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Señor(a)
JUEZ LABORAL DEL CIRCUITO DE BOGOTÁ D.C. (REPARTO)
Despacho.

=============================================================

Señoría:

Andrés Felipe Parra Sierra, domiciliado en Bogotá D.C., identificado con la cédula
de ciudadanía N° 13.993.841 expedida en Cajamarca-Tolima, abogado en
ejercicio, identificado con la Tarjeta Profesional N° 166670 del C.S.J., actuando
de conformidad con el poder que anexo y me acredita como apoderado especial
de

Luis Fernando Rubiano Ramírez C.C: 79´155.264


María Alexandra López Bello C.C: 51´766.545
Carlos Enrique Sánchez Ortíz C.C: 70´061.281
Jorge Humberto Arango Herrera C.C: 10´103.104
Claudia Victoria Mesa Arévalo C.C: 51´699.878
María del Rosario Rubio Trujillo C.C: 30´282.777
William Correa Ballesteros C.C: 16´261.104
Cristian Barajas González C.C: 19´300.421
Jaime Alberto González Vivas C.C: 7´217.225

personas todas domiciliadas también en Bogotá D.C., llego ante el Despacho a su


digno cargo en ejercicio del derecho de acción para promover proceso ordinario
laboral en contra de la Empresa Colombiana de Petróleos ECOPETROL S.A.,
domiciliada en Bogotá D.C., representada legalmente por su Presidente Dr. Javier
Genaro Gutiérrez P., o por quien haga sus veces o lo represente, de modo que
previo cumplimiento de los trámites jurídico-procesales inherentes al proceso
ordinario de mayor cuantía, con participación y audiencia de quienes de acuerdo
con la ley deban o puedan comparecer, sean declaradas prósperas las súplicas
que a continuación presentaré.

1.- Pretensiones, declaraciones y condenas:


2

Manifiesto al Despacho que con este libelo, acogiéndome a lo que posibilita el


Código Procesal del Trabajo, art. 25-A, inc 3(1), formulo de manera acumulada las
siguientes pretensiones, orientadas a obtener los respectivos pronunciamientos
judiciales:

1.1.- Que se declare que la cláusula adicional del contrato de trabajo que
fue suscrita porque el empleador así lo impuso a los demandantes, —en razón de
la cual se convino que el llamado “estímulo al ahorro” no constituiría salario y
por ello no se tomaría en cuenta para la liquidación de las acreencias laborales
legales o extralegales de quienes demandan—, es ineficaz.

1.2.- Que en razón de la anterior declaración judicial de ineficacia, se ordene


a Ecopetrol S.A. volver a liquidar las prestaciones sociales legales y extralegales
correspondientes a quienes conforman la parte actora teniendo en cuenta que el
“estímulo al ahorro” sí tiene incidencia salarial, y como resultado de la nueva
liquidación sobre tal base efectuada, también se ordene que la empresa cancele
—retroactivamente y con indexación— lo que haya dejado de pagar al haber
hecho liquidaciones considerando que el “estímulo al ahorro” no tenía
incidencia en el salario del demandante.

1.3.- Que la parte accionada sea condenada a pagar costas y agencias en


derecho.

2.- Hechos:

2.1.- Hechos antecedentes y situación general:

2.1.1.- La política gubernamental de la que participó Ecopetrol en su otrora


calidad de empresa industrial y comercial, siendo al mismo tiempo autoridad
perteneciente a la rama ejecutiva del poder público con evidentes competencias
en materia petrolera, resultó perturbadora para la inversión extranjera, por lo que
debió ser drásticamente variada(2) con la creación de la Agencia Nacional de
Hidrocarburos(3), pasando a tener un margen de maniobra más acorde con su
calidad de competidor natural dentro del sector petrolero en el país, conservando,

1 “También podrá acumularse en una demanda pretensiones de varios demandantes contra el


mismo o varios demandados cuando provengan de igual causa, o versen sobre el mismo objeto,
o deban servirse de las mismas pruebas aunque sea diferente el interés jurídico”.
2 “[E]l Gobierno Nacional, en el marco del programa [de renovación de la Administración
Pública], ha determinado de conformidad con el respectivo estudio técnico, la necesidad y
conveniencia de separar las actividades de naturaleza industrial y comercial de exploración,
explotación, refinación, transporte y comercialización de hidrocarburos, derivados y productos,
de las actividades de administración de las reservas de hidrocarburos de propiedad de la Nación
y de la administración de activos no estratégicos representados en acciones y participaciones en
diferentes sociedades y negocios” (tercera motivación Decreto 1760 de 2003).
3 Decreto 1760 del 26 de junio de 2003 “por el cual se escinde la Empresa Colombiana de Petróleos,
Ecopetrol, se modifica su estructura orgánica y se crean la Agencia Nacional de Hidrocarburos
y la sociedad Promotora de Energía de Colombia.”
3

sin embargo, su calidad de “parte” en los contratos de exploración y explotación


ya existentes.(4)

2.1.2.- Hecha la reestructuración pertinente dentro de la Rama Ejecutiva del


Poder Público al abrigo de la Ley 790 de 2002, en pocos años se notó que la
actividad de Ecopetrol quedó expuesta a una rivalidad amplificada, por tanto
mucho más intensa, determinada por un ambiente competitivo en el que dejó de
ser una autoridad y simplemente pasó a ser un competidor más, al lado de muchas
otras empresas del sector, viéndose en la imperiosa necesidad de reaccionar,
entre otros frentes, con (i) una conversión a sociedad pública por acciones, así
como (ii) adoptando una política de talento humano que no sólo evitara la fuga de
sus trabajadores hacia otras empresas petroleras, sino que atrajera ejecutivos
altamente competentes hacia su organización.

2.1.3.- En aras de hacer posible lo anterior la Ley 1118 del 27 de diciembre


de 2006, no sólo dispuso hacer la antedicha transformación accionaria en la
naturaleza jurídica de la empresa, sino además que en materia laboral, todos los
trabajadores de Ecopetrol S.A. tendrían “el carácter de trabajadores
particulares” (art. 7°, Ley 1118 de 2006, incluido parágrafo), y además algo muy
importante: que a tal empresa no aplicarían las restricciones de las que trata el
artículo 92° de la Ley 617 de 2000.(5), referido a “control a gastos de personal”.

2.1.4.- Al diseñar esa política se observó que la remuneración de los


trabajadores era uno de los elementos centrales y determinantes de su
permanencia en Ecopetrol, o de su fuga hacia otras empresas, y que así mismo
la remuneración era un factor determinante en la intención de algunos ejecutivos
para vincularse a ella. Se entendió que la escala salarial hasta ese momento
aplicable en Ecopetrol S. A. resultaba poco competitiva frente a la mediana del
sector petrolero a nivel nacional.

2.1.5.- Es del caso advertir que el legislador, a través de la misma Ley 1118
de diciembre de 2006, anticipando la manera en que el nuevo modelo de aumento
salarial podría impactar las finanzas de la nueva empresa en razón del pasivo
pensional que se podría generar con una nueva política salarial (entre otras
variables), y porque tal cosa es de imperativo cumplimiento al querer colocar en
el mercado acciones, dispuso hacer una “valoración de la empresa”, siendo
que en tal valoración, por lógica, como en toda valoración que haga una banca de

4 Documento CONPES N° 2345 de 2003 y estudio técnico antecedente del Decreto 1760 de 2003.
5 “Artículo 92. Control a gastos de personal. Durante los próximos cinco (5) años, contados a
partir de la vigencia de la presente ley, el crecimiento anual de los gastos de personal de las
Entidades Públicas Nacionales no podrá superar en promedio el noventa por ciento (90%) de la
meta de inflación esperada para cada año, según las proyecciones del Banco de la República. A
partir del sexto año, estos gastos no podrán crecer en términos reales”.
4

inversión, habría de tener incidencia el monto del pasivo pensional de la empresa


valorada.(6)

2.1.6.- En el mismo sentido, previendo el legislador que el modelo a ser


implementado requeriría de capacidad financiera no solo para poder fondear el
pasivo pensional vigente, sino el que a futuro pudiere generarse por los aumentos
salariales, incluyó dentro de quienes serían “destinatarios de condiciones
especiales” y por tanto privilegiadas para adquirir acciones de la nueva empresa
a “los patrimonios autónomos pensionales de Ecopetrol S.A.” a cuyo cargo
estaría pagar tales pensiones, siendo que, además, se dispuso que tales
patrimonios autónomos podrían (i) “superar el límite” que en la misma ley se
fijó como tope para todos los demás destinatarios de condiciones especiales que
quisieren adquirir acciones, y podrían (ii) pagar a plazos las acciones que
adquirieran.(7) Es decir que “los patrimonios autónomos pensionales de
Ecopetrol S.A.” fueron considerados todavía más “especiales” dentro de los
“destinatarios de condiciones especiales”.

2.1.7.- Entonces, ya dadas las condiciones y presupuestos normativos que


contribuirían a fondear los recursos necesarios para adoptar una política de
mejoramiento salarial, ahí sí se decidió implementar la que se dio en llamar
“política de compensación”, llevando los ingresos de los trabajadores en
promedio a un 80% de la mediana de ingresos a nivel mundial en el sector
petrolero, y al estudiar el diseño de tal política, Ecopetrol al fin se enfrentó con lo

6 Ley 1118 de 2006, artículo 1°, Parágrafo 1°. “Para la determinación por parte de la Asamblea
General de Accionistas, del valor inicial de los títulos a emitir, Ecopetrol S. A. contratará,
atendiendo los principios de gobierno corporativo, dos diferentes bancas de inversión de
reconocida idoneidad y trayectoria en procesos similares en el sector de hidrocarburos. Una de
las bancas de inversión además de realizar la valoración de la empresa, se encargará de la
estructuración del proceso en todas sus fases”. (subrayo y destaco)
7 “ARTÍCULO 3o. DEMOCRATIZACIÓN. Para garantizar la democratización de la propiedad
accionaria, el programa de emisión y colocación de acciones de Ecopetrol S. A. incluirá dos
primeras rondas a las cuales podrán acceder los destinatarios de condiciones especiales de que
trata el artículo 3o de la Ley 226 de 1995, los patrimonios autónomos pensionales de Ecopetrol
S. A., las entidades territoriales, y cualquier ciudadano colombiano. Agotadas estas rondas, la
oferta se extenderá al público en general y a personas naturales o jurídicas.
PARÁGRAFO 1o. Para la emisión a que hace referencia la presente ley, ninguna persona natural
podrá adquirir títulos por valor superior a cinco mil (5.000) salarios mínimos legales mensuales
vigentes (smlmv).
PARÁGRAFO 2o. En las dos primeras rondas, cada una de las personas jurídicas que suscriban
acciones no podrán adquirir más de un límite porcentual que será fijado por la Asamblea
General de accionistas de Ecopetrol S. A., y que en ningún caso excederá el 3% de las acciones
en circulación de la empresa.
Exceptúense de esta disposición los fondos de pensiones y cesantías, los fondos mutuos de
inversión y los patrimonios autónomos pensionales de Ecopetrol S. A., los cuales podrán
superar el límite atrás indicado, siempre que se ajusten a lo que se determine en los lineamientos
de inversión establecidos p or la Superintendencia Financiera de Colombia.
En todo caso, colectivamente los fondos de pensiones y cesantías, los fondos mutuos de inversión
y los patrimonios autónomos pensionales de Ecopetrol S. A. no podrán adquirir más del 15% de
las acciones en circulación de Ecopetrol S. A.
PARÁGRAFO 3o. Ecopetrol S. A. podrá establecer plazos para el pago de un porcentaje de las
acciones que se suscriban en las dos primeras rondas”.
5

que ya sabía, es decir, que sus trabajadores estaban divididos, —


básicamente—, en dos (2) grandes grupos:

(i) los trabajadores del «régimen antiguo» cobijados por el sistema


prestacional que regía sus relaciones laborales con anterioridad a
la expedición de la Ley 50 de 1990, quienes con un régimen especial
de cesantías podían pensionarse directamente con Ecopetrol antes
del 31 de julio de 2010; y por otro lado,

(ii) los trabajadores del «régimen nuevo» sometidos al sistema


integral de seguridad social al abrigo de la Ley 100 de 1993, que se
pensionarían con los Fondos de Pensiones a los que estaban
afiliados.

