continuación de la Fábula
del Tiburón y las Sardinas. (pág. 64 EC).

Es impresionante la descripción que de la situación


vergonzosa en que estaba el pueblo de Guatemala, bajo la
férula del imperialismo yanqui en la página 121 de EC.

Sin embargo, su antimperialismo amainó:

Frente al presidente Kennedy, como frente a Franklin


Delano Roosevelt, el arevalismo se siente tranquilo, y estamos
a lado de los Estados Unidos de América en cualquier
emergencia internacional, “pero de pie, ya no de rodillas”. Así
lo dije en tiempos de Roosevelt al embajador Boaz Long, en
abril de 1945, cuando yo apenas tenía tres semanas de ser
presidente. En algunas cosas, como se ve, no hemos
cambiado. ¡Cuestión de dignidad nacional! (EC pág. 160).

Defendió la Alianza para el Progreso:

(...) Ahora es Washington quien impone a los pedidores de


dinero, a los terratenientes y a los empresarios capitalistas
que demuestren su modernidad política apoyando la Reforma
Agraria, la Reforma Tributaria y la Organización Sindical
Democrática. Solamente así los “millonarios” latinoamericanos
se salvarán de una catástrofe total. Solamente así los equipos
gubernamentales estarán en condiciones de merecer la
simpatía de los banqueros mundiales. (...) (EC pág. 163).

A esto se le ha llamado oficialmente “Alianza para el


Progreso”. Círculos latinoamericanos de izquierda, recelosos
por nuestra larga experiencia en materia de préstamos
imperiales, han adversado este programa continental. Pero lo
han adversado porque ignoran algunas nociones. La primera
es que la Alianza para el Progreso no es iniciativa

63
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

norteamericana. El vasto plan nació en cabezas


latinoamericanas de gran versación económica y financiera,
cada uno de los cuales ha sido en su país político de
vanguardia, con sensibilidad socialista o socializante (...) El
actual presidente de los Estados Unidos de América tuvo el
gesto de aprobar la iniciativa y la generosidad de adoptarla
como punto programático de su política exterior. (EC págs.
163,164).

Al Recopilador de esta Revista Economía del —IIES—, le


parece distante esta posición del Dr. Arévalo en comparación a
la de sus años mozos; por ejemplo, en 1927, en su condena
a las agresiones de los EE.UU. a Nicaragua y a su solidaridad
con César Augusto Sandino; así como su identificación con
los principios políticos revolucionarios y antimperialistas del
APRA peruanos, de los años 20 del siglo pasado, así como su
tesis indigenista y su doctrina de unidad llamada
“Indoamérica”. (Ver págs. 330 y 331 de EC).

En esas páginas de EC, léase el siguiente párrafo:

Así se consolidó en mi conciencia el sentido de la


fraternidad hispanoamericana, con criterio antirracista, a
favor de los nativos, dueños del Continente. Claro que en mi
caso esta postura no adoptó matices agresivos, y mi
latinoamericanismo era concurrente a la tesis del APRA. Esta
fraternidad que caracterizó mi mentalidad política tuvo
oportunidad de ponerse en evidencia cuando fui Presidente,
singularmente aplaudida cuando exclamé “Volvamos a
Bolívar”, en discurso de recepción al presidente chileno Juan
Antonio Ríos (noviembre de 1945). (EC págs. 330 y 331).

Con referencia a la exhortación de Arévalo de volver a


Bolívar, yo, el Recopilador, agrego, con profunda emoción, a
casi medio siglo antes que Hugo Chávez lanzara contra el plan
imperialista Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA),

64
Alfonso Bauer Paiz
su retorno a Bolívar y su plan para Nuestra América, la
Alternativa Bolivariana para la América Latina (ALBA).

Sobre el tema, Imperialismo, el Dr. Arévalo es autor de una


de las obras escritas en el siglo XX, de rango clásico, que
debe conocer la generación de jóvenes del presente siglo, tanto
de Guatemala, como del Continente americano, porque sus
aciertos históricos siguen teniendo plena validez. Por ello, y a
fin de estimular en la juventud y personas mayores
desconocedoras de las realidades imperialistas, la toma de
conciencia de la amenaza permanente que constituye para la
humanidad, en particular para los pueblos en desarrollo,
como el de Guatemala, este Recopilador se empeñó en hacer
un relato selectivo del estudio e interpretación de las acciones
de imperialismo estadounidense, a través de más de dos
siglos, que contiene esa obra: La Fábula del Tiburón y las
Sardinas.

Reseña de la Fábula del Tiburón y las Sardinas

TEMA. Los falsos defensores del Derecho en los países


“sardinas” ante el país Tiburón. (págs. 19 y 20).

Tema: LA PAZ (pág. 21).

Tema: Imperialismo y sometimiento (pág. 24).

Tema: Hipocresía del Tiburón (pág. 27).

Tema: La OEA (pág. 29).

Tema: Los Tratados Internacionales Impuestos por el


Imperialismo (págs. 31 y 34).

Tema: El Egoísmo y la crueldad del Imperialismo de los EUA.


(pág. 37).

65
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Tema: Atropellos a Nicaragua (págs. 51, 53, 54, 55, 56, 57, 58
a 77).

Tema: Tratados con EUA (pág. 80).

Tema: El Derecho Internacional Imperialista (pág. 81).

Tema: Panamericanismo (págs. 85 y 86).

Tema: Invasión Británica a Belice y tolerancia de EE.UU. al


imperialismo del Reino Unido, en el Caribe (pág. 88).

Tema: Monroe y Bolívar (pág. 89).

Tema: Panamá (pág. 90).

Tema: La moral yanqui (pág. 93).

Tema: Párrafo oportuno para comprender lo que será, si se


aprueba, el DR-CAFTA (pág. 95).

Tema: Normas del Panamericanismo (págs. 101, 102, y 107).

Tema: Predicción de la lucha contra el Imperialismo (pág. 109).

Tema: Tratados políticos bilaterales de sujeción militar


(págs. de la 109 a 115).

Tema: Neo imperialismo, después del derrocamiento del


Presidente Árbenz. (pág. 110).

Tema: Dobles valores (págs. 116 y 117).

Tema: Guatemala país “agresor”. Legislación de los EE.UU.


con vigencia en Guatemala. Guerra preventiva. (pág. 118).
66
Alfonso Bauer Paiz

Tema: Extraterritorialidad de las inversiones (pág. 119).

Tema: Abatimiento de la soberanía (pág. 121).

Tema: El proteccionismo en EE.UU. y la “libre competencia”,


en el sector Agrícola (pág. 122).

Tema: Técnicos yanquis desplazan a los técnicos


guatemaltecos (pág. 123).

Tema: A propósito del actual tratado DR-CAFTA. (pág. 123).

Tema: Empresas estatales del Uruguay obligadas a servir


intereses de los EE.UU. (pág. 123).

Tema: Simbolismo estadounidense, instrumento del


imperialismo (pág. 124).

Tema: En 1926 Rusia comunista no se interesaba en América


Latina (pág. 126).

Tema: Privilegios a la industria armamentista, fuente de


pingües Ganancias (págs. 127 y 128).

Tema: Acuerdo del Dr. Arévalo con el socialismo científico, en


relación con la evaluación de su gobierno por parte de políticos
de izquierda del Uruguay (pág. 128).

Tema: El Panamericanismo de Bolívar y de Monroe (pág. 129).

Tema: Silogismo imperialista (pág. 129).

Tema: La soberanía nacional y las fuentes de energía


(pág. 133).

Tema: La juventud contra el Imperio (pág. 135).

67
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Tema: Importaciones de EE.UU. a América Latina (págs. 135 y


136).

Tema: El control del petróleo en Venezuela por la Standard Oil


(pág. 137).

Tema: Las transnacionales y el esquilmo total (pág. 139).

Tema: “Medios Hermanos” estadounidenses (págs. 141 y


siguientes).

Tema: Las ganancias van al Imperio (pág. 146).

Tema: Terminada la guerra (la Segunda Guerra Mundial), los


EE.UU. inventan ¡el peligro de guerra! (pág. 147).

Tema: Compartir compromisos (pág. 148).

Tema: El precio de los minerales de América Latina fijados por


EUA, que luego los revende a Inglaterra y ésta a Rusia
Comunista (pág. 149).

Tema: Estados Unidos acepta que Inglaterra revenda el cobre


que saca de Chile a la Rusia Comunista (pág. 150).

Tema: En 1956, Rusia por la paz y EE.UU. por la guerra


(pág. 154).

Tema: Inversiones y Empréstitos (pág. 155).

Tema: El poder militar, tras un dólar (pág. 156).

Tema: Crítica del New York Daily Mirror a la política del


Eisenhower hacia América Latina. (pág. 156).
68
Alfonso Bauer Paiz

Tema: Invasiones de la Marina estadounidense a países del


Caribe (Santo Domingo, Haití y Nicaragua), por morosidad en
el pago del servicio de sus deudas. (pág. 157).

Tema: Piratería, consecuencia del Destino Manifiesto y de la


fatalidad Geográfica (pág. 158).

Tema: El Presupuesto Nacional al asumir Arévalo era de Q 25


millones y a la caída de Árbenz era de Q 60 millones. Cabe
preguntar, ¿cuánto se ha devaluado el Quetzal si se toma en
cuenta que ahora el Presupuesto de Ingresos y Egresos del
Estado es de más de Q 30 mil millones? (pág. 160).

Tema: Superutilidades de las inversiones de los EE.UU. en


América Latina. (pág. 161).

Tema: Mal trato de los EE.UU. a América Latina (pág. 162).

Tema: Ya antes de la década de los 60 del siglo pasado,


comenzaba la Política neo liberal (pág. 164).

Tema: Aprovechamiento de EE.UU., de las necesidades de


nuestros Pueblos, al conceder préstamos (pág. 166).

Tema: La Usura (pág. 168).

Tema: Los préstamos no son para el desarrollo económico


(pág. 169).

Tema: La Diplomacia del Dólar (págs. 170 y 171).

Tema: América Latina explotada por ser sólo exportadora de


Materias primas. (pág. 174).

Tema: Arturo Maschke, Presidente del Banco Central de Chile,


autor de la iniciativa de fundación del Banco Latinoamericano.
69
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

(págs. 176 y 177). (Nota: esa propuesta asustó a los EE.UU.,


como en diciembre de 2004, la iniciativa del Presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, en el Encuentro en Defensa de la
Humanidad, que Igualmente es para la creación del Banco
Latinoamericano).

Tema: El Imperio y nuestras materias primas y minerales


(pág. 179).

Tema: Traición de América Latina a la iniciativa chilena, de


Maschke, para fundar el Banco Latinoamericano. (pág. 180).

Tema: Disfraz del Imperialismo (pág. 187).

Tema: La falta de fraternidad (pág. 188).

Tema: El cobre chileno (pág. 189 a 198).

Tema: El precio del cobre y del petróleo fijado por las


transnacionales y por necesidades militares (págs. 191 y 192).

Tema: Los productores de cobre en el Estado de Montana, tan


discriminados como los de Chile (pág. 197).

Tema: La Anaconda y los Morgan (pág. 199).

Tema: Transnacionales Imperialistas (págs. 199 a 214).

Tema: Los medios de comunicación al servicio del Imperio


(pág. 214).

Tema: La libertad de prensa (pág. 220).

Tema: La voracidad de las empresas de los EE.UU. también la


ha habido en el país del Norte (págs. 216 a 218).
70
Alfonso Bauer Paiz

Tema: Fusión del Imperialismo estatal y mercantil (pág. 221).

Tema: Los partidos políticos de los EE.UU. reciben dinero de la


oligarquía Económica, al punto que “la democracia” funciona
gracias a los Millonarios (págs. 222 y 223).

Tema: Las campañas presidenciales son un negocio (págs. 224


y 225).

Tema: Políticos de importancia de los EE.UU. en alianza con el


crimen organizado (pág. 225).

Tema: Funcionarios del Presidente Eisenhower, representantes


de poderosos monopolios (págs. 226 a 229).

Tema: Los países de América Latina sólo reciben créditos del


EXIMBANK o de cualquier otro banco de los EE.UU., si
permiten explotaciones petroleras (pág. 228).

Tema: Los gobiernos de Arévalo y Árbenz nunca utilizaron la


práctica que, a partir de 1954, ha sido frecuente y que
consiste en que el Presidente de la República nombra como
Viceministros o Ministros de Energía y Minas a ex gerentes de
empresas mineras o de hidrocarburos, quienes a su vez,
después de haberse desempeñado en los altos cargos
gubernativos, vuelven a ser del personal directivo de las
empresas transnacionales mineras o de hidrocarburos y
viceversa. (pág. 230).

Tema: El gobierno de los EE.UU. servido por funcionarios


multimillonarios (pág. 231).

Tema: Papel del ejército al servicio de las oligarquías, tanto en


EE.UU. como en América Latina (pág. 232).

Tema: La NATO, el Plan Marshall y la dominación de los EUA


en Europa (pág. 235).

71
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Tema: Altos jefes militares de EE.UU., al servicio de las


corporaciones Imperialistas (pág. 236).

Tema: La Primera Guerra Mundial fue provocada en provecho


de la Casa Morgan (pág. 236).

Tema: General del ejército estadounidense confiesa haber sido


Instrumento de empresas transnacionales (pág. 237).

Tema: La doble moral del capitalista (pág. 238).

Tema: Iracunda increpación del Dr. Arévalo (pág. 239).

SOBERANÍA

Congruente con su postura antimperialista, el Presidente


Arévalo fue, durante su período de gobierno, inclaudicable
defensor de la soberanía nacional, según ha quedado visto en
el apartado anterior. Se puede afirmar, que nunca durante su
administración y, también durante el gobierno de su sucesor,
Jacobo Árbenz, en Guatemala se dio un sólo caso de
sometimiento del Estado a potencia extranjera alguna. Por
ello, nos limitaremos a rememorar el máximo acto de dignidad
y de poder soberano, en Guatemala, de alcance continental,
que fue la expulsión de un embajador del Imperio:

"Su Excelencia el Embajador Patterson, Embajador que


representaba a la Empresa Bananera en Guatemala, había
puesto el pie sobre una cáscara de banano. Resbaló y cayó.
El resbalón pudo haber sido previsto y evitado con una
pequeña dosis de sensatez y otra pequeña dosis de
imaginación. Pero el señor Patterson carecía de esos
instrumentos profesionales. Es que él no era diplomático, ni
72
Alfonso Bauer Paiz
político: era comerciante, accionista de una empresa que
fabricaba plumas fuente, con 15 millones de dólares de

capital. El era hombre que hablaba poco; quería decir con eso
que era hombre de acción. Pero no se dio cuenta de que el
pequeño país estaba gobernado por hombres que no deseaban
desempeñar el papel de títeres, ni querían venderse, ni querían
recibir condecoraciones, ni realizar paseos por la Nación del
Norte, ni les gustaban que les trajeran mujeres rubias o
mujeres de pelo prieto y tez bronceada. Guatemala estaba
gobernada por hombres con pasión nacionalista y
revolucionaria. El hombre pequeñito, que fue escogido por la
United Fruit Company para derribar a Arévalo, había
fracasado a los pocos meses de intentar cumplir su cometido".

"Fue todo un acontecimiento en América. Fue la primera vez


que un Embajador de los Estados Unidos de América era
eliminado por estar inmiscuyéndose en política local (...) (DP
pág. 463). (Nota del Recopilador: fue no sólo la primera vez,
sino hasta el 2005, la única vez)".

CONCLUSIÓN

La solidez del pensamiento político del Dr. Arévalo, la


madurez de su labor administrativa, la pulcritud en el manejo
de los fondos públicos y de otros asuntos del Estado, la
esmerada atención a los servicios públicos de educación,
salud y sana recreación y su compromiso acendrado de
mejoramiento de las clases trabajadoras, respeto a la dignidad
humana y defensa de los recursos naturales del país
librándolos de la voracidad imperialista y la decisión
indeclinable del mantenimiento impoluto de la soberanía
nacional, históricamente lo identifica como el mejor
gobernante que ha tenido Guatemala, desde su independencia
de España.

73
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

BIBLIOGRAFÍA

Juan José Arévalo, Despacho Presidencial, Editorial Óscar de


León Palacios, Guatemala, 1998.

Juan José Arévalo, Escritos Complementarios, CENALTEX,


Guatemala, 1988.

Juan José Arévalo, Fábula del Tiburón y las Sardinas,


Secretaría de Cultura, Gobierno del Distrito Federal, México,
la Ciudad de la Esperanza Edición Especial Gratuita, 2003.

ALGUNOS DE LOS RASGOS Y CARACTERÍSTICAS


DEL MOMENTO EN QUE FUE ELECTO PRESIDENTE
EL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO
Ricardo Rosales Román


Nació en 1934. Es conocido también como Carlos González. Fue Presidente de la
Asociación de Estudiantes del Instituto Nacional Central para Varones —INCV—.
(1951-1952). Presidente de la Asociación de Estudiantes Universitarios —AEU—.
(1962-1963). Secretario General del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo
—PGT—. (1974-1997). Integrante de la comandancia General de la Unidad Revolucionaria
Nacional Guatemalteca —URNG—. (1989-1997). Es signatario de los Acuerdos de Paz
suscritos entre el Gobierno de la República de Guatemala y la CG de URNG (1990-1996).
Fue diputado al Congreso de la República en la bancada de URNG (2000-2004).
Actualmente colabora en el Diario LA HORA como columnista político y es Secretario del
Centro de Investigaciones y Estudios Históricos, Sociales, Económicos y Políticos
—CIEHSEP—. "Alfonso Bauer Paiz".

74
Alfonso Bauer Paiz
Una interpretación rigurosa y objetiva de los
acontecimientos del pasado exige ubicarlos en su momento y
en el contexto que se dieron. Se incurre en un grosero
subjetivismo si se analizan como si estuvieran dándose ahora
o evaluarlos como quisiera uno que hubieran ocurrido. Viene
al caso lo anterior porque en esta oportunidad me propongo
intentar evaluar importantes acontecimientos que tuvieron
lugar en nuestro país hace sesenta años y es a la luz de
aquellos momentos que puede uno aproximarse a hacer una
evaluación inicial de la elección como Presidente de la
República del Dr. Juan José Arévalo Bermejo y referirse a
algunos de sus antecedentes. En su oportunidad y si es que
hay espacio y se dispone de tiempo quizá pudiera hacerse
referencia a su proyección histórica, en sus líneas más
generales.

1.

Guatemala —en mi opinión— no ha sido gobernada por


verdaderos hombres de Estado a todo lo largo de sus 184 años
de vida eufemísticamente llamada independiente. No creo
exagerar si digo que la única y verdadera excepción —y de allí
su enorme importancia y trascendencia histórica— sea la

década de octubre de 1944 a junio de 1954 durante la que


nuestro país estuvo gobernado por una Junta Revolucionaria
(20 de octubre de 1944 al 15 de marzo de 1945); por el
presidente Juan José Arévalo (15 de marzo de 1945 al 15 de
marzo de 1951), y por el presidente Jacobo Árbenz Guzmán
(15 de marzo de 1951 al 27 de junio de 1954). La Junta
Revolucionaria de Gobierno la integraron el entonces mayor
del Ejército Francisco Javier Arana, el ciudadano Jorge
Toriello, y el capitán Jacobo Árbenz Guzmán.

Los gobernantes anteriores y los que se instauraron


después de la intervención norteamericana en junio de 1954 y
los que continúan hasta nuestros días, lo que menos han
tenido es la estatura de ser hombres de Estado en cuyos
equipos de gobierno y funcionarios de la administración
75
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

pública se puedan encontrar verdaderos estadistas con


capacidad y condiciones para gobernar la República y dirigir el
Estado. En unos casos, se ha tratado de capataces o patronos
que han administrado la cosa pública como si fuera una finca
de su propiedad o una empresa que gerentean en su propio
interés o en interés de terceros bien sean nacionales o
extranjeros. En otros casos, se ha tratado de tiranuelos
militares cuyo gobierno lo han ejercido como si se tratara de
mandar en un cuartel. No han faltado tampoco aquellos
gobernantes que de facto o por la vía del fraude electoral
impusieron una política de Estado terrorista y
contrainsurgente en resguardo de la seguridad interna de
Estados Unidos.

El gobierno de don Mariano Gálvez (agosto de 1831 al 13 de


abril de 1839) tendría que estudiarse más a fondo, como
tendría que estudiarse más a fondo también el intento de los
unionistas de 1920 que se quedó en eso, en un mero intento
por enderezar las cosas que andaban tan mal. El gobierno de
don Carlos Herrera (8 de abril de 1920 al 5 de diciembre de
1921) es una expresión de ello. Merecería igualmente atención

el liberalismo reformador de don Justo Rufino Barrios (4 de


junio de 1873 al 2 de abril de 1885) y los anteriores tres años
de gobierno de don Miguel García Granados (30 de junio de
1871 al 4 de junio de 1873) en tanto referentes —todos ellos—
a tener en cuenta al caracterizar la alternabilidad
presidencialista en nuestro país a la luz del papel que en su
momento jugaron como mandatarios de la Nación y sí llegaron
a constituirse en verdaderos estadistas y hombres de Estado.

En lo que sí no me cabe la menor duda y no vacilo en tomar


partido, es en asegurar que con toda legitimidad se puede
hablar de la Primavera Democrática iniciada en aquella ya
lejana madrugada del 20 de octubre de 1944 y que se vio
violentamente truncada por la intervención norteamericana de
76
Alfonso Bauer Paiz
junio de 1954 en complicidad con un puñado de mercenarios
vende patrias y militares traidores al Segundo Gobierno de la
Revolución. En esa década —se puede decir— el país estuvo
gobernado por verdaderos hombres de Estado y estadistas que
para el momento en que ejercieron sus cargos y el poder, las
circunstancias y condiciones en que lo hicieron, y el entorno
internacional de aquel momento, trataron de sentar las bases
institucionales, económicas, políticas, sociales, educativas,
culturales y morales para edificar un nuevo país y dirigir su
gestión pública en interés de las hasta entonces mayorías
subyugadas, oprimidas y explotadas de la población por el
régimen semifeudal imperante y la dependencia a los intereses
del imperialismo yanqui y las compañías estadounidenses
como la United Fruit Company, la Bond and Share, la All
American Cables y la IRCA. Se estaba, en aquel entonces,
ante una verdadera Revolución de carácter democrático y
popular y profundo contenido social.

2.

Según la Real Academia de la Lengua Española, el estadista


es aquella "persona que describe la población, riqueza y
civilización de un pueblo, provincia o nación". Esa es una de
sus acepciones. La otra se refiere al estadista como la "persona
versada en los negocios concernientes a la dirección de los
Estados, o instruida en materia política". En la "Enciclopedia
de la Política" del ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja, se
da una acepción un tanto más amplia y en cierta forma
esclarecedora. El ex presidente Borja dice que el estadista es
el "hombre de Estado, gobernante serio y eficaz, que domina
las ciencias políticas y además el arte de conducir a los
pueblos. Es —agrega— el teórico y práctico del poder".
Citando a Abraham Lincoln refiere que alguna vez dijo "que el
político se preocupa de las próximas elecciones mientras que
el estadista se preocupa de las próximas generaciones. El
político —subraya— es inmediatista, piensa en el mañana,
mientras que el estadista es mediatista, piensa en pasado
mañana". Asegura que el propio ex presidente estadounidense
Richard Nixon llegó a impugnar la creencia bien extendida en
77
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Estados Unidos de que lo que el país realmente necesita "es un


gran hombre de negocios para conducirlo" y que "el
administrador representa un proceso y el líder, una dirección
de la historia". Recuerda el ex presidente Borja que el profesor
Warrem G. Bennis, de la Universidad de California del Sur,
sostiene que "los administradores tienen como objetivo hacer
las cosas de la forma adecuada" y que "los líderes políticos
tienen como objetivo hacer las cosas adecuadas".1

Para el caso de lo que aquí planteo, considero necesario ver


lo de la definición del estadista en una acepción más amplia.
En efecto, con el surgimiento de los Estados nacionales se
designa, elige o nombra a quienes habrán de dirigirlos o bien
administrarlos. Cada uno de los Estados nacionales que se
configuran a lo largo de la historia más reciente, corresponden
a una conformación económico-social determinada. De ello
resulta que en Estados que corresponden a una conformación

económico-social capitalista o a países subdesarrollados y


dependientes y países en vías de desarrollo, quienes los dirigen
o administran representan y responden a los intereses propios
de esa formación económico-social capitalista o a la situación
y condiciones de esos países subdesarrollados y dependientes
o de los países en vías de desarrollo.

Con el triunfo de la Revolución bolchevique en Rusia el 7 de


noviembre de 1917, se instaura en aquél inmenso país un
sistema muy distinto al capitalista y surge el socialismo como
conformación económico-social correspondiente a un sistema
económico y social superior de desarrollo. Posteriormente y a
raíz del triunfo contra el nazi fascismo y la finalización de la
Segunda Guerra Mundial, se instaura el sistema mundial del

1Véase obra citada, Fondo de Cultura Económica, México, Segunda Edición, corregida y
aumentada, 1998. Páginas 303-304.

78
Alfonso Bauer Paiz
socialismo creándose una nueva correlación de fuerzas en
escala internacional. En los Estados socialistas de entonces y
los que quedan en Asia y América Latina, quienes los dirigen y
encabezan representan y encarnan los intereses de clase
propios del sistema socialista.

Sería absurdo negar que en el sistema capitalista no haya


hombres de Estado con verdadera estatura de estadistas,
como también sería absurdo ignorar que en los países
subdesarrollados y dependientes o en los países en vías de
desarrollo, haya también y cuenten entre sus líderes y
dirigentes a verdaderos estadistas y hombres de Estado. Lo
mismo sucede en el socialismo. El sistema socialista contó y
cuenta, a su vez, con sus propios dirigentes, estadistas y
hombres de Estado de nuevo tipo.

3.

Para el caso de Guatemala, ya he dicho que el país —puede


decirse, en líneas muy generales— que no ha contado desde la
Independencia de 1821 ni cuenta hasta la fecha con hombres
de Estado con estatura de estadistas. La única excepción —ya
lo dejé consignado arriba— lo constituye la década de 1944 a

1954. Y es que en los tres períodos en que se desenvolvió,


desarrolló y tendió a profundizarse el proceso revolucionario
en Guatemala, el poder político estuvo en manos de
verdaderos estadistas y hombres de Estado que dirigieron los
destinos del país como nunca había sucedido antes ni ha
sucedido después. En esto tengo en cuenta lo que al respecto
dijo Lincoln y lo que plantea el profesor Bennis. Uno y otro,
tienen claro que el objetivo de los líderes políticos es hacer las
cosas adecuadas y que los estadistas —a diferencia de los
políticos— se ocupan de las generaciones venideras, no son
inmediatistas: son mediatistas que piensan y proyectan para el
largo plazo.

A mí me parece que así procedieron quienes encabezaron el


alzamiento cívico-militar contra el continuismo poncista en
79
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

octubre de 1944 y dirigieron los destinos del país del 20 de


octubre de 1944 al 15 de marzo de 1945. De esa misma
manera procedió, también, el presidente Juan José Arévalo
durante los seis años en que gobernó a Guatemala (15 de
marzo de 1945 a 15 de marzo de 1951). Y, por último, de esa
misma manera procedió el presidente Jacobo Árbenz Guzmán
a partir del 15 de marzo de 1951, año a partir del que estuvo
al frente del Segundo Gobierno de la Revolución, hasta el
momento de su renuncia el 27 de junio de 1954.

Ni antes ni después de aquella década —insisto— se puede


encontrar entre quienes han gobernado al país a hombres con
la estatura de estadistas de estos insignes dirigentes
revolucionarios y populares cuya gestión pública así como
tiene destacados aciertos, importantísimos logros e históricas
conquistas a favor del pueblo, así también corresponde señalar
los errores y desaciertos en que pudieron incurrir. En todo
caso, lo que queda como constancia histórica son los grandes
logros alcanzados en el curso de diez años y que son logros y
conquistas sociales y populares jamás intentadas de concretar

ni después de nuestra Independencia en 1821 ni a partir de


junio de 1954.

La abrumadora y popular elección del presidente Juan José


Arévalo en el curso de los días 17, 18 y 19 de diciembre de
1944 y su toma de posesión el 15 de marzo de 1945, no tienen
antecedentes que han de tenerse en cuenta al momento de
hacer una valoración objetiva de la proyección histórica de su
gestión gubernamental.

4.

La lucha cívica y popular de junio de 1944 contra la


dictadura del general Jorge Ubico y su renuncia al poder del 1
80
Alfonso Bauer Paiz
de julio de aquél año, así como también la gesta cívico-militar
que el 20 de octubre derrocó el continuismo del general Ponce
Vaides, tuvieron lugar en las postrimerías de la Segunda
Guerra Mundial que tenía por escenario a Europa, Asia y
África y que durante seis años (de 1939 a 1945) enfrentó a la
Alemania hitleriana, la Italia fascista y el imperio japonés con
Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética.
Durante cerca de cuatro años (de septiembre de 1939, año del
inicio de la conflagración, a enero de 1943), las tropas nazis de
Hitler y las hordas fascistas de Mussolini mantuvieron la
iniciativa operativa y dominaron el conflicto. A partir de enero
de 1943, las fuerzas aliadas alcanzaron sus primeras victorias
militares decisivas hasta lograr la rendición incondicional de
Alemania en mayo de 1945 y de Japón en agosto de ese mismo
año. A la Unión Soviética le corresponde un destacado papel
en esta hazaña bélica.

Lo anterior, constituyen los antecedentes inmediatos al


interior del país y el entorno mundial de la época. Es en ese
cuadro que fue posible y se abrió paso, primero, la
candidatura a la presidencia del doctor Juan José Arévalo;
segundo, el despliegue de una vigorosa campaña electoral sin
precedentes; tercero, su elección abrumadora como presidente

de la República; y, cuarto, su asunción al poder el 15 de marzo


de 1945. Los acontecimientos en aquél entonces se
desarrollaron en forma por demás vertiginosa y
aceleradamente. No se vaya a pensar que su candidatura, su
elección y ya como Presidente de la República, no tuviera que
hacerle frente a la labor conspirativa de las fuerzas
desplazadas del poder, de los antiarevalistas y de los
adversarios de la Revolución de Octubre de 1944.

Previo a la aceptación de su candidatura a la Presidencia de


la República, el Dr. Arévalo estaba radicado en Argentina. El 5
de julio de 1944 desde Argentina, aceptó la candidatura
presidencial que le fue propuesta en cablegrama del día
anterior enviado a nombre del Partido Renovación Nacional,
81
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

—PNR—, por Juan José Orozco Posadas, Carlos Leonidas


Acevedo, Ramiro Ordóñez y Francisco Escobar. El domingo 3
de septiembre de 1944, al medio día, hizo su arribo al país y
desde ese momento se puso al frente de su campaña electoral.

Ya como candidato presidencial del Frente Unido de


Partidos Políticos Independientes y Asociaciones Cívicas
Independientes,2 el doctor Juan José Arévalo caracterizó,
desde su punto de vista y concepciones, el cuadro de la
situación prevaleciente en América Latina y el Caribe. Tenía
suficientemente claro en donde estaban y quienes eran los
antiarevalistas y quienes constituían las fuerzas de la
contrarrevolución en el país. Supo ubicarlas y conocer de sus
desplazamientos y maniobras con suma rigurosidad y
precisión. Conocía, igualmente, los sectores, fuerzas y
personalidades que en otros países respaldaban y mostraban
simpatía hacia el proceso revolucionario guatemalteco en
vertiginosa marcha, desarrollo y ascenso, y, además, alcanzó a
identificar y señalar con precisión a quienes en el extranjero lo
adversaban y rechazaban.

Según su percepción de entonces, la situación en América


Latina y el Caribe era de lo más dispar y conflictiva. En
Estados Unidos el presidente Franklin Délano Roosevelt había
sido electo para un período presidencial más que ya no pudo
concluir a causa de su deceso. En varios países del Continente
y el Caribe imperaban gobiernos impuestos contra la voluntad
de las mayorías ciudadanas. En otros, se estaba saliendo de
gobiernos dictatoriales e intentándose implantar incipientes
regímenes democráticos. No eran pocos los países que
continuaban estando bajo la férula de dictadores totalitarios y

2 La candidatura presidencial del doctor Arévalo fue apoyada por el Frente Unido de
Partidos Independientes y Asociaciones Cívicas Independientes, integrado por el Frente
Popular Libertador, —FPL—; el Partido Renovación Nacional, —PRN—; el Partido Concordia
Nacional Centroamericana, —PCNC—; EL partido Centroamericano, —PCA—; la Unión
Cívica Guatemalteca, —UCG—; y la Asociación de Estudiantes Universitarios, —AEU—. El
21 de noviembre de 1944, el Partido Frente Nacional Revolucionario, —FNR—, de Eugenio
Silva Peña, hizo también suya la candidatura presidencial del doctor Arévalo.
82
Alfonso Bauer Paiz
continuistas. Algunos de ellos estaban gobernados por
presidentes demócratas, liberales y socializantes así como que
no faltaba también más de un país gobernado por militares
simpatizantes de Hitler y Mussolini. En Centroamérica había
al menos un país de la región (El Salvador) gobernado por un
dictador sanguinario y terrorista. En Honduras, su gobernante
estaba por completo al servicio de la United Fruit Company.
En Nicaragua gobernaba la satrapía de Somoza y Panamá
estaba cada vez más sometida al control de la Zona del Canal
en poder de Estados Unidos. Para el caso de Costa Rica, en
aquellos años, nada sucedía si no contaba con el
consentimiento del tirano nicaragüense.3

Guatemala, por su parte, había estado gobernada por 14


años por un tirano que hizo del país su propio feudo, cometió
innumerables crímenes y atropellos contra la población y
corrompió el ejercicio de la administración pública. Su
sucesor, el general Federico Ponce Vaides procedió de la

misma manera e intentó ser electo en elecciones que convocó


para diciembre de 1944 y en las que ya no pudo participar ya
que fue depuesto en octubre de aquél año.

En un entorno internacional así configurado y con tales


características y rasgos propios de nuestro país, fue posible
que emergieran en Centro América, en este caso en
Guatemala, las posibilidades de levantar las banderas de la
lucha por la libertad, la dignidad, el decoro, la honradez, la
democracia, la independencia y la soberanía nacional. Se abría
así en el país una nueva era en que la primera gran tarea
histórica era refundar la República mancillada e instaurar una
nueva forma de gobernar y administrar la cosa pública. No se
trató entonces de un mero cambio de unos hombres por otros
sino de institucionalizar un nuevo país y construir una nueva
nación. Así consta en los documentos fundamentales,

3 Al respecto, véase: Juan José Arévalo: "El Candidato Blanco y el Huracán,


1944-1945". Edición Héctor Cruz Quintana, Guatemala, 1984, Editorial Académica
Centroamericana, S.A. Páginas 493, 494 y 495.

83
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

proclamas y disposiciones emitidas por la Junta


Revolucionaria de Gobierno, por la Asamblea Nacional
Legislativa y la Asamblea Nacional Constituyente que dotó al
país de una Constitución de la República como no ha habido
nunca antes otra en Guatemala ni después.

Luego de no pocos contratiempos y después de la caída del


dictador Ubico y el derrocamiento del continuismo de Ponce
Vaides, los comicios para elegir al primer presidente de la
Revolución, se realizaron durante los días 17, 18 y 19 de
diciembre. Los candidatos fueron el doctor Arévalo, el
licenciado Adrián Recinos, el ingeniero Manuel María Herrera,
y el coronel Flores Avendaño. En aquella oportunidad, sólo
tenían derecho a votar los hombres mayores de edad. Las
mujeres no gozaban entonces de ese derecho. En las urnas
electorales de los 22 departamentos de la República, se
depositaron un total de 295 mil 301 votos. En un primer
recuento, los resultados favorecieron aplastantemente al
doctor Arévalo con un total de 255 mil 260 votos, dato que
según el dictamen de la comisión correspondiente de la

Asamblea Nacional Legislativa del 2 de febrero de 1945, mejoró


los resultados a favor del candidato triunfador a quien se le
asignaron 2 mil 156 votos más.

En aquél entonces, la población guatemalteca estaba en


alrededor de unos 3 millones de habitantes. Según el recuento
definitivo de la Asamblea Nacional Legislativa, el doctor Juan
José Arévalo obtuvo 257 mil 416 votos (equivalentes al 86.7
por ciento del total de los sufragios emitidos); el licenciado
Adrián Recinos, alcanzó a recibir 20 mil 408 (equivalentes al
6.8 por ciento); el ingeniero Manuel María Herrera, 10 mil 902
(equivalente al 3.7 por ciento); y, el coronel Flores Avendaño, 8
mil 222 (equivalente al 2.8 por ciento).

84
Alfonso Bauer Paiz
Lastimosamente no tengo a la mano datos referentes a los
votos anulados y en blanco como tampoco cifras referentes a
quienes se abstuvieron de concurrir a las urnas y del total de
ciudadanos con derecho a votar. En todo caso, la elección
como presidente del doctor Juan José Arévalo no tiene
precedentes en el país ni ha habido otras elecciones que
posteriormente hayan arrojado semejantes o parecidos
resultados.

5.
Con esos contundentes resultados electorales, algunos de
los antecedentes arriba señalados y el entorno internacional de
la época, el doctor Juan José Arévalo tomó posesión del cargo
de Presidente de la República el 15 de marzo de 1945. En esta
fecha se inicia su primer año de gobierno y, al mismo tiempo,
el primer año del Primer Gobierno de la Revolución. Tengo en
cuenta que en el proceso de institucionalización del proceso
revolucionario guatemalteco del 44 del siglo pasado, la Junta
Revolucionaria de Gobierno, con fecha 25 de octubre de 1944
y mediante el Decreto número 1, declaró disuelta la Asamblea
Nacional Legislativa ubiquista y convocó a elecciones de
diputados de la nueva Asamblea Nacional Legislativa que

tuvieron lugar los días 3, 4 y 5 de noviembre de aquél año.


Esta nueva Asamblea Nacional Legislativa se integró con 76
diputados de los que los partidos reaccionarios de la época no
obtuvieron una sola diputación. Por convocatoria de la nueva
Asamblea Nacional Legislativa el 28, 29 y 30 de diciembre de
1944 tuvieron lugar las elecciones de 65 diputados a la
Asamblea Nacional Constituyente que se instaló e inició sus
trabajos el 9 de enero del siguiente año. La nueva Constitución
de la República por ellos emitida fue firmada el 11 de marzo de
1945 y entró en vigor el 15 de marzo de ese mismo año.

Entre otras de sus disposiciones más importantes, la Junta


Revolucionaria de Gobierno disolvió el servicio personal de
vialidad impuesto por el dictador Ubico; decretó la autonomía
de la Universidad Nacional; reconoció al gobierno francés en el
exilio, presidido por el general Charles De Gaulle. El 22 de
85
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

enero del 45 rompió relaciones con la dictadura del


generalísimo Francisco Franco. En el Decreto número 17 de la
Junta Revolucionaria de gobierno se consignan los Principios
Fundamentales de la Revolución respecto a los cuales —según
mi opinión— el doctor Arévalo no dejó de guardar cierta
distancia ya que los caracterizó diciendo que eran los
Principios de la Revolución "como la entendían los hombres de
gobierno"4 y que en lo sustancial consagran cuestiones
fundamentales, entre otras, como las siguientes: 1) la
descentralización y efectiva separación de los poderes del
Estado, 2) la supresión de los designados a la presidencia y su
substitución por la figura vicepresidencial, 3) la alternabilidad
en el poder, 4) una nueva constitución y organización del
Ejército, 5) la organización democrática de las
municipalidades, 6) la autonomía efectiva del Poder Judicial,
7) la autonomía de la Universidad Nacional, 8) el
reconocimiento constitucional de los partidos políticos de
tendencia democrática, 9) el sufragio obligatorio y secreto para
los ciudadanos que sepan leer y escribir y obligatorio y
público para los analfabetos, y 10) la efectiva probidad
administrativa. En el Decreto en mención se consigna,
además, que tales Principios son esenciales para la
consolidación de la Revolución del 20 de Octubre y que los
mismos deberán ser incorporados a la Constitución de la
República por aprobarse y emitirse. La Junta Revolucionaria
de Gobierno —se asienta en el referido Decreto— durará en el
ejercicio de sus funciones hasta el 15 de marzo de 1945, como
en efecto lo fue.

En su calidad de Presidente electo, el 14 de febrero de 1945


a las 8 de la noche, el doctor Arévalo se dirigió a la Nación en
un mensaje que fue leído a través de los micrófonos de la TGW
y en el que en su opinión analizó y explicó los más importantes
asuntos políticos del momento. Su victoria electoral la
consideró como el triunfo de la causa popular "Nos hallamos

4 Véase obra ya citada, página 437.


86
Alfonso Bauer Paiz
—dijo— en pleno período revolucionario. El cambio de mando
—agregó— no significa en ningún momento la pérdida del
espíritu revolucionario, ni siquiera la disminución del ritmo
revolucionario". Más adelante aseguró que se proponía
gobernar, "en primer lugar, con los hombres de la revolución.
La afinidad ideológica de los hombres de gobierno
—puntualizó— es lo que da unidad y sentido a un gobierno".
Dijo, además, que "gobernar con hombres de la revolución
quiere decir gobernar con hombres decentes" y que su
Gabinete no estaría "constituido sobre la base de reparto
"equitativo" entre los partidos de la revolución.5

5.

En uno de sus momentos que podría pensarse que expresan


su definición política e ideológica de entonces y que resume su
concepción acerca de cuestiones ya en aquél momento en

debate y que se replantean y discuten a la luz de las nuevas


condiciones y los rasgos y características propias de la época
actual, afirmó —en el ya referido mensaje— que "el socialismo,
antes que una doctrina política, es una forma espiritual, que
define como la simpatía del hombre por el hombre, en
contraposición a aquella forma de vida espiritual que enfoca la
obsesión del hombre por sus menguados intereses personales.
De esa forma espiritual socialista —recalcó—, han brotado
todas las teorías políticas socialistas, desde el socialismo
platónico (socialismo aristocrático), hasta el socialismo
marxista (socialismo materialista). Todas ellas aspiran
—enfatizó— a reorganizar la sociedad paulatinamente, hasta
lograr una elevación del nivel de vida de los humildes, de los
trabajadores, de las mujeres, de los niños. El socialismo no
persigue sino protege, expresó. No quita sino da".6

5 Véase obra ya citada, páginas 586, 588, 590 y 591.

6 En obra ya citada, páginas 601 y 602.


87
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Se puede o no estar de acuerdo con lo entonces expresado,


pero sin duda alguna es hasta donde el doctor Arévalo alcanzó
a llegar en sus planteamientos ideológicos y políticos y que con
el correr de los años llegaron a configurar un pensamiento y
una concepción que estaban muy lejos de aquél pensamiento y
concepción con que logró unir al pueblo alrededor de su
liderazgo y llegar a gobernar al país.

Aspecto de suma importancia a tener en cuenta al momento


de evaluar las condiciones y situación en que el doctor Arévalo
ganó las elecciones de diciembre de 1944 y tomó posesión el
15 de marzo de 1945, son los principios consignados en los
"Postulados militares de la Revolución" que en la mañana del
22 de diciembre del 44, se comprometió el Ejército a cumplir,
obedecer y respetar. Las Fuerzas Armadas de la República
—se consagra en aquél histórico documento—, jamás serán
instrumento de arbitrariedad y opresión, y ninguno de sus
miembros acatarán órdenes que impliquen la comisión de un
delito. El Ejército de Guatemala se comprometía, además, a
defender la integridad territorial, la Constitución de la
República y los derechos y libertades del pueblo. En ese
juramento se define al Ejército como la institución garante del
imperio de la democracia y se compromete a cumplir con
lealtad y espíritu de sacrificio sus deberes militares, la defensa
de los principios de sufragio libre y no reelección, las leyes
debidamente emitidas e instituciones sociales y políticas del
país, y, además, se estatuye que como institución será una
institución profesional, digna y absolutamente apolítica. El
texto de este juramento, está transcrito en la obra ya citada en
las páginas 514 y 515.

En una de las caracterizaciones que conozco que el doctor


Arévalo hacía del país, llegó a considerar a Guatemala como
"un país de economía semifeudal" y que en un país con esa
"estructura económica y social no puede realizarse —afirmó—
una organización socialista, que se puede lograr en los países
industrializados como Inglaterra y Checoslovaquia". En
88
Alfonso Bauer Paiz
materia de agricultura y educación popular, ambas cuestiones
las consideraba entonces como "los dos ramos en los que
Guatemala ha estado huérfana de protección oficial". De ahí
que no le haya sido difícil plantear una reforma educativa que
impulsó con todo vigor y energía a partir de su primer año de
gobierno. En lo que respecta a la economía se pronunció a
favor de "explorar nuestra realidad geográfica, calificar el
material humano, tantear nuevas posibilidades de exportación,
desatarnos los brazos, liberar la tierra guatemalteca, dignificar
al trabajador, dinamizar los capitales". Su más anhelado
objetivo, lo definió diciendo en que era "lograr que el primer
gobierno popular constituya un ejemplo de laboriosidad, de
progreso y de decencia para las futuras generaciones"7 No creo
equivocarme si considero que, en efecto, lo logró.

6.
Previo a su investidura como primer mandatario de la
Nación, el doctor Arévalo emprendió una de las más difíciles
tareas a que se tiene que enfrentar un gobernante; a saber, la
escongencia de su Gabinete de Gobierno. En este aspecto es
en donde igualmente se ponen de manifiesto sus dotes de
estadista y la decisión que toma la tomó debidamente
fundamentada.

Para el doctor Arévalo, su Gabinete debía responder a


necesidades nacionales y no a criterios partidistas. Un
conductor elevado al más alto cargo de la jerarquía
administrativa, consideraba entonces, debe servir los intereses
del país, no los de éste o el otro sector popular, no los de una
sola línea ideológica (lo que consideraba como una "manía
totalitaria"), y tampoco caer en el compadrazgo inclinado a
designar amigos y admiradores.

Era de la opinión, igualmente, que "una cosa es tener la


intuición de lo que falta, y otra la capacidad para colmar los
vacíos".8

7 En obra ya citada, páginas 604 y 606.


8 En obra ya también citada, páginas 620 y 621.
89
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Las contradicciones en que se puede incurrir entre lo que se


plantea y lo que se hace, no se si fueron advertidas en su
tiempo y al momento de que el electo presidente Arévalo
integró su Gabinete. No hacía mucho (a comienzos de marzo),
había dicho que su Gabinete no debía responder a intereses
partidistas sino a necesidades nacionales. Así está consignado
líneas arriba. Lo que el entonces presidente electo no podía
ignorar fue que en su integración era imposible prescindir de
hombres de partido que siempre estuvieron a su lado durante
la campaña electoral y que le acompañaron después ya como
primer mandatario de la Nación.

Con un cuadro ya definido sobre la posible integración de


su Gabinete, el doctor Arévalo sostuvo un segundo encuentro
con los integrantes de la Junta Revolucionaria de Gobierno
ante quienes lo expuso. Los ministerios de Hacienda y de
Comunicaciones y Obras Públicas así como la Secretaría
Privada de la Presidencia, por ejemplo, los asignaba a tres
prominentes miembros del partido Renovación Nacional,
—PRN— los licenciados Carlos Leonidas Acevedo, Rodrigo
Robles Chinchilla y Juan José Orozco Posadas. La Cartera de
Educación Pública y la Secretaría General de la Presidencia, a
los bachilleres Manuel Galich y Mario Méndez Montenegro,
ambos del Frente Popular Libertador, —FPL—. La Cartera de
Salud Pública y de Gobernación, a los ex candidatos
presidenciales que lo apoyaron para su elección: el doctor
Julio Bianchi y el licenciado Clemente Marroquín Rojas. El
ministerio de Economía se lo confiaba al licenciado Jorge
García Granados. Relaciones Exteriores, al licenciado
Guillermo Toriello. El ministerio de la Defensa le correspondía
al capitán Jacobo Árbenz Guzmán. El mayor Francisco Javier
Arana tendría que ser designado posteriormente por la
Asamblea Nacional Legislativa para ocupar el cargo de Jefe de
las Fuerzas Armadas.

90
Alfonso Bauer Paiz
Ante la iracunda y desproporcionada oposición del
ciudadano Jorge Toriello a la inclusión de los licenciados
García Granados y Marroquín Rojas y las reservas expresas o
tácitas del mayor Arana y del capitán Árbenz Guzmán, el
doctor Arévalo se resignó a confiar la Cartera de Economía a
Manuel Noriega Morales y para el ministerio de Gobernación,
procedió posteriormente a llamar al licenciado Adolfo Almengor
que, como el mismo doctor Arévalo lo reconoce, lo hizo "sin
que lo sospechara" la Junta Revolucionaria de Gobierno.
Pasada la tempestad, el doctor Juan José Arévalo tomó
posesión de su alta investidura la mañana del 15 de marzo de
1945.
Guatemala, 5 de mayo de 2005,
en el 187 natalicio de Carlos Marx

LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS DE LA REVOLUCIÓN


DEL 44 Y LOS APORTES PEDAGÓGICOS
DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO
Carlos González Orellana

Dedico el presente trabajo al Lic. Alfonso Bauer Paiz,


insigne representativo de la Revolución de 1944.

INTRODUCCIÓN

El presente estudio se propone detectar las Políticas


Educativas emanadas del movimiento Revolucionario del 20 de
octubre de 1944 y los aportes del Dr. Juan José Arévalo, en su
condición de Candidato Presidencial y de Presidente de la
República.

Contiene además las Políticas Educativas que se perciben


en la Constitución de la República, decretada por la Asamblea


Doctor en Pedagogía.
91
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Constituyente el 11 de marzo de 1945. El énfasis del trabajo


se ubica en los temas que constituyen innovaciones en los
planteamientos y realizaciones educativas de la década
revolucionaria, y que dieron origen a los planes y propuestas
del desarrollo educativo y cultural.

El antecedente inmediato, fue la dictadura ubiquista, que


durante 14 años instauró un régimen represivo y de terror,
que suprimió las libertades elementales y privó a la población
de casi todas las garantías constitucionales. La educación
padeció grandes limitaciones: la escuela secundaria fue
militarizada, y se suprimió la gratuidad de la enseñanza en
este nivel. La libertad de criterio docente y la libertad de
enseñanza fueron suprimidas. La libertad de la mujer fue
restringida al prohibir a las mujeres casadas dedicarse al
magisterio en escuelas oficiales. Durante estos 14 años no se
crearon nuevas escuelas primarias y se ignoró la educación
popular y la educación artística y deportiva.

La Revolución del 29 de Octubre tenía ante sí este desafío


que estimuló a la juventud, a los maestros de escuela, a los
trabajadores, a los oficiales jóvenes del ejército y al pueblo en
general, a lanzarse a la tarea de buscar un cambio que
resanara tanta deficiencia, y creara proyectos nuevos para
ampliar el bienestar colectivo e impulsar la justicia social.

En el orden educativo los políticos y los educadores se


preguntaban: ¿Cuál es el nuevo papel que debe jugar la
educación para instaurar un régimen realmente democrático?
Y ¿Cuáles son las medidas más urgentes para atender las
grandes deficiencias del sistema educativo?

Estas respuestas son las que vamos a buscar en la juventud


revolucionaria del 44 y en el candidato a la presidencia, el Dr.
Juan José Arévalo.

92
Alfonso Bauer Paiz
Arévalo no era una figura nueva en el medio cultural y
educativo de Guatemala. Era un maestro de escuela, con
estudios superiores en la república Argentina en la rama
filosófica de la educación. Circulaban libros de él, que lo
tipificaban como un connotado pedagogo. Recordemos
únicamente los que tienen orientación pedagógica: Pedagogía
de la Personalidad (1937); Filosofía de los Valores en la
Pedagogía (1939); La Adolescencia como evasión y retorno
1941; y Escritos pedagógicos y filosóficos (1945).

En el orden propiamente didáctico nos legó un “Libro de


Lectura y Escritura Simultánea” y una “Geografía Elemental”.

Nos toca ahora analizar sus planteamientos de orden


político-educativo, de cara a los problemas que se daban en

aquel momento, tanto como candidato a la presidencia como


de Presidente de la República.

Para acercarnos a sus políticas hemos consultado su


pensamiento a través de declaraciones, planteamientos,
críticas, comentarios y propuestas; y para conocer el grado de
aplicación y eficacia de sus planteamientos, vamos a tener a la
vista los principales logros pedagógicos de la Revolución,
particularmente durante su período presidencial.

¿EN QUÉ CONSISTEN LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS?

Algunos pedagogos, como Lorenzo Luzuriaga, opinan que


las Políticas Educativas dependen de las circunstancias
históricas de los países, de la realidad socioeconómica y de las
corrientes políticas imperantes, tanto internas como
internacionales.

93
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Desde este punto de vista hay políticas tradicionalistas, que


no buscan ninguna transformación, y políticas renovadoras,
que se proponen justamente el cambio y la promoción social.

En Guatemala, en la época de la Revolución del 20 de


Octubre, se construyeron Políticas Educativas renovadoras
que se proponían dar a la educación un carácter democrático,
vinculada a la realidad nacional y a una concepción científica
del mundo y de la vida.

La escuela, así como el sistema educativo, según el


pedagogo español Ángel Pérez, constituyen una “Instancia de
mediación cultural”, entre sentimientos y conductas de la
comunidad social y el desarrollo particular de las nuevas
generaciones. Define como cultura el complejo que incluye
conocimientos, creencias arte, leyes, moral, costumbres y
otras capacidades adquiridas.

Desde el punto de vista teleológico y axiológico de la


educación, se trata de responder las preguntas siguientes:
¿Para qué se educa? Y ¿Qué valores deseamos impulsar por
medio de la educación?

Al examinar en nuestro país los fundamentos normativos de


la educación, que aparecen en la Constitución de la República
de 1945; y los aportes de los dirigentes políticos y
especialmente del Dr. Juan José Arévalo, vamos a encontrar
las concepciones sobre las Políticas Educativas.

Una tendencia manifiesta, consiste en la necesidad de la


socialización de la cultura, orientada hacia el bienestar social;
la urgencia de que haya igualdad de oportunidades de
educación para todos, sin más limitaciones que las aptitudes
individuales. Se hacía sentir asimismo la necesidad de reducir
de forma urgente, el alto índice de analfabetismo imperante.
94
Alfonso Bauer Paiz

Se plantearía la necesidad de fijar la atención en la


educación de los grupos étnicos y se reclamaría una educación
agropecuaria acorde con las necesidades del país.

Se señaló con insistencia la necesidad de atender la


educación rural, formar maestros para ese nivel y ampliar su
cobertura. Se habló igualmente de la necesidad de bibliotecas
populares y becas para los trabajadores.

Un tema que se planteaba también consistía en la


necesidad de crear la universidad obrera.

Todas estas ideas se discutían en el Sindicato de


Trabajadores de la Educación y en los partidos políticos; y se
hacían planteamientos en el período pre-revolucionario en que
gobernaba Ponce Vaides, y en los primeros tiempos de la
Revolución en que gobernaba La Junta Revolucionaria de
Gobierno.

Otros elementos que hay que tomar en cuenta para analizar


las Políticas Educativas, consiste en reconocer que son
orientadas por el Estado, en donde prevalecen ciertos sectores
dominantes; de tal forma que en teoría las Políticas expresan
los intereses de los distintos grupos que conforman la
sociedad.

Por otra parte hay que tener en cuenta las relaciones entre
las naciones y los estados, en donde se generan a menudo
corrientes políticas dominantes. Estos aspectos los maneja el
Dr. Arévalo con mucha claridad y de ahí surgen Políticas
Educativas realistas y con viabilidad.

Para verificar la operatividad y vigencia de las Políticas


Educativas de la Revolución, vamos a indagar las realizaciones
y logros alcanzados durante la década Revolucionaria y
especialmente durante el período presidencial del Dr. Juan
José Arévalo.
95
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS PROMOVIDAS POR EL DR.


ARÉVALO

Para una mejor interpretación de las políticas Educativas


que promovió el Dr. Juan José Arévalo, para el desarrollo
revolucionario de Guatemala, tenemos que revisar las
concepciones filosóficas que fundamentan las propuestas de
su gobierno. Con sus propias palabras decía Arévalo: “el
idealismo filosófico inspiró toda mi vida intelectual” “inspiró mi
trabajo de juventud y aún se advierte ese tinte en mis escritos
de madurez” (Escritos Complementarios 1988). Como
candidato a la presidencia y como Presidente de la República
se ubicó en el socialismo espiritual, justamente porque las
corrientes imperantes en los grupos políticos de aquel
momento se orientaban hacia el socialismo, lo cual lo motivó
para ubicarse en la dirección espiritualista y no en la
materialista, como la profesaban otros políticos. Decía Arévalo:
“el socialismo que yo profeso es uno espiritualista, porque da
la preeminencia al pensamiento, a las necesidades del alma
antes que a las urgencias económicas” (El Candidato Blanco y
el Huracán. 359).

“Va nuestro socialismo a liberar a los hombres


psicológicamente, a devolverles a todos la integridad
psicológica y espiritual que les ha negado el conservatismo y el
liberalismo” (escritos políticos). Esta posición, que busca los
valores, los fines de excelencia, se mezclan con los postulados
revolucionarios de una juventud que, hastiada del régimen
dictatorial de Jorge Ubico, elabora una plataforma política que
reclama la libertad de organización, que lucha por el
mejoramiento de las condiciones de existencia y el imperio de
la justicia social. Estas corrientes se reflejan en el
pensamiento del candidato presidencial y con su amplia
preparación, conforma planteamientos educativos de alto valor
trascendental. Recordemos aquí la expresión de uno de los
96
Alfonso Bauer Paiz
más grandes dirigentes de la Revolución de Octubre, el Lic.
Manuel Galich quien dice hablando de Arévalo que: “el político
se comió al pedagogo pero de aquí surgió un gran estadista”
(Del Pánico al Ataque).

Con toda esta riqueza de contenidos de la Revolución del 20


de Octubre y la conformación filosófica del Dr. Juan José
Arévalo, surgieron propuestas y valores que dan consistencia a
las Políticas Educativas de la Revolución. Se habla de ampliar
los alcances de la educación y llegar a los lugares más
apartados; de ser portadora de un modelo democrático; de
dignificar al maestro; de la reivindicación de la mujer del
indígena y el campesino; de respetar dignamente al niño; de
preparar para el trabajo; de exaltar la cultura popular y
valorar nuestras riquezas arqueológicas.

El desarrollo de todas estas políticas tenía, no obstante, sus


factores limitantes: se vivían los efectos de la Guerra Fría y de

la coincidencia con el fin de la Segunda Guerra Mundial, que


incluía el gradual desacuerdo entre los aliados de los Estados
Unidos y la Unión Soviética. En el orden interno se vivían las
consecuencias de la dictadura Ubiquista; la declinación del
movimiento liberal que ponía en crisis a viejos militares “de
línea” y de terratenientes semi feudales. En esta misma línea
se hallaba una secta de políticos envejecidos.

La educación, como esbozamos con anterioridad, vivía


momentos críticos. Apenas se atendía un pequeño sector de
los niños y jóvenes de edad escolar. La educación era repetitiva
y dogmática, muy alejada de la realidad. Los profesores y
maestros eran objeto de persecuciones por razones ideológicas,
amén de tener bajísimos salarios y carecer de estímulos de
superación profesional.

En el orden internacional, Arévalo no gozaba de la simpatía


y el apoyo de los Estados Unidos, que habían fincado su

97
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

atención para la presidencia de la república, en un ex


funcionario del régimen Ubiquista.

Este era el mapa en que se debían situar las Políticas


Educativas, las cuales por una parte, tenían la riqueza y el
vigor de la Revolución de Octubre y su candidato el Dr. Juan
José Arévalo; pero por otra existían limitantes tanto de orden
interno como internacional.

Los lineamientos generales de las Políticas Educativas


fueron surgiendo entre los líderes políticos y sindicales, y las
propuestas concretas del Dr. Juan José Arévalo como
candidato a la presidencia, como Presidente electo, y llevadas
a la práctica durante su período presidencial.

a) Política Nacionalista.

Entre las ideas sobresalientes de sus propuestas figura el


nacionalismo, en estrecha relación con la realidad nacional y
la búsqueda de la reivindicación social. Decía el Dr. Arévalo:

“Todo lo cultural de Guatemala debe estar bajo la dirección de


los guatemaltecos” (El Candidato Blanco y El Huracán. 575); y
“Guatemala era un país de economía semi-feudal: la
agricultura, la ganadería, el latifundio, las poderosas
compañías extranjeras de tipo colonial, las masas de hombres
alquilados para trabajar” etc. (Ibidem 602). Más adelante
advierte: “Nuestro feudalismo será suavizado con medidas
discretas, en defensa de los trabajadores, en una más
numerosa distribución de la tierra” (Ibidem 602). Entre las
proposiciones que Arévalo ofrece figuran: “Un alza prudencial
de salarios”, “La mejora de las viviendas miserables de los
98
Alfonso Bauer Paiz
indios” y “La socialización de la cultura elemental” (Ibidem
602).

Algo muy importante consiste en su propuesta de mejorar


las relaciones entre los hombres y buscar la igualdad. Al
respecto decía Arévalo: “Vamos a instaurar el período de
simpatía por el hombre que trabaja en el campo, en los
talleres, en los cuarteles, en el comercio. Vamos a equiparar al
hombre con el hombre”, “Vamos a agregar la justicia y la
felicidad al orden”, “Vamos a despojarnos del miedo culpable a
las ideas generosas” (Ibidem 659).

b) Educación Popular y Desarrollo del Sistema


Educativo.

Su propósito de impulsar la expansión del sistema


educativo y el desarrollo de la educación popular lo expresa de
la manera siguiente: “En Guatemala hace falta cultura:
necesitamos alfabetizar a las masas iletradas”. Propongo:

“Que nos reeduquemos todos”. “La política es una alta escuela


de civismo, es una de las formas más eficaces de educación
popular” (Ibidem 659).

La nueva Constitución, decía el Dr. Arévalo: “Impone al


gobierno el deber de iniciar la alfabetización de las masas. Es
un deber que los hombres de la Revolución nos hemos
impuesto para no vacilar en su cumplimiento. Empezaremos a
construir edificios para escuelas. Llevaremos las escuelas a
las aldeas, y algunas de esas escuelas tendrán ruedas para
trepar las montañas y meterse en los bosques. Las escuelas
no llevarán sólo higiene y alfabeto. Llevarán la doctrina de la
revolución” (Ibidem 660). La democracia guatemalteca: “Será
un sistema permanente, dinámico, de proyecciones en el todo
social y de infatigable vigencia. Democracia quiere decir
unificación moral y afectiva” (Ibidem 660).

c) Protección de la Cultura.
99
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Con respecto del tema de la cultura, decía el Dr. Arévalo:


“En mi gobierno la economía y la cultura tendrán especial
protección; la agricultura y la educación popular son dos
ramas en las que Guatemala ha estado huérfana de protección
oficial”, “Nuestras escuelas públicas son ejemplo de la incuria
oficial y del desprecio por los niños guatemaltecos” (Ibidem
604).

d) Hacia una Reforma Educativa.

Muy cercano a lo anterior es el tema de la Reforma


Educativa, que el Dr. Arévalo lo propone de la forma siguiente:
“Dejaré iniciado un magnífico plan de Reforma Educativa,
contando para ello desde ya con la colaboración de nuestros
excelentes maestros y de valiosos elementos sociales que
vamos a incorporar a la obra de la culturalización”; “Nuestras
escuelas primarias y secundarias deben llegar a constituir

modelos en América, no sólo por su marco material sino por el


clima renovador que las anime” (Ibidem 604).

“La verdadera labor gubernativa es más bien de coordinar en


la mejor forma posible, los bienes y las fuerzas que integran la
nación, a modo de un consejero y un regulador de las
capacidades ajenas” (Ibidem 605).

e) Desarrollo Magisterial.

Con respecto del magisterio hay muchas alusiones en los


discursos y escritos del Dr. Arévalo, pero en lo referente a las
políticas, entresacamos los conceptos siguientes, que aparecen
en la Constitución de la República de 1945, en donde fueron
transcritas partes de sus concepciones. El artículo 80, en la
parte final dice “Corresponde al magisterio preservar e
intensificar la dignidad connatural a la persona de los niños y
100
Alfonso Bauer Paiz
los jóvenes, y al Estado, dignificar económica, social y
culturalmente al maestro”. Ya en otro punto había calificado
como “excelentes” a los maestros de Guatemala.

f) Democracia, Justicia y Juventud.

Cercano al anterior, es el tema de la democracia y la


juventud el cual trata de la manera siguiente: “Estamos
orgullosos de vosotros y os acompañamos, porque con
vosotros está el futuro” (Ibidem 203). “Que los guatemaltecos
gocemos de dignidad humana, que las mujeres recuperen la
paz de sus hogares, que los niños encuentren la escuela que
necesitan, que los trabajadores hallen protección y no
persecución, que los legisladores legislen y los jueces juzguen”
(Mensaje desde Costa Rica antes de su llegada a Guatemala)
(Ibidem 203). Y tener presente que: “La juventud tiene derecho
a compartir el poder” (Ibidem 96).

g) Política Feminista.

Llegamos a una de las políticas más trascendentales del


gobierno del Dr. Arévalo, nos referimos al tema de la mujer;
todo esto fue dicho mucho antes de que surgieran las nuevas
concepciones de género, que obedecen fundamentalmente a
los cambios económicos que en el presente se han producido
en la sociedad.

Después de entrar en contacto el Dr. Arévalo con la


juventud revolucionaria, incluyendo a la mujer, anuncia que:

“Está a punto de comenzar la política feminista de


Guatemala”. “La mujer guatemalteca demostró en 1944 la
misma fe democrática, la misma pasión cívica, el mismo
coraje, la misma voluntad heroica que los hombres” (Ibidem
258).

101
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Como candidato presidencial Arévalo conoció la dirigencia


de los partidos políticos y le impresionó sobre todo, la
presencia de la mujer. Recuerda en su obra: “El Candidato
Blanco y el Huracán”, los nombres de aquellas pioneras de los
partidos políticos. Del Partido “Renovación Nacional”, conoció
a Consuelo Pereira, Enriqueta López, Lupe Porras, Lily García,
Marta Rodas, María del Carmen Vargas, Ana Josefina Pellecer,
Julia Urrutia, Laura Aldana y muchas otras más. Por el
Frente Popular Libertador conoció y trató a Mélida
Montenegro, Zoila Luz Méndez, Ofelia Ninfa Cabrera, Elizabeth
Escobar, Laura Samayoa, Isabel Foronda, Otilia de Balcárcel,
María Luisa Silva, Aída Chávez, Blanca García, Julia de
Deleón, Natalia Muñoz, Carlota Silva, Concha González Poza,
etc. etc.

Muchas de estas mujeres provenían de los sindicatos de


trabajadores que habían empezado a funcionar, y de otras
organizaciones políticas. El Dr. Arévalo mantuvo durante su
gobierno un régimen de respeto y estimación hacia la mujer, y

no fueron pocas las que participaron directamente en su


gobierno.

Todas estas políticas hacia la mujer no se quedaron en los


discursos, sino que cobraron vigencia plena en el desarrollo
nacional, y sobre todo en la educación, al propiciar
metodologías democráticas en los establecimientos de
educación media, en donde se practicó por vez primera el
autogobierno, la co-educación y la libre participación de la
comunidad escolar.

VERIFICACIÓN Y APLICACIÓN DE LAS POLÍTICAS


EDUCATIVAS

102
Alfonso Bauer Paiz
Las Políticas Educativas analizadas con anterioridad, y que
correspondían a las propuestas por el Dr. Arévalo, en su
condición de candidato presidencial y Presidente Electo, se
pueden agrupar en la temática siguiente:

 Políticas Educativas Nacionalistas.


 Promoción de las etnias y culturas de la nación.
 Juventud y Democracia.
 Desarrollo Magisterial.
 Hacia una Reforma Educativa.
 Educación Popular y Desarrollo del Sistema
Educativo, y
 Política Feminista.

Estas propuestas, sumadas a los aportes de la juventud


revolucionaria, expresadas a través de los partidos políticos,
los sindicatos de trabajadores y otras organizaciones de la
juventud, dieron origen a las Políticas Educativas Nacionales,
contenidas en la Constitución de la República de 1945; y en
los postulados pedagógicos de la revolución.

Las propuestas sobresalientes que aparecen en la


Constitución de la República se podrían sintetizar de la
manera siguiente:

1. El Fomento y Divulgación de la Cultura en todas sus


manifestaciones.
2. Promoción del mejoramiento étnico e incremento del
patrimonio espiritual.
3. Que la educación abarque la defensa de la salud, la
formación cívica y moral y la iniciación de
actividades de orden práctico.
4. Ser garante de la educación laica en escuelas
oficiales.
5. Se declaran de utilidad social: La campaña de
alfabetización; la gratuidad de la educación; la

103
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

creación de becas de perfeccionamiento y


especialización cultural y técnica; el establecimiento
de bibliotecas populares, escolares y hemerotecas;
el incremento del deporte y la cultura física; la
obligatoriedad de los dueños de fincas. De dotar y
sostener escuelas para la población escolar
campesina y obrera.
6. La autonomía de la Universidad de San Carlos, así
como la libertad de criterio docente.
7. Emitir una ley especial referente a la delincuencia de
menores.
8. Velar por la salud física, moral y mental de la
infancia.
9. Promoción de la capacitación técnica de los
trabajadores y elevación de su nivel económico y
cultural.

Como se puede advertir esta temática constituye una gran


agenda de trabajo para el gobierno.

Los Postulados Pedagógicos que rigieron durante el período


revolucionario fueron elaborados por el sindicato de

trabajadores de la educación y el consejo técnico del Ministerio


del ramo. Inicialmente se fundamentaron en el Decreto No. 17
de la Junta Revolucionaria de Gobierno que establece la
autonomía universitaria. El Decreto No. 18 declara a la
educación primaria obligatoria; y la sostenida por la nación
deberá ser laica y gratuita. El Decreto No. 20 crea el Comité
Nacional de Alfabetización, con jurisdicción en toda la
república; y el Decreto No. 72 contiene la ley de alfabetización
nacional, tomando en cuenta que: “Los guatemaltecos
alfabetos debemos comprender que es inaplazable la
cancelación de la deuda de cultura que tenemos con los
grandes sectores del país”.

104
Alfonso Bauer Paiz
Los postulados pedagógicos de la revolución se movieron en
dos direcciones: la democratización de la cultura y la
educación; y el crecimiento y ampliación de los servicios
educativos.

Las aspiraciones democráticas de dignificación ciudadanas,


que eran principios fundamentales de la Revolución del 20 de
Octubre fueron absorbidos en el ámbito educativo. No existía
sin embargo, un plan de Reforma Educativa y se desconocían
los ingentes problemas de la realidad pedagógica del país.

El magisterio fue un factor determinante en el triunfo


revolucionario y con justificada razón reclamaba sus
reivindicaciones y su participación en las reformas de la
educación. La libertad de criterio docente fue uno de sus
postulados; y además, se pedía un ambiente de libertad que
permitiera la formación cívica e integral del educando. Pero no
existían datos estadísticos sobre la situación, ni había
elementos preparados para emprender una reforma. Por
intuición pedagógica se sabía que existían grandes masas de
población privadas del alfabeto. Se trataba de una población
pobre desnutrida que había estado sujeta a un régimen de

servidumbre semi-feudal. Había escasez de maestros, edificios,


mobiliario y material didáctico.

Por estas razones, la llegada del Dr. Juan José Arévalo a la


Presidencia, representó un triunfo para el magisterio. Por
primera vez un maestro de escuela con una formación
académica elevada, ocupa tan alto cargo. Por estas razones las
Políticas Educativas Arevalistas pusieron el acento en la
educación popular, en la formación de maestros, en la
multiplicación de las escuelas de todos los niveles y en la
reforma de los planes y programas de estudios.

105
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

PRINCIPALES LOGROS PEDAGÓGICOS DEL GOBIERNO DE


JUAN JOSÉ ARÉVALO

El gobierno del Dr. Arévalo realizó su programa de acción


educativa con el apoyo de la juventud revolucionaria, la
Constitución de la República y la colaboración de un vigoroso
Sindicato de Trabajadores de la Educación.

A nivel internacional había un clima propicio para impulsar


innovaciones democráticas en la educación; y a nivel interno,
una mayoría de la población, buscaba un ámbito de libertad,
cultura y de mayor justicia social.

El primer ministro fue un hombre de avanzada, capaz de


impulsar medidas pedagógicas acordes con los cambios
políticos y económicos que se estaban produciendo. Se trataba
del Lic. Manuel Galich quien, con la ayuda de un equipo de la
juventud, encabezado por el maestro Manuel María Ávila, que
fungió como subsecretario, propusieron las primeras medidas
para la elaboración de un proyecto educativo, acorde con los
propósitos de la revolución y las necesidades ingentes de la
población. Contaba además con la sutil asesoría del Presidente
de la República.

Entre las principales realizaciones pedagógicas del período


Arevalista —1945 - 1950— figuraban las siguientes: En 1946,
el gobierno de Guatemala convocó la Conferencia de
Educación de Santa Ana, El Salvador, que se proponía
homogenizar los estudios del área Centroamericana. En el
mismo año se llevó a cabo el primer censo escolar, en el cual
se logran datos alarmantes sobre la baja cobertura del sistema
educativo y la situación del analfabetismo, que reveló la
existencia de un 71.9% de analfabetos en la población
guatemalteca.

106
Alfonso Bauer Paiz
Una medida trascendental que correspondía a las Políticas
Educativas del Dr. Arévalo, consistió en la creación de las
“Misiones Ambulantes de Cultura Inicial”, que circularían por
los lugares donde no existían escuelas, difundiendo una
educación popular.

Un logro muy importante para los trabajadores de


Guatemala fue la reapertura de la Universidad Popular, que
había cerrado el dictador Ubico por temor a la divulgación de
las ideas socialistas. Esta nueva entidad permitiría al sector de
trabajadores ampliar su conciencia sobre los problemas
nacionales y buscar alternativas para el mejoramiento de sus
condiciones de vida. Además ofrecía la oportunidad de adquirir
conocimientos básicos y ampliar su cultura estética a través
del teatro, la música y otras actividades artísticas. Con la
apertura de la Universidad Popular Arévalo quería compensar
a los trabajadores por la clausura de la Escuela Claridad, de
orientación materialista dialéctica y que se vio forzado a cerrar
por presiones internacionales.

Otras realizaciones que tenían el tinte Arevalista consistían


en la creación de las Escuelas de Complementación y las
Escuelas Nocturnas, dedicadas también a los sectores de
trabajadores. Para la atención del problema de los analfabetos,
se creó en el Ministerio de Educación, el Comité Nacional de
Alfabetización, al cual se agregó, para agenciar fondos, una
lotería especialmente dedicada a este fin.

La Educación Primaria, la Educación Secundaria y la


Educación Técnica, fueron objeto de atención especial en la
década revolucionaria. Vale la pena recordar que entre el
período presidencial del Dr. Arévalo y los 4 años siguientes del
gobierno del Coronel Jacobo Árbenz, hubo en lo tocante a la
educación una amplia continuidad. Los datos siguientes nos
ponen de manifiesto el crecimiento y ampliación del sistema
educativo en la década de la revolución:

- El número de escuelas rurales creció en la década


revolucionaria, un 88.97%.
107
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

- Las escuelas primarias aumentaron en un 51.88%.


- Las escuelas normales y de bachillerato aumentaron en
un 69.23%.
- Las escuelas técnico-vocacionales aumentaron en un
80%.

El presupuesto asignado al Ministerio de Educación se elevó


de un millón 300 mil quetzales que tenía en 1944, a diez
millones 735 mil quetzales en 1954.

Además, la formación de maestros se incrementó de manera


notable.

Para iniciar a los niños y niñas en las actividades prácticas


y artesanales fueron creados los Centros Industriales
Consolidados, que funcionaban anexos a las escuelas
primarias.

La educación rural ocupó un lugar muy importante,


ampliando su cobertura y creándose la Primera Escuela
Normal Rural, la cual estaba dedicada a la población
Kaqchikel y se ubicó en la Alameda, Chimaltenango. En
adelante habrían de crearse otras escuelas normales de este

tipo. Para la atención de las etnias y culturas que integran la


nación, y dignificar nuestra riqueza arqueológica, se crearon
dos instituciones destinadas al estudio e investigación de estos
temas; nos referimos al Instituto Indigenista Nacional y al
Instituto de Antropología e Historia.

Con respecto de la educación secundaria se introdujeron


algunas innovaciones, como la creación del ciclo básico, que
era común, tanto para el magisterio como para el bachillerato.

En cuanto a la educación primaria se presentó el problema


de que no se disponía de locales suficientes para atender su
extraordinario crecimiento, por lo cual el Ministerio de
108
Alfonso Bauer Paiz
Educación organizó “La jornada única de trabajo”, con lo cual
los edificios aumentarían al doble su capacidad instalada.

Las Escuelas Tipo Federación constituyen otro tema


importante en las políticas Arevalistas. Representan algo más
que una planificación arquitectónica. Constituyen una nueva
concepción de la educación primaria. La idea central de estas
escuelas consiste en la autonomía del aula, que comprendía
un salón de clases, una sala de trabajo y su patio particular,
que tenía juegos e instalaciones deportivas y además sus
servicios sanitarios. Las actividades de aula, que implicaban
una didáctica especial, se complementaban con actividades
generales que se llevaban a cabo en el patio central y en el
auditórium de la escuela.

Un hecho trascendental de los logros de las Políticas


Educativas del Dr. Arévalo, consistió en la creación de la
Facultad de Humanidades. Como registra la historia, este era
un proyecto antiguo del Dr. Juan José Arévalo, pero
lamentablemente se había frustrado; y ahora estando al frente
del gobierno de Guatemala, le brindó todo su apoyo. La
Facultad de Humanidades llegó a ser un vivero cultural en
donde se cultivaban la Filosofía, la Literatura, la Historia y

sobre todo la Pedagogía. Para actualizar las concepciones


educativas, el Dr. Arévalo hizo venir de la Argentina a
distinguidos profesores visitantes que dieron un gran impulso
al desarrollo académico de la Universidad y al desarrollo
cultural del país. En el orden educativo tenemos que recordar
al Dr. Juan Mantovani, un notable pedagogo Argentino que
vino a estimular el desarrollo educativo nacional y a contribuir
a la formación de destacados profesionales guatemaltecos, que
estuvieron prestos a contribuir al mejoramiento de la
educación nacional.

Otro logro importante de este gobierno consistió en la


creación del departamento de Educación Estética, que más
109
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

adelante se convirtió en una dirección general. Tenía por


objeto promover la formación estética de la niñez y la juventud
así como la organización de actividades artísticas y recreativas
a nivel nacional. Entre sus dependencias figuraba La Orquesta
Sinfónica Nacional; El Coro Guatemala; El Coro de
Internormales; El Conservatorio de Música; La Escuela de
Artes Plásticas y la Escuela de Danza. Se organizaba además
el Certamen Anual de Ciencias Letras y Bellas Artes que tenía
nivel Centroamericano.

Durante este mismo gobierno se creó la editorial del


Ministerio de Educación, en donde se editaron obras de
distinta naturaleza, incluyendo libros de texto; son testimonio
de la actividad editorial, la “Colección 20 de Octubre”; la
“Revista del Maestro” y la “Revista Alegría”, esta última
contenía literatura dedicada al mundo infantil.

Para motivar el desarrollo de las bibliotecas del país, se creó


la Dirección General de Bibliotecas, que dio asistencia técnica
a todas las bibliotecas. La Facultad de Humanidades por su
parte, creó la Escuela de Bibliotecología, en donde se
empezaron a formar especialistas en esta rama cultural.

El deporte fue también atendido, dotándosele de autonomía,


organizando para su funcionamiento la “Confederación
Deportiva Autónoma de Guatemala”.

El Departamento de Educación Física Escolar tuvo a su


cargo la capacitación de los primeros profesores de Educación
Física en la Escuela Normal de Educación Física.

Gracias a estos esfuerzos, Guatemala pudo participar


eficientemente en los VI Juegos Deportivos Centroamericanos
y del Caribe que se llevaron a cabo en la Ciudad Olímpica que
había construido el régimen del Dr. Arévalo.
110
Alfonso Bauer Paiz

Para la atención de la infancia el gobierno creó distintos


programas entre los que figuraban las Casas del Niño y
Guarderías Infantiles; la Escuela para Ciegos y Sordomudos;
El Centro de Recuperación de Defectuosos y la Sección de
Niños del Hospital Neuro Psiquiátrico.

Complementando esta rica programación, la esposa del


presidente Arévalo, Sra. Elisa Martínez, diseñó e implementó
los Comedores y Guarderías Infantiles que desempeñaron un
papel muy útil entre los sectores más pobres de la población.

CONCLUSIÓN

Cerramos aquí este breve trabajo sobre las políticas


educativas de la Revolución del 20 de Octubre y especialmente
la contribución sobre este tema del Dr. Juan José Arévalo,
tanto como candidato presidencial, que expresó en distintas
publicaciones, especialmente en el “Candidato Blanco y el
Huracán”, como en sus realizaciones concretas llevadas a
cabo durante su período de gobierno.

Para su elaboración tuvimos a la vista varios escritos


referentes al tema, sobre todo la Constitución de la República
de 1945, el "Despacho Presidencial", del propio Dr. Arévalo,
"La Historia de la Educación en Guatemala"; El trabajo sobre
“El gobierno del Dr. Juan José Arévalo. 1945—1951, del Lic.
Augusto Cazali Ávila; "El cuestionario de Pedagogía" del Dr.
Manuel Chavarría Flores; Las "Actas del Encuentro: Juan
José Arévalo, Presencia Viva: 1904—2004", de la Universidad
Rafael Landívar, y muchas otras fuentes más.

El propósito de este trabajo consistió en buscar el grado de


verificación y cumplimiento de los propósitos pedagógicos
formulados por el Dr. Arévalo en distintas obras y en
111
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

declaraciones públicas. Me impresionó sobre manera aquella


oferta del Dr. Arévalo cuando dijo: “Dejaré iniciado un
magnífico plan de Reforma Educativa, contando para ello
desde ya, con la colaboración de nuestros excelentes maestros
y de valiosos elementos sociales que vamos a incorporar a la
obra de la Culturización”. Considero que después de haber
analizado su obra educativa, cumplió a satisfacción con sus
ofrecimientos de candidato presidencial; y hay algo más:
ofreció escuelas primarias que pudieran ser “Modelos en
América”, y nos dejó como lo registra la historia, las célebres
escuelas “Tipo Federación”; que a su tiempo representaron
una gran innovación pedagógica.

