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LADME (Liberación, Absorción, Distribución,

Metabolismo y Excreción)

Desde que nos administramos un medicamento hasta que finalmente lo


expulsamos de nuestro organismo ocurren diferentes procesos. La ciencia que
estudia lo que el organismo hace con el fármaco durante este tiempo se
conoce como farmacocinética. Ésta, engloba los procesos de liberación,
absorción, distribución, metabolismo y excreción ( LADME)

LIBERACIÓN
Al tomar un medicamento por vía oral, lo primero que tiene que ocurrir es que
se libere de la forma farmacéutica de la que forma parte (cápsula, comprimido,
solución o granulado) y se disuelva en el medio. Por tanto, dependiendo del
grado de integración del principio activo en la formulación oral, tardará más o
menos tiempo en liberarse. De este modo, los fármacos que tomamos en forma
de solución oral, ya van disueltos en agua, por lo que llevarán ventaja a las
cápsulas y los comprimidos. Los excipientes, que son los compuestos inactivos
que se incorporan a la formulación oral para dar cuerpo y forma (lactosa,
sacarosa, sorbitol, almidón…), también pueden influir en la liberación del
fármaco.
En todo caso, es necesario recordar que las características de los excipientes
tienen un papel fundamental, ya que tienen como una de sus funciones el crear
el ambiente adecuado para que el fármaco se absorba correctamente. Es por ello
que medicamentos con la misma dosis, pero de distintas marcas comerciales
pueden tener distinta bioequivalencia, es decir, alcanzan concentraciones
plasmáticas distintas, y, por tanto, efectos terapéuticos diferentes. La velocidad
de disolución es un elemento clave en el control de la duración del efecto
del fármaco, y por ello, diferentes formas del mismo medicamento pueden tener
los mismos ingredientes activos, pero difieren en la velocidad de disolución. Si
se administra un fármaco bajo una forma galénica que no es rápidamente
disuelta, el fármaco se absorberá más gradualmente en el tiempo, alcanzando
una más larga duración en su acción. La consecuencia es una mejora en
su complianza, logrando en definitiva, que el medicamento no tenga que ser
tomado tan a menudo. Además, una forma de liberación lenta mantendrá
concentraciones en rangos terapéuticos aceptables por un período más
duradero a diferencia de las presentaciones de liberación rápida, que tienen
picos de concentraciones plasmáticas más pronunciados.

Constituye la “salida” del fármaco de la forma farmacéutica que lo transporta.


Por lo general, implica la disolución del fármaco en algún medio corporal.
Factores que influyen en la velocidad de liberación:

 Tamaño de partícula del fármaco


 Solubilidad del fármaco
 Formulación del medicamento
 Técnica de elaboración
 Tipo de forma farmacéutica utilizada

Absorción
Una vez disueltos, avanzan por el organismo como si fueran alimentos y se van
absorbiendo a lo largo del aparato digestivo. Aunque la absorción se puede
producir en cualquier zona, el intestino delgado es el tramo del tracto
gastrointestinal especializado en ello, debido a sus características fisiológicas
que le confieren mayor superficie activa de absorción. Por tanto, este paso
dependerá tanto del estado del intestino del paciente como de las propiedades
fisicoquímicas del fármaco (grado de ionización, solubilidad, pH, etc.).
Pero no todo es tan sencillo, el fármaco también encuentra obstáculos a su
paso, ya que no todos los transportadores del intestino favorecen la absorción
de sustancias. Existe un transporte inverso, de secreción o “efflux” cuya
función es proteger al torrente sanguíneo de la intrusión de tóxicos y sustancias
extrañas. Precisamente, los fármacos son sustancias desconocidas para el
organismo, y estos transportadores “efflux” se encargarán de expulsar el
fármaco que haya conseguido acceder a la sangre, nuevamente hacia el lumen
intestinal. Esto, lleva a fallos terapéuticos, pues el fármaco no consigue llegar al
sitio de acción. Estos trasportadores son los responsables del fracaso de algunos
tratamientos, como la quimioterapia del cáncer.
En el intestino delgado nuestro fármaco ya está totalmente disuelto. Ahora se
encuentra con un problema, debe atravesar algunas capas para poder llegar a
absorberse. El primer paso será entrar dentro de la célula del intestino delgado
(llamado enterocito). La mayoría de fármacos entran al enterocito atravesando
libremente su membrana, hay otros fármacos que acceden utilizando unos
transportadores especiales. Estos transportadores están diseñados para coger
nutrientes que circulan por el intestino delgado y forzar su absorción. Los
fármacos que se absorben de esta manera lo hacen porque se parecen a algún
nutriente. Un ejemplo de ellos serían algunos antibióticos como las penicilinas.
Una vez nuestro fármaco está dentro del enterocito es llevado al hígado antes de
alcanzar la circulación sanguínea (Imagen 1). Para protegernos de sustancias
nocivas todo lo que absorbemos de la comida antes de llegar a nuestro
organismo pasa antes por el hígado. Entre otras muchas funciones el hígado es
el principal órgano con capacidad eliminadora de sustancias nocivas. En este
paso una parte del fármaco será eliminado como veremos en el proceso del
metabolismo. Esta razón es uno de los motivos por los que las dosis tomadas
por vía oral suelen ser mayores de las que se Utilizan por vía intravenosa.

