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Ciudadana:
Su Despacho.-
CAPITULO PRIMERO.
Estando dentro de la oportunidad procesal pertinente para ello, ex artículo 62de la Ley
Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, en nombre y representación de mi
patrocinada, Fundación Museo del Transporte; expresamente me opongo a que sea admitida por
este Juzgado de Sustanciación a su digno cargo, la Prueba de Informes promovida en fecha 01 de
Agosto de 2012 por la representación judicial de la República Bolivariana de Venezuela. Esta
oposición tempestivamente ejercida se funda en los motivos siguientes a saber:
Primero: Conforme a los términos precisos del Acta levantada por este Juzgado de
Sustanciación a su digno cargo, en fecha 21 de Junio de 2012, con ocasión de la celebración de la
correspondiente Audiencia Preliminar correspondiente en este proceso jurisdiccional contencioso
administrativo de contenido patrimonial; tal como lo dispone expresamente para ser establecido
en esa fase procesal preliminar por este Juzgado de Sustanciación, el dispositivo del artículo 57 de
la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa; se fijaron expresamente, en
forma vinculante para esta Sala Político Administrativa para la secuela de esta litis, los hechos
controvertidos entre ambas partes litigantes, que deben ser objeto del correspondiente debate
probatorio, a los efectos de su comprobación o enervamiento procesal y, simétricamente,
respecto a los cuales deben guardar las respectivas y
lógicas congruencia, conducencia y pertinencia las pruebas que ambos contendores deban
promover en este sentido.
Así pues, ciudadana Juez, textualmente dispuso este Juzgado a su digno cargo en el
acta in commento, lo siguiente respecto a los hechos fijados como controvertidos:
“…(Omissis)… En este estado, el Juez Suplente suspendió por un tiempo prudencial el acto, fijando
los hechos controvertidos, en:que se haya (sic) incumplido las obligaciones pactadas en los
contratos de concesión y comodato celebrados con la República;que se haya (sic) desvirtuado las
obligaciones contraídas en el contrato de comodato en cuanto a la concesión o
arrendamientode áreas parciales del Museo del Transporte, y, por último, que en las
instalaciones del Museo del Transporte se celebren fiestas en las cuales se consuman bebidas
alcohólicas.” (Cita textual, negrillas, inserciones, subrayados y resaltados míos).
Vale decir, ciudadana Juez, la actividad probática en este litigio está circunscrita, única y
exclusivamente a demostrar o enervar que mi patrocinada, Fundación Museo del Transporte,
haya cumplido o no las obligaciones convenidas con la República Bolivariana de Venezuela y su
antecesora legal, la extinta República de Venezuela, en cada uno de los distintos y
sucesivos Contratos de Concesión y de Comodato, celebrados ininterrumpidamente entre ambas
personas jurídicas desde el 04 de Diciembre de 1981 hasta la presente fecha; simétricamente,
ciudadana Jueza, la actividad probática comentada está circunscrita en este litigio, única y
exclusivamente, a demostrar o enervar que mi patrocinada, Fundación Museo del Transporte,
haya “desvirtuado” (sic), como errónea, mendaz y falsamente lo libeló la representación judicial
actuante por la Actora, las obligaciones convenidas entre ambas personas jurídicas en el
respectivo Contrato de Comodato, celebrado en fecha 03 de Septiembre de 1998, en curso a esta
fecha y vigente hasta el 03 de Septiembre de 2018; al conceder o arrendar áreas parciales de las
instalaciones del Museo de Transporte de Caracas “Guillermo José Schael”; hecho este particular
completa, objetiva, plena y absolutamente enervado en este litigio, conforme a lo dispuesto
expresamente en la Cláusula Novena del citado contrato, contenido en documento público inserto
a estos autos y plenamente aceptado y reconocido por la contraria en esta litis; ya que la propia
Actora, por órgano de su Ministro del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables en
funciones para el 03 de Septiembre de 1998, autorizó expresa y plenamente a mi
patrocinada Fundación Museo del Transporte, para que ésta celebrase válidamente, a su vez,
contratos de concesión para la prestación de servicios públicos o de otra índole para beneficio
del Museo, con el fin de obtener ingresos para el mismo, vale decir, para gestionarse por sí
mismo, sin concurso o compromiso del Patrimonio Público para ello, los ingresos dinerarios
suficientes para mantener abierto y en funcionamiento el Museo del Transporte.
