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El abismo de la “línea dura”

Leopoldo Puchi
El cuadro político ha cambiado en relación a enero de este año, cuando se inició la
denominada “Operación Libertad” que tenía como primer objetivo “el cese de la
usurpación”, para luego constituir un “gobierno de transición” y posteriormente
convocar a “elecciones libres”.
El objetivo no fue alcanzado a lo largo de estos meses: ni a través de intentos
como el conato de levantamiento militar del 30 de abril ni en la mesa de
negociaciones promovida por Noruega.
Ahora estamos cerca del inicio del proceso de elecciones de los diputados de la
Asamblea Nacional, cuyo período se vence el 5 de enero de 2021. La
organización del proceso comienza en los primeros meses de 2020 y culmina en
el último trimestre del año con las votaciones.
NORUEGA
En las conversaciones de Barbados, el sector opositor ha dicho que no acepta ir a
alecciones si Nicolás Maduro permanece en la presidencia y el sector
gubernamental ha indicado que no acepta la salida previa de Maduro. En principio,
este desacuerdo se refiere a las posibles elecciones presidenciales solicitadas por
la oposición.
La petición de la salida previa de Maduro de la presidencia, antes de unas
votaciones para esas elecciones, incluye el argumento de que no puede haber
elecciones “libres” mientras Maduro esté en la presidencia. El asunto está en que
el mismo razonamiento pudiera ser utilizado para las parlamentarias.
Las elecciones de la Asamblea del año entrante se celebrarán con Maduro en la
presidencia, ya que no hay elementos que indiquen que será derrocado con
anterioridad y la estrategia de las sanciones lo que ha hecho es traer más
penurias para la población.
En consecuencia, el nuevo problema que se plantea es que la oposición que ha
impulsado la “Operación Libertad” pudiera decidir no participar y llamar a la
abstención en las parlamentarias porque no serían “libres.
LÍNEA DURA
Esta decisión no ha sido tomada todavía por los partidos del denominado G4 (VP,
PJ, AD, UNT). De manera que pudiera pensarse en una tregua que permita la
celebración de elecciones legislativas sin que haya un acuerdo sobre el asunto
presidencial, que seguiría como punto de discusión a resolver más adelante en la
mesa de diálogo de Noruega.
Ahora bien, la posibilidad de esa tregua encuentra un fuerte obstáculo en la
posición de sectores muy radicalizados del gobierno estadounidense, tal como lo
indica Bryan Bowman en su análisis para The Globe Post: “Lo que hace las cosas
más difíciles para Guaidó es la negativa del gobierno de Trump de retirarse de su
postura de línea dura anti-Maduro”.
De escoger la oposición el camino de la abstención, no le faltaría razón a Daniel
Hellinger, experto en Venezuela y profesor emérito de la Universidad Webster,
cuando dice: "Creo que la oposición perdió mucha credibilidad al estar tan
abiertamente alineada con EEUU en este esfuerzo por sacar a Maduro".

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