Вы находитесь на странице: 1из 3

TEMA DEL DÍA

MI TIEMPO Y LOS TIEMPOS DE DIOS

Sí usted es creyente, probablemente alguna vez ha sentido que Dios tiene un


tiempo muy lento… Y eso le ha llevado a dudar si realmente existe y le está
escuchando.

Hoy quiero dedicar mi tema a hablar desde mi experiencia espiritual y cómo


teóloga de lo que he aprendido es mi tiempo y el tiempo de Dios.

Mi propuesta de hoy es un poco distinta a la manera en que suelo construir mis


temas. Comienzo hablando del tiempo personal y luego hablaré del tiempo de
Dios.

1- MI TIEMPO.

Más que mi tiempo personal cómo Ale, me refiero aquí a lo que cada persona
entiende es el tiempo. Creo que nos hace falta tomar conciencia que el tiempo es
una construcción social, aprendida por nosotros en nuestros entornos y finalmente
aceptada cómo verdad por nosotros al punto que pensamos que todo debe ser así
porque así aprendimos que tenía que ocurrir en ese tiempo preciso. Te pongo un
ejemplo. Sales a tomar café con un amigo. Quedan de verse a una hora X, tú que
eres atacada/o con el tiempo llegas unos minutos antes, mientras que tu amigo
llega cómo lo hace habitualmente para todo, tarde y con mil excusas. Si te das
cuenta ambos tienen reloj, pero sus nociones del tiempo son variadas y
corresponden sobre todo a las creencias de lo que es el tiempo. Esto es una cosa
muy pequeña. Te invito ahora a pensar en lo que es el tiempo para ti, ¿Cómo lo
vives, siempre a prisa y estresada o con calma? Esto es importante porque en la
medida que somos más conscientes de cómo entendemos el tiempo podemos
cuestionar sí es así que queremos vivirlo. Me podrías decir, “Ale, pero la vida de
hoy es ajetreada” Sí, ciertamente mucho más ajetreada que antes, pero con el
tiempo yo por lo menos he aprendido que hasta de eso hay que ser libre. Ir a prisa
no siempre es lo mismo que ser eficiente. Con los años y la madurez que tengo
ahora he descubierto que uno tiene un ritmo interno que hay que escuchar y
aprender a vivir en ese ritmo dando tiempo a cada cosa es muy sano. Sé por
experiencia propia que cuando no he respetado o escuchado mi ritmo interno me
he lastimado y también he lastimado a otros.

Ahora te pregunto ¿Ya sabes cuál es tu ritmo interno? Si no lo sabes que tal si
empiezas a observarte. Será de mucha vida para ti mismo/a, te lo garantizo.
2- LOS TIEMPOS DE DIOS.

Yo no siempre fui creyente, me convertí a los 19 años. Fue una experiencia


maravillosa, pero al mismo tiempo muy dura. Yo que no sabía de Dios mucho, tuve
que aprender con mi propia vida a reconocerlo. Gracias a Dios tuve siempre
angeles que me guiaron en el camino y me enseñaron a conocer los tiempos de
Dios. Por otro lado, mi formación teológica y en particular mi formación como
acompañante de personas y mi tesis de licenciatura sobre el tema del amor y la
espiritualidad bíblica me ayudaron mucho también.

Desde ese escenario quiero decirte que es importante saber que Dios tiene un
tiempo perfecto para cada cosa en nuestra vida, aunque tú no lo creas. Pero, al
mismo tiempo es importante también que tomes conciencia que habitualmente no
estás en clave del tiempo de Dios sino de lo que tú entiendes tiene que ser el
tiempo de Dios. Para poder entrar al tiempo de Dios no hay cómo callarse,
escuchar y contemplar la vida con actitud abierta, tratando de abandonar con paz
tu idea de tiempo y esperando que en el silencio Dios te hable de sus planes y
propósitos para ti.

Créeme, cuando uno logra salirse de su tiempo para entrar en el tiempo de Dios, el
fruto es la paz profunda y duradera. Uno se da cuenta luego que en verdad todo va
dándose cómo tiene que darse. Si hay desesperación es porque a menudo estamos
en metidos aún en las cosas de Dios con nuestras nociones de tiempo.

Le reto a hacer un rato de silencio y poner delante de Dios la situación que esté
viviendo en este momento, haciendo el ejercicio del abandono y esperando que
sea el Señor en su tiempo el que le dirija su Palabra. Aún escuchar el silencio de
Dios es un tiempo de gran bendición si sabemos asumirlo con un Dios que es
totalmente otro y que no controlamos. Sino que como sus creaturas nos ponemos
en sus manos y esperamos con paciencia. Después de 21 años de ser creyente,
tengo que decirte que Jesús nunca me ha defraudado, cuando he sabido entrar en
su lógica dejándolo ser Dios en su tiempo en mi vida, siempre he recibido enormes
bendiciones, paz, alegría y libertad. Anímese, Jesús está con usted aquí y ahora,
aunque usted no le sienta.

Te dejo este texto hermoso de Eclesiastés 3, 1-9.


"Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosa:
2.Tiempo para nacer, y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para
arrancar lo plantado; 3.tiempo para matar y tiempo para curar; tiempo para
demoler y tiempo para edificar; 4.tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para
gemir y tiempo para bailar; 5.tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas;
tiempo para los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos; 6.tiempo para buscar y
tiempo para perder; tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera; 7.tiempo para
rasgar y tiempo para coser; tiempo para callarse y tiempo para hablar; 8.tiempo
para amar y tiempo para odiar; tiempo para la guerra y tiempo para la paz. 9.Al
final ¿qué provecho saca uno de sus afanes?"

Вам также может понравиться