«E] buen estado de las finanzas y el aumento de las rentas de
‘Vuestra Majestad consiste en aumentar, por todos los medios, el
dinero metdlico que rueda continuamente por el reino, y en mante-
ner, en las provincias, la justa proporcién [...] aumentar el dinero
en el comercio piblico, obteniéndolo de los paises de donde pro-
viene y conservandolo en el interior del pais, impidiendo que sal-
ga, y dando a los hombres medios para obtener provecho de ello.
Puesto que la grandeza, el poder del Estado y la magnificencia del_
Rey residen en estos tres puntos, debido a todos los gastos que las,
grandes rentas permiten efectuar, que son tanto mas relevantes en|
cuanto que al mismo tiempo disminuyen las de Jos estados veci-|
nos, ya que, no habiendo mds que una sola cantidad de plata en|
forma de dinero que rueda por toda Europa y que se aumenta de
vez en cuando con la que llega de las Indias Orientales, es cierto y|
demostrativo que si s6lo existen 150 millones de libras de plata |
que circulan en publico, no puede aumentarse esta cantidad en 20,
30 0 50 millones més que arrebatindola a nuestros vecinos [...].
Suplico a Vuestra Majestad que me permita decirle que después de |
que Vuestra Majestad tomara la administracién de las finanzas,
‘Vuestra Majestad emprendié una guerra de dinero contra todos los |
estados de Europa. Vuestra Majestad ha vencido ya a Espafia, Ale-
mania, Italia e Inglaterra lanz4ndolas a una muy gran miseria y ne-
cesidad, y se ha enriquecido con sus despojos, que le han dado los
medios para hacer tantas cosas grandes como las que Vuestra Ma-
Jestad ha hecho y hace cada dia. Sélo queda por vencer a Holanda,
que combate todavia con grandes fuerzas: su comercio del Norte |
[...], el de las Indias Orientales [...], el de Levante [...], el de las In- |
dias Occidentales, sus manufacturas, su comercio de CAdiz, el de
Guinea y una infinidad mas en las que reside y consiste todo su
poder. Vuestra Majestad ha creado compafiias que, como ejércitos,
atacan a Holanda por todas partes [...]. Las manufacturas, el canal |
de trasnavegacién de los mares y tantos otros establecimientos nue-
vos que Vuestra Majestad crea y extrae de la nada para vencer en
esta guerra [...]. El fruto sensible del éxito de todas estas cosas seria |
que, obteniendo, mediante el comercio, una gran cantidad de dine- |
To en vuestro reino, no solamente Vuestra Majestad lograria esta- |
blecer la proporcién que debe existir entre el dinero que circula |
entre el comercio y los impuestos que paga el pueblo, sino que in- |
cluso Vuestra Majestad aumentaria uno y otros, de manera que las |
tentas de Vuestra Majestad aumentarian, y Vuestra Majestad pon- |
dria a sus subditos en estado de poder asistirlo mas considerable-
mente en caso de guerra o necesidad.»
Pierre Deyon, Los origenes de la Europa moderna: el mercantilismo, Penin-
sula, Barcelona 1976, pp. 142-144,