2.1.8.- Aunque la fuente de recursos necesarios para cubrir el pasivo


pensional que generarían los aumentos ya había sido avizorada por el mismo
Gobierno Nacional —que además era el único que normativamente podía ejercer
la iniciativa legislativa en esta materia según el artículo 142°, numerales 2°, 3° y
5° de la Ley 5ta de 1991— y aunque ya había quedado aprobada tal iniciativa por
el Congreso de la República convirtiéndola en una ley que daba notable ventaja a
los patrimonios autónomos de pensiones de Ecopetrol S.A. para adquirir más
acciones(8), ocurrió que la Junta Directiva de Ecopetrol S.A. en vez de hacer los
ajustes salariales de manera igualitaria, inexplicablemente se escarneció ante la
disyuntiva de cómo hacer aquella reestructuración salarial tan necesaria para la
empresa sin que los trabajadores del «régimen antiguo» se pudieren ver
favorecidos del mismo modo que los trabajadores del «régimen nuevo»; y sobre
todo, de cómo hacer dicha restructuración sin que los trabajadores del «régimen
antiguo» pudieren alegar discriminación por no haberles sido incrementado
también a ellos el salario tal como a los trabajadores del «régimen nuevo» que
desempeñaban el mismo cargo dentro del llamado “mapa de cargos” de la
empresa.

2.1.9.- Ya para 2007 la solución que se ocurrió fue la de hacer tal


incremento a los trabajadores del «régimen antiguo» desmembrando la
retribución directa que recibían por el servicio prestado, fundamentalmente, en
dos rubros: un primer rubro que seguiría llamándose “salario”, más un segundo
rubro, que por artificio les resultaba mejor denominar “estímulo al ahorro”,
haciendo que éste, aunque realmente era remuneración directa que ingresaba al
patrimonio del trabajador única y exclusivamente por el servicio prestado, fuere
maquillado como un acto de mera liberalidad de la empresa esperando que por
ello, a la postre, no fuere factor salarial para liquidar la pensión, situación que,
además, debía quedar pactada en forma expresa con cada trabajador para así
darle a semejante discriminación cierto viso jurídico de “cláusula adicional” al
contrato de trabajo.

8 Exposición de motivos de la Ley 1118 de 2006, Gaceta del Congreso 0082007, Proyecto de Ley Primer
Debate (Gaceta Senado 458/2006), autor: Ministro de Hacienda Dr. Alberto Carrasquilla Barrera.
6

2.1.10.- Entre diversos documentos que aprobaron tal curso de acción(9), se


halla el Acta 075 del 5 de octubre de 2007, emanada de la Junta Directiva de
Ecopetrol S.A., en razón de la cual se propuso a los trabajadores del «régimen
antiguo» pagarles “adicionalmente un estímulo al ahorro económico
mensual, a través de aportes voluntarios a la sociedad administradora de
fondos de pensiones (AFP) que usted elija, por una suma de (…) que será
variable y condicionada en función, entre otras, de la política de
compensación vigente que usted conoce (…)”. No obstante, en ningún
momento se ha indicado a los trabajadores, ni antes ni ahora, de manera concreta,
“adicionalmente” a qué, es que la empresa otorga el que ella llama “estímulo
al ahorro”, aunque sí está claro que aquella “política de compensación” a la
que quedaba “condicionado” el pago de dicho estímulo, dependía, y depende,
de variables ineluctables y absolutamente caprichosas que hacen coincidir de
manera precisa el monto del estímulo, con la diferencia salarial que se aprecia
entre un trabajador del “antiguo régimen” y un trabajador del “nuevo
régimen” que se hallan en la misma posición dentro del “mapa de cargos” de
la empresa.

2.1.11.- Puesto que ciertamente tal curso de acción, por audaz, suscitaba
vacilaciones, el desasosiego o el buen juicio aconsejó que se elevara consulta a
profesionales expertos en Derecho Laboral, y fue así como se cuestionó el día 10
de diciembre de 2007 sobre el punto a un asesor externo en la materia. La
respuesta del asesor externo, —seguramente por sus calidades profesionales y
por su experticia consultado para el efecto—, se produjo el día 14 de diciembre
de 2007, y en lo esencial, fue la siguiente:

“Con gusto y agradeciendo nuevamente la deferencia y confianza de la


empresa en consultar mi opinión, doy respuesta a su inquietud (…) sobre la
intención que tiene ECOPETROL de conceder un beneficio económico sin
incidencia salarial, consistente en aportes voluntarios a las administradoras
de fondos de pensiones a cambio de no efectuar un incremento salarial (…)

… [N]o resultaría recomendable para ECOPETROL abstenerse de hacer


incremento en los salarios de los trabajadores que se encuentran en las
condiciones anotadas en la consulta, a cambio de concederles un beneficio
económico que no tendría ninguna incidencia salarial, consistente en aportes
voluntarios a las administradoras de fondos de pensiones (…)

Tampoco podrían pasarse por alto los principios constitucionales como


legales como el de la igualdad de todos los trabajadores ante la ley y por ende,
con mayor razón no podría válidamente predicarse esa desigualdad por el
simple hecho, por ejemplo, de tenerse empleados cobijados por el antiguo
régimen de cesantías frente a los que no lo están, con el argumento de un
mayor costo laboral, por cuanto la imposición de un nuevo sistema de
liquidación de las cesantías trajo para unos y otros una serie de
compensaciones que no permiten sostener del todo que un régimen resultó ser

9 Otros de tales documentos son: Política de Compensación ECP-DDS-D-02, versiones 01 y 02; Política de
Compensación ECP-DLD-D-01, versión 04; y finalmente el documento ECP-VTH-D-001, versión 6, febrero
2009, en razón del cual se adoptó la llamada “política de compensación” hoy vigente.
7

más beneficioso que otro o viceversa. Pártase de la base que este nuevo
pronunciamiento jurisprudencial tuvo como soporte de su decisión la
inexistencia de diferencias entre los trabajadores sindicalizados frente a
quienes no lo son y con mayor razón no habría porqué predicarla de quienes
tienen diferente régimen de cesantías o se encuentran ya cobijados por el
Sistema de Seguridad Social en Pensiones de quienes son pensionados
directamente por la empresa.

Por último, resulta muy difícil para ECOPETROL tener que enfrentar
acciones de tutela y sostener, en caso de llegarlo a hacer para no incurrir en
doble pago, que los aportes voluntarios compensaban el posible incremento
anual de salarios, para no tener que volverlos a hacer, pues ello podría llegar
a conducir que ese desembolso sí tenía entonces esa connotación de salario y
no simplemente un acto de mera liberalidad sin incidencia salarial. En otras
palabras, ese beneficio no podría tener la doble condición de ser y no ser
salario según las circunstancias…”

2.1.12.- Tras pedirse aclaración al concepto emitido por aquel asesor


externo, el mismo profesional se ratificó el día 25 de enero de 2008, esta vez en
los siguientes términos:

“Es profusa la jurisprudencia de la Corte Constitucional al revocar


sentencias de nuestros más altos tribunales judiciales por haber admitido
distinciones o diferenciaciones entre trabajadores de un mismo nivel, con un
claro corte igualitarista que en poco o nada han ayudado a propósitos como
el que tiene en mente implementar ECOPETROL para la consecución o
conservación de sus ejecutivos y frente a una clara competencia que se vive.

De ahí que mi concepto del 14 de diciembre sostuviera, y sobre el cual me


ratifico, que no resultaría recomendable para ECOPETROL conceder cierto
tipo de beneficio económico, para un número determinado de trabajadores y
a otros no, e independientemente de su incidencia o no salarial, como lo serían
los aportes voluntarios a las administradoras de fondos de pensiones, por
cuanto, los afectados podrían por vía de acciones de tutela reclamar ese
mismo reconocimiento. Soy también consciente que entre unos y otros
empleados y por razones evidentemente legales se presentan diferencias como
son las anotadas por el régimen de cesantías como por razón de la entidad
que deberá asumir el pago de la pensión de jubilación o vejez, pero el país
entero se está dando cuenta que esas distinciones están llamadas a
desaparecer, independientemente de compartir o no el alcance de esos
proveídos. (…)

Serán los directivos de la empresa quienes tendrán que adoptar la decisión


final que más se ajuste a sus intereses, en una balanza costo-beneficio, sin
excluir el número de los que se verían beneficiados como afectados.”

2.1.13.- Las anteriores transcripciones, quizá incómodas por su extensión,


resultan imprescindibles en este libelo, porque conducen a demostrar que
Ecopetrol —o más concretamente sus directivos—, actuaron a sabiendas y en
razón de una conducta arcana y avisada, al punto que deliberadamente tuvieron
la intención de continuar generando una situación discriminatoria y diferencial
entre los trabajadores, que resulta manifiestamente contraria a la Constitución y a
la ley, en aplicación de aquella “balanza costo-beneficio” a la que recién había
aludido su asesor.
8

2.1.14.- En efecto, a pesar de los conceptos dados por los asesores, y


puesto que ya Ecopetrol de manera inconsulta había echado a andar esa política
salarial que sus directivos no quisieron reversar, ese mismo año tal política se
siguió consumando, a rajatabla, acudiendo la empresa ante los trabajadores del
«régimen antiguo» con textos en cuyo contenido se leía lo siguiente:

“[S]e somete a su consideración la siguiente cláusula adicional a su contrato


individual de trabajo: «Sobre el monto del estímulo al ahorro efectuado por el
empleador, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, que
subrogó el artículo 128 del Código Sustantivo del Trabajo, las partes acuerdan que no tiene
carácter salarial para ningún efecto».” (destaco)

O textos como el siguiente:

“[S]e somete a su consideración la siguiente cláusula adicional a su contrato


individual de trabajo vigente: «Las partes expresamente convienen que conforme a lo
dispuesto en el artículo 128 del Código Sustantivo de Trabajo, subrogado por el artículo
15 de la Ley 50 de 1990, el monto del estímulo al ahorro que pueda llegar a reconocer esta
sociedad, considerando que tiene la connotación de ser variable y condicionado en función
de la política de compensación vigente, el cargo desempeñado y la estructura salarial de
Ecopetrol S.A., no constituye salario y en consecuencia, no se tomará en cuenta para la
liquidación de las acreencias laborales legales o extralegales que le correspondan al
trabajador».” (destaco)

2.1.15.- Importante es que en cada ocasión en que ante los trabajadores del
«régimen antiguo» se presentó la necesidad imperiosa de modificar el texto del
contrato individual de trabajo en el sentido recién indicado, también se les hacía
saber que el pago del llamado estímulo al ahorro, que se hacía por conducto de
un tercero, y en razón del cual finalmente podía el trabajador del «régimen
antiguo» recibir como remuneración lo justo e igualitario, es decir, el mismo
monto que un trabajador del «régimen nuevo» que desempeñara similares
actividades, dependía del llamado “perfeccionamiento” de la modificación
sugerida —más bien impuesta— al clausulado del contrato individual de trabajo.
Ello ocurría con la siguiente manifestación perentoria:

“En señal de aceptación y con el propósito de perfeccionar el


reconocimiento, le agradecemos enviar a la Regional de Gestión Humana y/o
Coordinación de Servicios al Personal respectiva de la Dirección de
Relaciones Laborales y Desarrollo copia firmada de esta comunicación junto
con la copia de la afiliación a la AFP de su elección (…) Queda entendido
que sólo a partir de la fecha de recibo de los documentos antes relacionados
en las dependencias mencionadas en el párrafo anterior, se surtirán los
efectos respectivos.” (subrayo y destaco)

2.1.16.- Así las cosas, la cadena fáctico-causal para coaccionar a los ahora
demandantes era la siguiente: (i) la no tolerancia del trabajador del «régimen
antiguo» a modificar su contrato de trabajo mediante la firma del documento
correspondiente, le implicaba (ii) no recibir el “reconocimiento” denominado
estímulo al ahorro, y por tanto (iii) no percibir el mismo ingreso que un trabajador
del «régimen nuevo» que desempeñara similares labores o estuviere en similar
nivel dentro del “mapa de cargos” de Ecopetrol.
9

2.1.17.- Por vía de ejemplo, ocurrió que quienes —como en el caso de la


señora Luz Elena Sanabria Mulford— no se sometían a la firma de la cláusula
adicional, a consecuencia de ello Ecopetrol no les pagaba el valor del llamado
“estímulo al ahorro” y, por consiguiente, quedaban expuestos a una aún más
terrible situación de discriminación y desigualdad frente a compañeros que,
desempeñando el mismo tipo de trabajo y estando en el mismo nivel dentro del
mapa de cargos de la empresa, recibían una remuneración muy superior.