SALUD Y REVOLUCIÓN
José Barnoya García

La Medicina en esta tierra irredenta, no empezó con la


Conquista ni mucho menos con la llegada de Cristóbal Colón,
pues cuando el Almirante de la Mar Océana puso los pies en
esta América Indiana, ya la medicina maya era más que
milenaria. Leyendo a Martínez Durán, el Popol Vuh y la
Historia recogida por los viejos cronistas sabemos que: los
mayas a semejanza de muchos pueblos cultos dieron a la
Medicina un carácter sagrado, cuya liturgia sólo era conocida
por los iniciados, sacerdotes de una ciencia que era patrimonio


Médico Cirujano y Escritor.
112
Alfonso Bauer Paiz
familiar y se heredaba a través de generaciones. Por eso es
que aún quedan en nuestros pueblos yerbateros y brujos,
última descendencia de la casta sacerdotal de los médicos
indígenas. La Medicina maya tuvo sus dioses sanadores:
Ixchel, quien curaba la esterilidad y facilitaba el parto;
Kukulkán, curador de las fiebres; Temazzcalteci, protectora de
la higiene que aconsejaba baños de vapor. No siendo ajenos a
la Medicina Preventiva aconsejaban la dieta, los baños y el
ejercicio, así como casi toda enfermedad era tratada con
yerbas o plantas que hacía de purgantes, eméticos, febrífugos,
coagulantes y sedantes.

No fue sino hasta que se fundó la ciudad en el valle de


Panchoy que, Jorge de Alvarado —hermano de don Pedro—
crea el hospital de la Misericordia, para que “allí sean curados
los pobres y peregrinos”. Vino la fundación de otros hospitales:
el de San Alejo, que iba a servir para curación de los indios
pobres; el hospital Real de Santiago, para los españoles, y
luego el de San Lázaro, para asilar a los leprosos. Se debe a
un canario, el Hermano Pedro de Betancourt, la fundación de
un cuarto hospital de Convalecientes de Nuestra Señora de
Bethlem.

Ya en el siglo XVII y con los 883 tostones que había dejado


el obispo Francisco Marroquín y unas tierras que había
comprado, se fundó el Colegio Mayor de Santo Tomás en 1620,
luego la Universidad de San Carlos en 1676, y se dictó la
Cátedra Prima de Medicina en 1681, iniciándose así los
estudios de Medicina que, dieron sus frutos 7 años después
con la graduación de los primeros bachilleres en Medicina:
Vicente Ferrer, Cristóbal de Hincapié, José de Medina y
Manuel de Ávalos, quienes empezaron a suministrar salud de
acuerdo a conocimientos científicos.

Aparece en el escenario de la salud, Antonio de Liendo y


Goicoechea, uno de los grandes reformadores de la medicina
quien introduce las Ciencias Básicas que pone más tarde en
113
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

práctica el inmenso José Felipe Flores. Sigue así progresando


la medicina por supuesto la salud cuando en 1803, Narciso
Esparragoza y Gallardo funda el Colegio de Cirugía para
instruir a personas sin educación escolástica universitaria.
Como la mayoría de alumnos eran indígenas, el objetivo
principal era mejorar la salud en el área rural.
Infortunadamente dicho colegio sólo funcionó 16 años.

Llega en 1831 a la Jefatura de Estado, nuestro máximo


héroe civil, Mariano Gálvez, quien por problemas económicos
de estado tiene que clausurar la Universidad, pero funda al
mismo tiempo la Academia de Estudios que impone el
adiestramiento práctico. Dieciséis años después el doctor José
Luna, el mismo que suministró la primera anestesia en el país,
propone al Congreso de la República que, la facultad de
Medicina se encargue de: “Gobernar, supervisar y otorgar
licencias a médicos bien adiestrados, siendo responsable ante
el gobierno de la salud del pueblo y la prevención de
enfermedades”.

Es con la Reforma Liberal y el gobierno de Barrios que se


establece — para mejorar la salud del pueblo — el puesto de
interno en el hospital, que lo ocupa Domingo Álvarez. Siempre

tratando de mejorar la salud, el doctor Juan José Ortega


introduce en 1883 la antisepsia, y luego en 1893, la asepsia.

Pocas mejoras en lo concerniente a la salud se observan


durante los gobiernos militares de Orellana, Chacón y la
dictadura de catorce años de Jorge Ubico; contribuyendo los
estudiantes de Medicina con campañas de divulgación
higiénica y de prevención de enfermedades durante la efímera
presidencia de Carlos Herrera en 1921.

Los obreros valientes, la juventud estudiosa y un grupo de


oficiales patriotas terminan con la dictadura de 14 años de
114
Alfonso Bauer Paiz
Jorge Ubico. La Junta cívico-militar decreta la autonomía
universitaria iniciándose una corta primavera que dura sólo
diez años, pero durante la cual se notan avances gigantescos
para mejorar la salud de un pueblo hambriento, desnutrido y
enfermo. Es durante esa corta pero fructífera primavera que,
gobierna el país de 1944 a 1951 un pedagogo insigne y
visionario, el Doctor Juan José Arévalo, quien con un joven
equipo de inquietos revolucionarios inicia una verdadera
revolución en la salud, cuyos logros no han podido ser
superados en la actualidad.

Por elecciones democráticas llega a la decanatura de la


facultad de Medicina, el doctor Carlos Mauricio Guzmán,
quien moderniza de entrada el plan de estudios, presiona al
estado para que aumente el presupuesto de la facultad, y
plantea por primera vez al Congreso de la República, el
establecimiento de un servicio social médico-rural. Casi al
mismo tiempo — el 2 de enero de 1948 — se instaura el
Seguro Social que, primero da cobertura a la maternidad,
luego se extiende a los accidentes, y después cubre la
enfermedad que, infortunadamente sólo cubre en la actualidad
a un 7% de los trabajadores.

Como ya se ha vuelto una costumbre en esta tierra, la


corrupción, el prevaricato y el robo descarado se infiltraron en

los terrenos de la salud; además con la alta tecnología médica


y quirúrgica se presentó la deshumanización; con los
poderosos medicamentos capaces de erradicar parásitos,
gérmenes y virus, hizo su ingreso el mercantilismo; y con la
máquina sofisticada capaz de escudriñar hasta el lugar más
recóndito del cuerpo, llegó la intromisión abusiva dentro de las
partes más íntimas del ser humano.

Para colmo de males, llegaron a galope tendido los cuatro


desenfrenados jinetes de nuestro Apocalipsis: la impunidad, la
represión, el genocidio y las masacres quienes cercenaron
cabezas, trizaron corazones, arrasaron aldeas y devastaron
115
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

conciencias, haciendo retroceder a la educación, el derecho y


las conquistas logradas durante el período de la revolución de
1944, retrasando así la modernización de la medicina y la
salud en el país. Lo que se había ganado en los años
revolucionarios, se perdió en los años subsiguientes por los
embates malévolos de la contrarrevolución. Eso nos hace
recordar la frase lapidaria del malogrado poeta Luis Alfredo
Arango: “En Guatemala, cada veinte años, retrocedemos
veinte”.

Mayo de 2005.

SALUD Y BIENESTAR SOCIAL


DEL GOBIERNO DEL DOCTOR ARÉVALO
Carlos Gallardo Flores

INTRODUCCIÓN

Para comprender los avances en salud y bienestar social y


las políticas desarrolladas durante el gobierno del Doctor
Arévalo, es importante mencionar algunos datos sobre el
estado de salud de la población de Guatemala, las
instituciones gubernamentales existentes y la forma de
afrontar el problema por los gobiernos anteriores a 1944.


Médico Cirujano, funcionario de los Gobiernos de la Revolución y fundador de los
Partidos Socialista Democrático —PSD— y Frente Unido Revolucionario Democrático
—FURD—.
116
Alfonso Bauer Paiz

Los programas de salud y las instituciones del gobierno


eran una dependencia de la Secretaría llamada Ministerio de
Fomento, comprendía la Dirección General de Sanidad con
algunos programas muy deficientes y en forma aislada sin
tener ninguna relación, una serie de instituciones llamadas
hospitales y casas de beneficencia en las cabeceras
departamentales, en el año de 1943 eran 22; con capacidad de
mil camas el Hospital San Juan de Dios en la Capital y con
capacidad que variaba entre 200 camas y 20 en las cabeceras
departamentales del resto del país. Mal equipadas, en
edificios inadecuados, en mal estado, con presupuestos
deficientes ayudados en una mayoría por personas o
instituciones llamadas benefactoras, esto es lo que constituía
la Beneficencia Pública siguiendo los principios de la
asistencia caridad y no la asistencia por derecho y como una
obligación del estado como fue la política de salud del
Gobierno del Doctor Juan José Arévalo.

La falta de información de las campañas sanitarias que el


gobierno desarrollaba. Así como la falta de estadística médica
nos impide conocer la verdadera realidad de la salud de la

población de Guatemala con anterioridad a la Revolución de


Octubre de 1944.

Gobierno del Doctor Juan José Arévalo

La política general del gobierno arevalista era la de


convocar y promover congresos deliberantes y seminarios de
discusión para que las fuerzas vivas del país después de
deliberaciones propongan sus problemas y contribuyan a
buscarles una solución.

El 15 de diciembre de 1945 el gobierno dictó el siguiente


Acuerdo:

Palacio Nacional, Guatemala, 15 de diciembre de 1945


117
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El Presidente Constitucional de la República,

CONSIDERANDO

Que el gobierno necesita abordar en forma sistemática y


científica los problemas relativos a la asistencia médica de los
habitantes y a la organización de los hospitales por
construirse, fijando previamente las zonas sanitarias del
territorio.

CONSIDERANDO

Que no es posible iniciar una empresa tan vasta sin


escuchar la opinión fundada de los médicos de la República
que más experiencia tienen en estos problemas.

ACUERDA

Artículo 1—Celebrar en la ciudad de Quetzaltenango el


primer Congreso médico hospitalario nacional, desde el 26 de
enero de 1946 hasta el 30 del mismo mes.

Artículo 2—Fijar como finalidades principales del congreso,


las siguientes:

a) Bosquejar el mapa sanitario de la república en zonas


específicas.
b) Acordar la sede de los hospitales generales.
c) Aconsejar el procedimiento para la construcción de
los hospitales de zona:
d) Proponer la interrelación entre los diversos hospitales
de la República;
e) Denunciar los errores cometidos hasta la fecha, en la
política hospitalaria oficial y privada;
f) Proponer medidas para rectificar esos errores;
118
Alfonso Bauer Paiz
g) Fijar bases generales para la administración de los
hospitales;
h) Acordar normas uniformes para la recepción, examen
y tratamiento de enfermos, así como para la compra,
almacenamiento y distribución de medicamentos.

Artículo 3—Designase la siguiente Comisión Organizadora:


Presidente, Director de Asistencia Social, Doctor Bernardo
Aldana; Vocales: Director del Hospital General, Doctor Víctor
M. Giordani; Director del Hospital de Quetzaltenango, Doctor
Gonzalo Pérez Anleu; Director del Hospital de San Marcos,
Doctor William Balz y Gobernador de Quetzaltenango, Coronel
René Morales y Secretario, Doctor Óscar H. Espada.

Artículo 4—Integrarán el Congreso como delegados


naturales, todos los directores de hospitales nacionales y
particulares de la república, como representantes los
funcionarios universitarios y oficiales que la comisión
organizadora aconseje. Asistirán además invitados de las
entidades oficiales y particulares que directa o indirectamente
estén vinculados al problema hospitalario y asistencial.

Artículo 5—El Estado costeará el transporte de la capital a


Quetzaltenango y los gastos de hospedaje en esta última
ciudad a todos los delegados, representantes e invitados.

Comuníquese y Cúmplase
ARÉVALO

El Ministro de Salud Pública y Asistencia Social


J. BIANCHI

El congreso se realizó con todo éxito, del 12 al 16 de febrero


de 1946. (la fecha se cambió por un nuevo acuerdo) se
119
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

presentaron y discutieron las ponencias y se dieron las


recomendaciones y conclusiones. Se nombraron comisiones
para el seguimiento y cumplimiento de lo acordado.

Durante el gobierno del doctor Arévalo, siguiendo lo


acordado en ese congreso, se organizó la red hospitalaria, se
mejoraron las condiciones materiales de los hospitales
existentes y se construyeron e inauguraron cuatro hospitales
nuevos departamentales, se terminó la construcción del
Hospital Roosevelt y el edificio para la escuela de enfermeras.

La política que diseñó el Ministerio de Salud Pública y


Asistencia Social tuvo como acción y filosofía la obligación del
Estado para buscar la salud y el bienestar de la población,
dando asistencia gratuita a los habitantes que en su mayoría
son de escasos recursos económicos.

Se crearon los dispensarios llamados de la Cruz Blanca,


situados en los barrios marginales pobres de la ciudad; el
primero se inauguró en el barrio El Gallito, así lo indicó el
doctor Arévalo en su informe anual al Congreso en marzo de
1946. Estos dispensarios daban asistencia médica, medicina
gratuita y educación sanitaria.

Estos dispensarios aumentaron en los años siguientes y se


extendieron al interior del país, basados en la política
implantada por el gobierno que la atención en salud era
gratuita y obligación del Estado en proporcionarla.

El esquema de la organización del Ministerio de Salud que


funcionó durante el gobierno del doctor Arévalo fue el
siguiente:

Ministro, un Subsecretario, un Director General de


Asistencia Social, un Director General de Sanidad Pública.
120
Alfonso Bauer Paiz
Los Directores y sus dependencias en constante coordinación,
un Inspector General del Ministerio. Las oficinas de estadística
médica e información se modernizaron.

La política de prevenir la enfermedad, proporcionando


condiciones de higiene en la población, apoyando los
programas de introducción de agua potable entubada y
drenajes de aguas negras acompañados de educación en
salud. En 1950 se habían beneficiado de la introducción de
agua potable y drenajes 65 municipios.

Por la condición de Maestro el doctor Arévalo fue exigente


en poner en práctica programas de educación.

Los programas de becas para las diferentes disciplinas


relacionadas con la salud fueron de prioridad.

El Congreso de la República, promulgó el 30 de octubre de


1946 el Decreto 295 y creó el Instituto Guatemalteco de
Seguridad Social.

El 2 de enero de 1948 el presidente ARÉVALO inauguraba


las primeras instalaciones del Instituto de Seguridad Social,
decía improvisando: En nombre del gobierno de la República
declaro solemnemente inaugurado el Instituto Guatemalteco del
Seguro Social…… La revolución de octubre es la aspiración de
un conglomerado a recuperar su dignidad en todas las formas
humillada hasta el 20 de octubre de 1944……Mi gobierno está
tranquilo sobre los destinos de este instituto que tiene en sus
manos la solución de uno de los más complejos problemas de
nuestra vida social y económica.

Estoy tranquilo, porque está encomendado a personas de


jerarquía moral y cívica superior entre nosotros.

Con estas palabras cumplo con el grato deber de dejar el


instituto y la voz de esta mañana en manos de sus directores.

121
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El IGSS institución sostenida en forma tripartita, por


contribuciones del estado, los empleadores y los trabajadores,
creada para beneficio de los trabajadores asalariados, inició
sus servicios con el programa de atención médica y
prestaciones en dinero, por accidente de trabajo y
posteriormente extendido al accidente común. Las
instalaciones del Ministerio de Salud Pública prestaron
colaboración y coordinaron la atención a los pacientes afiliados
al IGSS, en tanto esta institución adquiera y construya sus
propios centros.

En el informe al Congreso de la República en marzo de


1947, se mencionó la creación de las primeras cinco
Guarderías Infantiles, para beneficio de los niños de las
mujeres trabajadoras; indicó además el funcionamiento en el
interior del país de ocho Comedores Infantiles, labor
desarrollada por la Asociación de Damas pro Comedores
Infantiles que dirige la esposa del Presidente de la República,
doña Elisa Martínez de Arévalo, 2,200 niños reciben
alimentación diariamente.

En el mes de abril de 1947, se creó la Dirección General de


lucha contra la tuberculosis en vista del alarmante crecimiento
del terrible mal y el aumento de los casos descubiertos. Esta
Dirección involucró y unificó dos dependencias, el Dispensario

dependiente de Sanidad Pública y el Hospital San Vicente


apéndice del Hospital General, los que trabajaban en forma
aislada. En forma inmediata los frutos se notaron con la
construcción de tres nuevos pabellones en el hospital,
aumentando así 100 camas y la creación de la sección infantil
del Dispensario Antituberculoso Central. Como un avance en
los programas de salud es importante hacer notar que la
Oficina Sanitaria Panamericana, en julio de 1949 terminó el
122
Alfonso Bauer Paiz
programa de la campaña contra el Tifus Exantemático en vista
de los grandes logros alcanzados por la constante vacunación
y los programas de Dedetización y erradicación del agente
transmisor, el piojo. Las brigadas continúan su labor para
mantener al país libre de esa enfermedad.

La inauguración del edificio del Instituto de Nutrición de


Centro América y Panamá es otro logro alcanzado en el año de
1949.

A cargo de Sanidad Pública funcionó un carro dispensario


del ferrocarril que atendió 30 poblaciones urbanas y 42 aldeas
en la zona entre Ayutla y Amatitlán y 19 poblaciones urbanas
y 59 aldeas en el sector nororiente del ferrocarril, en totales
atendieron 21,282 personas según el informe presentado al
Congreso de la República en marzo de 1950.

Con la enumeración de estos datos resumidos, es posible


darse cuenta de los avances y del impacto que causó en la
mejora de los problemas de salud que la población de
Guatemala padecía al inicio del gobierno del doctor Juan José
Arévalo.

Lo más importante fue el cambio político filosófico de


afrontar los problemas de salud, como una obligación del
Estado a proporcionarlo como un derecho y no como una
limosna de caridad.

Amatitlán, abril de 2005

123
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

SEGURIDAD Y PREVISIÓN SOCIAL DURANTE LA


ADMINISTRACIÓN DEL PRESIDENTE
JUAN JOSÉ ARÉVALO
Ricardo Asturias Valenzuela**

La Constitución de la República de 1945 en su Capítulo 1º.


Artículo 63 prescribe: “Se establece el seguro social obligatorio.
La Ley regulará sus alcances la forma en que debe ser puesta


Este artículo tal cual ha sido publicado se basa en el valioso ensayo del Dr. Ricardo
Asturias Valenzuela, INFORMACIÓN SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN
GUATEMALA (HISTORIA Y DESARROLLO), Guatemala, mayo de 1994. El compilador
de los artículos de la presente Revista Economía, Licenciado Alfonso Bauer Paiz, ha
reproducido partes del mismo, atinentes al período presidencial del Dr. Juan José
Arévalo. El Dr. Ricardo Asturias Valenzuela, autorizó al compilador mencionado para
reproducir total o parcialmente su texto, así como para extractarlo. Tanto la Revista
Economía, del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales —IIES— de la
Universidad de San Carlos de Guatemala —USAC—, como su compilador rinden las
más expresivas gracias al Dr. Asturias Valenzuela por su señalada colaboración.
** Médico y cirujano, célebre entre los protagonistas del proceso democrático-popular

de la Revolución del 20 de Octubre y excelente especialista en seguridad social.


124
Alfonso Bauer Paiz
en vigor. Comprenderá por lo menos, seguros contra invalidez,
vejez, muerte, enfermedad y accidentes del trabajo. Al pago de
la prima del seguro contribuirán los patronos, los obreros y el
Estado.”

Como se verá más adelante, los derechos y beneficios de los


trabajadores fueron efectivamente considerados en la creación
del régimen de seguridad social y de la institución encargada
de aplicarlo: el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y,
en el Código de Trabajo. Como una de las consecuencias de la
Revolución de Octubre de 1944, la Asamblea Constituyente
convocada para formular para Guatemala una nueva
Constitución, acorde con los principios revolucionarios,
estableció en ésta en su artículo 63 el seguro social obligatorio.

La Constitución de la República fue promulgada el 11 de


marzo de 1945, estando aún en el poder la Junta
Revolucionaria de Gobierno integrada por el ciudadano Jorge
Toriello Garrido, el Mayor Francisco Javier Arana y el Capitán
Jacobo Árbenz Guzmán. El 15 de marzo de 1945 tomo
posesión de la Presidencia de la República el Doctor Juan José
Arévalo Bermejo, electo popular y democráticamente por el
pueblo. Correspondió pues, al gobierno del Doctor Arévalo
poner en marcha las medidas necesarias para la aplicación de
la conquista revolucionaria contenida en al artículo 63 de la
Constitución.

Lo primero que se hizo fue integrar a finales de 1945, una


Comisión de Seguros Sociales adscrita al Ministerio de
Economía y Trabajo, para elaborar todos los estudios
necesarios. La Comisión se integró con:

- Lic. José Rolz Bennet.


- Ing. Jorge Arias de Blois.
- Lic. Salvador A. Saravia.
- Dr. César Meza.

El Ministerio de Economía y Trabajo, recibió de un grupo


de compañías extranjeras de seguros, una solicitud pidiendo
125
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

autorización para hacer los estudios necesarios con objeto de


presentar a la consideración del gobierno un plan de seguridad
social. El Ministerio de acuerdo con la Comisión de Seguros
Sociales, autorizó a las compañías solicitantes para hacer los
estudios del caso. Considerando que cuantas más personas se
dedicaran a trabajar en el proyecto, mejores y más amplios
puntos de vista se obtendrían. Así llegaron a Guatemala los
técnicos Licenciado Oscar Barahona Streber y Actuario Walter
Dittel.

Los técnicos Barahona y Dittel se constituyeron con la


Comisión de Seguros Sociales en un solo equipo para discutir,
de modo objetivo y desinteresado, las bases científicas del
régimen, los problemas sociales del país y la estructura que
un moderno sistema de seguridad podría tener en Guatemala.

Las compañías en que trabajaban Barahona y Dittel


decidieron no llevar adelante su propuesta, y la Comisión,
expresamente autorizada por el Presidente Arévalo, pidió a los
técnicos Barahona y Dittel, seguir prestando su colaboración
en la elaboración definitiva del plan. Ambos técnicos aceptaron
y brindaron su experto consejo.

Los estudios realizados fueron completos y de gran calidad.


Los mismos están contenidos en las “Bases de la Seguridad
Social en Guatemala”.

En 1 de junio de 1946 los técnicos Barahona y Dittel


entregaron al Licenciado José Rolz Bennet y demás miembros
de la Comisión de Seguros Sociales, un informe relativo a la
implantación científica de un régimen de seguros sociales en
Guatemala, o mejor dicho, de un Sistema de Seguridad Social
Obligatoria. El informe en referencia abarcaba en su parte
primera “Estudio de la Realidad Guatemalteca”; en su parte
segunda “Teoría y Práctica de los Seguros Sociales como deben
126
Alfonso Bauer Paiz
aplicarse a la Realidad Guatemalteca”; y, en su parte tercera
“Observaciones Finales”.

En la parte primera, en el capítulo relativo a “Antecedentes


en cuanto a Seguros Sociales” dicen Barahona y Dittel: “El
establecimiento de los seguros sociales tienen muy pocos
antecedentes en Guatemala. Podemos afirmar que en este
terreno todo está por hacerse en el país, lo cual constituye
una ventaja y, al mismo tiempo, una desventaja: lo primero,
porque puede dar lugar a que todo se haga muy bien hecho,
sin necesidad de perder energías en la destrucción de vicios o
malas realizaciones ya existentes, objetivo que se logrará si
las cosas se planean con acierto y si se procede paulatina y
prudentemente; y lo segundo, porque en vista del bajo nivel
de previsión y de la falta de educación del público en materia
de seguros, cualquier festinación del problema o cualquier
afán de resolverlo en parte, sin un criterio de conjunto que lo
enfoque en todas y cada una de sus implicaciones, producirá

rápidamente malos resultados e incluso hasta el fracaso del


sistema.

En la parte final del capítulo primero, que contiene todos


los antecedentes de los seguros sociales —parte de los cuales
fueron publicados en el Boletín anterior— señalan Barahona y
Dittel que las razones explicativas de por qué no había
funcionado debidamente en Guatemala este conjunto de
antecedentes, son las condiciones políticas en que ha vivido el
país —se entiende antes de la Revolución de Octubre de
1944— supuesto que las tiranías no constituyen un medio
propicio para el desarrollo de las instituciones de orden social;
y cuando estas se desenvuelven dentro de un ambiente
dictatorial, se tornan inoperantes o fácilmente adquieren una
fisonomía demagógica muy inconveniente. Además, carencia
de organizaciones administrativas y técnicas adecuadas para
la correcta aplicación de las leyes existentes; falta de un
conveniente desarrollo sindical entre la clase trabajadora;
falta de criterio de conjunto entre las gentes llamadas a
resolver estos problemas.
127
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En el capítulo segundo señala el Informe que los estudios


preliminares realizados, tratan de obtener una impresión
general de la realidad guatemalteca lo más perfecta posible.
(...)

Compenetrados profundamente —concluía la Comisión—


de la enorme importancia nacional que tiene el sistema de
seguridad social, de los beneficios que puede rendir a la
colectividad cuando su Ley Orgánica, su estructura y su
desenvolvimiento se ajustan estrictamente a las normas
técnicas y al sentido social más efectivo y responsable; y
compenetrados, también, de que cualquier desviación del
plan ideológico fundamental y de las rectas normas
funcionales puede acarrear funestas consecuencias al sistema,
la Comisión de Seguros Sociales formuló un Decálogo de

Principios Fundamentales del Plan de Seguridad Social, el que


a continuación se transcribe:

1. DINAMISMO. El régimen ha sido planeado en tal forma


que, proponiéndose una meta definida, la realizará por medio
de etapas sucesivas y graduales. Habrá que principiar con un
sistema de seguridad social limitado por el campo de
aplicación, por las personas protegidas y por los riesgos
cubiertos para llegar, en un término de largos años a dar un
mínimun de protección universal a los habitantes, mínimun
que cada cual podrá adicionar particularmente según sus
posibilidades y sus esfuerzos personales.

Por otra parte, seguridad social y seguro social no son


conceptos sinónimos; el seguro social es el remedio concreto
para una cierta escala de contingencias sociales que inciden
en una parte de la población; en cambio la seguridad social es
un programa que aspira a traducirse en un sistema universal
de bienestar popular, y que, por lo tanto, comprende dentro
128
Alfonso Bauer Paiz
de un mismo régimen al seguro social, a la asistencia pública,
a la sanidad colectiva y a la cultura general.

Como lo ha expresado Beveridge, creador de la fórmula de


seguridad social, los 5 gigantes que obstruyen el camino de la
reconstrucción mundial se llaman: Necesidad, Enfermedad,
Ignorancia, Miseria y Ocio.

2. RESPETO ILIMITADO A LAS EXIGENCIAS TÉCNICAS


DEL SISTEMA. Tratándose de una institución que es el
resultado de vastas y complejas estructuras matemáticas,
jurídicas, económicas y sociales, debe sujetarse su
desenvolvimiento a las más estrictas reglas técnicas, que son
perfectamente compatibles con el sentido social de su misión.
La demagogia es incompatible con la Seguridad Social. O
Seguridad Social o demagogia.

3. ADECUACIÓN AL MEDIO. Dentro de los lineamientos


universales del régimen, hay que buscar las soluciones que
sean más convenientes y apropiadas para la especial
realización sociológica del país. Y esto es tanto más necesario
cuanto que en Guatemala existen condiciones económicas,
étnicas y lingüísticas que exigen soluciones puramente locales.

4. AUTONOMÍA EN LA GESTIÓN DEL RÉGIMEN. Es


unánime la lucha de todas las instituciones de Seguridad
Social por obtener la necesaria autonomía en sus actividades,
hasta el punto de que se ha hecho necesario pensar en la
organización de un tipo de empresa que manteniendo su
carácter público sea, al mismo tiempo, administrada con
intervención de entidades privadas. Abrigamos la convicción
de que el régimen de seguridad social debe ser garantizado
plenamente en su autonomía, para que pueda desenvolverse
teniendo como única meta la realización de su alto cometido.

5. Pero no sólo debe ser autónomo, sino también AJENO,


POR COMPLETO, A TODA POLÍTICA PARTIDISTA. Mal se
129
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

podrían armonizar las severas exigencias técnicas con la


complacencia política, el compadrazgo partidarista o la
inquina sectaria, sean del bando que fueren. De todas las
fuerzas políticas en pugna debe esperarse cooperación y
respeto para el Instituto, porque a éste corresponde la
satisfacción de necesidades de orden nacional, y no de
intereses de grupo.

6. La característica del servicio que preste el régimen,


debe ser LA EFICIENCIA EN TODOS LOS ORDENES DE SU
ACTIVIDAD, con el más alto nivel posible de competencia
administrativa de calidad de las prestaciones. No deberán
tener entrada ni la burocracia ni la funcionarización estática.

7. LA ADHESIÓN DE LA COLECTIVIDAD ES
INDISPENSABLE PARA EL RÉGIMEN. Se trata de una

Institución que nace y debe vivir bajo signo democrático, esto


es, nutriéndose del apoyo de la comunidad, el cual debe
dársele en cuanto se proponga cumplir con rectitud su misión.

8. EL ESTADO, por su parte, DEBE PRESTAR TODA LA


AYUDA que sea indispensable, porque una gran parte de sus
finalidades se habrán de realizar a través del Instituto de
Seguridad Social. No puede haber previsión social obligatoria
si el Estado no presta su decidido concurso a la obra.

9. La Institución debe estar inspirada por los más altos


PRINCIPIOS DE SOLIDARIDAD SOCIAL. Sin un profundo pero
equilibrado sentido social no puede esperarse éxito alguno del
sistema.

10. Finalmente, habrá que señalar el hecho de que la


eficacia y progreso del Instituto dependerán vitalmente, del
ELEMENTO HUMANO que dirija sus destinos. De nada valen
pulidas leyes, acabadas estructuras técnicas o magníficas
130
Alfonso Bauer Paiz
instalaciones si las voluntades que ponen en marcha el
mecanismo carecen de la aptitud, de los conocimientos, de la
convicción y de la rectitud necesarias para norma su gestión.
(...)

El primer Congreso de la Revolución, conoció y discutió el


dictamen de la Comisión de Economía y Trabajo y el Proyecto
de Ley Orgánica del Instituto Guatemalteco de Seguridad
Social. Como Congreso revolucionario permitió que el Técnico
Licenciado Oscar Barahona, participara en las deliberaciones
del pleno, contestando preguntas de los señores diputados,
aclarando dudas y ampliando conceptos sobre el contenido de
la Ley.

Después de amplia y meditada discusión, el pleno del


Congreso aprobó la Ley Orgánica del Instituto Guatemalteco
de Seguridad Social el 28 de octubre de 1946, emitiendo el
Decreto número 295. El 30 de octubre del mismo año, el

Organismo Ejecutivo le puso el publíquese y cúmplase, el 31


de octubre y el 1 y 4 de noviembre fue publicado en el Diario
Oficial.

La Revolución cumplía así, por medio de su Congreso de la


República con el principio de solidaridad social de estructurar
un sistema de protección social capaz de dar al pueblo la
seguridad social a la que legítimamente tenía derecho. La
relevancia del papel a desempeñar por el sistema aprobado
iba a depender de su identificación con los lineamientos de un
proceso de desarrollo integral y de la extensión progresiva de
su protección a toda la población. (...)

La primera Junta Directiva del Instituto Guatemalteco de


Seguridad Social quedó formalmente constituida el 23 de
diciembre de 1946. Esta Junta la integraron el Lic. José Rolz
Bennet como Presidente; Dr. Manuel Noriega Morales,
Primer Vicepresidente; Lic. Salvador A. Saravia, Segundo
Vicepresidente; señor Alfonso Sobalbarro, Vocal delegado de
131
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

los Patronos; señor Arturo Micheo Bolaños, Vocal delegado de


los Trabajadores; Dr. Ernesto Cofiño, Vocal delegado del
Colegio Médico de Guatemala.

Suplentes eran, Dr. Arturo Quevedo por el Organismo


Ejecutivo; Lic. Jorge Del Pinal por la Junta Monetaria del
Banco de Guatemala; Ing. Raúl Aguilar Batres por a la
Universidad Autónoma de San Carlos; Contador Samuel E.
Franco por los Patronos; señor Francisco Barnoya Gálvez por
los Trabajadores; Dr. Augusto González por el Colegio Médico.

El Dr. Augusto González renunció y fue sustituido por el Dr.


Pablo Fuchs con igual delegación del Colegio Médico.

El Lic. Oscar Barahona Streber fue nombrado Gerente.


Colaboraban como técnicos Walter Dittel; Actuario: Manuel

Enrique Hinds, Auditor; Contralor y Asesor Técnico: William


Rulon Williamson, Actuario.

El 2 de enero de 1948, en el edificio ubicado en la 5ª. Calle


y 8ª. Avenida de la actual zona 1, se inauguró el Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social.

(..) El presidente de la Junta Directiva del Instituto Lic.


José Rolz Bennet, en su discurso con motivo de la
inauguración, entre otras cosas, señaló: El Instituto es
creación de una modalidad de cooperación colectiva
impracticada hasta hoy en Guatemala, y por esto mismo su
iniciación señala un acontecimiento histórico. El desarrollo de
la institución, continuó manifestando, ha sido planeado
cuidadosamente, tanto desde el punto de vista de los riesgos
que asumirá paulatinamente, como respecto a las zonas del
país y grupos de población a que habrá de extenderse.
También dijo, cuando se expuso públicamente el plan de
132
Alfonso Bauer Paiz
seguridad social en un acto celebrado en el Paraninfo de la
Universidad de San Carlos, se explicaron las etapas por las
cuales ha de pasar el Instituto principiando en cuanto a
cobertura de riesgos se refiere por accidentes de trabajo,
siguiendo por accidentes comunes, pensiones por viudez y
orfandad, beneficios de maternidad, enfermedades generales,
pensiones en caso de invalidez y vejez. (...)

Rolz Bennett expresó también, que en Guatemala, principia


hoy un régimen de seguridad social que se propone ser
legítimamente social en cuanto a su estructura financiera, a
su estructura de protección e incluso a su estructura
administrativa. La naturaleza de nuestra organización es
esencialmente institucional y de ahí la razón de que se le haya
designado “Instituto”. Constituye el núcleo en donde confluyen
los intereses de múltiples sectores de la comunidad que deben
encontrar en ella la adecuada nivelación para producir un
equilibrado haz de esfuerzos. La voz del gobierno, de los
patronos, de los trabajadores, de los profesionales
representados por la Universidad, de los médicos y en fin del
Banco de Guatemala, debe conjugarse para que sin
menoscabo de ninguna o con las limitaciones menores que las
circunstancias demanden, prevalezca el criterio que mejor se
adapte a las necesidades nacionales.

En su informe el Lic. Rolz Bennet señala:

a) La autonomía jurídica, financiera y administrativa de la


Institución.
b) Sin embargo, aclara que forma parte del Estado y por
tanto su acción debe vincularse y coordinarse con todas
las demás actividades nacionales. El Estado es uno e
indivisible en su finalidad superior de realizar el
Derecho y contribuir decididamente al progreso y
bienestar de todos los guatemaltecos.
c) La Ley Orgánica obliga al Instituto a coordinar su
gestión con la del Organismo Ejecutivo, especialmente
en lo que se refiere a la legislación de trabajo, a las
133
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

cuestiones fiscales y tributarias, al campo de acción de


la Dirección General de Estadística, a la organización
de los regímenes de previsión creados por los Decretos
1811 y 116, llamados también sistemas de clases
pasivas, a las actividades asistenciales y sanitarias del
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y a otras
análogas; con la gestión educativa y cultural de la
Universidad Autónoma de San Carlos de Guatemala,
con la gestión del Tribunal y Contraloría de Cuentas,
con la gestión crediticia y con otros aspectos de la
política fundamental del Banco de Guatemala, con las
actividades del Instituto Indigenista Nacional, con los
Tribunales de Trabajo y Previsión Social y, en general,
con todas las fases de la gestión estadual que tienen
relación con la aplicación y desarrollo del Régimen de
Seguridad Social.

d) El 24 de junio de 1947, la Junta Directiva emitió el


Acuerdo 4, Reglamento sobre Inscripción de Patronos.
e) En enero de 1948 se habían inscrito 1100 patronos.
Con los datos estadísticos proporcionados por ellos, se
estableció la base actuarial del primer programa del
Instituto. El Estado pagó la suma de Q 150,000 a
buena cuenta de sus cuotas correspondientes al
ejercicio fiscal 1947-48.
f) La Junta Directiva, por acuerdo No. 9 de 24/11/1947,
ordenó el pago de las contribuciones de los patronos
particulares.
g) De enero a junio de 1948, el Instituto recibirá
Q 450,000 de contribuciones de patronos particulares y
del Estado. Este último, como patrono (2%) Q 100,000
y como Estado (1%), Q 150,000.
h) El 9/12/1947 la Junta Directiva emitió el Acuerdo 12,
Reglamento sobre Protección Relativa a Accidentes de
Trabajo.
134
Alfonso Bauer Paiz
i) El Instituto comenzó protegiendo a unos 60 mil
trabajadores del municipio de Guatemala, contra
accidentes de trabajo, asistencia médica y atención
hospitalaria en casas de salud privados y se
acondicionó un Centro de Rehabilitación.

El gerente del IGSS, en su Informe, dijo que en 1948, el


Instituto realizaría el registro individual de todos los
trabajadores afiliados al sistema, que permitiría ejercer el
necesario control para introducir más beneficios y construir
una basta red hospitalaria en coordinación con la Dirección
General de Asistencia Social.

La protección contra accidentes de trabajo se inició el 1 de


enero de 1948 en el municipio de Guatemala, pero no sobre la
base de equidad individual en lo referente al cobro de
contribuciones y otorgamiento de beneficios, sino con criterio
de equidad solidaria, redistribuyendo socialmente las cargas

que implicaba la lucha contra accidentes de trabajo y otros


sistemas de protección a enfermedades generales o a
pensiones.

El Lic. José Rolz Bennet expuso, entonces, que por


primera vez en la historia de la seguridad social se ponían en
vigor en Guatemala, un régimen inspirado francamente en el
principio de la protección mínima. El Instituto actuaba con
criterio realista dentro de las posibilidades de la economía
nacional.

A su juicio el régimen de seguridad social era un verdadero


plan de redistribución de la renta nacional, mediante la
ejecución de un presupuesto social.

El sistema de protección mínima incluía beneficios muy


superiores a los que jamás pudieron adquirir con sus
esfuerzos individuales las grandes mayorías guatemaltecas.
Se trata, en síntesis, de hacer justicia social y no individual o
135
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

por grupo, dando a todos una protección mínima vital. (Hasta


acá resumen de la intervención del Lic. Rolz Bennet).

El 1 de agosto de 1949, el Instituto extendió su protección


al accidente común, incorporándole a un solo Programa de
Protección a los Accidentes en General. El Acuerdo 97 de la
Junta Directiva del IGSS emitido el 30/6/1949 y aprobado por
el Organismo Ejecutivo, el 8 de julio del mismo año, contiene
el Reglamento sobre Protección Relativa a Accidentes en
General (publicado en el Diario Oficial el 25/7/1949). El
Programa de Accidentes de Trabajo Implantado en el
municipio de Guatemala el 1/1/1948 se extendió el 1 de
octubre a los departamentos de Guatemala, Izabal,
Sacatepéquez, Escuintla y Quetzaltenango.

El Programa de Accidentes en General (de Trabajo y


Comunes), al entrar en vigor el 1/8/1949, cubrió los
departamentos ya mencionados y se extendió a
Chimaltenango.

El Instituto formuló un Plan Nacional de Hospitales que


contenía: un Estudio Hospitalario de la República de
Guatemala; Bases del Procedimiento Administrativo para el
Programa Hospitalario de Guatemala, Manual Administrativo
para el funcionamiento del Sistema Hospitalario y Programa
de Entrenamiento de Personal. Este Plan era para desarrollarlo
coordinada y conjuntamente con el Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social, pero la incomprensión y obstáculo
que en determinado momento puso este último, impidieron la
etapa de cooperación, se decidió adelantar el estudio de las
primeras unidades hospitalarias del Instituto.

El contrato con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia


Social, para que éste proporcionara al Instituto servicios en
hospitales nacionales, fue firmado el 10 de junio de 1948.
Este instrumento legal permite que el Instituto utilice
servicios; obligaba al Ministerio a mejorar éstos en beneficio
136
Alfonso Bauer Paiz
de los afiliados al régimen de seguridad social, con fondos que
le proporcionara el Instituto, y daba derecho a los hospitales
de percibir directamente el precio que se fijara por las
estancias causadas.

La contratación de servicios hospitalarios privados en la


etapa inicial, aunque resolvió el problema inmediato de la
asistencia hospitalaria, fue a la larga inconveniente y
antieconómica. Por tal razón, se consideró, que la concesión
directa de las prestaciones en instalaciones propias del
Instituto, era lo más adecuado; ello permitía mejorar los
procedimientos médicos y tener un conocimiento preciso del
objetivo inmediato del sistema para con la población protegida.
Se consideró que la concesión directa persigue poner a
disposición de esa población los más eficaces medios de
diagnóstico y de tratamiento.

Se consideró asimismo, que la concesión directa constituye


un sistema base para proporcionar prestaciones de asistencia
médica más amplias; para llevar un efectivo control del
otorgamiento de las mismas; para simplificar procedimientos
administrativos; para favorecer la estadística institucional;
para establecer mejores costos; lograr efectiva selección de
personal y estimular la capacitación constante y la
especialización. Eso sí, se consideró que las prestaciones
médicas impartidas en servicios propios de la seguridad social,
debían ser eficaces, económicos y responsables.

De manera que para la asistencia hospitalaria en casos de


accidentes, se decidió, primero alquilar un inmueble, Chalet
“San Carlos”, ubicado enfrente del Zoológico La Aurora, e
instalar en él un hospital de 40 camas, y luego se adquirió en
propiedad y se acondicionó. Este Hospital con el nombre de
Centro Hospitalario Número Uno del IGSS, se inauguró el 18
de julio de 1948. La compra del inmueble se realizó el 31 de
diciembre de 1948. La primera ampliación a 120 camas se
efectuó en octubre de 1949, y conforme las necesidades lo

137
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

fueron exigiendo, se fue ampliando hasta llegar a 316 camas.


Este Hospital todavía funciona como Hospital de Accidentes.

En cuanto a Rehabilitación, el respectivo Departamento se


organizó en enero de 1948. A pesar de que en un principio no
habían facilidades materiales adecuadas, ni personal técnico
para administrarlo, los planes que para su gradual desarrollo
se elaboraron fueron lo suficientemente flexibles y previsores
para permitir el progreso ininterrumpido del Departamento.
En mayo de 1949 esta Dependencia fue objeto de la primera
reorganización, que abarcaba, principalmente el aspecto
técnico y administrativo, la ampliación y mejoramiento de
servicios, la instalación de nuevos talleres y el establecimiento
de un internado. Rehabilitación funcionó primero en un
inmueble de la 5ª. Calle, entre 8ª. y 9ª. Avenidas, luego pasó
a otro inmueble de la Avenida Simeón Cañas, posteriormente

a la zona 10 y a la zona 4. De éste último inmueble pasó a


ocupar su edificio propio en la Zona 13, quedando concluido
el traslado en febrero de 1975.

La Escuela de Servicio Social fue organizada por el Instituto


con la cooperación de las Naciones Unidas, Organización que
envió técnicos muy destacados en materia de servicio social
para que colaboraran en su planificación y funcionamiento.
Los primeros tres fueron: Dr. Walter Pettit (norteamericano),
la señorita Laura Vergara (chilena) y la señorita Felicidad
Catala (puertorriqueña). La Escuela funcionó inicialmente en
una casa alquilada en la 5ª. Calle entre 8ª. y 9ª. Avenidas. El
7 de abril de 1949 se realizó el acto protocolario de
inauguración. Su primer Director lo fue el Lic. Carlos María
Campos. En 1951 se graduaron los primeros 16 Trabajadores
Sociales.

138
Alfonso Bauer Paiz
La multiplicidad y separación de los edificios que ocupaban
las oficinas del Instituto en la capital (edificio de la 5ª. Calle y
8ª. Avenida); cuatro casas en la 5ª. Calle entre 8ª. y 9ª.
Avenidas; una casa en la 8ª. Avenida y 13 Calle “A” de la zona
1 obligó al traslado de la sede a otro edificio, en donde
pudieran reunirse, de manera más organizada, todas las
oficinas o al menos la mayoría. Por ello se alquiló el llamado
“Edificio Mini” en la zona 4. El traslado se efectuó en 1951.

El 1 de octubre de 1950 la Junta Directiva del Instituto,


por Acuerdo número 152, aumentó la cuota de patronos y
trabajadores en un medio por ciento, para resolver diversos
problemas financieros de la Institución, entre otros, la
extensión del programa de accidentes a nuevas zonas;
mejorar y ampliar las instalaciones médicas; resolver
dificultades presupuestales y disponer de fondos para gastos
de organización e instalación del Programa de Protección
Materno Infantil.

El primer Gerente del Instituto Lic. Oscar Barahona Streber,


renunció del cargo en enero de 1951. En abril de ese año
asumió la Gerencia el Lic. Alfonso Solórzano, quién venía
ocupando la Presidencia de la Junta Directiva. El Lic.
Barahona Streber al retirarse, entregó un memorándum:
“Síntesis de la situación en que dejo al Instituto Guatemalteco
de Seguridad Social el 1 de febrero de 1951”, que contiene
una breve enmarcación de los principios, procedimientos y
objetivos del Régimen de Seguridad Social de Guatemala;
síntesis de las labores realizadas e inventario de los problemas
pendientes de estudio y/o resolución. Este memorándum fue
enviado el 15 de marzo de 1951, a la Junta Directiva de la
Institución, a miembros de la Gerencia, del Consejo Técnico y
del alto personal del Instituto.

En el primer párrafo de Notas Introductorias de su


memorándum, dice el Lic. Barahona Streber: “... el Régimen
de Seguridad Social de Guatemala es “una realidad en
139
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

marcha”, lo cual se debe fundamentalmente al esfuerzo y


trabajo coordinados de muchos buenos guatemaltecos que han
cooperado, desde adentro y desde afuera de la Institución, a
formarla y a engrandecerla”.

Concluye su memorándum el Lic. Barahona Streber, con un


último párrafo que dice textualmente “Hago votos porque la
simiente que se sembró en Guatemala en el surco promisor de
la Seguridad Social, desde mi llegada al país a principios de
1946, sea cultivada con amor y con desinterés, por manos
nobles y honestas, como lo merece la ciudadanía en general.
La obra no puede quedar trunca, aunque la Institución sufra
quebrantos que, por su propia naturaleza, son transitorios y
deben constituir un estímulo para su superación. Guatemala y
sus mejores hombres tienen por delante décadas de sacrificios
y de esfuerzos para alcanzar, como lo dije al comienzo de este
memorándum, “a través de sucesivas etapas que se irán
venciendo paulatinamente, en el curso de muchos años de

acción metódica y sostenida, las metas más nobles, más


humanas y de mayor sentidos social”, según lo proclama el
último considerando de la respectiva Ley Orgánica o Decreto
del Congreso número 295. Y ellos habrán de triunfar, de la
misma manera que han triunfado hasta la fecha, la pléyade
de ilustres guatemaltecos que con su inteligencia y su
capacidad han hecho posible la Seguridad Social en
Guatemala. Así, por lo menos, lo deseo de todo corazón”.

El 15 de marzo de 1951 el Dr. Juan José Arévalo Bermejo


concluyó con todo éxito su período presidencial, y entregó la
presidencia de la República a quien había sido popularmente
electo, el Coronel Jacobo Árbenz Guzmán.

140
Alfonso Bauer Paiz

POLÍTICA ECONÓMICA DEL GOBIERNO DEL


DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO
Marzo 15, 1945 a Marzo 15,1951
Rafael Piedrasanta Arandi

Se incluyen importantes ejemplos de los enormes daños que la


intervención militar y ocupación del imperialismo, causó y está
causando a nuestra Guatemala sojuzgada.

I. LA REVOLUCIÓN DE 1944

La Revolución iniciada el 20 de Octubre de 1944, sin duda es


el suceso positivo más importante de Guatemala en el Siglo
XX, por lo siguiente:

A. Suprime el servicio personal de vialidad, establecido


por el Decreto Gubernativo 1474 (Oct.31/1944).


Economista y Contador Público. Master en Public Administration, Harvard University
(1950). Presidente del Colegio de Profesionales de las Ciencias Económicas
(1957-1958). Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San
Carlos de Guatemala (1967-1970). Declarado Profesor Emérito (1998).
141
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

B. Se decreta la Constitución de 1945 que sustituye a la


de la época de Barrios (1879). Es mucho más
democrática, como puede comprobarse al comparar
los artículos abajo citados:

1. Permite la libre sindicalización de


los trabajadores, Artículo 58; en 1947 había 65
sindicatos.
2. Otorga el derecho de votar a los
analfabetos, incluso si son mujeres
(disposiciones transitorias, Artículo 3).
3. Otorga autonomía municipal: sus
autoridades serán electas por votación directa y
popular (Constitución de 1879, Artículo 96 y de
1945, Artículo 201).

4. Otorga en 1944 a la Universidad


de San Carlos de Guatemala, total autonomía y el
Estado se obliga a proporcionarle los fondos
necesarios para su desarrollo, así los alumnos no
tendrán que pagar cuotas de estudio
(Constitución de 1945, Artículo 84).
5. El Estado reconoce y garantiza la
propiedad privada como función social (Artículo
90).
6. Otorga derechos que benefician a
las mujeres trabajadores, antes y después del
parto (Artículo 58).
7. Establece la fijación periódica de
un salario mínimo, más otros beneficios para los
trabajadores (Artículo 58).
8. Declara el trabajo como un
derecho y obligación social, la vagancia punible y
el propósito del Estado de buscar ocupación para
todos (Artículo 55 y 57 Decreto Legislativo 118).

142
Alfonso Bauer Paiz
C. Como profesor nato, el Dr. Arévalo crea 21 escuelas
tipo federación, cerca de 50 tipo mínimo en el área
rural, 2 jardines de niños, la Biblioteca Nacional, la
Hemeroteca, el Instituto Normal para Señoritas
Centro América —INCA—, el conservatorio de
Música, la Sinfónica Nacional, el Ballet Guatemala, la
Universidad Popular, el Comité de Alfabetización.
Construye, el Estadio Olímpico usando los servicios
del recién graduado Ing. Ángel Martínez Franco;
también el Monumento al Trabajo (muñecón), el
Monumento a la Revolución, etc.

Aparte del gobierno de Árbenz ¿Qué otro gobierno ha realizado


tanta obra material, educativa y espiritual como la realizada
por Arévalo?

II. EL PRESIDENTE DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO Y EL


PETRÓLEO

El Dr. Juan José Arévalo refiere en su obra "Guatemala, la


Democracia y el Imperio" que a la pregunta del Embajador
Patterson de: "¿para quién guardan ustedes ese petróleo?",
inmediatamente le contestó: "para Guatemala". Dos años
antes, el embajador Edwin Kyle personalmente le entregó una
larga lista que suponía "llenaban mi programa de gobierno:
escuelas, hospitales, luz eléctrica, agua potable, caminos
asfaltados, etc., etc. para todo esto —me dijo Kyle— necesita
usted mucho dinero. Los Estados Unidos podrían darle
doscientos millones de dólares. Yo revisaba cuidadosamente
la nómina escrita en forma de versos.

El último renglón decía "perforaciones para explotar


petróleo..." se entendía que si no entraba el último renglón, no
había nada dicho sobre los doscientos millones.

143
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Según Gregorio Selser cada discurso de Arévalo era una


acusación descarnada contra los responsables del atraso del
país, un reto a su intromisión y una afirmación de
independencia que no podía menos que ser recibida como una
provocación. La "audacia" de Arévalo llegó al extremo de
negarse a aceptar empréstitos, ofrecidos por los EE.UU. con la
condición de que fueran invertidos en la adquisición de
armamentos... en los EE.UU... (También se negó) a suscribir
alianza militar con ese país, cosa que estaban haciendo la
mayor parte de los países iberoamericanos.

Arévalo, adivinando lo que hoy ocurre en este pobre país


atrasado que se llama Guatemala, expresaba: "En Guatemala
no hemos recibido empréstitos, porque sabemos muy bien
que cuando se reciben dólares con la mano derecha, con la
izquierda se entrega soberanía".

"Dios quiera que no haya petróleo en Guatemala, porque ha


sido la mayor fuente de corrupción en todo el mundo". Este
pronóstico nos legó el Licenciado y Periodista Clemente
Marroquín Rojas, Fundador del periódico "La Hora" (1920), y
Vicepresidente de la República durante el período del Lic. Julio
César Méndez Montenegro; también nos legó sus críticas al
General Jorge Ubico bajo el nombre de "Desvistiendo al Ídolo"
lo que le costó el exilio hasta el triunfo de la Revolución de
Octubre de 1944.

El Artículo 95 de la Constitución de 1945, única Constitución


democrática que hemos tenido y fruto de la Revolución de
Octubre de 1944, impedía al capital extranjero explotar
nuestro petróleo. Sin embargo, sí podían dedicarse a la
explotación por cuenta del Estado o asociados en forma
minoritaria al capital nacional, a su exploración,
transformación y transporte. Esto no era del agrado de las
transnacionales ni del gobierno de EE.UU., cuyo presidente
144
Alfonso Bauer Paiz
Eisenhower amenazó con cortarle toda ayuda al gobierno del
Dr. Arévalo si las "empresas norteamericanas de petróleo no
recibían un mejor trato".

III. PRIVATIZACIÓN DE NUESTRO PETRÓLEO

Enardecía a los trusts petroleros del Artículo 95 de la


Constitución que reservaba la explotación del petróleo al
Estado y a empresas con capital predominantemente
guatemalteco.

Al Cnel. Árbenz, luego de una bien elaborada campaña de


desprestigio a nivel internacional, le bloqueó la llegada de
armas mientras las proveía a grupos mercenarios que recibían
entrenamiento militar en Honduras, ordenando la intervención
militar de este pequeño país de 3 millones de habitantes, y
colocando, en 1954 como presidente al Cnel. Castillo Armas,

formado en una academia militar norteamericana. A los 30


días Castillo Armas derogó, dictatorialmente, la Constitución
de 1945 y en 1955 emitió el Código de petróleo, elaborado
por las propias petroleras y publicado en inglés. El tema del
petróleo fue declarado secreto de Estado; actualmente está
bajo el aparente control del Ministerio de Energía y Minas,
sujeto al Decreto 109-83 y de sus reglamentos elaborados por
las propias empresas interesadas, con disposiciones confusas,
internamente contradictorias y que sobre todo, castiga de ex
profeso al crudo del área XAN y permite inflar los
supuestos beneficios para el país.

Por convenir al capital extranjero, las Constituciones de


1956, 1965 y 1985 "declaran de utilidad y necesidades
públicas (no la producción de maíz y fríjol sino) la
explotación de hidrocarburos, minerales y demás recursos
naturales no renovables" (Art. 218,134 y 125
respectivamente). Esto significó la destrucción de la
Laguna del Tigre y deforestación de Petén, y el peligro de
145
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

deforestar, contaminar nuestra riqueza hídrica, destruir la


vida salvaje, el desarrollo de enfermedades, etc. si no se
detienen las actividades mineras de "Montana" que por no
cumplirse con el Convenio 169 de la OIT, está operando
ilegalmente.

IV. LEGISLACIÓN LABORAL

El Gobierno de Arévalo, nacido de un amplio movimiento


popular, obviamente era proclive a favorecer a los
trabajadores. Cinco días antes de la toma de posesión el 15 de
marzo de 1945 la Junta Revolucionaria de Gobierno emitió el
Decreto 75 Ley de Contratación de Trabajo Agrícola el cual
permite adelantar dineros para la familia mientras el
trabajador está ausente trabajando en una finca. Esta ley fue
aprobada por el gobierno arevalista mediante el Decreto 102.

El Decreto 94 (Abril 26/1945) declara día de asueto pagado el


1º. de mayo, Día del Trabajo. La Confederación de
Trabajadores de Guatemala en su II Congreso (Octubre, 1946)
demanda:

1. Promulgar un Código de Trabajo.


2. Crear un Instituto de Seguridad Social.
3. Realizar una Reforma Agraria.
4. Industrialización y protección del comercio.

El 1º. de mayo de 1947 entró en vigor el Código de Trabajo,


Decreto 330, cuando no habían menos de 67 sindicatos; poco
a poco fue creciendo un movimiento sindical sano, se
celebraron pactos colectivos de trabajo y los trabajadores
participaban en asuntos políticos; esto desagradaba a la
Frutera, IRCA y al imperialismo, lo que se concretó en la
suspensión de los viajes de los barcos de la Frutera.

146
Alfonso Bauer Paiz
Se destacaron como líderes honestos Víctor Manuel Gutiérrez
y Leonardo Castillo Flores, mientras el Jefe de las Fuerzas
Armadas, Francisco Javier Arana, ilegalmente intervenía con el
Ejército en beneficio de los terratenientes. Dos trabajadores
fueron confinados en Poptún y fue cerrado el centro de
capacitación sindical "Escuela Claridad". Pero el movimiento
sindical fue consolidándose, buscando conformar una
central única.

Es importante destacar que durante el período revolucionario


siempre se observó el principio de que el derecho de trabajo
es un derecho tutelar, puesto que trata de compensar la
desigualdad económica de los trabajadores, otorgándoles
una protección jurídica preferente.

V. REPRESIÓN ANTICOMUNISTA EN CONTRA DE LOS


TRABAJADORES

Derrocado militarmente el Gobierno de Árbenz, por el Gobierno


de Eisenhower, el nuevo gobierno:

1. Creó el Comité de Defensa Nacional contra el


Comunismo (Decreto 23, 39, 59 y 187).
2. Ordena disolver todas las organizaciones sindicales, el
Grupo Saker Ti, la Alianza Femenina, el Partido
Guatemalteco del Trabajo (comunista), el PRG, PAR,
PRN, etc. (Decreto 48). De 261 sindicatos que habían se
redujeron a 23.
3. Ordena que los supuestos delincuentes comunistas
sean juzgados conforme el Código Militar y
condenados a pena de muerte. (Decreto 51 y 59).
también se recurrió a las ejecuciones extrajudiciales:
"Cacerías de brujas arbencistas"; se acompaña con
fotografía de 4 campesinos amarrados a sendos postes y

147
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

un esbirro apuntando con un revolver. (Prensa Libre,


Fascículo 6, 1951-1960).
4. Exonera de impuestos a capitalistas ausentistas y a
terratenientes que parcelan sus fincas. (Decreto 202).

La represión anticomunista continuó así, según una fuente


fidedigna:

A. Según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico,


producto de los Acuerdos de Paz, entre 4/12/1965 a
06/03/1966 estando en el Gobierno Peralta Azurdia,
fueron capturados en distintos lugares Víctor Manuel
Gutiérrez, Candida Palacios, Leonardo Castillo
Flores, un hijo de doña Laura Pineda y miembros del
PGT, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del
Movimiento 13 de Noviembre. Esta "operación limpieza"
encomendada al Coronel Rafael Arriaga Bosque, contó
con la asesoría de la Public Safety Division
USAID/Guatemala, ampliándose las redes de
comisionados militares y Policía Nacional Ambulante.

Según testimonio de un soldado, cargaron hacia un avión del


Ejército, bolsas de nylon negras, que supuestamente
contenían los cuerpos de exprisioneros. Después se supo que
las bolsas fueron lanzadas al mar: se habla de "los 28
desparecidos", pero podrían haber sido 33.

B. Cuando la Comisión Política del Comité Central del


PGT, (26/09/1972) hacia preparativos para celebrar un
aniversario más de la fundación del Partido de la clase
obrera, fueron capturados por la Policía Judicial del
gobierno militar de Arana Osorio, Bernardo Alvarado
Monzón, Mario Silva Jonama, Hugo Barrios Klee, Carlos
René Valle y Valle, Miguel Ángel Hernández, Carlos
Alvarado Jerez, Fantina Rodríguez y una empleada.

148
Alfonso Bauer Paiz
Huberto Alvarado Arellano, Secretario General del Partido
logró detener al agente judicial Juárez, quién pudo ver durante
varios días a los capturados, como lo expresó en una
conferencia de prensa en 1973. Se supo que por órdenes de
Arana Osorio, su entonces ministro de Gobernación Herrera
Ibargüen y del presidente del Congreso de la República, Mario
Sandoval Alarcón, sus cadáveres fueron tirados al mar además
del de Fantina Rodríguez.

C. Los dirigentes Huberto Alvarado Arellano y Miguel Ángel


Alvarado fueron capturados, torturados y asesinados
(12/1974) por las fuerzas represivas del general Kjell
Eugenio Laugerud García. Sus familiares los
identificaron en la morgue del Hospital General.

Los 4 gobiernos militares mencionados, institucionalizaron el


asesinato y desaparición de personas y los de Lucas García y Ríos
Montt ejecutaron el genocidio.

VI. LEY ORGÁNICA DEL BANCO DE GUATEMALA (Dec.


215) Y LEY MONETARIA (Dec. 203) 1945

Dentro de la situación restrictiva en que estaba el país en


1946, quedó instalado el Banco de Guatemala con su Junta
Monetaria (como verdadero Banco Central, 1/07/1946) cuyo
propósito era promover las legítimas actividades
productivas mediante un sistema crediticio flexible, en
coordinación con la política fiscal y monetaria. El llamado
Banco Central de Guatemala, entidad mixta, cuya parte de
capital nacional servía intereses privados, pasó a denominarse
Banco Agrícola Mercantil, el que trasladó al Banco de
Guatemala las existencias de oro y divisas de la Nación.

149
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

A. El doctor Eduardo Montealegre, ex economista de la


Junta de Gobernadores de la Reserva Federal de EUA y
Miembro del Consejo de Economía, cuando aún no
operaba el Banco de Guatemala como banco central
afirmaba:

"En un régimen de patrón oro de lineamientos clásicos, la


política monetaria propendía a mantener la estabilidad
externa de la moneda aun a costa de la estabilidad de la
economía interna... pero, imponer una deflación cuando los
desequilibrios obedecen... a los ciclos económicos de las
naciones industriales o a circunstancias naturales ruinosas
para las cosechas, es sacrificar innecesariamente la
estabilidad anterior." (Énfasis nuestro). El Imparcial 11/9/45.

Lo que sigue es un análisis del autor y no debe atribuirse al Dr.


Montealegre:

Así, una mala cosecha de café o una pronunciada baja en su


precio en el exterior, se traduciría en una menor afluencia de
divisas y menores ingresos para los exportadores, lo que
podría tener un efecto deflacionario, pues los bancos con
reservas de oro disminuidas y con una cartera en mora,
carecerían de liquidez para prestar. O sea que la deflación
original sería agravada por una deflación interna adicional;
esto, en Guatemala, tomaría la forma de tierras agrícolas sin
aprovechar para siembras de maíz, fríjol, hortalizas, etc.; que
no se hiciesen trabajos básicos en las fincas de café (limpias,
podas, almácigos, etc.); menor actividad industrial y artesanal,
etc., todo lo cual tomaría la forma de más desempleo, baja de
salarios y falta de alimentos básicos, especialmente en hogares
urbanos pobres. Esta segunda ola deflacionaria podría
haberse evitado o aliviado con una banca central ágil y
propositiva que hubiese compensado los efectos de la
150
Alfonso Bauer Paiz
mala cosecha o caída del precio del café, proporcionando
liquidez a los bancos para que con esos dineros pudiesen
otorgar préstamos a los agricultores, evitando así los males
arriba señalados. Estos dineros no requieren ningún respaldo
previo, pues con el correr de los meses, su respaldo serán el
maíz, fríjol, hortalizas, etc., cosechados.

El caso contrario: si por buenas condiciones climáticas en


Guatemala en un año, se cosechan, digamos 5 millones de
quintales más de maíz, ello obligaría a reducir su precio si el
Estado se cruza de brazos; esto impediría dotar de dinero a
los maiceros para sobrevivir y así poder cultivar nuevos
productos al siguiente año. Esto se evitaría si una institución

estabilizadora compra los 5 millones de excedentes, los


almacena, fumiga, etcétera para venderlos pero hasta el año
siguiente. Así, los agricultores recibirían el justo ingreso
por su trabajo y obtendrían los fondos necesarios para
vivir y continuar con su labor productiva el año siguiente.
Pero el Estado deberá recomendar a los maiceros, disminuir
su área de cultivo de maíz y cultivar otros granos, verduras,
etc., en el siguiente año, pues hará saber que él pondrá a la
venta los 5 millones de quintales que tiene almacenados. Al
venderse ese maíz, la institución estabilizadora tendrá los
fondos necesarios para devolvérselos al banco central, incluso
sin pagar intereses. Esta función la cumplía el Banco de
Guatemala conforme el Dec. 215, Art. 85 inciso a) III y e).

(El actual Banco de Guatemala que por Dec. 24-


2000, vigente 01/05/2001 dejó de ser banco central, no
pudo cumplir una función estabilizadora como la descrita,
cuando a fines de enero 2003 cayó el precio del café, lo
que significó el abandono de 912 fincas, el embargo de
otras 250 y el desempleo de 350,000 campesinos, quienes
mediante el trabajo forzoso, crearon las fincas).

B. El Dr. Roberto Triffin, opinó que la banca central debía


ser un servicio público a cargo de un organismo
151
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

autónomo no lucrativo, incluso podría sufrir pérdidas;


de allí que no podía ser una empresa mixta con
accionistas privados que buscarían ganancias en
detrimento de sus funciones de banca central. Expuso
el papel estratégico que juega la banca central en países
como Guatemala, donde apenas dos productos
representan el 90% de sus exportaciones y 3, el 94%,
situación muy distinta de la de EUA, país de economía
muy diversificada, cuyas exportaciones solamente
representan cerca del 6%. De ahí que en Guatemala la
banca central debe cuidar continuamente el monto del
medio circulante, aumentando los encajes en momentos
de inflación y realizando una "rebaja prudencial" cuando
se sufre de deflación; otro de sus instrumentos es el
redescuento de documentos bancarios, el préstamo a
los bancos del sistema y al público por medio de
certificados, según el momento cíclico. Aconseja:
recurrir al control de cambios sólo en casos muy
excepcionales; y al Estado, no abusar obteniendo
préstamos de la banca central por cualquier motivo.
En general, expresa que todas las instituciones
bancarias deben tener una reserva adecuada en
relación con sus obligaciones a la vista a mediano y a
largo plazo; y de 30% al 40% contra la circulación de
billetes. (Triffin, Roberto, "Reorganización total de nuestro
sistema bancario", El Imparcial 11/9/45).

La Ley Monetaria que, aunque mantiene al país dentro del


patrón oro, permite algunas flexibilidades en la economía y
define al "Quetzal" como unidad monetaria equivalente a
0.888670 de gramo de oro fino, igual al "Dólar".

"Los tipos de compra y venta de giros y letras a la vista"


expresados en monedas extranjeras...convertibles en oro..."
"no podrán diferir en más del 1%..." de la equivalencia oro del
"Quetzal" y esas monedas. (Monetaria, Arts. 18-24).

152
Alfonso Bauer Paiz
Únicamente el banco de Guatemala puede emitir billetes y
monedas dentro del país, los que "tendrán curso legal y poder
liberatorio ilimitado en todo el territorio nacional". (Monetaria,
Arts. 4 y 8).

El Banco de Guatemala constituirá el Fondo de Estabilización


Monetaria, con oro físico y otros activos

que tengan la calidad de reservas internacionales "para saldar


cualquier déficit previsible en la balanza de pagos, a fin de
mantener la convertibilidad y estabilidad externa de la
moneda" (Orgánica, Art. 72 al 76). Pero recordemos que ya
Guatemala está dentro de un patrón oro flexible: esto se
aprecia cuando se expresa que "El Banco de Guatemala
(promoverá) la creación y el mantenimiento de las condiciones
monetarias, cambiarias y crediticias más favorables al
desarrollo ordenado de la economía nacional"; para ello debe
"adaptar los medios de pago y la política crediticia a las
legítimas...actividades productivas (cuyo desarrollo máximo
debe favorecer) y prevenir tendencias inflacionistas,
especulativas y deflacionistas, perjudiciales a los intereses
colectivos" (Orgánica Art. 2,3 y 95). Puede modificarse la
paridad oro en casos de desequilibrios durables en la Balanza
de Pagos (Orgánica Art. 84); "las disponibilidades en oro y
divisas del Banco de Guatemala, se emplearán de preferencia,
en... los siguientes pagos y remesas esenciales:

1. ...importaciones imprescindibles y no postergables...


2. Pagos y remesas indispensables del Estado e
instituciones oficiales.
3. Pagos contractuales en el exterior, por intereses y
amortizaciones de empréstitos...
4. Dividendos, utilidades o amortizaciones de capitales
extranjeros invertidos permanentemente en el país..."

El Banco de Guatemala:

153
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

1. Actuará como consejero, tesorero, recaudador de


impuestos y banquero del Estado (Orgánica, Art. 111).

Al derogarse el Dec. 215 cuando gobernaba el Frente


Republicano Guatemalteco, se ampliaron las facilidades para
los estafadores de cuello blanco, por ejemplo: se

permitió a Mario Nufio Vela (Asesor del genocida Ríos Montt y


prófugo) Wohlers, Sandoval (presos) y otros, depositar Q350
millones Del IGSS en bancos privados (no en el Banco de
Guatemala) para luego adueñarse de ellos. Esto significa que
no hay medicinas para los enfermos (Prensa Libre
10/06/2005).

2. Fijará los encajes bancarios mínimos que los bancos


deben mantener en relación con sus depósitos entre
10% y 50% según la clase de depósito; (Orgánica, Art.
64)

3. Resolverá solicitudes de préstamo al Estado y entidades


públicas. (Orgánica, Art. 92).

4. Fijará las tasas de redescuento e interés que se


aplicarán a las diversas operaciones de crédito
autorizadas... (Orgánica, Art. 87).

5. Fijará las tasas máximas que podrán cobrar los Bancos


a sus deudores"...y otras operaciones crediticias activas.
(Orgánica, Art. 99).

La situación cambió radicalmente en tiempos del FRG; en


Mayo 26 del 2005 ya sin banca central, los prestatarios del
Banco de Antigua pagaban un interés del 40.43% mientras los
del Banco de Occidente sólo pagaban 5.53%. La banca
privada (26 en total) operando a la libre, se convirtió en el
negocio más lucrativo, apoyado por el Banco de Guatemala
al que por presiones de la burguesía financiera, le
154
Alfonso Bauer Paiz
prohibieron financiar al Estado y entidades públicas.
(Constitución de 1985 Art. 133). Sin control de la Junta
Monetaria y Superintendencia de Bancos, e incluso Mediante
implícitos entendidos, se estafaron dineros del pueblo,
cuando los llamados bancos gemelos del estafador
profesional Francisco Alvarado McDonald, obtenía fondos
del Banco de Guatemala para financiar, incluso sin interés,
a sus propias empresas (préstamos vinculados) llegando
finalmente a la quiebra, estafando a miles de ahorrantes,
cuyas demandas públicas fueron acalladas cuando el Banco
de Guatemala se apresuró a cubrir con fondos del pueblo,
lo que habían ahorrado. Este enriquecimiento ilícito (cerca
de 1,300 millones) no significó que Alvarado McDonald
fuera a la cárcel, Jamás en tiempos de la Revolución se
pensó que un banco podría quebrar.

La derogatoria de los Decretos 215 y 203 y la emisión de la Ley


de Libre Negociación de Divisas, y actuar en forma similar en
toda América Latina, corresponde con los consejos del FMI, en
función de los intereses del Federal Reserve Bank, que aspira
a convertirse en la banca central de todos estos países
(globalización) los que perderían su soberanía monetaria.
Cuba resplandece más y más, a medida que nosotros vamos
hacia el abismo.

Entre 1945 y 1954 sólo operaron 5 bancos. El Crédito


Hipotecario Nacional, el más importante, financió la
agricultura, la construcción de viviendas, el Estadio Olímpico y
a los beneficiados con la Reforma Agraria cuando aún no
operaba el Banco Nacional Agrario. En 1947 sus préstamos
eran el 49% del total otorgado por los 5 bancos.

VII. INSTITUTO DE FOMENTO DE LA PRODUCCIÓN


—INFOP—

El Decreto 533 (20/07/1948) contiene la Ley Orgánica del


INFOP, el cual debe operar en coordinación con el Banco de
Guatemala y cuyos fines son fomentar la producción
155
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

agropecuaria para mejorar la alimentación, la producción de


materias primas con fines industriales, la diversificación de la
producción y las actividades económicas que incrementen los
niveles de ocupación bien retribuida.

Se integra con tres departamentos así:

De Crédito Agropecuario e Industrial: el cual


deberá financiar actividades productivas de
empresas de pequeña y mediana escala
mediante préstamos de corto y mediano plazo.
De Fomento: que deberá financiar la
electrificación, irrigación rural, estudio para
crear nuevas industrias, establecer precios
mínimos para fomentar ciertas actividades,
comprar, vender, exportar e importar productos
agropecuarios, establecer estaciones de
mecanización agrícola, otorgar préstamos a
largo plazo para cultivos de larga duración y
para que pequeños agricultores adquirieran
tierras.
De vivienda Popular: que se preocuparía de
crear barrios modelo para campesinos.

El INFOP se interesó por algunos proyectos de electrificación


rural y la creación de barrios modelo. Pero su máximo éxito
fue el apoyo que otorgó a la producción de algodón,
convirtiendo a Guatemala de un país importador en un país
exportador de algodón, pasando este producto a ser el
segundo, después del café en la captación de divisas. Pero esto
se logró porque Arévalo trajo al venezolano Guillermo Balleza,
quien obtuvo en arrendamiento 1,000 manzanas, edificios y
maquinaria de la finca estatal "Cuyuta". En compensación el
Estado recibiría el 20% de la utilidad neta. Balleza podría
introducir al país 80 expertos obligándose a entrenar a
156
Alfonso Bauer Paiz
campesinos guatemaltecos. Fue necesario fijar un precio
mínimo para dicha fibra obligando a los comerciantes a
adquirir igual cantidad de textiles en el mercado interno que
en el extranjero.

Los algodoneros se iniciaron en el uso de maquinaria,


fertilizantes, insecticidas, fumigación aérea, semilla certificada,
análisis de suelos, producción standard, venta de la fibra en
conjunto, uso de los subproductos en la producción de
alimentos para ganado, aceites comestibles, etc. pero también
creó complejos problemas sociales y ecológicos como la
expansión de la malaria, la deforestación y la pérdida de la
apicultura.

VIII. LEY DE ARRENDAMIENTO FORZOSO

El país sufrió en octubre de 1949 los efectos de un temporal


que destruyó siembras, caminos, puentes, edificios y otros
bienes de capital. Para aliviar la situación el Congreso emitió
el Decreto 712 (21/12/1949) el cual expresaba "Que es
notoria la resistencia de algunos propietarios de fincas
rústicas a seguir dando parcelas en arrendamiento a
labriegos que han probado plenamente su capacidad para
hacer producir la tierra..." y luego agregaba: "Que están
plenamente establecidas la necesidad y utilidad públicas, y
el interés nacional que median para limitar el derecho de
propiedad privada de algunos propietarios de fincas
rústicas que al pretender dejarlas improductivas en una
época de emergencias serias como la actual, no hacen
cumplir a esas fincas con su función social, según el
espíritu del artículo 90 de la Constitución de la
República".

Esta ley obligaba a los propietarios que hubiesen "dado


parcelas en arrendamiento durante los últimos cuatro años o
157
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

parte de ellos" a "seguir arrendándolas por dos años más",


estableciendo que "la renta no podría exceder del 10% de la
producción que se obtenga". Con lo cual esta ley sentaba un
precedente jamás antes visto en la historia agraria del país,
que vendría con el tiempo a afectar profundamente las
tradicionales relaciones entre el finquero y sus mozos.

Los finqueros evadieron el cumplimiento del Decreto 712


mediante un movimiento de resistencia ante lo que llamaban
"un avance del comunismo" pero que en realidad estaba muy
lejos de serlo, y apenas constituía un tímido esfuerzo por
aliviar la principal necesidad humana: alimentarse para no
morir de hambre, lo que no quitaba el sueño a los
terratenientes.

CONCLUSIONES

Al gobierno de EUA y a sus grandes empresas, no gustaba el


gobierno del Dr. Arévalo por las razones siguientes:

A. Elevaba los costos de producción (o sea que


disminuía las ganancias) de empresas como la
UFCo. (banano) y su subsidiaria IRCA (ferrocarril)
porque tenían que pagar cuotas de seguridad social
e incrementos salariales promovidos por las
organizaciones sindicales.
B. —Rechazó el préstamo— que el embajador Edwin
Kyle le ofreció a cambio de permitir la explotación
petrolera.
C. Se negó a aceptar préstamos para adquirir
armamento y a suscribir una alianza militar, como
lo hacía la mayor parte de países iberoamericanos.
D. Cuando concluyó el gobierno de Arévalo, incluso el
de Árbenz, la deuda externa e interna de
Guatemala era cero. Todos los gastos se
cubrieron con impuestos (En cambio, al 31 de
158
Alfonso Bauer Paiz
diciembre del 2004, la deuda externa era, en
millones, de $3843.9 y sólo habían reservas de
$3528.0, o sea que había un déficit de $315.9,
por lo que el Presidente Berger está clamando
para que el Banco Mundial, nos condonen las
deudas).

E. Cuando el Embajador Patterson exigió al Dr. Arévalo


un mejor trato hacia las empresas de EUA, o de lo
contrario él buscaría eliminar toda ayuda a
Guatemala, Arévalo le expresó que lo declararía
non-grato. Esto obligó a Patterson hacer sus
maletas y abandonar el país. Jamás en la historia
latinoamericana se ha dado un hecho igual, el que
demuestra la gran dignidad e independencia con que
se dirigió la política nacional.

Preocupaba al imperialismo, que el éxito del gobierno de


Arévalo sedujera a otros países hacer otro tanto. Por ello lo
calificaban como "una playa del comunismo internacional".
tampoco gustaba a la oligarquía nacional el desarrollo del
sindicalismo y de la seguridad social. Hubo, por tanto, varios
intentos para derrocarlo: el más significativo fue el del ex
triunviro y Jefe de las Fuerzas Armadas, Francisco Javier
Arana, que pereció cuando regresaba de Amatitlán recogiendo
armas, a fin de desarmar al Presidente.

Con la franqueza que lo caracteriza, el anticomunista Leonel


Sisniega Otero expresa:

¡Claro que combatí a Arévalo!...también...participé en


varias intentonas para derribarlo, que lastimosamente
fallaron.
(Leonel Sisniega Otero Siglo XXI 06/12/2003)

La verdad es que el gobierno de Arévalo Bermejo al igual


que el del Coronel Jacobo Árbenz Guzmán, han sido los

159
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

dos únicos gobiernos que han gobernado en beneficio de


los pobres.

Guatemala, 28 de junio de 2005.

CUESTIONES PRESUPUESTARIAS DURANTE EL


GOBIERNO DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO
Oscar Barrios Castillo**

En octubre de 1986, en la página 391 de su Libro Escritos


Complementarios el Doctor Juan José Arévalo, decía:
“Finalmente, el recto manejo del Tesoro Nacional ha sido
también un aporte arevalista. El presidente y los altos
funcionarios del Gobierno salimos con las manos limpias y la
frente en alto. No hubo un sólo caso de corrupción en seis
años. El presupuesto era muy limitado. Empezamos a
gobernar con 25 millones de quetzales al año y entregamos el
poder cuando apenas pasaba de los 60. La obra pública se
financió con fondos guatemaltecos. No se solicitó ningún


Fuente: Los Informes Presidenciales al Honorable Congreso de la República de Guatemala.
**Abogado y Notario, fue, durante la administración del Presidente Arévalo, Diputado al Congreso
Nacional y Presidente del Organismo Legislativo; Ministro de Hacienda y Crédito Público.
Posteriormente Catedrático Universitario y Miembro Distinguido del Consejo Superior Universitario
de la Universidad de San Carlos de Guatemala —USAC— y de otras instituciones, como la Junta
Monetaria y Presidente del Organismo Judicial.

160
Alfonso Bauer Paiz
préstamo al extranjero. En conclusión: Arévalo y los
arevalistas salimos tranquilos, satisfechos y orgullosos.
Hicimos “escuela”, dejando sentados los precedentes para
gobernar correctamente. Esperamos tener discípulos y
continuadores para bien de Guatemala”.

Hemos querido iniciar el estudio presupuestal durante el


período de gobierno del Doctor Arévalo, que es excepcional en
la historia de Guatemala, por su transparencia y honestidad
de la generación política de la Revolución de 1944.

Efectivamente el último presupuesto aprobado bajo la


dictadura el 29 de marzo de 1944, arrojaba la suma de
Q.11.868,384.00. Presupuesto que fue aumentado durante el
mandato interino del General Ponce Vaides en la suma de
Q.947,536.00 y durante la gestión de la Junta Revolucionaria

de Gobierno en Q 3.788,654.00, lo que sumado indica que al


tomar posesión de la presidencia el Doctor Juan José Arévalo
Bermejo el Presupuesto de la nación llegaba a la cantidad de
Q.16.604,574.00.

Como nota digna de mención cabe citar que en el


presupuesto de la dictadura el Ramo de Educación Pública
ocupaba el quinto lugar, superando sólo a Relaciones
Exteriores y Fomento, lo cual revela la concepción política de
tal gobierno. Mientras en el presupuesto revolucionario el
Ramo de Educación, fue el primero, superior a todos los
demás con un monto cercano a los siete millones. Este
presupuesto resultó insuficiente para realizar la obra de
fomento planificado y para atender las necesidades sociales,
instalar y mantener los servicios públicos de mayor utilidad.

Por la confianza general en su gobierno, los ciudadanos


gustosos pagaban sus impuestos. El apoyo de nuevos
industriales y la apertura de múltiples empresas. Por ello
crecieron mucho los ingresos fiscales, que derivó en nuevas
obras que requirieron nuevos puestos de trabajo.

161
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El 1º. De Julio del año 1945 se puso en vigencia un nuevo


presupuesto de gastos el que aumentaba en Q.5.500,000.00 el
presupuesto anterior. Gracias a los nuevos impuestos
llamados a promover los recursos fiscales con más justicia y
equidad que antes.

No obstante se hizo gran labor en Asistencia Pública de


protección a nuestra raza y mejoramiento de su bienestar.
Tratamiento de niños desnutridos y enfermos que
deambulaban en nuestro territorio. La construcción del
Hospital Roosevelt. Se organizan gracias a la colaboración de
mujeres abnegadas comedores y guarderías infantiles.
Trabajos en pro de la cultura. Planificación.

Durante el ejercicio fiscal 1945—1946, el gobierno mantuvo


un justo equilibrio en el Presupuesto General de Gastos. El
presupuesto aprobado por el Honorable Congreso de la
República ascendió a Q.25.412,216.00, el cual resultó
insuficiente para cubrir las necesidades del servicio
administrativo (época de crecimiento y desarrollo de
Guatemala) por lo cual se obtuvo ampliaciones por un total de
Q.5.214.148.00.