Finalmente, ciudadana Juez, la actividad probática en este litigio que nos ocupa, está
circunscrita, única y exclusivamente a demostrar o enervar que mi patrocinada, Fundación
Museo del Transporte haya celebrado o celebre, dentro de las instalaciones del Museo del
Transporte de Caracas “Guillermo José Schael”, fiestas en las que se consuman bebidas
alcohólicas por los asistentes, patrocinadores u organizadores de las mismas. Respecto a este
hecho controvertido específico, ciudadana Juez, terminante y categóricamente negado por mí
patrocinada en estos autos, por su naturaleza absurda a todas luces; no haré comentarios
adicionales por elementales razones de ética profesional y respeto por nuestro más Alto Tribunal.
Tercero: En este sentido anotado supra, ciudadana Juez, la promoción de una prueba de Informes,
a ser rendidos por el Instituto de Patrimonio Cultural, adscrito al Ministerio del Poder Popular
para la Cultura, con el objeto declarado en su promoción, que informe a este Alto Tribunal sobre
“la cantidad e identificación de los bienes que conforman las diversas colecciones situados(sic) en
la sede de la Fundación Museo del Transporte, que conforme al Registro General de Bienes de
Interés Cultural llevado por dicho Ente, conforme al artículo 10, numeral 10, de la Ley de Protección
y Defensa del Patrimonio Cultural, hayan sido declarados patrimonio cultural de la República, o
que por sus características, sean de interés cultural, con indicación de la persona natural o jurídica,
de Derecho Público o Privado, que detente la titularidad de dichos bienes.” (Cita textual,
inserciones y cursivas mías); deviene absoluta y radicalmente en Inadmisible por sus
evidentes Impertinencia, Incongruencia e Inconducencia respecto a la comprobación de los
hechos controvertidos en este litigio.
“Artículo 3°. Para el cumplimiento de los fines previstos en este Decreto Ley, los servidores
públicos y los particulares están obligados a colaborar con la Procuraduría General de la
República y, a tal efecto, deben atender sus convocatorias y requerimientos de cualquier
información, documento u otro instrumento necesario para la formación de criterio.”
Para fines nomofiláquicos, pedagógicos y orientadores en este litigio, ciudadana Juez, el Instituto
de Patrimonio Cultural está adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, que es una
de las carteras en que está organizada la actividad pública del Poder Ejecutivo Nacional de
la República Bolivariana de Venezuela; ergo, que la representación judicial actuante por la Actora
pida a esta Sala que ordene a su patrocinada informar cosa alguna en este proceso, resulta lógica
y jurídicamente en una actividad probática incongruente, inconducente y que no es pertinente ni
atañe en forma alguna, a uno cualesquiera de los tres (03) hechos controvertidos en este
litigio. Nadie hace prueba en juicio con su propio dicho, ciudadana Juez, por lo que la admisión de
dicha prueba así promovida por la República Bolivariana de Venezuela, deviene lógica y
jurídicamente en imposible e improcedente y así pido, respetuosamente, de este Juzgado de
Sustanciacióna su digno cargo, sea expresamente declarado en su oportunidad procesal
pertinente para ello.
Pero aún con lo antes anotado, ciudadana Juez, respecto a la obvia impertinenciadel
prueba in commento, promovida por la representación judicial actuante por la Actora;
como segundo aspecto que determina, ciertamente y sin lugar a duda alguna,
la evidenteinadmisibilidad de la misma; encontramos que la información requerida no guarda
relación lógica congruente alguna con uno cualesquiera de los tres (03) hechos
controvertidosestablecidos y fijados por este Juzgado de Sustanciación a su digno cargo, en el
texto del Acta fechada el 21 de Junio del presente año.
En efecto, ciudadana Juez, en este proceso que nos ocupa, no se ha discutido ni existe
controversia alguna sobre el punto y, más aún, ni siquiera constituye un simple hecho referencial
expresado o alegado en el libelo o en la contestación a la demanda; la titularidad o el derecho de
propiedad sobre la colección de bienes muebles expuestos permanentemente en la sede
del Museo del Transporte de Caracas “Guillermo José Schael”. Esta circunstancia anotada no
integra, en forma alguna, el thema decidendum de esta litis; antes bien, ciudadana Juez, tanto en
la Audiencia Preliminar como en el respectivo escrito de contestación a esta demanda, mi
patrocinada reconoció, admitió y aceptó expresamente que la República Bolivariana de
Venezuela es la única y legítima propietaria del inmueble sobre el que está situada tanto la sede
del Museo citado, como las colecciones de piezas de valor cultural expuestas permanentemente
en él; que de la revisión y lectura atentas de las dos piezas que integran este expediente, es el
único argumento relativo a la propiedad de algún bien, que se ha deducido o alegado en forma
expresa y escrita en este litigio y que, adicionalmente, está relevado de toda prueba en esta litis.
CAPITULO SEGUNDO.
Petitorio.
Es Justicia que impetro de Ustedes en Caracas, a los Ocho (08) días del mes
de Agosto de Dos mil doce (2012).-