2.1.18.- La situación se ilustra con el caso de la mencionada trabajadora,


quien en su momento envió comunicación a Ecopetrol (radicado N° 1-2010-005-
4684 del 2 de febrero de 2010) manifestando en relación con el “estímulo al
ahorro” lo siguiente:

“Con respecto a la estrategia de retención de Ecopetrol S.A., me ha sido


aprobada la política de compensación fija ECP-VTH-D-001, en respuesta a
tal ofrecimiento, manifiesto mi aceptación y solicito el pago de conformidad
con la regulación que hace al respecto el Código Sustantivo del Trabajo en el
cual me encuentro. Así, se hace innecesaria la modificación del contrato
laboral mediante el OTROSÍ y el cambio de régimen de cesantías. Esta
solicitud se fundamenta según el artículo 13 de la Constitución Nacional, ya
que las condiciones para hacer efectivo el pago VULNERA EL DERECHO A
LA IGUALDAD respecto a los demás funcionarios a los que se les
reconocieron dichos beneficios (…)

Por lo anterior y en aras del mejoramiento de mis condiciones salariales de


acuerdo con las políticas de compensación salarial actuales impartidas por el
Presidente de Ecopetrol S.A. solicito el pago de lo aprobado y la no firma al
OTROSÍ que modifica las condiciones de mi contrato individual de trabajo
inicial y el cambio del régimen de cesantías.”

2.1.19.- A lo anterior, la empresa respondió por ante el Doctor Manuel


Antonio Pinzón, Unidad de Selección, Compensación y Movilidad, con oficio de
fecha 23 de febrero de 2010 referenciado “respuesta Derecho de Petición
radicado N° 1-2010-005-4684 del 2 de febrero de 2010”, en el cual,
prácticamente a manera de CONFESIÓN no sólo se confirma lo que se ha venido
manifestando en los anteriores hechos, sino también el injustificado tratamiento
diferencial y discriminatorio que da base a esta demanda:

“Sobre el particular, importante resulta mencionar en primer lugar, que la


Política de Compensación, que obedece a la mera liberalidad de Ecopetrol
S.A. como empleador, fue concebida con el propósito de brindar mayor
competitividad a nuestra empresa frente al sector petrolero, y de esta forma
hacerla más atractiva en el mercado laboral, atendiendo en todo caso los
parámetros de equidad, y con pleno respeto a las garantías constitucionales y
legales de nuestros trabajadores.

Atendiendo tales criterios, se hizo necesario considerar los diferentes grupos


de colaboradores resultantes de las distintas condiciones laborales existentes
al interior de la Empresa, derivadas de los regímenes de cesantías y
pensiones aplicables, lo que hizo indispensable un tratamiento distinto; por
lo que la diferencia entre grupos de trabajadores cuenta con base objetiva,
proporcional y justificada, respaldada en la diferenciación creada por la Ley
10

50 de 1990, tratándose del régimen de cesantía y en el Acto Legislativo N° 01


de 2005 en cuanto al régimen pensional exceptuado se refiere. (…)

Ahora bien, en relación con su manifestación de aceptación de la aplicación


de la política de compensación y solicitud de pago de conformidad con la
regulación contenida en el Código Sustantivo de Trabajo, para lo cual hace
mención a que no resulta necesario suscribir un otrosí que modifique su
contrato laboral y el cambio de régimen de cesantías, necesario es precisar,
que la cláusula adicional que para su caso particular acompaña la forma de
materialización de la política de compensación, en ningún momento modifica
su contrato individual de trabajo así como tampoco hace referencia al
régimen de cesantías, por lo que no se comparten las apreciaciones que sobre
el particular se esbozan en su escrito (…)”.

2.1.20.- Se observa entonces, no sólo que Ecopetrol hizo tratamientos


diferenciales sobre bases que no justifican un tratamiento diferencial de acuerdo
con el test de razonabilidad que tiene establecido la jurisprudencia constitucional,
sino que, más allá de ello, indujo a engaño a los reclamantes, haciéndoles pensar
con respuestas como la colacionada que la firma del otrosí “en ningún momento
modifica su contrato individual de trabajo”, lo cual a todas luces no era
cierto, y comporta un esguince a la buena fe contractual que sin duda también rige
en las relaciones de trabajo, por expresa disposición legal.

2.1.21.- Finalizamos la exposición de este caso emblemático manifestando


que, por no haber accedido la señora Luz Elena Sanabria Mulford a la imposición
de suscribir el otrosí, tal como lo exigía Ecopetrol, tal empresa nunca pagó a ella
el “estímulo al ahorro” del mismo modo en que lo hizo con los demás
trabajadores que sí lo suscribieron, y por consiguiente, la puso en una condición
de terrible desventaja económica, —siendo que desempeñaba similar trabajo en
el mismo nivel—, y a esa situación fue a la que tuvieron temor los aquí
demandantes, razón por la cual tuvieron que aceptar en su momento las
imposiciones de la empresa, procediendo a firmar el mencionado otrosí contra su
real y libre voluntad.

2.1.22.- Por consiguiente es un hecho, y no una opinión, que Ecopetrol


planteó la siguiente contradicción performativa, de suyo constitutiva de un
deplorable estropicio lógico: (i) para poder percibir materialmente la
remuneración directa por la prestación del servicio (es decir el salario), el
trabajador debía formalmente renunciar a que el estímulo al ahorro fuera
considerado para liquidar la pensión (es decir parte del salario). Así pues, por ser
un monto notable dentro del ingreso del trabajador —que en muchos casos
ascendía a más del 100% de la suma exigua que la empresa aceptaba reconocer
como “salario”—, la opción de firmar o no firmar, para así expresar consentimiento,
no fue libre, sino presionada y precedida de admoniciones.

2.1.23.- Tras haber sido planteada la controversia que justifica esta


demanda vía acción de tutela, la Honorable Corte Constitucional, finalmente, ha
venido estimando de manera reiterada que ese no era el mecanismo procesal
idóneo para resolver tal controversia, y por tanto ha dejado sentado que lo
11

procedente es someter este asunto ante el órgano jurisdiccional, a través del


proceso laboral ordinario.

2.1.24.- Pero aun cuando esa Honorable Corporación ha venido


sentenciado que la acción de tutela no era el mecanismo procesal adecuado para
resolver la controversia, en varios de sus pronunciamientos, se ha permitido
esclarecer(10) que los puntos centrales de la controversia debidamente tramitada,
a su juicio, serían los siguientes: (a) Para empezar, la existencia y alcance que
pudiere llegar a tener el acuerdo firmado entre el trabajador y la empresa,
específicamente en lo que toca con que “las partes expresamente convienen
que conforme a lo dispuesto en el artículo 128 del Código Sustantivo del
Trabajo, subrogado por el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, el monto del
estímulo al ahorro que pueda llegar a reconocer esta sociedad
considerando que tiene connotación de ser variable y condicionado en
función de la política de compensación vigente, el cargo desempeñado y
la estructura salarial de Ecopetrol S.A., no constituye salario y en
consecuencia, no se tomará en cuenta para la liquidación de las
acreencias laborales legales o extralegales que le correspondan al
trabajador”; (b) Además, en palabras de la propia Corte Constitucional, debatir
sobre “la finalidad, conducencia y fundamentos de la decisión adoptada
por la Empresa Colombiana de Petróleos S.A. de introducir una
nivelación de ingresos a sus trabajadores en lugar de aplicar un reajuste
salarial”.(11)

2.1.25.- Quienes conforman la parte actora, por ante el suscrito apoderado,


agotaron el requisito de reclamación administrativa previa mediante sendos
escritos radicados en Ecopetrol S.A., y tal empresa ofreció contestación
manifestando, en esencia, lo siguiente:

“Sobre el particular es del caso señalar que tal y como es conocido por su
representado, las acciones derivadas de la nueva política de compensación,
que obedece a la mera liberalidad de ECOPETROL S.A., fue adicional a la
paga que venían percibiendo los trabajadores como contraprestación de los
servicios prestados y, para su situación particular se concretó a través de un
estímulo al ahorro que además de promover y estimular el ahorro, le genera
alivios en su carga tributaria, en razón a lo cual, no es acertada su
manifestación que se hubiese exigido a los trabajadores la modificación del
contrato individual de trabajo.

En ese sentido, no son de recibo sus argumentaciones sobre una pretendida


incidencia salarial de ese pago, habida cuenta que, tal y como se ha señalado
en diversas oportunidades, la Política de Compensación que por mera
liberalidad aplicó Ecopetrol S.A., es ajena y no se relaciona con los ajustes
anuales sobre el salario básico, y menos aún tenía como referente nivelar
salarios como equivocadamente ahora pretende hacerse ver, pues se reitera
que como se dio a conocer a los trabajadores, el propósito de ésta no era otro
distinto que revisar la competitividad en la compensación de la empresa
respecto al mercado petrolero colombiano, lo que incluye no sólo salarios

10 Corte Constitucional, Sentencia T-1033 de 2010, M.P. Dr. Jorge Iván Palacio Palacio.
11 Ibídem.
12

básicos como se pretende mostrar, sino como quedó dicho, prestaciones


legales y extralegales, y beneficios, teniendo presente que estos últimos en
ECOPETROL S.A. son ostensiblemente mayores que las prácticas del
mercado.

Adicionalmente debe precisarse que el estímulo al ahorro que a través de


aportes voluntarios, le fue concedido a su poderdante, como resultado de la
aplicación de la Política de Compensación, nunca ha tenido incidencia
salarial, por así haberlo determinado las partes, lo cual encuentra pleno
respaldo en lo previsto en el artículo 128 del Código Sustantivo del Trabajo,
subrogado por el artículo 15 de la Ley 50 de 1990, conforme al cual, resulta
constitucional y legalmente viable que las partes de una relación de trabajo,
como aquí ha ocurrido, pacten expresamente los beneficios y auxilios que no
constituyen salario para efectos de la liquidación de prestaciones sociales,
razón por la cual, no son de recibo sus consideraciones en relación con que
se trate de una cláusula ilegal o ineficaz, pues la misma cuenta con debido
respaldo jurídico. Además, no es comprensible cómo, luego de haberse
aceptado el beneficio y en ejercicio de la autonomía de la voluntad de las
partes haber suscrito el respectivo documento, luego de más de dos (2) años
de percibir el beneficio, ahora se pretenda desconocer la no incidencia
salarial del mismo.”