Para el final del año fiscal 1945—1946, el Honorable


Congreso aprobó un presupuesto global, que con ampliaciones
solicitadas con posterioridad ascendió a la suma de
Q. 33.351,420.00. Los ingresos en aduanas crecieron en el
año natural de 1946, a Q.11.199,329.00 con un alza de
Q.3.834,349.00 con respecto al año 1945. Alzas también hubo
en Empresas Lucrativas. Algunos hechos importantes
ocurridos: El 1º. de Julio de 1946 se fundó el Banco de
Guatemala y se integró la Junta Monetaria. Se aprobó por el
Honorable Congreso la Ley del Seguro Social Obligatorio,
organizándose de inmediato el Instituto Guatemalteco de
Seguridad Social. Se emitió el Código de Trabajo el 18 de
162
Alfonso Bauer Paiz
febrero de 1946 cuya vigencia entró el 1º. de mayo de 1947.
La irrigación de mil hectáreas San Pedro Pinula, hubo
parcelamientos a favor de campesinos “Peña Áspera” en
Jalpatagua. “Finca Hierbabuena”, Cuilco. “Durazno”, Palencia;
Finca Montúfar. Cooperativa “La Blanca”. Colonia Agrícola y
Ganadera de Poptún y el enorme desarrollo agrícola.

Durante el año fiscal 1946—1947 los ingresos fiscales


arrojaron un aumento considerable de Q.11.142,747.97,
elevándose lo recaudado a Q.40.536,147.13. Los pagos
efectuados a cuenta del Servicio Administrativo durante ese
mismo ejercicio fiscal sumaron la cantidad de
Q.31.375,796.03. El presupuesto aprobado por el Honorable
Congreso, incluyendo ampliaciones posteriores, ascendió a la
suma de Q.33.782,238.04. registradas las sumas totales de
gastos autorizados por el Gobierno, se puso en evidencia

un primer superávit de ejercicios fiscales anteriores estimado


en Q. 3.803,973.47 y un superávit propio del ejercicio fiscal
1946—1947 que ascendió a la suma de Q. 8.155,784.00 que
en total aproximado es de doce millones de quetzales. En el
segundo semestre de 1947 los ingresos líquidos recaudados
arrojan un nuevo aumento de más de tres millones de
quetzales, comparándolo con el segundo semestre de 1946.

Algunos hechos singulares por su importancia: debido a


circunstancias favorables y a la política monetaria seguida por
sus autoridades el Quetzal era una moneda de las más sanas y
de mejor respaldo del mundo. Las reservas internacionales
aumentaron (tal como lo dijo la Junta Directiva del Banco
Central) Activo fomento de la agricultura y ganadería.
Campaña contra la fiebre aftosa. Instituyó la “Biblioteca
Mínima”, inicialmente de 60 volúmenes de autores nacionales.

En el ejercicio fiscal 1947—1948, los productos


efectivamente recaudados ascendieron a la suma de
52.412,082.31, en tanto que lo recaudado en el ejercicio fiscal
1946-1947 fueron de Q.40.536,147.13. Lo que da un aumento
de Q.11.875,935.18. Los pagos por el servicio administrativo
163
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

por el ejercicio comentado suman Q. 45.941,008.06 lo


que da un superávit de Q.6.471,074.25. Los pagos
por el servicio administrativo efectuados 1946—1947
fueron de Q. 31.375,796.03 se obtiene una diferencia en alza
de Q. 14.565,212.03. Para el ejercicio fiscal 1947—1948 el
Honorable Congreso aprobó en concepto de gastos un total de
Q. 47.368,709.35 mientras en el ejercicio fiscal anterior, por
igual concepto, se aprobó la suma de Q. 33.782,238.04.
Dentro de ese total aprobado por el Honorable Congreso,
se involucra la suma de Q.12.781,036.03, que corresponden al
superávit de ejercicios fiscales anteriores.

En este ejercicio fiscal ocurrieron como hechos


sobresalientes: El Honorable Congreso dictó el Decreto 515

que contiene la Ley Orgánica del Tribunal y Contraloría de


Cuentas. Lo cual es de suma trascendencia porque el control
y manejo de los fondos públicos a cargo de un tribunal
autónomo, en una etapa de austeridad indispensable para la
defensa de los intereses nacionales.

La deuda externa de la República (bonificada, intereses


pendientes, certificados diferidos y deudas varias) se cifraba, el
31 de Diciembre de 1948, en la suma de Q. 739,074.00. En la
misma fecha la deuda interna (servicio administrativo, deudas
varias) alcanzaba la suma de Q. 8.246,768.00 lo que arroja un
total general, en concepto de deuda pública, de
Q.8.985,843.00.

En ocasión de la preparación del presupuesto para el año


fiscal 1948—1949, el Honorable Congreso, con base en la
estimación de los ingresos, bajo la suma de Q. 44.646,000.00.
El cual fue aumentado por el Honorable Congreso en
Q.1.913,195.00, con motivo de haberse comprobado esa cifra
en concepto de superávit del ejercicio fiscal 1947—1948.

164
Alfonso Bauer Paiz
A principios de febrero de 1949, una nueva comprobación
de superávit de Q. 5.206,651.00 dio motivo a que el Honorable
Congreso autorizara gastos, llegando el Presupuesto General
de gastos a la suma de Q. 51.765,846.00.

Fue sobresaliente la inversión en 3,626 establecimientos


educativos que comprenden desde 52 escuelas para párvulos,
2,521 escuelas rurales, 868 escuelas urbanas, 43 escuelas
técnicas y especiales, 37 institutos normales y 3 escuelas
normales especiales, atendidas por 9,554 maestros y
profesores; con una inscripción de 195,463 alumnos.
Aprendieron a leer y escribir en estas escuelas oficiales 47,569
personas entre niños, adolescentes y adultos. Se fundó el
Instituto Normal Mixto Nocturno para obreros y empleados de
la capital.

“En los internados sostenidos por el Estado, recibieron


educación en concepto de becarios, 1,381 estudiantes pobres”.

Se crearon Escuelas Nacionales Comerciales, Escuelas


Nacionales de Música, Escuelas de Danzas Clásicas, Escuelas
Primarias Nocturnas. Se inauguró el Museo Nacional de
Arqueología y Etnología. Se creó el Museo Nacional de Historia
Natural.

Misiones ambulantes de cultura inicial, misiones médicas,


agrícolas e intensa campaña de alfabetización. Se desarrolló
una temporada de ópera con notable aporte financiero del
Gobierno. Todo ello, sin mengua en el trabajo tesonero de
cada ministerio y sus dependencias.

Durante el ejercicio fiscal 1948—1949 se elaboró un


Presupuesto General de gastos basados en la estimación de
ingresos de Q. 46.140,771.00. Los ingresos efectivamente
recibidos sólo sumaron Q. 44.452,487.00. Aún así estos
ingresos efectivos denunciaron un alza de Q. 4.821,441.00
comparándolos con los ingresos efectivos del ejercicio
1947—1948. Con los productos de fincas nacionales existentes
165
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

al 30 de junio de 1949, estimados en Q. 3.140,305.00 y con


las ampliaciones autorizadas con cargo al superávit según
Decretos 576 y 591 del Honorable Congreso de la República,
ampliaciones que ascendieron a Q. 6.471,074.00, el total de
productos de la nación asciende a la suma de Q.54.063,867.00
para el ejercicio que nos ocupa. Los gastos autorizados
ascienden a Q. 49.442,048.00, motivo por el cual se computó
un superávit de Q. 4.621,818.00.

Para el ejercicio fiscal 1949—1950, el Honorable Congreso


aprobó el cálculo de ingresos fiscales, estimado por el
Ministerio de Hacienda conjuntamente con el Tribunal y
Contraloría de Cuentas, el cual ascendió a la suma de
Q. 41.496,265.00, con esa base se elaboró el Presupuesto
General de Gastos. Ese presupuesto de Gastos aumentó a un
total de Q. 48.118,083.00, con motivo de haber emitido el
Honorable Congreso en diciembre de 1949 el Decreto 716, por
el cual se autorizó al Ejecutivo para gastar, conforme a
distribución discutida y aprobada, el superávit de
Q. 4.621,818.89, relativo al ejercicio fiscal 1948—1949. De los
estudios efectuados por el Tribunal y Contraloría de Cuentas,
se concluye que la burocracia no era excesiva. Sobre un
presupuesto inicial de Q. 44.646,000.00, se han destinado
solamente Q. 13.925,616.00 para el pago de sueldos, o sea un
31.19% de los ingresos, con un promedio de sueldo anual por
persona de Q. 652.50. Menos es aún la significación de esa
burocracia si se considera que de los 21,342 cargos incluidos
en el presupuesto (excluyendo a los militares) 7,384 están
destinados a educación pública, lo cual distingue a ese
gobierno.

“Comparando el activo y pasivo del Estado al 30 de junio de


1949, el Erario de la Nación disponía de un saldo de
Q. 83.164,662.00”.

En la fecha mencionada, la deuda pública interna ascendía


a la suma de Q.23.653,248.83 la cual se aumentó
166
Alfonso Bauer Paiz
considerablemente por autorización del Honorable Congreso.
La deuda externa al 30 de junio de 1949 ascendía a la
cantidad de Q. 747,551.91. Lo cual demuestra lo reducido de
la misma por el cumplimiento de los pagos de intereses que se
hizo de acuerdo a los convenios celebrados hacía mucho
tiempo. Todos los ramos de la administración desarrollaron
satisfactoriamente sus actividades.

Puede observarse, que las cifras presupuestales de los


últimos ejercicios fiscales, revelan un notable crecimiento de la
vida nacional, reflejada en los Presupuestos oficiales de
Ingresos y Gastos.

Por ello justificamos ampliamente, lo expresado por el


Presidente de la República, Doctor Juan José Arévalo, cuando
apareció el primer superávit en el ejercicio fiscal 1946—1947.
“Por mucho que la modestia nos aconseja callarlo, tenemos
que señalar que estos hechos fiscales, inusitados en el país,
trasuntan una igualmente inusitada honestidad en materia
administrativa durante toda nuestra historia. El gobierno
administra con talento y honestidad los Fondos Públicos; he
ahí el porque de estas cifras que por sí solas justifican el
epíteto de revolucionarios” que desde el 20 de Octubre nos
atribuimos. Solamente en presencia de hechos tan elocuentes
en materia de bonanza fiscal, el Ejecutivo y el Congreso han
elevado el Presupuesto General de Gastos para el año que
todavía está en curso a la cifra de Q. 46.337,071.03, sumas
con las cuales se han fomentado todos los Ramos de la vida
pública y se han concurrido en auxilio de las
municipalidades”.

Resulta enorme, majestuosa, la obra desarrollada por el


Doctor Arévalo, que abarca la educación a todos los niveles, la
cultura y el arte en general, la obra física, su labor política y
social en todo el territorio, sin olvidar aldeas o rincón alguno.
Fundó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, emitió el
Código de Trabajo. Fortaleció la dignidad humana y la
167
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

dignidad nacional. Sus relaciones con los demás pueblos


democráticos. Marginó y condenó las dictaduras. Le dio a
Guatemala estatura internacional. Construyó la Ciudad
Olímpica y celebró los VI Juegos Olímpicos Centroamericanos
y del Caribe.

Apoyó a la gente pobre e hizo reconocer sus derechos.


Sembró en el pueblo la vocación hacia la libertad, apoyó y
protegió a la juventud. Demostró con el ejemplo la honestidad
y probidad.

Guatemala, 05 de mayo de 2005

LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADIO NACIONAL


Y DE LA CIUDAD OLÍMPICA
Ángel Martínez Franco**
Alfonso Bauer Paiz***


El texto del escrito que se titula “La Construcción del Estadio Nacional y de la
Ciudad Olímpica, está elaborado por el recopilador de esta Revista Economía del
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales —IIES— de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala —USAC—, Alfonso Bauer
Paiz.
El recopilador se ha basado para escribir lo impreso, en dos fuentes bibliográficas: a)
“La Ciudad Olímpica en la capital de la República de Guatemala”, Juan de Dios
Aguilar, 1950-1985. Talleres de Unión tipográfica; y b) en obra inédita del Ingeniero
Ángel Martínez Franco, “Informe General de los Trabajos de Construcción de la Ciudad
Olímpica” (sin fecha), documento que el recopilador recibió de su autor, el 30 de marzo
del presente año.
Además, el recopilador ha recurrido a su propia experiencia, por haber sido, de 1948 a
marzo de 1951 (lapso dentro del cual se realizaron las obras dichas, que habían
comenzado en agosto de 1947), Ministro de Economía y Trabajo, durante la
administración del Presidente Arévalo y, como ciudadano guatemalteco y funcionario
público, tenía obligación de poner atención a tan importante proyecto social.
** Ingeniero pionero de la Revolución de Octubre de 1944 y Constructor del Estadio

Nacional y de la Ciudad Olímpica.


*** Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.

168
Alfonso Bauer Paiz
La construcción de ambas obras era un compromiso
internacional del Estado de Guatemala, por haber aceptado
que la ciudad de Guatemala fuese la sede de los VI Juegos
Centroamericanos y del Caribe, que debían iniciarse a
principios de 1950, o sea un año antes que terminara el
período presidencial del Dr. Juan José Arévalo, en marzo de
1951.

No obstante que habían personas y grupos, de oposición al


gobierno arevalista, que aseguraban que en el país no habían
recursos humanos (profesionales y trabajadores), así como
técnicos para acometer la obra y clamaban que era necesario
otorgar una concesión a empresa extranjera, si es que se
deseaba que las instalaciones deportivas estuviesen
terminadas oportunamente, el gobierno del Dr. Arévalo no hizo
caso de esas advertencias, (como la que se dará a conocer de
uno de los partidarios del régimen de concesiones que, por
cierto en estos días, aunque pocos en número, están cobrando
vuelo, debido a la condición empresarial del partido oficial), y
decidió que las obras fuesen ejecutadas por dependencias de
obras públicas del Estado, confiando en su personal técnico y
de mano de obra y financiadas con recursos nacionales.

Por su importancia, como antecedente histórico, se


incorporan a continuación partes de la réplica que un
guatemalteco, Héctor Alfonso Leal, representante de una
Corporación de Nueva York, dio al ingeniero Héctor Quezada,
quien había opinado que tanto el Estadio como la Ciudad
Olímpica estarían terminadas, antes de la inauguración de los
VI Juegos Olímpicos, sin que fuese necesario darlas en
concesión a personas naturales o jurídicas, nacionales o
extranjeras.

EN SERIO Y NO FANFARRONADA LA ERECCIÓN


DEL ESTADIO EN 9 MESES

169
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Una vez contratada la Obra hasta el Último Material


Vendrá en Barcos; Labor de Prestigiarse y no de
Fracaso.

Guatemala, 23 de octubre de 1947. —Señor director: Con


mucha atención leí la réplica que hace el ingeniero Héctor
Quezada, a la propuesta de la J. G. Siegel Construction Corp.,
de New York, con relación al futuro estadio nacional. El hecho
de ser yo el representante de dicha compañía en Guatemala,
me obliga a hacer ciertas aclaraciones, que servirán para
orientar mejor la opinión pública y ojalá que los distintos
sectores deportivos, inclusive el comité olímpico, externaran su
criterio sobre el caso. He aquí mis puntos de vista:

1. —Debe establecerse claramente, por medio de


nuestro consulado en Nueva York, o del
Departamento de Estado, si se quiere, qué clase de
compañía es la J. G. Siegel Construction Corp., y
obtener informes precisos sobre sus posibilidades,
reservas, records, etc., para tratar con ella y si el
gobierno americano está satisfecho de las obras que
de él ha efectuado.

2. —Tomar muy en cuenta que su especialidad es la de


construcciones y qué tiempo tiene que estar
funcionando.

3. —Establecer, de manera indiscutible, si tiene


suficiente existencia de hierro, acero, clavo, cemento
y demás materiales de construcción, para que los
trabajos no se detengan por falta de estos y a última
hora quedar en la misma situación en que tememos
queden ahora, pues a veces las cuotas americanas
son limitadas o bien las despachan con tardanza.
170
Alfonso Bauer Paiz

4. —Indagar si es cierto, como lo es, que en el récord de


siete meses y un día, la compañía construyó el
edificio de 28 pisos que tiene el número 1 de la 5ª.
Avenida de Nueva York y establecer también si los
propietarios del inmueble están satisfechos de la
consistencia y demás requisitos de la buena
construcción de este <<mamarracho>>, para quitarle
un poco los temores al ingeniero.

5. —Saber si tiene la compañía suficiente maquinaria


para llevar a cabo la obra del estadio y al decir
suficiente, significa que supere siquiera en cinco
veces más la que tiene obras públicas funcionando
en estos trabajos del estadio.

Luego de establecidos estos requisitos y los demás que se


les ocurran a los técnicos que están obligados a velar por la
buena inversión de los dineros nacionales, llegar a la
conclusión de si conviene más a los intereses guatemaltecos y
al compromiso internacional que tenemos contraído, realizar la
obra por administración o por licitación. Nadie puede asegurar
que será la J. G. Siegel la que resulte favorecida en dicha
licitación y por lo tanto es prematuro entrar a consideraciones
irónicas que, según confesión, más parecen producto de cierto
amor propio que puede resultar perjudicial a Guatemala, pues
a veces se tiene que guardar por falta de elementos.
Yo considero a los ingenieros guatemaltecos, tan capaces
como el más encopetado ingeniero americano; pero,
desafortunadamente, nosotros no tenemos el elemento
máquina en cantidad suficiente, que es factor importantísimo
en esta clase de trabajos. En el cuerpo de ingenieros que tiene
a su cargo la obra del estadio, está Alfredo Pinillos, que es
inquieto, de iniciativa, patriota y buen trabajador. Humberto
Prera, de mucha abnegación, no reconoce horas
reglamentarias y de ejemplar constancia. El mismo Héctor
Quezada no se queda atrás, sabe cuál es su misión y cómo
171
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

debe cumplir la obra; pero estimo que son seleccionados con


mucho cuidado. Todos, pues, son una garantía suficiente
para no dudar ni un momento de su capacidad, abnegación y
patriotismo; pero, como dice muy bien el ingeniero Quezada,
hay otros factores que hacen fracasar toda buena voluntad de
los técnicos, tales como la pereza de los braceros, la falta de
cemento y demás materiales.

En cambio la compañía sabe, como especialista en


construcciones a qué va a meterse y por de pronto, si finca en
ella la licitación, tendrá que traer uno o más barcos con todo
lo necesario, hasta el último clavo o tornillo, para que a la hora
de la hora no se le traben las carretas y tenga que pagar fuerte
indemnización, pues depositaría previamente una fianza a
favor del gobierno. Además, no podría construir un
mamarracho porque sus trabajos estarían controlados por
ingenieros nacionales que disponga la Dirección de Obras
Públicas y de resultar <<mamarracho>>, la responsabilidad
sería por partes iguales. No se pide ni un centavo como
anticipo.

(…) El gobierno americano, que tiene buena experiencia,


acostumbra dar sus obras por contrato y no hay razón para
que nosotros, que tenemos menos elementos, nos
encaprichemos en un amor propio que resulte perjudicial a los
intereses nacionales, creyéndonos insuperables. Lo que en
realidad desea la compañía es adquirir prestigio o más bien
dicho, confirmar el que ya tiene bien ganado, para merecer la
confianza en Guatemala y así llevar a cabo obras particulares
de alguna consideración o las públicas que quiera confiársele
dentro de los requisitos legales. (…)

Los ingenieros guatemaltecos que trabajen con la compañía,


no devengarán menos de quinientos quetzales al mes y será el
Colegio de Ingenieros, quien designe a los candidatos. Lo que
veo claramente y lo que ven todos los interesados en la obra
del estadio, una encuesta pública podría probarlo —es que no
172
Alfonso Bauer Paiz
podremos cumplir nuestro compromiso internacional porque
no tenemos elementos suficientes, aunque contemos con muy
buenos ingenieros. Por último aclaro, para que no se me crea
económicamente interesado en este asunto, que yo devengo
cierta cantidad como representante de la compañía; pero ya
dejé constancia fehaciente de mi renuncia— de esos
honorarios a favor de cierta institución del país. Hay testigos y
en su oportunidad se hará la aclaración correspondiente, pues
no quiero vender el cuero antes de matar el venado.

Esto es todo por ahora, y me suscribo su muy atento y


seguro servidor. —Héctor Alfonso Leal.

<<El Imparcial>>, 24 de octubre de 1947.

Los pesimistas presagios del representante de la J.G. Siegel


Construction Corp. no se cumplieron y Guatemala demostró
que cuando hay voluntad política, probidad y ánimo de
servicio público en las estructuras estatales, las dependencias
gubernamentales son idóneas y capaces para emprender
cualquier proyecto de obras públicas.

Tanto más mérito tiene el resultado de la labor de los


ingenieros y trabajadores que construyeron el Estadio
Nacional y la Ciudad Olímpica, que como era natural, después
de un acontecimiento revolucionario como el acaecido el 20 de
Octubre de 1944, en el que mediante la acción cívico militar se
logró en Guatemala el derrocamiento del régimen liberal cuyos
gobernantes generalmente fueron despóticos y crueles e
inhumanos, explotadores al máximo del campesinado
indígena, se dieran casos de desacuerdo entre ciudadanos
pertenecientes a un mismo sector social. Ello fue lo que
sucedió, al iniciarse, en 1947, la construcción del Estadio, a
cargo del ingeniero Juan de Dios Aguilar, de cuya capacidad
profesional no se puede dudar, pero sí de su identificación con
los principios de la Revolución de Octubre, ya que él
pertenecía a una familia castrense muy influyente durante la
administración ubiquista y, además, no había podido entender
173
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

que las nuevas generaciones revolucionarias deseaban otro


tipo de relación con el Ejército y, él, siendo funcionario
importante de Obras Públicas, había dispuesto la
militarización de los servicios. Militarización, a la cual se
oponían estudiantes universitarios, como Ángel Martínez
Franco, alumno de la Facultad de Ingeniería, quien había sido
uno de los 14 estudiantes que participaron en el levantamiento
de la Guardia de Honor, en la efeméride nacional del 20 de
Octubre de 1944. Pero, además, siendo todavía estudiante
AMF, y el Ing. JDDA, Director de Caminos, aquel trabajaba en
la planificación de la carretera panamericana, empleo que
perdió por no haber estado de acuerdo con la militarización de
los servicios y fue destituido por el Director, “por graves faltas

a la disciplina militar”. Ello bastó, para que desde entonces, el


ingeniero Juan de Dios Aguilar no lo viera con buenos ojos a
Martínez Franco. Pero, hay más: tanto el Ing. Aguilar de León,
como otros colegas, miembros de la Asociación de Ingeniería,
capaces indudablemente, pero con conciencia de élite, habían
convertido la dicha Asociación en un ente de paralelismo
político, que presionaba al Ministro de Comunicaciones y
Obras Públicas a fin de que sólo nombrase como funcionarios
o técnicos de las dependencias del Ministerio, a los ingenieros
propuestos por la Asociación.

Era tal el nepotismo amiguista de la Asociación de


Ingenieros, integrada en su mayor parte por profesionales
competentes, pero que se consideraban ser “gente docente” y
trataban con menosprecio a los estudiantes de ingeniería o
ingenieros comprometidos con el proceso revolucionario,
miembros de los partidos políticos Frente Popular Libertador y
Renovación Nacional, el primero organizado por estudiantes y,
el segundo, por maestros y que eran fuerte sostén del gobierno
del presidente Arévalo. Por ejemplo, Ángel Martínez Franco,
siendo estudiante de ingeniería, fue nombrado por el único
alcalde revolucionario, Mario Méndez Montenegro, (quien,
entonces, era leal a la Revolución y al gobierno del Presidente
174
Alfonso Bauer Paiz
Arévalo), para que trabajara en la Municipalidad capitalina y,
al graduarse de ingeniero, en 1947, ganó una beca para
especializarse en urbanismo en Argentina. Volvió a Guatemala,
en 1948, e inmediatamente se incorporó a su trabajo
municipal, siendo ya alcalde, el ingeniero Martín Prado Vélez,
prominente asociado de la camarilla de ingenieros notables,
quien decidió aceptar el reingreso de Martínez Franco, que
además de graduado volvía especializado en materia de
urbanismo, pero con sueldo de estudiante. Fue mezquina la
decisión del Ing. Prado Vélez, pues lo que la motivó fue que
Martínez Franco no le había apoyado en su campaña electoral,
para la Alcaldía. ¿Cómo podría Martínez Franco haberse
opuesto a dicha elección si estaba a miles de kilómetros de

distancia del territorio guatemalteco? Con dignidad, el afectado


presentó su renuncia irrevocable.

He dado a conocer los anteriores incidentes, porque ya a


mediados de 1949, el Jefe de las Fuerzas Armadas, Coronel
Francisco Javier Arana, decidido a asumir la presidencia de la
República, fraguaba un golpe de estado contra el presidente
Arévalo, con el cual estaban de acuerdo no sólo el Ing. JDDA
sino casi todos sus colegas de la Asociación de Ingenieros y,
por supuesto, la Embajada de los EE.UU. El plan subversivo
no se consumó, porque, con ocasión de notificarle al Jefe de
las Fuerzas Armadas que el Congreso de la República le había
desaforado, se produjo un tiroteo entre la patrulla que le
notificaba la decisión congresal y la de su cuerpo de guardia,
iniciado por el oficial Absalón Peralta y, como consecuencia del
cual, fallecieron el Coronel Arana y el oficial de apellido
Blanco, del equipo notificador.

Meses antes del trágico suceso mencionado, el responsable


de la entrega de las edificaciones deportivas, había hecho
planteamientos al presidente Arévalo, conforme a los cuales si
no aceptaba determinadas condiciones, las instalaciones del
Estadio Nacional y la Ciudad Olímpica, podrían no estar
terminadas al iniciarse el año 1950, cuando se iniciarían los VI
175
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Juegos Olímpicos de Centro América y del Caribe, presiones


que se agudizaron después de la muerte del Coronel Arana.
Me consta, porque a la sazón era Ministro de Economía y
Trabajo que, estando ya a mediados de 1949, los propietarios
de la Fábrica de Cementos Novella, que también simpatizaban
con el golpe de estado que se preparaba, llegaron al extremo de
negar el suministro de cemento para las obras del evento
deportivo olímpico. Ante esa actitud les amonesté que si no
proveían los materiales de construcción, el Gobierno
intervendría la empresa, la amonestación fue efectiva y, el
cemento, no faltó.

Es conveniente recordar que dos días antes del fallecimiento


del Coronel Francisco Javier Arana, la Asociación de
Ingenieros se solidarizó con sus colegas que prestaban
servicios en la construcción de la Carretera Franklin Delano
Roosevelt, quienes el 15 de julio de 1949 habían pedido la
renuncia al Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas,
Coronel Carlos Aldana Sandoval, por “los problemas de orden
técnico administrativo que usted ha creado (…)” y de no dimitir
le advertían que ya no estaban dispuestos a seguir trabajando
en la construcción de la carretera. Por supuesto entre los
firmantes se encontraba el ingeniero JDDA. Esa circunstancia,
ha de haber decidido al Ministro Aldana Sandoval a
sustituirlo, el 1º. de agosto, del cargo de Superintendente de
construcción del Estadio Nacional y Ciudad Olímpica, por el
Ing. Ángel Martínez Franco.

No obstante, la falta de identidad ideológica y en la


actividad política de mi parte para con el Ing. JDDA y, por el
contrario, de afinidad con el Ing. Martínez Franco, reconozco
en todo lo que vale, el trabajo de planeación y ejecución de las
instalaciones deportivas, del primero. Por ello, recurro a una
sección de su libro La Ciudad Olímpica de la República de
Guatemala, para dar a conocer un resumen de las obras
176
Alfonso Bauer Paiz
realizadas, que obra en las páginas 26, 27 y 28 de la obra
citada.

DATOS DEL ESTADIO NACIONAL

LOCALIZACIÓN:

1. —Los predios escogidos para el Estadio Nacional y


sus Dependencias fueron localizados después de los estudios
del caso, en los barrancos de <<La Barranquilla>>, limitados
así:

NORTE: 22 Calle oriente, línea férrea y terrenos de la


Estación de los Ferrocarriles hasta llegar a la 7ª. Avenida sur
del puente de <<La Penitenciaría>>.

SUR: Arrancando en la 7ª. Avenida, Calle Lima, 1ª.


Calle San Pedrito, hasta la 12 avenida sur.

ESTE: De la primera Calle de San Pedrito, 12 avenida


sur, hasta la 22 Calle oriente.

OESTE: 7ª. Avenida Sur.


Abarcan estos terrenos una superficie de 21 hectáreas,
equivalentes a 30 manzanas.

ORIENTACIÓN:

2. —El Estadio propiamente dicho quedará enclavado


en el barranco comprendido entre la 10ª. Ave. Sur y la 12 Ave.
Sur, quedando el eje mayor con una orientación de 40 minutos
N. al E., orientación que fue dada de acuerdo con la posición
geográfica del lugar.

3. —En el barranco comprendido entre la 7ª. Ave. y la


10ª. Ave. fueron proyectados: el edificio para juegos interiores,
177
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

las piscinas, canchas de tenis y el edificio de la Federación


Deportiva:

a) Edificio para juegos de interior: de 50 x 90


metros, con una capacidad aproximada de
4,000 espectadores para eventos de:
baloncesto, box, inodor-tenis, patines, etc.
b) Piscinas de: 22:5 Mts. X 50 Mts., con graderías
en la parte sur para 2,000 espectadores; la
piscina estará orientada de oriente a poniente
en su eje mayor y al poniente del edificio para
juegos de interior.

c) Canchas de tenis al exterior localizadas al


poniente de las piscinas, habrá dos orientadas
de norte a sur y con graderíos para 1,500
espectadores, estos graderíos estarán como los
de la piscina recostados en los taludes del
terreno.
d) Edificio para la Federación Deportiva quedará
al sur de este barranco con frente a la 2ª. Calle
del Estadio, de dos pisos conteniendo en la
parte baja: gimnasio, boliche, billares y
ping-pong; y, en la parte alta: las oficinas de la
Federación Deportiva y los apartamentos para
alojar a los deportistas concentrados
previamente a una competencia, con sus
correspondientes dormitorios y servicios
sanitarios.

ACCESOS:

Como puede verse en los planos respectivos del sector que


urbanizará esta obra, en el proyecto se tuvo especial interés en
las vías de acceso al Estadio, para lograr el embellecimiento,
así como el descongestionamiento que en la actualidad por
178
Alfonso Bauer Paiz
falta de conexiones entre las arterias más importantes de la
ciudad, se provocan congestiones de tráfico como en la 18
Calle y 12 Avenida:

a) De norte a sur tenemos en primer término al


poniente de la 7ª. Avenida sur, que en la
actualidad tiene 18 Mts. De ancho de vía.
b) La 10ª. avenida que se ha proyectado del
monumento del Ejército como prolongación de la
Reforma, a la estación con 25 metros de ancho,
con dos vías de tráfico de 8.50 metros cada una.
c) La 12 avenida sur que en la actualidad frente al
Estadio tiene un ancho de vía de 13.40 metros.

DE ORIENTE A PONIENTE:

a) El Estadio estará circunvalado por una calzada


de 18 metros con sus correspondientes
alamedas, que partiendo de la 1ª. Calle de San
Pedrito envuelve al Estadio y con pendiente
descendente de acceso a la pista por la parte sur
del propio Estadio, conectando la 12 avenida sur
con la 10ª. Ave. y a esta última con la 7ª. Avenida
sur por la parte sur la Estación de los
Ferrocarriles.
b) La 1ª. Calle de La Palmita se prolongará para
unir la 12 avenida con la 7ª., 6ª. Avenidas y
Avenida Bolívar, con una calzada de 30 metros
de ancho, para lo que se proyecta construir un
paso elevado sobre la 10ª. Avenida. Todas estas
calles y avenidas, han sido proyectadas con sus
correspondientes alamedas de tipo moderno.
c) La 1ª. Calle de San Pedrito que partiendo de la
12 avenida quedará conectada con la 10ª. Ave. y
ésta con la Reforma y Plazuela 11 de marzo.

ESTADIO PROPIAMENTE DICHO:

179
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Con una capacidad para 35,000 espectadores,


cómodamente sentados en 31 gradas, estando la última de
éstas a una altura de 23.89 metros sobre la pista, con sus
correspondientes pasillos superior e inferior. El graderío ha
sido diseñado en 21 secciones cada una con su
correspondiente taquilla, puerta de ingreso y graderías de
acceso. En la parte poniente del gradeolo quedará la tribuna
oficial con una capacidad de 3,960 espectadores, con sus
palcos para invitados especiales, diplomáticos, prensa, radio,
etc. etc. En la parte posterior de la tribuna se ha proyectado

un bar con su salón de recepciones, servicios sanitarios y


dependencias anexas.

En la parte sur del Estadio y debajo de la estructura de los


graderíos se instalarán los apartamentos para los deportistas
con sus correspondientes duchas y servicios sanitarios,
puestos de auxilio, policía, bodegas y depósitos de útiles.

Existirán las dependencias anexas de Servicio Médico,


ambulancias, guarderías, puestos de policía, servicio eléctrico
y para personal de mantenimiento del Estadio y sus
dependencias.

CANCHA:

Ha sido diseñada de acuerdo con las especificaciones más


modernas, proporcionadas por el Comité Nacional Olímpico.

Campo rectangular de football al centro de 105 x 70 metros,


cancha para carreras con sus respectivas salidas y metas para
carreras de 100, 200, 400, 1,500 y 5,000 metros, 110 de
obstáculos. Pistas para SALTOS: con pértiga, salto de altura,
salto largo y triple salto. LANZAMIENTOS: de jabalina,
martillo, disco y peso.

180
Alfonso Bauer Paiz
PARQUEO DE VEHÍCULOS:

Se previó un área de parqueo para 2,000 vehículos y


automóviles, sin tomar en cuenta los que parqueen en las
calles adyacentes.

ORNAMENTACIÓN:

Todas las dependencias del Estadio estarán conectadas por


terrazas, jardines con fuentes, alamedas, escalinatas, pérgolas
y veredas para peatones y gramales de manera que el conjunto
se convierta en un parque, además de sus funciones

deportivas llena el fin urbanístico que se persigue y sirva de


solaz a personas que deseen aprovecharlo.

SANEAMIENTO:

Con los trabajos que ya se han llevado a cabo se ha logrado


el encauzamiento de las aguas negras del emisario del antiguo
rastro, que lleva las aguas negras de un sector de la ciudad y
sacar de ese fatal abandono en que se encontraba en el centro
urbano de la ciudad, esas treinta manzanas que no eran más
que un foco de infección que se encontraba cubierto por la
maleza y zacateras que los propietarios sin ningún escrúpulo
explotaban, regando éstas con las aguas negras que les
llegaban por medio de los desagües de la ciudad, que gracias a
esta Obra se convertirá ese basurero en una de las Obras más
grandes en el país, que será un orgullo nacional, poniendo de
manifiesto la cultura de la ciudad.

MOVIMIENTO DE TIERRAS:

El movimiento de tierra en cortes y rellenos se estima en


261.000 metros cúbicos.

COLECTOR GENERAL:

181
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Se han construido a la fecha 250 metros de colector general


en una caja de hormigón armado de 3.06 metros de ancho, por
3.60 metros de alto, capaz de desalojar 90 metros cúbicos por
segundo, con una longitud de 669 metros.

COSTOS:

El Estadio fue presupuestado en la suma de Q.1.500.000.


Los anexos: Piscinas, Gimnasios, Palacio de los Deportes,

Expropiaciones y Drenajes de los terrenos adyacentes, en la


suma de Q.1.000.000 1

El Superintendente General
Del Estadio Nacional
Juan de Dios Aguilar
Ingeniero

A continuación, por razón de economía de espacio, hago un


esfuerzo de apretada síntesis del Capítulo dedicado a
Porcentajes de Trabajo por Épocas, del Informe General de los
Trabajos de Construcción de la Ciudad Olímpica, del Ing.
Martínez Franco, porque es un documento de valor histórico y
un modelo de veracidad administrativa, ya que, no obstante
las malas relaciones personales que tuvo con el Ing. JDDA, en
el mismo consta ecuánimemente cual fue el aporte del uno y
del otro, en esa grande obra del gobierno del Presidente
Arévalo.

1 Pero al final costaron las obras Q.7.4 millones.


182
Alfonso Bauer Paiz
El Informe contiene 29 páginas dedicadas a las obras
realizadas las que constan bajo un rubro denominado,
Cuentas y Subcuentas. A continuación los cuadros
estadísticos de los porcientos del trabajo efectuado en la
primera época, la del Ing. JDDA, y segunda época, la del Ing.
AMF, pero antes de esas columnas está la de estimar para
cada cuenta y subcuenta, en relación con el trabajo que
representa la obra en total. El Total porcentaje relativo,
resume el valor anterior en las diferentes cuentas en que se
subdivide el trabajo general.

Véase el resumen que intentamos:


URBANIZACIÓN
1 2 3 4 5 6
Cuentas y Porcentaje Total Primera Total Segunda Total
Subcuentas Relativo Época Época
100% 40.0% 60.0%
AGUA POTABLE
100% 18% 82%
DRENAJES
100% 87% 13%
INSTALACIONES ELÉCTRICAS
100% 100%
ESTADIO OLÍMPICO
100% 76% 24%
ENTRADA PRINCIPAL
100% 19% 81%
ALA SUR ORIENTE
100% 79% 21%
ALA SUR PONIENTE
100% 76% 24%
ESTRUCTURA NORTE
100% 72% 28%
PASARELA
100% 79% 21%
EDIFICIO ORIENTAL
100% 63% 37%
ESTRUCTURA TRIBUNA
100% 88% 12%
.EDIFICIO TRIBUNA
100% 17% 83%
GIMNASIO OLÍMPICO
100% 24% 76%
TANQUES PISCINA
100% 29% 71%
GRADERÍO PISCINA
100% 34% 66%
PISTAS DE TENNIS
100% 7% 93%
TEATRO AL AIRE LIBRE
100% 12% 88%
PALACIO DE LOS DEPORTES
100% 27% 72%
PASARELA SUBTERRÁNEA
100% 92% 8%

183
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Por último, este recopilador estima que la divulgación de


cómo, Guatemala pudo cumplir el compromiso internacional
de construcción de un estadio y de una ciudad olímpica, en
1950, o sea hace medio siglo y un lustro, pese a dificultades de
desacuerdos político partidaristas, si al final de cuentas los
guatemaltecos, seamos de una tendencia o de otra, la meta a
alcanzar es para bien de Guatemala, se llega a ella, como lo
demostraron los ingenieros “antiarevalistas” y “arevalistas”, al
entregar las magnas obras del Estadio Nacional y de la Ciudad
Olímpica. Éxito obtenido, también, gracias al talento de
dirigente nacional del Presidente Juan José Arévalo.

184
Alfonso Bauer Paiz

RELACIONES ENTRE EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA


DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO Y “EL EJÉRCITO DE LA
REVOLUCIÓN” DURANTE SU GOBIERNO
Carlos Paz Tejada

ANTECEDENTES:

La revolución guatemalteca de 1944, se inició en las aulas


de la Universidad Nacional (todavía no tenía el nombre de
Universidad Nacional Autónoma de San Carlos de Guatemala)
en el mes de junio de ese año.

Recibió un impulso decisivo con el alzamiento militar del


cuartel Guardia de Honor del 20 de octubre del mismo año.


El coronel e ingeniero Carlos Paz Tejada, además del escrito que antecede ha
sugerido que para un conocimiento más preciso de las actuaciones de miembros del
Ejército, durante el gobierno del Dr. Juan José Arévalo, se incluyan en esta Revista
Economía, los Capítulos, del V al VIII del libro PAZ TEJADA-MILITAR Y
REVOLUCIONARIO. Carlos Figueroa Ibarra, Editorial Universitaria, Universidad de
San Carlos de Guatemala, año 2001.

Dada la importancia histórica de lo relatado en dichos Capítulos, su texto se incluye


en la presente edición de la Revista Economía del Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales —IIES— de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en su
Capítulo IV.

185
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

(por eso se la denominó “revolución de octubre”, cosa que, en


la guerra sicológica con la que pronto fue adversada por las
clases reaccionarias y sus aliados externos, fue perversamente
utilizada por la coincidencia con el nombre de la revolución
que, en 1917, puso fin al Imperio Ruso y dio origen a la
URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Los grupos sociales que como consecuencia del triunfo del


alzamiento de la Guardia de Honor, el 20 de octubre,
quedaron con el poder en sus manos, fueron heterogéneos.
Los dirigentes militares del golpe, los dirigentes estudiantiles,
magisteriales, obreros y algunos políticos que habían estado
en el exilio durante casi todo el tiempo del gobierno del general

Ubico y los cien días de Ponce. En general, no tenían


experiencia política o administrativa, pero tenían que
organizar de nuevo al Estado y que corregir todos los
problemas sociales y económicos que tenía el anterior.

Era, quizás unánime, el propósito de poner una barrera a


que volviera a haber un presidente de la República que se
pudiera perpetuar en el poder más allá del período para que
fuera elegido. Ello dio lugar a que se incluyeran en la nueva
Constitución dos instituciones con tal propósito y que daban
al Congreso de la República, en el caso de necesitarlo, la
facultad del mando de la fuerza pública en contra del
presidente que pretendiese hacerse reelegir.

Se estableció el cargo de Jefe de las Fuerzas Armadas al que


constitucionalmente se le daba cierta facultad, o más bien, la
obligación de ponerse a las órdenes del Congreso de la
República en el caso de que tal pretensión surgiera. El Jefe de
las Fuerzas Armadas era, pues, el comandante supremo del
“Ejército”.

Pero en la misma Constitución se establecía que el


Presidente de la República lo era. Por otra parte, era facultad
186
Alfonso Bauer Paiz
de éste designar al Ministro de la Defensa, que tenía a su
cargo la administración de los fondos del erario nacional que
se aseguraban para el sostenimiento del “Ejército”. Es
innecesario decir aquí, por ser de general conocimiento, que el
dinero tiene en las confrontaciones sociales, tanto o mucho
más poder que los tanques o las ametralladoras.

Además de lo que se acaba de expresar, que ya por sí daba


origen a situaciones contradictorias como creación de
problemas políticos o rompimiento de reglas fundamentales de
la organización militar, como lo son la unidad de mando y la
disciplina y la condición de que el “ejército ha de ser
“apolítico”, “obediente” y no “deliberante”, considero que hay

que señalar otro fenómeno de la mentalidad de los grupos


sociales que sentaron los fundamentos legales del nuevo
Estado revolucionario que se trató de establecer. Los dirigentes
civiles que se encontraron con la tarea de organizar el Estado,
habían estado anteriormente separados de los militares. No los
conocían y tenían un concepto de que por sí, son peligrosos.,
Esto, que no deja de ser una realidad, es una idea
generalizada aún entre las clases que no están ocupadas de
los asuntos políticos.

Por esta razón, principalmente y, también como una


manera de premiar al “Ejército”, que de hecho, había sido
determinante en la expulsión de la dictadura y poner el poder
en manos de las clases sociales que habían dado inicio a las
conmociones que ocurrieron desde el mes de junio de ese año,
se consideró poner a la clase militar en posiciones de
importancia., con mejorías económicas y sociales importantes.
Con lo que se esperaba estuvieran satisfechos y tranquilos.

Además del cargo de Jefe de las Fuerzas Armadas que ya se


mencionó, se creó el Consejo Superior de la Defensa, como
una institución constitucional, con diversos propósitos. En
parte, como un representación gremial de la clase militar,
pero también se le daban tareas en los problemas nacionales y
187
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

responsabilidades de mucha trascendencia, como por ejemplo,


ser el organismo en donde surgía la propuesta de candidato a
suceder al Jefe de las Fuerzas Armadas en caso de que éste se
retirara del cargo, pues, como una institución del Estado,
muy importante.

En las líneas anteriores he puesto entre comillas “Ejército”


porque creo que se menciona de manera algo abstracta a esa
institución cuando se quiere establecer la participación que
haya tenido en los hechos y en las épocas históricas que se
están analizando.

El ejército de Guatemala, al que después de su


participación decisiva en los hechos históricos del 20 de
octubre de 1944 se denominó “Ejército Nacional de la
Revolución” consistía, aproximadamente, de unos 6,000
elementos de tropa y 900 oficiales. Lo que se denomina
“oficiales” consistía en oficiales, es decir, subtenientes,
tenientes y capitanes y jefes, tenientes coroneles y coroneles
(no había generales). Las partes del total de oficiales iban
reduciéndose a medida que se ascendía en categoría. Se puede
considerar que habrían unos 700 oficiales y 200 jefes. De
estos, el mando, la responsabilidad y la importancia política
se concentraba en el alto mando, la jefatura del estado mayor,
los jefes de los cuarteles de la capital (entre más poderoso
fuera el armamento de estos, más importantes eran,
políticamente sus respectivos jefes) y los jefes de las zonas
militares. De manera que los que realmente podían ostentarse
como representantes del “ejército” ante las autoridades civiles
y la sociedad, cuando mucho serían unos 20 hombres.

Con lo anterior, es fácil prever que las relaciones entre el


presidente de la República y el “ejército”, que resultara
triunfante en las primeras elecciones que habrían de realizarse

188
Alfonso Bauer Paiz
al tener terminada la nueva Constitución de la República
estaban destinadas a ser difíciles de manejar.

Hay que tener presente que, desde la caída de Manuel


Estrada Cabrera, en 1920, hasta la Revolución de 1944,
todos los gobernantes, de hecho, habían sido militares. Los
provisorios que habían sustituido a Estrada Cabrera y al
general Lázaro Chacón, habían sido depuestos por golpes
militares. El provisorio que sustituyó al general golpista
Manuel Orellana, fue producto de una negociación que sólo
tuvo la misión de organizar la elección del general Jorge Ubico.
Estrada Cabrera había sostenido su tiranía basándose en el
apoyo de jefes militares de mano dura. Es decir, los militares
que estaban en vida activa, tenían una formación mental que

consideraba cosa natural que la máxima autoridad del Estado,


fuera militar.

El defecto estructural que ya se mencionó, de que hubiera


dos jefes máximos del ejército con casi la misma categoría dio
desde el principio, ocasión a que se creara rivalidad entre ellos
por las ideas que tuviera cada uno de ellos, por el liderazgo
que tenían sobre distintos grupos de militares y que fue
agravado, también desde el principio, por las agrupaciones
civiles movidas también por sus intereses de clase, que los
rodearon, fue sin duda el más grave problema que tuvo el
primer presidente del proyecto revolucionario y que llegó a
poner en peligro su estabilidad.

En las elecciones que tuvieron lugar a finales de 1944, para


Presidente de la República, triunfó, de manera arrolladora el
Dr. Juan José Arévalo. Tomó posesión de su cargo el 15 de
marzo de 1945. Por haber vivido mucho tiempo en otras
naciones de Europa y América del Sur, por su propia
personalidad y cultura, orientó su política a tratar de suprimir
o al menos reducir lo más posible, la enorme diferencia que
había en las condiciones políticas y sociales que había en otros
países y las de Guatemala que eran de las peores del mundo.
189
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

La creación de leyes e instituciones sociales que daban


origen a derechos de los trabajadores puso de inmediato en su
contra a la clase de los empresarios que manejaban la
producción agrícola, en primer término y las pocas industrias
que existían. Hay que mencionar que la empresa agrícola más
importante que había en Guatemala, era la United Fruit
Company.

La clase patronal que veía afectados sus intereses por la


política social del gobierno del Dr. Arévalo, más el
conservadurismo, empezando por la jerarquía del clero, que
también influía sobre gran parte de la clase popular y la
mayoría de la clase media, inmediatamente se pusieron a

buscar el cambio a su favor y, el medio en que pensaron fue el


derrocamiento del gobierno mediante un golpe militar.

Por su parte, los grupos sociales que habían participado en


la revolución y que ahora tenían participación en los poderes
del Estado, también se aprestaban a hacer frente a la amenaza
que venía de los anteriormente mencionados reaccionarios.

La dualidad que había en el alto mando militar dio lugar a


que ambos sectores rodearan a quienes consideraban eran
afín a sus intereses.

Lo anterior hizo que el gobierno del Dr. Arévalo desde su


primer año tuviera unas relaciones difíciles con el “ejército”.

A continuación se hace una relación de hechos políticos o


militares, en orden cronológico, que exponen como fueron las
relaciones del Presidente Arévalo y el ejército de la Revolución.

(El Dr. Arévalo) se encontró con que las fuerzas sociales que
habían sido los autores de la revolución eran entre ellas
mismas, constituidas, por personalidades o grupos con ideas
190
Alfonso Bauer Paiz
y finalidades muy diferentes y, en mucho hasta antagónicas.
Así hasta en los grupos en que se apoyaba la revolución y el
gobierno que tenía que llevarla a cabo habían rivalidades y
contraposiciones verdaderamente grandes. Los militares no
eran excepción. Mas bien se convirtieron en focos de atracción
de las diversas corrientes ideológicas o de intereses de grupos
que fue uno de los mayores problemas con que tuvo que
luchar el primer Presidente de la República, de la era
revolucionaria.

No puede dejar de mencionarse que desde el principio, los


intereses reaccionarios, tanto internos como externos, se
inventaron el “fantasma del comunismo” que fue un arma
muy eficaz en la guerra psicológica a que se vio sometida la

Revolución guatemalteca durante todo el tiempo que tuvo el


poder.

El jefe de las Fuerzas Armadas desde el principio se vio


rodeado de grupos y personas que lo trataban como al líder de
la revolución, y haciéndolo creer que indudablemente él tenía
que ser el candidato a la presidencia en las elecciones para
relevar al Dr. Arévalo. Él, que por su parte, lo aceptaba y
trabajaba en fortalecer esa posibilidad, aunque al principio,
dentro de la constitucionalidad pero sí trataba de hacer
presión sobre el presidente sobre cómo tratar algunos
problemas políticos que se iban presentando.

191
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

CAPÍTULO DEL V AL VIII DEL LIBRO:


PAZ TEJADA – MILITAR Y REVOLUCIONARIO
Carlos Figueroa Ibarra

V
Arana

Como le dije, estando en el departamento de ingenieros ya


tenía una posición política dentro del Ejército en el Consejo
Superior de Defensa. Fue por esa situación que viví un hecho
que merece ser relatado. Sucedió a fines de 1948. Dentro del
Consejo se realizaba cierta actividad de tipo político o
parlamentario, que le daba a uno participación en los sucesos
de la vida política interna del Ejército, aun cuando esta
actividad no siempre fue de gran importancia. Los tiempos
políticos habían ido avanzando, y había surgido la
intervención de la política en los altos jefes del ejército. Así
llegó un momento en que la actividad dentro del Consejo


Escritor y Sociólogo.

192
Alfonso Bauer Paiz
Superior de la Defensa sí resultó ser importante. El Consejo
estaba constituido por algunos miembros del Alto Mando que
por la naturaleza de sus funciones pertenecían a él, pero una
buena parte estaba integrado por oficiales que estaban en
representación de la oficialidad general del Ejército y que
llegaban por elección. En 1949 llegó la época que tenía que
haber renovación de los que habían sido electos, su período
era por tres años, incluso yo ya tenía que salir. Se venían las
elecciones para los miembros del Consejo, las cuales se
volvieron importantes porque a dicho cuerpo le iba a tocar
proponer la terna de jefes de la cual se tendría que elegir al
nuevo jefe de las fuerzas armadas. Esto sucedería si el coronel
Francisco Javier Arana renunciaba a la jefatura para lanzarse
como candidato a la presidencia. Todo esto acontecía en el
contexto de un ambiente político nacional con tensión y
polarización de fuerzas. En diciembre de 1948 hubo elecciones

para diputados y había una crisis política en Guatemala, y


aun cuando no fuera violenta sí había tensión,75 En una de las
reuniones ordinarias del Consejo por esas fechas, al salir de la
sesión en uno de los torreones del palacio que está en la
esquina que queda en contraesquina de la catedral —allí

75En 1948 las relaciones del presidente Arévalo con el FPL habían llegado a su punto
más bajo. El FPL quiso disminuir el poder del PAR y del PRN en el seno del gobierno
haciendo valer su posición de partido mayoritario en el Congreso. Arévalo no aceptó el
chantaje y sacó al FPL del gabinete. Independientemente de que en el seno del FPL se
encontraban revolucionarios que jugaron un papel relevante en la posterior resistencia
antidictatorial (Alfonso Bauer Paiz, (**) Marco Antonio Villamar Contreras, Julio
Valladares Castillo) en aquel momento era una organización partidaria que se estaba
inclinando hacia la derecha. Poco tiempo después las relaciones entre el FPL y el
presidente mejoraron y las que dicho partido mantenía con Arana se enfriaron. En
abril de 1948 fue descubierto un complot más en el cual participó el agregado militar
norteamericano, razón por la cual fue expulsado del país. En octubre la confrontación
entre Arana y Árbenz aumentaba y en noviembre arribó al país el embajador Richard
Patterson. Este contrastaba con el saliente Kyle en el hecho de que actuaba como un
abierto emisario de la United Fruit. Company. Su presencia alentaría a los partidos
derechistas. A fines de noviembre es descubierto el complot del coronel Marciano
Casado, ante el cual la actitud de Arana fue benévola para decir lo menos. En
diciembre se celebraron las elecciones para diputados y la alianza PAR-RN-CPCO
superó ligeramente al FPL pero los partidos reaccionarios alcanzaron
aproximadamente un tercio de los votos y según evaluaba Arévalo, el aranismo
resultaba particularmente favorecido en la capital del país (Arévalo, 1998, capítulos
33-36). El país se encaminaba hacia la violenta confrontación de julio de 1949.
193
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

estaba la sede del Consejo—, apareció un oficial allegado al


coronel Arana, se llamaba Manuel de J. Pérez. Me dijo “dice
el jefe que lo invita a una reunión en su casa”. Bueno pues
tenía que ir, era una invitación de su jefe. Por cierto yo tenía
una relación respetuosa y cordial con el coronel Arana.
Cuando yo me gradué de ingeniero les había enviado una
invitación a Árbenz y a Arana y éste último me mandó un gran
arreglo floral. Yo era en ese momento el presidente del Consejo
y la invitación había sido para la casa del coronel Arana, que
era una casa bastante sencilla, en el callejón de Variedades a
un lado del Instituto de Señoritas de Belem.

Llegué a las siete de la noche y en la sala de entrada, en la


puerta, habían varios altos jefes del Ejército, jefes de bases

militares. Estaba el jefe de la Guardia de Honor el coronel


Juan Francisco Oliva, y estaba también el ingeniero y militar
Ricardo Barrios Peña, que era más antiguo que yo. Al ratito
de estar allí, salió el coronel Arana y dijo “ah, ya estamos
todos, entonces mejor vayamos para allá”. Como que era algo
ya sabido adonde iban a ir. Entonces le pregunté a Barrios
Peña hacia donde íbamos. Con él tenía más confianza puesto
que habíamos sido contemporáneos como maestros de
caminos en el tiempo de Ubico. “Vamos a la Quinta Samayoa”
me respondió.

Nos fuimos para la Quinta Samayoa. Creo que yo me fui en


mi carro. El lugar era propiedad de Arturo Samayoa, a quien
por cierto le decían un apodo muy despectivo, le decían cerote
en mayonesa.76 Esto era porque su origen era de clase popular
y era muy moreno, y había llegado a tener mucho dinero y

76Usualmente en los diccionarios la palabra significa una mezcla de pez y cera que
usan los zapateros para encerar los hilos. En Guatemala la palabra tiene una
acepción vulgar que significa excremento principalmente de origen humano. El apodo
mencionado debe haber tenido una connotación clasista y racista pues se refería a
una persona que no era blanca y que llegó a tener mucho dinero.
194
Alfonso Bauer Paiz
mucho poder. Lo del apodo no sé porque se lo decían, cosas
inexplicables del humorismo chapín... La quinta era una gran
propiedad, por allí por la salida a Mixco, ahora ya es una
zona muy urbanizada. Era como una finca, tenía una puerta
con una casa rústica con techo de teja que era como una
guardianía. En ese lugar fue en donde primero estuvimos y
allí estaba preparada la cena. En una colinita que había más
adentro, había una construcción bien hecha, moderna, una
especie de garconiere, un lugar de recreo. Servía para tener
reuniones de lo que se quisiera, con un buen bar. Pero al
principio la reunión fue en la guardianía.

El servicio de licor fue abundante, estaban todos los jefes


de las zonas militares, alrededor de 11 ó 12 jefes, entre ellos
Juan Francisco Oliva y Gabino Santizo. También estaba el

coronel Francisco Mazariegos, un coronel de apellido Santiago,


ambos jefes de zonas militares. El licor había hecho sus
efectos y todos estaba hablando mal del gobierno, criticaban
mucho el asunto de las fincas nacionales diciendo que todo
aquello era un desorden.77 Yo no participaba, sólo estaba
escuchando. A pesar de que yo era el de menor rango de todos
los que estaban allí, el coronel Arana me estaba tratando con
mucho afecto. No me decía el grado sino “ingeniero”, su trato
hacia mí era muy atento.

En eso nos dijeron que ya podíamos pasar a la mesa y


Arana me dijo “siéntese aquí ingeniero” y me sentó en la
cabecera de la mesa a un lado de él. Claro yo tenía cierta
prevención, desde que salí de mi casa le pedí a mi esposa una
copita de aceite de oliva para prevenirme una borrachera. La
forma misteriosa en que me habían invitado y luego la gente
que estaba allí, me hacían intuir que la reunión no era para
jugar a las canicas. 78Tampoco iba con prejuicios, no con

77 La crítica principal estaba referida a la corrupción que ellos observaban en la


administración de las fincas nacionales.
78 En Guatemala a las canicas se les dice cincos. Paz Tejada está usando la manera

mexicana de referirse a tal juguete.


195
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

antipatía hacia la situación, pero sí con dudas con respecto de


lo que se trataba. Cuando se dio la plática era todo estar
criticando y criticando al gobierno al gobierno de Arévalo. Por
otro lado, el otro jefe del Ejército, Árbenz, el ministro de la
Defensa, no estaba allí. Arana me hablaba con mucha
deferencia, pero no se hablaba de nada. Se fue pasando el
rato, ya era tarde. Terminó la cena, y Arana dijo “Bueno ya
es hora de que nos vayamos para allá y que hablemos”. Se
refería a la garconiere.

Nos sentamos, el lugar no era muy amplio. Entonces allí


sentados en unos banquitos, Arana dijo “bueno señores, yo
creo que ya es hora que tratemos el asunto que nos ha
reunido”. Entonces el que tomó la palabra fue Gabino Santizo.

No puedo decirle textualmente lo que dijo, pero más o


menos empezó a hablar del Ejército de esa manera general,
inmaterial o mítica como a veces se habla, como si fuera Dios,
guardadas las distancias, y dijo “mi coronel, el Ejército ve con
mucha preocupación la situación del país, el desorden, la
corrupción y el comunismo. En vista de esas circunstancias
los jefes del Ejército consideramos que ya es tiempo de que el
Ejército tome alguna decisión”.79 Arana le escuchó y dijo
“bueno señores, yo considero que es muy importante lo que
ustedes están planteando, pero quiero hacerles una reflexión.
En todos estos asuntos es muy importante oír la opinión de
personas a quienes nosotros les damos una autoridad como
para darnos su punto de vista. Hay un oficial del Ejército que
ha comenzado la carrera como soldado de caballería, que fue

79 En julio de 1949 cuando sucedió la rebelión de los partidarios de Arana, el coronel


Gabino Santizo era el jefe militar de la base de la Aurora en donde también funcionaba
la fuerza aérea la cual tenía su propio mando. De ella saldrían el avión y las armas
usadas para aplastarla. Esto hace parecer a Santizo —quien en la reunión con Arana
fue el que expresó el descontento militar contra el gobierno de Arévalo— como alguien
que adoptó una actitud desleal.

196
Alfonso Bauer Paiz
un brillante estudiante de la Escuela Politécnica y su
abanderado, capitán de la compañía de cadetes, que se ha
graduado de ingeniero. Así como entre los masones hay
personas que por su sabiduría o por sus estudios tienen una
categoría de gran maestro, también entre nosotros hay
quienes debemos reconocerles esa posición, me refiero al
capitán Carlos Paz Tejada”.

La verdad no tenía en ese tiempo ni ahora tampoco la tengo,


práctica parlamentaria, pero creo que he tenido suerte y así se
me ocurrió hacerle a Arana una pregunta. “Mi coronel, dije
¿me permite hacerle una pregunta?, “la que usted quiera
ingeniero”, me respondió Arana con mucha deferencia.
Entonces abruptamente, en una manera que no era un
modelo de diplomacia, le pregunté “mi coronel, ¿usted
pretende llegar a la presidencia de la república?”. La pregunta

asustó y sorprendió a todos los asistentes y tal vez a Arana.


Arana no era tonto y además era sereno. Pero como era una
pregunta muy a fondo me respondió “bueno mi capitán, esa
pregunta no se la puedo responder de manera categórica
porque depende de muchas circunstancias, claro que dentro
de nuestra carrera es algo que se contempla con mucho
entusiasmo. El deseo de tener la más alta magistratura, eso
nos atrae, nos puede llamar la atención”. Y luego agregó ya
para terminar su intervención “pero yo si le puedo decir que yo
me metería a eso si tuviera la seguridad de que yo pudiera
tener el 70 o el 80% de los votos de mis conciudadanos. Yo no
soy de la opinión, no pretendo, ni pienso, encararme en esa
casona verde80 con dientes y uñas”.

Después de que Arana echó su párrafo ya me dio tiempo a


mí de ordenar mis pensamientos. Como le digo yo no estaba
en antecedentes de nada, no pretendo ser muy hábil
interlocutor, pero creo que a veces me salen bien las cosas de
chiripa, 81así que volví a hacer una intervención que tuvo

80 Arana se refería al color del Palacio Nacional.


81 Con buena suerte, con fortuna.
197
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

efecto. “Mi coronel, dije, antes de que sigamos en este tipo de


conversación quiero aclarar algunas cosas. Yo soy hijo de una
señora que se quedó viuda con seis hijos, que para
mantenernos tuvo que trabajar de obrera. Después yo no pude
seguir estudios por condiciones económicas, estuve de soldado
a los quince años en el cuartel de caballería rígida de este
tiempo. A mí me llevaron a ver los fusilamientos de 1934
solamente para impresionarme y atemorizarme. Después fui
aprendiz de obrero, estuve entre los obreros, vi la vida de
ellos. Me tocó ser involuntariamente parte del engranaje de la
dictadura cuando fui maestro de caminos, cuando se llevaba
a los indios a trabajar sin sueldo solamente para rescatar un
boleto de viabilidad que tenía el costo de un quetzal.82 Todas

estas cosas me hicieron a mí tener una gran aversión hacia


la dictadura de Ubico. Cuando yo me incorporé a la
Revolución de Octubre de 1944 lo hice con plena conciencia de
lo que yo quería para mi pueblo. Por eso señores, les puedo
decir ahora es que yo nunca me voy a prestar para que en
Guatemala se vuelva establecer otra dictadura.”

Era demasiado fuerte mi intervención y los presentes


quedaron impresionados. Le repito que Arana era un hombre
inteligente y sereno. No se alteró, pero supo barajar la
situación porque me contestó “¡Arana no mi capitán! Sí no se
trata de eso, sí aquí todos, fuera del ingeniero Barrios Peña
que podemos decir que nació entre pañales de seda, todos
venimos de la clase popular”. Entonces como había habido
una gran cantidad de licor, a todos los jefes les entró el
sentimentalismo. A mi izquierda estaba sentado precisamente,
nada menos que el déspota y represor que hubo después en el
tiempo de Castillo Armas, el coronel Juan Francisco Oliva.
Entonces el me dijo “No, si usted viera quiénes son mi mamá

82 El quetzal estaba a la par del dólar.


198
Alfonso Bauer Paiz
y mis tías, son inditas envueltas”.83 Como ya estaban bastante
bebidos, todos los jefes empezaron a platicar unos a otros
recordando su origen humilde. La reunión se desorganizó,
Arana vio su reloj y dijo “bueno señores, yo creo que ya es un
poco tarde, es hora de que vayamos a acostarnos, yo mañana
me voy a reunir con el capitán, vamos a platicar, estudiar
bien la situación y ya les informaremos a qué conclusiones
llegamos”. Noté que el coronel Arana ya no me trataba de
ingeniero sino me decía “capitán”.

Al día siguiente me junté con el coronel Arana en su


despacho, en la 6ª. Avenida y 4ª. Calle, en el mismo lugar
donde está la Casa Presidencial. Estuvimos platicando mucho,
todo el día me tuvo metido en su despacho. Yo tenía la idea de
que se debía hablar con algún dirigente civil, así que creo que

llegó, no estoy seguro, pero creo que llegó el licenciado


Villagrán, el papá de Francisco Villagrán Kramer. No recuerdo
bien, pero lo que sí recuerdo es que en el transcurso de la
conversación se le mencionó. Lo que los militares temían era
que hubiera fraude en las elecciones de diputados, no
recuerdo muy bien, pero creo que el licenciado Villagrán habló
para disuadir cualquier acción que los militares pudieran
tomar. Arana me estuvo contando muchas cosas, estuvo
tratando de ilustrarme sobre ciertos hechos, “mucha gente me
habla de estas cosas y me dice que debo tener cuidado, pero
yo soy fatalista, yo creo que cuando a uno le toca morirse se
muere”. Y sacando una pistolita de esas chicas agregó “yo lo
único que uso es esta pistolita, la verdad es que yo no tomo
en cuenta esas cosas”. Reiterándome que era fatalista citó el
caso de cuando mataron al rey Pedro de Yugoeslavia, que lo
habían matado en una calle de Marsella. Como le digo el tipo
no era ignorante, a pesar de que no era oficial de escuela
había leído, le gustaba leer. Iba el rey acompañado del primer
ministro de Francia por una de las calles de esa ciudad, y me
mencionó el nombre, en medio de un escuadrón de coraceros

83Oliva se refería al corte de tela que usan las mujeres de determinadas etnias en
Guatemala.
199
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

de la caballería del ejército francés, “cuando en eso un audaz,


un yugoeslavo de esos anarquistas se metió entre los caballos
y le metió un tiro al rey”. Yo ya sabía del caso, cuando yo era
patojo era curioso y me gustaba leer. Eso sucedió en los años
treinta.

En fin fue una plática muy extensa. A las 5 ó 6 de la tarde


llegaron los militares, los mismos que habían estado en la
reunión de la noche anterior. Eran los jefes de zona. Por las
reuniones del Consejo habían estado en la ciudad. Así que no
era para llamar la atención su presencia, porque había
razones para que estuvieran allí y llegaban al despacho del
alto jefe para recibir instrucciones. Entonces hablaron y a
pesar de que yo no era del grupo le dijeron delante de mí que
estaban muy preocupados porque pensaban que le
podía suceder algo. “No, no tengan cuidado” dijo Arana

desestimulándolos. “Pero entonces, ¿qué hacemos?” le


dijeron los jefes militares, “ya saben ustedes, hacemos lo que
ya hemos platicado en caso de que hubiera alguna
emergencia”. Indudablemente ellos ya habían platicado sobre
algunos planes o líneas de acción. Pero pienso que habiendo
platicado extensamente conmigo, su decisión era que no
procedía hacer ninguna acción y eso fue lo que les dijo.
Todavía me quedé con él después de que los jefes se habían
ido. Y le voy a contar algo muy delicado, muy importante.
Arana me dijo “muchas gracias mi capitán, le agradezco
mucho su ayuda, me ha dado un gran apoyo”. Y refiriéndose
a los jefes militares que recién se habían despedido agregó:
“yo he estudiado mucho la psicología de las masas, y ya ve
con éstos, son como los perros cuando lo atacan a uno, se les
patea el suelo, se les asusta y ya se van”.

Se lo cuento para que usted vea como es el corazón


humano.

200
Alfonso Bauer Paiz
Salí de la reunión creyendo que en realidad el coronel Arana
estaba siendo presionado por los militares y que se había
servido de mí para quitarse la presión.

Para confirmar lo que le estoy diciendo tenemos que


saltarnos varios años y decirle algo que tiene que ver con
Ricardo Barrios Peña. Barrios Peña siguió ligado directamente
con el coronel Arana en la política. Cuando fue la muerte de
Arana no sé qué papel desempeñó, o que función cumplió, lo
cierto del caso es que tuvo que salir al exilio. Barrios Peña ya
era un militar retirado, se dedicaba a la ingeniería, estaba
trabajando en la construcción de la carretera de Escuintla al
puerto de San José con el coronel Héctor Chacón, quien era el
residente de la supervisión de esa obra. Como le digo teníamos
cierta amistad como maestros de caminos y también
estudiábamos en la Facultad de Ingeniería, aunque él iba dos
o tres años adelante que yo. En la época en que trabajábamos
los dos en Caminos, en el tiempo de Ubico, para una Semana

Santa fuimos juntos en motocicleta a hacerle una visita al


Señor de Esquipulas.

Cuando murió Arana, Barrios Peña se fue a El Salvador.


Creo haberlo visto allá en ocasión de mi visita oficial a ese país
con motivo del terremoto. Al terminar el período presidencial
del doctor Arévalo, Barrios Peña regresó. Ya entrado el
tiempo, por allí por 1953, recuerdo la fecha porque yo ya
estaba fuera del gobierno, estaba trabajando en la carretera al
Atlántico, me tenían algo marginadón. En una ocasión en mi
casa de la Villa de Guadalupe se iba a celebrar el cumpleaños
de uno de mis hijos, había una fiestecilla infantil. Se habían
juntado una bola de patojos, porque de parte mía y de mi
esposa mis hijos tienen muchos primos. En un momento de la
fiesta yo me salí un momento a la puerta de mi casa, para ver
quienes iban llegando. En eso pasó en su carro Ricardo
Barrios Peña. Iba con uno de sus hijos. Él está casado con
una hermana del abogado Chema Palacios, quien es una

201
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

verdadera pava.84 Además Ricardo es hermano de Roberto,


Carlos y Jaime Barrios Peña, son un montón de hermanos
que además son nietos de Justo Rufino Barrios. Por eso Arana
había mencionado que había nacido entre pañales de seda.
En fin, Ricardo paró su auto y se bajó a saludarme, como le
digo teníamos cierta relación, y además Ricardo es muy
cortés, muy educado, tiene lo que los franceses llaman savoir
faire.

Entonces yo le dije “hombre, pues tenemos aquí una fiesta,


una piñata, por que no entra a su niño a la fiesta, nosotros
nos vamos a la sala, nos tomamos una copa y platicamos”.
“Como no” me dijo y entramos. Le serví un jaibolito y entonces
él me abordó así de repente y me dice “oiga ¿se acuerda de
aquello de la Quinta Samayoa?”, sí, sí, claro que me acuerdo,
lo tengo muy presente” le dije. “Pues esa noche, continuó
Barrios Peña, usted nos enfrió la sopa”, “¿por qué Ricardo?”.
Usando una expresión que usan los que juegan el juego de
dados que en Guatemala le dicen chivo, me dijo “porque si
usted hubiera dicho paro, esa noche damos el vergazo y se va
el Chilacayote”.85 Al preguntarle porque dependía de mí, me
respondió “Ah porque usted era un líder dentro de la
oficialidad joven y si se contaba con su presencia estábamos
seguros de que contaríamos con el respaldo de toda la
oficialidad”.

Por supuesto que yo le informé a Árbenz de la reunión en la


Quinta Samayoa. Sin embargo no dejó de llamarme la
atención el hecho de que cuando llegué con él, ya le habían
llegado con la queja de que yo ya había participado en la
misma. En realidad cuando sucedió la reunión en la Quinta
Samayoa, ya había participado en reuniones en las cuales se
tomaban ciertas precauciones de secretivivdad. Llegaban

84Astuto, hábil para realizar actos cuya escrupulosidad es discutible.


85Barrios Peña aludía a un golpe, en este caso un golpe militar. Como todavía es
ampliamente sabido, Chilacayote era el apodo de Juan José Arévalo.
202
Alfonso Bauer Paiz
Élfego Monzón, José Ángel Sánchez, Ernesto Paiz Novales y
yo, nos reuníamos con Árbenz. Ya existía cierta alianza de
nosotros con él, estábamos comprometidos moralmente en
cierta forma con él. Por eso le fui a contar de la reunión en la
Quinta Samayoa. Es más, él me preguntó quién había
hablado en dicha reunión y le respondí que había sido Gabino
Santizo. Árbenz dijo “Ah con que con Gabinón ¿no?”.

VI
La Rebelión de 1949
En los meses siguientes a mi entrevista con Arana la
situación política del país se fue poniendo cada vez más tensa,
porque cada vez se acercaban más las fechas fatales. Entre
éstas estaba la renovación del Consejo Superior de la Defensa.
Afuera de nuestro círculo estaban sucediendo muchas cosas,
pero en el nuestro, comenzamos a tener pláticas.

En el seno del Consejo había un grupito que estaba con


Jacobo Árbenz. En ese grupo yo era el presidente, Élfego
Monzón era el vicepresidente y José Ángel Sánchez era el
secretario de la comisión permanente del Consejo Superior de
la Defensa. Hablábamos de cómo venía la situación, de la
situación interna del Ejército en el contexto de la elección por
venir. Circulaba entre nosotros la información o sospecha de
que eso ya Arana lo tenía resuelto. Porque dentro del Ejército
203
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

él iba de arriba para abajo, había hablado con sus jefes de


zona y les había dicho qué candidaturas había que apoyar y
los jefes de zona ya daban instrucciones sobre por quiénes
había que votar. Esa era nuestra preocupación. Por desidia o
malicia, las cosas no se hacían con apego a los reglamentos y
la ley constitutiva del Ejército.

Nosotros nos preguntábamos como hacerle frente a esa


situación. Para no mentirle, a mí se me ocurrió, “hagamos
nosotros como mesa directiva la convocatoria a las elecciones y
pongamos algunas condiciones que hagan que Arana se quede
solamente con los votos que ya tiene en la mano”. Y sacamos
una convocatoria, que como les digo por falta de estudio de
nosotros de las leyes no estaba apegada 100% a la ley. En la
convocatoria poníamos unas condiciones que eran que los
oficiales de alta en el Ejército tenían que ir a votar al Consejo
Superior de la Defensa. Hasta entonces se practicaba que los

oficiales enviaran sus votos y los jefes de las zonas


simplemente podían decirle a sus subalternos “fírmeme este
voto”. Eran votos firmados y el 99% de los oficiales iban a
hacerlo así. Para evitar eso, sacamos esa convocatoria que yo
redacté. Pero estaba mal hecha porque no mencionaba la
razón principal: el voto tenía que ser secreto tal como lo
prescribía la Constitución de la República y la Ley Constitutiva
del Ejército.

La publicación de la convocatoria fue como ponerle unas


banderillas al coronel Arana y eso si lo alteró. Protestó porque
consideró que era una provocación o un abuso de nuestra
parte y entonces en su carácter de jefe de las Fuerzas Armadas
convocó a sesiones extraordinarias del Consejo Superior de la
Defensa.

Eso fue en la primera quincena del mes de julio de 1949.


Nos reunimos en sesiones extraordinarias del Consejo y Arana
204
Alfonso Bauer Paiz
planteó su reclamación de una manera ríspida. Al grado de
que yo como estaba de presidente no sé que dije, algo así
como que el quejoso era el señor jefe de las Fuerzas Armadas.
Arana se puso furioso y manoteó gritando “¡Yo no soy quejoso!,
“perdone señor coronel”, le contesté, tal vez la palabra no sea
la adecuada, pero usted es el que está reclamando”. Y llegó a
ser una discusión bastante intensa durante varios días. El que
llevaba la palabra de nuestra parte generalmente era yo, y el
de la contraparte era Castillo Armas. Castillo Armas no era un
hombre brillante, pero tampoco era babosón.86 Nosotros dos
éramos los principales voceros de las dos partes. En realidad
unos y otros discutíamos confusamente el tema porque nos
faltaba estudiar las leyes. Arana reclamaba que se hubiese
lanzado la convocatoria, porque nuestra acción sí iba contra
de sus intereses políticos.

Pasaron varios días, tal vez una semana. Alguno de esos


días yo salía, iba a la casa de Árbenz y platicaba con él de la
situación. Jacobo no asistía a las reuniones aun cuando él era
parte del Consejo en su calidad de ministro de la Defensa.
Pero estuvo platicando con sus asesores, que supongo yo
eran Augusto Charnaud y Manuel Galich y finalmente,
aproximadamente entre el 10 y 12 de julio, asistió a una
sesión y volvimos a enredarnos en nuestra discusión. Él
permaneció callado y de repente pidió la palabra.

Entonces con su modo apacible, serio, parsimonioso y


tranquilo para hablar dijo: “he estado escuchando con mucho
interés el tema que se debate, y efectivamente es un asunto
muy importante, y desde luego se tiene que resolver de una
manera adecuada. Porque el Consejo Superior de la Defensa
que quede constituido, va a ser al que le va a tocar hacer la
proposición de la terna, de donde se va a sacar a quien
sustituirá al jefe de las Fuerzas Armadas si el actual presenta
renuncia. Por ello es un tema de mucha importancia en la

86 Tonto.
205
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

política nacional. Yo quiero hacer a ustedes un comentario;


precisamente por la importancia de esta decisión, tiene que
estar 100% apegada a nuestras leyes”.

Cada uno de nosotros en su puesto tenía un ejemplar de la


Constitución de la república y de la Ley Orgánica del Ejército.

Entonces Árbenz agregó “la ley orgánica dice que los


oficiales que formen parte del Consejo Superior de la Defensa
deben ser elegidos por votación secreta entre los oficiales de
alta en la fuerza permanente. Y el artículo tal de la
Constitución dice que cualquier acto que se haga
contraviniendo a las disposiciones de esta Constitución puede
ser declarado nulo ipso jure por el Congreso de la República.
Por consiguiente, si para elegir a los miembros del Consejo
Superior de la Defensa, esto no se hace de acuerdo con las
leyes de la Constitución, puede ser anulada la elección de

dichos miembros y entonces, consecuentemente cualquier


disposición que emane de dicho Consejo también será
declarado nulo. Así que les hago esta atenta observación y yo
les voy a rogar que me perdonen, porque tengo un
compromiso, me tengo que retirar.” Y se fue. Pero dejó el
canchinflín 87 allí y todos se quedaron callados.

El mensaje de Árbenz era que se corría el peligro de que


incluso el jefe de las Fuerzas Armadas, que saliera electo por
el Consejo Superior de la Defensa violando las leyes de la
república, podría ser rechazado por el Congreso. Allí se
terminó la sesión, pero la otra parte tuvo que aceptar la
realidad. Yo les propuse a los miembros del Consejo, hacer
una nueva convocatoria que se adaptara a las disposiciones
legales de la república. Fue aceptado. También les propuse
que el Consejo Superior de la Defensa que estaba integrado

87 Nombre que en Guatemala se le da a una variedad de cohetillo o petardo.


206
Alfonso Bauer Paiz
por 27 jefes y oficiales, se dividiera en cinco comisiones que
fueran a las distintas zonas militares y que se constituyeran
en mesas electorales. Allí se presentarían los oficiales de cada
zona a votar. Entonces ya fue cuestión de darle forma
organizativa a la disposición. Se nombraron las cinco
comisiones. Nos tocaba a cada comisión ir a tres zonas
diferentes.

Teníamos que salir el día domingo 17 de julio de 1949.


Todavía el sábado nos reunimos pero ya solamente de manera
administrativa. El encargado de los asuntos administrativos de
parte del ministerio de la Defensa que era Élfego Monzón junto
con el Estado Mayor del Ejército, se tenía que encargar de
contratar los automóviles para cada comisión para movilizarse
a las distintas zonas militares. El Ejército no tenía suficientes
vehículos para cumplir con tal tarea. Yo quedé en una
comisión que tenía que ir a recoger las votaciones en
Mazatenango, Quetzaltenango y El Quiché. La comisión en la
que a mí me toco participar estaba integrada por el jefe de la

base militar de Quetzaltenango, el coronel Manuel Maldonado


Robles, el de la base de Mazatenango que era Carlos Castillo
Armas, estaba también el segundo jefe de la base militar de El
Quiché y un mayor que era ayudante personal del coronel
Arana, Santiago Muñoz. Teníamos que salir el domingo, pero
saliendo de la reunión del sábado del Consejo, me estaba
esperando el asistente del coronel Árbenz. Era un individuo
de tropa que había sido el tamborero de la compañía de
cadetes, se llamaba Ramón, le decían Moncho. Me llamó y
me dijo “el coronel quiere hablar con usted”.

Entonces me fui a la casa de Árbenz, que vivía en un chalet


que quedaba en el Paseo de la Reforma, se llamaba Villa Sofía,
por donde ahora están todos esos hoteles grandotes. Cuando
llegué a la casa de Árbenz, había mucha gente, de los partidos
de gobierno, de la izquierda, porque había mucha tensión en
el ambiente. Árbenz me entró a una pequeña oficinita que
tenía allí. “¿Qué pasó?” me preguntó, “pues nada, le contesté,
ya se acordó todo, se nombraron las comisiones y a mí me toca
207
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

salir mañana para Quetzaltenango, Mazatenango y El Quiché,


ya todo está organizado. Lo que sí me sorprende es que los
otros ya no pelearon, ya aceptaron todo lo que les
propusimos”.

“Es que ya no les interesa, me respondió Árbenz, van a dar


un golpe de Estado”88

Así me lo dijo. Me dije “puchis”89 y me quedé callado.

Entonces Árbenz me dice “¿y qué tal si nos les


adelantamos?”

“Pues yo creo que si tenemos como hacerlo, hay que


hacerlo, le respondí, ¿pero con que se cuenta?”. “Con nada”
me dijo. “Bueno mi coronel, le dije, se cuenta con los
sindicatos ¿verdad?, “cien por ciento”, “y con la policía”,
“cien por ciento”. “Pues vea mi coronel, le dije, yo tengo una
idea”.

Como les conté antes, yo estaba trabajando en un estudio


de sanitación de la base militar de La Aurora. Habían unos
planos muy bien hechos que habían dejado los gringos, con
mucho detalle y yo los estudiaba, porque allí se miraba unas
colinitas por donde estaba el asilo de ancianos. Yo pensaba
que tomándose esa colinita se podía tomar la base por

88 En efecto las presiones de los aranistas hacia el coronel Arana eran muy fuertes:
era necesario dar un golpe militar y hacerlo pronto. Arana prefirió hacerle un
ultimátum al presidente Arévalo: a cambio de dejarlo terminar su mandato
presidencial, éste debía destituir a su gabinete, poner nuevos ministros a gusto de
Arana y pasar a retiro del ejército a Árbenz y a sus seguidores. Arévalo pidió unos
días y Arana aceptó lo cual le dio al primero el respiro suficiente como para organizar
la destitución de Arana por el Congreso y su salida al exilio en Cuba con la aceptación
del presidente cubano Prío Socarrás. La muerte de Arana ocurrió en el momento en
que un grupo de leales al gobierno y a Árbenz fue a capturarlo. Véase Gleijeses,
capìtulo 3, 1991.
89 Modismo guatemalteco que puede expresar sorpresa o protesta.