Cuando ya ha pasado por el hígado el fármaco accede por fin a la circulación


sanguínea donde hará su efecto.
Características de la absorción
Hay que tener presente la existencia de una serie de factores que modifican
la absorción:

1. Solubilidad: la absorción del fármaco es más rápida cuando está en solución


acuosa con respecto a si está en solución oleosa, y, a su vez, ambas son más
rápidas que la que presentaría en forma sólida.
2. Cinética de disolución de la forma farmacéutica del medicamento. De la
misma depende la velocidad y la magnitud de la absorción del principio
activo.
3. Concentración del fármaco: a mayor concentración, mayor absorción.
4. Circulación en el sitio de absorción: a mayor circulación, mayor absorción.
Superficie de absorción: a mayor superficie, mayor absorción.

DISTRIBUCIÓN
La absorción es solo el principio del viaje del medicamento en el organismo.
Tras su acceso al torrente sanguíneo, éste debe viajar hasta el lugar de
acción, es decir hasta el sitio donde se encuentra la patología que debe curar.
Parte del fármaco realiza este viaje en soledad, y otra parte acompañada de
proteínas transportadoras. Los que se unen a dichas proteínas, al poseer un
gran tamaño, encontrarán dificultad para atravesar algunas membranas
biológicas, como la barrera hematoencefálica (cerebro), que sólo permite el
paso a las moléculas de pequeño tamaño. Es importante tener en cuenta este
fenómeno para calcular la dosis ideal para el paciente.
Una vez que un fármaco penetra en la circulación sistémica, se distribuye entre
los tejidos corporales. Esta distribución no suele ser uniforme, debido a
diferencias en la perfusión sanguínea, la fijación a los tejidos (p. ej., debido a
su contenido graso), el pH regional y la permeabilidad de las membranas
celulares.

La velocidad de acceso de un fármaco a un tejido depende de la velocidad del


flujo sanguíneo hacia dicho tejido, de la masa tisular y de los coeficientes de
partición entre la sangre y el tejido. El equilibrio de distribución (momento
en que las velocidades de entrada y de salida son iguales) entre la sangre y
un tejido se alcanza más rápidamente en las regiones más vascularizadas,
excepto cuando el paso limitante de la velocidad es la difusión a través de las
membranas celulares. Una vez que se alcanza el equilibrio, las
concentraciones del fármaco en los tejidos y en los líquidos extracelulares
vienen dadas por su concentración plasmática. Al mismo tiempo que se
produce la distribución, se están llevando a cabo también los procesos de
metabolismo y excreción, por lo que se trata de un proceso dinámico y
complejo.

Una vez que un fármaco ingresa en los tejidos, la velocidad de distribución


en el líquido intersticial depende fundamentalmente de la perfusión. En los
tejidos poco perfundidos (p. ej., muscular, adiposo), la distribución es muy
lenta, en especial si el tejido presenta una alta afinidad por el fármaco.

METABOLISMO
Desde el momento que ingerimos el medicamento, nuestros órganos
encargados de protegernos frente a sustancias extrañas se ponen en acción.
Necesitamos inactivar los tóxicos cuando ya no hagan falta. Este proceso se
produce principalmente en el hígado, y consiste en convertir o transformar
químicamente los fármacos en compuestos más fáciles de eliminar.
El metabolismo junto con el siguiente proceso de excreción se encarga de
eliminar el fármaco del organismo. En concreto, el metabolismo transforma el
fármaco en otra sustancia que normalmente no va a mantener el mismo
efecto.
Como ya hemos comentado, el órgano donde principalmente se metabolizan
los fármacos es el hígado aunque también se puede dar en otros lugares como
el intestino delgado, riñón o pulmones.
En términos generales, el metabolismo puede estar aumentado o disminuido
en algunas condiciones (Tabla 1). En este proceso puede verse también
afectado por otras condiciones como la toma simultánea de otros fármacos