De modo que, visto que el trabajador hizo la reclamación administrativa previa, y


que el empleador ya se pronunció respecto de ella, cabe decir que está agotado
en cabal forma el requisito de procedibilidad para el ejercicio del derecho de
acción.(12)

2.2.- Situaciones particulares:

2.2.1.- De Jorge Humberto Arango Herrera:

2.2.1.1.- El señor Arango Herrera ingresó al servicio de Ecopetrol el


día 3 de agosto de 1987.

2.2.1.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 12 de julio de 2010,


se verifica que en total trabajó para la empresa 22 años, 11 meses, 9
días.

2.2.1.3.- Su último cargo fue gerente de refinados.

2.2.1.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 11, y como
remuneración directa por el servicio prestado, 3 meses antes de
jubilarse recibía un “salario” de $7’750.000, más un monto por

12 Código Procesal del Trabajo y la Seguridad Social, “ARTICULO 6°. RECLAMACIÓN


ADMINISTRATIVA. (Modificado por el artículo 4° de la Ley 712 de 2001): Las acciones
contenciosas contra la Nación, las entidades territoriales y cualquiera otra entidad de la
administración pública sólo podrán iniciarse cuando se haya agotado la reclamación
administrativa. Esta reclamación consiste en el simple reclamo escrito del servidor público o
trabajador sobre el derecho que pretenda, y se agota cuando se haya decidido o cuando
transcurrido un mes desde su presentación no ha sido resuelta”.
13

“estímulo al ahorro” de $14’166.700, que era pagado a través de la


AFP Horizonte BBVA.

2.2.1.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaba, por
ejemplo: Felipe Trujillo como Gerente de Petroquimicos
Vicepresidencia de Suministro y Mercadeo; Pablo Motta como Gerente
de Planeación y Suministro Vicepresidencia de Suministro y Mercadeo;
Alexander Cadena como Gerente de Nuevos Negocios del Down
Stream o Juan Carlos Quintero Páez como Gerente de Operación
Centralizada Vicepresidencia de Transporte quienes para la fecha de
jubilación de mi poderdante contaban con una asignación salarial
mensual equivalente a la suma del salario básico de mi representado
más el estímulo al ahorro recibido por él.

2.2.2.- De Luis Fernando Rubiano Ramírez:

2.2.2.1.- El señor Rubiano Ramírez ingresó al servicio de Ecopetrol el


día 18 de marzo del año 1986.

2.2.2.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 4 de abril del año 2010
se verifica que en total trabajó para la empresa 24 años, 0 meses, 17
días.

2.2.2.3.- Su último cargo fue Coordinador de Línea Estratégica de


Seguridad Física y Transporte Aéreo.

2.2.2.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 8, y como
remuneración directa por el servicio prestado justo antes de jubilarse
recibía un “salario” de $ 4.774.000, más un monto por “estímulo al
ahorro” de $5.593.000, que era pagado a través de la AFP SKANDIA.

2.2.2.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado 8 de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaba, por
ejemplo, Ricardo Jaramillo Estrada y Orlando Cortes Tulande, quien
para la fecha de jubilación de mi poderdante contaban con una
asignación salarial mensual de $ 13´330.935 y $13´332.414
respectivamente.

2.2.3.- De María Alexandra López Bello:

2.2.3.1.- La señora López Bello ingresó al servicio de Ecopetrol el día


21 de mayo del año 1986.
14

2.2.3.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 31 de diciembre del


año 2009 se verifica que en total trabajó para la empresa 23 años, 7
meses, 10 días.

2.2.3.3.- Su último cargo fue Jefe Encargado de la Coordinación


Centro Nacional de Atención al Cliente.

2.2.3.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado profesional 1
de la Dirección de Servicios y Beneficios y como remuneración directa
por el servicio prestado justo antes de jubilarse recibía un “salario” de
$4´456.000.°°, más un monto por “estímulo al ahorro” de
$2´969.700.°°, que era pagado a través de la AFP Skandia.

2.2.3.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaban, por
ejemplo, Ana María Hernández de la Dirección de Exploración y María
Victoria Bacca de la Vicepresidencia de Talento Humano, quienes para
la fecha de jubilación de mi poderdante contaban con una asignación
salarial mensual muy superior.

2.2.4.- De Carlos Enrique Sánchez Ortíz:

2.2.4.1.- El señor Sánchez Ortíz ingresó al servicio de Ecopetrol el día


31 de agosto del año 1992.

2.2.4.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 22 de Julio del año


2010 se verifica que en total trabajó para la empresa 17 años, 11
meses, 09 días.

2.2.4.3.- Su último cargo fue Jefe Regional de Abastecimiento de


Magdalena Medio.

2.2.4.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 9, y como
remuneración directa por el servicio prestado justo antes de jubilarse
recibía un “salario” de $5´842.000.°°, más un monto por “estímulo al
ahorro” de $7´616.200, que era pagado a través de la AFP Porvenir.

2.2.4.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado, era par en la organización el señor José Vicente Velasco Melo,
con el cargo de Jefe Regional de Abastecimiento Central con las
mismas funciones de cargo y la misma clasificación en el mapa de
cargos de la compañía, quien para la fecha de jubilación de mi
poderdante, en cambio, contaba con una asignación salarial mensual
de $16´440.043°°.
15

2.2.5.- De Claudia Victoria Mesa Arévalo:

2.2.5.1.- La señora Mesa Arévalo ingresó al servicio de Ecopetrol el


día 5 de octubre de 1987.

2.2.5.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 1° de abril de 2011 se


verifica que en total trabajó para la empresa 23 años, 05 meses, 26
días.

2.2.5.3.- Su último cargo fue Líder de Talento Humano de la


Vicepresidencia de Talento Humano.

2.2.5.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 8, y como
remuneración directa por el servicio prestado justo antes de jubilarse
recibía un “salario” de $3´910.078°°, más un monto por “estímulo al
ahorro” de $6’689.900.°°, que era pagado a través de la AFP Skandia.

2.2.5.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado 8, de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaba, por
ejemplo, el Sr. Álvaro Berdugo, quien para la fecha de jubilación de mi
poderdante contaba con una asignación salarial mensual superior a los
$13’000.000.°° pesos mensuales.

2.2.6.- De María del Rosario Rubio Trujillo:

2.2.6.1.- La señora Rubio Trujillo ingresó al servicio de Ecopetrol el


día 2 de octubre de 1989.

2.2.6.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 16 de abril de 2010 se


verifica que por información de la empresa en total trabajó 22 años, 6
meses, 17 días.

2.2.6.3.- Su último cargo fue el de Coordinadora de Mercadeo y


Estrategia de Refinados.

2.2.6.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 9, y como
remuneración directa por el servicio prestado justo antes de jubilarse
recibía un “salario” de $4´759.000.°°, más un monto por “estímulo al
ahorro” de $8´904.900.°°, que era pagado a través de la AFP BBVA
Horizonte.

2.2.6.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado 9 de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa se hallaban
16

en el mismo nivel p. ej: Arturo Mejía Molina (Coordinador de Análisis


de Mercadeo y Cobertura de Riesgos); Rodrigo Satizabal (Jefe
Departamento de Medición y Contabilización); Fernando Cubillos
(Coordinador de Mercadeo y Estrategia Petroquímicos); o Patricia
Zuluaga (Coordinadora Trading y Mercadeo), quienes no recibían
estímulo al ahorro y por el contrario sí recibían su salario completo.

2.2.7.- De William Correa Ballesteros:

2.2.7.1.- El señor Correa Ballesteros ingresó al servicio de Ecopetrol


el día 10 de agosto de 1987.

2.2.7.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 29 de julio de 2010 se


verifica que en total trabajó para la empresa 23 años, 04 meses, 19
días.

2.2.7.3.- Su último cargo fue Jefe de Unidad de Abastecimiento


Estratégico.

2.2.7.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 10, y como
remuneración directa por el servicio prestado justo antes de jubilarse
recibía un “salario” de $5´616.000.°°, más un monto por “estímulo al
ahorro” de $10´886.000.°°, que era pagado a través de la AFP
Skandia.

2.2.7.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


cargo de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaba, por
ejemplo, Fabián Enrique Sanabria como Jefe de Unidad de
Infraestructura y Servicios de la Dirección de Tecnología de la
Información; y Andrés Reyes Harker como Jefe de Unidad de Líneas
de Investigación del Instituto Colombiano del Petróleo, quienes, como
se observa, para la fecha de jubilación de mi poderdante contaban con
cargos de Jefatura jerárquicamente similares, pero con salarios muy
superiores.

2.2.8.- De Cristian Barajas González:

2.2.8.1.- El señor Barajas González ingresó al servicio de Ecopetrol el


día 31 de agosto de 1987.

2.2.8.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 30 de Julio del año


2010 se verifica que en total trabajó para la empresa 22 años, 10
meses, 29 días.
17

2.2.8.3.- Su último cargo fue Profesional 1A de la Dirección de


Tecnología de Información DTI.

2.2.8.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado Profesional
1A, y como remuneración directa por el servicio prestado justo antes
de jubilarse recibía un “salario” de $4´076.310.°°, más un monto por
“estímulo al ahorro” de $6´961.700.°°, que era pagado a través de
la AFP Porvenir.

2.2.8.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


grado 1A DTI de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaba,
por ejemplo, el señor Javier David Ospina, quien para la fecha de
jubilación de mi poderdante contaba con una asignación salarial
mensual de $8´362.000.°°.

2.2.9.- De Jaime Alberto González Vivas:

2.2.9.1.- El señor González Vivas ingresó al servicio de Ecopetrol el


día 5 de enero del año 1987.

2.2.9.2.- Siendo que su jubilación ocurrió el día 29 de Julio de 2010


se verifica que en total trabajó para la empresa 23 años, 08 meses, 24
días.

2.2.9.3.- Su último cargo fue Jefe de Unidad de Abastecimiento Local


y Regional.

2.2.9.4.- De acuerdo con el “mapa de cargos” diseñado por la


empresa, al momento de su retiro se hallaba en el grado 10, y como
remuneración directa por el servicio prestado justo antes de jubilarse
recibía un “salario” de $5´631.000, más un monto por “estímulo al
ahorro” de $11´150.200.°°, que era pagado a través de la AFP ING.

2.2.9.5.- Entre sus compañeros de trabajo, ubicados en el mismo


cargo de acuerdo con el mapa de cargos de la empresa estaba, por
ejemplo, Fabián Enrique Sanabria como Jefe de Unidad de
Infraestructura y Servicios de la Dirección de Tecnología de la
Información; y Andrés Reyes Harker como Jefe de Unidad de Líneas
de Investigación del Instituto Colombiano del Petróleo, quienes, como
se observa, para la fecha de jubilación de mi poderdante contaban con
cargos de Jefatura jerárquicamente similares, pero con salarios muy
superiores.

3.- Fundamentos y razones de Derecho:


18

Los fundamentos y razones de Derecho, están compuestos por prescripciones


normativas de orden constitucional y legal, así como por posiciones
jurisprudenciales y doctrinales.

La noción “estímulo al ahorro” ni siquiera es cosecha de los directivos a cuyo


cargo estuvo implementar semejante política salarial en Ecopetrol, sino obedece
a una terrible tergiversación de lo que tal noción alguna vez fue, en épocas en que
estuvo normativamente regulada.

Como bien lo ha retratado la jurisprudencia(13), la figura encuentra uno de sus


antecedentes en el contenido de la Ley 6° de 1945:

“ARTÍCULO 24.- En las obras que construya directamente La Nación o que


ésta contrate, todo obrero que en el año 1945 trabaje dos meses continuos a
su servicio y que presente libreta certificada de la Caja Colombiana de
Ahorros, en que conste tener ahorrada en la mencionada institución la suma
de diez pesos ($10), tendrá derecho a que por su pagador, en la misma Caja y
sobre la misma libreta, en calidad de «prima de ahorro al trabajo», se le
consigne el valor equivalente al jornal de una semana completa de trabajo.