208
Alfonso Bauer Paiz
sorpresa. Entonces le dije a Árbenz, “Mire mi coronel, yo
tengo un plano de la base militar de La Aurora, allí yo he
pensado de qué manera se puede atacar, y creo que se
pueden armar unos 500 o 600 hombres y se podría intentar
una toma sorpresiva de la base. Y creo yo que si se controla la
base, se controla la fuerza aérea”. Por que ésta estaba en la
base de La Aurora. “Y si se controla la fuerza aérea, pues
casi se puede decir que se controla la república”. Árbenz me
dijo “¡váyame a traer ese plano!” y salí yo en carrera, lo fui a
traer a mi oficina que estaba detrás del hospital militar.
Llegué con el plano, cuando entré, en medio del montón de
gente, la situación estaba muy excitada. Árbenz me dijo
“entrégueme el plano, ai le digo yo que decisiones tomamos,
lo llamo después”, “acuérdese que yo me tengo que ir mañana
para Mazatenango, pero si hubiera necesidad o si va a suceder
algo, pues yo no quiero estar afuera”. “No váyase, me dijo

Árbenz, porque si no despertaría sospechas, yo lo mando a


llamar si se necesita”.90

Al día siguiente salimos para Mazatenango serían entre 6 y


9 de la mañana, íbamos los cinco miembros de la comisión en
el mismo carro. Es más, en la política civil había habido
mucha efervescencia, porque como la situación estaba tan
tensa, habían removido al director general de Caminos que
era el ingeniero Arturo Paiz, el cual era aranista. Habían
removido también al que estaba encargado de la construcción
del estadio nacional, Juan de Dios Aguilar, y habían puesto a
Angelito Martínez, uno de los 14 estudiantes, quien ya era
ingeniero. Entonces en el viaje de Guatemala a Mazatenango,
los otros cuatro que eran aranistas, iban hablando horrores y
comentando esos cambios, pero ya hablando como que la
situación era de que ya iba a tronar algo. El chofer del carro

90 Como después lo demostraron los acontecimientos no fue necesaria la toma de la


base militar de La Aurora puesto que su jefe el coronel Gabino Santizo, se plegó al
gobierno. Por diversas fuentes, entre ellas Gleijeses (1991; Zea, 1989) sabemos que
el coronel Santizo recibió alrededor de 75 mil dólares para que se le reforzara su
“lealtad” al gobierno de Arévalo.
209
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

también era enemigo del gobierno, aranista, así que yo iba


solo entre enemigos del gobierno.

La carretera del Pacífico, por la cual íbamos, no estaba


pavimentada y era tiempo de lluvias, así que nos quedamos
atascados antes de llegar a Patulul y estuvimos como una hora
parados allí. Total llegamos el domingo a medio día a
Mazatenango. Fue la votación el lunes temprano en la
mañana, cuestión que nos tomó un par de horas y de allí
salimos ese lunes 18 de julio de 1949 para Quetzaltenango y
llegamos aproximadamente a las cuatro de la tarde a dicha
ciudad.

Al llegar a Quetzaltenango nos encontramos con la novedad


de que algo grave estaba ocurriendo en la ciudad de
Guatemala. No se sabía a ciencia cierta que pasaba, porque
las comunicaciones en ese tiempo eran muy deficientes. En la
base tenían radio pero sólo se decía que algo grave había
pasado. Anduvimos allí y llegó el gobernador del
departamento, un militar llamado Juan José Serra, que tenía
una relación de parentela con Árbenz. Pepe Serra, yo también
fui muy amigo de él. Nos fuimos a una estación de radio a ver
si se oía algo. Pero la inquietud estaba, algo había sucedido
en Guatemala. En la tarde estábamos como a las cinco, en la
base militar de Quetzaltenango. Ésta se encontraba en lo que
había sido la estación del Ferrocarril de los Altos, yo desde
luego por mi categoría y por la posición que tenía, aunque no
les fuera simpático, no me podían negar que me metiera a las
oficinas. En eso me salí de las oficinas del jefe de la base, a
un corredor, y allí se encontraban los oficiales de la
guarnición. Uno de ellos se me acercó, había sido mi cadete y
mi alumno y me dijo “mi mayor qué hacemos, qué pasa?”,
pues no sé como está la situación, qué ha pasado, le dije,
210
Alfonso Bauer Paiz
pero tenemos que permanecer leales al ministro de la
Defensa”.

Me acerqué después a la oficina de la radio, estaba el radio


operador con los audífonos puestos con un coronel que
después mataron en el cuartel de Matamoros en la rebelión del
13 de noviembre de 1960, el coronel Lisandro Ortiz. De
repente, el radio operador dijo “¡oiga!”, y le pasó los audífonos
a Lisandro Ortiz, y éste oyó algo y dijo “¡Ay! Esto hay que
decírselo al jefe” y salió corriendo porque la oficina de radio
estaba retirada de la oficina del jefe de la base, el coronel
Manuel Maldonado Robles. Salí corriendo detrás de él y entré
a la oficina. Lisandro Ortiz le dijo a Maldonado Robles “mi
coronel, acabo de oír en la radio que el coronel Arana está
gravemente herido y que hay un alzamiento. Que se alzó la
base de La Aurora y que está resistiendo la Guardia de Honor,
y que hay combates en la ciudad de Guatemala”.

Esto fue textualmente lo que dijo, lo de la base de La


Aurora no era cierto. Pero la noticia fue una bomba. Allí
estaban Maldonado, Castillo Armas, Santiago Muñoz, el
segundo jefe de la base de El Quiché, un militar de línea, el
teniente coronel Oliva. Serían ya las 6 de la tarde, entonces
Maldonado Robles refiriéndose a la elección dijo “bueno pues,
en realidad ante esta situación no seguimos con esta
babosada, yo no me muevo de mi puesto”. Castillo Armas dijo
“entonces yo me regreso a El Quiché, a ver si usted me da un
carro mi coronel”. “Si se lo damos” le dijo Maldonado Robles.

Se acordó que se abandonaba lo que estábamos haciendo y


que cada quien se volvía a su puesto. Santiago Muñoz y yo, se
acordó que regresábamos, que pasábamos dejando a Castillo
Armas a Mazatenango y que nos íbamos a la ciudad de
Guatemala. Cenamos, y salimos como a las 7 u 8 de la noche
para Mazatenango. Las carreteras en aquel tiempo eran un
poco más lento recorrerlas. Llegamos a Mazatenango a las 11
de la noche, el cuartel estaba en el centro del pueblo. Como
Castillo Armas era el jefe, le dieron novedades y le dijo el

211
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

segundo jefe, “aquí hay un telegrama para usted”, Castillo


Armas lo abrió, y nos lo pasó a Santiago Muñoz y a mí.

El telegrama de Árbenz y decía más o menos así: “En vista


del sensible fallecimiento del señor coronel Francisco Javier
Arana, conforme a la Constitución de la República, me he
hecho cargo provisionalmente de la jefatura de las Fuerzas
Armadas, queda usted responsable de mantener el orden en
su zona”. Santiago Muñoz era protegido y muy amigo de
Arana, entró en shock, se cayó sentado en un sofá y se puso a
llorar. Castillo Armas era tranquilo y dijo “vamos a mi casa a
tomar una copa”, en el entendido de que nosotros teníamos
que seguir camino. Pero Santiago Muñoz, se desmadejó
completamente, al grado de que al salir caminando del cuartel
y al atravesar la plaza del pueblo, se nos sentó en el suelo y se
puso a llorar otra vez. Entre los dos lo levantamos, “venite

Santiago un trago te va a caer bien” le dijimos y nos fuimos a


la casa de Castillo Armas.91

La casa de Castillo Armas estaba sola. No se encontraba


allí su esposa. Sacó una botella de whisky y unos vasos.
Tomando la copa me dijo “yo me voy a Guatemala usté”,
“usted no se puede ir, le dije, usted es el jefe aquí y acabamos

91 La muerte del coronel Francisco Javier Arana es un hito en la historia política de la


Guatemala del siglo XX. Determinó que las fuerzas de la derecha más beligerante
endurecieran su labor conspirativa contra el gobierno revolucionario como sucedió
después con el complot de noviembre de 1950, en el cual resultó herido y encarcelado
Castillo Armas. La versión oficial fue que el coronel Arana iba a ser capturado y que
al resistirse se originó una refriega en el puente de la Gloria (que se encontraba al
principio del camino de circunvalación del lago de Amatitlán). Como consecuencia del
cual resultaron muertos Arana, su ayudante el mayor Absalón Peralta, uno de los
que lo iban a capturar y el subjefe de la Guardia Civil, el teniente coronel Enrique
Blanco. Además hubo varios heridos entre ellos el diputado y hombre de confianza de
Árbenz, el capitán en situación de retiro Alfonso Martínez Estévez. La versión que
siempre ha enarbolado la derecha guatemalteca es que la muerte de Arana fue una
acción premeditada de Árbenz y sus partidarios Una reconstrucción detallada y
objetiva del hecho puede consultarse en Gleijeses, capítulo .3, 1991. La versión de la
derecha puede encontrarse en Cobos Batres (1950).
212
Alfonso Bauer Paiz
de ver el telegrama que le mandó el coronel Árbenz”, “si pero
allá está mi mujer” me volvió a decir. “Nosotros no tenemos
que estar donde está nuestra mujer sino en nuestro puesto” le
respondí con sequedad. No me alegó más y se quedó callado.

Por eso es que Castillo Armas conmigo tenía algunas


reservitas, porque habíamos tenido algunas confrontaciones
de esa naturaleza. No ejercía autoridad moral sobre mí, a
pesar de que había sido mi jefe en la Escuela Politécnica y eso
creaba fricciones.92 Una vez llegaron a la escuela unos cadetes
mexicanos en visita de cortesía, y le estaban pidiendo que le
regalara unos espadines, claro en Guatemala no se podían
regalar espadines, no había dinero. Después me contaban los
cadetes o los otros oficiales, que Castillo Armas había dicho

“¡nooo! es que el capitán Paz me mata si yo regalo uno de esos


espadines, Dios guarde”. Esto no me gusta contarlo porque
puede parecer una fanfarronada. En realidad nunca tuvimos
una amistad estrecha o cordial a pesar de que tuvimos
convivencia.

Caminamos toda la noche, nos metimos por algunas fincas


para no caer en el atascadero en que nos habíamos quedado el
sábado. Total más o menos a las 6 de la mañana estábamos
llegando a la cuesta de Villalobos, allí alcanzamos una
columna de camiones con gente de los que estaban trabajando
en la carretera del puerto de San José y que llevaban
campesinos para apoyar al gobierno. Al mando de esta gente
iba el ingeniero Roberto de León, primo hermano de Ricardo
Ramírez,93 Chobe de León. Yo soy muy amigo de él, era un

92 Castillo Armas fue subdirector del la Escuela Politécnica entre 1945 y 1947, los
mismos años en que Paz Tejada fungió como capitán de la compañía de cadetes.
Entre 1947 y 1949 llegó a ser director de la misma. Por lo tanto durante los
acontecimientos de julio de 1949, recién empezaba su gestión como jefe de la base
militar de Mazatenango (Politécnica, 1973).
93 Ricardo Ramírez fue después más conocido como Rolando Morán. Militante del PGT

en los años cincuenta, rompió con dicha organización en 1966 y junto a otros
combatientes fundó la Nueva Organización Revolucionaria de Combate (NORC), la que
después se convirtió en el Ejército Guerrillero de los Pobres. Ramírez llegó a ser su
Comandante en Jefe. Murió el 11 de septiembre de 1998.

213
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

muchacho muy revolucionario y muy hombrecito. Le tengo un


gran cariño y un gran aprecio.

Entonces nos pararon y nos preguntaron “quien viene allí”


dijeron, “aquí viene el mayor Paz Tejada”, “Que pase, que
pase” y pasamos. Entonces llegamos a la ciudad de
Guatemala. Este Santiago Muñoz vivía por allí por La Aurora,
todo el camino se había venido durmiendo. Yo le dije “bueno
Santiago, yo te voy a ir dejar a tu casa, en caso de necesidad
yo puedo dar testimonio de que te quedaste en tu casa pero no
te vayás a meter a ninguna parte”, como creés que me vaya a
meter alguna parte me dijo, no mirás como vengo”. Lo dejé en
su casa y ya estaba dispuesto a ir al Palacio y entonces el
chofer me dijo, “mire señor yo de aquí no paso, no sé lo que
está pasando en la ciudad y lo único que tengo es este carro y

no lo quiero arriesgar.” “Bueno está bien, dije, a ver mi


maleta”, la abrí y saqué mi pistola. Le dejé la maleta y me fui
a pie desde La Aurora hasta el Palacio Nacional.

Me fui por toda la primera avenida, pasé por el cementerio,


y por cierto lugar se podía ver un avioncito que picaba sobre la
Guardia de Honor y tiraba una ráfaga de tres o cuatro tiros y
volvía a subir. No era de los aviones más poderosos sino un
P-38, de esos que tenían el motor radial, se le miraban los
cilindros por fuera, tenía unas ametralladoritas 30. Sólo un
piloto tenía esa misión. Eso yo lo vi. Llegué al palacio y claro
yo era conocido, me dejaron entrar inmediatamente y llegué
hasta el despacho de Jacobo Árbenz. Y Allí estaba Jacobo. En
pie de guerra porque en la noche los habían atacado.94 Me

94La rebelión militar de 1949 fue la coyuntura en la cual el temple y la habilidad de


Árbenz se evidenciaron plenamente. El 18 de Julio antes de que estallaran las
hostilidades, Árbenz mandó a llamar al primer jefe de la Guardia de Honor, coronel
Juan Francisco Oliva, diciendo que él y Arana lo necesitaban. Al llegar al Palacio
Nacional, Oliva fue apresado en un incidente en el cual resultó herido. El capitán
Víctor Manuel Archila fue ultimado en el Palacio Nacional cuando fue a buscar a
214
Alfonso Bauer Paiz
preguntó “y usted donde estaba” “como que donde estaba, no
sabe pues que me tenía que haber ido a Mazatenango y
Quetzaltenango. Supimos de la situación en Quetzaltenango y
caminamos toda la noche para poder estar aquí en este
momento”, “Ah pues quédese aquí, me va ayudar”. “No le
dije, quiero ir a la Base”. “Esta bien váyase, vaya a la
Dirección de Caminos allí esta Rafael Castañeda y dígale que
le de gente de la que tiene allí y entonces se viene para el
Castillo de San José”. Porque según me dijo Jacobo, los
alzados de la Guardia de Honor se encontraban allí y estaban
tirando hacia el centro de la ciudad con morteros.

Pasé con Rafa Casteñeda. Me indicó que toda la gente se


encontraba en la base de La Aurora. Llegué a la base y me
dieron gente, un grupo de estudiantes, obreros, campesinos
otros civiles y tres o cuatro soldados. Entre los civiles iba este
muchacho que después fue de mis colaboradores en la lucha
política, Humberto Véliz. a Betío Véliz no lo conocía yo.
También iba un muchacho que era cadete de la escuela militar
en El Salvador, hijo de un mayor de apellido Arana, pariente
del coronel Arana, que había sido director de la Policía cuando
la junta militar de gobierno en 1944. A pesar de la relación de
parentesco con el muerto iba con nosotros, me llamó la
atención porque era muy valiente y sabía manejar muy bien la
ametralladora.

Caminamos por la calle real de El Guarda Viejo, por la


avenida Bolívar, y las mujeres y la gente que nos veía pasar
nos decían “¡Ay pobrecitos!”. Llegamos al Castillo de San José,
pero allí no había nadie. Entonces por la vía del ferrocarril nos
fuimos de regreso hacia el sur. Y más o meno antes de llegar a

Oliva. El jefe del Estado Mayor del Ejército, coronel José María Ortega también fue
capturado y expulsado hacia Cuba en un avión del Ejército. El ataque de los alzados
comenzó a las 17:30 horas después de una conversación telefónica entre Mario
Méndez Montenegro y Árbenz, en la cual el primero exigió al segundo que los
capturados fueran entregados a los sublevados. Ante el ultimátum de Méndez
Montenegro, Árbenz respondió “pues eche reata Mario” (Zea, 1989, pp. 433).
215
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

una calle que se llama La Castellana, por allí salen unas calles
que van hacia la zona 10, por una de esas calles encontré un
cañoncito de esos antitanques, con gente, algunos militares y
tropa de los que estaban en la base. Allí nos pusimos de
acuerdo. Estaba allí también el mayor José Luis Morales
Melgar, Chimpa Morales.

Acordamos organizar tres columnas para atacar la Guardia


de Honor por tres flancos. Chimpa Morales se iba a ir por un
lado para intentar atacar la Guardia de Honor por el sur y que
yo lo haría por el norte.95 En nuestro grupo además de Betío
Véliz y el cadete Arana estaban Jorge Medina Coronado,
después un aliado del anticomunismo. Iban también Mario

Sosa y Rogelio Cruz Wer. Nos fuimos por esas calles,


recuerdo la calle que va a da a la Torre del Reformador, por
allí pasamos. Llegamos hasta más o menor lo que es la
6ª. Avenida, hicimos un rodeo hacia el norte para regresar por
la 12 Ave. Por donde comienza el Campo de Marte. En el
trayecto nos cruzamos con uno de los tanques que salió de la
Guardia de Honor el cual nos hizo fuego de ametralladora e
hirió a uno de los civiles que iba en mi grupo. Yo creía que la
artillería la tenían en el Campo de Marte y pensaba atacarlos
con los 15 ó 20 hombres que yo llevaba. Pero cuando llegamos
al Campo de Marte no había nadie. Antes de llegar a la
gasolinera de un señor Gálvez Noriega, había una casa en
construcción de dos pisos, subimos a la terraza, montamos la
ametralladora y empezamos a tirar sobre la Guardia de Honor.
Los alzados estaban en lo que antes se llamaba Contreras,
que ahora es Vista Hermosa.96 Al parecer allí tenían la
artillería y creo que estaban tirando contra la capital. Así

95El mayor José Luis Morales fue herido durante el asedio a la Guardia de Honor.
Véase Santa Cruz (1978).

96 Barrio residencial en la ciudad de Guatemala.


216
Alfonso Bauer Paiz
nosotros le empezamos a tirar al cuartel. Ellos también nos
tiraron.

Originalmente entre los que se alzaron estuvo el coronel


Jorge Barrios Solares, tío de Lionel Sisniega Otero.97 Barrios
Solares había sido secretario de Arana, también estaban
Saturnino Barrera y Mario Méndez Montenegro que era civil.
Después leyendo las memorias de Emilio Zea, él reproduce las
declaraciones que hicieron estos liberacionistas, y allí Barrios
Solares dice que cuando estaban en la Guardia de Honor,
fueron sometidos a un fuerte bombardeo con armas y aviones
que había mandado de Cuba Prío Socarrás.

Son puras mentiras, lo único que yo vi fue al avioncito que


le dije y nosotros que le estábamos tirando con la

ametralladora 30 y con los fusiles que llevábamos. Por cierto


que a mí por poco me meten un tiro. La casa era de dos pisos,
pero como la casa estaba en construcción yo me subí al
segundo piso, allí había una ventana que daba a la Guardia
de Honor. Llevaba una metralleta Reissing con la cual les
estaba tirando pero no mucho. Lo que sí tronaba era la
ametralladora 30 que estaba disparando el cadete Arana. Y
también nos tiraban de la Guardia de Honor.

La verdad es que el combate es excitante. En el combate se


oye el chiflido98 de las balas, y se pone uno eufórico, como
borracho. En esas estaba yo, con los tiros zumbando por
todos lados, y de repente sentí que en la pared de la ventana
sonó algo y me saltó piedra o cemento y me cayó algo en un
ojo. Me di cuenta que una bala había pegado sobre el
antepecho de la ventana, que si disparan un poquito más alto
allí hubiera terminado la historia. Entonces me dije “ah

97 Uno de los más connotados dirigentes liberacionistas. Durante las hostilidades que
culminaron con el derrocamiento de Jacobo Árbenz, Sisniega Otero, Mario López
Villatoro y José Torón España fueron los locutores de la Llamada Radio Clandestina
desde la cual se hicieron arengas y propaganda contrarrevolucionaria.
98 Silbido.

217
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

puchis, mejor me bajo para donde están los demás


muchachos”.

El tiroteo duró bastante. Como a las doce del día de ese 19


de julio, pasaron ambulancias, carros, de repente vimos un
jeep con gente que iban a entrar a la Guardia de Honor y les
empezamos a tirar. Por poco matamos al Arzobispo de
Guatemala, Mariano Rosell y Arellano, que iba en el jeep. Vi
al pijije99 brincar del jeep para protegerse. Allí resultó herido
de las balas que disparábamos nosotros, Ramiro Paiz Novales,
que era uno de los ayudantes, de los cuales tres eran
militares. Mario que es de mi misma promoción en la Escuela
Politécnica, después viene Ernesto que entró como año y
medio después que yo y este Ramiro que no era de la
Politécnica, que había ascendido a oficial. Ramiro era el
entonces sargento de caballería con el que yo me crucé de

palabras durante la manifestación del 25 de junio y después


de lo cual me capturaron. Es pequeño el mundo, porque
Ernesto Paiz Novales debe haber estado en la base, porque era
capitán de la compañía de cadetes y a ésta la habían
trasladado a dicha base desde que empezó el conflicto.

Al rato de que por poco le metemos un tiro a Sor Pijije pasó


un carro con una bandera blanca en el cual iba Chepe Orozco
Posadas. Nos vio en la casa y nos gritó “¡ya no tiren!, ¡ya no
tiren! ¡ya se esta firmando el acuerdo de paz!”. Y llegaron a la
guardia de honor, pero lo que pasaba era que los oficiales que
estaban alzados estaban aprovechando esas pláticas para
salirse de la Guardia de Honor e ir a refugiarse a una
embajada. Deben haber aprovechado la entrada de carros y
ambulancias para salirse.

99 Apodo que los estudiantes le dieron al Arzobispo Rosell y Arellano.


218
Alfonso Bauer Paiz
Le voy a contar una anécdota. Cuando yo era maestro de
Caminos, trabajaba en el tramo de Guatemala para Morán, y
entonces allí llegaban chóferes a trabajar con nosotros, y llegó
un chofer que se llamaba Roberto Salas, le decían el Burro de
apodo. Se establecía cierta amistad con los chóferes. Incluso
él fue uno de los chóferes que a mí me enseñaron a manejar.
Yo tuve de chofer a Salas. Pasó el tiempo y ya estando en el
gobierno del coronel Árbenz, siendo yo ministro de
Comunicaciones, hubo un terremoto en El Salvador, envió
una delegación a ese país y yo fui, iba también el alcalde de
Guatemala, que era de la oposición, Martín Prado Vélez.
Como Prado Vélez y yo éramos ingenieros compartimos
habitación. El ministro de Relaciones Exteriores de
Guatemala era Manuel Galich e hizo muy buenas relaciones
con el de El Salvador, Roberto Canessa. Los dos simpatizaron
mucho. Fuimos a ver las ciudades más afectadas, a ver la
construcción de la presa del río Lempa, y resulto que entre los
chóferes que nos estaban llevando estaba Roberto Salas. Me
contó que estaba exiliado y al preguntarle por qué, me dijo
que había estado metido en lo de Arana. “Bueno pues

hombre, le dije, yo estoy en el Ministerio de Comunicaciones


y allí estoy para servirle cuando usted regrese a Guatemala”.

Pasó el tiempo, vino el gobierno del general Idígoras y


entonces andaba yo choteado y escondiéndome. Un día iba yo
por la calle y este Roberto Salar estaba en el gobierno del jefe
de Tránsito, y casualmente me lo encontré por allí por el
edificio de la Policía Nacional y me invitó a tomar un café.
Mientras nos tomábamos el café me recordó nuestra plática en
el Salvador, me dijo que estaba muy agradecido conmigo y me
ofreció en reciprocidad ayudarme en algo si lo necesitaba.
Después de agradecérselo le pregunté por qué era que había
estado en la Guardia de Honor. Me dijo: “lo que pasó es que
yo era compadre de Arana y cuando lo mataron me fui a meter
a la Guardia de Honor. Pero lo verdad es que yo vi a militares
allí, dándose de cabezazos contra la pared preguntándose
porque estaban metidos allí, muertos de miedo. Otros se
219
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

fueron de la Guardia de Honor como pudieron. Hubo un


momento en que yo me quedé mandando en ese cuartel”. Me
preguntó “¿Y usted dónde estaba?”, “casualmente, le respondí,
estaba en la gasolinera de Gálvez Noriega, enfrente de la
Guardia de Honor desde allí les estábamos tirando”. Y
entonces me dijo “Si yo llego a saber que usted estaba allí, le
abro las puertas y le entrego el cuartel”. Otro que dicen que
estuvo en la Guardia de Honor fue Enrique Trinidad Oliva,100
y ese sí no creo que haya estado acobardado porque no era
miedoso, era malo pero no miedoso. También se fue de la
Guardia de Honor pero eso es otra cosa. Después de que llegó
Chepe Orozco a decirnos que ya no siguiéramos tirando, la

cosa se calmó. Llegaron unas gentes a darnos unos panes


para comer. Como le digo el combate es una borrachera,
cuando uno está excitado se está dispuesto pero si luego uno
luego se enfría, el valor se va. No lo digo por mí sino por los
muchachos que estaban conmigo. Nos quedamos allí y entró la
tarde. Como a las 4 ó 5 y media, se empezaron a oír ruidos
dentro del cuartel, se oyeron las sirenas de los tanques y sus
motores y entonces los muchachos que estaban conmigo
dijeron “van a salir los tanques y nos van a venir a matar uno
por uno.

Así salimos y dimos un gran rodeo hasta llegar a la base.


Cuando llegamos ya se había corrido la voz de que habíamos
estado combatiendo frente de la Guardia de Honor. El que
había llegado a vernos allí fue Élfego Monzón y me dijo
“¡puchica! Ustedes aquí están metidos en la boca del lobo!”.

100Hermano del Coronel Juan Francisco Oliva, mencionado en el capítulo anterior.


Después del derrocamiento de Árbenz entró a Guatemala con Castillo Armas y formó
parte de una junta de gobierno con éste último y Élfego H. Monzón. Trinidad Oliva fue
sindicado de participar en el complot organizado por la extrema derecha del MLN y el
dictador Trujillo para asesinar a Castillo Armas, lo que sucedió el 26 de julio de 1957.
Posteriormente estuvo vinculado al aparato de terror contrainsurgente hasta que fue
muerto por un comando guerrillero en los años sesenta.

220
Alfonso Bauer Paiz
“Bueno, le dije, el combate consiste en buscar al enemigo”.
Rogelio Cruz Wer también estuvo allí, pero ya no se quedó, le
sentí ganas de que se quería ir así que le sugerí
diplomáticamente que si se quería ir se fuera. Y se fue.
Cuando llegamos a la base, el mismo Aldana Sandoval me dijo
“Ah que alegría verlo, ya me contaron que estuvieron enfrente
de la Guardia”.101

Allí comimos. Más o menos como a las 8 de la noche llegó


Ricardo Porras. Él era parte de los oficiales oficinistas que
trabajaban en el Ministerio de la Defensa, pero ese día había
estado en la Guardia de Honor porque los habían tenido
prisionero los alzados. Así habían tenido preso a Carlos
Enrique Díaz,102 quien había sido enviado a parlamentar pero
los alzados los metieron al calabozo diciendo que era parte del
Ministerio de la Defensa.

Hubo cosas muy chistosas. Un coronel que era el Pagador


General del Ejército, el coronel Morales Dardón, tenía la
barba muy tupida, era un tipo muy alegre y contador de
chistes. Llegó al cuartel también de parlamentario y los
alzados también lo querían meter al calabozo y dicen que
cuando se lo estaban llevando, les decía “¡no muchachos, si
yo no soy militar de pelear”. Después le hacían bromas a éste,
en realidad no era militar sino oficinista. En la noche como le
digo, llegó Ricardo Porras a avisar que la Guardia de Honor ya
se había rendido y que querían a algunos oficiales para ir a
acuerpar allí. Yo que era muy entusiasta me fui con Ricardo
Porras para la Guardia de Honor y allí dormí la noche del 19
para el 20.

Al día siguiente amaneció como jefe de la Guardia de Honor


Carlos Enrique Díaz. El dijo que había que irles quitando las
armas a los civiles. Allí dentro de la Guardia de Honor estaban

101 La rebelión aranista fue derrocada pero tuvo un costo significativo en vidas
humanas: 150 personas resultaron muertas y más de 200 resultaron heridas
(Gleijeses, 1991, p.69).
102 En el próximo capítulo Paz Tejada se refiere a Díaz.

221
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Maco Villamar Contreras y Fermín García, el hermano de


Amadeo García. Ellos habían ido a la Guardia de Honor para
apoyar a los militares leales al gobierno. Estaba también Alaric
Bennett.103 Desde luego yo andaba todo chorreado y sucio,
después de horas de estar metido en todo ello. No tenía
insignias y ya estaban por orden de Díaz sacando a los civiles
del lugar y les estaban haciendo que entregaran las armas.
Entonces llegó un sargento y me quiso sacar y yo le dije que
no era civil. Altanero me preguntó “¿y qué sos vos?”, “yo soy
mayor”, “¡ja puta!” me dijo con sorna. En ésas estábamos
cuando llegó Carlos Enrique Díaz a decir que era cierto. A la
semana yo era el jefe de las Fuerzas Armadas...

VII
Jefe de las Fuerzas Armadas
Tomé posesión del cargo de jefe de las Fuerzas Armadas de
Guatemala, si mal no recuerdo el 27 de julio de 1949.
Después de haber estado en la Guardia de Honor me fui al
Ministerio de la Defensa en donde estuve ayudando a Jacobo
Árbenz unos dos o tres días. Posteriormente al día de la
muerte de Arana, el gobierno estuvo tratando de estabilizar la
situación, especialmente desde el punto de vista de la
seguridad militar. Fue en esos días en que estuve llegando al
despacho de Árbenz, pero la verdad es que si éste me hizo
algunas consultas, posteriormente tuvieron otros desarrollos.
Por ejemplo recuerdo exactamente que el que se había

103Dirigente sindical afroguatemalteco de los trabajadores del United Fruit Company


y diputado por el Partido de Acción Revolucionaria (PAR) durante el gobierno de
Árbenz. En junio de 1957 fue asesinado junto a otros dirigentes y activistas sindicales
en el poblado de Morales por las huestes liberacionistas al mando de Rosendo Pérez.

222
Alfonso Bauer Paiz
quedado de jefe de la Guardia de Honor era el teniente coronel
Carlos Enrique Díaz, quien era más antiguo que Jacobo y que
yo. Entre otras cosas Jacobo me dijo “oiga no es conveniente
que Carlos Enrique Díaz esté al frente de la Guardia de
Honor”.

Entonces yo le hice una defensa de Carlos Enrique Díaz. Él


había estado con nosotros en el Consejo y aunque no había
sido el más activo o de los que más dieron en la confrontación
con el coronel Arana, sí estaba en nuestro grupo. Le dije que
Díaz era un buen hombre, que estaba comprometido con la
revolución. Cosa que años después resultó a la inversa. No sé
si influí, creo que sí, en que Jacobo Árbenz dispusiera dejarlo
en la Guardia de Honor.

Posteriormente me fui a mi trabajo en el departamento de


ingenieros, allá atrás del hospital militar, y mi vida volvió a la
normalidad.

Arana había muerto el día lunes. El sábado de esa misma


semana me llamó por teléfono Élfego Monzón. Su oficinista
estaba en el Palacio en el Ministerio de la Defensa, y me pedía

que fuera allí. Cuando llegué ya estaba José Ángel Sánchez.


Ambos me dijeron “Carlos, lo llamamos porque nosotros somos
la mesa directiva del Consejo Superior de Defensa, entonces
nos corresponde proponer la terna de militares de los cuales se
va a escoger al sustituto del coronel Arana. Hemos estado
platicando, ya hablamos con Jacobo y él nos ha dicho que
tenemos plena libertad para escoger al jefe de las Fuerzas
Armadas. Sólo nos pidió que en la terna fuera Gabino Santizo”.

Según dicen, Árbenz le había prometido a Gabino Santizo


que iría en la terna para que éste diera a la base militar de La
Aurora para aplastar el alzamiento. Además le dieron pisto.104
“Pero claro, dijo Élfego, nos dijo Jacobo que Gabino no va a

104 Dinero.
223
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

quedar. Entonces nosotros tenemos libertad porque tenemos


control del Consejo”.

En realidad yo no era ambicioso y no se me había ocurrido


eso. “Hemos estado hablando me dijo Monzón, y consideramos
que como la cosa está tan delicada y hay polarización entre el
Ejército, usted es la persona que tiene la posibilidad de unir
nuevamente al Ejército”. Esto era porque además de ser
egresado de la Politécnica, había sido soldado de cuartel, y
tenía bastantes amistades y simpatías en el Ejército. Élfego
Monzón me dijo entonces que yo tenía que ir y que la otra
oportunidad dentro de la terna se la habían sorteado entre él y
José Ángel Sánchez, y ganó José Ángel. “Bueno le dije yo, si
quiere yo me hago a un lado”.

Noté que a Élfego Monzón no le era desagradable del todo la


idea, “Mire me dijo, nos vamos a reunir en la tarde los de
Consejo en el cuartel de Matamoros donde estaba el empleo de
José Ángel Sánchez, él era jefe de dicho cuartel y allí estaba la

maestranza.105 En la tarde nos reunimos en ese lugar.


Llegué en la misma posición, la verdad es que yo no
ambicionaba el puesto. Ernesto Paiz Novales, que había
llegado antes que yo, me llamó aparte y me echó la gran
filípica para convencerme. Según él yo era el único que podía
unificar al Ejército. Hasta del Señor de Esquipulas me habló,
él era muy católico. Pero además me dijo, “cómo cree usted
que pueden llegar éstos”. Hablando medio despectivamente de
José Ángel me dijo que era un borrachón, lo cual era cierto.
“Con la ayuda del Señor de Esquipulas usted va a salir
adelante”.

105 Sección del Ejército encargada de proveer los recursos necesarios para el
funcionamiento normal de las Fuerzas Armadas
224
Alfonso Bauer Paiz
Así fue que acepté la propuesta. Por allí tengo una copia de
un informe que pasó la embajada norteamericana a
Washington cuando fue ese nombramiento, me lo regaló Piero
Gleijeses, quien lo encontró mientras estaba investigando para
hacer su libro. En este informe enviado por el secretario de la
embajada al Departamento de Estado, éste avisaba de mi
nombramiento, hacía una breve reseña mía bastante
aproximada porque en realidad no se sabía mucho de mí.
Entre los diputados yo era bastante conocido, en el Congreso
estaba Marco Antonio Villamar y otros muchachos, ellos
sabían que yo había estado en el 20 de octubre. También me
habían visto en la Guardia de Honor el 19 y 29 de julio. Y
cuando en medio de la crisis yo había llegado a hablar con
Árbenz, allí me habían conocido otros de ellos.

En realidad la selección que hizo el congreso fue


abrumadora mayoritaria para mí. Los otros miembros de la
terna fueron el coronel Gabino Santizo, que estaba incluido en
la terna solamente por un compromiso pero estaba descartado
de antemano. El otro era el propio José Ángel Sánchez porque
como le dije, la noche anterior en que me hicieron la
propuesta, se habían sorteado entre ellos dos el lugar en la
terna y Sánchez ganó. Así resulté yo nombrado.

El que Jacobo me hubiera dicho que no convenía dejar a


Carlos Enrique Díaz en la Guardia de Honor tiene importancia,
porque Díaz creció políticamente dentro del Ejército y empezó
a hacer una política individual, de cierto caudillismo,
recuperó influencia sobre Jacobo y adquirió poder. Tiempo
después cuando comentamos con Árbenz sobre a quién se
debería proponer cuando se terminara mi período como jefe de
las Fuerzas Armadas –eso fue seis meses antes de que Jacobo
entrara a la presidencia-, yo ya había descubierto algunas
actitudes de Díaz. También se me habían acercado algunos
oficiales jóvenes para indicarme que notaban su política
caudillista. Como le digo, le observé actitudes que me
hicieron perder confianza en él, lo conocí un poco más de
cerca, lo veía ambicioso, vanidoso y que no tenía convicciones
políticas firmes. No era un hombre que perteneciera a la
225
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

revolución, estaba en el gobierno, estaba en el grupo de


Jacobo, pero no tenía convicciones revolucionarias. Le
manifesté a Árbenz estos puntos de vista cuando discutimos
sobre quién se debería proponer para sustituirme en la
jefatura de las Fuerzas Armadas.

Al frente de la jefatura de las Fuerzas Armadas yo


acostumbraba a visitar a los cuarteles. Un día, a la mitad de
mi período, llegué a la Guardia de Honor. Me hicieron las
salutaciones correspondientes y salió Carlos Enrique en su
calidad de jefe del cuartel a recibirme. Entonces me hizo el
saludo y me dijo medio sonriendo “con la novedad de que me
estoy echando mis tragos”. Bueno dije yo, no era problema,
después de las formalidades uno se iba con el jefe del cuartel a
platicar a su despacho. Nos fuimos allí y me ofreció una copa
y se la acepté. Debo decirle —éstas ya son observaciones
personales mías—, que Díaz era una persona que si se tomaba
unas copas con usted trataba de emborracharlo, le servía
con la mano cargada, y observé que estaba tratando
de emborracharme. Desafortunadamente para él y
afortunadamente para mí yo era fuerte para eso, podía ingerir

suficientes cantidades de whisky y podía mantener el


control. Además Díaz ya iba por delante.

La visita se prolongó bastante, nos entró la noche.


Comenzó a darme trago como para comprometerme o
dominarme. Ya entrada la noche, tal vez serían la 9 ó 10 de la
noche, me dijo “¿se da cuenta de que nosotros tenemos un
poder enorme entre las manos?”. Porque él tenía una idea de
que ese cuartel era una fortaleza poderosísima y que ser jefe
de allí lo investía de un poder incontestable: “nosotros aquí
tenemos todo, en el momento en que queramos podemos
tomar el gobierno”. Me dijo que él tenía de tal manera
controlado ese poder, que con un timbre que tocara el cuartel
se levantaría, “podemos entrar con música al Palacio
226
Alfonso Bauer Paiz
Nacional”. No sabía si estaba fanfarroneando, provocándome
o si ya estaba poseído de un delirio de poder. “¿Quiere que lo
hagamos?”, toco el timbre y va a ver”. Yo le decía “hombre no
friegue.” Estaba tratando de tranquilizarlo, estábamos en
terreno amistoso. Pero él insistía. Como pude al final me
despedí de él como a las 10 u 11 de la noche, pero ya no me
pude quitar esa fea sensación.

Algunas otras veces, cuando hablábamos me presionaba


para que yo exigiera al gobierno que nos proveyera de armas.
En ese tiempo el gobierno de Guatemala no estaba bloqueado,
pero no le vendían ni un cartucho. Yo veía que esa mentalidad
de Díaz, que es muy común entre los militares, era para tener
el poder. Me hacía presiones en ese sentido. El gobierno tenía
pocos recursos, los programas de obra pública eran reducidos,
pero entre los programas que se mencionaron en ese tiempo
era que el gobierno quería construir unos silos para promover
la producción de granos a través del Instituto de Fomento de la
Producción (INFOP). Él me mencionaba eso, “¿para qué
necesitamos esos silos?, lo que necesitamos es que el gobierno
nos compre equipo, armas”. Eso le revela la mentalidad de
este señor y el concepto que yo me iba formando de él. Una
vez resultó que se compró una gran grabadora, y de una

manera, a mi juicio, poco decente, poco elegante, un día se


puso a contarme que la tenía conectada al teléfono y que le
grababa las conversaciones a sus oficiales.

Desde luego yo no tenía una gran experiencia sobre


cuestiones de política, pero en ese tiempo ya tenía mis
principios de ética, eso me fue decepcionando sobre la
personalidad de Díaz. Los oficiales jóvenes, que habían sido
mis cadetes, me visitaban y me hacían comentarios acerca de
él y me decían que estaba haciendo caudillismo. Esto me
revela que probablemente ya se estaba haciendo propaganda
entre todos los oficiales. Por eso Díaz no era mi candidato a
sucederme y yo se lo comenté con toda franqueza a Árbenz
siendo ministro de la Defensa y después cuando fue candidato
a la presidencia. Yo mantenía con respecto a él a pesar de mi
227
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

cargo, una posición respetuosa, distante y desde el punto de


vista político, le reconocía el liderazgo de la revolución.

Esto lo digo porque en aquel tiempo se le daba más


categoría al jefe de las Fuerzas Armadas que al ministro de la
Defensa. El ministro de la Defensa finalmente era un miembro
del gabinete y el jefe de las Fuerzas Armadas tenía mayor
autonomía. Para poner un ejemplo que puede ser pequeño.
La placa número 1 de los carros oficiales era la del presidente
del República, la 2 la del presidente del Congreso, la 3 la del
Poder Judicial, la 4 la del jefe de las Fuerzas Armadas y la 5
la del ministro de la Defensa. Esto no estaba en ningún
reglamento pero se le daba más categoría al jefe de las Fuerza
Armadas que al ministro de la Defensa.

Pero como le digo, ante él me comportaba de esa manera,


él ya era coronel y yo era mayor, el grado más bajo de la
categoría de jefes, pero por mi empleo era superior en rango a
él. En cuestiones militares hay un axioma que dice “la
disciplina militar se mantiene de grado a grado y de empleo a
empleo”. Así Díaz era teniente coronel pero yo era su superior

por mi cargo, a pesar de ser yo mayor. Ahora llego a la


conclusión de que Jacobo tenía muchas reservas con respecto
a mí, pero en ese tiempo platicábamos y barajábamos
nombres. Legalmente yo estaba nombrado para terminar el
período de Arana y como le digo yo no era ambicioso de
puestos, estaba cumpliendo un deber y me sentía como parte
de la revolución. Mi desempeño de mi cargo fue más que todo
contemplativo, no quiero hacer alarde de nada, me limité al
cumplimiento de mi deber.106

106He aquí una muestra de la modestia ejemplar de Paz Tejada. Como es sabido y lo
verá el lector páginas adelante, su presencia en la jefatura en momentos fue decisiva
para mantener a flote el gobierno de Arévalo, cuando éste zozobraba a la conspiración
reaccionaria.
228
Alfonso Bauer Paiz
No sé si sea virtud o defecto, pero nunca me he tomado
demasiado en serio. Acepté el puesto y cumplí con mis
obligaciones. Originalmente no llevaba grandes proyectos, el
puesto era más bien de mantenimiento de las cosas, no de
proponer grandes cambios. No quiero decir que haya sido
perfecto mi desempeño, pero el puesto no daba para cometer
grandes errores. Para el gobierno de Arévalo fue un alivio el
cambio que hubo. Porque según me lo comentaron varios
ministros, durante el tiempo de Arana ellos se veían
constantemente presionados por Arana, así les hacía sentir su
peso político. El ministro de Gobernación de Arévalo me lo
decía “ya no estamos en aquel tiempo, con la tensión en que
nos tenía Arana”.

Debo decirle que Arana en la plática que tuvimos me dijo


refiriéndose a todos los políticos del gobierno, no solamente los
del gabinete sino los diputados y otras gentes: “éstos viven con
el fantasma de que Arana ya va a dar el golpe y yo me doy
cuenta que de repente están todos amontonados en la Casa
Presidencial, me dan ganas de pasar donde están y tirarles
una ametralladora de cohetes”.107 Había pues esa tensión,

por eso es que cuando yo llegué me expresaron varias veces el


alivio. Se sentían ellos tranquilos. La situación había
cambiado.

Ya llevaba yo como un mes o algo más de estar en el puesto,


cuando empecé a sentir una situación de tensión entre Árbenz
y yo. Había frialdad en el trato, yo lo sentía y probablemente
también él Alguna gente me comentó. Alfonso Martínez
Estévez se lo comentaba a Ricardo Herrera, oficial aviador y
gente de dinero, contemporáneo mío en la Politécnica y con el
cual teníamos amistad. Y Dick Herrera me lo dijo a mí.
Ricardo Herrera se me pegó como ayudante, como voluntario,
puesto que yo nunca lo nombré como tal. Era gracioso y yo lo
toleraba, es una de las debilidades que tengo que confesar.

107Arana se refería a las tiras de petardos que en Guatemala son llamados


“ametralladoras”.
229
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Pues Dick Herrera me dijo que Alfonso Martínez le había dicho


que “Jacobo no te comprende, que siente que sos como un
erizo”. Que no se me podía acercar la mano porque ya sacaba
las espinas.

Lo que pasaba era que yo no era de su grupo, nunca


tuvimos cerca en nuestros trabajos. Y yo lo trataba con
distancia porque siempre había estado en un nivel muy
superior al mío, desde que éramos cadetes. Cuando llegaba a
la Escuela Politécnica y él estaba allí de capitán de la
Compañía, nos tratábamos con mucho respeto pero con
distancia. Posteriormente cuando vino la crisis interna del
Ejército por la muerte de Arana, él sí me habló para que lo
acuerpara, pero no era su amigo personal. Tal vez es que no
me entrego fácilmente, y si alguien tiene un rango superior al
mío y no me da oportunidad, yo mantengo las distancias.

Pero le contaba pues que en un momento empecé a sentir


un ambiente muy tenso.

A los pocos días de estar yo en la jefatura, yo estaba


viviendo en la casa de la familia de mi esposa, allá por la

tercera calle, por Lo de Bran. Un día llegué yo a mi casa a


la hora del almuerzo y allí estaba la esposa de Castillo Armas,
doña Odilia. Como era una casa chica y modesta, no había
guardias: cuando llegaba gente, se la pasaba adelante. Así
llegué yo y allí estaba la señora esperándome me contó que a
su esposo lo tenían preso en el cuartel general, yo no sabía
nada de ello. El coronel Árbenz había estado de jefe interino
de las Fuerzas Armadas y había tomado algunas
disposiciones. Así que tomé el teléfono, estaba recién
instalado. En ese tiempo en Guatemala no cualquiera tenía
teléfono, pero por mi cargo yo tenía que tenerlo. Hablé al
cuartel general con el coronel Juan José Serra, que era

230
Alfonso Bauer Paiz
pariente de Jacobo y cuñado de Élfego Monzón, su hermana
estaba casada con Élfego.

“Oiga Pepe le dije, es cierto que Castillo Armas está preso,


¿por qué esta preso?”, pues por órdenes de la jefatura de las
Fuerzas Armadas” me dijo Serra, “pues yo no he dado esa
orden, así que si la cosa depende de la jefatura de las Fuerzas
Armadas, póngalo usted libre”. Pero qué, cuando decía
jefatura de las Fuerzas Armadas, se refería al período en que
Jacobo ocupó el cargo interinamente. Fue una orden que yo di
sin consultar y así le dije a doña Odilia “No hay ningún
problema señora” y salió libre Castillo Armas, que sí
efectivamente era un elemento que no convenía soltarlo.
Árbenz de seguro tenía mucho más información que yo y sabía
que era peligroso soltarlo.

Eso molestó a Árbenz.

Yo no tenía obligación de consultarle a él mis disposiciones,


pero sí debería haberlo hecho. Ese fue uno de tantos
incidentes que hubo. Pasaron algunos meses y la tensión
seguía. De repente Árbenz me invitó a su despacho y me
preguntó qué pasaba. Le dije que no tenía ninguna cosa que
reclamarle, entonces Árbenz me dijo “¿sabe quién está
metiéndose entre nosotros, quién nos está creando

problemas?”, “¿quién?” le pregunté, “Élfego Monzón” me


contestó. Élfego Monzón iba y venía, porque el jefe del Estado
Mayor tenía contacto directo con los altos jefes. Incluso decían
que a nivel oficial era el órgano de conexión entre ambas
jefaturas. Creo que Élfego Monzón ya tenía el gusanito del
anticomunismo y probablemente le iba a decir a Árbenz que yo
tenía desconfianza de él. Me dijo Árbenz, “pues deshagámonos
de él”.

Me asusté, pero él sonrió y me dijo “estoy hablando


políticamente, le vamos a pedir al doctor Arévalo que nos
resuelva este problema, él es muy hábil”. En ese momento,

231
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

hasta cierto punto superamos esa situación de tensión o de


recíproca desconfianza.

Pasó algún tiempo y una noche, en el primer semestre de


1950 como uno o dos meses antes de que comenzara la crisis
de los minutos de silencio, nos invitó el doctor Arévalo a una
cena en su casa de Taxisco. En ese tiempo ir a Taxisco era
hacer viaje. Allí tenía Arévalo su casa familiar acomodada de
pueblo. En un cuarto grande había una mesa grandota, tenía
varios invitados, los políticos más importantes, el ministro de
Gobernación, el presidente del Congreso, ya no recuerdo bien
pero había personalidades de las más importantes, unas 10 ó
12 personas. También estaban Árbenz y Élfego Monzón. En la
otra cabecera estaba yo y tenía a Jacobo a mi lado. Comenzó
la cena y la conversación la acaparó Élfego Monzón, era medio
tontito y vanidoso y se sintió tal vez que estaba acaparando la
atención del presidente de la República. Todos los demás
participamos esporádicamente en la plática o teníamos
nuestra plática aparte, pero atentos a lo que estaba hablando
el presidente con el jefe del Estado Mayor del Ejército.

De repente le dijo Arévalo a Monzón. “oiga, ¿no le gustaría


hacer un viajecito a la Argentina?”. Y Árbenz me miró a mí y
yo bajé la vista y me tapé la boca para que no se me fuera a

notar la sonrisa. Élfego era medio tonto, pero tenía sus


ocurrencias y le respondió “depende señor presidente, porque
si es un viaje sin regreso no”. Arévalo se rió y le dijo “no, lo
que yo quiero es alagar a Perón”. Y le explicó que lo que quería
era enviarle una condecoración a Perón y las razones por las
cuales lo quería hacer y porque era bueno que fuera a
entregársela el jefe del Estado Mayor. Esto posteriormente no
se pudo dar porque vino la crisis política de 1950.108

108Se refiere a la crisis “de los minutos de silencio” a la cual se dedicará el capítulo
siguiente.
232
Alfonso Bauer Paiz

A partir de ese momento la relación fue de cordialidad y


respeto con Árbenz pero no de gran intimidad. De repente
había reuniones en su casa, los hijos de ambas familias eran
pequeños, entonces para las fiestecitas infantiles nuestros
hijos se juntaban. Con el doctor Arévalo manteníamos una
relación bastante amable. A él le gustaba mantener cierta
actividad social en la presidencia, hacía cenas, a veces
invitaba a personajes importantes y desde luego me invitaba a
mí y al ministro de la Defensa. Recuerdo que a una persona
que yo conocí allí y con la cual establecí amistad fue con el
embajador de México, el licenciado Luis. I. Rodríquez. Don
Luis era un hombre de gran talento gran orador. Había sido
jefe del PRI, secretario particular del general Lázaro Cárdenas
y embajador en Francia.

Conmigo fue especialmente cordial, lo conocí recién pasada


la crisis que provocó la muerte de Arana. Me regaló un libro
muy bonito que se llamaba Ballet de Sangre en el que relataba
su experiencia como embajador en el momento en que los
nazis invadieron a Francia. Desgraciadamente se me perdió.
Una noche hubo una cena en la Casa Presidencial y el invitado
más importante fue don Luis, el embajador de México.
Generalmente, para esas reuniones había una salita donde
los invitados estaban antes de que apareciera el presidente, y
luego pasábamos al comedor, o bien aparecía el presidente allí

y luego pasábamos a cenar. En esa oportunidad estaba Carlos


Aldana Sandoval que era ministro de Comunicaciones y Obras
Públicas, estaba también Jacobo. En la plática antes de que
llegara el presidente, conocí a don Luis. I. Rodríguez.

En fin, nos presentaron y recuerdo que don Luis nos habló


y nos dijo “realmente a mí me gusta estar con ustedes, los
jefes del Ejército que han hecho una cosa tan hermosa como
es la revolución. Hay que tener mucho cuidado, una
revolución como la que ustedes han hecho hay que defenderla
en las trincheras y ustedes tienen una responsabilidad muy

233
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

grande”. Don Luis hablaba muy bien, tenía gran experiencia


política y mucha cultura.

También estuve en alguna cena con el embajador de los


Estados Unidos, el señor Patterson. Ese viejo era típico
embajador de los Estados Unidos, frío e imponentón. No
hablaba español así que no hubo mayor comunicación con él.

VIII
La crisis de los minutos de silencio
Se fue pasando el tiempo sin mayores problemas. Yo traté
de hacer una reorganización del Ejército, algo no muy
trascendente. Desde luego la jefatura no tenía total
independencia, porque no tenía el control económico del
Ejército. En julio de 1950, se iba a cumplir un año de la
muerte de Arana, y la oposición comenzó a agitar, a tratar de
desestabilizar la situación. El principal de ellos era un señor
que era líder de los cachurecos,109 don Manuel Cobos Batres,
que tenía probablemente arrastre en ciertos sectores de la
sociedad en Guatemala, en la derecha. Cuando yo era chico y
entró el general Ubico, Cobos Batres había comenzado a
promover una campaña en contra del primero y comenzó a
citar a minutos de silencio. Pero a la primera o segunda vez,
doña Julia Quiñónez y armada de un paraguas le pegó una
paliza a don Manuel Cobos Batres y allí se acabó la campaña

109Cachureco en Guatemala significa a una persona extremadamente católica y la


palabra se ha hecho extensiva a los conservadores.
234
Alfonso Bauer Paiz
de los minutos de silencio. Yo no lo vi pero eso fue lo que se
contó, que La Maciste lo correteó y allí acabó todo.110 Pero
claro eran otros tiempos. Porque la revolución trajo cambios
en las relaciones entre el gobierno y la gente, así que aun
cuando algunos fueran enemigos de la revolución había
libertad de que se expresaran.

La oposición al gobierno fue creciendo, la crisis de la muerte


de Arana probablemente hizo surgir muchas fuerza de
oposición y también ya había más intervención de los Estados

Unidos en la política en Guatemala. De tal manera que ya


empezaba a florecer el fenómeno del anticomunismo. En la
época de Ubico el anticomunismo no estaba tan difundido.
Pero al gobierno de Arévalo se le acusó de comunista. Era
falso, pero con el pretexto del comunismo lograron movilizar
la voluntad de mucha gente en contra del gobierno
revolucionario. El señor Cobos Batres empezó a reunir gente
en el parque central para hacer minutos de silencio. El
pretexto era hacer un minuto de silencio frente al Palacio
Nacional para exigirle al presidente Arévalo que entregara a los
asesinos de Arana. Pero el gobierno también tenía mucho
partido entre la clase trabajadora, el campesinado y los
partidos políticos que habían surgido después de la revolución
y también ellos movilizaron gente hacia el parque central y
empezaron a haber choques entre unos y otros. Incluso hasta
murió una persona, a un joven le pegaron una puñalada por
atrás, por cierto tenía cierto grado de familiaridad con
Arévalo, un joven de apellido Lemcke.

Empezó el gobierno a estar preocupado por la situación,


hubo sesiones permanentes de gabinete para tratar el

110 Manuel Cobos Batres cumplió un papel brillante en el proceso de acumulación de


fuerzas que precedió a la insurrección de abril de 1920 que derrocó al dictador Manuel
Estrada Cabrera. De cuna acomodada, fue uno de los dirigentes de la fracción
oligárquica conservadora que siempre fue opositora a los liberales. En el momento de
la insurrección su desempeño perdió brillo dándole paso al dirigente de los obreros
artesanos Silverio Ortiz. Véase Figueroa Ibarra (1977,1979) y Payeras (1991).

235
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

problema político. Yo asistía a las reuniones de gabinete pero


no era miembro de éste. Lo hacía por que me invitaban por
cortesía y deferencia, pero no intervenía en ellos porque no
tenía voz ni voto. Cuando empezó la crisis asistí a dichas
reuniones. Recuerdo que en un momento el doctor Arévalo le
reclamaba al director de la Policía que era su cuñado, el
coronel Víctor Sandoval. “Pero oye Víctor, ¿por qué la policía
no interviene?”, “es que no tenemos gente suficiente” se
defendía Sandoval, “¿pero por qué no traemos gente de los
departamentos?” insistía el presidente. “Señor presidente,
dijo Sandoval, por ejemplo una de las ciudades más
importantes de aquí de Guatemala es Puerto Barrios, y allí
tenemos 10 policías y hay como mil prostitutas”.

El ministro de Relaciones Exteriores, otro pariente de


Arévalo, Ismael Gonzáles Arévalo, un tipo con mucho sentido
del humor a pesar de la situación, dijo “pues entonces yo
haría la propuesta de que trasladáramos el gobierno a Puerto
Barrios”.

Arévalo también tenía sentido del humor, pero la situación


estaba bastantes delicada.

Bueno llegó la fecha esa, ya no la recuerdo. Debe haber


sido cerca del 19 de julio, aniversario de la muerte de Arana.
Había una reunión de gabinete, yo estaba en mi despacho en
el Palacio, cuando de repente se empezó a escuchar un
tiroteo. Probablemente la guardia del Palacio que tenía cierta
independencia empezó a disparar, pero lo cierto es que hubo
un gran alboroto, la gente salió corriendo y la situación se
agravó. El gabinete se reunió en el salón de recepciones del
Palacio y allí llegué yo. Estaba sentado al lado de Aldana

236
Alfonso Bauer Paiz
Sandoval. Estaba también el presidente del Congreso, * Mario
Monteforte Toledo y las personas más importantes del
gobierno. Monzón no estaba allí porque su cargo no implicaba
que estuviera en dicha reunión. Por mi parte yo tampoco era
parte del gabinete, pero por mi posición de jefe de las Fuerzas
Armadas fui invitado y solía ser invitado aunque sin voz ni
voto. Fue en esa reunión de gabinete cuando se decidió la
salida de Élfego Monzón de tal cargo, fue un acuerdo tomado
en Consejo de Ministros.111

Élfego Monzón era la figura de más edad y categoría entre


los militares que estuvimos haciéndole frente a la imposición
del coronel Arana. Cuando fue la rebelión de la Guardia de
Honor, él fue de los pocos que sí combatieron. Mi llegada a la
Guardia de Honor para atacarla, fue algo que él coordinó. Por

lo tanto tenía méritos suficientes como para que yo lo pusiera


en la posición de jefe del Estado Mayor. Desafortunadamente,
al poco tiempo ya era un estorbo para mí. Sentía yo la
resistencia que tenía a mi mando. Por otro lado, José Luis
Cruz Salazar que era el jefe de la G-2, la sección de
inteligencia, había sido puesto por mí y teníamos un estrecho
contacto que provocaba celos de parte de Élfego Monzón. Cruz
Salazar me hablaba mucho en contra de Monzón. Lo cierto del
caso es que Monzón era ya incómodo para mí. Ya tenía una
cierta actitud política, quería tener influencia en las cosas
nacionales y no era un hombre de gran inteligencia ni muy
hábil. Arévalo sabía todo eso desde aquellos días de la cena en
su casa de Taxisco.

En la reunión de gabinete Arévalo dijo “señores yo quiero


poner a su consideración estas observaciones que hago. Yo no
soy una persona que se aferre a un cargo a morir, tampoco
pienso que ésa sea una solución, pero quisiera conocer la
opinión de ustedes si consideran que una renuncia mía

* En el texto del libro escrito por Carlos Figueroa Ibarra, dice Herbruger, pero es un
error. (Fe de errata del Recopilador Alfonso Bauer Paiz).
111 Según el comunicado del jefe de las Fuerzas Armadas mayor Paz Tejada, la sesión

del Consejo de Ministros se realizó el 25 de julio de 1949.


237
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

resolvería la situación”. Entonces Herbruger, no sé si por


ingenuidad o mala intención, dijo “podría ser señor presidente,
que por ejemplo si usted presenta su renuncia ante el
Congreso, el Congreso no se la acepta y le dé un voto de
confianza”.

Arévalo que a pesar de todo mantenía el sentido del humor,


sonrió sarcásticamente y dijo “¿y si me la van aceptando?”.

Fue entonces que pedí permiso para hacer uso de la


palabra. Desde luego le estoy contando la escena a grandes
rasgos. Recuerdo que dije “señor presidente como jefe del
Ejército de la revolución yo creo que no procede que usted
presente su renuncia. Renunciar a la presidencia sería
renunciar al poder y a la revolución. Como jefe de las Fuerzas
Armadas yo le puedo garantizar que el Ejército de Guatemala
está en condiciones técnicas y morales como para controlar la

situación. Lo que sí considero es, claro, que se tiene que


restablecer el orden y probablemente habrá que poner en
orden tanto a amigos como enemigos”. La verdad es que
también la gente de los partidos del gobierno contribuía a
hacer relajo.

Probablemente en ese tiempo yo tenía una visión de las


cosas un tanto diferente a lo que ahora tengo, yo tenía fe en el
Ejército, a pesar de las pequeñas experiencias, de las pataditas
debajo de la mesa que había observado y por eso fue que dije
lo anterior. Y Arévalo vio en mí una tabla de salvación y dijo
“bueno entonces lo que vamos a hacer es que vamos a poner la
situación a cargo del Ejército”. Y como era una reunión de
gabinete, fue un acuerdo tomado en Consejo de Ministros en
donde se ponía a disposición todas las fuerzas civiles y
militares bajo el control de las Fuerzas Armadas. No estoy
siendo muy extenso sobre esto porque ya no tengo muy

238
Alfonso Bauer Paiz
preciso el recuerdo. Árbenz ya no estaba allí porque ya no era
ministro, ya estaba como candidato a la presidencia.

Arévalo vio una salida y dijo que entonces la


responsabilidad de la situación política pasaría a la jefatura de
las Fuerzas Armadas. “Creo que tenemos que hacer cambios
radicales en el gabinete”, dijo Arévalo. No estaba en la reunión
el ministro de Gobernación, porque el Presidente se refirió a
él: “el ministro de Gobernación, mi muy estimado amigo César
Solís, a quien aprecio mucho, es necesario removerlo. Yo he
pensado en un militar que tiene las condiciones para ese
puesto, es el coronel Élfego Monzón, pero no sé que diría la
jefatura de las Fuerzas Armadas”.

Entonces yo le dije que me parecía una buena salida. Lo


que sucedió es que yo aproveché esa propuesta para salir de
Élfego Monzón. “No sé si por su condición de militar,
prosiguió Arévalo, habrá alguna reglamentación interna que le
impida aceptar el puesto. “Respondí “el comandante en jefe
del Ejército es usted, y el coronel Monzón en tanto que es un

jefe del Ejército tiene que acatar las disposiciones suyas. Así,
no creo que tenga ningún inconveniente”. “¡Ah bueno! Dijo el
Presidente, entonces yo no veo ningún problema”. Aldana
Sandoval que estaba sentado al lado mío, me dio unas
palmaditas en la rodilla, como felicitándome por lo que estaba
sucediendo. A Élfego Monzón que era ambicioso, le agradó la
proposición cuando le fue comunicada.

El doctor Arévalo en su relato de la crisis de los minutos de


silencio menciona la salida de Monzón de la jefatura de Estado
Mayor pero es inexacto en su relato. En su libro Despacho
Presidencial,112 dice que estuvimos reunidos él, Monzón y yo,
y que cuando él le propuso el cambio a Monzón, aceptó por
ser ambicioso, pero que antes habíamos tenido una
conversación solamente el doctor Arévalo y yo. Según Arévalo,

Juan José Arévalo.


112 Despacho Presidencial. Editorial Óscar de León Palacios,
Guatemala 1998.
239
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

en esa conversación a solas habíamos llegado a la conclusión


de que era necesario remover a Monzón de la jefatura del
Estado Mayor. Eso no es cierto, ni siquiera la reunió de
Taxisco –que sucedió meses antes, acaso un año antes- había
sido concertada conmigo, sino con el propio Árbenz. Así pues,
la salida de Monzón de la jefatura del Estado Mayor del
Ejército y su traslado al ministerio de Gobernación, fue una
decisión tomada en esa sesión ampliada de gabinete que le
digo.

Entonces ya se pusieron a redactar las disposiciones que se


habían tomado. Yo me puse a redactar una disposición, en
base a lo que recordaba del código militar que había aprendido
en la Politécnica y en éste había unas reglamentaciones sobre
las disposiciones que puede tomar el jefe de una plaza militar
en estado de sitio. De mi mente y memoria salió lo del toque
de queda, que en ese tiempo no era muy conocido en
Guatemala. Salieron las disposiciones y se tranquilizó todo esa

noche. Automáticamente. ¿Por qué? Aquí estoy


elucubrando, pero pienso que fue porque el Ejército era
respetado, no estaba choteado. Por otro lado sacamos
disposiciones de despistolización de la gente y muchos de los
muchachos que eran de los partidos de la revolución se
quedaron sin arma. No se recogió gran cosa, fueron entre 100
y 200 pistolas en la capital.

Se puso el toque de queda, salían patrullas militares y si


agarraban a alguien se lo llevaban detenido a algún cuerpo
militar. El mismo Cobos Batres debe haber visto en eso una
puerta de salida a una situación en la que estaba
comprometido y sacó una comunicación en la que se
suspendían los minutos de silencio. Cobos salió al exilio
después de su comunicado público. Debe haber habido alguna
negociación de la que yo no tuve conocimiento y salió. Creo
que se engañaron también, creyeron que yo había asumido el
240
Alfonso Bauer Paiz
poder real o que yo iba a deponer a Arévalo. Pero la verdad es
que yo no hablé con nadie acerca de esa posibilidad en los días
previos a que me dieran las facultades que me dieron.

Esa noche se me acercaron políticos que me propusieron


que me hiciera del poder. Una gente de tanta confianza como
José Luis Cruz Salazar que como le dije era el jefe de la G-2,
la inteligencia del Ejército, me lo aconsejó. Pero yo no caí en
ninguna tentación. Esa noche salí a visitar a los cuarteles,
reuní a los jefes y oficiales de éstos y planteé que había que
sostener al gobierno. Nadie me planteó ninguna otra cosa.
Probablemente estaba equivocado, pero yo tenía mucha
confianza en el Ejército no hubo que disparar ni un solo tiro.
El Ejército respondió.

Visité la Policía, me acuerdo que el director me recibió con


respeto, visité los cuarteles, giré circulares, no huno necesidad
de disponer de todos los poderes que me habían dado. Hasta
me sorprendí con que facilidad se arregló la cosa. Toda la
noche había hecho mi recorrido. El doctor Arévalo me mandó

a mi despacho en el segundo piso del lado de la 7ª. Avenida,


una cama de la Casa Presidencial pensando que yo dormiría
allí. Si se analiza el bando que saqué en donde hablaba del
toque de queda desde un punto de vista jurídico,
probablemente no tenía base, o tenía errores, pero nadie lo
objetó y todo el mundo lo respetó y no hubo necesidad de usar
nada de fuerza.113

113La reproducción del citado bando la hizo el periodista José Alfredo Palmieri en el
diario El Imparcial del 26 de julio de 1976. El autor también recibió una copia del
mismo de parte del investigador Edgar Ruano. Paz Tejada dictó las siguientes
disposiciones: prohibición de las reuniones de más de dos personas y de circulación
de vehículos entre las 21 horas y las 4 del día siguiente, captura y consignación de
cualquier civil al cual se le encontrara armado, entrega de armas por parte de civiles
al Cuartel General, represión drástica (“se les hará fuego inmediatamente”) a los
actos de pillaje, suspensión inmediata de la huelga patronal, expulsión de todo
extranjero cuya presencia se considere indeseable, militarización de las empresas de
trasportes terrestres y aéreas si hubiese necesidad, embargo de todas las aeronaves
de la república que se consideren necesarias. El bando fue publicado el 26 de julio de
1949.
241
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Al día siguiente llegó un grupo de empresarios a mi oficina.


Supongo yo que eran los que dirigían la política dentro de la
iniciativa privada. Llegaron a verme unas seis personas, entre
ellas Otto Bianchi, uno de los Novella, iba un doctor que era
dentista a quien yo conocía socialmente, Alfredo Morales a
quien le decían La Pulga y otras personas cuyos nombres no
recuerdo Al día siguiente a la 9 de la mañana, mi secretario
que era Carlos Arana Osorio114 me dijo “vienen unos señores
allí que quieren hablar con usted”. Entraron, eufóricos,
satisfechos a felicitarme y saludarme. Me dijeron que estaban
satisfechos de ver cómo se habían desarrollado los
acontecimientos. Dick Herrera se metió a la reunión sin mi
permiso. Se lo cuento porque después en el libro de Piero
Gleijeses aparece como un informante de la embajada.115 En la
reunión estaba con una metralleta como protegiéndome y yo
no tuve el alcance de decirle que se saliera de la misma. Si

estuviera vivo él podía dar testimonio de esta reunión. En


sus memorias Alfonso Bauer Paiz cuenta que estas personas
antes de entrar a mi despacho le habían dicho,
particularmente Otto Bianchi “ya vas a ver te vamos a joder”.
Bauer Paiz era el ministro de Economía. Durante la crisis, los
agitadores habían estado promoviendo una huelga general,
entonces Alfonso Bauer los presionó diciendo que los
establecimientos que cerraran les iban a clausurar o les iban a
imponer multas muy fuertes. Como era reconocido como un
hombre de izquierda le llevaban inquina.

Después de los saludos yo les dije “bueno señores les


agradezco su atención, yo creo que con buena voluntad y
disposición de todos los sectores de Guatemala se va a
restablecer la tranquilidad”, “pues sí me dijeron, pero
queremos que se haga un acta”. Les pregunté que querían que

114 Presidente de Guatemala entre 1970 y 1974.


115 Se refiere a la Embajada de Estados Unidos de América.
242
Alfonso Bauer Paiz
se dijera en esa acta. Mis visitantes comenzaron a desfogar
sus resentimientos contra el gobierno, todo versaba en la
actividad que les chocaba que era el sindicalismo que se
estaba observando, huelgas que se habían observado y
comenzaron a hablar especialmente del ministro de Economía
y Trabajo, Poncho Bauer Paiz. Llegaron a decir que tenía que
salir. En ese momento yo les dije “señores, un momento,
vamos a aclarar la situación, aquí no ha habido golpe de
Estado, el Presidente de la República allí está en su despacho
y como jefe del Ejército de la revolución yo les puedo asegurar
que va a continuar hasta el último día de su mandato. Lo que
ha sucedido es que el gobierno de la república ha depositado
en esta jefatura de las Fuerzas Armadas la responsabilidad de
que se restablezca el orden y también les aseguro que se va a
restablecer”. Era una baladronada si usted quiere, pero la
verdad es que yo no tenía formación política, y en algunas
oportunidades he obedecido a la intuición y yo pienso que en
esa ocasión actué como debería haber actuado. Claro que a
estos señores eso les cayó como un balde de agua fría, ya no
mostraron interés por el acta, se despidieron y se fueron. Allí
quedó sellada mi carrera política porque cuando ellos llegaron

al poder yo ya estaba fichado, clasificado como una persona


que no estaba con ellos.

Ellos creían que con los poderes que me habían entregado


había sucedido algo similar a la presencia de Arana en la
jefatura de las Fuerzas Armadas. Creían que podían llegar a
ponerse a mis órdenes y que yo iba a cumplir condiciones
benéficas para su grupo, para su clase. Me imagino que la
decepción de ellos fue tan grande que no me lo han perdonado
todavía.

Después de eso fue cuando fui a Sudamérica porque me


mandó el doctor Arévalo. Se llegó a tener tal seguridad de que
la situación se había tranquilizado, se apaciguo tanto la
situación, que Arévalo me mandó en la comisión para
entregarle la condecoración a Perón. Eso sucedió recién
pasadas las festividades del 15 de septiembre de 1950. Así
243
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

fuimos a Sudamérica. En esos días también se conmemoraba


en Uruguay el centenario creo que de la muerte de José
Gervasio Artigas. Entonces tenían un gran festejo
internacional, invitaron a muchas delegaciones de todas
partes del mundo y yo fui como jefe de la delegación
guatemalteca a estas festividades en calidad de embajador.

En la comitiva llevé a mi secretario que era Carlos Arana


Osorio. También me acompañaba el mayor Luis Urrutia,
piloto aviador, que en aquel momento era muy amigo mío,
compañero mío de la Escuela Politécnica. Me pidió que lo
llevara en la comitiva, así que fueron él y su esposa. Yo iba
con mi esposa también, y además de Carlos Arana yo sorteé
entre mis ayudantes quien me acompañaría y le tocó a un
joven oficial formado en el Castillo de San José, Ricardo
Escalante. Éste después había pasado por la Politécnica y
cuando yo estuve en la jefatura lo llevé a trabajar conmigo.
Estuvimos en Uruguay y luego en Argentina.

El embajador de Guatemala en la Argentina creo que


también tenía jurisdicción en Uruguay, porque nos acompañó,
le decían el che Monsanto. Era compañero de Arévalo desde la
Argentina. En Buenos Aires estaba de agregado cultural
Miguel Ángel Asturias, anduvimos una noche paseando y
parrandeando. En esa oportunidad me regaló un ejemplar de
El Señor Presidente con su dedicatoria. Perón era muy
campechano nos pidió que nos quedáramos más días para que
fuéramos a conocer otros lugares, nos mandó a conocer
Mendoza, un lugar donde estaba el cuartel general de la
aviación de Argentina.

Fuimos a dejarle a Perón la Orden del Quetzal. A los


hombres de gobierno les halaga mucho eso de las
condecoraciones. Perón era un hombre sencillo en su trato,
agradable y simpático, la verdad sólo lo traté en el momento
244
Alfonso Bauer Paiz
de la condecoración, en su oficina cuando se la dimos.
Estuvimos un rato con él, nos tomamos un café en una mesa
grandota que tenía en su despacho. También estuvimos
conociendo la fundación Eva Perón que honradamente
hablando no me impresionó mucho, era más cuestión de
apariencia. La señora Perón nos hizo un desaire, yo no era
diplomático, no sabía de las costumbres o prácticas de la
diplomacia, lo debería haber sabido nuestra cancillería. Ésta
debería haber sabido que en la Argentina si se le llevaba una
condecoración a Perón también había que llevársela a Evita.

Nos alojaron en un hotel del centro de Buenos Aires que


pertenecía a la fundación Eva Perón y al cual llegaban los
invitados especiales. Estaba casi vacío, era enorme y en la
noche llegaba una orquesta que tocaba tangos. A mí me
habían puesto mis edecanes, y uno de ellos fue el que sugirió
“oiga mayor, creo que usted también debería hacerle una
visita a la señora Eva Perón”. Le dije “me parece muy bien, no
lo habíamos pensado pero creo que lo debemos hacer”. Al día
siguiente me dijo que ya todo estaba arreglado, que la señora
Perón nos recibiría en su despacho en el ministerio de Trabajo.

La estuvimos esperando una hora y nunca llegó. A lo mejor


se debió a que no le habíamos llevado a ella la condecoración.
Los ayudantes se quedaron chiveados,116 estaban
desconcertados, a lo mejor se le había cruzado algo, eso fue
lo que nos dijeron. Nos llevaron a una “ciudad de los niños”
de la fundación Eva Perón, pero en realidad era una estancia
que sólo tenía capacidad para unos 100 niños. No como para
lo que necesitaba una ciudad como Buenos Aires.

De allí se comunicó conmigo el embajador de Guatemala en


Chile, compañero y amigo nuestro, Adolfo García Montenegro.
Me habló por teléfono, no recuerdo si pensábamos ir a Chile
en un principio, así que nos fuimos a Chile. Le dije que llegaría
en viaje privado. García Montenegro nos atendió, conocimos
Santiago de Chile y nos llevó un día a Viña del Mar, pero eso

116 Avergonzados.
245
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

ya era en plan de recreación. En ese tiempo los vuelos no eran


directos, había que hacer escala y así de regreso hicimos
escala en Lima y en Panamá en donde estuvimos una noche
en la embajada. Allí estaba de embajador Óscar Benítez, quien
siempre me trató con mucha deferencia.

En realidad los arevalistas siempre me trataron muy bien.

Un detalle tal vez que le puede llamar la atención es que en


aquellos días en que regresé a Guatemala, después de mi viaje
a Sudamérica, tuve la oportunidad de que Jorge García
Granados me brindara su “amistad”. En realidad por mi cargo
a él le era conveniente tenerme como amigo. Alguna vez estuve
en su casa en la cual hubo una gran recepción. Vivía en la
avenida Montúfar, por allí tenía su gran residencia.
Posteriormente me invitó a su casa otra vez ya en privado, a
una cena, fui con mi esposa.117 Estaba allí Raúl Osegueda
quien era bastante afín con García Granados. Se sentían como
una suerte de aristocracia intelectual. Allí estaban la esposa y
los hijos de García Granados. Se cantaba, se tomaba unas
copas, y este Raúl Osegueda era un maravilloso guitarrista.118
Yo también cantaba y me atreví a cantar esa vez y me
acompañó en la guitarra Raúl Osegueda, él había estudiado
en la Argentina. Un tipo muy culto y fino en su trato.

Pero viene todo este preámbulo, porque ya estaba la


campaña presidencial. Me había ido a vivir a la base militar
de La Aurora. Los gringos habían dejado una casita muy

117 La razón de la conveniencia para García Granados de establecer amistad con Paz
Tejada eran los planes del primero de contender por la presidencia de Guatemala.
Descendiente del caudillo liberal Miguel García Granados, había estado exiliado en
México en el período de Ubico. Ganó notoriedad por su activo papel en el seno de la
ONU en la labor diplomática para la constitución del Estado de Israel entre 1947 y
1948. Murió en Chile en 1961. García Granados tuvo dos hijos varones, Jorge y
Raúl. El primero de ellos fue un prominente político del Partido Revolucionario (PR) y
el segundo figura representativa de la acaudalada burguesía guatemalteca en la
segunda mitad del siglo xx. Véase García Bauer (1967).
118 Connotado intelectual, fue ministro de Educación en el gobierno de Arévalo y de

Relaciones Exteriores en la parte final del gobierno de Árbenz.


246
Alfonso Bauer Paiz
bonita para el jefe de la base, allí adentro de la base y allí me
fui a vivir yo. Eso lo hice por precaución, ya no podía estar
uno muy a la mano del público, pero éramos muy
descuidados.

Una vez estando allí, tuve la visita de la esposa de García


Granados. Llegó a presentarme quejas sobre lo que sucedía en
la campaña presidencial y también este García Granados me
presionaba un poco, para que yo con mi influencia interviniera
a favor de ellos.119 Yo no hacía cosas de esas, pero a
propósito de eso, le quiero hacer un comentario: en Guatemala
mucha gente cree que gobernar es tener encima un militar con
mano fuerte. Recuerdo que en algún periódico un
comentarista cuando Batista dio su golpe de Estado, escribió
“bueno ya es tiempo que Carlos Paz Tejada se ponga la camisa

de batista”, haciendo un juego de palabras pues la batista es


una tela fina.

Mucha gente me lo insinuaba. Una vez en una fiesta de los


ingenieros en el Club Guatemala, en una mesa estaba yo en
mi calidad de ingeniero, pero investido de mi categoría con
uniforme. Entonces una señora, esposa de un ingeniero y
hermana de la esposa de García Granados, me dice desde
varios metros de distancia “¡bueno Carlos!, ¿y cuándo va a dar
usted el golpe?” Me pareció una grosería.

_____________________________///_____________________________

(**) El recopilador de los escritos publicados en este libro


—Alfonso Bauer Paiz— agradece al Ingeniero y Coronel Carlos Paz

119 Jacobo Árbenz tuvo entre sus oponentes en la contienda por la presidencia de 1950
al general Idígoras Fuentes, a Jorge García Granados y a Víctor Giordani. Manuel
Galich se retiró a favor de Árbenz después del primer día de elecciones. Véase
Villagrán Kramer, 1993. p. 86.
247
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Tejada la mención de su nombre como el de un revolucionario, pero se


ve obligado a hacer algunas rectificaciones al texto de la nota 75. Dice
él que Arévalo sacó al FPL del gabinete, en 1948. Pero, Bauer Paiz
fue nombrado Ministro de Economía y Trabajo el 1 de Junio de 1948 y
en ese día o en otro, de Junio del mismo año, fueron nombrados los
Licenciados Oscar Barrios Castillo y Gerardo Gordillo Barrios, ambos
del FPL, Ministros de Hacienda y Crédito Público y de Educación,
respectivamente.

Respecto a las relaciones del FPL con Arana fueron establecidas


por Mario Méndez Montenegro y quienes le seguían. Cierto es que en
la Granja propiedad de Gregorio Prem Beteta, durante algunos días
se reunían frente populistas, con el Coronel Arana, pero fue porque
así nos lo solicitó el Dr. Arévalo, sin duda, porque con su gran
talento y precisión, actuaba, con acierto, para evitar pérdida de
poder, para gobernar sin dejarse dominar de ningún sector nacional
y, muchísimo menos, de alguna influencia privada o estatal foránea.
Y es sabido que Arana, desde 1945, cuando el “Pacto de Barranco”,
ya quería ser Presidente de la República.

248
Alfonso Bauer Paiz

LA MÚSICA EN GUATEMALA, DURANTE


LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE Y DEL PERÍODO DEL
PRESIDENTE JUAN JOSÉ ARÉVALO
15 DE MARZO DE 1945 AL 15 DE MARZO DE 1951
Jorge Sarmientos

La Orquesta Sinfónica Nacional fue fundada por el


Triunvirato Presidencial Revolucionario compuesto por el
Ciudadano Jorge Toriello Garrido, Capitán Jacobo Árbenz
Guzmán (Segundo Presidente de la Revolución, sucesor del
Doctor Juan José Arévalo) y el Coronel Francisco Arana, el día
14 de noviembre de 1944, después de los trámites hechos por
los maestros: Ricardo Castillo, Andrés Archila, los jóvenes
concertistas de piano: José Arévalo Guerra, Manuel Herrarte
Ariano, los violinistas: José Luis Abelar, Juan Ramón Molina,
Enrique Raudales y otros.

Antes de ello existía la Orquesta Liberal Progresista


militarizada, con la base de la Orquesta Ars Nova que fundó el
Maestro José Castañeda y que dirigió en los primeros tiempos
del gobierno de su primo Jorge Ubico. Cuando Jorge Ubico
militarizó a esta orquesta, el Maestro José Castañeda
renunció, entonces el gobernante nombró al italiano Gastón
Pellegrini que fue un director tirano, fascista, que cuando
llegaba a los ensayos ponía primero la escuadra y la batuta
sobre el atril. Se cuenta una anécdota del Señor Gastón
Pellegrini: alguien que no pertenecía a la orquesta le hizo una
pregunta: ¿por qué esa arma al ensayo? El respondió: ¡Es
para quien desafine!

Cuando el Doctor Juan José Arévalo ganó las elecciones por


una gran mayoría, siendo presidente electo, asistió al primer
gran concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigido por


Compositor, Pianista y Director de Orquesta.

249
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

el Maestro Andrés Archila, en el Teatro Lux que estaba


colmado de un gran público que le brindó el aplauso más largo
en la historia de Guatemala, jamás brindado a otro presidente
electo.