Eliminación aumentada Eliminación disminuida


Embarazadas Enfermedades hepáticas
Niños Recién nacidos
Fibrosis quística Personas mayores
Tabla 1. Situaciones que afectan a la eliminación de fármacos

Factores que modifican el metabolismo


1. Edad: ancianos y niños tienen disminuida la actividad metabólica.
Ej. Kernicterus en recién nacidos por insuficiente glucuronidación de la
bilirrubina.
2. Patología hepática: está disminuido el metabolismo.
3. Factores genéticos: mutaciones en las enzimas metabolizadoras.
Ej. N-acetiltransferasa: acetiladores rápidos y lentos.
• Mayor incidencia de lupus en ttos con procainamida en acetiladores lentos
. • Mayor incidencia de hepatitis por isoniazida en acetiladores rápidos.
4. Dieta: Ej. Hiperproteica: aumenta metabolismo oxidativo de algunos
fármacos (Teofilina).
5. Hábito de fumar: induce el metabolismo de los fármacos.
6. Fármacos: inductores e inhibidores enzimáticos

EXCRECIÓN

Identificación del flujo renal a lo largo de la nefrona.

Los fármacos son expulsados de nuestro organismo mediante el proceso de


excreción. Éstos se pueden eliminar tras la metabolización o inalterados.
Las vías de salida son diversas, siendo las más importantes las
vías urinaria y biliar-entérica. También puede excretarse por la piel,
los pulmones o estructuras glandulares, como las glándulas salivales
y lagrimales. Estos órganos o estructuras utilizan vías determinadas para
expulsar el fármaco del cuerpo, que reciben el nombre de vías de
eliminación:

 Orina
 Lágrimas
 Sudor
 Saliva
 Respiración
 Leche materna
 Heces
 Bilis
En lo que respecta al riñón, los fármacos son excretados por filtración
glomerular y por secreción tubular activa siguiendo los mismos pasos y
mecanismos de los productos del metabolismo intermedio. Así, los fármacos
que filtran por el glomérulo sufren también los procesos de la reabsorción
tubular pasiva. Por filtración glomerular solo se eliminan los fármacos o los
metabolitos no ligados a las proteicas plasmáticas (fracción libre), y muchos
otros (como los ácidos orgánicos) son secretados activamente. En los
túbulos proximal y distal las formas no ionizadas de ácidos o bases débiles son
reabsorbidas pasiva y activamente. Cuando el fluido tubular se hace más
alcalino, los ácidos débiles se excretan más fácilmente y esto disminuye la
reabsorción pasiva. Lo inverso ocurre con las bases débiles. Por eso en algunas
intoxicaciones puede incrementarse la eliminación del fármaco tóxico,
alcalinizando la orina y forzando la diuresis.
En otras ocasiones los fármacos son eliminados en la bilis con la que llegan
hasta el intestino. Allí se unen a la fracción no absorbida del fármaco y se
eliminan con las heces o bien pueden sufrir un nuevo proceso de absorción
y ser eliminados finalmente por el riñón.
Las otras vías tienen poca transcendencia, salvo para fármacos muy
concretos, como la vía respiratoria para el alcohol o los gases anestésicos,
aunque en el caso de la leche materna es de especial trascendencia.
El recién nacido presenta todavía cierta inmadurez de hígado o riñones y es
más sensible a los efectos tóxicos del fármaco. Por ello hay que conocer qué
fármacos pueden eliminarse a través de la leche materna para evitarlos.
Por tanto, el viaje del fármaco por nuestro organismo se compone de una
serie de procesos encadenados, algunos favorecen su absorción y otros la
entorpecen, pero es precisamente este equilibrio lo que hace posible que
los fármacos nos curen sin destruirnos.
Referencias

 https://www.msdmanuals.com/es-pe/professional/farmacolog%C3%ADa-
cl%C3%ADnica/farmacocin%C3%A9tica/distribuci%C3%B3n-del-f%C3%A1rmaco-en-los-
tejidos

 http://cofsegovia.portalfarma.com/Documentos/Curso%20Fisioterap%C3%A9utas/2.-
%20Farmacocin%C3%A9tica%20y%20Farmacodinamia.pdf

 https://revistadigital.inesem.es/biosanitario/ladme-el-viaje-del-farmaco-por-el-
organismo/

 Https://es.slideshare.net/ferchohuertadector/ladme-liberacin-administracin-
distribucinmetabolismo-y-excrecin

 https://es.wikipedia.org/wiki/Farmacocin%C3%A9tica

 https://www.edruida.com/single-post/2016/10/24/43-Recorrido-del-medicamento-en-
el-organismo-Proceso-LADME

 https://es.wikipedia.org/wiki/Absorci%C3%B3n_(farmacolog%C3%ADa)

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