Con el mismo carácter de «prima de ahorro al trabajo», mensualmente, sobre


las sumas ahorradas que cada trabajador presente consignadas en su libreta,
se le reconocerá un diez por ciento (10%) hasta concurrencia de un treinta
por ciento (30%) del valor de los jornales, ordinarios y extraordinarios,
recibidos por el obrero durante el mes.

Parágrafo: No habrá lugar al reconocimiento del diez por ciento (10%) a que
se refiere el presente artículo, cuando el trabajador haya retirado, en el curso
del mismo mes, una suma mayor del cincuenta por ciento (50%) de lo
consignado durante el mes.

El Gobierno queda autorizado para que cuando lo juzgue conveniente, haga


extensivas las disposiciones anteriores a los empleados nacionales, así como
para incrementar en forma análoga el ahorro entre los obreros y empleados
particulares, y para dictar las disposiciones reglamentarias a que haya
lugar.”

Al rompe, se observa cómo se ha pervertido con el paso de los años el contorno


conceptual de lo que en principio fue concebido como una política de fomento en
el ámbito de un modelo de Estado intervencionista. Evidentemente, la
desesperada búsqueda de alternativas heterodoxas que permitan retorcer las
conquistas alcanzadas por los trabajadores tras larguísimos periodos de avances
y retrocesos sociales, jurídicos o económicos, no tiene límite.

En la conducta de Ecopetrol hay “fraude a la ley”, puesto que para evitar que
se den los efectos concebidos por el legislador, —como por ejemplo que la
pensión de un trabajador sometido a tal régimen legal se tase y establezca según
el monto del salario con que se retira del servicio—, la empresa decidió adoptar

13 Consejo de Estado, Sección Segunda, Sentencia del 6 de agosto de 2009, M.P. Dr. Víctor Hernando
Alvarado.
19

una política para distorsionar la realidad, y habiéndola distorsionado, favorecerse


de dicha distorsión.

Normativamente la conducta está tipificada del siguiente modo en el Código


Sustantivo del Trabajo, y aunque casi olvidada por desuso en nuestra tradición
jurídica, sigue vigente, y para el caso calza a la perfección:

“ARTICULO 198. FRAUDE A LA LEY. Cuando una empresa fraccione o


disminuya su capital o restrinja sin justa causa la nómina de los salarios, y
adopte sistemas o se valga de otros recursos para eludir las prestaciones de
sus trabajadores, el Ministerio de Trabajo puede declararla sujeta a las
cargas correspondientes a su clasificación real, previo examen de los
hechos”.

La distorsión no es otra que la de disfrazar el salario, dividiéndolo en rubros que


aunque adoptan otro nombre, sólo se pagan como contraprestación por el sólo
hecho del servicio prestado, pero a través de un tercero, y siempre mediando
la aquiescencia del trabajador, la cual es fácil de lograr, dada la capacidad de
incidencia que tiene sobre éste la condición jerárquica que se deja sentir entre las
partes del contrato individual de trabajo, en el que de un lado está el trabajador, y
del otro lado el empleador mismo, o un trabajador jerárquicamente superior que,
para el caso, representa de manera excluyente los intereses y propósitos de la
parte contratante y por encargo hace admoniciones al trabajador, para lograr que
éste acepte ciertas imposiciones.

Es contradictoria e ilógica la postura de Ecopetrol, puesto que cuando se le


inquiere en razón del trato discriminatorio que genera entre los trabajadores del
«régimen antiguo» y los del «régimen nuevo» por el modo diferencial de
estructurar los rubros que componen la remuneración por el servicio prestado,
responde que no hay trato diferencial porque a fin de cuentas los “ingresos
monetarios” de unos y otros son exactamente iguales si desempeñan similares
labores; pero si acto seguido, se inquiere de nuevo a Ecopetrol acerca de por qué,
entonces, no liquida las pensiones de los trabajadores del «régimen antiguo»
según el monto con que los ha remunerado de manera directa por los servicios
prestados del mismo modo que los trabajadores del «régimen nuevo», contesta
que es así en razón de la modificación hecha al contrato de trabajo, en la que
quedó pactado —pero sólo con los trabajadores del «régimen antiguo»— que
el rubro “estímulo al ahorro (…) no constituye salario y, en consecuencia,
no se tomará en cuenta para la liquidación de las acreencias laborales
(…)”.

Por tal vía sucede que el proyecto de vida del (ex)trabajador y de su familia, y de
contera la suerte y el futuro de sus derechos laborales, lejos de estar dependiendo
de un desencuentro conceptual serio y profundo frente al empleador, más bien
está dependiendo de un juego de palabras.

El principio “a trabajo igual, salario igual”, cuya existencia en nuestro


régimen jurídico no tiene por qué tener, —ni tiene—, discusión o matices, no
20

puede desfigurarse por un habilidoso artificio semántico, para pasar


disimuladamente a ser “a trabajo igual, ingreso monetario igual”, puesto
que esa desfiguración, en apariencia inocua, conduce a que el verdadero principio
se haga nugatorio en sus dos (2) más importantes consecuencias, también
inherentes a la llamada igualdad salarial: (i) igualdad en las condiciones en que
se recibe el salario igual, así como (ii) igualdad en los efectos que tiene para unos
y otros recibir salario igual.

Ni por asomo puede decirse que hay cabal aplicación del principio “a trabajo
igual, salario igual” cuando uno de los copartícipes de la relación de igualdad,
aunque recibe una remuneración directa que es aritméticamente equivalente a la
que reciben los demás partícipes de dicha relación, a la postre recibe lo que le
corresponde de manera diferente (p. ej. en tiempo, modo y lugar) o, a las claras
lo recibe mediando una diferenciación relevante en razón de lo cual pierde
beneficios por la forma que toma la remuneración recibida (p. ej. no ser tal monto
considerado como factor para liquidar prestaciones sociales, no ser considerado
como monto exento de impuestos, o no contar para su historial crediticio).

Eso es una obviedad que se vuelve trizas con la política salarial adoptada por
Ecopetrol S.A. bajo el eufemismo “Política de Compensación” que de cuando
en vez, en sus propios documentos y por el impulso mismo de la conciencia, se
ve añadido con la expresión “Salarial”.

Es evidente que mientras por un lado los trabajadores del «régimen antiguo»
reciben como contraprestación económica por el simple hecho de cumplir con sus
labores habituales, o lo que es lo mismo como retribución directa del servicio que
prestan, un beneficio económico desmembrado o discriminado en distintos rubros,
uno de los cuales se disfraza bajo el nombre de “estímulo al ahorro”, y
contrariando la primacía de la realidad es pagado a través de un tercero y
presentado como si correspondiera a un pago ocurrido como «bonificación» por
mera liberalidad o generosidad del empleador; por otro lado, en cambio, los
trabajadores del «régimen nuevo», reciben como contraprestación por la misma
labor realizada, o como retribución directa por ese mismo tipo de servicio, un rubro
no desmembrado que sí es pagado bajo el concepto de “salario”.

Confiamos en que un Juez seriamente conectado con la realidad en que juzga, y


comprensivo de cuál es la ética empresarial más ampliamente difundida en
Colombia, sospeche, amén de las reglas de la experiencia y de la sana crítica,
acerca de cuáles son los verdaderos motivos de conveniencia por los que una
empresa, según dice por mera liberalidad, paga religiosamente sólo a sus
trabajadores próximos a pensionarse una “bonificación” que en algunos casos
llega a ser superior al 100% del monto del rubro que llama “salario”, bonificación
que, además, viene a coincidir de manera precisa con la diferencia que
aritméticamente hay entre los “salarios” (entre comillas) de los trabajadores del
«antiguo régimen» y los salarios (ciertos) de los trabajadores del «nuevo
régimen».
21

El problema jurídico, en esencia, no es aquel que habita en el terreno al que


Ecopetrol quiere llevar la controversia, porque el problema jurídico no sólo es si
hubo o no hubo un tratamiento diferencial entre los trabajadores del «régimen
nuevo» y los del «régimen antiguo» —que es evidente que lo hubo y es ilícito—
; ni siquiera el problema pasa sólo a ser si tal discriminación estaba o no estaba
justificada —que obviamente no lo estaba y es ilícita—; el problema central,
además de los anteriores, viene a ser si lo que pagó Ecopetrol al trabajador del
«régimen antiguo» a través de un tercero, para el caso una AFP, era o no era
SALARIO, independientemente de cómo haya querido el empleador bautizarlo, e
independientemente de qué haya sido lo que el empleador le propuso al trabajador
pactar, y en efecto pactaron, en contrario. Ése es el punto.

La parte demandante cree conocer la posición de Ecopetrol S.A. sobre el


particular, y también sabe bien que dicha empresa se dice amparada en el
contenido de la ley, y en la interpretación que, a su manera, hace de los
pronunciamientos tanto de la Honorable Corte Constitucional, como de la
Honorable Corte Suprema de Justicia sobre el particular, los cuales pasamos a
colacionar y analizar:

En efecto, en el texto de la ley vigente, se lee a propósito de la noción de


«salario» lo siguiente:

ARTICULO 127. ELEMENTOS INTEGRANTES. (Artículo modificado por el


artículo 14 del Ley 50 de 1990. El nuevo texto es el siguiente) Constituye
salario no sólo la remuneración ordinaria, fija o variable, sino todo lo que
recibe el trabajador en dinero o en especie como contraprestación directa del
servicio, sea cualquiera la forma o denominación que se adopte, como primas,
sobresueldos, bonificaciones habituales, valor del trabajo suplementario o de
las horas extras, valor del trabajo en días de descanso obligatorio, porcentajes
sobre ventas y comisiones.

ARTICULO 128. PAGOS QUE NO CONSTITUYEN SALARIOS. (Artículo


modificado por el artículo 15 de la Ley 50 de 1990. El nuevo texto es el
siguiente) No constituyen salario las sumas que ocasionalmente y por mera
liberalidad recibe el trabajador del empleador, como primas, bonificaciones
o gratificaciones ocasionales, participación de utilidades, excedentes de las
empresas de economía solidaria y lo que recibe en dinero o en especie no para
su beneficio, ni para enriquecer su patrimonio, sino para desempeñar a
cabalidad sus funciones, como gastos de representación, medios de
transporte, elementos de trabajo y otros semejantes. Tampoco las prestaciones
sociales de que tratan los títulos VIII y IX, ni los beneficios o auxilios
habituales u ocasionales acordados convencional o contractualmente u
otorgados en forma extralegal por el {empleador}, cuando las partes hayan
dispuesto expresamente que no constituyen salario en dinero o en especie,
tales como la alimentación, habitación o vestuario, las primas extralegales,
de vacaciones, de servicios o de navidad.
22

Respecto de las antedichas normas, se ha pronunciado la Honorable Corte


Constitucional(14), declarando la exequibilidad de las disposiciones citadas,
agregando a modo de doctrina constitucional, lo siguiente:

“La noción de salario, y particularmente su valor como retribución al servicio


que se presta a un empleador, representado en el principio a trabajo igual
salario igual, lo ha deducido la Corte de distintas normas de la Constitución,
en diferentes oportunidades (…).