La Orquesta Sinfónica Nacional, fue apoyada —así como las


otras instituciones artísticas— por el Presidente Arévalo. Entre
1947 a 1950, la Sinfónica viajó 3 ó 4 veces al Festival de
Música que se llevaba a cabo en Cartagena de Indias en
Colombia, organizado por el Maestro Director de Orquesta y
Director de la Unidad Técnica de Música y Folklore de la Unión
Panamericana con sede en Washington D.C. Estados Unidos,
Maestro Colombiano: Guillermo Espinosa de gran recordación
por su lucha en pro de la música de Latinoamérica. En
algunos de esos viajes a Cartagena-Colombia, fueron solistas
los pianistas guatemaltecos: Salvador Ley, (Director del
Conservatorio Nacional de Música), Manuel Herrarte Ariano,
José Arévalo Guerra, el Maestro Andrés Archila que aparte de
dirigir, también fue solista de violín. Estos conciertos fueron
dirigidos por directores invitados internacionales, tales como
Stewart, Espinoza, Jaime León, etc.

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, varios


directores refugiados en América del Sur, fueron invitados a
dirigir en Guatemala, con el apoyo del Presidente Arévalo.
Algunos de ellos fueron: Erick Kleibert, Klemen Krauss,
Edward Fendler, Jean Paul Morell, Victor Tevah, entre otros.
Los pianistas: Firkushny, Alexis Weisemberg, Roberto
Casadessu, —compañero de clase de Doña Georgette Contoux
de Castillo—Premio de Excelencia de piano a los 14 años en el
Conservatorio Superior de París—, Paul Loyonet, Georgy
Sandor, Antonio de Racco, los violonchelistas: Casadó,
Piatigorsky, Sara Nelsova entre otros, violinistas como:
Yehudy Menuhyn, Spiwakowsky, Zino Francescatti, Ruggiero
Ricci, Jaime Laredo (Boliviano), Ángel Reyes (Violinista
Cubano), Henry Shearing, Jasha Heifetz, Nicanor Zavaleta

250
Alfonso Bauer Paiz

(Arpista), español; entre otros. Se fundó la Orquesta Sinfónica


“Guatemala en marcha” que dirigía el Maestro Manuel Gómez
Samayoa, en su período de gobierno, que se presentaba con
las retransmisiones de TGW La voz de Guatemala para todo el
país y en Onda Corta para el extranjero, lo que después se
llamó “La Hora Nacional” en el período del Coronel Jacobo
Árbenz Guzmán a partir de 1951.

En la Radio Nacional, TGW La voz de Guatemala, se


presentaban los solistas guatemaltecos en grandes recitales en
el Estudio de Cristal y el Piano Baldwin de concierto:
Georgette Contoux de Castillo, Manuel Herrarte, José Arévalo
Guerra, Salvador Ley, Eduardo Rodríguez Rouanet, Augusto
Cuellar, los cantantes: Aída Doninelli, Coconi Ruíz, Guillermo
Anreu, Luis Rivera, Humberto Oliva, Marco Antonio Ceballos,
Lily Andreu Spillari….Violinistas: Andrés Archila, Carlos
Ciudad Real, Milton Cabnal, Enrique Raudales, José Santos
“Paniagua etc. .... En la música popular: Mario Lara, Mario
Forno Herrera, Fredy García Manzo (jazz), Cantantes
populares como Mildred Chávez, Blanca Estela Palomo, Juan
de Dios Quezada, Adolfo Palma y muchos más.

La Orquesta Sinfónica Nacional instituyó las distintas


temporadas de conciertos: Popular: se tocaba en lugares
—para educar musicalmente— en la Ciudad de Guatemala,
tales como el Cerro del Carmen, la Palmita, la Recolección. El
Guarda, la Concha Acústica, en el Palacio Nacional al aire libre
etc.

Temporadas escolares, asistiendo todos los establecimientos


educativos con entrada libre. Durante los ensayos generales
de los grandes conciertos de la temporada internacional, los
centros educativos como la Escuela Normal.

Instituto Belem, el INCA, Instituto Central, el Conservatorio


Nacional de Música, asistían a los ensayos generales sobre

251
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

todo cuando nos visitaban solistas y directores de fama


internacional.

En las temporadas escolares y populares, antes de cada


obra alguna de las personas que mencionaré, leían
comentarios para guía del público asistente, Ej.: los maestros
y locutores: Miguel Ángel “pato” Aldana, Rodolfo Santa Cruz
Morales y otros locutores de la Radio Nacional TGW La voz de
Guatemala.

El Presidente Arévalo instituyó el Certamen


Centroamericano y Panamá, de Ciencias Letras y Bellas Artes,
a partir de 1948. El primer ganador del primero, segundo y
tercer premio en la Rama de Música fue el Maestro Ricardo
Castillo, después le acompañó con el tercer lugar el alumno
aventajado, pianista Joaquín Marroquín, que le siguió Jorge
Sarmientos y Manuel José Juárez Toledo. Jorge Sarmientos
ganó con jurado de México el segundo y tercer lugar del
Certamen de 1952. En el año 1953, ganó el Primer Premio con
su obra “Cinco Estampas Kaqchikeles Descriptivas” para
Orquesta Sinfónica. Este mismo compositor emuló al Maestro
Ricardo Castillo ganando los tres premios en el Certamen de
1956.

También se presentó después de muchos años las


temporadas de Ópera a cargo de los maestros directores y
preparadores de los cantantes: Miguel Ángel Sandoval que era
Director de la Radio Nacional TGW y Mitchel Kutzner. Llegó a
Guatemala el Ballet Ruso, grandes figuras del Ballet Bolshoi.

Se apoyó presentaciones de ópera con la Orquesta Sinfónica


del Conservatorio Nacional de Música a partir del mismo año
1948. Allí tomaron parte Luis Rivera, Humberto Oliva, Gloria
Aragón, Yolanda Gutiérrez, (hoy de Paniagua) IIonka Kuba y
muchos más.

252
Alfonso Bauer Paiz

Se fundó la Orquesta Típica de la Policía Civil que dirigió el


Maestro Alfredo Silva y ensayaba en el Palacio de Policía. Esta
orquesta ofrecía sus conciertos los domingos por la mañana en
la Concha Acústica.

Guatemala 10 de abril de 2005.

EL MOVIMIENTO SINDICAL DURANTE EL GOBIERNO


DEL PRESIDENTE JUAN JOSÉ ARÉVALO
Alfonso Bauer Paiz

Al asumir la Presidencia de la República, el Dr. Juan José


Arévalo, en materia de organización sindical, había que partir
de cero, pues el ex presidente Jorge Ubico era tan
conservador, de mentalidad feudal y déspota que, en 1941,
dictó un decreto gubernativo que decía.

CONSIDERANDO:

Que es necesario abolir del léxico legal el uso de Vocablos


con los que se trata de establecer diferencias de clases que
realmente no existen ni deben existir entre el elemento
laborante del país, sustituyéndolos por otros que, siendo de


Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.

253
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

significación genérica más exacta, satisfagan mejor aquellos


propósitos igualitarios.

POR TANTO:

En uso de las facultades que me confiere el inciso 23 del


artículo 77 de la Constitución de la República.

DECRETO:

Artículo único. En toda disposición legal vigente en que se


hubiese usado El término "obrero" u "obreros" deberá
entenderse sustituido por la voz Genérica "empleado" o
"empleados".

Dado en la Casa del Gobierno, en Guatemala, a los


veintitrés días del año de mil novecientos cuarenta y uno.

JORGE UBICO
Presidente de la República

El texto del Decreto Gubernativo publicado se explica por


sí sólo y evidencia, por una parte, el feroz antisindicalismo y
anticomunismo del presidente de Guatemala, de entonces, al
extremo que, cuando toma posesión de la primer
magistratura del país Juan José Arévalo, no existía un solo
sindicato de trabajadores en Guatemala. Y, en la conciencia
del pueblo, aún persistía angustia por tantos trabajadores del
campo y de la ciudad, perseguidos, torturados o asesinados,
por sólo ejercer el derecho de libre asociación en sindicatos,
tales como Antonio Obando Sánchez, Alberto del Pinal,
Antonio Cumes, Juan Luis Chiguichón, José León Castillo y

254
Alfonso Bauer Paiz
Meza, Pablo Delgado López, Luis Villagrán y García, Rafael
Will, Juan Bautista Grajeda, Juan Pablo Wainwrigth, José
Maltés, Max Aldana, Alberto Hernández Morales y tantos
más, incluyendo a abogados defensores de los activistas
sindicales, como Miguel Ángel Vásquez (salvadoreño),
Adalberto Aguilar Fuentes y otros, como Bernardo Alvarado
Tello y Jorge García Granados.

Sin embargo, no obstante el pavor generalizado, como un


recurso de evasión, el guatemalteco escapa del terror y
recurre a la chanza, al humor, pero no al buen humor, sino
al cruel, como puede apreciarse por la reacción que tuvo,
cuando se enteró de la vigencia del consabido decreto:

Cuestionó: ¿entonces la escuela de la Iglesia Católica que


está al costado del templo Santo Domingo, la ``Escuela Jesús
Obrero", se va a tener que llamar, "Jesús Empleado" ?.

Los primeros brotes de insurgencia del movimiento sindical


y otras formas de organización, tanto de trabajadores
dependientes, como independientes, comenzaron a
producirse a la caída del dictador Ubico, a pesar de que su
sucesor, el General, Federico Ponce Vaides, era igualmente
adversario del sindicalismo y se intensificaron durante el
breve lapso en el poder de la Junta Revolucionaria de
Gobierno, integrada por el ciudadano civil, Jorge Toriello
Garrido y los militares Francisco Javier Arana y Jacobo
Árbenz Guzmán.

PRIMER LAPSO DE ESTUDIO DEL MOVIMIENTO SINDICAL


DURANTE LA ADMINISTRACIÓN DEL DR. ARÉVALO. Aunque
lo sucedido en el lapso, de mediados de 1944 a 14 de marzo
de 1945, no corresponde al período presidencial de Arévalo,
pues él tomó posesión del cargo, al día siguiente, se va a

255
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

tomar en cuenta ya que las multitudes actuaban ya


impulsadas por la enorme popularidad del Candidato Blanco,
o sea Arévalo...

EL SEGUNDO LAPSO, COMPRENDERÁ DEL 15 DE MARZO


DE 1945 A LA PROMULGACIÓN DEL CÓDIGO DEL
TRABAJO, A ÚLTIMO DÍA DE ABRIL DE 1947, O SEA UN DÍA
ANTES DE LA FECHA DE ENTRADA EN VIGOR DEL CÓDIGO
DEL TRABAJO.

EL TERCER LAPSO COMPRENDERÁ DEL PRIMERO DE


MAYO DE 1947, DÍA DE ENTRADA EN VIGOR DEL CÓDIGO
DEL TRABAJO A 18 DE JULIO DE 1949, POR LAS
IMPORTANTES CONSECUENCIAS QUE TUVO EN LA

POLÍTICA NACIONAL EL DECESO DEL JEFE DE LAS


FUERZAS ARMADAS, CORONEL FRANCISCO JAVIER
ARANA.

EL CUARTO Y ÚLTIMO LAPSO COMPRENDERÁ, DEL 18 DE


JULIO DE 1949 A QUINCE DE MARZO DE 1951, DÍA DE
LA TRANSMISIÓN DEL MANDO AL PRESIDENTE
CONSTITUCIONAL Y DEMOCRÁTICAMENTE ELECTO,
JACOBO ÁRBENZ GUZMÁN.

LAPSO DE JUNIO DE 1944 A MARZO DE 1945

Al principio, fuese por temor todavía duradero o por


ignorancia de la actividad sindical, las primeras
organizaciones que resurgieron fueron de naturaleza
mutualista. Una de ellas, la "Sociedad de Artes Gráficas"
(SAG), cuyo secretario general fue el tipógrafo Arcadio Ruiz
Franco. En estas asociaciones, a1 mismo tiempo se
perseguían fines de ayuda mutua y de índole sindical, como
256
Alfonso Bauer Paiz
las acciones por el mejoramiento de los salarios. Asimismo,
con prudencia, estableció en sus estatutos su apoliticismo
partidarista y ser ajena a todo credo religioso. Para ingresar a
la SAG bastaba con desear "la dignificación, adelanto y
engrandecimiento de la imprenta guatemalteca'". Con lo cual,
se estaba tendiendo la mano a los grandes empresarios, como
la Unión Tipográfica y el Centro Editorial, editores de los
diarios más importantes de esa época. El Imparcial y Nuestro
Diario.

Entre julio y agosto de 1944 se constituyeron las siguientes


asociaciones: Unión Nacional de Trabajadores Sastres,
Asociación de Trabajadores en Calzado, Centro de Albañiles,
Sociedad de Carpinteros y Obreros en Madera, Unión Central

de Panificadores, Unión Social de Trabajadores en Hechura y


Confección de Ropa.
Volvieron a la actividad organizativa algunos ex dirigentes
de la Federación Obrera de Guatemala (FOG), de los años
veinte del siglo XX, entre ellos: Alberto Hernández, quien había
sido Presidente de la Unión de Zapateros, Carlos Raúl
Alvarado, tipógrafo y antiguo miembro de la Sociedad El
Porvenir de los Obreros, Eduardo Paniagua, linotipista, Tomás
S. González, obrero y periodista y Humberto Morales Bolaños,
ex presidente de El Porvenir de los Obreros.
También comenzaron a organizarse los trabajadores de
grandes empresas extranjeras Unión Central de Electricistas
(UCE), formada por obreros y empleados de la Empresa
Eléctrica de Guatemala, subsidiaria de la Electric Bond &
Share Co.; La Sociedad de Auxilio Mutuo Ferrocarrilera (la
SAMF), en la costa sur los trabajadores de la Compañía
Agrícola de Guatemala (CAG), propiedad de la United Fruit
Company (UFCO), fundaron la Unión de Trabajadores de
Tiquisate (UTT). También se unieron los muelleros de Puerto
Barrios, cuyo empleador era la UFCO.

257
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En el sector de servicios privados, los primeros en


organizarse fueron los empleados del comercio, de la industria
y la banca y constituyeron la Asociación General de
Empleados de Guatemala, a pesar de que muchos de ellos
eran asalariados "de cuello blanco", como el cajero de la
Empresa Eléctrica de Guatemala, de rancia estirpe, Daniel
Micheo Alonso Medina y Alburquerque, quien no sólo destacó
en el campo sindical sino fue electo diputado al Congreso, en
diciembre de 1944. La Asociación no perdió el tiempo y, a los
pocos días de su fundación, demandó al sector patronal un
sueldo mínimo de 50 centavos, la jornada de 8 horas y el
cierre de actividades en las tardes de los días sábados.

En seguida quedó constituida la Sociedad de Empleados de


Hoteles, Cantinas y Restaurantes. Le siguió la Unión Central

de Chauffeurs, que pronto se amplió para constituir el Gremio


de Conductores de Carrera.

En el sector público fueron los maestros los primeros en


organizarse en la Asociación Nacional de Maestros (ANM), cuyo
primer presidente fue el emérito profesor nica-chapín,
Edelberto Torres Espinoza. La Asociación se pronunció
apolítica, pero sus asociados quedaban en libertad de hacer
política. Además de su presidente, la ANM contó entre sus
fundadores pedagogos de calidad, como Mardoqueo García
Asturias, Heriberto Ponce Sierra, Humberto Rodríguez, Efraín
de León Cabrera, Miguel Ángel Gordillo, Luis Raúl Arango y
Roberto Mejía.
Como consecuencia de esta incesante actividad
organizativa, los trabajadores iniciaron planteamientos de
aumento de salarios y las autoridades de gobierno se vieron
obligadas a reactivar el Departamento Nacional de Trabajo,
que había sido creado en la LEY del Trabajo de 1926.

258
Alfonso Bauer Paiz
Principales conflictos que surgieron:

Entre la Sociedad de Auxilios Mutuos del Gremio


Ferrocarrilero (IaSAMF) y la empresa International Railways of
Central America (IRCA). Los aumentos solicitados montaban
a Q600 mil... El gobierno, ante la posibilidad del estallido de
una huelga de los ferrocarriles, les amenazó con aplicar el
decreto gubernativo 31176 que disponía: "los servicios
ferrocarrileros, transporte, comunicaciones, luz y agua están
sujetas a las leyes militares y por consiguiente, cualquier
alteración en ellos será reprimida con la energía y rapidez que
dichas leyes determinan."

La SAMF respondió. "No hace falta, pues, ninguna


intimidación para lograr que nosotros nos pongamos dentro de
la ley, porque en ella nos hemos mantenido". La demanda se
basaba en la mencionada Ley del Trabajo, la cual no había
sido derogada, sino no se había aplicado durante los catorce
años del gobierno ubiquista. Es importante esta acción de la
SAMF, porque, además, del aumento salarial, solicitaban
celebrar un contrato colectivo de trabajo.
E1 21 de agosto de 1944, la prensa capitalina informó que
los ferrocarrileros irían a la huelga legal si la IRCA no aceptaba
el aumento de salarios, haciendo la salvedad de que en caso el
gobierno necesitara de los ferrocarriles, todos los huelguistas
estarían dispuestos a trabajar. Tres dirigentes: Arturo Morales
Cubas, David Enríquez y Juan Mejía fueron detenidos, pero
por poco tiempo.,
No obstante que los trabajadores bajaron su demanda
salarial a Q 200 mil y redujo su pliego de peticiones de
condiciones de trabajo a sólo seis puntos, la actitud del
gerente de la IRCA, Mr. Armstrong, fue tajante: "La empresa no

259
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

podía entrar a discutir asuntos de dinero, pues en ese sentido


la compañía no podía acceder más"
E1 29 de agosto, después de haber intervenido en el
conflicto el Secretario de Hacienda, la IRCA aceptó que el litigio
se sometiera a arbitraje.
El 8 de septiembre de 1944 se reunió el tribunal de arbitraje
y se llegó a un acuerdo entre las partes: arreglo que sólo se
limitó al aumento de sueldos y salarios. La IRCA tuvo que
subir su oferta a Q 240 mil. Respecto a los otros puntos del
conflicto, incluyendo el pacto colectivo de condiciones de
trabajo, se le concedió a la IRCA un plazo de 30 días, para
responder.
Los autores del Tomo II, El Protagonismo Sindical en la
Construcción de la Democracia, ASIES, (obra que es fuente de
consulta nuestra) al final de la abundante y veraz información
en torno a este conflicto, hacen los importantes comentarios
siguientes:

"Pese a no haber logrado el cien por


ciento de lo solicitado, este conflicto no
solamente fortaleció la organización
ferrocarrilera sino representaba un
innegable éxito para la SAMF. Fue la
primera vez después de largos años que
la IRCA tuvo que ceder ante las
demandas de sus casi 4000
trabajadores y quedó público el
constante irrespeto de esta poderosa
empresa a las leyes nacionales de
trabajo"

"Hemos tratado con mucho detalle esta


primera lucha ferrocarrilera, pues
260
Alfonso Bauer Paiz
contiene todos los elementos que en
los futuros años harán recrudecer la
conflictividad laboral no solamente en
la IRCA, sino en todos los grandes
monopolios norteamericanos afincados
en la economía nacional. No será sin
motivo justificado que durante los dos
gobiernos de la Revolución, gran parte
de las medidas se concentrarán en
disminuir la enorme dependencia de
Guatemala de estas economías de
enclave".

Conflictos laborales en los puertos: Champerico, Puerto


Barrios y San José
En el mes de julio de 1944, también hubo varios conflictos
en los mencionados puertos marítimos. Casi simultáneamente
con el de los ferrocarrileros, los 1500 muelleros de Puerto
Barrios demandaron a la UFCO aumento de salarios y
presentaran un pliego de cinco peticiones de condiciones de
trabajo: jornada de 8 horas, mejoría asistencia médica y
hospitalización, viviendas, pasajes preferenciales. Esta vez, el
gobierno de la república actuó y se llegó a un acuerdo
conciliatorio, pero los trabajadores denunciaron en septiembre
que la UFCO no cumplía del todo con lo convenido.
A finales de julio, demandas salariales fueron presentadas
por los laborantes de los puertos del Pacífico, San José y
Champerico. Ante la amenaza de huelga, la Agencia Marítima
Nacional, empresa que administraba el Puerto San José,
aceptó negociar y, en este caso, también participaron
autoridades de gobierno. Los demandantes lograron un 22%
de aumento salarial, pago de horas extraordinarias de trabajo,
261
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

atención e indemnización en caso de accidente y concesión de


días de feriado.
En el Puerto de Champerico fueron los patronos y
tripulantes de lanchas de la Compañía de Agencias de
Champerico, los reclamantes. También, sólo ante la amenaza
de huelga se resolvió el litigio, consistente en aumento salarial
y mejores condiciones de trabajo.

Conflictos laborales en fábricas y talleres del sector


manufacturero

Lucha salarial de los tejedores En esta rama de la


producción eran más los talleres artesanales que las grandes
fábricas. Los salarios no llegaban al mínimo fijado por Ubico
antes de renunciar. 50 centavos diarios. Los trabajadores de la
Camisería Elegante, públicamente denunciaron:

"(...) se sigue pagando por tarea y cuando una obrera


alcanzaba a ganar los 3 Quetzales por semana que establece la
ley (50 centavos diarios) se les hacía aparecer en los libros
como faltantes a su trabajo por uno o varios días".

Los trabajadores de la fábrica de hilados Minerva agregaron


que no sólo se trabajaba 12 horas diarias, sino que no se les
pagaban las horas extras. En esas condiciones se produjeron
movimientos reivindicativos, tanto en talleres artesanales
como fábricas industriales. El 20 de julio, de 1944, los 600
trabajadores de la fábrica de Mishaan y Vila pidieron aumento
proporcional del salario y el cumplimiento de la jornada de 8
horas. Ante la negativa patronal, los trabajadores se
declararon en "huelga de brazos caídos'". Simultáneamente,
paralizaron sus labores los 240 trabajadores de la fábrica de
hilados Minerva. El conflicto de la fábrica Mishaan y Vila fue
conocido por el Departamento Nacional de Trabajo (DNT). A1
final de todo, este conflicto se generalizó y el 29 de julio se
262
Alfonso Bauer Paiz
solidarizaron al movimiento, los trabajadores de otras tres
fábricas importantes: Nortropic, La Hiladera y New York,
convirtiéndose el conflicto en uno de la rama industrial textil.
Habiéndose sumado, el 5 de agosto, más centros de trabajo: La
Típica, La Suprema, El Progreso, La Quetzalteca, La Industria,
La Araña, La Tropical, La India y Taller Trinidad Paniagua. El
sindicato que representaba a los demandantes fue la Unión de
Trabajadores en Tejidos Manuales (UTTM), que sometió el
conflicto colectivo al DNT, y ello obligó a los empleadores
unirse en la Sociedad de Propietarios de Tejidos Manuales. El
arreglo final consistió en un aumento salarial del 25% y el
reconocimiento de la jornada de 8 horas.

Reivindicaciones antiguas de trabajadores de la panificación y


del calzado
Una vez establecida la Unión Central de Panificadores
(LTCP), a principios de agosto de 1944, demandó a la patronal
un aumento de 50 centavos por quintal de harina trabajado.
Con ello pedían Q 2 por quintal, petición que ya habían hecho
en 1927. Un veterano dirigente, Eduardo Padilla, antiguo socio
de El Porvenir de los Obreros y miembro de la extinta
Federación Obrera. A pesar de la intransigencia de algunos
propietarios de panaderías, el 6 de septiembre los trabajadores
lograron un aumento de salarios, con el compromiso de los
empresarios de mantener el precio y peso del pan, aunque en
octubre incumplieron el acuerdo y disminuyeron el peso y la
calidad del pan.
Los trabajadores del calzado se organizaron en la Asociación
de Trabajadores del Calzado (ATC), que presentó un pliego de
peticiones y aumento de salarios. Tal pedido desencadenó un
proceso organizativo entre los fabricantes que se unieron en la
Asociación de Manufactureros del Calzado (AMC) el 19 de
agosto. Las negociaciones se ventilaron en el DNT y varios de
los patronos argumentaban no poder acceder por la
competencia que le hacían fabricantes y distribuidores
extranjeros. El conflicto no se pudo resolver durante el
gobierno de Ponce Vaides, y lo fue en los primeros meses de la
administración de la Junta Revolucionaria de Gobierno.
263
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Reivindicaciones en el sector terciario: comercio, hoteles,


transporte
El 17 de agosto de 1944, la Asociación General de
Empleados (AGE) presentó al gobierno provisional de Ponce un
memorial en el que planteaban la difícil situación en que se
encontraban los trabajadores, mientras los patronos,
particularmente los extranjeros, habían aumentado sus
ganancias durante la guerra, en bancos, comercios e
industria. Se quejaban de recibir Q 7 u Q 8 por mes,
laborando 12 horas diarias, pedían además descanso el
sábado por las tardes y exigían se cumpliera la Ley de Trabajo
de 1926. en cuanto a 15 días de vacaciones anuales pagados.
La parte patronal estuvo representada por la Cámara de
Comercio e Industria, que aceptó el aumento de salario pero
no al "sábado inglés". Además del comercio, el movimiento
reivindicativo se extendió a los cines de la capital, a hoteles,
cantinas y restaurantes.
A principios de agosto, fueron los pilotos automovilistas,
quienes demandaron a la empresa de buses AURACO,
pidiendo un aumento del 50%. También los pilotos de la
empresa SUR, ambos grupos representados por la Unión
Central de Chauffeurs (UCCH). Poco tiempo después, fueron
los conductores de carretera quienes plantearon aumentos
salariales.

A fines de julio de 1944, se fundó la Asociación Pan


American Airways que demandó a la PAA.

Demandas laborales en el sector público.


El Presidente Ubico, poco antes de renunciar, había
decretado un aumento del 15% en los sueldos estatales, pero
insuficiente para cubrir las necesidades de trabajadores y
empleadas. Fueron los empleados municipales, quienes en
agosto de 1944 demandaron aumentos, seguidos por los
264
Alfonso Bauer Paiz
trabajadores de Obras Públicas. A1 efecto, los maestros
habían creado la Asociación Nacional de Maestros (ANM),
entidad que logró que el dictador les concedió un aumento.
Durante el gobierno provisorio de Ponce, los maestros fueron
objeto de represalias, por lo cual la ANM, el 18 de octubre,
declaró un "paro de brazos caídos".La huelga formó parte de
las acciones libertarias del movimiento revolucionario cívico
militar, del 20 de Octubre de 1944.

Primeros esfuerzos de unificación obrera. Fundación de la


Confederación de Trabajadores de Guatemala (CTG).

En los años 20 del siglo XX, había habido un despertar de


los gremios de trabajadores en gran parte debido al triunfo de
la Revolución de 1917 en Rusia. Y, con el nuevo ambiente de
más libertad con la caída del déspota Ubico, resurgió el intento
de la clase trabajadora por organizarse y así fue cómo el 1 de
octubre de 1944 se constituyó la CTG, con las siguientes
organizaciones: Fraternal de Barberos, Centro de Obreros
Albañiles, Unión Nacional de Panificadores, Unión Social de
Trabajadores en Hechura y Confección de Ropa, Sociedad
Artes Gráficas, Asociación de Trabajadores en Calzado y la
Sociedad de Empleados en Hoteles, Cantinas y Restaurantes.
Solidariamente, aunque no ingresaron a la CTG, estuvieron
acompañándoles, delegados de la SAMF de la Unión Central de
Pilotos Automovilistas y de la Unión de Trabajadores Sastres.
Cierto es que varias de estas organizaciones de trabajadores
correspondían muchas de ellas a centros de trabajo
artesanales, pues las fábricas industriales modernas eran
pocas.
Del ideario de la CTG se darán a conocer algunos aspectos;
"La CTG es un organismo de lucha social constituido por la
asociación de unidades sindicales de resistencia, dentro de las
normas legales, para contrarrestar los avances del capitalismo
en detrimento de los derechos de la clase laborante".
"Su ideal supremo se concreta en su lema que es por la
reivindicación del proletariado y su reivindicación social".

265
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

A juzgar, por esos postulados y otros de sus estatutos, la


CTG se pronunciaba prudentemente, habida cuenta del
conservadurismo y sobre todo, del cavernario anticomunismo,
imperante.
Según el veterano líder Arcadio Ruiz Franco tres grandes
fuerzas pugnaban dentro de la CTG. Primero, una gran
mayoría sin ideología definida y con muy poca preparación en
materia sindical; segundo, los llamados "libertarios", viejos
anarquistas que habían militado en las filas de los carpinteros,
sastres y zapateros, que habían luchado en los años veinte del
siglo XX; y , tercero, los "Claristas", antiguos dirigentes
sindicales de la Federación Regional Obrera de Guatemala

(FROG) y ciertos grupos de sindicalistas salvadoreños exiliados


en Guatemala., quienes iniciaran su labor en septiembre de
1944, creando una escuela de capacitación obrera con el
nombre de "CLARIDAD"

Esas corrientes llegaron a ser antagónicas, pero por algún


tiempo se mantuvieron unidas.

Los trabajadores urbanos ante el procesa pre-electoral y su


participación en la gesta revolucionaria.

El Presidente Ponce Vaides, provisorio, aunque


autopostulándose candidato presidencial, había anunciado
elecciones generales para el 17 y 18 de noviembre de 1944. El
pueblo, luego se organizó en partidos políticos, inscribiéndose
las grandes mayorías de ciudadanos en el Frente Popular
Libertador, (FPL), cuyos fundadores fueron estudiantes de
educación media y universitarios y también maestros y
profesionales jóvenes y, también en el partido Renovación
Nacional (RN), cuya máxima membresía era de maestros de
educación primaria y media. Uno de los dirigentes de RN
propuso como candidato a la presidencia de la república, al
pedagogo y filósofo, Dr. Juan José Arévalo Bermejo, quien se
encontraba exiliado en Buenos Aires, Argentina.
266
Alfonso Bauer Paiz
A la candidatura del Dr. Arévalo se sumaron otros partidos,
la Unión Cívica y Vanguardia Nacional, entidad con pocos
afiliados, pero en su mayoría de intelectuales y artistas de
renombre. Pero, lo más importante es que los sectores
populares se volcaron a apoyar la candidatura del Dr. Arévalo.
El ubiquismo seguía en pie, representada por el presidente
provisorio, pero además se organizaron nuevos partidos (no
olvidar que durante el período de Ubico sólo había existido un
partido: el Liberal Progresista, el del dictador y, era tal su
simpatía hacia el fascismo que dejó en absoluta libertad a los
miembros de las colonias europeas de alemanes, organizar y

actuar públicamente, en el Partido Nazi, a los italianos en el


Partido Fascista y a los españoles, en la Falange franquista.

Los nuevos partidos que se fundaron no fue alrededor de


principios doctrinarios, sino de personalidades de viejos
políticos, a quienes Ubico no los había dejado actuar. Así, dos
partidos, el Demócrata Central y Frente Nacional Democrático,
por la candidatura del Lic. Adrián Recinos, abogado y
sociólogo, el militar Guillermo Flores Avendaño, apoyado por el
partido Social Demócrata. Partidos en los cuales se afiliaron
buena parte de los servidores del ex presidente Ubico.
Paradójicamente, los fundadores del llamado Partida Nacional
de Trabajadores, quienes habían sido dirigentes de la Sociedad
el Porvenir de los Obreros, lanzaron la candidatura del Ing.
Manuel María Herrera, prominente empresario y político de la
oligarquía nacional.
La irrestricta libertad de organización y reunión no duró
mucho. A partir de agosto de 1944, la policía judicial, de
nefasta historial, procedió a las primeras capturas de
destacados políticos, entre ellos: Miguel García Granados,
Clemente Marroquín Rojas, Alfonso Solórzano, El profesor
Edelberto Torres, Presidente de la ANM, desde julio había sido
deportado.

267
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El 3 de septiembre, llegó de la Argentina, el Dr. Juan José


Arévalo, candidato a la presidencia de los dos partidos más
importantes en ese momento: el FPL y el RN. Fue un
recibimiento apoteósico, que alarmó al oficialismo, tanto más
que ya se había constituido el Frente Unido de Partidos
Arevalistas (FUPA). Un hecho criminal vino a recrudecer la
pugnacidad de los sectores de clase media y popular: él, en los
años 20 del siglo pasado, telegrafista y tipógrafo, pero en 1944,
director del diario de más circulación en el país, Alejandro
Córdova, diputado de la Asamblea Nacional Legislativa, se
oponía a los intentos continuistas del presidente provisorio, e,
inmediatamente ordenó su eliminación física y fue asesinado.
Crimen que, como lo comentó el dirigente tipógrafo, Arcadio

Ruiz Franco: La muerte de Alejandro Córdova causó


consternación y dolor en muchos sectores de la población, los
cuales lo hicieron presente de muchas maneras; los
periodistas escribieron crónicas incendiarias y los obreros
clamaron de indignación.

El 16 de octubre, el FUPA publicó un manifiesto, en el


cual denunció todos los actos atentatorios del régimen
provisional contra la prometida transición a un gobierno
democráticamente electo, que terminaba con los siguientes
pronunciamientos:
"(...) Todos estos hechos y otros que no hay necesidad de
relatar, ponen a los partidos políticos y agrupaciones
patrióticas que suscriben este documento, en la situación
imperativa de asumir una actitud enérgica, a fin de no dar
visos de legalidad a la farsa electoral organizada por el
gobierno de facto.”
“En consecuencia, resolvemos dar por cancelada la lucha
electoral y recomendamos a todos los afiliados que suspendan,
hasta nueva resolución, la campaña de propaganda que de tan
buena fe y con tan hondo fervor patriótico habíamos iniciado"
268
Alfonso Bauer Paiz
Suscribieron ese manifiesto los representantes de los
partidos: FPL, RN, Concordia Nacional (CN), Asociación de
Estudiantes Universitarios (AEU), Unión Cívica Guatemalteca
(UCG), Partido Centroamericano (PCA), Vanguardia Nacional
(VN), Asociación de Maestros (AM).
Es obvio, que en vista de esa situación despótica, los nuevos
partidos y las organizaciones populares tenían que recurrir a
vías de hecho y abatir el ubiquismo sin Ubico, que ya había
demostrado que la represión y la arbitrariedad continuaban
impunes. Apenas, cuatro días después se produjo la acción
cívico militar liberadora, en la Guardia de Honor, con el
alzamiento triunfante del 20 de Octubre de 1944.

La Junta Revolucionaria de Gobierno actuó en beneficio del


pueblo. Durante su breve período de gobierno (del 20 de
octubre del 44 al 14 de marzo del 45) hubo importantísimos
cambios socio-políticos: abolición del grado de general en el
ejército, autonomía a la USAC y a las Municipalidades,
abolición del trabajo forzado, disolución del cuerpo de policía
secreta., efectiva separación de los poderes del Estado,
alternabilidad en el ejercicio gubernativo; sufragio efectivo,
aunque sólo para alfabetos varones. Los anteriores eran
principios fundamentales de la Revolución. Pero, lo más
trascendental fue el proceso electoral para la designación de
los diputados a la Asamblea Nacional Constituyente, que
emitió la Carta Magna de 1945 que, entre sus títulos y
capítulos, estableció las bases para garantizar, no sólo
derechos humanos individuales, sino sociales, particularmente
la libre organización de los trabajadores, el establecimiento de
los derechos laborales y los fundamentos de un régimen
económico social de carácter popular y la estructuración de un
nuevo Estado, un Estado de Bienestar.
El aporte de la JRG, fue tal que un comentarista, citado en
la obra de ASIES que nos sirve de fuente de consulta, Mario
Rosenthal, en Guatemala The Story of an emigrant Latín

269
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

American Democracy, Nueva York, Twayne, 1962, p. 216,


escribe al respecto:

"En los meses transcurridos entre el 20 de octubre de 1944


y e1 15 de marzo de 1945, se emplearon menos días en la
construcción del nuevo sistema que años en construir el
antiguo"
Sin embargo, por el alto grado de impreparación de muchos
de los dirigentes de los trabajadores, no comprendieran de
inmediato la importancia del proceso revolucionario y, en vez
de aprovechar las favorables nuevas condiciones políticas, las
recientemente creadas organizaciones sindicales o gremiales,
en vez de unirse en un haz apretado, tuvieron desavenencias y
desacuerdos.

En noviembre de 1944, los tipógrafos demandaron un


aumento general del 50% de sus salarios y dispusieron realizar
una manifestación pública que fue apoyada por los
trabajadores de la construcción, pero la CTG no participó.
Asimismo, los miembros del magisterio asociados en la
ANM, también solicitaron aumentos salariales, en
circunstancias en que la JRG carecía de recursos
presupuestarios. El dirigente magisterial, Víctor Manuel
Gutiérrez, quien iniciaba su brillante y tenaz servicio al
movimiento sindical de Guatemala, aclaró que las peticiones
de la ANM no pretendían perjudicar al gobierno revolucionario,
al cual consideraban los trabajadores, como suyo.
Un cambio positivo de parte de varias de las organizaciones
de trabajadores, en esos días, consistió en que ya no
se declaraban apolíticas, sino, por el contrario
se pronunciaban definidamente parte del movimiento
socio-político revolucionario, con la responsabilidad de
impedir, a toda costa, el retorno de las prácticas dictatoriales
del pasado.
270
Alfonso Bauer Paiz
En enero de 1945, habiéndose ya convertido la SAMF en el
SAMF, o sea ya no era Sociedad de Auxilios Mutuos del
Gremio Ferrocarrilero, sino el Sindicato de Acción y
Mejoramiento Ferracarrilero, reclamó a la IRCA el
incumplimiento de los 10 puntos aprobados durante el
conflicto de agosto 1944 y amenazó con la declaratoria de
huelga si a 127 del mismo mes, no había accedido la
Empresa... El asunto se complicó porque los cinco mil
trabajadores de la Compañía Agrícola de Guatemala (CAG), se
solidarizaron con los ferrocarrileros y demandaron a la UFCO,
por medio de su sindicato, la Unión de Trabajadores de
Tiquisate (UTT), y plantearon también que de no atenderse sus
peticiones irían a la huelga.

A mediados de diciembre de 1944, los sectores reaccionarios


del país y las empresas extranjeras desataron una fuerte
campaña anticomunista, como reacción al incesante
crecimiento del movimiento reivindicativo de los trabajadores.
A esa campaña se sumó la Iglesia Católica, particularmente a
través del periódico Verbum, que era su órgano oficial de
prensa. En parte, esa reacción se debió a que, conforme al
nuevo ambiente con más libertades públicas, veteranos
dirigentes obreros, alguno de ellos comunistas, como el caso
de Antonio Obando Sánchez y un grupo de exiliados
salvadoreños, también marxistas, habían fundado una escuela
de capacitación para trabajadores sindicalizados, la Escuela
Claridad, que además asesoraban a varios sindicatos.

Lo anterior causó dentro de la CTG, divisionismo, pues una


corriente era "clarista", o sea partidaria de la ideología y
práctica orientada por la Escuela Claridad, otra, se
autodenominaba "libertarios", o sea anticomunistas, y una
tercera corriente, la más numerosa, pero ideológicamente
indefinida, sólo asignaba al sindicato la función de organizar a
los trabajadores para el logro de aumentos salariales y mejores
condiciones de trabajo.
271
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

SEGUNDO LAPSO DEL 15 DE MARZO DE 1945, DÍA DE


TOMA DE TOMA DE POSESIÓN DEL CARGO PRESIDENCIAL,
POR EL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO, AL ÚLTIMO
DÍA DE ABRIL DE 1947, VÍSPERA DE LA ENTRADA EN
VIGOR DEL CÓDIGO DE TRABAJO.

La política laboral del Presidente Arévalo la inició


declarándose favorable, no a la lucha de clases, sino por el
contrario, a la concertación obrero-patronal. Al efecto organizó
un primer Congreso de economía regional, en Escuintla (se
proponía fuesen cinco más), al que participaran, según sus
propias palabras, "las llamadas fuerzas vivas de la producción:
capitalistas, trabajadores, municipalidades, comerciantes,
industriales, y profesionales'", y, por supuesto, autoridades del

Estado. Al Congreso se le denominó El Triangulo de Escuintla,


precisamente porque siguiendo el modelo de la Oficina
Internacional del Trabajo (OIT), dialogarían en el evento,
representación de los Empleadores, de los Trabajadores y del
Estado, o sea dicho de otro modo: del capital, del trabajo y del
Estado. Que, comparada con la verticalidad y absolutismo de
la política dictatorial anterior, ésta nueva política ponía en
evidencia que Guatemala no sólo estaba construyendo una
democracia representativa sino también participativa.
Según el temario propuesto los asuntos laborales a tratar
eran los siguientes: relación entre salarios y costo de vida,
relaciones con los patronos y autoridades, problemas de
trabajo y posibles soluciones, agrupaciones gremiales,
vivienda, salud y protección social, así como la creación de
cooperativas de consumo entre los trabajadores.
Los trabajadores exigieron fijación de precios topes, en tanto
que los empleadores, particularmente los finqueros, defendían
el principio de libertad de precios. La representación
gubernamental se pronunció de la siguiente manera:
272
Alfonso Bauer Paiz
“El mejoramiento de la vida de nuestros trabajadores debe

conquistarse de manera armónica nacional. Debe conquistarse


un salario más alto para todos, pero debe hacerse en forma
sensata: necesitamos organizar en una forma armónica, tanto
la fuerza del trabajador como la fuerza del capital"
Un delegado obrero, Rafael Siliezar, representante de
Suchistepéquez manifestó:

"Por primera vez en nuestra querida patria, como en los


países civilizados del mundo, se le da oportunidad al
trabajador del campo y del taller a exponer y pedir lo que con
justicia tenemos derecho".
Fue significativo que los trabajadores agrícolas del área de
Tiquisate, del departamento de Escuintla, de fincas de

empresarios guatemaltecos, afiliados a la Unión de


Trabajadores de Tiquisate y los de la empresa de la UFCO, la
CAG, afiliados a la UTTC, mantuvieron en el Congreso
Triangulo de Escuintla, una actitud solidaria de clase. Un
representante sindical de Retalhuleu, Mateo Osorio, opinó que
“se sentía la libertad que nos da un gobierno verdaderamente
democrático" y resaltó que los obreros se habían hecho
"solidarios con el Gobierno, no por interés personal sino
porque vimos claramente que el Gobierno revolucionario daba
al pueblo lo que éste necesitaba desde hacía muchos años". Es
más, varios finqueros se expresaron como Carlos O.
Zachrisson:"nos adherimos a las ponencias presentadas por la
Asociación de Agricultores de Guatemala. Sólo quiero agregar
que se siente la necesidad de aumentar los salarios (...). Pido
al Congreso en nombre de los finqueros que le presten más
atención a esta justa demanda"

Un destacado universitario, el economista J. Mauselio de


León, expuso: "La industria en esta región es raquítica. Todos
comprendemos la necesidad urgente de nuestra
industrialización, pero aún no se formula el plan respectivo y
273
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

nos amenaza una fuerte penetración extranjera". EL


economista Jorge del Pinal, funcionario público, consideró
indispensable la creación de plantas industriales capaces de
elaborar los productos agrícolas de la zona. El hombre de
empresa, Ricardo de León, quien había sido artesano del
calzado iniciaba actividades industriales y habló en nombre de
la entidad patronal Cámara de Comercio e Industria de
Guatemala (CCIG), quien propuso la formación de cooperativas
productivas entre varios talleres del mismo ramo y, a la vez, el
fomento estatal a través de un "departamento de organización
industrial que organice las asociaciones de manufactureros en
todas las industrias existentes, a efecto de encauzarlas dentro
de las normas modernas de la producción y administración
eficiente". Propuesta que fue acogida en la Resolución 35 del
Congreso.

Todos los delegados al evento estuvieron de acuerdo en la


necesidad urgente de emitir una ley reguladora de las
relaciones de trabajo en las fincas. Ricardo de León exigió la
concreción de las garantías sociales del trabajador estipuladas
en la Constitución. Los trabajadores pidieron que, en tanto se
promulgaba el Código del Trabajo, se emitiesen leyes parciales
que normasen el salario mínimo, los contratos colectivos, las
organizaciones sindicales y la creación de un cuerpo de
inspectores del trabajo.
En la Recomendación No. 47, los trabajadores plantearon al
Gobierno su apoyo a la formación de una confederación
nacional de sindicatos, a pesar de que ya existía la CTG.

En resumen, en el Triangulo de Escuintla,


extraordinariamente, habían privado buenas intenciones tanto
de los representantes del gobierno como de los empresarios
agrarios, industriales y comerciales, y los trabajadores con
relación a la prometida cooperación recíproca a favor de una
mayor justicia social en Guatemala.

274
Alfonso Bauer Paiz
Sin embargo, el Presidente Arévalo no pudo montar otro
Congreso Regional, porque cómo se verá más adelante, el
empresariado capitalista no lo permitió, porque en su mayor
parte mantuvo posiciones reaccionarias.
De mi parte, un mea culpa, porque en los días de
celebración del Triangulo de Escuintla, yo era diputado al
Congreso Nacional, junto con otros representantes igualmente
jóvenes (Carlos Manuel Pellecer y Humberto Sosa), todos
afiliados al Frente Popular Libertador quienes, en compañía
con un activista sindical, Antonio Sierra González, el
trabajador Emilio Grajeda, el entonces estudiante y después
periodista, Francisco Catalán y otros compañeros, nos íbamos
todos los sábados, en tren de segunda, a Escuintla a fundar
sindicatos agrícolas y, por influencia de Pellecer, quien había
venido del exilio en México, hecho un adicto comunista y a
quien seguíamos en sus prédicas. Decíamos a los campesinos
y a trabajadores agrícolas que no apoyaran los propósitos del
Congreso Triangulo de Escuintla, porque lo que el Gobierno
estaba haciendo era "colaboracionismo de clase", que no se
dejaran engañar, porque la "tierra es de quien la trabaja", es
decir, de ustedes. Naturalmente, esas andanzas del puñado de
frentepopulistas que así agitábamos a los laborantes del
campo, en Escuintla, inmediatamente determinó protestas de
los finqueros y también de funcionarios de gobierno. En junta
de gabinete, el Presidente de la República, sus ministros,
incluido el de la Defensa, Jacobo Árbenz, decidieron ponerle
fin a nuestras visitas de agitación. Al efecto, Pellecer y Sosa
fueron nombrados en cargos diplomáticos en la Embajada de
Guatemala en México. Posiblemente a mí no se me desterró
con puente de plata, porque mi nombre era muy respetado en
los medios de la Universidad de San Carlos; pero también se
me impidió continuar en esas actividades sindicales y lo hizo el
propio Presidente de la República. Un domingo, estando yo en
una asamblea general con los trabajadores de la Finca
Nacional Concepción, inesperadamente se presentó el Dr.
Arévalo y, como su persona era muy querida por el pueblo, le
vivaron y le dieron calurosa bienvenida. El Presidente, tomó la
palabra y dio disculpas por interrumpir la reunión, pero dijo
275
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

que iba a plantear un asunto penoso. Delató que había


ocurrido un acto repudiable de corrupción administrativa,
pero que por fortuna no había sido realizada por algún
funcionario revolucionario, sino por uno que pertenecía a la
administración ubiquista. Explicó que algunos comerciantes
avorazados habían acaparado grandísimas cantidades de
quintales de maíz y que para evitar una elevación de precios, el
Gobierno, a través de la subsecretaria del Ministerio de
Trabajo, a cargo del Ministro Lic. Clemente Marroquín Rojas,
ajeno a los hechos vituperables, había —la Subsecretaría—
efectuado una masiva importación del grano, para
contrarrestar los efectos perjudiciales del acaparamiento. Pero,
en vez de hacer llegar el maíz directamente a los consumidores
se los había encargado a un comerciante amigo, quien
especuló en la operación con el consiguiente escándalo
público. Luego, a viva voz, les preguntó a los trabajadores: ¿no
quisieran ustedes que esto se reparara?, SÍ, fue la respuesta
unánime. Y, ¿no quisieran que se destituyera a ese
funcionario? SÍ, fue la respuesta unánime. ¿no quisieran
ustedes que lo sustituya un revolucionario?. SÍ, fue la
respuesta unánime. ¿no quisieran que el sustituto fuese una
persona joven de la confianza de ustedes?. SI, fue la respuesta
unánime. Y ¿qué les parece que sea su amigo, Poncho Bauer?.
SÍ„ fue la respuesta unánime.

Inmediatamente, le dije al Dr. Arévalo, perdón, pero antes


de aceptar yo tengo que consultar al Partido, porque si era
nombrado subsecretario, automáticamente perdía la curul.
Ingenuo yo, porque esta cuestión ya la habían "cocinado'" los
dirigentes del FPL y el Presidente de la República. Y, así fue
que salí del Congreso de la República a servir de segundo, del
Ministro Marroquín Rojas, en el Ministerio de Economía y
Trabajo. Sin saber, entonces, que de algún modo me había
salvado la vida, pues un muy querido tío materno, el médico
Adolfo Paiz Arrechea, finquero escuintleco, llegó a verme y a
decirme no volvás a Escuintla, porque recientemente estando
con varios finqueros en un bar, algunos de ellos dijeron: si
276
Alfonso Bauer Paiz
estos diputados Pellecer, Sosa y Bauer vuelven a venir "nos los
venadeamos'', sin saber que su contertulio era mi tío.
Después del 20 de Octubre de 1944, varias asociaciones
gremiales se convirtieron en sindicatos, una de ellas la
Asociación de Trabajadores del Calzado, otra fue la Unión
Obrera de Albañiles y se reconocieron otros: de empleados de
hoteles, restaurantes y cantinas. La celebración del día
internacional de los trabajadores, el 1 de mayo de 1945 fue la
primera vez que ocurrió, después de catorce años. A solicitud
del diputado y poeta Luis Cardoza y Aragón, el gobierno
declaró día de asueto pagado el 1 de Mayo, por medio del
Decreto 94.

En diciembre de 1944 había estado en Guatemala, el


Secretario General de la Central de Trabajadores de la
América Latina, Vicente Lombardo Toledano, marxista. Las
centrales estadounidenses Central Industrial Organizations
(CIO) y American Federation of Labor (AFL) adversaban a la
CTAL, por su posición antiimperialista. En Guatemala, había
dirigentes sindicales anticomunistas, como el Secretario
General de la CTG, Gumersindo Tejeda, quien se opuso a la
afiliación a la CTAL. Pero, en junio de 1945, varias
organizaciones manifestaron su repudia al Secretario
General, quien ordenó la expulsión de tales sindicatos. La
reacción de las bases fue inmediata: la destitución de
Gumersindo Tejeda y la adhesión a la CTAL.
La misma Asamblea que desconoció a Tejeda, designó una
junta directiva que se encargaría de organizar el Primer
Congreso de Unidad Sindical. Asimismo, dentro de la CTG se
produjo un cambio de orientación política: las treinta
delegaciones sindicales proclamaron unánimemente su
adhesión a la política democrática del gobierno de Arévalo.
Gumersindo Tejeda procedió a formar el Frente constitucional
de Obreros y Campesinos(FCOC), que pronto se convirtió en
la Federación Regional de Trabajadores de Guatemala (FRTG).

277
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Además de la pertenencia a la CTAL, también causaban


divisionismo en el seno de la CTG, las actividades de la
Escuela Claridad. En la votación que se hizo dentro del
Comité Ejecutivo, perdieron quienes no estaban de acuerdo
con los cursos de capacitación impartidos por dicha Escuela.

PRIMER CONGRESO DE UNIDAD SINDICAL

Lamentablemente, las pugnas entre esas corrientes de


opinión se recrudecieron y se libraba una lucha fuerte entre

ellas, para el control de la CTG. Pero, antes de dar más


información al respecto, digamos algo del Primer Congreso de
Unidad Sindical, el cual se realizó entre el 15 y el 20 de
agosto de 1945. Participaron en el mismo, por lo menos 65
sindicatos y el diario El Imparcial comentó que la CTG se
estaba convirtiendo en un "gigante que comienza a despertar"
Se incorporaron los sindicatos de Cementos Novella, el de los
destazadores de ganado de Escuintla, el Sindicato de
Trabajadores de Educación de Guatemala (STEG), o sea la
antigua ANM. Hubo 297 delegados de toda la República, que
representaban a más de 125 mil trabajadores. Fue
impresionante la concurrencia de mujeres sindicalizadas,
entre ellas, la lideresa Hortensia Hernández Rojas, dirigente
de la Unión Sindical de Trabajadores en Hechura y
Confección de Ropa.
Las nuevas afiliaciones de sindicatos, obligaron a redactar
nuevos estatutos de la CTG. Se aprobó mantener una línea
estrictamente democrática, acorde con el momento de la
política internacional, por la reivindicación de los derechos
económicos y la justicia social. Se emitió una declaración de
278
Alfonso Bauer Paiz
apoyo al gobierno de Juan José Arévalo. Se ratificó la
adhesión a la CTAL y se pronunció a favor de participar en el
congreso centroamericano a realizarse en Nicaragua. Además,
la CTG se comprometió a luchar por la mejora de todos los
trabajadores guatemaltecos en el sentido de una definitiva
liberación económica, a trabajar hasta lograr la completa
organización de los trabajadores de Guatemala, así como su
total unificación y a promover una intensa campaña cultural
en pro de la capacitación de todos los trabajadores del país,
para ir formando conciencia nacional.

Volviendo a las preocupantes diferencias ideológicas


existentes en el seno del movimiento sindical, en resumen,
sépase: el 6 de junio de 1945, Tejeda fue reemplazado por el
tipógrafo Arcadio Ruiz Franco. En el Congreso de Unidad
Sindical, en agosto, se había nombrado secretario general a
Isaías Ruiz Robles, en vez de Arcadio Ruiz Franco, quien no
estaba de acuerdo, por no ser el momento oportuno, para
fundar un partido de la clase obrera ni con la continuación de
la capacitación a cargo de la Escuela Claridad. No fue posible
lograr una reconciliación entre estas dos corrientes y, a fines
de enero de 1946, se rompió la CTG, saliendo catorce
sindicatos que formaron la Federación Sindical de Guatemala
(FSG).
La fuente informativa a la que he recurrido (es decir, el
Tomo II de los cuatro de la obra MAS DE 100 AÑOS DEL
MOVIMIENTO OBRERO URBANO EN GUATEMALA, El
Protagonismo Sindical en la Construcción de la Democracia
(1944-1954), Asociación de Investigación y Estudios Sociales,
ASIES, excepcionalmente omite comentar dos hechos de
importancia decisiva en las decisiones políticas y sindicales de
la época: la clausura de la Escuela Claridad y la fusión del FPL
y RN en el partido de Acción Revolucionaria (PAR). Razón por
lo cual lo haré yo, que tengo conocimiento directo de ambos
sucesos.

No recuerdo exactamente el momento de la clausura de la


Escuela Claridad, si ocurrió simultáneamente o poco después
279
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

del nombramiento de los ex diputados Pellecer y Sosa, como


integrantes del personal de la Embajada de Guatemala en
México y de haberme designado Subsecretario del Ministerio
de Economía y Trabajo, el Presidente Arévalo, el 1 de julio de
1945. Pero, es más o menos, por esos días que, en junta de
gabinete se decidió unánimemente la clausura de la Escuela
Claridad, porque dentro de las mismas altas esferas del
gobierno, y, en el propio movimiento sindical, habían
elementos anticomunistas y, además, porque dentro del
Ejército y no se diga en las organizaciones patronales, Cámara
de Industria y Comercio de Guatemala y Asociación
Guatemalteca de Agricultores (AGA) y en la Embajada de los

Estados Unidos había cundido la alarma ante "el peligro


comunista" que se cernía en Guatemala. O sea que el propio
gobierno, encabezado por el Dr. Arévalo fue el que decidió el
cierre de la Escuela Claridad, aunque al mismo tiempo
dispuso atender las necesidades de los docentes sindicales, a
quienes se les enviaba al exilio ayuda económica. Incluso, al
inolvidable luchador sindical y revolucionario, Miguel Mármol,
hermano salvadoreño.
El otro suceso no comentado, es el accidente automovilístico
que padeció el Dr. Arévalo, por ese entonces, al caer a un
abismo el vehículo en el que viajaba con su amigo "el Canche"
Alejos, en la carretera hacia el lago de Atitlán. El Presidente
perdió el conocimiento a consecuencia de los golpes y lesiones
sufridas, de cuidado, al grado que tuvo que ser hospitalizado.
A1 tenerse la mala noticia en el FPL y en el RN, algunos de los
dirigentes de dichos partidos, sin consultar a las respectivas
Comisiones Políticas, y sin tomar en cuenta a todos los
dirigentes incluso a mí, fueron a visitar al Coronel Francisco
Javier Arana, para pedirle que, en esas circunstancias,
mantuviera la institucionalidad y la vigencia plena de la
Constitución Política del país. El coronel les respondió que así
procedería, y sin ambages, agregó: "pero el próximo presidente
280
Alfonso Bauer Paiz
de la república, seré yo". Los visitantes, también sin titubeos,
le respondieron afirmativamente. Pero el Jefe de las Fuerzas
Armadas les pidió una garantía. ¿Cuál?, preguntaron los
dirigentes efepelistas y renovacionistas. Y, el coronel Arana les
respondió: terminen con el FPL y con el RN, los fusionan y el
nuevo partido será el mío. Así nació el Partido Acción
Revolucionaria (PAR). Cuando, al día siguiente se supo lo
anterior en las bases del FPL y del RN, cundió la indignación,
particularmente entre la juventud que abrigaban sentimientos
profundos de identificación y de valoración histórica por sus
entes políticos matrices. Es mi deber ético señalar que la
versión del Dr. Arévalo de la creación del PAR, que aparece en
la página 113 de su obra Despacho Presidencial, no es exacta.

En cuanto el Presidente recuperó su conciencia y volvió a la


vida normal, inmediatamente se dedicó a reparar la situación
política creada, desventajosamente para él, después de ese
funesto pacto llamado "del barranco". Por medio de los
abogados Carlos Leonidas Acevedo y Juan José Orozco
Posadas, logró que buena parte de ex renovacionistas,
volvieran a restablecer Renovación Nacional y, principalmente
por medio del Lic. Mario Méndez Montenegro, todavía leal al
primer mandatario, en el FPL se planteó lo mismo. Pero, a la
sazón ya habíamos algunos de los dirigentes que no
deseábamos salirnos del PAR. ¿Por qué?. Porque, ya en ese
partido habían ingresado un puñado de ex desterrados
guatemaltecos y centroamericanos, que habían tenido la
oportunidad de prepararse políticamente en México, durante el
gobierno revolucionario de Lázaro Cárdenas, mucho más
capacitados que nosotros. Entre ellos, Luis Cardoza y Aragón,
Alfonso Solórzano, Humberto Capuano, Carlos Arias, los
hermanos Cuenca, etc., etc. Recuerdo que nos oponíamos a
reconstituir el FPL, Manuel Galich, Antonio Reyes Cardona,
Roberto Barillas Izaguirre, José Luis Bocaletti, yo, y otros que
he olvidado. Sin embargo, sometida que fue la cuestión a
votación, el grupo adicto a Mario Méndez Montenegro, nos
derrotó e, ingenuamente, nos reintegramos al FPL.
281
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

He revelado lo anterior, porque en las pugnas


inter-sindicales estos cambios que se operaban en los
principales partidos políticos de la Revolución, jugaban papel
decisivo en los problemas de índole sindical, sobre todo en
materia de empeños unitarios, pues el PAR favorecía la
existencia de 1a Escuela Claridad, apoyaba la participación del
sindicalismo guatemalteco en la CTAL y adversaba la
intromisión de las centrales sindicales estadounidenses en el
movimiento obrero guatemalteco. En tanto que los seguidores
frentepopulistas de Mario Méndez Montenegro y de Carlos
Leonidas Acevedo en Renovación Nacional se inclinaban hacia
las posiciones anticomunistas.

Ahora, continuaremos con el relato de las actividades


sindicales. Ya se mencionó el establecimiento de la Federación
Sindical de Guatemala (FSG) , e1 27 de enero de 1946, que se
separó de la CTG y se integró con los siguientes sindicatos:
SAMF, de albañiles y similares, de autotransportes, de
trabajadores en alcoholes y licores, de Cementos Novella, de
mecánicos, metalúrgicos y operadores de maquinaria, de
trabajadores de El Zapote y Cervecería Centroamericana, de
barberos, de trabajadores en hilados y tejidos de la fábrica
Mishaan y Vila y la Unión Central de Pilotos Automovilistas..
La FSG contaba con la mayor parte de sindicatos de las
empresas industriales de Guatemala y con el SAMF, sindicato
ferrocarrilero con más de 4000 afiliados. El Secretario General,
fue Arturo Morales Cubas y el de Organización, prensa y
propaganda, Arcadio Ruiz Franco.
La FSG se pronunció públicamente, sin mencionarla por su
nombre, contra el funcionamiento de la Escuela Claridad y
contra "elementos espúreos y que no pertenecen efectivamente
a los círculos del trabajo" y contra "cualquier tendencia
encaminada a la prédica y difusión de ideas extremas y
doctrinas exóticas", en referencia a la corriente marxista
prevaleciente en la CTG.

282
Alfonso Bauer Paiz
Además manifestó estar dispuesta a laborar en perfecta
armonía con el capital, si éste así lo deseaba y reconocía
las necesidades y derechos de los trabajadores. Tales
pronunciamientos motivaron al líder norteamericano de la
AFL, Serafino Romualdi a venir a Guatemala, a fin de que la
FSG se anexara a la Central estadounidense, pero, no lo logró,
porque los dirigentes sindicales de Guatemala, a pesar de sus
diferencias, todos deseaban la pronta emisión del Código del
Trabajo, lo cual determinó un entendimiento entre las
Centrales sindicales CTG, FSG, FRCT, para exigirle al
Congreso de la República la aprobación del Código de Trabajo.

Entre tanto, se recrudecieron las reclamaciones laborales en


la Empresa Eléctrica, en la Fábrica de Casimires de Amatitlán,
en la Fábrica de tejidos la Estrella, en la empresa
estadounidense Pan American Airwyas (PAA), en las
plantaciones bananeras de la UFCO en Izabal, en la IRCA, y
otros más. En parte eso se debía a la falta de legislación
laboral adecuada, a ineptitud del DNT y a la vigencia de
algunas disposiciones, como el Decreto 64 y el Decreto 223,
Ley Provisional de Sindicalización, que permitía la existencia
de sindicatos blancos dentro de las empresas y ambos exigían
trámites previos de conciliación y arbitraje, con aplicación de
las vetustas normas de La Ley del Trabajo de 1926.
El 10 de diciembre de 1946, el Secretario General de la
Presidencia emitió un comunicado en el que el Gobierno
endurecía su política laboral, que inmediatamente hizo
reaccionar a las Centrales Sindicales, que se decidieron, como
respuesta, a la creación del Comité Nacional de Unidad
Sindical (CNUS), el cual se constituyó el 19 de diciembre de
1946 con la FSF, CTG, FRCT y la Asociación General de
Empleados (AGE). La fundación del CNUS fue de grande
importancia para el sindicalismo, porque fue el principio de la
superación del paralelismo sindical y de la unificación de los
trabajadores y políticamente, porque fue un organismo
solidario con el proceso revolucionario que se vio en peligro al
fundarse el Partido de Unificación Anticomunista (PUA), al
283
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

servicio no sólo de los sectores contrarrevolucionarios


nacionales sino de la política imperialista de los Estados
Unidos, cuyo gobierno se empeñaba en derrocar al Presidente
Arévalo.

Antes de terminar los comentarios atinentes a este lapso


(que se inicia el 15/3/1945, día de toma de posesión del cargo
presidencial por el Dr. Arévalo al 1 de mayo de 1947, día de
entrada en vigor del Código de Trabajo), voy a referirme
brevemente a otro conflicto laboral que no fue mencionado por
los excelentes investigadores de ASIES. Se trata de un
movimiento de huelga en la Fábrica Cementos Novella, siendo

yo Subsecretario del Ministerio de Economía y Trabajo. El


Ministro, Lic. Clemente Marroquín Rojas, me había encargado
que yo me ocupara de los asuntos laborales y que él atendería
los problemas económicos, tomando en cuenta que él no se
consideraba suficientemente preparado en Derecho del Trabajo
y, yo, por el contrario recientemente, junto con el Lic. Salvador
Saravia Enríquez, habíamos ganado cátedras de Derecho
Laboral, por oposición, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales. Por esa circunstancia tuve que conocer del conflicto
mencionado e, inmediatamente, investigué en los archivos del
Ministerio, algún antecedente que me ayudase a manejar la
negociación, habida cuenta de lo precario de la legislación
vigente. Descubrí un estudio que había encargado el ministro
fundador del Ministerio, el economista Manuel Noriega
Morales, sobre la industria de la fabricación de cemento, la
cual consideraba eje, de la actividad económica. El experto
panameño-estadounidense, Néstor K. Ovalle, quien elaboró el
estudio del caso, concluía su dictamen aseverando que la
empresa cementera no sólo podía duplicar los salarios, sino
que debería reducir los precios a la mitad y, aún así, percibiría
jugosas ganancias, como no las tenían "corporations" de los
EE.UU. Con el propósito de que el sindicato demandante
pudiese elaborar las condiciones de su pacto colectivo de
condiciones de trabajo, le di a los dirigentes del sindicato copia
284
Alfonso Bauer Paiz
del dictamen. Al saberse, lo que había hecho, no
personalmente, sino por medio de un editorial en
LA HORA- Tribuna no Mostrador, mi Jefe me acusó de haber
cometido el delito de infidelidad en la custodia de documentos
públicos. De mi parte, haciendo uso del derecho de respuesta,
le hice saber que ningún delito había cometido, porque de
conformidad con la Constitución de la República se
garantizaba e1 carácter público de los actos administrativos,
salvo los militares y los diplomáticos pendientes., y que el
documento que yo había dado a conocer al Sindicato no era ni
militar ni de carácter diplomático. Pero, al final de cuentas, el
Presidente Arévalo no me recibía a pesar de mis múltiples

súplicas, para explicarle el por qué de mi actuación, razón por


la cual renuncié y no volví a laborar, porque nunca se me
aceptó la renuncia. No estoy muy seguro, pero creo recordar
que finalmente las partes llegaron a algún acuerdo, pero no a
la suscripción de un contrato colectivo o pacto de condiciones
de trabajo.

TERCER LAPSO. DEL 1 DE MAYO DE 1947, DÍA


DE ENTRADA EN VIGOR DEL CÓDIGO DEL
TRABAJO A 18 DE JULIO DE 1949, DÍA DEL
DECESO DEL JEFE DE LAS FUERZAS ARMADAS,
CORONEL FRANCISCO JAVIER ARANA, POR LAS
IMPORTANTES CONSECUENCIAS QUE TAL
SUCESO TRÁGICO TUVO EN LA POLÍTICA
NACIONAL,

La Constitución de la República, de 1945, por primera vez


en la historia del Derecho Constitucional de Guatemala,
incluyó en su Título III, Garantías Individuales y Sociales, un
Capítulo, el II, sobre Garantías Sociales, cuya Sección I, normó
todo lo concerniente al Trabajo, y preceptuó en el párrafo 1 del
artículo 58:
"Serán nulas y no obligarán a los contratantes,
aunque se expresen en un convenio de trabajo u

285
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

otro pacto cualquiera, las estipulaciones que


impliquen renuncia, disminución o tergiversación
de algún derecho reconocido a favor de los
trabajadores en esta Constitución o en la ley."
Apenas, dos años después de la vigencia de la Ley
Fundamental, el Congreso de la República y el Ejecutivo se
habían empeñado en la elaboración del Código del Trabajo, en
la que trabajaron no sólo profesionales del derecho, sino
también trabajadores. Pero, a quienes más se les debe la
iniciativa de ley correspondiente es al costarricense Oscar
Barahona Streber, en la parte sustantiva, y al guatemalteco,
abogado Oscar Barrios Castillo, la parte procesal.

El Decreto que aprobó el Código del Trabajo (C de T) es el


número 330, de 1947. El C de T se ajusta y perfecciona la
regulación de las relaciones de trabajo de la Constitución de la
República. Así, en su parte introductoria, la de los
Considerandos, los legisladores revolucionarios fijaron
como principios fundamentales del Derecho del Trabajo
guatemalteco, los siguientes:

- Es un derecho tutelar de los trabajadores,


puesto que trata de compensar la desigualdad
económica de éstos otorgándoles una protección jurídica
preferente. (Principio revolucionario que no entendían
los juristas guatemaltecos, formados en la escuela del
antiquísimo derecho romano contractual).
- El Derecho del Trabajo constituye un
mínimum de garantías sociales, protectoras del
trabajador, irrenunciables, únicamente para éste y
llamadas a desarrollarse (...) mediante la contratación
individual o colectiva y de manera muy especial, por
medio de los pactos colectivos de condiciones de trabajo.
- El Derecho del Trabajo es un derecho
necesario e imperativo, o sea de aplicación forzosa, en
286
Alfonso Bauer Paiz
cuanto a las prestaciones mínimas que concede la ley
(...) limita bastante el principio de la "autonomía de la
voluntad" propia del Derecho Común (...).
- El Derecho del Trabajo es un derecho realista y objetivo.
Lo primero porque estudia al individuo en su realidad
social y considera que para resolver un caso
determinado a base de una bien entendida equidad es
indispensable enfocar ante todo la posición económica
de las partes y lo segundo, porque su tendencia es la de
resolver los diversos problemas (...) con criterio social y
a base de hechos concretos y tangibles.

- El Derecho del Trabajo es una rama del


Derecho Público, por lo que al ocurrir su aplicación, el
interés privado debe ceder ante el interés social y
colectivo
- El Derecho del Trabajo es un derecho
hondamente democrático (...).
- Para la eficaz aplicación del C de T, también
es necesario crear un sistema flexible y moderno de
Tribunales de Trabajo y Previsión Social (...) que
permitan administrar justicia pronta y verdadera; y que
igualmente es necesario crear un Ministerio
especializado en materia de trabajo y previsión social a
fin de que el Organismo Ejecutivo pueda resolver con
acierto los problemas que van a surgir con motivo de la
operación y desarrollo de la Legislación social.

La calidad e importancia del C de T se prueba, a través del


transcurso del tiempo. Casi a los sesenta años de su
promulgación, los sectores retardatarios y explotadores de los
trabajadores, no han podido derogarlo, aunque penosamente
lo han modificado, más en sentido negativo que positivo.
287
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El Congreso de la República, a fin de dar cumplimiento al


compromiso asumido de conformidad con lo previsto en el
Considerando que urgía el establecimiento de un sistema
flexible y moderno de Tribunales de Trabajo y Previsión Social,
en el Título Decimosexto, creó una judicatura especial, la del
Magistrado Coordinador de los Tribunales de Trabajo y
Previsión Social, y designó al abogado Alfonso Bauer Paiz,
responsable de dicha magistratura, con las atribuciones
siguientes.

- Vigilar personalmente y en forma constante la


marcha y funcionamiento de los Tribunales de Trabajo y
Previsión Social.
- Procurar la unificación del criterio de dichos
Tribunales.

- Asesorar a los Tribunales del Ramo sobre la


aplicación y sentido de las leyes de Trabajo.
- Recopilar los fallos de los Tribunales de Trabajo y
P.S., a efecto de crear y unificar la jurisprudencia de los
mismos.
- Llevar las estadísticas necesarias de los Tribunales
de Trabajo.

- Examinar los expedientes en los que tuviere


denuncia de retardos en su tramitación y dictar las
medidas correspondientes.
- Proponer por medio del Presidente del Organismo
Judicial las reformas a las leyes de trabajo que
considerase necesarias. Y
288
Alfonso Bauer Paiz
- Publicar cuando menos una vez por mes los fallos
firmes dados por los Tribunales de Trabajo y P..S., ,
exceptuando los de menor cuantía y las sentencias
recaídas en materia de faltas.
El Congreso de la República, tomando en cuenta la falta de
experiencia en materia laboral de los juristas guatemaltecos,
atribuyó al Magistrado Coordinador una grande
responsabilidad, que garantizara el buen funcionamiento de
estos nuevos tribunales de jurisdicción privativa y, sin duda,
por ello dispuso en el artículo 433 del C. de T., lo siguiente:
"Por la índole de las funciones del Magistrado Coordinador
de la Jurisdicción del Trabajo, sólo reconocerá como superior
jerárquico en materia judicial al Presidente del Organismo
Judicial y a la Corte Suprema de Justicia; los Tribunales de

Trabajo y Previsión Social deben reconocerle su superior


jerárquico y atender cumplidamente sus mandatos".
El magistrado designado cumplió su deber: organizó los
Tribunales de Trabajo con magistrados, jueces y personal
idóneo y laborioso, al punto que los juicios individuales de
trabajo eran resueltos a más tardar en sesenta días y los
colectivos no excedían de un semestre, sin ser resueltos.
Además se realizó la labor de unificación de la jurisprudencia
en materia laboral y se fundó la Gaceta de los Tribunales de
Trabajo y Previsión Social, cuyo contenido incluía: doctrina,
jurisprudencia, estadística, consultas y formularios judiciales.
En vista que los estudios históricos realizados en cuanto a
la política laboral en Guatemala, no se le ha dado atención a
los pioneros de la administración de justicia laboral, a
continuación se dan a conocer sus nombres y cargos:

Magistratura de Coordinación de Trabajo y Previsión Social,


Alfonso Bauer Paiz; Secretario, Julio Valladares Castillo, Sala
de Apelaciones de Trabajo y P.S., Julio Antonio Reyes
Cardona, Rafael Zea Ruano, Oscar de León Aragón; Juzgados

289
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

de Trabajo y P.S. Primera Zona Económica (Guatemala,


Chimaltenango, El Progreso y Santa Rosa), Miguel Ángel Flores
(salvadoreño); Segunda Z.E.. (Escuintla y Sacatepéquez), Luis
Quezada Mejicanos; Tercera Z.E.. (Suchitepéquez y
Retalhuleu), Domingo Ayerdi; Cuarta Z.E., (Quezaltenango,
San Marcos y Totonicapán), Julio Gómez Padilla; Quinta Z.E.,
(Alta y Baja Verapaz); Noé Montenegro; Sexta Z.E., Horacio
Padilla; Séptima Z.E. (Jalapa y Jutiapa), Rafael U. Rivas;
Octava Z.E. (Huehuetenango, El Quiché y Sololá), Horacio
Mijangos; Novena Z.E. (El Petén), Evaristo García Merlos. A
partir de la vigencia del Código de Trabajo, el Comité de
Unidad Sindical (CNUS) intensificó sus actividades. A
mediados de agosto (1947) entregó al Congreso pliego de
peticiones contentivo de algunas reformas a artículos del
Código, a fin de suprimir la restricción sindical en el agro, la
prohibición a los trabajadores de hacer propaganda política
dentro de sus organizaciones. Inmediatamente, la AGA tildó
de comunistas a los autores del pliego y el 9 de septiembre,
junto con la CCIG, pidieron al Congreso que no atendiera esas
peticiones del CNUS, porque éste, con sus actividades,
establecía la "dictadura sobre la clase patronal".

Otra petición del CNUS se refería a eliminar la coexistencia


de dos o más sindicatos en una sola empresa, para terminar
con los sindicatos blancos. Esta cuestión fue resuelta, un año
después, por medio del Decreto 526, de 16/7/1948 que
dispuso: si en una empresa existe un sindicato que aglutine a
las tres cuartas partes de los trabajadores, la personalidad
jurídica le será negada a un nuevo sindicato.

Una tercera petición del CNUS, con la que los patronos, no


estaban de acuerdo, era la relativa a la autorización de la
llamada "cláusula de exclusión sindical", conforme la cual los
trabajadores no sindicalizados no tendrían derecho a gozar de
290
Alfonso Bauer Paiz
las prestaciones que lograra el sindicato. El Congreso de la
República no aprobó esa petición, que era de la FSG.

Una medida propuesta por el CNUS no contó con el apoyo


de sindicalistas y del partido revolucionario PAR, la cual había
sido aprobada por el Congreso de la República: la prohibición
de que los dirigentes sindicales pudieran ser reelectos después
de dos años en sus respectivos cargos.

El Presidente Arévalo no aceptó la solicitud de la AGA y de


la CCIG, relativa a que vetara el Decreto 526 y lo mando a
publicar al Diario Oficial.

La confrontación entre las organizaciones sindicales y


partidos políticos de la Revolución con las asociaciones
patronales y partidos políticos de oposición, se intensificó. En
junio de 1948, los sectores reaccionarios se compactaron en la

Unión Electoral (UNE) y promovieron una fuerte y escandalosa


campaña contra la supuesta entrega del Gobierno y de las
organizaciones sindicales y políticas, que le apoyaban, a la
política del comunismo internacional.

El CNUS instó a los partidos de la Revolución para que


estrecharan sus filas y conjuntamente respondieran al desafío
opositor, pues ya había ocurrido el fraccionamiento del PAR,
restableciéndose el FPL y RN.

Ese divisionismo impulsó al CNUS a velarse de otras vías


para asegurar su presencia en la escena política del país. Y
propició la creación del Comité de Acción Política (CAP). Fue
oportuno el cambio de política de la FSG, que a fines de mayo
de 1947 había abandonado su rechazo a cualquier vinculación
del movimiento sindical con la política. Y, como consecuencia,
hizo alianza electoral con el PAR.

En junio de 1948, el Presidente Arévalo, debido a su


decisión de llevar al gabinete ministerial, en vez de
291
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

funcionarios, miembros del PAR a frentepopulistas y así


nombró a Gerardo Gordillo Barrios, Ministro de Educación,
Oscar Barrios Castillo, de Hacienda y Crédito Público y a
Alfonso Bauer Paiz, Ministro de Economía y Trabajo.

A este último se le facilitó en parte el desempeño del cargo,


porque su antecesor en el Ministerio, Augusto Charnaud
Mcdonald había logrado un éxito político, al convencer a varios
importantes empresarios de salirse del CACIF de aquella
época, la CCIG y fundar una nueva Asociación de Industriales,
que tenían confianza en el proyecto de industrialización del
país del Gobierno del Presidente Arévalo. Dichos
representantes de la iniciativa privada se unieron en esa
Asociación. Una vez a la semana el Ministro se reunía con ellos
en el Hotel Victoria, de Salvador Abularach, afiliado de la
Asociación. A esta pertenecían, entre otros, los hermanos Julio
y Saturnino Briz, de la Industria de la Panificación Rafael

Espejo Tapia, de la industria fosforera; Ricardo de León, de la


del Calzado, Byron Zadik, de la industria tipográfica Fernando
Ramírez, de la industria siderúrgica; los propietarios de la
fábrica Cantel, de Hilados y Tejidos, de la familia Weíssemberg:
Mario Papahiu, de la industria de helados, etc., etc.
Esos empresarios no cuestionaban la política tutelar de la
Revolución a favor de los trabajadores, porque también ellos
eran favorecidos con la política de protección a los productores
nacionales, respecto a la competencia de las importaciones de
artículos y bienes de consumo procedentes del extranjero.
En ese lapso (1948 a julio 1949) las acciones reivindicativas
del movimiento sindical se recrudecieron. Citamos varios de
esos conflictos: el del Sindicato de Laborantes de Obras
Públicas, el movimiento de huelga en varios talleres
tipográficos de la capital, el conflicto planteado por empleados
públicos de los servicios de telégrafos y teléfonos, operadores
de radio y carteros. Además de nuevos litigios de trabajadores
292
Alfonso Bauer Paiz
de AVIATECA, Taca, y PAA, empresas de aviación y Tropical
Radio, del servicio cablegráfico. Peticiones del Sindicato
Central de Trabajadores de Obras Públicas.Y también huelga
en la Fábrica de Cementos Novella, de los panificadores de la
capital, de trabajadores del transporte y del Sindicato de
Empleados y Trabajadores de la UFCO (SETUFCO). Asimismo,
en la IRCA y en la Empresa Eléctrica de Guatemala, propiedad
de la transnacional estadounidense Electric Bond & Share.

Históricamente, el problema laboral más grave y difícil de


resolver, era en esos momentos el de la UFCO. Los personeros
de esta corporación transnacional se negaban a acatar las
disposiciones del Código del Trabajo, basándose en falsos
argumentos "legales", según los cuales de conformidad con los
contratos de operación suscritos por la UFCO con autoridades
del Gobierno de Guatemala, en la época de las dictaduras de
Estrada Cabrera, del Gobierno de José María Orellana, de
Lázaro Chacón y de Jorge Ubico, contratos que habían sido
aprobados por el Organismo Legislativo, en forma tal que
permitía a la UFCO administrar "liberrimamente" sus
actividades. Por lo tanto, no les era aplicable el Código del
Trabajo, conforme al principio constitucional relativo a la no
retroactividad de las leyes, salvo en materia penal si la ley
posterior le fuese más favorable a1 delincuente. Así lo
establecía el artículo 49 de la Constitución, pero, la poderosa
empresa bananera se olvidaba de que, conforme al artículo I
de la misma Constitución de la República, la de 1945,
Guatemala era una República "libre, soberana e
independiente", o sea con plena capacidad jurídica de legislar
y aplicar la ley, tanto a nacionales como extranjeros.
La controversia fue seria y pugnaz, pero la firme
posición del Presidente de la República, del Ministro
de Economía y Trabajo, del Ministro de la Defensa, y
hasta ese momento del Jefe de las Fuerzas Armadas, por una
parte, y la vigencia de las normas de las convenciones y
convenios internacionales, especialmente de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), obligaron a la UFCO a ceder y
293
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

aceptar someterse a la legislación laboral de Guatemala y a las


resoluciones y sentencias de las autoridades de trabajo
gubernativas y judiciales.

Para contribuir a la solución de los conflictos entre el SAMF


y la IRCA y el de la Empresa Eléctrica de Guatemala, el
Presidente Arévalo nombró interventor, tanto de la empresa
ferrocarrilera como de la de electricidad, al Ministro de
Economía y Trabajo.
A finales de marzo de 1948, el SAMF y la IRCA suscribieron
el pacto colectivo de condiciones de trabajo...El Ministro de
Economía y Trabajo, Bauer Paiz, logró que la EEG aceptara
negociar con el Sindicato, el pacto colectivo, negociación que
se hizo a presencia del Inspector General de Trabajo, Julio
Valladares Castillo y del Ministro, habiéndose llegado al

arreglo del conflicto, dos meses después de iniciado, y suscrito


el pacto el 24 de febrero de 1949.
Otro grave conflicto, surgido fue el que planteó la Unión
Sindical de Trabajadores de Puerto Barrios (USTPB), contra la
UFCO. En Despacho Presidencial, el Dr. Arévalo, relata cómo
el propio Presidente de la República y el Ministro de Trabajo y
su equipo de asesoría, atendieron el caso. A continuación se
reproducen los comentarios pertinentes del primer mandatario
de la nación, que obran en las páginas de la 363 a la 366 del
libro citado:

“El Ministro Bauer Paiz conducía el conflicto laboral con


un criterio revolucionario. Perfectamente asesorado por
técnicos de su Ministerio y sintiendo cálido apoyo
presidencial, mantuvo a la Empresa rebelde en posición de
defensa. Me pidió sesión especial de Gabinete para dar a
conocer en su intimidad estos asuntos y la realizamos e1 24
de Enero. Bauer Paiz hizo una sesuda exposición y todos los
presentes entendimos que esto ya no era una escaramuza
294
Alfonso Bauer Paiz
sino una batalla. Una batalla por la soberanía. La "United
Fruit" pretendía volver a los tiempos en que sus fincas
parecían factorías extranjeras, a donde no llegaban las leyes
guatemaltecas. La tropa entraba, pero solamente para
capturar trabajadores inconformes o famélicos. Bauer Paiz
aconsejó que se procediera a la restricción de un sólo
Artículo de la Constitución (el 31) en los Departamentos de
Izabal y Escuintla a fin de imponer una solución arbitral:
arbitraje forzoso. El Ejecutivo emitió el Decreto por el cual se
declaraban "servicios públicos" los que desempeñaban los
trabajadores del Muelle de Barrios y los que cumplían
los trabajadores de la UFCO y de la Compañía Agrícola
(Tiquisate). Él Ejecutivo explicó a la Nación que se dictaba
ese Decreto para evitar una calamidad nacional de carácter
económico. Nosotros sabíamos que era para algo más: era

para someter a la Empresa rebelde y demostrarle que las


leyes del Estado se cumplen en todo el territorio del país”.

“Fue como ponerle al toro las primeras banderillas. Los


jerarcas de la Empresa sintieron que eso era una clarinada
de guerra. El decreto se dio e1 25 de enero y el 26 la
empresa paralizó sus labores de transporte y embarque.
La miseria amenazaba a setenticinco mil trabajadores
guatemaltecos. El C.N.U.S. expresa su sospecha de que hay
mar de fondo político. La Empresa se muestra sorda y ciega.
Cómo que quisiera provocar un golpe reaccionario. El 27 van
tropas de Zacapa hacia Puerto Barrios para prevenir
disturbios. Los "cerebros" que defienden a la Empresa están
estudiando si deben o no acatar el Decreto. Ellos no se
sienten en América: se sienten en África. A estas horas, en el
país hay tremenda expectativa. Los revolucionarios,
angustiados ante la enormidad de la batalla: un Ejecutivo
que no cuenta con el apoyo de las Fuerzas Armadas. El
Congreso, los Sindicatos y (...) la plebe, como único apoyo
"militar". Del lado de enfrente, todas las células de
"patriotas", con cara de felicidad ante la inminencia de un
295
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

colapso político. Una vez más: "Ahora sí cae Arévalo". Era de


tal gravedad la situación que las fuerzas sindicales
procedieron a enlazarse en un Pacto de Solidaridad, de
intenciones combativas: todos los sindicatos actuarían en
común cuando la emergencia lo indicara, en apoyo decidido
del Gobierno y para contrarrestar la rebeldía de la Empresa
colonialista. Cuando el Congreso discutió la aprobación del
Decreto, Monteforte Toledo pronunció un enjundioso
discurso acerca de la tramoya en que se amparaban las
empresas bananeras y el sentido del imperialismo
económico. Hizo una historia de la UFCO y recordó que se
nos apodaba en los Estados Unidos "Repúblicas Bananeras".

“El 4 de Febrero la UFCO se atrevió a decir que el


arbitraje no le era obligatorio. Son los momentos en que la
reacción capitalina gana la Alcaldía, aprovechándose de que

las fuerzas electorales del arevalismo van divididas en dos


candidaturas: los frentepopulistas por un lado (Asturias
Valenzuela, Candidato) y la alianza de izquierda por otro
(PAR=RN=Sindicatos) con Prera como Candidato. La derrota
nos dolió mucho porque demostraba el grado de soberbia a
que habían llegado los Partidos oficialistas, cada uno
engreído de su popularidad. La UFCO mantiene su negativa
a exportar banano y sus barcos han dejado de tocar los
Puertos guatemaltecos: boicot comercial, porque son los
únicos barcos que nos visitan. El líder sindical Manuel
Pinto Usaga se juega una carta magnífica al viajar a los
Estados Unidos para exponer a las organizaciones laborales
de allá la naturaleza de la lucha de Guatemala contra la
UFCO. El 11 de Febrero, Taillón publica un extenso alegato
pretendiendo demostrar que la restricción de garantías es...
inconstitucional. ¡La vieja muletilla reaccionaria!. Otro
jerarca, mister Bump, se niega a concurrir a los juzgados
desde donde se le ha citado, y fue menester que la policía
296
Alfonso Bauer Paiz
de Escuintla lo llevara por la fuerza a la Cabecera
departamental para obligarlo a responder un interrogatorio.
¡Por primera vez en Guatemala! El Gobierno se resuelve a
acusar a La UFCO de "paro patronal"!, mientras que el
Congreso de los Estados Unidos se desata en sartas de
improperios contra nosotros. El representante McCornack
dijo: "Las tácticas torpes de una minoría de agitadores en el
Gobierno de Guatemala están tratando de damnificar a una
estimable Compañía norteamericana". El senador Lodge
(familia de accionistas de la UFCO) atacó a los Gobiernos
de Guatemala, Colombia y Argentina como indignos de
recibir la ayuda del "Punto Cuarto" de Truman, agregando
que Guatemala estaba bajo influjo ruso-comunista. Febrero
18: la UFCO no quiere arbitraje: desea entenderse a solas
con los trabajadores. La vieja historia del tiburón firmando
un tratado con la sardina. Hacia el 15 de Febrero, la
situación de los trabajadores en huelga era angustiosa, y

Bauer se prepara para informar al Congreso de la


República que jamás había afrontado una crisis parecida”.

"Fue entonces cuando entró en escena el Despacho


Presidencial. Los jerarcas de la Frutera me habían visitado
varias veces. En un comienzo, para solicitar mi influencia a
fin de que los Diputados corrigieran el Código, y recuerdo
una vez en que me llevaron en un papel los números de los
artículos que ellos deseaban desapareciesen o fueran
enmendados. Ahora que ya estábamos en el conflicto
(Febrero de 1949) vinieron conmigo para que yo
"aconsejara" a los trabajadores que volvieran a sus puestos.
Me imagino que algunas otras visitas anduvieron
realizando en otros altos Despachos. Pero fue a mediados
de Febrero cuando el señor Taillon y el señor Turnbull me
pidieron audiencia para exponerme, con cara compungida,
lo grave del conflicto. Mister Turnbull residía en Honduras,
quizá como jefe general de las "factorías" centroamericanas.
Fue llamado para que permaneciera en Guatemala
297
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

dirigiendo la batalla contra el Estado. Entraron al


Despacho esta vez con el respeto de costumbre. Ellos me
consideraban un Gobernante "tratable". Los diálogos en el
Despacho se desenvolvían en términos de la mejor
diplomacia. "El Ejecutivo no puede dar órdenes al
Congreso". "Mi deber como Presidente es defender a los
trabajadores". Pero esta vez, en estos mediados de Febrero
en que las papas quemaban, el diálogo subió un poco de
tono.

“Señor Presidente: le traemos muy malas noticias". —"A ver:


cuáles son". —"Hemos estado en contacto radiotelefónico
con Boston, y nuestros jefes nos han dado órdenes de no
ceder".— El que habló fue mister Turnbull, un hombrón quizá
de mayor estatura física que la mía. "Mister Turnbull: usted
habla un castellano correcto". —"Es una oponión muy
amable de su parte, Presidente". —“Ese castellano lo aprendió
usted en México". —"Sí, señor Presidente: cursé casi toda la

escuela primaria en México", —"Entonces conoce usted muy


bien la biografía de Hernán Cortés". —"Pues claro que sí: es un
tema de estudio allá". —"¿Recuerda usted que Hernán Cortés
mandó quemar sus naves?".—Mister Turnbull ya no abrió la
boca y se me quedó mirando asombrado. Todos estábamos de
pie. "Mister Turnbull: en Guatemala hemos quemado las
naves. El Código del Trabajo se cumple o nos hundimos todos.
Haga usted el favor de informarlo así a Boston". —¿Es su
última palabra, Presidente?".—"Es nuestra última palabra".—
Los dos jerarcas norteamericanos se despidieron con el respeto
de costumbre, pensando sin duda en Hernán Cortés y en Don
Pedro de Alvarado.... Cuatro días más tarde, volvieron esos dos
personajes a mi Despacho. "Señor Presidente: le traemos muy
buenas noticias. Boston nos ha autorizado a aceptar el
arbitraje.. .". Una vez más yo veía detrás de toda esta tramoya
la sombra de Arana.

298
Alfonso Bauer Paiz
“El 21 de Febrero Bauer Paiz se ganaba en el Congreso,
al informar sobre la delicada situación, un homenaje
estruendoso por parte de la barra popular que ya estaba
encendida de indignación contra los empresarios
norteamericanos. Pero tres días después, Taillon y Turnbull
concurrían a las oficinas del Ministerio de Economía para
iniciar las pláticas de avenimiento. En el Ejecutivo se pudo
respirar muy hondo. El Congreso revolucionario celebró la
rendición de los norteamericanos. "La Revolución"— la que
había dado el Código del Trabajo —— había sabido imponerlo
a los traficantes de estilo africano. Los enemigos del
Gobierno, incluyendo toriellistas y aranistas, no salían de su
asombro. Arévalo, sus patojos y sus "comunistas"... sin
Ejército... habíamos librado y ganado la más peligrosa
batalla en salvaguarda de la soberanía nacional. Esto
también era ya una Revolución. Una primera conquista: el 7
de Marzo se firmó el Pacto Colectivo entre la UFCO y la
Compañía Agrícola— por una parte— y los trabajadores por

la otra, con lo cual se obtuvo un aumento de salarios


estimado en 1,500,000 quetzales por año.”

CUARTO LAPSO. DEL 18 DE JULIO DE 1949. DÍA DEL


DECESO DEL JEFE DE LAS FUERZAS ARMADAS, CORONEL
FRANCIOS, TRÁGICO SUCESO QUE TUVO CONSIDERABLES
CONSECUENCIAS POLÍTICAS EN EL PAÍS, AL 15 DE MARZO
DE 1951, FECHA DE LA TRANSMISIÓN DEL MANDO
PRESIDENCIAL, AL CORONEL JACOBO ÁRBENZ.

En este lapso, hubo agitadísima actividad política en la que


participaron las organizaciones sindicales. La pugnacidad
entre las organizaciones patronales, AGA y CCIG y las
asociaciones sindicales de trabajadores no cesaba, teniendo
como consecuencia dificultades para el incremento de la
productividad agrícola, industrial y de servicios. Ante esa
situación, el Ministro de Economía y Trabajo, propuso a las
299
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

partes en contienda la suscripción de un Pacto Patriótico


Obrero Patronal, cuyos objetivos generales eran: 1. - Aumento
de la producción nacional y de la productividad individual;
2.- Diversificación de la producción; 3.- Elevación del Nivel de
vida y de ocupación del pueblo de Guatemala; y
4.- Liberación económica del país.
El Pacto lo propuso Bauer Paiz en octubre de 1950, en
circunstancias, como ya se dijo, en que los sectores sociales
estaban más interesados en su participación en el proceso
electoral para la designación del sucesor del Dr. Arévalo,
como Presidente de la República, de modo que su
planteamiento no tuvo feliz término.

En seguida se mencionarán los sucesos más relevantes de


la participación política del movimiento sindical, en este
período: fundación del Partido Guatemalteco del Trabajo,
comunista, a fines de septiembre de 1949, intensificación de

las actividades del Comité de Acción Política (CAP), fundación


del Comité Político Ferrocarrilero (CPF), del Comité Político de
Trabajadores de Educación (CPTE), creación del Comité
Político Nacional de Trabajadores (CPNT), fundación del
Partido Revolucionario Obrero de Guatemala, patrocinado por
líderes del CPNT.

Entre los dirigentes sindicales más activos en las lides


políticas merecen citarse: Víctor Manuel Gutiérrez, Secretario
General de la CGTG, Bernardo Castillo Flores, Secretario
General de la CNC, Manuel Pinto Usaga y Arturo Morales
Cubas, dirigentes del SAMF, Hortensia Hernández Rojas,
José Alberto Cardoza, tipógrafo dirigente de la FSG.

300
Alfonso Bauer Paiz
A juzgar por la relación que antecede del surgimiento y
evolución del movimiento sindical en Guatemala, durante el
período presidencial del Dr. Juan José Arévalo, quien siempre
mantuvo cordiales relaciones con la clase trabajadora del
país e impulsó la estructuración institucional del Estado al
servicio de las fuerzas del trabajo organizadas, se puede
afirmar, sin lugar a dudas, que su gestión administrativa en
este orden es ejemplar y merece el reconocimiento histórico,
de haber sido el primer Presidente de la República,
comprometido y eficaz, para sentar las bases democráticas de
un sindicalismo unitario, íntegro, patriótico y progresista.

BIBLIOGRAFÍA

- Más de 100 años del Movimiento Obrero Urbano en


Guatemala, Tomo II, El Proteccionismo Sindical en la
Construcción de la Democracia (1944-1954), Asociación
de Investigación y Estudios Sociales Guatemala ASIES,
Talleres Gráficos de Serviprensa Centroamericana de
Guatemala, 1/9/1992.
- El recopilador, Alfonso Bauer Paiz, hace constar que,
casi en su totalidad, el texto que se publica está tomado
de la obra mencionada supra, en gran parte, los
extractos obtenidos conservan su redacción original.
Expresa su admiración por lo exhaustivo y acertado del
estudio realizado por los investigadores de ASIES, de
extraordinaria capacidad técnica.

- Alfonso Bauer Paiz. Cómo Opera el Capital Yanqui


en Centro América (el Caso de Guatemala, Editora
Ibero- Mexicana, S. de R-L., México D.F., 1956

- Alfonso Bauer Paiz, Memorias de Alfonso Bauer Paiz,


Historia no Oficial de Guatemala, Alfonso Bauer Paiz,

301
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Iván Carpio Alfaro, Ediciones Rusticatio, Guatemala,


1996.

- Gaceta de los Tribunales de Trabajo y Previsión


Social, Publicación de la Magistratura de
Coordinación, Año I -No. 2, julio-agosto, 1947.

- Juan José Arévalo, Despacho Presidencial, Editorial


Oscar de León Palacios, Ciudad de Guatemala, 1998.
Obra Póstuma.

LA MÚSICA EN GUATEMALA, DURANTE


LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE Y DEL PERÍODO DEL
PRESIDENTE JUAN JOSÉ ARÉVALO
15 DE MARZO DE 1945 AL 15 DE MARZO DE 1951
Jorge Sarmientos

La Orquesta Sinfónica Nacional fue fundada por el


Triunvirato Presidencial Revolucionario compuesto por el
Ciudadano Jorge Toriello Garrido, Capitán Jacobo Árbenz
Guzmán (Segundo Presidente de la Revolución, sucesor del
Doctor Juan José Arévalo) y el Coronel Francisco Arana, el día
14 de noviembre de 1944, después de los trámites hechos por
los maestros: Ricardo Castillo, Andrés Archila, los jóvenes
concertistas de piano: José Arévalo Guerra, Manuel Herrarte
Ariano, los violinistas: José Luis Abelar, Juan Ramón Molina,
Enrique Raudales y otros.


Compositor, Pianista y Director de Orquesta.

302
Alfonso Bauer Paiz
Antes de ello existía la Orquesta Liberal Progresista
militarizada, con la base de la Orquesta Ars Nova que fundó el
Maestro José Castañeda y que dirigió en los primeros tiempos
del gobierno de su primo Jorge Ubico. Cuando Jorge Ubico
militarizó a esta orquesta, el Maestro José Castañeda
renunció, entonces el gobernante nombró al italiano Gastón
Pellegrini que fue un director tirano, fascista, que cuando
llegaba a los ensayos ponía primero la escuadra y la batuta
sobre el atril. Se cuenta una anécdota del Señor Gastón
Pellegrini: alguien que no pertenecía a la orquesta le hizo una
pregunta: ¿por qué esa arma al ensayo? El respondió: ¡Es
para quien desafine!

Cuando el Doctor Juan José Arévalo ganó las elecciones por


una gran mayoría, siendo presidente electo, asistió al primer
gran concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigido por
el Maestro Andrés Archila, en el Teatro Lux que estaba
colmado de un gran público que le brindó el aplauso más largo
en la historia de Guatemala, jamás brindado a otro presidente
electo.

La Orquesta Sinfónica Nacional, fue apoyada —así como las


otras instituciones artísticas— por el Presidente Arévalo. Entre
1947 a 1950, la Sinfónica viajó 3 ó 4 veces al Festival de
Música que se llevaba a cabo en Cartagena de Indias en
Colombia, organizado por el Maestro Director de Orquesta y
Director de la Unidad Técnica de Música y Folklore de la Unión
Panamericana con sede en Washington D.C. Estados Unidos,
Maestro Colombiano: Guillermo Espinosa de gran recordación
por su lucha en pro de la música de Latinoamérica. En
algunos de esos viajes a Cartagena-Colombia, fueron solistas
los pianistas guatemaltecos: Salvador Ley, (Director del
Conservatorio Nacional de Música), Manuel Herrarte Ariano,
José Arévalo Guerra, el Maestro Andrés Archila que aparte de
dirigir, también fue solista de violín. Estos conciertos fueron
dirigidos por directores invitados internacionales, tales como
Stewart, Espinoza, Jaime León, etc.

303
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, varios


directores refugiados en América del Sur, fueron invitados a
dirigir en Guatemala, con el apoyo del Presidente Arévalo.
Algunos de ellos fueron: Erick Kleibert, Klemen Krauss,
Edward Fendler, Jean Paul Morell, Victor Tevah, entre otros.
Los pianistas: Firkushny, Alexis Weisemberg, Roberto
Casadessu, —compañero de clase de Doña Georgette Contoux
de Castillo—Premio de Excelencia de piano a los 14 años en el
Conservatorio Superior de París—, Paul Loyonet, Georgy
Sandor, Antonio de Racco, los violonchelistas: Casadó,
Piatigorsky, Sara Nelsova entre otros, violinistas como:
Yehudy Menuhyn, Spiwakowsky, Zino Francescatti, Ruggiero
Ricci, Jaime Laredo (Boliviano), Ángel Reyes (Violinista
Cubano), Henry Shearing, Jasha Heifetz, Nicanor Zavaleta

(Arpista), español; entre otros. Se fundó la Orquesta Sinfónica


“Guatemala en marcha” que dirigía el Maestro Manuel Gómez
Samayoa, en su período de gobierno, que se presentaba con
las retransmisiones de TGW La voz de Guatemala para todo el
país y en Onda Corta para el extranjero, lo que después se
llamó “La Hora Nacional” en el período del Coronel Jacobo
Árbenz Guzmán a partir de 1951.

En la Radio Nacional, TGW La voz de Guatemala, se


presentaban los solistas guatemaltecos en grandes recitales en
el Estudio de Cristal y el Piano Baldwin de concierto:
Georgette Contoux de Castillo, Manuel Herrarte, José Arévalo
Guerra, Salvador Ley, Eduardo Rodríguez Rouanet, Augusto
Cuellar, los cantantes: Aída Doninelli, Coconi Ruíz, Guillermo
Anreu, Luis Rivera, Humberto Oliva, Marco Antonio Ceballos,
Lily Andreu Spillari….Violinistas: Andrés Archila, Carlos
Ciudad Real, Milton Cabnal, Enrique Raudales, José Santos
“Paniagua etc. .... En la música popular: Mario Lara, Mario
Forno Herrera, Fredy García Manzo (jazz), Cantantes

304
Alfonso Bauer Paiz
populares como Mildred Chávez, Blanca Estela Palomo, Juan
de Dios Quezada, Adolfo Palma y muchos más.

La Orquesta Sinfónica Nacional instituyó las distintas


temporadas de conciertos: Popular: se tocaba en lugares
—para educar musicalmente— en la Ciudad de Guatemala,
tales como el Cerro del Carmen, la Palmita, la Recolección. El
Guarda, la Concha Acústica, en el Palacio Nacional al aire libre
etc.

Temporadas escolares, asistiendo todos los establecimientos


educativos con entrada libre. Durante los ensayos generales
de los grandes conciertos de la temporada internacional, los
centros educativos como la Escuela Normal.

Instituto Belem, el INCA, Instituto Central, el Conservatorio


Nacional de Música, asistían a los ensayos generales sobre

todo cuando nos visitaban solistas y directores de fama


internacional.

En las temporadas escolares y populares, antes de cada


obra alguna de las personas que mencionaré, leían
comentarios para guía del público asistente, Ej.: los maestros
y locutores: Miguel Ángel “pato” Aldana, Rodolfo Santa Cruz
Morales y otros locutores de la Radio Nacional TGW La voz de
Guatemala.

El Presidente Arévalo instituyó el Certamen


Centroamericano y Panamá, de Ciencias Letras y Bellas Artes,
a partir de 1948. El primer ganador del primero, segundo y
tercer premio en la Rama de Música fue el Maestro Ricardo
Castillo, después le acompañó con el tercer lugar el alumno
aventajado, pianista Joaquín Marroquín, que le siguió Jorge
Sarmientos y Manuel José Juárez Toledo. Jorge Sarmientos
ganó con jurado de México el segundo y tercer lugar del
Certamen de 1952. En el año 1953, ganó el Primer Premio con
su obra “Cinco Estampas Kaqchikeles Descriptivas” para
305
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Orquesta Sinfónica. Este mismo compositor emuló al Maestro


Ricardo Castillo ganando los tres premios en el Certamen de
1956.

También se presentó después de muchos años las


temporadas de Ópera a cargo de los maestros directores y
preparadores de los cantantes: Miguel Ángel Sandoval que era
Director de la Radio Nacional TGW y Mitchel Kutzner. Llegó a
Guatemala el Ballet Ruso, grandes figuras del Ballet Bolshoi.

Se apoyó presentaciones de ópera con la Orquesta Sinfónica


del Conservatorio Nacional de Música a partir del mismo año
1948. Allí tomaron parte Luis Rivera, Humberto Oliva, Gloria
Aragón, Yolanda Gutiérrez, (hoy de Paniagua) IIonka Kuba y
muchos más.

Se fundó la Orquesta Típica de la Policía Civil que dirigió el


Maestro Alfredo Silva y ensayaba en el Palacio de Policía. Esta
orquesta ofrecía sus conciertos los domingos por la mañana en
la Concha Acústica.

Guatemala 10 de abril de 2005.

306
Alfonso Bauer Paiz

PRINCIPALES OBJETIVOS
DEL SINDICALISMO COMUNISTA (en 1949)
Alfonso Bauer Paiz**

1. Mejorar los salarios en relación con el aumento del


costo.

2. Fijar salario mínimo.

3. Logro efectivo de la jornada semanal de 45 horas


máxima, pago del séptimo día, vacaciones, de horas
extras y de todas las otras garantías mínimas


Traducción del Recopilador, Alfonso Bauer Paiz, del documento del Programa de
Análisis Histórico de la CIA, 2003, cuya publicación fue autorizada totalmente. Como
puede apreciarse por la simple lectura del documento publicado, los Principios y
Objetivos del Sindicalismo guatemalteco revolucionario, en 1949, nada tienen de
"comunistas", sino son propios de un intento de aniquilación de resabios
semi-feudales, que permitiera el desarrollo de una economía capitalista, en el marco
político de una democracia participativa, en un Estado de Bienestar, anti dictatorial.
** Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.

307
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

establecidas en el Código de Trabajo y de otras


garantías sociales de la Constitución.

4. Revisión y mejoramiento de la legislación social,


especialmente de aquellos aspectos que limitan el
derecho de huelga y garantizar efectiva libertad de los
sindicatos para organizarse políticamente.

5. Una "mejor organización y funcionamiento" de los


Tribunales de Trabajo.

6. Independencia absoluta de las organizaciones de trabajo


del Estado y de los empleadores. Esto significa
constante lucha para mantener la independencia
sindical de toda forma de sujeción, del sindicalismo
corporativo fascista y de sujeción en la práctica de las
autoridades.

7. Lucha por la unidad sindical por medio de intenso


trabajo en las bases sindicales "para crear un
sentimiento unitario en los trabajadores, siendo esto la
principal ayuda para la unidad orgánica del movimiento
sindical".

8. La creación de una universidad de trabajadores y el


reconocimiento por parte de los empleadores de su
obligación de crear escuelas de capacitación técnica.

9. La prevención del desempleo por medio de un plan


puesto en operación por el Estado y protección
arancelaria para las industrias existentes.

10. Efectiva "democratización" del Instituto Guatemalteco


de Seguridad Social y la extensión de la seguridad social
a otras áreas de la producción.

308
Alfonso Bauer Paiz
11. Lucha por condiciones de trabajo saludables y de
seguridad.

12. Oposición a la intervención de los órganos de represión


del Estado (por ejemplo, la Policía) en los conflictos
laborales.

13. Libre organización sindical de los trabajadores del


Estado.

Los siguientes objetivos para el mejoramiento de vida de los


campesinos.

1. El derecho de los campesinos a poseer la tierra que


trabajan y, mientras esto se pueda lograr, rentas bajas
de arrendamiento.

2. La incorporación del campesinado a la vida económica,


política y social de la nación por medio de la reforma
agraria.

3. Propiciar la organización de los campesinos en


cooperativas para aumentar la producción y mejorar las
condiciones de vida.

4. Extender la seguridad social a los campesinos.

5. Devolver las tierras a aquellos campesinos que hayan


sido despojados de ellas.

6. El mejoramiento de las condiciones sanitarias en las


áreas rurales, especialmente para combatir las
enfermedades endémicas de la población campesina.

309
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

7. El reconocimiento del derecho de todos los campesinos


a tener el beneficio de la protección del Estado, crédito
agrícola y otras ayudas a la agricultura.

Para el mejoramiento de las poblaciones indígenas:

1. Garantía de las tierras comunales pertenecientes a las


comunidades indígenas.

2. El retorno de las tierras comunales indígenas tomadas


por latifundistas.

3. Liberación de las comunidades indígenas si están


enclaustradas en latifundios.

4. La reforma agraria debe tomar en consideración la


situación de los indígenas respecto a sus características
nacionales y personales.

5. Incorporación de las poblaciones indígenas al resto de la


población mediante procedimientos democráticos e
iguales oportunidades para su desarrollo.

6. El desarrollo de la economía indígena, facilitando el


acceso a los mercados, estableciendo servicios
crediticios, la mecanización de sus industrias.

7. El establecimiento de un museo nacional del folklore


indígena.

Para los artesanos:

310
Alfonso Bauer Paiz
1. Promoción de la organización cooperativa de los
artesanos, con ayuda del Estado para su tránsito a la
industrialización moderna.

2. Los artesanos desplazados deben ser ayudados por el


Estado para su paso a una economía industrial sin
indebidas dificultades.

3. Absoluto respeto a las ideas políticas.

Para los trabajadores de cuello blanco, maestros, estudiantes y


profesionales:

1. Estímulo al próximo desarrollo de una "clase-media".

2. Alquileres más bajos y construcción pública de


viviendas.

3. Absoluto respeto a las ideas políticas de los empleados


públicos, restringiéndose este derecho únicamente
cuando sus actividades perjudiquen su eficiencia como
servidores del Estado o sabotee la obra de la Revolución.

Para los capitalistas nacionales:

1. El desarrollo de un capitalismo nacional por medio de la


cooperación de los capitalistas a los principios
democráticos. Este punto "debiera merecer especial
consideración del Estado dada su importancia para la
liberación económica del país".

2. "Es en interés de la nación que una clase social se


desarrolle para subsistir a la clase de latifundistas,
quienes son los responsables del atraso de la economía
nacional y de la vida social.

311
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Para la juventud de Guatemala:

1. La construcción de más escuelas, la eliminación de


cuotas para la admisión a las escuelas y abaratamiento
del precio de los libros de texto.

2. La creación de subsidios agrícolas para preparar a la


juventud campesina.

3. La regulación del trabajo infantil, el reconocimiento a su


derecho a jornadas de trabajo más cortas y la creación
de centros recreativos para ellos.

Para las mujeres de Guatemala:

1. Libre e igual acceso de las mujeres a cualquier clase de


actividades y su participación en los organismos del
Estado.

2. Más protección a la madre y a la madre abandonada.

3. Estricta aplicación del principio Constitucional que


prohíbe la intervención directa o indirecta de la Iglesia
en los asuntos políticos o de trabajo de la nación.

4. Tomar medidas enérgicas contra los especuladores que


elevan el costo de vida.

5. Control de precios de los artículos de primera necesidad


para aliviar el hambre del pueblo.

6. El abaratamiento de los costos de alumbrado, energía


eléctrica, agua y otros servicios públicos.

312
Alfonso Bauer Paiz
7. El desarrollo de un plan nacional hospitalario.

8. Combate a las causas de la mendicidad y del


alcoholismo mediante una política de trabajo y empleo.

9. La rebaja de los precios de los periódicos y la creación


de bibliotecas públicas y populares.

Demandas culturales:

1. La educación de los niños pobres, como base para la


liberación económica de las familias.

2. Salarios más altos para los maestros.

3. "La educación en el país debe basarse en principios


nacionales, evitando la intromisión de instituciones
extranjeras en la dirección y administración de los
asuntos de la educación nacional".

4. Una campaña de alfabetización para los indígenas en


sus idiomas, el desarrollo de los alfabetizados en sus

propias lenguas y un programa de educación rural en


estos idiomas.

5. Las escuelas deben mantenerse estrictamente en manos


de los laicos.

6. La continuación de la educación extra escolar por medio


de misiones culturales, teatros, exposiciones móviles,
programas de radio, conciertos, etc.

Para el desarrollo de la economía nacional:

313
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

1. La transformación económica del país debe comenzar


con una reforma agraria que esté bajo la dirección de
una institución especial que desempeñe las siguientes
funciones: la división de los latifundios, incluyendo las
tierras de propiedad del Estado, dándoselas a los
campesinos pobres, mecanizando la agricultura,
apertura de nuevas regiones para el cultivo, proyectos
de irrigación, de diversificación de la producción,
administración del crédito rural, etc.

2. Planificar y promover la industrialización del país hacia


la independencia económica nacional, comenzando con
el establecimiento de un Instituto Industrial de
Producción. "La industria deberá basarse en la
ampliación de la producción de materias primas del
país, que facilitará la reforma agraria. La
industrialización será mantenida por el capital nacional
y las inversiones extranjeras serán reguladas para que
no continúen frenando el desarrollo económico y
atentando contra la independencia política del país".
Revisión de aquellas concesiones todavía existentes.

3. Estímulo al comercio internacional de los productos


nacionales y limitación de la importación de artículos
extranjeros que se producen en el país.

4. El funcionamiento de una Marina Mercante


Guatemalteca.

5. Una política bancaria que efectivamente suministre


crédito a la industria nacional.

314
Alfonso Bauer Paiz
6. El establecimiento de becas para la preparación de
técnicos. En iguales circunstancias, éstas debieran
extenderse a los hijos de los trabajadores.

7. La creación de un Instituto Nacional del Café para


ayudar a prevenir fluctuaciones en el mercado que
perjudiquen a la nación y a los salarios de los
trabajadores.

JUSTICIA LABORAL DURANTE LA ÉPOCA DEL


DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO

ANTECEDENTES DEL DERECHO DE TRABAJO


DURANTE LA ÉPOCA INDEPENDIENTE
Carlos Alberto Velásquez Calderón

Durante la época independiente podemos distinguir tres


etapas en relación a nuestro Derecho Laboral: PRIMERA: la
del predominio libero-conservador, que abarca desde la
Independencia Política de Guatemala en septiembre de 1821,
hasta la Revolución de Octubre de 1944; SEGUNDA: la corta
época de la Revolución de Octubre, que comprende la década
de 1944 a 1954; y TERCERA: la etapa de la Contrarrevolución,
que comprende de julio de 1954, hasta la fecha de hoy.


Abogado Laboralista.
315
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

1) — PREDOMINIO LIBERO-CONSERVADOR—

En Guatemala se dio el mismo fenómeno conocido en


Iberoamérica desde el advenimiento de la Independencia
Política de sus naciones, en el sentido de que se alternaban en
el gobierno los partidos conservador y liberal, que para el caso
tenían la desafortunada coincidencia de despreocuparse por
emitir una legislación social justa y por aplicar las escasas
normas laborales existentes. No obstante, a raíz de la corriente
laboralista contenida en el Tratado de Paz de Versalles (1919),
fue suscrita el 7 de febrero de 1923 en Washington, —por los
plenipotenciarios de los cinco países centroamericanos y bajo
el ala paternalista del Departamento de Estado—, la
Convención Centroamericana para Unificar las Leyes
Protectoras de Obreros y Trabajadores que prescribía, entre
otras cosas, prohibiciones para trabajos forzados, para trabajo
de menores y mujeres, para trabajar en día domingo o en día
festivo, para tratar por un país signatario de la Convención a
nacionales de otro, sin previo arreglo de sus condiciones de
trabajo; mandato para que los países signatarios dicten leyes

mediante las cuales se reconozca el descanso semanal, el


seguro obligatorio para riesgos como maternidad, invalidez
permanente de origen accidental o por enfermedad, —cubierto
por primas de trabajadores y patronos—. Promover la
construcción de habitaciones para obreros, regular la
responsabilidad patronal por accidentes de trabajo y organizar
oficinas gratuitas de colocación de trabajadores.

El Gobierno del General José María Orellana, —quien había


ascendido al poder mediante golpe de estado al Gobierno
Unionista de don Carlos Herrera, con el beneplácito de la
Embajada de los Estados Unidos—, se apresuró a cumplir con
el formalismo de aprobar la Convención Centroamericana de
1923, a fin de que se emitiera más tarde la Ley del Trabajo
contenida en el Decreto Legislativo 1434 de 30 de abril de
1926, cuyo contenido constituye el antecedente más
316
Alfonso Bauer Paiz
importante del Código de Trabajo por cuanto que, a lo largo de
sus diez capítulos, se regulaba el contrato individual de
trabajo, el salario, la jornada de trabajo, el descanso semanal,
el trabajo de la mujer y de los menores, el Departamento
Nacional de Trabajo; se regula los conflictos de trabajo y la
manera de resolverlos, etc.

La ley del trabajo, sumamente debilitada por su escasa


aplicación, encontró su deceso con el arribo al poder del
General Jorge Ubico en 1931, quien anexó el Departamento de
Trabajo a la Policía Nacional, órgano de represión que durante
los casi catorce años de la dictadura persiguió a los dirigentes
obreros y suprimió todo intento de legislación social.

En conclusión, esta larga época se caracterizó por la


ausencia de leyes laborales, la inaplicabilidad real de las
existentes, la identificación de los gobiernos de turno con los
intereses oligárquicos y de los grandes monopolios extranjeros
establecidos en el país, ignorando o reprimiendo a los
trabajadores de la ciudad y del campo.

2) —ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE—

Como dijera un viejo Catedrático de la Facultad de Derecho:


podemos afirmar que es en esta época cuando nace en
Guatemala el Derecho Laboral, porque no solamente se dictan
las leyes más importantes en materia de trabajo y previsión
social, —cualitativamente y cuantitativamente—, sino que se
legisla con sinceridad y se crean por primera vez los órganos e
instrumentos indispensables para que esa legislación no sea
letra muerta, además de que se impulsa el movimiento
organizado de trabajadores de la ciudad y del campo, que es el
sustentáculo o soporte de toda legislación social.

Las dos leyes más importantes que se dictaron sobre


materia laboral en la época comentada, son: La Constitución
de la República de 1945 y el Código de Trabajo de 1947
promulgado durante el gobierno del Dr. Juan José Arévalo.
317
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

NUESTRA CONSTITUCIÓN DE 1945 incluyó en su parte


dogmática un capítulo dedicado a las "Garantías Sociales", en
cuya sección primera estableció los principios matrices sobre
los cuales debería desarrollarse el Derecho Laboral
Guatemalteco; y en la sección segunda fijó las directrices para
desarrollar la legislación que habría de normar las relaciones
entre el Estado y sus servidores, por medio del Estatuto del
Empleado Público.

En la primera sección se contempló: el trabajo como un


derecho del individuo y una obligación social; la protección del
capital y el trabajo como factores de la producción; empleo de
los recursos estatales para proporcionar ocupación y asegurar
las condiciones económicas necesarias a una existencia digna;
consignación de los siguientes principios fundamentales de la
legislación del trabajo: regulación de los contratos individuales
y colectivos en forma obligatoria; nulidad de estipulaciones
que impliquen renuncia, disminución o tergiversación de los
derechos reconocidos a favor del trabajador; establecimiento
del salario mínimo; del día de descanso y de los asuetos
remunerados; remuneración suplementaria para el trabajo en
horas extras y limitación de la jornada extraordinaria;
inembargabilidad del salario mínimo y de los instrumentos de
trabajo; obligación de pagar el salario en moneda de curso
legal; prohibición de hacer descuentos al salario; fijación de los
límites máximos de las jornadas diurna y nocturna; computar
como jornada efectiva el tiempo que el trabajador se encuentra
a disposición del patrono; derecho a vacaciones anuales
remuneradas; igualdad de salarios correspondientes a trabajo
igual y en idénticas condiciones; proporción mínima de
trabajadores nacionales, así como del monto total de salarios
devengados por los mismos, en toda empresa; derecho de
sindicalización libre de trabajadores particulares y de
empleados públicos; aceptación expresa de los derechos de
huelga y paro; previsión para proteger a la mujer y menores
laborantes; prohibición de discriminar entre casadas y
318
Alfonso Bauer Paiz
solteras; establecimiento del descanso pre y post natal y
descansos para lactancia; creación de la obligación patronal de
indemnizar con un mes de salario por cada año de servicios
continuos, al trabajador despedido injustificadamente o que se
dé por despedido con causa legal; mandato para regular los
contratos de aprendizaje, trabajo a domicilio, doméstico y los
que estén sometidos a características especiales; beneficios
que corresponden a los trabajadores; y obligación patronal de
proporcionar a sus trabajadores y familias habitación, escuela
y otros servicios indispensables para su bienestar físico y
moral.

Además, protección al salario por deudas provenientes del


contrato de trabajo; responsabilidad del empleador por
accidentes y enfermedades profesionales; obligación estatal de
inspeccionar empresas para hacer efectiva la legislación social;
establecimiento del seguro social obligatorio; creación de la
Judicatura Privativa de Trabajo dependiente del Organismo
Judicial, para conocer de todos los conflictos relativos a la

materia, fomento de viviendas para trabajadores urbanos y


campesinos; irrenunciabilidad de los derechos y beneficios
establecidos en la Constitución, los que no excluirán otros
derivados de los principios de justicia social, que la ley
consigne.

En cuanto a los servidores públicos, se ordenó la emisión


del Estatuto del Empleado Público sobre las directrices de que
los empleados y funcionarios están al servicio de la Nación y
no de partido político alguno; que fijará las condiciones de
ingresos y reglas de ascenso; que dispondrá la permanencia,
suspensión y traslado de servidores, así como la cesación en
el cargo; previsión de recursos contra las resoluciones que los
afecten; previsión de las formas de asociación y de los casos y
condiciones en que proceda la huelga de empleados públicos y
aplicación de los principios fundamentales previstos para los
trabajadores de la empresa privada en lo que fueren
319
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

aplicables; derecho de funcionarios y empleados a los mismos


beneficios de los trabajadores en general; y prohibición de
militarizar las instituciones y servicios públicos, salvo casos de
calamidad manifiesta y de movilización por causa de guerra, y
únicamente por el tiempo que éstas duren.

CÓDIGO DE TRABAJO Entre los 333 decretos del


Congreso de la República, cuya labor revolucionaria
comprende de diciembre de 1944 a febrero de 1947,
correspondió al Código de Trabajo el Número 330, relevante
producto socio-político de la Revolución de Octubre de 1944,
promulgado durante el gobierno del Dr. Juan José Arévalo
que, en síntesis, consigna los siguientes principios ideológicos:
a) El Derecho de trabajo es un derecho tutelar de los
trabajadores, puesto que trata de compensar la desigualdad
económica de éstos otorgándoles una protección jurídica
preferente; b) El Derecho de Trabajo constituye un mínimo de
garantías sociales protectoras del trabajador, irrenunciables
para éste y llamadas a desarrollarse posteriormente mediante
la contratación individual o colectiva y de manera muy

especial, POR MEDIO DE LOS PACTOS COLECTIVOS DE


CONDICIONES DE TRABAJO; c) El Derecho de Trabajo es un
derecho necesario e imperativo, o sea de aplicación forzosa en
cuanto a las prestaciones mínimas que conceda la ley; d) El
Derecho de Trabajo es un derecho realista y objetivo porque
estudia al individuo en su realidad social y porque su
tendencia es la de resolver los diversos problemas con criterio
social y a bases de hechos concretos y tangibles; e) El Derecho
de trabajo es un derecho público, por lo que al ocurrir su
aplicación, el interés privado debe ceder ante el interés social o
colectivo; y f) El Derecho de trabajo es un derecho hondamente
democrático porque se orienta a obtener la dignificación
económica y moral de los trabajadores, que constituyen la
mayoría de la población; y porque es el antecedente necesario
para que impere una efectiva libertad de contratación, puesto
que al limitar la libertad de contratación puramente jurídica
320
Alfonso Bauer Paiz
que descansa en el falso supuesto de su coincidencia con la
libertad económica, impulsa al país fuera de los rumbos
legales individualistas que sólo en teoría postulan la libertad,
la igualdad y la fraternidad.

El Decreto 330 del Congreso de la República desarrolla la


materia laboral a lo largo de los siguientes títulos: TÍTULO
PRIMERO: Disposiciones Generales. TÍTULO SEGUNDO:
Contratos y Pactos de Trabajo. TÍTULO TERCERO: Salarios,
jornadas y descansos. TÍTULO CUARTO: Trabajo sujeto a
regímenes especiales. TÍTULO QUINTO: Higiene y seguridad
en el trabajo. TÍTULO SEXTO: Sindicato. TÍTULO SÉPTIMO:
Conflictos colectivos de carácter económico social. TÍTULO
OCTAVO Prescripción, sanciones y responsabilidades. TÍTULO
NOVENO: Organización administrativa de trabajo. TÍTULO
DÉCIMO: Organización de Tribunales de Trabajo y Previsión
Social. TÍTULO UNDÉCIMO: Procedimiento ordinario. TÍTULO
DUODÉCIMO: Procedimiento en la resolución de los conflictos
colectivos de carácter económico social. TÍTULO
DECIMOTERCERO: Procedimiento en materia de previsión

social. TÍTULO DECIMOCUARTO: Procedimiento en el


juzgamiento de faltas contra las leyes de trabajo o previsión
social. TÍTULO DECIMOQUINTO: Ejecución de sentencias.
TÍTULO DECIMOSEXTO: Magistrado Coordinador de
los Tribunales de Trabajo y Previsión Social. TÍTULO
DECIMOSÉPTIMO: Disposiciones finales.

Por el impulso que les imprimieron las autoridades


competentes y el naciente pero vigoroso movimiento sindical,
los derechos sociales establecidos en la Constitución de 1945 y
desarrollados en el Código de Trabajo de 1947, adquieren
positividad y son realmente ejercitados por grandes sectores de
laborantes y por los servidores públicos que hacen valer sus
derechos laborales frente al patrono Estado y sus
instituciones, mediante la aplicación supletoria del Código de
Trabajo.

321
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Pero lo que realmente constituye una innovación sin


paralelo ni similitud en la historia de nuestro ordenamiento
jurídico, es el PROCEDIMIENTO EN LA RESOLUCIÓN DE
CONFLICTOS COLECTIVOS DE CARÁCTER ECONÓMICO
SOCIAL, contemplado en el TÍTULO DUODÉCIMO del
DECRETO 330 DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
y desarrollado a lo largo de cuatro capítulos, a
saber: Capítulo Primero, ARREGLO DIRECTO; Capítulo
Segundo, CONCILIACIÓN; Capítulo Tercero, ARBITRAJE;
Capítulo Cuarto, DISPOSICIONES COMUNES A LOS
PROCEDIMIENTOS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE.

Mediante el ARREGLO DIRECTO previsto en los Artículos


51, 374, 375 y 376 del comentado Decreto, empresas y
sindicatos gozan de la facultad de autolegislarse por medio de
los pactos colectivos de condiciones de trabajo, que son leyes
profesionales creadas por las partes, pero que, a través de la
homologación realizada por el Ministerio de Trabajo y Previsión
Social, pasan a formar parte de la sistemática jurídica de la
Nación.

En cuanto al Capítulo de CONCILIACIÓN, fuera de legislar


dicha fase en forma completa y ordenada, contiene tres
disposiciones fundamentales: UNA, que dentro de las 12 horas
siguientes al recibo del pliego de peticiones o del proyecto de
pacto en su caso, el Juez de Trabajo y Previsión Social
procederá a la formación del Tribunal de Conciliación (Artículo
382); DOS , que durante el período de Conciliación no habrá
recurso alguno contra las resoluciones del Tribunal, ni se
admitirán recusaciones, excepciones dilatorias o incidentes de
ninguna clase (Artículo 383); y TRES, que en ningún caso los
procedimientos de Conciliación pueden durar más de 10 días
(en la actualidad ampliados a 15 días), contados a partir del
momento en que el correspondiente Juez de Trabajo y
Previsión Social recibió el pliego de peticiones (Artículo 393).

322
Alfonso Bauer Paiz
En lo relacionado con el Capítulo de ARBITRAJE, cabe
señalar también tres disposiciones sumamente importantes:
UNA, que en los casos de ARBITRAJE POTESTATIVO, las
partes deben expresar los motivos de su divergencia y los
puntos sobre los que estén de acuerdo; que en los casos de
ARBITRAJE OBLIGATORIO, el Juez convocará a las partes y
levantará acta que contenga los requisitos correspondientes; y
que, cumplidos los Trámites anteriores el Juez, dentro de las
24 horas siguientes integrará el Tribunal de Arbitraje (Artículo
398); DOS, que durante el período de Arbitraje no habrá
recurso alguno contra los autos y providencias del Tribunal
(Artículo 401); TRES, que una vez declarado competente el
Tribunal, dictará sentencia dentro de los 15 días posteriores
(Artículo 401). Determina también este Capítulo que en caso
de APELACIÓN presentada dentro de los 3 días siguientes de
notificado el fallo a las partes, se elevarán los autos a la Sala
de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, quien dictará
sentencia definitiva dentro de los 7 días posteriores al recibo
de los mismos, salvo que ordene alguna prueba para mejor
proveer, la cual debe evacuarse antes de 10 días. (Artículo
404).

EL TÍTULO DUODÉCIMO incluye también el DERECHO DE


HUELGA, cuyo Artículo 239 define la huelga legal como la
suspensión o abandono temporal del trabajo en una empresa,
acordados, ejecutados y mantenidos pacíficamente por un
grupo de tres o más trabajadores, con el exclusivo propósito de
mejorar o defender frente a su patrono los intereses
económicos y sociales que sean propios de ellos y comunes a
dicho grupo. Sin embargo, para obtener la legalidad
de la huelga establece, entre otros requisitos, haber
agotado los PROCEDIMIENTOS DE CONCILIACIÓN contenidos
en los Artículos 377-378-380-381-382-383-384-385-386-387-
388-389-390-391-392 y 393 del Decreto que estamos
comentando, cuyos párrafos legales nos determinan la manera
de integrar la personería de los trabajadores cuando en un
lugar de trabajo se produzca una cuestión susceptible de
provocar una huelga; el acto de hacer llegar el pliego de
323
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

peticiones al Juez respectivo; los efectos preventivos


consiguientes a la entrega del pliego de peticiones; lo relativo a
la formación del Tribunal de Conciliación; lo relacionado con la
comparecencia de las partes; las disposiciones en caso de
arribarse o no arribarse a un acuerdo; y la duración máxima
de 10 días (actualmente 15 días) de los procedimientos de
conciliación.

En cuanto a la LEGALIDAD O ILEGALIDAD DE LA


HUELGA, está previsto en los Artículos 394 y 395 del mismo
ordenamiento legal que, dentro de las 24 horas de fracasada la
conciliación, cualquiera de los delegados puede pedir al
respectivo Juez de Trabajo y Previsión Social que se pronuncie
sobre la legalidad o ilegalidad del movimiento. Y en el auto
correspondiente se pronunciará sobre si se han llenado los
requisitos determinados en el Artículo 241, es decir, SI LA
SUSPENSIÓN TEMPORAL DEL TRABAJO SE AJUSTA A LA
DEFINICIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 239; SI FUERON
AGOTADOS LOS PROCEDIMIENTOS DE CONCILIACIÓN; Y SI
LOS INTERESADOS CONSTITUYEN POR LO MENOS LAS DOS
TERCERAS PARTES (ACTUALMENTE LA MITAD MÁS UNO)

DEL TOTAL DE TRABAJADORES QUE LABORAN EN LA


RESPECTIVA EMPRESA. Y si se diera tales supuestos, los
trabajadores gozan de un PLAZO DE 20 DÍAS PARA
DECLARAR LA HUELGA QUE HUBIERA SIDO CALIFICADA
DE LEGAL.

En lo relativo a la JUSTICIA O INJUSTICIA DE LA HUELGA,


el Artículo 396 del citado Código prescribe que, si dentro del
término mencionado en el Artículo precedente se declarara la
huelga, la parte interesada puede pedir al Juez que calificó el
movimiento, se pronuncie sobre la justicia o injusticia del
mismo, PARA LOS EFECTOS QUE INDICA EL ARTÍCULO 242.
Pronunciamiento que deberá ser razonado y dictado por el
Juez dentro de los 10 días siguientes a aquel en que se le
solicitó. (Actualmente 15 días).
324
Alfonso Bauer Paiz

Y ¿Cuáles son esos efectos que indica el Artículo 242 del


Código de la Materia? Pues nada más y nada menos que la
HUELGA ES JUSTA cuando los hechos que la motivan son
imputables al patrono por INCUMPLIMIENTO de los contratos
individuales o colectivos de trabajo o del PACTO COLECTIVO
DE CONDICIONES DE TRABAJO, por la negativa injustificada
a celebrar éste último, o por mal trato, humillación o violencia
contra los trabajadores (éste último actualmente suprimido).

LA HUELGA ES INJUSTA cuando no ocurre ninguno de


esos motivos. A través de lo expuesto queremos destacar la
circunstancia importantísima de que, —tanto en el Código de
Trabajo contenido en el Decreto 330 del Congreso (período
Arevalista), como en el Decreto 1441 del Congreso (período
Ydigorista)—, está prescrito que EL INCUMPLIMIENTO DEL
PACTO COLECTIVO DE CONDICIONES DE TRABAJO ES UNO
DE LOS MOTIVOS PARA DECLARAR JUSTA LA HUELGA
REALIZADA POR LOS TRABAJADORES. De donde deviene
lógico que el reclamo de tal incumplimiento, debe ser ventilado
forzosamente por el PROCEDIMIENTO COLECTIVO DE

CARÁCTER ECONÓMICO SOCIAL, porque resulta absurdo


pretender arribar a la JUSTICIA DE LA HUELGA a través del
PROCEDIMIENTO ORDINARIO DE TRABAJO. Sin embargo,
dicho absurdo ha venido privando en las resoluciones de
nuestros Tribunales de Trabajo y Previsión Social a partir de la
década de los años 1990, como comentaremos más adelante.

3) —ÉPOCA DE LA CONTRARREVOLUCIÓN—

Puede decirse que, fuera de algunas reformas cosméticas,


el Código de Trabajo que se aplica actualmente, denominado
DECRETO 1441 DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA, es el
mismo DECRETO 330 DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA,
promulgado por el gobierno del Dr. Arévalo, pero disfrazado de
nuevo Código de Trabajo por el régimen de Ydígoras Fuentes
para lucirse con sombrero ajeno, ante el gobierno de
325
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Washington, como un auténtico reformador de nuestra


legislación laboral, por tratarse de una condición para obtener
los apetitosos fondos del programa Alianza para el Progreso del
Presidente Kennedy. Pero la verdad es que, en vez de lograr
algún avance en la misma, los legisladores Ydigoristas
cometieron el gran pecado de suprimir la MAGISTRATURA
COORDINADORA DE TRABAJO, para transferir las
atribuciones de tal institución a la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, cuyos Magistrados durante toda la época de la
contrarrevolución, desde Ydígoras Fuentes hasta el día de hoy,
no se han molestado en leer siquiera el Artículo 431 del Código
de Trabajo y por ende, jamás han cumplido con las
obligaciones que en tal sentido les impone la ley.

A tal circunstancia se debe que, mientras existiera la


Magistratura Coordinadora de Trabajo, los juicios ordinarios
duraban un máximo de dos meses y los procedimientos
colectivos de carácter económico social no pasaban de sesenta
días. En tanto que en la actualidad contrarrevolucionaria,
unos y otros procedimientos alcanzan hasta cuatro y cinco
años de duración, de donde surge la duda de si los actuales

juzgadores no han leído o no han entendido los


CONSIDERANDOS del Código de Trabajo entre cuyos
postulados destaca el principio de CELERIDAD que debe
privar en la aplicación de la ley laboral o si, por el contrario, su
intención es ir haciendo gradualmente nugatorio el Derecho
Tutelar de los Trabajadores.

Los Tribunales de Trabajo y Previsión Social que, con la


rarísima excepción de dos o tres juzgadores, se han convertido
especialmente durante los últimos diez años, en una compleja
maquinaria depredadora de los derechos que la Revolución de
Octubre de 1944 legara a la clase laborante de nuestro país,
ofrecen la apariencia de funcionar a la perfección, sin merecer
críticas de ninguna especie, dada la circunstancia de que los
medios de comunicación carecen de gente preparada en la
326
Alfonso Bauer Paiz
materia para fiscalizar la actitud cada día más desviada de
estos juzgadores que, ignorando o pretendiendo ignorar el
contenido del Artículo 273 del Código de Trabajo, —que
determina la gravedad de sus responsabilidades—, con toda
impunidad se han constituido hoy en día en verdaderos
órganos tutelares de la clase empresarial de Guatemala en
frontal violación de la ley.

Empero, el daño máximo infligido a los laborantes por parte


de dichos Tribunales se ha venido produciendo contra los
sindicatos en materia de Derecho Colectivo de Trabajo, al
incurrir los juzgadores, —de oficio o a petición de parte—, en
dos graves deformidades procesales, a saber: A) EL DESVÍO
DE PISTA que se produce cuando procedimientos
genuinamente económico sociales son desviados hacia la VÍA
ORDINARIA, no solamente para eternizarlos, sino para evadir
el procedimiento de ARBITRAJE o el PROCEDIMIENTO DE
HUELGA, que es una garantía CONSTITUCIONAL; y B) EL
CARNAVAL DE RECURSOS, RECUSACIONES, EXCEPCIONES
DILATORIAS E INCIDENTES, que los juzgadores reparten a
manos llenas, contra la categórica prohibición prescrita por el

Artículo 383 del Código de la Materia, con el fin de impedir que


se establezca la relación procesal y las reclamaciones se
diluyan en el vestíbulo del escenario, por desesperación y
abandono de los interesados.

Según el Tratadista Guillermo Cabanellas, el PACTO


COLECTIVO es materialmente una ley, pero no
PARLAMENTARIA, sino CONVENCIONAL; pues no emana del
órgano legislativo constitucional, sino de los propios factores
de la producción. Es una especie de ley intersocial, que brota
del acuerdo de dos grupos de interesados en alcanzar una
misma reglamentación. (Derechos Usual, Editorial Heliasta
S.R.L. Buenos Aires Argentina).

327
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En efecto, parece que nuestros Tribunales no distinguen o


fingen no distinguir entre una LEY PARLAMENTARIA y una
LEY CONVENCIONAL.

La primera de ellas emana del Poder Público y es aplicable a


toda la sociedad, de donde deviene Lógico que su
INCUMPLIMIENTO sólo es ventilable a través de la VÍA
ORDINARIA JURÍDICA, porque sería imposible convocar a
todos los habitantes de la República a una audiencia
conciliatoria ante un TRIBUNAL DE CONCILIACIÓN, a fin de
dirimir las diferencias existentes entre todos los afectados.

En cambio la LEY CONVENCIONAL, —como lo es un PACTO


COLECTIVO—, proviene de la conjunción de un grupo laboral
(SINDICATO) con un grupo empleador (EMPRESA) interesados
en alcanzar una misma regulación que SÓLO A ELLOS
ATAÑE, de donde se deduce que, habiéndose celebrado o
resuelto el PACTO COLECTIVO a través del PROCEDIMIENTO
ECONÓMICO SOCIAL, esa misma VÍA es aplicable para
solucionar LAS DIFERENCIAS que puedan surgir entre las
PARTES que son las autoras de la LEY CONVENCIONAL. Así lo
determinaron nuestros legisladores de 1947, AL HABER

PREVISTO EL INCUMPLIMIENTO DEL PACTO COLECTIVO en


el Artículo 242 del Código de la Materia.

Empero, los juzgadores de la contrarrevolución remiten el


INCUMPLIMIENTO DE LOS PACTOS COLECTIVOS a la VÍA
ORDINARIA LABORAL con el propósito de dejar en libertad a
los patronos de efectuar despidos masivos a su sabor y antojo,
sin correr el peligro de la reinstalación de sus trabajadores,
cuya garantía procesal prevista en el Artículo 383 del
Código de Trabajo es aplicable únicamente dentro del
PROCEDIMIENTO COLECTIVO DE CARÁCTER ECONÓMICO
SOCIAL, a lo que debe agregarse que la VÍA ORDINARIA
LABORAL puede alcanzar actualmente una dilación de tres a
328
Alfonso Bauer Paiz
cinco años que, en la práctica, equivale a la conclusión del
pacto mucho antes de que sean resueltos sus incumplimientos
y quizá equivalga a la muerte del Sindicato.

En cuanto a la deformidad consistente en un verdadero


CARNAVAL DE RECURSOS, RECUSACIONES, EXCEPCIONES
DILATORIAS E INCIDENTES, drásticamente prohibidos por el
Artículo 383 del Código Laboral, pero tenazmente ignorados
por nuestros actuales juzgadores, tiene como finalidad
indudable eternizar los casos para que jamás lleguen a
sentencia y obligar a los sindicatos a transar por lo que los
patronos quieran regalarles, o bien para provocar el éxodo de
sus afiliados y la consecuente extinción de sus organizaciones.

Como si lo anterior fuera poco, la reclamación de los


derechos de los trabajadores tiene que luchar contra el
FRÍVOLO Y HABITUAL PROCEDIMIENTO DE AMPARO, que
somete los Procedimientos Colectivos de Carácter Económico
Social a cuatro instancias: dos laborales y dos de amparo,
contra el universal principio de la brevedad en los
procedimientos Laborales.

La Corte de Constitucionalidad y la Corte Suprema de


Justicia no son ajenas a la antijurídica historia que hemos
venido relatando, más bien han estimulado la depredación de
los derechos que legítimamente heredó la gesta revolucionaria
de octubre de 1944 a las clases trabajadora y campesina de
nuestra patria. Con el sólo hecho de decretar AMPARO
PROVISIONAL ante cualquier planteamiento frívolo interpuesto
por la parte patronal o con el hecho de eternizar los casos
sometidos a su conocimiento, multiplicando por cien los plazos
que les fija la ley para dictar sus resoluciones, la Corte de
Constitucionalidad y la Corte Suprema de Justicia se han
venido convirtiendo hoy en día en el cementerio del Derecho
Laboral Guatemalteco, ante la consternación de nuestro
pueblo laborante.
329
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Guatemala, mayo de 2005.

DISCURSO DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO AL ASUMIR


LA PRESIDENCIA, PALACIO DEL CONGRESO,
15 DE MARZO DE 1945 *

Honorable Junta Revolucionaria,


Honorable Asamblea Nacional Constituyente,
Honorable Congreso,
Honorable Poder Judicial
Reverendísimo e Ilustrísimo Arzobispo de Guatemala,
Excelentísimo señores Representantes de las naciones amigas,
Pueblo de la República:

*Tomado del libro: Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno CENALTEX Ministerio
de Educación, Guatemala, Tomo I, 1987.
330
Alfonso Bauer Paiz

Hemos asistido en el curso de muy pocos meses a actos de


gran trascendencia nacional e internacional. Un pueblo entero,
por sus solas fuerzas morales y materiales, ha quebrado un
sistema totalitario de vida para asumir por sí mismo el
gobierno en un gesto de restauración republicana. Así ha
contribuido el pueblo de Guatemala para realizar el ideal
democrático, que ahora enciende los continentes y los mares,
en lucha infernal contra aquellos gobiernos que se habían
conjurado para desnaturalizar los legítimos destinos del
hombre.

Creemos, pues, que en el orden internacional, lo que


sucede ahora en Guatemala tiene singular importancia.
Guatemala ha dejado de ser una mascarada democrática para
convertirse en una democracia. Y así, con esta nueva realidad
social y con esta nueva investidura moral, podemos seguir sin
rubor y sin simulaciones, luchando en la medida de nuestras
fuerzas, al lado de las grandes potencias democráticas que
dan su sangre, su poder material, su dinero y su tiempo en
defensa de todos los habitantes de la tierra.

Guatemala estaba en mora con la democracia. Habíamos


hecho de la democracia un argumento retórico en nuestra vida
interna y un pasaporte fraguado para convivir en concubinato
con las naciones democráticas. El 20 de octubre de 1944,
amasadas en una sola empresa popular todas las reservas
morales de la República, prendimos fuego a aquella máscara
democrática. Ahora, sí: el pueblo de Guatemala, con el
corazón en la mano y la cara puesta en sus altos destinos, se
muestra al mundo tal cual es, tal cual hubiera querido
presentarse desde 1821, unificadas todas sus clases sociales,
todas las profesiones, los hombres de todas las edades, en un
propósito de convivencia democrática, digno de nuestro siglo,
digno de América y digno de esta hora de prueba para el
hombre.

Tres continentes arden en guerra en estos días. América,


refugio reserva de la democracia, sirve de freno al enemigo
331
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

universal. El continente de la paz se ha visto obligado a


incorporarse en la lucha espantosa. Gracias al poder de los
Estados Unidos, la guerra se mantiene lejos de nuestro suelo.
Pero en más de una forma, sentimos los efectos de la guerra,
así como experimentaremos en su hora los efectos benéficos de
la victoria.

Suele decirse que la democracia está en juego, en lucha de


vida y muerte. Preferible es decir, que está en crisis. Porque
después de esta guerra, garantizada la victoria, emergerá
como eco de los combates la exigencia de una democracia
depurada, más sincera, más enérgica, mejor organizada. La
democracia de posguerra ha de ser una democracia funcional,
es decir, un sistema de gobierno y un sistema legal que broten
como flor natural desde el seno afectivo de los pueblos. Deben
desaparecer los gobiernos postizos y las leyes incongruentes
con la realidad. En la mayoría de los casos se ha convenido en
identificar la farsa electoral con la voluntad popular, un cierto
engranaje jurídico internacional, digno de ser revisado y
rectificado, se apresuraba a legalizar la farsa electoral
incurriendo en delito de lesa democracia al reconocer como
“legal” y como democrático un gobierno emanado del fraude. A
esto le hemos llamado concordia internacional. Grandes
estadistas han propuesto formulas jurídicas para garantizar
esta simulación democrática. Y lo han hecho de buena fe,
porque con su criterio de juristas no pueden traspasar los
límites de la tradición y de la ley convenida. Desde el punto de
vista jurídico tradicional, una nación no tiene derecho a juzgar
el fraude electoral realizado en un país con el que se guardan
relaciones de amistad. En algunos casos, ha habido más que
farsa electoral: ha habido sojuzgamiento brutal y sanguinario
de la voluntad popular. Y a pesar de que sabemos eso, nuestra
moral internacional nos impide negar el reconocimiento a
aquel gobierno antidemocrático. Nos sentamos a la mesa
redonda de la democracia, mezclamos caprichosamente, los
representantes de gobiernos populares con los representantes
de gobiernos totalitarios brutalmente totalitarios.
332
Alfonso Bauer Paiz

He aquí el pecado mayor de nuestra democracia: la


insinceridad para consigo misma, la infidelidad para consigo
misma. Si la democracia está en crisis se debe a sus propios
descuidos, a sus propias complacencias con los enemigos de
la democracia. Creemos, por eso, que al terminar la gran
guerra debiera acordarse una nueva política internacional
para la defensa de los pueblos estafados. No pretendemos que
se juzgue a ningún gobierno actual; pero creemos que después
de la guerra de los pueblos de América debemos ponernos de
acuerdo para que en lo sucesivo no se reconozca a ningún
nuevo gobierno que emane de una farsa electoral. Esto crea
serios problemas jurídicos. Esto se sale de los moldes
habituales en la diplomacia mundial. Esto supone la
“ingerencia” en los negocios internos de un país “amigo”. Sí: la
dificultad está ahí. Pero no hay ninguna dificultad que nos
impida ponernos de acuerdo para depurar la democracia,
para fortalecerla, para fecundizarla. Y bien vale la pena de
estudiar las dificultades de la nueva actitud, si es que al

adoptarla los gobiernos americanos logramos perfeccionar este


único sistema de vida política grato a nuestros pueblos.

Mientras aquel acuerdo se logra en el orden internacional,


Guatemala ofrece al mundo el ejemplo de su pueblo
identificado esta vez con su Gobierno después de catorce años
de doloroso divorcio. Y nos comprometemos a mantener en
todo su esplendor este ejemplo de amistad, de simpatía, de
cariño por el pueblo, tal como lo ha demostrado la Junta
Revolucionaria, el primer Gobierno de Guatemala que no
corrompe las elecciones con el fraude oficial a que estábamos
habituados. La relación efectiva que ahora existe entre el
pueblo de Guatemala y los hombres de la revolución no ha de
perderse en ningún momento, y nuestro mayor orgullo será
demostrar que los gobiernos elegidos por la intuición popular
son más constructivos y más seguros, desde todo punto de
vista, que aquellos que se organizan a espaldas del pueblo.

333
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Pero no podemos celebrar plenamente esta restauración


democrática de Guatemala sin poner nuestro corazón en
Centroamérica. El dolor de nuestra historia patria no se debe
exclusivamente al nazismo criollo que hemos padecido.
También arranca del dolor del desmembramiento. No hay
guatemalteco que no sueñe con la patria grande, que no ame
a Centroamérica como un ideal político y como una realidad
afectiva. Nuestro sentimiento de fraternidad para con los hijos
de las otras porciones del istmo es profundo y es sincero. Nos
sentimos incabales cuando pensamos en que todavía somos
cinco repúblicas pequeñas, expuestas al manotón, de un
ambicioso o a la explotación de una camarilla. Pero terribles
adversarios nos separan. Y esos adversarios han sido nuestros
propios gobiernos. La federación centroamericana ya se
hubiera hecho si los gobiernos hubieran depuesto sus
intereses personalistas. Mientras los unos temen quedarse
fuera del poder, los otros sólo piensan en la federación para
llegar al poder en la nueva gran república que se construya.

Ambas preocupaciones deben desaparecer. Los gobernantes


de Centroamérica debemos ir a la federación, previo
renunciamiento de todas nuestras posibilidades políticas. La
Junta Revolucionaria de Gobierno de Guatemala nos ha dado
la lección definitiva: hay que empezar renunciando a las
propias posibilidades políticas para poder hacer algo grande,
algo digno de la historia contemporánea. La federación
centroamericana no es un mito: es una posibilidad a corto
plazo. Sólo falta que los cinco presidentes nos reunamos para
ofrecer a los pueblos nuestra renuncia como presidentes
actuales, para renunciar a toda presidencia futura, para
comprometernos a dar absoluta libertad electoral en una
palabra: para devolver a América esta nación centroamericana
de hace un siglo convertida en una gran democracia viviente,
poblada de ocho millones de trabajadores pacíficos,
económicamente poderosa y militarmente modernizada.
Puedo asegurar que el pueblo y el ejército de Guatemala verían
334
Alfonso Bauer Paiz
con júbilo el renacimiento de la patria grande, sobre estas
bases de cordialidad, de paridad y de desinterés.

Mientras esperamos la federación, Guatemala, pensando


en ella, apresurará como quien dice, el arreglo de su propia
casa. Está ya en marcha la modernización del ejército, que
será de hoy en adelante, una entidad autónoma, de gran
responsabilidad profesional, guardadora de la paz interna,
colaboradora en las grandes empresas culturales del país,
dirigida por hombres que han puesto a prueba su patriotismo
su cariño por el pueblo. Está también en marcha la
experiencia universitaria guatemalteca, que aspira a convertir
a la universidad en un organismo también autónomo,
promotor de la alta cultura y colaborador en las empresas
nacionales de alfabetización e higienización. Su vasta tradición
espiritual la autoriza a convertirse en guardadora de los bienes
espirituales de la Nación. Está también en marcha esta
experiencia novedosa entre nosotros, de reconocerse mutuo
respeto entre los grandes organismos del Estado, para
averiguar en qué medida la justicia puede convertirse en

patrimonio del Organismo Judicial y la legislación en


patrimonio del Organismo Legislativo. Está a punto de
comenzar la política “feminista” de Guatemala, que otorga a la
mujer alfabeta paridad de derechos cívicos con el hombre.
Podríamos asegurar que esta vez la ley emana de la
experiencia y no será la experiencia consecuencia de la ley, La
mujer guatemalteca demostró en 1944 la misma fe
democrática, la misma pasión cívica, el mismo coraje, la
misma voluntad heroica que los hombres. Ella se ganó los
galones ciudadanos en la trinchera del civismo, y la
Constituyente de 1945 no ha hecho otra cosa que no sea
reconocer un derecho que nuestras mujeres han ejercitado con
honor. Está en vías de iniciación la gran experiencia social de
protección al trabajador, al campesino, al enfermo, al anciano
y al niño. El gobierno de Guatemala padecía de ciertos
prejuicios de orden social. Los obreros, los campesinos, los
humildes eran vistos con desconfianza, quizá hasta con
335
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

desprecio. Los mismos capitalistas, los finqueros, los jefes,


se veían inhibidos para hacer algo a favor de los necesitados,
porque cualquier intento de legislación o de protección era mal
visto por el Gobierno. Había una fundamental falta de
simpatía por los trabajadores, y el menor reclamo de justicia
era eludido y castigado, como si se tratara de aplastar el brote
de una epidemia espantosa. Vamos ahora a instaurar el
período de simpatía por el hombre que trabaja en los campos,
en los talleres, en los cuarteles, en el comercio. Vamos a
equiparar el hombre con el hombre. Vamos a despojarnos del
miedo culpable a las ideas generosas. Vamos a agregar la
justicia y la felicidad al orden, porque de nada nos sirve el
orden a base de injusticia y de humillación. Vamos a revalorar
cívica y legalmente todos los hombres que habitan la
República. Y lo vamos a lograr de común acuerdo, sin
violencias, sin exigencias torpes, sin mezquindades ni usuras.
Todos los capitalistas de la República, los industriales y los
finqueros, guatemaltecos o extranjeros, tienen el pleno apoyo
del Gobierno para sus intereses legítimos y algo más que
apoyo: también ellos tendrán de parte del Gobierno la simpatía
que les corresponde porque sabemos que trabajan por la
grandeza de Guatemala. Y desde ahora sé que cuento con
todos para iniciar, lenta y progresivamente, la revaloración de
los hombres de trabajo. Quizá hayan tenido ellos el temor de
que un gobierno de origen democrático fuese menos fuerte que
un gobierno de estilo totalitario. Por el contrario: un gobierno
que merece la fe de su pueblo está en mejores condiciones
para proteger que un gobierno divorciado de su pueblo.
Gobiernos democráticos no son gobiernos anárquicos. La
democracia supone el orden justo, la paz constructiva, la
disciplina interior, el trabajo alegre y fecundo. La diferencia
estriba en que un gobierno democrático supone y exige la
dignidad de todos mientras que un gobierno totalitario sólo
reconoce la dignidad de los poderosos. Paralelamente a estas
experiencias, haremos también la gran experiencia
culturalista. La nueva Constitución impone al Gobierno el
deber de iniciar la alfabetización de las masas. Es un deber
336
Alfonso Bauer Paiz
que los hombres de la revolución nos hemos impuesto para no
vacilar en su cumplimiento. Empezaremos a construir edificios
para escuelas. Llevaremos las escuelas a las aldeas y algunas
de esas escuelas tendrán ruedas para trepar a las montañas y
meterse en los bosques. Las escuelas no llevarán sólo higiene
y el alfabeto: llevarán la doctrina de la revolución. La nueva
organización de los cuarteles militares está también concebida
por los actuales jefes del ejército con vistas a la alfabetización
de los hombres del campo. Una misma pasión culturalista
mueve a civiles y a militares en esta hora de renovación.

En una palabra: Guatemala se prepara, dentro de la


limitación de sus posibilidades económicas, contagiada de la
angustia mundial, para demostrar que la idea democrática no
es una idea simplemente electoral, sino un compromiso de
orden social, de orden económico, de orden cultural, de
orden militar. La democracia guatemalteca no se agotará en
los actos electorales. Será un sistema permanente, dinámico,
de proyecciones en el todo social y de infatigable vigilancia.

Democracia quiere decir unificación moral y efectiva. Y


Guatemala se compromete a mantener en todo su esplendor la
idea y la realidad de la democracia, para tener bien ganado
nuestro asiento en la mesa redonda de los debates
internacionales, y para tener y mantener la felicidad
conquistada por este pueblo, acrecentándola en todo lo
posible.

CONSTITUYENTE DE 1945:

Recibo de vuestras manos la nueva forma legal de la


República. La he leído minuciosamente. Es un texto científico,
de inspiración jurídica moderna y de cálida emoción
democrática. Sabemos que lo habéis trabajado con amor, con
talento, con genuino sentido revolucionario. Contiene grandes
337
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

esperanzas para el futuro, si bien trasunta cierta amargura


por nuestro pasado político. El Presidente de la República
tiene en esta Constitución bien precisadas sus funciones.
Como primer Presidente de la nueva Guatemala, os prometo
que cumpliré con fidelidad los preceptos de esta Constitución,
con humildad que me define como hombre pero con la
dignidad que corresponde al cargo transitorio de que estoy
investido.

Honorable Congreso:

Asumo el cargo de Presidente Constitucional de la


República con plena conciencia de la tremenda
responsabilidad que ello significa. Vosotros los representantes
de los pueblos, habéis venido a este recinto plenos de fe
revolucionaria, es decir, de fe patriótica. Os hemos visto y os
hemos oído acuerpar a la Junta Revolucionaria en todos sus
actos de depuración, de restauración, de reinvidicación, y el
pueblo por eso os ha acompañado con su simpatía. Sois el

primer Congreso de Guatemala que va a gozar de plena


autonomía en sus funciones. El Ejecutivo nada tendrá que
ordenaros, pero por eso mismo vuestra proximidad con el
Ejecutivo debe ser más estrecha. Identificados en el mismo
ideal de grandeza para Guatemala, seremos dos fuerzas
juveniles convergentes.

Honorable Poder Judicial:

En el Palacio Ejecutivo se han mandado cortar los hilos


telefónicos que sometían la majestad de la justicia a los
caprichos de un autócrata. La Revolución de octubre os ha
devuelto la imprescindible independencia para asumir la
responsabilidad de vuestros fallos. Contad desde ahora con el
Poder Ejecutivo para consolidar vuestros fueros. Un aliado
será, desde que por tesis revolucionaria ha renunciado a
338
Alfonso Bauer Paiz
intervenir en la justicia. Las familias de Guatemala están
llenas de dolencias y de heridas provocadas por aquella
justicia palaciega que daba y despojaba en beneficio de los
altos funcionarios. Es terrible vuestra tarea de restauración,
de recuperación, de reinvidicación de la ley. Que vuestro
patriotismo os ilumine para devolver al pueblo sufrido de
Guatemala la fe que había perdido acerca de la imparcialidad
de la Justicia.

Honorable Junta Revolucionaria:

El cargo de Presidente Constitucional de la República,


supone primeramente un honor de carácter formal, que radica
en la altísima función conductora a que está llamado un
Presidente. Además de ese honor formal, supone el cargo un
honor fundamental cuando se ha llegado a él por invitación del
pueblo en comicios libres como los realizados en diciembre.
Pero a esos dos tipos de honor se agrega en vuestras manos
las altas funciones gubernativas. Llegasteis al gobierno en
momentos trágicos para la patria: en momentos en que
parecía que fuerzas diabólicas volvían a sumir a nuestro
pueblo en la abyección de otra dictadura. Asumisteis el
gobierno por imperio de la voluntad popular que os aclamaba y
os aclama como restauradores de la democracia. Ejercisteis el
difícil gobierno con energía, con valentía, con desinterés, con
sacrificio y sin fatigas. Tuvisteis oportunidad para corromper
vuestra propia obra, por consejo ruin de políticos de vieja
escuela y preferisteis cumplir vuestra palabra de honor
empeñada con el pueblo. Por todo esto, señores de la Junta,
os habéis ganado la gratitud de la patria y un lugar de lujo en
nuestra historia. Habéis creado democracia, habéis devuelto
la dignidad cívica a los guatemaltecos, habéis llenado de
felicidad todos los corazones y nos habéis trazado una norma
a vuestros sucesores.

Mayor Arana: Capitán Árbenz: cuidadano Toriello:


representáis para la nueva Guatemala el coraje, la dignidad,
el desinterés, el patriotismo. Por estas virtudes os habéis
convertido de revolucionarios en educadores. Vuestro ejemplo,
339
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

altísimo, será de hoy en adelante la norma de los gobernantes


de Guatemala. Nuestro pueblo, traicionado reiteradamente
por los políticos profesionales, halló en vosotros, militares
austeros y ciudadanos apolíticos, los conductores adecuados
para el difícil momento de la Revolución. Y habéis demostrado
que la ciencia de gobernar a un pueblo no se aprende en
conciliábulos de comité o en libros de experiencia ajena, sino
que emerge por intuición patriótica y pasión de justicia.

Sobre los destinos de vuestra obra revolucionaria, estad


tranquilos. Sabré defenderla y continuarla, y espero contar
siempre en los momentos difíciles, con vuestra amistad y
vuestro consejo, que desde ahora os solicito para beneficio de
Guatemala.

DISCURSO DEL PRESIDENTE JUAN JOSÉ ARÉVALO


AL ENTREGAR AL PUEBLO EL CÓDIGO DE TRABAJO

Leído en tribuna pública en el Parque Central


El 1 de mayo de 1947.*

Trabajadores de Guatemala:

*Tomado del libro Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno, CENALTEX, Ministerio
de Educación, Guatemala, Tomo I 1987.
340
Alfonso Bauer Paiz
Hoy es un día de fiesta para la República. A partir del
primero de mayo de 1947, el capital y el trabajo se regirán
inexorablemente por las normas de un Código. Este suceso
histórico coloca a los habitantes de Guatemala dentro de un
nuevo estilo de vida moral, económico y social. Los
trabajadores guatemaltecos y los extranjeros que habiten
nuestro suelo, sentirán de hoy en adelante el respaldo
poderoso de la ley, sin necesidad de andar buscando favores
personales ni simpatías de ocasión. Se acabó para muchos
aquella deliciosa libertad que consistía en tratar a los
trabajadores con espíritu patriarcal o caritativo cuando no
perverso, dictatorial y cobarde. El Código de Trabajo termina
con esa falsa libertad, beneficiosa para los poderosos y
terrible para los desvalidos. Pero al terminar con la libertad de
explotación económica y con la libertad del ultraje personal,
crea una nueva libertad que no es un privilegio de un grupo
sino beneficio nacional: esa nueva libertad que no ha existido
en Guatemala, es la igualdad ante la ley.

Aquellos que por prolongadas lecturas, frecuentes


meditaciones y personales experiencias sabemos cómo ha sido
difícil el desarrollo de los valores sociales y políticos en nuestra
Nación, percibimos con patriótica emoción los cambios básicos
que se están produciendo y que seguirán produciéndose en
Guatemala, por obra de las dos revoluciones de 1944 y bajo la
conducción de un Gobierno de gente nueva. Sentimos y
presentimos estas transformaciones como el síntoma
claro, inconfundible de un Renacimiento nacional. Este
Renacimiento es el hecho más notable que se advierte a
primera vista y que hasta los extraños señalan al incorporarse
a nuestra vida. Sólo aquellos espíritus modelados y retorcidos
por hábitos de tiempos dictatoriales, incapaces de ensayar las
formas de liberación, no lo comprenden, ni siquiera lo
distinguen. Guatemala ha saltado del orden rígido dictatorial
a la vitalidad juvenil, de la resignación conformista a la
protesta sistemática, del silencio cómplice a la expresión
torrencial de las ideas, del asesinato político a la represión
legal educadora. Este Renacimiento está hecho de pasiones
exaltadas: pasiones de adolescencia para un pueblo que
341
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

descubre de repente lo que había estado ocultándose:


pasiones seniles para aquellas generaciones que vivieron
demasiado cómodas bajo la sombra de la dictadura y que
ahora se retuercen de ira y de rencor frente a la felicidad de las
mayorías, frente a la felicidad de todos aquellos que entonces
no eran ni siquiera personas. Y los que no eran ni siquiera
personas son precisamente tres millones de habitantes de la
República necesitados del trabajo diario para el mínimo
sustento de sus familias.

Desde hoy, gracias al Código de Trabajo, esos numerosos


habitantes dejan de ser cosa productiva para convertirse en
personas jurídicas, con derechos y obligaciones, con sentido
social y con un patrimonio moral. Y esta liberación de los
habitantes explotados económicamente, es el suceso
transformador de nuestra vida que calificó sin vacilaciones
como un Renacimiento.

Los que conocemos en profundidad los hábitos, las ideas,


los procedimientos que han prevalecido en Guatemala durante
tantos años de autocracia, sabemos cuán difícil parecía y cuán
difícil ha sido el llegar a este acontecimiento que festejamos en
toda la República. Sabemos cómo los pocos detentadores de la

riqueza pública y sus cómplices políticos se organizaron para


estorbar al Gobierno democrático que tenía la audacia de
prometer a los trabajadores un código protector. Sabemos con
amarga pero fecunda experiencia cómo estos césares del
feudalismo han puesto todos los obstáculos, han ensayado
todos los estorbos, han gritado todos los insultos, han arrojado
todas las calumnias contra los grupos políticos
revolucionarios, contra los hombres de ideas nuevas, que
desde las oficinas imperiales del Palacio nos atrevíamos a
pensar y sentir con respecto a los trabajadores de manera
distinta a como pensaron y sintieron sobre ellos los
gobernantes del pasado. Jamás una generación política ha
342
Alfonso Bauer Paiz
sido tan combatida, tan vilipendiada, como esta generación
de 1944; y esto ha sido así precisamente porque ninguna
generación política demostró tanta valentía para encararse a
los terribles problemas sociales que como lacras nos dejó la
dictadura.

Pero nosotros, la nueva generación revolucionaria, los


hombres de este Renacimiento, no nos acobardamos ante el
insulto ni ante la calumnia de los adversarios. Sabemos que
nuestra obra durará siglos, como sabía José Cecilio del Valle
que al escribir el Acta de la Independencia estaba haciendo
historia y estaba haciendo patria. Sabemos que las masas de
trabajadores y de campesinos, desde los maestros de escuela
hasta los chicleros, adoptarán el Código como una Biblia de
los tiempos nuevos, y se aferrarán a él cualquiera que sea el
peligro que los amenace. Mi Gobierno, el Gobierno de la
Revolución, os hace entrega pública, en acto solemne, de este
instrumento de la Revolución que es el Código de Trabajo,
para que lo llevéis a vuestros hogares, lo guardéis en vuestros
cofres y lo defendáis con vuestra sangre o vuestra vida,
porque el Código significa sobre todo salud para vuestras
mujeres y pan para vuestros hijos.