[C]onstituye salario no sólo la remuneración ordinaria, fija o variable sino


todo lo que recibe el trabajador en dinero o en especie como contraprestación
o retribución directa y onerosa del servicio, y que ingresa real y efectivamente
a su patrimonio, es decir, no a título gratuito o por mera liberalidad del
empleador, ni lo que recibe en dinero, en especie, no para su beneficio ni para
enriquecer su patrimonio, sino para desempeñar a cabalidad sus funciones, ni
las prestaciones sociales, ni los pagos o suministros en especie, conforme lo
acuerden las partes, ni los pagos que según su naturaleza y por disposición
legal no tienen carácter salarial, o lo tienen en alguna medida para ciertos
efectos, ni los beneficios o auxilios habituales u ocasionales, acordados
convencional o contractualmente u otorgados en forma extralegal por el
empleador, cuando por disposición expresa de las partes no tienen el carácter
de salario, con efectos en la liquidación de prestaciones sociales.
(…)
Los diferentes pagos laborales que recibe el trabajador del empleador,
clasificados en la aludida sentencia como salarios, descansos, prestaciones
sociales, indemnizaciones y pagos no salariales tienen su fuente o causa en la
relación laboral, a que da origen el vínculo jurídico que surge entre el
trabajador y el empleador con ocasión del servicio subordinado que el
primero realiza en favor de éste, aunque cada uno tenga su propia
significación y respondan a objetivos diferentes, como la retribución directa
por la actividad laboral, o la que cubre los riesgos inherentes al trabajo, o
constituye un resarcimiento de los perjuicios irrogados al trabajador por la
violación de sus derechos, o tiene el significado de una liberalidad o está
destinada a facilitar la labor del trabajador, etc.

Estima la Sala que es de la competencia del legislador, dentro de la libertad


que tiene como conformador de la norma jurídica, determinar los elementos
de la retribución directa del servicio dentro de la relación laboral
subordinada, esto es, lo que constituye salario, con arreglo a los criterios y
principios ya mencionados, lo cual le impide desconocer la primacía de la
realidad sobre la forma y mudar arbitrariamente la naturaleza de las cosas,
como sería quitarle la naturaleza de salario a lo que realmente tiene este
carácter.

Igualmente, dicha competencia se extiende a la determinación expresa,


respetando los referidos criterios y principios, o deferida a la voluntad de las
partes, de los pagos o remuneraciones que no constituyen salario para los
efectos de la liquidación de prestaciones sociales. Esto último es
particularmente admisible, dado que la existencia del contrato y de los
acuerdos y convenios de trabajo como reguladores de las relaciones de
trabajo es reconocida por la propia Constitución (art. 53), en cuanto no
menoscaben la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los
trabajadores.”

14 Corte Constitucional, Sentencia C-521 del 16 de noviembre de 1995, M.P. Dr. Antonio Barrera Carbonell.
23

En las anteriores apreciaciones —equivocadamente a nuestro juicio— Ecopetrol


S.A. se ha sentido amparada para llevar a cabo sus cometidos, pero es innegable
que una adecuada comprensión de lectura deja en claro que, según este
primigenio criterio de la Honorable Corte Constitucional, aquello acordado
“convencional o contractualmente” o que es otorgado “en forma extralegal
por el empleador, cuando por disposición expresa de las partes no tiene
el carácter de salario, con efectos en la liquidación de prestaciones
sociales”, sólo pueden ser “beneficios o auxilios habituales u ocasionales”,
pero nunca “lo que recibe el trabajador en dinero o en especie como
contraprestación o retribución directa y onerosa del servicio, y que
ingresa real y efectivamente a su patrimonio” (en cursivas lo que es transcrito
de dichas normas).

En diversos escenarios judiciales Ecopetrol S.A. ha querido justificar su proceder


en relación con el llamado “estímulo al ahorro” indicando, fundamentalmente,
que estuvo ajustado a lo que posibilitó el legislador a través del artículo 15 de
la Ley 50 de 1990 (que recién he transcrito) en relación con lo que no es salario,
y en el hecho diciente de que los involucrados han aceptado de manera expresa
las condiciones y términos de la llamada “cláusula adicional” que les fue
“propuesta” por la empresa.

Sin embargo, ocurre que por otra parte está lo expresado por la Honorable Corte
Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral(15), refiriéndose a cuál es la recta
interpretación de los arts 127° y 128° del Código Sustantivo del Trabajo, ya en
vigencia de las reformas introducidas mediante los artículos 14° y 15° la Ley 50
de 1990:

"Estas normas, en lo esencial siguen diciendo lo mismo bajo la nueva


redacción de los artículos 14 y 15 de Ley 50 de 1990, puesto que dichos
preceptos no disponen, como pareciera darlo a entender una lectura
superficial de sus textos, que un pago que realmente remunera el servicio, y
por lo tanto constituye salario ya no lo es en virtud de la disposición unilateral
del empleador o por convenio individual o colectivo con sus trabajadores. En
efecto ni siquiera al legislador le está permitido contrariar la naturaleza de
las cosas, y por lo mismo no podría disponer que un pago que retribuye a la
actividad del trabajador ya no sea salario. Lo que verdaderamente quiere
decir la última parte del artículo 15 de la ley 50 de 1990, aunque debe
reconocerse que su redacción no es la más afortunada, es que a partir de su
vigencia pagos que son "salario" pueden no obstante excluirse de la base de
cómputo para la liquidación de otros beneficios laborales (prestaciones
sociales, indemnizaciones, etc)".

"Este entendimiento de la norma es el único que racionalmente cabe hacer, ya


que aún cuando habitualmente se ha tomado el salario como la medida para
calcular las prestaciones sociales y las indemnizaciones que legalmente se
establecen en favor del trabajador, no existe ningún motivo fundado en los
preceptos constitucionales que rigen la materia o en la recta razón, que impida
al legislador disponer que una determinada prestación social o indemnización
se liquide sin consideración al monto total del salario del trabajador, esto es,

15 Corte Suprema de Justicia, Sentencia del 12 de febrero de 1993. M.P. Dr. Hugo Suescún Pujols.
24

que se excluyan determinados factores no obstante su naturaleza salarial, y


sin que pierdan por ello tal carácter. El Legislador puede entonces también —
y es estrictamente lo que ha hecho— autorizar a las partes celebrantes un
contrato individual de trabajo, o de una convención colectiva de trabajo o de
un pacto colectivo, para disponer expresamente que determinado beneficio o
auxilio extralegal, a pesar de su carácter retributivo del trabajo, no tenga
incidencia en la liquidación y pago de otras prestaciones o indemnizaciones.
Lo que no puede lógicamente hacerse, ni por quienes celebran un convenio
individual o colectivo de trabajo, es disponer que aquello que por esencia es
salario, deje de serlo".

Una ligera interpretación de la anterior posición de la Corte Suprema de Justicia,


podría conducir a pensar que hizo bien Ecopetrol al pactar con el trabajador que
cierto rubro no constituyera salario, ni tuviere peso a la hora de liquidar las
prestaciones del trabajador. No obstante, nada de ello tiene razón de ser,
básicamente, por dos (2) potísimas cuestiones que surgen al hacer una lectura
responsable y algún análisis frente a la postura de la Honorable Corte Suprema:

Primero, que lo pactado entre Ecopetrol y el trabajador del «régimen antiguo»


como cláusula adicional al contrato individual de trabajo inicialmente suscrito no
señala que el “estímulo al ahorro” sí es salario, pero que aún siéndolo no
tiene incidencia prestacional —que fue lo que la Corte Suprema indicó que sí era
posible pactar—; lo que dice la cláusula adicional al contrato individual de trabajo
es algo muy distinto, como que el llamado “estímulo al ahorro” no es salario,
y que precisamente por no serlo es que no tiene incidencia prestacional —
siendo que en interpretación de la Corte Suprema “lo que no puede
lógicamente hacerse, por quienes celebran un convenio individual o
colectivo de trabajo, es disponer que aquello que por esencia es salario,
deje de serlo”—. La proposición jurídica vertida en la cláusula adicional del
contrato individual de trabajo siendo contentiva de causa y de efecto no es divisible
y debe ser analizada en forma completa.

Segundo, que tanto la posición inicial de la Honorable Corte Constitucional recién


citada, como la de la Honorable Corte Suprema de Justicia que había sido
recogida en esa misma providencia de constitucionalidad, ya quedaron superadas
en la línea jurisprudencial con la Sentencia de Unificación proferida en 1999 por
la Honorable Corte Constitucional, en la que expresamente, con fuerza de cosa
juzgada constitucional recogió su posición antedicha(16), dejando en claro que
existen normas supraconstitucionales, intangibles para el legislador local,
porque se entienden incorporadas a la Carta, y que por tanto, hacen parte del
bloque de constitucionalidad, son vinculantes y determinan más allá de lo que
haya establecido la legislación interna qué es lo que ha de tenerse como salario,
así como su característica de irrenunciable:
“Sobre el concepto de salario. Principio del bloque de constitucionalidad.

El concepto de salario es un tema del que la Corte se ha ocupado en múltiples


oportunidades, tanto en sede de tutela como de constitucionalidad,

16 Corte Constitucional, Sentencia SU-995, del 9 de diciembre de 1999, M.P. Dr. Carlos Gaviria Díaz.
25

subrayando no sólo la importancia técnica o instrumental que tiene la


ganancia que en virtud de un contrato de trabajo, paga el empleador al
trabajador por la labor o servicio prestado. En esta materia se siguen no solo
los preceptos descriptivos señalados en el Convenio 85 de la Organización
Internacional del Trabajo sobre la protección del salario, sino el valor
material que se desprende de su consagración como principio y derecho
fundamentales (C.P. preámbulo y artículos 1, 2, 25 y 53), claramente dirigidos
a morigerar la desigualdad entre las partes de la relación laboral, y hacer
posible el orden justo de la República «fundada en el respeto de la dignidad
humana, en el trabajo, y la solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general».

Las fuentes positivas que permiten desarrollar la noción integral del salario,
no sólo se encuentran en los artículos de la Constitución y la legislación
interna; es menester acudir a instrumentos de derecho internacional que se
encargan de desarrollar materias laborales y que, por virtud del artículo 93
de la Carta Política, hacen parte de la normatividad iusfundamental vigente
en nuestro país, a través de lo que se ha denominado bloque de
constitucionalidad. Sobre este principio la Corte se ha pronunciado en
múltiples ocasiones, y ha señalado que:

«El bloque de constitucionalidad, estaría compuesto por todas aquellas normas, de


diversa jerarquía, que sirven como parámetro para llevar a cabo el control de
constitucionalidad de la legislación. Conforme a esta acepción, el bloque de
constitucionalidad estaría conformado no sólo por el articulado de la Constitución
sino, entre otros, por los tratados internacionales de que trata el artículo 93 de la
Carta, por las leyes orgánicas y, en algunas ocasiones, por las leyes estatutarias»
(Corte Constitucional Sentencia C-191 de 1998. M.P. Eduardo
Cifuentes Muñoz. Al respecto pueden consultarse, entre otros, los fallos
C-225 de 1995, C-423 de 1995, C-578 de 1995 y C-327 de 1997).

En este orden de ideas, la noción de salario ha de entenderse en los términos


del Convenio 95 de la Organización Internacional del Trabajo -relativo a la
protección del salario-, ratificado por la Ley 54 de 1992, que en el artículo 1°
señala:

«El término ´salario´ significa la remuneración o ganancia, sea cual fuere


su denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en
efectivo, fijada por acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un
empleador a un trabajador en virtud de un contrato de trabajo, escrito o
verbal, por el trabajo que éste último haya efectuado o deba efectuar o por
servicios que haya prestado o deba prestar».

Esto quiere decir que para efectos del significado que en nuestro
ordenamiento ha de tener la voz salario y, sobre todo, para la protección
judicial del derecho a su pago cumplido, deben integrarse todas las sumas
que sean generadas en virtud de la labor desarrollada por el trabajador, sin
importar las modalidades o denominaciones que puedan asignarles la ley o
las partes contratantes. Así, no sólo se hace referencia a la cifra quincenal o
mensual percibida por el empleado —sentido restringido y común del
vocablo—, sino a todas las cantidades que por concepto de primas,
vacaciones, cesantías, horas extras —entre otras denominaciones—, tienen
origen en la relación laboral y constituyen remuneración o contraprestación
por la labor realizada o el servicio prestado.