Pero tampoco olvidéis, trabajadores de Guatemala, que la


obra que ahora os entrego cumbre de un partido político que

desde su aparición en la escena cívica, todavía bajo la


dictadura, entabló amistad y alianza con vosotros. Este
partido político sobre el cual han caído todos los dicterios es
un partido revolucionario, es un partido juvenil, es un partido
impetuoso y generoso, que existe en todos los pueblos de
Guatemala y defiende al Gobierno y a la Revolución en todos
los instantes. Ese partido político ha tenido que librar en el
Congreso las más grandes batallas a favor de los trabajadores:
partido que se llama “Acción Revolucionaria” y que insume en
sí diversos grupos juveniles que saltaron a la lucha en 1944.
Es a ese partido de muchachos sin experiencia a quienes los
trabajadores deben la nueva situación de que disfrutan. Los
grupos mayoritarios del Congreso, plenamente revolucionarios,
343
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

conscientemente revolucionarios, han estado siempre del lado


de la causa de los trabajadores. Sin ellos, sin esos jóvenes
creadores de justicia, no habría sido posible este Código ni
esta fiesta.

Son esas mayorías del Congreso las que, envueltas en el


escándalo de los reaccionarios, acaban de dictar para la
República una Ley de emisión del pensamiento, que termina
con la era de irresponsabilidad en que la reputación de
personas honorables estaba expuesta al capricho de un
escritor. No puedo dejar de decir mi palabra de aplauso
público para las mayorías revolucionarias del Congreso que ni
se acordaban ni se desorientaron, y dieron a la Nación a
pedido del Gabinete un valioso instrumento para encauzar y
no para amordazar la actividad periodística. No es cierto que
el Gobierno tema la crítica de sus actos; no es cierto que el
Gobierno tema la agria censura de los derrotados. Ni tememos
la censura ni deseamos el elogio. Ni la censura ni el elogio nos
conmueven. La obra de transformación nacional la estamos
haciendo con sentido histórico, pensando en los siglos pasados
y en los siglos futuros, y no nos asustan ni nos enternecen los
calificativos que un adversario político quiera arrojarnos. Lo

que queremos es la felicidad y la seguridad de la honra de


todas las personas.

Yo doy una vez más al pueblo de Guatemala mi palabra de


aviso para que distinga dónde están sus amigos y dónde están
sus enemigos, dónde los amigos de la dictadura y dónde los
realizadores de la democracia. Ya no deben impresionarnos las
amenazas ni los calificativos de aquellos que siempre
defendieron los intereses imperialistas y ahora desacreditan
las causas populares. El pueblo ya sabe que el Gobierno es su
mejor aliado, su mejor consejero. La sensación de libertad y
la experiencia de libertad que tienen ya los habitantes de la
344
Alfonso Bauer Paiz
República son más elocuentes que las palabritas retorcidas
con las que se atreven a llamarnos “dictadores”. No puede
haber dictadura cuando los pobres, que siempre recibieron
látigo, están ahora del lado de un Gobierno que ni les ha dado
látigo ni lo dará jamás. No puede haber dictadura cuando los
enemigos de la democracia arrojan impunemente toda clase de
calumnias contra los hombres del Gobierno, y los hombres del
Gobierno no han cometido un sólo acto de violencia contra
ellos. No puede haber dictadura cuando los enemigos del
Gobierno viven su vida privada y pública sin estorbos ni
persecuciones.

Trabajadores de Guatemala:

El Gobierno de la República estaba en deuda con vosotros.


La fiesta de hoy se ha organizado para celebrar el pago de esa
deuda. Estamos satisfechos de haber podido llegar a este
instante trascendental. Si no os hubiéramos dado el Código
de Trabajo, el arevalismo se habría quedado en la condición
de una efervescencia cívica sin contenido ideológico y sin
trayectoria histórica. Ese arevalismo ha cumplido con el más
grande de sus compromisos. Yo mismo como Presidente
Constitucional, traído al cargo por la intuición generosa de los
trabajadores, me confieso públicamente satisfecho de la obra
de mis colaboradores en el Congreso y en el Ejecutivo. No
hemos podido ofreceros un Gobierno perfecto. Con toda lealtad
os informo que no ha habido en ningún país de la tierra un
gobierno perfecto. Ahora mismo las más grandes naciones se
retuercen ante problemas sociales de fondo y los gobiernos
aparecen incapaces para resolverlos. En medio de ese
panorama desconsolador, Guatemala puede ufanarse de vivir
en paz en plena tarea de legislación para asentar sobre bases
de justicia la vida del futuro. Quienquiera que sea un hombre
de bien, reconocerá que trabajamos infatigablemente y con
desinterés. Los adversarios políticos pueden seguir opinando
como les parezca. Pero la verdad es que el pueblo, las grandes
masas, los trabajadores, toda la República, nos acompaña
sin desconfianza porque dos años de experiencia les han
345
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

demostrado ya la diferencia que hay entre una dictadura sin


leyes y una democracia en vías de organización.

Trabajadores: Mi Gobierno os da este Código: que Dios os


dé fuerzas para defenderlo.

DISCURSO DEL PRESIDENTE JUAN JOSÉ ARÉVALO


AL INAUGURARSE EL INSTITUTO GUATEMALTECO
DEL SEGURO SOCIAL

Improvisado en el local del Instituto el 2 de enero de 1948


(Tomado taquigráficamente)*

Honorable Cuerpo Diplomático


Señoras y Señores:

* Tomado del libro: Juan José Arévalo, Seis Años de Gobierno, CENALTEX,
Ministerio de Educación, Guatemala, Tomo I, 1987.
346
Alfonso Bauer Paiz
En nombre del Gobierno de la República, declaro
solemnemente inaugurado el Instituto Guatemalteco del
Seguro Social.

Es este uno de los más importantes capítulos de la


revolución de Octubre. La revolución de Octubre, como todos
lo hemos dicho en repetidas oportunidades, no fue ni un golpe
de estado militar, no fue una revuelta social, ni fue una
aventura política, por la cual algunos hombres o algunas
clases sociales quisiesen usufructuar en forma de rapiña de
los bienes alojados por la Providencia en este pedazo de suelo.

La revolución de Octubre es la aspiración de un


conglomerado a recuperar su dignidad en todas las formas
humilladas hasta el 20 de octubre de 1944.

Es una revolución, por esto, progresiva, que no va a


intentar transformar la estructura social, la estructura
económica, la estructura política, la estructura ética, en el
término de unos meses ni de unos años. Es una revolución en
que el pueblo de Guatemala, unificado en sus aspiraciones y
poniendo la suma de sus valores morales, aspira lentamente a
convertirse en una República, que todavía no lo somos.

El Instituto Guatemalteco del Seguro Social, es un ejemplo


magnífico de este intento paulatino y progresivo de resolver
vastos y complejos problemas de nuestra vida.

Pero la revolución de Octubre tiene otro carácter que


conviene repitamos en esta oportunidad. Ha sido una
revolución antipersonalista. Aspiramos en Guatemala a que la
República sea dirigida no por un hombre providencial en el
cual se hayan dado todas las esencias de la divinidad.
Aspiramos a que esta República sea gobernada por un
conjunto de talentos, de voluntades al servicio de la
comunidad. No hay en nuestra Guatemala figuras de
semidioses. La aspiración de la Revolución ha sido ir
colocando paulatinamente nuestros grandes problemas en
347
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

manos de los mejores talentos de la República. Así como se ha


organizado a su manera el Ejército Nacional de la Revolución,
así como se ha organizado la Universidad Autónoma de San
Carlos, así como se ha organizado el Banco de Guatemala,
así se organiza también este Instituto Guatemalteco del Seguro
Social, que la República pone en manos de hombres de
talento y de una pasión cívica de primera clase en nuestro
país.

Al hacer esto, con este engranaje de autonomías tan


peligrosas tan incómodas, pero a la postre tan fecundas, el
gobierno de la Revolución está cumpliendo con su deber.

Mi gobierno está tranquilo sobre los destinos de este


Instituto que tiene en sus manos la solución de uno de los
más complejos problemas de nuestra vida social y económica.

Estoy tranquilo, porque está encomendado a personas de


jerarquía moral y cívica superior entre nosotros.

Con estas palabras, cumplo con el grato deber de dejar el


Instituto y la voz de esta mañana en manos de sus directores.

348
Alfonso Bauer Paiz

DISCURSO DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO AL


ENTREGAR LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA

ESTADIO NACIONAL DE LA REVOLUCIÓN,


15 DE MARZO DE 1951 *

Excelentísimo señor Presidente Electo;


Honorable Congreso de la Nación;
Honorables Miembros del Organismo Judicial;
Excelentísimos Representantes de los Gobiernos amigos;
Pueblo de la República:

*Tomado del libro Juan José Arévalo Seis Años de Gobierno CENALTEX, Ministerio
de Educación, Guatemala, Tomo II, 1987.
349
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Tengo a mucho honor resignar en manos del Pueblo y de


sus Representantes legales, como lo manda la Constitución de
la República, el cargo para que fuera electo en diciembre de
1944 y que asumí el 15 de marzo de 1945. Honor altísimo,
mayor aún que el mismo honor de asumir la Presidencia,
porque en Guatemala hasta hoy se produce el fenómeno
histórico, político y educativo de que un Mandatario cumpla
con el deber elemental de ser consecuente con las aspiraciones
de su pueblo y cumplir con sus juramentos.

El 15 de marzo de 1945 ascendí a la Presidencia de la


Nación poseído por un fuego romántico, creyente como
siempre en la radical nobleza del hombre, creyente como el
que más en la sinceridad de las doctrinas políticas, inspirado
en el cordial propósito de ayudar al pueblo para modelar su
propia felicidad. Formado espiritualmente en las bibliotecas y
forjado socialmente en ese taller que son las aulas —contagio
de la ingenuidad de los niños y portador de la generosidad que
caracteriza a los maestros de escuela—, yo creía que gobernar
un pueblo en este mediodía del siglo XX era empresa similar a
la cátedra, cubierta de obligaciones y de sacrificios pero
fecunda en beneficios públicos inmediatos. Creía que seis años

para gobernar una República en Latinoamérica fuese tiempo


bastante a satisfacer negados anhelos populares y plasmar
obras de servicio social, negadas también por los gobiernos de
tipo feudal. Creía, además, y con sobrada razón, que la
República de Guatemala podía gobernarse por sí misma, sin
sometimientos externos, sin mandatos que no emanasen de la
libre voluntad mayoritaria.

Estábamos entonces oyendo el fragor de una guerra


apocalíptica, que los hombres amantes del trabajo y la paz
confiábamos fuese la última, y que compartíamos con relativo
aplauso porque los discursos de Roosevelt nos decían —con la
pasión de verdad de aquel líder de occidente, socialista y
cristiano— que los horrores de la matanza servirían para
350
Alfonso Bauer Paiz
devolver a las naciones y a los hombres las libertades
amenazadas por el paganismo prusiano de Hitler. Cotejamos y
confirmamos en ese entonces lo que la propaganda aliada
decía, leyendo espantados la obra famosa de Hitler, hinchada
de soberbia contra la cultura y contra los demás hombres,
cargada de amenazas para los pueblos pequeños, envenenada
de desprecio particularmente hacia nosotros los
latinoamericanos, negadora de todo sentido de fraternidad
entre las naciones. Y aplaudimos por eso, abierta la conciencia
y batiente la sangre, la colaboración fraternal de los Estados
Unidos y Rusia, que en un momento de crisis de los superiores
valores humanos unían sus hombres, su ciencia y sus armas
para combatir al nuevo Atila.

Dentro de Guatemala, país que se liberó del nacismo criollo


por sus propias fuerzas, había a la vez un clamor general en
pro de la instauración de un régimen democrático, basado no
en el capricho de los mandatarios sino en los preceptos de la
ley —atento, desde luego al deseo de las mayorías—, presto a
conocer y satisfacer las necesidades elementales del pueblo
—garante de la libertad de opinión de cada uno de los
habitantes del país—, respetuoso del decoro que corresponde a

la persona humana. En el torbellino revolucionario de 1944 y


en el clamoroso primer semestre de 1945, casi la totalidad de
los guatemaltecos despreciábamos los regímenes dictatoriales
y queríamos honestamente saber lo que era en el orden cívico
y durante todos los días de un gobierno del pueblo y para el
pueblo. Mi gobierno, producto de la exigencia popular, fue
leal a ese clima, que apetecía algo nuevo para nuestro país.
El “arevalismo” —así llamado por amigos y adversarios—,
significó en ese momento histórico esperanza y promesa
de servir a las mayorías populares y ensayar lealmente
un régimen democrático funcional, institucional,
antipersonalista.

Tales eran las condiciones internacionales e internas hace


seis años. Inicié mi gobierno resuelto a dar al pueblo lo que de
351
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

mí esperaba. Según personales opiniones mías, había que


empezar con el artículo primero de la nueva Constitución, que
dice: “Guatemala es una República libre, soberana e
independiente, organizada con el fin primordial de asegurar a
sus habitantes el goce de la libertad, la cultura, el bienestar
económico y la justicia social. Su sistema de gobierno es
democrático-representativo”. Nada más natural, para un
maestro de escuela, que considerar a Guatemala como una
República investida de libertad, soberanía e independencia. Y
cuando ese maestro de escuela ha sido electo Presidente por la
libre voluntad de las mayorías populares, nada más justo que
se reconozcan y respeten los atributos de soberanía que
residen en el pueblo elector y únicamente en ese pueblo.

Tenía yo entonces la convicción —y sigo teniéndola— de


que una Nación no puede ser libre mientras no sean libres uno
por uno todos sus habitantes, y de que la dignidad de la
República está hecha como síntesis magnificada de la dignidad
que se aloja viviente y actuante en cada uno de los pobladores
del suelo. Para alcanzar eso en Guatemala teníamos que
chocar con la particular estructura social y económica del
país: de un país en el que la cultura, la política y la economía
estaban en manos de trescientas familias, herederas de los
privilegios de la Colonia o alquiladas a las factorías extranjeras
o constitutivas de una secta administrativa oficial que protegía
los intereses de aquéllas y multiplicaba geométricamente los
suyos. Un noventa por ciento de nuestra población vivía en
cabal situación de servidumbre económica, sin derecho a la
cultura y sin ciudadanía. Había que empezar en Guatemala
por varios flancos a la vez y promover con entereza un
movimiento libertador de las mayorías en lo legal, restaurador
de ciudadanías estafadas y promotor de los balbuceos
económicos del proletariado, de los trabajadores y de los
campesinos. En esta Guatemala, africanizada por extranjeros
y por guatemaltecos, había que comenzar enfrentándose a los
encomenderos que usufructuaban la riqueza y retenían la
cultura en planos aristocráticos y así los hicimos.
352
Alfonso Bauer Paiz

Una juventud revolucionaria, digna del mayor


reconocimiento de las generaciones actuales y venideras: la
generación arevalista de 1944 a 1947, en su mayoría
integrantes del Congreso, se enlazó conmigo para la emisión
de un instrumento legal que iniciase con cautela y firmeza la
liberación de los trabajadores y campesinos de Guatemala.
Los dos primeros años de mi gobierno culminaron con la
promulgación y vigencia de un Código del Trabajo, llamado a
fortalecer la vida democrática al mismo tiempo que a fomentar
con nuevos gérmenes la economía patriarcal en que vivíamos,
así como a dignificar individuos y familias en los grandes
estratos sociales de trabajadores. Pero esa promulgación
parecía imposible en este país. Los naturales representativos
de la República de mercenarios que habían sido Guatemala,
se valieron de todas las armas, de todas sus influencias en los
mercados internacionales, para impedir la discusión y la
aprobación del Código. Fuera de mi despacho y en mi
despacho los vi moverse con desesperación de náufragos o con
insolencia imperial, mientras en la sombra financiaban las
conspiraciones. Incluso, algunos funcionarios de mi gobierno

adversaban la temeraria empresa arevalista. Pero había un


pueblo que la pedía, una juventud revolucionaria que
respondía a ese pueblo y un Presidente al que no intimidaron
ni ablandaron las amenazas ni las promesas. El Código del
Trabajo entró a ser propiedad popular el 1 de mayo de 1947.

Bien pronto empezaron a sentirse los efectos del nuevo texto


legal. Mientras los trabajadores y campesinos veían realizados
sus sueños de igualdad jurídica y marcados los comienzos de
su liberación económica, los empresarios africanizantes del
Caribe movilizaron dentro y fuera de Guatemala todos sus
elementos en la más poderosa embestida que se haya llevado
durante cuatro años contra un gobierno latinoamericano. El
feudalismo criollo —que dos años atrás pedía democracia y
libertades individuales— se mostró defraudado e indignado por
la manera como mi gobierno entendía la democracia y
353
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

exageraba las libertades. Los magnates del banano,


connacionales de Roosevelt, se rebelaron ante la audacia de
un Presidente centroamericano que ponía en igualdad de
condiciones jurídicas a sus compatriotas con las honorables
familias de los exportadores. De la alianza inmediata de estos
poderes surgió un pacto de guerra contra el arevalismo; pero
al mismo tiempo nuestras mayorías populares, tocadas de
entusiasmo por la realidad de la ley libertadora, organizaron
sus fuerzas con profundidad de tropa y se dispusieron a pelear
por lo suyo.

Fue entonces cuando el maestro de escuela, ingenuo y


romántico, descubrió desde la presidencia de su patria en qué
medida es deleznable la brillante prédica internacional que
habla de la democracia y de las libertades humanas. Fue
entonces cuando entendí, con más desconsuelo y dolor, que
en la filosofía bergsoniana, en qué medida son diversas la
palabra y la vida. Fue entonces cuando sentí, con la
consiguiente indignación, la presión de esa fuerza anónima
que gobierna sin ley ni moral las relaciones internacionales y
la convivencia de los hombres. Y llegué a comprender cómo en

ese vocabulario estereotipado para uso de los grandes


periódicos comerciales y de las poderosas broadcastings, las
palabras “democracia”, “dignidad” y “libertad” tienen intención
contraria de la que les asignamos en filosofía política. Llegué a
comprobar que, según ciertas normas internacionales, no
escritas pero actuantes, los países pequeños no tienen derecho
a la soberanía. Y advertí igualmente, que para nuestros
compatriotas de espíritu feudal el reclamo de libertad debía
entenderse como libertad para la multiplicación de su dinero,
sin limitaciones ni obligaciones, sin consideración alguna por
el trabajador que lo produce o el empleado que lo administra.
Dentro de esa jerigonza internacional que han adoptado
resignadamente casi todos los políticos y estadistas de nuestro
siglo, el factor hombre carece de propia significación y de
354
Alfonso Bauer Paiz
valor real, a no ser que sean significación y valor según
supuestos comerciales. Se habla de “los derechos del hombre”
y se explican con suficiencia académica esos derechos, pero
nunca nos han dicho cuántos son esos hombres, de qué color
son esos hombres, ni dónde y cómo viven y mueren esos
hombres.

Terminó la guerra iniciada en 1939. Las armas del Tercer


Reich fueron quebrantadas y vencidas por el vigor y la
modernidad de las dos naciones que se sentían hermanas: los
Estados Unidos y Rusia. Hitler pereció bajo los escombros de
algún palacio de Berlín. Millones de muertos entre soldados y
no combatientes, merecieron sepultura, con honores o sin
ellos. Las viudas y los huérfanos enjugaron sus lágrimas bajo
la conformidad de que el cruento sacrificio se había oficiado en
una piedra sagrada invocando la perfección humana, la pureza
de la democracia y la felicidad individual de los sobrevivientes.
Condecoraciones fueron puestas en los pechos en nombre de
la “democracia” triunfante y de la libertad salvada o en nombre
de los valores de la cultura, rescatados intactos del incendio
terráqueo. Pero en el diálogo ideológico entre dos mundos y
dos líderes, Roosevelt perdió la guerra. El verdadero vencedor
fue Hitler. Los aliados cometieron el trágico error de creer que
la muerte de Hitler y la aplicación de la bomba atómica
equivalían a la destrucción del hitlerismo. Nosotros, desde un
mirador más sereno —en la imperturbable serenidad de este
Caribe heterogéneo— hemos podido ver y comprobar que el
hitlerismo no ha muerto, hitleritos caricaturescos se
multiplicaron allá en Europa y aquí en América; y lo
caricaturesco podría servir para diversión y solaz de
espectadores, como en la butaca de un vaudeville, si no
fuera que debajo de ellos están los pueblos, salpicados de
sangre y hambrientos de vida, padeciendo la crueldad de la
comedia. Hitleritos con doctrina o sin ella, pero todos
admitidos y estimulados en los claustros oficiales
“democráticos” y opinando con respetada autoridad en las
solemnes discusiones sobre “los derechos del hombre”.

355
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Hay algo aún más grave. Y es que la doctrina de Hitler no


sólo perdura en los cuadros palaciegos de los dictadores
vitalicios, sino que ha subido por simpatía física o por ósmosis
espiritual hasta los alminares desde los que antes se maldecía
de Hitler. Tengo la opinión personal de que el mundo
contemporáneo se mueve bajo las ideas que sirvieron de base
para erigir a Hitler en gobernante y para incendiar el mundo
una vez más en 1939. Y es que el hitlerismo fue tratado por
sus adversarios únicamente como un peligro militar. De este
error táctico nace el hecho de que el hitlerismo fuera vencido
exclusivamente en los campos de batalla, y conformes con eso,
nada hicieron los vencedores para combatirlo o negarlo en los
otros planos de su poderosa estructura. El hitlerismo, en
efecto, fue siempre y sigue siendo mucho más que una
aventura militar e imperial: es un vigoroso movimiento
vitalista, pagano y racista, que se confiesa idealista, negador
de valores culturales despectivo ante soberanías ajenas,
avasallador del pensamiento en las masas, insuflado de
insolencia aristocrática, autoritario hasta la violencia,
antidemocrático y anticomunista. Y todo eso: todo eso es lo
que no ha muerto. Todo eso es lo que se ha deslizado como

soplo vengador que refluye sobre el adversario, afortunado en


las armas, sube por el buen conductor que es el hierro
triunfante y llega por el enérgico brazo hasta la blanda
conciencia. Igual cosa sucedió cuando la Roma juvenil quitó a
Grecia la hegemonía militar del orbe antiguo. Las armas
romanas victoriosas recorrieron después el mundo, movidas e
iluminadas por la cultura helénica. Y si bien la Grecia de
entonces era pagana y aristocrática, como el hitlerismo, en el
resto de su grandiosa cultura fermentaban las más fecundas
ideas que ha producido la humanidad. En cambio, del
hitlerismo sobreviviente y operante en América, no podemos
esperar nada grande y nada puro.

Un filósofo de la historia prodría intentar la explicación de


esta similitud trágica entre la Roma imperial, helenizada, y la
356
Alfonso Bauer Paiz
democracia contemporánea, hitlerizada. Quizá no estaría en
eso lo más oscuro para la especulación superior, ni lo más
doloroso para nosotros, los contemporáneos. Lo abstruso e
incomprensible para nosotros es la rara mezcla de lo prusiano
y lo cartaginés en la vida internacional de nuestros días. Las
huestes de Hitler, inspiradas por un demonio germánico,
salieron de sus fronteras para dominar a los pueblos que ellos
creían pequeños o débiles, a las razas que ellos llamaban
inferiores, a los individuos que ellos decían nacidos para servir
y obedecer. Los prusianos pregonaron la superioridad de una
raza de semidioses ante la cual los pueblos latinoamericanos,
por ejemplo, bárbaros y simiescos según Hitler, debíamos
indiscutida sumisión. Todo esto indica que en el hitlerismo
había una filosofía. Filosofía reaccionaria, retrospectiva,
aristocratizante, idealista u oportunista: pero filosofía. Había
en el hitlerismo pasión de dominio pero eran motivos religiosos
y raciales motorizados por una filosofía que, además,
despreciaba lo económico. El hombre no muere por negocios,
sino por ideales, dijo Hitler. Los cartagineses, en cambio,
fueron un pueblo imperialista de la antigüedad que quería
dominar los mercados del Mediterráneo y de los mares

vecinos, no para imponer una filosofía o una religión de clan o


de raza, sino por el apetito del mercado mismo. Los
cartagineses fueron los hombres simples, sensuales y
poderosos de la antigüedad, que armaba flotas y ejércitos
temibles para imponer sus mercaderías y multiplicar su
dinero. Jamás supieron ellos nada de las profundidades
espirituales en la vida del hombre y de los pueblos, ni supieron
jamás qué grado de valor tiene el dinero en el breve trayecto de
la vida humana. Nosotros no sabríamos decir aquí si cuando
la Roma imperial venció a Cartago, heredó igualmente la
emoción fenicia del comercio como norma de gobierno:
esperamos que lo diga aquel requerido filósofo de la historia.
Pero lo que sí puedo decir, después de esta terrible y fecunda
experiencia de seis años, en que me he asomado a los abismos
de esta comedia del hombre contra el hombre, es que la
357
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

democracia contemporánea se desplaza precipitadamente


hacia una doctrina hitlerista y fenicia. Los pueblos se saben
presionados y coaccionados, no para ser transfigurados
ontológicamente en almas dignas de la piedad de un dios,
sino para usarlos en la explotación barata del suelo, en la
fabricación barata de productos y en el transporte barato. La
democracia contemporánea, fabricadora de guerras como el
hitlerismo, tiene a la vez superiores consignas comerciales
que parecen ser la real y exclusiva preocupación de los
estadistas, mas no para una mejor distribución de los bienes
entre las masas humildes, sino para la multiplicación de los
millones que ahora pertenecen a unas cuantas familias
metropolitanas. Cartago no tendría nada que aconsejarnos.

Este aluvión de aguas turbias de nuestro tiempo, operó


dentro de Guatemala con frenéticos intentos para corromper el
gran movimiento popular nacionalista de 1944. Desde los
primeros días de mi gobierno tuve propuestas para negar la
dignidad de la Nación o para estafar la credulidad infantil de
las masas. Hombres incluidos por accidente en el movimiento
revolucionario, entendían la revolución como golpe y
oportunidad de ganancias. El presidente y un centenar de
colaboradores jóvenes, en cambio, nos sentíamos tocados de
una mística republicana y esperitualista. Y mientras en la calle
los representativos del pasado pugnaban por un retorno a la
factoría africana, dentro de mi propio gobierno se dividían las
fuerzas y se planteaba la disidencia entre la aventura
comercial o la revolución espiritualista. Los representativos de
esta última posición, librábamos, pues, combate contra dos
frentes: los fenicios de la calle y los fenicios del Caribe. La
historia dirá más tarde los nombres y las fechas de esta
batalla de Guatemala. El Presidente no tenía todo el gobierno
a su lado; pero mis correligionarios y yo sentíamos la voz
estimulante de las mayorías intuitivas, que adivinaron desde
1944 cuál era el camino de su libertad. Y por la voz de estas
mayorías nos sentimos con fuerzas para permanecer de pie.

358
Alfonso Bauer Paiz
De pie hemos llegado a este 15 de marzo de 1951.
Guatemala ha demostrado en seis años, que no hay poder
humano capaz de humillar la voluntad de un pueblo cuando
sus gobernantes no lo traicionan. Pueblo y gobierno juntos,
producen dignidad. Y los países pequeños tenemos igual
derecho que los grandes a organizarnos y orientarnos
conforme a los dictados de nuestra conciencia. La felicidad
que me produce el haber llegado a esta fecha y el haber podido
decir estas palabras al pueblo batallador de Guatemala, la
comparto con mis colaboradores leales, con los revolucionarios
ortodoxos, con los guatemaltecos poseídos de invencible fervor
nacionalista. No quiero en esta oportunidad referirme a los
partidos políticos juveniles, porque ellos participaron conmigo
en los afanes, las dificultades y los éxitos del gobierno y me
acompañaron así en tareas de siembra como en la
organización de la defensa. Sólo quiero expresar gratitud
pública a dos importantes estamentos de la vida nacional. En
primer lugar a los trabajadores y campesinos de todo el país.
Fueron ellos los que me inspiraron desde 1944, cuando aún
no estaban organizados sindicalmente, las superiores

directivas de la Revolución guatemalteca. Fueron ellos los que


dijeron la palabra guatemalteca humedecida en sudor y
lágrimas. Fueron ellos los que mostrándome sus espaldas
cruzadas por el látigo de los jefes políticos o de los mercaderes,
me indicaron la monstruosidad de los regímenes del pasado, y
el camino por donde podíamos impedirla. Y fueron ellos los
que en los días y en las noches de los seis años palpitaron
conmigo y velaron conmigo las angustias de la Revolución,
ofreciendo sus brazos y su sangre cada vez que los
cartagineses se presentaban a las puertas. Gracias a ellos yo
pude vitalizar una doctrina política que antes del 3 de
septiembre de 1944 sólo era inconsistente conceptuación
extraída de los libros o de una experiencia transoceánica,
dispersa, tibia y epidérmica. En cambio, aquel 3 de
septiembre de 1944, el grito de las mujeres, los trabajadores
359
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

y los niños, grito de dolor y de esperanza, inyectó sangre,


ardor y vida a mis conceptos, me indicó nuevas rutas en el
horizonte y me confirmó en la voluntad rectilínea de servir a la
Nación por sobre todas las cosas.

En segundo lugar tengo que referirme al Ejército Nacional


de la Revolución. Al asumir la Presidencia yo me encontré
rodeado de un Ejército autónomo por la ley y con mucha
desconfianza contra el universitario socialista llevado al Poder
por voluntad popular. A pesar de esas dos notas adversas a un
gobierno fácil y a un buen entendimiento con las fuerzas
armadas, resuelto yo a respetar rigurosamente su autonomía
y a respetar, confiado en el futuro, sus prevenciones y
prejuicios, tuve que comprobar y reconocer en el correr del
tiempo la nobleza de conducta de jefes y oficiales que dentro
de la particular República que son ellos en esta nueva
Guatemala discutían de política y opinaban sobre el Presidente
sin haber llegado nunca al irrespeto o a la traición. Civiles
representativos del mercado internacional, intentaron varias
veces corromper la moral de la nueva institución, buscando
un retorno a la productiva colonia. Civiles oportunistas,
aventureros y sin doctrina provocaron disturbios y llegaron a

conseguir alzamientos parciales. Pero el sentimiento


nacionalista de la oficialidad, alimentado por algunos de sus
jefes, fue aumentando desde 1945 hasta 1950. Y aquel
pequeño pelotón de oficiales revolucionarios del 44 ha crecido
hasta estructurar una institución modelo en América, regida
por normas de la más elevada convicción cívica. Pudo el
Ejército, en más de una oportunidad, torcer los destinos de
nuestra revolución y convertirse de nuevo en protector de los
millones de los cartagineses, como todavía sucede en más de
una parte del mundo. Pero la oficialidad de la Revolución ha
llegado a convencerse de que es más honroso y patriótico servir
al pueblo y no a sus explotadores económicos: ha preferido
estar al lado de sus soldados que son naturales representantes
de la masa trabajadora del país, y no al lado de una minoría
360
Alfonso Bauer Paiz
plutocrática insensible e indiferente a los destinos de
Guatemala.

Esas mayorías populares intuitivas y este Ejército


nacionalista están ahora de plácemes con la asunción del
teniente coronel Jacobo Árbenz a la Presidencia. Jacobo
Árbenz, soldado ciudadano, ha influido personalmente en la
creación de esta nueva emoción cívica dentro de la que renace
Guatemala. Su nombre empezó a mencionarse en un instante
trágico para el Ejército por creerlo culpable de los crímenes de
la dictadura. El capitán Árbenz, declinando su cargo en la
Escuela Politécnica, llamó como con clarines a sus
compañeros para divorciarse del régimen fenicio que
gobernaba Guatemala. Concibió y planificó, aliado a figuras
juveniles como él, la rebelión militar concurrente al gran
movimiento cívico ya iniciado. El 20 de octubre lo encontró en
la vanguardia militar, en mangas de camisa, como soldado y
como jefe. Llevó a la Junta Revolucionaria de Gobierno el
prestigio de su personalidad, ya entonces dibujándose con
fogonazos de líder. Dentro de mi gobierno, como Ministro de
la Defensa, apoyó y aplaudió mi obra consagrándome durante
cinco años su corazón y su talento, sin reservas ni evasivas.

Supo ser leal sin servilismo. Capitaneó la reestructuración


del Ejército e inspiró en la oficialidad cariño y respeto por los
trabajadores y los campesinos. Asumió la postura
revolucionaria de defensor de las instituciones, precisamente
cuando otros jefes militares proponían su derrumbe.
Estudioso e investigador personal, ha amasado su experiencia
gubernativa con la lectura y el análisis, hasta llegar a una
propia concepción de las cuestiones políticas. Por eso fue que
los trabajadores y campesinos del país levantaron su nombre e
irrumpieron en la contienda cívica proclamándolo candidato
para sostén y perfección del movimiento libertador. La
hermosa lucha cívica producida en noviembre de 1950
demostró la fuerza arrolladora de esta candidatura, a la cual
sólo pudo llamársele oficialista en tanto que el pueblo
mayoritario de la República es en nuestros días "oficialista".
361
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Por estas razones me retiro del alto cargo experimentando, a


la vez que la euforia del deber cumplido, la tranquilidad de
saber que toma la directiva de la Revolución uno de sus
hombres superiores, quizás el que más significación tiene en
esta alianza de civiles y militares que ha transformado a
Guatemala y está creando un estilo político. Con esta
transmisión, la Revolución guatemalteca llega a su momento
culminante y entra en su más fecundo período. Si el mío fue
un período heroico de organización, de defensa y de
planeamientos, el que hoy se inicia lo será de trabajo fecundo
y de realizaciones inmediatas.

Pueblo de Guatemala:

Durante seis años hice consagración de mi vida para servir


con dignidad el cargo de Presidente y buscar la felicidad de
mis compatriotas según mi propia conciencia me lo ha
indicado. La historia dirá si estos seis años significan algo
para el progreso espiritual de la Nación. Lo que sí puedo
deciros ya, es que en ninguno de los muy difíciles momentos
transcurridos durante la conducción de los destinos del país,
busqué la defensa y salvación de mi propia vida ni os di las
espaldas. Creo haberme conducido con lealtad, no sólo para
con vosotros, el pueblo hoy viviente, sino, además, para con
los superiores destinos de Guatemala, creo haber contribuido
a la expresión de una sensibilidad política guatemalteca. No
sabría deciros si esto que se ha logrado en Guatemala deba
llamarse democracia o cosa parecida. Los profesores de
doctrina política le darán un nombre. Pero si por fatalidad de
hábitos conceptuales o por comodidad idiomática quiere
llamársele “democracia”, pido a vosotros testimonio
multitudinario de que esta democracia guatemalteca no fue
hitlerista ni fue cartaginés.

362
Alfonso Bauer Paiz

LOS PARTIDOS POLÍTICOS DURANTE EL GOBIERNO


DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO
Jorge Fuentes Aqueche
Alfonso Bauer Paiz**

No deja de tener vigencia el planteamiento del politólogo


francés Maurice Duverger quien asegura que el sistema
electoral es un elemento clave que conforma y determina las
características del sistema de partidos en el sistema político de
un país. Desde que Guatemala inició la vida republicana
—1821 en adelante— el régimen de tipo político autoritario
imperante, y especialmente el sistema electoral a él adscrito,
no permitieron que se formaran partidos políticos en el sentido
estricto del término. El caudillismo y el alejamiento del
régimen de un esquema de asamblea de representantes


Politólogo guatemalteco (USAC). Docente universitario y analista político.
** Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.
363
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

influyente en las decisiones, aunado al voto público de los


ciudadanos en las elecciones de autoridades provocaron que
se fortaleciera la existencia de clubes políticos de apoyo al
gobierno de turno. El acceso al poder político por la vía legal
se vio, en este esquema, vedado a los grupos opositores. El
hecho de que el ciudadano acudiera a las urnas y emitiera de
viva voz su voto delante de las autoridades, generalmente, en
presencia de las autoridades locales y un piquete de soldados
y policías, causó que nuestro país hiciera de los golpes de
estado y las asonadas la única ruta efectiva para deponer un
régimen y renovar a las autoridades y a los representantes.

Con la Revolución de 1871 el sector liberal terrateniente


reemplazó al gobierno conservador que duraba ya más de
treinta años y cuya figura más representativa la constituye
Rafael Carrera, La Reforma liberal modificó el esquema de
tenencia de la tierra para romper el monopolio exportador,
representado por el cultivo de la grana y la cochinilla, en
franca crisis debido a la invención y difusión de los tintes
químicos. En su lugar, los liberales sustituyeron los productos

en decadencia por el café. Tampoco el régimen liberal permitió


el ejercicio político de los partidos, especialmente de sus
opositores, los conservadores.

En los años cercanos al primer centenario del movimiento


criollo del 15 de septiembre de 1821, los conservadores se
organizaron bajo el disfraz de grupo promotor de la
recuperación de la unión centroamericana y, con ello, lograron
evitar la persecución del gobierno de Estrada Cabrera quien se
había fincado en el poder desde finales del siglo XIX. Los
sectores obreros fueron desplazados del poder y quedaron a la
deriva en tanto los conservadores reconstruían el bloque
hegemónico con miras a reimplantarse en el ejercicio del poder
formal. Pero el Presidente Carlos Herrera se negó a acceder a
las exigencias del gobierno de los Estados Unidos, para
ampliar las concesiones que el gobierno del tirano Estrada
364
Alfonso Bauer Paiz
Cabrera había otorgado, en perjuicio de la nación, a la United
Fruit Company, así como enajenarle la Empresa Eléctrica que
se le había confiscado a los alemanes, al terminar la Primera
Guerra Mundial. Por esa actitud soberana, el Tío Sam fraguó
un golpe de estado, al cual se prestaron los generales Orellana,
Larrave y Lima. Derrocado Herrera, asumió la presidencia José
María Orellana, liberal.

Con los vientos libertarios y antifascistas de la posguerra de


1944, los Estados Unidos no se opusieron a la remoción de
Ubico, quien renunció en junio de ese año, después del
surgimiento de manifestaciones de sectores de la clase media y
de la burguesía, particularmente del estudiantado
universitario y del magisterio nacional, incluso de maestras de
escuelas públicas. Se hizo cargo del poder un triunvirato
militar, que pronto dejó como presidente al general Federico
Ponce Vaides, nombrado por la Asamblea Nacional en
presencia de bayonetas y fusiles en el seno de ésta. Poco le
duró el gusto al aprendiz de tirano, pues el amanecer del 20 de
octubre le cogió desprevenido y fue removido del poder por un

movimiento citadino pequeño burgués urbano, pero con la


complacencia de vastos sectores populares del interior de la
república, que estaban dispuestos a la lucha cívica, contra "el
ubiquismo sin Ubico", y llevar a la primera magistratura del
país al Candidato Blanco, el Dr. Juan José Arévalo Bermejo.

Las primeras elecciones libres en el país permitieron la


integración de una Asamblea Nacional Constituyente que
redactó y sancionó una nueva constitución, la de 1945. Con
posterioridad, y como premisa al reordenamiento político del
país, se emitió una Ley Electoral en la cual, por primera vez
en Guatemala, se crean los partidos políticos como
organizaciones de derecho público legitimadas por la ley. La
apertura propiciada por la Ley Electoral hizo que en el país
aparecieran un buen número de partidos con lo cual se
confirmaba el innegable deseo de los sectores políticos de
insertarse en un sistema político auténticamente popular. La
365
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

movilización popular se incrementó muy rápidamente con lo


cual se establecieron mecanismos de presión ante el Estado y
de representación por medio de organismos gremiales,
sindicales y, especialmente, mediante la formación y registro
de partidos políticos.

Los partidos políticos surgidos durante la época arevalista


no pueden ser explicados en su participación política ni en su
composición social si no se analiza simultáneamente su
vinculación al movimiento revolucionario de 1944, porque
muchos tratadistas fincan sus investigaciones en el acto de
legalización de un partido y su historia previa inmediata lo
cual únicamente permite identificar los intereses grupales que
convergen en la fundación de un partido mas no así su
participación real en la vida política.

La amalgama de sectores vinculados al movimiento


revolucionario en sus prolegómenos conforma, a principios de
1945, lo que se denomina Frente Unido de Partidos Arevalistas
(FUPA) de base social heterogenia pero cuya dirigencia
defendía sus propios intereses, es decir, los de una burguesía
emergente, pero más que todo los de los sectores estudiantiles,
de intelectuales y del magisterio. Es el FUPA el padre de la
Constitución de 1945, influida grandemente por la
constitución mexicana y el nacionalismo cardenista.

La primer ruptura que sufrió el FUPA dio lugar a que se


definieran claramente dos corrientes, una de ellas de sectores
de las capas altas de la sociedad (como los seguidores de Jorge
Toriello, y profesionales como Eugenio Silva Peña, Dr. Julio
Bianchi) y otra constituida por los partidos arevalistas,
Renovación Nacional (RN), integrado por maestros de
educación y profesionales universitarios y el Frente Popular
Libertador (FPL), por estudiantes y profesionales jóvenes. El
FPL era de vocación revolucionaria más radical que el RN.

366
Alfonso Bauer Paiz
El FPL, ganó la mayoría en el Congreso y las alcaldías en los
comicios en los cuales Arévalo fue electo Presidente con un
porcentaje muy alto de votos, porque el pueblo confió en los
partidos revolucionarios y en el candidato. Véanse los
resultados:

Los candidatos fueron Juan José Arévalo (apoyado


principalmente por los partidos FPL y RN, 257,416 (85%)
votos; Adrián Recinos, 20,406; Manuel María Herrera, 10,902;
Guillermo Flores Avendaño (apoyado por el partido Social
Demócrata, 8,222. O sea que el 15% del total de votos
emitidos se distribuyó entre el recinismo (liberal) 7%; el
herrerismo (también liberal), 5%; y el candidato del Social
Demócrata (conservadores y liberales), 3%. (Ver Juan José
Arévalo, El Candidato Blanco y el Huracán, Págs. 478 y 479).

En el primer año de gobierno (1945), el Presidente Arévalo


sufrió un accidente automovilístico, del cual perdió el
conocimiento y fracturas que tuvo que ser hospitalizado.

Varios de los dirigentes del RN y del FPL, temerosos de que


se produjera un golpe de estado, fueron a visitar al Jefe de las
Fuerzas Armadas, Francisco Javier Arana y le pidieron que se
mantuviera la institucionalidad. La respuesta del militar fue
positiva, pero sin ambages les dijo que él sería el próximo
presidente de la república, al terminar su período el Dr.
Arévalo. Los dirigentes del RN y del FPL le manifestaron su
anuencia. Pero, el Jefe de las Fuerzas Armadas les pidió una
garantía del compromiso que asumían ¿Cuál?, le inquirieron.
Y Arana les dijo disuelvan los partidos, RN y FPL, únanse en
un nuevo partido y ese será mi partido. Esos dirigentes, sin
consultar a sus bases, aceptaron y así nació el Partido Acción
Revolucionaria (PAR). Tanto en el conglomerado de afiliados
de ambos partidos, la fusión provocó manifestaciones de
disgusto, porque sinceramente les animaban sentimientos
profundos de identidad con su organización cívica y política.

367
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Una vez repuesto de las consecuencias del accidente y


sabedor de lo que había ocurrido, el Presidente Arévalo,
discretamente, actuó. Pidió a Mario Méndez Montenegro,
quien a la sazón le era leal que lograra que los frentepopulistas
se salieran del PAR y al ex Secretario General del RN, Lic.
Carlos Leonidas Acevedo y a quien le había postulado
candidato presidencial, el abogado Juan José Orozco Posadas,
hicieran lo mismo para sustraer gentes del PAR y volvieran a
su tienda original, RN. De los frentepopulistas que ya no
querían salir del PAR, estaban Manuel Galich, Roberto Barillas
Izaguirre, Antonio Reyes Cardona, José Luis Bocaletti, Alfonso
Bauer Paiz y otros, porque estaban conscientes que al PAR
habían llegado exiliados guatemaltecos con más experiencia
política y de línea de izquierda definida, como Luis Cardoza y
Aragón, Ernesto Capuano, Alfonso Solórzano, Carlos Arias, y
otros, que ningún compromiso tenían con el Jefe de las
Fuerzas Armadas. Sin embargo, dentro del grupo de los ex
frentepopulistas se sometió el asunto a votación y ganaron

quienes estaban de acuerdo con los deseos del Dr. Arévalo y de


Mario Méndez, así abandonaron el PAR todos los del FPL.

Además hubo otros partidos, en su mayoría constituidos al


rededor de un personaje, véase:

El Social Democrático, integrado por liberales y


conservadores, conformado al principio (1944) al rededor del
Lic. Francisco Villagrán de León y en las postrimerías del
sexenio presidencial de Arévalo, para apoyar la candidatura
del Coronel Guillermo Flores Avendaño. (Juan José Arévalo
(JJA), Despacho Presidencial, Pág. 237) Durante algunos años
co-gobernó, pero después fue de oposición al gobierno de
Arévalo.

368
Alfonso Bauer Paiz

Partido Liberal, de oposición (JJA, Despacho Presidencial


(DP), Pág. 238.

Partido de La Revolución, al rededor del ex miembro de la


Junta Revolucionaria de Gobierno, Ciudadano Jorge Toriello,
de centro derecha y, al final, de oposición. (JJA, DP, Pág.
239).

Partido Nacional, al rededor del abogado Alejandro Arenales


Iriondo, Rafael Pérez de León (quien dirigió la construcción del
Palacio Nacional, durante la administración de Ubico, Pedro
Cofiño, Leopoldo Berger y otros pertenecientes a la oligarquía
guatemalteca. De derecha y de oposición (JJA, DP, Págs. 148
y 149).

Partido Avance Democrático Popular, liberal, al rededor del


ex-funcionario de la administración de José María Orellana,
Abraham Cabrera. (JJA, DP. Pág. 149).

Unión Nacional Electoral (UNE), fundada por fuerzas


reaccionarias para apoyar la candidatura presidencial del Jefe
de las Fuerzas Armadas, Coronel Francisco Javier Arana (JJA,
DP, Pág. 331).

Bloque de Oposición Política, integrado por partidos de


oposición, también al rededor de Francisco Javier Arana, en
junio de 1949 (JJA, DP, Pág. 382).

369
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Partido Reconciliación Democrática Nacional y Partido


Unión Anticomunista, de derecha y de oposición, al rededor
del General Miguel Ydígoras Fuentes, 1950 (JJA, DP, Pág.
467).

Partido Revolucionario Obrero de Guatemala, de ideología


comunista, cuyo principal dirigente fue el Maestro Víctor
Manuel Gutiérrez, 2 de junio de 1950 (JJA, DP, Pág. 474).

Nuevo Partido Obrero, fundado por José Manuel Fortuny,


Bernardo Alvarado Monzón, Manuel Pinto Usaga, Mario Silva
Jonama, Alfredo Guerra Borges, Ignacio Humberto Ortiz, en
1950. Sin embargo, según Fortuny en su libro: Memorias de
José Manuel Fortuny dice que este partido fue fundado el 28
de septiembre de 1949. (JJA, DP, Págs. 474 y 480).

Partido Integridad Nacional, fundado en 1950 por


empresarios de Quezaltenango para apoyar la candidatura
presidencial de Jacobo Árbenz (JJA, DP, Pág. 483).

Partidos Políticos, de apoyo a los candidatos a la


Presidencia, para suceder a Arévalo, siguientes: Clemente
Marroquín Rojas, Ing. Manuel María Herrera, Coronel Miguel
Ángel Mendoza, Lic. Arcadio Chévez, y Alejandro Baldizón
(JJA, DP, Págs. 503 y 504).

Es importante señalar que el pueblo de Guatemala no se


volvió a equivocar y votó por el candidato de su confianza,
Árbenz, no sólo por el buen gobierno que había sido el de
Arévalo, sino por la lealtad a la Revolución y a sus méritos
personales de Árbenz. Véanse los resultados:
370
Alfonso Bauer Paiz

Jacobo Árbenz Guzmán, 267,234; Miguel Ydígoras Fuentes,


74,341; Jorge García Granados, 28,746; Víctor Giordani,
14,012; Manuel Galich, 8,693 (el FPL retiró esta candidatura
el primer día de las votaciones y se sumó a la de Árbenz);
Clemente Marroquín Rojas, 6,550; Arcadio Chévez, 4,045;
Miguel Ángel Mendoza, 1,694; Manuel María Herrera, 1,570; y
Alejandro Baldizón, 711. (JJA, DP, Pág. 510).

En definitiva, Árbenz triunfó con casi el 70% de los


sufragios, porcentaje que ningún otro Presidente de la
República electo, haya podido alcanzar.

Con la emisión del Código de Trabajo se dio un fenómeno de


múltiples agrupamientos en dos polos. Por un lado se
unificaron las agrupaciones obreras y, por el otro, la burguesía
tradicional que veía peligro de radicalización social en el nuevo
instrumento regulador de las relaciones patrono-laborales. La
separación ideológica entre ambos bandos se incrementó con
la aprobación de una nueva ley electoral. La burguesía
respondió al reto del cambio radical en las legislaciones laboral
y electoral calificando de comunista al gobierno de Arévalo y
agrupándose en la Asociación Cívica de defensa contra el
Comunismo. En octubre de 1948 esta agrupación quedó
formalmente inscrita como partido y tomó el nombre de
Partido de Unificación Anticomunista (PUA) para, de
inmediato, iniciar la movilización preelectoral.

Ya en 1949, Mario Méndez Montenegro, en el FPL había


propiciado el ingreso al partido de elementos definidamente
anticomunistas y vinculados con el pasado ubiquista, como es
el caso de Jorge Skinner Klee, y hecho migas con otros
elementos también anticomunistas, como Mario Sandoval
Alarcón, quienes, junto con el Coronel Francisco Javier Arana,
y con el apoyo del embajador de los EE.UU., Richard
Patterson, fraguaban un golpe de estado para derrocar al
Presidente Arévalo. Fueron expulsados del FPL.

371
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El Congreso de la República, enterado de la asonada


dirigida por el Jefe de las Fuerzas Armadas, en sesión
extraordinaria lo desafora y el gobierno, con el apoyo de los
partidos PAR, RN y FPL, había dispuesto aprehenderlo al
regresar de inspeccionar un lote de armas depositado en un
chalet a la orilla del Lago de Amatitlán y desterrarlo, estando el
Presidente de Cuba, Carlos Prío Socarrás, dispuesto a darle
asilo político a él y a otros militares complotistas.
Lamentablemente en una refriega que hubo entre el equipo
que le notificaba la decisión del Congreso y que lo detendría y
oficiales que le acompañaban, murió él y también uno de los
captores, de apellido Blanco. Los partidarios del extinto, Mario
Méndez y los militares Saturnino Barrera y Jorge Barrios
Solares, levantaron los efectivos de la Guardia de Honor y
atacaron el Palacio Nacional, para derribar al Presidente
Arévalo; pero, siendo el jefe de la aviación militar, Francisco
Cosenza, leal al gobernante, logró la rendición de los alzados y
el gobierno se sostuvo, contando con la lealtad del Ministro de

la Defensa, Coronel Jacobo Árbenz y del nuevo Jefe de las


Fuerzas Armadas, Coronel Carlos Paz Tejada.

Surgió la candidatura presidencial de Árbenz, apoyada por


el PAR, el RN y un partido de la región occidental de la
República, el Partido de Integración Nacional (PIN). El FPL se
dividió, pues originalmente el candidato Manuel Galich, quien
era partidario de la candidatura de Árbenz, ante la insistencia
de compañeros civilistas que se negaron ir con Árbenz, sólo
porque era militar, pero que años después hicieron gobierno
con Lucas García, aceptó la nominación y renunció como
Secretario General del FPL, para dejar que las bases actuaran
con plena libertad. Fue designado su sucesor el Dr. Víctor
Giordani, quien en el desempeño de tan importante cargo,
preparó su propia candidatura. Al final de cuentas, el Partido
se presentó al evento electoral con dos candidatos, Galich y
Giordani. Y ambos perdieron.

372
Alfonso Bauer Paiz
La candidatura del Coronel Árbenz no sólo tuvo el apoyo de
los partidos ya mencionados sino de las grandes
organizaciones sindicales: la Confederación General de
Trabajadores de Guatemala (CGTG), dirigida por el líder
maestro de educación Víctor Manuel Gutiérrez y de la
Confederación Nacional Campesina (CNC), cuyo Secretario
General, el también maestro Bernardo Castillo Flores, ambos
dirigentes, combatientes, probos, revolucionarios, admirados y
queridos por las masas en toda la República, fueron factor
determinante del triunfo electoral con más de las tres cuartas
partes de sufragios, del Presidente Árbenz. También apoyó la
candidatura de Árbenz el partido de los comunistas de
Guatemala, que se había fundado en septiembre de 1949.

En las elecciones de 1950, que ganó Árbenz, algunos otros


partidos, además de los ya mencionados, habían logrado su
inscripción, lo que les permitió participar en los comicios. El
PUA lanzó de candidato al general ubiquista Miguel Idígoras

Fuentes. El Partido del Pueblo, partido conformado por


sectores del Unionismo, de 1920, apoyó al político Jorge
García Granados, a quien se deben varios de los artículos de la
Constitución de 1945, que sentaban las bases para realizar
una auténtica reforma agraria en el país, así como para
resguardar los recursos naturales renovables y no renovables,
en beneficio del país. Pero su posición política de izquierda,
para entonces, ya no era la misma, ni su popularidad
competía con la del candidato Árbenz.

El triunfo de Árbenz, que causó el fracaso en las urnas


electorales de la reacción opositora, gestó una nueva
conspiración que, lidereada por el teniente Carlos Castillo
Armas al frente de un grupo de civiles y disidentes del FPL,
intentó tomar la base de La Aurora. Fracasaron en su intento
de impedir la asunción de Árbenz al poder.

373
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Por último, fueron rasgos comunes de los Partidos RN, FPL


y PAR los siguientes:

a) Ideario democrático popular, impulsor del fortalecimiento


de un régimen no sólo representativo, sino participativo,
también, que terminaría con las relaciones semifeudales de
producción en el agro, para sustituirlas por otras de índole
capitalista, que allanaran el paso hacia la industrialización de
la economía, en un Estado de Bienestar, que asegura alcanzar
la meta: el bien común.

b) Nacionalismo solidario con otros pueblos, particularmente


con los centroamericanos y antimperialismo.

BIBLIOGRAFÍA

López Larrave, Mario, Breve Historia del Movimiento Sindical


Guatemalteco. Editorial Universitaria, 1876.

Montenegro R., Carlos Roberto. Historia de los Partidos


Políticos en Guatemala, Mayaprin S.A. Guatemala 2003.

Escuela de Ciencia Política USAC, Revista Política y Sociedad,


Guatemala, abril 1978.

Fuentes, Jorge E., Comportamiento Histórico del Sistema


Guatemalteco de Partidos Políticos. Inédito.

374
Alfonso Bauer Paiz
Fuentes, Jorge E. Notas a mano para el curso Partidos
Políticos y Grupos de Presión en Guatemala de la Carrera de
Politicólogo, Escuela de Ciencia Política, USAC.

Alfonso Bauer Paiz, Los Partidos de la Revolución del 20 de


Octubre de 1944, artículo publicado en Revista Trimestral,
ECONOMÍA, Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales, —IIES—, julio-diciembre, 1994.

Juan José Arévalo, El Candidato Blanco y El Huracán,


Editorial Académica Centroamericana, S.A. Guatemala, 1994.

Juan José Arévalo, Despacho Presidencial, Obra Póstuma,


Editorial Óscar de León Palacios, 1998, Guatemala.

José Manuel Fortuny, Memorial de José Manuel Fortuny,


Editorial Óscar de León Palacios, Guatemala, 2003.

JUAN JOSÉ ARÉVALO Y SU ADMINISTRACIÓN


EN LA CONCIENCIA DE UN ADOLESCENTE QUE SE
DEBATÍA ENTRE EL MIEDO Y LA LIBERTAD
Antonio Móbil

(Comentario de Alfonso Bauer Paiz)**

El adolescente, es ahora el adulto Antonio Móbil, quien al


triunfo de la acción cívico-militar del 20 de Octubre de 1944,


Abogado y Escritor.
** Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.

375
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

tenía 14 años de edad, y quien en su libro autobiográfico, “Los


Móviles de Tono”, (editado por Serviprensa, 20059, apunta en
la solapa de dicha obra el siguiente pensamiento definitorio:

“La tempestad de 1944 me enseñó que “ser joven y no ser


revolucionario es una contradicción casi biológica”; entendí
también, que el gozo de construir la libertad se confunde con
el sabor y el aroma de la savia fresca”.

Antonio Móbil, durante los sucesos del estallido


revolucionario, a pesar de su corta edad, inmediatamente salió
a las calles y, voluntariamente, asumió la responsabilidad de
dirigir el tránsito vehicular en la ciudad capital, ante la
ausencia de agentes de policía. Ya en 1946 participaba en la
sección juvenil del Partido Acción Revolucionaria (PAR), más
conocida (la sección juvenil) como Parito y, oportunamente, se
afilió al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). Al
derrocamiento del Presidente Árbenz, algún tiempo en el exilio
y, cuando volvió a Guatemala, desde la clandestinidad actuaba
organizadamente en la lucha contra el gobierno “de la
liberación” y, solidariamente, a pesar del peligro que corría,
brindó refugio en su hogar a revolucionarios perseguidos por el
régimen contrarrevolucionario, uno de los beneficiados, quien
esto escribe.

Móbil, además, ha sido constante cultivador de las letras y


las artes y fecundo escritor: además del libro citado ha
publicado: Cien personajes históricos de Guatemala, Historia
del arte guatemalteco, Guatemala: su pueblo y su historia,
Iniciación literaria, Literatura universal, Geografía económica
de Guatemala.

Su actividad política, de signo de izquierda, ha estado al


servicio de las causas populares, de la independencia y
libertad, no sólo de las personas, sino de las naciones y
estados, comenzando por los derechos de los guatemaltecos,
376
Alfonso Bauer Paiz
sin distinción de género o etnia, y ha sido un combatiente
contra la hegemonía de las grandes potencias sojuzgadas de
las naciones no desarrolladas.

La Revista Economía del Instituto de Investigaciones


Económicas y Sociales —IIES— de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, ha
considerado conveniente recurrir al valioso testimonio del
Licenciado Móbil, respecto a la personalidad del Doctor Arévalo
y de su gobierno y, al efecto, con su amable autorización, se
reproducen acá, partes conducentes de su libro, los Móviles de
Tono.

Léanse:

(…) Ubico declinaba y la gente comenzó a gritar en las


calles. El parque Concordia era un hervidero de personas
llenas de ira y de policías munidos de garrotes que les
perseguían. Entre aquella gente, yo me escondía tras un árbol
para verlo todo.

Mi madre me encerró en casa mientras pasaban los días y


la tempestad crecía en las calles del centro de la ciudad.

Un día de junio de 1944 me escapé de casa y llegué


directamente a la sexta avenida. La marejada de gente venía
por las calles a enfrentar a los militares a caballo que, sable en
mano, repartían furia contra los manifestantes.

Parado sobre la novena calle frente al almacén El Cairo


saqué mis canicas de las bolsas del pantalón y las arrojé
rodando frente a los jinetes. Un caballo y su ensimismado
oficial se descabalgaron con estruendo.

Con la respiración contenida, me di cuenta que había


logrado, con éxito, mi primera acción revolucionaria.
377
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

(…) La adolescencia complicó mi vida. Entre los nuevos


amigos, los tragos incipientes y las tristezas del primer amor,
transcurrió aquel tiempo que inició la caída de Jorge Ubico y
se extendió durante los ciento ocho días que liquidaron los
cañonazos del veinte de octubre.

Aquellos ciento ocho días fueron inéditos para


los guatemaltecos. Cotidianamente sucedían eventos
inimaginables: maestros, tipógrafos, textileros, zapateros y
otros gremios de trabajadores formaban sindicatos y
asociaciones que exigían nuevo trato.

Salimos de Ubico pero se quedaron el general Federico


Ponce Vaides y otros viejos mañosos. Cuando Ponce recibió
las galas de la presidencia, dijo llorando: —Nunca pensé,
jamás soñé…

Mientras pensaba, soñaba y se aturdía con licor, los señores


ubiquistas manejaban, torpes y miedosos, los hilos del poder
que se les iba de las manos.

Sabíamos que algo sucedería. Ignorábamos cómo ni cuándo.


Los estudiantes dejaron los libros y utilizaron cualquier

alféizar para arengar a los mirones ocasionales a quienes


hablaban de las libertades que se esgrimían contra el nazismo
hitleriano ya casi moribundo: libertad de expresión, libertad de
conciencia, libertad, libertad, libertad….

A cada frase gritábamos ¡Bravo!, listos para correr por si


acaso llegaba la policía.

Junto con varios amigos caímos presos en la fiesta de San


Pedrito, acusados de repartir papeles sediciosos. Logramos

378
Alfonso Bauer Paiz
huir cuando los detenidos sumábamos más de cien, casi todos
imberbes.

Los partidos políticos —increíble hazaña en aquel tiempo—


se organizaban y proclamaban pensamientos y mensajes:
libertad, libertad…

Los recuerdos más gratos me solazan cuando rememoro a


un gran señor desconocido, alto, joven, buen mozo, vestido de
blanco que vino de Argentina: ¡Viva Arévalo! Gritaron cientos
de miles de gentes que se agolparon entre el aeropuerto y el
centro de la capital.

El viva Arévalo fue el grito de batalla desde aquel momento.


Cuando encontrabas a alguien en la calle, incluso a un
desconocido, le decías casi a gritos ¡Viva Arévalo! Y él
contestaba ¡Viva! Así, en toda la república, como un eco
múltiple.

Arévalo tuvo que esconderse; los dirigentes de los


estudiantes, de los maestros y de los gremios también se
escondieron para salvar la vida. Pero la marejada del viva
Arévalo iba creciendo hasta convertirse en huracán. Huracán
blanco, gustaba llamarle después el propio Arévalo.

El veinte de octubre de 1944 en la madrugada temprana


oímos un estruendo desconocido: tronaron los cañones 105,
sonaron las ametralladoras 50 y los fusiles Máuser, reliquias
de la primera guerra mundial.

El estruendo duró esa madrugada y la mañana siguiente.


Los guatemaltecos dormimos bajo las camas, asustados pero
felices.

Mi corazón nunca había sentido tanto gozo. Con la luz de


la mañana corrí a la calle y cerré la puerta en silencio, antes
379
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

que el terror y las lágrimas familiares me impidieran participar


en la fiesta multitudinaria que nos prometía el inicio de una
primavera.

El octubre revolucionario fue apoteósico. Todos estuvimos al


servicio de un desorden desbordante, de un quehacer
espontáneo, de un amanecer con la gloria entre las manos. A
ninguno le asignaron tarea pero la cumplimos a conciencia.

Yo, de catorce años, me coloqué en la quinta avenida y


décima calle —frente al colegio Liceo Francés, donde estudiaba
mi hermana— y dirigí el tráfico durante tres días. Los vecinos
me obsequiaban refrescos, panes con cualquier cosa y miradas
llenas de cariño. ¡Qué sensación más hermosa produce el
amor colectivo y la felicidad de sentirse libre! ¡Éramos libres,
completamente libres! Así lo creímos…

Los generales se fueron a México, pero casi sin sentirlo y en


silencio subrepticio los coroneles ocuparon su lugar. Fue
integrada una junta revolucionaria de gobierno que cumplió
con su deber, pero a la par, también en silencio subrepticio y
casi sin notarse, los abogados, los señores de la ciudad y los
señores del campo se ubicaron a la vera del poder desde el
primer momento.

La junta revolucionaria —Jacobo Árbenz, Francisco Javier


Arana y Jorge Toriello—, dos militares y un civil, disolvió los
poderes del viejo régimen dictatorial y llamó a elecciones de
congreso nacional, de asamblea nacional constituyente y de
presidente de la república. Mientras tanto, decretó la
autonomía universitaria, la alternabilidad en el poder, elección
popular de alcaldes autonomía del poder judicial,
reconocimiento institucional de los partidos políticos y algunas
otras cosas relevantes.

380
Alfonso Bauer Paiz
Las medidas moderadas de la junta no impidieron que los
viejos negreros se volviesen conspiradores y que algunos de
sus hijos se disfrazasen de revolucionarios.

¡Viva la revolución de octubre! ¡Viva Arévalo! Gritábamos


felices. Mientras gritábamos, funcionarios norteamericanos al
servicio del imperio y de la United Fruit Company conversaban
seriamente con monseñores, señorones y militares.

Desde el primer día cuando Arévalo habló de justicia social


la revolución anduvo a salto de mata porque fue declarada
comunista. Los seis años arevalistas dejaron un código de
trabajo, un instrumento de seguridad social, una soberanía
ejercida con dignidad impecable. Pero también soportó treinta
y tantos conatos de golpe de estado y obligó a gastar al imperio
y a la vieja oligarquía cantidades inimaginables de dólares
para corromper militares, curas, sindicalistas, políticos y aún
a algunos revolucionarios. Fue el inicio de la glorificación del
anticomunismo que roería canceroso el cuerpo y el alma de
aquella revolución luminosa.

Nosotros, los jóvenes revolucionarios, embriagados de


libertad, estábamos en los conciertos de la Orquesta Sinfónica
Nacional y del Ballet Guatemala; ejerciendo el magisterio;
iniciándonos en las lides políticas; acostumbrándonos a ser
felices a pleno sol, olvidándonos románticamente de los

tiranos, despreciando a los conservadores inconscientes que


pensaban les habíamos robado la finca que por tantos años
manejaron a su antojo.

—Estos revolucionarios desgraciados creen haber inventado


el agua azucarada.

—Déjalos, mientras más rujan, más fuerte va a ser el


morongazo.

381
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

—Los odio por indios, cachimbiros y poetastros.

—Hay que darle tiempo al tiempo. Afortunadamente,


tenemos a monse, a Paco y a Marito.

Y así fue. Monseñor Rossell, Francisco Javier Arana y Mario


Méndez Montenegro se subieron desde el principio al carro
equivocado de la historia. Fueron los primeros artífices y
padrinos de la vuelta a una noche que ya dura cincuenta años
y cientos de miles de horas de luto nacional.

(…) Entre 1946 y el 48 terminé mi bachillerato en un


establecimiento de prestigio social dirigido por tres estimables
hermanas: distinguidas y respetadas, tenían en un puño a
más de trescientos muchachos entre los seis y los dieciocho
años de edad. Para mi desconsuelo, estábamos obligados a
soportar rigores disciplinarios, rezos matutinos y las
excentricidades de nuestras directoras.

Por aquellas épocas me involucré más directamente en


algunas tareas revolucionarias. Era difícil convivir durante el
día con los niños atildados que asistían al colegio y por las
tardes, y alguna que otra noche, participar con los muchachos
de la sección juvenil del Partido Acción Revolucionaria, que
nosotros llamábamos Parito. Junto al estudio y la política
comencé a conocer la bohemia.

Casi a finales de 1948, una noche con su madrugada


terminé la parranda en el Bar Colonial, acompañado de
jóvenes paristas justo a la hora en que abría sus puertas el
colegio. Llegué casi dormido y, el profesor de literatura, otro
bohemio de muy buena cepa, me dijo: —Anda al baño, lávate
la cara, pide un pan francés y te lo tragas para disminuir la
peste que traes en la boca. Luego regresas, finges desmayo y
te vas a dormir a casa.

382
Alfonso Bauer Paiz
Aquella aventura terminó en escándalo. La directora me
expulsó por enésima vez. —Es inútil lidiar contigo —me dijo—,
no rezas, no tienes el uniforme de gala y encima te atreves a
venir en esta traza. ¡Quítate de mi vista y no te asomes más!
¡Éste es un colegio decente!

La mediación de mis padres y sus juramentos de que jamás


volvería a suceder semejante desastre me permitieron retornar.
Al final de curso, a pesar de mis pecados mundanos fui
designado para escribir y leer el discurso de despedida de la
promoción de bachilleres. Me empeñé en inducir el llanto
copioso de directoras y condiscípulos. Vestido con traje
completo —sin uniforme— merecí un abrazo colectivo de
quienes lucían aún ojos lacrimosos.

En enero de 1949 la directora del colegio enfermó de estrés


severo. Me dijo: —Necesito que tú te encargues de mis
cátedras de literatura y castellano—. Nos vimos sin hablar.
Nuestra empatía compartida me llenó de satisfacción. Su
cátedra era sagrada y la puso sin hesitar en mis manos. Aún
me produce ternura aquel gesto de reconciliación.

Con mis alumnos surgió una amistad estrecha. Ellos y yo


éramos muy jóvenes y nos entendimos desde el principio. Les
interesaban los temas urticantes. Gozamos con la lectura de
celestinas, lazarillos y las historias que se hilaban tras los
muros de Canterbury. Se encandilaron con Barbusse y su
infierno pero fracasé con Gide y sus cuitas africanas.

Felices, me escuchaban decir que el erotismo y sus deleites


constituyen la regla de oro de la vida. Diógenes de Sínope,
Simón el mago y Epicuro me ayudaron a derrotar la hipocresía
de los solemnes, que se disfrazan de porte riguroso para
transformar dogmas en reglas de conducta.

Leímos a San Juan de la Cruz junto al Kamasutra, a Wilde


y el Cantar de los Cantares. Nos deleitamos con Neruda y no
gustaron de la Bovary, quizá porque se vieron frente a un
retrato de familia.
383
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Me quedé con el deseo de pedir a mis jóvenes alumnos


conjuntar esfuerzos para retorcer el pescuezo a la
complacencia y a la sumisión que conducen a la idolatría y al
idiotismo doctrinero. No tuvimos la oportunidad de emprender
el camino de la subversión iconoclasta, liberadora del
espeluzno colectivo que nos obliga a hablar como corderos.

Dejé la cátedra y llegué a la escuela de leyes, ubicada en ese


tiempo en la novena avenida y décima calle. Iniciaría, a pesar
mío, una nueva época de mi vida que, sin embargo, me
absorbió y sedujo por completo.

La escuela de leyes, rumbosamente llamada Facultad de


Ciencias Jurídicas y Sociales, abrió sus antiguas puertas de
hierro forjado y me condujo a un mundo nuevo que todavía
acaricio en el recuerdo.

En 1945, la escuela se debatía entre el viejo autoritarismo


ubiquista y el vigoroso movimiento reformador, iniciado por los
jóvenes revolucionarios que compartían la cátedra con las
tareas de gobierno.

Los aires de cambio removieron la domesticación


académica que padecía y hoy padece de nuevo la educación
nacional. Caído el fascismo en Europa —al menos el militar—
el gobierno revolucionario abrió la puerta a nuevas ideas
científicas, políticas y sociales. Llegaron a Guatemala
refugiados de todos los países que huían de las dictaduras
criollas y de otros confines.

El exilio republicano español resultó inspirador:


comunistas, trotskistas, marxistas sin partido,
384
Alfonso Bauer Paiz
socialdemócratas, anarquistas y tantos otros de diversas
denominaciones rompieron con la hedentina a muerto que
resbalaba por las paredes, las mentes y el desvalimiento
general, producto de la educación basada en la razón de
estado.

Nuevas corrientes filosóficas proponían el estudio del


hombre y sus circunstancias dentro de un entorno
humanístico real. Era hora de abandonar la momificación de
los textos y de alternar la pureza de la razón, el discurso
metódico y la retórica ampulosa de la metafísica con el estudio
científico y materialista de la historia, tan antiguo, como los
primeros pensadores griegos. Bajo esos augurios inició
labores, años después, la Facultad de Humanidades de la
Universidad de San Carlos y abrió un nuevo ciclo de vitalidad
refrescante.

A la escuela llegamos en 1949 más de doscientos jóvenes


—casi todos en los dieciocho años—. Cruzamos los dinteles y
las arcadas del hermoso edificio y creímos pasar del orden
sepulcral a la aventura del diálogo abierto. El patio central,
alrededor de la pila colonial nos acogió a quienes veníamos de
todos los cuadrantes cardinales del país. Dentro del mismo
crisol nos encontramos jóvenes rurales y citadinos, pobres y
ricos compartiendo el mismo alero.

Dos hechos inolvidables sucedieron el primer día de clases:


un muchacho cobanero y una bestia local, aprendiz de
linchador, pelearon casi hasta matarse. Fue tan ingrata la
golpiza que quedamos con el alma yerta. Nadie ganó nada,
pero desde ese momento perdimos la ingenua idea de que tras
aquellos viejos muros regía la regla de la fraternidad.

El segundo recuerdo evoca la cátedra inicial del ciclo


académico: escuchamos a Flavio Herrera por primera vez: la
pipa apagada entre sus labios finos, la gorra nerudiana, el

385
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

desgaire cuidado de su ropa y unas pantuflas azules


cubriéndole los pies.

Nos llenamos de ilusión. Vimos en él a un parnasiano


parisiense. No conocíamos París y jamás habíamos topado a
un parnasiano, pero estábamos seguros que así lucían. Su
palabra fluida, elocuente y elegante se deslizaba entre
nosotros, callados hasta el límite del silencio. Le aplaudimos
apasionadamente, cuando con un gracias, dicho en un
susurro teatral, terminó su discurso.

Un grupo de estudiantes nos constituimos, desde el


principio y con sabor local, en parnasianos y bohemios. Casi
al azar reunimos nuestras voces y destinos. Las primeras
tareas comunes estuvieron encaminadas a sacudir la murria
que encerraban los pesados muros de la escuela y limpiar la
hedentina a cementerio.

Abrimos las puertas de la escuela a los amigos de la


Orquesta Sinfónica Nacional para acompasar el espíritu de las
leyes; colgamos cuadros y colocamos esculturas de los
compañeros de la plástica; organizamos ciclos de conferencias
y charlas vivificantes; fundamos periódicos y revistas; así
nacieron Vocero estudiantil, la nueva revista El derecho y otros
órganos de expresión; invitamos a los jóvenes bailarines del
recién fundado Ballet Guatemala para que las chicas-cisnes
de Tchaikovsky se reflejaran sobre el agua de la fuente que
divide el patio. Rompimos el ubiquismo siniestro, adocenador
de generaciones enteras expuestas a la orden de quien pagase
mejor.

Baudelaire nos ayudó a encontrar la brújula que orientó a


los poetas malditos:

Es preciso estar siempre ebrio. A esto se reduce todo y no


hay más. Para no sentir la horrible carga del tiempo, que
abruma nuestros hombros y encorva nuestras espaldas, es
386
Alfonso Bauer Paiz
preciso embriagarse sin tregua. Y ¿con qué? Con vino, con
poesía o con virtud, como gustéis. Pero embriagaos.

Así pues, escogimos trotar los caminos de la libertad y


cultivar el espíritu bohemio. El estudio, llegaría después.

(…)Quienes vivimos desde el principio los años


revolucionarios, ayunos de picardía política, simplemente con
fe de carbonero —como diría Unamuno— trazamos una raya
en la arena: los arevalistas, bastaba que así se autollamaran,
eran confiables y revolucionarios y los enemigos —a todos
enfundamos en un mismo gabán— cavernarios retrógrados.

Es obvio que aquello no era sensato. Combatimos a quienes


expresaban sus ideas con franqueza lineal pero dejamos pasar
en silencio a personajes ubicuos, colaboradores bajo disfraz de
dictadores y mercaderes. Entre aquellos viejos zorros se
filtraron pachecones, apolíticos intachables y eminencias
cívicas. Lograron colarse en el gabinete y en otros cargos
importantes de la administración; siempre sonrientes y
solícitos, siempre elegantes de traje completo y perla en la
corbata, siempre cómitres puñaleros dentro de la revolución.

Con cinismo animoso, aquellos personajes elaboraron leyes


y reglamentos. Con sonrisa cotidiana comenzaron a sembrar
cizaña y a tender obstáculos que luego entrabarían la

conducción del régimen democrático. Los revolucionarios


menos lúcidos —quienes más tarde serían tránsfugas— se
llenaron de placer cuando tutearon a los otros. Expresaban
encantados, que la revolución había producido el milagro de
borrar diferencias de clase y hermanar a los guatemaltecos.

La constitución política de la revolución de octubre ha sido,


sin duda alguna, el texto más democrático de nuestra historia.
Sin embargo, los señorones clavaron algunos puñales. Uno de
ellos dividió en dos tajadas al viejo ejército liberal y creó dos
jefaturas de igual jerarquía: el ministerio de la defensa y la
387
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

jefatura de las fuerzas armadas. Gracias a esta disposición,


desde el principio, dos facciones se disputaron el mando,
frente a frente, vigilándose de cerca, olvidando a menudo la
conducción revolucionaria.

Francisco Javier Arana, soldado de línea, educado en los


cuarteles y jefe de tanques del cuerpo de élite del ejército fue
designado para el cargo de jefe de las fuerzas armadas.
Admirado por la oficialidad forjada en los cuarteles y respetado
por su decisiva participación en la lucha para sacar del poder
a Jorge Ubico, fue candidato inicial para sustituir en la
presidencia de Guatemala a Juan José Arévalo.

Jacobo Árbenz Guzmán, el otro jefe de la rebelión del veinte


de octubre, un distinguido alumno y abanderado de su
promoción en la Escuela Politécnica se rodeó de oficiales
egresados de la academia militar cuando recibió el cargo de
ministro de la defensa nacional.

Parecería una coincidencia afortunada ubicar al mando del


ejército a los dos jefes visibles de la rebelión octubrista. Sin
embargo, los zorros sabían que con esta maniobra ahondaban
la vieja rencilla entre militares de cuartel y militares de
escuela.

No satisfechos con este desastre confrontativo también


lograron formalizar en el texto constitucional un ente que
llamaron Consejo superior de la defensa, integrado por la alta
oficialidad con mando efectivo dentro del ejército. Este
engendro constitucional permitió a los jefes castrenses
deliberar y complotar, en abierta contradicción con el artículo
149 constitucional, que definía al ejército como un cuerpo
apolítico, esencialmente profesional, obediente y no
deliberante.

388
Alfonso Bauer Paiz
Los civiles notamos con preocupación que desde sus inicios
la revolución comenzó a favorecer al ejército con prebendas y
halagos que iban desde un estatuto especial, jurisdicción
propia y otras granjerías inmerecidas. Los jóvenes no nos
acostumbramos a repetir la frase que, por arte de
prestidigitación política, convirtió al viejo ejército liberal en un
“glorioso ejército de la revolución”. Aunque ingenuos,
presentíamos que el ejército nunca perdió el espíritu represor
para el que fue creado. Con el cambio de régimen adoptó el
disfraz revolucionario pero navegó, como de costumbre, con la
corriente subterránea que lo ha caracterizado como defensor
de intereses ajenos al pueblo.

Durante algún tiempo simuló defender al régimen


democrático. Sin embargo, la muerte trágica de uno de los
jefes, el coronel Francisco Javier Arana, lo obligó a sacarse
abiertamente la careta e iniciar un ciclo de asedio a los
gobiernos revolucionarios que culminó con el derrocamiento de
Jacobo Árbenz.

Con la muerte ominosa de aquel coronel —Paco Arana para


la embajada norteamericana y el anticomunismo nacional— la
revolución de octubre estuvo a punto de colapsar. La decidida
defensa de los civiles armados, entre ellos nosotros, los
chiquilines arevalistas, salvó al régimen que sabíamos nuestro.

(…) Los seis años de gobierno del doctor Juan José Arévalo,
siguen intactos como un ejemplo de decencia política. El
maestro, el filósofo, el político de cuarenta y tantos años
estuvo siempre rodeado del afecto de una multitud que lo
quiso desde el principio. Gobernó entre sobresaltos, bataholas
callejeras y cañonazos.

Quienes no teníamos la conciencia comprometida con el


tremendismo anticomunista, ni sometido el entendimiento por
la prédica de la clerigalla dirigida por un pastor y una
389
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

jerarquía equivocados, fuimos defensores inclaudicables de la


revolución de octubre.

Disputamos la calle a los viejos liberales y a los


conservadores. Arévalo nos bautizó a los más jóvenes, como
los chiquilines de la revolución. Compartimos su tiempo
dividido entre cátedra cívica y plática política. Aprendimos, él
y nosotros, que sin unidad y diálogo no hay posibilidad de
consolidar un régimen democrático.

De tanto bregar, conocí de cerca y estreché amistad con casi


todos los dirigentes de la revolución. Fui militante dispuesto a
compartir cualquier tarea. Partía de gira con la comitiva
presidencial y, a pesar de mi edad, siempre fui un buen
compañero. Me tocó presenciar momentos agrios vividos entre
el gobernante y sus partidarios quienes, insolentes y casi a
gritos, le exigían cuotas de poder cuando negociaban curules
del Congreso de la República o el listado de obra física.
Asustado al principio, fui conociendo a los buenos y a los
tibios revolucionarios. Supe, al pasar del tiempo, que aquellos
que más gritan serán después servidores incondicionales de
quien manda, no importa quién sea.

Mientras más de cerca conocí a los políticos, me di cuenta


que la exaltación apasionada —cierta o fingida, sobre todo la
de los intelectuales de clase media— conduce a la vacilación
ideológica y al rol mediatizante.

No puedo olvidar a algunos personajes extraordinarios:


Enrique Muñóz Meany, Jorge Luis Arriola, Guillermo Toriello,
Manuel Galich, Víctor Manuel Gutiérrez, Alfonso Bauer Paiz,
Huberto Alvarado. Serenos, no vacilaron cuando se les
necesitó. Sirvieron a la revolución con pasión, Nunca
despotricaron, nunca ofendieron, pero fueron acérrimos
defendiendo sus posiciones. Al lado de ellos, otros dioses
menores también han permanecido fieles al ideal democrático.

390
Alfonso Bauer Paiz
A mis quince años solía acompañar al presidente Arévalo en
sus giras por los confines del país. No avisaba a mi madre
cuando abordaba el tren o el automóvil con apremio, en el
último momento. Al principio, ella lloraba mis ingratitudes,
pero como sucede con todos los acaeceres de la vida, se fue
acostumbrando a mis escapadas cotidianas. El propio
presidente me presentaba como el benjamín de los
revolucionarios, y yo, orgulloso, contestaba con discursos que
exaltaban mi pasión octubrista.

Los seis años arevalistas fueron extraordinarios; llegaron al


país intelectuales, dirigentes políticos, sindicalistas,
campesinos y jóvenes distinguidos. Venían a saludar al
filósofo, al maestro, pero sobre todo, al presidente democrático
que enriqueció el diálogo con la gente común y mantuvo con
decoro y sin vacilaciones deshonestas la independencia
nacional frente al imperio.

Cuando entregó el poder, el presidente me encomendó la


tarea de atender a un invitado especial, el doctor Samuel Guy
Inman, intelectual liberal estadounidense, consejero del
Departamento de Estado durante el gobierno de Franklin
Delano Roosevelt, amigo suyo en ideas y prácticas
democráticas. Me dejó un ejemplar de su folleto A new day in
Guatemala — A study of the present social revolution — cuya
dedicatoria dice: To my friend with pleasant memories of our
delightful associations.