Las razones para adoptar una noción de salario expresada en estos términos,
no sólo se encuentran en la ya referida necesidad de integración de los
diferentes órdenes normativos que conforman el bloque de constitucionalidad,
sino que son el reflejo de una concepción garantista de los derechos
26

fundamentales, que en materia laboral constituye uno de los pilares esenciales


del Estado Social de Derecho. A partir de la Constitución de 1991, es evidente
la relevancia del derecho laboral dentro de la configuración de un orden
social y económico justo y más cercano a la realidad, en cuyo desarrollo la
jurisprudencia de la Corte Constitucional ha debido intervenir (Corte
Constitucional Sentencia C-521 de 1995. M.P. Antonio Barrera Carbonell).
Aunque en aquella oportunidad estas consideraciones fueron utilizadas para
avalar UNA NOCIÓN RESTRINGIDA DEL SALARIO, no cabe duda que
la orientación de la Carta Política (artículo 93), apunta a la formación de
conceptos más amplios que sean concordantes con ordenamientos
internacionales vinculantes en el sistema jurídico nacional. En buena parte
por la falta del estatuto del trabajo al que se refiere el artículo 53 Superior.
Al respecto ha dicho este Tribunal:

“La Constitución es el orden normativo primario protector del derecho al trabajo,


bien sea que se preste independientemente o bajo condiciones de subordinación, en
las modalidades de contrato de trabajo o bajo una relación laboral, legal,
estatutaria o reglamentaria. La variedad normativa que aquella contiene propende
el establecimiento de relaciones laborales justas, mediante la eliminación de factores
de desequilibrio, que aseguren la vigencia y efectividad del principio de igualdad,
la protección a ciertos sectores de trabajadores que se encuentran en situaciones de
debilidad manifiesta o carecen de oportunidades para la capacitación laboral, y la
consagración de un sistema contentivo de una protección jurídica concreta del
trabajo que debe ser desarrollado por el legislador, a partir del señalamiento de unos
principios mínimos fundamentales (art. 53)”.

(…)

Ha de tenerse en cuenta que las cantidades que se reclaman a título de pago salarial,
deben ser causadas por la prestación de un servicio personal que reúne todos los
requisitos de una relación laboral subordinada, independientemente de la
denominación jurídica que se le dé. Ni el juez, ni las partes, pueden escudar la
inobservancia y falta de garantía de los preceptos constitucionales invocando una
denominación legal determinada, para eludir el pago o el reconocimiento de salarios
debidos. No puede olvidarse que la protección material de los derechos
comprometidos, prevalece sobre las formalidades o mecanismos escogidos por las
partes para lograr un acuerdo. La Corte ha afirmado con insistencia:

"Conforme lo establece el artículo 53 de la Carta Fundamental, el principio de la


prevalencia de la realidad sobre las formalidades establecidas por los sujetos de la
relación laboral, implica un reconocimiento a la desigualdad existente entre
trabajadores y empleadores, así como a la necesidad de garantizar los derechos de
aquellos, sin que puedan verse afectados o desmejorados en sus condiciones por las
simples formalidades (Corte Constitucional Sentencia C-665 de 1998. M.P.
Hernando Herrera Vergara). En el mismo sentido, existen otros pronunciamientos:
Sentencia T- 052 de 1998, T-243 de 1998, C-401 de 1998.” (subrayo y destaco)

Por demás, sabido se tiene que la Honorable Corte Constitucional ha dicho que
hay situaciones —y así lo tiene además establecido el Derecho Laboral, la ley
misma, y lo ha convalidado también la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia— en las que la autonomía de la voluntad de las partes dentro de la
relación laboral no puede estar por encima del orden público, jurídico, económico
y social JUSTO, por el que propugna el Estado Social y Democrático de Derecho,
y por tal razón, no es posible mantener en el mundo jurídico cierto tipo de
estipulaciones acaecidas en medio del tráfico negocial.
27

La “cláusula adicional” que masivamente tuvieron que suscribir los


trabajadores del «régimen antiguo» para que sólo así Ecopetrol les pagara la
parte de su salario que unilateralmente la misma empresa ya había decidido
disfrazar bajo el rubro “estímulo al ahorro”, más allá de ser manifiestamente
contraria a lo que “es salario” en el recto entendimiento que se pudiere tener
respecto de las modificaciones que el legislador introdujo mediante los artículos
14° y 15° de la Ley 50 de 1990 a los artículos 127° y 128° del Código Sustantivo
del Trabajo, o más allá de obedecer a un sesgo de lo que “no es salario” según
esas mismas disposiciones, lo que realmente resulta ser es una estipulación
manifiestamente contraria a lo que ha definido la OIT como salario, siendo que,
como venimos de demostrarlo en razón de las sentencias citadas, lo establecido
por la OIT respecto de lo que a fin de cuentas sí es “salario”, tiene indiscutida
preponderancia (constitucional) sobre lo que acerca de ese mismo concepto
definió el legislador a través del texto contenido en la ley, concretamente en los
artículos tantas veces mencionados.

Así que muy mal ha hecho Ecopetrol S.A. al haber sostenido ya, varias veces y
en diferentes escenarios, que lo que actuó en relación con el mal llamado
“estímulo al ahorro” estuvo basado en la NOCIÓN RESTRINGIDA DE
SALARIO que dio el legislador colombiano, puesto que lo que ha debido ocurrir
es que basara su proceder en la noción de salario dada por la OIT, —que para
Colombia es la definición de salario que resulta válida según Sentencia SU-995
de 1999—, noción dentro de la cual, sin esfuerzo alguno, se aprecia incluido
cualquier emolumento recibido “en virtud de la labor desarrollada por el
trabajador, sin importar las modalidades o denominaciones que puedan
asignarles la ley o las partes contratantes”.

Por simple honestidad profesional e intelectual es del caso tomar alguna posición
frente a lo que reza la ley respecto de derechos e intereses irrenunciables:

“ARTICULO 14. CARÁCTER DE ORDEN PÚBLICO. IRRENUNCIA-


BILIDAD. Las disposiciones legales que regulan el trabajo humano son de
orden público y, por consiguiente, los derechos y prerrogativas que ellas
conceden son irrenunciables, salvo los casos expresamente exceptuados por
la ley”.

(…)

“ARTICULO 43. CLÁUSULAS INEFICACES. En los contratos de trabajo no


producen ningún efecto las estipulaciones o condiciones que desmejoren la
situación del trabajador en relación con lo que establezcan la legislación del
trabajo, los respectivos fallos arbitrales, pactos, convenciones colectivas y
reglamentos de trabajo y las que sean ilícitas o ilegales por cualquier aspecto;
pero a pesar de la ineficacia de esas estipulaciones, todo trabajo ejecutado en
virtud de ellas, que constituya por sí mismo una actividad lícita, da derecho al
trabajador para reclamar el pago de sus salarios y prestaciones legales por
el tiempo que haya durado el servicio hasta que esa ineficacia se haya
reconocido o declarado judicialmente.

(…)
28

“ARTICULO 142. IRRENUNCIABILIDAD Y PROHIBICIÓN DE CEDERLO.


El derecho al salario es irrenunciable y no se puede ceder en todo ni en parte,
a título gratuito ni oneroso pero sí puede servir de garantía hasta el límite y
en los casos que determina la ley”.

A los anteriores asertos normativos se unen estos otros:

“ARTICULO 15. VALIDEZ DE LA TRANSACCIÓN. Es válida la transacción


en los asuntos del trabajo, salvo cuando se trate de derechos ciertos e
indiscutibles”.

(…)

ARTICULO 143. A TRABAJO IGUAL, SALARIO IGUAL. A trabajo igual


desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales,
debe corresponder salario igual, comprendiendo en éste todos los elementos
a que se refiere el artículo 127°”.

Resulta de tal modo muy obvio que el contrato individual del trabajo suscrito entre
mi poderdante y Ecopetrol S.A., antes y después de la suscripción de la mal
llamada “cláusula adicional” no ha sido ejecutado de «buena fe» según el
contenido del artículo 55° del Código Sustantivo del Trabajo.(17)

Ahora bien, en razón de la respuesta que ofreció Ecopetrol ante la reclamación


administrativa efectuada por mis prohijados, cabe manifestar que digan lo que
digan ahora los apoderados de Ecopetrol S.A., continuará siendo imposible de
desvirtuar que si no se hubiere efectuado el pago del mal llamado “estímulo al
ahorro” —que la empresa empecinada insiste en que lo pagó por mera
liberalidad—, habríamos tenido una situación en la que trabajadores con similares
labores y ubicados en la misma escala dentro del mapa de cargos, por el simple
hecho de ser unos del «régimen antiguo» habrían recibido menos de la mitad
del salario que recibían quienes pertenecían al «régimen nuevo».

Es efectista, pero poco útil, que Ecopetrol venga a hacer la afirmación según la
cual los “auxilios” o “beneficios” que daba a los demandantes eran muy
superiores frente al comportamiento que en tal sentido se observaba en el resto
de empresas del sector petrolero del país, sobre todo porque eso que la accionada
llama “auxilio” o “beneficio” en realidad era el “salario” que se pagaba a
los trabajadores por el sólo hecho de prestar el servicio en razón del contrato de
trabajo.

Es irritante tal planteamiento, no sólo porque ni siquiera reviste la condición de ser


un argumento, sino porque aún en el hipotético caso de que Ecopetrol otorgara
ciertos “auxilios o beneficios” a los trabajadores, —cuando en verdad eran tal
cosa—, no le autoriza para enmascarar bajo tal ropaje “auxilio” o de

17 “ARTICULO 55. EJECUCION DE BUENA FE. El contrato de trabajo, como todos los contratos,
deben ejecutarse de buena fe y, por consiguiente, obliga no sólo a lo que en él se expresa sino a
todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la relación jurídica o que por la
ley pertenecen a ella”. (subrayo y destaco)
29

“beneficio” lo que en verdad es “salario”, ni releva a esa empresa, por


prestigiosa que sea, del deber de cumplir con la ley laboral según la cual debe
pagar las prestaciones y acreencias pensionales con fundamento en liquidaciones
que sean efectuadas tomando como base todo el salario, y no tomando como con
base tan sólo una parte de éste.

Indicó Ecopetrol S.A. al resolver la reclamación administrativa formulada por cada


uno de los aquí demandantes, que la posición institucional, según la cual el haber
pactado con los trabajadores que el estímulo al ahorro no era salario es cuestión
que le resulta “constitucionalmente viable”. No obstante, de acuerdo con lo
indicado por la Honorable Corte Constitucional mediante sentencia de unificación,
lo relevante ya no es si tal concepción es constitucionalmente viable, sino si es
“supra-constitucionalmente viable”.

Aunque la doctrina constitucional a este respecto cambió por completo, Ecopetrol


prefirió aferrase, —como tabla de salvación—, a una posición constitucional a las
claras ya superada dentro de la línea jurisprudencial, simplemente porque es tal
posición la que más le conviene, aunque sea cierto que, tal como aquí ha quedado
expuesto al haber sido colacionada parte de la línea jurisprudencial, la noción de
salario no podía ser aquella que resultaba restringida, y por el contrario, de
acuerdo con la posición ya rectificada por la Honorable Corte Constitucional, debe
ser aplicada la noción de salario que viene dada de acuerdo con lo previsto por la
OIT, por ser ésta de estirpe supra-constitucional.

Y respecto del argumento de Ecopetrol, según el cual “no es comprensible


cómo, luego de haberse aceptado el beneficio y en ejercicio de la
autonomía de la voluntad de las partes haber suscrito el respectivo
documento, luego de más de tres (2) [sic] años de percibir el beneficio,
ahora se pretenda desconocer la no incidencia salarial del mismo”, cabe
decir que ello, aunque no le resulta comprensible a la demandada, sí le ha
resultado claramente comprensible al legislador, y a la Corte Constitucional, y por
ello es que existen normas en razón de las cuales está dispuesto que cualquier
acuerdo orientado a hacer que el trabajador renuncie a sus derechos
irrenunciables, como por ejemplo el salario, ha de tenerse como ineficaz.