Recuerdo vivamente la escena de la transición presidencial.


Por primera vez en la historia de Guatemala, un presidente
electo democráticamente depositaba las insignias del poder en
manos de otro ciudadano, también electo por el pueblo.

Jacobo Árbenz, un coronel de 38 años, recibía la


presidencia de la república del doctor Juan José Arévalo. El
estadio nacional Mateo Flores desbordaba. Era el 15 de marzo
de 1951 y las fanfarrias de la banda marcial animaban el

391
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

ambiente. Estuve en la ceremonia al lado del doctor Inman,


invitado del doctor Arévalo, como dejé relatado.

Árbenz se notaba tranquilo. Su esposa María Vilanova y sus


tres pequeños hijos, Eleonora, Arabella y Jacobo, lo
acompañaban. Árbenz sabía, desde el propio momento de su
investidura, que sus adversarios políticos no le darían tregua:
su programa de gobierno pretendía cambiar el atraso secular
del país que aún se agita entre la cruz y la espada.

Sereno, leyó su discurso. Hoy reafirmo, cincuenta años


después, que con su derrocamiento, los señores de la muerte
lograron mantener casi intacto el poder que ha generado tanta
desesperanza.

JUAN JOSÉ ARÉVALO Y SU ADMINISTRACIÓN


EN LA CONCIENCIA DE UN ADOLESCENTE QUE SE
DEBATÍA ENTRE EL MIEDO Y LA LIBERTAD
Antonio Móbil

(Comentario de Alfonso Bauer Paiz)**


Abogado y Escritor.
** Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.

392
Alfonso Bauer Paiz
El adolescente, es ahora el adulto Antonio Móbil, quien al
triunfo de la acción cívico-militar del 20 de Octubre de 1944,
tenía 14 años de edad, y quien en su libro autobiográfico, “Los
Móviles de Tono”, (editado por Serviprensa, 20059, apunta en
la solapa de dicha obra el siguiente pensamiento definitorio:

“La tempestad de 1944 me enseñó que “ser joven y no ser


revolucionario es una contradicción casi biológica”; entendí
también, que el gozo de construir la libertad se confunde con
el sabor y el aroma de la savia fresca”.

Antonio Móbil, durante los sucesos del estallido


revolucionario, a pesar de su corta edad, inmediatamente salió
a las calles y, voluntariamente, asumió la responsabilidad de
dirigir el tránsito vehicular en la ciudad capital, ante la
ausencia de agentes de policía. Ya en 1946 participaba en la
sección juvenil del Partido Acción Revolucionaria (PAR), más
conocida (la sección juvenil) como Parito y, oportunamente, se
afilió al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). Al
derrocamiento del Presidente Árbenz, algún tiempo en el exilio
y, cuando volvió a Guatemala, desde la clandestinidad actuaba
organizadamente en la lucha contra el gobierno “de la
liberación” y, solidariamente, a pesar del peligro que corría,
brindó refugio en su hogar a revolucionarios perseguidos por el
régimen contrarrevolucionario, uno de los beneficiados, quien
esto escribe.

Móbil, además, ha sido constante cultivador de las letras y


las artes y fecundo escritor: además del libro citado ha
publicado: Cien personajes históricos de Guatemala, Historia
del arte guatemalteco, Guatemala: su pueblo y su historia,
Iniciación literaria, Literatura universal, Geografía económica
de Guatemala.

Su actividad política, de signo de izquierda, ha estado al


servicio de las causas populares, de la independencia y
libertad, no sólo de las personas, sino de las naciones y
estados, comenzando por los derechos de los guatemaltecos,
393
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

sin distinción de género o etnia, y ha sido un combatiente


contra la hegemonía de las grandes potencias sojuzgadas de
las naciones no desarrolladas.

La Revista Economía del Instituto de Investigaciones


Económicas y Sociales —IIES— de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, ha
considerado conveniente recurrir al valioso testimonio del
Licenciado Móbil, respecto a la personalidad del Doctor Arévalo
y de su gobierno y, al efecto, con su amable autorización, se
reproducen acá, partes conducentes de su libro, los Móviles de
Tono.

Léanse:

(…) Ubico declinaba y la gente comenzó a gritar en las


calles. El parque Concordia era un hervidero de personas
llenas de ira y de policías munidos de garrotes que les
perseguían. Entre aquella gente, yo me escondía tras un árbol
para verlo todo.

Mi madre me encerró en casa mientras pasaban los días y


la tempestad crecía en las calles del centro de la ciudad.

Un día de junio de 1944 me escapé de casa y llegué


directamente a la sexta avenida. La marejada de gente venía
por las calles a enfrentar a los militares a caballo que, sable en
mano, repartían furia contra los manifestantes.

Parado sobre la novena calle frente al almacén El Cairo


saqué mis canicas de las bolsas del pantalón y las arrojé
rodando frente a los jinetes. Un caballo y su ensimismado
oficial se descabalgaron con estruendo.

394
Alfonso Bauer Paiz
Con la respiración contenida, me di cuenta que había
logrado, con éxito, mi primera acción revolucionaria.

(…) La adolescencia complicó mi vida. Entre los nuevos


amigos, los tragos incipientes y las tristezas del primer amor,
transcurrió aquel tiempo que inició la caída de Jorge Ubico y
se extendió durante los ciento ocho días que liquidaron los
cañonazos del veinte de octubre.

Aquellos ciento ocho días fueron inéditos para


los guatemaltecos. Cotidianamente sucedían eventos
inimaginables: maestros, tipógrafos, textileros, zapateros y
otros gremios de trabajadores formaban sindicatos y
asociaciones que exigían nuevo trato.

Salimos de Ubico pero se quedaron el general Federico


Ponce Vaides y otros viejos mañosos. Cuando Ponce recibió
las galas de la presidencia, dijo llorando: —Nunca pensé,
jamás soñé…

Mientras pensaba, soñaba y se aturdía con licor, los señores


ubiquistas manejaban, torpes y miedosos, los hilos del poder
que se les iba de las manos.

Sabíamos que algo sucedería. Ignorábamos cómo ni cuándo.


Los estudiantes dejaron los libros y utilizaron cualquier

alféizar para arengar a los mirones ocasionales a quienes


hablaban de las libertades que se esgrimían contra el nazismo
hitleriano ya casi moribundo: libertad de expresión, libertad de
conciencia, libertad, libertad, libertad….

A cada frase gritábamos ¡Bravo!, listos para correr por si


acaso llegaba la policía.

Junto con varios amigos caímos presos en la fiesta de San


Pedrito, acusados de repartir papeles sediciosos. Logramos

395
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

huir cuando los detenidos sumábamos más de cien, casi todos


imberbes.

Los partidos políticos —increíble hazaña en aquel tiempo—


se organizaban y proclamaban pensamientos y mensajes:
libertad, libertad…

Los recuerdos más gratos me solazan cuando rememoro a


un gran señor desconocido, alto, joven, buen mozo, vestido de
blanco que vino de Argentina: ¡Viva Arévalo! Gritaron cientos
de miles de gentes que se agolparon entre el aeropuerto y el
centro de la capital.

El viva Arévalo fue el grito de batalla desde aquel momento.


Cuando encontrabas a alguien en la calle, incluso a un
desconocido, le decías casi a gritos ¡Viva Arévalo! Y él
contestaba ¡Viva! Así, en toda la república, como un eco
múltiple.

Arévalo tuvo que esconderse; los dirigentes de los


estudiantes, de los maestros y de los gremios también se
escondieron para salvar la vida. Pero la marejada del viva
Arévalo iba creciendo hasta convertirse en huracán. Huracán
blanco, gustaba llamarle después el propio Arévalo.

El veinte de octubre de 1944 en la madrugada temprana


oímos un estruendo desconocido: tronaron los cañones 105,
sonaron las ametralladoras 50 y los fusiles Máuser, reliquias
de la primera guerra mundial.

El estruendo duró esa madrugada y la mañana siguiente.


Los guatemaltecos dormimos bajo las camas, asustados pero
felices.

396
Alfonso Bauer Paiz
Mi corazón nunca había sentido tanto gozo. Con la luz de
la mañana corrí a la calle y cerré la puerta en silencio, antes
que el terror y las lágrimas familiares me impidieran participar
en la fiesta multitudinaria que nos prometía el inicio de una
primavera.

El octubre revolucionario fue apoteósico. Todos estuvimos al


servicio de un desorden desbordante, de un quehacer
espontáneo, de un amanecer con la gloria entre las manos. A
ninguno le asignaron tarea pero la cumplimos a conciencia.

Yo, de catorce años, me coloqué en la quinta avenida y


décima calle —frente al colegio Liceo Francés, donde estudiaba
mi hermana— y dirigí el tráfico durante tres días. Los vecinos
me obsequiaban refrescos, panes con cualquier cosa y miradas
llenas de cariño. ¡Qué sensación más hermosa produce el
amor colectivo y la felicidad de sentirse libre! ¡Éramos libres,
completamente libres! Así lo creímos…

Los generales se fueron a México, pero casi sin sentirlo y en


silencio subrepticio los coroneles ocuparon su lugar. Fue
integrada una junta revolucionaria de gobierno que cumplió
con su deber, pero a la par, también en silencio subrepticio y
casi sin notarse, los abogados, los señores de la ciudad y los
señores del campo se ubicaron a la vera del poder desde el
primer momento.

La junta revolucionaria —Jacobo Árbenz, Francisco Javier


Arana y Jorge Toriello—, dos militares y un civil, disolvió los
poderes del viejo régimen dictatorial y llamó a elecciones de
congreso nacional, de asamblea nacional constituyente y de
presidente de la república. Mientras tanto, decretó la
autonomía universitaria, la alternabilidad en el poder, elección
popular de alcaldes autonomía del poder judicial,
reconocimiento institucional de los partidos políticos y algunas
otras cosas relevantes.

397
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Las medidas moderadas de la junta no impidieron que los


viejos negreros se volviesen conspiradores y que algunos de
sus hijos se disfrazasen de revolucionarios.

¡Viva la revolución de octubre! ¡Viva Arévalo! Gritábamos


felices. Mientras gritábamos, funcionarios norteamericanos al
servicio del imperio y de la United Fruit Company conversaban
seriamente con monseñores, señorones y militares.

Desde el primer día cuando Arévalo habló de justicia social


la revolución anduvo a salto de mata porque fue declarada
comunista. Los seis años arevalistas dejaron un código de
trabajo, un instrumento de seguridad social, una soberanía
ejercida con dignidad impecable. Pero también soportó treinta
y tantos conatos de golpe de estado y obligó a gastar al imperio
y a la vieja oligarquía cantidades inimaginables de dólares
para corromper militares, curas, sindicalistas, políticos y aún
a algunos revolucionarios. Fue el inicio de la glorificación del
anticomunismo que roería canceroso el cuerpo y el alma de
aquella revolución luminosa.

Nosotros, los jóvenes revolucionarios, embriagados de


libertad, estábamos en los conciertos de la Orquesta Sinfónica
Nacional y del Ballet Guatemala; ejerciendo el magisterio;
iniciándonos en las lides políticas; acostumbrándonos a ser
felices a pleno sol, olvidándonos románticamente de los

tiranos, despreciando a los conservadores inconscientes que


pensaban les habíamos robado la finca que por tantos años
manejaron a su antojo.

—Estos revolucionarios desgraciados creen haber inventado


el agua azucarada.

398
Alfonso Bauer Paiz
—Déjalos, mientras más rujan, más fuerte va a ser el
morongazo.

—Los odio por indios, cachimbiros y poetastros.

—Hay que darle tiempo al tiempo. Afortunadamente,


tenemos a monse, a Paco y a Marito.

Y así fue. Monseñor Rossell, Francisco Javier Arana y Mario


Méndez Montenegro se subieron desde el principio al carro
equivocado de la historia. Fueron los primeros artífices y
padrinos de la vuelta a una noche que ya dura cincuenta años
y cientos de miles de horas de luto nacional.

(…) Entre 1946 y el 48 terminé mi bachillerato en un


establecimiento de prestigio social dirigido por tres estimables
hermanas: distinguidas y respetadas, tenían en un puño a
más de trescientos muchachos entre los seis y los dieciocho
años de edad. Para mi desconsuelo, estábamos obligados a
soportar rigores disciplinarios, rezos matutinos y las
excentricidades de nuestras directoras.

Por aquellas épocas me involucré más directamente en


algunas tareas revolucionarias. Era difícil convivir durante el
día con los niños atildados que asistían al colegio y por las
tardes, y alguna que otra noche, participar con los muchachos
de la sección juvenil del Partido Acción Revolucionaria, que
nosotros llamábamos Parito. Junto al estudio y la política
comencé a conocer la bohemia.

Casi a finales de 1948, una noche con su madrugada


terminé la parranda en el Bar Colonial, acompañado de
jóvenes paristas justo a la hora en que abría sus puertas el
colegio. Llegué casi dormido y, el profesor de literatura, otro
bohemio de muy buena cepa, me dijo: —Anda al baño, lávate
la cara, pide un pan francés y te lo tragas para disminuir la
peste que traes en la boca. Luego regresas, finges desmayo y
te vas a dormir a casa.

399
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Aquella aventura terminó en escándalo. La directora me


expulsó por enésima vez. —Es inútil lidiar contigo —me dijo—,
no rezas, no tienes el uniforme de gala y encima te atreves a
venir en esta traza. ¡Quítate de mi vista y no te asomes más!
¡Éste es un colegio decente!

La mediación de mis padres y sus juramentos de que jamás


volvería a suceder semejante desastre me permitieron retornar.
Al final de curso, a pesar de mis pecados mundanos fui
designado para escribir y leer el discurso de despedida de la
promoción de bachilleres. Me empeñé en inducir el llanto
copioso de directoras y condiscípulos. Vestido con traje
completo —sin uniforme— merecí un abrazo colectivo de
quienes lucían aún ojos lacrimosos.

En enero de 1949 la directora del colegio enfermó de estrés


severo. Me dijo: —Necesito que tú te encargues de mis
cátedras de literatura y castellano—. Nos vimos sin hablar.
Nuestra empatía compartida me llenó de satisfacción. Su
cátedra era sagrada y la puso sin hesitar en mis manos. Aún
me produce ternura aquel gesto de reconciliación.

Con mis alumnos surgió una amistad estrecha. Ellos y yo


éramos muy jóvenes y nos entendimos desde el principio. Les
interesaban los temas urticantes. Gozamos con la lectura de
celestinas, lazarillos y las historias que se hilaban tras los
muros de Canterbury. Se encandilaron con Barbusse y su
infierno pero fracasé con Gide y sus cuitas africanas.

Felices, me escuchaban decir que el erotismo y sus deleites


constituyen la regla de oro de la vida. Diógenes de Sínope,
Simón el mago y Epicuro me ayudaron a derrotar la hipocresía
de los solemnes, que se disfrazan de porte riguroso para
transformar dogmas en reglas de conducta.

Leímos a San Juan de la Cruz junto al Kamasutra, a Wilde


y el Cantar de los Cantares. Nos deleitamos con Neruda y no
400
Alfonso Bauer Paiz
gustaron de la Bovary, quizá porque se vieron frente a un
retrato de familia.

Me quedé con el deseo de pedir a mis jóvenes alumnos


conjuntar esfuerzos para retorcer el pescuezo a la
complacencia y a la sumisión que conducen a la idolatría y al
idiotismo doctrinero. No tuvimos la oportunidad de emprender
el camino de la subversión iconoclasta, liberadora del
espeluzno colectivo que nos obliga a hablar como corderos.

Dejé la cátedra y llegué a la escuela de leyes, ubicada en ese


tiempo en la novena avenida y décima calle. Iniciaría, a pesar
mío, una nueva época de mi vida que, sin embargo, me
absorbió y sedujo por completo.

La escuela de leyes, rumbosamente llamada Facultad de


Ciencias Jurídicas y Sociales, abrió sus antiguas puertas de
hierro forjado y me condujo a un mundo nuevo que todavía
acaricio en el recuerdo.

En 1945, la escuela se debatía entre el viejo autoritarismo


ubiquista y el vigoroso movimiento reformador, iniciado por los
jóvenes revolucionarios que compartían la cátedra con las
tareas de gobierno.

Los aires de cambio removieron la domesticación


académica que padecía y hoy padece de nuevo la educación
nacional. Caído el fascismo en Europa —al menos el militar—
el gobierno revolucionario abrió la puerta a nuevas ideas
científicas, políticas y sociales. Llegaron a Guatemala
refugiados de todos los países que huían de las dictaduras
criollas y de otros confines.

El exilio republicano español resultó inspirador:


comunistas, trotskistas, marxistas sin partido,
401
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

socialdemócratas, anarquistas y tantos otros de diversas


denominaciones rompieron con la hedentina a muerto que
resbalaba por las paredes, las mentes y el desvalimiento
general, producto de la educación basada en la razón de
estado.

Nuevas corrientes filosóficas proponían el estudio del


hombre y sus circunstancias dentro de un entorno
humanístico real. Era hora de abandonar la momificación de
los textos y de alternar la pureza de la razón, el discurso
metódico y la retórica ampulosa de la metafísica con el estudio
científico y materialista de la historia, tan antiguo, como los
primeros pensadores griegos. Bajo esos augurios inició
labores, años después, la Facultad de Humanidades de la
Universidad de San Carlos y abrió un nuevo ciclo de vitalidad
refrescante.

A la escuela llegamos en 1949 más de doscientos jóvenes


—casi todos en los dieciocho años—. Cruzamos los dinteles y
las arcadas del hermoso edificio y creímos pasar del orden
sepulcral a la aventura del diálogo abierto. El patio central,
alrededor de la pila colonial nos acogió a quienes veníamos de
todos los cuadrantes cardinales del país. Dentro del mismo
crisol nos encontramos jóvenes rurales y citadinos, pobres y
ricos compartiendo el mismo alero.

Dos hechos inolvidables sucedieron el primer día de clases:


un muchacho cobanero y una bestia local, aprendiz de
linchador, pelearon casi hasta matarse. Fue tan ingrata la
golpiza que quedamos con el alma yerta. Nadie ganó nada,
pero desde ese momento perdimos la ingenua idea de que tras
aquellos viejos muros regía la regla de la fraternidad.

El segundo recuerdo evoca la cátedra inicial del ciclo


académico: escuchamos a Flavio Herrera por primera vez: la
402
Alfonso Bauer Paiz
pipa apagada entre sus labios finos, la gorra nerudiana, el
desgaire cuidado de su ropa y unas pantuflas azules
cubriéndole los pies.

Nos llenamos de ilusión. Vimos en él a un parnasiano


parisiense. No conocíamos París y jamás habíamos topado a
un parnasiano, pero estábamos seguros que así lucían. Su
palabra fluida, elocuente y elegante se deslizaba entre
nosotros, callados hasta el límite del silencio. Le aplaudimos
apasionadamente, cuando con un gracias, dicho en un
susurro teatral, terminó su discurso.

Un grupo de estudiantes nos constituimos, desde el


principio y con sabor local, en parnasianos y bohemios. Casi
al azar reunimos nuestras voces y destinos. Las primeras
tareas comunes estuvieron encaminadas a sacudir la murria
que encerraban los pesados muros de la escuela y limpiar la
hedentina a cementerio.

Abrimos las puertas de la escuela a los amigos de la


Orquesta Sinfónica Nacional para acompasar el espíritu de las
leyes; colgamos cuadros y colocamos esculturas de los
compañeros de la plástica; organizamos ciclos de conferencias
y charlas vivificantes; fundamos periódicos y revistas; así
nacieron Vocero estudiantil, la nueva revista El derecho y otros
órganos de expresión; invitamos a los jóvenes bailarines del
recién fundado Ballet Guatemala para que las chicas-cisnes
de Tchaikovsky se reflejaran sobre el agua de la fuente que
divide el patio. Rompimos el ubiquismo siniestro, adocenador
de generaciones enteras expuestas a la orden de quien pagase
mejor.

Baudelaire nos ayudó a encontrar la brújula que orientó a


los poetas malditos:

Es preciso estar siempre ebrio. A esto se reduce todo y no


hay más. Para no sentir la horrible carga del tiempo, que
abruma nuestros hombros y encorva nuestras espaldas, es

403
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

preciso embriagarse sin tregua. Y ¿con qué? Con vino, con


poesía o con virtud, como gustéis. Pero embriagaos.

Así pues, escogimos trotar los caminos de la libertad y


cultivar el espíritu bohemio. El estudio, llegaría después.

(…)Quienes vivimos desde el principio los años


revolucionarios, ayunos de picardía política, simplemente con
fe de carbonero —como diría Unamuno— trazamos una raya
en la arena: los arevalistas, bastaba que así se autollamaran,
eran confiables y revolucionarios y los enemigos —a todos
enfundamos en un mismo gabán— cavernarios retrógrados.

Es obvio que aquello no era sensato. Combatimos a quienes


expresaban sus ideas con franqueza lineal pero dejamos pasar
en silencio a personajes ubicuos, colaboradores bajo disfraz de
dictadores y mercaderes. Entre aquellos viejos zorros se
filtraron pachecones, apolíticos intachables y eminencias
cívicas. Lograron colarse en el gabinete y en otros cargos
importantes de la administración; siempre sonrientes y
solícitos, siempre elegantes de traje completo y perla en la
corbata, siempre cómitres puñaleros dentro de la revolución.

Con cinismo animoso, aquellos personajes elaboraron leyes


y reglamentos. Con sonrisa cotidiana comenzaron a sembrar
cizaña y a tender obstáculos que luego entrabarían la

conducción del régimen democrático. Los revolucionarios


menos lúcidos —quienes más tarde serían tránsfugas— se
llenaron de placer cuando tutearon a los otros. Expresaban
encantados, que la revolución había producido el milagro de
borrar diferencias de clase y hermanar a los guatemaltecos.

La constitución política de la revolución de octubre ha sido,


sin duda alguna, el texto más democrático de nuestra historia.
Sin embargo, los señorones clavaron algunos puñales. Uno de
404
Alfonso Bauer Paiz
ellos dividió en dos tajadas al viejo ejército liberal y creó dos
jefaturas de igual jerarquía: el ministerio de la defensa y la
jefatura de las fuerzas armadas. Gracias a esta disposición,
desde el principio, dos facciones se disputaron el mando,
frente a frente, vigilándose de cerca, olvidando a menudo la
conducción revolucionaria.

Francisco Javier Arana, soldado de línea, educado en los


cuarteles y jefe de tanques del cuerpo de élite del ejército fue
designado para el cargo de jefe de las fuerzas armadas.
Admirado por la oficialidad forjada en los cuarteles y respetado
por su decisiva participación en la lucha para sacar del poder
a Jorge Ubico, fue candidato inicial para sustituir en la
presidencia de Guatemala a Juan José Arévalo.

Jacobo Árbenz Guzmán, el otro jefe de la rebelión del veinte


de octubre, un distinguido alumno y abanderado de su
promoción en la Escuela Politécnica se rodeó de oficiales
egresados de la academia militar cuando recibió el cargo de
ministro de la defensa nacional.

Parecería una coincidencia afortunada ubicar al mando del


ejército a los dos jefes visibles de la rebelión octubrista. Sin
embargo, los zorros sabían que con esta maniobra ahondaban
la vieja rencilla entre militares de cuartel y militares de
escuela.

No satisfechos con este desastre confrontativo también


lograron formalizar en el texto constitucional un ente que
llamaron Consejo superior de la defensa, integrado por la alta
oficialidad con mando efectivo dentro del ejército. Este
engendro constitucional permitió a los jefes castrenses
deliberar y complotar, en abierta contradicción con el artículo
149 constitucional, que definía al ejército como un cuerpo
apolítico, esencialmente profesional, obediente y no
deliberante.

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su Pensamiento y Actuación

Los civiles notamos con preocupación que desde sus inicios


la revolución comenzó a favorecer al ejército con prebendas y
halagos que iban desde un estatuto especial, jurisdicción
propia y otras granjerías inmerecidas. Los jóvenes no nos
acostumbramos a repetir la frase que, por arte de
prestidigitación política, convirtió al viejo ejército liberal en un
“glorioso ejército de la revolución”. Aunque ingenuos,
presentíamos que el ejército nunca perdió el espíritu represor
para el que fue creado. Con el cambio de régimen adoptó el
disfraz revolucionario pero navegó, como de costumbre, con la
corriente subterránea que lo ha caracterizado como defensor
de intereses ajenos al pueblo.

Durante algún tiempo simuló defender al régimen


democrático. Sin embargo, la muerte trágica de uno de los
jefes, el coronel Francisco Javier Arana, lo obligó a sacarse
abiertamente la careta e iniciar un ciclo de asedio a los
gobiernos revolucionarios que culminó con el derrocamiento de
Jacobo Árbenz.

Con la muerte ominosa de aquel coronel —Paco Arana para


la embajada norteamericana y el anticomunismo nacional— la
revolución de octubre estuvo a punto de colapsar. La decidida
defensa de los civiles armados, entre ellos nosotros, los
chiquilines arevalistas, salvó al régimen que sabíamos nuestro.

(…) Los seis años de gobierno del doctor Juan José Arévalo,
siguen intactos como un ejemplo de decencia política. El
maestro, el filósofo, el político de cuarenta y tantos años
estuvo siempre rodeado del afecto de una multitud que lo
quiso desde el principio. Gobernó entre sobresaltos, bataholas
callejeras y cañonazos.

406
Alfonso Bauer Paiz
Quienes no teníamos la conciencia comprometida con el
tremendismo anticomunista, ni sometido el entendimiento por
la prédica de la clerigalla dirigida por un pastor y una
jerarquía equivocados, fuimos defensores inclaudicables de la
revolución de octubre.

Disputamos la calle a los viejos liberales y a los


conservadores. Arévalo nos bautizó a los más jóvenes, como
los chiquilines de la revolución. Compartimos su tiempo
dividido entre cátedra cívica y plática política. Aprendimos, él
y nosotros, que sin unidad y diálogo no hay posibilidad de
consolidar un régimen democrático.

De tanto bregar, conocí de cerca y estreché amistad con casi


todos los dirigentes de la revolución. Fui militante dispuesto a
compartir cualquier tarea. Partía de gira con la comitiva
presidencial y, a pesar de mi edad, siempre fui un buen
compañero. Me tocó presenciar momentos agrios vividos entre
el gobernante y sus partidarios quienes, insolentes y casi a
gritos, le exigían cuotas de poder cuando negociaban curules
del Congreso de la República o el listado de obra física.
Asustado al principio, fui conociendo a los buenos y a los
tibios revolucionarios. Supe, al pasar del tiempo, que aquellos
que más gritan serán después servidores incondicionales de
quien manda, no importa quién sea.

Mientras más de cerca conocí a los políticos, me di cuenta


que la exaltación apasionada —cierta o fingida, sobre todo la
de los intelectuales de clase media— conduce a la vacilación
ideológica y al rol mediatizante.

No puedo olvidar a algunos personajes extraordinarios:


Enrique Muñóz Meany, Jorge Luis Arriola, Guillermo Toriello,
Manuel Galich, Víctor Manuel Gutiérrez, Alfonso Bauer Paiz,
Huberto Alvarado. Serenos, no vacilaron cuando se les
necesitó. Sirvieron a la revolución con pasión, Nunca
despotricaron, nunca ofendieron, pero fueron acérrimos
defendiendo sus posiciones. Al lado de ellos, otros dioses
menores también han permanecido fieles al ideal democrático.
407
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

A mis quince años solía acompañar al presidente Arévalo en


sus giras por los confines del país. No avisaba a mi madre
cuando abordaba el tren o el automóvil con apremio, en el
último momento. Al principio, ella lloraba mis ingratitudes,
pero como sucede con todos los acaeceres de la vida, se fue
acostumbrando a mis escapadas cotidianas. El propio
presidente me presentaba como el benjamín de los
revolucionarios, y yo, orgulloso, contestaba con discursos que
exaltaban mi pasión octubrista.

Los seis años arevalistas fueron extraordinarios; llegaron al


país intelectuales, dirigentes políticos, sindicalistas,
campesinos y jóvenes distinguidos. Venían a saludar al
filósofo, al maestro, pero sobre todo, al presidente democrático
que enriqueció el diálogo con la gente común y mantuvo con
decoro y sin vacilaciones deshonestas la independencia
nacional frente al imperio.

Cuando entregó el poder, el presidente me encomendó la


tarea de atender a un invitado especial, el doctor Samuel Guy
Inman, intelectual liberal estadounidense, consejero del
Departamento de Estado durante el gobierno de Franklin
Delano Roosevelt, amigo suyo en ideas y prácticas
democráticas. Me dejó un ejemplar de su folleto A new day in
Guatemala — A study of the present social revolution — cuya
dedicatoria dice: To my friend with pleasant memories of our
delightful associations.

Recuerdo vivamente la escena de la transición presidencial.


Por primera vez en la historia de Guatemala, un presidente
electo democráticamente depositaba las insignias del poder en
manos de otro ciudadano, también electo por el pueblo.

Jacobo Árbenz, un coronel de 38 años, recibía la


presidencia de la república del doctor Juan José Arévalo. El
408
Alfonso Bauer Paiz
estadio nacional Mateo Flores desbordaba. Era el 15 de marzo
de 1951 y las fanfarrias de la banda marcial animaban el
ambiente. Estuve en la ceremonia al lado del doctor Inman,
invitado del doctor Arévalo, como dejé relatado.

Árbenz se notaba tranquilo. Su esposa María Vilanova y sus


tres pequeños hijos, Eleonora, Arabella y Jacobo, lo
acompañaban. Árbenz sabía, desde el propio momento de su
investidura, que sus adversarios políticos no le darían tregua:
su programa de gobierno pretendía cambiar el atraso secular
del país que aún se agita entre la cruz y la espada.

Sereno, leyó su discurso. Hoy reafirmo, cincuenta años


después, que con su derrocamiento, los señores de la muerte
lograron mantener casi intacto el poder que ha generado tanta
desesperanza.

EL DR. ARÉVALO,
VISTO POR EL ÚLTIMO DE SUS HIJOS
Martín Arévalo de León

Mi papá fue una figura que se fue conformando en mi


realidad, poco a poco. Seguramente por esa distancia que el


Médico Bioquímico.
409
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

ser hombre de principios de siglo imprimía a sus relaciones


filiales, y a la gran distancia etaria que nos esperaba (58 años).
El hecho de ser una figura pública internacional ya no pesó en
nuestra relación, en términos de distancia y tiempo, dado que
justo ese año en que nací (1963), él renunció para siempre a
cualquier actividad y/o participación política.

El hecho de haber sido el quinto hijo, también debe haber


abonado en ese aspecto, aunque para mi sorpresa posterior, y
contrario a lo que yo creía, probablemente habría sido de los
más cercanos a él. Mi padre entonces, fue siempre una figura
presente pero distante en toda mi niñez. La tarea doméstica
de los hijos, como bien se entiende en un hombre de principios
de siglo XX, es responsabilidad absoluta de la madre.

Su constante labor y trabajo intelectual proveía el


aislamiento de la cotidianeidad doméstica, cuando estaba en
casa. Los trabajos que tuviera, como cualquier otro padre de
familia, significaba la ausencia del hogar para proveer el
sustento.

Hasta aquí todo normal. Es entonces en esa coincidencia


de una niñez más despierta y consciente, con el retorno a la
patria original (1973), en que empieza a develarse la imagen
del personaje público y figura de referencia, paralelamente,
con el afianzamiento de la imagen paterna.

No voy a olvidar jamás que fue en el colegio en donde


empezara a tener conciencia de la relevancia pública de mi
padre. Mi profesor de 4º. de primaria, intrigado por

determinar mi parentesco con el Presidente Arévalo, me


preguntó si yo era hijo único del ex Presidente, a lo cual yo
realmente no tenía ni la más mínima idea. Sorpresa e
indignación creo que fueron las reacciones en mi casa, cuando
refiriera el suceso, y preguntara si yo era hijo o nieto de un ex

410
Alfonso Bauer Paiz
Presidente. Es entonces cuando me doy cuenta que mi padre
había sido Presidente y lo que eso significaba.

Pero la mente de un niño está plagada de tantas


inquietudes, que esta realidad se tiene que ir asentando a
medida que las demás intenciones, intereses y preocupaciones
(si las hay a esa edad) van desarrollándose normalmente. Pero
también cabe apuntar, que mi padre se vuelve a juntar no sólo
con su familia, sino también con sus amistades,
correligionarios y admiradores de su época, por lo que las
constantes visitas a nuestra casa de casi el 100% de personas,
hacían referencia al "cuando fuiste Presidente Juanito", o al
suceso o persona que fuera relevante en esa época.

Poco a poco entonces voy descubriendo el mundo de mi


padre, y en ocasiones de convalecencia, cuando mi padre
suspendía sus actividades para tomar un té o café, y sentarse
al lado de mi cama, voy indagando: "¿Cuándo Usted fue
Presidente...?". Y por supuesto, la reconstrucción de la época
los sucesos, los personajes, las intenciones descritas por tanta
gente que visitaba nuestra casa, se van haciendo cotidianas,
pero no terminan jamás de evolucionar o construirse, pues
siempre habría algún dato o aporte de alguien al respecto.

Y así como está descrita en sus libros autobiográficos, yo


voy descubriendo esa trayectoria tan interesante de la vida de
mi padre. La infancia, Taxisco, los estudios fuera de casa, la
Normal, Argentina, La Revolución y la Presidencia. Por demás
está señalar que la posibilidad de haberla escuchado no sólo
de sus labios, sino también por parte de familiares, amigos,
admiradores, etc., construye una historia, que en la mente del

niño, va adquiriendo aspectos míticos y legendarios, porque no


es la historia de cualquier hombre, es la historia de "mi papá".

Y todo esto podría inducir a pensar que el niño se


desenvuelve de forma excepcional y que su desarrollo se ve
411
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

afectado por esa sombra inmensa que determinó la vida del


país y de mucha gente. Todo lo contrario. La sencillez y
naturalidad de mi padre fueron efectivamente transmitidas, de
tal cuenta que el ser "hijo de ex Presidente", jamás fue un
factor determinante en mi niñez, ni interna ni externamente.

Es entrando en la adolescencia cuando empiezo a sentir el


peso de la calidad de "hijo de Arévalo". El desarrollo político del
país, y la tragedia que seguía desarrollándose en términos de
persecución política, empiezan a contrastar la realidad actual
del niño, con la referencia de lo que se viviera en la época de la
Revolución. Empiezo a tener más conciencia de lo
problemático y trágico que puede ser el pensar diferente, pues
es sencillamente por eso que la persecución política se da. La
imagen de mi padre entonces, empieza en mí a sufrir otras
adecuaciones o consideraciones: "¿por qué unos lo acusan de
comunista, y por qué otros lo acusan de derechista?" Con el
tiempo logro resolver esta duda: es la consecuencia de haber
edificado un pensamiento y acciones no dogmáticos, basados
en principios y valores universales, y no en idearios
programáticos rígidos.

El tema político era casi el único tema sobre el cual se


hablaba en la casa, y el desarrollo político de eventos en el
mundo eran motivo de consideraciones. Empiezo entonces a
descubrir que la constante en mi padre, son una serie de
valores y principios universales, que van más allá de las
consideraciones coyunturales. Ahí empiezo a descubrir
verdaderamente al Filósofo, al Humanista, al Maestro. La
realidad de la consecuencia de mi padre con sus valores y
principios se va haciendo cada vez más evidente, al sortear las
vicisitudes que la vida nos sigue presentando como familia.

Y es ahí en donde empiezo a valorar y a admirar más a mi


padre. La altura moral, y calidad humana, incólumes a través
del tiempo y las circunstancias, a pesar de las dificultades,
intrigas, envidias, traiciones y decepciones. Mi padre creyó
412
Alfonso Bauer Paiz
siempre en la esencia del ser humano, en su calidad moral e
intelectual, aún cuando supiera que siempre habrían judas.
Pero sobre todo, creo que lo que más admiro es esa esperanza
de ver a su gente y a su país en un estado de bienestar
general, por el que él luchó.

Ahora bien, mi padre como cualquier ser humano, no fue


perfecto. Tuvo sus errores en lo familiar, y los habrá tenido en
lo profesional y personal, pero no tengo yo la calidad para
señalarlos. Pero fue tan honesto consigo mismo que llegó a
confesarme que cuando era estudiante, tenía una actitud
pedante y autosuficiente, pues para mí no era posible que
habiendo estado casi catorce años en Argentina, no fuera
aficionado al fútbol.

Fiel a su formación pedagógica, y en atención a las


demandas del adolescente, mi padre llegó aún a compartir, o
tal vez sufrir, algo de música que a mí me gustaba. Pero
conocedor de la realidad del adolescente, no emitió ningún
juicio sobre la misma, y sólo puso atención a lo que
probablemente habrá pensado era algo ininteligible, estridente
y escandaloso. Fue tan respetuoso de la individualidad de
cada uno de sus hijos, que cuando después de un período de
rebeldía me volví a dejar crecer el pelo (me rasuraba las sienes,
estilo Punk), sólo comentó "qué bueno que te dejaste crecer el
pelo, hijo. No te mirabas nada bien antes", y me sorprendió el
hecho que habiéndolo visto, y seguramente no gustándole, de
todas formas no hubiera dicho nada en su momento. Y
preocupado del posible radicalismo con que su hijo hubiera
crecido, cuando supo que yo iba a Estados Unidos a una
estancia para un probable Doctorado, me envió una nota en la
que claramente me recomendaba que apreciara la nobleza y
sencillez del pueblo norteamericano, que nada tenía que ver

con las acciones e intenciones de la gente del Departamento de


Estado. Me sorprendió esa clara diferenciación entre las
características de una población, y las de un órgano de

413
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

gobierno de la misma, lo que después traduje en esa clara


objetividad para juzgar sin generalizar.

Mi padre, a quien ahora puedo valorar y apreciar con mejor


perspectiva, no dejará jamás de ser una fuente de inspiración
y modelo para mí, pero siempre será antes que Maestro,
Pedagogo, Presidente de la república o referente histórico, mi
papá.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS DURANTE EL GOBIERNO


DEL DR. JUAN JOSÉ ARÉVALO BERMEJO
Jorge Fuentes Aqueche
Alfonso Bauer Paiz**


Politólogo guatemalteco (USAC). Docente universitario y analista político.
** Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.
414
Alfonso Bauer Paiz

No deja de tener vigencia el planteamiento del politólogo


francés Maurice Duverger quien asegura que el sistema
electoral es un elemento clave que conforma y determina las
características del sistema de partidos en el sistema político de
un país. Desde que Guatemala inició la vida republicana
—1821 en adelante— el régimen de tipo político autoritario
imperante, y especialmente el sistema electoral a él adscrito,
no permitieron que se formaran partidos políticos en el sentido
estricto del término. El caudillismo y el alejamiento del
régimen de un esquema de asamblea de representantes
influyente en las decisiones, aunado al voto público de los
ciudadanos en las elecciones de autoridades provocaron que
se fortaleciera la existencia de clubes políticos de apoyo al
gobierno de turno. El acceso al poder político por la vía legal
se vio, en este esquema, vedado a los grupos opositores. El
hecho de que el ciudadano acudiera a las urnas y emitiera de
viva voz su voto delante de las autoridades, generalmente, en
presencia de las autoridades locales y un piquete de soldados
y policías, causó que nuestro país hiciera de los golpes de
estado y las asonadas la única ruta efectiva para deponer un
régimen y renovar a las autoridades y a los representantes.

Con la Revolución de 1871 el sector liberal terrateniente


reemplazó al gobierno conservador que duraba ya más de
treinta años y cuya figura más representativa la constituye
Rafael Carrera, La Reforma liberal modificó el esquema de
tenencia de la tierra para romper el monopolio exportador,
representado por el cultivo de la grana y la cochinilla, en
franca crisis debido a la invención y difusión de los tintes
químicos. En su lugar, los liberales sustituyeron los productos

en decadencia por el café. Tampoco el régimen liberal permitió


el ejercicio político de los partidos, especialmente de sus
opositores, los conservadores.

En los años cercanos al primer centenario del movimiento


criollo del 15 de septiembre de 1821, los conservadores se
415
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

organizaron bajo el disfraz de grupo promotor de la


recuperación de la unión centroamericana y, con ello, lograron
evitar la persecución del gobierno de Estrada Cabrera quien se
había fincado en el poder desde finales del siglo XIX. Los
sectores obreros fueron desplazados del poder y quedaron a la
deriva en tanto los conservadores reconstruían el bloque
hegemónico con miras a reimplantarse en el ejercicio del poder
formal. Pero el Presidente Carlos Herrera se negó a acceder a
las exigencias del gobierno de los Estados Unidos, para
ampliar las concesiones que el gobierno del tirano Estrada
Cabrera había otorgado, en perjuicio de la nación, a la United
Fruit Company, así como enajenarle la Empresa Eléctrica que
se le había confiscado a los alemanes, al terminar la Primera
Guerra Mundial. Por esa actitud soberana, el Tío Sam fraguó
un golpe de estado, al cual se prestaron los generales Orellana,
Larrave y Lima. Derrocado Herrera, asumió la presidencia José
María Orellana, liberal.

Con los vientos libertarios y antifascistas de la posguerra de


1944, los Estados Unidos no se opusieron a la remoción de
Ubico, quien renunció en junio de ese año, después del
surgimiento de manifestaciones de sectores de la clase media y
de la burguesía, particularmente del estudiantado
universitario y del magisterio nacional, incluso de maestras de
escuelas públicas. Se hizo cargo del poder un triunvirato
militar, que pronto dejó como presidente al general Federico
Ponce Vaides, nombrado por la Asamblea Nacional en
presencia de bayonetas y fusiles en el seno de ésta. Poco le
duró el gusto al aprendiz de tirano, pues el amanecer del 20 de
octubre le cogió desprevenido y fue removido del poder por un

movimiento citadino pequeño burgués urbano, pero con la


complacencia de vastos sectores populares del interior de la
república, que estaban dispuestos a la lucha cívica, contra "el
ubiquismo sin Ubico", y llevar a la primera magistratura del
país al Candidato Blanco, el Dr. Juan José Arévalo Bermejo.
416
Alfonso Bauer Paiz

Las primeras elecciones libres en el país permitieron la


integración de una Asamblea Nacional Constituyente que
redactó y sancionó una nueva constitución, la de 1945. Con
posterioridad, y como premisa al reordenamiento político del
país, se emitió una Ley Electoral en la cual, por primera vez
en Guatemala, se crean los partidos políticos como
organizaciones de derecho público legitimadas por la ley. La
apertura propiciada por la Ley Electoral hizo que en el país
aparecieran un buen número de partidos con lo cual se
confirmaba el innegable deseo de los sectores políticos de
insertarse en un sistema político auténticamente popular. La
movilización popular se incrementó muy rápidamente con lo
cual se establecieron mecanismos de presión ante el Estado y
de representación por medio de organismos gremiales,
sindicales y, especialmente, mediante la formación y registro
de partidos políticos.

Los partidos políticos surgidos durante la época arevalista


no pueden ser explicados en su participación política ni en su
composición social si no se analiza simultáneamente su
vinculación al movimiento revolucionario de 1944, porque
muchos tratadistas fincan sus investigaciones en el acto de
legalización de un partido y su historia previa inmediata lo
cual únicamente permite identificar los intereses grupales que
convergen en la fundación de un partido mas no así su
participación real en la vida política.

La amalgama de sectores vinculados al movimiento


revolucionario en sus prolegómenos conforma, a principios de
1945, lo que se denomina Frente Unido de Partidos Arevalistas
(FUPA) de base social heterogenia pero cuya dirigencia
defendía sus propios intereses, es decir, los de una burguesía
emergente, pero más que todo los de los sectores estudiantiles,
de intelectuales y del magisterio. Es el FUPA el padre de la
Constitución de 1945, influida grandemente por la
constitución mexicana y el nacionalismo cardenista.

417
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

La primer ruptura que sufrió el FUPA dio lugar a que se


definieran claramente dos corrientes, una de ellas de sectores
de las capas altas de la sociedad (como los seguidores de Jorge
Toriello, y profesionales como Eugenio Silva Peña, Dr. Julio
Bianchi) y otra constituida por los partidos arevalistas,
Renovación Nacional (RN), integrado por maestros de
educación y profesionales universitarios y el Frente Popular
Libertador (FPL), por estudiantes y profesionales jóvenes. El
FPL era de vocación revolucionaria más radical que el RN.

El FPL, ganó la mayoría en el Congreso y las alcaldías en los


comicios en los cuales Arévalo fue electo Presidente con un
porcentaje muy alto de votos, porque el pueblo confió en los
partidos revolucionarios y en el candidato. Véanse los
resultados:

Los candidatos fueron Juan José Arévalo (apoyado


principalmente por los partidos FPL y RN, 257,416 (85%)
votos; Adrián Recinos, 20,406; Manuel María Herrera, 10,902;
Guillermo Flores Avendaño (apoyado por el partido Social
Demócrata, 8,222. O sea que el 15% del total de votos
emitidos se distribuyó entre el recinismo (liberal) 7%; el
herrerismo (también liberal), 5%; y el candidato del Social
Demócrata (conservadores y liberales), 3%. (Ver Juan José
Arévalo, El Candidato Blanco y el Huracán, Págs. 478 y 479).

En el primer año de gobierno (1945), el Presidente Arévalo


sufrió un accidente automovilístico, del cual perdió el
conocimiento y fracturas que tuvo que ser hospitalizado.

Varios de los dirigentes del RN y del FPL, temerosos de que


se produjera un golpe de estado, fueron a visitar al Jefe de las
Fuerzas Armadas, Francisco Javier Arana y le pidieron que se
mantuviera la institucionalidad. La respuesta del militar fue
positiva, pero sin ambages les dijo que él sería el próximo
presidente de la república, al terminar su período el Dr.
418
Alfonso Bauer Paiz
Arévalo. Los dirigentes del RN y del FPL le manifestaron su
anuencia. Pero, el Jefe de las Fuerzas Armadas les pidió una
garantía del compromiso que asumían ¿Cuál?, le inquirieron.
Y Arana les dijo disuelvan los partidos, RN y FPL, únanse en
un nuevo partido y ese será mi partido. Esos dirigentes, sin
consultar a sus bases, aceptaron y así nació el Partido Acción
Revolucionaria (PAR). Tanto en el conglomerado de afiliados
de ambos partidos, la fusión provocó manifestaciones de
disgusto, porque sinceramente les animaban sentimientos
profundos de identidad con su organización cívica y política.

Una vez repuesto de las consecuencias del accidente y


sabedor de lo que había ocurrido, el Presidente Arévalo,
discretamente, actuó. Pidió a Mario Méndez Montenegro,
quien a la sazón le era leal que lograra que los frentepopulistas
se salieran del PAR y al ex Secretario General del RN, Lic.
Carlos Leonidas Acevedo y a quien le había postulado
candidato presidencial, el abogado Juan José Orozco Posadas,
hicieran lo mismo para sustraer gentes del PAR y volvieran a
su tienda original, RN. De los frentepopulistas que ya no
querían salir del PAR, estaban Manuel Galich, Roberto Barillas
Izaguirre, Antonio Reyes Cardona, José Luis Bocaletti, Alfonso
Bauer Paiz y otros, porque estaban conscientes que al PAR
habían llegado exiliados guatemaltecos con más experiencia
política y de línea de izquierda definida, como Luis Cardoza y
Aragón, Ernesto Capuano, Alfonso Solórzano, Carlos Arias, y
otros, que ningún compromiso tenían con el Jefe de las
Fuerzas Armadas. Sin embargo, dentro del grupo de los ex
frentepopulistas se sometió el asunto a votación y ganaron

quienes estaban de acuerdo con los deseos del Dr. Arévalo y de


Mario Méndez, así abandonaron el PAR todos los del FPL.

Además hubo otros partidos, en su mayoría constituidos al


rededor de un personaje, véase:

419
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

El Social Democrático, integrado por liberales y


conservadores, conformado al principio (1944) al rededor del
Lic. Francisco Villagrán de León y en las postrimerías del
sexenio presidencial de Arévalo, para apoyar la candidatura
del Coronel Guillermo Flores Avendaño. (Juan José Arévalo
(JJA), Despacho Presidencial, Pág. 237) Durante algunos años
co-gobernó, pero después fue de oposición al gobierno de
Arévalo.

Partido Liberal, de oposición (JJA, Despacho Presidencial


(DP), Pág. 238.

Partido de La Revolución, al rededor del ex miembro de la


Junta Revolucionaria de Gobierno, Ciudadano Jorge Toriello,
de centro derecha y, al final, de oposición. (JJA, DP, Pág.
239).

Partido Nacional, al rededor del abogado Alejandro Arenales


Iriondo, Rafael Pérez de León (quien dirigió la construcción del
Palacio Nacional, durante la administración de Ubico, Pedro
Cofiño, Leopoldo Berger y otros pertenecientes a la oligarquía
guatemalteca. De derecha y de oposición (JJA, DP, Págs. 148
y 149).

Partido Avance Democrático Popular, liberal, al rededor del


ex-funcionario de la administración de José María Orellana,
Abraham Cabrera. (JJA, DP. Pág. 149).

420
Alfonso Bauer Paiz
Unión Nacional Electoral (UNE), fundada por fuerzas
reaccionarias para apoyar la candidatura presidencial del Jefe
de las Fuerzas Armadas, Coronel Francisco Javier Arana (JJA,
DP, Pág. 331).

Bloque de Oposición Política, integrado por partidos de


oposición, también al rededor de Francisco Javier Arana, en
junio de 1949 (JJA, DP, Pág. 382).

Partido Reconciliación Democrática Nacional y Partido


Unión Anticomunista, de derecha y de oposición, al rededor
del General Miguel Ydígoras Fuentes, 1950 (JJA, DP, Pág.
467).

Partido Revolucionario Obrero de Guatemala, de ideología


comunista, cuyo principal dirigente fue el Maestro Víctor
Manuel Gutiérrez, 2 de junio de 1950 (JJA, DP, Pág. 474).

Nuevo Partido Obrero, fundado por José Manuel Fortuny,


Bernardo Alvarado Monzón, Manuel Pinto Usaga, Mario Silva
Jonama, Alfredo Guerra Borges, Ignacio Humberto Ortiz, en
1950. Sin embargo, según Fortuny en su libro: Memorias de
José Manuel Fortuny dice que este partido fue fundado el 28
de septiembre de 1949. (JJA, DP, Págs. 474 y 480).

Partido Integridad Nacional, fundado en 1950 por


empresarios de Quezaltenango para apoyar la candidatura
presidencial de Jacobo Árbenz (JJA, DP, Pág. 483).

Partidos Políticos, de apoyo a los candidatos a la


Presidencia, para suceder a Arévalo, siguientes: Clemente
421
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Marroquín Rojas, Ing. Manuel María Herrera, Coronel Miguel


Ángel Mendoza, Lic. Arcadio Chévez, y Alejandro Baldizón
(JJA, DP, Págs. 503 y 504).

Es importante señalar que el pueblo de Guatemala no se


volvió a equivocar y votó por el candidato de su confianza,
Árbenz, no sólo por el buen gobierno que había sido el de
Arévalo, sino por la lealtad a la Revolución y a sus méritos
personales de Árbenz. Véanse los resultados:

Jacobo Árbenz Guzmán, 267,234; Miguel Ydígoras Fuentes,


74,341; Jorge García Granados, 28,746; Víctor Giordani,
14,012; Manuel Galich, 8,693 (el FPL retiró esta candidatura
el primer día de las votaciones y se sumó a la de Árbenz);
Clemente Marroquín Rojas, 6,550; Arcadio Chévez, 4,045;
Miguel Ángel Mendoza, 1,694; Manuel María Herrera, 1,570; y
Alejandro Baldizón, 711. (JJA, DP, Pág. 510).

En definitiva, Árbenz triunfó con casi el 70% de los


sufragios, porcentaje que ningún otro Presidente de la
República electo, haya podido alcanzar.

Con la emisión del Código de Trabajo se dio un fenómeno de


múltiples agrupamientos en dos polos. Por un lado se
unificaron las agrupaciones obreras y, por el otro, la burguesía
tradicional que veía peligro de radicalización social en el nuevo
instrumento regulador de las relaciones patrono-laborales. La
separación ideológica entre ambos bandos se incrementó con
la aprobación de una nueva ley electoral. La burguesía
respondió al reto del cambio radical en las legislaciones laboral
y electoral calificando de comunista al gobierno de Arévalo y
agrupándose en la Asociación Cívica de defensa contra el
Comunismo. En octubre de 1948 esta agrupación quedó
formalmente inscrita como partido y tomó el nombre de
Partido de Unificación Anticomunista (PUA) para, de
inmediato, iniciar la movilización preelectoral.

422
Alfonso Bauer Paiz
Ya en 1949, Mario Méndez Montenegro, en el FPL había
propiciado el ingreso al partido de elementos definidamente
anticomunistas y vinculados con el pasado ubiquista, como es
el caso de Jorge Skinner Klee, y hecho migas con otros
elementos también anticomunistas, como Mario Sandoval
Alarcón, quienes, junto con el Coronel Francisco Javier Arana,
y con el apoyo del embajador de los EE.UU., Richard
Patterson, fraguaban un golpe de estado para derrocar al
Presidente Arévalo. Fueron expulsados del FPL.

El Congreso de la República, enterado de la asonada


dirigida por el Jefe de las Fuerzas Armadas, en sesión
extraordinaria lo desafora y el gobierno, con el apoyo de los
partidos PAR, RN y FPL, había dispuesto aprehenderlo al
regresar de inspeccionar un lote de armas depositado en un
chalet a la orilla del Lago de Amatitlán y desterrarlo, estando el
Presidente de Cuba, Carlos Prío Socarrás, dispuesto a darle
asilo político a él y a otros militares complotistas.
Lamentablemente en una refriega que hubo entre el equipo
que le notificaba la decisión del Congreso y que lo detendría y
oficiales que le acompañaban, murió él y también uno de los
captores, de apellido Blanco. Los partidarios del extinto, Mario
Méndez y los militares Saturnino Barrera y Jorge Barrios
Solares, levantaron los efectivos de la Guardia de Honor y
atacaron el Palacio Nacional, para derribar al Presidente
Arévalo; pero, siendo el jefe de la aviación militar, Francisco
Cosenza, leal al gobernante, logró la rendición de los alzados y
el gobierno se sostuvo, contando con la lealtad del Ministro de

la Defensa, Coronel Jacobo Árbenz y del nuevo Jefe de las


Fuerzas Armadas, Coronel Carlos Paz Tejada.

Surgió la candidatura presidencial de Árbenz, apoyada por


el PAR, el RN y un partido de la región occidental de la
República, el Partido de Integración Nacional (PIN). El FPL se
dividió, pues originalmente el candidato Manuel Galich, quien
era partidario de la candidatura de Árbenz, ante la insistencia
de compañeros civilistas que se negaron ir con Árbenz, sólo
porque era militar, pero que años después hicieron gobierno
423
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

con Lucas García, aceptó la nominación y renunció como


Secretario General del FPL, para dejar que las bases actuaran
con plena libertad. Fue designado su sucesor el Dr. Víctor
Giordani, quien en el desempeño de tan importante cargo,
preparó su propia candidatura. Al final de cuentas, el Partido
se presentó al evento electoral con dos candidatos, Galich y
Giordani. Y ambos perdieron.

La candidatura del Coronel Árbenz no sólo tuvo el apoyo de


los partidos ya mencionados sino de las grandes
organizaciones sindicales: la Confederación General de
Trabajadores de Guatemala (CGTG), dirigida por el líder
maestro de educación Víctor Manuel Gutiérrez y de la
Confederación Nacional Campesina (CNC), cuyo Secretario
General, el también maestro Bernardo Castillo Flores, ambos
dirigentes, combatientes, probos, revolucionarios, admirados y
queridos por las masas en toda la República, fueron factor
determinante del triunfo electoral con más de las tres cuartas
partes de sufragios, del Presidente Árbenz. También apoyó la
candidatura de Árbenz el partido de los comunistas de
Guatemala, que se había fundado en septiembre de 1949.

En las elecciones de 1950, que ganó Árbenz, algunos otros


partidos, además de los ya mencionados, habían logrado su
inscripción, lo que les permitió participar en los comicios. El
PUA lanzó de candidato al general ubiquista Miguel Idígoras

Fuentes. El Partido del Pueblo, partido conformado por


sectores del Unionismo, de 1920, apoyó al político Jorge
García Granados, a quien se deben varios de los artículos de la
Constitución de 1945, que sentaban las bases para realizar
una auténtica reforma agraria en el país, así como para
resguardar los recursos naturales renovables y no renovables,
en beneficio del país. Pero su posición política de izquierda,

424
Alfonso Bauer Paiz
para entonces, ya no era la misma, ni su popularidad
competía con la del candidato Árbenz.

El triunfo de Árbenz, que causó el fracaso en las urnas


electorales de la reacción opositora, gestó una nueva
conspiración que, lidereada por el teniente Carlos Castillo
Armas al frente de un grupo de civiles y disidentes del FPL,
intentó tomar la base de La Aurora. Fracasaron en su intento
de impedir la asunción de Árbenz al poder.

Por último, fueron rasgos comunes de los Partidos RN, FPL


y PAR los siguientes:

a) Ideario democrático popular, impulsor del fortalecimiento


de un régimen no sólo representativo, sino participativo,
también, que terminaría con las relaciones semifeudales de
producción en el agro, para sustituirlas por otras de índole
capitalista, que allanaran el paso hacia la industrialización de
la economía, en un Estado de Bienestar, que asegura alcanzar
la meta: el bien común.

b) Nacionalismo solidario con otros pueblos, particularmente


con los centroamericanos y antimperialismo.

BIBLIOGRAFÍA

López Larrave, Mario, Breve Historia del Movimiento Sindical


Guatemalteco. Editorial Universitaria, 1876.

Montenegro R., Carlos Roberto. Historia de los Partidos


Políticos en Guatemala, Mayaprin S.A. Guatemala 2003.
425
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Escuela de Ciencia Política USAC, Revista Política y Sociedad,


Guatemala, abril 1978.

Fuentes, Jorge E., Comportamiento Histórico del Sistema


Guatemalteco de Partidos Políticos. Inédito.

Fuentes, Jorge E. Notas a mano para el curso Partidos


Políticos y Grupos de Presión en Guatemala de la Carrera de
Politicólogo, Escuela de Ciencia Política, USAC.

Alfonso Bauer Paiz, Los Partidos de la Revolución del 20 de


Octubre de 1944, artículo publicado en Revista Trimestral,
ECONOMÍA, Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales, —IIES—, julio-diciembre, 1994.

Juan José Arévalo, El Candidato Blanco y El Huracán,


Editorial Académica Centroamericana, S.A. Guatemala, 1994.

Juan José Arévalo, Despacho Presidencial, Obra Póstuma,


Editorial Óscar de León Palacios, 1998, Guatemala.

José Manuel Fortuny, Memorial de José Manuel Fortuny,


Editorial Óscar de León Palacios, Guatemala, 2003.

EL DR. ARÉVALO,
VISTO POR EL ÚLTIMO DE SUS HIJOS
Martín Arévalo de León


Médico Bioquímico.
426
Alfonso Bauer Paiz

Mi papá fue una figura que se fue conformando en mi


realidad, poco a poco. Seguramente por esa distancia que el
ser hombre de principios de siglo imprimía a sus relaciones
filiales, y a la gran distancia etaria que nos esperaba (58 años).
El hecho de ser una figura pública internacional ya no pesó en
nuestra relación, en términos de distancia y tiempo, dado que
justo ese año en que nací (1963), él renunció para siempre a
cualquier actividad y/o participación política.

El hecho de haber sido el quinto hijo, también debe haber


abonado en ese aspecto, aunque para mi sorpresa posterior, y
contrario a lo que yo creía, probablemente habría sido de los
más cercanos a él. Mi padre entonces, fue siempre una figura
presente pero distante en toda mi niñez. La tarea doméstica
de los hijos, como bien se entiende en un hombre de principios
de siglo XX, es responsabilidad absoluta de la madre.

Su constante labor y trabajo intelectual proveía el


aislamiento de la cotidianeidad doméstica, cuando estaba en
casa. Los trabajos que tuviera, como cualquier otro padre de
familia, significaba la ausencia del hogar para proveer el
sustento.

Hasta aquí todo normal. Es entonces en esa coincidencia


de una niñez más despierta y consciente, con el retorno a la
patria original (1973), en que empieza a develarse la imagen
del personaje público y figura de referencia, paralelamente,
con el afianzamiento de la imagen paterna.

No voy a olvidar jamás que fue en el colegio en donde


empezara a tener conciencia de la relevancia pública de mi
padre. Mi profesor de 4º. de primaria, intrigado por

determinar mi parentesco con el Presidente Arévalo, me


preguntó si yo era hijo único del ex Presidente, a lo cual yo
realmente no tenía ni la más mínima idea. Sorpresa e
indignación creo que fueron las reacciones en mi casa, cuando
refiriera el suceso, y preguntara si yo era hijo o nieto de un ex
427
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Presidente. Es entonces cuando me doy cuenta que mi padre


había sido Presidente y lo que eso significaba.

Pero la mente de un niño está plagada de tantas


inquietudes, que esta realidad se tiene que ir asentando a
medida que las demás intenciones, intereses y preocupaciones
(si las hay a esa edad) van desarrollándose normalmente. Pero
también cabe apuntar, que mi padre se vuelve a juntar no sólo
con su familia, sino también con sus amistades,
correligionarios y admiradores de su época, por lo que las
constantes visitas a nuestra casa de casi el 100% de personas,
hacían referencia al "cuando fuiste Presidente Juanito", o al
suceso o persona que fuera relevante en esa época.

Poco a poco entonces voy descubriendo el mundo de mi


padre, y en ocasiones de convalecencia, cuando mi padre
suspendía sus actividades para tomar un té o café, y sentarse
al lado de mi cama, voy indagando: "¿Cuándo Usted fue
Presidente...?". Y por supuesto, la reconstrucción de la época
los sucesos, los personajes, las intenciones descritas por tanta
gente que visitaba nuestra casa, se van haciendo cotidianas,
pero no terminan jamás de evolucionar o construirse, pues
siempre habría algún dato o aporte de alguien al respecto.

Y así como está descrita en sus libros autobiográficos, yo


voy descubriendo esa trayectoria tan interesante de la vida de
mi padre. La infancia, Taxisco, los estudios fuera de casa, la
Normal, Argentina, La Revolución y la Presidencia. Por demás
está señalar que la posibilidad de haberla escuchado no sólo
de sus labios, sino también por parte de familiares, amigos,
admiradores, etc., construye una historia, que en la mente del

niño, va adquiriendo aspectos míticos y legendarios, porque no


es la historia de cualquier hombre, es la historia de "mi papá".

428
Alfonso Bauer Paiz
Y todo esto podría inducir a pensar que el niño se
desenvuelve de forma excepcional y que su desarrollo se ve
afectado por esa sombra inmensa que determinó la vida del
país y de mucha gente. Todo lo contrario. La sencillez y
naturalidad de mi padre fueron efectivamente transmitidas, de
tal cuenta que el ser "hijo de ex Presidente", jamás fue un
factor determinante en mi niñez, ni interna ni externamente.

Es entrando en la adolescencia cuando empiezo a sentir el


peso de la calidad de "hijo de Arévalo". El desarrollo político del
país, y la tragedia que seguía desarrollándose en términos de
persecución política, empiezan a contrastar la realidad actual
del niño, con la referencia de lo que se viviera en la época de la
Revolución. Empiezo a tener más conciencia de lo
problemático y trágico que puede ser el pensar diferente, pues
es sencillamente por eso que la persecución política se da. La
imagen de mi padre entonces, empieza en mí a sufrir otras
adecuaciones o consideraciones: "¿por qué unos lo acusan de
comunista, y por qué otros lo acusan de derechista?" Con el
tiempo logro resolver esta duda: es la consecuencia de haber
edificado un pensamiento y acciones no dogmáticos, basados
en principios y valores universales, y no en idearios
programáticos rígidos.

El tema político era casi el único tema sobre el cual se


hablaba en la casa, y el desarrollo político de eventos en el
mundo eran motivo de consideraciones. Empiezo entonces a
descubrir que la constante en mi padre, son una serie de
valores y principios universales, que van más allá de las
consideraciones coyunturales. Ahí empiezo a descubrir
verdaderamente al Filósofo, al Humanista, al Maestro. La
realidad de la consecuencia de mi padre con sus valores y
principios se va haciendo cada vez más evidente, al sortear las
vicisitudes que la vida nos sigue presentando como familia.

Y es ahí en donde empiezo a valorar y a admirar más a mi


padre. La altura moral, y calidad humana, incólumes a través
del tiempo y las circunstancias, a pesar de las dificultades,
intrigas, envidias, traiciones y decepciones. Mi padre creyó
429
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

siempre en la esencia del ser humano, en su calidad moral e


intelectual, aún cuando supiera que siempre habrían judas.
Pero sobre todo, creo que lo que más admiro es esa esperanza
de ver a su gente y a su país en un estado de bienestar
general, por el que él luchó.

Ahora bien, mi padre como cualquier ser humano, no fue


perfecto. Tuvo sus errores en lo familiar, y los habrá tenido en
lo profesional y personal, pero no tengo yo la calidad para
señalarlos. Pero fue tan honesto consigo mismo que llegó a
confesarme que cuando era estudiante, tenía una actitud
pedante y autosuficiente, pues para mí no era posible que
habiendo estado casi catorce años en Argentina, no fuera
aficionado al fútbol.

Fiel a su formación pedagógica, y en atención a las


demandas del adolescente, mi padre llegó aún a compartir, o
tal vez sufrir, algo de música que a mí me gustaba. Pero
conocedor de la realidad del adolescente, no emitió ningún
juicio sobre la misma, y sólo puso atención a lo que
probablemente habrá pensado era algo ininteligible, estridente
y escandaloso. Fue tan respetuoso de la individualidad de
cada uno de sus hijos, que cuando después de un período de
rebeldía me volví a dejar crecer el pelo (me rasuraba las sienes,
estilo Punk), sólo comentó "qué bueno que te dejaste crecer el
pelo, hijo. No te mirabas nada bien antes", y me sorprendió el
hecho que habiéndolo visto, y seguramente no gustándole, de
todas formas no hubiera dicho nada en su momento. Y
preocupado del posible radicalismo con que su hijo hubiera
crecido, cuando supo que yo iba a Estados Unidos a una
estancia para un probable Doctorado, me envió una nota en la
que claramente me recomendaba que apreciara la nobleza y
sencillez del pueblo norteamericano, que nada tenía que ver

con las acciones e intenciones de la gente del Departamento de


Estado. Me sorprendió esa clara diferenciación entre las
430
Alfonso Bauer Paiz
características de una población, y las de un órgano de
gobierno de la misma, lo que después traduje en esa clara
objetividad para juzgar sin generalizar.

Mi padre, a quien ahora puedo valorar y apreciar con mejor


perspectiva, no dejará jamás de ser una fuente de inspiración
y modelo para mí, pero siempre será antes que Maestro,
Pedagogo, Presidente de la república o referente histórico, mi
papá.

LA POBLACIÓN MAYA
VISTA POR EL PRESIDENTE ARÉVALO
Carlos Guzmán Böckler

El enunciado de este conjunto de reflexiones advierte al


lector que el análisis del pensamiento del Doctor Juan José


Dr. en Derecho y experto en materia de indigenismo.
431
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Arévalo Bermejo sobre este tema, se circunscribe al conjunto


de testimonios escritos por él mismo, plasmados en sus
memorias, y esparcidos en los cuatro volúmenes que contienen
las mismas, aunque —naturalmente— es del último de ellos,
intitulado “Despacho Presidencial”, del que se pueden obtener
sus ideas centrales en torno al asunto. Antes de entrar en
materia, es conveniente traer a consideración el hecho de que
el autor en mención hace gala, en estas memorias, de una
gran capacidad de evocación, apoyada muchas veces en una
documentación cuidadosamente guardada y ordenada, lo cual
unido a un hábil manejo del idioma, a través de una prosa
fluida y amena, permite su fácil lectura y cabal comprensión.
Por otra parte, no está demás señalar que los textos
consultados reflejan una gran sinceridad de parte de su autor,
quien coloca invariablemente los hechos narrados en el
contexto determinado por el lugar y la época en que
acontecieron y, aunque es muy difícil para cualquier persona,
ceder a la autojustificación, a posteriori, de procederes
controversiales en los que se vio envuelta, Arévalo sí hace el
esfuerzo por evitarla. En último término, es conveniente
recordar al lector que vamos a abordar acontecimientos que
ocurrieron en el lapso comprendido, preferentemente, entre
marzo de 1945 y marzo de 1951, es decir, hace alrededor de
60 años, por lo que sería fatal quererlos trasladar al presente y
pretender juzgarlos con los criterios de hoy. Esta reflexión no
pretende ser justificativa sino es esencialmente explicativa.

En las páginas 36 y 37 de “Despacho Presidencial”, al


referirse a la planificación cultural, después de traer a cuenta
que el país contaba con excelentes pedagogos, cuya nómina

enumera, y de asegurar que pondría a prueba en Guatemala


una planificación basada en la teoría de la organicidad social,
paralela a aquella “Gestalt” de la psicología individual, afirma:

“Al considerar desde un punto de vista antropológico la


población de Guatemala, nos enfrentamos a problemas todavía
432
Alfonso Bauer Paiz
mayores. He dicho en alguna Conferencia internacional que
para Guatemala no ha terminado todavía la guerra de
Conquista iniciada a comienzos del siglo XVI. Una notable
porción de los habitantes indígenas del país vive todavía en
estado de guerra con el blanco. Guerra fría, a veces; guerra
sanguinaria en otras ocasiones, como aquel episodio de
Patzicía en octubre de 1944. Que la mayoría de nuestra
población sea indígena no es lo grave, sino que esa mayoría
carece de unidad racial, de unidad lingüística, de unidad de
costumbres. Aproximadamente unas veinticinco tribus
integran aquella mayoría. De allí emana la enorme dificultad
de penetrar en ellas con un mismo programa, con unos
mismos equipos, con unos mismos misioneros, con una sola
lengua. Durante más de un siglo los Gobiernos, copiando
métodos de la Conquista española (movida por intensiones
confesionales) insisten en la frase estereotipada de “incorporar
al indio a la cultura occidental”. Hemos olvidado que, mala o
buena, los indios nativos de América, tienen su propia cultura,
y que es desde allí que debemos incitarlos a su propio
desarrollo, a su propia elevación espiritual, a su rápido
desenvolvimiento económico y financiero. Nuestra política ha
sido todavía en el siglo XX un poco aquella de “la cruz y la
espada”, cuando la cruz no es ya auxiliar de sometimiento y
cuando la espada carece de “derechos” de agresión contra el
compatriota. Estas y otras nociones “revolucionarias”
campeaban en el alma de cuantos intelectuales conocían el
drama de nuestros indígenas. Aquí, como en los asuntos
económicos, no se podía planificar un programa “desde
Arriba”, se consideró más sensato auscultar a los propios
portadores de la raza, de las tribus todavía serranas cuando

no selváticas. Acordamos, por eso, convocar para los meses


inmediatos la reunión de un Congreso de Maestros indígenas
(de raza indígena) al que asistirían no solamente los sabios en
la materia, eruditos de raza blanca, sino también los
portavoces de la raza militarmente vencida, sus líderes
religiosos y políticos, y aquellos que ya trabajan en funciones
de administración municipal o de contratación económica.”
433
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

En otro lugar, hace una breve mención a que el congreso de


referencia se llevó a cabo en la ciudad de Cobán, pero, en el
resto del libro no vuelve a referirse al tema ni a los eventuales
resultados de dicho congreso. Puede deducirse, eso sí, que “los
sabios en la materia, eruditos de raza blanca” que asistieron
no aceptaron que los delegados indígenas eran portadores de
otra cultura, de la que tenían que partir para la nueva
planificación. Es obvio que esta última no se hizo, puesto que
no figura en ninguno de los planes y programas de estudio
elaborados, entonces, por el Ministerio de Educación. Existe,
sin embargo, un testimonio escrito por el maestro kí’ché
Adrián Inés Chávez (compañero de promoción de Arévalo en la
Escuela Normal Central para Varones de la Ciudad de
Guatemala), quien laboraba en el ramo docente en
Quetzaltenango. Él propuso en dicho congreso —por primera
vez en Guatemala— que la alfabetización se hiciera en la
lengua materna de los alumnos, que se preparara para el
efecto a un sólido grupo de maestros bilingües y se fabricara el
material didáctico correspondiente, para lo cual proponía
partir del método para aprender kí’ché que él mismo había
elaborado. Su proposición no fue aceptada.

Por otra parte, hay que decir que, de la lectura del texto
citado líneas atrás, se puede deducir que, para su época,
Arévalo era de los menos retrógrados en el tema de las etnias
de Guatemala, ya que su contemporáneo Jorge del Valle
Matheu, profesor de Sociología Guatemalteca en la
Universidad de San Carlos, sostenía en el libro de texto,
editado por la entonces denominada Imprenta Universitaria,

que los indígenas carecían de las capacidades mentales y


morales propias de los seres civilizados, lo cual repetía en sus
cátedras en las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales,
Ciencias Económicas y Humanidades. Quien escribe estas
líneas escuchó esas enseñanzas en 1947, cuando cursó el
primer año de derecho y guarda en su biblioteca el libro
434
Alfonso Bauer Paiz
citado; quizás por eso no le extrañó que el catedrático de
marras se desempeñara como Ministro de Educación en el
gobierno de facto de Carlos Castillo Armas.

Sin embargo, si buscamos en otros campos, encontramos


disposiciones legales de gran importancia que sí contribuyeron
a hacer menos dura la explotación y la segregación que
atenazaba a la población maya. El Código de Trabajo
contribuyó a atenuar la tirantez de las relaciones
obrero-patronales y la ley de arrendamientos forzosos inició el
camino de la liberación de las tierras ociosas acaparadas por
los finqueros. Seis años fueron muy pocos para producir más
cambios sustanciales, sobre todo si se tiene en cuenta que la
oligarquía terrateniente, la prensa servil, la United Fruit
Company y la santa madre Iglesia mantuvieron, en ese mismo
período, la tasa más alta de complots para derribar a un
gobierno libremente electo en América Latina. Aunque en
ningún momento se especificó en la Ley de Reforma Agraria
—promulgada en junio de 1952, durante el gobierno de
Árbenz— que se intentaba proteger a la población maya, en
los hechos ese fue uno de los resultados concretos que
empezaron a aflorar. Si el experimento hubiera seguido, sin
duda se habrían producido en el país los cambios necesarios
para crear la base económica indispensable para la verdadera
liberación de los pueblos indígenas. Lamentablemente, todos
sabemos cómo se cortaron esos caminos y cómo se abrieron
los de las confrontaciones violentas, en los cuales seguimos
sumidos hasta la fecha. Sin embargo, uno de los resultados de
ellas es el haber puesto sobre el tapete de la problemática
nacional el tema de las discriminaciones en todos los aspectos,
así como el de haber formulado los planteamientos
teórico-prácticos necesarios para discutirlas, enfrentarlas e
iniciar la búsqueda de soluciones propias, en un mundo en el
que, simultáneamente, el despertar de los pueblos indígenas y
tribales del Tercer Mundo ha forzado a la ONU a emitir, por
medio de la OIT, el Convenio 169, incorporado ya a las
disposiciones constitucionales de Guatemala. Todo esto ha
ocurrido durante los últimos 35 años, en cuyo transcurso,
Arévalo, Árbenz y la mayoría de los jóvenes de 1944, pasaron a
435
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

formar parte de un capítulo de nuestra historia caracterizado


por la búsqueda sincera de la democracia en una sociedad
aherrojada por las tiranías.

Santiago Sacatepéquez, mayo de 2005

ALGUNAS RECTIFICACIONES EN PÁRRAFOS DEL


LIBRO DESPACHO PRESIDENCIAL
Alfonso Bauer Paiz


Ex funcionario de los Gobiernos de la Revolución.
436
Alfonso Bauer Paiz
En algunas páginas de esta importante obra histórica del ex
Presidente Juan José Arévalo, este recopilador, Alfonso Bauer
Paiz, con todo el respeto y admiración que le profesa a tan
insigne estadista, considera, en honor a la verdad histórica,
hacer las aclaraciones necesarias, en aquellos casos en que el
texto del libro no se ajusta íntegramente a la verdad de los
hechos o acontecimientos. A continuación las explicaciones
pertinentes.

En las páginas 134 y 135, el autor se refiere al accidente


automovilístico que sufrió el 16 de diciembre de 1945, del cual
estuvo inconsciente por varias horas. En su relato no dice toda
la verdad, porque algunos de los dirigentes de los partidos
arevalistas y revolucionarios, Renovación Nacional (RN) y
Frente Popular Libertador (FPL), que por cierto y,
afortunadamente para mí, no me citaron para asistir a la
reunión con el Jefe de las Fuerzas Armadas, coronel Francisco
Javier Arana, aquellos al pedirle a éste que mantuviera la
institucionalidad del Gobierno y del Estado, Arana les
respondió que sí, porque él respetaba el cumplimiento de la
Constitución de la República; pero, sin ningún rodeo, les dijo:
pero yo seré el candidato presidencial cuando el Presidente
Arévalo termine su período. E irresponsablemente, y de
inmediato aquellos líderes, entre quienes no estaba Manuel
Galich, el Verbo de la Revolución, aceptaron. No conforme con
la simple respuesta afirmativa, el ambicioso militar les
manifestó. "pero denme una garantía". ¿Cuál?, le preguntaron
sus visitantes. Arana, les respondió: "fusionen el RN y el FPL,
y, el nuevo partido será mi Partido". Así nació el partido de
Acción Revolucionaria (PAR).

Cuando las bases de ambos extintos partidos, que habían


sido columna vertebral de la Revolución, fueron informadas,
principalmente el contingente mayoritario, el juvenil, mujeres
y varones, sufrieron grandísima decepción, porque el
sentimiento de identificación con su organización política,
renovacionista y frentepopulista, era muy profundo, casi
místico.
437
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

Al recuperar su salud el Dr. Arévalo (lo cual calla en


Despacho Presidencial-DP), comenzó a trabajar discreta, pero
hábilmente, para evitar el peligro que para el proceso
democrático y revolucionario se cernía con el fortalecimiento
del jefe de las fuerzas armadas, apenas en las vísperas del
inicio de su período presidencial. Al efecto se valió del
Secretario General del RN, Lic. Carlos Leonidas Acevedo y del
Lic. Juan José Orozco Posadas, ambos muy de su confianza y
amistad y de Mario Méndez Montenegro, a la sazón, leal al
primer magistrado del país, para que lograran convencer a
buen número de miembros dirigentes y de cuadros medios de
ambos ex partidos, para que reanudaran su militancia política,
abandonando el PAR. No estoy en condiciones de comentar lo
ocurrido en el RN, aunque sé que bastantes afiliados
renunciaron del PAR y fundaron de nuevo Renovación
Nacional.

En el FPL habíamos algunos dirigentes que no deseábamos


retirarnos del PAR, porque habían vuelto del exilio varios
compañeros que habían tenido la oportunidad de adquirir
experiencia política durante el lapso revolucionario del
gobierno del General Lázaro Cárdenas y traían conocimientos
sobre reforma agraria y defensa de los recursos naturales,
principalmente del petróleo, de los cuales carecíamos nosotros.
Personas como Luis Cardoza y Aragón, Alfonso Solórzano,
Ernesto Capuano, Carlos Manuel Pellecer, Carlos Arias, los
salvadoreños guatemaltequizados, hermanos Cuenca, y otros
más cuyos nombres he olvidado. Sin embargo, ante la
insistencia de Mario Méndez y sometida la cuestión a votación

entre los antiguos fundadores del FPL, perdimos quienes


deseábamos quedarnos en el PAR, entre ellos, Manuel Galich,
José Luis Bocaletti, Antonio Reyes Cardona, Roberto Barillas
Izaguirre, yo y otros más que no recuerdo.

438
Alfonso Bauer Paiz
Todo lo anterior lo sabía el Dr. Arévalo, pero de ello olvidó
mencionar en DP.

En las páginas 390, 391, 398 y 399 de DP, el Dr. Arévalo se


refiere a la muerte del Coronel Arana y da a entender que a él
le sorprendió que la noche anterior el Congreso de la
República había desaforado al Jefe de las Fuerzas Armadas,
pero él sí sabía que el Parlamento iba a hacerlo ¿Por qué?,
pues porque la noche anterior hubo en el Palacio Nacional una
reunión de emergencia, convocada por el Presidente Arévalo, a
la cual asistieron diputados del Congreso, militares, dirigentes
de partidos políticos revolucionarios, funcionarios importantes
del gobierno, e incluso los Presidentes de los Organismos del
Estado, Lics. Mario Monteforte Toledo, del Organismo
Legislativo y Arturo Herbruger Asturias, del Organismo
Judicial. Yo estuve presente, en mi calidad de Ministro de
Economía y Trabajo.

En pocas palabras, el Presidente Arévalo nos dijo. Habida


cuenta que la Policía carecía de armas, autoricé la compra de
ellas en el extranjero, el coronel Arana tuvo conocimiento de
ello y me fue a visitar y a preguntarme, por qué no le había
informado al respecto. Le respondí, porque la Policía es una
institución civil, no militar, circunstancia por la cual no tenía
por qué informarle a Usted. Pero, no hay ningún inconveniente
en que conozca el arsenal, que está en un chalet a las orillas
del lago de Amatitlán, el Morlón La situación de la seguridad
nacional es gravísima, en connivencia con el ex Embajador de
los Estados Unidos de América, a quien declaré non grato,
habían estado preparando un golpe de estado para
derrocarme, junto con Mario Méndez Montenegro y otros
civiles y militares. Ante la inminencia de la subversión estimo

que debemos actuar para impedir esa asonada. Discutido ese


importante asunto, por unanimidad de los presentes se llegó al
acuerdo siguiente: de manera inmediata y secreta, se reuniría
el Congreso de la República, y desaforaría al Coronel Arana,
como Jefe de las Fuerzas Armadas, resolución que se le
notificaría cuando regresase de visitar las armas depositadas
439
Juan José Arévalo Bermejo, Presidente de Guatemala,
su Pensamiento y Actuación

en el Morlón. La notificación se le haría en el Puente de la


Gloria, se le capturaría, así como a otros oficiales del Ejército
que estaban comprometidos a participar en el golpe de estado.
El Dr. Arévalo aseguró que el Presidente Prío Socarrás, de
Cuba, buen amigo de Guatemala y de su Presidente, daría
asilo político a los complotistas aprehendidos.

O sea que al Dr. Arévalo no podía haberle sorprendido la


destitución del Jefe de las Fuerzas Armadas.

Lo que también puedo aseverar es que, en ningún


momento, nadie habló de la muerte del Jefe del Ejército ni de
nadie más, civil o militar, que estuviese implicado en el
complot.

440
Alfonso Bauer Paiz

Impreso en el Taller del IIES


Tiraje: 1,000 ejemplares
Guatemala, septiembre 2005.

441

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