4.- Pruebas:

4.1.- Documentales que aporto con la demanda:

4.1.1.- En relación con Jorge Humberto Arango Herrera:

4.1.1.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.
30

4.1.1.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.1.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.1.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.1.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.2.- En relación con Luis Fernando Rubiano Ramírez:

4.1.2.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.2.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.2.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.2.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.2.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.3.- En relación con María Alexandra López Bello:

4.1.3.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.3.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.
31

4.1.3.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.3.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.3.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.4.- En relación con Carlos Enrique Sánchez Ortíz:

4.1.4.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.4.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.4.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.4.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.4.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.5.- En relación con Claudia Victoria Mesa Arévalo:

4.1.5.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.5.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.5.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.
32

4.1.5.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.5.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.6.- En relación con María del Rosario Rubio Trujillo:

4.1.6.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.6.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.6.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.6.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.6.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.7.- En relación con William Correa Ballesteros:

4.1.7.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.7.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.7.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.7.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.
33

4.1.7.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.8.- En relación con Cristian Barajas González:

4.1.8.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.8.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.8.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.8.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.8.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.

4.1.9.- En relación con Jaime Alberto González Vivas:

4.1.9.1.- Copia de la reclamación administrativa formulada a


Ecopetrol S.A. junto con la respuesta ofrecida por tal
empresa.

4.1.9.2.- Certificación sobre tiempo de servicio prestado a


Ecopetrol.

4.1.9.3.- Certificación sobre el valor correspondiente al


“estímulo al ahorro” que la empresa reconoce a
quien demanda.

4.1.9.4.- Recibos de pago de salarios y/o prestaciones sociales


legales y extralegales y/o beneficios.

4.1.9.5.- Comunicación enviada por vicarios de la accionada al


accionante, en la que se le explica sobre el
reconocimiento en su favor del rubro llamado estímulo
al ahorro, y la forma de acceder al mismo.
34

4.1.10.- Certificado de Existencia y Representación Legal de Ecopetrol S.A.

4.1.11.- Copias de fallos de tutela proferidos por el Juzgado Tercero Laboral


del Circuito de Cúcuta, por la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Cúcuta y por la Honorable Corte Constitucional en relación con el tema
del “estímulo al ahorro” en Ecopetrol.

4.1.12.- Copia del memorial —derecho de petición— presentado por los


trabajadores próximos a pensionarse ante el señor Presidente de Ecopetrol, el día
7 de septiembre de 2009.

4.1.13.- Petición radicada bajo N° 1-2010-005-4684 suscrita por Luz Elena


Sanabria Mulford con destino a Manuel Antonio Pinzón Jefe Unidad de Selección,
Compensación y Movilidad.

4.1.14.- Oficio radicado 2-2010-087-926 suscrito por Manuel Antonio Pinzón


con destino a Luz Elena Sanabria Mulford.

4.2.- Documentales que solicito al Despacho requerir mediante


oficio:

4.2.1.- Si con la contestación de la demanda la accionada no las aportare


en forma auténtica, solicito se oficie a Ecopetrol S.A., a la dirección en que según
este libelo (N° 7.3.-) tal empresa recibirá comunicaciones, ordenándole que con
destino al expediente que se conforme, remita copias auténticas, completas y
legibles de los siguientes documentos:

4.2.1.1.- Si tuviere reparos la accionada respecto de la veracidad


de alguno de los documentos que son aportados y
aparecen relacionados bajo el ítem 4.1 de esta
demanda, que los aporte en copia auténtica si han
emanado de ella.

4.2.1.2.- Contratos de trabajo, —con sus respectivas


modificaciones—, correspondientes a Jorge Humberto
Arango Herrera; Luis Fernando Rubiano Ramírez; María
Alexandra López Bello; Carlos Enrique Sánchez Ortíz;
Claudia Victoria Mesa Arévalo; María del Rosario Rubio
Trujillo; William Correa Ballesteros; Cristian Barajas
González y Jaime Alberto González Vivas.

4.2.1.3.- Documento titulado «Política de Compensación» y


todos los documentos que le sirven como antecedente.
35

4.2.1.4.- Carpetas contentivas de la historia laboral de los


extrabajadores aquí demandantes.

4.2.1.5.- Petición radicada bajo N° 1-2010-005-4684 suscrita por


Luz Elena Sanabria Mulford con destino a Manuel
Antonio Pinzón Jefe Unidad de Selección,
Compensación y Movilidad.

4.2.1.6.- Oficio radicado 2-2010-087-926 suscrito por Manuel


Antonio Pinzón con destino a Luz Elena Sanabria
Mulford.

4.3.- Testimonios o declaración de terceros:

4.3.1.- Solicito al despacho se fije fecha en día y hora hábil con el fin de
llevar a cabo diligencia de recepción del testimonio del señor José Alfonso
Marrugo (C.C: 73´098.168) quién declarará sobre todo aquello que sabe y le
consta acerca del modo en que la empresa accionada ha implementado la Política
de Compensación tanto en su caso como en el caso de sus compañeros y
excompañeros de trabajo. El testigo puede ser citado a la Carrera 13 N° 36-24 de
Bogotá D.C., sede de la empresa demandada, para que se le comunique del
testimonio decretado por conducto de la oficina de personal.

4.3.2.- Solicito al despacho se fije fecha en día y hora hábil con el fin de
llevar a cabo diligencia de recepción del testimonio de la señora Luz Elena
Sanabria (C.C: 51´698.615) quién declarará sobre todo aquello que sabe y le
consta acerca del modo en que la empresa accionada ha implementado la Política
de Compensación tanto en su caso como en el caso de sus compañeros y
excompañeros de trabajo. La testigo puede ser citada a la Calle 169 N° 65-32,
apartamento 603 de Bogotá D.C., sede de la empresa demandada, para que se
le comunique del testimonio decretado por conducto de la oficina de personal.

4.4.- Inspección judicial con exhibición de documentos y


participación de peritos:

Conforme con lo que posibilita el art. 54-B del Código Procesal del Trabajo, de
manera comedida solicito sea decretada Inspección Judicial con exhibición de
documentos y participación de peritos.

En desarrollo de tal inspección judicial —vía exhibición de documentos— ante


el señor Juez, la parte accionada presente y le suministre copia de los estudios y
documentos previos que sirvieron de base y antecedente para la definición e
implementación de la llamada «Política de Compensación» que fue adoptada
en la empresa demandada, con fundamento en la cual se definió el monto del
rubro que se pagó a los trabajadores demandantes bajo la denominación de
“salario” y bajo denominación de “estímulo al ahorro”.
36

En desarrollo de tal inspección judicial, para que —vía peritaje—, el perito


nombrado por el Despacho examine los archivos de la accionada (244-1 del
C.P.C) y haga las investigaciones que considere necesarias (237-2 del C.P.C)
junto con la información remitida por la empresa al proceso, con miras a rendir un
dictamen claro, preciso y detallado (237-6 del C.P.C) con indicación amplia y
suficiente de sus fundamentos. Con toda claridad y precisión indico (245 del
C.P.C.) que los puntos sobre los cuales ha de versar el dictamen cuya práctica
solicito son los siguientes:

4.4.1.- Establecer con qué periodicidad, a partir del 1° de enero de 2009 se


debitaba del patrimonio de Ecopetrol, vía consignación a las
Administradoras de Fondos de Pensiones -AFP- a que estaban
vinculados cada uno de los demandantes, los valores
correspondientes al llamado “estímulo al ahorro”, correspondiente
a cada uno de ellos, especificando además, a cuánto ascendían tales
consignaciones, discriminadas mes por mes.

4.4.2.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
Jorge Humberto Arango Herrera indicando además cuál era el monto
del salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que Jorge
Humberto Arango Herrera laboró los dos últimos años para Ecopetrol
S.A.

4.4.3.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
Luis Fernando Rubiano Ramírez indicando además cuál era el monto
del salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que Luis
Fernando Rubiano Ramírez laboró los dos últimos años para Ecopetrol
S.A.

4.4.4.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
María Alexandra López Bello indicando además cuál era el monto del
salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que María
Alexandra López Bello laboró los dos últimos años para Ecopetrol S.A.

4.4.5.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
Carlos Enrique Sánchez Ortíz indicando además cuál era el monto del
37

salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que Carlos


Enrique Sánchez Ortíz laboró los dos últimos años para Ecopetrol S.A.

4.4.6.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
Claudia Victoria Mesa Arévalo indicando además cuál era el monto del
salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que Claudia
Victoria Mesa Arévalo laboró los dos últimos años para Ecopetrol S.A.

4.4.7.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
María del Rosario Rubio Trujillo indicando además cuál era el monto
del salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que María
del Rosario Rubio Trujillo laboró los dos últimos años para Ecopetrol
S.A.

4.4.8.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
William Correa Ballesteros indicando además cuál era el monto del
salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que William
Correa Ballesteros laboró los dos últimos años para Ecopetrol S.A.

4.4.9.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
Cristian Barajas González indicando además cuál era el monto del
salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que Cristian
Barajas González laboró los dos últimos años para Ecopetrol S.A.

4.4.10.- Establecer qué trabajadores ingresados al servicio de Ecopetrol


cualquier día después del 1° de enero de 1995 se encontraban dentro
del mapa de cargos de la empresa en el mismo nivel y/o cargo que
Jaime Alberto González Vivas indicando además cuál era el monto del
salario que tales trabajadores recibían en el periodo en que Jaime
Alberto González Vivas laboró los dos últimos años para Ecopetrol S.A.

4.5.- Declaración de parte:

Solicito se decrete la declaración de parte de los accionantes, para que narren al


Despacho en condiciones de tiempo, modo y lugar, las circunstancias que
rodearon la suscripción de las cláusulas adicionales en razón de las cuales fue
modificado el contrato individual de trabajo de cada uno de ellos. Para el efecto
podrán ser citados por ante el suscrito apoderado.
38

5.- Anexos:

5.1.- Poderes para actuar otorgados por cada uno de los demandantes.

5.2.- Tres (3) copias de la presente demanda, con sus anexos, para traslados a
Ecopetrol y eventualmente al Ministerio Público, así como para archivo del
juzgado.

5.3.- Las pruebas documentales anunciadas que se encuentran en poder de la


parte demandante.

6.- Estimación razonada de la cuantía para fijar la competencia:

Puesto que el monto que la parte demandada dice que debe ser tomado como
“estímulo al ahorro” y la parte accionante dice debe ser tomado como
“salario” equivale a los montos descritos en los numerales 2.2.1.4., 2.2.2.4.,
2.2.3.4., 2.2.4.4., 2.2.5.4., 2.2.6.4., 2.2.7.4., 2.2.8.4. y 2.2.9.4. de esta demanda,
que han de ser causados cada mes, se observa que se trata de un conflicto en
todo caso muy superior a 20 salarios mínimos legales mensuales.

7.- Direcciones para surtir comunicaciones, citaciones y/o notificaciones:

7.1.- Los miembros de la parte demandante recibirán notificaciones,


comunicaciones o citaciones por intermedio del suscrito apoderado en la
Secretaría del Juzgado de conocimiento o en la Carrera 8 N° 97-62 (302) de
Bogotá D.C.

7.2.- El suscrito apoderado las recibirá en la Secretaría del Juzgado o en la


Carrera 8 N° 97-62 (302) de Bogotá D.C.; correo electrónico
lleras84@hotmail.com ; Celular 3212037318.

7.3.- La parte demandada recibirá notificaciones, citaciones o comunicaciones


en la Carrera 13 N° 36-24 de Bogotá D.C.

Sin más particulares me suscribo,

Atentamente,

Andrés Felipe Parra Sierra


C.C: 13.993.841 expedida en Cajamarca-Tolima.
T.P: 166670 del C.S.J.
Anexo lo anunciado en ____ folios y tres traslados completos.

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